Revista Foresta nº 75

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Foresta Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. N.o 75

José Anastasio Fernández Yuste

La restauración hidrológico-forestal

Catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM

Ubicación de tejados verdes en entornos urbanos El sector forestal en Asturias y sus potencialidades El parque nacional de Talassemtane Medio siglo en la historia de una finca en el oeste semiárido de Castilla-La Mancha

Redforesta 2019 Arbolado urbano Salamandra El acebo Los retos de la gestión del agua Cambio climático e incendios forestales La extinción de incendios forestales El sector forestal y el medio natural en Portugal Uso de drones en sanidad forestal


Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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SUMARIO N.º 75 APUNTES

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Salamandra. Enrique García Gómez

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El acebo. Gregorio Montero González

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¿Cuáles son y cómo abordar los retos de la gestión del agua?.

9

Contribución al cambio climático de los incendios forestales. Álvaro Enríquez de Salamanca La extinción de los incendios forestales (I).

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Elena Hernández Paredes, Jorge Rodríguez López

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El sector forestal y la protección del medio natural en Portugal. David León Carbonero, María Regina Chambel

18

La sanidad forestal gestionada desde la óptica de las nuevas tecnologías. Lourdes Vicente Valero, Pedro Alcoba Gómez, Esteban Jordán González

18

Redforesta 2019 Arbolado urbano.

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Jose Luis Rodríguez Gamo, Enriqueta Martín-Consuegra Fernández, Paula Romero Muelas, Juan Antonaya Liébana, L. Hiernaux, A. Hurtado, O. Serra, P. Chicharro, A. Muñoz, Iratxe Zorraquino Salvo Emilio Bravo Ugarte, María Isabel Iglesias Díaz

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Asturias

COLABORACIONES TÉCNICAS

Metodología para la ubicación de tejados verdes en entornos urbanos. Paula Anza Goñi, Javier Velázquez Saornil,

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ENTREVISTA

Javier Gutiérrez Velayos, Beatriz Sánchez Reyes

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La situación del sector forestal en Asturias y sus potencialidades. José Javier Gorgoso Varela

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El Parque Nacional de Talassemtane: valor ecológico y conservación. José Gabriel González Vázquez Medio siglo en la historia de una finca en el oeste semiárido de Castilla-La Mancha: hacia una ganadería ecológica, rentable y sostenible

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Ana María Martínez Barrio, Ashok Thapar, Ángel Nieto Montejo

LA PÁGINA DE

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BASKEGUR. Oskar Azkarate

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IUFOR. Felipe Bravo Oviedo

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Paco Guerrero. Arte al servicio de la comunicación.

José Anastasio Fernández Yuste catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid Ismael Muñoz Linares

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD

La restauración hidrológico-forestal

Juan de Dios Cabezas Cerezo, Luis Garijo Alonso, Álvaro Agudo García, Francisco Roselló, Antonio D. del Campo, Eduardo Lafuente Sacristán, Julia Martínez

PINCELADAS DE VIDA

Ismael Muñoz Linares

LITERATURA Y MEDIO NATURAL

El bosque animado, punto de fuga del escritor Wenceslao Fernández Flórez. Alicia Longueira Moris

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AGENDA 101

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“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”

Noticias forestales

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EDITORIAL

Restauración hidrológico-forestal: soluciones basadas en la naturaleza

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como la mediterránea, con un régimen pluviométrico irregular. Los conflictos surgen cuando se alteran los cauces, y cuando se establecen intereses urbanísticos o productivos en las llanuras inundables. Los escenarios climáticos que dibujan los estudios científicos no son precisamente halagüeños; muchos de ellos apuntan a una mayor irregularidad en las precipitaciones y a periodos de retorno menores para los episodios de mayor intensidad. Ante estos escenarios las soluciones clásicas basadas en obras “duras”, como encauzamientos, escolleras o motas, o más modernas pero igualmente estáticas como son muchas actuaciones de bioingeniería, no pueden ser las soluciones dominantes, y menos aún las únicas, sobre todo cuando se ha demostrado su incapacidad para solucionar por si solas los efectos de las inundaciones. Las políticas de la UE y del Gobierno español apuestan por las llamadas “Soluciones basadas en la Naturaleza” (SbN) como una de las principales medidas a aplicar frente a las inundaciones por su relación coste-beneficio, y por favorecer la resiliencia. Las ventajas son numerosas y van desde favorecer la seguridad hídrica (al mejorar la calidad del agua, recargar acuíferos o reducir el impacto de las inundaciones); la mitigación del cambio climático (al reducir las emisiones de CO2 e incluso fijar carbono); la adaptación al cambio climático (disminuyen la gravedad de los incendios forestales y reducen la erosión); hasta la conservación de la biodiversidad (protegen

Ismael Muñoz

L

as inundaciones que se produjeron en distintos municipios del Levante español durante el mes de septiembre han vuelto a llamar la atención sobre varios hechos indiscutibles. El primero, que cada cierto tiempo sufrimos episodios de lluvias fuertes o torrenciales que afectan con mayor o menor gravedad a las personas y sus bienes. En los últimos 55 años, según el Catálogo Nacional de Inundaciones de Protección Civil, han muerto en España 1.620 personas por inundaciones; la del 23 de septiembre de 1962 en la provincia de Barcelona fue la más grave, con 973 fallecidos. El segundo, la invasión de las zonas inundables por todo tipo de construcciones públicas y privadas; ha sido una constante a lo largo de nuestra historia. Según los datos de los mapas de riesgo elaborados por las confederaciones hidrográficas, en España hay 710.000 personas en zonas de alto riesgo de sufrir inundaciones. El tercero, la escasa preparación que, en líneas generales, tiene la sociedad para hacer frente a estos riesgos, adaptarnos a los cambios y reducir la peligrosidad. El cuarto, el escaso valor que de unas décadas a esta parte se le ha dado a la restauración hidrológico-forestal como herramienta de gestión del territorio capaz de reducir los riesgos y la peligrosidad. Un paradigma que es preciso superar es entender los desbordamientos como una “maldición”. Las crecidas y los desbordamientos son procesos naturales asociados a los cauces, más aún en regiones

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EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, SL Universidad Complutense de Madrid SUBDIRECTOR Andrés Arregui Noguer Ingeniero Técnico Forestal Ministerio para la Transición Ecológica DIRECTOR TÉCNICO Ismael Muñoz Linares Licenciado en Ciencias de la Información Altermedia Comunicacion, SL @ismaelnatura CONSEJO DE REDACCIÓN Francisco Javier Cantero Desmartines Ingeniero Técnico Forestal Dirección General de Medio Ambiente. Comunidad de Madrid Llanos Gabaldón Lozano Ingeniera Técnica Forestal e Ingeniera de Montes Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

tipo de cursos de formación para actualizar a los profesionales que ya estén ejerciendo. El objetivo es que haya más profesionales que conozcan tanto el papel que pueden jugar las SbN, como la forma de aplicarlas”. Ya existen profesionales formados en esta materia, los ingenieros forestales, cuya profesión tiene una larga trayectoria y acumula una experiencia que podría y debería ser utilizada por los responsables de la definición de las políticas del agua y gestión de riesgo por inundaciones y, en último término, por las confederaciones hidrográficas donde en las últimas décadas se han impuesto las soluciones “grises” en detrimento del conocimiento y la presencia de los profesionales forestales. Es el momento de que la ingeniería forestal aporte sus soluciones basadas en la naturaleza. No se trata solamente de reivindicar un pasado protagonista, sino de aportar desde la ciencia y la experiencia soluciones a los nuevos retos que la gestión del agua y de los riesgos por inundaciones tiene planteados.

Enrique García Gómez Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Medio Ambiente Diputación de Toledo José González Granados Ingeniero Técnico Forestal Parque Regional del Sureste. Comunidad de Madrid / Ayuntamiento de Aranjuez David León Carbonero. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación María José Manzano Serrano Ingeniera Técnica Forestal ESMA Estudios Medioambientales, SL @esmasl_es, @mariaj_manzano Jorge Rodríguez López. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación @Jorgenemoralis AUTORES QUE HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: Álvaro Agudo García, Pedro Alcoba Gómez, Juan Antonaya Liébana, Paula Anza Goñi, Oskar Azkarate, Felipe Bravo Oviedo, Emilio Bravo Ugarte, María Teresa Campo García, María Regina Chambel, P. Chicharro, Antonio D. del Campo, Juan de Dios Cabezas Cerezo, Álvaro Enríquez de Salamanca, Enrique

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C. H. Segura

hábitats y reducen la expansión de especies exóticas invasoras). La Comisión Europea define a las SbN como “soluciones a desafíos a los que se enfrenta la sociedad que están inspiradas y respaldadas por la naturaleza; que son rentables y proporcionan a la vez beneficios ambientales, sociales y económicos, y ayudan a aumentar la resiliencia”. Está definición engloba buena parte de las actuaciones de restauración hidrológico forestal que a lo largo de más de 100 años han diseñado los profesionales de la ingeniería forestal para proteger el suelo, las poblaciones, o las cuencas de los ríos y embalses. Ejemplos como el de Sierra Espuña en la Región de Murcia o Lanjarón en Granada, son quizás dos de los más conocidos de una amplia lista de actuaciones por toda la geografía nacional. El MITECO, en unas jornadas organizadas en 2019 sobre SbN, señala en una de sus recomendaciones “la necesidad de fomentar la inclusión de las SbN en los currículos de los grados y postgrados de las universidades, así como de fomentar otro

García, Luis Garijo Alonso, José Gabriel González Vázquez, José Javier Gorgoso Varela, Javier Gutiérrez Velayos, Elena Hernández, L. Hiernaux, A. Hurtado, María Isabel Iglesias Díaz, Esteban Jordán, Eduardo Lafuente Sacristán, Jesús Laría, David León, Alicia Longueira Moris, Enriqueta MartínConsuegra Fernández, Julia Martínez, Ana María Martínez Barrio, Gregorio Montero, A. Muñoz, Ismael Muñoz, Ángel Nieto Montejo, Manuel Páez Blázquez, Juan Pereira, Jorge Rodríguez, José Luis Rodríguez Gamo, Paula Romero Muelas, Francisco Roselló, Beatriz Sánchez Reyes, O. Serra, Ashok Thapar, Javier Velázquez Saornil, Iratxe Zorraquino Salvo. DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356 FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Herbert Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C. O. I. T. F. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.

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Salamandra común (Salamandra salamandra) Texto: Enrique García Gómez Fotografía: Foto Ardeidas

Inconfundible Suele alcanzar los 20 cm de longitud, con cuerpo grueso y cilíndrico, cabeza grande, robusta, aplanada y con ojos prominentes. Con piel lisa y brillante, lo más característico es el color negro del fondo de todo el cuerpo, salpicado por manchas amarillas de forma y extensión variable. En la cabeza también pueden aparecer manchas rojizas. Diversidad específica Es una especie que presenta una enorme variabilidad: de formas, de tamaños, de diseños de pigmentación y de formas de reproducción. De hecho solo en la península ibérica se han descrito hasta 10 subespecies. Quizás lo más llamativo de todo sea la existencia de subespecies vivíparas y ovovivíparas. Exigente En la península ibérica, y debido a sus altos requerimientos hídricos, se distribuye fundamentalmente por la franja norte y oeste, introduciéndose en el interior a través de los grandes sistemas montañosos (Sistema Ibérico, Sistema Central, Montes de Toledo…). De hábitos terrestres, se circunscribe a ambientes húmedos y sombríos, especialmente bosques caducifolios con suelos profundos y abundancia de hojarasca. En poblaciones ovovivíparas es necesaria la presencia de charcas o arroyos próximos en donde depositar las larvas,

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sin embargo las poblaciones vivíparas son independientes de las masas de agua para la reproducción. Estrategia antidepredadores Su vistosidad, por el contraste de los colores negro y amarillo, es un aviso que informa de su toxicidad y mal sabor a posibles depredadores. A través de las glándulas distribuidas por el cuerpo –especialmente las glándulas parótidas– segrega salamandrina, un compuesto con efecto neurotóxico. Sin embargo, su estrategia de defensa no es absoluta, ya que sobre los adultos depredan erizos, nutrias, tejones, turones, jabalíes, culebras… Sin olvidar que durante su fase larvaria son pasto de invertebrados acuáticos, peces y anfibios, entre otros. Amenazada Al ser una especie con requerimientos muy estrictos en lo relativo a aguas limpias, frescas, elevado contenido de humedad… es muy sensible a la alteración de su hábitat. La contaminación de las aguas, el pastoreo y pisoteo excesivo, la crisis climática y la aridificación, los incendios forestales y la introducción de especies exóticas son factores que están produciendo un descenso paulatino de sus poblaciones. Además, por supuesto, de hongos y virus que están afectando a los anfibios de manera global.

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APUNTES / ESPECIES FORESTALES

El acebo

(Ilex aquifolium L.) Gregorio Montero González NOMBRES VULGARES Acebo, acebiño, cardón, grevulera, gorrostía, agrifolio, aquifolio y otros. El nombre Ilex, hace referencia al parecido de sus hojas con las de la encina (Quercus ilex) y el especifico aquifolium significa hojas con pinchos, hojas espinosas. El acebo es un arbusto, a veces árbol, que puede alcanzar los 10 metros de altura. Florece de abril a junio y sus frutos maduran en otoño o invierno, manteniéndose mucho tiempo en el árbol. Las flores son casi todas dioicas, raras veces hermafroditas. Los frutos, de color rojo escarlata o amarillos en algunas variedades, tienen de 3-5 semillas en su interior. Solo las plantas con abundantes flores femeninas (plantas hembra) tienen abundantes frutos, y por ello son empleadas para ornamentos navideños. La diseminación es zoócora, por medio de osos, jabalíes, vacas, cabras y numerosas aves. El principal consumidor y difusor de semillas es el urogallo, que suele vivir en zonas de acebeda. Se regenera fácilmente por brotes de raíz y de cepa, y el tronco emite retoños que van rejuveneciendo al árbol primigenio. Soporta muy

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bien la poda, lo que permite usarlo para setos en jardines y realizar recortes de ramas para adornos navideños. En España se cría en bosques y matorrales sombríos en general por debajo de los 1.600 metros, casi siempre asociado a zonas frescas de media montaña. Es más abundante en la mitad Norte. Destacan las acebedas de Garagüeta (Soria), que se considera las más extensa con más de 400 ha, fraga de Saja (Cantabria), texeiras de Ronadoiro (Asturias), dehesa de Somosierra (Madrid), gargantas y hoces del alto Tajo (Guadalajara y Cuenca), canutos de la sierra del Aljibe (Cádiz) y muchas pequeñas manchas y rodales relícticos salpicados por diversos enclaves de las serranías ibéricas. El acebo forma parte de los siguientes hábitats de interés comunitario: taiga occidental (9010), hayedos con Ilex y Taxus (9120), robledales galaicos-portugueses (9230) y bosques de Ilex aquifolium (9380). USOS TRADICIONALES Madera Dura y compacta, pesada, muy homogénea, de grano fino, con anillos poco

IsmaelMuñoz

Leyendas míticas, remedios, protección contra los malos espíritus y decoración navideña

diferenciados y de color blanco-crema. Es muy estimada en marquetería, taraceados, torneados, mangos de herramientas, tableros de juegos, ebanistería, bastones, tallas o baquetas de fusil entre otros usos. Fácil de pulir y de teñir, imita con facilidad al ébano. Las ventanas del Palacio Real de Madrid están hechas con madera de acebo. Corteza A partir de la corteza interna, cocida durante 7 u 8 horas, dejada fermentar y pulverizada después, se obtiene una goma llamada “liga”, que se usa para cazar pájaros. Usos medicinales. El acebo es una planta medicinal, cuyos frutos son muy tóxicos incluso a dosis bajas. Las hojas cocidas se usaban para tratar el reuma, la gota, la falta de apetito, la atonía intestinal, la diarrea o la fiebre, lógicamente a muy bajas dosis. Lo más frecuente ha sido usar el cocimiento de hojas como diurético y los frutos como purgantes y vomitivos. Las hojas maceradas en vino se han empleado como tonificante, sin que se conozca bien cuanto se debe al efecto del vino y cuanto a las hojas del acebo. 2019. N.o 75


En algunos países se prepara con las hojas de acebo una infusión que imita al conocido mate, bebida típica de Paraguay Argentina que se obtiene a partir de Ilex paraguayensis.

Mapa distribución del acebo. Fuente: Ruiz de la Torre J. 2006. Flora mayor. Fotografías: acebal de Garagüeta

oscuro de sus hojas lo han convertido en un elemento ideal para elaborar centros de mesa, que presiden las celebraciones familiares navideñas en muchos países, entre ellos España, donde hoy es considerado como uno de los arboles más bellos y queridos de nuestra flora ibérica. Los hogares se llenan de detalles y pequeñas ramas que adornan sus ventanas y rincones por Navidad. Actualmente está totalmente aceptado por la tradición católica como adorno de Navidad, tanto que muchos piensan que debería estar aun más protegido, dada la alta demanda de ramas en la época navideña. Aun así, muchos católicos lo consideran una influencia del centro y norte de Europa, que carece de base tradicional y simbólica en nuestra cultura. Se asocia a los símbolos del “buen augurio”, y comenzó a instalarse en la iglesia católica en los albores del siglo VII, como una parte más del proceso de cristianización de los paganos en las Islas Británicas e Irlanda, asociando e integrando parte las antiguas creencias que desembocaron, en su momento, en el peculiar cristianismo celta. En España existen empresas que aprovechan las acebedas de forma sostenible en Castilla y León, lo que permite ofertar ramas con abundantes frutos (plantas hembras) para satisfacer la cada vez mayor demanda creada durante la celebración de la fiesta

navideña. En el Centro de Investigación Forestal de Valonsadero, incomprensiblemente cerrado por la Junta de Castilla y León, se comenzó un programa de investigación a finales del siglo pasado que ya había logrado la reproducción por estaquilla y por cultivo “in vitro” de plantas hembras de acebo destinadas a usos ornamentales y decorativos. Para garantizar la conservación de las acebedas son precisos planes de aprovechamientos sostenibles, y deben ser controladas a través de licencias oficiales otorgadas por la administración forestal, unidas a un control en campo por los agentes forestales de la zona.

IsmaelMuñoz

Adornos de Navidad El acebo se ha considerado desde antiguo como un árbol sagrado y mágico por muchos pueblos europeos. Los druidas eran conocedores de sus virtudes medicinales, que están en el origen de muchos mitos y leyendas sobre esta especie, hasta tal punto que fue utilizado como emblema de diversos clanes de las tierras altas escocesas. Es famoso el mito que protagonizan el señor Roble y el Caballero Verde, señor del acebo, en el cual se descubren las virtudes del honor del ser humano, puesto a prueba en sus lances. Era considerado el guardián de la sabiduría, un árbol que ayudaba a crecer interiormente y al cual, según la leyenda, nadie podía engañar o mentir pues se le consideraba el arquetipo de la sinceridad. Por tales virtudes se piensa que los druidas construían varas de acebo que consideraban las “vara de medir la justicia”, y que se usaban en los juicios como testigo mudo de la defensa de la verdad. En los países alpinos el acebo era conocido como el árbol de los sátiros, pues se creía que alejaba a los demonios de la noche y a otros espíritus maliciosos de los hogares familiares. Dicen que por este motivo se usaba para limpiar el hollín de las chimeneas, ya que la hoguera era considerada el corazón de la casa, el centro alrededor del cual se reunía la familia. Los malos espíritus entraban por la chimenea y de esa forma, al ser limpiada con acebo, se evitaba su entrada en el hogar. Aun hoy en los países anglosajones y munchos países latinos las ramas de acebo siguen adornando los hogares por Navidad para que Santa Claus pueda entrar por las chimeneas a media noche y traer regalos y bendiciones a los miembros de la familia. Estas leyendas, mitos y creencias populares guardan un cierto parecido con la tradición cristiana, lo que unido al bello contraste entre el rojo de sus frutos y el verde

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APUNTES / RETOS EN LA GESTIÓN DEL AGUA

¿Cuáles son y cómo abordar los retos de la gestión del agua?

RETOS DE LA GESTIÓN DEL AGUA Soluciones basadas en la naturaleza SbN Protección estratégica de terrenos (incluyendo compra de tierras) Revegetación (incluyendo reforestación y conversión forestal) Restauración de riberas (incluyendo corredores de ribera) Eliminación de especies invasoras Recarga natural de acuíferos Reconexión de ríos y llanuras de inundación Establecimiento de desviaciones de inundaciones Restauración-recuperación de humedales Construcción de humedales artificiales Espacios verdes (aumentar bio-retención e infiltración) Pavimentos permeables Prácticas agrícolas sostenibles Coberturas vegetales Cambios de cultivos, rotación de cultivos Uso reducido de químicos y fertilizantes Cambios en los métodos de control de plagas Prácticas adecuadas de gestión forestal, incluyendo reducción de combustibles de origen forestal Prácticas de ganadería y pastoreo apropiadas

● ●

MICRO CONTAMINANTES

CALIDAD DE AGUA SUPERFICIAL

NITRATOS SEDIMENTOS PESTICIDAS Y FÓSFORO

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● ● ●

CALIDAD DE AGUA SUBTERRÁNEA

TRATAMIENTO DE NITRATOS METALES AGUAS RESIDUALES Y FÓSFORO PESADOS

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LLANURAS E INUNDACIÓN

URBANAS

EXCESO DE AGUA (INUNDACIONES)

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ESCASEZ DE AGUA

FLUJOS RECARGA DE AGUAS SEQUÍAS HIDROLÓGICOS SUBTERRÁNEAS

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www.miteco.gob.es/es/agua/formacion/soluciones-basadas-en-la-naturaleza_tcm30-496389. pdf (11.12.2019)

MITECO-The Nature Conservancy. 2019. Soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del agua en España. Retos y oportunidades. Informe de la jornada. Madrid, 22 de marzo de 2019. https://

FUENTE CONSULTADA


APUNTES / CAMBIO CLIMÁTICO Y SECTOR FORESTAL: EFECTOS, MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN

Contribución al cambio climático de los incendios forestales Los incendios forestales contribuyen al cambio climático debido principalmente a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) por la combustión de biomasa y a la pérdida de secuestro de carbono asociada a la destrucción de sumideros. Es frecuente que solo se tengan en cuenta las emisiones asociadas a la combustión, lo que supone infravalorar la contribución al cambio climático de los incendios forestales. Entre los años 1998 y 2015 la contribución media al cambio climático de los incendios forestales en España fue de 9.494.910 Mg CO2 eq por año, correspondiendo un 23,8 % a la quema de biomasa y un 76,2 % a la pérdida de secuestro de carbono, este segundo factor tres veces mayor que el primero. En cuanto a la vegetación quemada, el 43,6 % de las emisiones provienen de bosques (el 17,7 %

de coníferas, el 4,8 % de frondosas y el 21,1 % de eucalipto), el 53,7 % de matorrales y el 2,7 % de pastizales. La contribución por pérdida de secuestro es solo del 6,6 % en el año del incendio, mientras que el 93,4 % restante es debida a la pérdida de sumideros en años anteriores. La quema de matorrales produce una mayor cantidad de emisiones que los bosques, pero la regeneración de estos últimos es más lenta, teniendo por ello una mayor influencia en la pérdida de secuestro. Es esencial una gestión forestal enfocada a aumentar la resistencia al fuego de las masas y su adaptación al cambio climático, aumentar la efectividad de los trabajos de extinción para reducir los daños por incendios y recuperar la vegetación quemada, ya que la pérdida de sumideros es un aspecto crítico.

Álvaro Enríquez de Salamanca Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales, DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental / Univ. Complutense de Madrid FUENTES CONSULTADAS Esta nota es un resumen del artículo: Enríquez-de-Salamanca A. (2019). Contribution to climate change of forest fires in Spain: emissions and loss of sequestration. Journal of Sustainable Forestry. DOI:10.1080/10549811.2019.16 73779, publicado en octubre de 2019 por la editorial Taylor & Francis Ltd.

Contribución al cambio climático de los incendios forestales 9.494.910 Mg CO2 eq/año

Año del incendio 7%

Pastizales 2,7 % Bosques coníferas 17, 7 % Matorrales 53,7 % Años precedentes 93 %

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Bosques frondosas 4,8 %

Bosques eucaliptos 21,1 %

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APUNTES / INCENDIOS FORESTALES #IIFF

La extinción de incendios forestales (I) principio permite una sencilla división práctica de las técnicas de extinción en función de sobre qué lado del triángulo se actúe. Las operaciones de extinción pueden alcanzar un enorme grado de complejidad por la cantidad de recursos, diferentes organizaciones y profesionales de distintas ramas que llegan a intervenir simultáneamente. Nos centraremos en este primer artículo sobre la extinción en hacer un rápido repaso a las técnicas más habituales.

Elena Hernández Paredes1 Jorge Rodríguez López2 1 Área de Defensa contra Incendios

Forestales. Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación 2 Ingeniero Técnico Forestal y

Licenciado en Ciencias Ambientales

TÉCNICAS DE EXTINCIÓN Debido al entorno en el que se desarrollan los incendios forestales, tradicionalmente el empleo del agua ha sido muy reducido, solo en aquellos puntos en los que era accesible. Actualmente el desarrollo de infraestructuras de acceso a los montes y de los medios de extinción facilitan el uso del agua a través de vehículos o aeronaves. Como se ha comentado anteriormente, las técnicas de extinción se pueden describir en función de los elementos del triángulo del fuego sobre los que actúan, agrupándose de forma general en dos grandes bloques: ataque indirecto y ataque directo.

Creación de línes de defensa

Tragsa

LA EXTINCIÓN La faceta más popularmente conocida del fuego forestal es la relacionada con la extinción. La alarma desencadenada cuando un incendio se propaga por el monte y trata de ser controlado es el aspecto que más trasciende a la sociedad, llenando espacios en los medios de comunicación y ocupando la atención de los políticos. La urgencia en el control del fuego pasa por alto sus causas profundas (gestión forestal, usos y aprovechamientos de los montes, transformación del paisaje, despoblamiento rural…) e incluso sus consecuencias (pérdidas directas, afección a ecosistemas y ciclos hidrológicos, necesidad de restauración de áreas afectadas…). La extinción toma un gran protagonismo sobre todo cuando afecta a poblaciones y bienes materiales, implicando en estos casos a diferentes colectivos no forestales como bomberos urbanos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, protección civil y militares. Los incendios forestales se entienden mediante el llamado triángulo del fuego, compuesto por tres partes, combustible, oxígeno y calor. La extinción está encaminada a eliminar alguno de estos tres componentes para detener así la combustión. Este

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ATAQUE INDIRECTO Técnicas que se aplican con mayor o menor proximidad del frente de llamas, pero nunca directamente sobre él. Son técnicas necesarias cuando la intensidad del frente de llamas, su velocidad de propagación u otros factores, como la falta de accesos, no permiten acercarse a él. Al optar por el ataque indirecto, se asume la pérdida de la vegetación existente entre el lugar donde se aplica y el frente de llama, pero en ocasiones no existe otra opción para parar el incendio.

Ataque indirecto: Técnicas que se aplican con mayor o menor proximidad del frente de llamas, pero nunca directamente sobre él. Son técnicas necesarias cuando la intensidad del frente de llamas, su velocidad de propagación u otros factores, como la falta de accesos, no permiten acercarse a él

Contrafuego desde pista forestal

Tragsa

Medios terrestres en ataque indirecto. El ataque indirecto se puede aplicar con medios terrestres apoyándose en líneas de control, existentes, como pistas y cortafuegos, o creadas en ese momento, como son las líneas de defensa (eliminación de la cubierta vegetal hasta suelo mineral). Una vez definida la línea de control, se aplica el fuego técnico, bien como quema de ensanche para aumentar la anchura de la línea de control sin llegar al incendio, bien como contrafuego donde el fuego generado sí llega al incendio. Existe un tipo particular de línea de defensa llamado “línea a dos pies”, que se puede construir muy próxima al frente de llama, prácticamente a unos pasos (de ahí su nombre, errónea traducción del inglés two steps), ya que el comportamiento de este lo permite. La forma en la que el personal se organiza para crear las líneas de defensa es muy variada, pero de forma general se mantiene el orden de las herramientas de corte en cabeza (herramientas manuales y motosierras), retirando el grueso de la vegetación. Tras las herramientas de corte se dispone el personal con herramientas de raspado, cavando hasta dejar una franja de suelo totalmente limpia de combustible. Las líneas de defensa, dependiendo de la intensidad del fuego y el combustible adyacente, detendrán el avance del fuego o servirán de apoyo seguro para otras acciones de ataque directo a la llegada del frente, por ejemplo

el uso de agua o herramientas de sofocación o de ataque indirecto, realizando quema de ensanche o contrafuego. La construcción de líneas de defensa con herramienta manual supone un enorme esfuerzo físico para los trabajadores, debido a las condiciones ambientales (altísimas temperaturas) en el entorno del incendio y el exigente ritmo de trabajo que la extinción impone, entre otros factores. Igualmente, el trabajo en las cercanías del frente de llama y el trabajo en terrenos de relieve complicado implican un elevado riesgo por sí mismos. Las líneas de defensa pueden tener diferentes anchuras, desde la línea a dos pies, que sería la más estrecha, hasta aquellas realizadas por varias pasadas de bulldozer. La anchura necesaria viene marcada por el tipo de combustible (altura y espesura) y la pendiente del terreno, entre otros factores que marcarán la intensidad de llegada del frente. Una vez establecida la línea de control se puede usar como técnica de ataque indirecto el fuego técnico. Este se basa en el principio de anticipar la quema de vegetación de manera controlada, de forma que al alcanzar el frente del incendio la zona quemada y no encontrar combustible disponible se detiene su avance. La utilización del fuego contra el fuego está arraigada desde antiguo en las prácticas rurales a través de quemas agrícolas y de mejora de pastos, y pertenece a las técnicas de extinción empleadas tradicionalmente por los forestales. Sin embargo, esto no siempre es conocido, por lo que en ocasiones no se entiende y no se aplica o recibe críticas. Efectivamente, no siempre resulta intuitivo comprender que se trate de controlar un incendio mediante el uso de fuego, esperando la mayoría de la gente que se haga con agua. Sin embargo, ya en la Ley 81/1968, de incendios forestales, se recogía en su artículo 14 que la autoridad al cargo de los trabajos de extinción podrá “anticipar la quema de determinadas zonas que, dentro de una normal previsión, se estime vayan a ser consumidas por el fuego

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aplicando un contrafuego, podrá hacerse aun cuando por cualquier circunstancia no se pueda contar con la autorización de los dueños respectivos.” El uso del fuego técnico requiere la capacitación y experiencia adecuada del personal que lo ejecuta, a la par que una cuidadosa evaluación de las condiciones meteorológicas, topográficas y de combustible que definen el comportamiento del fuego observado en el incendio, así como la previsión del comportamiento esperado en la quema de ensanche o contrafuego. Medios aéreos en ataque indirecto. El ataque indirecto también se puede realizar construyendo líneas de defensa mediante la aplicación de productos químicos con capacidades retardantes de la combustión mezclados con agua. Aunque no es habitual, esto puede hacerse desde equipos terrestres como autobombas o, como suele ser frecuente, desde medios aéreos. Los retardantes son productos químicos que retrasan el avance del fuego. Se utilizan mezclados con agua en diferentes proporciones. En general se distinguen dos tipos, los retardantes de corto plazo (espumas, viscosantes y humectantes) que actúan mediante enfriamiento por absorción del calor, y que cuando el agua con la que se aplican se evapora desaparecen sus efectos; y los de largo plazo (polifosfatos), que aunque se evapore el agua mantienen su eficacia. Estos últimos trabajan modificando el proceso de combustión de la vegetación, retrasando la formación de llama. Los productos retardantes lanzados por descarga desde medios aéreos siempre se utilizan en ataque indirecto, es decir, a cierta distancia del frente de llama. Con los retardantes de largo plazo se crean las llamadas “líneas químicas”, siendo deseable que estén apoyadas en líneas de control existentes o creadas para incrementar su eficacia.

Medios terrestres en ataque directo Las técnicas más sencillas consisten en la sofocación de las llamas mediante el empleo de herramienta manual. El uso de ramas fue tradicionalmente la manera más rústica y simple de aplicar esta técnica; mediante el golpeo se desplaza el aire, reduciendo así el oxígeno disponible, o bien se dispersa el combustible, lo que evita la emisión de gases inflamables. Los actuales batefuegos son la evolución técnica de las improvisadas ramas, superando a estas en eficacia, ergonomía y seguridad. También mediante herramientas manuales de cavado o raspado (pala, azada o similares) se puede lanzar tierra sobre el combustible en ignición, eliminando el oxígeno y deteniendo la combustión. El lanzamiento de agua persigue fundamentalmente reducir el calor. La mochila extintora, con una capacidad aproximada de 17,5 litros, es el único equipo manual que permite el empleo de agua en cualquier punto del monte, sirviendo como apoyo a otras herramientas en el ataque directo o indirecto y la liquidación. Las técnicas desarrolladas específicamente para los incendios forestales hacen un uso limitado del agua debido a su escasez en el medio forestal y debido a su menor eficacia en algunos casos en relación a la eliminación del combustible o del oxígeno. Una zona enfriada por el agua de forma temporal con las condiciones de temperatura, humedad y viento de los incendios forestales puede reavivarse con el paso del tiempo; sin embargo, allí donde ya no hay combustible no vuelve a arder. Por eso es fundamental la fase de liquidación mediante la perimetración con herramienta manual de los incendios.

Ataque directo: Técnicas que persiguen la eliminación del oxígeno o del calor, y que se aplican directamente sobre el frente de llamas. Para aplicar el ataque directo, las condiciones del fuego deben permitir la aproximación del personal al frente de llama con seguridad

Ataque directo terrestre con batefuegos

Tragsa

ATAQUE DIRECTO Técnicas que persiguen la eliminación del oxígeno o del calor, y que se aplican directamente sobre el frente de llamas. Para aplicar el ataque directo, las condiciones del fuego deben permitir la aproximación del personal al frente de llama con seguridad.

Normalmente se aplica en situaciones con altura de llama hasta 1,5 metros, o hasta 2,5 metros si se cuenta con el apoyo de autobombas y medios aéreos para bajar la intensidad del fuego y la altura de llama.

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apertura de líneas, pueden actuar en el ataque directo bajo unas condiciones determinadas que garanticen su seguridad. Es una herramienta útil en situaciones en las que otros medios terrestres tienen dificultades para la actuación, como altas pendientes o vegetación difícilmente transitable, y también porque sus rendimientos son mucho mayores. La forma de actuación de los bulldozer en ataque directo es por empuje de tierra con la cuchilla a lo largo del frente de llama, depositando tierra sobre este, de forma que se elimina el oxígeno y se detiene la combustión.

A la izquierda: ataque directo terrestre con agua. A la derecha: ataque directo aéreo

Ataque directo con herramientas y Air Tractor

Tragsa

Medios aéreos en ataque directo Los medios aéreos se incluyen en este apartado, ya que actúan en la extinción lanzando agua sobre el frente de llamas, aunque no siempre su empleo se pueda calificar como ataque directo. Los aviones y helicópteros empleados en incendios forestales son especialmente útiles cuando actúan en lugares de difícil acceso por tierra o en sectores del frente donde el comportamiento del fuego no permite un acercamiento a los medios terrestres. En muchas ocasiones estos frentes no llegan a ser extinguidos con las descargas hechas desde el aire, pero o bien se reduce su intensidad o bien se ralentiza su avance, lo que permite entonces la actuación de los medios terrestres o concede mayor tiempo para la puesta en marcha de acciones de ataque indirecto. Estas principales técnicas de extinción que se han repasado de manera resumida nos servirán como base para analizar los diferentes medios y la organización de las operaciones, que veremos en un próximo artículo.

Tragsa

Tragsa

También es cierto que en la actualidad las mejoras tecnológicas y de infraestructuras permiten la llegada de agua a través de medios terrestres a puntos donde en el pasado era muy complicado o imposible. A esto hay que añadir el espectacular desarrollo del empleo de medios aéreos desde las dos últimas décadas del siglo XX, estrictamente centrados en el uso del agua, sola o con retardantes. En el diseño de la red viaria forestal en muchos casos interviene, entre otros, el criterio de acceso para los vehículos de extinción. La mejora y el desarrollo de esta red facilita el acceso de personal y vehículos que permiten transportar y lanzar agua sobre el fuego en lugares donde no está disponible. Las autobombas forestales han experimentado una constante evolución y mejora en su capacidad y prestaciones desde la década de 1970, y pueden emplearse con diversas tácticas de ataque directo. Si las condiciones del terreno y las características del vehículo lo permiten, pueden adoptar un ataque móvil, desplazándose a lo largo del perímetro del incendio y lanzando agua a la vez. En otras condiciones puede resultar más apropiado el ataque estacionario, en el que el vehículo permanece estático y desde él se construye un tendido de manguera que lleva el agua hasta el punto necesario. Los tendidos de manguera (unión de tramos de manguera mediante acople) pueden tener ramificaciones que permitan utilizar el agua en más de un lugar. Su cálculo requiere conocimientos técnicos específicos, y permiten salvar distancias y desniveles de varios cientos de metros. Los bulldozer o tractores de cadenas forestales, además de su empleo en el ataque indirecto para la

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APUNTES / EL SECTOR FORESTAL Y LA PROTECCIÓN DEL MEDIO NATURAL EN LA UNIÓN EUROPEA

Portugal DATOS GENERALES La república portuguesa es un estado de 9.216.100 ha situado en la península ibérica. Además del área continental forman parte de su territorio los archipiélagos de Azores y Madeira. La población portuguesa es de 10.291.027 de habitantes -112 habitantes por km2- (Eurostat, 2018). Administrativamente se divide en 18 distritos y 2 regiones autónomas (Azores y Madeira). El indicador del PIB por habitante en estándar de poder adquisitivo, que expresa la relación del país con la media de la UE (100) tiene un valor de 76. En términos generales el río Tajo podría considerarse como un elemento natural que divide el territorio en dos zonas con características diferentes, al norte un clima atlántico húmedo con un paisaje montañoso y mesetas con una agricultura fértil; y al sur un clima mediterráneo de veranos secos y un paisaje llano o con montañas de escasa altitud. Las cumbres más altas están en la isla de Pico, en las Azores (2351 m) y en la Serra da Estrela (1993 m). Madeira y Azores son archipiélagos de origen volcánico, con un relieve muy montañoso y que forman parte de la región biogeográfica Macaronésica, con un clima húmedo influenciado por los vientos alisios.

David León Carbonero 1 María Regina Chambel 2

1 Ingeniero Técnico Forestal 2 Doctora Ingeniera de Montes

EL SECTOR FORESTAL La primera evaluación de la superficie arbolada en el territorio continental portugués fue realizada por Gerardo Pery en 1874, quien la estimó en unas 640.000 ha (7 % del territorio); esto indica que el territorio estaba prácticamente desarbolado a finales del siglo XIX. Desde entonces la superficie arbolada (floresta) ha aumentado progresivamente hasta los 3,22 millones de ha (Inventario Forestal Nacional 2015), siendo el principal uso del suelo. Esto ha originado que los bosques almacenen 265 Mt de CO2eq y anualmente secuestren 13,5 Mt CO2eq, más del doble de las emisiones de su industria.

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Ismael Muñoz

Si a la floresta le sumamos los matorrales, los pastos y los terrenos improductivos, la superficie forestal es de 6,2 millones de ha del territorio continental (69,4 %). Desde 1995 se ha registrado una disminución continuada de los terrenos agrícolas y un aumento de pastos y matorrales. El área forestal, en cambio, registró una regresión entre la década de 1990 y el año 2010, pero en los últimos años esta tendencia se ha invirtido, observándose un aumento de 60 mil hectáreas de área forestal en el inventario de 2015. Las especies autóctonas ocupan un 72 % del área forestal portuguesa. Agrupando la floresta en cuatro grandes formaciones, el orden de importancia sería: montados, pinares, eucaliptares y frondosas caducifolias. Los montados agrupan a los encinares y alcornocales, y ocupan un tercio del área forestal. Los pinares, sobre todo de Pinus pinaster –pinheiro bravo– y en menor medida de Pinus pinea –pinheiro manso–, fueron la formación más abundante hasta el inicio del siglo XXI, aunque actualmente están en franca regresión por los incendios y la plaga del nematodo del pino que afecta al pinheiro bravo. Estos dos factores han producido una modificación en el paisaje de la mitad norte de Portugal, reduciéndose la superficie de pinar a la vez que el eucaliptar no ha dejado de crecer. Por su parte, el pinheiro manso, por el renovado interés en la producción de piñón y su tolerancia al nematodo, muestra un aumento significativo de superficie, aunque no suficiente para contrarrestar la disminución del área de pinheiro bravo (12 % en 10 años). Respecto a los eucaliptos, en 2015 había 844.000 ha; en 2018 se tomaron medidas legales para no autorizar nuevas plantaciones de estas especies. No están permitidas las plantaciones salvo que se trate de una reposición o una compensación por haber eliminado otra superficie con eucaliptos. Esto

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ha provocado que las autorizaciones para cambios de especie o nuevas plantaciones con eucaliptos hayan prácticamente desaparecido, cuando antes suponían la solicitud más habitual. Finalmente, las florestas de frondosas caducifolias (carvalhos, castanheiros y otras), aunque son la formación menos abundante, vienen registrando aumentos significativos en los últimos inventarios (46.000 ha en los últimos 10 años). La importancia relativa de cada especie se puede ver en el gráfico de la derecha. En Azores y Madeira, además de la importancia de las formaciones naturales de laurisilva, fayas o cedros, existen extensas plantaciones de eucaliptos, pinos, criptomerias y acacias. Las plantaciones de eucaliptos en Madeira están prohibidas y en Azores están sujetas a autorización. GESTIÓN FORESTAL El 92 % de los terrenos forestales pertenecen a propietarios particulares, el índice más alto de toda Europa; el resto, un 6 %, pertenecen a comunidades locales (los denominados “baldíos”) y solamente un 3 % al Estado y otras entidades públicas. Hay 11,7 millones de fincas rústicas con uso agroforestal, y se estima que más del 20 % del territorio no tiene dueño o éste es desconocido (ICNF, 2017). El tamaño de las propiedades es muy heterogéneo: mientras que en el sur del país las propiedades son grandes explotaciones agroforestales, en el norte predominan los pequeños propietarios con terrenos de reducidas dimensiones, la mayoría de

ellas de menos de una hectárea. Esto se ha convertido en la mayor debilidad para una correcta gestión forestal, que se está intentando paliar fomentando el asociacionismo. Actualmente existen 135 organizaciones de productores forestales y 70 entidades gestoras de terrenos forestales que agrupan a 23.000 propietarios y gestionan 1,2 millones de ha. Desde 1996 existe una ley sobre la política forestal y un Plan de Desarrollo Sostenible de la Floresta Portuguesa. Derivados de esta norma, a nivel regional se establecen los Planes Regionales de Ordenamiento Forestal (PROF), como instrumentos de gestión territorial de los terrenos forestales.

3,22

millones de ha es la superficie forestal portuguesa

92 %

de los terrenos forestales son de propiedad privada

Regina Chambel

2,5 %

del PIB lo proporciona el sector forestal y supone el 10 % de sus exportaciones Bosque en las Islas Azores En la página de la derecha: Mapa dela Red Natura 2000

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Como entidad responsable, la Autoridade Florestal Nacional (AFN) es la encargada de promover el crecimiento sostenible de los recursos forestales.

Conservación de la naturaleza y la biodiversidad La Red Nacional de Áreas Protegidas ocupa el 9,1 % del territorio, y en ella están reunidos los espacios más valiosos desde el punto de vista de la conservación y del paisaje. La tipología de espacios es variada: parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, paisajes protegidos y monumentos naturales. El Parque Nacional de Peneda-Gerés, situado al norte, en el límite con España, es el único en su categoría. La Red Natura 2000 comprende 166 espacios que ocupan 1,9 millones de ha terrestres, lo que supone el 20 % del territorio.

11,5

los millones de m3 de madera que produce aualmente y 100.000 m3 de corcho, el 50 % de la producción mundial

FUENTES CONSULTADAS EEA. 2019. Natura 2000. https://www.eea.europa.eu/data-and-maps/dashboards/natura-2000-barometer Eurostat. 2018. https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=demo_pjan&lang=en ICEX. 2010. El sector forestal en Portugal. Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Lisboa. ICEX. ICNF. 2017. Perfil Florestal. http://www2.icnf.pt/portal/icnf/noticias/resource/press/2017-03-21-anx floresta.pdf ICNF. 2019a. IFN6 – Principais resultados – relatório sumário. Instituto da Conservação da Natureza e das Florestas, Lisboa. ICNF. 2019b. Preguntas frecuentes repoblaciones forestales. http://www2.icnf.pt/portal/florestas/arboriz/resource/doc/faqs/ FAQs-RJAAR-25jul2019.pdf MAE. 2019. Portugal. Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. http://www.exteriores.gob.es/ Documents/FichasPais/PORTUGAL_FICHA PAIS.pdf

Regina Chambel

Productos forestales Según la Estratégia Nacional para as Florestas de 2006 los espacios forestales contribuyen a la economía nacional en 982 millones de euros, descontando ya las pérdidas por plagas e incendios, que se calculan en 394 millones de euros. En su conjunto, el sector forestal proporciona el 2,5 % del PIB y los productos forestales suponen el 10 % de las exportaciones. En 2015 la floresta tenía 172 millones de m3 de madera, valor idéntico que en 2005, lo que revela que la producción forestal es sostenible, en la medida que las cortas y las pérdidas por incendios y plagas se ven compensadas por el crecimiento. Entre 2016 y 2018 se han visto afectadas 274 mil ha por incendios forestales. Por especies la situación es desigual; los valores de volumen de pinheiro bravo se han visto reducidos en 15 millones de m3, aunque todavía suponen casi un 40 % del total. Por su parte, los eucaliptos están estabilizados en 43 millones de m3, a pesar de su destacado aumento de superficie. En el resto de especies destaca el sobreiro (alcornoque) con 25 millones de m3. Portugal produce anualmente 11,5 millones m3 de madera y 100.000 toneladas de corcho (líder mundial en este sector con el 50 % de la producción), además de biomasa, resina, piñón, castañas, bellotas,

setas, plantas aromáticas y miel. Los pastos, la caza y la pesca y el turismo completan la relación de actividades económicas más destacables. En términos energéticos el 13 % de la energía del país procede de la biomasa, y se producen 1,1 millones de toneladas de pellet, la gran mayoría para exportación.

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APUNTES / TECNOLOGÍA

La sanidad forestal gestionada desde la óptica de las nuevas tecnologías INCORPORACIÓN DE LOS DRONES A LA SANIDAD FORESTAL La sanidad forestal debe velar por el mantenimiento de un adecuado equilibrio en los sistemas forestales. En la actualidad se cuenta con herramientas que permiten realizar una monitorización sanitaria eficaz, rápida de desarrollar y de bajo coste. La incorporación de nuevas tecnologías a la sanidad forestal, como los vehículos aéreos no tripulados (RPAS), más conocidos como drones, y la mayor accesibilidad a los datos de teledetección espacial de proyectos europeos y americanos (Sentinel 2 – Landsat 8), abren un abanico de herramientas de bajo coste para diagnosticar el estado sanitario de masas forestales. Cada tecnología ofrece un óptimo de aplicación de acuerdo con la superficie de trabajo, la resolución temporal y la resolución espacial requeridas. La sanidad forestal puede trabajar a diferentes escalas territoriales, que pueden ir desde un nivel de rodal, con superficie reducida, hasta un nivel de monte, donde habitualmente se pueden gestionar varios miles de hectáreas. Incluso se puede precisar trabajar en ámbitos comarcales, regionales o nacionales. Además de esta escala de trabajo, es preciso tener en cuenta la resolución temporal o frecuencia con la que se necesita disponer de información digital. Deben combinarse los recursos humanos y las diferentes tecnologías disponibles para poder desarrollar labores de sanidad forestal abarcando todas las escalas territoriales con la frecuencia requerida. TELEDETECCIÓN RPAS. ALA FIJA Y MULTIRROTOR La teledetección RPAS o mediante dron se realiza de manera similar a la que emplea vuelos fotogramétricos. En este caso el dron deberá equiparse con una cámara multiespectral o hiperespectral compatible. Una de las cámaras más utilizadas para estos estudios es la Micasense RedEdge-MX, que puede ser montada en la mayoría de drones comerciales.

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María Teresa Campo García1, Manuel Páez Blázquez2, Pedro Alcoba Gómez3, Esteban Jordán González4 1 Área de Sanidad Forestal del Servicio

de Planificación, Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Con esta cámara se obtienen mosaicos multiespectrales a alta resolución espacial; posee seis bandas espectrales: Azul (B), Verde (G), Rojo (R), Rojo cercano (R_edge) e Infrarrojo cercano (NIR).

2 Jefe de Servicio de Planificación, Áreas

Protegidas y Defensa del Medio Natural. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 3 Especialista en Nuevas Tecnologías de

TELEDETECCIÓN ESPACIAL. USO DE SENTINEL 2 Y LANDASAT 8 La teledetección espacial es aquella que se realiza basándose en la información obtenida por satélites con equipos hiperespectrales, que permiten recoger datos periódicos de la superficie terrestre (cada cinco días en Sentinel 2 y cada 16 días en Landsat 8). La resolución espacial de los datos es de 20 m en Sentinel 2 y de 30 m en Landsat 8. Ambos satélites capturan bandas VIS y NIR, útiles para discriminar los picos de vegetación y la biomasa, y bandas infrarrojas de onda corta (SWIR), óptimas para mapear la humedad del suelo y la vegetación.

Ingeniería del Entorno Natural SL. 4 Responsable técnico de Ingeniería del

Entorno Natural SL.

Tabla 1. Ámbitos de territoriales y tecnologías más adecuadas para la obtención de información digital para sanidad forestal Tecnología disponible

Ámbito de trabajo

Drones de ala rotatoria

Superficies inferiores a 200 ha

Drones de ala fija

Superficies inferiores a 400 ha

Avionetas ligeras

Superficies inferiores a 10.000 ha

Técnicas de teledetección

Grandes superficies regionales o nacionales

Nota: tanto los drones como las avionetas deben incorporar un sensor multiespectral 2019. N.o 75


CASO PRÁCTICO 1: USO DE DRONES EN “SIERRA ESPUÑA” PARA DIAGNOSTICAR DAÑOS DE PERFORADORES Desde el año 2013 al 2016, en el área mediterránea de la península ibérica se registraron precipitaciones anuales que apenas superaban los 65 mm, desencadenando una importante marchitez en la vegetación forestal. Para analizar la idoneidad del uso de drones en sanidad forestal se llevó a cabo un inventario pie a pie sobre una parcela experimental de Pinus halepensis ubicada en Sierra Espuña, registrando su estado sanitario. Cada pie fue clasificado como árbol muerto, con síntomas de inicio de muerte, con síntomas de afección por perforadores o en buen estado sanitario. Sobre la parcela experimental se realizó un vuelo con dron dotado de cámara multiespectral, procediendo a calcular el índice ENDVI (Enhanced Normalized Difference Vegetation Index), que estima el estado de la vegetación en base a la medición de la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético que la vegetación emite o refleja. Posteriormente se procedió a correlacionar los datos del inventario pie a pie con los valores del ENDVI obtenidos para cada una de las copas. Los resultados obtenidos para cada categoría sanitaria indican que el empleo de cámaras multiespectrales acopladas en dron permite discriminar árboles de acuerdo con su estado sanitario. USO DE IMÁGENES DE SATÉLITE EN “LA MUELA DE ALHAMA” PARA EVALUAR DAÑOS DE PERFORADORES Para evaluar la idoneidad del empleo de imágenes de teledetección en sanidad forestal se tomó una imagen disponible del 7 de junio de 2015. La parcela experimental se trasladó al monte de UP 162 “Sierra de La Muela” en Alhama de Murcia, limítrofe con Sierra Espuña. En este caso se realizó un trabajo de campo diferenciando: áreas con la totalidad de los árboles muertos debido a la sequía; áreas con resultados irregulares en cuanto a la mortalidad por sequía; áreas con algunos pies muertos dispersos debido a la sequía; y áreas con masa vigorosa, sin mortalidad de pies. Este trabajo de campo fue completado mediante el análisis de una imagen de Lansat-8 y la obtención del NDVI para el área de estudio. Los resultados obtenidos evidenciaban que valores de NDVI inferiores a 0,12 representaban en campo la mortalidad de prácticamente todos los pies; valores entre 0,12 y 0,16 equivalían a una mezcla de pies sueltos, corros y áreas de gran tamaño con árboles muertos; con valores entre 0,16 y 0,20 tan solo aparecía algún árbol muerto; y cuando el índice superaba 0,20, la masa se presentaba vigorosa, sin pies muertos. CONCLUSIONES SOBRE EL EMPLEO DE ESTAS TECNOLOGÍAS EN SANIDAD FORESTAL El empleo de forma combinada de drones y teledetección en sanidad forestal permite realizar un segui-

Tabla 2. Resultados del ENDVI obtenidos por categoría sanitaria del arbolado afectado por perforadores en “Sierra Espuña” Color predominante

Estado sanitario

N

Media ENDVI

Gris

Pies muertos por perforadores

19

0,032

Marrón

Pies con síntomas de inicio de muerte

36

0,064

Amarillo

Pies con síntomas de afección por perforadores

46

0,068

Verde

Pies con buen estado sanitario

90

0,100

miento del estado sanitario de los montes de alta efectividad y bajo coste. Los drones pueden realizar labores de seguimiento sanitario sobre superficies de hasta 400 ha. A partir de ahí pueden emplearse cámaras multiespectrales acopladas en avionetas ligeras, alcanzando superficies de trabajo de hasta 10.000 ha. Por encima de esa superficie, es preferible acudir a imágenes de satélite. Paralelamente, los programas y los equipos informáticos disponibles en el mercado permiten realizar análisis de imágenes tanto de dron como de satélite con gran rapidez y facilidad para la obtención de índices.

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Arriba: detalle de dron multirrotor DJI Matrice 210, equipado con cámara multiespectral Micasense RedEdge-MX. A su lado se observa el panel para calibrar los sensores de la cámara Abajo: NDVI reclasificado para la zona de estudio de Sierra de la Muela en Alhama de Murcia

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ENTREVISTA

Entrevista a José Anastasio Fernández Yuste, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid

"No podemos permitirnos el lujo de renunciar a la gestión hidrológico-forestal" Las inundaciones del mes de septiembre en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia han puesto de nuevo en primera plana el riesgo que viviendas, infraestructuras y poblaciones corren al estar situadas en zonas inundables. El Real Decreto 638/2016 regula de forma precisa, por primera vez, los usos que se le pueden dar al suelo inundable. Los escenarios que dibujan las estudios del cambio climático apuntan a precipitaciones más violentas. Pero lo cierto es que estas situaciones de riesgo que han terminado en catástrofes no son nuevas, en diversas zonas de España se repiten con recurrente frecuencia. Hablamos con Anastasio Fernández Yuste para comprender en qué situación nos encontramos y qué soluciones se pueden aplicar. Ismael Muñoz Linares

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¿Por qué siguen sucediendo efectos tan negativos con las inundaciones como los vividos en el mes de septiembre en el Levante español? Porque seguimos haciendo lo mismo una y otra vez y esperamos resultados diferentes, y eso es imposible. Tenemos que cambiar el paradigma, buscar nuevas soluciones. La Directiva Marco de Gestión del Riesgo de Inundación marca el camino: hay que abandonar el viejo referente de “defenderse frente a las inundaciones” por un nuevo referente: gestionar los riesgos para para reducir sus consecuencias negativas. ¿Qué implica ese cambio de paradigma? Cuando utilizamos la expresión “defensa contra inundaciones” estamos enviando un mensaje claro: ¿quién es el bueno y soporta las acciones del malo? Claramente el ser humano es el bueno, el que sufre, así que estamos autorizados a defendernos contra el malo de la película:el río. Las defensas tradicionalmente han sido grandes infraestructuras. ¿En qué se basa ese nuevo paradigma, cuáles son sus pilares? Los desbordamientos, que no inundaciones, entendidas estas como desbordamientos que afectan a los intereses humanos, son parte de la naturaleza y deben seguir siéndolo. Hay ejemplos, como sueltas de agua desde embalses, que tratan de reproducir avenidas necesarias para mantener nuestros ecosistemas acuáticos y terrestres. La protección frente a inundaciones nunca es absoluta. Si caen 380 litros por metro cuadrado, como cayó en Orihuela, y lo multiplicamos por la superficie afectada nos da una cantidad de agua que es imposible almacenar. Vamos a tener inundaciones y nos van a afectar, así que, tenemos que adaptar los usos a los riesgos. Es evidente que la sociedad actual es más vulnerable porque somos más y estamos ocupando más suelo. Así que, si no podemos evitar las precipitaciones y somos más vulnerables, lo lógico es gestionar los riesgos, lo que significa reducir los impactos sin necesariamente reducir la proba-

bilidad de ocurrencia. Y en esta tarea las medidas no estructurales son las más sostenibles a largo plazo. ¿Qué medidas debemos tomar para reducir esos riesgos? Primero hay que ser conscientes de cuáles son los riesgos en cada lugar para planificar un conjunto de medidas complementarias, conscientes de que la protección absoluta no es posible y de que hay que integrar la planificación frente a inundaciones con otros procesos de planificación. Es imprescindible ser muy responsables con las acciones de gobierno y comunicar el riesgo a los ciudadanos, para que sean conscientes de la realidad y que podamos tomar las soluciones adecuadas.

Hay que ser conscientes de cuáles son los riesgos en cada lugar para planificar un conjunto de medidas complementarias, conscientes de que la protección absoluta no es posible y de que hay que integrar la planificación frente a inundaciones con otros procesos de planificación

Le pedimos a las administraciones públicas que ejerzan un gobierno responsable y comuniquen el riesgo, sin embargo, en muchos casos, son las primeras que por acción u omisión permiten situaciones de riesgo El problema es que buscamos una solución causa efecto inmediata. Se produce una situación de gravedad y, en caliente, la respuesta política es del tipo “no os preocupéis esto lo resuelvo yo”. Esta no es la respuesta correcta, más allá de la lógica solución de los problemas y necesidades originados por la inundación. Lo que

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hay que hacer es utilizar ese recuerdo que aún está fresco para hacerle ver a la población que va a tener que asumir que, en esa área, con esos usos del suelo, la protección absoluta no existe. Me refería a planes de desarrollo urbanístico o agrícola, por ejemplo, que han eliminado todas las barreras naturales para convertir el terreno en un tobogán por donde circula el agua sin control. Ante desbordamientos que no tienen mayor peligro la reacción tradicional del político cuando percibe presión social es poner una mota, encauzar el río. Lo que se produce es una inadecuada percepción de la seguridad y se produce una ocupación de un suelo inundable. Como esa mota se va a ver desbordada antes o después, de eso podemos estar absolutamente seguros, se produce un daño mayor. La respuesta del político es hacer crecer la altura de la mota, desatando así una espiral “hidro-ilógica” que genera una falsa sensación de seguridad invitando a ocupar más y más suelo inundable. ¿Y la solución sería no aumentar la mota? La parte más importante de la solución es controlar la exposición. Hasta diciembre de 2016 no había ningún texto legislativo que limitara de forma clara y precisa los usos en suelo inundable. Se trata de unas modificaciones del Reglamento del Dominio Público Hidráulico que limita los usos en función de si es suelo rural o urbanizado y de si es zona inundable o no. ¿Cómo es posible que hasta diciembre de 2016 no existiese una legislación clara en este sentido? La pregunta es buena y, sinceramente, no tengo respuesta. Es cierto que la Ley del Suelo y el propio Reglamento de Dominio Público Hidráulico -previo a la modificación de 2016- tenían algunos instrumentos que establecían limitaciones, pero a todas luces han sido ineficaces. La realidad ha demostrado que había “puertas abiertas” por la que se podían colar todo tipo de imprudencias.

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¿Es necesario prohibir por ley que alguien ponga una vivienda en una zona de riesgo que se sabe que se inunda periódicamente? Eso parece, y no solo viviendas porque hay muchos ejemplos de edificios públicos que periódicamente se inundan. Los planes de ordenación urbana han permitido cosas como tener un hospital en una margen y la sede de Protección Civil enfrente. Las dos se podrían inundar. Es verdad que llega tarde esta limitación de usos, pero llega, que no es poco. Cuando se aprueba un plan de ordenación urbanística hay varias administraciones públicas que deben informar sobre él ¿y sin embargo se han permitido esas construcciones? En ocasiones no había un marco legal en el que apoyarse. Pero también se da el caso de viviendas que han comenzado siendo un lugar para aperos de labranza y, con los años, acaban siendo una vivienda. Cuando han pasado diez o quince años, con el uso consolidado, a ver quién es el que dice al propietario que debe tirar su casa. ¿Y cómo podemos gestionar el riesgo con todo lo que tenemos construido? Adaptándonos. A partir de ahora,

Hay que actuar sobre la exposición haciendo que los usos del suelo sean compatibles con la realidad de las inundaciones. Sobre la vulnerabilidad, para que el daño sea lo menor posible. Sobre la peligrosidad, tomando soluciones que reduzcan los caudales punta. Y además las soluciones tienen que venir a través de la eficiencia y la sostenibilidad en los tres niveles: económico, social y ambiental

no debemos incrementar la exposición pero tenemos que adaptarnos. El Ministerio ha editado una colección de guías de buenas prácticas y adaptación al riesgo. También hay alguna compañía eléctrica que está trabajando en esa línea, adaptando sus instalaciones a los riesgos de inundación

y desarrollando protocolos de intervención para minimizar los efectos y reducir los tiempos de respuesta en la recuperación del suministro. También es muy importante informar a los ciudadanos de los riesgos y de las medidas que pueden llevar a cabo para reducir los efectos de las inundaciones. Está hablando de reducir la vulnerabilidad Así es, reducir la vulnerabilidad con planes de autoprotección. Sabemos que vamos a sufrir inundaciones y lo que hacemos es intentar reducir los efectos negativos del riesgo. Deberíamos generar un programa de acción y de comunicación hacia los ciudadanos para darles herramientas que reduzcan sensiblemente los daños y faciliten la recuperación tras el incidente. Ya hay buenos ejemplos de estos programas en la cuenca del Ebro. En definitiva, hay que actuar sobre la peligrosidad, la exposición y la vulnerabilidad Y además las soluciones tienen que venir a través de la eficiencia y la sostenibilidad en los tres niveles: económico, social y ambiental. Sobre la exposición haciendo que los usos del suelo sean compatibles con la realidad de las inundaciones.

Estas son algunas de las limitaciones en suelos inundables recogidas en el Real Decreto 638/2016

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de drenaje transversal, es considerar que en las avenidas, además de agua, circulan sedimentos y restos vegetales. Si arrastres de sólidos y restos vegetales no se contemplan en el dimensionado, pueden taponar las infraestructuras y provocar grandes inundaciones aguas arriba como consecuencia del remanso que se forma. ¿Entienden los poderes públicos el papel de los bosques en la gestión del ciclo del agua? Aparentemente no, si nos hacemos eco del esquema aceptado y difundido por numerosos organismos públicos y empresas que gestionan el agua. Dibujan un ciclo, lo llaman ciclo urbano del agua, que es una perversión. Sitúa el comienzo del ciclo del agua en una presa, a partir de ahí se potabiliza, se distribuye, se usa y se recicla, devolviéndola de nuevo al medio natural para que comience de nuevo el “ciclo urbano del agua”con su almacenamiento en una presa. Me pregunto ¿qué pasa con todo lo que sucede aguas arriba de la presa, eso no forma parte del ciclo del agua?

Con la gestión forestal podemos optimizar los procesos que permiten regular escorrentías y emisión de sedimentos, los dos grandes elementos que nos permiten actuar sobre la peligrosidad

Sobre la vulnerabilidad, para que el daño sea lo menor posible. Sobre la peligrosidad, tomando soluciones que reduzcan los caudales punta. Hay que abrir el abanico respecto a la única solución utilizada tradicionalmente: encauzamientos, desvíos, motas y presas. ¿Qué aporta la gestión forestal a la reducción de la peligrosidad, exposición y vulnerabilidad? Con la gestión forestal podemos optimizar los procesos que permiten regular escorrentías y emisión de sedimentos, los dos grandes elementos que nos permiten actuar sobre la peligrosidad.

¿No todo el problema en las inundaciones es la cantidad de agua? Es el agua, son los sedimentos y los grandes restos vegetales. Uno piensa que los problemas de las inundaciones vienen determinados por los calados y, en muchos casos, el problema es la velocidad a la que va el agua. Con poco más de medio metro de agua, con una velocidad de un metro por segundo, levantas la pierna y la corriente te voltea, suficiente para poner en peligro tu vida. De hecho, en la evaluación de la peligrosidad de las avenidas se contempla tanto el calado como la velocidad. Un aspecto importante, especialmente a la hora de dimensionar infraestructuras como puentes y obras

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¿Ha perdido valor la gestión forestal como herramienta de gestión hidrológica? Últimamente está muy olvidada a nivel general y más aún con fines hidrológicos. Estamos renunciando a una fantástica medida, muy eficiente, que cumple con todos los criterios de sostenibilidad. Además, nos permite actuar sobre esa España vaciada generando actividad económica. A esto hay que sumar las iniciativas europeas que apuestan por medidas naturales de retención de agua e infraestructuras verdes. Son oportunidades que abre la UE para financiar proyectos de gestión forestal que son eficaces y reducen la peligrosidad. ¿Una buena gestión hidrológicaforestal podría solucionar todo el problema? No caigamos en el triunfalismo, hay que ser conscientes del rango en el que nos movemos. Los estudios dicen que la reducción de la peligrosidad de las avenidas es significativa para periodos de retorno bajos y mo-

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derados: orden de magnitud entre 30 y 75 años. Con periodos de retorno más elevados, y por tanto precipitaciones más fuertes, puedes tener una cubierta forestal perfectamente gestionada pero no tendrá capacidad de absorber todo ese agua. El ejemplo es el de una esponja: el bosque convierte al suelo en una esponja pero si está llena de agua pierde su capacidad de absorción. ¿Cuáles son las inundaciones que generan más daños: las de periodo de retornos más largos o más cortos? Aunque sean catastróficas, no son precisamente las de periodos de retorno alto -entre 100 y 500 años- las que tienen un mayor coste económico. Si se prorratean sus efectos por el número de años que transcurren entre dos episodios de esa magnitud, el “coste” anual es relativamente bajo. Las inundaciones que suceden con frecuencias más bajas, cada veinticinco o cincuenta años por ejemplo, en principio, causarán menos daño absoluto, pero el “coste” anual es mayor. Frente a un periodo de retorno muy elevado ¿hay protección posible? No, la protección frente al riesgo de inundaciones nunca es absoluta. ¿El territorio español está ordenado para evitar este tipo de circunstancias? No lo está. Los estudios del Ministerio, desarrollados siguiendo los criterios de la Directiva Marco de Gestión del Riesgo de Inundación, han permitido generar una cartografía temática completa y de calidad que permite tener un conocimiento razonablemente preciso de la magnitud del problema al que nos enfrentamos. ¿Por qué apostar entonces por una solución verde, de gestión forestal? Porque la eficiencia económica de la gestión forestal está comprobada, la social reconocida por la capacidad de creación de empleo en entornos desfavorecidos, y la reducción de la peligrosidad de las avenidas está acreditada. Si además incluimos los servicios ecosistémicos, la conclusión es evidente: no podemos permitirnos el lujo

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de renunciar a la gestión hidrológicoforestal. Es una gestión que se traduce en resultados tangibles tanto económicos, sociales y ambientales como de reducción del riesgo de inundaciones. En cualquier caso, las soluciones no son únicas, deben plantearse en un contexto global, integradas con todas las que contribuyan de la manera más eficiente a reducir los riesgos de inundación en cada uno de los casos concretos.

Debemos apostar por la gestión forestal porque su eficiencia económica está comprobada, la social reconocida por la capacidad de creación de empleo en entornos desfavorecidos, y la reducción de la peligrosidad de las avenidas está acreditada. Si además incluimos los servicios ecosistémicos, la conclusión es evidente: no podemos permitirnos el lujo de renunciar a la gestión hidrológico-forestal

El problema para los intereses de la gestión forestal es que sus efectos son siempre a largo plazo, no son inmediatos como una obra pública Es evidente que si el proceso empieza con una reforestación, los plazos para apreciar los efectos hidrológicos son importantes. Pero si la gestión se aborda sobre masas desarrolladas, los plazos son muchos más cortos. Sin duda, es un hándicap importante ese desfase entre las actuaciones de gestión forestal y sus efectos con respecto a trabajos clásicos de ingeniería civil. Sin embargo, la eficiencia y sostenibilidad de la gestión hidrológico-forestal está reconocida

dentro de las medidas no estructurales que prioriza el Real Decreto en los planes de gestión del riesgo. Y la cuestión es que la aceptación del cambio de paradigma tampoco va a ser inmediato, necesitará unos años. ¿Por qué necesitará tanto tiempo? Porque en el fondo esta manera de abordar el problema de las inundaciones es una revolución en los conceptos, en las soluciones e incluso en los procedimientos. Aún así, ya empezamos a ver algunos cambios significativos en las actuaciones recogidas en los programas de medidas aprobados en los planes de gestión del riesgo. ¿Valora la administración pública adecuadamente el poder de la vegetación en la regulación hidrológica? No me atrevo a hacer una valoración porque no sé cuánto del dinero que se invierte en gestión hidrológica tiene directamente que ver con la reducción del riesgo de inundación. Diré que, por lo que me transmiten los técnicos de distintas administraciones con competencias, tenemos muchísimas oportunidades de mejorar. Es importante tener en cuenta que desde el Ministerio, y en los organismos de cuenca que manejan las comunidades autónomas, se está trabajando mucho y bien para cambiar el paradigma. Sin embargo, el conocimiento y la experiencia forestal han dejado de tener relevancia dentro de los organismos que gestionan las cuencas. Muchas veces en el sector forestal nos quejamos de lo poco que contamos en la toma de decisiones en la gestión de cuenca o el riesgo de inundaciones. Esa no es la actitud; debemos preguntarnos qué tengo que hacer para que el gestor pueda incorporar lo que le puedo ofrecer. Y con esto hacer una buena estrategia de marketing, científica y social. Yo soy el actor que tengo que facilitar que en esa toma de decisiones me tengan en cuenta: tengo claro el problema, tengo claro qué solución puedo aportar y tengo que identificar las necesidades del gestor para darle una solución en mano. 2019. N.o 75


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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL

Juan de Dios Cabezas Cerezo Subdirector General de Política Forestal y Caza, Gobierno de la Región de Murcia

Planes de ordenación y proyectos de restauración hidrológico-forestal: pasado, presente y futuro Una visión actualizada, desde el sureste de España, acerca de su papel en la lucha contra las inundaciones y la mejora integral en la gestión sostenible del territorio. Entre los días 11 y 14 de septiembre, una DANA (depresión aislada en niveles altos) recorrió el levante español, registrando valores de precipitación de 373,5 litros por metro cuadrado en Molina de Segura, o 334,8 litros en La Manga del Mar Menor de San Javier, en la Región de Murcia. Los daños fueron cuantiosos, especialmente en el campo de Cartagena y el municipio de Los Alcázares. La AEMET cuantifica en 2.800 hectómetros cúbicos el agua recogida en ese episodio en la cuenca del Segura.

Sierra de Ricote

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Ahora la sociedad se pregunta qué hacer para prevenir estas catástrofes; y estar preparados para proponer y convencer con la idea de ser útiles es simplemente lo que nos corresponde en este momento como profesionales. Por ello debemos poner nuestro empeño en mostrar que queremos ser útiles a la sociedad a través de nuestras técnicas de ingeniería, que tienen en la visión integral territorial su gran virtud, que manejan criterios de espacio y tiempo acordes a la naturaleza y que

Cartel anunciando las repoblaciones forestales realizadas por el consorcio entre Patrimonio Forestal del estado y la Marina 2019. N.o 75


son capaces de ser integradoras con otras soluciones que desde la ordenación de territorio sumen para conseguir dar fiabilidad en la resolución de conflictos y riesgos actualmente no considerados, afrontar emergencias y riesgos naturales con garantías y también diseñar procesos de restauración a gran escala; en esto consiste esta propuesta de visión actualizada formulada desde el sureste peninsular. El sureste de España es un espacio físico complejo que vive en el límite, con fuerte presencia humana, donde el territorio y la naturaleza nos dan infinitas oportunidades, pero donde la sensibilidad del territorio y los riesgos de la naturaleza nos obligan a reflexionar sobre ellos para asegurarnos un desarrollo sostenible. Aquí, como en otros sitios, hoy en día es difícil convencer que una técnica de ingeniería que planifica y asigna soluciones territoriales a medio y largo plazo tenga cabida en debates políticos y sociales donde el corto plazo nos domina de forma más que evidente. Por el contrario, la aplicación de la lógica en las técnicas de planificación y un debate social sereno nos dan la razón; plantear esta técnica de planificación como base del desarrollo de otras técnicas de ingeniería basadas en infraestructuras verdes son, a todas luces, una solución eficaz y duradera a los problemas de las inundaciones, y, por tanto, seguro que ejercen como mecanismo de estimulación de otras medidas que aseguren la mejora integral y sostenible de nuestro territorio. Lo dicho hasta ahora no nos puede sorprender, pues la escala temporal y territorial que los procesos ecológicos requieren son simplemente los que la naturaleza y el territorio entienden; y estos solo entienden del medio y largo plazo, y el territorio de las cuencas habitualmente coincide con un escenario territorial amplio. Hacernos oír es importante; en ello debemos poner nuestro empeño profesional, aunque a diario podamos sentir que no se nos quiera oír ni escuchar. Es importante huir de debates llenos de carga intelectual cruzada donde realmente los intereses dominan a las soluciones. El problema de hoy en día es que no somos capaces de sintetizar soluciones visibles y concretas, y es por ello que debemos poner nuestro empeño en proponer soluciones para que el conjunto de la sociedad las entienda y, sobre todo, las comparta. Hoy están en el olvido para muchos nuestras técnicas de planificación; no nos podemos engañar. Y es por ello necesario mirar atrás para revalorizar lo que hicieron nuestros predecesores en aplicación de estas técnicas, lo que no será suficiente, pues además debemos actualizarlas para que sean sentidas socialmente como un verdadero instrumento útil de la ordenación territorial integral y sostenible, convenciendo a la sociedad de que estos instrumentos deben servir para concienciar a otros sectores que es obligado compensar el incremen-

to de la impermeabilidad del suelo y ser coherente con los otros usos del territorio en un marco planificado. Somos nosotros, los profesionales, los que debemos empezar a creer en nuestras técnicas de ingeniería como un verdadero instrumento de ordenación y gestión territorial, pues con ellas se alcanza, tras procesos de lógica, soluciones concretas y sensatas de asignación de usos adecuados y sostenibles a los territorios. Debemos ser valientes y exigir la reconfiguración de una nueva política de Estado que aúne esfuerzos; una ordenación territorial integral e integrada y de carácter ejecutivo entre las tres administraciones del Estado donde la referencia de la ordenación hidrológico forestal sean un verdadero pilar en su construcción. Para ello contamos con la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, que en su referencia al marco nacional, y bajo el paraguas del Plan Nacional de Actuaciones Prioritarias de Restauración Hidrológico-Forestal, nos permite tener diagnosticados e identificados a nivel de subcuencas los procesos erosivos, que a su vez se clasificaran según la intensidad de los mismos y su riesgo potencial para poblaciones, cultivos e infraestructuras; además, se deben definir las zonas prioritarias de actuación, valorando las acciones a realizar y estableciendo la priorización y programación temporal de las mismas.

Dique mamposeria Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Antiguo dique de mampostería en el barranco de Vite. Sierra Ricote

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Morrón de Sierra Espuña

Antiguo vivero de planta forestal en Cartagena en 1952

Nos recuerda la Ley que las autoridades competentes deben delimitar las zonas de peligro por riesgo de inundaciones que afecten a poblaciones o asentamientos humanos de acuerdo con lo previsto en la Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2007, relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación. Ya en el territorio, y a nivel de subcuenca, la Ley nos recuerda que estas deberán contar con planes específicos de restauración hidrológico-forestal de actuación obligatoria para todas las administraciones públicas. Por algún sitio debemos empezar, y por ello vamos a hacerlo recordando lo que nuestros predecesores hicieron. Vamos a mirar atrás y repasar unas de las obras más hermosas que ha planificado el hombre en materia de restauración hidrológico forestal: Sierra Espuña. A continuación se incluye un fragmento de la obra Sierra Espuña. Pasado y presente (Páez et al., 2010). El aspecto actual de Sierra Espuña, cubierta de extensos bosques cuya tranquilidad solo queda alterada por la carrera de una ardilla tronco arriba o por el ulular nocturno del cárabo, esconde, sin embargo, un tortuoso pasado plagado de acontecimientos. Sierra Espuña fue durante mucho tiempo aprovechada para la ganadería, tanto local como trashumante. Los pastos y la bellota eran importantes recursos para los municipios, que arrendaban las dehesas para su aprovechamiento. La puesta en cultivo de nuevas tierras hace que se roturen matorrales y bosques con objeto de abrir tierras para la agricultura; parece que a principios del siglo XVI ya se cultivaba Prado Mayor. Igualmente se producen

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Ingenieros Musso Madariaga y Cordorniú

talas de pinar para el aprovechamiento de la madera, y durante ese tiempo no son raros los enfrentamientos entre aquellos que defienden los intereses ganaderos y los que pretenden ganar terrenos para la agricultura. En el siglo XVI se implanta una importante actividad económica en las umbrías de la sierra: la nieve y el hielo fueron aprovechados gracias a la construcción de grandes depósitos a más de 1.300 metros de altitud, en un complejo nevero integrado por 25 pozos. El auge de la actividad se alcanzó entre los siglos XVII y XVIII, extinguiéndose en el primer tercio del siglo XX. A mediados del siglo XVIII los montes pasan a ser gestionados por la Marina. Esta medida queda encuadrada dentro de una política de rearme naval emprendida por la monarquía borbónica, que hizo necesario conjugar el aprovechamiento de la sierra por parte de la Marina, que extraía madera y carbón, con el uso que los vecinos daban al monte. El crecimiento de la población provocó el aumento en la demanda de recursos como madera, tierra para cultivar, pastos para ganado y agua; igualmente la Marina demandaba grandes cantidades de madera. Esta situación hizo que ya a principios del siglo XIX la sierra adoleciera de graves males, como deforestación y erosión, debidos a la sobreexplotación de su patrimonio natural. Otro acontecimiento que marca la historia de Sierra Espuña y sus pobladores es la desamortización del territorio, amparada por las leyes de Mendizábal y Madoz a mediados del siglo XIX. El monte perdió su carácter comunal y pasó a manos privadas, perdiéndose buena parte del interés social de los bosques, que abastecían de leña, caza, pastos y otros bienes a los vecinos. La maltrecha sierra, ya a finales del XIX, presentaba una esquilmada cubierta vegetal. 2019. N.o 75


Estado actual del Cabezo del Puerto de la Cadena

Sin un bosque protector y con los suelos desnudos, los riesgos de erosión y de avenidas eran muy altos. En 1877 una riada causa cinco muertos en Totana, una desgracia apenas comparable con la acaecida en 1879. Murieron entonces 761 personas en Lorca y Murcia, además de producirse cuantiosos daños materiales. Ante esta situación de alarma social se crea en 1888 la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura. En la última década del siglo XIX se inician diversos trabajos hidrológicoforestales con el fin de restaurar la cubierta forestal de Sierra Espuña y evitar sucesos desgraciados como los ocurridos años antes. Al frente de estos trabajos quedaron tres ilustres ingenieros: Ricardo Codorníu, José Musso y Juan Ángel de Madariaga. Se llevaron a cabo estudios sobre el clima, los suelos y la vegetación de la sierra con el objeto de garantizar el éxito de los trabajos. Además, se construyó una importante red de infraestructuras de apoyo a las labores: caminos, sendas, puentes, diques, viveros, etc. Desde inicios del siglo XX una cascada de acontecimientos se sucede en la sierra. Se iniciaron los campamentos de exploradores, se construyeron el sanatorio antituberculoso, un hotel y una carretera que unía Huerta Espuña y Alhama. En 1931 se declaró Sitio Natural de Interés Nacional; esta consideración afectó a más de 5.000 hectáreas del corazón de la sierra. En 1978 se amplió la protección a más de 9.000 hectáreas, con la categoría de Parque Natural. En 1992 se reclasifica a Parque Regional, y en 1995, con la integración de los montes de Mula, alcanza su actual superficie, 17.804 hectáreas. En 1998 se crea la Zona Especial de Protección para las Aves de Sierra Espuña, y en el 2000 se designa como Lugar de Importancia Comunitaria. Los últimos 25 años marcan una nueva etapa. La declaración como Parque y las sucesivas ampliaciones de la superficie protegida suponen un importante hito en la conservación de Espuña, sus montañas y sus bosques.

Río Espuña y valle de Leyva

A lo largo de los últimos 150 años han sido muchos los que han contribuido a la conservación de los montes y el territorio a través de los numerosos proyectos de ordenación hidrológico-forestal desarrollados por diferentes administraciones forestales (Comisiones de Repoblación, Divisiones Hidrológico-Forestales, Patrimonio Forestal del Estado, ICONA…), y estos, aun con su errores, han constituido una verdadera herramienta para la ordenación de territorio, la restauración de procesos de degradación a gran escala territorial y la lucha contra las inundaciones, que hoy por hoy nos pueden inspirar de forma fiel una forma de entender la gestión del territorio que merece ser actualizada y reconocida.

REFERENCIAS Páez M, Cabezas JD, Balsalobre M & al. 2010. Sierra Espuña. Pasado y presente. Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, Región de Murcia. http:// www.murcianatural.carm.es/c/document_library/get_file?uuid=10819ba2458f-48df-8c39-8829978adba9&groupId=14 (19.11.2019).

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO FORESTAL

Luis Garijo Alonso1 Álvaro Agudo García2 1 Comisario Adjunto. Confederación Hidrográfica del Júcar 2 Jefe de Grupo Obras Albacete. Grupo Tragsa

Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca A lo largo de la historia, el entorno de los ríos Júcar y Moscas ha estado ligado al desarrollo de la población de Cuenca. La zona objeto de estudio, situada a las afueras de la población, ha sido utilizada para diversas actividades: cultivo de huertas, antigua resinera o plantaciones forestales de álamos que fijaron márgenes y playas ocupadas por avenidas ordinarias, dando lugar al topónimo con el que se le conoce a la zona: La Alameda. En la actualidad, los terrenos antiguamente ocupados por plantaciones y huertas se dedican a otros usos. En la margen izquierda se localiza el Parque de Bomberos y Protección Civil de Cuenca, así como el recinto ferial y el “Bosque de Acero”. En la margen opuesta al recinto ferial e inmediatamente aguas abajo del puente de San Julián, se localiza el hospital y clínica “Recoletas de Cuenca” y la residencia geriátrica “Alameda”, instalaciones esenciales en la problemática asociada a la inundabilidad de la zona. Una vez abandonadas las huertas, diversas zonas de la parcela se emplearon como vertedero incontrolado de residuos. Otro elemento a considerar, de marcada influencia en la dinámica fluvial del tramo en situaciones de avenida, es la construcción de la carretera N-400 (Ronda Oeste), que atraviesa la vega del río de sur a norte, aguas abajo del hospital, mediante dos obras de fábrica para salvar los cauces del Júcar y Moscas y dos obras de paso bajo el terraplén de sección semicircular de 9 metros de diámetro. Toda la zona se enmarca dentro de la denominada Área de Riesgo Potencial Significativo de origen fluvial (ARPSI) 0018-Ríos Júcar y Moscas, por el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, aprobado por el Real Decreto 18/2016, de 15 de enero.

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En el contexto de incertidumbre creado con el cambio climático, la directiva europea sobre inundaciones propicia el desarrollo de estrategias enfocadas a disminuir el riesgo por inundación evitando las ocupaciones de zonas inundables. Se pretende, por tanto, continuar con la línea de disminución del riesgo hidrológico a través de la recuperación de las dimensiones del territorio fluvial. Dentro de este marco, el Plan PIMA-Adapta (Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España) promueve el “Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca”, en coordinación con los objetivos medioambientales del

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Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar y la disminución del riesgo de inundación. Según los trabajos desarrollados para el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI) y sus mapas de peligrosidad y riesgo, para el ARPSI se tiene un área de inundabilidad probable extensa, quedando afectada, para diez años de periodo de retorno, buena parte de la confluencia de ambos ríos, siendo considerables las afecciones ocasionadas por el desbordamiento de las aguas tanto por la margen derecha (zona hospitalaria) como por la izquierda. La actuación que se viene realizando durante finales del año 2018 y durante 2019 por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar tiene como objetivo principal la disminución del riesgo frente a inundaciones y la mejora ambiental de los ríos Júcar y Moscas a su paso por la ciudad de Cuenca. Para ello se han seguido las directrices marcadas por la Guía metodológica para la elaboración de proyectos de restauración de ríos del antiguo Ministerio de Medio Ambiente (actual Ministerio para la Transición Ecológica). Los trabajos que se están realizando con esta actuación son los siguientes: 1. Movilización de la mota y adecuación de la margen derecha a la altura del hospital La margen derecha del río Júcar será naturalizada mediante el desmonte de la mota existente y la consolidación y mejora de una línea de protección estable que proteja las instalaciones hospitalarias. Para su construcción se realizará un extendido de las tierras desmontadas de la mota junto con el material necesario, que se compensará con el material de la mota de la margen izquierda.

2. Retirada de la mota de la margen izquierda Esta actuación se centrará en la retirada de la mota que conforma parte de la margen izquierda del cauce, desde el recinto ferial hasta el puente de la Ronda Oeste, y en el retranqueo de la mota existente en la margen derecha inmediatamente aguas abajo del puente. 3. Retirada de escombros y residuos En la zona de actuación, fundamentalmente aguas abajo de la carretera N-400, se han ido vertiendo cantidades indeterminadas de

Sección tipo de movilización de mota en margen del hospital

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residuos de construcción y demolición. La actuación consiste en la excavación, carga y retirada de dichos residuos a una planta de gestión autorizada, situada en la ciudad de Cuenca. 4. Conformación de cauces de alivio Con el fin de aumentar la capacidad de laminación de la zona inundable se realizará un desbroce y una excavación de sendos cauces de avenidas, a modo de embocaduras, hacia los dos pasos bajo la carretera. Excavación somera del terreno aguas arriba y aguas abajo de los mismos con taludes tendidos de un metro y medio de profundidad. 5. Escollera terraplén N-400 Se construirá un pie de escollera apoyado sobre el terraplén de la carretera N-400, tanto aguas arriba como aguas abajo, para dotar de mayor estabilidad al talud y evitar el lavado de finos durante los periodos de inundación.

6. Mejora de la sección hidráulica Esta actuación consiste en la ampliación de la sección hidráulica del cauce del río Júcar aguas abajo de la confluencia con el río Moscas, con el objeto de mejorar su capacidad hidráulica en una zona que condiciona los calados hacia aguas arriba. 7. Tratamientos selvícolas y revegetación de la zona Se realizarán cortas de policía (sobre pies muertos, puntisecos, caídos, con riesgo de rotura o dañados por incendios recientes), así como clareos selectivos, debido a la elevada densidad de algunos

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rodales y a la edad del arbolado, ya añoso y con escaso o nulo mantenimiento. Estos pies serán apeados, desramados y tronzados, con saca y transporte a gestor autorizado para su valorización para cogeneración o astillado para tableros. Las especies sobre las que habrá que aplicar un aclareo, previo inventario forestal y marcado por la autoridad forestal, serán: — Especies alóctonas del género Populus (P. x canadensis y P. alba subsp. bolleana). — Especies invasoras como ailanto, falsa acacia o plátano de sombra. Se realizarán plantaciones en zonas en las que sea preciso controlar el establecimiento de otras especies y donde se retiren escombros o se realicen desbroces y excavaciones, a fin de recuperar el espacio de movilidad fluvial del cauce, previa preparación del terreno mediante gradeo superficial. Se emplearán entre otras especies Populus nigra, Populus alba, Fraxinus angustifolia y Salix fragilis, que sustituyan la contaminación genética provocada por los clones híbridos. Las plantaciones se realizarán en bosquetes irregulares, con un marco aproximado de plantación de 4 metros. Se utilizará planta producida a partir de material vegetal recolectado en la zona. 8. Habilitación y dotación para uso público Se ejecutarán caminos y sendas peatonales conectadas con el paseo fluvial del Júcar existente desde la margen izquierda y con la zona del recinto ferial, que discurrirán siguiendo la vega del río hasta la zona de La Alameda y confluencia con el río Moscas. Las sendas y caminos que dan acceso a La Alameda dispondrán de varios bancos en su recorrido y otras dotaciones de ocio compatibles con la condición de inundabilidad de la zona. Esta actuación pretende recuperar las llanuras naturales de inundación de los ríos Júcar y Moscas en su confluencia y, paralelamente, construir unas protecciones mediante motas a aquellas edificaciones ya existentes que, por su singularidad e interés general, deben ser protegidas (hospital y clínica geriátrica), aunando los valores medioambientales naturales del enclave, recuperando la vegetación autóctona e integrando todo ello en el uso social propio de una zona periurbana en una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Cuenca. 2019. N.o 75


OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL

Francisco Roselló Confederación Hidrográfica del Segura

Primeros pasos para aplicar sistemas naturales de retención del agua en la demarcación hidrográfica del Segura A media mañana del 12 de septiembre de 2019 comienza a llover de forma generalizada en la cuenca del Segura debido a un tren convectivo o de tormentas desarrollado en el entorno favorable establecido por una depresión aislada de niveles altos (DANA). Cuando tres días después finaliza el episodio, se han recogido 486,6 mm en el pluviómetro de Orihuela, 362,4 mm en el de Jacarilla y 290,4 mm en el del embalse de La Pedrera. Se producen desbordamientos del cauce del río Segura en numerosos puntos de las vegas media y baja, a los que se suman las inundaciones provocadas por varias ramblas en abanicos aluviales. En el caso de la rambla de Abanilla hay más de 4 km desde que desaparece todo vestigio del cauce hasta el río Segura, y a pesar de existir un azud de derivación en su tramo medio con un canal capaz de transportar hasta 250 m3/s al embalse de Santomera, no evita que se inunde el llano entre Redován y Orihuela (Alicante). También es el caso de las ramblas que afectan a la población de Molina de Segura. Por un lado, la denominada rambla del Chorrico, cuyo cauce desaparece aguas arriba del casco urbano, pero cuando llueve sus caudales atraviesan la población a través de sus calles, desaguando poco a poco hasta el río Segura. Por otro lado, al noroeste del casco urbano, varias ramblas confluyen en la denominada Cañada de Morcillo, cuyo cauce desaparece al llegar a una zona de huerta con un diseminado de viviendas que se ven afectadas por la plana de inundación que se genera, y que como en el caso anterior, pero sin calles de por medio sino huertas y caminos, va buscando su desagüe hasta el cauce del Segura. En Los Alcázares, en la ribera del Mar Menor y en una zona muy llana con una pendiente homogénea y regular hacia el mar, ocurren también graves inundaciones. En la zona no existe una red de drenaje natural definida, dadas las características topográficas y pluviométricas de la cuenca. Ya en las fotografías aéreas de los años 1929 y 1956 se observan trazos de cauce, muchas veces inconexos y que

a veces se abren hasta desaparecer o que se reparten en dos o más ramales. Las ramblas aparecen generalmente solo en las zonas de mayor pendiente donde los flujos intermitentes han podido concentrarse y generar un cauce. Cuando la pendiente disminuye, los flujos se abren y van perdiendo su capacidad de continuar formando un álveo. Además, los desarrollos agrícola y urbano han afectado también a esta red de drenaje difusa. Se trata de una zona con agricultura intensiva, en la que abundan los caballones, surcos, hileras, muretes y caminos que concentran, dirigen y desvían los caudales, invernaderos y láminas plásticas que impermeabilizan el suelo, infraestructuras lineales (carreteras, autovía, canales) que retienen y sobreelevan el agua o bien la concentran en sus obras de drenaje, y los propios núcleos urbanos (Los Alcázares, Torre Pacheco, Santiago de la Ribera) localizados de por sí en zonas inundables, que por su propio entramado de calles concentran los flujos, los desvían y los acumulan, incrementando los calados y las velocidades.

En Los Alcázares, en la ribera del Mar Menor y en una zona muy llana con una pendiente homogénea y regular hacia el mar, ocurren también graves inundaciones. En la zona no existe una red de drenaje natural definida, dadas las características topográficas y pluviométricas de la cuenca

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Las ramblas de Abanilla en Orihuela, la Maraña en Los Alcázares o Cañada Morcillo en Molina coinciden en generar amplias zonas inundables en terrenos muy llanos donde ya no existe o nunca ha existido un cauce claro. Por cuestiones topográficas principalmente (pero no las únicas) no es factible considerar medidas estructurales como presas o encauzamientos para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales. En el caso de Molina, por ejemplo, además existen cuestiones urbanísticas y sociales: un encauzamiento supondría la necesidad de expropiar muchas viviendas, paradójicamente las mismas que pretenden defenderse. Se trata únicamente de algunos de los muchos ejemplos que deben hacernos ver que la gestión de los riesgos de inundación no debe restringirse a la ejecución de medidas estructurales. Por ello, la Directiva 2007/60/CE sobre la evaluación y gestión de los riesgos de inundación introduce un nuevo enfoque e instrumentos a través de los denominados Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI), que deben abarcar todos los aspectos de la gestión del riesgo de inundación: prevención, protección y preparación, incluidos la previsión de inundaciones y los sistemas de alerta temprana. Además, aboga por la promoción de prácticas de uso sostenible del suelo, la mejora de la retención de las aguas y la inundación controlada de determinadas zonas. La Directiva fue transpuesta al ordenamiento jurídico español a través del Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación, que determina que los PGRI deben incluir un programa de medidas entre las que se deben contemplar medidas de restauración fluvial, hidrológico-agroforestal, de mejora de drenaje de infraestructuras lineales, de predicción de avenidas, de protección civil, de ordenación del territorio y de urbanismo, de promoción de los seguros, medidas estructurales y los estudios coste-beneficio que las justifiquen, así como las posibles medidas de inundación controlada de terrenos.

En esta panoplia se incluyen los denominados sistemas naturales de retención del agua (SNRA o NWRM por sus siglas en inglés), cuya función es mejorar o restaurar la capacidad de retención del agua del suelo y de los ecosistemas acuáticos, utilizando para ello procesos naturales. Con ellos se pretende retener el agua (escorrentías o caudales en cauces) incrementando la capacidad ya existente, liberándola a un ritmo menor o infiltrándola en las aguas subterráneas. En general, los SNRA conllevan otros beneficios como la mejora del estado de los ecosistemas acuáticos, de la biodiversidad, de la adaptación al cambio climático, de la calidad de las aguas o del control de la sequía. Los ejemplos son múltiples, pudiendo aplicarse en medios agrícolas (setos de contención, cultivo en franjas, agricultura de conservación, abancalamientos…), forestales (revegetación de riberas, reforestaciones, estructuras de control de flujos…) o urbanos (techos verdes, pavimentos permeables, recogida de pluviales, estanques de retención…). En este marco se ha realizado una primera aproximación para valorar la viabilidad de mitigar los efectos de las avenidas más recurrentes (para un periodo de retorno de 10 años) en algunos cauces de la Demarcación Hidrográfica del Segura empleando estos sistemas. Para ello se ha considerado la ejecución de estanques o lagunas en zonas ya inundables o adyacentes a los cauces en las que básicamente por excavación y ampliación se las dote de un mayor volumen de almacenamiento. De media se ha considerado una profundidad de tres metros; los resultados pueden observarse en la tabla 1. Destacan casos como los de las ramblas de Chorrico, Cabañiles o del Beal, en los que se absorberían totalmente los volúmenes de avenida modelizados. Esto permite considerar la aplicación de estas medidas para periodos de retorno mayores o bien con profundidades inferiores a los tres metros, ajustando los costes de ejecución según la disminución esperada de los riesgos.

Tabla 1. Tanteo de la capacidad de laminación con SNRA en varios cauces de la DHS para un periodo de retorno de 10 años

Cauce

Rambla del Estrecho (Lorca)

Rambla Chorrico (Molina)

Cabañiles (Cieza)

Espinardo (Murcia)

Huete (Ceutí)

Método hidrológico utilizado

CAUMAX Caudal constante

Racional Triangular

Racional Caudal constante

Racional Triangular

Racional Triangular

5,60

2,23

1,85

5

7

0,04

0,05

0,09

3

2

1

Tiempo concentración (h) Caudal punta T 10 años (m3/s) Volumen hidrograma T 10 años (hm3) N.º de SNRA Superficie acumulada SNRA (m2)

57 1,15 11 574.549,2

104.456,4

140.839,2

Rambla del Beal (Cartagena)

Rambla de las Matildes (Cartagena) Racional Triangular

2,06 11

25.796,3

12

0,24

7

0,17

0,002

0,08

1

3

1

137.668,5

248.032,9

61.193,4

Altura media SNRA (m)

3

3

3

3

3

3

3

Volumen acumulado SNRA (hm3)

1,72

0,31

0,42

0,08

0,41

0,74

0,18

% reducción volumen T10 años

150,0 %

870,5 %

906,3 %

81,8 %

239,0 %

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@RevForesta

41.807,1 %

242,8 %

2019. N.o 75


Fig. 1. Localización previa de posibles zonas de establecimiento de SNRA en la cuenca de la cañada de Morcillo en Molina de Segura (Murcia), sobre la capa de calados para T10 del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables

Fig. 2. Imagen del satélite SENTINEL (Agencia Espacial Europea-ESA) sobre el campo de Cartagena el día 13 de septiembre de 2019. Junto al mar se encuentra la población de Los Alcázares; al noreste, San Javier, y al suroeste Torre Pacheco Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL

Antonio D. del Campo Dr. Ingeniero de Montes. Profesor Titular de la UPV

Restauración hidrológico-forestal y cambio climático (o la necesidad de revisar dogmas) La gestión forestal y la hidrología El papel del bosque en el ciclo del agua es fundamental, lo que ha dado lugar a diferentes técnicas de gestión forestal con un objetivo hidrológico preferente sobre el maderero. Existen enfoques centrados en la protección del suelo (por ejemplo, la restauración hidrológico forestal -RHF-, que ha predominado en España durante la mayor parte del siglo XX) y enfoques que persiguen el aumento del agua escurrida en la cuenca para mejorar los caudales líquidos (producción de agua). Si bien el propósito de estas técnicas es divergente, hay una clara convergencia en sus herramientas o métodos, que no son otros que la implantación o manipulación de la vegetación forestal para el control de los distintos elementos del ciclo hidrológico. En España, la RHF, con un objetivo muy orientado al control de los fenómenos torrenciales en cabecera y a la protección del suelo frente a la erosión, ha dominado mayoritariamente frente a otros objetivos hidrológicos. Sin embargo, son destacables las experiencias desarrolladas desde hace décadas en otros países orientadas a la producción de agua (Troendle et al., 2001). Simplificando esta dicotomía en términos de estructura forestal, podría decirse que los objetivos de protección del suelo pasan por el logro de espesuras completas de la masa, mientras que los objetivos de producción de agua plantean aperturas de la masa en un porcentaje mínimo del 20 % del área de la cuenca para lograr un aumento significativo de los caudales (Stednick, 1996). Los extremos hidrológicos y el bosque: el caso de Orihuela (DANA y sequía históricas en menos de cinco años) Centrándonos en la RHF, los objetivos de protección del suelo y regulación de caudales se han asociado tradicionalmente a espesuras completas, algo que parece suficientemente robusto como para pensar en su vigencia e inclusión en planes y proyectos técnicos.

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Pero ¿podemos mantener masas densas arboladas en amplias zonas del SE español con sequías que dejan la precipitación anual por debajo de tres dígitos?; en estas circunstancias, ¿cómo deberíamos plantear la RHF para las nuevas condiciones climáticas? Nada mejor que la evidencia de la realidad para contestar estas preguntas: el monte “La Sierra” (AL-1052, término municipal de Orihuela, Alicante) fue repoblado en la década de 1940 siguiendo la tónica habitual de la época, con una repoblación monoespecífica de pino carrasco. En el archivo de la Generalitat Valenciana figura un proyecto fin de carrera del año 1949 del ingeniero de montes Eulogio Gómez Trenor (Gómez, 1949) que hace referencia a la repoblación de la Sierra de Orihuela, que se inició en 1943, y describe los trabajos realizados y los resultados obtenidos (Fotos 1 y 2). Si bien la dureza del clima había marcado un estado poco evolucionado en la masa, esta se había mantenido durante 70 años, hasta que la sequía de 2013-14 generó un déficit de precipitaciones muy acusado que produjo la mortalidad del 99 % del pinar (Muñoz, 2019; Fotos 3 y 4). Los 70 mm de lluvia en ese año frente a los casi 300 mm de media entre 1983 y 2012 contrastan con los 425 mm recogidos en 48 horas en el pasado mes de septiembre: “El doble desafío del agua”, en palabras del profesor Ruiz de la Torre. Ambos eventos, separados por tan solo cinco años, han sido catalogados como la mayor sequía y el mayor episodio de lluvia torrencial desde que se tienen registros en la zona. La respuesta a las preguntas previas debe pasar por un replanteamiento del dogma de espesura completa, buscando estructuras forestales que usen menos agua y que sean más resilientes a los extremos de sequía, previsiblemente cada vez más frecuentes. El papel de la RHF en este caso (si es que hay papel para el bosque ante tales extremos pluviométricos) debe ser el de lograr y mantener coberturas medias del dosel que en todo caso mejoren o mantengan las propiedades hidrofísicas del suelo y su capacidad de infiltración, lo cual no 2019. N.o 75


En el contexto del cambio climático actual ha surgido un nuevo enfoque hidrológico en la gestión forestal, que podría ubicarse a medio camino entre los dos previamente descritos. En el marco de la selvicultura adaptativa al cambio climático, la selvicultura de base ecohidrológica (Campo et al., 2017) trata de aumentar la disponibilidad de agua para el arbolado planteando espesuras intermedias que mejoren el balance hídrico de la masa; es lo que algunos autores han llamado “el riego al bosque”

es necesariamente incompatible con la apertura moderada del dosel (Prima et al., 2017). Aunque puede argumentarse sobre la reducida capacidad de regulación hidrológica del bosque frente a una precipitación torrencial como la registrada entre los días 12 y 13 del pasado mes de septiembre (los citados 425 mm), es obvio que una ladera arbolada siempre dará mejor respuesta hidrológica que desnuda. La gestión forestal ecohidrológica ante el “doble desafío del agua” En el contexto del cambio climático actual ha surgido un nuevo enfoque hidrológico en la gestión forestal, que podría ubicarse a medio camino entre los dos previamente descritos. En el marco de la selvicultura adaptativa al cambio climático, la selvicultura de base ecohidrológica (Campo et al., 2017) trata de aumentar la disponibilidad de agua para el arbolado planteando espesuras intermedias que mejoren el balance hídrico de la masa; es lo que algunos autores han llamado “el riego al bosque”. El objetivo es mejorar las condiciones de la masa (Creedy y Wurzbacher, 2001; Ungar et al., 2013; Campo et al., 2014), y surge especialmente en áreas semiáridas donde la provisión de bienes y servicios por los bosques está amenazada por el cambio global y, más específicamente, por las sequías más intensas (Allen et al., 2010). Los bosques mediterráneos padecen una combinación de factores climáticos estresantes que en numerosas ocasiones han desencadenado una mortandad generalizada del arbolado (Allen et al., 2010; Muñoz, 2019). Esto puede ser más grave en masas artificiales y poblaciones marginales, donde el impacto del cambio climático requiere de una selvicultura adaptativa proactiva y urgente (Lindner et al., 2014). Esta selvicultura debe mirar directamente al agua como elemento clave que vertebra y modula todos los factores de estrés que afectan a estos bosques, tales como el mayor riesgo de incendio, desequilibrios hídricos, estancamiento del crecimiento, decaimiento y mortalidad, mayor sensibilidad a sequías, etc. (Campo et al., 2017). La gestión debe estar necesariamente orientada al agua, cuantifiAsociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Fotos 1 y 2. Progreso de los pimpollos de pino carrasco plantados en el monte “La Sierra” (AL-1052, Orihuela, Alicante) en la década de 1940. Fuente: Gómez (1949); Archivo Generalitat Valenciana (Eduardo Pérez-Laorga)

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Fotos 3 y 4. Estado de las solanas del Monte “La Sierra” en 2015 tras la devastadora sequía de 2013-2014 que afectó al 99 % del pinar de repoblación de la Sierra de Orihuela. Fuente: Ángela Botella

Esta selvicultura debe mirar directamente al agua como elemento clave que vertebra y modula todos los factores de estrés que afectan a estos bosques, tales como el mayor riesgo de incendio, desequilibrios hídricos, estancamiento del crecimiento, decaimiento y mortalidad, mayor sensibilidad a sequías, etc. (Campo et al., 2017).

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cando sus flujos y prestando especial atención tanto a su almacenamiento en el suelo como en el subsuelo (Fig. 1; Campo et al., 2019), dado el papel clave de estos flujos en el mantenimiento de la resiliencia en la cuenca y los ecosistemas forestales. La reducción de la densidad aumenta temporalmente la disponibilidad de recursos (luz, agua, nutrientes), induciendo así cambios funcionales en los ciclos de carbono y agua de los árboles. Estas respuestas funcionales deben ser la base para guiar los tratamientos forestales (Seidl et al., 2016), más allá de buscar estructuras tipificadas y composición de especies determinadas. Este enfoque que parte de la función para llegar a la estructura (y no al contrario) puede ayudar a identificar aquellas masas con mayor o menor propensión a alteraciones por sequía y que más podrían beneficiarse de las prácti-

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cas de gestión, optimizando así los limitados presupuestos y la toma de decisiones prácticas. Los rasgos funcionales para objetivar deben estar relacionados con la estrategia de uso de recursos y tolerancia a la sequía de una especie concreta y, además, deben responder positivamente a la reducción de la densidad del rodal. Son ejemplos de rasgos funcionales el crecimiento, la conductancia del dosel (Gs), el régimen de humedad del suelo o los distintos componentes de la evapotranspiración (transpiración y evaporación del suelo). Estas variables se pueden determinar combinando modelación con información de campo o satelital (González-Sanchis et al., 2019), y deben ser la base para desarrollar la selvicultura ecohidrológica, una nueva selvicultura de cuantificación de los servicios ambientales que dé respuestas y cifras a los planteamientos globales que piden un mayor protagonismo del bosque y de su gestión sostenible frente a los desafíos ambientales del planeta.

Fig. 1. Valores anuales promedio de los procesos hidrológicos en parcelas de encinar (monte bajo) y pinar de pino carrasco (regenerado posincendio) con y sin la aplicación de un resalveo/clareo. Datos obtenidos experimentalmente entre los años 2012-2016. Fuente: Modificado de Campo et al. (2019)

REFERENCIAS Allen CD, Macalady AK, Chenchouni H et al. 2010. A global overview of drought and heat-induced tree mortality reveals emerging climate change risks for forests. For. Ecol. Manage. 259: 660–684. Campo AD del, Fernandes TJG, Molina AJ. 2014. Hydrology-oriented (adaptive) silviculture in a semiarid pine plantation: How much can be modified the water cycle through forest management? Eur. J. For. Res. 133(5): 879–894. Campo AD del, González-Sanchis M, Lidón A et al. 2017. Ecohydrological-Based Forest Management in Semi-arid Climate. En: Křeček J, Haigh M, Hofer T et al. (Eds.) Ecosystem services of headwater catchments. Springer-Capital Publishing, Suiza-India. Campo AD del, González-Sanchis M, Molina AJ et al. 2019. Effectiveness of water-oriented thinning in two semiarid forests: The redistribution of increased net rainfall into soil water, drainage and runoff. For. Ecol. Manage. 438: 163–175.

Creedy J, Wurzbacher AD. 2001. The economic value of a forested catchment with timber, water and carbon sequestration benefits. Ecol. Econ. 38(1): 71–83. Gómez E. 1949. Estudio comparativo de las repoblaciones por siembra o plantación con Pinus halepensis en el Reino de Valencia. Trabajo fin de carrera. Archivo Generalitat Valenciana. González-Sanchis M, Ruiz-Pérez G, Campo AD del et al. 2019. Managing low productive forests at catchment scale: considering water, biomass and fire risk to achieve economic feasibility. J. Environ. Manage. 231: 653–665. Lindner M, Fitzgerald JB, Zimmermann NE et al. 2014. Climate change and European forests: what do we know, what are the uncertainties, and what are the implications for forest management? J. Environ. Manage. 146: 69–83. Muñoz JC. 2019. Vulnerabilidad de especies mediterráneas frente a perturbaciones como sequías intensas e incendios. Tesis doctoral. Universidad de Alicante. Prima S di, Bagarello V, Angulo-Jaramillo R et al. 2017.

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Impacts of thinning of a Mediterranean oak forest on soil properties influencing water infiltration. J. Hydrol. Hydromech. 65: 276–286. Seidl R, Spies TA, Peterson DL et al. 2016. Searching for resilience: addressing the impacts of changing disturbance regimes on forest ecosystem services. J. Appl. Ecol. 53: 120–129. Stednick JD. 1996. Monitoring the effects of timber harvest on annual water yield. J. Hydrol. 176: 79–95. Troendle CA, Wilcox MS, Bevenger GS et al. 2001. The Coon Creek water yield augmentation project: Implementation of timber harvesting technology to increase streamflow. For. Ecol. Manage. 143: 179–187. Ungar ED, Rotenberg E, Raz-Yaseef N et al. 2013. Transpiration and annual water balance of Aleppo pine in a semiarid region: implications for forest management. For. Ecol. Manage. 298: 39–51.

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL

Eduardo Lafuente Sacristán Ingeniero de Montes. Jefe de Servicio de Estudios Medioambientales, Confederación Hidrográfica del Segura

Restauración fluvial y avenidas La restauración fluvial es una modalidad relativamente nueva si la comparamos con las restauraciones forestales clásicas. Mientras que estas últimas se han ejecutado desde hace varios siglos, la restauración fluvial apenas cuenta con unas décadas de desarrollo. En concreto en España, el punto de inflexión se produjo con la aprobación en el año 2005 de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos. Hasta hace unos años en la gestión de los espacios fluviales ha predominado la visión ingenieril, donde los ríos son tomados como una fuente de un recurso que debe ser optimizado. Dentro de este enfoque, los ríos deben estar desprovistos de vegetación para aumentar la velocidad del flujo y, por tanto, reducir el riesgo de inundaciones. Esto ha provocado que los ríos hayan sufrido todo tipo de agresiones al intentar domarlos mediante escolleras, canalizaciones, reducción de sus meandros, etc. Eso sí, cada ciertos años el río, co-

Abarán

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mo se dice en estas tierras, “reclama sus escrituras”, y vuelven las presiones para que se lo siga agrediendo mediante nuevas canalizaciones; y por supuesto, se tiende a culpar de los daños provocados a la deficiente limpieza de los ríos. Para poner al lector en antecedentes hay que indicar que durante el reciente episodio de lluvias en la cuenca del Segura hubo localidades, como Orihuela, que recibieron alrededor de 500 litros por metro cuadrado en apenas 48 horas, cuando la lluvia media anual ronda en estas zonas entre los 250 y 300 litros por metro cuadrado. Es decir, en apenas dos días, cayó casi la lluvia que se registra en dos años. Esa cantidad de agua es prácticamente imposible de gestionar, y los ríos lógicamente buscaron sus llanuras de inundación (hablamos de avenidas con periodos de retorno de entre 100 y 500 años). Esas zonas inundables han sufrido durante los últimos años una presión urbanística muy alta.

Río Moratalla 2019. N.o 75


Los ríos y las ramblas de la cuenca del Segura, especialmente en las zonas más bajas, han sufrido una gran transformación en la que los amplios cauces de avenida con sus llanuras de inundación han sido constreñidos, canalizados, cementados en algunas ocasiones, rectificados y limitados por motas de gran altura. Estas actuaciones implican algunas mejoras evidentes, ya que pueden aumentar la capacidad del flujo, pero a veces producen una falsa sensación de seguridad, urbanizándose zonas que siguen teniendo un moderado riesgo de inundación. Además, estas actuaciones pueden provocar que las inundaciones afecten también a otras zonas, ya que el aumento de la capacidad del cauce y de la velocidad hace que aguas abajo el agua tenga mayor fuerza destructiva. Por otra parte, la construcción de las motas hace que una vez que el río está desbordado todo ese flujo de agua no pueda volver al cauce de manera natural, aumentando en gran medida los daños. Junto a estos aspectos (meteorología explosiva y gran presión humana sobre los cauces) se ha añadido un nuevo elemento bastante peligroso, la proliferación de especies de flora exótica invasora en los cauces de la cuenca del Segura. Las razones de esta invasión son bastante diversas: el mal estado de los ríos, la ausencia de avenidas periódicas por la gran regulación de los ríos, el comercio de especies exóticas empleadas en jardinería, el aprovechamiento económico histórico de las mismas, etc. Dentro de las especies exóticas presentes en la cuenca del Segura (y en gran parte del centro, sur y este de España), la que presenta mayores problemas de gestión es Arundo donax, la caña común. Esta especie de origen asiático coloniza los ríos creando masas monoespecíficas, que además de empobrecer medioambientalmente los ríos (ya que los tramos invadidos tienen mucha menor biodiversidad), también ocasiona problemas al reducir la sección útil del cauce. Además, al arrancarse en las avenidas ocasiona problemas de bardomeras, es decir, de acumulación de restos vegetales en puentes y otros puntos críticos que pueden provocar desbordamientos. A modo de ejemplo, durante el pasado episodio de avenida hubo un puente en el que se extrajeron más de 10.000 metros cúbicos de residuos de caña común.

Hasta hace unos años la gestión de la caña en la cuenca del Segura se reducía a realizar cortes anuales en los cañares, normalmente en épocas cercanas a las DANA de otoño (la tradicional gota fría) en los meses de septiembre u octubre. Esta práctica era algo contraproducente, ya que resolvían el problema solo durante unas pocas semanas, ya que el crecimiento de la caña hace que en poco tiempo adquiera de nuevo el mismo porte; incluso esos cortes reiterados hacen que la competencia de las cañas se reduzca, perpetuando el problema. En los últimos años se están implantando medidas de retención natural de agua en muchos países. Estas medidas se pueden definir como aquellas que resuelven problemas relacionados con el agua a través de la restauración o mantenimiento de los ecosistemas naturales. En la Confederación Hidrográfica del Segura llevamos varios años trabajando en la restauración del bosque de ribera (una de las medidas anteriormente citadas), sustituyendo los cañaverales monoespecíficos. Para luchar contra la caña se necesita un esfuerzo titánico, ya que competir con ella (mediante el sombreo) es muy complicado. A base de equivocarnos hemos ido desarrollando sistemas (cortas reiteradas, solarización con diferentes compuestos, eliminación de rizomas) que están dando buenos resultados. Además de mejorar ecológicamente los ríos, la restauración del bosque de ribera presenta grandes ventajas en episodios de avenida. Reduce la velocidad del agua y la presencia de sólidos, refuerza las motas y reduce el riesgo de bardomeras. En consecuencia, la restauración de los ríos es una herramienta indispensable en la gestión de los episodios de avenida. Las confederaciones hidrográficas, que son los organismos responsables en las cuencas intercomunitarias, van a necesitar equipos multidisciplinares para gestionar este tipo de actuaciones. Biólogos, hidrogeólogos e ingenieros forestales, de montes o agrónomos debemos ser una pieza clave en la restauración fluvial y en la aplicación de estas medidas de retención natural de agua. Esperemos que las confederaciones estén a la altura, ya que es un campo con mucho futuro. ¿Aceptamos el reto?

En los últimos años se están implantando medidas de retención natural de agua en muchos países. Estas medidas se pueden definir como aquellas que resuelven problemas relacionados con el agua a través de la restauración o mantenimiento de los ecosistemas naturales. Hellín Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL

Julia Martínez Directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua

Lluvias torrenciales e inundaciones. Reaprendiendo a adaptarnos El cambio climático hace pronosticar un incremento de los episodios de lluvias torrenciales, pero dicho incremento no es todavía estadísticamente significativo. Pese a ello, los daños por inundaciones se están disparando, incluso con lluvias menores. ¿Cómo se explica esto? Empecemos recordando que en las regiones mediterráneas las poblaciones aprendieron durante siglos a adaptarse a las lluvias torrenciales, evitando vivir en zonas inundables y respetando los cauces de avenida de ríos, ramblas y barrancos. Sin embargo, durante el siglo XX y hasta la actualidad, esa visión adaptativa fue sustituida por la pretensión de superar de forma definitiva las inundaciones a través de obras hidráulicas como diques, motas y encauzamientos. La experiencia ha demostrado que tales obras no han acabado con las inundaciones. Es hora de recuperar la sabia visión adaptativa que durante siglos imperó en las poblaciones mediterráneas. De hecho, la Directiva europea de inundaciones, aprobada en 2007, establece que la finalidad no es ni puede ser eliminar las inundaciones (a base

Inundación de cultivos en la Comunidad Valenciana.

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de obras hidráulicas), sino gestionar el riesgo para reducir sus daños (gestionando mejor el territorio y los espacios fluviales y mejorando la capacitación social frente al riesgo). No son evitables las lluvias torrenciales ni las avenidas, pero sí podemos reducir mucho sus daños si cambiamos la forma en que gestionamos los ríos y el territorio, y, en concreto, si evitamos las siguientes seis causas que agravan los daños. La primera causa es la ocupación de zonas inundables con viviendas e infraestructuras, pese a la creciente normativa e instrumentos de planificación existentes, debido a la dejación de funciones de comunidades autónomas y ayuntamientos. La segunda causa es tener espacios agrarios cada vez más intensivos, lo que aumenta la escorrentía y el arrastre de sedimentos, dado que se han eliminado setos, vegetación natural en lindes y barbechos y otras prácticas de conservación; como resultado aumentan los daños aguas abajo porque llega más agua en menos tiempo y con más sedimentos. La tercera causa es la creciente impermeabilización del suelo por la expansión urbanística y la proliferación de infraestructuras, lo que a igualdad de precipitaciones incrementa drásticamente la escorrentía y, por tanto, los daños. La cuarta causa es la proliferación de nuevas infraestructuras que desorganizan el drenaje natural (autovías, carreteras, rotondas, taludes) al cortar la red de drenaje y crear barreras, reconduciendo los flujos de agua hacia zonas hasta entonces libres de inundaciones. La quinta causa la constituyen muchas obras de defensa frente a inundaciones que agravan los daños, como dragados, motas, diques, cortes de meandros y encauzamientos que crean una falsa seguridad que favorece una mayor ocupación de las zonas inundables, aumentando la vulnerabilidad de las poblaciones y aumentando la velocidad del agua y su capacidad de destrucción aguas abajo; por ejemplo, las obras del plan de defensa de avenidas del río Segura redujo los problemas de inundación en la Vega Media a costa de aumentarlos en la Vega Baja, lo que desde el punto de vista de la equidad social no es aceptable. La sexta causa se debe a que los ríos se han quedado sin su espacio, 2019. N.o 75


Ismael Muñoz Río Matarraña a su paso por Valderrobres.

con cauces estrechados hasta límites inverosímiles, olvidando que no existe un solo cauce sino varios para los distintos caudales, incluyendo las crecidas, y que todos ellos son parte del río. ¿Qué podemos hacer para reducir los daños por inundaciones? Desde la Fundación Nueva Cultura del Agua proponemos seis ejes de acción que además mejorarán nuestra adaptación y resiliencia frente al cambio climático. El primer eje es respetar las zonas inundables. Los planes urbanos municipales deben adaptarse de forma estricta y urgente a la cartografía de zonas inundables de cada demarcación, y las comunidades autónomas y ayuntamientos deben cumplir de forma estricta toda la normativa vigente. El segundo eje es devolver espacio al río. Hay que gestionar el territorio fluvial aguas arriba de las zonas urbanas, desencauzando y eliminando motas y devolviendo a los ríos parte de sus espacios de desbordamiento. El territorio fluvial, constituido por el propio río y los espacios inundables adyacentes, actúa como zona de expansión de las crecidas, protegiendo las áreas urbanas aguas abajo. No puede haber mejor seguro que sustituir un fenómeno adverso, la avenida, por otro menos dañino, el desbordamiento en áreas adecuadas. El tercer eje es implantar medidas naturales de retención de agua en los espacios agrarios (NWRM, www.nwrm. eu). Se trata de medidas inspiradas en la naturaleza que aumentan la retención de agua en el suelo y reducen el riesgo de inundaciones. Incluyen recuperar la vegetación natural en espacios agrarios con setos vegetales y pequeñas manchas de vegetación natural entre parcelas, y recuperar la red de drenaje natural, eliminada o grave-

mente alterada por una agricultura intensiva que explota la máxima superficie posible. El cuarto eje es implantar sistemas urbanos de drenaje sostenible, que abarcan un amplio abanico de medidas para reducir y laminar los caudales de entrada en la red de saneamiento y minimizar los daños por inundación en zonas urbanas. Estas medidas reducen la impermeabilización del suelo urbano, incrementando las superficies vegetadas a través de zanjas filtrantes, pavimentos permeables, humedales artificiales y jardines de lluvia, entre otras actuaciones. El quinto eje es eliminar viviendas e infraestructuras en zonas de alto riesgo. Es prioritario eliminar los elementos situados en zonas de máximo riesgo o con gran vulnerabilidad social (colegios, centros sanitarios, residencias de mayores, grupos poblacionales desfavorecidos). En muchos casos la medida a aplicar será el traslado. El sexto eje es impulsar una estrategia de comunicación social sobre una gestión adaptativa frente a las inundaciones. Necesitamos educar en la incertidumbre y en la cultura del riesgo, contando con los habitantes ribereños y desarrollando programas de educación, comunicación social y de capacitación que modifiquen la percepción pública sobre ríos, inundaciones y territorio, en la certeza de que solo una sociedad bien informada apoyará una gestión adecuada de los territorios fluviales. Finalmente, las reparaciones de los daños ocasionados deben priorizarse con criterios sociales, pero también reduciendo la probabilidad de nuevos daños; por ejemplo, no otorgando ayudas para reconstruir viviendas en zonas inundables sino facilitando su reubicación. El momento de la reconstrucción es también el de la oportunidad de hacer mejor las cosas.

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ESPECIAL REDFORESTA 2019 ARBOLADO URBANO

Parques urbanos para mejorar la salud Jose Luis Rodríguez Gamo Gerente de Cambio Climático y Biodiversidad de Ferrovial Servicios Vocal de la Junta Directiva del Colegio de Ingenieros de Montes en Madrid

Todas las ciudades del mundo tienen bosques urbanos. En mayor o menor medida, ciudades desarrolladas como Nueva York y Central Park, Madrid con el Retiro, Munich con el Jardín Inglés o Singapur y sus Jardines de la Bahía, son ejemplos de bosques urbanos con amplia demanda de usos por parte de la población y que proveen de un amplio catálogo de servicios ecosistémicos a las sociedades que los disfrutan. Pero también ciudades como El Cairo, Johannesburgo, Delhi o Sao Paulo gozan de amplios espacios verdes que no siempre van asociados con una mejora de los indicadores de bienestar y salud de sus ciudadanos.

U

Ejemplo de beneficios: movilidad sostenible y saludable en nuevo conector verde de Ámsterdam

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n estudio de las universidades de Cambridge y Southampton establece correlaciones entre el índice de salud y los m² por habitante de zonas verdes en distintas ciudades del mundo, arrojando como resultado que en los países ricos se comprueba que el mayor número de superficie de zonas verdes está vinculado a mejores índices de salud (Singapur, Tokio, Osaka, San Francisco, Toronto, etc.), mientras que, por el contrario, mayor superficie verde en ciudades de países pobres implica menores índices de salud (Johannesburgo, Lagos, Nairobi, Delhi, Cairo, etc.). Algunas ideas a tener en cuenta son las siguientes: 1. La diferencia entre “oasis en la jungla de cristal” e infraestructura verde se llama buena planificación. Podemos tener grandes parques urbanos aislados, pero si queremos tener una red estratégica que valorice los beneficios de las zonas verdes, necesitamos planificar desde su diseño hasta su modelo de gestión y buscar amplios consensos entre todos los actores intervinientes para llevarla a cabo de manera eficaz.

2. La calidad de las zonas verdes determina su eficiencia y funcionalidad, porque no todas las especies actúan de la misma forma, produciendo efectos positivos y negativos sobre la salud. Hay que seleccionar aquellas especies que producen más impactos positivos que negativos, y procurar que desarrollen un porte óptimo para mejorar la calidad de la cubierta. 3. Mayor cantidad de zonas verdes y más árboles no significa mejora de la salud: no porque tengamos más árboles vamos a mejorar la salud. Si nos empeñamos en plantar árboles de especies que sabemos que producen gran cantidad de impactos negativos, no lo lograremos. 4. La gobernanza es una combinación de la acción de los políticos, la determinación de los técnicos y la exigencia de la ciudadanía. El anillo verde de Vitoria es un claro ejemplo de éxito tras 25 años de buena planificación y gestión. 5. Se necesita un cambio de modelo de gestión que prime la planificación a largo plazo en función de los servicios ecosistémicos para valorizar los bosques urbanos. Es pre2019. N.o 75


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ferible gestionar utilizando indicadores de calidad frente al modelo de puesta a disposición de medios materiales y humanos. Los bosques urbanos son la infraestructura que más aporta al sistema nacional de salud en términos de eficacia, pero es la menos eficiente por la distribución de presupuestos y la escasa contribución a la mejora de los servicios ecosistémicos. Es una herramienta de prevención no tomada en consideración por la escasez de estudios científicos contrastados y por la falta de monetización del retorno de la inversión. Hay que trabajar en todos estos campos: Sistema Nacional de Salud, eficiencia de los presupuestos de infraestructura verde, estudios científicos y retorno de las inversiones. Los bosques urbanos de calidad son la mejor opción de adaptación al cambio climático. Principales beneficios. - Bienestar mental y relajación. - Ocio y tiempo al aire libre. - Deporte y circuitos para la práctica deportiva. - Mejora para enfermos mentales. - Circuitos para mayores. - Juegos infantiles (prevención de la obesidad). - Atenuación del ruido. - Disminución de la temperatura asociada al efecto isla de calor. - Atenuación de la contaminación y mejora de enfermedades pulmonares. - Efecto paisajístico y mejora de la biodiversidad. La Comisión Mundial de Adaptación ha presentado su Informe adapt now, donde expone que invertir 1.800 millones de dólares en adaptación puede generar 7.100 millones de beneficios. Los bosques urbanos suponen la mejor medida de adaptación al cambio climático por su capacidad de absorción de gases contaminantes, reducción del efecto isla de calor y mejora de la biodiversidad urbana, y por lo tanto, mejora de la salud de los ciudadanos. Hemos de ser capaces de transformar la ecuación: X€ invertidos en los bosques urbanos = 4X € de beneficios

10. Impactos negativos. Los bosques urbanos son fuente de servicios negativos o “diservicios” si su planificación no fue correcta. La gestión debe estar orientada a minimizar dichos impactos. Buena parte del presupuesto orientado a gestionar estos “diservicios” es “dinero perdido”. Los problemas son, por ejemplo, alergias, suciedad por frutos en la vía pública, caída de ramas y árboles, interferencias con el tráfico, problemas que generan las especies invasoras o plagas. Todos los recursos que destinemos a estas partidas son de carácter “correctivo”; no reportan beneficios por valorización de servicios ecosistémicos, y solo sirven para acrecentar las percepciones negativas de la sociedad hacia las zonas verdes. Son nuestro gran enemigo y se producen por falta de planificación. 11. Impactos positivos. Se trata de los efectos beneficiosos que produce la vegetación, y cuya gestión debe estar orientada a su maximización. Efectos conocidos son: captación de contaminantes como filtros verdes, actuar como sumidero de CO2, pulmón de oxígeno, crear espacios saludables para la práctica deportiva, ocio y relajación, atenuar el efecto isla calor del centro de las ciudades y otros muchos servicios ecosistémicos que los bosques urbanos proveen de manera gratuita. Son aspectos a los que se deben destinar recursos y realizar una selección de especies adecuada para su ubicación donde se puedan obtener portes adecuados. Las rutas saludables de León son un claro ejemplo de valorización de varios parques de la ciudad. Se trata de un acuerdo con el Servicio de Neumología del Hospital, mediante el cual los médicos de atención primaria prescriben “paseos por los parques” a enfermos pulmonares como medida curativa, sustitutiva en muchos casos de la medicación. 12. Es necesario establecer nuevas alianzas con actores diferentes para valorizar la infraestructura verde urbana. Las instituciones y empresas de los sectores de la salud,

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Ejemplo de “diservicio”: árbol caído

la movilidad sostenible, el deporte y el ocio disponen de recursos para fomentar la prevención de la salud en las ciudades, y con todos ellos tenemos que trabajar exponiendo las virtudes que tienen los bosques urbanos bien gestionados, como herramientas más eficientes para la mejora de la salud pública. 13.Es necesario estudiar casos de éxito de contabilidad del capital natural de las ciudades, como el caso del Greater Manchester, donde se ha estimado que sus bosques urbanos proveen beneficios anuales por valor de 1.100 millones de euros, lo que supone 400 € por habitante y año. El estudio de las diferentes herramientas de cuantificación y valoración de estos beneficios puede servir de base para que desarrollemos proyectos similares en las ciudades españolas. En definitiva, mejorar los bosques urbanos a través de una gestión adecuada supondrá uno de los factores clave de éxito para el desarrollo de las ciudades y de la salud de sus habitantes. Fomentar la calidad de estos, y no preocuparse por “plantar árboles a toda costa y donde sea”, nos ayudará a multiplicar los beneficios necesarios, demandados y exigidos por los sucesivos acuerdos del Clima de Naciones Unidas, para conseguir ciudades cada vez más habitables y mejor adaptadas al cambio climático.

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Techos verdes: infraestructura verde en altura Enriqueta Martín-Consuegra Fernández Departamento de Ingeniería Forestal. ETSIAM, Universidad de Córdoba

Muchas ciudades carecen de espacios verdes, lo que conlleva una pérdida de biodiversidad y un aumento de las temperaturas, el llamado efecto isla de calor, con la consiguiente mayor demanda energética. Para intentar paliar estos y otros problemas, las ciudades deberían incorporar en su gestión el concepto de resiliencia. Las ciudades resilientes son capaces de soportar crisis sobrevenidas por el cambio climático: inundaciones, huracanes, sequías, incendios…, absorber sus efectos e intentar recuperar el estado anterior al cual se produjo la perturbación. Para ello, las ciudades deben transformarse e incorporar dentro de sus herramientas de gestión un mejor uso de las infraestructuras verdes, incluidos los techos verdes. La naturalización urbana, incorporación de la vegetación al medio urbano para amortiguar el desequilibrio entre la urbanización y la conservación del medioambiente, se incluye dentro de ese nuevo modelo de gestión. Un ejemplo llamativo de naturalización urbana es el edificio inaugurado en Milán en 2014 llamado “bosque vertical”.

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ste tipo de urbanismo incluye la llamada arquitectura bioclimática, resultante de la fusión de los conocimientos adquiridos por la arquitectura tradicional a lo largo de los siglos con técnicas avanzadas en el confort y el ahorro energético. La arquitectura bioclimática juega con el diseño de la construcción (orientación, materiales, ventanas, luminosidad, etc.) con el objetivo de conseguir una vivienda eficiente desde el punto de vista energético. En esta línea de trabajo se movió el arquitecto francés Le Corbusier (1887-1965), en su artículo Cinco puntos básicos de una nueva arquitectura (1923), más concretamente en el punto 5.º titulado la terrazajardín, donde citaba: “la superficie ocupada a la naturaleza por la vivienda debía de ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del

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edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda en un ámbito aprovechable para el esparcimiento, que además permitía mantener condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón”.

Después de la Segunda Guerra Mundial, países europeos como Alemania y Austria se embarcaron en una campaña para reconstruir sus ciudades, utilizando techos verdes en muchos de los nuevos edificios con fines prácticos, ambientales y estéticos. Esos techos verdes comenzaban a parecerse a las estructuras actuales; sin embargo, no es hasta las últimas décadas del siglo XX cuando han ido ganando cada vez mayor importancia (Snodgrass y Snodgrass, 2006). Pero ¿qué es un techo verde? Dando una respuesta amplia a esta pregunta se puede decir que es un siste2019. N.o 75


ma de techo multicapa o modular que permite el desarrollo de la vegetación en la azotea de un edificio. Los techos verdes no son un invento reciente; de hecho, el uso de plantas en las superficies de los edificios tiene una larga historia que se remonta al menos a los legendarios jardines colgantes de Babilonia, formando parte de la arquitectura nativa en muchas regiones del planeta. Su uso se conoce desde hace siglos, sin duda gracias a la excelente capacidad de aislamiento que tiene el cultivo de plantas en la azotea de los edificios (Fernández-Cañero y González-Redondo, 2010). De acuerdo con la Norma Tecnológica de Jardinería y Paisajismo sobre cubiertas verdes (NTJ-11C, 2012), estas se dividen en tres tipos: intensiva, semiintensiva y extensiva. Estas diferentes tipologías tienen una repercusión crítica en cuanto a la carga final de la cubierta y también en la selección tanto de los diferentes tipos de plantas y sustratos como de su posterior mantenimiento. Por ejemplo, el techo verde extensivo es el que menor profundidad de sustrato presenta (6-20 cm), incorpora menos peso en la estructura del edificio (60-150 kg/m²) y precisa menor mantenimiento (semestral). En cuanto a la estructura de un techo verde multicapa, consiste en: membrana de impermeabilización, barrera antirraíces, capa de drenaje, capa filtrante, sustrato y vegetación. En el caso de sistemas modulares, están formados por una serie de bandejas con riego integrado que pueden ser montadas por módulos. En una de las bandejas se coloca el sustrato con la vegetación y la bandeja inferior almacena el agua de riego. En la literatura se suele hablar de techos verdes, pero se han comenzado a acuñar nuevos términos como techos marrones o de biodiversidad, donde se deja que el sustrato se colonice con las semillas del entorno, proporcionando refugio para las plantas locales que pueden haber sido desplazadas por la construcción del edificio. Un techo biosolar es la combinación de un techo verde y paneles fotovoltaicos, que dan lugar a una mayor eficiencia de los paneles, debido a que la eficiencia de los paneles disminuye cuando se sobrecalientan, pero este

Ensayos con planta mediterránea en techos verdes. Campus Universitario de Rabanales (marzo 2017)

efecto se reduce por el enfriamiento debido a la evapotranspiración del techo verde. Un techo verde azul es una combinación de un techo verde y un aljibe de almacenamiento de lluvia, actuando como control de drenaje sostenible de las lluvias copiosas. Como se ha comentado anteriormente, esta infraestructura está avanzando en países como Suiza, Alemania o Austria. El avance de estas tecnologías muchas veces viene acompañado por legislaciones que apoyan este tipo de estructuras, y de una buena política de incentivos para su construcción (Grant y Gedge, 2019). En el caso de España, el ayuntamiento de Barcelona impulsó en 2017 un concurso de cubiertas verdes para fomentar su implantación. Son de sobra conocidos los beneficios que proporcionan los techos verdes desde el punto de vista ecológico: reducción de gases contaminantes, sobre todo CO2, reducción de ruidos, regulación de la temperatura, aislamiento acústico o reducción de la escorrentía, así como mejora de la calidad de vida de los ciudadanos que los disfrutan. Desde el punto de vista de la vegetación es deseable que sea la vegetación del entorno, es decir, la nativa, la que se utilice para vegetar las azoteas, sobre todo por su mejor adaptación climática. En el caso de nuestro entorno, la vegetación mediterránea

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es la candidata óptima; con su uso se evita también el que puedan proliferar plantas invasoras. Por último, cabe concluir con la investigación que desde la Universidad de Córdoba venimos realizando con plantas herbáceas mediterráneas en techos verdes extensivos. Se ha realizado una guía de apoyo científico-técnico para la implantación de techos verdes en la comunidad andaluza, dirigida a la rehabilitación de edificios para obtener una mejor eficiencia energética (Hayas et al., 2015).

REFERENCIAS Fernández-Cañero R, González-Redondo P. 2010. Green roofs as a habitat for birds: a review. J. Anim. Vet. Adv. 9 (15): 2041–2052. Grant G, Gedge D. 2019. Living roofs and walls from policy to practice. 10 years of urban greening in London and beyond. https://livingroofs.org/wp-content/uploads/2019/05/ LONDON-LIVING-ROOFS-WALLS-REPORT_MAY-2019.pdf. Hayas A, López-Uceda A, Espada-Melgar D et al. 2015. Optimizando el potencial de techos verdes para la rehabilitación energética de edificios: interacción entre sustratos reciclados, propiedades hídricas y eficiencia energética. http://www.aopandalucia.es/inetfiles/resultados_IDI/ GGI3003IDIB/memoria/final_informe_cientifico_v3_0. pdf. NTJ-11C. 2012. Normas Tecnológica de Jardinería y Paisajismo. Ajardinamientos especiales: sobre cubiertas Verdes. Colegio Oficial de Ing. Téc. Agrícolas de Cataluña, Barcelona. Snodgrass EC, Snodgrass LL. 2006. Green roof plants: a resource and planting guide. Timber Press, Oregón.

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Conservación de los polinizadores en el medio urbano Paula Romero Muelas Subdirección General de Biodiversidad y Medio Natural. Ministerio para la Transición Ecológica

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MARCO INTERNACIONAL Y EUROPEO EN MATERIA DE CONSERVACIÓN DE LOS POLINIZADORES En 2016 la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) adoptó una evaluación temática sobre polinizadores, polinización y producción de alimentos (Potts et al., 2016), en la que destacaba la importancia de la zoopolinización como servicio ecosistémico regulador de la naturaleza. A nivel mundial, el 90 % de las especies silvestres de plantas con flores, y más de tres cuartas partes de los principales tipos de cultivos alimentarios mundiales, dependen en cierta medida de la zoopolinización. Se destacaba la preocupante tendencia que experimentan los polinizadores silvestres, con disminuciones regionales y locales en Europa noroccidental y América del Norte, así como al menos a nivel local en otras zonas. El 16,5 % de los polinizadores vertebrados están amenazados de extinción mundialmente según las evaluaciones de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN); en Europa, el 9 % de las especies de abejas y mariposas están amenazadas y las poblaciones están disminuyendo en más de un 30 %. El informe destaca como principales amenazas el cambio en el uso de la tierra, la gestión intensiva de la agricultura y del uso de los plaguicidas, la contaminación ambiental, las

especies exóticas invasoras, los patógenos y el cambio climático. Como resultado de esta evaluación, en la 13.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), se adoptó la Decisión XIII/15 (CDB, 2016) sobre las repercusiones de dicha evaluación, por la cual la COP hacía suyos los principales mensajes y alentaba a tomar medidas para mejorar la conservación de los polinizadores. En ese contexto se creó en diciembre de 2016 la Coalición internacional para la conservación de los polinizadores (Coalition of the Willing on Pollinators), a la que España se adhirió, asumiendo el compromiso de adoptar medidas para promover hábitats favorables para los polinizadores, mejorar la gestión y reducir los riesgos derivados de plagas, patógenos y especies invasoras, evitar y reducir el uso de biocidas perjudiciales para los polinizadores y desarrollar alternativas a su uso y realizar investigaciones para cubrir las carencias de conocimiento. En el ámbito europeo algunos países habían desarrollado con anterioridad estrategias para la conservación de los polinizadores, y la UE había puesto en marcha medidas en el marco de diversas políticas, pero no existía una actuación única y coordinada para hacer frente al problema conjuntamente. Además, la revisión intermedia de 2015 de la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2020 mostró 2019. N.o 75


que los servicios de polinización animal podrían estar disminuyendo significativamente en la UE. En respuesta a esta situación, la Comisión Europea adoptó en junio de 2018 la Iniciativa UE sobre Polinizadores (EU, 2018), en la que se establecen objetivos y medidas con arreglo a tres prioridades: mejorar el conocimiento sobre el declive de los polinizadores, abordar sus causas y sensibilizar e involucrar a la sociedad. PLAN DE ACCIÓN NACIONAL DE CONSERVACIÓN DE LOS POLINIZADORES DE ESPAÑA El valor asociado a la producción de alimentos en el ámbito de la agricultura española se estima en más de 2.400 millones de euros, si bien la polinización ayuda en la producción de otros productos no alimentarios, proporciona recreo y es fuente de inspiración artística. De las más de 1.100 especies de abejas conocidas en España, se calcula que el 2,6 % están amenazadas según la lista roja europea de la IUCN, aunque el porcentaje seguramente sea mayor considerando el desconocimiento existente. En línea con las incitativas desarrolladas a nivel internacional y europeo, el Ministerio para la Transición Ecológica viene trabajando en la elaboración de un plan de acción nacional para la conservación de los polinizadores, que dé cumplimiento a los compromisos y acuerdos establecidos en el ámbito internacional y que desarrolle las líneas y prioridades de la Iniciativa de la UE sobre polinizadores. Para la elaboración del borrador, que actualmente se encuentra en la fase final del procedimiento para su aprobación, se ha contado con una participación amplia y abierta a través de varios procesos de consulta, tanto mediante debates técnicos abiertos como consultas bilaterales y procedimiento de información pública. Los objetivos y medidas que se están valorando en la elaboración de este documento tienen por objeto contribuir a: la conservación de las especies de polinizadores amenazadas y sus hábitats; la promoción de hábitats favorables; la mejora de la

gestión de los polinizadores y la reducción de los riesgos derivados de plagas, patógenos y especies invasoras; la reducción del riesgo derivado del uso de productos fitosanitarios; la realización de investigaciones que ayuden a cubrir los vacíos de conocimiento existentes, y la divulgación y acceso a la información. POLINIZADORES EN ENTORNOS URBANOS Y PERIURBANOS Los entornos urbanos y periurbanos pueden jugar un papel muy importante para los polinizadores; desde los parques de las ciudades hasta los corredores urbanos, parcelas, huertos, jardines privados e incluso estructuras como muros o tejados, que pueden proporcionar alimento y refugio a muchas especies de polinizadores. El entorno urbano goza de una inesperada biodiversidad, y dado que las áreas urbanas se están extendiendo, mejorar el hábitat para los polinizadores en las zonas urbanas debería formar parte de cualquier estrategia para conservarlos. Además, las áreas urbanas tienen un papel muy importante para la toma de conciencia de la población. Por tanto, las administraciones locales pueden jugar un papel muy relevante, mediante una gestión adecuada de los espacios verdes urbanos y la realización de labores de información y sensibilización. Algunas de las actuaciones que se pueden desarrollar a nivel local incluyen: iniciativas de infraestructura verde; conservación de los polinizadores y sus hábitats en áreas urbanas y periurbanas; reducción del riesgo derivado del uso de fitosanitarios; promoción del seguimiento de los polinizadores en entornos urbanos, y concienciación a la sociedad. Mejorar la conservación de los polinizadores en entornos urbanos requiere la creación de hábitats favorables para ellos, la naturalización de áreas verdes y la conexión de espacios. Para ello se pueden desarrollar medidas como: valorización de espacios marginales; creación de corredores ecológicos; reverdecimiento de edificios e infraestructuras con plantas atractivas para los polinizadores; plantación de praderas ornamentales

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con especies vivaces y anuales atractivas; naturalización de alcorques; limitación del uso de fitosanitarios; reducción de siegas; instalación de “hoteles para insectos”, y ciencia ciudadana. Cada día aumenta el número de iniciativas y el interés ciudadano por el desarrollo de acciones para la conservación de polinizadores. La conservación de polinizadores requiere acciones y medidas a todos los niveles, desde los objetivos y necesidades fijados a nivel internacional hasta la adopción de medidas concretas a nivel local.

REFERENCIAS CDB (2016). Decision XIII/15: Implications of the IPBES assessment on pollinators, pollination and food production for the work of the Convention. EU (2018). Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions EU COM/2018/395 final. 2018. EU initiative on pollinators. Potts SG et al. (2016). The assessment report of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services on pollinators, pollination and food production. IPBES

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Valoración del riesgo del arbolado de los jardines históricos de Patrimonio Nacional (2017 y 2018) L. Hiernaux1, A. Hurtado2, O. Serra3, P. Chicharro4, A. Muñoz5 1 Ingeniero de Montes. Director de INFFE, S. L. 2 Ingeniero Técnico Forestal. Jefe de Equipo Técnico en INFFE, S. L. 3 Ingeniero Agrónomo. Técnico en INFFE, S. L. 4 Ingeniera Técnica Forestal. Jefa de Servicio en VALORIZA 5 Ingeniero Forestal. Jefe de Servicio de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional

Ejemplar de Cedrus libani singular

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Patrimonio Nacional (PN) es el organismo público encargado de la gestión y conservación de los bienes del Estado al servicio de la Corona. El Área de Jardines y Montes gestiona, además de 18.000 ha de montes, unas 500 ha de jardines. Estos jardines son visitados al cabo del año por cientos de miles de personas, y una de las particularidades de su arbolado es su avanzada edad y la existencia de innumerables pies de gran tamaño (52 de los cuales están catalogados como árboles singulares). Estas circunstancias hacían necesaria la realización de un estudio global como el que se presenta en este artículo. A lo largo de los años 2017 y 2018 se ha valorado el riesgo de la totalidad de los arboles de los jardines históricos de PN. Para ello se ha revisado uno a uno el estado de los más de 90.000 ejemplares que se encuentran repartidos entre las cinco delegaciones diferentes, de sur a norte Aranjuez, Servicios Centrales, El Pardo, El Escorial y La Granja. Palabras clave: riesgo del arbolado; valoración arbolado; árboles singulares; QTRA; jardines históricos; Patrimonio Nacional

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OBJETIVOS Los objetivos del presente trabajo han sido: - Disponer de una valoración cuantitativa del riesgo del arbolado de los jardines de PN - Conocer la casuística de los defectos de este arbolado - Determinar y valorar las actuaciones necesarias para reducir el riesgo todo lo razonablemente posible MATERIAL Y MÉTODOS Por primera vez en España se ha empleado a tan gran escala el método QTRA (Quantified Tree Risk Assessment), en el cual se cuantifican tres variables: diana, potencial del impacto y probabilidad de fallo, para obtener el riesgo de daño expresado numéricamente en forma de probabilidad. Este método emplea un procedimiento robusto que proporciona protección para el inspector del árbol y para el gestor de las zonas verdes, y ofrece una base numérica para comparar evaluaciones de riesgo en árboles y para la aplicación de un umbral de riesgo aceptable (Calaza e Iglesias, 2012). El método QTRA se creó hace más de 15 años y se emplea actualmente en numerosos países del mundo (p. e. Reino Unido, Francia, Sudáfrica, Canadá o Australia). Cuenta con cientos de arboricultores registrados que disponen de una plataforma común de contacto para la resolución de dudas muy activa y efectiva. Los trabajos han consistido en las siguientes fases sucesivas: 1) Evaluación visual de todo el arbolado. Se han llevado a cabo 50 visitas por parte de un equipo formado por tres técnicos especialistas. En esta evaluación se incluyeron datos dasométricos así como el resultado de la evaluación de las tres variables QTRA. 2) Análisis de las evaluaciones y propuesta de pruebas instrumentales necesarias 3) Ejecución de pruebas instrumentales (tomografías, resistografías, test de tracción, estudios de cuello con Airspade, etc.) 4) Elaboración de una base de datos, actualización del SIG y redacción del informe final

RESULTADOS de los cuales solo 519 han presentado un riesgo no “ampliamente aceptable”. 80 % resultaron con riesgo “tolerable” (a controlar solo si se logra un beneficio a un coste razonable: concepto ALARP). 0,08 % ha mostrado un riesgo “inaceptable”. suponen riesgo se encuentran en ramas (pudriciones, muerte, mala inserción, codominancia, etc.). mentalmente, pudriciones) son la segunda causa de riesgo. mostrado son, por orden, Platanus spp., Pinus spp. y Sophora japonica. bra, casi la mitad de los defectos se encontraron en las ramas (pudriciones, exceso de lateralidad, ahilamiento, etc.). En los pinos (casi todos pinos piñoneros), una cuarta parte de los daños se derivan de problemas a nivel de la base (espiralizaciones, sobrenterramientos, etc.). Finalmente, en las sóforas, más de la mitad de los defectos derivan de pudriciones en la base de los suplentes por la ejecución de podas drásticas en el pasado. CONCLUSIONES un valor cuantitativo de riesgo y facilita el orden de prioridad en la ejecución de los trabajos, pero introduce conceptos novedosos (como por ejemplo, valor estadístico de vida y ALARP) y requiere personal altamente cualificado, así como un profundo estudio de las dianas. go en los jardines de PN es muy baja a diferencia de lo que ocurre en las ciudades, debido fundamentalmente a una diana más baja.

llevadas a cabo en paralelo durante los años 2017 y 2018 (podas, talas, sustentaciones, apoyos, reducción de diana, etc.) y poder así reducir el riesgo al máximo razonable. de especies preponderantes (de hecho, desde el año 2017 se ha dejado de plantar el castaño de Indias), equilibrar los porcentajes del resto e introducir nuevas especies más adaptadas. do deben marcar la hoja de ruta y maximizar la función del arbolado. En jardines históricos deben acometerse restauraciones de aquellas zonas que han perdido su valor inicial, teniendo en cuenta los valores a preservar y el ciclo de vida de las diferentes especies. AGRADECIMIENTOS A todo el personal de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional, a la empresa Valoriza (en especial a Pachi, Santiago y Sonsoles) y al equipo de INFFE (concretamente a Alberto Mira Orche y Pablo Pereira).

REFERENCIAS Calaza P, Iglesias MI. 2012. Evaluación de riesgo de arbolado peligroso. Principios, indicadores y métodos. Asociación Española de Arboricultura, Valencia. QTRA. https://www.qtra.co.uk/

de forma óptima las actuaciones

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Una nueva forma de cultivar Mejoramiento de los cultivos a nivel foliar, radicular y rizósfera Juan Antonaya Liébana Ingeniero de Montes

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os organismos colonizan la zona radicular y el sistema vascular de las plantas, lo que ayuda a la descomposición, retención y transporte de nutrientes junto con el agua. Igualmente, las plantas restablecen los microorganismos naturales de la tierra que se agotaron debido a la labranza, la cosecha o el abuso de productos químicos. Hemos sido capaces de envasar vivos estos microorganismos que existen de manera natural en el medioambiente, creando un producto biológico estable a largo plazo, Quantum Growth. Esta tecnología aporta beneficios creando una red trófica saludable para el suelo. La red trófica del suelo está compuesta por una gran diversidad de organismos que varían en tamaño, desde los unicelulares más diminutos (algas, hongos y protozoos) pasando por los más complejos, como nematodos y microartrópodos, hasta los más visibles, como lombrices, insectos, pequeños vertebrados y plantas. Los organismos del suelo descomponen compuestos orgánicos e igualmente almacenan nitrógeno y otros nutrientes, que de lo contrario terminarían en el agua subterránea. Asimismo fijan nitrógeno atmosférico que queda disponible para las plantas. Muchos organismos mejoran la agregación y la porosidad del suelo, aumentando la infiltración y reduciendo la escorrentía. Las redes tróficas se inician con los productores primarios (plantas, líquenes, musgos, bacterias fotosintéticas y algas) que utilizan la energía solar para fijar dióxido de carbono de la atmósfera. El resto de los organis-

mos obtienen su energía y carbono al consumir compuestos orgánicos que se encuentran en las plantas u otros organismos y subproductos de desecho. Una red trófica saludable resulta en:

la infiltración y la capacidad de retención de agua

BENEFICIOS DE USAR QUANTUM GROWTH Quantum Growth es un ecosistema vivo con más de 20 organismos diferentes que se cultivan utilizando un proceso de fermentación de múltiples etapas, sin dilución. Gracias a un control de calidad estricto se garantiza que el producto esté libre de patógenos. Quantum incorpora varias cepas que, junto con factores de crecimiento esenciales, dan como resultado los siguientes beneficios:

brote la planta

Los beneficios de nuestra tecnología Quantum Growth hacen que las plantas necesiten menos agua, menos aporte de nutrientes, tengan mayor capacidad de crecimiento y menos problemas de enfermedades al estar más vigorosas. 2019. N.o 75


Bosques urbanos y cambio climático Susana Domínguez Lerena SDL, Investigación y Divulgación del Medio Ambiente, S. L.

Plaza mayor de Valladolid en la década de 1930 (arriba) y en la actualidad (abajo)

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l cambio climático es uno de los grandes problemas de la sociedad actual, y se ve con claridad en las ciudades. Felipe II eligió trasladar la capital a Madrid entre otras razones por “la abundancia de agua, salubridad, clima benigno y el estar rodeada de abundantes bosques”. En la actualidad esta descripción no encaja con Madrid, una ciudad que forma una gran isla de calor y con picos de contaminación intolerables. Algunas estimaciones sugieren que las ciudades son responsables del 75 % de las emisiones globales de CO2. Además, su construcción con elementos como hormigón, asfalto o cemento, con alta capacidad de calentamiento, incrementa el efecto de la isla de calor. Los bosques urbanos son una de las posibles soluciones para contrarrestar estos efectos. Los árboles, compuestos por un 60 % de agua, presentan una relación entre temperatura y calor específico más positiva. Mientras que el calor específico del agua es de 4.182 cal, el del hormigón es de 837 cal, y el del asfalto, 500 cal. A su vez, la radiación que produce el asfalto hacia la superficie es mayor (20 %) que la producida por el suelo natural. En zonas arboladas el pavimento pueden alcanzar temperaturas entre 13 y 20 °C menores que en zonas desarboladas en los momentos más calurosos del día. Por ello, los árboles y bosques urbanos son de gran importancia en la climatología urbana y la arquitectura bioclimática. Sin embargo, las ciudades y pueblos presentan cada vez menos árboles y están peor cuidados, existiendo una escasa coordinación con los planes urbanísticos. Unos bosques urbanos escasos y mal gestionados, con podas abusivas,

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alcorques pequeños o inexistentes o especies mal seleccionadas, condenan a los ciudadanos a vivir en un infierno de altas temperaturas y nefasta calidad del aire. Los árboles captan CO2 y fijan partículas contaminantes cuando presentan una buena copa y buen estado sanitario; difícilmente pueden hacerlo cuando se les condena a ser una estructura debilitada, con abundantes pudriciones y sin apenas follaje. La sociedad demanda soluciones ante el panorama climático que se avecina. Algunas personas, empresas y organizaciones desean plantar árboles, aunque a veces lo hacen sin criterio ni objetivo concreto. Los técnicos debemos dar una respuesta y dirigir a esas personas hacia acciones concretas y efectivas, por ejemplo, dentro de las ciudades. Es preciso que el ciudadano conozca los beneficios que proporcionan los bosques urbanos mediante campañas de concienciación y participación social, difundiendo los valores de los árboles y poniéndoles precio mediante herramientas como el programa i-tree Eco. Para gestionar y planificar el futuro de los bosques urbanos se deben utilizar herramientas que ayuden a los gestores a conocer las especies presentes, el estado de los árboles, las zonas de riesgo o los servicios ecosistémicos que producen. Esto ayudará a generar mapas enfocados a mejorar la gestión, localizando zonas de mayor o menor temperatura, captación de CO2, transpiración o riesgo ante vientos fuertes. Un mayor conocimiento ayudará a planificar mejor los bosques urbanos para que puedan servir a la sociedad en su la lucha contra el cambio climático.

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ESPECIAL REDFORESTA 2019 ARBOLADO URBANO

Control de arbolado urbano: poda en altura/ desmonte de árboles Iratxe Zorraquino Salvo Emilio Bravo Ugarte Forest Pioneer

Desmonte controlado de un árbol en un pueblo en los Países Bajos con una pinza con sierra fija Vosch

Podadora telescópica autopropulsada Kershaw con brazo de 23 m podando en la proximidad de una línea eléctrica

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El presente artículo pretende dar a conocer la maquinaria adecuada para los trabajos de poda en altura y desmonte de arbolado urbano con el fin de abrir nuevas posibilidades para la mecanización de estas tareas. Los métodos de trabajo tradicionales, mediante trepadores o cestas sobre grúa, suponen ciertos riesgos tanto para el operario como para el medio donde se realizan. Entre los riesgos para los operarios están las caídas en altura, lesiones por proyección de objetos y otros riesgos accidentales.

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omo respuesta a estos riesgos, en países del norte de Europa y Estados Unidos existen desde hace unos 15 años fabricantes de accesorios y máquinas que permiten mecanizar de forma segura y productiva la poda en altura y el desmontado de árboles. Las principales razones para su empleo son: - Seguridad. Reduce el riesgo de accidentes, ya que el operario realiza las tareas dentro de una cabina. - Productividad. Aumenta la producción respecto a los métodos tradicionales y posibilita trabajar incluso con condiciones climatológicas adversas. - Rentabilidad. Suple el elevado coste de la ejecución manual y de la maquinaria tipo cestas. - Gestión. Facilita la gestión de personal y la organización del trabajo en las empresas. Presentamos tres tipos de máquinas innovadoras: podadora de disco telescópica autopropulsada, excavadora con cizalla y excavadora con

pinza con sierra. Aunque tengan diferentes aplicaciones, tienen en común que el maquinista trabaja dentro de una cabina que cumple la normativa FOPS (Fallen Objects Protection System), ROPS (Roll Over Protective Structures) y OPS (Operator Protection Structures) de seguridad en maquinaria forestal. Podadora de disco telescópica autopropulsada. Diseñada especialmente para la poda en altura y el mantenimiento de líneas eléctricas. Dispone de un brazo de fibra de vidrio de 17 y 23 m de alcance, aislante eléctrico, que permite trabajar en la proximidad de líneas eléctricas de hasta 100.000 V. En la punta del brazo tiene un disco de 60 cm de diámetro que rota 180º para podar las ramas en diferentes posiciones. Se desplaza sobre ruedas, por lo que puede circular sin necesidad de una góndola. Excavadora de obra pública + cizalla. Una de las principales ventajas de la cizalla forestal es que se puede instalar sobre un amplio abanico de excavadoras, de 10 a 30 t, y que existe en diferentes tamaños 2019. N.o 75


en función de los trabajos que haya que realizar. Su función es podar y desmontar árboles. Se adapta a la excavadora mediante un enganche fijo. Tiene como opción brazos acumuladores con los que puede talar varios árboles antes de depositarlos en el suelo. Con este accesorio se podan y desmontan los árboles de una manera segura, controlando en todo momento la rama/troza cortada y depositándola donde se requiera. Excavadora de obra pública + pinza con sierra fija. Se trata de accesorios para montar sobre excavadoras de 10 a 30 t mediante enganche fijo. Están diseñadas para podar y desmontar árboles y manipular el material. Disponen de cuatro motores de giro que aportan la fuerza necesaria para controlar el material en altura. Las principales diferencias con la cizalla son que en este caso el sistema de corte es con sierra “tipo motosierra” de ¾’, y que abraza mejor la madera y permite que la manipulación del material sea más sencilla. En la Tabla 1 se comparan cuatro aspectos de las tareas de poda y desmonte: - Seguridad del operario en el trabajo. Se considera la ergonomía del trabajador, el tiempo expuesto al peligro y el grado de riesgo de accidente. - Accesibilidad al lugar de trabajo. Facilidad de acceso al lugar de trabajo, en este caso, a un árbol en un lugar determinado, una rama concreta, etc. - Producción realizada por el operario. Número de árboles podados o desmontados. - Calidad del trabajo en cuanto al

acabado, es decir, cómo se dejan los restos de poda, facilidad de recogida o cómo queda la zona tras la realización del trabajo, incluyendo el tocón. Se observa que en general en los métodos tradicionales la accesibilidad y calidad de trabajo es igual o incluso mejor que con maquinaria innovadora. Sin embargo, la seguridad del operario y la producción son mucho mejores con maquinaria innovadora que con métodos tradicionales. Aunque la utilización de máquinas innovadoras tiene muchas ventajas, no siempre es posible su utilización debido a sus limitaciones o al tipo de trabajo a realizar. Por ejemplo, el lugar de trabajo puede no estar al alcance de la máquina, y no todos los trabajos son mecanizables; cuando se precisa una poda de calidad (árboles emblemáticos, podas delicadas), es mejor realizarla con podadores. Además, si no se recalca la importancia para la seguridad del operario, trabajar con maquinaria puede tener una percepción social negativa. Finalmente, adquirir una máquina de este tipo precisa un estudio sobre su rentabilidad. Teniendo en cuenta las limitaciones señaladas, la utilización de máquinas innovadoras es más segura para el trabajador, se logra una mayor productividad y facilita la gestión del personal y las tareas. En conclusión, España se encuentra en un periodo de especialización del sector. En algunas regiones ya se utilizan accesorios sobre excavadoras o retroarañas y máquinas podadoras de 17 o 23 m, y en países como Francia, Austria, Alemania o Estados Unidos estos productos están muy

Tala de árboles mediante cizalla Westtech sobre excavadora con brazos acumuladores

presentes. La poda y desmontado de árboles en España se realiza principalmente con métodos tradicionales. Con la experiencia ya adquirida por otros países, las empresas españolas dedicadas a estos trabajos podrían plantearse la adquisición de maquinaria innovadora. Muchos trabajos que se hacen hoy en día de manera tradicional pueden mecanizarse llegando a ser muy rentables.

Desmonte controlado de un árbol con cizalla Westtech sobre excavadora en la proximidad de una nave

Tabla 1. Comparativa de trabajos realizados por un operario trepador, en cesta, y con cizalla/sierra y podadora telescópica 17 y 23 m

MÉTODOS TRADICIONALES

★Mínimo ★★★★★ Máximo Seguridad del operario Accesibilidad al lugar de trabajo Producción Calidad de trabajo

Trepador

Cesta

★ ★★ ★★★★★ ★★★ ★ ★★ ★★★★★ ★★★★

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

MAQUINARIA INNOVADORA Excavadora + cizalla / pinza con sierra

Podadora de 17 m y 23 m alcance

★★★★★ ★★★ ★★★★★ ★★★★

★★★★★ ★★★ ★★★★★ ★★★★ @RevForesta

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ESPECIAL REDFORESTA 2019 ARBOLADO URBANO

Jardines de lluvia, una solución verde en la gestión de las aguas pluviales María Isabel Iglesias Díaz Profesora titular de universidad. Universidade de Santiago de Compostela. Área de Producción Vegetal. Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Lugo

Fig. 1. El jardín de lluvia recoge el agua de lluvia evitando la escorrentía y filtrando los contaminantes. Fuente: EPA, www. epa.gov/smartgrowth/green-infrastructure.html.

Los jardines de lluvia constituyen una herramienta eficaz para el desarrollo de bajo impacto (LID) por su potencial para reducir los problemas medioambientales ligados a la escorrentía y a la contaminación de las aguas. Además de su papel en el ciclo del agua, absorbiendo el agua de lluvia y filtrando los contaminantes, un jardín de lluvia bien diseñado puede elevar la calidad visual del entorno y contribuir a la mejora estética del paisaje. En un proyecto LID, esta herramienta se puede utilizar en combinación con otras como: uso de pavimentos permeables, modificación del suelo con compost, tejados verdes o cubiertas ecológicas, sistemas de recogida de aguas pluviales y manejo natural del césped (Hinman, 2013); estas medidas también contribuyen a absorber el agua de lluvia, reducir la escorrentía de aguas pluviales y filtrar los contaminantes.

L

os jardines de lluvia se desarrollaron por primera vez en Estados Unidos en los años noventa, donde se han vuelto cada vez más populares. El término jardín de lluvia es amplio y se ha utilizado para describir una serie de elementos diferentes, como las franjas de biorretención o los alcorques de arbolado especialmente diseñados para recibir el agua superficial de escorrentía, a menudo más contaminada, de las carreteras y otras superficies pavimentadas (Bray et al., 2012). En el Reino Unido, la imitación del drenaje natural en las zonas urbanas se denomina oficialmente Sistema de Drenaje Sostenible (SDS). Este enfoque es parte de una nueva filosofía de

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@RevForesta

2019. N.o 75


gestión del agua urbana desarrollada en Australia, conocida como Diseño Urbano Sensible al Agua (WSUD). Un jardín de lluvia (rain garden) actúa como un bosque nativo, recogiendo, absorbiendo y filtrando las aguas pluviales de los tejados, calzadas, patios y otras áreas impermeables. En este contexto, los jardines de lluvia son simplemente depresiones poco profundas en el terreno que: 1) pueden variar de forma y tamaño para adaptarse a la parcela; 2) se construyen con mezclas de suelos que permiten una rápida absorción del agua y el crecimiento saludable de las plantas, y 3) pueden diseñarse con una variedad de especies vegetales para adaptarse a su entorno (Hinman, 2007, 2013). Básicamente, su funcionamiento consiste en que el agua de escorrentía se conduce al jardín de lluvia a través de una tubería, una entrada alineada con plantas y rocas o simplemente atravesando el área. La profundidad de la depresión suele estar entre 30 y 60 cm de relleno de suelo con buen drenaje, a la que se añade entre 15 y 30 cm de altura para almacenaje de agua en superficie. Los jardines de lluvia que se diseñan y construyen adecuadamente drenan rápidamente el agua presente en superficie en uno o dos días. Estos jardines pueden instalarse también en jardineras que recogen el agua directamente de la bajante del tejado, por ejemplo, y drenan a la red de drenaje, o en jardineras a nivel de la acera que recogen el agua de escorrentía y la derivan a la red de drenaje convencional (Bray et al., 2012). Los jardines de lluvia forman parte de la infraestructura verde, proporcionando beneficios a un coste mínimo, lo que a menudo conocemos como servicios ecosistémicos (Bray et al., 2012). Además de los beneficios ya

comentados, hay que añadir otros, como: aumentar la cantidad de agua que penetra en el suelo para recarga local de las aguas subterráneas, con lo que ayudan a reducir los efectos de la sequía, o proporcionar hábitat para la fauna (insectos benéficos, aves, etc.). Otros beneficios inmediatos a los que se hace referencia son: incrementar el valor de las viviendas, asegurarse paisajes atractivos de bajo mantenimiento o contribuir a reducir el coste económico que acarrea la limpieza de la contaminación y los proyectos de aguas pluviales (Hinman, 2013). La principal fuente de información acerca de este tipo de jardines proviene de Estados Unidos, donde se llevan a cabo campañas destinadas a promover la participación de la comunidad en la creación de estos jardines a escala doméstica, fomentando la cooperación entre los miembros del vecindario e incentivando a los particulares con ayudas económicas (Raingardens, 2019 ). Se llevan a cabo, igualmente, proyectos a escala urbana, por ejemplo en el estado de Maryland o en Pennsylvania, dotando a las calles de jardines de lluvia que reducen la escorrentía de las aguas pluviales y contribuyen a la mejora estética del paisaje urbano (Fig. 2). Existen guías electrónicas en diferentes estados de Norteamérica (Bannerman y Considine, 2003; Hinman, 2007, 2013) destinadas a proporcionar ayuda a los ciudadanos en la creación de jardines de lluvia. Los principios básicos son similares en todas ellas, en particular a los referidos como jardines de lluvia domésticos. En la fase de planificación debemos determinar qué superficies impermeables contribuirán a drenar agua al jardín de lluvia, el tamaño necesario y la forma que tendrá. En general, la literatura sugiere un

Fig. 3. Ejemplos de especies nativas de la península ibérica recomendadas para jardines de lluvia. Izquierda: Helleborus foetidus (Fuente; Uwe y Lukas). Derecha: Ajuga reptans (Fuente: Midnight Runner). Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Fig. 2. Imágenes de jardines de lluvia para reducir la escorrentía. Izquierda: SUNY College of Environmental Science and Forestry, Syracuse, NY (Fuente: DASonnenfeld). Derecha: jardín de lluvia en Seattle, WA (Fuente: USEPA Environmental-Protection-Agency).

tamaño equivalente al 10-20 % de la superficie total a drenar. Se puede determinar el factor de tamaño para cada caso particular a partir de tablas que relacionan la precipitación total anual, la tasa de drenaje del suelo (0,25 a 6 cm/hora) y la profundidad de almacenaje del jardín de lluvia. En cuanto a la plantación, existe una amplia diversidad de especies que se pueden utilizar. Entre las recomendaciones a tener en cuenta están: utilizar una variedad de pequeños árboles, arbustos y herbáceas, seleccionar las especies que potencien el área y primar las especies nativas y los cultivares resistentes. Se pueden reconocer tres zonas diferenciadas por su contenido de humedad, por lo que las plantas se agrupan en tres categorías en función de su tolerancia al encharcamiento. Algunas especies se podrán utilizar en una zona, otras en dos o incluso en las tres zonas. REFERENCIAS Bannerman R, Considine E. 2003. Rain gardens a how-to manual for home owners. Wisconsin Department of Natural Resources-University of Wisconsin Extension. http://learningstore.uwex.edu/assets/pdfs/GWQ037.pdf Bray B, Gedge D, Grant G et al. 2012. Rain garden guide. http://raingardens.info/wp-content/uploads/2012/07/ UKRainGarden-Guide.pdf. Hinman C.. 2007. Rain garden handbook for Western Washington homeowners. WSU Extension Pierce County (Ed.). Designing your landscape to protect our streams, lakes, bays, and wetlands. http://www.co.thurston.wa.us/waterresources/publications/other/Raingarden_handbook.pdf Hinman C. 2013. Rain garden handbook for Western Washington. A guide for design, maintenance and installation. Department of Ecology, Washington State University Extension. https://fortress.w.gov/ecy/publications/documents/1310027.pdf

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COLABORACIÓN / TÉCNICA

Metodología para la ubicación de tejados verdes en entornos urbanos Paula Anza Goñi1, Javier Velázquez Saornil2, Javier Gutiérrez Velayos2, Beatriz Sánchez Reyes2 1 Graduada en Ingeniería Forestal y Ciencias Ambientales.

SAITEC 2 Universidad Católica de Ávila

El presente estudio versa sobre el diseño de una metodología para la correcta ubicación de tejados verdes en la ciudad de Madrid, que ayuden a paliar las consecuencias de la excesiva contaminación, tráfico y escasez de áreas verdes. Su empleo logra, entre otras ventajas, reducir los efectos de la isla de calor, disminuir la contaminación acústica, reducir la contaminación, proteger las viviendas de la insolación y el frío, captar el agua de lluvia o mejorar la biodiversidad. Para determinar los barrios de actuación se han analizado cuatro variables: contaminación, intensidad de tráfico, presencia de áreas verdes y densidad de población. Basándose en ellas a ellas se seleccionan los barrios más conflictivos desde el punto de vista ambiental y que presenten mayores densidades poblacionales, para así beneficiar a un mayor número de habitantes. Una vez seleccionados los barrios donde es necesario actuar se analiza la altura de los edificios para escoger aquellas azoteas que se encuentren a una altura similar a la del arbolado urbano y que tengan una superficie plana para su correcta instalación. Con esta decisión se ayuda a mejorar la conectividad de los espacios verdes de Madrid, favoreciendo la dispersión de las especies vegetales y animales que habitan en este entorno. Se trata de un método sencillo pero efectivo que permitirá a las grandes ciudades determinar los mejores lugares donde implantar los tejados verdes y así fomentar el desarrollo urbano sostenible y de calidad. Palabras clave: Tejados verdes, conectividad, biodiversidad

INTRODUCCIÓN a mayor parte de la población mundial vive actualmente en zonas urbanas, con un elevado grado de transformación (Hábitat ONU, 2011)

L 58

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que acarrea consecuencias negativas para la calidad de vida (Baldi y García, 2005). El excesivo uso de materiales de construcción como el hormigón o el asfalto altera el balance de radia2019. N.o 75


ción provocando un aumento de las temperaturas conocido como isla de calor (UHI, Urban Heat Island) (Chun y Guldman 2014; Tumini, 2010). Este desorden de las temperaturas sumado al diseño urbanístico de las ciudades, caracterizado por grandes edificaciones, dificulta el movimiento de las masas de aire provocando que los contaminantes tiendan a concentrarse en grandes nubes sobre la ciudad (Santiago, 2006). Por otro lado, la desaparición de la cubierta vegetal provocada por la urbanización afecta a la dinámica hídrica, alterando las condiciones naturales de drenaje y aumentando la impermeabilización del terreno, lo que favorece la escorrentía y agrava los episodios de inundaciones y avenidas torrenciales (Rosatto et al.,2015). El uso de soluciones basadas en la naturaleza, como los tejados verdes, es el mejor aliado para ayudar a paliar estos problemas ambientales. A pesar de parecer una tecnología novedosa, los países nórdicos llevan siglos empleándola para mantener las viviendas aisladas del frío (Minke, 2004). A partir de la década de 1960 su uso comienza a extenderse como medida correctora de la calidad ambiental. Actualmente ciudades como Toronto, Copenhague o París han comenzado a legislar al respecto, con el objetivo de aumentar la superficie cubierta con estas estructuras (Toronto City Planning Division, 2013). Esta técnica, consistente en cubrir de plantas (normalmente musgos o especies herbáceas) total o parcialmente las cubiertas de los edificios, genera importantes beneficios ambientales, sociales y económicos. Contribuye al control de las precipitaciones (Berardi et al., 2014; Sims et al., 2016), reduce la contaminación del agua de lluvia, aísla térmicamente las viviendas reduciendo un 2575 % el consumo energético, mejora la calidad del aire, disminuye la contaminación acústica, produce un aumento de la biodiversidad de especies y ayuda a mitigar el efecto UHI (Razzaghmanesh et al., 2016), a la vez que la presencia de estos entornos naturalizados mejora la salud mental y física de los ciudadanos (Priego, 2002; Wolch et al., 2014). Además, suponen una nueva oportunidad de

negocio para el sector verde y de la construcción. Todos los beneficios anteriores y el crecimiento imparable de las ciudades justifican el uso de los tejados verdes como método para luchar contra los problemas derivados de la contaminación de las grandes urbes. METODOLOGÍA l estudio desarrolla un método para seleccionar la ubicación ideal de los tejados verdes, aplicándolo de forma práctica en la ciudad de Madrid. En la primera fase se escogen los barrios más problemáticos en cuanto a contaminación, tráfico, población y áreas verdes (Lopera, 2005; Leva, 2005; Orozco et al., 2003; Hernández, 2009). De esta forma se actúa sobre las zonas donde la calidad ambiental es menor y se beneficia a un mayor número de personas. Una vez escogidos los barrios más conflictivos, en la segunda fase se localizan aquellos edificios que presenten unas determinadas características en cuanto a altura y disponibilidad de azoteas para ubicar los tejados verdes. En la última fase se propone también mejorar la conectividad de los espacios verdes de la ciudad, conectando los tejados seleccionados con el arbolado urbano.

E

Fase 1. Selección de los barrios En esta primera fase se comparan cuatro variables de cada barrio mediante una evaluación multicriterio, con el fin de seleccionar aquellos que presenten una mayor problemática ambiental, es decir, aquellos barrios con mayor contaminación e intensidad de tráfico, menor presencia de áreas verdes y una mayor densidad de población. Contaminación Se han considerado relevantes los datos de monóxido de carbono (CO), monóxido de nitrógeno (NO), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3) por ser los principales precursores del smog-fotoquímico (Ballester-Olmos, 1991; Gavilanes, 2015; Currie y Bass, 2008). Se ha utilizado la información horaria de cada contaminante entre 2007 y 2017 medida por la red de vigilancia de la contaminación de la

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

ciudad de Madrid. Dado que las unidades de media de los contaminantes difieren entre sí, se han reclasificado los datos según la siguiente expresión para que puedan ser comparables entre ellos y con el resto de variables a analizar: % Contaminante = Media 10 años x 100 Límite legal Las zonas de Madrid más afectadas por la contaminación se encuentran en la zona centro y sur de la ciudad (Figura 1 a). El importante tráfico y consumo de energía que se produce en estos barrios, sumado a la presencia de grandes edificios, dificulta la dispersión de la contaminación provocando su acumulación. Áreas verdes Se busca determinar el porcentaje que ocupan las áreas verdes en cada barrio de Madrid, para así poder determinar aquellos que requieren una mayor cobertura vegetal. Como el objetivo es poder comparar estos datos con los del resto de variables analizadas, se calcula el porcentaje de áreas verdes mediante la siguiente expresión: % jardín por barrio=(Superficie de jardín por barrio)/ x 100 (Superficie total del barrio) Los barrios con menor superficie de áreas verdes son los situados en la zona centro y periferia de la ciudad (Figura 1 b). Las zonas más céntricas presentan escasez de áreas ajardinadas, ya que en su diseño y construcción no se conocían los beneficios sociales y ambientales asociados a su presencia (Priego, 2002). Los barrios periféricos del oeste y suroeste también tienen una falta de jardines, principalmente debido a que se trata de zonas destinadas inicialmente a la industria, producción y comercio en lugar de a la residencia. Un caso especial es el barrio de El Pardo, que presenta bajos niveles de zonas ajardinadas artificiales a pesar de localizarse en un entorno relativamente natural. Este barrio queda descartado al presentar escasas edificaciones, poca población y grandes masas de vegetación.

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Tráfico El tráfico es uno de los mayores problemas que sufre la ciudad, siendo una de las principales fuentes de emisiones de compuestos nitrogenados (junto con las calefacciones domésticas) que favorecen la aparición del smog-fotoquímico (Fernández et al., 1993). Se determina el número de vehículos por barrio (2012-2013) y el número de tramos de medición con que cuenta cada uno. Los datos de tráfico también se transforman en un porcentaje mediante la siguiente expresión: % tráfico = Total de vehiculos/barrio x S. barrio x 100 Nº tramos/barrio S. total El mayor porcentaje de tráfico se registra en los barrios periféricos (Figura 1 c), por los que discurren carreteras como la M-50 o M-40, con tráfico muy intenso. A pesar de que, en comparación, el tráfico en el centro sea menor, el número de vehículos que circula por sus avenidas es elevado; Madrid es la ciudad de España con mayor intensidad de tráfico, y una de las mayores de Europa. Población Para que los efectos beneficiosos de los tejados verdes lleguen a un mayor número de personas se añade la variable de la población. Para ello se calcula el porcentaje de densidad de población mediante la siguiente expresión: % densidad de población = Población/barrio x 100 S. barrio

Fig. 1. Resultados de las variables analizadas en la fase 1. a) Contaminación. b) Zonas verdes. c) Tráfico. d) Densidad de población

Las mayores densidades de población se localizan en la zona centro de la ciudad (Figura 3 d), donde el número de viviendas es más elevado. Selección de los barrios Una vez computadas y homogeneizadas las cuatro variables de estudio se procede a la realización de la evaluación multicriterio (Gómez et al., 2006). Con esta herramienta y mediante la consulta a varios expertos (basándose en el método de jerarquías analíticas de Saaty, 1980) se seleccionan los cinco barrios de Madrid con perores condiciones de contaminación y tráfico, escasa presencia de áreas verdes y mayor población. Introduciendo los pesos (media de los expertos consultados) se obtiene

la puntación final de cada barrio mediante la ecuación:

Se escogen los cinco barrios que presenten elevada puntación, cuenten con las características deseadas y pertenezcan a distintos distritos para repartir los tejados verdes por diferentes puntos de Madrid. Los barrios seleccionados son Gaztambide, Ibiza, Goya, Opañel y Embajadores. El casco histórico de Vallecas ha sido descartado por presentar valores de población bastante bajos y un número de edificios reducido, y Arapiles, por estar en el mismo distrito que Gaztambide.

Tabla 1. Barrios seleccionados (amarillo) entre los que han obtenido una mayor puntuación Distrito

Nombre

Código

Contaminación

Población

Áreas verdes

Trafico

Puntuación

Villa de Vallecas

Casco Histórico de Vallecas

181

70,94

3,72

13,52

100,00

45,04

Chamberí

Gaztambide

071

77,48

99,87

2,82

0,56

43,36

Retiro

Ibiza

034

80,50

98,14

8,82

0,78

42,62

Salamanca

Goya

042

80,98

85,52

1,43

1,06

42,34

Carabanchel

Opañel

112

100,00

65,48

13,19

1,05

42,07

Chamberí

Arapiles

07

78,67

94,43

6,11

0,70

41,98

Centro

Embajadores

012

72,22

96,83

3,59

2,71

41,39

Chamberí

Trafalgar

073

74,32

90,19

2,40

2,80

41,18

Centro

Universidad

015

87,48

73,25

6,62

1,26

41,02

Tetuán

Bellas Vistas

061

75,91

89,64

12,60

8,98

40,62

60

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Fase 2. Selección de azoteas Una vez decididos los barrios sobre los que se debe actuar es necesario seleccionar las azoteas que cumplen con las condiciones de altura de los edificios y arbolado urbano para la ubicación de los tejados verdes. Además, se incluirá el análisis de la mejora de la conectividad de los espacios verdes de Madrid.

Altura de los edificios En primer lugar, se determina la altura y desviación estándar de los edificios del barrio mediante el uso de la tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging) y un Modelo Digital del Terreno (MDT). Uno de los beneficios que se pretende obtener con los tejados verdes es la mejora de la conectividad de los espacios verdes

de la ciudad, tejiendo una red verde que conecte todos estos espacios con el arbolado urbano. Para ello se seleccionan aquellos edificios que se encuentren en un intervalo de alturas entre 4 y 25 m, que se corresponden aproximadamente con la altura del arbolado urbano (Ayuntamiento de Madrid, 2016). El objetivo es seleccionar aquellas azoteas que faciliten la instalación de tejados verdes, es decir, aquellas que sean planas. Cuanto menor sea la desviación estándar de la media de sus alturas (STD), más plana será la azotea (Hermosilla y Ruiz, 2009); por lo tanto, se seleccionan aquellos edificios con una STD < 5.

Tabla 2. Altura media de los edificios y desviación estándar de los barrios seleccionados Barrios

Desviación

Altura media (m)

Embajadores

4,05

15,87

Gaztambide

6,74

23,09

Goya

5,16

21,00

Ibiza

5,03

16,09

Opañel

3,70

12,46

Fig. 2. Barrios seleccionados en la fase 1 (izda.) y puntuación de cada barrio (dcha.)

Fig. 3. Edificios seleccionados en cada barrio estudiado Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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Arbolado urbano El arbolado urbano de las ciudades presenta enormes beneficios sociales y ambientales (Seoane y Evans, 2001), mejorando la calidad ambiental, reduciendo las temperaturas, disminuyendo la contaminación atmosférica y acústica y generando puntos de biodiversidad (Priego, 2002). También ayuda a mejorar la salud mental y física de los ciudadanos (Kuchelmeister, 2000). El objetivo es seleccionar el arbolado urbano localizado en las aceras y zonas peatonales que tenga una altura entre 4 y 50 m, los árboles que

mejor conectan con los edificios seleccionados y que van a ser puntos de conectividad en el barrio. Conectividad El análisis de la conectividad permite localizar las azoteas que necesariamente deben contener un punto verde para poder mantener la conectividad de todos los espacios ajardinados del barrio y facilitar así el flujo de especies vegetales y animales. Este análisis se centra en el estudio de la conectividad estructural (Taylor et al., 1993; Baudry y Merriam, 1998), empleando la herramienta GUIDOS

Tabla 3. Datos del análisis de MSPA en los barrios seleccionados Embajadores Core (nodo)

Gaztambide

Goya

Ibiza

Opañel

81,62 %

51,97 %

50,88 %

48,22 %

70,61 %

Islet (isla)

1,53 %

4,33 %

4,35 %

6,20 %

1,97 %

Perf (perforación)

2,58 %

0,89 %

0,85 %

1,38 %

3,20 %

Edge (borde)

9,89 %

24,71 %

25,19 %

25,20 %

17,50 %

Loop (lazo)

1,41 %

1,83 %

1,95 %

2,31 %

1,18 %

Bridge (puente)

0,85 %

8,76 %

8,70 %

8,51 %

1,84 %

Branch (rama)

2,11 %

7,51 %

8,08 %

8,19 %

3,71 %

de análisis de conectividad (Soille y Vogt, 2009). Para ello es necesario computar conjuntamente los edificios seleccionados en cada barrio con el arbolado urbano y las áreas verdes. En primer lugar, los datos introducidos son analizados y transformados según el MSPA (Morphological Spatial Pattern Analysis), que clasifica los elementos como nodos, islas, bordes, lazos, puentes, ramas y perforaciones (Correa y Mendoza, 2013) Los nodos representan las azoteas preseleccionadas para la ubicación de los tejados verdes. Embajadores, Gaztambide y Opañel presentan un porcentaje de nodos muy elevados, ya que cuentan con numerosas azoteas disponibles. Por otro lado, los lazos, puentes y ramas representan el arbolado urbano que actúa como punto de conexión entre azoteas y zonas ajardinadas. El porcentaje de islas representa aquellos elementos suficientemente aislados para mantener la conectividad, de forma que cuanto mayor sea el porcentaje, menor capacidad de conectividad presentará la zona.

Fig. 5. PC infinito de los edificios propuestos de cada barrio

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Fig. 4. Funcionamiento del MSPA

Una vez clasificados los elementos se calcula el índice PC (Probability of Conectivity) infinito, que evalúa la importancia de cada unión con su nodo para mantener la conectividad (Saura y Pascual-Horta, 2007). Cada azotea analizada cuenta con un valor de PC infinito que representa la mayor o menor necesidad de cada edificio de contar con un punto verde para mantener las áreas verdes del barrio conectadas. La mayoría de los edificios de Embajadores, Gaztambide, Opañel y Goya presentan una probabilidad de conectividad superior al 80 %, lo que

se traduce en una importante mejora de la conectividad si se instalasen en ellas este tipo de construcciones. El barrio que presenta peores resultados es Ibiza. El valor máximo alcanzado apenas llega al 15 %, de modo que la conectividad de estos edificios es bastante reducida. A pesar de ello los valores registrados de contaminación, tráfico y áreas verdes hacen necesaria la instalación de estos tejados para mejorar su calidad ambiental. SELECCIÓN DE LAS AZOTEAS ara la selección final de las azoteas se escogen los edificios que

P

presenten un mayor valor de PC infinito y cumplan con los criterios indicados en la fase 2. Se han seleccionado las azoteas con un valor de PC infinito superior al 90 % en los barrios de Embajadores, Gaztambide, Goya y Opañel, mientras que, en Ibiza, debido a los bajos valores registrados, se seleccionan azoteas con un PC infinito superior al 7 %. En los barrios de Embajadores, Gaztambide y Goya, gran parte de las azoteas analizadas cumplen las condiciones establecidas de conectividad, por lo que presenta unas condiciones muy buenas para la ubicación de tejados verdes. En Opañel solo 25 edificios superan el 90 % de posibilidad de conectividad, pero la mayoría presentan valores superiores al 70 %, por lo que la conectividad es buena. En el barrio de Ibiza se han seleccionado ocho azoteas de las 17 analizadas, con una conectividad muy reducida en comparación con las del resto de barrios; aun así, las condiciones ambientales del barrio se verán mejoradas con la instalación de tejados verdes.

Fig. 6. PC infinito de los edificios seleccionados de cada barrio Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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CONCLUSIONES l análisis de las diferentes variables seleccionadas en este estudio aporta una visión global de cuál es la situación ambiental de Madrid. Los barrios del centro de la ciudad son los que peores condiciones ambientales presentan: elevada contaminación y dificultad de dispersión de la misma como consecuencia del diseño urbanístico, escasas áreas verdes, tráfico muy intenso y elevada densidad de población. Con estos datos, se determina que los barrios más conflictivos desde el punto de vista ambiental son los ubicados en el centro de la ciudad: Embajadores, Gaztambide, Goya, Ibiza y Opañel, siendo estos los lugares

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idóneos para la ubicación de tejados verdes. El uso de la tecnología LIDAR junto con los datos del arbolado urbano facilitan la identificación de las azoteas disponibles en función de la altura y desviación estándar de los edificios. Los barrios de Embajadores y Opañel cuentan con numerosos edificios disponibles, al contrario que Gaztambide, Goya e Ibiza, de modo que en estos barrios los beneficios de los tejados verdes serán menos apreciables. El índice de PC infinito empleado permite seleccionar las azoteas óptimas para la instalación de estas estructuras, ayudando así a mejorar no solo la calidad del aire sino también la

conectividad de los espacios verdes de la ciudad, favoreciendo la dispersión de especies y el aumento de la biodiversidad. En general, todos los barrios a excepción de Ibiza presentan elevados valores de conectividad. A pesar de que en Ibiza la mejora de la conectividad no vaya a ser significativa, la calidad ambiental del barrio se verá mejorada con la instalación de tejados verdes. La metodología propuesta es sencilla y extrapolable a cualquier ciudad del mundo, con el que se pueden mejorar las condiciones ambientales existentes, así como la calidad de vida de sus habitantes mediante el uso de soluciones basadas en la naturaleza.

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COLABORACIÓN / TÉCNICA

La situación del sector forestal en Asturias y sus potencialidades José Javier Gorgoso Varela Investigador posdoctoral Torres Quevedo. Föra forest technologies SLL/USC-Campus de Lugo

El modelo productivo de la región de Asturias durante el último siglo y medio ha estado basado en gran medida en el aprovechamiento de la minería del carbón. Como consecuencia de esto la situación del sector forestal en su aspecto productivo está hecha a la medida de las demandas que durante décadas e incluso siglos requería el sistema productivo que predominaba en la región. En este trabajo se describe la situación de los principales sistemas forestales o agroforestales de la región y se establecen pautas para su gestión a fin de desarrollar un nuevo modelo productivo basado en el conocimiento que las ciencias agroforestales han aportado al sector. Se describe brevemente cuál es la situación actual y las potencialidades futuras de hayedos, castañares, pinares, bosques mixtos naturales, pastos y sistemas agroforestales, eucaliptales, cultivos energéticos y aprovechamientos no maderables del monte o producciones complementarias, indicando cuáles son los principales grupos de investigación que están trabajando en ellos. Palabras clave: sistemas forestales, ganadería, producciones complementarias, gestión ambiental.

INTRODUCCIÓN l aprovechamiento de la minería del carbón en Asturias relegó a un segundo plano durante décadas al aprovechamiento forestal, que aunque tenía potencial para generar productos propios de alta calidad, era considerado en muchos casos como un complemento de la minería, ya que el enfoque de la gestión forestal se encaminaba casi siempre a abastecer las necesidades de aquella. Actualmente, la capacidad productiva del sector está muy por debajo de sus posibilidades, y se les da una gran

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importancia a los beneficios inmateriales de los montes, como son: ser garantes de la biodiversidad de especies animales y vegetales, valor paisajístico, actuar como sumideros de carbono, regulación de los ciclos hidrológicos, uso recreativo, etc. También es muy importante el valor espiritual que se le da a la naturaleza, ya que tanto la basílica como el santuario de la Virgen de Covadonga, patrona de la región, se encuentran inmersos en pleno paisaje natural del Parque Nacional de los Picos de Europa. Todos estos usos y costumbres están muy arraigados, con 2019. N.o 75


Ismael Muñoz Hayedo

una menor atención por la función productora de los montes. A continuación se describe brevemente la situación actual y las potencialidades futuras de los hayedos, castañares, pinares, bosques mixtos naturales, pastos y sistemas agroforestales, eucaliptales, cultivos energéticos y aprovechamientos no maderables del monte o producciones complementarias. Otra formación forestal presente en la región son las masas de Quercus sp., que pueden incluirse dentro del bosque mixto natural. Las superficies están tomadas de Gobierno del Principado de Asturias (2011). HAYEDOS l haya (Fagus sylvatica) ocupa unas 65.000 ha, formando las masas forestales que alcanzan la mayor altitud en la cordillera cantábrica, ocupando el sur de la región prácticamente en su totalidad de este a oeste y abarcando importantes superficies dentro de los espacios naturales protegidos existentes en esta parte de Asturias. La función actual de estas masas es ecológica, social y paisajística, careciendo de aprovechamientos de tipo comercial. Estas masas constituyen un auténtico emblema para la sociedad asturiana en su conjunto y para los grupos conservacionistas en particular, que las quieren conservar en su estado actual

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a toda costa, en parte debido a la presencia de especies animales emblemáticas cuya conservación está en peligro como son el oso pardo (Ursus arctos) y el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus subsp. cantabricus). Por otra parte, no hay que olvidar la gran afición que hay en la zona al senderismo, que además recibe otros aficionados de diversas partes del mundo, que organizan salidas por rutas de montaña como la ruta de las Xanas, del Alba o del Cares, entre otras, que muchas veces discurren por hayedos. Muchas personas que hacen estas rutas valoran ver zonas naturales lo menos intervenidas posible, que en zonas de elevada altitud se combinan frecuentemente con espectaculares montañas o riscos, lo que les confiere una gran belleza natural. Los hayedos en su actual estado constituyen un gran aliciente para las personas aficionadas al turismo rural, muy promocionado en Asturias con actividades como por ejemplo la observación de osos en diversos puntos de la cordillera cantábrica. La gestión de estas masas debe ir encaminada hacia métodos basados en sistemas de cubierta forestal continua Continuous Cover Forestry, (CCF) o “cercanos a la naturaleza”, que tienen como objetivo respetar las características y procesos consustanciales a cada estación, y conducen a

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Masa joven de Pinus radiata en una ladera

mantener generalmente una estructura irregular. Hay que tener en cuenta que el tratamiento sería mediante cortas de entresaca árbol a árbol con auxilio de mulos para la extracción de la madera, para que los impactos de los mismos sean mínimos. Estos animales tienen limitaciones para su trabajo debidas a la pendiente, por lo que en las zonas más abruptas las masas se mantendrían en su estado actual, es decir, con conservación estricta. Estos sistemas de gestión permiten obtener productos maderables de todas las dimensiones hasta un diámetro máximo preestablecido, lo que permitiría abastecer diferentes tipos de industria. Sin embargo, dada la localización de los hayedos tal vez el destino ideal de estas cortas, que normalmente serían de escasa cuantía, sea el aprovechamiento para leñas vecinales, lo que contribuiría a mejorar las duras condiciones de vida de los escasos habitantes que quedan en las cotas más altas de la cordillera cantábrica.

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Ismael Muñoz Castañar

CASTAÑARES l castaño (Castanea sativa) ocupa unas 77.000 ha repartidas por toda la zona centro de la región. La práctica totalidad de estas masas son monte bajo, formado por cepas de las que brotaron varios árboles de pequeñas dimensiones y que posteriormente no fueron seleccionados, como consecuencia del aprovechamiento de esta madera de pequeñas dimensiones durante décadas para apeas de mina. Hoy en día las cortas de castaño solo suponen el 2 % del total de la región (SADEI,

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2017). Esto ha provocado que la calidad de los castañares para producción de fruto sea también deficiente, y ello a pesar de la tradición que hay en Asturias por el conocido como “amagüestu”, fiesta gastronómica del otoño en el que se asan castañas y frecuentemente se acompañan con sidra dulce. No obstante, el potencial productivo de estos castañares es enorme ya que su superficie es muy superior a la de Galicia, la región de España que más castaña produce (30-40 millones de euros anuales y un mercado tanto nacional como

internacional). Los tratamientos selvícolas en estas masas deben ir encaminados a la mejora de sus productos principales, tanto madera como frutos, para que sean de mejor calidad. Para ello se deben acometer procesos de conversión de las masas a monte alto mediante resalveo. Sin embargo, los resultados de esta selvicultura pueden tardar varios años e incluso décadas. Durante el periodo de tiempo que los castañares tardaran en convertirse en monte alto, una buena salida para los frutos de peor calidad que quedan en el monte y no se aprovechan sería la implantación de sistemas silvopastorales con cerdo de raza autóctona asturcelta, que viven en semilibertad y cuyo mercado está en auge tanto en Galicia como en Asturias. Con la realización de los resalveos se puede obtener desde un principio madera de pequeñas dimensiones que podría ser destinada a leñas vecinales, y con su aplicación en el tiempo, las dimensiones y la calidad de estos productos irían aumentando, con lo que tendrían un mayor valor añadido, que podrían tener otros destinos más comerciales. Actualmente se encuentran trabajando en los castañares de Asturias varios grupos de investigación de la Universidad de Oviedo (Gis-Forest), del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) y del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera (CETEMAS), en el marco de cuyos trabajos ya se ha leído alguna tesis doctoral y se han desarrollado y publicado en revistas científicas diversas herramientas de gestión. Los trabajos de estos grupos están encaminados principalmente hacia la mejora de los frutos en el caso del SERIDA y al desarrollo de herramientas silvícolas y técnicas de extracción de la madera en los otros dos casos. PINARES a superficie ocupada por pinares asciende a unas 45.000 ha, de las que unas 20.000 ha son de Pinus pinaster procedentes de regeneración natural y de plantación, aproximadamente otras 20.000 ha de Pinus radiata procedentes de plantación y unas 5.000 ha son plantaciones de Pinus sylvestris. Las masas de Pinus pinaster se sitúan preferentemente en la franja costera

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Interior de una masa de Pinus pinaster cerca de la costa occidental de Asturias

occidental, coincidiendo con el área de distribución natural de dicha especie en la región; las de Pinus radiata se reparten en pequeñas áreas por la franja costera oriental y en zonas de interior, y las de Pinus sylvestris se localizan en zonas altas del suroccidente asturiano. La superficie de pinares con aptitud para la producción de madera es muy reducida (inferior al 4 % de la superficie total de la región, que es de 10.604 km2), comparando con otras regiones de la España atlántica, como Galicia o el País Vasco, o con otros países que tienen zonas de clima atlántico apto para la producción forestal como Chile, Sudáfrica o Nueva Zelanda. La práctica y la investigación han estado casi siempre centradas en plantaciones de pino monoespecíficas, por lo que hay gran cantidad de conocimiento y de herramientas que podrían ser aplicadas a las masas de Asturias. El Plan Forestal de Asturias (Gobierno del Principado de Asturias, 2002) establecía como uno de sus objetivos el fomento de la producción forestal, proponiendo repoblaciones y ordenaciones de masas de coníferas (como Pinus radiata o Pinus pinaster), para lo que se marcó como objetivo prácticamente triplicar la superficie po-

blada con pino de Monterrey a lo largo de un horizonte temporal de sesenta años. Sin embargo, el volumen total de cortas de madera, y en particular en las masas de Pinus radiata, descendieron considerablemente entre los años 2007 y 2010 (SADEI, 2017) debido a la crisis económica, pero también a que en la región no se dispone de las herramientas necesarias para la gestión de estas masas. Hoy en día ese mercado ya ha recuperado los valores previos a la crisis, pero el volumen total de cortas de entre las tres especies de pino, que apenas supera los 250.000 m3/ año (23 % del total de cortas) (SADEI, 2017), sigue siendo muy escaso para una región con el potencial productivo que tiene Asturias. En cualquier caso, el Gobierno del Principado de Asturias, entre otros organismos, ya ha financiado proyectos de investigación enfocados a las masas de pinar de la región, para las que ya se han desarrollado algunas herramientas de gestión. Estos datos en cuanto a plantaciones y aprovechamiento de coníferas se deben sin duda a que en Asturias las plantaciones forestales generan una gran controversia entre la sociedad, sin discernir demasiado en si se trata

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Ganado equino pastando en cotas elevadas de la cordillera cantábrica

de especies autóctonas como Pinus pinaster o exóticas como Pinus radiata. Además, las plantaciones de especies del género Pinus no están muy bien consideradas desde el punto de vista estético, que es uno de los aspectos ambientales más valorados, a pesar de que la región tiene un gran potencial para aumentar sus plantaciones forestales con pino, sobre todo en su franja costera y en el suroccidente, que son las zonas más aptas para la producción forestal. En la franja costera las superficies de plantación podrían ser mayores, mientras que en las zonas de interior podrían ser de menor tamaño ocupando zonas de valle y de laderas bajas, que, combinadas con especies autóctonas y pastos, podrían formar un interesante mosaico, similar al de otras zonas montañosas limítrofes. No obstante, hay que reseñar que prácti-

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camente la única gestión forestal que se ajusta a esquemas silvícolas preestablecidos que se hace en Asturias hoy en día es en la superficie ocupada por estas masas de pinar, que como ya se ha señalado ocupan una escasa superficie del total de la región. Las plantaciones de crecimiento rápido, como estas especies de pino, tienen la capacidad de mejorar sustancialmente la economía de las comunidades en las que se asientan, por lo que su posible plantación en zonas del interior de Asturias supondría la dinamización del medio rural, al ser una fuente de riqueza y de generación de empleos. BOSQUE MIXTO NATURAL n Asturias hay una gran cantidad de formaciones forestales constituidas por mezclas de especies. Según el Gobierno del Principado de Asturias (2011) cabe distinguir bosque mixto (8.471 ha), mezclas de frondosas autóctonas (40.000 ha), especies de ribera (12.000 ha) y mezclas del género Quercus (80.000 ha). Estas formaciones se reparten por la práctica totalidad de la región y tienen una elevada naturalidad, prácticamente todas ellas sin unas mínimas intervenciones silvícolas. Su estado es similar al de los hayedos, con la diferencia de que se encuentran en zonas más bajas y por lo tanto más antropizadas. Se trata casi siempre de bosques con poco vigor, con árboles de pequeñas dimensiones, muchas veces con aspecto de matas y elevadas densidades. La gestión de estas masas, al igual que los hayedos, debe ir encaminada hacia el desarrollo de métodos de ges-

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tión basados en los sistemas de cubierta forestal continua (CCF), que tienen como objetivo respetar las características y procesos consustanciales a cada estación, y conducen a crear o mantener generalmente una estructura irregular. Las principales especies que dominan en estas masas son Quercus robur, Q. petraea, Q. pyrenaica, Castanea sativa, Betula pubescens, Acer pseudoplatanus, Tilia cordata, Tilia platyphyllos, Fagus sylvatica y Prunus avium. Entre las especies que conforman la vegetación de ribera destacan Alnus glutinosa, Fraxinus excelsior y Salix atrocinerea. Entre las especies no maderables cabe citar a Salix atrocinerea, Corylus avellana, Ilex aquifolum, Crataegus monogyna, Arbutus unedo, Laurus nobilis y Sorbus spp. (Díaz-González, 2014). El principal exponente de las masas de Quercus spp. es la Reserva Integral de Muniellos, considerada el robledal mejor conservado de Europa. Los sistemas de gestión CCF permiten obtener productos maderables de diferentes dimensiones. La Universidad de Oviedo y el CETEMAS pretenden desarrollar un proyecto de investigación para el aprovechamiento de roble autóctono para la fabricación de barricas para vino asturiano de Cangas, lo cual sería posible aplicando a las masas estos modelos de gestión. La localización de las masas mixtas está más próxima a los núcleos de población que los hayedos, lo que facilita el aprovechamiento de sus productos como leñas vecinales, y normalmente están más próximas a los alojamientos de turismo rural, que son bastante abundantes en la región, con un total

de 952.502 pernoctaciones en el año 2017 (INE, 2017). Otro uso tradicional de la madera de alguna de estas especies es, por ejemplo, la fabricación de madreñas. Actualmente, el departamento de innovación de la empresa Föra Forest Technologies SLL está desarrollando modelos de gestión CCF para los hayedos y para el bosque mixto asturiano. Por otra parte, el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT) de la Universidad de Oviedo está llevando a cabo junto con investigadores de Galicia un proyecto europeo LIFE sobre bosques de ribera en el noroeste de la península ibérica. PASTOS Y SISTEMAS AGROFORESTALES sturias tiene por sus condiciones climáticas y fisiográficas un marco perfecto para el desarrollo de pastos y de sistemas agroforestales. Las zonas más altas de la cordillera cantábrica están dominadas por pastos, brezales, bosques de haya y roquedos. En estas zonas la mejora de los pastos existentes es un filón para la economía que ya ha sido explotado desde tiempos ancestrales, con prácticas como un manejo adecuado de la ganadería. Gran parte del paisaje de los Picos de Europa ha sido moldeado por el hombre gracias a la creación y mejora de pastos. Sin embargo, en estas zonas los ganaderos tienen que convivir con el ataque a su ganado de la fauna salvaje, principalmente lobos. Medidas preventivas y de disuasión como el empleo de mastines o de alambradas

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Ismael Muñoz

Pastos y bosque con poco vigor y ahuecado

eléctricas no se han mostrado del todo eficaces según diversos trabajos de investigación, y los ganaderos muchas veces no se ven del todo recompensados con las ayudas que reciben en compensación a los daños que esta especie ocasiona sobre la ganadería. Hay pastos naturales en muchos puertos de montaña, pero también dispersos por otros lugares de menor altitud. En ambas zonas existe la posibilidad de combinar los pastos existentes con arbolado para desarrollar sistemas agroforestales, lo que podría suponer en algún caso la corta de árboles individuales o bien la plantación de otros en pastizales. La agroselvicultura es una práctica ancestral en todo el mundo que consiste en la combinación de un componente leñoso (árboles o arbustos) con cultivos o animales en la misma unidad de gestión de tierra, estableciéndose entre los componentes interacciones tanto ecológicas como

económicas (Nair, 1989; MosqueraLosada et al., 2007), y donde en España y Portugal tenemos ejemplos de su uso secular como las dehesas y los montados; estos últimos son paisajes creados por el hombre característicos del Alentejo y en los que el componente arbóreo principal es el alcornoque (Quercus suber). Existen diversos tipos de sistemas agroforestales donde los árboles pueden aparecer aislados, formando grupos, en forma de cerca o en mosaico (Mosquera-Losada et al., 2005). Estos sistemas pueden ser adecuados en muchas zonas en las que se combinan pastos naturales con bosques con poco vigor o bosques con huecos, siendo una buena opción para incrementar la productividad de estas áreas, obteniendo a la vez beneficios ecológicos y sociales (Rigueiro-Rodríguez et al., 2007). En Suramérica estos sistemas son conocidos como sistemas silvo-

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pastoriles, y muchas veces el componente arbóreo está sin podar, al igual que la mayor parte de las masas naturales de Asturias que tienen potencial para su instalación. Las razas ganaderas autóctonas de Asturias que tendrían mayor capacidad de adaptación a las condiciones de la región son la vaca asturiana de los valles y asturiana de las montañas, la cabra bermeya, la oveja xalda, el cerdo asturcelta o gochu, el caballo asturcón y la gallina o pita pinta. Actualmente las explotaciones con gochu tienen gran potencial en los castañares que proceden de rebrote de cepa, así como en robledales con árboles de escaso desarrollo. Hoy en día existe en la Universidad de Santiago de Compostela un grupo de investigación puntero a nivel europeo en el estudio e implantación de sistemas agroforestales. En el SERIDA también hay diversos investigadores trabajando en estos sistemas.

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cia, y su repercusión y presencia en los medios de comunicación asturianos es bastante limitada. El eucalipto es una especie controvertida en mayor o menor medida en todas las regiones en las que está introducido, ya que su presencia se debe a motivos puramente comerciales al tener una rentabilidad superior a otras especies forestales. Estas plantaciones de crecimiento rápido se justifican en

estas regiones, que tienen estaciones potenciales para albergarlas, porque son capaces de suplir las grandes cantidades de madera que las sociedades demandan a escala global, ocupando un porcentaje de superficie muy pequeña del total de la forestal mundial, y contribuyendo a reducir la presión maderera sobre los bosques autóctonos. Toda la cornisa cantábrica española puede albergar eucaliptales, y en regio-

Ismael Muñoz

EUCALIPTO n Asturias la superficie ocupada por eucalipto es de unas 65.000 ha, lo que supone aproximadamente un 6 % de la superficie total de la región. La especie principal es Eucalyptus globulus, cuyas masas se extienden por toda la franja costera de la región. Sin embargo, las plantaciones de esta especie generan gran controversia en la sociedad asturiana, que en su mayoría está en contra de ellas por sus efectos adversos sobre la biodiversidad y el paisaje. El modelo forestal de A Mariña lucense, con una masa forestal de eucalipto continua de unas 70.000 ha (los montes más productivos de Europa) no es considerado por mucha gente adecuado para la franja costera asturiana. Sin embargo, considerando esta zona como la más apta para la producción forestal, podrían intercalarse plantaciones de esta especie con otras de pino (Pinus pinaster o P. radiata) en superficies amplias, ya que los pinos tienen algunas ventajas, como que son considerados especies generadoras de suelo (a diferencia de los eucaliptos), albergan una mayor biodiversidad y son más interesantes desde el punto de vista estético. Se contribuiría a mitigar los efectos adversos de las grandes plantaciones monoespecíficas. Tal vez este es uno de los grandes dilemas que debe afrontar la sociedad asturiana en la búsqueda de la consolidación de su sector forestal. El cultivo del eucalipto en Asturias es tan controvertido que supone un freno para el desarrollo del resto del sector; incluso a los profesionales forestales se los considera como únicos responsables de la expansión de esta especie, cuando el posible establecimiento de una masa forestal continua de especies de crecimiento rápido en la franja costera debe ser una decisión muy pensada y dialogada por los diferentes actores que pudieran tomar esta decisión. A pesar de todo esto, la mayor proporción de madera que se corta en Asturias es de eucalipto, unos 813.000 m3/año, que representan casi el 75 % del total de madera cortada en la región (SADEI, 2017), y cuyo destino principal es la fábrica de celulosa que la empresa ENCE tiene en Navia. El escaso interés por la especie en la región se refleja en datos como que el 70 % del negocio de esta planta está en Gali-

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nes como Galicia está ya muy presente (sobre todo Eucalyptus globulus y E. nitens), ocupando cerca del 14,5 % de la región (MMAMRM, 2011). Si se gestiona de forma adecuada es una de las escasas alternativas de futuro para frenar el despoblamiento del medio rural y vertebrar económicamente el interior de la región, que tradicionalmente ha contado con un entorno rural muy rico y dinámico. La economía del interior de Galicia se basa principalmente en la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento forestal de sus montes, todos ellos sectores generadores de productos diversos y de calidad, que se sirven de su gran productividad potencial debido a las condiciones de clima y suelo, y que han sido piedra angular en el sustento de la región. Los eucaliptales asturianos están actualmente bastante abandonados. Casi nunca se realizan tratamientos silvícolas, como la selección de brotes después de las cortas, lo que hace que los árboles sean de pequeñas dimensiones debido a las elevadas densidades de las masas. Se mantiene el modelo de gestión que se hacía cuando el destino de la madera era para apeas de mina, lo que provoca que su rentabilidad sea muy inferior a la que potencialmente podrían proporcionar. Eucalyptus nitens está prohibido en la región, lo que bajo mi punto de vista es una decisión acertada por la fruga-

lidad de la especie y su resistencia a las heladas, lo que podría provocar que colonizara hábitats poblados por especies autóctonas hasta cotas de incluso 900 m de altitud. Esta especie será próximamente regularizada en Galicia, prohibiéndose en amplias zonas del sur de la región (sur de la provincia de Lugo y toda la provincia de Orense) que actualmente están libres de eucalipto. Un mayor interés por esta especie y por otras de crecimiento rápido como Pinus radiata y P. pinaster supondrían un gran impacto económico para el sector forestal en Asturias. En Galicia estas especies son capaces de generar de 1.744 millones de € anuales (aproximadamente un 3,5 % del P. I. B. de la región) a través de 3.000 empresas, con un valor de las exportaciones de 749,4 millones de € anuales y la generación de 20.000 puestos de trabajo directos y 50.000 indirectos, representando el 30 % de las industrias en 52 ayuntamientos de entornos rurales (Confemadera, 2014). No obstante, hay que resaltar que únicamente la franja costera asturiana y algunos valles del interior tienen la capacidad productiva que posee la mayor parte del territorio gallego. Galicia y el centro y norte de Portugal son los principales productores y exportadores de productos derivados de eucalipto dentro de Europa. Esto hace que haya una larga tradición

en su cultivo y un amplio conocimiento de las técnicas y herramientas de gestión de estas masas, que podrían ser aplicables en Asturias, donde también se ha hecho ya alguna tesis sobre biomasa en el marco de los trabajos del CETEMAS. En la tabla 1 se muestra la evolución del volumen de las cortas de madera (m3) en Asturias según la pertenencia del monte y las especies entre el período 2015-2017 (SADEI, 2017). CULTIVOS ENERGÉTICOS os cultivos energéticos generan controversia incluso en sociedades de tradición tan agraria como la gallega. En el año 2012 el Sindicato de Labradores de Galicia exigió la retirada del borrador de los cultivos energéticos forestales que suponía el desarrollo del Decreto 149/2008, de 26 de junio, aduciendo que ahondaría en el modelo de agricultura industrial, entendida como la suma de monocultivos, biotecnología, agrotóxicos y capital financiero. Según este sindicato el uso de estos cultivos en Galicia no iba a contribuir a solucionar la crisis agrícola ni climática. Es cierto, presentan todos los inconvenientes de cualquier cultivo intensivo, a lo que habría que añadir el gran impacto visual que ocasionan, al provocar formas rectilíneas sobre todo en zonas de ladera. Sin embargo, en

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Tabla 1. Cortas de madera en Asturias en el período 2015-2017 2015

2016

m3 Públicos Pertenencia

%

m3

%

89.485

8,07

109.804

9,01

44.759

4,07

De particulares

1.019.389

91,93

1.109.382

90,99

1.055.036

95,93

Total

1.108.874

Eucalyptus globulus

Especie

%

2017

m3

837.351

1.219.186 75,51

852.973

1.099.795 69,96

813.855

74,00

Pinus pinaster

81.321

7,33

110.808

9,09

82.817

7,53

Pinus radiata

141.445

12,75

203.470

16,69

163.120

14,83

Pinus sylvestris

3.139

0,28

89

0,01

8.214

0,75

Castanea sativa

25.249

2,28

30.987

2,54

23.045

2,09

Fagus sylvatica

0

0

0

0

0

0

Quercus spp.

5.097

0,46

4.452

0,36

4.203

0,38

Betula pubescens

2.169

0,19

1.687

0,14

1.251

0,11

Alnus glutinosa

0

0

0

0

264

0,02

Populus spp.

0

0

0

0

843

0,08

2.183

0,20

Otras

13.103

Total

1.108.874

1,18

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

14.720 1.219.186

1,21

1.099.795

@RevForesta

73


PRODUCTOS NO MADERABLES DEL BOSQUE O PRODUCCIONES COMPLEMENTARIAS a producción principal de los montes de la cornisa cantábrica suele ser la madera por las buenas condiciones climáticas que se dan para ello. Sin embargo, en cotas elevadas de la cordillera cantábrica las productividades potenciales de madera son inferiores, y es ahí donde adquieren mayor relevancia económica los productos no maderables del monte conocidos también como producciones complementarias. Además de la castaña, los pastos y sistemas agroforestales, los bosques proporcionan otros productos materiales como: setas, frutos de árboles, pequeños frutos, plantas medicinales y aromáticas, caza, pesca, miel, energía, etc. El aprovechamiento micológico en Asturias no tiene la importancia ni tradición de otras regiones de España como Cataluña o zonas de Castilla y León. Sin embargo, la gran variedad de bosques de Asturias confiere a la

L

74

@RevForesta

Ismael Muñoz

Asturias existe una cierta superficie de territorio que corresponde a antiguas escombreras mineras que fueron restauradas, y que se pueden calificar como terrenos ociosos de la minería, ya que a pesar de estar ocupados en su capa más superficial por pastos estos no son aptos para la producción ganadera. Existen en diversas partes del mundo terrenos similares en los que se ha conseguido generar una producción gracias al uso de cultivos energéticos, plantaciones de crecimiento rápido cuyo fin es producir la mayor cantidad posible de biomasa mediante rotaciones cortas y densidades altas para la generación de energía. El grupo de investigación de la Universidad de Oviedo (Gis-Forest) ha instalado entre los años 2008 y 2010 tres plantaciones en escombreras de los concejos de Langreo y Mieres, en el marco de un proyecto financiado por la empresa Hunosa para evaluar la potencialidad de varios clones de los géneros Betula, Populus y Salix para la producción de biomasa con fines energéticos. Esta línea de trabajo resulta interesante, pero hay que tener en cuenta que la superficie de actuación es pequeña, y por lo tanto, su impacto sobre la economía de la región sería bajo.

Prados de montaña

región un importante potencial para el aprovechamiento de setas. Entre los frutos de árboles, aparte de la castaña, son importantes las nueces. Las plantaciones con nogales tienen capacidad para producir tanto madera como fruto. Sin embargo, actualmente son escasas las plantaciones con esta especie en la región. Entre los pequeños frutos destacan el arándano, del que hay en la región cultivos para su comercialización y también abunda en estado natural. La caza es otra actividad importante de la región, y a pesar de que Asturias tiene una proporción importante de población urbana y de que existen prejuicios sobre los cazadores, como que son responsables de muertes de osos pardos, la gran riqueza de hábitats de la región hace que sea todo un paraíso para las especies cinegéticas. Abundan sobre todo las de caza mayor: corzos, rebecos o jabalís, cuya población ha crecido al igual que en el resto de Europa de forma desmesurada en los últimos años, viéndose incluso manadas campar a sus anchas por barrios periféricos de la ciudad de Oviedo. La caza menor ha ido mermando debido al aumento de la superficie forestal arbolada en detrimento de la agricultura. La pesca fluvial tiene mucha tradición en Asturias, existiendo multitud de cotos y siendo la zona salmonera más importante de España. En cuanto a la miel, en Asturias se puede producir de castaño, eucalipto, brezo y multiflora. Se trata de un producto de calidad con un mercado garantizado tanto nacional como internacional debido a la disminución de las poblaciones de abejas en el mundo. El concejo que más produce y comercializa es Boal, situado en la zona de transición entre

la costa y la montaña en el occidente de la región. La producción de miel en zonas de montaña con presencia de oso puede verse comprometida por la predilección de esta especie por este alimento, pudiendo ocasionar importantes daños a los colmenares si no se protegen adecuadamente. La energía es otro bien que se puede obtener de los montes. Como ejemplos tenemos la energía eólica o la elaboración de pellets de biomasa a partir de restos de cortas. Existen algunos parques eólicos en la región en zonas próximas a la costa del occidente, pero en general son de pequeño tamaño, ya que las características fisiográficas de la región, con un terreno fuertemente escarpado no son las más adecuadas para la instalación de estas grandes superficies. Además, los impactos que ocasionan, sobre todo paisajísticos y sobre las aves y murciélagos, restringen bastante los posibles lugares para su ubicación. La biomasa como fuente de energía tiene potencial en la región en la medida en que se consolide su modelo forestal productivo y se aumenten las cortas de madera. Primero habría que consolidar una selvicultura adecuada sobre todos los sistemas forestales y crear una mayor conciencia sobre la importancia de las plantaciones forestales, que son las que pueden proporcionar una mayor cantidad de restos de corta. Es difícil hacer una valoración objetiva de los ingresos por todos estos conceptos, pero en regiones con un marcado carácter para la producción de madera los ingresos por los productos no maderables incluso podrían alcanzar a la valoración de la madera. En la tabla 2 se muestran la evolución del número de incendios forestales 2019. N.o 75


Tabla 2. Número de incendios forestales y superficie afectada entre los años 2015 y 2017 Superficie quemada (ha) Año

Número de incendios

2015

1.552

2016

640

2017

1.749

Vegetación leñosa Total

Arbolada

No Arbolada

21.824,7

5.967,2

15.758,3

Vegetación herbácea 99,2

1.683,7

316,2

1.360,6

7,0

28.181,7

4.630,2

23.388,9

162,6

Fuente: Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA)

y la superficie afectada en Asturias entre 2015 y 2017 (SADEI, 2017). La forma de vida ligada a la actividad minera desarrolló durante décadas una cultura basada en la actividad industrial y un abandono del medio rural, que en Asturias es mayoritariamente forestal y no agrícola. La pérdida de actividad derivada del cierre de las explotaciones mineras exige

cambiar el modelo productivo de la región, incrementando las producciones derivadas del medio natural y la generación de nuevos empleos. A ello pretendió ayudar la creación en 2002 de la Escuela Politécnica de Mieres, donde se imparten, entre otros, los estudios de Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Asturias tiene un gran potencial agroforestal, pero para con-

solidar un modelo productivo basado en ello se requiere un ligero cambio de mentalidad por parte de la sociedad asturiana; pero ¿está dispuesta a ello? Nuestra experiencia nos dice que los usos y costumbres que se han dado al medio natural están muy arraigados y que los cambios, si se producen, serán muy paulatinos y con la conciencia de que se toman las mejores decisiones.

AGRADECIMIENTOS ste trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad bajo un contrato Torres Quevedo (PTQ-16-08445).

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REFERENCIAS Confemadera. 2014. Informe de resultados de Confemadera Hábitat Galicia. Federación Gallega de Empresas de la Madera. Díaz-González TE. 2014. El paisaje vegetal de Asturias en el contexto bioclimático y biogeográfico de la península ibérica. Real Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo. Gobierno del Principado de Asturias. 2002. Plan Forestal de Asturias. Consejería de Medio Rural y Pesca, Oviedo. Gobierno del Principado de Asturias. 2011. El monte en Asturias. Consejería de Medio Rural y Pesca, Oviedo. INE. 2017. Datos estadísticos de turismo rural del INE. Instituto Nacional de Estadística. Madrid. MMAMRM. 2011. Cuarto inventario forestal nacional. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Madrid. Mosquera-Losada MR, McAdam J, Romero R et al. 2009. Definitions and components of agroforestry practices in Europe. En: Rigueiro-Rodríguez A, McAdam J, Mosquera-Losada MR (Eds.). Agroforestry in Europe. Current Status and Future Prospects. Springer, Dordrecht. Pp. 3-20. Mosquera-Losada MR, Pinto-Tobalina M, Rigueiro-Rodríguez A. 2005. The herbaceous component in temperate silvopastoral systems. En: Mosquera-Losada MR, McAdam J, Rigueiro-Rodríguez A. (Eds.) Silvopastoralism and land sustainable management. CAB International, Wallingford. Pp. 93-101. Nair KPR. 1989. Agroforestry systems inventory project. In: Nair PKR (Ed.). Agroforestry systems in the Tropics. Kluwer Academic Publishers, Dordrecht. Pp. 21-28. Rigueiro-Rodríguez A, Fernández-Núñez E, González-Hernández P et al. 2009. Agroforestry systems in Europe: productive, ecological and social perspectives. En: Rigueiro-Rodríguez A, McAdam J, Mosquera-Losada MR. (Eds.). Agroforestry in Europe. Current Status and Future Prospects. Springer, Dordrecht. Pp. 43-66. SADEI. 2016. Anuario Estadístico de Asturias. Instituto Asturiano de Estadística, Gobierno del Principado de Asturias, Oviedo.

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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COLABORACIÓN / TÉCNICA

El Parque Nacional de Talassemtane: valor ecológico y conservación José Gabriel González Vázquez Ingeniero Técnico Forestal. Profesor del Centro de Formación del Medio Rural. Navalmoral de la Mata (Cáceres). Junta de Extremadura.

Unos de los espacios protegidos de Marruecos es el Parque Nacional de Talassemtane, en el norte del país, en pleno centro de la cordillera del Rif. Este parque tiene un valor forestal indiscutible por la presencia de especies arbóreas en peligro de desaparición o en regresión; algunas de ellas ocupan las posiciones geográficas más meridionales que se conocen. Palabras clave: Talassemtane; Rif; vegetación; gestión; conservación.

INTRODUCCIÓN l Parque Nacional de Talassemtane está ubicado en la cordillera occidental del Rif, en el norte de Marruecos, entre las provincias de Tetuán y Chaouen. Tiene una superficie de 58.950 ha y abarca los municipios de Chefchaouen, Bab Taza, Tissouka, Oulaf y Talembote. Forma parte de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, creada entre la Junta de Andalucía y el reino de Marruecos e incluida en la lista mundial de reservas de la Biosfera de la UNESCO. Talassemtane tiene un gran valor ecológico debido a las especies, sobre todo vegetales, que allí habitan. Estos territorios pertenecieron al antiguo protectorado español hasta el año 1956, cuando España se los entregó a Marruecos. Durante todo el tiempo que duró el protectorado español estos montes disfrutaron de un reconocido valor forestal por parte de

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@RevForesta

los servicios forestales. Desde el inicio el Servicio de Montes se preocupó del uso y aprovechamiento ordenado de las masas arbóreas, con toda la complejidad que eso suponía en un territorio inhóspito como era Talassemtane a principios y mediados del siglo XX. HISTORIA DE LA CONSERVACIÓN EN TALASSEMTANE l desarrollo de la conservación de la naturaleza en todo el norte de África ha venido influenciado por el desarrollo de esta actividad en Europa. En el caso de Marruecos la influencia de España ha sido meritoria, sobre todo en el norte, que formo parte del protectorado español desde 1912 hasta 1956. La labor de los servicios forestales españoles durante todo el periodo que duro el protectorado merece especial mención (Garrido, 2011). Las primeras ordenanzas, elaboradas por el ingeniero de montes Arias Chacel

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2019. N.o 75


J. Ruiz de la Torre, 1952-1953

Pastizales en Talassemtane a 1.300 m de altitud, mantenidos por cabras y ovejas

Basuras en el oued Laud. La gestión de los residuos es una tarea pendiente en Marruecos

en 1918, dedicaron especial interés al control de las roturaciones, las cortas abusivas y la eliminación de los incendios como métodos tradicionales de control de las cubiertas vegetales. En la década de 1940 hubo un importante esfuerzo por revalorizar forestalmente todo el norte de Marruecos, afectando de lleno, y por primera vez, a los montes de Talassemtane. Fruto de esta revalorización es la construcción de varias casas forestales repartidas por toda la colonia española (en 1946 había un total de 43 casas fo-

restales) así como el aumento de la guardería forestal, que llegó a tener más de 200 agentes repartidos por todo el protectorado. En el caso de Talassemtane llegó a tener su propia casa forestal y varios guardas que dependían de un guarda mayor que residía en Chauen. Al mismo tiempo se iban consolidando otras iniciativas forestales en la zona, como la creación de pistas, tratamientos selvícolas en las masas, viveros, repoblaciones, aserraderos y sobre todo una serie de disposiciones forestales que per-

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Casa Forestal en Talassemtane

mitían el aprovechamiento ordenado de los recursos. Sin duda se estaban poniendo los cimientos para la salvaguarda de los valores medioambientales de la zona. Tuvo que ser una labor dura la de todas esas personas que se enfrentaron a un territorio tan falto de medios como de conciencia forestal. En la última década del protectorado español, RENFE llevó a cabo importantes aprovechamientos madereros en estos montes. Su intención inicial fue la corta de una im-

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Macaco de Berbería (Macaca sylvanus)

Juan Luis Mellado Cañellas

Discoglossus scovazzi es un anfibio endémico de Marruecos, común en zonas húmedas del Parque

Puente de Dios

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portante masa de roble, quejigo y pinsapo para traviesas en los montes de Talassemtane y sus alrededores, pero esos aprovechamientos fueron a veces frenados por los ingenieros de montes del Servicio, en especial por Sánchez Cozar y posteriormente por José María Barnola, que veían las solicitudes de corta de RENFE por encima de las posibilidades de algunos montes. Además, existía la intención de crear a mediados de la década de 1940 una zona protegida cercana a Talassemtane, en Talarruak, el Parque Jalifiano (Garrido, 2011), que nunca llego a crearse, pero demuestra la preocupación conservacionista de los servicios forestales. Aun así, estos montes abastecieron de traviesas no solo a las líneas ferroviarias que se construyeron en Marruecos, sino a otros muchos puntos de la península ibérica. Al finalizar la etapa colonial española, y tras la retirada de los recursos dedicados la gestión forestal y medioambiental, parece que Talassemtane, como el resto de los montes del Rif, volvió a una etapa de explotación descontrolada por la población, sin ningún control de un Estado recién creado. No es hasta el año 1972 cuando el gobierno marroquí crea la Reserva Botánica en Talassemtane para proteger principal2019. N.o 75


Regeneración natural de pinsapos en Talassemtane, necesaria para el mantenimiento de la masa

mente el pinsapar, que estaba siendo esquilmado. En octubre del 2004 fue declarado Parque Nacional por las autoridades marroquíes, con el apoyo del programa MEDA de la Unión Europea. El parque incluyó un SIBE (sitio de interés biológico y ecológico) con una importante masa de bosque de pinsapo (Abies pinsapo var. marocana). Dos años después, en octubre de 2006, Talassemtane fue incluido en la Reserva de Biosfera Intercontinental del Mediterráneo de la UNESCO. Este espacio forma parte de la Red Esmeralda, una red de interés especial para la conservación y protección de lugares de gran valor ecológico en la que las especies endémicas se ven amenazadas, lo que demuestra que es uno de los espacios protegidos más importantes de Marruecos, pero también de los más frágiles. EL BOSQUE EN TALASSEMTANE l Parque contiene 747 especies vegetales diferentes, de las cuales 47 son endémicas de Marruecos, 27 son endemismos iberoafricanos y nueve son endemismos argelino-marroquíes. El bosque es la formación más característica en Talassemtane, y también la más frágil. Las precipitaciones, que oscilan entre 700 y 800 mm en las Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Marina Bueno Mellado

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@RevForesta

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Río Kelaa antes de la presa de Akchour

Ejemplares de pinsapo en Bab Taza

partes bajas y superan los 1.200 mm en las zonas altas y umbrosas, han permitido una gran diversidad de especies arbóreas y arbustivas en estos montes. En las partes menos húmedas y bajas crecen quejigos (Quercus faginea), quejigos andaluces (Q. canariensis), encinas (Q. ilex subsp. ballota) y alcornoques (Q. suber). En las partes más altas y húmedas aparecen pinsapos (Abies pinsapo var. marocana), cedros (Cedrus atlantica), arces (Acer granatense), serbales (Sorbus aria),

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acebos (Ilex aquifolium), espinos albares (Crataegus laciniata y C. monogyna), algunos loros (Prunus lusitanica), el bonetero moruno (Euonymus latifolius var. kabylicus), y cada vez más escasos tejos (Taxus baccata). También aparecen rodales de pino negro (Pinus pinaster) y pino salgareño moruno (Pinus nigra subsp. mauretanica). Otras especies arbóreas dentro del parque son algarrobo (Ceratonia siliqua), acebuche (Olea europaea), laurel (Laurus nobilis y L. azorica),

enebro común (Juniperus communis) y de la miera (J. oxycedrus), sabina albar (J. thurifera) y negral (J. phoenicea), tuya de Berberia (Tetraclinis articulata), salguera (Salix atrocinerea) y aliso (Alnus glutinosa). En cuanto a los matorrales, dominan varias especies de cistáceas, brezos, principalmente el blanco (Erica arborea), madroños (Arbutus unedo), madreselvas (Lonicera arborea var. kabylica), agracejo (Berberis vulgaris), aladierno (Rhamnus alaternus), durillo (Viburnum tinus), adelfilla (Daphne laureola), labiérnago (Phillyrea latifolia), palmito (Chamaerops humilis), boj balear (Buxus balearica) y lentisco (Pistacia lentiscus) entre otras especies. La evolución de Talassemtane y de todo el macizo rifeño ha sido una pérdida de superficie arbolada en favor de los pastos y matorrales, causada sobre todo por los incendios y el aprovechamiento descontrolado de la madera. Desde las abusivas cortas que RENFE efectuó durante la época del protectorado español hasta las roturaciones del monte para los cultivos 2019. N.o 75


Juan Luis Mellado Cañellas

de Cannabis, que en la actualidad se siguen haciendo, numerosas actuaciones han perjudicado a los espacios boscosos de estos montes. Además del impacto humano hay que sumar la influencia del cambio climático en la zona, aumentando el grado de aridez y desecación por la reducción de las precipitaciones, lo que da lugar a un escenario de reducción de las posibilidades de regeneración de algunas especies como los abedules (Betula pendula), que prácticamente han desparecido del parque nacional y otros montes cercanos. Si los bosques son las formaciones vegetales de más relevancia, el agua es el elemento más importante en el parque, que sin embargo arrastra una sequía prolongada en el tiempo, con falta de lluvia y de nieve en sus cumbres. Sus aguas son principalmente las de tres ríos. El más importante es el oued Laou, que atraviesa el parque hacia el noreste entre desfiladeros de paredes verticales. El oued Farda es más pequeño, pero quizá más conocido por albergar parajes como la cueva de Aïn Danou y

Longevos ejemplares de pinsapo en Bab Taza

el puente de Dios, cerca de Ouslaf. El último es el oued El Kelaa, cerca de Farada, con impresionantes cascadas, una vegetación diversa y varias construcciones hidráulicas como acequias, ruedas y molinos. EL CASO DEL PINSAPO l pinsapo marroquí tiene una taxonomía discutida. Forma parte del grupo de Abies circunmediterráneos, distribuidos por España, Marruecos, Argelia, Turquía, Grecia e Italia. Se lle-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

garon a describir hasta tres especies distintas en la parte occidental del mediterráneo: Abies pinsapo, para el sur de España, y A. marocana y A. tazaotana para el norte de Marruecos. Diversos autores consideraron estos táxones también como subespecies y variedades. El taxon A. tazaotana se debe al ingeniero de montes Sánchez Cózar (1948), que en unas excursiones forestales por los montes de la zona de Yebel Tazaot apreció una diferencia con los pinsapos hasta la fecha des-

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José Gabriel González Vázquez

critos, pero en la actualidad carece de valor, siendo indiferenciables de otras formas marroquíes. Amaral (1986) indicó que el abeto marroquí, en opinión de la mayoría de autores, no podía ser separado a nivel específico de A. pinsapo. Tampoco las diferencias parecen justificar la separación como subespecie. En la actualidad el criterio más ampliamente aceptado es considerar los ejemplares marroquíes como una variedad, A. pinsapo Boiss. var. marocana (Trab.) Ceballos & Martín Bolaños, aunque los organismos oficiales de Marruecos los consideran a menudo como una especie, A. marocana. En 1948, los datos oficiales sobre la superficie de pinsapar eran de 8.200 ha; en 1958, la superficie desciende a 6.600 ha (Metro, 1958). Entre 1958 y 1988 se perdió la mitad de la superficie de pinsapar de la zona. Aunque no hay datos precisos sobre la evolución de la superficie en los últimos 20 años, es muy posible que se haya frenado la deforestación. De las 20.400 ha de distribución potencial dadas por Emberger (1939) para todo Marruecos, 19.600 ha estarían en los dominios del Rif húmedo; actualmente quedan en todo el macizo menos de 3.000 ha según el inventario forestal nacional. El caso del cedro (Cedrus atlántica) es parecido, aunque los datos de evolución de la superficie son más difíciles de analizar puesto que se mezclan datos de superficie del gran Atlas y medio Atlas. Considerando el valor de su madera y su demanda en el mercado es posible que en algunos enclaves haya sido más drástica su desaparición. Ambas especies, el pinsapo y el cedro, son finícolas en estas áreas de distribución, siendo su futuro poco halagüeño; en los próximos 50 años estas especies sufrirán una importante reducción o incluso desaparecerán.

Cascada de Oued Laou sobre el río Kelaa

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LA FAUNA EN TALASSEMTANE i la vegetación del Parque es rica y diversa, la fauna no lo es menos. Quizás la especie más singular, sobre todo como imagen y reclamo del parque nacional, es el macaco de Berbería (Macaca sylvanus). Esta especie pasó de estar catalogada como

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2019. N.o 75


Marina Bueno Mellado Juan Luis Mellado Cañellas Cartel de entrada al parque nacional de Talassemtane

Mapa del área marroquí de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo

“vulnerable” a “en peligro” en la lista roja de la IUCN de 2008. Las principales causas de su desaparición son la destrucción de su hábitat y el tráfico ilegal para mascotas; se calcula que en Marruecos anualmente entre 300 y 400 crías son sustraídas del medio natural con este objetivo. Esta cifra es insostenible, teniendo en cuenta que sus poblaciones ya se encuentran muy fragmentadas; según los últimos datos publicados, quedan menos de 4.000 ejemplares en estado salvaje en Marruecos y menos de 1.500 en Argelia. La población de Talassemtane, a falta de datos fiables, podría no llegar a los 300 ejemplares. Además de los macacos, jabalíes, mangostas, zorros, chacales, ginetas, meloncillos y nutrias encuentran aquí un hábitat adecuado. Liebres y conejos montean mezclados con bandos de perdices morunas. Más de 100 especies de aves utilizan el espacio de Talassemtane, destacando entre las rapaces el ratonero moro (Buteo rufinus) y el águila rapaz (Aquila ra-

Tallín de verduras frente al río Kelaa

pax). La comunidad de anfibios está representada por 12 especies, y la de reptiles, por más de 20. IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN DEL PARQUE l grado de biodiversidad en Talassemtane es muy alto; la diversidad de especies, en especial vegetales, y la aparición de endemismos, demuestran la importancia que tienen estos montes, y en conjunto prácticamente toda la cadena montañosa del Rif. Esta vegetación presenta una continuidad con la península ibérica, con escenarios muy parecidos a los de la cordillera bética y otros macizos peninsulares. Talassemtane tiene dificultades para poder preservarse en unas condiciones medianamente óptimas. Amenazas como la continua roturación del monte para cultivo de Cannabis, los incendios, la poca gestión de los residuos y una escasa conciencia ambiental hacen que el futuro sea un tanto incierto.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Quizás para los que hemos vivido una parte de nuestras vidas en estas tierras rifeñas sea más fácil encontrar similitudes entre los alrededores de Chauen y los montes hurdanos en Cáceres, o entre los pinsapares de Bab Taza y los de las sierras de las Nieves en Málaga. Quizás por eso sentimos cercano el Rif.

REFERENCIAS Amaral J. 1986. Abies Miller. En: Castroviejo S et al. (Eds.) Flora iberica 1: 165-167. CSIC, Madrid. Emberger L. 1939. Aperçu général sur la végétation du Maroc. Commentaire de la carte phytogéographique du Maroc 1:1 500 000. Veröft. Geobot. Ist. Rübel. Zürich 14: 40-157. Garrido A. 2011. La intervención forestal en el protectorado de España en Marruecos (1912-1956). Tesis doctoral. Universidad de Jaén. Metro A. 1958. Fôrets. Carte fôrestiere. En: Atlas du Maroc. sect. VI. Biogéogr. planche 19a et notice. Rabat. Sánchez Cózar S. 1948. El abies de Tazaot. Montes 2: 207-219

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COLABORACIÓN / TÉCNICA

Medio siglo en la historia de una finca en el oeste semiárido de CastillaLa Mancha: hacia una ganadería ecológica, rentable y sostenible Ana María Martínez Barrio1, Ashok Thapar2, Ángel Nieto Montejo1 1 Ingenieros técnicos forestales 2 Economista

El estado de una pradera con aprovechamiento ganadero está muy condicionado por la acción del ganado que lo pastorea, así como por los intervalos, duración y carga ganadera soportada. Adoptando un intervalo mínimo entre aprovechamientos de 30 días para una parcela se optimiza la acumulación de reservas radiculares, que se ve beneficiada si se limita la estancia del ganado a siete días, para impedir que el rebrote tierno de la hierba sea castigado por segunda vez en el curso del mismo aprovechamiento. Hace una década escribimos en estas páginas la historia de Montenuevo, una finca de unas 400 ha en Gamonal (Toledo), cerca de Talavera de la Reina, desde los años 70 del siglo pasado hasta los primeros de este. En el presente artículo actualizamos este relato hasta el momento.

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ste paraje comparte todas las características, y por lo tanto también los problemas y el destino, del 60 % del secano cerealista y marginal del suroeste español. El ejido de Montenuevo se sitúa entre los 400 y 430 m de altitud. Los suelos se sustentan sobre arenas arcillosas procedentes de la degradación de granitos. Las arcillas son

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más abundantes en las vaguadas con inundación temporal, donde dan lugar a capas impermeables. Los suelos se clasifican como cambisoles dístricos, con bajos porcentajes de materia orgánica (menos de 1,1 % en los primeros 10 cm). El clima se encuentra en la frontera entre semiárido y seco subhúmedo según la clasificación de Martonne. 2019. N.o 75


Las precipitaciones medias anuales alcanzan los 465 mm, con una media estival de 159 mm. Se producen 40 días de heladas al año de media. La temperatura media anual es 15,7 °C, con unos valores de 5,3 °C en enero y 29 °C en julio. La máxima absoluta es 46 °C y la mínima absoluta de -8 °C. El relieve presenta ondulaciones suaves pero con pendiente suficiente como para que la capa superior, en caso de ser labrada, sea arrastrada fácilmente por la escorrentía. Estas tierras tuvieron durante siglos un sistema mixto de explotación agrosilvopastoral hasta principios del siglo XIX, cuando fueron desprovistas de arbolado (excepto una zona de 40 ha) durante el año en que invernaron allí las tropas de Napoleón. Finalmente, se vieron abocadas a un

estado de agotamiento total en los 30 años que siguieron a la Guerra Civil. La llegada del tractor y del arado de vertedera, la política de gasoil y fertilizantes subvencionados y la adquisición de grano por entes públicos a precios remunerativos contribuyeron a la roturación acelerada, con un monocultivo de cereal año tras año. La erosión causada por la exposición de los surcos desnudos a las lluvias otoñales en un relieve ondulado terminó dejando estas tierras exangües, con rendimientos míseros de 750 kg/ha de cereal, que no llegaban a cubrir los gastos de explotación. En 1975, cuando comienza nuestro trabajo en Montenuevo, los propietarios habían diagnosticado, acertadamente, que el futuro de la finca era ganadera y no agrícola. Como

consecuencia, habían iniciado un vallado de la superficie y una partición en cuarteles, dotándolos con una red de abrevaderos. También comenzaron una tímida experimentación forestal, plantando morera, pino de Monterrey y eucalipto en las zonas cercanas a una edificación existente. Aquellas medidas, que habrían podido ser efectivas, no sirvieron de mucho porque fueron acompañadas de una carga ganadera excesiva, que esquilmó aún más la tierra. Y por si esto fuera poco, además implicaba la continuada roturación de los campos en hojas alternas para producir el heno y el grano con que se alimentaba la desproporcionada carga de ovejas, vacas y yeguas. Esta forma de gestión impedía mantener los periodos de descanso que precisaban estas

Ana María Martínez Barrio

Los secanos de Montenuevo en 1975

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Ana María Martínez Barrio

Montenuevo en 2019

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tierras. Como consecuencia, el paisaje era el de una estepa árida, seca, barrida en invierno por los gélidos vientos de Gredos y en verano por los calurosos y desecantes vientos del suroeste; en plena primavera la sensación era de estar en agosto. Partiendo de estas condiciones iniciamos nuestra búsqueda de un camino hacia una explotación ganadera viable y sostenible. Una de las primeras decisiones tomadas fue suprimir totalmente cualquier clase de roturación. Después de completar la red de vallados con la que está dotada hoy la finca, nos centramos en frenar los desecantes vientos que acortaban la duración del pastoreo en casi un tercio del tiempo. Como resultado, hoy hay 53 km de hileras de frondosas, con 20.000 árboles distribuidos a lo largo del perímetro exterior y de las divisiones internas. Además, hay 70.000 alcornoques intercalados con encinas en varias parcelas, que suman 85 ha, con edades entre los 13 y 20 años, muchos de los cuales ya sobrepasan los 3 m de altura. Estas actuaciones han acabado con el aspecto árido de antaño, y han contribuido al mantenimiento del pastoreo en estos terrenos, a diferencia de otros colindantes que han dejado de ser pastables. El siguiente paso para dotar a estos campos de una mayor humedad fue la creación de más de 20 pequeñas represas de agua pluvial que cubren el 5 % de la finca, lo que equivale a unas 20 ha de su superficie total. En cualquier dirección hay un punto de agua a un máximo de 300 m de distancia. La más grande de estas charcas cubre más de 2 ha cuando está llena, y las zonas acotadas que las rodean se han poblado de cañas, arbustos y vegetación palustre. Esto atrae una abundante avifauna y entomofauna, actuando como crecientes focos de biodiversidad. Tanto es así que en la actualidad Montenuevo, además de ser una de las primeras explotaciones ecológicas de CastillaLa Mancha, está incluida en la Red Natura 2000. Finalmente abordamos la mejora de los pastos, tarea que aún no está terminada. La vegetación estaba sumamente degradada; las es2019. N.o 75


Ana María Martínez Barrio Vacas alimentadas en pastoreo continuo con una carga de 3 ha/vaca

pecies pratense de los géneros Poa, Trifolium, Medicago o Lolium habían desaparecido, y las existentes producían rendimientos que no superaban los 1.000 kg de materia seca/ha en años buenos. Los intentos de mejorar el contenido en nitrógeno de los suelos mediante la siembra de leguminosas (guisantes, garbanzos, vezas y altramuces) fueron vanos; eran costosos y con resultados dudosos o poco duraderos. Lo mismo pasó con las siembras de especies pratenses, que rara vez sobrevivían a la primera “otoñada falsa”, que hacía germinar las semillas con la primera lluvia de agosto para perecer posteriormente a consecuencia de la sequía antes de la aparición de las verdaderas lluvias de otoño. A lo largo de estos años hemos comprobado que los pastizales mejorados están condenados a volver a su estado inicial si no se realizan cambios en su manejo. El estado de un pastizal está muy condicionado por la acción del ganado que lo pastorea, en especial por los intervalos, duración y carga ganadera de cada aprovechamiento. Si no se adecúan estos pará-

metros a las necesidades del pastizal no hay mejora que pueda perdurar. Tras probar diferentes métodos de gestión y mejora, concluimos que la manera más sencilla de asegurar la salud los pastizales, sin ningún coste además, era optimizar la acumulación de las reservas radiculares garantizando un intervalo mínimo de 30 días entre un aprovechamiento y el siguiente en cada parcela o cuartel. Las reservas radiculares se ven más beneficiadas aún si la estancia del ganado en cada parcela se restringe a 7 días, para impedir que vuelva a castigar dos veces el rebrote de la joven hierba en el mismo turno. La forma óptima de lograrlo es mediante la creación de cuatro cuarteles para lograr un manejo ordenado, rotacional y racional. Si no existieran esos cuarteles y el pastoreo fuera continuo en una única parcela, se puede lograr una acumulación óptima de reservas radiculares limitando la carga ganadera a una vaca cada 5 ha o una oveja por ha (para un rendimiento medio de 1.100 kg de MS/ha). Hemos aplicado este sistema a lo largo de la última década en las dos

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vertientes: rotacional y pastoreo continuo. En un año normal se logra un aumento de la producción de 1.100 a 1.600 kg de MS/ha (hasta 1.900 en años buenos), lo que equivale a 3 ha por vaca, lo que permite proporcionar un bocado más sano y barato al ganado. En consecuencia, solo es preciso almacenar una reserva de heno equivalente al consumo de unos 20 días por si se produce una emergencia imprevista. La parte seca del pasto que no se consume entra en contacto con el suelo en agosto a consecuencia del pisoteo del ganado, y las azotobacterias se encargan de enriquecer la vida microbiana del suelo; de esta forma, nada se desperdicia. Las posibilidades de esta forma de manejo para el futuro de la ganadería extensiva son importantes. En la actualidad, lo normal es que la carga ganadera exceda los límites deseables y que el manejo diste mucho de ser idóneo. En consecuencia, las explotaciones tienen importantes necesidades de forraje almacenado, y deben desembolsar elevadas sumas para su adquisición. Además, el mantenimiento de los parques de maqui-

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Felipe Rodríguez Martín Felipe Rodríguez Martín

Ovejas prolíficas con partos múltiples; una sola paridera al año para simplificar el manejo

Raquel García Galán

Lote de vacas en pastoreo rotacional

Día de campo organizado por la Oficina Comarcal Agraria de Talavera de la Reina (Toledo) en los pastos de Montenuevo en 2019

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naria para acopiar reservas de heno (tractores, segadoras, empacadoras y aperos y maquinaria para recoger, almacenar y repartir el material empacado) añaden aún más costes a las explotaciones. En comparación, el sistema puesto en marcha en la última década en Montenuevo gira únicamente alrededor del vallado, cuya instalación es muy sencilla, ya que la malla ganadera no precisa el tensado de los antiguos alambrados. Como conclusión, en la actualidad la ganadería extensiva tiende a mantener cargas excesivas, que llevan al ganadero a trabajar más para obtener un beneficio neto menor. La clave para el futuro radica en un adecuado manejo y no en la costosa fertilización o siembra de los pastizales. Es inútil intentar frenar la creciente despoblación de las zonas rurales si no se aseguran actividades económicas viables y sostenibles; no hay tiempo que perder. El continuo retroceso de la ganadería ovina extensiva es una señal de alarma. Sobre el horizonte se vislumbran otros retos, como el avance de las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur, que abrirán el camino a la entrada de carnes de Argentina, Brasil o Uruguay. Es imprescindible una reducción de costes de producción en las dehesas y sistemas extensivos para poder afrontar estos retos. 2019. N.o 75


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EL SECTOR FORESTAL/ LA PÁGINA DE...

Baskegur Oskar Azkarate Director de Baskegur

Baskegur es la asociación profesional representativa del sector forestal de la madera en el País Vasco. Incorpora en su seno a toda la cadena de valor de este sector: propiedad forestal, empresas de servicios forestales, rematantes, empresas de primera y segunda transformación, industria de la pasta y papel y empresas de bioenergía.

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a actividad de Baskegur tiene como eje su Plan Estratégico (PEB), con cinco áreas diferenciadas y complementarias: competitividad, medioambiente-sostenibilidad, internacionalización, comunicación y formación. Cada año organiza dos importantes citas dirigidas principalmente a dar a conocer al conjunto de la sociedad

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la importancia del sector forestal-madera tanto desde el punto de vista ambiental como económico y social. El Baskegur Eguna, o día de Baskegur, dirigido a los asociados, incluye encuentros con los medios de comunicación para dar a conocer la realidad del sector y sus principales datos macroeconómicos. Esta actividad se complementa con la celebración de la Semana de la Madera, más intensa en su programación y con actos dirigidos a público profesional como las jornadas de sanidad forestal, o formación, encuentros y acciones de concienciación social con escolares y con el conjunto de la sociedad. EUSKADI ES UN PAÍS FORESTAL Según los datos recogidos en el libro blanco del sector de la madera de Euskadi, la superficie arbolada abarca el 55 % del territorio, con algo más de 397.000 hectáreas, una de las proporciones más altas de la Unión Europea. Según el inventario forestal del País Vasco, las existencias de madera ascienden a 62,6 millones de m³, con un crecimiento anual estimado de 3,4

millones de m³ al año. El volumen extraído al año es de 2,1 millones de m³, muy por debajo del recurso disponible. El libro blanco se encuentra en constante actualización gracias a la publicación de observatorios; el último, del pasado año (realizado en colaboración con la UPV/EHU, Hazi y el Gobierno Vasco) destaca que el área arbolada en la Comunidad Autónoma Vasca se divide casi a partes iguales entre frondosas (53,5 %) y coníferas (46,5 %) siendo las últimas, y en particular Pinus radiata, la principal especie productiva por su valor comercial. En cuanto a la propiedad, el 58,3 % de la superficie arbolada vasca es privada, gestionada por más de 20.000 familias. Un porcentaje que incluso es mayor en los territorios históricos de Vizcaya y Guipúzcoa. Cerca de 18.000 personas dependen directa o indirectamente del sector forestal-madera. Solo en lo que respecta al empleo industrial, el sector representa el 9,1 % del total. UN SECTOR MEDIOAMBIENTALMENTE SOSTENIBLE Baskegur trabaja para que la sociedad vasca reconozca la importancia de impulsar y fomentar el sector forestal-madera así como sus cualidades medioambientales y su garantía de sostenibilidad. Potencia entre sus asociados las certificaciones que garantizan una gestión sostenible del recurso, PEFC y FSC, contando con más de 50 empresas certificadas en cadena de custodia, más otras a nivel individual. Baskegur ha dado también importantes pasos para que las empresas asuman la necesidad de impulsar el uso de las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) como instrumento

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de competitividad y de diferenciación ante los productos derivados de fuentes contaminantes como los combustibles fósiles. Baskegur ha obtenido la Declaración Ambiental de Producto para tabla y tablón de Pinus radiata, logrando un hito en el sector. BIOECONOMÍA, ESTRATEGIA DE FUTURO Baskegur es el único interlocutor reconocido del sector por parte de las administraciones públicas vascas, tanto el Gobierno Vasco como las diputaciones forales, que son las competentes en la gestión y protección del medio natural. Trabaja con las administraciones en lograr soluciones a los problemas presentes del sector, como la enfermedad de las bandas de las acículas que ha atacado en los últimos años con especial virulencia a Pinus radiata, provocando una gran alarma en el sector, principalmente el pasado año con un rebrote producido por un conjunto de circunstancias climatológicas adversas. También trabaja en la definición de estrategias de futuro, como el desarrollo de la bioeconomía forestal. Baskegur ha sido clave en la puesta en marcha de instrumentos tan destacables como BASOTEK, un consorcio público privado conformado por el sector, las administraciones y los entes tecnológicos vascos para impulsar la investigación y la innovación en el sector forestal-madera. Se trabaja también en el fomento de la química verde, la construcción en madera o el uso de técnicas de la llamada revolución industrial 4.0 aplicadas al sector forestal-madera. Además de liderar diferentes proyectos financiados por el Departamen-

to de Desarrollo Económico y Empleo del Gobierno Vasco, Baskegur trabaja en diferentes programas: ERAIKAL, dirigido a facilitar la implantación de certificaciones de sostenibilidad en la construcción; PIMA, que busca el establecimiento de prácticas que favorezcan el almacenamiento de la materia orgánica del suelo en la preparación del terreno forestal; INNOBANDAS, que busca conocer el grado de eficiencia de diferentes tratamientos (conocidos o más innovadores y ecológicos) para afecciones como la banda marrón; WOOD CIRCUS, gran iniciativa en el marco de Horizon 2020 para potenciar a nivel comunitario el papel del sector forestal-madera en la bioeconomía; y WOOD MARKET, un proyecto Interreg Sudoe que profundiza en las herramientas necesarias para avanzar en la digitalización del sector. FORMACIÓN Y COMUNICACIÓN El pasado año, Baskegur puso en marcha el Grupo Operativo de Formación como foro de encuentro donde poner en común todas las necesidades de formación del sector forestalmadera en su conjunto. Uno de sus primeros proyectos es la puesta en marcha de una encuesta de formación entre sus asociados, sector académico y organizaciones relacionadas con la sostenibilidad, que va a permitir contar con una radiografía precisa de las necesidades. A la espera de los resultados, Baskegur ya ha puesto en marcha iniciativas de gran calado como el primer Máster en Estructuras, Construcción y Diseño en Madera, que se cursa en la facultad de arquitectura de la UPV/ EHU en San Sebastián. En su segundo año se ha convertido en un autén-

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tico referente a nivel nacional. La colaboración con la Universidad de Verano de la UPV/EHU, con la que se organizan todos los años cursos sobre diferentes temas, y con el Máster en Ingeniería de la Construcción de la ETSI en Bilbao, complementan las acciones en el campo académico. La comunicación se ha convertido en uno de los ejes estratégicos de la actividad de Baskegur, conscientes de la necesidad de otorgarle la máxima relevancia organizativa, hasta conformarse en uno de sus ejes estratégicos. El futuro del sector forestal-madera va a depender en buena medida del grado de aceptación social y de que las generaciones presentes y futuras compartan la necesidad de fomentar el uso de recursos sostenibles y renovables que casan a la perfección con las estrategias de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. TRABAJO EN RED Baskegur forma parte de diferentes organizaciones, como UNEMADERA (Unión Empresarial de Madera y Mueble de España), con la que trabaja en la promoción y el desarrollo del sector y en la defensa de sus intereses como colectivo. También colabora en proyectos con los principales agentes europeos del sector forestal-madera. Asimismo colabora estrechamente con otros agentes, como el COAVN (Colegio de Arquitectos Vasco Navarro) y el recinto ferial BEC (Bilbao Exhibition Centre) en la organización de actos de reconocido prestigio, como el Foro EGURTEK, un referente en el mundo de la arquitectura y la construcción en madera, que celebrará su próxima edición el 14 y 15 de octubre de 2020.

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EL SECTOR FORESTAL/ LA PÁGINA DE...

El instituto universitario de gestión forestal sostenible (iuFOR): Unidad de investigación mixta entre la Universidad de Valladolid y el INIA Felipe Bravo Oviedo Director iuFOR Fotografías Pilar Valbuena

El Instituto de Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR) es una unidad de investigación y desarrollo de carácter mixto entre el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y la Universidad de Valladolid (UVa), que comenzó sus actividades en el año 2009 y focaliza su actividad en la investigación, innovación, desarrollo, divulgación y asesoramiento técnico.

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n la actualidad, el iuFOR cuenta con 100 investigadores (tanto de la UVa como del INIA), de los que la mitad son jóvenes en formación (cada año, diez nuevos doctores se gradúan e incorporan a centros científicos y empresas de base tecnológica relevantes). Los investigadores de la UVa trabajan en los campus de Palencia (donde iuFOR tiene su sede y desarrolla la mayor parte de sus actividades), Soria y Valladolid, mientras que los del INIA tienen su centro de trabajo en Madrid. Las actividades del iuFOR se centran en los ámbitos de la evaluación y conservación de los recursos forestales, la modelización y gestión

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forestal sostenible, la selvicultura y la ordenación de montes y la conservación de la biodiversidad. El iuFOR tiene como finalidad la investigación, el desarrollo y la innovación en los ámbitos indicados mediante la I+D+i, el apoyo a la transferencia de tecnología y la formación de personal investigador, incluyendo actividades docentes y publicaciones conjuntas, y el desarrollo de labores coordinadas de evaluación de tratamientos selvícolas, desarrollo de metodologías de inventariación y modelización, métodos de gestión forestal y evaluación de la producción forestal, con el fin de favorecer el desarrollo de estas actividades en su ámbito de influencia El iuFOR es una iniciativa conjunta entre la Universidad de Valladolid y el INIA que, tras ser aprobado por el Consejo de Gobierno y el Consejo Social

de la UVa y por los órganos directivos del INIA, fue evaluado positivamente por la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León. A través de proyectos de investigación regionales, nacionales y europeos, el iuFOR investiga en conservación de los recursos forestales y de la biodiversidad, modelización de la dinámica forestal y de los sistemas naturales y gestión de bosques para facilitar su uso sostenible, generando servicios ecosistémicos y productos útiles para el desarrollo de una economía sólida que incluya bioproductos y soluciones basadas en la naturaleza, junto con la provisión de agua, paisajes y hábitats de calidad o el secuestro de carbono. Además, con su investigación. el iuFOR contribuye a incrementar la capacidad de respuesta de los bosques y sistemas 2019. N.o 75


naturales frente a riesgos como plagas, especies invasoras o incendios, y a hacer posible su recuperación tras perturbaciones (incendios, minería a cielo abierto…). Cada año, el iuFOR gestiona cerca de tres millones de euros de convocatorias competitivas, con los que realiza investigación de primer nivel internacional en colaboración con centros punteros de España, Europa, Asia y América. Los investigadores del iuFOR publican cada año alrededor de 95 artículos de impacto internacional y generan dos o tres patentes o modelos de utilidad. Desde su creación se han generado diversas empresas de base tecnológica a partir del trabajo de sus investigadores, al tiempo que se mantienen colaboraciones con las empresas más dinámicas del sector tanto en España como en el extranjero. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

La formación de postgrado del iuFOR abarca educación reglada y no reglada. Entre los programas oficiales destacan el doctorado en Conservación y Uso Sostenible de Sistemas Forestales y el máster oficial en Gestión Forestal basada en Ciencia de Datos (DATAFOREST), ambos organizados por la Universidad de Valladolid. La formación no reglada se centra en cursos de especialización presenciales y semipresenciales organizados tanto por el INIA como por la Universidad de Valladolid en colaboración con empresas y organismos nacionales e internacionales. Las actividades del iuFOR están plenamente alineadas con la estrategia de especialización inteligente (RIS3) planteada por la Junta de Castilla y León, y buscan generar y aportar valor y calidad de vida a partir del uso sostenible de los sistemas forestales. Castilla y León representa más del 17 % de la superficie forestal española y tiene un gran potencial en el desarrollo de la bioeconomía de base forestal, donde el iuFOR juega un papel relevante mediante la generación de conocimiento y la formación de profesionales de primer nivel. Finalmente, cabe resaltar que el iuFOR recibió en su edición de 2019 el Premio de Investigación Consejo Social en la modalidad de departamentos, cátedras, centros de estudio, institutos universitarios y grupos de investigación reconocidos.

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PINCELADAS DE VIDA

Paco Guerrero

Arte al servicio , de la comunicacion Ismael Muñoz Linares Cuando piensas en un ilustrador o en un pintor de naturaleza imaginas a alguien, pincel en mano, con una magnífica destreza para dibujar el más mínimo detalle, una enorme sensibilidad para encontrar los matices del color que a la mayor parte de los ojos se nos escapan, y una enorme capacidad para transmitir empatía con el objeto que dibuja. Lo imaginas pintando todo el día, rodeado de pinturas, cartulinas, lienzos y pinceles de todos los tamaños y grosores, en un estudio o habitación con olor a aguarrás y óleo. Paco Guerrero podría representar perfectamente esa imagen, pero solo a media jornada. Quizás como reflejo de la situación de la ilustración de naturaleza en España, Paco trabaja de enfermero y cuando tiene tiempo libre podríamos encontrarlo en ese estudio rodeado de pinceles y cartulinas, o en el campo, para aspirar el aire fresco de la naturaleza, en busca de emociones que transforma en formas y colores, a la caza del instante que le da encontrarse con ese animal salvaje que le emocionó de niño y que aún hoy le motiva para seguir pintando. Su primer encargo remunerado fue a los 18 años, allá por 1987. “Estudia-

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ba Bellas Artes en Granada, aunque no llegué a terminar la carrera. Un día estaba en la facultad de Biológicas dibujando del natural unas aves disecadas que había en una vitrina de un pasillo. Un profesor pasó y vio mi trabajo. Se volvió y me preguntó si le ilustraría unos carteles para un congreso de entomología que estaba preparando y le dije que sí. Así comenzó todo”.

¿Por qué es ilustrador de naturaleza y pinta principalmente animales salvajes? Me gusta pensar que en mi trabajo hay algo del espíritu paleolítico de los pintores rupestres. Pinto animales salvajes porque son criaturas que admiro profundamente. Lo hago desde pequeño y, sin duda, en mis inicios me influyeron poderosamente las ilus2019. N.o 75


traciones que veía por la televisión en los cuadernos de campo de Félix Rodríguez de la Fuente. Yo quería hacer lo mismo en mis propios cuadernos. Como, además, no tenía recursos para adquirir un equipo fotográfico para mis salidas camperas, el dibujo y la pintura eran la única forma que tenía de registrar gráficamente mis observaciones. Más adelante fui consciente del valor de la ilustración y el arte de naturaleza en la divulgación ambiental y en la conservación de la fauna y los ecosistemas. ¿Qué valor tiene la ilustración como herramienta de comunicación de la naturaleza? Mucho. La ilustración permite dar a conocer aspectos de la naturaleza que otras formas de comunicación gráfica, como la fotografía, no permiten. Por ejemplo, ciclos naturales, cadenas tróficas, pirámides ecológicas, distribuciones de flora y fauna sobre un mapa, etcétera. Una buena ilustración puede dar mucha información de un solo vistazo. También en la difusión social del medioambiente. Recuerdo, por ejemplo, el impacto que tuvieron en la década de los ochenta los carteles del antiguo ICONA, con ilustraciones de especies protegidas que veías en todas partes, y que contribuyeron mucho a que el público las conociese y respetase.

ción que un cuadro que pintas por voluntad propia. Las primeras requieren un detalle técnico y una precisión que es lo que demanda el cliente y que limitan mucho la libertad artística del ilustrador. Su fin suele ser que el observador pueda identificar la especie en el campo y, por tanto, hay una serie de características que debe cumplir el modelo. Aún así, a veces es posible dar un toque más artístico a las ilustraciones. Las guías modernas van un poco más en ese sentido. En las obras pictóricas, en cambio, tengo libertad absoluta para plasmar lo que quiero de la manera que me parezca más adecuada, incluso aunque se trate de un encargo. Personalmente, no me atrae el hiperrealismo, me gusta el trabajo

algo más “impresionista” en este tipo de obras. Usted dibuja principalmente animales porque, como ha dicho, siente fascinación desde niño por ellos ¿Es necesario estar “enamorado” de lo que se pinta para reflejarlo bien? Bueno, yo no diría tanto pero sí que ayuda mucho, sobre todo porque conocer bien el modelo es importante para plasmarlo correctamente. En mis cuadros siempre reflejo modelos o escenas que me han marcado sentimentalmente. De alguna forma necesito que la obra “me llame” para poder pintarla.

¿La ilustración es arte o herramienta de comunicación? Para mí es ambas cosas: arte puesto al servicio de la comunicación. ¿Qué es más importante para usted, el detalle técnico, el detalle físico, el hiperrealismo o el concepto, la idea, las emociones? Es decir ¿qué es más importante hacer ilustraciones para identificar o para emocionar? Para mí, siempre es más importante emocionar. El arte en general debe remover al espectador, hacerle sentir. Es lo que intento en mis obras pictóricas. Si a mí mismo no me emociona lo que estoy pintando abandono la obra. Ahora bien, la forma de plasmarlo depende mucho del objetivo que tenga la obra. No es lo mismo una ilustración científica para una guía de identificaAsociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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¿Puede el espectador notar la diferencia entre un pintor enamorado de su modelo de uno que simplemente hace un ejercicio formal perfecto? Yo diría que sí, aunque depende también de si el espectador tiene un ojo educado para ello. Hay obras que te emocionan, que te transmiten algo. Si una pintura no te remueve un poco, por muy bien realizada que esté técnicamente, en mi opinión le falta lo principal.

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¿En qué se nota esa diferencia? Es difícil definirlo. Yo diría que es algo semejante a cuando oyes tocar a un músico y notas que siente lo que está tocando, que lo vive, que no se limita sólo a realizar un ejercicio de virtuosismo. Usted fue autodidacta, aprendió a dibujar y a pintar a base de hacerlo ¿qué cree que le aporta a un pintor una formación académica en pintura, dibujo o ilustración? Desde luego un aprendizaje mucho más rápido del oficio y de las técnicas. Aprender a base de ensayo y error es duro y ralentiza el avance, sobre todo en la época en que yo empecé a pintar más en serio, a mediados de los ochenta, cuando no había internet. Entonces aprendías a base de intentar copiar a los maestros. Hoy en día hay más posibilidades de aprendizaje autodidacta con las nuevas tecnologías y también de conocer la obra de otros artistas a los que antes no tenías acceso. El contacto con otros colegas de profesión es importante, siempre aprendes de los demás y puedes compartir experiencias. Es muy enriquecedor. A mí me hizo ver que mis alegrías y frustraciones con la pintura eran comunes a todos los pintores, por ejemplo. Sirvió, además, para que una serie de artis-

tas de naturaleza de la provincia nos conociésemos personalmente y fundar así la Asociación Gaditana de Artistas de Naturaleza (AGAN), con la que hemos realizado varias exposiciones colectivas sobre el tema, dando a conocer con nuestras obras la fauna de nuestra zona y su riqueza natural con muy buena acogida entre el público. Hay una parte de su obra en la que pinta animales sobre fondo blanco, aislados del entorno en el que viven ¿por qué? ¿qué pretende descontextualizando a sus protagonistas? Generalmente suelo añadir algún fondo a mis obras, bien sea integrando al animal en el paisaje o con un fondo más abstracto. Mis ilustraciones sobre fondo blanco son aquellas que van destinadas a guías de identificación, por un motivo simplemente utilitario. En este tipo de trabajo no debe haber elementos que distraigan al ojo de las características identificativas de la especie. Usted pinta tanto sobre papel como digital ¿qué herramientas utiliza para pintar sobre papel? Sobre papel utilizo siempre acuarela, desde mis inicios. Es un medio muy versátil y sencillo de transportar que sirve tanto para tomar pequeños apuntes como para realizar obras definitivas en el estudio. También utilizo pintura acrílica, especialmente para obras en formato más grande sobre lienzo ¿Qué le aporta la acuarela y dibujar 2019. N.o 74


sobre papel que no le aporte el dibujo digital y viceversa? La acuarela aporta frescura y un contacto más directo y tradicional con la obra que estás trabajando. Personalmente, es el método que más me gusta, el tradicional. Para mi es como leer un libro en papel o digital, me gusta el tacto del papel, el olor. Por otra parte, la acuarela es un medio muy exigente que prácticamente no permite corregir errores. Esto te obliga a ser más exigente en tu trabajo y a tener claro desde un principio qué quieres hacer y cómo, dónde estarán las luces, dónde las sombras, qué partes del motivo quieres resaltar, etcétera. En digital el modo de trabajo es diferente. Yo utilizo una tableta gráfica y un lápiz. Trabajar en digital te permite muchas opciones que no te da la acuarela: corregir, trabajar por capas que puedes añadir o eliminar, modificar una postura sobre la marcha, etcétera. También te da la oportunidad de aumentar el tamaño de la imagen en la pantalla e incidir así en pequeños detalles del modelo. El trabajo en digital lo uso generalmente para ilustraciones que van a ser publicadas porque, además de facilitar el trabajo, al final tienes que digitalizar la obra para su publicación y de esta forma ahorras también un paso y obtienes siempre mejor calidad gráfica. ¿Qué método sigue de trabajo: ¿observación directa de la naturaleza, fotografías u otras ilustraciones? ¿condiciona su método de trabajo

las herramientas que utilice: sobre papel o digital? Todos los que mencionas. Cada obra es diferente y, en principio, el método no es lo que condiciona las herramientas que utilizo. Cuando puedo me escapo al campo a observar y dibujar del natural. A veces, esos apuntes de campo han sido la base para alguna de mis obras. Otras, el recuerdo de alguna experiencia vivida. Muchas veces veo un rincón del paisaje o sucede algo en el campo e imagino una escena para un cuadro. Por ejemplo, hace unos años, en una visita a un castañar encontré un viejo castaño hueco en la base, con una especie de ventana en un lateral por donde entraba la luz. Inmediatamente imaginé a un cárabo en el interior del hueco, así que le pedí a mi hijo pequeño que se metiese dentro y le hice una foto para tener referencia de las luces a la hora de pintarlo. Ese es el origen de mi obra “Cárabo sobre castaño”. También me baso en fotografías para estudiar la anatomía de los animales que pinto y en el caso de ilustraciones para guías consulto también textos e ilustraciones existentes porque estos trabajos tienen que ser muy rigurosos científicamente.

trador en general, o el de pintor, está poco valorado o reconocido socialmente. Todavía hay muchas personas que piensan que esto es un “don” con el que se nace y no son conscientes de la horas y años de trabajo que lleva aprender a pintar o a dibujar a nivel profesional. Hay un público muy minoritario que está dispuesto a pagar por una obra artística de naturaleza y que sabe apreciarla.

¿Está reconocido social y profesionalmente el oficio de ilustrador de naturaleza? En España considero que todavía no, aunque se aprecian algunos avances. El oficio de ilus-

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LITERATURA Y MEDIO NATURAL

El bosque animado, punto de fuga del escritor

Wenceslao , , Fernandez Florez Alicia Longueira Moris Directora Casa-museo Wenceslao Fernández Flórez

“La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra; en sus cuevas se hunde, en sus cerros se eleva, en sus llanos de iguala. Es toda vida […]”.

Así define el escritor coruñés Wenceslao Fernández Flórez la fraga de Cecebre, el bosque en el que disfrutó muchos veranos de su vida en compañía de su madre y de sus hermanos. Aunque mucha gente cree que Fernández Flórez nació en Cecebre, lo cierto es que lo hizo en la ciudad de La Coruña en el año 1885. Sus primeros contactos con el mundo rural tuvieron lugar gracias a la amistad de su padre con el juez de paz Manuel María Puga y Parga Picadillo. Éste tenía un pazo en Anzobre (perteneciente al municipio Arteixo, pegado al de La Coruña) y allí organizaba reuniones a las que acudía también el joven Wenceslao, además del que sería un reconocido dibujante, el ferrolano Máximo Ramos, entre otros personajes de la sociedad coruñesa. Por los valles y colinas de este lugar caminó Fernández Flórez con su buen amigo Picadillo.

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Con Cecebre, Wenceslao comienza su relación de manera continuada en el año 1913, aunque lo cierto es que esta pequeña parroquia llevaba ya varios años siendo el centro de atención de muchos excursionistas y veraneantes procedentes, fundamentalmente, de La Coruña. El bosque, el paisaje, la estratégica situación del apeadero, el río Mero, todos estos elementos suponían en aquel entonces un atractivo indiscutible para muchos habitantes de la ciudad. Fernández Flórez alquila unas habitaciones en una casa aldeana, en el lugar de Piñeiro. Desde la galería de esta casa, desde el huerto, desde el camino que baja al apeadero donde para el tren que le trae y que le lleva, contempla un paisaje en el que se mezclan bosques, colinas no muy altas, valles no muy profundos y, al fondo, perfectamente visible desde la casa en la que veranea, el majestuoso, imponente, y por qué no, el misterioso perfil del monte Xalo, al que describe como “alto, pardo y huraño, que niega a los hombres la leña y el sustento, y que dibuja en sus cimas en el confín la silueta de un obispo yacente, con la mitra puesta y las manos cruzadas sobre el hábito”1. El monte Xalo parece desprender con hipnótica intensidad su fuerza milenaria. Wenceslao se recrea aquí en su propio sentimiento del paisaje y, en gran parte, gracias a esto, construye una novela en la que se entremezclan todos los elementos que son propios de la naturaleza que vive: desde los árboles más majestuosos hasta las flores más sencillas, los animales, a los que dota de un estado de alerta continuo frente a la presencia humana, y describe también a los hombres, cuyo pensamiento parece girar casi siempre alrededor de su propio yo: “¡Triste obsesión que hace tan pequeños los horizontes de la vida como el redondel de un disco! ¡Yo, yo, yo!, va raspando la aguja hasta ese final que copia tan bien los estertores humanos”2. Fruto de sus experiencias en el entorno de la fraga, del tiempo compartido con sus gentes y de su amor por la naturaleza escribió la que está considerada como su mejor novela, El bosque animado. La primera estancia de esta obra lleva por título “La fraga de Cecebre” y está consagrada a la descripción pormenorizada de los habitantes del bosque, de su existencia tranquila, de sus diversiones y también de sus preocupaciones. Y nos aclara:

Con estas palabras Fernández Flórez distingue un tipo de bosque que se caracteriza por la variedad de especies que en él se pueden encontrar. Para Wenceslao la fraga de Cecebre representa el lugar de evasión en el que se tropieza frente a frente con la fuerza atávica del paisaje y de la naturaleza, con la espontaneidad de la vida sencilla. Frente a la constante agitación urbana que vive en Madrid, frente a la imparable marcha de las rotativas de los periódicos y de la vida en la capital (que tan bien describe en su novela El hombre que compró un automóvil) para Fernández Flórez Cecebre es el punto de fuga al que tiende y con cuya esencia se identifica. Tal vez contraste esta idea con la imagen de dandy que se ofrece en las fotografías que se publican en diversos medios. Sin embargo, la estancia V, que lleva por título “Las mujeres perdidas en el bosque” aporta una interesante visión que nos permite comprender esta dualidad. Frente al espontáneo y (aparentemente) apacible discurrir de la vida en la naturaleza se presenWenceslao Fernández Flórez ta una fuerza opuesta que tira del hombre en sentido contrario, manteniéndolo en un continuo estado de tensión, de alerta. Y suya es la decisión de no

“En el idioma de Castilla fraga quiere decir breñal, lugar escabroso poblado de maleza y de peñas. Pero aún tal interpretación os desorientaría, porque fraga, en la lengua gallega, bosque significa bosque inculto, entregado a sí mismo, en el que se mezclan variadas especies de árboles. Si fuese sólo de pinos o solo de castaños o solo de robles, sería un bosque pero ya no sería una fraga”3. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

Ismael Muñoz

...fraga, en la lengua gallega, bosque significa bosque inculto, entregado a sí mismo, en el que se mezclan variadas especies de árboles. Si fuese sólo de pinos o solo de castaños o solo de robles, sería un bosque pero ya no sería una fraga.

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Esta identificación constandejarse arrastrar descontrolaEs una obra de realismo mágico te, esta tensión que nos plantea damente hacia uno u otro lado, Wenceslao Fernández Flórez, estando siempre obligado a open la que se mezclan la fantasía con nos conducen a la conclusión tar entre el espíritu de lo salvaje de que, por más que el hombre y el espíritu de lo civilizado, el la realidad y también con la reflexión se deje arrastrar por la comodiespíritu domesticado. filosófica. Es el producto de una atenta dad de la civilización, por enciEl bosque animado no es ma de esto, están la autoridad y sólo una novela que, para muobservación, del profundo conocimiento la fortaleza de un principio enigchos, representa la primera nomático y de un futuro definitivo vela de carácter ecologista de del lugar y de sus habitantes, que no se pueden controlar. la literatura española. Es una del cariño a un entorno Sirvan de colofón las últiobra de realismo mágico en la mas líneas de El bosque anique se mezclan la fantasía con mado: la realidad y también con la reflexión filosófica. Es el producto de una atenta observación, del profundo conocimiento del lugar y de sus habi“… Y transcurrieron los días. Y los años. tantes, del cariño a un entorno. Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de Sin embargo, este sentimiento hacia la naturaleza, no la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos sólo lo encontramos en El bosque animado. También apaseres. rece en novelas como Volvoreta o en Ha entrado un ladrón, Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles por citar dos ejemplos. Hay una importante distancia temy se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camaporal entre estas obras y, a pesar de ello, se mantiene la das recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca. misma identificación con la intensidad de lo natural. Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y En el primer caso, en Volvoreta, Fernández Flórez dessus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para cribe el bosque de la Gándara y la costa coruñesa de tal él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de manera que el protagonista se deja llevar por la fuerza enun solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una volvente del paisaje y sus sentimientos se confunden con nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde la energía que transmiten el bosque, las nubes, el viento el infinito al infinito”4. y el mar. En el segundo caso, el protagonista originario del pue1. Fernández Flórez W. 2002. El bosque animado. Espasa-Calpe, Madrid. Pág. 54. blo de San Fiz, que vive, como el periodista coruñés, en la 2. Íbid. Pág. 43. capital, regresa a Galicia y el reencuentro con el paisaje de 3. Íbid. Pág. 42. su juventud imprime en su alma un torbellino de emocio4. Íbid. Pág. 249. nes que le atraen con una fuerza casi dolorosa.

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NOTICIAS FORESTALES

“Ser ingeniero es un grado” El INGITE exige que se cumpla la declaración de Bolonia “Ser ingeniero es un grado” es el lema elegido por el instituto que representa a los graduados de ingeniería, ingenieros técnicos y arquitectos técnicos (INGITE) para alertar a los alumnos en particular y a la sociedad en general, que no es necesario cursar un máster para ejercer la profesión en cualquier rama de la ingeniería. En los últimos años el INGITE ha advertido a las administraciones públicas y sociedad en general, que desde muchas escuelas de ingeniería se pretende regresar al modelo anterior, ofreciendo másteres integrados en ingeniería que dejan vacíos y sin contenido a determinados grados. Es necesario que el INGITE aclare, una vez más, que el Espacio Europeo de Educación Superior construyó un marco de referencia para los estudios universitarios, que en España se materializó con la aprobación del Real Decreto 1393/2007, que establece que los estudios de grado en ingeniería son los que dan acceso al mercado laboral, y capacitan para firmar proyectos sin necesidad de cursar un máster, ya que el máster, según especifica esta norma, tiene que ser una especialización posterior al grado, que es el que otorga las atribuciones básicas de ingeniería, dado que las ingenierías en España están integradas de forma cíclica y no existen como antes dos ingenierías distintas. El año pasado el INGITE manifestó su inquietud ante la aparición de los llamados “programas integrados”, como un caso que aprobó en febrero del 2018 el consejo de gobierno de la Universidad Politécnica de Madrid

(UPM). Con esta decisión a los alumnos de la universidad se les impondría la obligatoriedad de cursar unos estudios de máster que no son necesarios para el ejercicio profesional y que, en cualquier caso, deberían de ser una libre elección. La aprobación de estos programas, que parecen retomar un modelo universitario antiguo y obsoleto, ofreciendo estudios de ingeniería generalistas de 5 o 6 años, supone una actuación que vulnera no sólo la actual regulación de las titulaciones académicas -como claramente estableció la jurisprudencia del Tribunal Supremo- sino que intenta, además, burlar la finalidad de la adaptación de la Universidad española al Espacio Europeo de Enseñanza Superior y al

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espíritu de Bolonia, retrasando una vez más la incorporación de los profesionales españoles al mercado laboral (a diferencia de la mayor parte de sus colegas europeos, perdiendo competitividad y eficacia) con un coste económico más elevado para los alumnos, sus familias y la sociedad que mantiene las universidades públicas. El INGITE apuesta por el desarrollo profesional continuo a lo largo de toda la vida. Esa formación puede venir por vías formales o informales: cursos de especialización, jornadas, seminarios, congresos e incluso másteres de especialización. Pero no necesariamente se tiene que cursar un máster para ejercer la profesión, dado que los títulos de grado dan competencias profesionales suficientes y plenas en cada tecnología para el ejercicio profesional y para acceder al mercado laboral. En resumen, el mensaje es claro: ser ingeniero es un grado.

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El Colegio entrega las distinciones de honor en la celebración de San Francisco El 2 de octubre el Colegio celebró la festividad de San Francisco de Asís, patrón de los forestales, con un acto en la Casa de Vacas del Jardín del Buen Retiro de Madrid. El acto sirvió para homenajear a los colegiados que han cumplido más de 25 o 50 años de colegiación, y para entregar las distinciones de honor de 2019 a personas e instituciones que se han destacado a lo largo de su trayectoria en la defensa de la profesión y del mundo forestal. Enrique García Gómez, vicedecano del Colegio, impartió una conferencia magistral titulada Cómo hablar de plantas sin hablar de botánica. También se celebró la entrega de premios del concurso nacional de fotografía 100 años de los Parques Nacionales de Picos de Europa y Ordesa y Monte Perdido. La insignia de oro se impuso a Félix Roberto Ortega Navarro, Félix Carrasco García, José Prudencio Olivares Lucas y Alfonso Otero Martínez. Se hizo entrega de la insignia de plata a: Feliciano Calle Sánchez, José Cuesta Cuesta, Miguel Ángel Sobrino Abuja, Ana María Olmos

García, José María López Carrión, Rafael Mario Martínez Cubillos, Enrique González Torres, María del Mar Ocaña García, Jesús María Hernández Berrocal, José Ignacio García Huerta, Margarita Hernández Díez, Rafael Gutiérrez Hernández y Francisco Javier Martín Colomé. Asimismo, se entregaron las siguientes distinciones de honor:

José Manuel jaquotot Sáenz de Miera

Ángel Martín Nieto

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Nacional de Picos de Europa

Enrique García Gómez

Nacional Ordesa y Monte Perdido Cantero Desmartines Martín (a título póstumo) Audicana Arcas Javier Martín Colomé Toribio Jaquotot Sáenz de Miera Montejo Martín Bernal.

Carlos Bris Toribio

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Familiares de Antonio Alfaro Martín

Francisco Javier Cantero Desmartines

Félix Roberto Ortega Navarro

Francisco Javier Martín Colomé

José Luis Audicana

Félix Carrasco García

Diploma de Honor al parque nacional Ordesa y Monte Perdido

Diploma de Honor al parque nacional Ñicos de Europa

José Prudencio Olivares Lucas (recoge su hijo José Prudencio Olivares Lucas Santamarina)

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AGENDA / RECURSOS ELECTRÓNICOS

DYNAMICS, SILVICULTURE AND MANAGEMENT OF MIXED FORESTS Andrés Bravo-Oviedo, Hans Pretzsch y Miren del Río. Managing Forest Ecosystems Book Series, 31. Editorial Springer. 2018.

Los bosques mixtos tienen mayor resiliencia y menores riesgos frente al cambio climático que otros bosques, lo que supone una oportunidad para estas masas ricas en especies arbóreas. Este libro analiza los bosques mixtos en lo relativo a productividad, regeneración, crecimiento y prestación de servicios ecosistémicos, e incluye ejemplos de más de veinte países en Europa, África del Norte y América del Sur, que proporcionan información sobre la interacción entre la estructura y el funcionamiento, la estabilidad, la silvicultura y la optimización de la gestión de este tipo de bosques. También se analiza el papel de los bosques mixtos naturales y las plantaciones mixtas en la prestación de servicios ecosistémicos y la mejor estrategia de modelado para estudiar la dinámica de los bosques mixtos. La obra da respuesta a preguntas interesantes como: ¿qué mezcla de especies se adapta mejor a las condiciones ambientales y demandas sociales actuales?; ¿qué composición de especies podría hacer frente mejor al cambio climático?; ¿las mezclas son siempre más productivas que los monocultivos?; ¿cuáles son los impulsores de la estabilidad en rodales mixtos?; ¿cómo afectan los procesos y funciones de los bosques mixtos a la prestación de servicios ecosistémicos?. El libro, que pretende ser una herramienta de referencia para estudiantes, investigadores y profesionales preocupados por la gestión de los bosques mixtos, es el resultado del intercambio científico y de las reuniones y misiones científicas de la Red Europea de Bosques Mixtos (EuMIXFOR), financiada por la acción COST FP1206 (http:// www.mixedforests.eu/).

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Normas de publicación INSTRUCCIONES A LOS AUTORES La revista abarca todo tipo de temas relacionados con la ciencia, gestión e industria forestal, tanto bienes como servicios generados por los terrenos forestales, su gestión, protección, defensa, restauración y mejora. Acepta trabajos originales que no hayan sido previamente publicados ni enviados simultáneamente a otras revistas. De forma excepcional, el consejo de redacción podrá aceptar la publicación de trabajos no originales de especial interés, siempre que no existan conflictos con la propiedad intelectual. Se podrán enviar artículos de opinión o colaboraciones técnicas, debiendo indicar los autores donde desean que se incluya su trabajo. Las colaboraciones técnicas tratarán sobre cualquier aspecto que entre dentro del ámbito de la revista, aceptándose revisiones, nuevas técnicas o propuestas, análisis históricos o casos prácticos. Los artículos de opinión se deben centrar en temas de actualidad o interés para los lectores, aportando una postura razonada, que justifique su publicación. Los artículos se remitirán por correo electrónico a la dirección forestales@forestales.net. La revista confirmará la recepción del artículo, y el Director asignará los miembros del consejo de redacción que se ocuparán de su revisión, así como revisores externos adicionales cuando sea preciso. La publicación de un artículo en la revista supone la cesión de los derechos de propiedad intelectual a la editora, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, a efectos de su publicación y distribución. Los autores son los responsables de obtener los permisos necesarios para reproducir materiales con copyright procedentes de otras fuentes. Los artículos se someterán a las siguientes normas: - Título. Será breve y reflejará el contenido del artículo. Se debe evitar el empleo de abreviaturas o fórmulas. - Autores. Se indicará el nombre y apellidos, pro-

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fesión y centro de trabajo de todos los autores, y al menos para el autor principal su dirección postal o correo electrónico. Es recomendable incluir una fotografía de los autores. Resumen. Se incluirá un resumen del artículo, que no supere las 150 palabras, excepto en artículos de opinión. Palabras clave. Se incluirán 2-4 palabras clave para clasificar el artículo, excepto en artículos de opinión. Extensión. Los artículos de opinión no superarán las 2.000 palabras y las colaboraciones técnicas 3.500-5.000 palabras en función de la cantidad de tablas e ilustraciones; cuanto mayor sea el material gráfico, menor deberá ser el número de palabras. Trabajos más extensos deberán ser aceptados expresamente por el consejo de redacción. Formato. El texto se remitirá en un archivo en formato Word o compatible, no existiendo requerimientos específicos en cuanto a formato o tipo de letra. Las páginas deben ir numeradas. Estructura. No existen normas concretas en cuanto a la estructura del artículo, pero deberá contener apartados adecuadamente organizados y numerados. Se recomienda incluir al menos un primer apartado de introducción, donde se detallen los objetivos del artículo, unas conclusiones finales, y un apartado de referencias. Idioma. Los textos se redactarán en castellano. Se evitará el empleo de palabras en otros idiomas cuando tengan traducción al castellano; en caso contrario, se escribirán en cursiva. Es aceptable el empleo de términos en otros idiomas, aún teniendo traducción al castellano, cuando formen parte de nombres oficiales de organismos o de empresas o marcas comerciales. Imágenes. Se incluirán los gráficos, esquemas o fotografías necesarios para facilitar la compren-

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sión del artículo. Todo el material gráfico deberá se remitirá en archivos independientes en formato JPG o TIFF con una resolución mínima de 300 ppp. En el texto se identificará la ubicación de las imágenes, incluyendo un pie explicativo. Referencias. Se incluirán únicamente las referencias citadas en el texto. Los artículos de opinión no incluirán referencias, por lo que si existe alguna se detallará en el propio texto. En el texto las referencias se recogerán de las siguientes maneras: Pérez (2015), (Pérez, 2015), Pérez y Gómez (2015), (Pérez y Gómez, 2015), Pérez et al. (2015), (Pérez et al., 2015). En el apartado de referencias se seguirán las siguientes normas: * Libros: García Gómez E. 2014. La naturaleza en Toledo. Ciencias naturales en la ciudad. DB Comunicación, Toledo. * Capítulos de libros: Cantero Desmartines FJ. 2005. Los árboles singulares de Madrid. En: Sánchez M, Muñoz M, Moya B (Eds.) El arbolado monumental y singular en España: gestión, conservación y legislación. Ponencias del II encuentro de árboles monumentales y singulares. Pp. 311–338. Asociación Española de Arboricultura, Madrid. * Revistas: González Doncel I, Collada C, Domínguez J et al. 2015. Life + Olmos vivos. Un nuevo impulso a los olmos... o cuando las amistades se vuelven peligrosas: la grafiosis del olmo. Foresta 63: 26-31. * Recursos digitales: Enríquez de Salamanca A, Carrasco MJ. 2013. Evolución de las medidas compensatorias en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental. VII Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental: Gestión, Seguimiento, Innovación. Libro de Actas. 211-224. http://www.eia.es/ nueva/memorias_programas_coneias/VII_libro_Actas.pdf (9.12.2015).

Suscripción a Foresta y publicidad Suscripción Suscripción anual (tres números): Península, Baleares y Canarias: 24,01 € (IVA incluido) Extranjero: 34,00 € (IVA incluido) Pago mediante domiciliación o transferencia a la cuenta ES75 0049 6102 46 2116136711 (indicando en el concepto: Nombre + Sus.FORESTA). Enlace para suscripciones: http://www.forestales.net/ Ejemplares sueltos Coste de ejemplares sueltos: Número ordinario: 8,00 € + gastos de envío. Especial o monográfico: 10,00 € + gastos de envío Pago mediante transferencia a la cuenta ES75 0049 6102 46 2116136711 (indicando en el concepto: Nombre + FORESTA). Enlace para solicitar ejemplares sueltos: http://www.forestales.net/ Publicidad Precios de publicidad en el enlace http://www.forestales.net/ Para contratar publicidad contactar con forestales@forestales.net



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