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Sube las orejas: Los rasgos visuales en la comunicación entre perros domésticos puertorriqueños
Zahaira J. Cruz Aponte
Nido de perros
Eduardo Vera Cortés óleo sobre masonite, 195
Colección Instituto de Cultura Puertorriqueña
Las especies animales pueden comunicarse aún sin producir algún sonido. Es posible estudiar la comunicación animal mediante las interacciones cuando una especie provoca una respuesta o una reacción en el comportamiento de otra. La comunicación puede clasificarse en intraespecífica si sucede entre organismos de la misma especie o interespecífica si toma lugar entre animales distintos, pero que comparten un mismo hábitat (Diccionarios Oxford-Complutense, 2004). Nuestro conocimiento sobre la comunicación animal ha avanzado a través de la historia. Por ejemplo, Darwin (1859) señala que algunas manifestaciones específicas expresadas a través de los gestos, las posturas y las vocalizaciones reflejan el coraje y el miedo. Se ha documentado que el baile de las abejas transmite información acerca del lugar y la distancia donde se encuentra algún alimento (von Frisch, 1993). Asimismo, los estudios en los cuales se adiestra a un chimpancé o a un bonobo a aprender un sistema de comunicación variado a su comunicación animal natural han sido populares (Kellogg y Kellogg, 1933; Hayes, 1951; Gardner, Gardner y van Cantfort, 1989; Savage y Lewin, 1994; entre otros). A pesar de esto, resultan más escasos los estudios de la comunicación animal en entornos naturales y relacionados con la fonología o el estudio de la función de los sonidos lingüísticos y sus reglas de combinación, observados en la comunicación animal.
El presente ensayo expone algunos de los rasgos visuales en la comunicación animal, particularmente en los perros domésticos puertorriqueños, siguiendo la teoría relacionada al lenguaje corporal canino. En general, dentro de la fonología o la ciencia que examina la función de los sonidos de una lengua y el conjunto de indicaciones que rigen las combinaciones de esos sonidos, un rasgo se refiere a una característica o una cualidad. Por su parte, un rasgo distintivo diferencia a un fonema o a un sonido de otro (Alba, 2001). La fonología constituye una de las áreas principales de la lingüística o el estudio científico del lenguaje, el cual se examina dentro de las humanidades o en algunos casos, otros campos. El presente ensayo sustenta que un rasgo distintivo en la comunicación entre los perros domésticos diferencia el significado de un mensaje u otro, basados en Trubetzkoy (1939) quien plantea que la forma supone la diferenciación. Si aplicamos el concepto fonológico de rasgo a la comunicación canina, según representa nuestro objetivo, una señal emite un mensaje único basado en las diferencias en sus rasgos. En específico, este ensayo sustenta que las señales visuales de la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola en la comunicación canina pueden interpretarse como rasgos, exportando el concepto de rasgo desde la fonología hacia la comunicación canina. Por su parte, los rasgos distintivos serán la postura particular o la posición específica; por ejemplo, alta en las orejas de un perro. La metodología se basó en la observación y la identificación de los rasgos visuales de la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola a partir de la grabación a cuatro perros domésticos satos en Puerto Rico, durante una hora, interpretando los mensajes a base de la bibliografía sobre el lenguaje canino.
A pesar de que, según nuestro conocimiento, anteriormente, el concepto rasgo no se había exportado de la fonología a la comunicación canina para describir la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola en los perros domésticos, algunos autores han descrito el lenguaje canino (por ejemplo, Coren, 2000; Abrantes, 1997; Benítez, 2017, San Francisco SPCA, 2019; entre otros). Coren (2000) expone un diccionario perruno el cual incluye los significados de los distintos ladridos, incluidos los ladridos consecutivos, los que exhiben una pausa; así como los gruñidos y los aullidos. Por su parte, Abrantes (1997) presenta una enciclopedia del comportamiento canino. Por ejemplo, una espalda o el cuerpo recto de un un perro puede significar autoconfianza y el dominio o el poder, contrario a una espalda o cuerpo jorobado o encorvado que se asocia con la inseguridad o el comportamiento sumiso (Abrantes, 1997). Asimismo, los ladridos seguidos o insistentes los cuales no presentan una pausa representan indicadores de una alarma o un aviso inminente de acuerdo con Coren (2000). Un ejemplo de una alarma puede suceder si un intruso entra a la propiedad del amo de un perro y el perro ladra repetidamente. Las literaturas de San Francisco SPCA (2019) y de Benítez (2017) incluyen las cualidades de la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola, las cuales presentaremos como los rasgos en la comunicación de los perros domésticos y lo cual puede ser extendido a otras especies similares. Algunos autores incluyen la posición de las orejas dentro de las expresiones de la cara; por ejemplo, Benítez (2017). Otros mecanismos de comunicación animal, incluyendo la canina o de los perros, se realizan mediante señales sonoras, táctiles y químicas. No obstante, la observación se centró en solo las señales visuales o que podían mostrase a través de la vista. Como parte de la metodología, nombramos a los cuatro perros domésticos satos participantes: Esperanza, Tinquino, Brownie y Cuqui. Los perros domésticos poseían entre uno a cinco años. Durante el tiempo de las observaciones, Cuqui era madre de cinco cachorros de unos 15 días de nacidos. Sin embargo, nos concentramos en las interacciones ocurridas exclusivamente entre los cuatro perros domésticos Esperanza, Tinquino, Brownie y Cuqui, prestando atención a la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola durante su comportamiento social grabado.
Los rasgos visuales o las señales que pueden verse representan las más empleadas en las distancias cortas en las especies animales (Audesirk, Audesirk y Byers, 2013). En Audesirk, Audesirk y Byers (2013), las señales visuales pueden clasificarse en activas; por ejemplo, cuando un perro muestra los colmillos, asume una postura recta o sube las orejas y en pasivas; por ejemplo, cuando algunos animales cambian de color, tamaño o forma, como lo hace un camaleón durante el camuflaje. Tanto las señales activas; como las pasivas, pueden realizarse al mismo tiempo y modificarse con rapidez, representando una ventaja el hecho de que las señales visuales pasan desapercibidas por depredadores distantes y como desventaja, que se limitan a un corto alcance (Audesirk, Audesirk y Byers, 2013). Para ilustrar, la señal visual sería inefectiva en casos en que el receptor canino sea incapaz de ver al emisor canino. A continuación, explicamos y ofrecemos algunos ejemplos de los rasgos visuales en la comunicación entre los perros domésticos; en primer lugar, en la postura del cuerpo; en segundo, la posición de las orejas y finalmente, en la posición de la cola.
Los acuñados a través de este ensayo, como los rasgos visuales en la comunicación canina, a entenderse, la posición del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola se utilizan entre los perros para transmitir mensajes a otros compañeros de cuatro patas u otras especies. Benítez (2017) presenta que los perros emplean el lenguaje canino para expresar sus emociones y comunicarse con otros perros, las personas y los animales distintos a ellos. Una manera de observar las respuestas a la comunicación es mediante las señales visuales. Benítez (2017) distingue las señales visuales entre las afiliativas o las positivas para ejemplificar, un saludo, la integración y la conducta maternal y las agonísticas o las negativas como las muestras de agresión, miedo, la amenaza o las peleas. En las observaciones, se mostraron, las posturas corporales levantadas y derechas, encogidas, recostadas lateralmente y con el lomo hacia el suelo. Por ejemplo, Brownie se grabó, colocando su cuerpo o el lomo contra el suelo frente a Esperanza. La observación se interpretó como sumisión y juego. En el vídeo MiniPerros (2010) sobre la comunicación canina se sugiere que la postura del cuerpo levantada y derecha refleja el dominio; cuando un perro se encoge, contrayendo el cuerpo, muestra el miedo y la sumisión ante otro; cuando se recuesta de lado o de espalda, comunica comodidad y cuando un perro coloca el cuerpo o el lomo contra el suelo, sería sumisión o juego.
En las observaciones pertinentes a la posición de las orejas y a destacar, en una de las grabaciones, Cuqui subió las orejas y realizó una inclinación de la cabeza tras un ruido extraño. Las orejas arriba eran interpretadas como estados de alerta y al inclinar la cabeza, pareció prestar mayor atención al ruido. En el contexto en el cual ocurrió, Tinquino, un perro blanco, intentaba saltar una verja y al no lograrlo, ladraba continuamente. Se ha documentado que la inclinación de las orejas, dependiendo de la raza del perro, se refiere a la colocación de las orejas hacia al frente y arriba, significando alerta y la colocación de las orejas hacia atrás y abajo comunica el miedo o la sumisión.
Según hemos establecido, la posición de la cola sirve como otro rasgo en la comunicación a base de señales visuales entre los perros domésticos. Algunos ejemplos resultaron el rasgo distintivo de la cola de Esperanza alta, mientras que, en el mismo momento, el rabo de Cuqui permaneció abajo. Asimismo, la posición de la cola (rasgo) se observó entre las patas (rasgo distintivo) en Brownie. De acuerdo con MiniPerros (2010) un rabo levantado indica alerta, un rabo a altura media refleja relajación y un rabo bajado, tranquilidad o sumisión.
En conclusión, propusimos que la postura del cuerpo, la posición de las orejas y la posición de la cola constituyen rasgos visuales o características en la comunicación entre los perros domésticos observados. En particular, se observaron cuatro perros domésticos satos puertorriqueños. El análisis exportó y redefinió el término rasgo o característica y rasgo distintivo o característica que permite diferenciar una comunicación de otra. Se planteó la posibilidad de incorporar o de acuñar los conceptos de rasgo y rasgo distintivo presentados en la fonología al estudio de la comunicación animal entre perros domésticos. El ensayo sirve para presentar a los lingüistas y otros investigadores de la comunicación una alternativa para examinar la comunicación animal entre perros domésticos, basada en un marco fonológico aplicado a la comunicación canina. Asimismo, abre camino a lingüistas y otros estudiosos de las humanidades, las ciencias naturales y otras disciplinas, a expandir las investigaciones a través de la interdisciplinariedad o la colaboración entre varias especialidades.
Referencias
Abrantes, R. (1997). Dog language: An encyclopedia of canine behavior. Wakan Tanka Publishers. https://books.google.com.pr/books?hl=es&lr=&id=ZISsdOoLMoEC&oi=fnd&pg=PT4&dq=dog+language&ots=QgPAOXf6Li&sig=72D4GHzwTtVSyKl1wyuNMIa-eRk&redir_esc=y#v=onepage&q=dog%20language&f=false
Alba, O. (2005). Manual de fonética hispánica. Editorial Plaza Mayor.
Audesirk, T.; Audesirk, G. y Byers, B. (2013). Biología: La vida en la tierra con fisiología Pearson.
Benítez, A. (2017). Lenguaje canino: las famosas tres “C”. https://simiperrohablara.com/ wpcontent/uploads/2017/05/Lenguaje-canino_Las-fabulosas-tres-C_Preview.pdf
Coren, S. (2000). How to speak dog: mastering the art of dog-human communication.
Atria Paperback. https://books.google.com.pr/books?id=fDVtei_9pysC&printsec=frontcover&source=gbsgesummaryr&cad=0#v=onepage&q&f=false
Darwin, C. (1859). On the origin of species by means of natural selection, or the preservation of favoured races in the struggle for life. W. Clowes and sons, Stamford street and Charing cross. http://darwin-online.org.uk/converted/pdf/1859OriginF373.pdf
Diccionarios Oxford-Complutense. (2004). Diccionario de biología
Gardner, R., Gardner, B. y van Cantfort, T. (1989). Teaching sign language to chimpanzees. State University of New York Press.
Hayes, C. (1951). The ape in our house. Harper.
Kellogg, W. y Kellogg, L. (1993). The ape and the child. McGraw-Hill.
MiniPerros. (2010, 1 de octubre). Comunicación canina. [vídeo]. Youtube. https://www. youtube.com/watch?v=0GbPfewRkD4
San Francisco SPCA. (2019). Dogs: body language. https://www.sfspca.org/wpcontent/uploads/2019/04/dog_body-language.pdf von Frisch, K. (1993). The dance language and orientation of bees. Harvard University Press.
Savage, S. & Lewin, R. (1994). Kanzi: The ape at the brink of the human mind. John Wiley and Sons.
Trubetzkoy, N. (1939). Principles of phonology. University of California Press.
Paroxismo
Carlos Raquel Rivera
Óleo sobre masonite, 1963
Colección Instituto de Cultura Puertorriqueña