Revista Foresta nº 62

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. N.o 62

Emisión de CO2 de troncos de varias especies arbóreas Reducción de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático Persistencia a largo plazo de las dehesas El Jardín botánico de Madrid: un calendario natural II

l Especia

Aprovechamientos forestales no maderables


SUMARIO FORESTA n.o 62 Colaboraciones Técnicas: 4

Especial: Aprovechamientos forestales no maderables

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Colaboraciones Técnicas: 50

Distribución del arbolado y persistencia a largo plazo de las dehesas: ideas para asegurar el futuro de un sistema excepcional de uso de la tierra

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Mario Díaz Esteban

Análisis de conflictos derivados de la producción y uso de biomasa forestal para energía en Europa Regina Rhodiusa, Dörte M. Petersa, Francesca Ferrantib, Theresa Freia, Elena Górrizc, Mikko Kurttilad, Vasja Lebane, Berit H. Lindstadf, Špela Pezdevšek Malovrhe, Kristina Wirthg, Lidija Zadnik Stirne

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Legislación ambiental:

Emisión de CO2 de troncos de varias especies arbóreas

J. Rodríguez Calcerrada, R. López, R. Salomón, C. Jiménez, G. González, M. Valbuena-Carabaña, J. Alonso, L. Gil

Estudio sobre el acceso a la justicia en materia medioambiental (3.ª parte): Posición del ministerio de Justicia sobre la justicia ambiental en España

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Noticias forestales

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Agenda

Antonio García-Giralda Ruiz

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Madera y arte: Violín Zhiter Almudena Córdoba López y Teodoro Abbad Santiveri Plagas y enfermedades forestales: Cameraria ohridella Deschka & Dimic, 1986. Minador del castaño de Indias

Nieves Ibarra Ibáñez y Enrique Martín Bernal

Hongos: Mycena renati Quél y Cortinarius bolaris (Pers.) Fr. José Cuesta Cuesta y Nino Santamaría Rodríguez

Reducción de la vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. El caso de San Vicente y Las Granadinas Álvaro Enríquez de Salamanca “Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”

64 El Real Jardín Botánico de Madrid:

un calendario natural (II)

Francisco Javier Cantero Desmartines


editorial

Ingeniero Forestal y del Medio Natural, una profesión necesaria y con futuro

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na información publicada en el diario El País el 24 de noviembre último afirmaba que las carreras con peores salidas profesionales en la actualidad son las de Turismo e Ingeniería Técnica Forestal, con más del 50 % de los nuevos titulados trabajando en puestos que nada tienen que ver con sus estudios.

190.000 titulados universitarios de los últimos cuatro años. El estudio al que se refiere esta información, supuestamente del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, no ha sido publicado. Ni tan siquiera ha sido terminado, tal y como nos han confirmado desde la Dirección de Comunicación del citado Ministerio.

Las alarmas saltaron en el sector forestal, entre los colegiados, las escuelas donde se imparten estas titulaciones y en la propia Junta Rectora del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Una primera lectura hacía pensar que la información se refería a todos los ingenieros técnicos forestales; sin embargo, una segunda más reposada permitió comprobar que se refería a una encuesta realizada entre

En cualquier caso, sea o no cierta toda la información que se daba en esa noticia, y salvando todos los matices sobre su procedencia e interpretación, no cabe duda que de darse esos resultados, o similares, en este estudio del Ministerio estamos ante una situación que como mínimo requiere una reflexión por parte de las escuelas universitarias que imparten estos títulos, del Colegio y de los profesionales que trabajan en este sector.

La profesión de ingeniero forestal es una profesión de futuro porque la sociedad no puede vivir sin sus bosques, sin el agua que estos nos facilitan, sin la biodiversidad que protegen y sin los productos naturales, ecológicos y renovables que nos proporcionan. Y por ello la sociedad no puede prescindir de que sean gestionados de manera adecuada, responsable y sostenible, algo que solo pueden hacer los profesionales formados y con experiencia para ello, es decir, principalmente los ingenieros forestales. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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La primera reflexión es que la profesión de ingeniero forestal es una profesión de futuro porque la sociedad no puede vivir sin sus bosques, sin el agua que estos nos facilitan, sin la biodiversidad que protegen y sin los productos naturales, ecológicos y renovables que nos proporcionan. Y por ello la sociedad no puede prescindir de que sean gestionados de manera adecuada, responsable y sostenible, algo que solo pueden hacer los profesionales formados y con experiencia para ello, es decir, principalmente los ingenieros forestales. Y conviene recordar que se trata de profesionales preparados y cualificados para desarrollar una gran cantidad de actuaciones de capital importancia en el medio natural. Es cierto que la profesión de ingeniero técnico forestal ha estado tradicionalmente vinculada a la función pública, pues durante décadas fue su principal salida profesional. Pero no ha sido la única, y mucho menos ahora, cuando las administraciones públicas, en su intento de reducir gastos, tan drástico que roza la irresponsabilidad, han renunciado a ofertar nuevas plazas de empleo público para cubrir las vacantes que quedan al jubilarse nuestros compañeros. En un medio natural tan intervenido como el español, dejar sin gestión buena parte de ese territorio por abandono, ausencia de inversión pública o falta de personal cualificado solo puede llevarnos a un desastre que lamentaremos en un futuro próximo. Y, aunque esto es una cuestión con suficiente enjundia como para tratarlo en otro editorial, no está de más exigir, como lo ha hecho siempre la ingeniería forestal, la defensa del sector público como garantía del acceso libre y democrático de toda la sociedad a un medio natural bien conservado, garantía de salud y bienestar para todos.

Pero desde hace ya más de una decena de años, el número de profesionales que se dedican al ejercicio libre de la profesión o por cuenta ajena es mayor que los que trabajan en la Administración pública. Hemos pasado -en cuanto a profesionales autónomosde porcentajes de un 5 % en los años 80 a más de un 20 % en la actualidad; y dentro de las diferentes administraciones, de un 45 % en los años 80 a un 20 % en nuestros días. De los colegiados en el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, el 5,70 % está jubilado, el 83,30 % se halla en activo y un 11 % se encuentra en situación de búsqueda de empleo. Nadie nos dijo cuando empezamos ilusionados nuestra andadura universitaria que desarrollar nuestra profesión resultara fácil, que en el camino no tuviéramos que sortear muchos inconvenientes históricos, competenciales, profesionales o económicos, pero los ingenieros técnicos forestales, y ahora también los graduados en ingeniería forestal y del medio natural, con una amplia formación y con la experiencia positiva de más de cien años de gestión forestal a sus espaldas, solo pueden tener éxito ante las demandas de una sociedad cada día más sensibilizada y necesitada de un medio natural bien conservado y gestionado. Vaya este mensaje para los recién titulados universitarios de Grado en Ingeniería Forestal e Ingeniería Forestal y del Medio Natural, a los que sin duda no favorece en absoluto esta falta de inversión pública en la naturaleza y este recorte de ayudas a la gestión forestal sostenible.

Nadie nos dijo que desarrollar nuestra profesión resultara fácil, que en el camino no tuviéramos que sortear muchos inconvenientes históricos, competenciales, profesionales o económicos, pero los ingenieros técnicos forestales, y ahora también los graduados en ingeniería forestal y del medio natural, con una amplia formación y con la experiencia positiva de más de cien años de gestión forestal a sus espaldas, solo pueden tener éxito ante las demandas de una sociedad cada día más sensibilizada y necesitada de un medio natural bien conservado y gestionado 2

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Pero no podemos olvidar la gravedad de la denuncia de la información publicada. Sea el 30, el 40 o el 50 % de los nuevos titulados los que tienen que trabajar en sectores diferentes a los que conformaban sus estudios, corresponde a las escuelas universitarias analizar los datos, una vez publicados oficialmente, y extraer las conclusiones adecuadas para ofrecer profesionales debidamente cualificados. El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural se ofrece a trabajar conjuntamente con todas las escuelas donde se imparten los citados títulos universitarios en el análisis de esos datos y de las causas que han dado lugar a tales resultados, de confirmarse su veracidad, así como proponer una serie de medidas para paliar la situación. Trabajar conjuntamente en los planes de estudio de las escuelas que sean adecuados a las necesidades reales del mercado laboral parece obligatorio y de sentido común. Hoy en día, la Universidad tiene que estar más abierta que nunca a la sociedad, y parte de esa sociedad son los profesionales que ya trabajan desde hace años, que tienen experiencia y que conocen el mercado laboral, profesionales

que se encuentran representados por el Colegio. Es cierto que la ocupación laboral en aquello que se ha estudiado no depende solo de la calidad de la enseñanza recibida; son muchos factores los que influyen. El desarrollo de un sector económico fuerte, el apoyo de los poderes públicos, el conocimiento y la demanda social son algunos de ellos. Pero es verdad que no se pueden formar universitarios de espaldas a las necesidades sociales. Sin una profesión fuerte, con prestigio social, que sea conocida y demandada por la sociedad ninguna de las escuelas universitarias tiene sentido. Es imprescindible que todos trabajemos conjuntamente por una enseñanza de calidad, por un sector forestal con mayor peso económico en la economía nacional y por un mercado laboral más amplio capaz de absorber a los nuevos titulados. Así que, ante la pregunta ¿tiene futuro la profesión de ingeniero forestal?, la respuesta es evidente: sí, ahora más que nunca. Hacérselo ver a la sociedad es tarea de todos nosotros.

EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR: F. Javier Cantero Desmartines. Subdirector: Andrés Arregui Noguer. DIRECTOR TÉCNICO: Ismael Muñoz Linares CONSEJO DE REDACCIÓN: Teodoro Abbad J. de Aragón, Susana Domínguez Lerena, Alvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara, Enrique García Gómez, José González Granados, Salustiano Iglesias Sauce, María José Manzano Serrano COLABORAN EN ESTE NÚMERO: Francisco Javier Silva Pando y Gregorio Montero González DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356 FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Pino resinado en Coca (Segovia). Autor: Ismael Muñoz. Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C. O. I. T. F. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

El Recurso Micológico: una oportunidad para la dinamización de la economía rural

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Miguel Segura Federación Española de Empresarios de Trufas y Setas (FETRUSE) Patricia Gómez Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) Guillermo Fernández Subdirección General de Silvicultura y Montes del MAGRAMA

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as setas representan en nuestros montes un magnífico recurso, capaz de dinamizar las escuálidas economías rurales. Sin embargo, el escenario actual de la recolección de los hongos silvestres nos muestra cada otoño bandas organizadas y grupos incontrolados de temporeros que causan grandes daños medioambientales y también económicos. En torno a la recolección de las setas ha florecido una economía sumergida que genera una tensión social creciente en los municipios próximos a los recursos micológicos. El Gobierno de Aragón acaba de aprobar un decreto regulador de la actividad micológica. Algunos ayuntamientos de esta región han sumado a esta iniciativa sus propias ordenanzas municipales. También a nivel comarcal se trabaja en fórmulas y herramientas de gestión de este recurso forestal. Provincias como Teruel tienen una gran disponibilidad de este recurso, pero sufren cada año una oleada de temporeros incontrolados e incluso el azote de bandas organizadas que asaltan la propiedad privada.

Un paso adelante igado a esta actividad, también se ha llevado a cabo la redacción de un contrato tipo agroalimentario de compraventa de hongos silvestres para su comercialización en fresco. Es un modelo de contrato pactado entre los sectores productor, transformador y comercializador que es homologado por

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el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y publicado por Orden Ministerial en el Boletín Oficial del Estado con el fin de dar la publicidad necesaria para que puedan ajustarse a este modelo los contratos de compraventa de compradores y vendedores que lo estimen oportuno. Este contrato es el fruto de varios años de trabajo, siendo la primera vez que se homologa un contrato tipo de un producto forestal. Este contrato fue publicado en el B. O. E. del 4 de octubre de 2014, y actualmente se está promocionando a través de jornadas divulgativas en puntos donde este aprovechamiento tiene especial interés. Este contrato representa un paso previo a la regulación de la actividad micológica. Es la primera vez que se tiene en cuenta al propietario forestal y se reconoce su figura. A través de él se expide un permiso de recolección, amortiguándose la invasión de la propiedad privada. Pero también se identifica al recolector, intermediario necesario para que las setas lleguen al comprador final; figura no reconocida ni regulada y, en definitiva, indefinida. Este contrato tipo no es la solución al problema, pero sí un paso que ayuda a empezar a organizar y estructurar el sector micológico. Es importante destacar también que el contrato no es un documento fiscal, tiene carácter voluntario y pueden acogerse empresas de transformación que no estén asociados en las organizaciones promotoras de este contrato-tipo.

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El contrato para la comercialización de hongos reconoce al propietario y esclarece la procedencia y origen de los hongos: su rastreabilidad. Protege la propiedad privada y permite a comerciantes e industriales justificar los gastos que genera su actividad Antecedentes os aprovechamientos micológicos han sido desde hace tiempo los menos citados en los planes de gestión de las explotaciones forestales. A pesar de la enorme proporción de personas que acuden a los bosques y montes, públicos y privados, en busca de estos tesoros gastronómicos. Lejos de regular su aprovechamiento o de compatibilizarlo con otros muchos aprovechamientos necesarios de nuestras masas forestales, los planes de gestión forestal o los proyectos de ordenación no consideran estos aprovechamientos, conscientes en muchos casos de la dificultad de cuantificar y regular la recogida de hongos como un aprovechamiento más de nuestros montes. En el caso de Galicia se especifica que los aprovechamientos para consumo propio y los aprovechamientos con fines científicos o didácticos son libres, excepto que la persona titular regule el acotamiento de su aprovechamiento en el instrumento de ordenación o gestión forestal o comunique el acotado de este aprovechamiento; y, en cualquier caso, debiendo señalizarlo. En cada Comunidad Autónoma nos encontramos diferentes tipos de permisos para recoger setas y hongos, clasificados en muchos casos si esta recogida tiene un fin comercial o no.

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La comercialización de las setas se regula a través de normas europeas y una norma estatal, el Real Decreto 30/2009, de 16 de enero, por el que se establecen las condiciones sanitarias para la comercialización de setas para uso alimentario, en general en todas ellas desde el punto de vista de seguridad alimentaria. En concreto, la norma citada regula los aspectos que, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, debe reunir la comercialización de setas tanto silvestres como cultivadas, y establece los requisitos exigibles a las setas y los que deben cumplir las empresas que intervienen en su producción, transformación y distribución. Aunque es un negocio de temporada, la compraventa de hongos silvestres está creciendo. Las dos últimas temporadas han sido excepcionales; en 2013 se superaron las 30.000 toneladas de hongos comercializados, y este año vamos en camino de superarlas. Existe una industria transformadora cuya materia prima principal son estos hongos. Además, en hostelería la compraventa de estos productos de los bosques adquiere relativa importancia, a lo que hay que unir un creciente turismo micológico, interesado tanto en aprender como en degustar un buen plato de setas.

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Los problemas que se derivan de este proceso comercial radica por tanto en el incumplimiento sistemático de la regulación existente, fundamentada en la percepción de la sociedad urbana de que el monte es de todos y cualquiera puede recoger lo que en ellos se produce. Un contrato privado omo todo contrato privado, el contrato tipo agroalimentario de compraventa de hongos silvestres para su comercialización en fresco necesita de dos firmas: del que compra y del que vende. Asimismo, incorpora información sobre las especies a recolectar, la cantidad recogida, la fecha de recolección, el precio y el importe. El contrato es sencillo. Basa su validez en la existencia de un número de permiso de recolección. Además, recoge otros detalles necesarios como la forma de pago o las especificaciones de calidad de los hongos, así como los mecanismos de control, seguimiento y vigilancia a los que se podrán dirigir ambas partes. Este importante paso impulsará la concienciación de la sociedad para que sea más responsable y colabore en el mantenimiento sostenible de los hongos silvestres. Todos estos datos son muy importantes para quienes comercializan las setas, ya que sirven para justificar los gastos de su actividad y, en definitiva, para animar a sacarla a la luz y hacerla más transparente. Por una parte, el recolector no tiene por qué identificarse, ya que realiza una actividad que no declara, pero por otro lado esta actividad mueve una economía importante en el entorno rural. Este contrato, en definitiva, reconoce al propietario y esclarece la procedencia y origen de los hongos: su rastreabilidad. Protege la propiedad privada y permite a comerciantes e industriales justificar los gastos que genera su actividad. El siguiente paso podría ser la constitución de una organización interprofesional de los hongos silvestres, con vistas a estabilizar el mercado y utilizar todos los recursos que la

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ley 38/1994, de 30 de diciembre, reguladora de las organizaciones interprofesionales agroalimentarias, modificada recientemente por la ley 12/2013, 2 agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, ofrece a este tipo de organizaciones para mejorar el conocimiento, la eficiencia y la transparencia de los mercados, también de los productos forestales. Poco a poco, como se hace todo en el sector forestal. Una regulación necesaria l censo vigente refleja que existen 144 empresas importadoras y exportadoras de hongos silvestres. El segmento de la recolección registra casi un millar. Mercabarna es el mayor mercado de la seta, con 1.256 millones de toneladas/año (por Mercamadrid circulan solo 100.000 menos). Existen alertas sanitarias por toxicidad, que normalmente se dan cuando la relación es directa entre recolector y consumidor: Entre cinco y diez muertes por año, más 400 casos anuales, la mitad de los cuales requieren hospitalización. Como se ha comentado, el RD 30/2009 establece las condiciones sanitarias para la comercialización de setas para uso alimentario, y determina que son 173 especies de setas las que se pueden comercializar. En general identificamos el punto delicado de la rastreabilidad, el recolector capaz de recoger en torno a tres kilos diarios. Consideramos que es un empresario, porque vende, tal como mantiene FETRUSE (Federación Española de Empresarios de Setas y Trufas). Aun así, los recolectores de setas, al no ejercer ninguna actividad económica, no se encuentran dados de alta en el censo de empresarios y profesionales (AEAT). No emiten ni pueden emitir facturas. Como resultado de esto, siguen desarrollando su labor "impunemente", causando un perjuicio económico a la hacienda pública. El sector transita entre la inseguridad jurídica, la proliferación de empresas sumergidas y la imposibilidad de reflejar ni registrar la actividad fiscalmente.

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El censo vigente refleja que existen 144 empresas importadoras y exportadoras de hongos silvestres. El segmento de la recolección registra casi un millar. Mercabarna es el mayor mercado de la seta, con 1.256 millones de toneladas/año (por Mercamadrid circulan solo 100.000 menos)

Tratando de dar solución a este problema, FETRUSE ha propuesto recientemente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas una exención fiscal para este colectivo en caso de no superar una recaudación de 6.000 euros anuales o no superar un nivel máximo de kilogramos de producto recolectado. Con un contrato agroalimentario se podría controlar las ganancias patrimoniales obtenidas por las personas como consecuencia de estos aprovechamientos forestales en montes públicos y privados. Una solución para el comercio ero, ¿qué gana el recolector con este contrato? En primer lugar, facilidad para vender las setas; de esta forma se valoriza este recurso forestal y, a la vez, como hemos visto, el respeto de las propiedades públicas o privadas frente a una inseguridad jurídica patente. El objetivo del contrato agroalimentario de compraventa de hongos silvestres para su comercialización en fresco persigue unir la propiedad forestal con el recolector y, finalmente, con el consumidor. Tenemos como en cualquier actividad una normativa a aplicar y debemos gestionar el recurso de una forma ordenada y racional, y la gestión de recursos forestales la

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basamos en una planificación de dicha gestión, a partir del cual emanarán los permisos y, con ellos, posteriormente los contratos. Existen también otros problemas de comercialización. Se considera que el contrato tipo contribuirá a mejorar la rastreabilidad. El contrato funcionará si existe un beneficio para las partes, lo cual conllevará transparencia en la fiscalidad, pero también se requiere un eficiente régimen sancionador, ya que faltan recursos para la vigilancia, pero cuanto más se presione al infractor, mayor será el efecto disuasorio. Se considera por los autores de este artículo que además de para este producto forestal sería muy recomendable crear tanto organizaciones interprofesionales como establecer contratos tipo agroalimentarios en otros muchos productos forestales, entre ellos el piñón, la castaña, la resina, el corcho y, por qué no, la madera, si bien en este caso ante la diversidad de productos y particularidades de este sector se debería restringir a un subsector como puede ser el de aserrado, pasta, tableros, biomasa, leñas o productos de madera de alto valor añadido para la construcción. Para todos ellos el marco legislativo lo permite y el mercado de todos ellos lo requiere.

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

Evolución y aprovechamiento de la trufa negra (Tuber melanosporum) en plantaciones micorrizadas EVOLUCIÓN Y PROBLEMÁTICA l cultivo de la trufa negra (Tuber melanosporum) está ligado a suelos calizos, generalmente zonas destinadas a cultivos con rendimientos agrícolas bajos, siendo en España relativamente reciente, pues su inicio de forma generalizada se produjo a comienzos de los años 80 del siglo pasado, en coincidencia con el decrecimiento generalizado de la producción de trufa negra silvestre. Los principales productores de trufa negra a nivel mundial son Francia, España e Italia. En Europa se producen anualmente entre 65 y 125 toneladas de trufa negra durante los últimos años (2010-2014), representando el 90 % de la producción mundial. La producción española es del orden de un 30-40 % de la producción europea. En España, el número de plantaciones va en aumento, siendo el ritmo de las nuevas plantaciones en los últimos cinco años de 1.000 ha anuales (Oliach et al., 2010). La superficie plantada en España podría alcanzar en la actualidad las 13.000 ha (O-

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liach, 2014), estando a la cabeza las provincias de Teruel, Soria, Huesca y Castellón. Debemos hacer distinción en la truficultura española de al menos dos zonas por la velocidad a la que se han desarrollado y han ido avanzando en los diferentes problemas que les han ido surgiendo. Desde el punto de vista productivo y de inversiones llevadas a cabo, a la cabeza se encuentra la provincia de Teruel, con una superficie plantada superior a las 4.000 ha. En la comarca de Sarrión (Te), con producciones que alcanzan en algunos casos los 100 kg/ha y año, la trufa negra se ha convertido en uno de sus principales motores económicos, desarrollándose una importante actividad industrial ligada a este producto, instalándose varias empresas y revalorizándose notablemente el valor de terrenos rústicos aptos para plantaciones truferas. Los cultivos micorrizados con trufa negra comenzaron de manera generalizada antes en Teruel que en el resto de provincias. La superación de los problemas iniciales, como

Ignacio Lafuente Arranz Ingeniero de Montes Administrador de Gestión Forestal y del Medio Agrícola, S. L. Gesforma

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las adecuadas preparación del terreno y manejo del suelo, las necesidades hídricas, los marcos de plantación, la calidad de la planta, etc., ha ocasionado que se consigan notables producciones, haciendo muy rentables estas plantaciones y animándose a realizar nuevas inversiones. De hecho, las nuevas superficies que se están implantando de este cultivo corresponde principalmente a truficultores que han empezado a recolectar trufa y amplían sus explotaciones, y a empresas, algunas derivadas del sector de la construcción, que ahora están invirtiendo tanto en nuevas plantaciones como en maquinaria para adecuación del terreno y se están abriendo camino en los sectores turístico y gastronómico ligados Tabla 1. Producciones de T. melanosporum en toneladas de España, Francia e Italia en el período 1990-20014. Fuente: a la trufa negra. Reyna (2007), Grupo Europeo Tuber y Federación Española de Asociaciones de Truficultores En estas zonas que se sitúan en la cabeza de la producción surgen otros nuevos problemas como son la comerComunidad Autónoma Superficie estimada ha cialización (una distribución y venta inadecuada ocasiona que Andalucía 50 en zonas de mayor producción el precio disminuya), plagas (como la mosca de la trufa Helomyza gigantea, que merma Aragón 5.900 la cantidad y calidad de la trufa), o el envejecimiento y conCastilla-La Mancha 170 secuente disminución de la producción de las plantaciones. En otras provincias como Soria, Guadalajara, Castellón, Castilla y León 1.400 Huesca o La Rioja se va avanzando y dando solución a alguComunidad Valenciana 900 nos de los condicionantes y problemas encontrados, aunque La Rioja 50 en algunos casos quedan asignaturas pendientes como es el adecuado manejo del suelo y la instalación de sistemas de rieNavarra 300 go. En estas zonas, en los últimos años también la superficie País Vasco 180 destinada al cultivo de la trufa y las inversiones llevadas a cabo han ido en aumento. El perfil tipo de truficultor en estas zonas Cataluña 350 corresponde generalmente a pequeños inversores, cuya inverTotal 9.200 sión es complementaria a otra actividad o trabajo. Algunos de los problemas superados en las regiones que van por delante en este sector son los que ahora se plantean en estas zonas. Tabla 2. Estimación de la superficie plantada con trufa. Fuente: Federación Española de Asociaciones de Truficultores. 2010 El éxito de una plantación depende de un buen número de factores. A diferencia de hace unos años, hoy en día es relativamente fácil y económico controlar algunos de estos factoLa variabilidad de climas y suelos hace que sea un error res que van a condicionar la futura producción, como puede aplicar los mismos tratamientos culturales y tomar las misser el conocimiento de la composición y textura del suelo mas decisiones en unas y otras plantaciones, siendo nemediante análisis para conocer la idoneidad de la parcela cesario aplicar una truficultura específica para cada plany las posibilidades de corregir alguno de estos parámetros tación. Hay que tener en cuenta que muchas de las plantao una adecuada elección de la planta mediante el análisis ciones no entrarán en producción nunca o será anecdótica de su calidad forestal y estado de micorrización (número de debido a elecciones equivocadas o al inadecuado manejo ápices micorrizados y contaminantes) en laboratorio especiade las mismas. lizado. La determinación de la necesidad de aportes hídricos Hoy en día, cualquier promotor, ya sea grande o pequeño, en épocas estivales es otra de las variables que condicionan puede iniciarse en el cultivo de la trufa negra gracias al asela producción de trufa, por lo que una elección adecuada del soramiento que los profesionales del sector pueden brindar; caudal y del método de riego a emplear va a ser clave para el un asesoramiento que puede ir desde el primer momento en éxito y rentabilidad de nuestra plantación.

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Figura 1. Evolución de los precios de la trufa negra pagados al productor en € constantes hasta enero de 2014. Fuente: Período 1955-1999 (Reyna, 2007); Período 1999-2014 (Lonja de la trufa de Vic, Barcelona)

la elección de la parcela adecuada, pasando por la correcta ejecución de los trabajos de implantación y mantenimiento hasta el posterior manejo y la futura comercialización. El precio medio pagado al productor durante el período 1991-2014 es de 419 €/kg, siendo la trufa negra uno de los pocos productos forestales que ha aumentado de precio durante las últimas décadas. En los últimos años la tendencia es a la estabilización de su precio entre los 300-400 €/kg. APOYOS INSTITUCIONALES os apoyos de las instituciones y sus ayudas difieren de unas comunidades y provincias a otras. En Castilla y León, según el Plan de forestación de tierras agrícolas han sido destinados alrededor de dos millones de euros en los últimos diez años para la implantación de unas 570 hectáreas de encina micorrizada, de las cuales 500 ha se ubican en la provincia de Soria. Por contra, y como problemas a solucionar dentro de estas mismas ayudas, son la exclusión de determinadas zonas de la provincia cuyos terrenos coinciden con la “capa de alondra de Dupont” publicada por la Administración regional, aun cuando estas zonas afectadas no corresponden con hábitat prioritario para esta especie, como puedan ser fincas con uso agrícola o con pendientes superiores al 30 %. Una vez más, el contrasentido de la Administración impide la consolidación de este cultivo en gran parte de la provincia. En este punto se ha de destacar también el apoyo de algunas Diputaciones Provinciales que están destinando partidas presupuestarias para el desarrollo de este sector. Y como novedad, destacar que recientemente se ha firmado un convenio entre Iberaval, la Asociación Forestal de Soria y la Caja Rural de Soria para la concesión de préstamos a largo plazo para el desarrollo de la actividad trufera. En cuanto a futuras líneas de ayudas, el nuevo Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León va a desarrollar una nueva línea de ayudas destinadas a plantaciones productivas, entre las que se encuentra este cultivo.

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PREVISIONES Y POSIBILIDADES DE FUTURO in lugar a duda se plantea un escenario optimista, es posible convertir el cultivo de la trufa en una alternativa viable y productiva a los cultivos agrícolas tradicionales. Gracias a los nuevos conocimientos, avances técnicos, publicaciones y entrada en producción de nuevas plantaciones, poco a poco está desapareciendo el oscurantismo que siempre ha rodeado a este cultivo. El cultivo de la trufa negra puede convertirse en una actividad complementaria a las actividades agrarias tradicionales, diversificando la economía rural y favoreciendo un reequilibrio territorial. La aportación económica de este cultivo en las economías rurales más dependientes de ayudas externas puede suponer un asiento de la población al territorio, ya que se pueden crear actividades gastronómicas y turísticas en zonas tradicionalmente poco desarrolladas, como ha ocurrido en la zona de Sarrión (Teruel). Son muchas las empresas que están vinculadas a este cultivo, como laboratorios especializados en análisis de plantas y suelos, viveros productores de plantas micorrizadas, empresas de ejecución de trabajos de implantación y mantenimiento, de instalación de riegos y sondeos de pozos subterráneos, de venta de fincas para nuevos cultivos, de transformación y comercialización de trufa o empresas para el asesoramiento técnico. La Federación francesa de truficultores estimaba la producción global de trufa en un 10 % de la demanda (Savignac, 2003). Hoy en día, a pesar del considerable aumento de plantaciones en los últimos años y su consecuente incremento en la producción, el gran potencial de demanda que hay hacia este producto sigue siendo mayor que el ofertado. Algunas de las posibilidades de futuro para el desarrollo del sector pasan por el asociacionismo desvinculado de los intereses particulares de sus socios, por conseguir un canal de distribución adecuado con precios dignos, mayor industria transformadora para conseguir un mayor valor añadido, y por dar a conocer el amplio abanico de posibilidades que ofrece la trufa negra para crear cultura gastronómica.

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

La certificación PEFC: un valor en auge para los productos forestales

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PEFC España

esde nuestra experiencia como asociación que fomenta la gestión sostenible de los bosques y la certificación forestal como herramienta que garantiza este objetivo, valoramos muy positivamente el aumento de la presencia de productos con el sello PEFC que se está produciendo en los mercados actuales. ¿A qué se debe esta tendencia? Consideramos que los gestores públicos y privados de monte, las industrias de primera y segunda transformación y los distribuidores y comercializadores de productos forestales están siendo cada vez más conscientes de la necesidad de contar con la certificación PEFC para poder acceder a los nuevos mercados y atender adecuadamente la demanda de productos procedentes de fuentes controladas, y así poder competir en condiciones idóneas con productos similares procedentes de otras latitudes. Las materias primas con un origen forestal sostenible son una pieza clave para el desarrollo de la bioeconomía, y es la certificación PEFC la que avala ese origen sostenible y actúa como una “marca ingrediente” que añade valor a los productos de origen forestal. Tenemos en nuestro país modelos bien implantados de gestión forestal pública y privada que significan una gran potencialidad en términos comerciales y, por tanto, de creación de empleo y generación de riqueza. Pero creemos que hay que aspirar a más, profesionalizando la gestión, introduciendo herramientas de marketing que nos ayuden a vender mejor lo forestal y buscando nuevos modelos de negocio, con el objetivo último de movilizar más y mejor nuestros recursos.

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Entre nuestros objetivos incluimos el impulso de la movilización de todos los recursos forestales. Los productos forestales tienen cada vez más presencia en los mercados. En la actualidad, en lo referente a la madera, se está produciendo un incremento en la demanda de chopo. Algunas subastas celebradas este año han demostrado la apuesta de los propietarios de choperas por aportar valor añadido a su madera mediante el sello PEFC. Una gestión forestal sostenible en choperas con madera de alta calidad, unida a la certificación PEFC, les ha permi-

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La gran diversidad en aprovechamientos que ofrecen los montes españoles facilita que otros muchos productos estén saliendo al mercado con un certificado que garantiza tanto su origen sostenible como la rastreabilidad

tido incrementar en un 35 % su valor. Además, la norma de Cadena de Custodia PEFC ST 2002:2013 ofrece a las empresas un mecanismo efectivo para demostrar el cumplimiento de los requisitos del Reglamento de la Madera de la Unión Europea. Esta norma se ajusta plenamente a la EUTR, por lo que garantiza a las empresas certificadas que cumplen la legislación europea de Diligencia Debida. La madera certificada se vende mejor, pero no podemos hablar solo de madera. La gran diversidad en aprovechamientos que ofrecen los montes españoles facilita que otros muchos productos estén saliendo al mercado con un certificado que garantiza tanto su origen sostenible como la rastreabilidad. Nos referimos al papel, al corcho y a otros productos emergentes como la biomasa, las resinas, los textiles y los productos silvestres destinados al sector alimentario. En el sector de las resinas se está detectando un incremento en la demanda de este producto con credenciales que avalen su origen sostenible debido a una mayor sensibilidad ambiental. Su extracción, transformación y uso ofrece numerosas posibilidades comerciales, además de ser fuente

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de innovación y empleo rural. Es por esto que las empresas productoras comienzan a certificarse, a fin de atender adecuadamente la demanda de resina procedente de bosques bien gestionados. Por ejemplo, el sector resinero de Castilla y León, de gran tradición, es el más importante de España en la actualidad. El 73 % de la resina extraída en nuestro país procede de los montes segovianos, estando el 94 % (52.829 ha) de esa superficie certificada con el sistema PEFC. El sector corchero catalán y andaluz también está experimentando un importante crecimiento. Estamos observado un interés cada vez mayor por el corcho certificado PEFC por parte de responsables de bodegas de vino ecológico, que son sensibles hacia los productos naturales y certificados, ya que los consideran una ventaja competitiva que distingue su producto del de la competencia. En el sector papelero también observamos una creciente demanda de papel certificado, en especial, en las políticas de compras verdes de las entidades que priman el aprovisionamiento de material con certificado PEFC para evitar riesgos y poder demostrar que sus adquisiciones no provienen

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de fuentes conflictivas. Asimismo, las administraciones públicas, siguiendo las directrices de la Unión Europea referentes al ecoetiquetado, están dando prioridad a la adquisición de productos con certificados como el sello PEFC. En lo relativo a la biomasa, son muchas las oportunidades de negocio que ofrece en la actualidad este producto forestal como alternativa a otros combustibles fósiles, en especial en ámbitos domésticos e industriales. Cada vez más municipios, empresas y particulares apuestan por la biomasa con un fin térmico, y muchas de las calderas de colegios, comunidades de vecinos e instalaciones deportivas están siendo adaptadas. La biomasa cuenta con sellos que visibilizan su calidad, pero también es muy importante garantizar la procedencia de la biomasa y que se extraiga de bosques gestionados de manera sostenible. Es por este motivo que se está produciendo un fuerte incremento de biomasa con certificado PEFC en los últimos años. Tal como cita la Nueva Estrategia Forestal Europea de 2013: “Es extremadamente importante que la biomasa con fines energéticos provenga de bosques gestionados de forma sostenible”. “La certificación forestal es una de las herramientas que aseguran la sostenibilidad de la gestión forestal”. En este sentido, estamos trabajando de forma conjunta con la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM) para fomentar el consumo de biocombustibles sólidos de calidad procedentes de una gestión forestal sostenible certificada y dar a conocer las ventajas de estos productos. Entre nuestros objetivos también está el de contribuir a la mejora de la comercialización de los productos agroalimentarios, valorizar el gran potencial que tienen los bosques españoles y ayudar a los pequeños productores, no solo colaborando sobre el terreno con diferentes administraciones para garantizar la recolección controlada y la rastreabilidad del producto, sino también promocionando los productos silvestres de origen forestal en el sector alimentario. Porque los productos silvestres (piñón, castaña, setas, hongos, trufas, frutos del bosque, miel, hierbas aromáticas, cerdo ibérico criado en dehesa) tienen interesantes posibilidades de desarrollo comercial en el segmento gourmet o premium, menos sensible a la crisis económica, aunque también más exigente. Los productos silvestres de origen español son de excelente calidad y cuentan con fantásticas características organolépticas, sabores y aromas que son una verdadera experiencia para los sentidos. Si añadimos que su disponibilidad en el mercado es limitada y en la mayor parte de los casos vinculada a la temporada contamos con una gama de productos únicos y exclusivos. Ya hay jamón certificado PEFC procedente de cerdos criados en dehesas gestionadas sosteniblemente, y la demanda internacional crece ligada al concepto de bienestar animal, hecho que está avivando el interés de los gestores de fincas certificadas en implantar la cadena de custodia para disponer de producto y poder así colocarlo en los mercados. Según los datos de un estudio realizado por PEFC España en 2012, el 81,6 % de los establecimientos españoles de alta restauración cree que sus clientes valorarían la presencia de productos silvestres con certificado de origen sostenible, y el 85,5 % estaría dispuesto a incluirlos en sus elaboraciones para comprobar cómo responden sus clientes

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ante platos que, además de aromáticos, sabrosos y sorprendentes, promuevan la sostenibilidad. Trabajar por un posicionamiento común que aglutine a cuantos más productos mejor, creando una "marca" única que aporte valor añadido, es nuestro objetivo. PEFC España propone agrupar bajo una marca paraguas a todos los productos de origen silvestre procedentes de masas forestales en las que se aplican criterios de aprovechamiento sostenible. Criterios que hacen compatible la actividad económica de la que dependen miles de personas del medio rural con la conservación de los bosques. En los últimos años, el sector textil se está movilizando para garantizar la sostenibilidad de las fibras celulósicas. Se han creado varias iniciativas de carácter internacional en las que grandes productores de fibras, minoristas y otros grupos se han coordinado para impulsar la rastreabilidad de la cadena de suministro de las fibras textiles y poder asegurar a los clientes el origen sostenible de las prendas que se comercializan. En la actualidad, contamos con la confianza de grandes empresas fabricantes de fibra textil a escala internacional, que cuentan con nuestra certificación de cadena de custodia y con las que estamos colaborando. Así, el grupo Inditex ha incorporado nuestra certificación en sus políticas de compra de productos de origen forestal: mobiliario, bolsas de papel, etiquetas, etc. La certificación PEFC es la herramienta idónea para promover la gestión activa y sostenible de los bosques y promover sus productos, fortaleciendo así el tejido económico, productivo y social a ellos vinculado. El sello PEFC es el más implantado en los montes españoles; en la actualidad, el 95 % del territorio español certificado en gestión forestal sostenible dispone del sello PEFC, con un total de más de 1.700.000 hectáreas.

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

Certificación FSC, gestión, aprovechamientos y mercado forestal en España

Estévez Malvar, M. Ingeniero técnico forestal y técnico de proyectos de FSC España

Martínez Martínez, S. Ingeniera de montes y responsable de Proyectos de FSC España

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Introducción FSC (Forest Stewardship Council o Consejo de Administración Forestal) fue legalmente constituido en febrero de 1994 para intentar frenar la deforestación masiva de los bosques del planeta y el comercio de madera ilegal. Durante sus primeros veinte años de existencia, FSC ha tenido un gran crecimiento y reconocimiento internacional como el sistema de certificación forestal más sólido en términos de alcance mundial, robustez de los criterios de certificación y número de empresas implicadas en el sistema. Hasta el 13 de octubre de 2014 más de 183 millones de hectáreas cuentan con su gestión forestal certificada FSC en más de 79 países. Y más de 28.300 empresas están certificadas en cadena de custodia FSC (muchas con varias instalaciones incluidas en un solo certificado) en 112 países de todo el mundo. Hasta mayo de 2013 la certificación forestal FSC representaba más del 40 % del área total certificada a nivel mundial, y más del 70 % del número total de certificados de cadena de custodia (FERNHOLZ & KRAXNER, 2013). FSC España es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo prioritario es promover la sostenibilidad en el uso de los recursos y beneficios de los espacios y masas forestales, así como la conservación de su biodiversidad. Es parte activa de la red de FSC Internacional, y se encarga de la representación del sistema en España, del desarrollo de las Normas o Estándares españoles de Gestión Forestal FSC, así como de la información a cualquier interesado sobre gestión forestal y

cadena de custodia FSC en España. Su estructura básica es semejante a la de FSC Internacional, conformándose por más de 120 socios distribuidos en las cámaras ambiental, social y económica. Certificación FSC en España y demanda de productos certificados a superficie forestal certificada FSC en España está, hasta el 13 de octubre de 2014, por encima de las 196.700 hectáreas, lo que supone el 0,7 % de los 27,7 millones de hectáreas de superficie forestal total española (MAGRAMA, 2014). El 61 % de la superficie certificada FSC en España son montes gestionados por administraciones públicas en cinco certificados FSC de gestión forestal que reúnen 119.341,68 hectáreas. El 39 % restante de la superficie certificada agrupa 23 certificados FSC de gestión forestal de entidades privadas y más de 77.000 hectáreas. Desafortunadamente, la superficie certificada FSC en España y los productos forestales certificados que son aprovechados en esos montes no cubren la cantidad demandada por los 657 titulares de certificados FSC de cadena de custodia (con más de 978 instalaciones o miembros de grupos de cadena de custodia) existentes en España hasta el 13 de octubre de 2014. Por eso es preciso importar materia prima y productos certificados FSC de terceros países, con el correspondiente impacto ambiental (por ejemplo, en emisiones derivadas del transporte), económico y social (Estévez et al. 2013).

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Evolución de los aprovechamientos forestales en España a evolución de la producción de madera en España desde 2005 ha sufrido una disminución, situándose en torno a los 15 millones de m3, con un valor total de 721,4 millones de €, mientras que han aumentado las existencias de madera disponible en un 14 %; esto es debido en parte a la crisis económica y a la bajada en la demanda de materiales de construcción. Por superficie arbolada, las existencias totales de madera son de 1.012 millones de m3, lo que equivale a 55,44 m3/ha arbolada, con un incremento anual de 46,7 m3/año. País Vasco, Navarra, Galicia, Asturias, Cantabria y Canarias superan los 100 m3/ha arbolada. La tasa de extracción media es del 34,4 %. Galicia registra una tasa de extracción del 59 % y aporta el 48 % de las cortas y extracciones totales (madera y leña) españolas. Andalucía y Extremadura también presentan una tasa de extracción superior a la media a pesar de su baja disponibilidad de madera por hectárea arbolada y de aportar el 11 % y el 4 % respectivamente de los recursos madereros (MAGRAMA, 2014). Aunque no se dispone de datos oficiales publicados para todas las comunidades autónomas, las conversaciones con los principales actores del sector indican una tendencia al alza en las cortas de madera de eucalipto en el norte de España, justo donde la certificación FSC está creciendo activamente pese a las dificultades derivadas de la enorme fragmentación de la propiedad forestal. Del mismo modo, en muchas comunidades autónomas del centro y sur peninsular el contexto de crisis económica está provocando una mayor movilización de la madera, con el consiguiente aumento de los aprovechamientos forestales.

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Figura 1. Evolución de superficie y número de certificados FSC de gestión forestal en España

Figura 2. Evolución del número de titulares de certificados FSC de cadena de custodia

En cuanto a productos forestales no maderables en España, la producción de corcho se sitúa en 55.905 toneladas, con un valor de 51,2 millones de €, lo que supone más del 50 % de este tipo de productos. España es el segundo productor de corcho del mundo por detrás de Portugal. Debido a la creciente demanda de corcho certificado FSC, principalmente para tapamiento de vinos, se espera un incremento la certificación de corcho FSC en España. En relación con otros productos forestales no maderables, en el periodo 2010/2011 aumentan las producciones de piñón y resina mientras que el resto de productos registran importantes caídas de producción, especialmente la castaña y las trufas. No obstante, el precio unitario de todos ellos aumenta o se mantiene (MAGRAMA, 2014). También es previsible que la demanda de productos certificados FSC alcance a estos productos, como ha sucedido en otros países a consecuencia de una sociedad cada vez con más conciencia ambiental. Aumento de la Certificación FSC de Gestión forestal en España l aumento de la superficie con certificado FSC de Gestión Forestal (GF)1 en España durante los últimos años ha sido constante pese a la crisis económica y a la reducción de presupuestos de las administraciones públicas. El

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aumento ha sido más significativo en número de certificados que en superficie, y se ha producido fundamentalmente en Galicia y Asturias, pero también en otras regiones como Aragón, Cantabria, Castilla y León y País Vasco. En estos casos, con frecuencia, ha estado ligado a plantaciones de especies de crecimiento rápido o medio como eucalipto, pino, chopo, cerezo y nogal, y se ha tratado de certificados de grupos de gestión forestal bajo la norma FSC-STD-30-005 (V1-0), donde muchos de los miembros del grupo son gestores de pequeñas propiedades forestales con superficie inferior a 100 hectáreas. El aumento en superficie ha procedido en gran medida de certificados FSC de montes de baja intensidad de gestión productores de corcho. En general, las unidades de gestión forestal que califican como SLIMF2, y especialmente las que forman parte de grupos de gestión forestal FSC, se benefician de una simplificación de las normas de gestión forestal, de grupo y de auditoría, lo que se traduce en una reducción importante de costes de auditoría y mantenimiento del certificado FSC.

Crecimiento de la Certificación FSC de Cadena de Custodia en España n cuanto a cadena de custodia FSC, el incremento en España durante los últimos años ha sido proporcional al registrado a nivel internacional, pese a la crisis económica y a la importante reducción de la cifra de negocio de los 21.945 millones de € de 2005 a los 10.236 millones de € en 2012 (considerando solo los datos de la Rama Industrial 19, Madera, Muebles y Corcho3, (CNAE-2009: 16 y 31) es el 53 % de reducción respecto de 2005). El número de empresas en Madera, Muebles y Corcho se ha reducido de 23.500 en 2005 a 15.056 en 2012. Esta reducción está ligada principalmente a la crisis económica iniciada en 2007. Estos hechos han motivado más de 260 bajas de titulares de cadena de custodia FSC, pero, pese a ello, el número de empresas con cadena de custodia certificada FSC ha aumentado. De los 657 titulares de certificados FSC de cadena de custodia que tienen sede en España, y de las más de 978 instalaciones o miembros de grupos de cadena de custodia presentes en España, más del 30 % pertenecen al sector de las artes gráficas e impresión; más de un 25 % a mobiliario y construcción; un 14 % a papel y cartón, y el resto se distribuye entre aprovechamientos forestales, corcho, tableros, envases y embalajes, carbón de leña y otros productos de madera.

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Perspectivas de futuro a Asamblea General de FSC ha tenido su reunión trienal en Sevilla del 7 al 14 del pasado mes de septiembre, con más de 500 personas (directivos de empresas, representantes de diferentes ONG sociales y ambientales, etc.) de 70 países. Con motivo del 20.o aniversario de FSC se ha celebrado el Foro FSC+20 y otros 50 eventos paralelos. Se han discutido los grandes retos a los que se enfrentan el FSC y los bosques del mundo. En sus 20 años de funcionamiento, FSC ha supuesto mejoras en las áreas certificadas en las tres dimensiones de la gestión forestal. En la económica, FSC es clave en el acceso al mercado. En la social, FSC supone la mejora de las condiciones de trabajo forestal a la vez que garantiza el respeto y la información a las comunidades locales. Y en la ambiental, FSC ha desarrollado e implantado conceptos como Alto Valor de Conser vación (AVC o en inglés High Conser vation Value, HCV), que ahora se aplica internacionalmente incluso fuera del ámbito de FSC. FSC ha adaptado su sistema al reglamento europeo de la madera (EUTR) y a otras normativas semejantes fortaleciendo su sistema de madera controlada y cadena de custodia. Según muestran las estadísticas oficiales de UNECE/ FAO, las publicaciones de FSC y otras fuentes, el esquema de marca registrada del FSC es el preferido por los grupos de compradores en Reino Unido, Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Alemania, Brasil, Estados Unidos y Japón. En España, la certificación forestal FSC genera valor añadido y posibilita el acceso al mercado internacional con un significativo beneficio económico para toda la cadena de valor de los productos forestales. Desde diciembre de 2012 hasta el 13 de octubre de 2014 la superficie y el número de cadenas de custodia certificadas FSC en España ha crecido de 160.000 a 196.700 hectáreas (23 %) y de 520 a 657 cadenas de custodia FSC (26 %). Por todo esto, y a la vista de las tendencias del mercado de los productos forestales, se estima que el incremento continúe en Certificación FSC de Gestión forestal y Cadena de Custodia. En España se considera que el aumento será más acusado en la certificación FSC de gestión forestal en las comunidades autónomas productoras de madera de eucalipto, pino, chopo, cerezo, nogal y otras especies, así como en aquellas comunidades autónomas productoras de corcho y sus derivados, carbón vegetal y otros productos

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forestales con demanda FSC. En consecuencia se prevé que todos los territorios con cadenas de valor relacionadas con esas especies y sus productos forestales experimenten también un aumento del número de cadenas de custodia certificadas FSC.

1 Los certificados de gestión forestal en FSC pueden ser solo de gestión forestal (GF, en inglés Forest Management, FM) o conjuntos de GF y Cadena de Custodia (GF/CdC, en inglés Forest Management/Chain of Custody, FM/COC). 2 SLIMF (Small and Low Intensity Managed Forest, en español montes de pequeño tamaño y de baja intensidad de gestión). 3 En la Rama Industrial 20, Papel, artes gráficas y reproducción de soportes grabados (CNAE-2009: 17 y 18), la crisis también ha supuesto una reducción importante del número de empresas y de la cifra de negocio del sector.

Bibliografía Estévez Malvar, M., Martínez Martínez, S., Anguita Alegret, G., Rojo-Alboreca, A. 2013. Costes de certificación FSC de la gestión forestal en España. 6.º Congreso Forestal Español. Sociedad Española de Ciencias Forestales. Vitoria-Gasteiz. http://www.congresoforestal.es/fichero.php?t=41725&i=4899&m=2185 European Union, 2013. Agriculture, forestry and fishery statistics pocketbook. http://epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_OFFPUB/ KS-FK-13-001/EN/KS-FK-13-001-EN.PDF FERNHOLZ, K.; KRAXNER, F.; 2013. Chapter 2: How policies, market-based tools and the green economy influence forest products markets. UNECE/FAO Forest Products Annual Market Review, 2012-2013. Páginas 19-21. United Nations. Geneva. FOREST STEWARDSHIP COUNCIL®. 2014. Global FSC certificates: type and distribution October 2014. FSC International GmbH. Bonn. https://ic.fsc.org/preview.facts-and-figures-october2014.a-3695.pdf MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE (MAGRAMA); 2014. Diagnóstico del Sector Forestal Español. Análisis y Prospectiva - Serie Agrinfo/Medioambiente n.º 8. S.G. de Análisis, Prospectiva y Coordinación (SGAPC): http://www. magrama.gob.es/es/ministerio/servicios/analisis-y-prospectiva/default.aspx

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

Nuevas perspectivas en los aprovechamientos del pino piñonero. Plantaciones con clones obtenidos en el programa de mejora genética forestal para la producción de piñón

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Salustiano Iglesias (1); David León (1), Carlos Guadaño (2), Javier Gordo (3), Sven Mutke (4, 5), (1) Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal. MAGRAMA (2) TRAGSA (3) JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN (4) INIA-CIFOR (5) IU-GFS UVa NIA

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no de los productos forestales no madereros más emblemáticos de nuestros montes es el piñón mediterráneo, semilla comestible del pino piñonero, con gran demanda en el mercado nacional e internacional por su fragante sabor y alto valor dietético. Pinus pinea se encuentra entre las diez especies de árboles productores de frutos secos más importantes del mundo. Árbol presente en todos los países mediterráneos y característico de la flora de esta área, es autóctono en España, donde forma los pinares de mayor extensión, casi medio millón de hectáreas, y donde su piñón ha sido consumido por el hombre desde tiempos del neandertal, en los últimos, al menos, 150.000 años (M. Cortes Sánchez, com. pers.). En España vegeta desde la orilla del mar hasta más de 1.000 m de altitud; es resistente a la sequía y sensible a las fuertes nevadas, siendo la meseta norte castellana donde vegeta en un clima continental más extremo. En cuanto a suelo, es una especie frugal, que prefiere suelos profundos, ligeros, neutros (aunque tolera un amplio intervalo de pH y caliza activa) y con buena

permeabilidad; soporta los pedregosos y se desarrolla peor sobre los compactos, arcillosos o margosos (Prada et al., 1997). Aparte del gran interés por su piñón, las masas de pino piñonero tienen un alto valor ecológico, paisajístico y de conservación, destacando su capacidad para colonizar terrenos arenosos, tanto en interior como en zonas de litoral, que le confiere un importante papel como estabilizador de suelos frente a la erosión. En la actualidad, este papel protector se compagina con un creciente uso recreativo del pinar abierto y luminoso. Aunque la recogida de piña es el principal aprovechamiento comercial de los pinares de piñonero -por delante de su madera, que se destina sólo a uso industrial, embalaje (palés) o biomasa-, este aprovechamiento encuentra algunas dificultades en aquellos pinares que tradicionalmente mantienen espesuras excesivas para una especie de luz. El resultado de esta selvicultura son unas copas elevadas y de reducido tamaño, que producen pocas piñas. La recogida del fruto requiere profesionales especializados, debido a que la escalada del árbol para cosechar

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las piñas es una operación difícil y peligrosa, razón por la que en los últimos años se está imponiendo por razones de seguridad laboral y costes la cosecha mecanizada con máquinas vibradoras. En otros pinares, la selvicultura de la especie ha cambiado conceptualmente en las últimas décadas, basándose en la investigación y experimentación científica, para lograr unas masas más abiertas desde las primeras edades, favoreciendo el desarrollo de copas amplias, soleadas y vigorosas, garantes de una buena producción de piña (Gordo et al., 2009). Aun así, la pronunciada vecería (irregularidad entre cosechas anuales) y la incidencia de plagas endémicas como Pissodes validirostris y Dioryctria mendacella y, en los últimos años, de la plaga invasora exótica Leptoglossus occidentalis, la chinche de la piña, limitan considerablemente la producción nacional de piñón mediterráneo, quedando en segundo lugar muy por detrás de Portugal, que ha aumentado sus exportaciones de piñón en los últimos años. La razón de esta diferencia entre los países vecinos está en otra innovación destinada a dar solución a los problemas de producción limitada de piña: su aprovechamiento en sistemas agroforestales. Así, la especie está teniendo un auge espectacular en Portugal, donde en los últimos 40 años ha pasado de ocupar 40.000 a 175.000 ha debido al declive del pino marítimo por el nematodo, al que el piñonero parece ser resistente incluso en masas mixtas, y la excelente perspectiva económica que el precio cada vez más elevado -cuando no exorbitado- del piñón ofrece al propietario privado.

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Abajo: recogida de piñas mediante mecanización en el rodal selecto de Tordesillas

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Arriba: detalle de injerto en yema terminal con púa de ejemplar seleccionado Debajo: fructificación en un ejemplar de poco más de un metro de altura en el banco clonal de Tordesillas (Valladolid)

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Programa de mejora genética del piñonero. Nuevas perspectivas frente a los aprovechamientos tradicionales l cultivo a densidades bajas, aplicando criterios de selección genética para la obtención de individuos altamente productivos mediante el injerto y el uso de técnicas de injertado masivo de jóvenes repoblaciones o del regenerado natural, permite adelantar considerablemente la entrada en producción de las nuevas masas a las 5-10 años. Además, la integración de la cadena de valor en Portugal retiene cada vez más plusvalía del procesamiento de una piña que hace pocos años todavía se vendía barata a las industrias piñeras españolas. Por el interés económico en su producción de piña, el programa de mejora del pino piñonero centra como criterio de selección el incremento de este aspecto. Los trabajos de mejora remontan a finales de los ochenta, bajo la dirección de Gabriel Catalán Bachiller, mediante la colaboración de la actual Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal con la Universidad Politécnica de Madrid, con el objetivo fundamental de la obtención de individuos grandes productores de piñón (Iglesias, 1997). En paralelo, desde 1989 se firmaron también convenios complementarios entre la UPM y las comunidades autónoma de Castilla y León y Andalucía. El programa, al igual que los realizados en nuestro país para el resto de las especies de pinos, tiene como base inicial de las actuaciones el estudio de la variación genética intraespecífica, mediante la delimitación de Regiones de Procedencia. Estos trabajos culminan con la publicación de la monografía “Regiones de Procedencia. Pinus pinea” (Prada et al., 1997). Posteriormente, la Resolución de 27 de abril de 2000 de la Dirección General de Agricultura da valor legal a este trabajo publicando el Catálogo Nacional de las Regiones de Procedencia, que incluye once correspondientes a Pinus pinea, cuatro de ellas de área restringida. En paralelo, se instalaron en España, a mitad de los años noventa, cuatro parcelas de un ensayo internacional de la especie auspiciado por la FAO, que compara procedencias de toda su distribución mundial desde Portugal hasta Turquía y

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Líbano, y cuenta con réplicas en otros países. A su vez, en 1998 se instaló en la meseta Norte un ensayo comparativo con plantas obtenida de semilla selecta de los rodales registrados en Castilla y León. Casi veinte años después, estos ensayos han permitido comprender mejor la genética de poblaciones de la especie, revelando una muy baja diferenciación entre rodales, regiones e incluso entre países alejados. Muy al contrario, la alta plasticidad fenotípica de todo el material ensayado no ha manifestado ninguna inadaptación, con una diferenciación solo muy somera entre las procedencias más septentrionales o de interior y aquellas costeras del sur de España, Francia o Turquía. Una vez determinadas las regiones, las actuaciones principales del mencionado programa e iniciativas similares a escala autonómica han sido las siguientes: • Delimitación de fuentes semilleras y definición de rodales selectos en las regiones de procedencia de la especie para obtención de semilla y planta como material forestal de reproducción de categoría identificado y seleccionado, destinado a reforestaciones y regeneración artificial, con el objetivo de la selvicultura multifuncional propia de sus pinares. • Selección en monte de árboles sobresalientes en producción de piña para su inclusión en una línea más intensiva de mejora buscando producir piña en plantaciones específicas injertadas. • Propagación de los ejemplares seleccionados mediante in-

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Ensayo de rodales en Tordesillas

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UNIDAD DE ADMISIÓN

SITIOS DE ENSAYO

Valor medio de mejora (% producción de piña)

Inclusión en el Registro nacional de materiales de base de los clones CONTROLADO seleccionados 1011 Portillo-11 2 26% inus pinea es una especie regula1012 Portillo-12 3 20% da por la Directiva 1999/105/CE (transpuesta por el R. D. 289/2003, 1073 La Vega 2 15% sobre comercialización de mate1123 Íscar 2 16% rial forestal de reproducción). Esto implica que la comercialización y 1201 Valdegalindo 2 17% producción de los materiales de reCUALIFICADO producción que se utilicen con fines selvícolas (en este caso púas para 2004 Hoyo de Pinares 1 19% injerto o planta ya injertada) deben 2048 Almorox 1 19% estar sujetos a un sistema de con2068 San Martín de Valdeiglesias 1 24% trol de rastreabilidad que garantice su origen y su calidad genética. Cual3029 El Prosencio 1 31% quier material de reproducción debe 3048 Pozoamargo 1 21% proceder de un material de base autorizado, en este caso tipo clon. Por 3057 Casas de Haro 1 23% tanto, resulta ilegal la utilización de 3063 El Picazo 1 22% púas para injertar procedentes de materiales de base no autorizados. 6010 Sta. Coloma de Farners 1 9% En el caso de los materiales clona6015 Llagostera 1 11% les, la normativa establece que solo 6053 Dosrius 1 9% podrán ser autorizados clones para producción de material forestal de reTabla resumen de los clones propuestos para su inclusión en el Registro Nacional de Materiales de Base* producción de las categorías cualificaEn esta tabla no están incluidos los clones que se autorizarán como resultado del Programa de Mejora do y controlado, siempre y cuando se de pino piñonero en Andalucía (Castaño et al., 2004). cumplan con una serie de requisitos establecidos. Estas categorías son las propias de materiales resultantes de un programa de mejora con un objetivo y unos criterios de jerto en bancos clonales según diseños estadísticos que selección fijados, como es el caso. No se permiten, por tanto, permitan segregar la componente genética de la ambiental clones en las categorías identificado ni seleccionado. a partir de réplicas (ramets) de los clones candidatos. La diferencia fundamental para materiales clonales entre • Seguimiento durante una serie de años y evaluación gelas categorías cualificado y controlado es que en el primer nética de los clones en estos bancos para seleccionar caso se requiere que el valor de los clones a autorizar se clones genéticamente superiores con respecto al caráchaya demostrado mediante una experimentación suficienteter seleccionado de producción de piña y piñón. Para mente prolongada (Anexo IV 3.b del R. D. 289/2003), aunmantener la ganancia genética deben usarse métodos de que no es necesario que esta experimentación esté apoyada reproducción vegetativa vía injerto, produciendo réplicas sobre lo que se conoce estrictamente como ensayos genéticlonales de estos genotipos sobresalientes, como si de cos; además, los materiales se autorizan con una limitación una multivariedad frutal se tratase. temporal o en número máximo de réplicas producidas. En cambio, para el caso de la categoría controlado se exige que La evaluación de los clones se basó en la producción inse demuestre la superioridad mediante ensayos genéticos dividual de piña y piñón de cada árbol hasta 2012, es decir, diseñados a la medida con procedimientos reconocidos interentre nueve y quince cosechas según el año de instalación nacionalmente (Anexo V del R. D. 289/2003). Dependiendo de cada banco clonal. Para estimar el valor genético de cada del tipo de ensayo genético establecido será necesario localiclon fue necesario ponderar la producción de sus ramets sezarlos en uno, dos o más ambientes para obtener resultados gún el tamaño del árbol y el efecto de micrositio, factores concluyentes. Para esta categoría, la autorización es permamuy influyentes y heterogéneos que enmascararon su valor nente y sin limitación. de mejora clonal. En el caso que nos ocupa, todos los genotipos seleccionaEstablecidos los modelos que permiten estimar el valor dos son componentes de ensayos genéticos (en sentido estricde mejora de cada clon, descontadas las fuentes de variación to) y, dependiendo del caso, se han ensayado en uno o en vaambiental (Mutke et al., 2005, 2007), como resultado se ha rios ambientes. La solución que se ha adoptado es la siguiente: propuesto para su inclusión en el Registro nacional de materia- para los casos de clones ensayados en dos o más amles de base una lista de clones, que han demostrado mediante bientes se solicitará su autorización como material conexperimentación en parcelas de injertos tener una producción trolado con carácter permanente de piña de un 9 a un 31 % por encima de la media de cada - en cambio, con el objeto de actuar con prudencia, para ensayo. Estos clones servirán como proveedores de púa para los clones ensayados en un único ambiente la solicitud injertar y establecer plantaciones comerciales de la especie. CLON

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Otro de los requisitos importantes que establece la normativa (Anexo IV 3.a del R. D. 289/2003) es que “los clones deben ser identificables por caracteres distintivos” para poder contrastar en caso de duda, posible error o fraude durante cualquier fase de la producción o comercialización. En nuestro caso se ha optado por basar este requisito de identificación en la caracterización genética molecular, ya que es la única que da suficientes garantías en especies de coníferas como esta, cuya caracterización morfológica distintiva es muy difícil, por no decir imposible. Utilizando seis marcadores de microsatélites nucleares descritos en el protocolo establecido por Pinzauti el al. (2012) se ha obtenido el perfil molecular de los clones candidatos sobresalientes. Pinus pinea es una especie con una variabilidad genética escasa, lo que provoca que existan una serie de perfiles moleculares muy comunes. Por esta razón y una vez obtenidos estos perfiles, se han tenido que descartar otros candidatos que no poseen un perfil molecular único que permitiera su identificación a posteriori, aunque hayan demostrado ser buenos productores de piña. Para apoyar la rastreabilidad en las fases de producción y comercialización se han establecido plantaciones en los Centros nacionales de recursos genéticos forestales gestionados por el MAGRAMA, para que sirvan como colecciones de referencia de estos clones, en cumplimiento, a su vez, del artículo 7.3 del R. D. 289/2003. Perspectivas futuras. Domesticar el pino doméstico na vez incluido en el Registro nacional de materiales de base los clones élite de la especie, el siguiente paso es dar de alta a aquellas parcelas con réplicas de estos clones

C. Cardo

U

como campos de planta madre donante de púas para su uso comercial. De hecho, los primeros campos de planta madre van a ser los mismos bancos clonales que han servido para evaluar los clones grandes productores de piña. A corto plazo, estos campos de cepas madre de organismos públicos proveerán la púa para injertar a viveros forestales privados para que estos produzcan la planta injertada de pino piñonero que el sector forestal de hecho está demandando desde hace años, con especial interés entre los propietarios forestales de las comarcas centrales de Castilla y León y del litoral catalán. A medio plazo, y según el desarrollo comercial que vaya teniendo este nuevo cultivo frutal, deberá plantearse pasar el testigo al sector privado, siendo los propios viveristas quienes a partir de púa o plantón injertado de calidad, facilitado por los centros públicos autorizados, establezcan y den de alta campos de cepas madre propios para abastecer la demanda, ofreciendo al consumidor una planta injertada de calidad. Una labor fundamental tras la disponibilidad de estos materiales es la de transmitir los conocimientos adquiridos desde el ámbito académico al sector a través de la extensión forestal, misión que deberán realizar los centros públicos y administraciones que han trabajado en el programa de mejora, de modo que haciendo esta transferencia permita poner los resultados del I+D+i de financiación pública a disposición de la economía productiva. Como nuevas líneas quedan por desarrollar estudios de fruticultura específica encaminados a optimizar el manejo de las plantaciones injertadas de piñonero (manejo de injertos en vivero, densidad, podas, riego, fertilización, manejo integral de plagas, integración en sistemas agroforestales, calidad del piñón, etc.), posiblemente en colaboración con los propios actores del sector como primeros interesados en este desarrollo, propietarios y asociaciones forestales, viveristas, industria procesadora, etc. En las plantaciones experimentales injertadas existentes se han obtenido producciones de piña cerrada por encima de 1.000 kg/ha a partir de los diez años, entre dos y cinco veces superior a la producción de una repoblación convencional de más del triple de edad, aunque con la incertidumbre

J. Gordo

se plantea como materiales cualificados con un periodo de permanencia de diez años. Se considera que este periodo es suficiente para que se puedan evaluar los ensayos ya establecidos en segundos y terceros ambientes para pasar estos clones a la categoría de controlado en un futuro próximo.

Rodal seleccionado en Hinojos (Huelva)

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Fructificación en planta injertada

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del escenario actual de pérdidas de rendimiento en piñón en blanco por el síndrome de la seca de la piña (Calama et al., 2014). Si además partimos del dato de que los mejores pinos injertados de los ensayos han rendido en años de buena cosecha 12-15 kg de piña antes de alcanzar los diez años tras injerto, se podría extrapolar cosechas de 3-4 t/ha si con la selección clonal correspondiente y una fruticutura adecuada se lograse igualar la media de la plantación a estos individuos sobresalientes. Los marcos de plantación deberán permitir la mecanización -al menos 6 m entre calles- y las densidades orientativas entre 150 y 275 árboles/ha. Otro aspecto que todavía requiere más investigación es la interacción genotipo-ambiente, es decir, el hecho de que no en todas las regiones o comarcas agroclimáticas resultan ser los mismos clones los más productivos, en similitud con cultivares de especies agrícolas. En los ensayos analizados algunos clones han destacado por su producción en el sitio de ensayo más continental (casi 900 m de altitud en el este de Valladolid), pero no se diferenciaban significativamente del promedio del ensayo más mediterráneo (600 m de altitud al sur del Sistema Central en un clima mediterráneo genuino), y viceversa, ocupando una posición intermedia en la parcela de Tordesillas (geográficamente más cercana a la primera, pero a solo 670 m de altitud) (Mutke et al., 2007). Este intervalo de los valores clonales entre las tres parcelas parece expresar cierto gradiente climático continental-mediterráneo, igual que se observa cierta diferenciación entre clones para dos ensayos clonales situados en las llanuras costeras andaluzas (Hueva y Cádiz) frente a otros dos en Sierra Morena (Huelva y Córdoba). Por ello, los clones españoles propuestos en 2014 para su autorización como materiales de base de categoría controlado comprenden solamente aquellos que hayan estado claramente por encima de la media en todos los ensayos en los que fueron evaluados. Pero ni parece lo suficientemente amplio el intervalo de condiciones ensayadas dentro del área potencial de la especie ni conocemos esta interacción para aquellos otros clones que se autorizarán ahora dentro de la categoría cualificado, justamente por contar solamente

con un sitio de ensayo evaluado. Parece claro que a falta de mejor información deberían probarse siempre toda la gama de clones disponibles a la hora de establecer una plantación injertada, conservando por documentación/croquis o etiquetado la identidad genética de cada árbol, para que sea la propia experiencia del fruticultor la que le permita avanzar en la caracterización empírica del material genético. En definitiva, poner a disposición de propietarios forestales o agricultores materiales de base de pino piñonero legalmente admitidos para el uso de la especie en plantaciones injertadas ha sido el primer paso necesario e imprescindible, pero debe enmarcarse en el desarrollo tecnológico de este cultivo para permitir su optimización. Finalmente, el Reglamento (UE) 1305/2013 relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) plantea entre sus medidas algunas que pueden ser susceptibles de incorporar estas actuaciones. En particular el At.o 26 Inversiones en tecnologías forestales y en la transformación, movilización y comercialización de productos forestales. En este contexto se podrían plantear como inversiones en equipamientos y operaciones que incrementen el valor económico de los recursos y garanticen la rentabilidad de los productos y la estabilidad de los mercados, lo que puede suponer un fuerte impulso a la puesta en marcha de este nuevo tipo de cultivo forestal.

Referencias CALAMA R., GORDO J. (coord.), CONDE M., MADRIGAL G., MUTKE S., PARDOS M., GARRIGA E., MONTERO G., FINAT L., MARTÍN R., CUBERO D., 2014. Pérdidas de rendimiento de piña y piñón en las masas de Pinus pinea. Jornada presentación proyecto PROPINEA, Pedrajas de San Esteban, 21 noviembre de 2014. CASTAÑO J.R., OLIET M.E., ABELLANAS B., BUTLER I., COSANO I., LUENGO J., GARCÍA J., CANDELA J.A., 2004. Puesta en valor de los recursos forestales mediterráneos: el injerto de pino piñonero (Pinus pinea L.). Manuales de restauración forestal 9, Junta de Andalucía, Sevilla, 248 pp. GORDO J., CALAMA R., ROJO LI., MADRIGAL G., ÁLVAREZMUÑOZ D., MUTKE S., MONTERO G., FINAT L. (2009). Experiencias de clareos en masas de Pinus pinea L. en la Meseta Norte. 5.º Congreso Forestal Español 'Montes y Sociedad: Saber qué hacer', Ávila, 21-25 de septiembre de 2009. Actas: 5CFE01-172. IGLESIAS S. (1997), Programa de mejora genética de Pinus pinea. Cuadernos de la S. E. C. F., N.º 5, marzo 1997, pp. 217-224 MUTKE S., GORDO J., GIL L. (2005). Cone yield characterization of a Stone pine (Pinus pinea L.) clone bank. Silvae Genetica 54(4/5): 189-197 MUTKE S., IGLESIAS S., GIL L. (2007). Selección de clones de pino piñonero sobresalientes en la producción de piña. Invest. Agr.: Sist. y Recur. For. 16(1): 39-51. PINZAUTI F., SEBASTIANI F., BUDDE K.B., FADY B., GONZÁLEZMARTÍNEZ S.C., VENDRAMIN G.G., 2012. Nuclear microsatellites for Pinus pinea (Pinaceae), a genetically depauperate tree, and their transferability to P. halepensis. Am. J. Bot.: e362–e365. PRADA M.A., GORDO J., DE MIGUEL J., MUTKE S., CATALÁN G., IGLESIAS S., GIL L. (1997). Las regiones de procedencia de Pinus pinea L. en España. OA Parques Nacionales, Madrid [http:// www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/montes-y-politicaforestal/Pinus_pinea_tcm7-22954.pdf]

Extracción de piñón en sequero solar para producción de material de reproducción

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

La resina: una nueva oportunidad

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Félix Manuel Pinillos Herrero Ingeniero de Montes

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ay evidencias de que el aprovechamiento de resina en España está teniendo un crecimiento importante en las últimas campañas. Las estadísticas oficiales evidencian que el mínimo histórico se data en el año 2009 con cifras de 1.400 toneladas y que solo tres años después esa extracción alcanzó las 7.000 t. Según las cifras del sector industrial, en la campaña de 2013 se acercaron a las 10.000 t, que seguramente se superarán ampliamente en la recientemente concluida. Esas cantidades, casi anecdóticas y que demuestran el declive del sector desde los años 80, no nos deben hacer olvidar la importancia que este aprovechamiento tuvo durante más de un siglo, no solo para el sector forestal sino para el medio rural y la industria de nuestro país. La resina fue uno de los aprovechamientos más importantes a finales del siglo XIX e inicios del XX, lo que hizo posible que ahora disfrutemos de algunos valiosos pinares, conservados e incluso repoblados gracias a este aprovechamiento. Durante décadas el valor económico de esta producción fue elevado, pero también fue compatible y complementario con otros aprovechamientos, usos y valores de los espacios forestales en los que se desarrolló. Esos espacios se beneficiaron de la ordenación de montes, ya que su importancia económica hizo posible la organización y planificación de los mismos, propiciando modelos novedosos con los que llevarla a la práctica y permitiendo mejorar esa gestión gracias a su evaluación periódica. Ordenaciones centenarias en montes que han superado ya el turno evidencian con datos muchas de las afirmaciones que los forestales hacemos sobre el carácter sosteni-

ble del aprovechamiento en nuestros montes en los tres aspectos que se asocian a esa manida afirmación. Este aprovechamiento también ha sido un ejemplo de la vitalidad y fortaleza de una industria asociada a estos recursos naturales. La Unión Resinera Española (que hoy ya

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no es tal) constituye la constatación de un sector que buscó la innovación y la internacionalización como bases de su subsistencia hace más de un siglo. Todas esas evidencias históricas son el reflejo de la importancia que tiene la vinculación del hombre con el medio que lo rodea. Esa vinculación directa y diaria es la mejor garantía para su conservación, y es, a la vez, parte de las señas de identidad de los propios pueblos, de su historia, de sus tradiciones e incluso de su idiosincrasia. El aprovechamiento de la resina es el ejemplo más claro y la prueba de que un aprovechamiento racional y planificado es la mejor herramienta de conservación del propio medio y de las poblaciones rurales asentadas en el mismo. Apenas un cuarto de siglo después hemos condenado al aprovechamiento de la resina a los museos etnográficos sin tener en cuenta que la multifuncionalidad, la complementariedad y compatibilidad de los aprovechamientos del monte mediterráneo e incluso su conservación dependen de aprovechamientos como este. Pero además, es necesario recordar lo que estuvimos a punto de perder con la desaparición de la resinación y que perderemos si no somos capaces de aprovechar la coyuntura favorable que se ha presentado. Esta argumentación más desarrollada y documentada puede consultarse en el diagnóstico que sobre el sector hicimos en 2006 y que puede descargarse a través de http://www.sust-forest.eu/sites/ www.sust-forest.eu/files/la_resina_sustforest.pdf. Una vez constatado el repunte de este aprovechamiento y la importancia estratégica de aprovechar esta nueva oportunidad, veamos por qué se ha producido y cuáles serían las bases de esa consolidación. Un nuevo escenario a se ha apuntado la importancia de la mano de obra en este aprovechamiento. La labor sobre unos 5.200 pinos da trabajo e ingresos suficientes para generar el empleo de una persona durante ocho meses al año. Esta importancia de la mano de obra en el coste de extracción de la resina es lo que originó el desplazamiento de la producción a países en vías de desarrollo, en los que este factor tiene un coste muy inferior, sobre todo a China, que durante lustros ha sido el mayor productor y agente en el mercado internacional, con una participación mayor del 80 %. Esta introducción sirve para enumerar algunos hechos sobre el sector: • La producción mundial de resinas naturales se ha mantenido bastante estable desde hace casi un siglo, pero se han desplazado las áreas de producción, desde EE UU, Francia y la península Ibérica a China, Indonesia y Brasil. • A pesar de la irrupción de los derivados del petróleo, la colofonia y el aguarrás obtenidos por destilación de la resina natural siguen siendo materias primas muy demandadas por la industria química, sobre todo europea. • Sus usos y aplicaciones han evolucionado: desde la industria bélica hacia sectores de gran valor añadido como la cosmética, la perfumería, la alimentación, los adhesivos etc., en la que su origen natural y su carácter renovable podría aportar valor añadido. Además, la sustentabilidad de su extracción y la composición química de la miera europea podrían aportar características diferenciales en un mercado mundial muy competitivo.

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• En líneas generales, el aprovechamiento se sigue realizando de forma similar a hace 150 años, y las mejoras en su ejecución han sido muy limitadas, siendo el esfuerzo y la habilidad del resinero algunas de las cualidades necesarias para su ejecución. • Los trabajos de resinación crean una profunda vinculación con el propio pinar y resultan una eficaz y económica herramienta de prevención e incluso de extinción de incendios, una de las principales amenazas para nuestros pinares. • Nuestro interés por el sector es compartido y apoyado por otros países cercanos, como Portugal y Francia, y su apoyo tendría abundantes argumentos en muchas políticas europeas (desarrollo rural, innovación, materias primas, química verde, ecodiseño, etc.). Como se ha comentado, la producción de resina en España ha crecido notablemente en cinco años, y de estar circunscrita al ámbito comarcal de la provincia de Segovia ha pasado a desarrollarse en muchas de las provincias españolas (sin llegar a las 49 en las que hubo aprovechamientos en el pasado). Ha supuesto una fuente de ingresos, principales o secundarios, para cerca de 1.000 resineros nuevos; se ha creado una nueva industria de transformación, y las existentes han acometido importantes inversiones de mejora. En estos años de crisis, esta creación de empleo no ha pasado desapercibida a los medios de comunicación, ni en el ámbito político, como demuestra las declaraciones de buenas intenciones de las Cortes de Castilla y León o el propio Senado español. Este crecimiento en España, y en menor medida en Portugal, se ha fundamentado en: • una subida de los precios en el mercado internacional, cuya duración y casuística nos permite aventurar que no va a ser coyuntural pues no se debe a los aspectos especulativos que han sido frecuentes en este sector hasta la fecha. • La fuerte crisis del sur de Europa, en el que la oferta de mano de obra ha crecido y ha buscado nichos de empleo en condiciones precarias.

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En épocas de crisis, el medio forestal español, y en concreto el aprovechamiento de la resina, ha vuelto a poner de relieve las posibilidades y los beneficios que es capaz de aportar a nuestra sociedad, y además se ha conseguido una cierta sensibilización en diferentes ámbitos sobre esas posibilidades. Sin embargo, es necesario aprovechar esta oportunidad y al menos intentar cambios profundos en este aprovechamiento, porque en caso contrario estos crecimiento e interés quedarán reducidos a un repunte coyuntural asociado a la crisis. La sostenida demanda mundial de los derivados de la resina en la industria química, su buena perspectiva en precios, la existencia de masas superficialmente extensas (Pinus pinaster es el pino de distribución más amplia en España) y en condiciones de ser aprovechadas de forma sostenida y el indudable carácter arcaico de las técnicas de extracción actuales hace que se den las condiciones estructurales para pensar que esa necesaria modernización sea posible. Pero además se concitan otras condiciones coyunturales especialmente favorables, entre las que desgraciadamente está el paro rural, pero también el interés de otros países de nuestro entorno, la coincidencia con varias políticas europeas en el marco del Horizonte 2020, entre ellas la de materias primas, el apoyo a la innovación, el crecimiento bajo en CO2 e incluso la coincidencia del interés de la resinación en el ámbito de las principales amenazas que a medio plazo tienen los montes españoles, como son las plagas y enfermedades y el cambio climático. Todo ello configura un entorno muy favorable para la modernización del sector, aspecto inaplazable y sin el cual el futuro no es viable. La sociedad española, pero sobre todo el sector forestal, tiene una nueva oportunidad para demostrar que un eficiente y planificado aprovechamiento de los recursos naturales puede ser la base de un verdadero desarrollo sostenible. Para conseguirlo, la investigación y la innovación son elementos indispensables, y parece que estamos en una situación favorable para que los escasos recursos públicos se destinen a ellos.

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Esa innovación debe ir también encaminada a dar respuesta a aspectos legales, administrativos, formativos, organizativos, de vertebración del propio sector, etc. sin los cuales no hay futuro. El sector ha acogido un número apreciable de resineros que han encontrado en este una fuente de empleo (precario y duro), ingresos (escasos e inestables) e incluso de satisfacciones personales por el desempeño de estas labores, y todo ello sin que las políticas públicas de apoyo hayan hecho nada (ni siquiera la necesaria formación de los nuevos operarios o el mantenimiento de unas condiciones fiscales acordes a la situación del sector). Si realmente se cree en las posibilidades del sector es el momento de concretar con medios las buenas intenciones (propuestas del Senado, acuerdos de las Cortes de Castilla y León) y las propuestas que aparecen en documentos administrativos (Plan de Activación Socioeconómica del Sector Forestal Español, Programa de Movilización del recursos forestales de la Junta de Castilla y León). Después, el propio sector, y en especial la investigación ligada al mismo, debe demostrar que es capaz de aprovechar con eficiencia esos recursos y obtener resultados. El sector forestal, quizás como ningún otro, ha hecho gala de la defensa de lo “público”, y quizás también como en pocos es evidente la urgente necesidad de la investigación y la innovación para afrontar los retos del futuro. El aprovechamiento de la resina puede ser en la actualidad, por la coyuntura laboral y de mercado en que se encuentra y por su tamaño, un buen campo de prueba en el que se manifieste la verdadera y real implicación política y social con el medio rural a través de la puesta a disposición de medios para su desarrollo, y en la que nosotros, como sector forestal, debemos demostrar que somos capaces de aprovecharlos eficientemente y dar respuestas a los retos de nuestra sociedad. De momento, no parece que se estén dando las premisas para que este repunte de la producción de resina sea “sostenible”.

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ACTUALIDAD

Aprovechamientos forestales no maderables

Un panorama europeo de los productos forestales no madereros (PFNM)

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Dr. Sven Mutke1, 2 1 Jefe de Servicio de Industrias Forestales INIA-CIFOR 2 Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible UVa-INIA

n los países europeos hay una tradición muy diversa de productos forestales no madereros, desde la recolección de arándanos y otras bayas silvestres en las riberas del Báltico hasta la gran importancia económica del corcho en nuestra Península, sin pasar por alto el tipo de producto forestal no maderable más generalizado: las setas y hongos silvestres que se recogen en casi todos los países. También hay casos muy particulares, como la obtención de jugo de abedul como bebida en Letonia, la trufa, cada vez más obtenida en cultivo en vez de recolectarla silvestre, el musgo ornamental recolectado en Escocia o la famosa miel de pino griega. Un rasgo común de muchos PFNM es que frecuentemente se recolectan para autoconsumo personal o como actividad recreativa más que con destino al mercado, o solo para un mercado local. Esto y los reducidos volúmenes de mercancía (no así siempre de su valor, véase el caso de la trufa) provoca que su tratamiento estadístico –y fiscal– sea mínimo y que los números publicados no reflejen toda la realidad. Es decir, Europa no cuenta con datos buenos, fiables o completos de volúmenes de producción, de comercio y del beneficio empresarial obtenido, ni mucho menos de valoraciones para los beneficios sociales, culturales o ambientales asociados al uso de los PFNM, es decir, de un aspecto de uso múltiple de sus bosques como aportación al desarrollo rural. Por ello, se han puesto en marcha dos iniciativas destinadas a mejorar el conocimiento sobre estos productos y de su sector en Europa. Por una parte, la Acción COST European non-wood forest products

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network (NWFPs) (http://www.cost.eu/ COST_Actions/fps/Actions/FP1203; http:// www.nwfps.eu/), que agrupa a más de cien investigadores y especialistas en la materia, con la misión de asentar las bases metodológicas y científicas y poner en común unos conocimientos con frecuencia de difusión limitada o disponible solo en lengua local. Esta colaboración busca mejorar el conocimiento del papel que juegan los PFNM para la gestión multifuncional sostenible de los sistemas forestales, papel relevante entre otras razones porque en algunas regiones europeas los PFNM aportan incluso más ingresos directos que las cortes madereras, según datos oficiales de la FAO. Por ejemplo, en países como Italia y Portugal. Aun así, la gestión forestal ha tenido en muchos países europeos tradicionalmente, y sigue teniéndolo en muchos casos, un sesgo hacia la planificación y gestión solo de los recursos maderables, tal vez porque la madera fue durante mucho tiempo el elemento cuya extracción había que controlar y planificar para lograr la sostenibilidad del sistema monte sin esquilmarlo. En paralelo, también los inventarios forestales, la investigación forestal y la experimentación han contado solo con datos escasos, puntuales, colaterales e inconexos para los RFNM, de su ecología, gestión sostenible, cadenas de valor y economía. La acción COST busca cerrar esta laguna mediante un enfoque multidisciplinar coordinado, construyendo una red europea de PFNM que reúne investigadores y gestores. El otro proyecto en marcha es StarTree (http://www.star-tree.eu), un proyecto del Séptimo Programa Marco de Investigación que comenzó en 2012. Sus objetivos son,

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por un lado, como en la acción COST, mejorar la comprensión, el conocimiento, la orientación y las herramientas para apoyar al sector en la optimización de gestión de árboles de usos múltiples, pero por el otro lado apuesta también por el desarrollo de métodos innovadores que aumenten las posibilidades de comercialización y la rentabilidad de los PFNM, para lograr una economía rural más competitiva. El proyecto reúne 24 instituciones de doce países europeos y se estructura en áreas de trabajo tales como Gestión de los recursos, Economía y mercado, Dimensiones institucionales o Innovación. Como base de trabajo para obtener datos sectoriales para el proyecto StarTree se han definido catorce regiones como casos de estudio, que abarcan un abanico representativo en todo Europa, desde Portugal hasta Finlandia y desde Escocia hasta Turquía. Dos de esta regiones de estudio se sitúan en España: Cataluña y la provincia de Valladolid. El trabajo directo con los grupos interesados en cada caso de estudio regional permite contar con una información de primera mano. Al aplicar una metodología común para todos los casos del proyecto se obtiene un panorama equilibrado no solo de los productos forestales no madereros en el monte, sino también de su sector, la cadena de valor, la industria asociada y los mercados. Un primer informe sobre el estado actual del sector de productos forestales no madereros que está a punto de publicarse (Wong & Prokofieva, 2014) recoge los resultados de los primeros dieciocho meses del proyecto para dar una visión consolidada de lo que el proyecto puede aportar al conocimiento de los PFNM en Europa, cuyas principales conclusiones se repasan a continuación. Por otra parte, hay otro documento más conceptual ya disponible en la página web del proyecto (Wolfslehner et al., 2013). La relevancia de los PFNM en Europa as estadísticas disponibles indican un volumen del sector de PFNM considerable, 2.760 millones de euros, destacando tres grupos de productos con mercados definidos y por ello tal vez con mayor visibilidad en la estadística: árboles de navidad, frutos/frutos secos y corcho (Forest Europe, UNECE & FAO, 2011). Pero esto es solo parte de la historia, y hay una persistente falta de datos sobre el uso de los PFNM en Europa, porque los datos oficiales se basan sobre todo en declaraciones de empresas como la industria procesadora o casas comerciales, pero que ignoran, como ya se ha dicho, gran parte de la recolección: el uso privado (autoconsumo), el comercio a escala local o el informal, de gran relevancia en este sector de la economía rural. El comercio mundial de productos forestales no madereros es importante, y StarTree ha intentado examinar la posición de la UE para algunos ejemplos de PFNM más relevantes en el comercio internacional. Sin ir más lejos, para el comercio mundial de corcho, Europa se encuentra en una posición casi de monopolio, con Portugal y España como los dos productores de corcho más importantes del mundo. El valor añadido, especialmente en la fabricación y exportación de tapones de corcho para botellas de vino, es un componente importante del comercio de corcho. En los últimos años, la demanda mundial de tapones de corcho ha estado en declive con la sustitución por tapones de plástico o tapones a rosca, y la industria ha tenido que buscar innovaciones para mejorar la calidad de los tapones, reducir costos y también diversificar las líneas de productos. También en la castaña,

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la producción y comercialización en Europa es muy relevante a escala mundial, pero con una creciente dependencia de las importaciones de terceros países. Esto se debe a la producción europea no es capaz de seguir el ritmo de la demanda, y también a los estragos causados por enfermedades como el chancro del castaño o la plaga recientemente introducida de la avispilla. El comercio mundial de hongos silvestres, como tercer ejemplo, ha experimentado en los últimos años un aumento continuo. Aunque hay un predominio de las exportaciones chinas, sigue habiendo una gran cantidad de comercio intracomunitario, siendo la Unión Europea uno de los consumidores principales, lo que ofrece buenas posibilidades comerciales para los productores intracomunitarios. De las encuestas sectoriales en las catorce regiones de estudio del proyecto StarTree se obtuvo una lista de más de 400 especies empleadas para PFNM, la mayoría plantas, seguidas por hongos y animales. El grupo de productos más mencionado son Alimentos o bebidas tradicionales obtenidos de los bosques, seguido por Hierbas medicinales, Artesanía y Productos naturales para cosméticos. Hay muy pocas materias primas forestales no madereras destinados a la industria, destacando el corcho y la resina, que evidentemente no se recolectan en todas las regiones indicadas anteriormente. Por el contrario, hay mucha más actividad en términos de la diversidad de los recursos recolectados y los productos elaborados para mercados especializados o de nicho. Las encuestas muestran que en todas las regiones, más de la mitad de los diferentes PFNM se cosechan para su uso personal, y en tres regiones esta proporción se eleva al 90 %. También el uso recreativo puede dominar muchas veces en importancia el sector de bienes y servicios forestales, y hay diversos PFNM ligados como parte intrínseca a servicios turísticos; por ejemplo, la recolección recreativa de setas como micoturismo o la carne como producto de la actividad cinegética. En el marco legal hay varios niveles y formas de regulación de la recolección y el uso de PFNM en los países StarTree: la mitad incluyen los PFNM en la legislación forestal nacional, otros dos tienen regulaciones solo a nivel regional, dos que tienen disposiciones tanto a nivel nacional como regional, uno que no regula los PFNM en las leyes forestales y en el último se rigen por otras leyes o normas. En muchos países, el acceso público al monte está establecido legalmente, y en otros incluso el derecho de recolección libre de

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de ellos, y en algunos casos, los socios del proyecto StarTree están desarrollando tales modelos.

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• frutos o setas silvestres, mientras en otros países se ha reconocido el derecho del propietario del monte sobre sus productos, implicando la posibilidad de establecer vías de comercialización como la recolección y puesta en mercado por el mismo propietario, la adjudicación directa en pie, sistemas de licencias, etc. Huelga decir que esta regulación se puede encontrar con otro concepto consuetudinario de disfrute libre por parte de la población, dando lugar a conflictos de “robo” de unos bienes que ya tienen dueño en la ley actual. Pero lo más sorprendente para un forestal español de los resultados obtenidos en esta encuesta paneuropea sea tal vez la excepcionalidad que es en Europa la gestión aplicada a los montes españoles para garantizar la sostenibilidad de sus múltiples usos y funciones y su rentabilidad para el propietario, incluyendo productos como el corcho, la piña, la resina o los pastos, su planificación, cuantificación, pliegos de aprovechamientos, vías de adjudicación, etc. La mayoría de los PFNM en Europa son silvestres y se recogen de forma libre (“oportunista”) en montes en los que no se gestionan o no se incluyen explícitamente en los planes de gestión. La gestión activa, la contabilización y la inclusión en planes anuales de aprovechamiento son la excepción y se centran en el pequeño número de productos en Portugal y España, llegando en ningún otro país al 20 %. Incluso los avances en la regulación de aprovechamientos micológicos, de reciente desarrollo y solo en algunas comunidades como Castilla y León, sitúan a nuestro país en la delantera para valorar estos recursos, ignorados muchas veces por el selvicultor europeo, que se limita a gestionar los árboles maderables y la caza. En varios países ni siquiera es posible dejar de lado la producción de madera como objetivo principal, ni justificándolo con un plan de gestión. Esto restringe la capacidad del propietario forestal o gestor para optimizar la coproducción de otros productos o servicios. En consecuencia, también los modelos científicos desarrollados para estimar o predecir la producción de diversos PFNM, donde los grupos de investigación españoles y portugueses han tenido un fuerte papel en los últimos años, están prácticamente ausentes en la investigación o incluso la práctica selvícola del resto de Europa, y todavía no están integrados en sistemas de apoyo a las decisiones como herramienta del día a día del gestor. Sin embargo, la mayoría del los gestores de la encuesta manifiestan interés en disponer

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Retos futuros para la investigación as lagunas de conocimiento más importantes que se han identificado son: datos comerciales pobres e incompletos que no reflejan la realidad del sector, desconocimiento en las estadísticas oficiales sobre el número de recolectores para autoconsumo y cantidades recolectadas, poco uso del normas silvícolas, modelos de producción o sistemas de apoyo a las decisiones que incluyan los PFNM en los planes de gestión forestal, disponibilidad de estos modelos y herramientas de gestión solo para un número limitado de productos forestales no madereros (corcho, piñón, setas, arándanos), conocimiento limitado del estado de conservación de los PFNM, y, en consecuencia, de la sostenibilidad de su aprovechamiento, aunque hay una clara distinción legal entre el uso personal y de la explotación comercial bajo los permisos y licencias, hay conflictos entre los titulares de derechos de aprovechamiento y terceros, sean estos recolectores para autoconsumo o furtivos con fines comerciales, desconocimiento de las relaciones y compatibilidades entre la actividad económica ligada a los PFNM y el uso social del monte y la cultura forestal, falta definir y desarrollar los medios más eficaces para fomentar el desarrollo rural a través de la creación y promoción de empresas de PFNM.

Algunos de estos retos, en particular las relacionadas con la gestión forestal, los derechos de recolección, el desarrollo rural y la innovación son temas centrales del proyecto StarTree que se están abordando en la actualidad. Los resultados se publicarán sucesivamente en la página web del proyecto http://star-tree.eu. Agradecimientos l presente texto se basa en el “State of the European NWFP“ (Wong & Prokofieva, 2014). El proyecto StarTree recibe financiación del Séptimo Programa Marco para Investigación, Desarrollo y Demostración de la Unión Europea, bajo el contrato 311919.

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Fuentes Forest Europe, UNECE, FAO, 2011. State of Europe’s Forests 2011. Status and Trends in Sustainable Forest Management in Europe. Forest Europe, Liaison Unit, Oslo, Norway. Wolfslehner, B., Huber P., Sheppard, J., Pettenella, D., Prokofieva, I., Weiss, G. Mavsar R., 2013. StarTree conceptual paper on multipurpose trees and NWFP in Europe. Deliverable D6.3. FP7 Project no. 311919 KBBE.2012.1.2-06, European Commission, 30 p. (http:// star-tree.eu/images/deliverables/WP6/D6_3.pdf) Wong J.L.G., Prokofieva I. (eds.) (2014). Report presenting synthesis of regional sectoral reviews to describe the “State of the European NWFP”. StarTree deliverable D1.3. FP7 Project no. 311919 KBBE.2012.1.2-06, European Commission, 95 pp + 3 Annexes.

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COLABORACIÓN

TÉCNICA

Emisión de CO2 de troncos de varias especies arbóreas J. Rodríguez Calcerrada1, Doctor en Biología R. López1, Doctor Ingeniero de Montes R. Salomón1, Ingeniero de Montes C. Jiménez1, Ingeniero Técnico Forestal G. González1, Ingeniero Técnico Forestal M. Valbuena-Carabaña1, Doctor en Biología J. Alonso1, Ingeniero Técnico Forestal L. Gil1, Doctor Ingeniero de Montes 1 Grupo de Investigación en Genética y Fisiología Forestal, E. T. S. I. Montes, Universidad Politécnica de Madrid

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La respiración del tronco es un proceso complejo; su regulación e implicaciones ecológicas están relativamente poco estudiadas. En este trabajo se ha cuantificado la velocidad de emisión de dióxido de carbono (CO2) de los troncos de seis especies forestales al final de otoño, seleccionando individuos dominantes y suprimidos para su comparación. Considerando la velocidad de emisión de CO2 como un indicador aproximado de la respiración de mantenimiento, los resultados sugieren que los troncos de los árboles dominantes respiran más que los dominados porque tienen más cantidad de células vivas en la madera y la corteza interna o floema. Las especies difieren también en sus tasas de respiración. El melojo (Quercus pyrenaica) es la especie cuyo tronco emite más CO2 (0,75 µmol CO2 m-2 s-1) debido a que su madera tiene una elevada proporción de tejido vivo: parénquima radial y axial que le sirve de almacén de sustancias de reserva y nitrógeno, y que favorece su profusa capacidad de rebrote. Las hayas (Fagus sylvatica) y los serbales (Sorbus aucuparia) emiten menos CO2: 0,28 y 0,22 µmol CO2 m-2 s-1, respectivamente. En el caso del haya la razón es la escasa actividad metabólica de sus células vivas, mientras que en el caso del serbal, la principal razón es la escasez de células vivas en la madera. Estos resultados ponen de manifiesto la relación de la respiración del tronco con ciertas características ecológicas específicas, como la capacidad de rebrotar o la tolerancia a la sombra y la sequía.

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La respiración del tronco y su papel en el balance de carbono del ecosistema os bosques juegan un papel importante en la dinámica del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. A través del crecimiento, los árboles fijan importantes cantidades de carbono (C) en la madera; en España, en torno a 1,4 Mg de C por hectárea y año (Vayreda et al., 2012). A nivel mundial, se desarrollan políticas medioambientales encaminadas a favorecer el secuestro de C a través de plantaciones a gran escala o la aplicación de una gestión de los bosques dirigida a fomentar la productividad. No en vano los bosques son responsables del 60 % del C que absorben los ecosistemas terrestres, que varía entre 0,3 y 5,0 Pg de C por año, y equivale a algo menos de la mitad del C liberado a la atmósfera por las actividades humanas (Canadell et al., 2007; Beer et al., 2011). Ello ha llevado a la creación de un mercado del C, aun en pleno proceso de implantación y con muchas incógnitas y puntos conflictivos. La acumulación de C en los tejidos leñosos del árbol depende en gran medida del balance entre la ganancia bruta de CO2 a través de la fotosíntesis y la pérdida de CO2 mediante la respiración de hojas, ramas, troncos y raíces. Tanto las tasas de fotosíntesis como de respiración están relacionadas con la temperatura, debido al efecto de esta en la actividad enzimática celular. El aumento de las temperaturas en el futuro podría generar un aumento de la fotosíntesis, pero también de la respiración vegetal, que es responsable de la emisión a la atmósfera de 60 Pg de C al año (Schimel, 1995), aproximadamente siete veces la cantidad liberada por las actividades ligadas al ser humano en la actualidad (Ciais et al., 2013; Fig. 1). En qué medida la fotosíntesis y la respiración variarán en el futuro es una incógnita, pero el aumento de las temperaturas podría ralentizar la absorción de C de nuestros bosques (Vayreda et al., 2012), así que es preciso seguir investigando para tomar medidas preventivas de adaptación al cambio global. Predecir y mejorar el papel de los bosques como sumideros de C pasa por llegar a conocer cómo la variación genética, las prácticas selvícolas o los factores ambientales afectan a la ganancia y pérdida de CO2 de los ecosistemas. La respiración del tronco es un ele-

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Figura 1. Esquema simplificado del balance de carbono (C) de los ecosistemas terrestres en comparación a la liberación de C asociada a las actividades humanas. La ganancia neta de C se calcula de modo simplificado a través de la diferencia entre la fotosíntesis y la liberación de C a través de la respiración vegetal, la emisión de compuestos orgánicos volátiles, los fuegos y la respiración heterótrofa, es decir, de animales, hongos y bacterias. Los valores están expresados en Pg C año-1. Modificado de Ciais et al. (2013)

mento del balance de C del árbol y del ecosistema que ha sido relativamente ignorado. Con respecto al estudio de las hojas y el suelo, el estudio de los troncos ha recibido mucha menos atención en la literatura internacional y nacional. Existen muy pocos trabajos en los que se hayan estudiado los procesos respiratorios de órganos leñosos de especies agroforestales españolas (e.g. Martínez et al., 2002; Brito et al., 2010; Pérez-Priego et al., 2014; Rodríguez-Calcerrada et al., 2014). Aunque en determinadas circunstancias las tasas de emisión de CO2 podrían no corresponderse completamente con las tasas de respiración (Teskey et al., 2008), la emisión de CO2 es en general un buen indicador de la respiración del tronco, y, por tanto, depende de la cantidad de células vivas y de su actividad metabólica. La actividad metabólica de los troncos es más baja que la de otros órganos, como las hojas, las raíces finas o incluso las ramas. La principal razón es la elevada proporción de tejido muerto en la madera. La labor de sostén y conducción de agua y sales minerales de los troncos no precisa de elementos vivos, lo que supone un considerable ahorro energético para el árbol. La albura es la parte de la madera que contiene células parenquimáticas vivas, en

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Figura 2. Esquema simplificado de la anatomía de un tronco. La madera o xilema forma la parte central del tronco, y está compuesta por la albura (a), que contiene células vivas de parénquima, y el duramen (d), cuyas células parenquimáticas han muerto. El cámbium (c) es una fina capa de células vivas más externa y cuyas células pueden dividirse y diferenciarse en xilema hacia el interior y floema hacia el exterior. El floema (f) o corteza interna tiene células vivas que participan en la conducción de la savia elaborada desde las hojas hacia el tronco y las raíces. La capa más externa del tronco la compone la corteza externa (e), sin actividad respiratoria porque sus células están muertas. La corteza externa se origina en el felógeno (l), análogo al cámbium, y cuya división forma hacia el interior la felodermis (no mostrada), compuesta por unas pocas filas de células parenquimáticas

contraposición al duramen, en donde dichas células están muertas. La albura tiene un grosor relativamente elevado con respecto a otros componentes del tronco como el floema o el cámbium (Fig. 2), y su contribución a la respiración total es elevada. Para una masa o volumen dados de albura, la tasa de respiración dependerá de la cantidad de células parenquimáticas que contenga. A su vez, las células de parénquima respiran más a medida que su concentración de nitrógeno y azúcares es mayor; esto es así porque el nitrógeno forma parte de las enzimas respiratorias y porque los azúcares solubles son los principales sustratos del proceso de la respiración (Atkin et al., 2005).

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sión de CO2 de los troncos. Además, es también razonable pensar que las tasas de respiración de la madera difieran dentro de una misma especie. Así, los árboles dominantes y dominados podrían mostrar tasas de respiración diferentes. Objetivos ste trabajo tiene por objeto cuantificar la tasa de emisión de CO2 de los troncos de seis especies de árboles, e investigar los factores que subyacen a la variabilidad entre especies e individuos dominantes y dominados. Las especies son: roble albar (Quercus petraea [Matt.] Liebl), melojo (Quercus pyrenaica Willd.), haya (Fagus sylvatica L.), cerezo (Prunus avium L.), serbal (Sorbus aucuparia L.) y majuelo (Crataegus monogyna L.); todas ellas angiospermas de hoja caduca que crecen en El Hayedo de Montejo, localizado en el municipio de Montejo de la Sierra, en el nordeste de la Comunidad de Madrid (España). El Hayedo de Montejo tiene una gran relevancia ecológica y socioeconómica, derivada de la singularidad de las especies vegetales que alberga (Foto 1). Como ejemplo, el haya y el roble albar alcanzan en este bosque uno de sus límites más meridionales de su distribución europea. Un libro

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La conducción de savia elaborada a través del floema es un proceso con cierto grado de regulación celular, lo que acarrea un gasto metabólico. El floema está mayoritariamente compuesto por células vivas, sin núcleo pero con protoplasto, y con una elevada actividad respiratoria (Pruyn et al., 2005). Sin embargo, su contribución a la emisión total de CO2 es relativamente baja con respecto a otros tejidos debido a su escaso grosor (Fig. 2). Lo mismo sucede con el cámbium, con una alta actividad respiratoria durante el periodo de división celular y formación del xilema y floema secundario, pero una baja contribución a la respiración total del tronco durante el periodo en que no hay crecimiento debido a su baja actividad y su grosor de apenas unas filas de células (Edwards & Hanson, 1996). Los rasgos anatómicos y funcionales del tronco –espesor de la albura, cantidad de células vivas, concentración de nutrientes, etc.– condicionan los requerimientos ecológicos de las especies. Por ello cabría esperar que características como la tolerancia a la sombra, la sequía o las perturbaciones estuviesen relacionadas con las características anatómicas y funcionales de la madera y, a su vez, con la tasa de respiración y emi-

Foto 1. El Hayedo de Montejo, situado en la Comunidad de Madrid, es uno de los bosques con mayor diversidad forestal de España. Alberga especies de elevado valor ecológico por su singularidad en la zona

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reciente resume la historia del bosque y recoge una parte de los trabajos científicos que se han realizado en él en los últimos veinte años (Gil et al., 2010). Hayas, robles albares, cerezos y serbales son poco frecuentes en el centro y sur de la Península Ibérica, donde se encuentran restringidos a zonas algo húmedas; por el contrario, melojos y majuelos son más frecuentes (Costa et al., 1997). Las fagáceas (haya, roble albar y melojo) constituyen la etapa final en el proceso de sucesión de las especies en el bosque, y llegan a dominar el dosel arbóreo, a diferencia de las rosáceas (cerezo, serbal y majuelo). Según datos de Niinemets & Valladares (2006) y Rodríguez-Calcerrada et al., (2010), en una clasificación descendente de tolerancia a la sombra (haya > cerezo > serbal = roble albar > melojo > majuelo) el orden de las especies es prácticamente inverso al de su tolerancia a la sequía (melojo > majuelo > roble albar > cerezo > haya > serbal). Por último, todas estas especies poseen la capacidad de rebrotar, siendo el melojo la que rebrota con mayor vigor. Metodología ste estudio se desarrolló en una parcela de El Hayedo de Montejo de algo menos de 1 ha, donde se habían georreferenciado y medido el diámetro de todos los árboles de más de 5 cm de diámetro. Se seleccionaron ocho árboles de cada especie, cuatro dominantes, con la copa bien expuesta al sol, y cuatro dominados, con la copa completamente cubierta por el dosel de copas (Foto 2). A finales de otoño de 2012 se midió la emisión de CO2 en los troncos seleccionados con un equipo de medición de intercambio gaseoso portátil (LI-6400, LI-COR Inc., EE UU). Para ello, se había acoplado previamente un adaptador a los troncos, que habían sido ligeramente lijados para eliminar líquenes, musgos y corteza suelta. Tras introducir la cámara de medida en el acoplador (Foto 3), el equipo se programa para que registre la velocidad con que el CO2, liberado por el tronco aumenta en el interior de la cámara, obteniéndose finalmente un valor de emisión por unidad de superficie y tiempo (µmol CO2m-2 s-1). Tras completar estas medidas, se extrajeron testigos de madera para medir el grosor del floema, la albura y el duramen. La albura y el duramen se distinguían por un cambio de color en los dos robles, el cerezo y el serbal; en el

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en cuenta el volumen de albura de cada clase social, las diferencias desaparecen. Así, los valores de respiración por unidad de volumen de albura o volumen de albura viva mostraron valores similares entre las dos clases sociales (Figs. 3b y c). Dicho de otro modo, la madera de los árboles dominados respira a un ritmo similar al de los dominantes, pero estos últimos tienen más madera viva, y por eso respiran más. Este hecho tiene una implicación muy útil para la modelización a grandes

Foto 2. La presencia de individuos con distinta velocidad de crecimiento permite comparar árboles coetáneos dominados y dominantes. La edad media de los arboles dominados fue de treinta y siete años y la de los dominantes treinta y ocho

caso del haya y el majuelo, fue necesario aplicar lugol –una disolución de yodo y yoduro potásico que tiñe el almidón de color azul violeta– para distinguirlas. Con esta información se estimó la tasa de emisión de CO2 por unidad de volumen de albura (µmol CO2 m-3 s-1). De las barrenas extraídas, y a partir de cortes anatómicos transversales y tangenciales de la albura teñidos con safranina y azul de alcián, se midió el contenido de células vivas de parénquima axial y radial. De este modo fue posible referir la tasa de emisión de CO2 al volumen vivo de albura (µmol CO2 m-3 s-1). La expresión de la tasa de emisión de CO2 por unidad de superficie, así como por unidad de volumen y de volumen vivo de albura, permite indagar en las causas de la variabilidad de la respiración. Por otro lado, debido al efecto de la temperatura en la respiración, es

necesario comparar los valores entre árboles a una misma temperatura; en nuestro caso esa temperatura fue de 5 oC. Para ello se midió la respiración y la temperatura del tronco en varios momentos a lo largo de varios días y, a partir de la relación entre ambas variables, se estimó la respiración a 5 oC. ¿Por qué algunos troncos respiran más que otros? os árboles dominantes mostraron mayores valores de respiración por unidad de superficie de tronco que los dominados (Fig. 3a). La razón es sencilla. Los árboles dominantes, con mayor diámetro a la altura del pecho que los dominados (19,7 frente a 10,1 cm, respectivamente), contienen mayor cantidad de tejido vivo, y por eso sus troncos respiran más y liberan más CO2 a través de la corteza. Cuando se tiene

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Figura 3. Tasa de emisión de CO2 de troncos de árboles dominantes (D) y dominados (S) de seis especies (Fsy, haya; Qpt, roble albar; Qpy, melojo; Pav, cerezo; Sau, serbal; Cmo, majuelo) a una temperatura de 5 oC. Se expresa en relación a distintas unidades de medida: superficie (Rs, a), volumen de albura (Rv, b) y volumen vivo de albura (Rvv, c). Los valores representan la media y el error estándar de cuatro árboles por grupo.

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escalas espaciales. Si quisiéramos estimar la respiración de los troncos de un bosque o de una parcela, no tendríamos que considerar un valor de respiración distinto para los árboles dominados y dominantes. Bastaría con usar un único valor de respiración expresado en volumen de albura para ambos, y estimar el volumen de albura de los árboles en función de su diámetro. Más adelante se presenta un ejemplo de modelización en una parcela de El Hayedo. Los árboles dominantes también tienen copas más voluminosas y compensan el consumo de azúcares de la respiración de los tejidos vivos del tronco con el aporte de azúcares procedentes de las hojas a través del floema; es decir, pueden permitirse un mayor gasto energético y respirar más que los dominados porque tienen más hojas. No obstante, la relación entre el volumen de copa y el coste respiratorio, es decir, el coste de perder C a través de la respiración, varía entre especies. Una especie tolerante a la sombra, que se establece bajo la competencia de otros árboles a la espera de que se abra un hueco en el dosel, debe minimizar tales costes para mantener un balance de C positivo. Las hayas son más tolerantes a la sombra que los melojos; las copas de los individuos dominados alcanzaron los 9,3 m de espesor (equivalente a un 84 % de la altura total del tronco) frente a los 3,6 m del melojo (49 % de la altura total). Sin embargo, el valor de respiración por unidad de superficie del tronco fue de 0,23 µmol m-2 s-1 en las hayas dominadas y 0,53 µmol m-2 s-1 en los melojos dominados. Es decir, que las hayas aparentemente tienen un mayor aporte de C procedente de las hojas que no se consume –a través de la respiración– en el mantenimiento de los troncos. Ese excedente se acumula como C no estructural en forma de azúcares solubles y almidón, y se utiliza luego para crecer, florecer y fructificar. No en vano las hayas, dominadas o no, crecen más que los melojos. Los troncos de melojo son los que más respiran; a través de su corteza liberan 0,75 µmol CO2 m-2 s-1, una cantidad significativamente mayor que la de hayas (0,28 µmol CO2 m-2 s-1) y serbales (0,22 µmol CO2 m-2 s-1; Fig. 3a). Esto no se debe a que los melojos tengan más albura que las otras especies, ya que el espesor de albura fue de 3,4 cm, similar a la del resto de especies excepto el haya (6,2 cm); más bien se

Foto 3. Posición del equipo durante la medida de emisión de CO2

debe a la gran cantidad de células parenquimáticas vivas del melojo: 48 % del volumen de albura (Foto 4), superior a la del resto de especies, incluyendo el roble albar (37 %). De hecho, la profundidad de albura no fue el factor determinante de las diferencias de respiración entre especies (Fig. 4a). Como decimos, el haya fue la especie con mayor espesor de albura y, sin embargo, sus tasas de respiración fueron de las más bajas. La principal causa de variación de la respiración del tronco entre especies reside en la proporción de células vivas de la albura, al menos en otoño, cuando los troncos han parado de crecer (Fig. 4b). De ahí que cuando se tiene en cuenta tal proporción, y se expresa la respiración por unidad de volumen vivo de albura, los valores de las especies cambien completamente. El haya sigue siendo la especie con menor tasa de respiración, pero en este caso seguida de los dos robles. Al contrario, las mayores tasas de respiración de la madera viva se produjeron en las rosáceas, y en especial en el cerezo (Fig. 3c), indicando que las células vivas de las rosáceas, y en particular del cerezo, tienen una actividad metabólica mayor que la de las fagáceas, y sobre todo, que las del haya. Quizás la mayor capacidad para colonizar sitios

abiertos y fértiles determine una mayor capacidad de almacenar nitrógeno de las células parenquimáticas del tronco de las rosáceas (Hamberg et al., 2009), que por lo tanto respirarían a mayor ritmo que las de las fagáceas. Para llegar a ser más concluyentes en este aspecto se deben hacer análisis más profundos, por ejemplo, de rasgos bioquímicos de la madera. La tolerancia a la sombra es una característica ecológica que está relacionada con la minimización de las pérdidas de C (Valladares & Niinemets, 2008). Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de trabajos se habían centrado en las hojas y obviado las pérdidas de C de los tejidos leñosos. A pesar de ser la especie con mayor volumen de albura, el haya tiene troncos con una tasa de respiración baja porque su albura dispone de células vivas con una actividad baja. Las otras especies relativamente tolerantes a la sombra, el cerezo y el serbal, tienen bajas tasas de respiración por una razón distinta: tener poco volumen de albura viva, aunque células comparativamente muy activas. Resulta igualmente llamativo que las especies más resistentes a la sequía (melojo, majuelo y roble albar) tuviesen más proporción de albura viva y

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Figura 4. Tasa de emisión de CO2 del tronco de seis especies (Fsy, haya; Qpt, roble albar; Qpy, melojo; Pav, cerezo; Sau, serbal; Cmo, majuelo), expresada por unidad de superficie y a 5 oC. Los valores representan la media y el error estándar de ocho árboles por especie. El coeficiente de determinación (r2) del modelo de regresión lineal es 0,66 y su significación estadística alcanza un P-valor de 0,050.

Foto 4. Imagen de un tocón de Quercus pyrenaica donde se identifican claramente los distintos partes del tronco: corteza, floema, albura y duramen. El árbol apeado no pertenece al Hayedo de Montejo

emitiesen más CO2 que las menos resistentes (haya, serbal y cerezo). Esta tendencia se podría explicar a través de la necesidad de almacenar azúcares en climas adversos. Las especies adaptadas a sitios relativamente secos crecen poco en comparación con las especies menos resistentes a la sequía y más competitivas. Los azúcares sintetizados por las hojas se consumen en menor medida en el crecimiento, lo que resulta en un excedente que, en el caso de especies caducas, debe almacenarse en los troncos y raíces, sobre todo en las células vivas de la albura. La consecuencia es un tejido leñoso que respira

a gran velocidad, pero que confiere a los individuos ciertas ventajas adaptativas frente a perturbaciones y situaciones de estrés: rebrotar y tolerar la sequía. ¿Cuánto CO2 se libera desde los troncos? partir de los datos anteriores calculamos la respiración de los troncos de una parcela de 5.000 m2 de El Hayedo, a lo largo de un día. Para ello, por un lado, se calculó el volumen de albura de cada árbol -a partir de relaciones específicas entre el diámetro y la altura- y el diámetro y el espesor de albura. Por otra parte, se calculó la respiración por

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m3 de albura de cada árbol en 24 h, usando el nivel basal Rv a 5 oC de cada especie, y un coeficiente de sensibilidad de la respiración a la temperatura (Q10) común para todas las especies. El valor de Q10 indica el cambio proporcional de la respiración que se produce por cada 10 oC de aumento en la temperatura, y su valor medio fue 2,0 en nuestro caso. Las especies Ilex aquifolium y Sorbus aria estaban presentes en nuestra parcela. Estas especies no fueron medidas, y sus valores de respiración y volumen de albura fueron estimados a partir de los valores medios de todas las especies –en el caso de Ilex aquifolium– o de los valores medios de Sorbus aucuparia –en el caso de Sorbus aria-. En términos de densidad, la parcela estaba representada por todas las especies de El Hayedo de manera bastante homogénea. No obstante, la presencia de árboles de grandes dimensiones de melojo hizo que su contribución al área basimétrica total fuese de un 66 %. Como además la madera de melojo fue aquella con mayores tasas de respiración (Fig. 4b), el melojo resultó ser también la especie que más contribuyó a la emisión total de CO2 en la parcela, 85 %, es decir, 6 kg C de los 7 kg C ha-1 día-1 emitidos por el conjunto de árboles (Fig. 5). El hecho de que la contribución de cada especie a la respiración total se parezca más a la distribución del área basimétrica que a la densidad pone de manifiesto que el volumen de madera viva, más que la superficie de tronco expuesta, es determinante en la emisión de CO2 por parte del fuste de los árboles. A pesar de esta cifra, conviene recordar que los bosques actúan como sumideros de C a lo largo del año. Durante el periodo vegetativo, las pérdidas de C a través de la respiración se suelen compensar con las ganancias fotosintéticas, de modo que los árboles tienen un balance neto de C positivo y acumulan C en sus estructuras (hojas, tallos y raíces) y también en forma de reservas no estructurales (por ejemplo almidón). En la parcela de estudio, los troncos secuestran aproximadamente 4,2 t de C ha-1 año-1 a través del crecimiento secundario (estimación realizada a partir de la densidad de la madera de cada especie y un contenido de C en la madera de 47 %). Ya en el periodo sin hojas, cuando se ha realizado este estudio, los árboles ca-

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Figura 5. Características dasométricas y respiración de los troncos de una parcela mixta con (Cmo) Crataegus monogyna, (Fsy) Fagus sylvatica, (Iaq) Ilex aquifolium, (Pav) Prunus avium, (Qpt) Quercus petraea, (Qpy) Quercus pyrenaica, (Sar) Sorbus aria y (Sau) Sorbus aucuparia. La densidad total en la parcela es 622 pies ha-1, el área basimétrica total es 28,3 m2 ha-1 y la respiración total es 7 kg C ha-1 día-1

ducifolios se mantienen vivos gracias a la respiración de parte de las reservas acumuladas previamente. Conclusiones a variabilidad de la emisión de CO2 entre los troncos de especies arbóreas está ligada a la proporción de células vivas que contiene la albura y a la propia actividad metabólica de dichas células.

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La adaptación a la sequía, a la sombra o a las perturbaciones ha podido ejercer una presión evolutiva sobre la cantidad y actividad de madera viva y, por tanto, en las pérdidas de carbono a través de la respiración. El CO2 liberado por los troncos en una parcela del Hayedo de Montejo supone aproximadamente un 14 % del CO2 liberado por todos los elementos del ecosistema (hojas, troncos, ramas,

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raíces y microrganismos del suelo), si tomamos como referencia la liberación de bosques caducifolios templados: alrededor de 18 t de C ha-1 año-1. Agradecimientos Meng Li, José Carlos Miranda y Aída Rodríguez por la ayuda en el campo, y a la Comunidad de Madrid por el apoyo para realizar este trabajo.

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Cincuenta años haciendo profesión

Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avenida Menéndez Pelayo, 75, bajo izquierda. 28007 Madrid Tfno.: 91 501 35 79 . Fax: 91 501 33 89 forestales@forestales.net

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TÉCNICA

Reducción de la vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. El caso de San Vicente y Las Granadinas El cambio climático constituye una amenaza fundamental para el desarrollo y la lucha contra la pobreza. Si no se adoptan medidas ambiciosas, el calentamiento del planeta puede hacer que la prosperidad sea inalcanzable para millones de personas y provocar un retroceso de décadas de avances en el ámbito del desarrollo. Ningún país, rico o pobre, está hoy a salvo de los impactos de los desastres vinculados con el clima.

Alvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, S. L.

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l riesgo de desastre está determinado por la ocurrencia de un peligro natural (por ejemplo, un huracán), que puede tener un impacto en las poblaciones y los bienes expuestos (por ejemplo, viviendas ubicadas en la trayectoria del huracán). La vulnerabilidad es la característica de la población o de los bienes que los hace particularmente susceptibles a sufrir efectos perjudiciales (por ejemplo, la fragilidad del método de construcción de las viviendas). Un desarrollo mal planificado, la pobreza, la degradación ambiental y el cambio climático son factores que pueden

aumentar la magnitud de esta interacción y resultar en desastres mayores El informe de UIP (2010) incluye una serie de aclaraciones que ayudan a enfocar el tema: ¿Cuál es la diferencia entre una amenaza natural y un desastre? El desastre ‘natural’ no existe. Muchas amenazas son naturales y generalmente inevitables, como ciclones, inundaciones, sequías y terremotos. Son ‘amenazas’ en el sentido de que pueden potencialmente causar daño al hombre, a las economías y al medio ambiente si no se

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encuentran adecuadamente preparados para ellas. Un ‘desastre’ ocurre cuando una amenaza provoca devastación que deja comunidades e incluso naciones en la incapacidad de hacerle frente y sin ayuda alguna. Pero los desastres no son ni inevitables ni ‘naturales’. ¿Qué es la reducción del riesgo de desastres? La reducción del riesgo de desastres es un enfoque de amplio alcance que incluye toda acción dirigida a reducir los riesgos de desastres. Estas acciones pueden ser de orden político, técnico, social o económico. La reducción del riesgo de desastres puede revestir formas tan variadas como el asesoramiento en la definición de políticas, legislación, planes de preparación ante catástrofes, proyectos agrícolas, planes de seguro o incluso una clase de natación. El enfoque hace posible que las personas reflexionen y se esfuercen en toda la sociedad, para asegurarse que todos –desde gobiernos hasta individuos– tomen las decisiones correctas para reducir el riesgo y el efecto de los desastres.

Este mismo documento incluye algunos datos relevantes, como el hecho de que el 85 % de las personas expuestas a terremotos, ciclones, inundaciones y sequías vive en los países en desarrollo, que los costos por daños directos de desastres por sí solos se han disparado, que los desastres ponen en peligro la seguridad alimentaria de los más pobres a nivel mundial, y por ello la reducción del riesgo de desastres es vital para asegurar uno de los derechos y libertades más fundamentales del hombre, el derecho a no padecer hambre, y que la reducción del riesgo de desastres protege las inversiones para el desarrollo y ayuda a las sociedades a acumular riqueza a pesar de las amenazas. El Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de Desastres (GFDRR, 2013) señala que las pérdidas y daños relacionados con desastres naturales aumentaron de un promedio anual de 50.000 millones de dólares en la década de 1980 a unos 200.000 millones de dólares en el último decenio. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) ha publicado un documento sobre terminología de reducción del riesgo de desastres (Naciones Unidas, 2009). De acuerdo con este

documento la adaptación al cambio climático es un ajuste en los sistemas naturales o humanos como respuesta a los estímulos climáticos reales o esperados o sus efectos, los cuales moderan el daño o explotan las oportunidades beneficiosas. Se pueden distinguir varios tipos de adaptación: preventiva y reactiva, pública y privada o autónoma y planificada. Un concepto esencial en la reducción del riesgo es el de resiliencia. De acuerdo con el anterior documento es la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas. La Unión Interparlamentaria, con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), propone cinco prioridades de actuación (UIP, 2010): 1. Incorporar la reducción del riesgo de desastres en planes y programas de desarrollo socioeconómico. 2. Hacer que la reducción de riesgos sea parte de estrategias y programas de reducción de la pobreza.

Pérdidas mundiales a causa de desastres entre 1980 y 2012. Fuente: GFDRR (2013)

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3. Hacer que colegios, instalaciones sanitarias, agua y saneamiento sean resistentes a catástrofes. 4. Empoderar a la mujer en la reducción del riesgo de desastres. 5. Frenar el crecimiento urbano rápido y mal planificado. Naciones Unidas (2012) dedica un informe a la forma en que se pueden desarrollar ciudades más resilientes, señalando diez aspectos esenciales para lograr esa adaptación, que de forma resumida son: 1. Organización y coordinación para comprender y reducir el riesgo de desastres 2. Asignación de presupuesto para la reducción del riesgo de desastres 3. Realizar evaluaciones de riesgo y utilizarlas en planes y decisiones de desarrollo urbano 4. Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo 5. Evaluar la seguridad de escuelas y centros de salud y mejorarla si es necesario 6. Reglamentos de construcción y planificación que cumplan aspectos relativos al riesgo 7. Programas educativos y de capacitación sobre reducción del riesgo de desastres 8. Proteger los ecosistemas y las zonas naturales de amortiguamiento 9. Instalar sistemas de alerta temprana y gestión de emergencias y realizar simulacros 10. En caso de desastre velar por las necesidades de los supervivientes En conclusión los riesgos naturales (hidrometeorológicos y geológicos) afectan a la mayor parte de países, aunque resultan especialmente importantes en ciertas regiones, por su frecuencia y vulnerabilidad, muy asociada

al nivel de desarrollo. Sus efectos pueden afectar al desarrollo de los países y a la calidad de vida de millones de personas. El cambio climático está suponiendo un incremento en los riesgos ambientales, agravando la situación de muchas regiones. Además de las deseables actuaciones para combatir el cambio climático es preciso adaptarse a él, adoptando medidas que contribuyan a incrementar la resiliencia de países, regiones y ciudades. Distintos organismos internacionales ha establecido programas de trabajo y líneas de financiación en este sentido. 2. REDUCCIÓN DE DESASTRES Y ORGANISMOS INTERNACIONALES Naciones Unidas La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (ISDR -International Strategy for Disaster Reduction-) es un marco estratégico adoptado por los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2000 que orienta y coordina los esfuerzos de una amplia gama de agentes para lograr una reducción sustancial de pérdidas por desastres. Su objetivo es construir naciones y comunidades resilientes como condición esencial para el desarrollo sostenible. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR -United Nations Office for Disaster Risk Reduction-) es la secretaría de la ISDR. La reducción del riesgo de desastres implica a Estados, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, instituciones financieras, organismos técnicos y sociedad civil, que trabajan juntos y comparten información para reducir el riesgo de desastres. UNISDR sirve como centro de coordinación para la aplicación del Marco de Acción de Hyogo (MAH), un plan de acción decenal adoptado en 2005 por 168 gobiernos para proteger la vida y medios de vida contra los desastres. Cuenta desde

2005 con el apoyo de la Comisión Europea, mediante el programa DIPECHO. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO -United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization-) tiene por objeto crear condiciones propicias para un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos fundado en el respeto de los valores comunes, para forjar concepciones de un desarrollo sostenible que suponga la observancia de los derechos humanos, el respeto mutuo y la reducción de la pobreza. Entre sus ámbitos de trabajo están el cambio climático y la adaptación local. Trabaja con diferentes socios desarrollando, entre otros proyectos, Sistemas de Alerta Temprana en América Central, Chile, Colombia, Ecuador y Perú vinculados al programa DIPECHO, o el Centro Regional de Cambio Climático y Toma de Decisiones impulsado por una alianza entre la Fundación Avina, UNESCO y diferentes instituciones de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Unión Europea. Programa DIPECHO El Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO -European Commission Humanitarian Aid and Civil Protection Department-) fue creado en 1992 para canalizar el apoyo a las víctimas de crisis que ocurren fuera de la Unión Europea. Consciente de la importancia de las medidas preventivas lanzó en 1996 su programa de preparación para desastres DIPECHO (Disaster Preparedness ECHO) para financiar proyectos de preparación para afrontar desastres (principalmente naturales) en un marco regional. Estuvo inicialmente dirigido a hacia tres regiones (América Central, Sureste de Asia y Caribe), extendiéndose a otras también propensas a desastres.

El cambio climático está suponiendo un incremento en los riesgos ambientales, agravando la situación de muchas regiones. Además de las deseables actuaciones para combatir el cambio climático es preciso adaptarse a él, adoptando medidas que contribuyan a incrementar la resiliencia de países, regiones y ciudades 40

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Ámbito de aplicación del Programa DIPECHO. Fuente: Comisión Europea

Banco Mundial De acuerdo con Banco Mundial (2013) estamos en una trayectoria hacia un mundo 4 °C más cálido a fines de este siglo. Este documento muestra los devastadores efectos que esto tendría en la agricultura, los recursos hídricos, los ecosistemas y la salud humana. Si bien todas las regiones se verán afectadas, aquellas en peores condiciones para adaptarse –como las más pobres y vulnerables– sufrirán los mayores efectos. El Banco Mundial considera necesario evitar un planeta 4 °C más cálido, requiriéndose para ello medidas inmediatas que permitan detener el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a los países a prepararse para un mundo más cálido, adaptándose a los cambios que ello pueda suponer. Entre las actuaciones que promueve el Banco Mundial están la construcción de ciudades con capacidad de adaptación al clima y con bajas emisiones de carbono, el avance hacia prácticas agrícolas con un enfoque climático, el

aumento de la eficiencia energética y las inversiones en energía renovable o la reducción de los contaminantes climáticos de corta vida. A través del Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de Desastres (GFDRR -Global Facility for Disaster Reduction and Recovery-), el Banco ayuda a los países en desarrollo a reducir su vulnerabilidad ante los peligros naturales y adaptarse al cambio climático. Establecido en 2006, el GFDRR es una asociación de 41 países y ocho organizaciones internacionales. Su misión es incorporar la reducción del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático en las estrategias de desarrollo de los países. El programa aspira a mejorar la preparación de las comunidades más vulnerables y más expuestas a amenazas naturales. El enfoque del programa es multiamenaza, y contempla amenazas de origen hidrometeorológico o geológico. El programa se caracteriza por su componente comunitario y por organizarse en varios subsectores de intervención:

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- Gestión local de emergencias y desastres - Vínculos institucionales - Información, educación y comunicación - Pequeñas obras de mitigación (infraestructuras y servicios) - Abastecimiento de insumos de primera necesidad (humanitarios) En 2011 se puso en marcha el Programa de Reducción del Riesgo de Desastres Naturales (NDRR -Natural Disaster Risk Reduction-) ACP-EU (Africa Caribbean Pacific-European Union), financiado por la Unión Europea y gestionado por el GFDRR. Su objetivo es apoyar las actividades de gestión del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático en los países ACP a través de asistencia técnica, capacitación y asesoría. El programa también apoya a estos países tras un desastre, apoyando la evaluación de las necesidades, la asistencia técnica para una respuesta rápida, la creación de capacidades y el desarrollo de marcos de recuperación sostenible.

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3. REDUCCIÓN DEL RIESGO EN SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS Marco general San Vicente y las Granadinas es un país insular situado al norte de Venezuela, Trinidad y Tobago y de la isla de Granada, y al oeste de Barbados, en la cadena de las Antillas Menores, en el mar Caribe. Forma parte de las Islas de Barlovento (Winward Islands), las Antillas meridionales, al sur de las Islas de Sotavento (Leeward Islands). Su territorio, de 389 km², comprende la isla principal, San Vicente, y las dos terceras partes del archipiélago de las Granadinas. Su capital y ciudad más poblada es Kingstown, ubicada en la isla de San Vicente. El país forma parte de la Mancomunidad Británica de Naciones y de la CARICOM. Este pequeño país sufre desastres naturales con frecuencia. En el norte de la isla de San Vicente se localiza el volcán La Soufrière, con un largo historial de erupciones, las últimas en 1971 y 1979, que han causado víctimas y daños a la agricultura. La erupción de 1979 afectó en mayor o menor medida a 20.000 personas, el 18,6 % de la población del país. También se ve afectado con frecuencia por huracanes, los últimos más importantes en 1980 (Allen), 1987 (Emily), 1999 (Lenny), 2002 (Lili) y 2010 (Thomas). El huracán Lenny afectó a 20.500 personas (18,8 % del total del país). El huracán Thomas no causó muertos (sí heridos), pero produjo pérdidas en la agricultura de más de 25 millones de dólares americanos, obligó a 1.200 personas a buscar un refugio para huracanes, dejó alrededor de 600 casas sin techo y generó una gran cantidad de caídas de postes eléctricos y árboles y deslizamientos de tierras que hicieron intransitables algunas carreteras principales. Fruto de las perturbaciones tropicales se producen tempestades, que afectan con su oleaje a las zonas costeras. Además, las tormentas tropicales pueden descargar grandes cantidades de agua de forma súbita, lo que, unido a las fuertes pendientes existentes en San Vicente, origina crecidas imprevistas e inundaciones, como las ocurridas en 1977, 1986, 1987, 1992 o en diciembre de 2013. Estos desastres naturales, sobre todo las inundaciones derivadas de tormentas tropicales y huracanes y los

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Mapa de San Vicente y las Granadinas. Fuente: FAO

deslizamientos, dañan las infraestructuras del país, afectando al suministro de energía eléctrica o impidiendo los desplazamientos por carretera o el uso del actual aeropuerto, entre otros aspectos. Según el GFDRR (2010), San Vicente y las Granadinas ocupa el puesto 54 entre los 96 países con riesgo relativamente alto de mortalidad por múltiples peligros. Reducción del riesgo de desastres La concurrencia de desastres naturales en el país y las pérdidas de vidas humanas y económicas derivadas han llevado en los últimos años a que tome una importancia creciente la reducción del riesgo de desastres en el país. Aunque existían trabajos previos sobre riesgos volcánicos (Robertson, 2005) o reducción de riesgos frente a huracanes (Ferdinand, 2006), el punto de inflexión

está marcado por el paso del huracán Thomas en el año 2010, momento a partir del cual se intensifican los estudios, programas y proyectos de adaptación a riesgos. Se desarrolla el Proyecto de Reducción de la Vulnerabilidad de Desastres (DVRP -Disaster Vulnerability Reduction Project-), que se sometió a evaluación ambiental y social, y el programa piloto de resiliencia al clima (Government of Saint Vincent and the Grenadines, 2010a, 2010 b y 2011). Diversos organismos han realizado informes sobre el riesgo del cambio climático en el país o en aspectos concretos como el agua (GFDRR, 2010; McSweeney, 2010; Simpson & al., 2012; ECLAC, 2012). Un segundo punto de inflexión fueron las tormentas tropicales sufridas el 24 y 25 de diciembre de 2013, que dieron lugar a intensas inundaciones en la isla de San Vicente, causando muchos daños en infraestructuras de transpor-

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te, eléctricas y de agua y en edificios públicos y privados. El gobierno realizó un informe de daños (Government of Saint Vincent and the Grenadines, 2014a), financiado mediante el programa NDRR de la ACP-EU. En este informe se señala que la última década los daños causados ​​por desastres naturales en el país había sido aproximadamente de 41 millones de dólares, más que la suma acumulativa de daños desde 1961 a 2008. En las tormentas de 2013 se vieron afectadas 16.885 personas, con unos daños de más de 86 millones de dólares y unas pérdidas de 22 millones, lo que supone un total de 108 millones de dólares. Para enfrentarse a los daños derivados del huracán Thomas y las tormentas de 2013, reducir la vulnerabilidad a los riesgos naturales e impactos del cambio climático y aumentar la resiliencia, el gobierno de San Vicente y

las Granadinas ha solicitado asistencia financiera al Banco Mundial para desarrollar un proyecto dentro del Programa Regional de Reducción de la Vulnerabilidad de Desastres para la Región del Caribe Oriental, que a su vez se incluye en el Programa de Préstamos Adaptable (APL -Adaptable Program Lending-) del Banco Mundial. El Proyecto de Reducción de la Vulnerabilidad a Desastres (DVRP -Disaster Vulnerability Reduction Project-) incluye proyectos y actividades relacionados con el fortalecimiento institucional, la capacitación y la ejecución de obras civiles para modernizar o proteger bienes nacionales. Uno de los proyectos incluidos dentro del DVRP es el “Modelado hidrológico/hidráulico e investigación geotécnica en puentes, vados y ríos” (Hydrology/ Hydraulic Modeling and Geotechnical Site Investigation of Bridges, Fords and Rivers), que se comenta a continuación.

Modelado hidrológico/hidráulico e investigación geotécnica en puentes, vados y ríos Aspectos generales El promotor del proyecto es el Gobierno, ejecutándose mediante un préstamo del Banco Mundial, lo que implica la aplicación de las políticas operacionales de este organismo, así como una serie de condiciones en cuanto al alcance y contenidos de los proyectos financiables. La coordinación del proyecto corre a cargo de la División Central de Planificación (Central Planning Division), dependiente del Ministerio de Finanzas y Planificación Económica. El proyecto se adjudicó mediante concurso público en dos fases, una primera de preselección de candidatos y una segunda de licitación, siendo adjudicatario un consorcio formado por tres empresas españolas de ingeniería. El equipo de trabajo está constituido por

Daños de las tormentas de diciembre de 2013. Fuente: GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2014a)

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varios ingenieros civiles responsables de la coordinación, diseño y cálculo de estructuras y modelización hidráulica, un experto en medioambiente (ingeniero técnico forestal) responsable de los estudios medioambientales y de apoyo en los trabajos de hidrología, dos geólogos responsables de la geotecnia, con su equipo de apoyo, y un topógrafo con sus ayudantes. Este equipo está repartido entre España, República Dominicana, Puerto Rico y San Vicente y las Granadinas. La maquinaria de sondeos se ha desplazado desde Trinidad y Tobago al no existir ninguna en el país. El proyecto comprende varias actuaciones, que se van desarrollando mediante informes o entregas parciales. La duración total del contrato es de diez meses, con entregas periódicas cada

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dos meses aproximadamente. En una primera fase se realizó una recopilación de información y una visita a las zonas de proyecto. Las principales fuentes de información han sido: - Información oficial, publicaciones, ortofotografías, cartografía y datos de diferentes departamentos del Gobierno de San Vicente y las Granadinas, como:  División Central de Planificación del Ministerio de Finanzas y Planificación Económica.  Ministerio de Transportes, Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Gobierno Local.  Ministerio de Salud, Bienestar y Medioambiente.  Departamento de Topografía y Unidad de Planificación Física

del Ministerio de Vivienda, Asentamientos Humanos Informales, Topografía y Planificación Física.  Autoridad Central de Agua y Alcantarillado (CWSA).  Autoridad de Parques Nacionales, Ríos y Playas. - Información oficial y documentos del Grupo Banco Mundial (Banco Mundial, GFDRR, IFC...), como por ejemplo sus políticas operacionales. - Bibliografía y otras fuentes documentales (libros, artículos, informes...). - Trabajos de campo y reconocimiento de las zonas de proyecto. Alcance del proyecto El objeto del proyecto es desarrollar cuatro actuaciones principales:

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• Middle Bridge (South River) El South River se sitúa en el sur de la isla de San Vicente. Cruza en su tramo bajo la ciudad de Kingstown, la capital, en cuyo puerto desemboca en el mar. A su paso por la ciudad tienen numerosos puentes, muy próximos entre sí. Uno de ellos se sitúa en Middle Street, denominado por ello Middle Bridge. Se trata de un puente de arco de mampostería, cuyos problemas son una sección inferior al resto de puentes y sufrir erosión en la base de sus apoyos. Como consecuencia, en caso de avenidas se producen desbordamientos en este punto, afectando a varias calles del centro urbano. Además, se agrava el problema de descalzamiento del puente, que puede afectar a su estabilidad en un futuro. Para solucionar estos problemas, se ha decidido demoler el puente y sustituirlo por uno nuevo con mayor capacidad hidráulica y mayor seguridad, que no suponga un obstáculo para el agua ni tenga problemas de estabilidad. • Defensa de márgenes en el río Warrawarrow La cuenca del río Warrawarrow se sitúa en el sur de la isla de San Vicente, cruzando en su tramo bajo la localidad de Arnos Vale y lindando con el aeropuerto internacional E.T. Joshua, junto al cual desemboca en el mar. Es una de las cuencas más grandes de la isla, con cerca de 1.200 ha. El río Warrawarrow nace al pie del pico St. Andrew, en una zona de fuerte relieve cubierta de bosques de montaña (bosque nuboso y bosque siempreverde). La parte alta de la cuenca es principalmente boscosa, aunque con cultivos de taro o eddoe (Colocasia esculenta) dispersos, en zonas de fuerte pendiente. La parte baja de la cuenca tiene numerosas edificaciones, en general con densidad baja o media salvo en Arnos Vale y el entorno del aeropuerto. Durante las últimas inundaciones de 2013 se produjeron desbordamientos y daños en varios puntos del río Warrawarrow, con dos zonas especialmente conflictivas, donde se prevé actuar: VINLEC-BRAGSA y desembocadura del río.

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VINLEC-BRAGSA. Tramo que linda con dos empresas públicas, VINLEC (St. Vincent Electricity Services Ltd.) y BRAGSA (Bridges, Roads and General Services Authority). VINLEC tiene en este punto la central eléctrica diesel de Cane Hall; BRAGSA tiene sus oficinas, talleres y parque de maquinaria. Las últimas avenidas han modificado el curso del río, abandonando su lecho para pasar a excavar en el talud que linda

con las dos empresas. Estas instalaciones son estratégicas para el país ya que de ellas depende la producción de energía eléctrica (las tormentas de 2013 dejaron sin servicio a la vez las tres centrales hidroeléctricas de la isla) y la reparación de infraestructuras en caso de daños. Por ello, se plantea la estabilización de ese talud mediante gaviones o escolleras.

Desembocadura del río. Desde el cruce de la Windward Highway, el río Warrawarrow discurre encajonado entre la pista del aeropuerto y Arnos Vale. Justo en la desembocadura se ha construido un estadio, que ha ocupado parte del río, obligando a canalizarlo. La canalización se ha mostrado ineficaz, ya que en las últimas avenidas el río se desbordó,

inundando parte de la pista del aeropuerto. Se plantea, en consecuencia, la necesidad de revisar el diseño y proponer actuaciones que incrementen la capacidad del río, evitando las inundaciones en el aeropuerto, el estadio y las viviendas de Arnos Vale próximas al río.

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Diseño de puentes y drenaje en la carretera de Green Hill a Fenton Desde Green Hill, al norte de la ciudad de Kingstown, parte una carretera (en realidad, un camino forestal) que sube hacia la ladera del monte St. Andrew, cruzando la cabecera del río Warrawarrow, finalizando en Fenton, al norte de Arnos Vale.

Hasta hace unos años la carretera era transitable para vehículos, teniendo una cuneta de fábrica en todo su margen izquierdo, y contando con un marco, tres puentes y varios vados que cruzan el río Warrawarrow y sus afluentes de cabecera. El huracán Thomas en 2010 y las tormentas de 2013, sumadas a las intensas precipitaciones ha-

bituales en la zona, han llevado a que el camino sea intransitable en la actualidad. La cuneta ha desaparecido en su práctica totalidad, muchas veces por deslizamientos de la ladera, haciendo que el agua corra libremente por la plataforma del camino, dañándolo mucho. El marco, los vados y los tres puentes siguen operativos, pero están afectados. En especial, los puen-

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tes tienen problemas de erosión en los apoyos, que afectan a su seguridad. Aunque la carretera tiene poco

aeropuerto. En caso de desbordamientos del Warrawarrow o del South River en sus cursos bajos la actual carretera (Winward Highway) podría quedar cortada, y ambas localidades, incomunicadas. La carretera de Green Hill a Fenton actuaría como vía alternativa de comunicación. La reconstrucción de toda la carretera no puede incluirse dentro del proyecto financiado por el Banco Mundial. Por ello, se ha incluido únicamente la demolición y reconstrucción de los tres puentes, el arreglo del marco y la realización de un nuevo drenaje longitudinal. El arreglo de la plataforma la asumiría posteriormente el Gobierno de San Vicente y las Granadinas.

uso, es una ruta estratégica para comunicar Kingstown y Arnos Vale, las dos localidades más pobladas del país, además de la capital y el

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Plan de manejo de las cuencas del Warrawarrow y South River Como complemento a los anteriores proyectos se ha elaborado un plan de manejo de las cuencas del Warrawarrow y South River, con recomendaciones para una mejor adaptación a los riesgos, en especial hidrológicos. Estas recomendaciones incluyen, entre otros aspectos, criterios de uso del suelo, recomendaciones para el cultivo, medidas de control de la erosión y de la estabilidad de laderas, pla-

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nificación urbanística, usos permitidos, planes de formación y educación, coordinación institucional o recomendaciones normativas. Trabajos desarrollados Los trabajos desarrollados dentro del proyecto son: - Estudios hidrológicos de las cuencas de los ríos Warrawarrow y South River. - Sondeos geotécnicos e investigaciones geofísicas en el entorno de los apoyos de los puentes y los taludes a proteger para determinar la cimentación. - Cálculo estructural y diseño de nuevos puentes y defensas. - Diseño del drenaje longitudinal de la carretera. - Planes de Gestión Ambiental de cada actuación. - Plan de manejo de las cuencas del Warrawarrow y South River.

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Estudios hidrológicos Se han realizado estudios hidrológicos de la cuenca de los ríos Warrawarrow y South River para determinar los caudales de avenida, la altura del agua en los cruces de los puentes, las secciones canalizadas y las zonas a proteger. Los estudios hidrológicos han englobado varios trabajos: • Cartografía de vegetación de las cuencas mediante SIG. Intersectando esta capa con el mapa de suelos de la isla se ha determinado el número de curva de la cuenca y de las distintas subcuencas establecidas en las tres condiciones de humedad, dato básico para determinar el coeficiente de escorrentía. • Elaboración de perfiles transversales del Warrawarrow y South River, y planimetría detallada de la zona donde se ubican puentes y defen-

sas. Modelización mediante los programas HEC-1 y HEC-RAS, a partir de los datos detallados de precipitación facilitados por la CWSA (Central Water and Sewerage Authority), los datos de escorrentía, la planimetría de la isla facilitada por el Departamento de Planificación Física (Physical Planning) y los perfiles realizados.

Evaluación ambiental Hay tres elementos esenciales de aplicación a la evaluación ambiental del proyecto: • La legislación de evaluación ambiental de San Vicente y las Granadinas. La Ley N.o 45 de 1992 (Town and Country Planning Act), que exige la evaluación de impacto ambiental de proyectos sensibles (no es este caso). • El Marco de Gestión Medioam-

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biental (EMF -Environmental Management Framework-) del Programa Regional de Reducción de la Vulnerabilidad de Desastres (Government of Saint Vincent and the Grenadines, 2014b), que establece métodos de evaluación (screening) de los proyectos acordes con los requisitos del Banco Mundial y un análisis de impactos y posibles medidas generales, a escala de programa. • La política operacional OP 4.01 “Evaluación ambiental” del Banco Mundial (World Bank, 2014), que establece varias categorías de proyectos, dependiendo de sus potenciales impactos: - Categoría A: Proyectos que puede tener impactos adversos significativos. Se debe elaborar un estudio de impacto ambiental que examine los impactos potenciales, analice las posibles alternativas (incluida la alternativa 0) y proponga las medidas para prevenir, minimizar, mitigar o compensar los impactos negativos.

- Categoría B: Proyectos con impactos menos adversos que en la categoría anterior, localizados, no irreversibles, y con medidas de mitigación más sencillas. Estos proyectos más simples pueden incluir un Plan de Gestión Medioambiental (EMP -Environmental Management Plan-), de acuerdo con el Anexo C de la OP 4.01, y que en la práctica es un estudio de impacto ambiental y proyecto de medidas de integración ambiental simplificados. - Categoría C: Proyectos con efectos ambientales mínimos o sin ellos. No precisan evaluación ambiental. - Categoría FI: Proyectos que implica la inversión de fondos del Banco Mundial a través de intermediarios financieros, en subproyectos que pueden tener impactos ambientales adversos. De acuerdo con el EMF, en el Proyecto de Reducción de la Vulnerabi-

Referencias bibliográficas y documentales BANCO MUNDIAL (2013). 4.º Bajemos la temperatura. Fenómenos climáticos extremos, impactos regionales y posibilidades de adaptación. International Bank for Reconstruction and Development / The World Bank - Potsdam Institute for Climate Impact Research and Climate Analytics. Washington DC. ECLAC (2012). An assessment of the economic impact of climate change on the water sector in Saint Vincent and the Grenadines. Economic Commission for Latin America and the Caribbean. United Nations. FERDINAND, I.M.A. (2006). Hurricane risk reduction strategies in the Windward Islands: Public and practitioner's perspectives. Thesis. Faculty of Business, Environment and Society, Coventry University GFDRR (2010). Disaster Risk Management in Latin America and the Caribbean Region: GFDRR Country Notes. St. Vincent and the Grenadines. GFDRR - Banco Mundial. GFDRR (2013). Crear resiliencia mediante la integración de los riesgos climáticos y de desastre en el proceso de desarrollo. Lecciones de la experiencia del Grupo del Banco Mundial. GFDRR - Banco Mundial. GFDRR (2014). Global Facility for Disaster Reduction and Recovery. <https://www.gfdrr.org> (consultado 17-VIII- 2014). GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2010a). Disaster Vulnerability Reduction Project (DVRP). Environmental Assessment Report. Kingstown. GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2010b). Disaster Vulnerability Reduction Project (DVRP). Social Assessment Report. Kingstown. GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2011). Saint Vincent and the Grenadines. Pilot Program for Climate Resilience

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lidad de Desastres no se identifican impactos ambientales importantes, pero incluye obras civiles que pueden implicar impactos menores. El proyecto global y los proyectos de desarrollo se consideran de categoría B, debiendo incluir todos ellos un Plan de Gestión Medioambiental (EMP). De acuerdo con el Anexo C de la política operativa 4.01 del Banco Mundial (World Bank, 2014), los EMP deben incluir: • Mitigación - Identificación de impactos ambientales adversos significativos - Descripción de medidas de mitigación - Estimación de impactos potenciales de las medidas - Vinculación con otros planes de mitigación • Monitoreo (vigilancia y seguimiento ambiental) • Desarrollo de capacidades y formación • Calendario de ejecución y estimaciones de costos • Integración del EMP con el Proyecto

(PPCR). Kingstown. GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2014a). Rapid Damage and Loss Assessment (DaLA). December 24-25, 2013 Floods. Kingstown. GOVERNMENT OF SAINT VINCENT AND THE GRENADINES (2014b). Environmental Management Framework (EMF) for Regional Disaster Vulnerability Reduction Project (RDVRP). St. Vincent and the Grenadines Component. Central Planning Division. Government of St. Vincent and the Grenadines. MCSWEENEY, C, M. NEW & G. LIZCANO (2010). UNDP Climate Change Country Profiles. St Vincent and the Grenadines. http:// country-profiles.geog.ox.ac.uk (consultado 17-VIII-2014). NACIONES UNIDAS (2009). Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. UNISDR. Ginebra. NACIONES UNIDAS (2012). Cómo desarrollar ciudades más resilientes. Un Manual para líderes de los gobiernos locales. Una contribución a la Campaña Mundial 2010-2015. Desarrollando ciudades resilientes - ¡Mi ciudad se está preparando! Ginebra, marzo de 2012 ROBERTSON, R.E.A. (2005). Volcanic hazard atlas of the Lesser Antilles – St. Vincent and The Grenadines. University of the West Indies, Trinidad and Tobago, W.I., Seismic Research Unit, 241-273. 2005. SIMPSON, M.C. & AL. (2012). CARIBSAVE Climate Change Risk Profile for St. Vincent and the Grenadines. CARIBSAVE. Barbados. UIP (2010). La Reducción del Riesgo de Desastres: Un Instrumento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Kit de Cabildeo para Parlamentarios. Unión Interparlamentaria (UIP) - Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR). Ginebra. WORLD BANK (2014). OP 4.01 Environmental Assessment. <http://web.worldbank.org> (consultado 17-VIII-2014).

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COLABORACIÓN

TÉCNICA

Distribución del arbolado y persistencia a largo plazo de las dehesas:

ideas para asegurar el futuro de un sistema excepcional de uso de la tierra

Mario Díaz Esteban Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (BGC-MNCN-CSIC)

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Las dehesas arboladas son sistemas seminaturales con altos niveles de biodiversidad, hasta el punto de ser de los pocos hábitats no naturales protegidos por la Directiva Hábitats. Esta diversidad, y su aparente estabilidad debida a la longevidad de encinas y alcornoques, llevaron a considerar a las dehesas como el ejemplo por excelencia de sistema de uso de la tierra sostenible a largo plazo. Sin embargo, investigaciones desarrolladas en los últimos decenios en el ámbito de las ciencias naturales y sociales han demostrado que el sistema no es sostenible en absoluto, a no ser que incluya situaciones temporales de relativo abandono indispensables para la regeneración del arbolado, actualmente impedida por las consecuencias del manejo sobre procesos clave para dicha regeneración. En este trabajo se revisan brevemente los conocimientos actuales sobre los efectos de la configuración espacial del arbolado y del paisaje en los sistemas adehesados sobre la diversidad biológica que mantienen y sobre las razones por las que esta configuración espacial impide, o al menos dificulta, el cierre del ciclo de regeneración natural del arbolado. El adehesamiento, y en general la mezcla de hábitats forestales y abiertos a varias escalas que conlleva este proceso, aumenta la diversidad biológica local a niveles comparables a los de muchos sistemas naturales de alta diversidad. El aislamiento del arbolado en una matriz herbácea favorece la fecundidad y puede reducir la depredación posdispersiva de las bellotas, favoreciendo potencialmente la regeneración, pero colapsa la dispersión de las bellotas a sitios seguros para las plántulas y por tanto la regeneración. Las medidas dirigidas a la conservación de las dehesas deben por tanto centrarse en la manipulación de los efectos paisajísticos que condicionan la eficiencia de la dispersión de bellotas, más que en favorecer otras fases del ciclo con medidas de carácter local. Los conocimientos necesarios para el desarrollo de estas medidas se están generando con rapidez y eficacia en la actualidad. Palabras clave: adehesamiento; biodiversidad; ciclo de regeneración; mezclas de hábitats; procesos; Quercus.

Transición de la dehesa al monte

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Las dehesas, hábitats con una diversidad excepcional Las dehesas arboladas (y sus equivalentes portugueses, los montados) es un sistema de uso de la tierra desarrollado en el suroeste de la península Ibérica, tan notable por el elevado número de especies de organismos que mantiene que es de los pocos hábitats no naturales protegidos por la Directiva Hábitats de la Unión Europea. Los árboles de las dehesas pertenecen fundamentalmente al género Quercus, en su mayor parte encinas Q. ilex y más raramente alcornoques Q. suber. También pueden considerarse adehesadas algunas manchas de quejigo Q. faginea, rebollo Q. pyrenaica, quejigo moruno Q. canariensis, acebuche Olea europea, pino piñonero Pinus pinea o fresno Fraxinus angustifolia, aunque en ellas la gestión del arbolado no está tan integrada con el resto de usos que en las dehesas típicas. Lo que caracteriza al arbolado de las dehesas es su configuración sabanoide, de árboles dispersos en una matriz de pastizal, matorral o cultivo herbáceo. Esta disposición no es natural ni se deriva de plantaciones, sino que se debe a la eliminación artificial, a partir

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de manchas de bosque mediterráneo, del matorral y de parte de los árboles, que además se podan, con el fin de promover un uso ganadero extensivo que aproveche el pasto y, en ciertas zonas, la montanera. Al uso ganadero se añaden, o añadían, aprovechamientos de recursos forestales (madera, leña, corcho) y agrícolas (cereales o cultivos forrajeros en rotaciones muy largas), así como la recolección de setas y espárragos, la caza y la apicultura. El carácter multifuncional, con elevada diversidad de explotaciones de baja intensidad, ha sido clave para su sustentabilidad económica en un contexto de dureza climática y edáfica que no ha permitido, hasta hace muy poco tiempo, su intensificación. La diversidad de usos extensivos está relacionada con una elevada diversidad biológica a múltiples escalas. Las dehesas son más ricas en especies que en otros tipos de hábitats próximos, tanto naturales (bosques mediterráneos) como manejados por el hombre (pastizales, cultivos, reforestaciones). La razón de esta mayor diversidad se basa en la mezcla íntima de tipos de hábitats distintos: bosques, por un lado, y pastizales, matorrales e incluso cultivos, por otro. Esta mezcla se produce tanto a escala de metros cuadrados, en la que la diversidad de plantas y animales del pastizal se ve incrementada por los efectos de la

sombra de los árboles y por los organismos que habitan en los mismos árboles (líquenes, animales, hongos), como a escalas de paisaje, en las que la coexistencia dentro de fincas y entre fincas de las dehesas abiertas típicas con zonas matorralizadas, rocosas, inundadas o incluso habitadas permite su ocupación por especies de mayor tamaño (ungulados, carnívoros, grandes aves) que se alimentan en las dehesas y se refugian en estos otros tipos de hábitat. La mezcla a todas las escalas no es debida a los procesos que mantienen las sabanas naturales (perturbaciones como el fuego o la herbivoría), sino que es (o fue) causada por el aclareo del monte para favorecer el pasto y la montanera. La dehesas, sistemas de uso insostenible a largo plazo pesar de los altos niveles de diversidad biológica y de su aparente naturalidad, las dehesas son sistemas poco o nada estables en el tiempo. Si se mantiene el uso, incluso de baja intensidad, se transforman en pastizales desarbolados al cabo de unos cientos de años, perdiéndose las especies y los recursos ligados al arbolado. Por el contrario, si se abandona el uso, la dehesa se matorraliza en unos pocos años, perdiéndose las especies (y los valores económicos) ligados al pastizal. La transformación en

A

pastizales, que es el origen de grandes zonas esteparias no cultivadas de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía Occidental y Extremadura (como la comarca de La Serena), se debe a que el uso de la dehesa, y la disposición sabanoide derivada y responsable de su gran diversidad biológica y de usos, impide que se cierre el ciclo de regeneración natural del arbolado. En ausencia de árboles jóvenes, el envejecimiento y la mortalidad natural (o acelerada por podas, hongos o el cambio climático) de los árboles adultos que se dejaron al abrir las manchas de monte van dando lugar a dehesas cada vez más aclaradas de árboles cada vez más grandes (y decrépitos) hasta que muere el último, hecho que dificulta, o incluso imposibilita si la extensión de la dehesa original era suficientemente grande, cualquier recolonización futura. ¿Por qué no reclutan las encinas y los alcornoques cuando se adehesan los bosques de los que se derivan? Esta pregunta ha generado varias líneas de investigación desde los años 90 del siglo pasado, muchas de ellas aún en curso, centradas sobre todo en la dehesas extremeñas del entorno de Plasencia-Monfragüe y en el Parque Nacional de Cabañeros, donde se han estudiado de modo comparado las fases sucesivas del ciclo de regeneración de la encina (ver Figura)

Grullas en dehesa cultivada

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en formaciones adehesadas y manchas poco o nada utilizadas próximas. Otros grupos están trabajando en encinares o en dehesas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña, pero sin seguir este diseño apareado. Los resultados de estos trabajos se han revisado recientemente (http://www.revistaecosistemas.net/index.php/ecosistemas/ article/viewFile/892/812). De ellos se derivan recomendaciones de gestión y de investigación aplicada que pueden ser útiles para asegurar la sostenibilidad futura, ecológica y económica, de este excepcional sistema de uso de la tierra. La comparación de ciclo completo de regeneración en zonas adehesadas y no adehesadas próximas muestra que este ciclo no se interrumpe en las zonas no adehesadas pero sí en las adehesadas. Dentro de las dehesas, la intensidad de estos ‘cuellos de botella’ varía según el año, la exclusión de ganado y el tipo de manejo del suelo (cultivo de cereal, pastoreo intensivo o matorralización), de manera que podría darse reclutamiento en cultivos de cereal excluidos del ganado (aunque las plántulas resultantes serían eliminadas por el siguiente laboreo) y, sobre todo, en zonas matorralizadas. Estos resultados sugieren que la distribución en el espacio de los árboles y los organismos que interactúan con ellos (competidores, facilitadores, herbívoros

y dispersores) es clave para entender las causas del fallo en la regeneración, pues todos estos organismos están presentes tanto en las dehesas como en las manchas de bosque próximas. Con base en este conocimiento se podrán diseñar medidas eficaces que combatan las causas de la ausencia de regeneración. La alternativa de combatir sus consecuencias mediante siembra de bellotas o plantación de plantones de una o dos savias, aparte de no resolver el problema (habría que sembrar o plantar periódicamente), es que elimina, o atenúa en gran medida, la selección natural sobre las fases iniciales del ciclo, con lo que las plantas resultantes, en caso de que se establezcan, pueden no ser capaces de resistir eventos futuros de sequía, herbivoría o infección por enemigos naturales. Efectos del adehesamiento en las fases del ciclo de regeneración 1. Fecundidad La fecundidad de los árboles que crecen en las dehesas es muy superior a la de los árboles que crecen en manchas próximas. De hecho, este es uno de los objetivos de la apertura de las dehesas, al menos en las zonas donde la montanera es aprovechada tanto por cerdos ibéricos como por otro ganado o las pie-

zas de caza mayor. La fecundidad puede aumentar por un mayor esfuerzo reproductor o por una menor tasa de aborto (proporciones de frutos abortados con respecto al total de propágulos) de frutos en desarrollo en árboles que ya no compiten con otros árboles próximos o con el matorral. Por otro lado, la fecundidad puede disminuir debido al efecto de los insectos herbívoros (sobre todo orugas de varias especies de lepidópteros) o por fallo en la polinización en árboles aislados. Los resultados obtenidos hasta el momento indican un efecto muy pequeño y retrasado en el tiempo de los herbívoros, cuyo efecto es compensado por los árboles usando reservas del año anterior. El adehesamiento no aumenta el fallo en la polinización (medido como la proporción de flores no fecundadas con respecto al total de propágulos recogidos en trampas de semillas), hecho consistente con que la densidad del arbolado incluso en las dehesas más aclaradas suele implicar distancias entre árboles muy inferiores a las distancias medias de dispersión del polen de las encinas. Las tasas de aborto sí se vieron afectadas por el adehesamiento, de manera que fueron menores en las dehesas y disminuyeron con el aislamiento solo en el bosque. Estos resultados son consistentes con los efectos de la disponibilidad de agua, especialmente en verano,

Sobrepastoreo de ciervos en parque nacional de Cabañeros

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en las tasas de aborto. Sin embargo, la tasa de aborto no sería el determinante último del tamaño de las cosechas, pues el aislamiento, que no afecta las tasas de aborto en la dehesa, sí que aumenta, y mucho, la cantidad de la cosecha. De este modo, el adehesamiento no solo disminuye las tasas de aborto, sino que aumenta el esfuerzo reproductor de los árboles más aislados. Aunque el adehesamiento aumenta la cantidad de bellotas de la cosecha, no produce efectos significativos sobre el tamaño de las semillas. De modo similar, en las dehesas las cosechas son menos variables entre años y más predecibles que en los bosques, aunque estas diferencias en el comportamiento vecero no se manifiestan en el grado de sincronía de las poblaciones de árboles: los años buenos en las dehesas lo son para la mayoría de los árboles, igual que en los bosques. 2. Depredación de bellotas El aislamiento de los árboles puede hacerlos menos accesibles a los depredadores de semillas de movilidad reduci-

da, como son los insectos perforadores o los roedores, pero pueden también aumentar su uso por parte de organismos más móviles, como los ungulados, al representar las bellotas fuentes de alimento de alta calidad. Los insectos perforadores (gorgojos de la especie Curculio elephas y mariposas de las especie Cydia fagiglandana) muestran patrones diferentes, probablemente mediados por su propia movilidad. Los gorgojos, muy poco móviles, muestran tasas de infestación independientes de la distribución espacial de los árboles, mientras que las mariposas, sorprendentemente, tienden a seleccionar los árboles más aislados, por un lado, y las zonas de bosque frente a las adehesadas, por otro. Los resultados para Cydia, una especie muy móvil, son contrarios a lo esperado, aunque podrían ser debidos a la selección de árboles aislados con mayores cosechas y por tanto con más bellotas libres de infestación por Curculio. En todo caso, es probable que las poblaciones de ambos insectos dependan de efectos inmediatos y retrasados tanto de las cosechas como de otros depredadores de las be-

llotas, con lo que las causas de estos patrones aún no están nada claras. La depredación de bellotas bajo los árboles, tras la dispersión gravitatoria primaria, es prácticamente total, excepto en años muy excepcionales en que la abundante cosecha pueda saciar a ungulados y roedores. Algunos resultados preliminares indican menores tasas de depredación posdispersiva de bellotas en superficie al aumentar el aislamiento de los árboles, aunque no son aún concluyentes. Tras la dispersión secundaria por roedores y arrendajos, que entierran las semillas, las tasas de depredación son muy inferiores y en general independientes de la distancia a los árboles, tanto en bosques como en dehesas. Las bellotas enterradas aparentemente son encontradas al azar por roedores, cerdos y jabalíes, o no encontradas en absoluto por otros ungulados y el resto del ganado. Por tanto, la depredación tras la dispersión primaria sería casi total, mientras que tras la secundaria dependería de las densidades locales de roedores, cerdos y jabalíes.

Mosaico de zonas con y sin regeneración

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Figura. Fases del ciclo reproductivo de la encina (1: floración; 2: fertilización; 3: crecimiento/abortado de los frutos; 4: maduración; 5: dispersión; 6: emergencia; 7: establecimiento de plántulas; y 8: establecimiento de brinzales) y factores que influyen en las pérdidas de potencial reproductivo en cada fase. Los organismos mutualistas (dispersadores, representados por un ratón, y matorrales facilitadores) se muestran en la parte interior del círculo, mientras que los organismos antagonistas (orugas de lepidópteros, insectos perforadores de los frutos en crecimiento y ungulados y aves herbívoros y granívoros) se muestran en la parte exterior. Los factores abióticos (temperatura y humedad) y la configuración espacial de las poblaciones de árboles (agregada en una matriz de matorral frente a adehesada) se muestran también en el exterior. Fuente: Díaz (2014). Dibujos de F. Pulido y M. Díaz

3. Establecimiento de las plántulas Las encinas no reclutan bajo sus madres, donde las plántulas que puedan surgir en años de saciado de depredadores acaban siendo consumidas o pisoteadas por los ungulados, ni tampoco en pastizales abiertos, donde muy raramente sobreviven a la sequía estival en sus primeros años de vida. Se requieren por tanto matorrales nodriza, que puedan proporcionar protección lejos de las copas en los primeros años de vida, pero no posteriormente (las encinas necesitan luz para desarrollarse plenamente). El robo de bellotas por ratones bajo los matorrales es más probable que en el pastizal abierto (los ratones necesitan protección contra sus propios depredadores), pero estos efectos negativos son compensados por las mayores tasas de germinación, emergencia y supervivencia, que son debidas a efectos de sombra y de mejora del suelo pero no de protección contra herbívoros. No to-

dos los matorrales son buenas nodrizas. Las leguminosas (retamas Retama spp., escobas Cytisus spp., aulagas Genista spp., etc.) en general lo son, mientras que las jaras Cistus spp., los brezos Erica spp. o las labiadas Rosmarinus officinalis, Lavandula spp. lo son menos o no lo son en absoluto al competir por el agua con las plántulas. El problema es que la gestión de las dehesas se basa en la eliminación y control del matorral, de manera que su cobertura es típicamente muy baja, menor del 1 % en promedio en comparación con el 50-60 % de los bosques contiguos. 4. Dispersión de bellotas Como el reclutamiento es imposible bajo las copas de los árboles, las bellotas deben ser dispersadas a sitios adecuados (matorrales nodriza) para que se cierre el ciclo de regeneración. Debido a su gran tamaño, las bellotas necesitan un vector animal, pues ni el viento ni la

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gravedad pueden moverlas muy lejos, excepto quizás en sitios de pendientes fuertes, donde el encinar sin embargo no se adehesa. Como las bellotas son frutos secos, el animal dispersor lo que hace es almacenar bellotas para su consumo posterior, de manera que solo la fracción que no se recupera es dispersada. En las plantas con frutos carnosos, el dispersador consume la pulpa y dispersa las semillas; en los frutos secos, la parte de los frutos que es recuperada es la ‘recompensa’ que ofrece la planta a su dispersador. La eficiencia en la dispersión depende de cuántas bellotas se dispersan (componente cuantitativo) y de la probabilidad de que den lugar a una plántula (componente cualitativo). El componente cuantitativo depende de la abundancia de los dispersadores y de su comportamiento de búsqueda de alimento, mientras que el componente cualitativo depende de las decisiones que toman tras consumir o, en el caso de las enci-

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nas, manipular los frutos. Son cruciales tres decisiones: si el fruto se consume in situ o se lleva lejos de la planta madre, cómo de lejos y en qué tipo de hábitat se esconde para su consumo posterior. Las bellotas son dispersadas por dos grupos de animales: los roedores, representados en los sistemas mediterráneos por el ratón de campo Apodemus sylvaticus y el ratón moruno Mus spetus, y una especie de ave, el arrendajo Garrulus glandarius. El adehesamiento afecta, y mucho, a las abundancias de las tres especies, que son mucho menores (un orden de magnitud o menos) que en los bosques próximos. En el caso de los roedores, los individuos que colonizan las dehesas están fuertemente ligados a la cobertura de los árboles, con lo que sus abundancias y tasas de movimiento de bellotas son mucho menores que en el bosque (la mitad o menos). En los arrendajos, las tasas de visita y de remoción son un orden de magnitud menor en las dehesas. Las menores abundancias no son compensadas por mayores tasas de remoción de bellotas en la dehesa, con lo que el componente cuantitativo de la eficiencia de la dispersión es mucho menor. Estas respuestas parecen deberse al mayor riesgo de depredación que sufren roedores y arrendajos en medios abiertos. El riesgo afecta tanto a la abundancia como al comportamiento. En cuanto al componente cualitativo, el adehesamiento lo reduce prácticamente a cero, pues tanto arrendajos como roedores mueven las bellotas a distancias cortas de los árboles madre (casi todas bajo sus copas en el caso de los

Mus spretus

roedores, y en su mayoría a menos de 20 m en el caso de los arrendajos), y además las almacenan en su mayoría en microhábitats inadecuados para la germinación y establecimiento (bajo copas y en el pastizal abierto). Estos comportamientos contrastan con los exhibidos en los bosques próximos, donde las bellotas se almacenan a mayor distancia y bajo arbustos en mucha mayor proporción. Estos cambios en el comportamiento parecen venir mediados por la disminución del riesgo de robo de almacenes en el caso de los roedores y el aumento del de depredación en el caso de los arrendajos.

Curculio elephas

5. Síntesis El adehesamiento favorece las fases tempranas del ciclo de regeneración al aumentar la fecundidad, reducir la variabilidad interanual de las cosechas y disminuir la depredación predispersiva y, en parte, la posdispersiva. Sin embargo, el adehesamiento colapsa la dispersión de bellotas a sitios adecuados para que recluten las plántulas, aparentemente debido a que los riesgos en que incurren los dispersores disminuyen su abundancia o alte-

Mortalidad sin reclutamiento

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ran su comportamiento, de manera que se anula la eficacia de la dispersión. Se produce por tanto un colapso del ciclo mediado por efectos paisajísticos en la abundancia y comportamiento de unas pocas especies de organismos clave (un ave, dos roedores y unos pocos matorrales). Estos hechos anulan los efectos positivos del adehesamiento tanto sobre la diversidad biológica como sobre las fases iniciales del ciclo de regeneración, con lo que el sistema se vuelve insostenible a largo plazo a pesar de los valores, sociales y biológicos, que mantiene. Diversidad y sostenibilidad ecológica y económica de las dehesas: ideas para asegurar su futuro os altos niveles de diversidad de las dehesas son productos colaterales de su manejo en lugar de las causas de su sostenibilidad aparente, pues son debidos a la mezcla íntima de especies forestales, ecotónicas y de medios abiertos que propicia la distribución sabanoide del arbolado y la proximidad de otros hábitats más naturales. La diversidad biológica de las dehesas podría contribuir a su mantenimiento a largo plazo si los valores que actualmente otorga la sociedad son incorporados a la gestión de las dehesas, de manera que aseguren sus sostenibilidad económica, actualmente comprometida por el proceso general de abandono o intensificación que sufren los sistemas agropecuarios económicamente marginales de todo el mundo. Sin embargo, la subvención de medidas que favorezcan niveles localmente altos de diversidad o de especies amenazadas podría comprometer su sostenibilidad ecológica, pues el reclutamiento de la especie clave del sistema, el arbolado disperso, depende críticamente de especies comunes ligadas a situaciones de relativamente baja diversidad. La solución de esta paradoja depende del desarrollo de medidas a escala de paisaje más que de medidas a escala local. Estas medidas deberían asegurar la viabilidad económica de la rotación de áreas con alta diversidad pero nulo reclutamiento del arbolado (el pastizal sabanoide) con áreas de baja diversidad donde se produce el reclutamiento y se mantienen especies adicionales dependientes del matorral o de mezclas de hábitat a escala de paisaje

L

(las dehesas matorralizadas o los bosques). En el momento actual existen datos preliminares sobre las escalas temporales de abandono de usos ganaderos necesarias para promover la regeneración del arbolado (del orden de 20-30 años) y algunas ideas sobre las escalas espaciales relevantes (en torno a 100 ha, o al 10 % de la superficie en el caso de grandes fincas). Sin embargo, se desconocen las causas de estos valores, y por tanto el modo en que variarán en el espacio, según el clima, los suelos o las comunidades locales de organismos clave, y en el tiempo, en función de los cambios en el clima, los usos del suelo o incluso las propias comunidades animales y vegetales. Es por tanto urgente seguir documentando la variabilidad espacial de las interacciones entre las encinas, y los robles en general, con los organismos clave para su regeneración, analizando experimentalmente cómo estas interacciones dependen de la configuración espacial del arbolado y por qué dependen de esas maneras y no de otras. Se requieren además protocolos de seguimiento a largo plazo de estos experimentos, y en general de poblaciones testigo, a fin de documentar efectos temporales y de contrastar los resultados de los análisis basados en experimentos de corta duración. Por último, es necesario desarrollar medidas políticas y económicas basadas en estos resultados para asegurar la sostenibilidad ecológica y económica a largo plazo de los sistemas adehesados.

Agradecimientos nrique García (Quique) me animó muy amablemente a elaborar este texto. Ignacio Pérez-Ramos (Nacho), Teodoro Marañón y Rafael Villar me invitaron a elaborar la ponencia para el XI Congreso de la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET) de la que se deriva, y Nacho editó además la versión para Ecosistemas. Muchas personas han contribuido desde 2002 al grupo de investigación que ha generado los resultados en los que se basa esta revisión, en especial Fernando Pulido, Gerardo Moreno, César Luis Alonso, Teresa Morán-López, Elena Beamonte, Miguel Fernández, David López, Álvaro Navarro-Castilla, Isabel Barja, Chris Smit, José Alberto Ramírez, Luis Arroyo, Alberto Muñoz, Raúl Bonal y decenas, si no cientos, de estudiantes de la UCLM y voluntarios del Programa de Parques Nacionales. Los gestores del Parque Nacional de Cabañeros y de la Red de Parques han apoyado en todo momento nuestras investigaciones. Este trabajo es una contribución a los proyectos QLK5-CT-2002-01495 y FP7-KBBE-2008-227161 (V y VII Programas Marco de la Unión Europea), 096/2002 y 003/2007 del Organismo Autónomo Parques Nacionales, ACORNSIZE (CGL2006-06647/BOS), MONTES (CSD2008–00040), RISKDISP (CGL2009-08430) y VULGLO (CGL201022180-C03-03), de los sucesivos Planes Nacionales de I+D+i, y, especialmente, ANASINQUE (PGC2010-RNM-5782), de la Junta de Andalucía, así como a la red temática GlobiMed (www.globimed.net).

E

Referencias Campos, P., Huntsinger, L., Oviedo, J. L., Díaz, M., Starrs, P., Standiford, R. B., Montero, G. (eds.) 2013. Mediterranean Oak Woodland Working Landscapes: Dehesas of Spain and Ranchlans of California. Springer, New York. Díaz, M. 2014. Distribución del arbolado y persistencia a largo plazo de las dehesas: patrones y procesos. Ecosistemas 23: 5-12. http://www.revistaecosistemas.net/index.php/ ecosistemas/article/viewFile/892/812 Díaz, M., Campos, P., Pulido, F. J. 1997. The Spanish dehesas: a diversity of land use and wildlife. En: Pain, D., Pienkowski, M. (eds.). Farming and birds in Europe: The Common Agricultural Policy and its implications for bird conservation, pp. 178209. Academic Press, London. Díaz, M., Campos, P., Pulido, F. J. 2009. Importancia de la caza en el desarrollo sustentable y en la conservación de la biodiversidad. En: Sáez de Buruaga, M., Carranza, J. (coords.). Gestión Cinegética en Ecosistemas Mediterráneos, pp. 21-33. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Sevilla. Díaz, M., Pulido, F. J. 2009. 6310. Dehesas perennifolias de Quercus spp. En: Varios Autores. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario presentes en España, 69 pp. Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Madrid.

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COLABORACIÓN

TÉCNICA

Análisis de los conflictos derivados de la producción y uso de biomasa forestal para energía en Europa Regina Rhodiusa1, Dörte M. Petersa1, Francesca Ferrantib2, Theresa Freia1, Elena Górrizc3, Mikko Kurttilad4, Vasja Lebane5, Berit H. Lindstadf6, Špela Pezdevšek Malovrhe5, Kristina Wirthg7 y Lidija Zadnik Stirne5 1 Universidad de Friburgo, Alemania; 2 Instituto Forestal Europeo– Oficina Regional para Centroeuropa, Alemania; 3 Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, España; 4 Instituto de Investigación Forestal de Finlandia; 5 Universidad de Liubliana, Eslovenia; 6 Universidad Noruega de Ciencias de la Vida; 7 Instituto de Investigación Forestal de Baden-Württemberg, Alemania

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La biomasa leñosa es una importante fuente de energía renovable, capital para cumplir los objetivos europeos 2020 sobre clima y energía. Tales objetivos y sus medidas asociadas se basan en el supuesto de que el uso energético de la biomasa forestal aumentará. Se espera que este aumento incremente la competencia 1) de la biomasa forestal entre las diferentes industrias de la madera y 2) entre la producción de madera y otros servicios ambientales de los bosques. Además, los objetivos orientados a la demanda energética (uso eléctrico o térmico) solo tienen en cuenta marginalmente la producción del sector de la biomasa forestal, sus características y las expectativas y aceptación de los diversos agentes interesados (stakeholders).

A

la luz de lo anterior, enmarcado en el proyecto COOL (2012-2014), investigadores de cinco países europeos (Alemania, Eslovenia, España, Finlandia y Noruega): • Han comparado las políticas nacionales y europeas relativas a bosques y las estrategias de gestión forestal con respecto a la producción y consumo de energía procedente de biomasa leñosa. • Han explorado los puntos de vista de los agentes interesados nacionales a través de más de cien entrevistas y tres talleres participativos.

• Han investigado las opiniones de tales agentes sobre la importancia a nivel de cada país de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (DAFO) relativas a tres escenarios de uso energético de la biomasa leñosa en 2030. Los resultados se recogen parcialmente en este documento. Las declaraciones que siguen se fundamentan en los principales resultados de esta investigación y fueron la base para el debate en la conferencia Bioenergy from Forests en Helsinki, en septiembre de 2014.

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Políticas nacionales de biomasa forestal para uso energético Dada la creciente atención en Europa hacia las energías renovables, y la mayor importancia que se espera de la energía basada en biomasa forestal, se precisa investigar las similitudes y diferencias en políticas y gestión forestal en los países europeos. Una revisión documental revela que las políticas de la UE influyen considerablemente en las políticas nacionales respecto a la biomasa forestal en los cinco países estudiados, mientras que la conexión con otras políticas sectoriales varía según el país. En los documentos de política nacionales se enfatizan las siguientes relaciones: • Sinergias con prevención de incendios forestales (España); • Fuerte vínculo con el mercado de la madera (Finlandia y Noruega); • Fuerte conexión con la actividad industrial (Finlandia); • Efectos negativos respecto a la biodiversidad y el uso recreativo del

D. Peters

2) Políticas nacionales y estrategias de gestión Contribución de los recursos madereros al suministro de energía La contribución de los recursos forestales al suministro de energía y los tipos de uso de la biomasa forestal varían en los cinco países estudiados: • Finlandia cuenta con la mayor ratio de biomasa en energía total consumida, mientras que en Alemania, Eslovenia y España esta ratio es considerablemente menor (ver tabla 1). • Además del gran uso de subproductos de industrias forestales, la estrategia finlandesa define un objetivo relativamente alto para el uso de astilla forestal en cogeneración. En Alemania, Noruega, Eslovenia y España predomina el uso térmico de la biomasa forestal.

Taller participativo con agentes interesados alemanes

bosque (Alemania). Los cinco países apoyan las energías renovables con políticas dirigidas indirectamente a la demanda de biomasa forestal, como p.ej. las primas a las renovables. Solo España redujo tales incentivos para electricidad en los últimos años debido a la crisis económica. En cuanto al suministro de biomasa forestal para energía, destaca el fomento indirecto de la Política Agraria Común (PAC) en los países investigados de la UE (es decir, sin contar Noruega). Exceptuando Alemania, todos los países aplican medidas de impulso a la parte de la oferta, estableciendo incentivos a la producción de biomasa forestal para energía: • Para claras y aclareos, y para api-

Alemania

Eslovenia

lado y transporte de los árboles apeados, si su fin es energético (Finlandia); • Apoyo a inversiones para el suministro de biomasa para uso energético en granjas (Noruega); • Para claras e inversiones en equipamiento técnico (Eslovenia); • Para clareos y adquisición de trituradoras (en algunas comunidades autónomas de España). En los países analizados, las estrategias de biomasa forestal para uso energético prevén potenciales sinergias con la creación de empleo en el sector forestal, así como potenciales efectos secundarios en la conservación de la biodiversidad.

España

Finlandia

Noruega

Energías renovables: % objetivo 2020/% en 2005 (CE 2009, EEA 2011)

3 3/29

1 44/81

2 26/87

1 1/3

1 74/601

% de biomasa leñosa en las energías renovables 2009 (UNECE/FAO 2009)

37,7

43,8

No disponible

79,5

6,9

% de cortas anuales respecto al crecimiento anual total en 2010 (Forest Europe et al. 2011)

55,7

37,1

36,2

65,3

50,3

Tabla 1- Resumen la situación y los objetivos nacionales de energías renovables, y características forestales principales de los países estudiados

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I. López

Imagen 2 - Extracción de madera de pino carrasco para biomasa

Biomasa leñosa para energía como subproducto En los países estudiados se constata una tendencia general de cambio del uso material de la biomasa forestal hacia un uso energético. No obstante, los resultados revelan que en todos los países excepto España la biomasa leñosa usada para energía se produce principalmente como subproducto del procesado de troncos para industria. De acuerdo con los entrevistados, esta situación no cambiará en el futuro próximo. Por tanto, se percibe que la demanda industrial de madera determinará la extracción de biomasa forestal. Para España se ha recogido que la mayoría de biomasa para energía tiene origen en primer lugar en claras precomerciales y en trabajos de prevención de incendios forestales, seguida como subproducto de cortas de carácter industrial. 3) Principales fortalezas y oportunidades en los países estudiados Extensas reservas de madera en todos los países Los grupos interesados en Finlandia, Noruega, España y, en menor grado, en Alemania y Eslovenia, han recalcado que una de las mayores fortalezas es la gran cantidad de recurso maderero disponible que se podría utilizar para producción energética. Estos

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grupos han enfatizado el incremento potencial del uso de madera, dado que el crecimiento anual del bosque supera las extracciones. Particularmente para Eslovenia y España, el porcentaje de corta se percibe como bajo. Tecnología presente y futura para el uso energético eficiente de la biomasa leñosa Los grupos interesados alemanes y eslovenos valoran el conocimiento científico y técnico existente respecto a la biomasa para energía. Junto con los entrevistados noruegos, hacen hincapié en que una tecnología más puntera resulta en un uso más eficiente de la bioenergía. Estos agentes interesados de todos los países perciben futuras oportunidades en el desarrollo de nuevas tecnologías más eficientes y productos técnicamente perfeccionados. En España, los agentes económicos consideran que los estándares técnicos suponen una oportunidad para el desarrollo de la cadena de valor. Los entrevistados alemanes esperan que una mayor demanda mejore la comercialización de las tecnologías más eficientes; asimismo contemplan como un riesgo el denominado “efecto rebote”, es decir, que las nuevas tecnologías vayan acompañadas de un mayor consumo de recursos que acabe resultando insostenible.

4) Principales retos y potenciales soluciones Reto 1: Mejorar el marco político La principal debilidad en la producción y uso energético de la biomasa que consideran los grupos interesados de todos los países son las medidas políticas inapropiadas o insuficientes. No obstante, la evaluación en cada país varía: • Alemanes y eslovenos declaran que los incentivos de mercado que fomentan el uso energético de la madera son una medida errónea: o bien apoyan plantas ineficientes o bien no fomentan los productores locales ni, por tanto, el desarrollo económico regional. • En España, la mayoría de grupos interesados remarcan que las primas a las renovables han conllevado distorsiones en el mercado hacia tecnologías menos eficientes y han incrementado las plantaciones de turno corto. Asimismo, se ha subrayado la necesidad de un marco de incentivos estable para grandes inversiones y de un diálogo intersectorial. • Los grupos interesados finlandeses consideran que la política de apoyo discontinuo disminuye las inversiones en este sector. • Los noruegos consideran que faltan medidas políticas adecuadas para conseguir los objetivos oficiales de energía procedente de biomasa. Respecto al desarrollo futuro del marco político, los finlandeses se refieren a oportunidades que presentan algunos instrumentos económicos (ej. mercado de emisiones, impuestos sobre combustibles fósiles, primas a las renovables) para promoción de la biomasa forestal. En Alemania, Noruega y Eslovenia, los agentes interesados confían en que el foco político en las energías renovables aumentará, especialmente en aspectos de eficiencia. Los entrevistados españoles destacan un bajo interés político generalizado hacia las energías renovables en el contexto de la crisis económica, así como la necesidad de aclarar el marco legal sobre cultivos energéticos. Reto 2: Movilizar los recursos madereros para energía Los agentes entrevistados de todos los países consideran que el mayor reto

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es la movilización del recurso maderero para su uso energético, sensible al comercio exterior de biomasa. Se señalan los siguientes factores limitantes: • En Noruega, los propietarios forestales no ven la producción de energía como un uso atractivo de la madera por los bajos precios. Análogamente, los finlandeses mencionan la baja rentabilidad de la biomasa forestal, justificada por los altos costes en bosques privados. • En Eslovenia y Finlandia se refieren a las dificultades por la estructura de la propiedad. En España se remarca la accesibilidad como debilidad estructural. En todos los países, las opciones selvícolas mejor percibidas se refieren a cambios en las zonas de corta y a cambios en la tipología de biomasa forestal a utilizar: • En Finlandia, Eslovenia y España señalan un aumento del área de claras en rodales en fase de regenerado y latizal. • En Alemania y España se ven como opciones importantes el aumento de cortas en masas forestales de

baja rentabilidad, así como de la superficie de plantaciones de turno corto. • En Alemania, España, Finlandia y Noruega se menciona una mayor extracción de residuos de actuaciones silvícolas. Sin embargo, esta opción implica controversias en Alemania y España por los nutrientes del suelo. • En general, se espera que si las industrias de pasta de papel y tablero disminuyen su capacidad de producción haya un trasvase de la madera industrial y árboles de pequeñas dimensiones hacia uso energético (como ya se ha visto en España con el tablero, y se espera en Finlandia con la pasta de papel). Reto 3: Gestionar la competencia sobre la madera Algunos grupos interesados expresan su preocupación por la competencia por la madera entre uso material y energético, estimando que tendrá efectos significativos en la extracción de biomasa para energía. Los agentes interesados finlandeses, noruegos y eslovenos expresan su preocupación porque los futuros niveles de cortas se-

rán decisivos para la disponibilidad del subproducto para bioenergía. Reto 4: Asegurar otros servicios ambientales En lo que respecta a posibles impactos de la producción de energía a par tir de biomasa forestal sobre otras funciones del bosque, los agentes interesados entrevistados debaten sobre las funciones ecológicas. En todos estos países se remarca los conflictos existentes y potenciales con la conser vación de la biodiversidad. Las sinergias con los ser vicios ambientales aparecen de forma relevante en España, mencionadas en referencia a la extracción de carga de combustible en un contexto mediterráneo, y en Alemania con respecto a la transformación de rodales de monte bajo centroeuropeos. Las funciones económicas y, par ticularmente, las sociales no se enfatizan tanto en las entrevistas. El riesgo de una mayor presión en los ecosistemas forestales se percibe como una posible consecuencia del incremento del uso energético de biomasa leñosa: los entrevistados alemanes, noruegos y finlandeses explican

E. Oksanen

Imagen 3 - Cortas para biomasa en Finlandia

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que los límites sostenibles del ecosistema podrían superarse, implicando impactos negativos en la biodiversidad forestal. Los agentes interesados noruegos demandan clarificar los límites de la producción energética a partir de biomasa tales que aseguren la gestión sostenible del bosque. Los de Noruega y Eslovenia perciben que la producción intensiva de biomasa leñosa podría impactar negativamente sobre elementos del paisaje, amenazando el uso recreativo. En España, la preocupación principal de los grupos interesados entrevistados es el consumo hídrico de las plantaciones de turno corto. Se discute, además, los posibles efectos de la extracción de copas en los nutrientes del suelo y los efectos de la combustión de biomasa sobre la calidad del aire. El ámbito conservacionista alerta de que dejar muy poca madera muerta en el bosque podría derivar en una disminución de la biodiversidad. Reto 5: Incertidumbre sobre los efectos climáticos de

la producción y uso energético de la biomasa forestal Las percepciones de los entrevistados difieren sobre las implicaciones del uso energético de la biomasa forestal en la mitigación del cambio climático. Por una parte, se da gran importancia a la energía de la biomasa en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. Por otra parte, los entrevistados noruegos y finlandeses mencionan que las prácticas selvícolas, la tecnología y el tipo de biomasa utilizado aumentan la complejidad del cálculo del balance de carbono; y hacen hincapié en los resultados contradictorios sobre los efectos climáticos del uso energético de la biomasa forestal. Los finlandeses explican que tales contradicciones pueden suponer un freno al uso de madera para este fin energético. Algunos entrevistados alemanes aseguran que el almacenamiento de carbono del uso material de la madera contribuye más a la mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI), y que la neutralidad en cuanto a GEI puede no darse en largas distancias de

transporte. Los grupos interesados españoles destacan el consumo próximo de la biomasa forestal como el balance de carbono óptimo. Reto 6: Aumentar la conciencia ciudadana sobre la madera como un recurso valioso Los agentes interesados de todos los países destacan de manera contundente la falta de concienciación ciudadana respecto a los efectos ambientales de la bioenergía. Los agentes interesados alemanes apuntan a una publicidad confusa que sugiere que quemar madera es ecológico y está justificado por ser un recurso renovable. En Alemania y Eslovenia los entrevistados consideran que el ahorro energético y el uso más eficiente de la madera se volverán más importantes en un futuro. En España, el creciente paradigma dentro del sector forestal destaca el uso energético de la biomasa como una forma de prevenir incendios forestales, mensaje que se percibe que está llegando a políticos y ciudadanos.

I. López

Trituradora a pie de pista

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5) Conclusiones e espera que el uso de biomasa forestal para producción de energía continúe aumentando a fin de alcanzar los objetivos 2020 de la UE en clima y energía. Basado en este supuesto, el proyecto COOL ha analizado las recientes estrategias políticas y selvícolas en Alemania, Eslovenia, España, Finlandia y Noruega sobre suministro de biomasa leñosa forestal para energía. En cada país los agentes interesados han evaluado las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas respecto a la silvicultura actual y la demanda energética de biomasa futura. En los países estudiados, los citados agentes señalan (i) el marco político para la extracción de biomasa –oferta- y su uso energético –demanda-, así como (ii) las características de las masas forestales y prácticas selvícolas, como los aspectos más importantes para el desarrollo energético de la biomasa. Los entrevistados consideran cruciales las deficiencias del marco político y consideran inapropiadas algunas medidas. Desde la perspectiva de la gestión forestal, el aumento del suministro de biomasa implicará o bien la

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promoción del uso de la madera por las industrias tradicionales (destinando los residuos de corta e industria a energía) o bien la modificación de las prácticas selvícolas. Desde la perspectiva de los grupos de interés consultados, los objetivos 2020 de la UE para energías renovables son demasiado ambiciosos; en Alemania, Eslovenia y Noruega expresan su preocupación sobre la disponibilidad de madera para alcanzarlos de forma sostenible. Para lograr los objetivos se precisa resolver los complejos conflictos entre servicios ambientales, así como entre diferentes políticas (ej., conservación de biodiversidad, calidad del aire). En segundo lugar, se deben identificar las medidas políticas que afecten a la disponibilidad y el suministro de madera (ej., ayudas a propietarios forestales para actuaciones selvícolas, tratamiento fiscal favorable para ciertos trabajos forestales, etc.). En este contexto, los grupos interesados proponen medidas de cara a la demanda, refiriéndose principalmente a instrumentos de mercado. Por tanto, de acuerdo con las percepciones de los entrevistados, será necesa-

rio generar y mantener durante un largo periodo la voluntad política suficiente y un contexto de incentivos estable para alcanzar los objetivos 2020. Agradecimientos Proyecto COOL (COmpeting uses Of forest Land - www.cool-project.org), de las ERA-Nets WoodWisdom-Net 2 y Bioenergy, financiado, entre otros, por el Ministerio de Economía y Competitividad de España.

Referencias CE 2009. Directiva 2009/28/CE, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y por la que se modifican y se derogan las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE EEA 2011. Directive on the promotion of renewable energy incorporated. Espacio Económico Europeo. Forest Europe, UNECE, FAO. 2011. State of Europe’s Forests 2011. Status and trends in sustainable forest management in Europe.

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Ismael Muñoz

Parque de madera de la planta de producción de astillas en Lozoyuela (Madrid)

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REPORTAJE

FOTOGRÁFICO

El Real Jardín Botánico de Madrid: un calendario natural (II) 12 de junio Iphiclides podalirius en Allium porrum

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Francisco Javier Cantero Desmartines Ingeniero Técnico Forestal De la Sociedad de Amigos del Real Jardín Botánico

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Verano

i la primavera y el otoño son estaciones cambiantes, el verano -al igual que el invierno- tiende más bien a la monotonía por estos pagos. Salvo las excepciones que se presentan en forma de días de tormenta, que vienen a ser escasas, el resto consiste en determinar si el sol quema más o menos que el día anterior, si el aire es sofocante o respirable, si por la noche refresca o al menos corre la brisa, si hace viento o no se mece una brizna de hierba... Así pues, esta estación viene marcada por el calor y por el brillo incontestable del Sol en el firmamento; y a partir de la primera decena de junio ya cabe hablar de su llegada, aunque tampoco son excepcionales los estíos que se manifiestan desde el mes de mayo. Claro está que, si bien no abundan, hay meses de junio que son –ora algo frescos, ora calurosos- lluviosos de principio a fin. En estos se presentan tormentas pródigas en rayos, truenos y relámpagos, vendavales con ráfagas que arrojan agua a jarros, o caen pesadamente goterones calientes que prestan al follaje resonancias tropicales. Estas turbonadas arrancan hojas e incluso ramas, además de poner a prueba los troncos añosos y huecos. Y no hay que olvidar el temible pedrisco, capaz de tapizar el suelo de hojas, flores y frutos en un santiamén. Dejando de lado los aspectos negativos, son días en que las plantas del jardín están pletóricas, con árboles de hojas de color verde intenso henchidas de savia, cuajados de trinos melodiosos, entre los que destacan los de los omnipresentes mirlos. Se demore su llegada o no, una vez instalado el anticiclón, adiós a la florida primavera. El tránsito estacional suele ser muy brusco, dejando su marca en la vegetación de la misma manera. Todo se acelera, las flores se ajan con rapidez y el paso de flor a fruto es casi inmediato. 12 de junio Leucanthemum vulgare

Porque una vez que el estío da el paso al frente no hay vuelta atrás. Aun así, hay plantas que eligen esta estación para adornarse de flores. Sin ir más lejos, el verano es la ocasión para los amantes de las dalias (en este jardín echaron raíces por vez primera estas flores en Europa), que crecen en profusión de variedades, formas y colores durante luengas semanas, pues la floración se prolonga desde junio hasta bien entrado el otoño. Y si hay flores, como un miembro más de la tropa de turistas que provienen del otro lado del charco es posible encontrar libando en Buddleja davidii a la mariposa monarca (Danaus plexyppus). Además de estas, cabe mencionar otras plantas en flor. Unas forman parte de los postreros flecos primaverales, pues han comenzado su andadura en la estación anterior: Acanthus mollis, Acca sellowiana, Achillea potentillina, Aruncus dioicus, Campsis radicans, C. x tagliabuana, Callistemon viminalis, Cornus capitata, Escallonia ‘Iveyi’, Hemerocallis fulva, Hydrangea macrophylla, H. quercifolia, Lilium ‘Rosita’, L. ‘Treffer’, Nerium oleander, Nolina longifolia, Punica granatum, Romneya coulteri, Verbena tenuisecta; otras han aguardado a los primeros calores intensos de junio para dar el do de pecho: Abelia schumannii, Fuchsia magellanica, Gaura lindheimeri –especie de prolongada floración estival y otoñal-, Grevillea robusta, Hebe gracillima, H. ‘Midsummer Beauty’, Heliopsis helianthoides, Hydrangea macrophylla ‘Tricolor’, Lilium regale, Lobelia laxiflora, Lysimachia clethroides -con tiempo por delante-, Phygelius capensis -de larguísimo periodo de floración-, Rhamnella franguloides, Senecio cineraria, Tropaeolum majus, Tulbaghia violacea, Veronica longifolia; muchas, en la bordura inglesa: Alcea rosea, Crocosmia ‘Lucifer’, Erigeron speciosus ‘Dunkelste Aller’, Helenium ‘Moerheim Beauty’, Hemerocallis ‘Chicago Firecracker’, H. ‘Crimson Pirate’, H. ‘Golden Chimes’, Lilium ‘Navona’, Platycodon grandiflorum ‘Alba’; también en el rincón de las plantas crasas -Agaváceas, Cactáceas, Crasuláceas, incluso alguna bromeliácea-, que muestran su satisfacción por la llegada de los calores disparando toda su artillería floral: Agave pubescens, 14 de junio Hydrangea macrophylla

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Dyckia remotiflora, Lampranthus incospicuus, Opuntia argentina, O. tuna… Pasan con parsimonia los días del mes. Amarillea plena de flores la copa de Koelreuteria paniculata, empieza a cubrirse de crema amarillento el clásico arrayán (Myrtus communis) y apuntan al cielo los primeros penachos de flores como brasas de Lagerstroemia indica ‘Red Emperator’, variedad cultivada precoz. Abren sus flores Euonymus japonicus (en algunas variedades cultivadas, estas pasan desapercibidas en medio del espléndido colorido foliar: E. japonicus ‘Ovatus Aureus’), Hebe angustifolia, los cordones colgantes de Itea ilicifolia; en la rocalla, tan umbría, resiste en flor el último representante de los rododendros: Rhododendron ‘Anne Rose Withney’. En la bordura inglesa: Allium giganteum, A. sphaerocephalum, Echinacea angustifolia, Hemerocallis ‘Buzz Bomb’, Leucanthemum x superbum ‘Alaska’. Repartida por varios arriates, otra variedad cultivada de este último género: Hemerocallis ‘Giant Moon’. Entre los arbustos: Callicarpa dichotoma, Clerodendrum bungei, Hibiscus syriacus, Solanum jasminoides ‘Album’ y S. wendlandii. En cuanto a las que florecieron meses atrás, ha llegado la hora de los frutos. Para el solsticio de verano ya están maduras las codiciadas falsas drupas de Elaeagnus umbellatum.

Arriba: 15 de junio Nolina longifolia . Abajo: 15 de junio Cornus capitata

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15 de junio Danaus plexippus

19 de junio Lysimachia clethroides

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También empiezan a madurar los frutos de Cneorum tricoccon y Lonicera chrysantha, mientras caen al suelo los primeros del níspero japonés (Eryobthria japonica). Los frutos de Morus nigra que no son consumidos por las aves (sobre todo, mirlos y torcaces) tintan el suelo y la fuente bajo su copa. En este reportaje ya se ha hecho referencia a la imposibilidad de retratar fielmente los olores y los sonidos que caracterizan en cada época el jardín. Hay ocasiones en las que al traspasar el umbral lo primero que se percibe es el dominio de los colores, sea por las flores, sea por el follaje; en otras ocasiones son los olores los que despiertan los sentidos. Empero, para finales de junio es el monocorde chirrido de las chicharras lo que envuelve al visitante cuando -enfile el camino que enfile- se sumerja entre los árboles. Y así, durante todo el tiempo en que el calor impera.

Arriba: 21 de junio Acca sellowiana. A la derecha: 21 de junio Acanthus mollis. Abajo: 21 de junio Hemerocallis fulva

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21 de junio

Otro insecto llamativo en estas jornadas es Iphiclides podalirius, que a la mínima se pierde de vista merced a su brioso aleteo, más propio de un ave que de una humilde mariposa. En el cuadro de las coníferas limpian de parásitos las ramas confiadas familias de carboneros garrapinos (Parus ater). Se agota el mes. En la bordura inglesa destacan las margaritas de Leucanthemum x superbum ‘Alaska’, pero ahora su

peso ha obligado a los tallos a doblarse, de manera que quedan colgantes, mecidas por el viento. También Aster amellus ‘Violet Queen’, Catananche caerulea, Helenium ‘Moerheim Beauty’, Hemerocallis ‘Buzz Bomb’, H. ‘Crimson Pirate’, H. ‘Lemon Bells’; es hora de gramíneas: Calamagrostis x acutiflora ‘Karl Foerster’, Helictotrichon sempervirens, Pennisetum orientale, Stipa gigantea, que conservan largo tiempo las espigas secas.

21 de junio Leucanthemum x superbum 'Alaska'

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23 de junio Hemerocallis 'Chicago Firecracker'

21 de junio Lagerstroemia indica 'Red Emperator'

Si el infierno se asocia al calor del fuego, no es de extrañar que llegue ahora el momento álgido de Crocosmia ‘Lucifer’, espectacular en su rojo encendido, casi rabioso. En su cuadro, siguen floreciendo las compuestas: se incorporan Cynara humilis y Leucanthemum maximum. También en los suyos, labiadas: Monarda fistulosa, Perovskia atriplicifolia y Thymbra capitata; y umbelíferas: Eryngium variifolium (con un bullicioso enjambre de dípteros orbitando), Astrantia major… En el cuadro de las Monocotiledóneas están en flor Agapanthus africanus, Allium fistulosum, Crinum x powellii (que proseguirá varias semanas más) y Phormium tenax. Abajo: 28 de junio Crocosmia 'Lucifer'

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Arriba: 27 de junio Clerodendrum bungei

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1 de julio Aruncus dioicus

1 de julio Campsis x tagliabuana

2 de julio Martinete

Julio viene a ser un mes de gran estabilidad atmosférica, homogéneo y tranquilo por tanto. Poco varía en sus albores, si bien el verde se va apagando y la fronda se torna mate. Las mismas chicharras, las mismas flores (llega desde la plaza de Murillo el aroma cítrico de las magnolias)… y algunas nuevas. Entre los árboles, se despliegan ahora las del árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica). Este último merece mención aparte. Y es que en lo referente a la vegetación arbórea, la responsabilidad en el jardín de colorear el verano recae sobre este arbolito de modesto tamaño, que pinta de rosa intenso el verde circundante durante casi toda la estación y buena parte del otoño, con especial interés en pleno agosto. Por si fuera poco, también su corteza presenta una fina textura y bellas tonalidades. Y no satisfecho con ello, siempre obsequioso, entre octubre y noviembre su follaje se tiñe de rojo. Ahora bien, en pleno verano, las adelfas (Nerium oleander) no le van a la zaga en cuanto a profusión e intensidad de colorido. Otros arbustos que florecen para entonces son Aralia elata, Buddleja davidii ‘Alba’, más tardía que la especie tipo, Caesalpinia gilliesii, que no cesa de dar flores hasta septiembre, Callistemon viminalis ‘Red Cascade’, variedad cultivada igualmente tardía, Heteromorpha arborescens, Melaleuca ericifolia -de flores que semejan capullos de gusanos de seda, cercadas por una constelación de pequeños insectos-, Vitex agnus-castus -cargado de abejorros- y V. negundo. Con cierta timidez se presentan las primeras flores de Abelia chinensis y Colquhounia coccinea. Mientras, las de Ligustrum lucidum inundan de aroma sus inmediaciones, en colaboración con las del arrayán, ahora en su máximo esplendor. Un árbol tardío en su floración es Sophora japonica; a pesar de ello, no falta nunca a su cita.

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Arriba: 7 de julio Abelia chinensis. Abajo: 12 de julio Linneo y Sequoiadendron giganteum

La bordura inglesa continúa floreciendo con profusión bajo la estatua de Clemente: Agapanthus Headbourne Hybrid, Aster x frikarti ‘Monch’, Coreopsis verticillata, Helenium ‘Moerheim Beauty’, Hemerocallis ‘Buzz Bomb’, H. ‘Crimson Pirate’, H. ‘Lemon Bells’, mientras que al resto le llega la hora de claudicar, entre otros motivos, por la densa sombra de los árboles cercanos. Pero en tales lugares asoman las primicias de Cyclamen hederifolium y alguna que otra flor despistada de Cyclamen persicum. En el rincón que alberga las plantas crasas florecen ahora Nolina lindheimerana, Yucca aloifolia ‘Tricolor’ y Hesperaloe parviflora, con su arco florido de color naranja. Si en el cielo los protagonistas absolutos son los vocingleros vencejos (Apus apus) y el Sol, en el huerto lo es la planta que mira embelesada al astro, el girasol (Helianthus annuus); pero en la bordura inglesa, las enormes inflorescencias de las alcachofas (Cynara scolymus) rinden pleitesía a Cavanilles, cuya estatua lleva en sus manos lo que parece otra alcachofa, tan de piedra como él mismo. El cuadro de las Compuestas continúa ofreciendo nuevas especies en flor: Echinops bannaticus ‘Taplow Blue’, Inula magnifica, Leucanthemum maximum, Rudbeckia deamii, Solidago altissima. Y en el de las Monocotiledóneas, Crinum x powellii está en su plenitud. Lo acompañan Dietes bicolor, Lilium henryi y Tulbaghia violacea. En cuanto a los frutos, la acogida por parte de la avifauna del jardín de los de Elaeagnus umbellatus en plena sazón no puede ser más calurosa, de manera que el denso arbolito es un hervidero de mirlos y palomas torcaces, y para la primera semana de julio la planta está limpia de aquellos. Tampoco quedan nísperos ni frutos de Viburnum suspensum. En cambio, maduran las primeras drupas de otras especies de dicho género: Viburnum buddleifolium y Viburnum burejaeticum. A mediados de julio la avifauna escasea, salvo por lo que respecta a las torcaces, que se ven por doquiera, sobre todo cuando el calor aprieta; usan como bañeras las piletas de

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13 de julio Agapanthus africanus

17 de julio Iphiclides podalirius en Dahlia 'My Love'

Linneo y cuantas fuentes se reparten por el jardín. Algún que otro pollo volandero de herrerillo se alimenta con los frutos aún verdes de Solanum mauritianum. Del estanque de Linneo han desaparecido los patos, que se ven sustituidos por el zumbido de libélulas de variados colores. Y el martinete no solo se ha acostumbrado a los visitantes, sino que aprovecha las aglomeraciones de carpines (Carassius auratus) que rebullen bajo los mendrugos de pan que aquellos les echan

para cebarse de pescado. Si los patos salvajes se han habituado a la cercanía de los humanos, ¿por qué no él? A pesar de que da la sensación de que el calor ha parado el compás del tiempo, para la segunda semana de julio aparecen nuevas flores: Bauhinia forficata, Bupleurum fruticosum, Canna indica -con la compañía de una cohorte de cultivariedades-, Lavandula spica, Limonium erectum, Olearia avicennifolia, Yucca recurvifolia, cuya larga y espectacular flo-

7 de febrero Vitex agnus-castus

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20 de julio

ración no ha hecho más que apuntar. En la bordura inglesa ya asoman Kniphofia ‘Little Maid’ y Rudbeckia nitida ‘Herbsonne’. En cuanto a las dalias, se hallan en pleno apogeo, y lo siguen estando -a pesar del intenso calor- a medida que discurre el mes de julio. Se encuentran las mismas especies que a mediados de mes en la bordura inglesa, con nuevas compañías, como Agastache rugosa ‘Liquorice Blue’, Helenium ‘Chelsey’ y Sutera cordata. Por el resto del jardín se salpican las flores de Cephalaria leucantha, Crinum x powellii ‘Album’, Knautia macedonica, Patrinia scabiosaefolia -de flores de un dorado brillante que llegan a su plenitud entre agosto y septiembre-, Salvia microphylla, Solidago ‘Crown of Rays’… Para finales se unen a Achillea millefolium, Centaurea scabiosa, Crinum moorei, Echinacea purpurea ‘PowWow White’, Tanacetum vulgare… Mientras el jardín se cuece a fuego lento, en tal proceso van madurando nuevos frutos: Cornus mas (de drupas rojas, grandes y jugosas que las aves no consienten que alcancen agosto), Cneorum tricoccon, Sorbus aucuparia (para mediados de julio no queda ni un pomo en algunos pies, tal vez los de frutos de maduración más precoz, más sabrosos o que se encuentran en rincones más recónditos); para finales de mes están en plena sazón los de Cornus sanguinea, con lo que el arbolito se llena literalmente de mirlos y palomas torcaces, los de Lonicera iberica, de Rhodotypos scandens y de Zanthoxylum americanum, que permanecen en las ramas todo el mes siguiente. En representación del pródigo género Viburnum continúan los de Viburnum buddleifolium y adquieren colores definitivos los de Viburnum x burkwoodii y V. rhytidophyllum. En el huerto, revientan de color los tomates (Solanum

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esculentum). A su lado, las calabazas (Cucurbita pepo) y las calabazas de peregrino (Lagenaria siceraria) muestran flores y frutos, a cuáles más llamativos; al igual que en el ricino (Ricinus communis), en el que alternan las postreras flores y los primeros frutos. Florecen para entonces las matas de tabaco (Nicotiana tabacum), y lo harán hasta diciembre. Y en la cercana rosaleda ganan color los cinorrodones. También hay frutos que destacan por su poco lucido aspecto; véanse si no los de Glycyrrhiza echinata. Frutos, flores y agua son ingredientes suficientes como para que el jardín se pueble de avispas, pero que nadie se alarme: si no se las molesta van a lo suyo, salvo accidentes. Y la presencia de la espesa fronda convierte al jardín en un paraíso para los refugiados que huyen de sus jaulas, no importa lo doradas que sean: algún periquito (Melopsittacus undulatus) -resignado- se alimenta del pan y los granos de arroz que los visitantes asiduos brindan a patos, palomas y gorriones. Ciertos años, entre julio y agosto no es raro que se vea otra pollada de patos. Mala señal, pues significa que las anteriores no llegaron a buen puerto. Entre los culpables, los propios machos de la especie, las urracas, los gatos asilvestrados y, según cuentan las malas lenguas, el martinete, que, como ya se ha referido, ha convertido el estanque de Linneo en el centro de sus pesquerías. A algo se deberán los furibundos ataques que le prodiga la abnegada pata. Pero las crías de las aves adaptadas a la urbe salen adelante. Los gorriones son ahora legión. Los redondos pollos de mirlo corretean entre los setos. Y el desmañado polluelo del estornino común arrastra su fealdad entre torpes aletazos. Aunque

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para poco agraciado, el pollo de la urraca. Dejando a un lado flores y frutos, en la plenitud del estío –de mediados de julio a mediados de agosto-, el jardín se caracteriza por su fronda, que con su benefactora sombra presta alivio frente a la canícula tanto a los animales (incluidos los bípedos implumes) como a las propias plantas, y por el fuerte contraste entre luces y sombras. Los contrastes también se dan entre los diferentes colores, brillos y texturas de los diversos follajes. Ahora bien, incluso en julio hay jornadas -despejadas y de un azul intenso y límpido- en las que el viento del norte refresca el ambiente. Y en contadas -y celebradas- ocasiones, las hay lluviosas y frescas. En tales días, las chicharras enmudecen.

20 de julio Romneya coulteri

20 de julio Bauhinia forticata 26 de julio Rudbeckia nitida 'Herbsomme'

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1 de agosto Phoenix canariensis

Agosto, al igual que julio, es un mes de gran estabilidad. Con el permiso de este -y de algún septiembre salido de madre- se alza con el galardón a los días más calurosos y las noches más tórridas del almanaque. No es mes de nuevas flores, sino más bien de segundas floraciones –para primeros vuelven las de Romneya coulteri, aunque su resurgir dura poco, algo más tarde lo hacen Callistemon comboynensis, Choysia ternata e Hydrangea quercifolia- y de intensificación de otras: Abelia chinensis, Bauhinia forficata y Colquhounia coccinea; mientras que las hay que parecen resignarse a sufrir con paciencia los rigores estivales y continúan ofertando flores durante todo el mes (Aster x frikartii ‘Monch’, Buddleja davidii, sobre todo la cultivariedad ‘Alba’, Ceratostigma willmottianum, Clerodendron bungei, Dietes bicolor, Geranium wallichianum ‘Rozanne’, que en realidad florece cuando le place a lo largo del año, Helianthus salicifolius, H. tuberosus, Lagerstroemia indica, Leucanthemum x superbum ‘Alaska’, Perovskia atriplicifolia, Satureja montana, Solanum jasminoides ‘Album’). El más claro exponente de tal comportamiento se encuentra entre las dalias. También puede considerarse que este es el mes de inicio de floración de Pavonia hastata, con flores que se ven desde los inicios del mismo, al igual que las de Anemone x hybrida, Aster sedifolius ‘Nana’ y Scabiosa columbaria. Ya entrado agosto azulean las flores de Liriope muscari -cercadas a veces por los floridos tapetes de Cyclamen hederifolium- y las de Solanum rantonnetii. Por los

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6 de agosto Liriope muscari

rincones se observan nuevas flores: Aloysia citriodora, Aster lanceolatus, Bumelia lycioides, Cestrum parqui, Clerodendron trichotomum, de grato olor, Echium stenosiphon, Gomphostygma virgatum, Lycium barbarum, Physostegia virginiana. A finales del mes hay posibilidad de buscar flores en el huerto, como las del algodón (Gossypium herbaceum), acompañadas en estas fechas poco más que por las del tabaco (Nicotiana tabacum), y en el rincón de plantas crasas, donde los cactos asombran con las fugaces llamaradas de sus flores (Ferocactus hamatacanthus, F. pilosus) y con el colorido de sus coronas de espinas (las citadas especies de Ferocactus, Echinocactus grusonii). También son plantas crasas las especies de Hylotelephium que crecen en la bordura inglesa: de mediados de agosto es la floración de Hylotelephium ’Vera Jameson’, mientras que la de H. maximum se reparte entre agosto y septiembre. Ya que se ha citado el huerto del jardín, ahora se encuentra agostado, con flores residuales y buena parte de las hojas casi secas si no secas del todo. No obstante, el rabioso colorido de los diferentes tipos de pimientos y guindillas (Capsicum annuum) y de los tomates, sin olvidar a los calabacines y calabazas que se desparraman sin orden ni concierto por el suelo, son capaces de hacer olvidar el aspecto circundante. De la misma manera que el color de los higos chumbos hace que pasen desapercibidas las peligrosas púas de las palas de la tuna (Opuntia tuna). A primeros de agosto quedan ya

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6 de agosto Arriate de dalias

12 de agosto Bumelia lycioides

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16 de agosto

12 de agosto Linneo bajo la lluvia, imagen poco usual para estas fechas

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22 de agosto Clerodendron trichotomum

30 de agosto Platycodon grandiflorum

22 de agosto Campsis radicans 31 de agosto Gaura lindheimeri 'Rosy Jane'

muy pocos frutos del sanguino (Cornus sanguinea). No solo las palomas torcaces y los mirlos las consumen, pues no es raro encontrar entre las ramas algún joven zorzal común (Turdus philomelos). En el suelo terminan de madurar las manzanitas de Malus floribunda. Para este mes toman su color final los frutos de Koelreuteria paniculata, Corokia virgata, Ehretia dicksonii var. japonica, Myoporum laetum y Ricinus communis. Y emulando a buena parte de sus conciudadanos, el martinete desparece de escena a lo largo del mes; mas no volverá hasta el año siguiente. Así les resultará más tranquilo el transcurso de los días a los miembros de una postrera pollada de patos. Entre las gramíneas, algún que otro momento de algún que otro agosto se observan pequeños grupos familiares de un pajarillo exótico, el pico de coral (Estrilda astrild). En cuanto al color general, los años de calores muy intensos el follaje parece adoptar tonos otoñales antes de tiempo, pero ello se debe al pardear que se declara al marchitarse los bordes y puntas de las hojas de las especies más sensibles al implacable verano mesetario: Aesculus flava, Cercidiphyllum japonicum, Cladrastis kentukea, Corylopsis spicata, C. pauciflora, Corylus maxima, Fagus orientalis, Fortunearia sinensis. 30 de agosto Cleome spinosa

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Como se ha indicado anteriormente, septiembre no siempre desmerece en cuanto a calores se refiere, a pesar de sus noches más largas, empero no siempre frescas: en el jardín botánico de Madrid el verano se hace tedioso y largo, desde la segunda semana de junio hasta casi la raya de octubre. Gran parte de las plantas que dan flores para últimos de agosto continúan en la primera parte del nuevo mes. Así, Aloysia citriodora, Aster sedifolius ‘Nana’, Cestrum parqui, Clerodendron trichotomum, Gomphostygma virgatum. Amaryllis belladonna asoma sus largos tallos florales y sus llamativas flores sin hoja alguna acompañante: avisa de que el otoño está en puertas. Y hay especies de más larga trayectoria floral que, para estas fechas, librarse alguna hora de la abrasadora dictadura solar favorece una floración más abundante: Abelia chinensis, Abelia x grandiflora, Rosmarinus officinalis, Salvia microphylla. Tiene su gracia que algunas especies salgan por cualquier resquicio que se les presente de la acogedora estufa fría: Plumbago capensis y Datura arborea buscan el aire libre para florecer, en compañía de Ficus pumila; no pasarán de noviembre. Y las hay que empiezan más o menos con el mes: Anemone x hybrida ‘Honorine Jobert’, Bulbine frutescens, Caryopteris x clandonensis, Heimia salicifolia, Hylotelephium telephium –de primicias agosteñas-, Koelreuteria bipinnata, Lespedeza thumbergii, Ophiopogon jaburan, Phygelius aequalis, Rhus copallina, Solanum mauritianum, Yucca elephantipes, Weigela ‘Snow Face’. Pero poco a poco, a lo largo de este mes, una especie tras otra opta por cerrar la llave a la producción de flores. Un día, el visitante se detiene frente a las especies del género Campsis y no logra observar flor alguna entre sus ramas. No pasa así con un miembro de la misma familia, Tecomaria capensis, pleno de flores anaranjadas que resistirán hasta mediados de noviembre. Entre las avecillas que por estas fechas se dan a la fuga ante los inminentes fríos del norte de Europa -y pasan por el botánico o se instalan un tiempo en el mismo para devolver al observador a las estampas preotoñales de siempre- está el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), que se aposenta en el jardín durante pocas semanas antes de marchar a latitudes más benévolas. Desde sus apostaderos -con es-

3 de septiembre Amaryllis belladonna

pecial preferencia por los rótulos- se dedica en breves vuelos a la captura de mosquitos. En el huerto, los carboneros comunes se sirven de todo tipo de cabriolas para arrancarle las pipas al girasol (Helianthus annuus). Y la pareja de torcaces le muestra el mundo a sus pichones; entre las enseñanzas de septiembre, alimentarse de las aceitunadas drupas del laurel (Laurus nobilis). Algunos años para este mes ya se ve la garza real (Ardea cinerea), aunque lo más habitual es que no se presente hasta un par de meses más tarde. Las cotorras argentinas (Myiospsitta monachus) se adelantan a las aves que, más exquisitas, solo se nutren de los frutos del palosanto (Diospyros kaki) cuando están maduros. Y camufladas entre el verde –y por una vez, calladas- desbaratan la cosecha, todavía agraz (ya hicieron lo mismo en junio con los higos de Ficus carica). O se decantan por las sámaras

3 de septiembre Hidrangea quercifolia

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3 de septiembre Opuntia tuna

3 de septiembre Solanum rantonneti

6 de septiembre Physalis alkekengi

del acirón (Acer campestre), y la escabechina deja el suelo alfombrado de brotes, hojas y frutos. Hablando de frutos, a finales de verano se ven algunos ya con los colores de la madurez: los perlados de Callicarpa dichotoma junto a los de Cornus capitata, Cotoneaster divaricatus, Crataegus laciniata, C. mollis, C. monogyna, Prunus lusitanica; engruesan las bolitas de Symphoricarpos albus, Viburnum rhytidophyllum, Zanthoxylum americanum. Otros no están maduros, pero sus bayas blanco-nacaradas, a las espera de los rojos definitivos, ya resultan de lo más interesante: Berberis jamesiana. Los últimos pomos de Sorbus aucuparia han alcanzado tan solo los primeros días de septiembre. Las características climáticas de las postrimerías del verano resultan muy variables, pues si bien se ha comentado que la mayoría de los años las temperaturas son elevadas y las precipitaciones escasas o nulas –todo ello atenuado por las noches largas y algo más frescas-, otros discurren a

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8 de septiembre Cyclamen hederifolium

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9 de septiembre Aster sedifolius 'Nana'

9 de septiembre Caesalpinia gilliesii

13 de septiembre Datura arborea y Plumbago capensis

13 de septiembre Columba palumbus en laurel

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modo de anticipo del otoño, no solo por la presencia de tormentas, sino también por situaciones ciclónicas propias de la siguiente estación. El resultado en este segundo caso es un amarilleo (Cladrastis kentukea, Quercus robur) o enrojecimiento (Euonymus oxyphyllus, Fraxinus chinensis var. rhyncophylla, Nissa sylvatica, Sorbus domestica, Viburnum trilobum y algunas parras -Vitis vinifera-) prematuro de porciones de algunas especies. El estío entrega el testigo al otoño cuando aroman el ambiente la profusa floración blanco-rosada de Abelia chilensis y la de Osmanthus fragans, deliciosa. Y ruedan por el suelo las primeras castañas caballares –brillantes, pulidas, se diría que están talladas en madera de cedro- de Aesculus hippocastanum y A. turbinata, mientras destacan en los arriates los farolillos naranjas de la linterna japonesa (Physalis alkekengi).

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Otoño N

o existe una nítida frontera entre el estío y el otoño. Así que en estas páginas se acepta como fecha de transición entre estaciones la marcada por el hombre del tiempo. El otoño en Madrid suele ser una estación muy llevadera. A sus afamados y azules cielos velazqueños se unen en octubre las agradables temperaturas de los veranillos de san Miguel y del membrillo, salvo en las turbulentas jornadas propias del llamado cordón de san Francisco, situado entre ambos, más o menos para dicha festividad. Claro que algunos años, las postrimerías de septiembre y la primera mitad de octubre difieren poco del estío; apenas si se comportan como una leve tregua del mismo. Pero no faltan días en que se levanta un vientecillo fresco ni noches en que las temperaturas bajan notablemente. Esto, unido a la mengua de horas de luz, lo acusan determinadas especies, que se aprestan a cambiar de color aunque a veces solo en forma de pequeñas manchas (Gymnocladus dioicus, Nissa sylvatica, Tilia oliveri), más notorias en la cúspide de las copas cuando se trata de árboles bien desarrollados. Estas jornadas suelen ser deliciosas para el visitante. La postrera decena de septiembre, las temperaturas moderadas no solo complacen a los paseantes, sino que numerosas plantas no se resignan a dejar pasar esta segunda primavera y se aprestan a dar nuevas flores (Ceanothus x delilianus, Centranthus ruber, Clerodendron bungei, (Hemerocallis ‘Stella de Oro’, especies y variedades cultivadas del género Heuchera, Solidago altissima). Continúan con más brío muchas que llevan floreciendo desde meses atrás (Abelia schumannii, Cyclamen hederifolium, Gaura lindheimeri, Liriope muscari, Patrinia scabiosaefolia, Pavonia hastata, Rosmarinus officinalis, Satureja montana, Verbena rigida, V. tenuisecta), y algunas de ellas seguirán hasta la llegada de los fríos, en compañía de numerosas variedades de rosal y de la gran mayoría de las dalias y junto a alguna que otra variedad cultivada del género Canna. Son momentos estelares para Anemone x hybrida ‘Honorine Jobert’, Bulbine

26 de septiembre Myiopsitta monachus

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18 de septiembre Cornus capitata

23 de septiembre Sternbergia lutea

28 de septiembre Paseo de las Estatuas con Helianthus tuberosus

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frutescens, Caryopteris x clandonensis, Cestrum parki, Heimia salicifolia, Hylotelephium telephium, Lespedeza thumbergii, Lycium barbarum, Ophiopogon jaburan, Phygelius aequalis, Solanum mauritianum, S. rantonnetii, las brillantes y doradas de Sternbergia lutea, Weigela ‘Snow Face’, Yucca elephantipes... Mas casi ninguna de estas flores alcanza la belleza de las primaverales. No pude decirse lo mismo de los olores, pues ahora se abren las primeras -de delicioso aroma- de Osmanthus armatus. Pero llama sobre todo la atención la abundancia de frutos: los de Ehretia dicksonii var. japonica se mantienen durante meses, y los de Clerodendron dichotomum sorprenden con su perla de color azul metálico; aunque para perlas, las abundantes de Callicarpa dichotoma. Pero destacan sobre todo los comestibles, de los que las aves dan buena cuenta: Cornus capitata -jugosos, por su aspecto, más propios de una confitería o una tienda de chucherías-, Cotoneaster buxifolius, Myrtus communis… Ahora bien, para espectáculo digno de mención el que ofrecen las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), hayan terminado o no con los palosantos, en los manzanos los últimos días de septiembre, a pesar de la persecución a la que se ven sometidas por las celosas urracas. Sus gritos permiten descubrirlas, aunque su plumaje las camufle entre las hojas, atiborrándose de manzanitas en las ramas. Si son molestadas trasladan la manzana a otro árbol, lejos de miradas curiosas. Entonces, gorriones y herrerillos aprovechan las futas picoteadas para acceder mejor a su dulce interior. Cerca, las torcaces, pesadas y torponas cuando no están en vuelo, se atreven a hacer el pino para así acceder a los últimos frutitos de Elaeagnus umbellatus situados al final de finas ramillas colgantes. Más fácil les resulta acceder a los frutos del majuelo (Crataegus monogyna), por los que compiten con los mirlos. A primera hora, cuando aún son pocos los visitantes, y por la tarde, cuando los pitidos de los vigilantes anuncian que aquellos desparecen, se deja ver cerca del estanque de Linneo la garza real, que a la menor señal de alarma vuela a la copa del inmediato cedro del Líbano. Si persisten las molestias, toma rumbo al cercano parque del Retiro. Mientras, los mirlos se dedican a los frutitos del tejo, y palomas torcaces y ardillas se disputan las bellotas de Quercus faginea y Q. canariensis.

28 de septiembre

A primeros de octubre los días discurren plácidos, y a medida que el mes progresa, entre el verde las antes tímidas pinceladas de colores también lo hacen (Acer buergerianum, Rhus typhina ‘Laciniata’), cuando no se declaran amarilleos o enrojecimientos muy tenues de copas completas (Acer dasycarpum, Diospyros virginiana, Fraxinus chinensis var. rhyncophylla, Gymnocladus dioicus, Juglans nigra, Quercus robur). En tierra, las flores todavía ofrecen focos de gran interés, con un acusado protagonismo del género Aster: Aster cordifolius ‘Little Carlow’, A. x frikartii ‘Monch’, A. laterifolius var. horizontalis, A. novae-angliae ‘Alma Potschke’, A. novae-angliae ‘Harrington’s Pink’, A. novae-angliae ‘September Ruby’, A. nova-belgiae, aunque algunas de estas especies y variedades cultivadas lleven ya algún que otro mes en flor, al igual que Astrantia major, Choysia ternata, Gomphostigma virgatum, Hylotelephium telephium, Lespedeza thumbergii, Pavonia hastata, Perovskia atriplicifolia, la segunda floración, tras la primaveral, de Phyllostegia virginiana, Salvia greggii, S. microphylla (con sus numerosas variedades cultivadas) y Tagetes lemmonii. Aconitum carmichaelii ‘Barker’s Variety’ escoge la segunda quincena del mes para cargarse de flores de intensísimo azul.

1 de octubre Anemone x hybrida 'Honorine Jobert'

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1 de octubre Ficedula hypoleuca

1 de octubre Colchicum autumnale

1 de octubre Hylotelephium telephium

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Por las mismas fechas aparecen por doquier las flores de Colchicum autumnale. A pesar de las agradables temperaturas (en casos, paradisíacas) y los días apacibles, la estación avanza, y la mayor parte de los vegetales del jardín se rinden a la evidencia. Pero en el veranillo del membrillo las noches ya son, si no frías, netamente frescas. Y es raro que para la última decena de octubre no se presenten días destemplados. Caen las hojas, con el lastre de las micropartículas y metales pesados que la ciudad deposita en su seno. A pesar de las flores, para la segunda quincena de octubre la presencia del otoño es innegable. No solo el colorido otoñal de la vegetación lo declara por doquiera; ahora, bajo los árboles más prudentes, las hojas forman mantos amarillos, y a cada paso caen con sus evoluciones y sonido característico. Los frutos adquieren gran vistosidad, y muchos de ellos –afirma el refranero que por san Francisco (4 de octubre) no hay fruto que no esté rico- atraen a una variada avifauna. Así, no es de extrañar que el griterío y el brillante color esmeralda de las vocingleras cotorras argentinas que surcan el cielo del jardín conceden un punto de exotismo tropical a los primeros compases otoñales. Los días cálidos y soleados de octubre el aire se llena de trinos de pájaros varios: los que aquí viven todo el año, los que llegan y los que, frioleros, emigran a naciones más templadas. Y entre los nuevos inquilinos, el petirrojo, curioso y sociable acompañante de los visitantes ya durante todo el otoño y el invierno. En el kaki –cuando en septiembre no han arrasado la cosecha como una plaga bíblica las cotorras argentinas- maduran poco a poco y en andanadas los palosantos hasta llegar a entrado diciembre. Así que las visitas de gorriones, estorninos –en un principio, solo el negro- y grupos de currucas capirotadas van sucediéndose de fruta en fruta a medida que entran en sazón. Hasta algún que otro carbonero aprovecha para endulzarse la vida. También se ven mirlos comiendo las bayas esparcidas por tierra de Berberis jamesiana. Y mirlos, junto a palomas torcaces y alguna que otra curruca capirotada se desplazan en pos de las primeras almecinas maduras de Celtis australis y C. caucasica. Los patos sufren una triste maldición en este jardín: no logran sacar adelante a sus crías. Desesperanzadas, tras las sucesivas nidadas fallidas,

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6 de octubre

11 de octubre Cercidiphyllum japonicum

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15 de octubre Crocus sativus

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18 de octubre Gymnocladus dioicus

21 de octubre Ehretia dicksonii var. japonica

26 de octubre Nerine bowdenii

las patas abandonan a los últimos pollos, y para octubre algún que otro huérfano que ha sobrevivido sin apenas apoyo de nadie no encuentra congénere alguno que le muestre el camino hacia climas más suaves. Al cachazudo verano, con días que apenas variaban entre sí, se opone el cambiante otoño. Al principio las variaciones se muestran con lentitud, pero para octubre los cambios son más perceptibles. El otoño marcha sin mirar atrás, cada vez más seguro de sí mismo; hoja que cae, hoja que no vuelve a su rama. Para mediados de mes, época de trasiego de armarios, se vislumbran numerosos tachones de color en el follaje del jardín. Algunos, en parte del árbol (Parrotia persica), pero en casos, en árboles o arbustos al completo (Aesculus pavia ‘Atrosanguinea’, Cercidiphyllum japonicum, Cornus florida, Gymnocladus dioicus, Juglas nigra, Hamamelis x intermedia, variedades de parra (Vitis vinifera) y el siempre bien dispuesto árbol de Júpiter. Para la segunda mitad de octubre ya cabe darse alguna

primicia de nieblas. Mañaneras, pues el sol todavía calienta los suficiente como para disiparlas sin especial derroche. Serán más espesas en noviembre. Entonces se difuminan las formas y los colores, y entre la bruma el ruido de la ciudad llega amortiguado como si los motores, bocinas y tubos de escape estuvieran dotados de sordina. Esa aparente tregua se ve rota a veces por el estridente grito de la urraca, los silbidos de los estorninos en lo alto de los más talludos árboles o el canto en vuelo del afanoso mirlo, que atraviesa la niebla como una navaja. Caen las bellotas de la encina y otras especies del género Quercus. La ingenua ardilla se afana en acopiarlas ante la estación que está en puertas, enterrándolas por los rincones; seguida a corta distancia por la urraca fisgona, que fija en su memoria dónde se encuentran las despensas, que nunca se sabe si hará falta para cuando se presenten los crudos días del cercano invierno. Otras veces escandalizan

26 de octubre Tagetes lemmonii

26 de octubre Salvia leucantha

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27 de octubre Callicarpa dichotoma

con las trifulcas que mantienen con los pendencieros estorninos, que se amparan en el número para monopolizar sus cosechas preferidas. Para últimos de octubre se da el máximo colorido de Gymnocladus dioicus: está entre los primeros en perder las hojas, y para noviembre se encuentra prácticamente desnudo. Pero poco antes no le queda ni una hoja a Aesculus pavia ‘Atrosanguinea’ ni a Fraxinus chinensis var. rhyncophylla. Y casi, en los casos de Acer rubrum, Nyssa sylvatica y Cercidiphyllum japonicum. Es para noviembre que cabe hablar de la consagración del otoño, por lo que llama la atención al entrar en el mes el embriagador aroma de las abundantes flores de Osmanthus heterophyllus. O las coloridas primerizas de Salvia dentata. Aparecen las matas de las dalias ya cortadas, aunque determinados años los jardineros no ejecutan la operación hasta mediados de mes. Salvo las de Dahlia excelsa, que apuran al máximo los últimos calores para intentar sacar sus flores adelante. Necesitan para ello otoños largos y cálidos. Cuando se producen estas condiciones, se despliegan en todo su esplendor para los días centrales del mes las grandes inflorescencias de sedosas lígulas de color malva. A medida que se van abriendo más capullos, las dalias, tan altas, se inclinan hacia el visitante, al que intentan hipnotizar con su admirable ojo dorado. Cuando nadie las mira, presumidas, buscan verse reflejadas en el espejo de la fuentecilla inmediata. Esto puede darse en otoños excepcionales hasta diciembre, pero los noviembres de fríos tempraneros apenas si se presta a romper algún capullo. De la misma manera que cada día de primavera sorprende con nuevas flores, noviembre hace lo propio con el colorido de las hojas. Ha llegado la hora de apreciar cómo aquellas tímidas pinceladas de los meses previos crecen hasta manifestarse como trazos fuertes, cual brochazos; eso sí, efectuados con la mayor de las maestrías, de forma que ya no es el verde el color imperante. Tanto es así que los visitantes quedan a veces boquiabiertos al disfrutar con

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31 de octubre Ardilla con bellota

31 de octubre Ulmus americana

la observación de los conspicuos colores cálidos que tiñen el follaje, como si las plantas lanzaran las últimas salvas en una despedida festiva hasta la llegada de la siguiente primavera. Con las consabidas variaciones que van de un año a otro, para la primera decena de noviembre se puede disfrutar del máximo colorido de Acer dasycarpum, Acer x freemani ‘Autum Blaze’, Diospyros kaki subsp. sylvestris, Juglans nigra, Punica granatum, Nyssa sylvatica, Quercus rubra, Rhus typhina, Sassafras albidum, Tilia petiolaris, Ulmus americana. Poco después, adornan el ecuador del mes Acer mono, A. palmatum, A. platanoides ‘Schwedleri’, Aesculus turbinata, Betula pendula subsp. fontequeri -que queda desnudo y blanco, despojado de su capa dorada, que se desparrama bajo el tronco-, Cotinus coggygria, Liquidambar formosana monticola, Liquidambar styraciflua, Liriodendron tulipifera,

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1 de noviembre Nyssa sylvatica

Parrotia persica, Quercus shumardii. Visto en conjunto, el jardín botánico tiene colores de macedonia de futas. Por si tal sinfonía de colores fuera poco, llegan en cascada nuevas sorpresas para la segunda quincena: Acer tricuspidata, Carpinus betulus, Koelreuteria paniculata, Quercus frainetto, Taxodium distichum, Tilia cordata, T. henryana, Zelkova carpinifolia, Z. schniedriana, Z. serrata. Los pies de Acer palmatum, con todas sus variedades cultivadas, cautivan en su largo recorrido de color otoñal al visitante, con la colaboración de Acer japonicum ‘Aconitifolium’. Los arbustos no les van a la zaga en colorido (Amelanchier laevis, A. lamarckii, A. sanguinea, Cornus pumilus, Cotoneaster horizontalis, Evonymus alatus, Hydrangea quercifolia, Stachyurus praecox, Viburnum trilobum)… Los rayos de sol comienzan a llegar sin obstáculos, y cuando inciden sobre estos arbustos o arbolitos del sotobosque incendia de colores el suelo. Los dorados del follaje se diría que proceden de la absorción directa de los rayos solares. Tanto es así que las cimeras de las copas y las partes más expuestas adquieren color de brasas. Los días de nubes sueltas, sus sombras, cuando las arrastra el viento, se ciernen sobre el follaje y le rebajan su brillo de puro oro a mero amarillo. Hasta las coníferas y especies cercanas se muestran envidiosas del carnaval de colores imperante y se dejan contagiar por el mismo -los ginkgos (Ginkgo biloba), tan antiguos ellos, empiezan a desnudarse al revés que el resto de la arboleda: por las faldas, Larix laricina, Taxodium distichum-. Otras se conforman con adornarse con las postizas hojas de colores que les llueven por doquier.

4 de noviembre Lagerstroemia indica

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1 de noviembre Podachaenium paniculatum

1 de noviembre

Los años de noviembres plácidos, cuando los días son soleados y extraordinariamente agradables, para caer, las hojas no precisan que las arrebate el viento. Y descienden como una nevada de cobre, bronce y oro, en caprichosa cadencia, que depende tanto de su peso y tamaño como de las condiciones que les impone la especie: unas en vertical, en cerradas espirales, raudas; la hay que prefieren disfrutar de su corto periodo de libertad y vuelan indolentes, balanceándose, meciéndose, danzando y describiendo las más caprichosas curvas al trasluz del sol o entre la bruma: sin ganas

5 de noviembre Paseo de las estatuas

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9 de noviembre Ginkgo biloba

9 de noviembre Quercus shumardii

de llegar al suelo; y las hay, pequeñas, que componen una imagen festiva, pues recuerdan una lluvia de confeti. Y como la nieve, cuajan en caminos y arriates, solo que con dispar colorido. Las buenas temperaturas propician que el jardín presuma de flores: Ajania pacifica, bocas de dragón endémicas de Iberia (género Antirhinum), Ceratostigma griffithii, C. willmottianum, Choysia ternata, Colquhounia coccinea, Gazania rigens, Osmanthus heterophyllus, Podachaenium paniculatum, Solanum wendlandii (que no ha parado desde verano), Tagetes lemmonii, Verbesina alternifolia, V. virginica. Y a ras de suelo, Nerine bowdenii, Cyclamen hederifolium -en abierta retirada-, C. persicum y una bella especie de interés culinario, el azafrán (Crocus sativus). Si se dan condiciones para que

16 de noviembre Zelkova carpinifolia

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17 de noviembre Callicarpa bodinieri

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21 de noviembre Sylvia atricapilla

21 de noviembre Parrotia persica

22 de noviembre Acer palmatum

22 de noviembre Cedrus deodara

22 de noviembre Quercus frainetto

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22 de noviembre Tilia tomentosa

28 de noviembre Dahlia excelsa

siga todavía en flor Dahlia excelsa no es raro que también florezca Rhododendron arboreum. Pero al tiempo no le queda otra que empeorar. En la segunda mitad de noviembre, por encima de las sombras que se alargan a medida que las horas de luz se acor tan, maese viento, ayudado por las primeras heladas nocturnas, toma la batuta cual nuevo aprendiz de brujo, y a sus compases barre, empezando por la par te superior de las copas, las hojas de los árboles, que se arremolinan y atropellan sin impor tar de qué árbol proceden. Lo más granado de los colores de otoño está ya por los suelos. Pero las hayas (Fagus sylvatica y Fagus sylvatica ‘Purpurea’), el castaño (Castanea sativa), el almez (Celtis australis), Liquidambar forrmosana –que solo se entrega tras las primeras heladas- y algún que otro roble se empecinan en mantener que el dial de la rueda del año todavía indica otoño. La mayoría del resto de árboles caducos, rendidos a la evidencia, pierden las hojas incluso sin el concurso del viento, aunque siempre queda alguna hoja remisa al socaire de sus rachas. Es entonces cuando los nidos de las aves pierden toda intimidad.

28 de noviembre Cotinus coggygria 'Purpurea'

30 de noviembre

30 de noviembre Mirlo en acebo

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28 de noviembre

Todavía se aventuran pequeños insectos: en las ramas de Luma apiculata, ahora en flor, revolotea en pos de ellos tal que un colibrí el diminuto reyezuelo listado (Regulus ignicapillus). La bayas de los acebos (Ilex aquifolium) llevan un mes largo con los colores de la madurez, pero los que anuncian cuándo están en su punto son los mirlos, que para finales de noviembre se observan en grupos atiborrándose de las citadas bayas. Los picogordos también las consumen, pero prefieren mondarlas en vez de tragarlas enteras. Por estas fechas quedan restos de palosantos maduros, los que han dejado las hordas, primero, de ansiosos estorninos negros, que a poco son sustituidos por los vagabundos y más numerosos y chillones estorninos pintos; tímidos ante las personas, se presentan solo cuando los visitantes escasean; si se asustan, aprovechan la oportunidad los gorriones, las currucas capirotadas y los herrerillos, incluso los mitos (Argithalos caudatus); también se surten esporádicamente de los dulces frutos las urracas y las ardillas, estas, en su continua ronda por el recinto. Pero no son las únicas despensas bien provistas: es tiempo de los frutos de Myrtus communis y de Diospyros lotus. Y los gorriones se llenan el buche de los frutos de Weigela japonica. El espectáculo no terminará hasta bien entrado diciembre. No todo lo bello ha de ser exótico: las flores del madroño (Arbutus unedo) se ven junto a los frutos, unos, todavía verdes, otros, ya rojos; también los dátiles de la palmera canaria (Phoenix canariensis). A finales de noviembre se cierra casi por completo el último capítulo, se pasa la postrera página del calendario. La vida vegetal del jardín se esconde, pero protegida sigue palpitando a la espera de iniciar una vez más su ciclo anual.

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Epílogo H

asta el mismísimo Carlos III, mejor alcalde de Madrid, esboza en bronce una sonrisa de satisfacción –a pesar de la manifiesta falta de respeto de las aves a su majestad- al contemplar cómo, después de más de dos siglos -¡y qué dos siglos!-, el jardín botánico que fundara sigue cumpliendo con creces buena parte de las funciones para las que fue concebido.

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LEGISLACIÓN

AMBIENTAL

Antonio García-Giralda Ruiz Abogado ambientalista

Estudio sobre el acceso a la justicia en materia medioambiental (III.ª parte): posición del ministerio de Justicia sobre la situación de la justicia ambiental en españa

E

l Ministerio de Justicia es consciente de la importancia de una correcta aplicación del Convenio sobre acceso a la información, participación pública en la toma de decisiones y acceso a la justicia en materia medioambiental (Convenio de Aarhus), dado su carácter vinculante y su relevancia como instrumento de reconocimiento de derechos directamente a los particulares. En consecuencia, merece especial reconocimiento el trabajo llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en la elaboración del estudio sobre el acceso a la Justicia en materia ambiental. Destaca, en particular, la preparación del cuestionario dirigido al propio Ministerio de Justicia, así como a los principales colectivos implicados en el desarrollo de los tres pilares del Convenio: asociaciones para la defensa de la justicia ambiental, organizaciones no gubernamentales, asociaciones de consumidores, usuarios de la justicia, abogados, procuradores, jueces y fiscales. Cabe mencionar, además, la valoración positiva por parte del Comité de Cumplimiento del Convenio de la voluntad de diálogo de España para desarrollar las recomendaciones rea-

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lizadas por este en las diferentes comunicaciones recibidas respecto de la actuación de España y los avances logrados respecto de los dos primeros pilares. En cuanto al Ministerio de Justicia, su ámbito de actuación se concentra en el tercer pilar del Convenio, consagrado en su artículo 9, ya que este recoge el acceso a la Justicia por parte de los particulares que consideren que se han vulnerado el primer o el segundo pilar del Convenio, esto es, el derecho a la información o a la participación en cuestiones ambientales. Por tanto, el Ministerio de Justicia se muestra receptivo a las recomendaciones dirigidas por el Comité de cumplimiento, si bien, tal y como se puso de manifiesto en las respuestas al cuestionario remitido por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, considera lo siguiente: En relación a la práctica judicial en materia de medidas cautelares: as medidas cautelares previstas las artículos 129 y siguientes de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, se consideran

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adecuadas, ya que el contenido de dichos preceptos es suficientemente preciso para permitir al órgano judicial reaccionar con antelación y evitar lesiones que puedan ocasionar un daño irreparable al medioambiente. Estas medidas cumplen, por tanto, con la finalidad que les asigna el ordenamiento jurídico. Asimismo, la efectividad de las medidas se ve reforzada por la práctica judicial, que viene determinada, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley, por una valoración de las circunstancias propias y los bienes protegidos por cada caso en concreto, y que es avalada, además, por una creciente sensibilización por parte de los profesionales de la justicia a la hora de aplicarlas -tanto en relación a la preponderancia de los intereses públicos ambientales frente a intereses de otro tipo, como respecto de la no exigencia de cauciones y fianzas en aquellos casos en los que estas podrían resultar en perjuicio del acceso a la tutela judicial efectiva-. Es en esta sensibilización, formación y actuación profesional donde radica la clave para una aplicación plenamente satisfactoria de las medidas cautelares. Por último, no se puede obviar la mención a los trabajos que actualmente se encuentra realizando una de las Secciones especiales de la Comisión General de Codificación del Ministerio de Justicia, encargada de revisar la citada Ley 29/1998, de 13 de julio, con el objetivo de corregir todos aquellos aspectos susceptibles de mejora. Sobre asistencia jurídica gratuita a ONG medioambientales as ONG medioambientales tienen garantizado su derecho a la asistencia jurídica gratuita siempre que cumplan las condiciones previstas tanto en el artículo 23.2 de la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, como en la

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Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita. En este punto, merece la pena mencionar los esfuerzos por parte del Ministerio de Justicia para actualizar el sistema de justicia gratuita y dotarlo de una mayor viabilidad y eficacia a través del anteproyecto de Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, que sustituirá a la Ley 1/1996, de 10 de enero. Este anteproyecto persigue lograr una mejor gestión de los recursos disponibles y un mayor control de los agentes públicos y privados implicados en el sistema que asegure la calidad de los servicios prestados. Asimismo, ya se han producido avances hacia este nuevo modelo de justicia gratuita, con la aprobación del Real Decreto-Ley 3/2013, de 22 de febrero, por el que se modifica el régimen de las tasas en el ámbito de la Administración de Justicia y el sistema de asistencia jurídica gratuita. Respecto a las personas jurídicas, el Real Decreto-Ley favorece el acceso al beneficio de justicia gratuita, ya que modifica los requisitos básicos exigidos para su concesión. Los umbrales establecidos –ausencia de patrimonio suficiente y un resultado contable en cómputo anual sea inferior a la cantidad equivalente al triple del indicador público de renta de efectos múltiples, esto es, 19.170,39 euros– son más coherentes con la situación económica real de las ONG medioambientales que los requeridos inicialmente por la Ley de 1996. En cuanto al resto de requisitos exigidos por la Ley 27/2006, de 18 de julio, y por la Ley 1/1996, de 10 de enero –a los cuales se ajustan los pronunciamientos judiciales relativos a la concesión de la asistencia jurídica gratuita-, se considera que son adecuados vistos los fines perseguidos por ambas leyes: con ellos se pretende garantizar que los limitados recursos disponibles sean empleados de forma que la asistencia jurídica gratuita sea concedida a aquellas personas jurídicas cuya naturaleza y fines persiguen el interés general, evitando cualquier tipo de utilización abusiva o incorrecta.

Las medidas cautelares previstas las artículos 129 y siguientes de la Ley 29/1998, de 13 de julio, se consideran adecuadas, ya que el contenido de dichos preceptos es suficientemente preciso para permitir al órgano judicial reaccionar con antelación y evitar lesiones que puedan ocasionar un daño irreparable al medioambiente. La efectividad de las medidas se ve reforzada por la práctica judicial, que viene determinada por una valoración de las circunstancias propias y los bienes protegidos por cada caso en concreto, y que es avalada, además, por una creciente sensibilización por parte de los profesionales de la justicia a la hora de aplicarlas. Es en esta sensibilización, formación y actuación profesional donde radica la clave para una aplicación plenamente satisfactoria de las medidas cautelares Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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Las ONG medioambientales tienen garantizado su derecho a la asistencia jurídica gratuita siempre que cumplan las condiciones previstas tanto en el artículo 23.2 de la Ley 27/2006, de 18 de julio, como en la Ley 1/1996, de 10 de enero. Con respecto a las tasas judiciales se han producido avances hacia este nuevo modelo de justicia gratuita, con la aprobación del Real Decreto-Ley 3/2013, de 22 de febrero. Establece umbrales más coherentes con la situación económica real de las ONG medioambientales que los requeridos inicialmente por la Ley de 1996

Sobre el papel de la doble representación a existencia de las profesiones de abogado y procurador se considera adecuada y necesaria para el buen funcionamiento de la justicia, puesto que, como se desprende de la normativa aplicable, los papeles asignados a ambos colectivos son diferentes. Así, de acuerdo con el Real Decreto 658/2001, de 22 de junio, por el que se aprueba el Estatuto General de la Abogacía Española, la función de los abogados es la defensa de los intereses de las partes de un procedimiento. El Real Decreto 1281/2002, de 5 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España, por su parte, indica que los procuradores se encargan de la representación técnica de aquellas, en la correcta sustanciación de los procesos y en la eficaz resolución de las resoluciones dictadas por los órganos judiciales. Los costes que conlleva la actuación de abogado y procurador son conformes al derecho de acceso a la justicia: en primer lugar, la misma Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medioambiente, contempla la posibilidad de interponer los recursos administrativos regulados en el Título VII de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, los cuales no conllevan un coste para el recurrente. En cuanto a los recursos judiciales, la misma Ley 29/1998,

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de 13 de julio, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, prevé en su artículo 23 que la representación no es obligatoria sino en aquellos casos que se sustancien ante órganos colegiados, es decir, presumiblemente, los de mayor complejidad. Asimismo, el artículo 139 de dicha Ley dispone el pago de las costas del proceso por la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones en primera instancia, o desestimado totalmente el recurso interpuesto en el resto, salvo en el caso de que el juez aprecie que existen circunstancias que justifiquen una actuación diferente. En caso de estimación parcial, cada parte abonará las costas causadas a su instancia y la mitad de las comunes. Los honorarios de abogados y, en su caso, de procuradores se encuentran incluidos en estas costas. Por tanto, si las pretensiones basadas en una acción u omisión por parte de las Administraciones Públicas en relación a los derechos articulados por la Ley 27/2006, de 18 de julio, se ajustan a derecho y son estimadas por el órgano judicial, será la Administración la que deba abonar las costas y, por tanto, los honorarios de procuradores y abogados. Conclusión l Ministerio de Justicia considera que el acceso a la Justicia en España es consecuente con lo dispuesto en el Convenio de Aarhus. No obstante, se tendrán en cuenta las recomendaciones realizadas por el Comité de Cumplimiento y los próximos avances legislativos en la materia a nivel europeo.

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En cuanto a los recursos judiciales, la Ley 29/1998, de 13 de julio, en el artículo 139 dispone el pago de las costas del proceso por la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones en primera instancia, o desestimado totalmente el recurso interpuesto en el resto, salvo en el caso de que el juez aprecie que existen circunstancias que justifiquen una actuación diferente 94

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NOTICIAS

FORESTALES

El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural organiza la jornada sobre Estabilidad del Arbolado Urbano en la Escuela de Ingeniería Técnica Forestal de Madrid

Son imprescindibles planes de gestión del arbolado urbano Más de 230 participantes procedentes de empresas de jardinería, administraciones locales, servicios de emergencias, diversos colectivos profesionales, forestales, botánicos y expertos en arboricultura participaron el 10 de diciembre en una jornada sobre estabilidad del arbolado urbano para conocer qué está fallando en su gestión, por qué se caen algunos árboles, con el grave peligro que supone para las personas y los bienes, y qué se está haciendo para evitar que esto suceda.

La jornada fue inaugurada por Germán Glaría, director de la escuela de Ingeniería Forestal de Madrid, y Pilar Avizanda, decana del COITF, quienes destacaron la importancia del conocimiento y la profesionalización en los servicios de mantenimiento y conservación del arbolado urbano. Hubo coincidencia en el diagnóstico y en las premisas desde las que partieron cada uno de los ponentes: “el arbolado urbano es un elemento fundamental de las ciudades, como lo es

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la iluminación o las calles, requiere un mantenimiento técnico adecuado realizado por profesionales especializados, ajeno a presiones e intereses políticos o circunstanciales. Su correcta gestión evita riesgos para los ciudadanos”. Toda la jornada dio para escuchar abundantes afirmaciones contundentes y denuncias de malos tratos al arbolado urbano en numerosas ciudades españolas. La primera coincidencia en las posibles soluciones fue la recomendación de que todas

las ciudades deben tener un Plan de Gestión sobre el Arbolado Urbano, tanto del arbolado viario como el de los parques y jardines. Este Plan debe ser fruto de un trabajo multidisciplinar y con participación pública. Según Santiago Soria, subdirector general de Zonas Verdes y Arbolado Urbano del Ayuntamiento de Madrid, “casi todas las ciudades lo tienen, escrito o no, pero es el momento de hacerlos bien, por escrito, y de sensibilizar a los políticos de su ejecución y dotación presu-

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puestaria”. Sorprendió a la mayor parte de los asistentes al afirmar que Madrid dispone de un plan de gestión del arbolado viario y anunció que en un año dispondrá también de un plan de gestión para los parques y jardines históricos. El plan director debe tener tres partes: evaluación del arbolado, protocolos de actuación para su conservación y correcto mantenimiento, y planes de gestión del riesgo y del peligro. En estos planes se deben especificar los criterios para: -- Elegir la especie adecuada según las condiciones del medio. -- Elección de la planta según unos criterios de calidad estandarizados. -- Seguir criterios de plantación y mantenimiento con protocolos estandarizados (tipo de riego, podas,...) -- Control de plagas y enfermedades con criterios respetuosos para el árbol y para el medio. -- Uso racional del agua, y uso de agua regenerada tratada convenientemente con ausencia de elementos contaminantes ni acumulativos. -- Inventarios del arbolado. -- Plan de riesgos de caída del arbolado. -- Toda la normativa relacionada con el arbolado. -- Implantar un sistema de gestión cer tificado que

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asegure el cumplimiento del plan de Gestión del Arbolado. ¿Son seguras las calles con arbolado urbano? En cuanto a la peligrosidad de los árboles en las calles de las ciudades, la pregunta clave en opinión de Antonio Sánchez es: “¿qué riesgos estamos dispuestos a asumir?”. La conclusión evidente para todos los ponentes es que la seguridad debe ser la prioridad de los técnicos y responsables políticos. Coincidieron los ponentes en que no existen planes de gestión del riesgo del arbolado en la mayor parte de las ciudades españolas. Según Joan Gual, secretario de la Fundación Jardinería y Paisaje, “el plan de gestión del riesgo debe contener: un inventario del arbolado, establecer zonas de riesgo, identificar ese riesgo, una evaluación, aplicar medidas correctoras y hacer un seguimiento de las mismas”. Y señaló tres factores para poder desarrollar una correcta gestión del riesgo: “disponibilidad económica, capacidad técnica e implicación de otros agentes”, como por ejemplo la ciudadanía, o la propia administración pública, que toma medidas contradictorias sin ninguna conexión entre sus distintos departamentos. El problema, según Gerad Passola, especialista en

Gemán Glaría y Pilar Avizanda

arboricultura, es que “en España no tenemos especialistas en gestión del riesgo, entre otras cosas porque las administraciones públicas no han invertido nunca en gestión del riesgo”. Y afirmó que “hay que aceptar el riesgo, si queremos riesgo cero en arbolado urbano debemos eliminarlos casi todos. ¿Dónde está la línea? Debemos determinarla en cada caso. Creo que en Madrid, los árboles son más noticia que peligro”. Santiago Soria, preguntado sobre la seguridad del parque del Retiro afirmó que de todos los árboles que estimaron podían ser peligrosos “tan solo uno ha resultado serlo y ya hemos puesto las medidas adecuadas para evitar su caída. Los expertos americanos contratados nos confirman que el tratamiento del Retiro es correcto. Hay que tener en cuenta que estamos gestionando historia. Sabemos que El 7 % de los árboles de este parque está

viejo o decrépito. Antes o después, debemos quitarlos, es inevitable”. Pilar Avizanda, decana del COITF, reprochó que el ayuntamiento de Madrid haya tenido que “gastarse tanto dinero público en contratar a un equipo de expertos extranjeros en el análisis de la peligrosidad de los árboles del Retiro para concluir que hay uno peligroso, cuando aquí hay técnicos sobradamente preparados y cualificados para hacer este trabajo”. Decisiones incorrectas desde el primer momento Otra de las conclusiones importantes de esta jornada es que los problemas del arbolado urbano se dan en todo el proceso: en el diseño urbano, en la elección de especies, en la plantación y, por último, en el mantenimiento de las mismas. Para Javier de la Puente, coordinador de la jornada,“es imprescindible una mayor participación de los servicios

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Joan Gual

especializados en Parques y Jardines en el diseño urbanístico de la ciudad, ya que los árboles, los parques y jardines son un elemento fundamental de las nuevas ciudades. No es posible que los profesionales especializados en parques y jardines no participen en el diseño y elección de especies que se plantan en las calles y jardines de las ciudades”. En demasiados municipios, como es el caso de Madrid, esta responsabilidad recae en la Gerencia de Urbanismo. Para todos los ponente es imprescindible que los ayuntamientos fomenten la participación ciudadana en la gestión de los parques y jardines y del resto del arbolado urbano. Susana Domínguez, reclamó a los ayuntamientos “un esfuerzo de comunicación y educación ambiental que permita esa participación e implicación ciudadana. Una mayor implicación permite una mejor gestión”. Agua reciclada ¿sí o no? Otro de los puntos más conflictivos es la utilización de agua reciclada para el riego de parques y jardines. Todos coincidieron en que este tipo de agua supone un gran ahorro económico para los municipios y un gran ahorro de un recurso, en ocasiones, escaso. Sin embargo, no puede utilizarse de la misma manera que el agua potable ya que su composición quí-

Santiago Soria

mica es muy distinta y, por tanto, sus efectos sobre el suelo y la vegetación son muy diferentes. Antonio Sastre Merlín, del Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá, presentó un estudio que demuestra que el agua regenerada utilizada en Madrid tiene altos contenidos en sodio y cloruros que es asimilado de diferente forma por las especies vegetales. Sin embargo, no fue capaz de determinar la incidencia de este tipo de agua en la salud de los árboles regados con ella. Concluyó que “hay que hacer más estudios, listas de especies que pueden verse afectadas por esta nueva agua, protocolos de actuación según las circunstancias de suelos y especies y hay que mejorar la gestión y los métodos de riego que se utilizan”. Mariano Sánchez, conservador del Jardín Botánico de Madrid, reconoció que no utilizan agua reciclada “por la sospecha de efectos secundarios sobre la vegetación, tiene una gran cantidad de sodio y aumenta el pH del suelo”. Técnica frente a política De las palabras de buena parte de los ponentes se deduce que en demasiadas ocasiones priman los intereses políticos sobre los informes técnicos. Un ejemplo puesto por todos fue el diseño y realización del proyecto Madrid

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Mariano Sánchez

Río, las zonas ajardinadas que cubren el soterramiento de la carretera de circunvalación M-30. Todos los participantes reclamaron el valor del conocimiento, la ciencia y la experiencia como herramienta para tomar decisiones que afectan al medioambiente, a las zonas verdes y, por tanto, a la calidad de vida y a la salud de las personas. Santiago Soria afirmó que la solución frente a la injerencia política en las decisiones técnicas es: “conocimiento, técnica, presupuesto y un técnico que tome la decisión. Frente a una injerencia en tu trabajo solo quedan dos opciones: dimitir si no estás de acuerdo o aceptarlo”. Una de las principales recomendaciones, en este sentido, fue que, a partir de ahora debe primar la calidad de las zonas verdes sobre su cantidad. Ya ha pasado la etapa de invertir en tener más zonas verdes y árboles, es el momento de invertir en mejorar la calidad de esas zonas, invertir en gestión y mantenimiento. Otra conclusión importante fue que se debe limitar por ley la subcontratación en los servicios de jardinería como medio de garantizar su calidad. Las sucesivas subcontrataciones provocan precariedad laboral, lo que a su vez va en perjuicio de la calidad del servicio. Para Juan Carlos Caballero, del Instituto Desarrollo Ambiental

Antonio Sastre

y Social, “deben limitarse los contratos integrales que agrupan los servicios de jardinería y de limpieza. Son trabajos diferentes que requieren especialización. Además, suelen primar las necesidades de limpieza en perjuicio de la jardinería, con la contratación de personal sin experiencia y poco formado”. Coincidieron también los expertos en que deben incluirse las normas técnicas de jardinería en los pliegos de concurso para las adjudicaciones de mantenimientos de zonas ajardinadas. Los baremos de calidad del servicio deben estandarizarse en todas las ciudades y deben incluir una correcta ejecución de las normas técnicas de jardinería. Para terminar, Óscar Bustos, de la aseguradora AON, expuso un gran número de circunstancias en las que es “imprescindible que el técnico disponga de un seguro de responsabilidad civil, le evitará numerosos problemas si sucede cualquier accidente. Al técnico le pueden demandar por vía civil y penal. Mi recomendación es que sus informes sean escritos, que demuestren sus recomendaciones técnicas, y que le puedan eximir de las responsabilidades por decisiones que han tomado otros”. La decana recodó que el COITF tiene dos seguros de responsabilidad civil para sus colegiados.

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El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural da una rueda de prensa para hablar sobre el arbolado de Madrid

La disminución de recursos económicos provoca la reducción de personal cualificado y perjudica la conservación de las zonas verdes Madrid El colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales denunció el 23 de diciembre en rueda de prensa que los contratos integrales de jardinería y limpieza promovidos por el Ayuntamiento de Madrid para la conservación y mantenimiento de sus parques y jardines perjudican al arbolado urbano al reducir la inversión y permitir que prescindan del personal más cualificado de jardinería en beneficio de las labores de limpieza. “Los contratos integrales de jardinería y limpieza que promueve el ayuntamiento de Madrid son un menosprecio a la jardinería y demuestran la falta de cultura del árbol que está demostrando este ayuntamiento”, ha manifestado Javier de la Puente, vocal del Colegio. Estos contratos no garantizan un correcto servicio de jardinería por las siguientes razones: - No garantizan un número mínimo de trabajadores para desarrollar la labor encomendada, ni garantizan la disposición de maquinaria adecuada para ello. Con el mismo personal laboral y maquinaria se atienden distintos contratos de mantenimientos de distintos parques. “Los trabajadores van rotando de una zona ajardinada a otra en función de donde sea necesario ejecutar una obra, no están adscritos al parque para el cual firmó su empresa el contrato de mantenimiento”, ha denunciado Javier de la Puente. El Ayuntamiento adjudica los contratos de jardinería en función, principalmente, de la baja económica que

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propone la empresa concesionaria y no tiene en cuenta cuestiones fundamentales para el desarrollo de los trabajos como la preparación de los trabajadores, su experiencia profesional y la capacidad de la empresa para ejecutar correctamente los trabajos de jardinería. El ejemplo más claro es el de la empresa Raga, concesionaria del mantenimiento de los jardines de Madrid Río, que una vez conseguida la concesión, después de haber hecho una baja de un 27 % sobre el presupuesto, ha puesto en marcha un Expediente de Regulación de Empleo. Pilar Avizanda, decana del COITF, ha recordado que al hablar de gestión del arbolado urbano “hablamos de gestión

de seres vivos. La conservación y gestión de los árboles y zonas ajardinadas requiere conocimientos técnicos, de especialización en su manejo. A nadie que no sepa de electricidad se le ocurre ponerse a arreglar una farola de la calle, pues con los árboles sucede lo mismo. No deberían podarse de cualquier manera, ni regarse de cualquier forma, ni ser plantado en cualquier lugar o elegida cualquier especie por personal no especializado. Y todo esto es lo que está pasando en el ayuntamiento de Madrid”. La decana del COITF ha pedido, una vez más, que Madrid disponga cuanto antes de un Plan de Gestión del Arbolado Urbano que permita elegir especies, plantarlas en los lugares

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Javier de la Puente

Para el COITF es imprescindible: - Poner en marcha inmediatamente un plan de gestión de las zonas verdes y del arbolado urbano de Madrid. - Una nueva redacción de los contratos de mantenimiento y conservación de los parques y jardines de Madrid que prime la jardinería y el cuidado de los árboles, con personal especializado y medios técnicos adecuados. - Regenerar la plantilla municipal de jardineros. Actualmente tienen una edad media superior a 45 años. Hace años que no se renuevan las bajas ni las plazas vacantes. Su especialización, fruto de una adecuada formación, es fundamental para que puedan realizar labores de jardinería, así como de supervisión y control de las labores de jardinería que realizan las empresas concesionarias del mantenimiento de las zonas ajardinadas. - Inversión en sensibilización y educación ambiental para que los ciudadanos valoren adecuadamente la importancia de los árboles y de los parques y jardines para su bienestar. Javier de la Puente

adecuados siguiendo las normas técnicas de jardinería y establezca las medidas de mantenimiento y jardinería adecuadas “que garanticen, por encima de cualquier cosa, la seguridad de los ciudadanos”. Según Pilar Avizanda, “tener árboles en nuestras ciudades siempre supone un riesgo, pero ese riesgo hay que minimizarlo con un diseño adecuado de nuestro urbanismo, con planes del arbolado urbano que incluyan planes de gestión de riesgo, con un mantenimiento realizado por personal bien formado y especializado. Ese riesgo, además, debe estar medido y controlado por la Administración pública”. Y ha criticado la forma en la que el Ayuntamiento de Madrid ha gestionado la crisis de los árboles y ramas caídas este verano. “No es necesario irse al extranjero para saber si los árboles del Retiro están en buen estado o no, o si hay que cortarlos porque supongan un peligro para los ciudadanos. Ha sido un gasto público enorme e innecesario la contratación de estos expertos para que concluyan que solo un árbol está en riesgo de caerse. En España hay técnicos y especialistas suficientes para hacer un diagnóstico acertado y proponer las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las personas que disfrutan de los parques y jardines”.

El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales celebra en 2015 su cincuenta aniversario Fue en 1965 cuando se creó el actual COITF. Por este motivo, en 2015, su Junta de Gobierno quiere organizar una serie de actos que sirvan de celebración de esta fecha y de reivindicación social del papel que han jugado los ingenieros técnicos forestales en el desarrollo del mundo rural y en la gestión sostenible de los montes. Conferencias, un extenso programa de cursos, homenajes y un con-

greso de la ingeniería forestal son algunas de las actividades en las que se está trabajando. Según Pilar Avizanda, decana del COITF, “queremos reconocer el trabajo de todos los compañeros que han trabajado por el bien de su profesión y del Colegio, que es tanto como la casa común de todos los ingenieros técnicos forestales y ahora también de los graduados en ingeniería forestal y del medio natural”. La Junta de Gobierno espera lograr

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la participación del mayor número posible de colegiados en los actos que preparan y de los que darán extensa información en próximas fechas. “Los colegiados son la parte más importante del Colegio, su participación en estos actos y en la vida colegial es fundamental para que la sociedad comprenda el valor de su trabajo y la necesidad de disponer de profesionales como ellos, comprometidos con la gestión sostenible de los terrenos forestales”, ha comentado Pilar Avizanda.

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In memoriam de un gran forestal Muchas cosas buenas se pueden decir de Juan Ruiz de la Torre. Don Juan, como así le llamaban sus alumnos, era un Ingeniero de Montes con pasión y cariño por su profesión, con ganas de saber y de enseñar, con gran capacidad de trabajo, versátil y culto. Pero si algo destacaba de D. Juan era su respeto ante los demás y su humildad. A pesar de todos sus conocimientos, de su experiencia, su prestigio y su buen hacer siempre tenía buen humor y tiempo para todo aquel que se lo solicitaba. La mayor parte de los forestales conocemos a Juan Ruiz de la Torre como catedrático de botánica de la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid, pero D. Juan, además, ha sido un ingeniero de Montes que ha ejercido su profesión como tal. Uno de sus primeros destinos fue Marruecos, en donde trabajó como jefe del Departamento Forestal del Norte de Marruecos y dirigió el Centro de Investigaciones y Experiencias Forestales de Larache. De su estancia en aquellas tierras elaboró algunas publicaciones como El matorral en Yebala (1955) y La vegetación natural en el Norte de Marruecos y la elección de especies para su repoblación forestal (1956). A su vez, puso en marcha un sistema de tipos de vegetación natural y recabó información sobre los nombres comunes vernáculos en lengua árabe y bereber de cada una de las especies forestales. Tras un breve paso por Córdoba, fue director del Servicio de Aplicaciones Forestales de la Confederación Hidrográfica del Sur, colaborador en el Instituto de Hidrología del CSIC y jefe de la sección de Hidrología y Sedimentología del Centro de Estudios Hidrográficos en Madrid. Durante esta época realizó interesantes trabajos botánico-hidrológicos, entre los que destacan las investigaciones acerca de plantas leñosas del sureste como indicadores de suelos, la selección de estaciones en zonas áridas para la ubicación de pluviómetros totalizadores mediante el uso de plantas indicadoras, el estudio de las condiciones para

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la vida vegetal en el sureste peninsular y su comparación con las de especies de las zonas áridas de Oriente Medio y el Magreb subsahariano, así como la evaluación de las aportaciones medias y extraordinarias de sólidos en los ríos Adra y Almanzora. De su larga etapa ya como responsable de la Cátedra de Botánica, D. Juan nos ha dejado un amplio legado. Su primera obra, escrita en colaboración con don Luis Ceballos y la más destacada, Árboles y arbustos de la España peninsular (1971), ha sido un referente durante muchos años dentro de la botánica forestal, hasta la aparición de una de sus últimas obras, Flora Mayor (2006), que completa y actualiza las descripciones de las especies y aumenta el número de las mismas. En este periodo fueron abundantes los trabajos dentro de la botánica como Consideraciones sobre Teucrium oxylepis (1974), Especies dominantes en la vegetación peninsular (1977) y Aproximación al catálogo de plantas vasculares de la provincia de Madrid (1982), entre otros. También dentro de la hidrología llevó a cabo una intensa actividad científica, con un programa de investigación para la restauración de áreas críticas y la diversificación de las cubiertas forestales. Pero sin duda la obra más importante llevada a cabo por D. Juan ha sido la planificación del Mapa Forestal de España (MFE). Trabajo que ha coordinado, dirigido y orientado de forma brillante durante casi 14 años. Aparte de su dirección en el MFE, ha participado en trabajos tan relevantes, como el Plan Forestal Andaluz (1988-1989) y la Estrategia para la Conservación de la Biodiversidad (1996-97), y ha publicado otras obras de interés: Conservación de especies vegetales en sus ecosistemas naturales (1985), en la que propone medidas tan innovadoras como el mantenimiento de los tratamientos tradicionales para la conservación de especies endémicas en sistemas altamente artificializados. Otros trabajos como el Estudio hidrológico-forestal de

cuencas alimentadoras de embalses en Andalucía (1988), el Catálogo de especies a utilizar en plantaciones de carreteras (1990) y el Manual de la Flora para la Restauración de Áreas Críticas y Diversificación en Masas Forestales (1996) o La cubierta vegetal en el Camino de Santiago (1999) son solo algunos ejemplos de su capacidad de trabajo, su versatilidad y su entusiasmo. Además de un brillante profesional, D. Juan fue una gran persona que supo dar ejemplo a todos los que tuvimos la suerte de conocerlo. La comunidad forestal llora la pérdida de una de sus figuras más importantes de los últimos 40 años. Descanse en paz. Susana Domínguez Lerena

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Los presupuestos del MAGRAMA de 2015 olvidan la promoción de la biomasa forestal Para la Unión por la Biomasa, el foro por la defensa del Empleo, la Sostenibilidad y el Desarrollo Rural a partir de la valorización de las biomasas y en el que están representados asociaciones de productores, de propietarios y de profesionales, entre ellos el COITF, los presupuestos para 2015 del Ministerio de Alimentación Agricultura y Medio Ambiente olvidan, una vez más, promover la herramienta que puede evitar los incendios forestales, que crearía empleo y reduciría nuestra dependencia energética exterior: la promoción de la biomasa forestal y la gestión sostenible de los bosques. Para la Unión por la Biomasa, la principal aportación del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente a la gestión forestal es la prestación del servicio de extinción de incendios forestales a las

Comunidades Autónomas. Esta actividad se lleva prácticamente el 90 % del presupuesto de la subdirección general de Política Forestal del MAGRAMA. "Sin cuestionar la dotación presupuestaria para la extinción de incendios, es necesario que el MAGRAMA lidere políticamente la inversión en gestión forestal sostenible, la única que a medio y largo plazo genera efectos positivos en la lucha contra el cambio climático, le generación de empleo estable y la obtención de productos naturales, ecológicos y renovables. Una apuesta decidida por la biomasa forestal es hoy en día, la mejor forma para poder conseguirlo". Y reclama a las Comunidades Autónomas una apuesta por la biomasa forestal en su planificación de programas de desarrollo rural a través de los Fondos FEADER. "El recientemente aprobado Plan de Activación

del Sector Forestal, en el que el gobierno de España pone a la biomasa forestal como una oportunidad de gestión sostenible de los bosques, deja su financiación en manos de las comunidades autónomas y de los fondos europeos. Es necesario que el gobierno de España impulse planes de gestión forestal financiados junto con las CC. AA. Una forma de hacerlo es garantizando que un porcentaje de los nuevos fondos FEADER que financiarán los Planes de Desarrollo Rural irá destinado a poner en marcha planes de gestión forestal sostenible y aprovechamiento de la biomasa. Las Comunidades Autónomas tienen una gran oportunidad y la responsabilidad de elaborar Planes de Desarrollo Rural que apuesten por la gestión forestal sostenible, el aprovechamiento de biomasa, su movilización e impulsar su demanda".

El Batefuegos de Oro premia a los profesionales que luchan contra los incendios forestales El 27 de noviembre se hizo entrega de los desimoterceros premios El Batefuego de Oro, que reconocen la labor de prevención, extinción, comunicación y sensibilización social en la lucha contra los incendios forestales. Como es costumbre, hubo oportunidad de rendir un emotivo homenaje a los profesionales fallecidos en el desempeño de su labor contra los incendios forestales. Los premios, una vez más, han sido convocados por la Asociación para la Promoción de Actividades Socioculturales (APAS). En esta ocasión, los premiados han sido: - En la categoría de Mejor Prevención, para el programa “Alerta incendio” emitido en Canal Extremadura. - En la categoría de Mejor Extinción, fue para la empresa de aeronaves

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Hispánica de Aviación “por su continua apuesta de futuro basada en la formación y la tecnología”. En la categoría de Mejor Divulgación, el reconocimiento fue para la Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO), por “aportar interesantísimos datos para elaborar estratégias sólidas en la conservación y mejora de nuestras masas forestales”. El premio en la categoría Mejor Formación, fue para el consorcio MásterFuego, que agrupa a las Universidades de Lérida, Córdoba y León. El premio a la Mejor Investigación, fue para D. José Antonio Vega, profesional de reconocido prestigio nacional e internacional. En la categoría Internacional, se

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otorgó al Grupo PAIF (Uruguay), “un interesante consorcio de propietarios forestales decididos a erradicar los incendios a base de formación”. - Las menciones especiales recayeron D. Juan Carlos Sánchez, piloto de helicópteros; D. Pablo Montiel, brigadista; D. José Antonio González, director del Centro Operativo Provincial de Cádiz y D.a Sara Millán Gamarra por su trabajo fin de carrera “Prevención de incendios mediante pastoreo controlado con ganado ovino en la dehesa de Valdelatas”. Las últimas menciones especiales fueron para los profesionales fallecidos D.a Sonia Morales Martínez y D. Fernando Fernández Baraza.

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La bioenergía se desaprovecha en España Esta es la principal conclusión de la sesión técnica “¿qué ofrece la bioenergía en España? que organizaron el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales junto con la Plataforma Tecnológica para la Biomasa Bioplat, en el Congreso Nacional de Medio Ambiente, celebrado del 24 al 27 de noviembre en Madrid. En una extensa e interesante mesa de ponentes participaron diversos expertos en los distintos ámbitos de investigación y desarrollo de la bioenergía, desde producción de algas hasta la biomasa forestal, pasando por las redes de calor, el transporte y distribución de estos productos o los biocarburantes para la aviación civil. Un repaso al estado de cada una de estas fuentes energéticas y a alguno de sus proyectos más representativos permitió conocer el mapa de la bioenergía en España y su situación frente a otros países europeos. El control de las fuentes energéticas es, en opinión de los geoestrategas políticos, una de las principales fuerzas que dibujarán el nuevo mapa de poderes mundial. Tener acceso a fuentes de energía que cubran las necesidades de un país es crucial para el desarrollo del mismo y para el mantenimiento de su rango económico. España es un país dependiente energéticamente, sobre todo del petróleo, lo que le provoca el 85 % de su déficit comercial. Encontrar fuentes energéticas autóctonas viables económica, social y ambientalmente parece una obligación más que una oportunidad.

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Raúl de la Calle

Que la bioenergía es el futuro de la energía es ya algo que nadie puede discutir, la cuestión es cuándo dejará de ser una promesa y se convertirá en realidad. No todas estas fuentes bioenergéticas se encuentran en el mismo grado de desarrollo e investigación y, por tanto, cada una de ellas tardará un tiempo en alcanzar su madurez. En lo que estuvieron de acuerdo todos los ponentes es en los beneficios que aporta la bioenergía, y que Raúl de la Calle, secretario del COITF, se encargó de destacar en las conclusiones: - energéticos: al ser una energía autóctona, 100 % gestionable y favorecedora de la creación de una industria nacional energética. - medioambientales: da utilidad a productos considerados hasta ahora como residuos, evita la propagación de incendios forestales, reduce la emisión de CO2, lo que supone a su vez un ahorro en la compra de derechos de emisión, y ayuda a la

Paloma Pérez

reducción de gases de efecto invernadero. - socioeconómicos: favorece la creación de empleo local, ayuda a fijar población al territorio, por lo que permite una planificación en su ordenación, es generadora de riqueza nacional al desarrollar la industria y la tecnología necesaria para su expansión, es dinamizadora del medio rural y es, también, una alternativa para sectores en graves dificultades. En este sentido, Paloma Pérez Pacheco, de Bioplat, denunció que mientras en Europa los sectores del biogás y biomasa con uso eléctrico han crecido de manera importantísima en los últimos años, en España, por el contrario, se han estancado “gracias al marco regulatorio que no ha apoyado el enorme esfuerzo inversor privado capaz de desarrollar una tecnología eficiente totalmente autóctona”.

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En el caso de la biomasa forestal recordó que “en nuestros montes crecen cada año 46 millones de m3 de madera/ biomasa, de los que únicamente se aprovechan 14 millones. Todos los años se acumulan 32 millones de m3 de biomasa. Podrían extraerse 18 millones de m3 de biomasa para utilizarlos con fines energéticos sin que los bosques perdieran su multifuncionalidad”. Raúl de la Calle afirmó que “es el momento de apostar por la biomasa para que despegue el sector, cree empleo, reduzca nuestras emisiones de CO2, equilibre nuestro déficit exterior y reduzca nuestra dependencia energética”. Recordó que la bioenergía está funcionando en Europa y que España, con su enorme potencial, no puede quedarse atrás una vez más.

¿Qué supone extraer 18 millones de m3 de madera al año con fines eneréticos? En un reciente comunicado de la asociación Unión por la Biomasa se valoraba lo que supondría aprovechar 18 millones de m3. - Empleo • Fase de construcción de plantas de biomasa para generación de energía = 34.607 puestos de trabajo • Fase de operación y mantenimiento de las plantas una vez construidas = 1.394 puestos de trabajo directos • Fase de aprovisionamiento de materia prima y otros puestos de trabajo indirectos = 8.986 puestos de trabajo - Ahorro de costes por prestaciones de desempleo = 81,15 millones de € - Ahorro de costes por emisiones de CO2 evitadas (producidas con gasoil) = 46,63 millones de € - Contribución fiscal por la construcción y operación de las plantas necesarias para procesar esos 18 m3 de biomasa = 344,52 millones de € - Ahorro de costes por incendios evitados = 263,47 millones de €. (Es el 35 % de la cifra total de gasto en extinción de incendios al año que nos gastamos en España, según datos del MAGRAMA. Según algunos autores una gestión forestal sostenible podría reducir el número de incendios entre un 50 y un 70 % al año). - Energía eléctrica producida = 1.350 MW (obj. 2020) x 7.500 horas/año = 10.125.000 MWh/año, lo que equivale a un 15 % más de la electricidad que consume al año la ciudad de Barcelona.

Elecciones en Delegaciones Territoriales 2014-15

Primer olmo resistente a la grafiosis plantado en Aranjuez

La Junta Rectora Extraordinaria celebrada el día 18 de octubre de 2014 acordó, entre otros asuntos, convocar elecciones ordinarias para Decano Territorial en las Delegaciones Territoriales de: Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Castilla y León, Castilla la Mancha, Euskadi, La Rioja y Navarra. Las candidaturas se deberán presentar del 1 al 15 de enero de 2015, según lo descrito en las normas electorales del Colegio. La Comisión Electoral queda compuesta por: - D. Enrique Martín Bernal (decano territorial de Aragón) - D. Esteban Jordán González (decano territorial de la Comunidad de Murcia) - D. Javier de La Puente Vinuesa (vocal de la Junta de Gobierno) Como Secretario de la Mesa electoral actuará D. Raúl de la Calle Santillana (secretario general)

La plantación de un clon de olmo resistente a la grafiosis en Aranjuez ha marcado el inicio del Proyecto Life de “Recuperación de los olmos ibéricos en la cuenca del río Tajo”. En el desarrollo de este proyecto, concedido recientemente por la Comisión Europea a España, par ticipan la Universidad Politécnica de Madrid, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Confederación Hidro-gráfica del Tajo y el Ayuntamiento de Aranjuez. Además, el Proyecto se enmarca en el “Programa español de conservación y mejora de los recursos genéticos de los olmos ibéricos”, puesto en marcha en 1986 por el Ministerio de Agricultura.

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Luis Gil, responsable científico del proyecto de investigación sobre la grafiosis, Cristina Pérez, secretaria general de la Universidad Politécnica de Madrid, José González Granados, concejal de medio ambiente del Ayuntamiento de Aranjuez y Salustiano Iglesias, jefe de servicio de Material Genético del MAGRAMA, junto al ejemplar de olmo plantado

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XVIII Congreso de Europarc-España (Esparc-2014) Federico Zamora Martínez Técnico de apoyo del Servicio de Planificación de Espacios Protegidos. Dirección General de Medio Ambiente. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid

Del 18 al 21 de junio de 2014 tuvo lugar en las instalaciones del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) en Valsaín (Segovia) el XVIIII Congreso bienual de los miembros de EUROPARC-España, ESPARC-2014, que contó con la asistencia de más de un centenar de técnicos, gestores y responsables de las áreas protegidas españolas. El Congreso, organizado por EUROPARC-España y el Organismo Autónomo Parques Nacionales, fue auspiciado bajo el lema “Áreas Protegidas, patrimonio global y beneficios locales”. El Congreso se desarrolló en el marco de las celebraciones por su 20.o aniversario en 2013 y de la reciente declaración de la sierra de Guadarrama como Parque Nacional. La inauguración del congreso tuvo lugar en el Salón de actos del Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso y corrió a cargo del Alcalde-Presidente del citado Ayuntamiento, los consejeros de Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas de Madrid y de Castilla y León, de la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del MAGRAMA y del Presidente de EUROPARC-España. Tras los respectivos intervinientes y una vez inaugurado el congreso se procedió, por parte del consejero de la Comunidad de Madrid, a la presentación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en su calidad de presidente del Patronato del citado Parque Nacional. Los actos institucionales de esa jornada inaugural se completaron con visitas a algunos de los más destacados lugares de la localidad de La Granja, como los Jardines del Palacio y la Real Fábrica de Cristales. La primera jornada de trabajo del Congreso fue presentada por la directora adjunta del Organismo Autónomo Parques Nacionales y el presidente de Europarc-España, quien hizo una referencia al programa Estratégico 2020: Sociedad y Áreas Protegidas. La conferencia inaugural de presentación del Congreso estuvo a cargo del catedrático emérito de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid y Premio Nacional de Medio Ambiente D. Eduardo Martínez de Pisón, bajo el título “Los espacios protegidos: patrimonio y paisaje”. Las discusiones y debates del ESPARC-2014, centradas sobre los retos de futuro de los parques nacionales, parques naturales y otras áreas protegidas, tanto a escala de espacios individuales como a escala de red, se desarrollaron a través de sesiones de trabajo, estructuradas en cinco talleres de diversa temática, ligadas al Programa Estratégico 2020: Sociedad y Áreas Protegidas, impulsado por EUROPARC-España, junto con numerosas experiencias

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presentadas por representantes de diferentes comunidades autónomas, tanto a través de comunicaciones orales, centradas en experiencias de trabajo, sobre planificación y gestión de espacios protegidos, hasta un total de 24, como de exposición de carteles (11 paneles). La organización del ESPARC programó también una serie de visitas técnicas en el entorno del CENEAM, así como dos recorridos por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Un itinerario por las “Pesquerías Reales” y otro que consistió en un “Descenso de Cotos a El Paular”. El programa finalizó con una visita al Monasterio de El Paular. Los talleres de trabajo giraron en torno al eje central del congreso, destacándose el hacer partícipes a los ciudadanos y entidades locales de los beneficios socioeconómicos que los espacios protegidos generan. De forma global, las sesiones programadas se centraron en los siguientes: Taller 1. Planes de Gestión para la Red Natura 2000 Objetivos: - Compartir las soluciones desarrolladas por las distintas administraciones ambientales en materia de planificación de la Red Natura. - Avanzar prioridades y líneas de trabajo a medio plazo para el desarollo de los planes de gestión. Conclusiones: -- Implicar a los agentes socioeconómicos en la planificación y en el desarrollo de las medidas de gestión. -- Evitar duplicidades de equipos de gestión y participación aprovechando las estructuras existentes. -- Prever en el plan de gestión planes de seguimiento que den cumplimiento a las exigencias de la Directiva de Hábitats. -- Asegurar la integración adecuada de los instrumentos de planificación. Taller 2. Salud y Áreas Protegidas Objetivos: - Identificar iniciativas y experiencias de valorización de los beneficios para la salud de los parques. - Avanzar en la aplicación de las recomendaciones recogidas en el documento “Salud y áreas protegidas en España”. Conclusiones: -- Formarnos en materia de salud, trabajando con otros profesionales. -- Promover acciones como itinerarios terapéuticos o proyectos de accesibilidad universal, dirigidos a distintos colectivos sociales. -- Establecer alianzas estratégicas con el sector sanitario, especialmente con el sector de la medicina preventiva. -- Comunicar activamente con los aliados estratégicos los beneficios para la salud proporcionados por las áreas protegidas.

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Taller 3. Carta Europea de Turismo Sostenible en espacios protegidos Objetivos: - Realizar un balance de la aplicación de la Carta Europea de Turismo Sostenible en sus dos fases de desarrollo. - Avanzar en las metodologías de desarrollo de la Fase II y III de la Carta Europea de Turismo Sostenible.

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Conclusiones: Armonizar las distintas marcas de calidad que confluyen en los espacios protegidos, buscando el respaldo europeo institucional al más alto nivel para la CETS. Habilitar un registro de empresas consultoras capacitadas para prestar asistencia técnica, previa formación de EUROPARC-España. Añadir a las pequeñas tiendas y comercios como empresas implicadas en la CETS. Crear un grupo de trabajo para desarrollar la Fase III.

Taller 4. Herramientas de comunicación Objetivos: - Compartir experiencias positivas de planificación y gestión de la comunicación en áreas protegidas y redes. - Consensuar unas recomendaciones generales sobre comunicación de los espacios naturales protegidos. Conclusiones: -- Desarrollar una buena estrategia de comunicación global -- Establecer alianzas para la conservación comunicando mejor la función social de las áreas protegidas. -- Aprovechar la capacidad mediadora de los integrantes de los órganos de participación y el voluntariado ambiental. -- Invertir en capital humano para promover la comunicación. Taller 5. Modelos de gestión compartida

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Objetivos: - Analizar los modelos de gestión ensayados en los espacios naturales protegidos. - Identificar iniciativas que faciliten una mayor participación de los agentes territoriales en la planificación y gestión de las áreas protegidas. Conclusiones: -- Fortalecer los órganos de participación para aumentar la representación social y promover la corresponsabilidad. -- Apoyar desde la Administración la cultura participativa y comprometida de la sociedad, promoviendo alianzas mediante acuerdos (i.e. custodia del territorio). -- Desarrollar modelos de gobernanza adaptados a cada realidad y necesidades como las derivadas de la gestión de Natura 2000. Por lo que respecta a las experiencias orales, se presentarán un total de 24, que fueron expuestas simultáneamente en tres salas diferentes por los representantes de las comunidades autónomas implicadas. Las experiencias, que fueron muy diversas, trataron desde iniciativas desarrolladas en el marco de la Red de Parques Nacionales hasta de restauraciones ambientales en espacios protegidos, de uso público y turismo, de instrumentos de planificación y también sobre iniciativas de apoyo y promoción de productos locales, así como de la aplicación de la Carta Europea de Turismo Sostenible. El Congreso fue clausurado por el director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, el alcalde-presidente del Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso y el presidente de Europarc-España. En la clausura se puso de manifiesto la importancia que los espacios protegidos tienen para las comunidades donde se enclavan, fundamentalmente por los beneficios socioeconómicos que reportan (más información en http://europarc.es.org).

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AGENDA

LIBROS

LA NATURALEZA EN TOLEDO. CIENCIAS NATURALES EN LA CIUDAD. Enrique García Gómez Edita: DB Comunicación. 240 páginas. 2014

Toledo es una de las ciudades con origen más antiguo de la península Ibérica. Su historia en un principio estuvo muy marcada por factores ecológicos y geográficos. La localización no es casual: promontorio defensivo, cercanía de agua dulce, lugar de paso entre el sur y el norte peninsulares, terrenos fértiles en las inmediaciones, caza y pesca en abundancia, diversidad de materiales para la construcción, clima no demasiado severo… El clima y el sustrato geológico han definido los recursos existentes, y a partir de ahí la historia de la ciudad ha estado marcada por la historia de sus gentes y de las culturas dominantes en cada momento. El aprovechamiento del medio, las formas de vida, el urbanismo… han ido modificando y adaptando a las necesidades del ser humano la realidad de la ciudad y su entorno más inmediato. La naturaleza de Toledo casi siempre queda oculta por los aspectos más visibles de la ciudad, como los edificios, la trama urbana o el jaleo de las gentes con sus actividades y quehaceres diarios. Aparte de la humana, parece que no hay vida en su seno. Sin embargo, la ciudad está llena de vitalidad, de sucesos y procesos naturales que dan dinamismo a su interior o que bullen por su entorno inmediato, en la transición de lo urbano y lo natural. En el libro se dan respuestas a numerosas preguntas: cómo funcionan

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las cosas, cómo han evolucionado, por qué hay lo que hay, cómo viven, de qué manera ha influido el ser humano en su presencia y forma de vida, cuándo han aparecido, qué uso o aprovechamiento han tenido para los toledanos y un largo etcétera de curiosidades. Este libro trata de naturaleza, pero sobre todo de la vida y de Toledo, en cuya ciudad y alrededores se centra el estudio. Habla del presente y habla del pasado, y en algunos casos vaticina el futuro. La naturaleza urbana actual es una consecuencia de la potencialidad del medio y de la acción humana. Por eso se habla de disciplinas aparentemente tan distantes y distintas como historia, religión, biología, geología, aprovechamiento de recursos o belleza. Puede resultar chocante, pero es una investigación de la naturaleza de la ciudad. Además, en una ciudad que siembre ha vivido abrazada a su riqueza histórico-artística y en donde el aspecto natural da la impresión de no existir. De hecho, en Toledo, aparentemente, existen muchas anomalías: las águilas tienen dos cabezas, el cambrón es una puerta, los granates son jacintos o la Vega y el Valle no se encuentran a ras de río, como en cualquier otro lugar. El autor, para dar una respuesta satisfactoria a estas curiosidades, ha huido de sesudos inventarios de fauna, de flora o de recursos geológicos, de interminables listas y enumeraciones o de cartografías incomprensibles. Ha

tratado aquellos elementos visibles y reconocibles por cualquiera, por muy lego en la materia que sea, y ha conseguido tratarlos de manera divulgativa, entretenida y, en algunos casos, casi divertida. En la obra se da un repaso geológico, histórico y climático que ayuda a comprender lo que hoy se ve. Los animales, las plantas y las piedras; la vida en el río Tajo y en los muros de la ciudad; y los nuevos y desaforados inquilinos completan la pasarela de asuntos tratados. La maestría de esta obra, además de aportarnos muchos datos interesantes y curiosos acompañados de una magnífica muestra fotográfica, es el haber conseguido demostrar de manera práctica que el rigor no está regañado con la divulgación ni la facilidad de la palabra. En definitiva, divulgación científica para todos los públicos.

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II reunión del Grupo de Trabajo de Sanidad Forestal de la SECF Plasencia (Cáceres), 21 y 22 septiembre de 2011. Cuaderno de la Sociedad Española de Ciencias Forestales n.º 36. 2012. 190 páginas

En la Reunión se inscribieron 87 personas, la mayoría pertenecientes a diversas instituciones académicas y científicas. Entre los presentes se incluyeron cuatro grupos de investigación portugueses y 27 grupos españoles representados por 13 universidades y 14 centros de I+D, nueve administraciones públicas de distintas comunidades y ocho empresas del sector. Durante la reunión se desarrollaron seis sesiones, además de las temáticas: (I) nuevas amenazas de nuestros bosques, (II) resultados sobre muestreos de patógenos y plagas forestales, (III) recientes enfoques y tecnologías de la sanidad forestal, (IV) alternativas a la utilización de productos fitosanitarios, (V) decaimientos forestales y (VI) otros asuntos de interés fitosanitario. De la participación de los ponentes extranjeros destacamos que son varias las técnicas de diagnóstico y los organismos que todavía no se conocen en España y que requieren ayuda de expertos extranjeros, máxime si el organismo es de reciente introducción. Evitar la introducción de especies exóticas a

través del comercio global no controlado se apuntó como un reto principal. A modo de conclusiones tenemos: 1) la necesidad de establecer vínculos entre científicos de distintas disciplinas, idealmente a nivel internacional, para dar solución a los problemas cada vez más complejos de la actual sanidad forestal, 2) la obligación de los científicos del grupo en ofrecer su apoyo, colaboración y acercamiento hacia las administraciones más cercanas, informando de sus logros, 3) la importancia de intensificar la investigación ante los organismos dañinos de reciente introducción en España, especialmente los que generan mayor impacto en nuestras masas, 4) no cesar en el estudio de los organismos endémicos más perjudiciales para nuestras masas y explotaciones forestales, 5) en la línea con la declaración de Montesclaros (disponible en www.iufro.org), admitir que el actual sistema fitosanitario de control de organismos de cuarentena es deficiente y muy mejorable, sobre todo en lo relativo al movimiento de material vegetal y suelo a partir de plántulas de

vivero, de ahí 6) la urgente necesidad de estar al día en cuanto a las herramientas más eficaces de detección y diagnóstico, especialmente ante los patógenos crípticos y 7) dar prioridad a las líneas de investigación que ofrezcan una alternativa a los productos fitosanitarios no autorizados, entre otras el control biológico, la obtención de planta tolerante mediante mejora o el estudio y promoción de los mecanismos de defensa inducida en árboles.

VII reunión del Grupo de Trabajo de ordenación de montes Situación actual de la planificación forestal. Retos futuros Pamplona, 26, 27 y 28 de Octubre de 2011. Cuaderno de la Sociedad Española de Ciencias Forestales n.º 37. 2013. 96 páginas

La reunión tenía dos principales objetivos. El primero de ellos consistía en exponer la situación actual de la planificación forestal en España, abordando principalmente las estrategias que desde diferentes organizaciones se desarrollan con el objetivo de minimizar los cuellos de botella que hacen que la superficie forestal ordenada en España sea mucho menor que la de otros países europeos. Si se entiende la planificación forestal como pilar estratégico del sector, la participación activa de todos los actores en el encuentro era el segundo gran objetivo, desafío que se cumplió con creces al estar presentes administraciones públicas, asociaciones de

propietarios, gestores forestales, empresas y otras organizaciones. La situación actual de la planificación forestal demanda un cambio que implica, tal y como se percibe en muchos de los trabajos incluidos en este cuaderno, la búsqueda y desarrollo de estrategias que permitan una planificación ágil, sencilla, flexible y adaptada a las diferente demandas, siempre cumpliendo con el principio básico de asegurar una gestión forestal sostenible. La propiedad privada forestal, muy fragmentada en algunas regiones, necesita a su vez de documentos de planificación acordes a sus características. Los debates originados en los grupos de trabajo constituidos durante las

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jornadas permitieron el intercambio de opiniones y la elaboración de unas conclusiones que a buen seguro producirán avances en la planificación forestal en España.

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Programa de investigación del CIFOR-INIA en ecología, selvicultura y producción de piña en masas naturales y plantaciones injertadas Este programa se inició a finales del siglo pasado. Tenía como objetivos principales incrementar el conocimiento adquirido sobre el pino piñonero para mejorar las técnicas de gestión y conservación de los pinares de esta especie. En dicho periodo se han publicado numerosos artículos científicos y técnicos en diversas revistas, se han realizado seis tesis doctorales y se han publicado varios libros y capítulos de libros.

Aprovechando la oportunidad que nos brinda la revista FORESTA, se hace una breve reseña de los últimos libros publicados sobre la especie en los que hayan participado investigadores forestales del CIFOR-INIA. Otras instituciones como la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro Nacional de mejora genética forestal del MAGRAMA y las Juntas de Castilla y León y Andalucía han dedicado importantes esfuerzos para impulsar el mencionado programa,

unas veces por sí mismas y otras en colaboración con el CIFOR-INIA. Con el objetivo de divulgar estos trabajos entre los técnicos y gestores forestales se presentan a continuación sendas recensiones de los últimos libros publicados, si bien algunas de estas publicaciones ya fueron reseñadas en su día en páginas de Foresta.

Autoecología paramétrica de Pinus pinea L. en la España peninsular Otilio Sánchez-Palomares, Eduardo López-Senespleda, Rafael Calama, Ricardo Ruiz-Peinado, Gregorio Montero Edita: INIA. Monografías INIA: Serie Forestal n.º 26

El pino piñonero, Pinus pinea L., es una especie característica de la cuenca Mediterránea, que ocupa cerca de 700.000 ha desde la Península Ibérica hasta Siria y Líbano. España cuenta con la mayor representación superficial del pino piñonero (475.000 ha), lo que justifica abordar la tarea de conocer de una manera profunda y descriptiva sus requerimientos ecológicos. El marco de la metodología empleada en los estudios autoecológicos de las especies forestales españolas se basa en el concepto de envolvente ecológica, y a partir de este concepto se ha caracterizado el hábitat fisiográfico, climático, edáfico y edafoclimático de P. pinea. El ámbito climático que ocupa la especie actualmente se encuadra dentro del ámbito mediterráneo, principalmente sobre regosoles, arenosoles o luvisoles. Cuando es comparada con el resto de especies ya estudiadas, aplicando los conceptos de valencia textural y definiendo la valencia ecológica global a partir de una ordenación de las especies según todos los parámetros que definen el hábitat, el

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pino piñonero posee la tercera valencia más baja, atribuyéndole así una cierta estenoicidad textural. Se ha definido el área de distribución potencial de la especie mediante la proyección del hábitat actual en todo el territorio español, definiendo cuatro clases jerárquicas. De esta forma, puede considerarse que en España existen más de siete millones de hectáreas potencialmente óptimas para P. pinea. Se ha realizado un análisis de la relación entre parámetros ecológicos y el índice de sitio de las masas de piñonero, obteniéndose correlaciones significativas de distintos parámetros con el índice de sitio según el grupo considerado. Este trabajo forma parte de una línea de investigación iniciada hace bastantes años que ha sido aplicada sucesivamente a la mayoría de las especies forestales españolas. Hasta la fecha se han publicado trabajos sobre la autoecología de Pinus pinaster, Pinus halepensis, Pinus sylvestris, Pinus radiata, Pinus nigra, Pinus canariensis, Fagus sylvatica, Castanea sativa, Quercus suber, Quercus pyrenaica, Quercus ilex,

Juniperus thurifera y Prunus avium, estando en fase de elaboración actualmente los estudios correspondientes a Pinus uncinata, Quercus faginea, Quercus robur, Quercus petraea y Abies alba, con los cuales se prevé poner fin a esta serie y preparar una revisión comparada de las 19 especies estudiadas. Disponible en: http://libros.inia.es/ libros/ En el enlace proporcionado se puede consultar el índice de contenidos y el resumen y realizar la compra del libro.

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La regeneración natural de los pinares en los arenales de la meseta castellana Francisco Javier Gordo, Rafael Calama, Marta Pardos, Felipe Bravo, Gregorio Montero Edita: Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible. Universidad de Valladolid-INIA

Una de las piezas de difícil encaje en el complejo rompecabezas de la gestión forestal de los pinares de Pinus pinaster Ait. y Pinus pinea L. en los arenales de la meseta castellana es asegurar la persistencia de la masa mediante la regeneración natural, proceso clave en todo sistema de gestión forestal sostenible. Esta publicación es el resultado de las Jornadas de Transferencia Científica y Tecnológica que sobre esta problemática se celebraron en mayo de 2010 en Valladolid y cuyo objetivo fue el intercambio de ideas entre gestores e investigadores involucrados en la regeneración

forestal. Debatir el estado de conocimiento, desmontar posibles errores conceptuales o prácticos y enseñar lo que realmente se sabe nos permite reflexionar para proponer nuevas actuaciones de I+D+i que integren la regeneración natural con base científica en la ordenación de estos montes. Es necesario que los resultados resulten accesibles a otros técnicos e investigadores para que puedan revisar sus metodologías, analizar y discutir los resultados y, con ello, generar un conocimiento científicotécnico adecuado. Disponible: http://www.pfcyl.es/

sites/default/files/biblioteca/regeneracion_pinares.pdf

El pino piñonero (Pinus pinea L.) en Andalucía: Ecología, distribución y selvicultura Gregorio Montero, José Antonio Candela, Adolfo Rodríguez Edita: Consejería de Medio Ambiente. Dirección General de Gestión del Medio Natural. Junta de Andalucía. Colección: Manuales de restauración forestal

Estudio sobre la gestión forestal de las masas de pino piñonero en Andalucía, basado en una serie de conocimientos sobre: taxonomía, variabilidad genética, aplicaciones a la selvicultura y características ecológicas de las zonas donde habita Disponible: http://www.juntadeandalucia.es/servicios/publicaciones/detalle/45543.html

Mediterranean Stone Pine: Botany and Horticulture Sven Mutke, Rafael Calama, Santiago C. González-Martínez, Gregorio Montero, F. Javier Gordo, David Bono, Luis Gil Edita: John Wiley & Sons, Inc., Hoboken, New Jersey

Disponible: http://eu.wiley.com/WileyCDA/WileyTitle/productCd-1118096789.html

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Manual de claras para repoblaciones de Pinus pinea L. Gregorio Montero, José Antonio Candela Edita: Junta de Andalucía. EGMASA

La determinación de la densidad más conveniente para la producción de fruto y madera es tema de permanente discusión en la práctica silvícola y en la bibliografía especializada. La peculiaridad de los aprovechamientos de los montes de Pinus pinea permite considerar una amplia gama de densidades como óptimas o aceptables para la producción de fruto o madera, en función de la mayor o menor importancia dada a una u otra producción. Esta dualidad de producciones, que requieren, en principio, distintas densidades, ha llevado a la selvicultura de Pinus pinea a un estado de fluctuación permanente de la densidad de la masa, dependien-

do de la demanda del mercado y de la concepción del selvicultor. Este ha tenido que actuar movido casi siempre por su experiencia o intuición, ya que en España no existen estudios suficientes sobre la selvicultura de esta especie que permitan cuantificar de forma objetiva cuáles son las densidades óptimas para la producción de fruto o madera. Por otra parte, la función protectora que muchas veces cumplen las masas de Pinus pinea debe ser tenida en cuenta cuando se trate de aplicar un programa de selvicultura intensiva. Disponible: http://www.juntadeandalucia.es/servicios/publicaciones/detalle/46129.html

Regiones de procedencia Pinus pinea L. M. Aranzazu Prada, Javier Gordo, Jesús de Miguel, Sven Mutke, Gabriel Catalán, Salustiano Iglesias, Luis Gil Edita: OAPN

La presente obra, siguiendo la metodología general de las ya publicadas en la misma serie, pretende dar una aproximación al estudio de la diversidad racial de Pinus pinea en España, asumiendo que la diversidad ambiental está relacionada con una diferenciación genética de la especie. Esta diversificación se expresa a través de las regiones de procedencia, definidas como el territorio o conjunto de territorios sometidos a condiciones ecológicas prácticamente uniformes y en los que hay poblaciones que presentan caraceterísticas fenotípi-

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cas o genéticas análogas (OM 21-1-89, BOE n.o 33 de 8-2-89). El clima, el suelo y el aislamiento geográfico han sido los factores a los que se ha acudido para justificar las divisiones realizadas. La definición de las regiones de procedencia de Pinus pinea tiene como objetivo facilitar la reflexión del repoblador forestal al elegir la fuente de semilla y conseguir aprovechar al máximo los recursos genéticos existentes. Disponible: http://www.magrama. gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/Pinus_pinea_tcm7-22954.pdf

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Mediterranean Stone Pine for Agroforestry Sven Mutke, Miriam Piqué, Rafael Calama Edita: John Wiley & Sons, Inc., Hoboken, New Jersey

El piñón, la semilla comestible del pino piñonero, Pinus pinea, es uno de los frutos secos que alcanzan precios más elevados en el mundo. Aunque este árbol es bien conocido y plantado desde la antigüedad, las piñas han sido recolectadas fundamentalmente en los bosques de los países de la cuenca mediterránea, y solo recientemente su cultivo ha dado los primeros pasos hacia la domesticación de la especie como alternativa para las tierras cultivadas de las áreas templadas mediterráneas, con plantaciones más productivas que los bosques naturales, contribuyendo así al desarrollo local y al empleo en las comunidades rurales. La especie medra bien en suelos pobres, necesita pocos cuidados para su cultivo, se ve afectada por escasas enfermedades y plagas y resiste condiciones climatológicas adversas como sequías y fríos intensos, incluso heladas tardías. Es especie de luz, de ahí su potencial como especie de cultivo

en los medios agroforestales de todas las tierras de clima mediterráneo templado a nivel mundial. Esta publicación contiene catorce de las contribuciones presentadas en el encuentro AGROPINE 2011, desarrollado entre el 17 y el 19 de noviembre de 2011 en Valladolid (España). Estas jornadas agruparon a los principales grupos de investigación y a los potenciales cultivadores para unificar los conocimientos actuales acerca del piñón mediterráneo y analizar tanto su potencial como la problemática a la que se enfrenta su cultivo. La presentación y los debates se estructuraron en dos sesiones científicas: una de ellas, sobre la selvicultura del pino piñonero destinado a producción de piña; y otra, a la mejora genética, selección y reproducción de la especie. Se cerraron las jornadas con una mesa redonda sobre los retos futuros y las oportunidades de la industria del piñón y su mercado. Participaron treinta y nueve cien-

tíficos especialistas e industriales del ramo procedentes de Líbano, España, Portugal, Túnez y Turquía, los cuales declararon su deseo de que esta fuera la primera de una serie de reuniones y actividades de la recientemente recuperada sub-red de trabajo sobre el pino piñonero FAO-CIHEAM. Disponible: http://om.ciheam.org/ om/pdf/a105/a105.pdf

Selvicultura de Pinus pinea L. Gregorio Montero, Rafael Calama, Ricardo Ruiz-Peinado Edita: INIA. Fundación Conde del Valle de Salazar

El pino piñonero (Pinus pinea L.) es una especie típicamente mediterránea. En España, el área ocupada por el pino piñonero supera las 400.000 ha, lo que equivale a más del 50 % de la superficie total ocupada por la especie en el mundo. Las masas de pino piñonero tienen un alto valor ecológico, paisajístico, recreativo y de conservación de la diversidad florística y faunística. La capacidad de la especie para ocupar terrenos con elevados porcentajes de arenas, tanto en arenales interiores como costeros, confiere a las masas de pino

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

piñonero un alto valor como elementos protectores del suelo frente a la erosión eólica. Las masas de pino piñonero han sido empleadas desde antiguo por el hombre con fines productivos. Entre los productos obtenidos cabe citar la resina y las cortezas para tenerías, actividades hoy en desuso para esta especie, las leñas, la madera y el piñón, sin olvidar el interés pastoral de los pinares. Disponible: https://www.researchgate.net/publication/267642086_ SELVICULTURA_DE_PINUS_PINEA

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IV Encuentro de Historia Forestal Gestión forestal y sostenibilidad: Experiencias históricas Vitoria-Gasteiz, 18 y 19 de octubre de 2012. Cuaderno de la Sociedad Española de Ciencias Forestales n.º 38. 2013. 190 páginas

En la reunión se presentaron un total de 24 documentos para discusión. Entre las conclusiones de las ponencias invitadas y comunicaciones destacamos que aunque las administraciones no han conseguido una unidad de archivo que recoja los principales repertorios de historia forestal, existen numerosas secciones (Planes de aprovechamientos forestales, Ordenaciones, Servicio hidrológico-forestal, incendios, etc.) en las que se puede ir avanzando en el conocimiento de la historia de los bosques desde muy diferentes perspectivas. En el caso del monte mediterráneo, el fuego ha tenido una presencia histórica constante como forma de manejo de los recursos, por lo que su estudio se ha basado en realizar un rastreo sistemático de diferentes fuentes históricas que permitan documentar de la manera más completa posible esa presencia histórica del fuego, incluyendo también pruebas de la existencia de grandes incendios, y por otro, analizar el problema de los incendios en relación con los cambios en el modelo forestal predominante en España. Las veintidós comunicaciones presentadas se pueden agrupar en tres secciones básicas: aprovechamientos forestales antes del establecimiento de la administración forestal; actuaciones de la administración forestal a partir de mediados del siglo XIX, y análisis de montes como valores naturales históricamente singulares. Para el estudio de la primera se ha de destacar la variedad de fuentes a través de las cuales se puede abordar el análisis de los aprovechamientos forestales, más allá de la documentación que empezó a generar la administración forestal a partir del siglo XIX, como p.e. la antracología o, por otro, la reconstrucción histórica de los tipos de bosques a través de fuentes como la toponimia, la cartografía y los usos del suelo. También se destaca el papel absolutamente primordial que desempeñaba el bosque en el funcionamiento de lo que se podría denominar como sociedades de base orgánica (esto es, sociedades que no habían incorporado a su sistema económico el uso sistemático de fuentes de energía y de materiales de carácter fósil o inorgánico) y que obligaron a ir cambiando en las formas de gestión a fin de acomodar la explotación a las necesidades cambiantes generadas por el crecimiento demográfico, los cambios en los cultivos, los usos industriales basados en el bosque, etc.; dentro de este aspecto de aprovechamiento se puede incluir el análisis de las diversas y variadas intervenciones de la Administración en los montes explotados para la obtención de resina. Los proyectos de restauración hidrológico-forestal permiten comprobar que la degradación ambiental es algo que puede tener marcha atrás si se aplican las medidas adecuadas, lo que es sin duda algo alentador para el sector y para la sociedad. El estudio de los montes como valores naturales singulares se puede realizar a partir de sus componentes o de la

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forma en que las actuaciones de diverso tipo han modelado las formaciones actuales, como, por ejemplo, la continuidad de los usos y la pervivencia de las masas, el sistema de trasmochos y dehesas, etc.; dentro de esta sección se destaca la importancia del manejo para la conservación de determinados recursos. Desde la FAO se presentó la evolución histórica del concepto con la gestión sostenible del presente, haciendo alguna propuesta basada en la multifuncionalidad de los bosques; es de destacar la visión global que ofrecen estos autores, que permite superar el carácter extremadamente nacional en el que habitualmente se mueve la historia forestal en nuestro país. Esta recopilación de trabajos es muestra del interés que la historia forestal despierta entre investigadores de procedencias científicas muy variadas. De otro, los casos analizados dejan clara la utilidad que el análisis histórico puede tener para entender mejor cuestiones ambientales de interés en la actualidad. La variedad de temas concretos, de periodos cronológicos, de fuentes y de metodologías se pueden considerar como activos del grupo de trabajo de Historia Forestal.

2014. N.o 62


yOrdenación y del Territorio yProtección y ambiental yGestión y de espacios naturales y especies protegidas ySeguridad y y salud yJardinería y y paisajismo yCaza y y pesca yAprovechamientos y forestales yEnergías y renovables yHidrología y

yCalidad y ambiental yEducación y ambiental yPrevención y y extinción de incendios yRestauración y de cubierta vegetal yIndustrias y forestales y papeleras ySanidad y vegetal yPeritaciones y y valoraciones yTrabajos y topográficos yConstrucciones y

Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avenida Menéndez Pelayo, 75, bajo izquierda. 28007 Madrid Tfno.: 91 501 35 79 . Fax: 91 501 33 89 forestales@forestales.net

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