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Arrogancia, ¿enfermedad del ego?

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Construir legado

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Perfil del arrogante: Casi siempre mira por encima del hombro, se cree más que los demás, no saluda, dice que se las sabe todas, humilla con sus palabras, cuando se equivoca no pide perdón, no acepta sus errores, lastima a los demás, etc., etc., etc. Estas son solo algunas características de los arrogantes. ¿Conoces a alguno?

Una de las historias más famosas sobre la arrogancia es la de Lucifer (leer Ezequiel 28:16), un querubín que se volvió orgulloso, presumido y quería ser como Dios. A causa de tu hermosura tu corazón se llenó de orgullo.A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierray delante de los reyes te expuse al ridículo. Ezequiel 28:17. Cuando Lucifer fue expulsado del cielo se convirtió en Satanás, el gobernante del infierno.

La enseñanza de esta historia muestra, sin duda, que aquellos que son demasiado orgullosos serán humillados al final, a menos que cambien su conducta y se den cuenta de su error, cosa que no pasó con Lucifer.

Hay quienes se creen muy importantesy a todos miran con desdén, dice Proverbios 30:13, y sí que es verdad. El arrogante levita en un mundo de irreal de divinidad. A lo largo de la historia de la humanidad hemos visto que la presunción ha sido el primer paso para el fracaso de poderosos.

El neurocirujano Luis Moscote, dice en uno de sus escritos: “La arrogancia es la antítesis de la búsqueda constante para lograr convertirnos en buenos humanos. La arrogancia es nauseabunda. El arrogante quiere presumir algo que no es. No basta con no soportarse el mismo, también anhela que lo reconozcan, que se lo digan. El Arrogante exige atención, sin inclusive merecerla. El arrogante padece ceguera, no se da cuenta y en ocasiones es tan atrevida que se disfraza de la humildad. El arrogante habita en un mundo virtual, solo existe para él. Cabe destacar que un ego enfermo es una cualidad de quien adolece de comportamientos arrogantes.

El arrogante, considera inferior al resto de los humanos, transita por el sendero de la amabilidad y la gentileza; cuando los pisotea, se cree poderoso y grande, ¡hinchado! El arrogante no considera a los mortales dignos de ser igual a él, busca permanentemente un tren expreso a Saturno o a otra galaxia, probablemente ahí encuentre la tranquilidad que no encuentra en la tierra…

Los arrogantes son seres insoportables, pero que debemos tolerar. El enfermo de arrogancia en su ignorancia no reconoce que la forma más sublime para un humano es la humildad. Atrapados en su propia jaula, el arrogante no se da cuenta de que, en vez de atraer a las personas, las aleja. La pérdida de coherencia de las personas arrogantes hace que olviden que nuestra vida es efímera y compartimos este planeta con otros seres humanos que merecemos respeto”.

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