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César Cantú: Mi visión sobre el problema de la movilización de ganado en México
ING. CÉSAR CANTÚ MARTÍNEZ MAI, SRA, MRICS, R/WA cesarcantu@webtelmex.net.mx agropek@prodigy.net.mx www.promotoraagropek.com
Durante muchos años se han hecho pruebas de brucelosis (Br) y tuberculosis (Tb) en el ganado bovino, en todo tipo de ganado, ya sea comercial o de registro, productor de leche o de carne y doble propósito, para poderlo movilizar o transportar cuando se hacen ventas o cuando se lleva a ferias y exposiciones.
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El costo de hacer las pruebas y mantener el certificado “hato libre” es elevado y supone que no hay necesidad de rehacer las pruebas cuando se tiene el “hato libre” para mover los animales, pero las autoridades no reconocen este certificado y exigen pruebas cada vez que hay movilización. Debido a que hay zonas sanitarias “A” y zonas “B”, las “A” son libres de estas enfermedades y las “B” si las tienen, aunque dentro de estas zonas hay “hatos libres certificados” que son ganaderos que han estado manteniendo sus animales libres de Br y Tb, pero están en una zona o estado calificado como “B” o sea con la o las enfermedades.
El problema que se presenta cuando se van a movilizar y exportar becerros para las engordas en Estados Unidos, los animales tienen que llevar una prueba reciente negativa, de otra manera no se pueden exportar, hay ganaderos comerciales que no hacen pruebas o no les interesa y venden en mercado nacional para las engordas o el acopiador hace las pruebas a los animales para exportarlos.
Cuando vemos estos casos en los criaderos de ganado de registro, donde si es prioritaria la sanidad animal y los ganaderos hacen hasta lo imposible por tener y mantener su “hato libre” y con buenos controles sanitarios para poder tener una ganadería productiva y rentable, cosa que no sucede en todos los hatos de ganado comercial para exportación o engorda nacional de animales.
Si ponemos estos datos en perspectiva podemos ver que no es lo mismo tener vacas comerciales ($20,000.00 pesos o menos el valor de la vaca), que tener vacas de registro con selección genética y mejor eficiencia y productividad ($40,000.00 pesos o mucho más como valor de la vaca). El problema es que las autoridades sanitarias solicitan los mismos requerimientos para estos dos diferentes tipos de calidades de animales y criaderos, por lo que cuando se venden los becerros comerciales estos usualmente son de volumen (rango de $11,000.00 a $12,000.00 pesos becerro) en cambio los de registro, son ventas individuales en la mayoría de los casos donde los toretes o vaquillas se venden a un valor de 3 veces o más el valor del becerro, para la venta de los animales de registro hay que participar en exposiciones ganaderas, tianguis o subastas ya sea virtuales o presenciales, pero en todos los casos los requerimientos sanitarios son iguales aunque se tenga el certificado de “hato libre” o el de “hato libre certificado” si el criadero está en zona “B”.
SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), es la que controla la información sanitaria y el movimiento de todos los productos provenientes del campo, así como de importación de otros países, esta organización está en relación estrecha con USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) y con APHIS (Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales) por sus siglas en inglés, qué bueno que se tiene esta relación de trabajo porque regulan o le dictan a SENASICA qué hacer para que los becerros mexicanos se puedan exportar a USA. Pero de pasada intervienen con toda la movilización de los animales de los criaderos de registro, así como ferias, tianguis, subastas y exposiciones de ganado, que es muy diferente y no deberían estos organismos estadounidenses intervenir en la movilización del ganado de registro en México que no es para exportación, pero por facilidad SENASICA accede a lo que le pidan en daño de los criaderos de registro.
Inventario nacional, SADER y otros organismos mencionan que hay 30 millones de animales (me imagino que son cabezas de cualquier edad), en la pasada reunión de AMEG este mes de septiembre en la ciudad de Aguascalientes, se mencionó que hay 33,356,000 millones o sea un incremento superior al 10% en el inventario, en lo personal creo estamos mucho más bajos en el inventario, hemos tenido sequías, ventas de ranchos, ranchos vacíos rentándose y vemos muchos ranchos vacíos o con menor inventario, ya no se ve ganado a la orilla de los ranchos que dan frente a caminos o carreteras como era antes.
En las asociaciones de registro tenemos que se registra en promedio el 25% de animales con respecto al inventario de hembras mayores de 24 meses, donde se supone que estos ganaderos son más eficientes en el aspecto reproductivo que el promedio de los ganaderos comerciales. Con los datos mencionados quiero hacer una presentación de causa sobre valores de ganado de registro y ganado comercial.
Haciendo una comparación posiblemente burda, pero para fácil explicación y entendimiento, el precio del kilo de canal es de $100.00 pesos, pero hay productos dentro de esa canal que son para hacer cocido, otros para hacer carne molida para hamburguesas, y unos pocos más para hacer en el asador por su suavidad y calidad, de la misma manera yo veo la ganadería hay animales para exportar o engordar en México que tiene un precio y unas condiciones diferentes que los animales de registro o la carne para hacer en el asador y no en cocido o carne molida. Lo mismo es cuando comemos unos tacos de barbacoa o de suadero en una taquería de la esquina o cuando comemos un buen pedazo de carne en un buen restaurant con prestigio de calidad, posiblemente uno no lo encontremos tan limpio como el otro pero en los dos satisfacemos nuestro apetito a un costo diferente, así creo yo que SENASICA, SADER, CNOG (como representantes del sector) y demás organizaciones deberían de ver las calidades de ganado y su situación sanitaria y movilización en lugar de poner trabas donde lo único que logran es que los productores de registro se desesperen y opten por no seguir produciendo y mejorando sus hatos ganaderos, apoyando la genética de la ganadería del país, ya he visto algunos que cambiaron de productores de ganado de registro a productores comerciales de becerros para las engordas.
SENASICA, SADER y CNOG (como representantes del sector) deberían de apoyar a los ganaderos nacionales en los protocolos para exportación de ganado comercial y de registro a otros países, tenemos excelente genética que algunos productores de Centro y Sur América requieren, también en la exportación de animales para engorda a países diferentes de USA, donde Colombia, Uruguay, Paraguay están exportando a países asiáticos y europeos y nosotros no lo podemos hacer porque se ponen travas para que no les falte ganado a las engordas nacionales y no se eleve el precio del becerro.
Como es posible que criadores de ganado de registro mexicanos tengan que llevar sus animales a los Estados Unidos, tener ahí un criadero para poder exportar sus animales y venderlos a los países de Centro y Sur América, porque tristemente no tenemos los protocolos sanitarios para hacerlo, porque a SENASICA, SADER y CNOG (como representantes del sector) no les interesa o no le dedican el tiempo en beneficio de la ganadería de registro de nuestro país.
Sería muy importante que las autoridades del sector pecuario y sanitarias de México trabajen en los protocolos de exportación de animales de buena calidad genética que requieren en los países de Centro y Sur América que están buscando este material genético, que bueno que los productores comerciales pueden exportar becerros para las engordas, pero los exportadores de material genético o ganado de registro requieren de ese apoyo, que no han tenido, ya que es un importante inventario de ganado de alto valor económico, muy superior al del ganado comercial.
El presidente de la República señaló en días pasados, que dos de las prioridades de su Gobierno en temas de lograr la autosuficiencia, lo es el tema energético y, por otra parte, el tema alimentario, entendiendo que esta autosuficiencia se enfoca en productos básicos, como es el caso de maíz, frijol, trigo, soya, arroz, algunos productos cárnicos, así como otros productos pecuarios, como la carne, leche y el huevo. Pero el camino que tiene trazado para lograrlo creo yo que no es el correcto y menos con el APECIC y con el recorte de apoyos al sector agropecuario y las restricciones en el uso de algunas semillas modificadas y agroquímicos.
Tema de mucha importancia nacional es el anunciado el pasado 4 de octubre donde se informó sobre un “Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía” (APECIC). No contenta la autoridad encabezada por el presidente Andres Manuel López Obrador, después de bajar los apoyos al sector agropecuario desde que inició su gobierno, ahora de los recursos de SADER 2023 que son 77 millones de pesos, solamente el 0.1% se dedicará al sector ganadero que equivalen únicamente a 52 millones de pesos, con el incremento de los costos, semillas medicamentos, agroquímicos, fertilizantes y combustibles entre otros productos, se traduce en nada de apoyo a la ganadería. Lo único que se va a lograr es de que muchos productores del sector se retiren y solo aumente la producción en los inventarios de la SADER y del INEGI, pero no en los ranchos.
Con este acuerdo pretende que bajen los precios de los productos un 8% cuando es más fácil dar un apoyo a los productores agropecuarios como lo hacen en todos o casi todos los países del mundo, y más de los que se pretende importar alimentos a México, estoy casi seguro que hablando con las empresas con las que se están firmando estos acuerdos, la mayoría transnacionales con muy buenos resultados económicos para que apoyen a los consumidores se puede lograr algo y no traer productos sin revisar el aspecto sanitario que tanto le ha costado a los productores conservar, (además y sin el pago de impuestos) ya que hasta para mover animales a las ferias y exposiciones entre zona “A” a zona “B” se tienen muchos problemas y vamos a traer carne y otros productos del campo de países con aftosa y/o algunas otras enfermedades que no tenemos en México y nuestros principales socios comerciales Estados Unidos y Canadá, que reciben fuertes subsidios, apoyos e incentivos económicos, van a dejar de importar productos del campo.
Aunque tengamos un tratado comercial, en el caso de productos agrícolas los productores de papa han realizado esfuerzos para que no se importe la papa no por competencia comercial sino por enfermedades de este tubérculo en los Estados Unidos que no tenemos en México.
Por otro lado, SENASICA agiliza las acciones de vigilancia epidemiológica en todo el país e invita a los productores a mantener las medidas de bioseguridad en sus unidades de producción para garantizar la seguridad alimentaria y el presidente abre las puertas a las importaciones sin revisar las condiciones sanitarias, a los productores primarios les ha costado mucho esfuerzo y dinero mantener la sanidad y de un plumazo la quieren terminar. La sanidad vegetal y animal es un tema apremiante, no la perdamos.
Considero que el presidente López Obrador y su cuerpo de asesores deben de considerar el daño que se le puede causar al sector agropecuario que está completamente desamparado, sin apoyos y los productores primarios subsidiando a los consumidores y pareciera que este gobierno lo quiere exterminar. Cuando los intermediarios son los que se llevan una gran utilidad en poco tiempo y con poca inversión y no el productor primario.
Vivimos en un país megadiverso donde existen grandes oportunidades para incrementar la producción de alimentos haciéndolo de manera sustentable y responsable; el reto es como incrementamos la producción por unidad de superficie; por unidad animal, o por metro cúbico de agua utilizado; en pocas palabras como hacer más con menos. Hace años existió la dirección de extensión agrícola y pecuaria que guiaba y apoyaba a los productores, pero ahora están solos sin apoyo del gobierno solamente esperando que la academia llegue a ayudarlos mejorando su productividad y su eficiencia.