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Editorial Mayo/Junio 2022
A nuestros lectores
Sí, efectivamente, la productividad - aspecto en el que el sector financiero ha hecho énfasis desde siempre - es lo que podría ayudar a disminuir los efectos de la inflación, que en la primera quincena de junio alcanzó el 7.88% anual, pero que, a manera de crítica, el presidente López Obrador, aludió, “se debe a las medidas tomadas por el Banco de México, al alza de las tasas de interés”. La productividad, deberá venir forzosamente de un esfuerzo conjunto del sector agropecuario. El estado mexicano está rebasado en muchos aspectos para poder ser un apoyo contundente.
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Primero, a pesar de su esfuerzo por contener los efectos de la inflación con el PACIC (Paquete contra la Inflación y la Carestía), los resulados han sido limitados. El esfuerzo del gobierno federal al inyectar 330 mil millones de pesos para estabilizar los precios de referencia del gas LT y la electricidad, han permitido que éstos no se disparen como en otras economías. Sin embargo, la mayoría de los productos de la canasta básica, 24 de ellos parte del programa mencionado, son de importación y tienen una alta inflación en el mundo. Una inflación que no se puede contener a pesar de que los productos se importen sin aranceles o se tenga buena voluntad: la guerra de Rusia con Ucrania continúa, los efectos por la pandemia que paralizó la economía mundial y la mexicana en marzo del 2020 también, las cadenas de sumistro a nivel mundial no se han restablecido y la sequía en México, que afectó la producción en el campo y en particular la producción de becerros de exportación, no se pueden resolver con decretos. De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), éste creció 0.49% respecto a la quincena anterior, de tal forma que si se pagaba por un kilo de pechuga de pollo entre 100 y 105 pesos el kilo ahora se paga entre 130 y 135, el huevo estaba en 36 pesos, ahora no baja de 40 pesos el kilo, la carne de res de 170 a 190 y así con la leche, el arroz, las papas, etc. Ante ello, la segunda opción, (para afrontar la subida de precios) de la autoridad federal, que ciertamente ha reconocido que somos deficitarios en producción de alimentos, es el autoconsumo. Pero, como en muchos otros aspectos de la vida nacional, se trata de una idea lanzada sin plan ni estructura: ahí avienten los granos de maíz y que crezcan entre las palmeras, (dicho así por nuestro presidente).
Además, es una idea que tal vez funcione para quienes tienen al menos una pequeña parcela, justamente para autoconsumo, pero no hay proyecto a nivel de producción industrial. La producción que genera empleos, que abastece el consumo interno y podría dar para exportar. Segundo, la incursión del crimen organizado en la cadena productiva de insumos básicos como la carne de res, el pollo, el aguacate, el limón, las tortillerías por mencionar algunas, está fuera de control, incidiendo igualmente en el aumento de precios por medio de violencia y extorsiones que se recrudecen en todo el territorio nacional, mientras que ya se ha anunciado, que la estrategia de seguridad en la República Mexicana seguirá siendo la misma: “abrazos y no balazos”
Y en medio de este panorama hostil, vemos que cinco empresas mexicanas enviarán antes de finalizar el año, alrededor de 350 toneladas de carne, esto es alrededor de 15 contenderores hacia el mercado de Taiwán. Sin embargo, se ha anunciado que son 6 empresas taiwanesas, las encargadas de dicha exportación, de las cuales al menos una tiene capacidad para adquirir 900 contenedores en un año. El próximo año se antoja próspero en este rubro. La noticia significa una gran oportunidad económica para el sector ganadero pues tiene el reto de abastecer al menos 1 millón de cabezas mensuales, según Rogelio Pérez Sánchez, Director de exportaciones de la AMEG (Asociación Mexicana de Engordadores).
El Ing. Homero García presidente de la CNOG (Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas) ya ha hablado de un acercamiento con dicha asociación, para que pueda concretarse un proyecto de proveduría para abastecer a este naciente mercado internacional y, los que se espera puedan abrirse próximamente, para beneficio de la ganadería nacional. Los expertos en economía han establecido que la primera etapa de la inflación fue energética, la segunda de alimentos y se aproxima una tercera, que es de servicios. De tal forma que sí, vienen vientos más fuertes, más vale estar prevenidos.