AÑO 8 • NÚMERO 101 • OCTUBRE 2017
ARMANDO CASAS
03
Es productor y director de cine. Tiene un estudio dividido y repartido en varias secciones que conforman su biblioteca: tres salas que guardan la mayoría de sus libros de cine y teatro, principalmente, seguidos de literatura, etc. Una parte es exclusiva para su videoteca, mientras que la sala está coronada con la joya de su biblioteca. Fue director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y actualmente es director de tv unam. Familia Gang es uno de sus largometrajes. +
Ve la entrevista en mascultura.mx
Foto: Ciro Costantitni©
EL LIBRERO DE...
¿Cuántos libros tienes? Tuve la intención de saberlo hace muchos años. Hice una hoja de Excel, y empezaba a vaciarlos, pero me cansé a los mil, pero seguro tengo más de veinte mil. ¿Cuánto tiempo has tardado en construir tu biblioteca? Antes tenía acceso a la biblioteca de mi padre e iba mucho a las bibliotecas públicas, pero empecé a tener ese gusto por tener mis propios libros desde 1982, cuando entré a la Facultad de Filosofía y Letras. ¿Cuál es el libro más viejo? Tengo un Quijote, de Cervantes, de 1855, en dos tomos. Con ilustraciones a color. Ese libro no fue de los primeros libros que tuve ni fue heredado; fue un obsequio de un amigo que me tenía mucho aprecio, que lo consiguió de quién sabe dónde, y como vivió un tiempo en mi casa cuando éramos muy jóvenes, una forma de mostrarme su agradecimiento fue regalarme estos dos ejemplares de mediados del siglo xix. De posesión, pues debe ser el libro que sí le heredé a mi padre, que es una edición de un libro que en español le pusieron El año 2000, de un norteamericano que se llama Edward Bellamy. ¿Cuál es el libro más nuevo? Éste de Chomsky, que es un autor que admiro mucho: ¿Qué clase de criaturas somos? Es uno de sus últimos libros; como ven ni siquiera le he quitado el plástico. ¿Qué libro no has leído aún? Hay muchos libros que no he leído, porque algunos inclusive no son de lectura inmediata, pero el que más destacaría es El año 2000, de Edward Bellamy. Es una deuda que tengo con mi padre, a él ese libro le interesaba y le gustaba mucho, es un libro sobre utopía, sucede en el año 2000, pero fue escrito a finales del siglo xix. ¿Qué libro te hace falta? Ahora tengo una obsesión con un libro que es del año 2005, pero de la manera más absurda no se encuentra. Se llama La dramaturgia, de Yves Lavandier. ¿Qué libro no has devuelto? Hace muchos años tomé indebidamente una colección de libros de la Revista de la Universidad, de los años sesenta, ése es el único libro que creo que tengo que no he devuelto.
¿Qué libro has regalado? Esculpir el tiempo, de Andrei Tarkovsky, que es el libro canónico sobre el cine que haya escrito un director cinematográfico: cualquiera que se quiera dedicar al cine necesita leer este libro, igual que El cine según Hitchcock, de François Truffaut. ¿Qué libro es tu favorito? Es curioso porque es un libro muy sencillo: El futuro, de Isaac Asimov, pero es un libro típico, es encantador porque son una serie de postales que salieron con motivo de la Feria de París de 1900, que conmemoraban la idea de cómo sería el futuro, cómo sería el año 2000 exactamente. Y, bueno, intelectualmente, sin lugar a dudas, Las obras completas, de William Shakespeare. Y, por último, un libro que a mí me ha marcado dentro del cine, la entrevista que le hizo François Truffaut a Alfred Hitchcock. ¿Cuál es la joya de la corona? Es el libro que se conoce como Sumo, de Helmut Newton, es un libro de fotografías, de gran formato. Está firmado por Newton, en el 99; sólo hay diez mil ejemplares en el mundo, suenan a muchos ejemplares, pero no: ¡son en el mundo! Lo disfruto mucho y por eso lo tengo en la sala de la casa con uno más reciente, de una fotógrafa que se llama Annie Leibovitz, cuya portada es Patti Smith ¿Cuántas películas tienes? Sin ser el número exacto, más de siete mil. Aquí tengo clásicos: de los orígenes del cine, clásicos de cineastas que me parecen esenciales, de ciertos géneros. Tengo mucho cine mexicano, porque evidentemente me interesa lo que hacemos históricamente, lo que hacen mis colegas. Y hay también una colección importante de cine documental y cortometrajes, que no es muy común. ¿Qué película te cambió la vida? Aquí tengo los directores que más me interesan, está Bergman, Buñuel, completo; Hitchcock, que me parece muy importante; tengo a Kubrick, que es uno de los directores esenciales. La película que de algún modo me cambió la vida fue The party, en México le pusieron La fiesta inolvidable, de Blake Edwards. Quizá la otra película que me cambió, me marcó, fue ¡Qué viva México!, de Eisenstein. Esa película me dejó una marca muy importante. +
EDITORIAL
MITOS Y LEYENDAS Tal vez son los mitos escatológicos los que más comienzan a propagarse debido a los últimos acontecimientos que han ocurrido en México. En la época prehispánica, el dios Tepeyóllotl habría sido el causante de la coincidencia que nos sacudió el pasado mes de septiembre. En ese sentido, para este número abordamos el tema Mitos y Leyendas, las diferencias que hay entre unos y otras, así como las figuras heroicas y la trascendencia que han tenido en la actualidad. No obstante, aquí ofrecemos una pequeña muestra de las distintas cosmogonías y creencias que existen en la infinidad de culturas alrededor del mundo. Por un lado, platicamos con Mario Escobar, quien narra en su última novela el recorrido de dos pequeños durante el éxodo judío. Por otro lado, Federico Navarrete expone las complejidades de la lengua a la hora de hablar del racismo en nuestra sociedad. Carlos García Gual, finalmente, explica el significado de mito y la diferencia entre los héroes clásicos y modernos. Karen Chacek en su columna nos cuenta sobre historias que van más allá de lo creíble, justo como sucede con numerosos mitos y leyendas; Raquel Castro, por su parte, reflexiona en torno a las fabulaciones que nos contamos o inventamos y su presencia en algunos libros; mientras que Leonora Esquivel analiza el lugar de los animales en el imaginario que conforman algunas creencias prehispánicas y Ricardo Sánchez Riancho nos platica de la ambición de un libro por intentar reunir distintos poetas del mundo. Fabián Gutiérrez López nos comparte en su artículo una reflexión acerca del pensamiento mítico y el surgimiento de los filósofos y el logos. Xósem Amero lleva a terapia a cuatro personajes del legendario Stan Lee, y coincide con el análisis de la figura de la mujer y la superheroína Wonder Woman, a cargo de Yara Sánchez De La Barquera. Diego Herrera desmenuza otra figura legendaria pero de la música: Alice Cooper. Isaura Leonardo profundiza en los mitos y las leyendas relativas al pueblo gitano, en tanto que Rafael Tovar y López-Portillo, en una colaboración especial, explica algunas de las historias que se han difundido alrededor de Maximiliano de Habsburgo. Con este número también damos inicio a la columna “Despertares”, que estará a cargo de Rhonald Rivero. Para esta edición visitamos el estudio de Armando Casas, cineasta y director de tv unam. Las ilustraciones y portada corrieron a cargo de Fania, quien representa a la diosa prehispánica Coyolxauhqui, con su atuendo de guerra y al lado de un colibrí, referencia a Huitzilopochtli. Tal vez Loki, Osiris, Shiva, los milagros del Ganges y de las tierras sagradas tendrán que esperar para un número más amplio. Por el momento les dejamos abiertas las puertas del Olimpo… * El sismo nos sorprendió en la construcción de este número. El 19 de septiembre trascenderá como una misteriosa coincidencia en nuestro país. No obstante, desde estas páginas lamentamos las pérdidas de todo tipo que hubo y nos unimos al ánimo que nos levanta. #FuerzaMéxico
En portada: Coyolxauhqui y Huitzilopochtli, ilustración de Fania© fania.sketch@gmail.com Esta revista utiliza tipografías Gandhi Sans y Gandhi Serif, diseñadas para una mejor lectura. Puedes descargar ambas fuentes en:
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CONTENIDO EL LIBRERO DE… Armando Casas
03
HISTORIAS QUE VAN MÁS ALLÁ... Niños a ¡leer!/ Karen Chacek
08
PASEOS DE AMANTES Y LEYENDAS Paulina Sánchez
08
FEDERICO NAVARRETE Entrevista
10
MARIO ESCOBAR Entrevista
12
COYOLXAUHQUI Perfil de...
14
WONDER WOMAN Yara Sánchez De La Barquera Vidal
16
GITANO, ZÍNGARO, CALÉ... Isaura Leonardo
18
MITOS Y LEYENDAS Fabián Gutiérrez López
20
EL EXTRAÑO CASO DEL DR. FURNIER Y MR. ALICE Diego Herrera
24
CARLOS GARCÍA GUAL Entrevista
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SUPERHÉROES A TERAPIA Xósem Amero
28
MAXIMILIANO, EL JUSTO Rafael Tovar y López-Portillo
30
LAS LEYENDAS MUTANTES Jóvenes/ Raquel Castro
32
UNA VISITA AL OTRO MUNDO Literatura y Animales/ Leonora Esquivel
32
EL MITO DEL OMBLIGO DE LA LUNA... Con/versando/ Ricardo Sánchez Riancho
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APETITO Cuento inédito/ Irasema Fernández
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LOS+VENDIDOS
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NO FICCIÓN
FICCIÓN IT (ESO) Stephen King DEBOLSILLO Novela de terror publicada en 1986. Cuenta la historia de un grupo de chicos que son aterrorizados por un malvado monstruo. La historia se presenta desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas, alternada en dos épocas: el pasado (1957-58) y el presente (1984-85). Bajo la ciudad, en un nivel inconsciente para todos los pobladores, un monstruo despiadado atormenta a la comunidad. Una vez saciado su apetito, duerme durante casi tres decenios, hasta que vuelve a despertar para alimentarse y hartarse.
CIEN AÑOS DE SOLEDAD (2015) Gabriel García Márquez DIANA Cien años de soledad cuenta la historia de la familia Buendía y su maldición, que castiga el matrimonio entre parientes dándoles hijos con cola de cerdo. Como un río desbordante, a lo largo de un siglo se entretejerán los destinos por medio de sucesos maravillosos en Macondo, en una narración que es la cumbre indiscutible del realismo mágico. Alegoría universal, es también una visión de Latinoamérica y una parábola sobre la historia humana.
VÉNDELE A LA MENTE, NO A LA GENTE Jürgen Klaric PAIDÓS El autor prueba en este libro que los procesos de ventas a los que estamos acostumbrados son sumamente desgastantes y poco efectivos, debido a que no sabemos cómo funciona la mente. Las ventas de este volumen han sido todo un récord en los primeros meses tras su lanzamiento, convirtiéndose en el modelo comercial y de venta de empresas.
EL MÉTODO H. A. B. L. A Álvaro Gordoa AGUILAR El Método H. A. B. L. A te permitirá capacitarte directamente con el principal maestro y especialista en el tema de la imagen verbal. Hablar lo hace cualquiera. Penetrar en la mente del otro necesita de un método. En este libro encontrarás un sencillo y divertido camino a seguir, con todas las claves para hablar en público y gozar de los beneficios de la comunicación de alto impacto.
DE ANIMALES A DIOSES: BREVE HISTORIA DE LA HUMANIDAD Yuval Noah Harari DEBATE
LAS BATALLAS EN EL DESIERTO José Emilio Pacheco ERA Ésta es la historia de un amor imposible, y de una ciudad en la que se involucran otros aspectos como la corrupción social y política; el inicio de México moderno y la desaparición del país tradicional. También es el rescate de las memorias individuales y colectivas de una ciudad a la que José Emilio Pacheco amó profundamente, pero que recrea sin nostalgia y denuncia de manera implacable.
EL PRINCIPITO Antoine De Saint-Exupéry CASA EDITORIAL BOEK MÉXICO La más famosa novela escrita por el aviador y escritor Antoine de Saint-Exupéry. Fue publicada por primera vez el 6 de abril de 1943. Ésta es la historia de un piloto que sufre un accidente en el desierto del Sahara y conoce a un niño llegado de un asteroide. El principito trata temas universales como el amor, la amistad, el sentido de la vida y la naturaleza humana; hace una crítica al hombre y a la civilización moderna que conducen a la pérdida de los valores más esenciales del ser humano.
4321 Paul Auster SEIX BARRAL El único hecho inmutable en la vida de Ferguson es que nació el 3 de marzo de 1947 en Newark, Nueva Jersey. A partir de ese momento, varios caminos se abren ante él y lo llevarán a vivir cuatro vidas completamente distintas. 4321, la primera novela de Paul Auster después de siete años, es un emotivo retrato de toda una generación, un coming of age universal y una saga familiar que explora de manera deslumbrante los límites del azar y las consecuencias de nuestras decisiones. Porque todo suceso, por irrelevante que parezca, abre unas posibilidades y cierra otras.
Hace cien mil años al menos seis especies de humanos habitaban la Tierra. Hoy sólo queda una, la nuestra. ¿Cómo logró imponerse en la lucha por la existencia? En De animales a dioses, Yuval Noah Harari traza una breve historia de la humanidad, desde los primeros humanos que caminaron sobre la Tierra hasta los radicales y a veces devastadores avances de las tres grandes revoluciones que nuestra especie ha protagonizado: la cognitiva, la agrícola y la científica.
PATRIA I: LA GLORIA Y EL ENSUEÑO QUE FORJÓ UNA PATRIA Paco Ignacio Taibo II EDICIONES URANO En tan sólo quince años, México se vio sacudido por guerras, intervenciones y guerrillas, durante el siglo xix. Los protagonistas de la resistencia, de la república armada, fueron una generación de ciudadanos endiabladamente inteligentes. Una década de exhaustiva investigación culmina en esta obra de tres tomos en la que Paco Ignacio Taibo II consigue retratar las simpatías y enemistades, los errores y las genialidades del periodo que abarca de 1854 a 1867.
PATRIA II: LA INTERVENCIÓN FRANCESA Paco Ignacio Taibo II PLANETA En este segundo tomo se dará noticia de las tremendas batallas de Puebla, la caída de la Ciudad de México y del gobierno errante de Juárez. Será la historia del nacimiento de la chinaca, la guerra de guerrillas y la resistencia a ultranza contra los franceses. Patria II cuenta quince años de lucha por la libertad y retrata uno de los periodos más decisivos y fundacionales de nuestra historia nacional, y consigue traernos un pasado que ilumina el presente.
JÓVENES CURLY ESTÁ EN PELIGRO Fernanfloo ALTEA
LA LECCIÓN DE AUGUST R. J. Palacio NUBE DE TINTA
¿QUIEN MATO A ALEX? Janeth G. S. OZ EDITORIAL
LA HISTORIA INTERMINABLE Michael Ende ALFAGUARA
UN MONSTRUO VIENE A VERME Patrick Ness NUBE DE TINTA
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ELECTRÓNICOS
ARTE
EL MÉTODO H. A. B. L. A Álvaro Gordoa AGUILAR
MANUAL PRÁCTICO PARA EL ESTUDIO DE LAS CLAVES DE SOL, FA Y DO Georges Dandelot MUSICAL IBEROAMERICANA
El Método H. A. B. L. A te permitirá capacitarte directamente con el principal maestro y especialista en el tema de la imagen verbal. Hablar lo hace cualquiera. Penetrar en la mente del otro necesita de un método. En este libro encontrarás un sencillo y divertido camino a seguir, con todas las claves para hablar en público y gozar de los beneficios de la comunicación de alto impacto.
Este manual te lleva de la mano y paso a paso para que aprendas de la forma más rápida y sencilla a leer la música. Muestra gráficamente la posición de las claves y los tiempos de ejecución.
YA TE DIJE ADIÓS, AHORA CÓMO TE OLVIDO Walter Riso OCEANO
MÉXICO Juan Cristóbal García Sánchez PUBLICACIONES ILUSTRA
Walter Riso analiza el fenómeno de la separación, porque tomar la decisión de terminar una relación puede ser extremadamente difícil, pero se trata sólo del primer paso. Tras la separación es fundamental hacer un proceso de duelo que nos permita identificar el valor de esa persona que ya no está en nuestra vida. Como suele hacer, el autor presenta casos clínicos y anécdotas personales para ejemplificar sus afirmaciones.
Ciudades, pueblos, iglesias, conventos, monumentos, gentes, atmósferas, todo esto es descrito en esta magnífica travesía dirigida al generalista selecto, cubriendo principalmente el Grand Tour cultural mexicano, tan sorprendente y valioso como excelso y diverso. En este sabroso y brillante libro el lector disfrutara del olvidado arte de viajar y apreciara el maravilloso legado de México desde valiosas perspectivas, obteniendo así las claves y sugerencias para gozar un recorrido esencial, ameno, rico y revelador.
LAS MEDIDAS DE UNA CASA: ANTROPOMETRÍA DE LA VIVIENDA Xavier Fonseca PAX MEXICO
SEIS CANASTAS PARA INNOVAR Ramón Muñoz Gutiérrez Grijalbo Ha llegado la hora de crear valor para enriquecer vidas; ha llegado la hora de que coloques ideas y proyectos en las seis canastas para innovar. Un libro para los emprendedores, académicos, profesionistas, estudiantes y amas de casa: para todos aquellos preocupados por su futuro. Hoy el imperativo no es crear o morir, sino innovar y vivir.
IT (ESO) Stephen King DEBOLSILLO ¿Quién o qué mutila a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? Esta novela de terror, publicada en 1986, cuenta la historia de un grupo de chicos que son aterrorizados por un malvado monstruo. La historia se presenta desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas, alternada en dos épocas: el pasado (1957-58) y el presente (1984-85). Bajo la ciudad, a un nivel inconsciente para todos los pobladores, un monstruo despiadado atormenta a la comunidad. Una vez saciado su apetito, duerme durante casi tres decenios hasta que vuelve a despertar para alimentarse y hartarse.
TIEMPO DE ARCÁNGELES Tania Karam Alamah Tiempo de arcángeles está escrito para ti: la creación más amada de Dios. Nadie está realmente solo. Es tiempo de que te dejes guiar por los poderosos arcángeles, dispuestos a prodigar su amor y protección trayendo nuevas alegrías a tu vida. Abre tu corazón: prepárate para conocer las distintas formas para conectar con cada arcángel. Con esta valiosa guía conocerás las cualidades y características de cada uno y en qué nos ayudan.
Todas las medidas para el diseño de una casa. Desde el tamaño de los muebles hasta la altura de los accesorios. ¿Cuánto debe medir una escalera o un área de circulación? Esta obra imprescindible da al profesionista y al usuario, de manera clara y sencilla, todos los datos de la antropometría, análisis de mobiliario, diseño urbano, control ambiental, incluyendo el uso de energía solar, circulaciones y otros.
TEORÍA DE LA MÚSICA Francisco Moncada García EDICIONES FRAMONG Teoría con la que toda persona puede aprender los conceptos de la música, a partir de un sistema de preguntas y respuestas.
CURSO COMPLETO DE SOLFEO Gerónimo Baqueiro Foster MUSICAL IBEROAMERICA Este libro es la primera parte de un curso completo de solfeo para la carrera profesional. Separadas las partes del solfeo: rítmica y métrica, entonación, dictado, lectura; y ordenadas en rigurosa progresión las dificultades, el material del primero, como el de los siguientes volúmenes, va repartido en trimestres para hacer así más fácil el registro preciso del adelanto de los alumnos.
NIÑOS GRAVITY FALLS: DIARIO 3 Disney PLANETA JUNIOR
CUENTOS DE BUENAS NOCHES PARA NIÑAS REBELDES Elena Favilli/ Francesca Cavallo PLANETA
MI LIBRO MÁGICO. LECTOESCRITURA Carmen Espinosa Elenes de Álvarez NORI
MOMO Michael Ende ALFAGUARA CLÁSICOS
EL LIBRO SALVAJE Juan Villoro FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
KAREN CHACEK
n México, historia y leyenda son frecuentemente indivisibles. La riqueza del paisaje, las manifestaciones tanto artísticas como arquitectónicas que reflejan su pasado y las creaciones culinarias son reflejo de la diversidad cultural y la identidad cuasi mágica de la sociedad. El Tajín, una de las zonas de monumentos arqueológicos más visitadas de Veracruz y declarada Patrimonio de la Humanidad, fue la capital de la cultura totonaca en una época cercana a la de otras grandes ciudades mesoamericanas como Teotihuacán y Monte Albán. Ahí, además de encontrar estructuras cuya construcción rebasa el entendimiento, como la Pirámide de los Nichos, los viajeros tienen la oportunidad de comprar como souvenir un exquisito ingrediente muy apreciado en la cocina tradicional... Al respecto, se cuenta que Xanath, una hermosa joven de la nobleza totonaca, y Tzarahuín, un pobre y humilde doncel, se enamoraron profundamente, pero debido a la diferencia de clases que había entre ellos se vieron obligados a mantener sus sentimientos en silencio. En cierta ocasión el dios gordo posó su mirada en Xanath y comenzó a cortejarla, y al no ser correspondido su alegre carácter habitual se tornó colérico, por lo que lanzó un conjuro sobre la joven transformándola en una planta débil de flores blancas y aroma fascinante: la vainilla. Lo cierto es que, aunque creyó vengarse, lo que hizo fue inmortalizar la dulzura y belleza de la joven Xanath, quien aún nos deleita con su sabor.
lguien comentaba el otro día que los mitos y las leyendas habían perdido toda gracia en esta era tecnológica, en la que el internet prometía explicar cualquier sospecha de suceso insólito y cualquier posible misterio. La enorme ironía es que nunca antes se habían fabricado, día tras día, tantas historias inventadas y extravagantes con el fin de colarlas como historias verdaderas en los diferentes medios electrónicos. Quizá el de ahora se corone como “El siglo de las personas o cosas a las que se les atribuyen cualidades o excelencias que no tienen”. Pero hay un tipo de historias que escapan a las eras, a los ciclos y a las estaciones; relatos de los que nadie puede corroborar si son falsos o verdaderos, cualidad que multiplica nuestra emoción al leerlos. El relato homónimo en el libro El niño pájaro (Pearson) y los otros tres textos que lo acompañan son una muestra deliciosa de esa desobediencia imaginativa que cuestiona los excesos de la autoridad racional, que se presume seguido como la dueña del mundo, por tener una explicación para (casi) todo. ¿Podrán en un niño crecer plumas de forma natural hasta convertirse en un pájaro? ¿Podrá una persona detener la llegada del domingo con sólo dejar de parpadear? ¿Podrá una sonrisa ser abandonada por su cara, sobrevivir sola en las calles y vagar en busca de un nuevo hogar sin dejar de ser ella misma en el camino? ¿Podría un solo gato transformar con su ruido la vida de los habitantes de toda una calle? El autor de los relatos, un discreto cazador de sucesos insólitos, es un hombre de apariencia taciturna pero de risa contagiosa, inteligente y con un sentido del humor que escapa a lo ordinario. Su nombre es Jonathan Minila y se niega a dar entrevistas sobre los detalles detrás del material asombroso que documenta en sus paseos. Si bien jamás ha presentado pruebas de su veracidad, tampoco nadie, nunca, ha podido desmentirlo. + @Malkatika
Así como en los sitios arqueológicos se revela la cosmovisión del mundo prehispánico, las ciudades coloniales albergan también una infinidad de historias. En ese sentido, cerrar con broche de oro una caminata por las calles empedradas de Guanajuato radica en tomar entre los brazos al ser amado, entrecerrar los ojos y saborear un dulce beso en la escalera del callejón dedicado, precisamente, a esta muestra de afecto. El origen de esta leyenda se encuentra en una trágica historia del siglo xviii. De acuerdo con una de las versiones que con gran habilidad histriónica cuentan los guías del sitio, Doña Carmen y Don Luis compartían sueños y palabras románticas asomados por los balcones que casi se tocan en ambos lados del callejón, hasta que su amor se vio truncado cuando el padre de Doña Carmen, un hombre intransigente que no aprobaba su relación, los descubrió intercambiando un coloquio amoroso. Enfurecido, clavó una daga en el pecho de su hija ante la mirada horrorizada de Don Luis, quien en un último gesto de despedida, besó la mano lívida de su amada. Es cierto que los mexicanos celebran y lloran sus vivencias en la mesa. Por eso, las bebidas y los platillos que se pueden degustar en cada estado de la Repú-
blica son un reflejo de mucho más que el gusto por el buen comer; son también muestra de nuestro sentir y nuestra forma de ser, los cuales, por supuesto, parten de nuestro pasado prehispánico combinado con el colonial. Un ejemplo de esto son algunas de las bebidas mexicanas más populares: el tequila y el mezcal. Este último se comenzó a elaborar en Oaxaca a partir del siglo xvi, cuando se introdujo el proceso de destilación en la Nueva España, pero el agave del cual proviene ya era uno de los principales adornos del paisaje mesoamericano. Por supuesto, una bebida tan particular que es por lo común descrita como “llegada del cielo”, no podría explicarse sino por medio de una leyenda, y ésta habla de Máyatl, la deidad zapoteca del mezcal. Se dice que su cuerpo semejaba el tronco de un agave que, en lugar de pencas, tenía cuarenta mil senos de los cuales brotaba un magnífico elixir. La diosa era impasible y fría, por lo que de su corazón comenzaron a surgir gusanos, sin embargo, su insensibilidad se transformó en amor cuando conoció a un apuesto y valiente guerrero, a quien embriagó con su belleza y con la bebida que le dio a beber del más frondoso de sus senos. Viajar a los diferentes destinos que alberga México en su territorio es vivir e imaginar, sentir y recrear, degustar y encontrarse con lo divino, porque aquí las pasiones de los humanos y los dioses son el hilo que teje el devenir. + Por Paulina Sánchez DINKtravelers.com
e niños vivimos inmersos en un mundo de fantasía alimentado en buena medida por las historias que llegan a nosotros. Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, nuestra capacidad de asombro y nuestra imaginación se han visto mermadas, pero no las hemos perdido por completo. Algo de esa ingenuidad se mantiene en el afán de no dejar de ser niños del todo. Los temas que acaparan la curiosidad parecen no cambiar, y uno de los más recurrentes por la cantidad de teorías, mitos y leyendas que lo explican, es el origen del hombre. A lo largo de la historia se han contado y escrito relatos distintos de acuerdo con las regiones o creencias de las diversas culturas que han poblado nuestro mundo. Es apasionante, aun en esta época moderna saturada de información, saber que no hay una respuesta concreta al enigma de nuestro origen como especie, y que nuestra curiosidad casi infantil se emociona con las leyendas que dan alguna explicación. Una de las historias más apasionantes y emblemáticas sobre la creación del hombre es el Popol Vuh: “Fue escrito por miembros anónimos de la nobleza k’iche’-maya, rama de los mayas que dominaban las tierras altas de la Guatemala occidental antes de la llegada de los conquistadores españoles en 1524”.1 Este libro sagrado da inicio con el origen de la vida por los designios de los dioses creadores, quienes comienzan a poblar la Tierra con los primeros animales, después de proveerla de agua, árboles y demás plantas. El deseo de los dioses es que haya una especie que los venere, que los nombre y que los recuerde todo el tiempo, cosa que los animales y los dos primeros intentos de creación humana —de lodo el primero, de madera el segundo— no consiguen. Más adelante, el Popol Vuh cuenta las hazañas de los dioses gemelos Hunahpú y Xbalanqué, hijos de Uno Hunahpú. Los primeros que derrotan fueron a Siete Guacamayo y a sus dos hijos, Zipacná y Cabracán. De esta forma el relato, como si se tratara de una fábula, va aleccionando sobre las terribles consecuencias de conductas que los dioses consideran inaceptables. En el caso de Siete Guacamayo y sus hijos, la soberbia de los tres es la que los
lleva a la ruina. Conforme avanza el relato de las proezas de los gemelos, aquéllos que caen en la malicia, el engaño, la envidia, van siendo castigados. Incluso hay pasajes que explican los hábitos y las características que adquirieron los animales: por qué el halcón se alimenta de culebras, las culebras de sapos, y así sucesivamente, o cómo es que el conejo y el venado perdieron sus colas largas para quedarse con esos cortos rabos que les conocemos. Aquellos que son valientes, como Hunahpú y Xbalanqué, triunfadores sobre los señores de Xibalbá, el inframundo de la mitología maya, obtienen su recompensa. La serie de pruebas a las que son sometidos en Xibalbá asombra a sus regidores. Tras superar todas éstas, e incluso probar que la muerte no es el fin, terminan iluminando el firmamento: “Uno de ellos se elevó como el Sol y el otro como la Luna.”2 El Popol Vuh consiste en pequeños relatos llenos de imágenes fantásticas, de dioses triunfadores y fuerzas derrotadas, de la incesante lucha entre el bien y el mal, y cómo se tiene que recurrir al ingenio para vencer. Como cualquier otra cosmogonía, lo valioso de este libro sagrado es la manera en la que constituyó una forma de entender el mundo. Es encantador, por otro lado, pensar en la similitud del engaño de la doncella Dama de Sangre —de quien piden se lleve su corazón— con el cuento clásico “Blanca Nieves”; imaginar a una rata que ahora, como castigo por su comportamiento, tiene que conformarse con una cola calva; y como éstas, muchas otras historias que además recuerdan nuestro origen como raza, como cultura, y la riqueza de nuestra identidad. Somos, según el Popol Vuh, los hombres de maíz, los descendientes de aquellos cuatro primeros: Balam Quitzé, Balam Acab, Mahucutah e Iqui Balam, hechos del “alimento que llegaría a ser la carne de la gente recién armada y formada”, seres perfectos y muy estimados por los dioses, que demostrarían sus virtudes y formarían pueblos. Esos hombres y mujeres que, cuentan los mayas, son nuestros padres y madres. + Por Angélica Fajardo C. 1 Christenson, Allen J., Meléndez, Gloria S. Popol Vuh. México: Fondo de Cultura Económica, 2012, 492 pp. 2
“La apoteosis del Sol, la Luna y las estrellas” en Popol Vuh, p. 282.
“La creación de los montes”, Diego Rivera, 1931, acuarela sobre papel.
“Esta historia […] La traeremos a la luz porque ya no hay forma de que el Popol Vuh sea visto. […] El libro original que fue escrito en la antigüedad existe aún, pero sus testigos y los que lo contemplan esconden su rostro”. Popol Vuh
Foto: http://educacionyracismo.blogspot.mx
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l Diccionario de la Lengua Española define la palabra racismo como la “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive”. ¿Les suena conocido? En ciertos lugares seguramente habrán escuchado cómo algunos grupos se vanaglorian de algún rasgo que los caracteriza: cabellos de color tal, ojos de esta tonalidad y, por supuesto, piel tan clara que casi se quisiera transparente, o como dijera Federico Navarrete en un artículo publicado en el portal Horizontal, “Nuestro racismo del siglo xxi es, antes que nada, una cuestión de colores, de piel, de cabello, de ojos”. Y si es que aún no nos queda claro, Navarrete, historiador e investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la unam, nos comparte su libro Alfabeto del racismo mexicano (Malpaso). En entrevista nos explica tres etapas que han permeado conductas y relaciones sociales que llegan hasta nuestros días: “Yo creo que el racismo mexicano, se podría decir de manera muy general, ha tenido tres momentos, tres grandes etapas que no quedan en el pasado, sino que siguen siendo parte de nuestra vida social. El primer gran momento sería el periodo colonial, cuando a partir de la conquista española se establece una distinción fundamental entre las personas de origen europeo, que son las que tienen el poder, las personas de origen americano —los llamados indios—, que eran muy diversos pero que fueron conjuntados en una sola categoría, que se les quitan sus tierras, se les obliga a trabajar para los españoles y se les somete políticamente; y las personas de origen africano —los negros—, que son traídos como esclavos y que son mantenidos como esclavos en muchos casos, o liberados, pero siempre en una posición subordinada. También en el periodo colonial surge el grupo mestizo, que era un grupo minoritario que de alguna manera no entraba en algunas de estas categorías, pero que era claramente considerado inferior, y en algunos casos inclusive tenían un estatus inferior al de los indios. Ahora la categoría mestizo se ha convertido en la categoría dominante. Y eso es el segundo gran momento, ya a finales del siglo xix. México independiente se consolida como una nación y crea una identidad nacional, inventa una identidad nacional, que es la identidad nacional mestiza; es la idea de que todos los mexicanos nos debemos mezclar racialmente para crear una nueva raza homogénea, que sería la raza mestiza, en la que participan las mujeres indígenas y los hombres europeos, sobre todo españoles”, Navarrete hace una pausa y complementa: “Pero la idea del mestizaje es que los indígenas dejen de ser indígenas y se hagan lo más blancos posibles y que la nación se modernice, se haga liberal, se haga capitalista, pero que siga siendo católica. El mestizo es esta figura moderna, guadalupana, liberal que tiene un origen indígena, pero que debe dejar atrás su origen y debe transformarse en occidental: debe modernizarse, debe blanquearse”. Federico Navarrete se concentra en esclarecer con detalle las etapas del racismo con las que inició la conversación. Sin fatigarse y con exactitud continúa: “Entonces, la idea del mestizaje, de todas maneras, aunque habla de esta unión racial, conserva la idea de la superioridad de los blancos. Si uno lee lo que dicen Octavio Paz u otros autores que defendían el mestizaje en el siglo xx, Manuel Gamio y otros, era claro que los superiores son los blancos y que los mestizos, si quieren aspirar a mejorar, deben parecerse lo más posible a los blancos. En ningún momento
se plantea que los blancos se hagan más indios. Entonces, aunque en teoría es una ideología incluyente que lleva a la armonía racial, en realidad entre los mestizos se crea un racismo feroz, que es un racismo que vivimos en el México actual; finalmente, en términos como güero y naco, que se utilizan mucho en la ciudad de México para marcar diferencias de clase, también marcan diferencias de raza: el güero es el mestizo que tiene una posición superior social, es un halago. En cambio, naco es un término totalmente racista que se refiere a las personas que se supone que tienen una cultura no tan buena, que son tramposos, que rompen las leyes, y que también tienen la piel más morena, que son de origen indígena. Éste es otro momento del racismo. El tercer gran momento del racismo mexicano es un poco ya del mundo globalizado, de la cultura de consumo, de los medios de comunicación, y es, básicamente, el brutal racismo que practican la publicidad y la televisión mexicana que excluyen de sus pantallas a cualquier persona que no sea blanca. De esa manera excluyen a la inmensa mayoría de la población mexicana. Yo creo que, aunado a la desigualdad que ha traído el neoliberalismo en México en los últimos treinta años, México se ha convertido en el siglo xxi en una sociedad cada vez más racista, desigual y cada vez más violenta. Y allí hay una clarísima responsabilidad de los medios”. No obstante la explicación, el racismo y las prácticas discriminatorias se siguen perpetuando por medio de actitudes que las simplifican, que hacen la vista gorda y, por supuesto, los medios de comunicación masiva: “En México practicamos todo tipo de formas de discriminación de una manera cotidiana y descarada: o sea, discriminamos a las personas que son más morenas, somos racistas; discriminamos a las mujeres, somos sexistas; discriminamos a las personas con preferencias sexuales diferentes, somos homófobos, estamos en contra de los travestis, todo lo que ustedes quieran. Practicamos una cantidad de discriminaciones, somos brutalmente clasistas, y todas se mezclan. Entonces, desde luego, las mujeres indígenas son víctimas de varios tipos de racismo. Otra discriminación es de las personas que no hablan el español ‘correcto’, entre comillas. Hay una percepción que a mí me parece completamente errónea de que el ser mexicano es hablar español correctamente. Entonces, como los indígenas aprenden español como su segunda lengua, tienen acento o pueden usar un vocabulario diferente, eso es objeto de escarnio, se dice que hablan mal y son discriminados por eso. Los usos populares como decir haiga, que son perfectamente correctos y tienen una profunda raíz lingüística en el español, son vistos como una demostración de ignorancia y son menospreciados. Hay también una profunda discriminación en el uso del idioma. Entonces, todas esas discriminaciones se mezclan, se conjuntan y se aplican cotidianamente, y no es de sorprender que la misma publicidad las retome”.
violencia contra los homosexuales. Creo que sí tenemos que ser mucho más cuidadosos con nuestras palabras porque estamos en una situación social tan violenta, tan desigual que tenemos que encontrar maneras de convivir que impliquen tratarnos con respeto unos a otros y dejar atrás esta dinámica de confrontación y de violencia”. Pareciera que conforme aumentan estas prácticas, la sensibilidad para con el otro disminuye. Al respecto, el historiador comenta: “No estoy seguro de que se esté perdiendo la sensibilidad. Yo creo que una de las cosas que ha pasado en los últimos años es que, como tú decías al principio, el tema del racismo no se trataba mucho, y que ahora cada vez se aborda más. Todavía hace diez años, cuando yo hablaba de racismo en México, una buena parte de las personas negaban que hubiera; decían ‘no hay racismo, es clasismo, es otra cosa’. Entonces, no creo que nos estemos desensibilizando, creo que estamos muy crispados más bien, y entonces lo que hay es mucha impaciencia. Y eso puede ser bueno si logramos que esa impaciencia se transforme en una reflexión sobre nuestras actitudes. Creo que ése es uno de los objetivos del Alfabeto del racismo mexicano, quizá dar herramientas, por medio del sentido del humor, por medio de la sátira, por medio de la explicación histórica y cultural; dar herramientas para que reconozcamos, por ejemplo, que la palabra naco sí es racista”. Federico Navarrete comenta acerca de la construcción del libro que ahora nos corresponde: “las entradas del Alfabeto del racismo mexicano que fueron publicadas en Horizontal.mx tuvieron un impacto público que a mí mismo me sorprendió; se difundieron muchísimo, se leyeron en muchos ámbitos sociales y eso me da esperanza. La impresión que yo tuve cuando escribí estas entradas, que luego fueron incorporadas en el libro —aunque el libro tiene muchísimas más—, es que había una sed de la gente, que era un tema que la gente quería reflexionar y quería leer: yo tuve la fortuna y oportunidad de dar algunas herramientas para esta discusión, de dar algunas ideas para ese debate. Este libro es una contribución para que entre todos nos veamos al espejo y reconozcamos este rostro racista en nuestra sociedad y decidamos qué vamos a hacer al respecto”. + Por Ulysses Avath
Navarrete, dándole la vuelta a la bandera de ser “políticamente incorrectos”, sentencia: “Creo que el humor racista, el humor sexista, el humor clasista alimenta la violencia finalmente. Yo no digo que todo el que haga una broma contra las mujeres puede ser un feminicida, pero digamos, si vivimos en un medio ambiente, en un medio social que devalúa a las mujeres, eso lleva a que haya más tolerancia al feminicidio, a la trata de personas y a todo eso. Lo mismo: hacer bromas sobre los homosexuales en el fondo es hacerle el caldo gordo a la homofobia y a la Alfabeto del racismo mexicano Federico Navarrete MALPASO
n algún momento todos fuimos niños con una gran capacidad para sorprendernos y con las intenciones más puras. Sin embargo, no todos hemos padecido los horrores de una guerra, de ser perseguidos por nuestra religión, raza o nacionalidad. Existen momentos en los que ambos extremos se encuentran: el odio sin razón y la virtud, la violencia y la integridad, la infancia y la guerra. Vivir en plena Segunda Guerra Mundial es algo que quienes lo vemos a la distancia no podremos realmente alcanzar a comprender. La situación se torna aún más estremecedora si pensamos que hubo niños que tuvieron que crecer en esas condiciones desoladoras, y muchos de ellos las padecieron más drásticamente por haber sido judíos. Durante esta guerra, los oficiales nazis impusieron el uso de una insignia a todos los judíos de los territorios ocupados, para distinguirlos y como preludio a su captura. Se estipuló que todos los judíos de más de seis años de edad debían portar esta infame estrella amarilla cosida sobre sus ropas. En este entorno, bajo este panorama, Mario Escobar sitúa su más reciente libro: Los niños de la estrella amarilla. La historia de los pequeños hermanos Jacob y Moisés ocurre en Francia cuando, tras la partida de sus padres y bajo el cuidado de una tía, son capturados y llevados al Velódromo de Invierno, donde su destino invariablemente será un campo de concentración. La historia llegó a él de forma inesperada, cuando hizo un viaje a Francia: “Fuimos a París y ahí escuchamos varias conferencias acerca de lo que les había pasado a los judíos. Uno de los sitios que visitamos fue Le Chambon-sur-Lignon, y para mí fue una sorpresa descubrir que una localidad tan pequeña salvó a tantos niños”. Le Chambon-sur-Lignon, un pequeño poblado al sur de Francia, se convirtió en el lugar más seguro de toda Europa para los judíos. De los cinco mil refugiados ahí, ni uno solo fue capturado gracias a la solidaridad de la gente del lugar: “Me impresionó ese poder de la gente corriente, la lucha civil pacífica que consiguió más que en otros sitios que se enfrentaron directamente al nazismo
y al régimen de Vichy”. Moisés y Jacob no son personajes reales, pero tampoco completamente ficticios: “En el viaje conocí a los supervivientes, personas que habían sido estos niños de la estrella amarilla que habían acogido en esta localidad y en otras cercanas. Fue increíble escuchar de su propia voz todo lo que habían sufrido hasta llegar ahí. Algunos venían de los campos de concentración que tenían los franceses y otros venían huyendo de los nazis que ya estaban en la parte ocupada de Francia”. Para encontrar a sus padres, Moisés y Jacob emprenden un viaje que los llevará por lugares que nunca imaginaron y a encontrarse con personas cuyas intenciones pueden no ser buenas. Sobre esto, Escobar comenta: “Yo creo que eso es universal, nuestros padres nos han dicho ‘no te fíes de los desconocidos’, y ellos son niños solos, pero no en una situación normal que ya es difícil, sino en una situación como un momento de guerra y encima perseguidos por ser judíos. Tienen que aprender rápidamente a intuir quién los puede engañar o no, y a veces no lo llegan a percibir: son demasiado inocentes, pero al mismo tiempo quería reflejar eso, el poder de la inocencia, el poder de esos ojos que ven por primera vez el mundo”. Estar en tiempos de guerra es vivir al extremo, más aún cuando cualquier paso en falso puede ser la diferencia entre vivir o morir. Esta lección deben aprenderla, junto a muchas otras que enfrentan insospechadamente: “La inocencia únicamente se pierde una vez, como si de repente los ojos se abrieran a un mundo desconocido, [pero] no sabemos cuándo. Hay un momento de tu vida en que de repente te conviertes en adulto, y todo aquello que amabas va desapareciendo. Yo tengo la fortuna, al ser escritor, de seguir siendo niño; creo que los escritores son niños grandes que se niegan a crecer y que pueden conservar esa capacidad para seguir creando mundos y lograr, que es lo más maravilloso de todo, que la gente se introduzca en ellos”.
Ir caminando al lado de todos los entrañables personajes que van apareciendo en cada etapa del viaje, brinda la posibilidad de entender cosas fundamentales como que “a veces cuando todo va bien no valoramos lo importante, pensamos que siempre va a estar ahí y eso es una gran necedad porque esas cosas importantes no siempre van a estar ahí. Ese largo viaje es en búsqueda de sus padres, pero al mismo tiempo de ellos mismos, de su identidad”. Lo que Escobar expone, de entre los varios mensajes que se descubren entre líneas, no sólo tiene que ver con las personas como individuos, sino con la inmensa fuerza que se cobra a partir de la unión. Como bien dice el escritor: “las palabras son capaces de destruir ideas, pero también de construir, y yo creo que frente a la violencia, por medio de esa lucha civil pacífica que los mismos vecinos de Le Chambon-sur-Lignon emprendieron, vemos el poder que tiene la gente. A veces pensamos que los gobiernos son los que cambian las cosas, y es mentira; son las personas quienes cambian las cosas. ¿Quién hizo la Revolución francesa, la Revolución americana, la independencia de los estados de América? Pues la gente corriente, la gente que llega un momento en su vida en que como colectivo dice ‘ya no aguantamos más, y vamos a hacer algo para cambiar’. Esta gente actuó así, y el pastor André Trocmé que es un poco el alma de ellos, era un hombre pacifista en un momento en el que ser pacifista no era sólo ponerse al margen de la sociedad sino convertirse en antipatriota”.
Foto: Ciro Costantitni©
Todas estas ideas son compatibles con el ímpetu de la juventud. Damos por sentado que la motivación y la energía son para quienes tienen una vida por delante. Sin embargo, Escobar, por medio del señor Vipond, un amable viejo, muestra que estas cualidades no son, ni deben ser, exclusivas de una etapa de la vida: “La muerte es un tema tabú en nuestra sociedad, no nos gusta hablar de ella. Vipond es la persona que piensa que ya su vida ha acabado, y de repente encuentra un porqué, una misión que es ayudar a estos niños. A veces pensamos que ya no valemos para nada, que no podemos cambiar nada, nos sentimos tan frustrados, y cómo alguien en su situación física, a su edad, puede hacer algo tan bueno, creo que ése es uno de los secretos”. Es innegable que Moisés y Jacob son los protagonistas de Los niños de la estrella amarilla, pero cada personaje, cada lugar y cada situación juegan también un papel importante. Sin cada una de las piezas el resultado no estaría completo, y las valiosas lecciones que aprendemos del pasado, que son de gran significación para el presente, no estarían ahí. Escobar se despide con una reflexión que vale la pena analizar: “Yo creo que en la vida siempre tenemos un porqué que debemos cumplir, y fundamentalmente es ayudar a los demás. Vivimos en un mundo demasiado parecido al de la Segunda Guerra Mundial: el aumento del fascismo, del antisemitismo, el aumento de la intolerancia, el aumento del nacionalismo excluyente. Espero que la literatura sirva como una especie de remedio contra eso, porque si olvidamos la historia no sólo volve-
mos a repetirla, sino que la empeoramos aún más porque tenemos más medios para hacer daño”. Pensar que tenemos esa misión de la que habla Escobar resulta esperanzador si tenemos en cuenta que el poder de lograr un cambio, de alcanzar nuestras metas, está en nosotros, jóvenes, adultos, en los religiosos, los científicos, en ese hombre al lado tuyo, y en los niños de la estrella amarilla. + Por Angélica Fajardo C.
LOS NIÑOS DE LA ESTRELLA AMARILA Mario Escobar HARPER COLLINS
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l 21 de febrero de 1978, en el corazón de la Ciudad de México, donde hace cientos de años vastos rituales se llevaban a cabo y, caracterizado por el Templo Mayor que representaba el centro ceremonial más importante del Valle de México, trabajadores encontraron una piedra redonda con un curioso relieve. La representación humana tallada en la piedra de tres metros de diámetro y ocho toneladas aparecía desmembrada, con algunos cráneos en torno a su cintura, plumas en su cabeza y unas curiosas marcas en su mejilla parecidas a pequeñas campanas. Coyolxauhqui es una deidad lunar, cuyo nombre hace referencia a los cascabeles que la adornan, y es la efigie tallada en la piedra que se halló en las calles Guatemala y Argentina del Centro Histórico. Su mito cuenta la batalla que encabezó junto con sus hermanos, la tribu Centzonhuitznahua, contra su madre Coatlicue, una deidad que habitaba en el cerro Coatepec, al enterarse de que estaba embarazada y que nacería otro hermano, Huitzilopochtli, el sol mismo: la luna y las estrellas, Coyolxauhqui y sus hermanos atacaron justo en el momento en que él nació. Una versión que se rescata en el libro Incas, mayas y aztecas, de Lewis Spence, dice que uno de los hermanos de la tribu Centzonhuitznahua, Quauitlicac “se apiadó de ella [Coatlicue] y confesó la deslealtad de sus hermanos al nonato Huitzilopochtli”, quien, a pesar de las circunstancias, conocía a detalle las intenciones que portaban aquéllos en sus lanzas y dardos. Huitzilopochtli nació guerrero y defendió a su madre; venció a sus hermanos y a Coyolxauhqui, quien desmembrada por el destello con el que fue atacada cayó a las faldas del monte Coatepec, representado por el Templo Mayor. El descubrimiento de la aún detallada diosa de la Luna, inmortalizada en piedra, dio inicio a investigaciones arqueológicas más minuciosas en torno a la sociedad precolombina que dominaba en el Valle de México, bajo la supervisión del arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma. +
l concepto de mujer a principios del siglo xx indicaba que ellas debían ser domesticadas, adecuadas para servir al hombre, llevar una casa y verse bonitas al momento en que el marido las presentara con el jefe. Estas convenciones sociales las supieron leer bien los creadores de Wonder Woman. En 1941, William Moulton Marston junto con su esposa Elizabeth Holloway —ambos psicólogos— crearon, con intención pedagógica y en palabras de Tim Hanley: “la superheroína suprema, que inspiraría a las mujeres a ser ellas mismas y a conquistar el mundo”. Bella como Afrodita y sabia como Atenea, más rápida que Hermes y más fuerte que Hércules, amazona nacida sin intervención del hombre y formada sólo por mujeres. Su origen llevó a este personaje polifacético a propagar un concepto de feminismo amazónico, en el que cuerpo y mente están alineados hacia un bien mayor para la humanidad, amenazando al mundo patriarcal. Jill Lepore, historiadora de Harvard y de la Mujer Maravilla, ha ligado a la amazona con las feministas sufragistas de principios del siglo xx, a Ethel Byrne y a Margaret Sanger, fundadoras de la Liga Americana por el Control de la Natalidad: “La creencia de que la mujer es emocional y moralmente superior al hombre, fue proclamada por los movimientos feministas estadounidenses del siglo xix, y Marston, según la ensayista Jill Lepore, la heredó de su madre y de sus tías, y corría por su cuenta, el arroparlas con el manto lingüístico de la psicología moderna”.1 La diosa amazona Diana de Themyscira hace su debut en All-Star Comics número ocho, y retoma el punto de vista de los griegos antiguos, que no permitían acceder a las mujeres a la educación, no se les consideraba ciudadanas, ni tenían acceso a ninguna participación social importante. El mito amazónico en el que se basó la Mujer Maravilla está enraizado en una sociedad patriarcal: las mujeres detentan cierta supremacía femenina, aunque son esclavas de Hércules; finalmente se rebelan de las ataduras del héroe y, gracias a la provocación de Atenea y Afrodita, emancipan su sociedad para instalarse en la Isla Paraíso. William Moulton Marston, bajo el pseudónimo de Charles Moulton, insertó elementos de su vida personal en ella; él, por ejemplo, es el inventor del detector de mentiras, y de allí surge la idea del lazo de la Mujer Maravilla, que expulsa la verdad de aquél que tiene atrapado. La sexualidad no fálica es un tema adyacente al mundo de la Mujer Maravilla, quien a lo largo de setenta y seis años ha tenido parejas de ambos sexos. Marston comenzó a usar un seudónimo porque la opinión del público sobre escritores de cómics era negativa en esa época, y peor aún si se trataba de escribir para un personaje mujer. Además, sus ideas
feministas y de la sexualidad femenina fueron bastante revolucionarias para su época; fue acusado de promover la homosexualidad en un tiempo en el que era considerado un desorden mental. En el libro que casi mató a la industria del cómic, llamado La seducción de los inocentes, publicado en 1954 por el psiquiatra Fredric Wertham, se acusó a los cómics de enaltecer la violencia y la homosexualidad, entre otros comportamientos; denunciaba que Batman y Robin eran amantes y Wonder Woman era lesbiana, y promovía malas costumbres entre las mujeres. Se dice que el profesor Marston, quien daba clases en Harvard, y su esposa tenían una pareja con quien experimentaron sadomasoquismo y erotismo con cierta violencia, prácticas que en su momento permearon al cómic. Elizabeth propuso a su esposo que usaran de modelo a su amante, la estudiante de él, Olive Byrne. Él creía que las mujeres podrían verdaderamente reinar el mundo y quería hacer llegar al público su ferviente convicción. En un artículo escrito en 1940 por Marston, titulado “No te burles de los cómics”, comenta la capacidad de uso de éstos como un medio para hablar de temas controversiales en la sociedad y poder expresarlos con simbología e inteligencia. Su creador murió en 1947 y con él algunas cualidades que caracterizaron el inicio de la diosa. Durante muchos años hicieron a una Diana débil, quitándole todos sus superpoderes, pues por contrato editorial toda mujer debía ser menor que los personajes masculinos; así, fue relegada a ser la secretaria de la Liga de la Justicia. Con el tiempo otros escritores lograron elevar su posición y fortalecerla. En palabras de Diana: “En Themyscira tenemos un dicho: no mates si puedes herir. No hieras si puedes someter. No sometas si puedes apaciguar. No alces en ningún caso tu mano, si antes no la has extendido”. Su mayor poder puede ser haber logrado romper los estereotipos de las mujeres. A lo largo del tiempo los significantes y significados del personaje han mutado junto con la sociedad. En el mes del cómic celebramos los setenta y seis años de un personaje que sabe que la guerra es la falla de la diplomacia, y que la meta de hacer la guerra es terminar el conflicto. Fuente de esperanza e inspiración, la Mujer Maravilla nació como una representación de la mujer que contravenía la idea heteropatriarcal que dominaba en la sociedad: una bomba simbólica que aún no ha terminado de explotar. + Por Yara Sánchez De la Barquera 1 Elisa McCausland. Wonder Women, el feminismo como superpoder, Errata Naturae Editores, 2017.
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El padre de ella es argelino y la madre de él es judía. Ella es provocativa y desvergonzada; él es discreto y, desde hace años, vive abrumado por un gran sentimiento de culpa. Ella es promiscua, él es hombre de una sola mujer. Baya Benmahmoud y Arthur Martin son dos personas antagónicas, pero cuando Cupido entra en juego, la lógica salta por los aires.
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Con sólo tres álbumes en su haber, Adele se ha convertido en la cantante más popular del siglo xxi. Fue sólo cuestión de tiempo antes de que su fantástico catálogo recibiera el tratamiento electro-bossa. El último volumen de nuestra serie incluye los éxitos más grandes del repertorio de Adele.
Esta película aborda la huida de unos hermanos judíos por la Francia fragmentada de la Segunda Guerra Mundial. Retrata cómo la vida se puede transformar en un cruel periplo de idas y venidas. Es un duro aprendizaje que te hace madurar y avivar el ingenio cuando las situaciones se hacen extremas y terribles.
Adam vive con su madre en los barrios pobres a las afueras de París. Un día descubre la oportunidad de ganar dinero vendiendo drogas en la calle y, junto con su mejor amigo, convierte el sótano abandonado de su escuela en su centro de negocios.
En un extraño y desolador paraje del desierto americano, un vendedor de coches convence a su sobrino para que trabaje con él. Allí conocerá a una mujer que le traerá serios problemas.
La tripulación de la nave colonizadora Covenant, con rumbo a un planeta remoto, descubre lo que creen que es un paraíso inexplorado, pero en realidad es un mundo siniestro y peligroso. Cuando destapan una amenaza que va más allá de su imaginación deberán intentar hacer un escape desgarrador.
MONÓLOGOS
EXODUS GOLD VINYL EXCLUSIVE (LP)
FRANK SINATRA & ANTONIO CARLOS JOBIM (LP)
IS THIS THE LIFE WE REALLY WANT? (LP)
Bob Marley & The Wailers UNIVERSAL MUSIC
Francis Albert Sinatra Y Antonio Carlos Jobim UNIVERSAL MUSIC
Roger Waters SONY MUSIC
Como parte de la celebración, Ziggy Marley ha vuelto a revisar las grabaciones originales de la sesión, descubriendo voces no utilizadas y nunca antes escuchadas: una versión en vinilo de oro edición limitada del álbum original de 1977.
Sinatra decidió grabar un álbum de bossa nova con el compositor líder del género: Antonio Carlos Jobim. Un álbum tranquilo y suave que utilizó los ritmos latinos como base y no como un punto focal. Sinatra nunca ha sonado tan sutil, termina convirtiéndose en uno de sus álbumes más gratificantes de los años sesenta.
El álbum fue grabado durante 2014 y 2017, luego de su última exitosa gira con The Wall. El primer proyecto iba a tener un formato de radio-teatro, pero al empezar a trabajar con Nigel Godrich, éste recomendó cambiar el foco de la obra, llevando al actual concepto del álbum que, en parte, trata sobre la unión de las personas para dejar las diferencias de lado.
Gustavo Martín Udc Media, S. A. De C. V.
El maestro Gustavo Martín acompañado de Inés, su violonchelo, hace una interpretación llena de erudición. En este disco de música mexicana de concierto para violonchelo solo, escucharemos obras de Alexis Aranda, Diana Syrse, Enrique Santos, María Granillo, Lucía Álvarez, Leticia Cuen, Leticia Armijo y Daniela Martínez García.
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i bien es cierto que en el imaginario colectivo la cultura gitana está asociada con la magia, los hechizos, la vida nómada, la música y otros avatares, lo cierto es que su historia y contexto actual son bastante más diversos, prolíficos en oficios y modos de vida.
Así sucedió y Sara cumplió su promesa. En Saintes-Maries-de-la-Mer, Francia, se encuentra su santuario; allí reposa una efigie de Sara Kali cubierta de telas. Cada 24-25 de mayo, romá, sintis y travelers de toda Europa hacen un festival-peregrinación en su honor.
Empecemos por aclarar que la propia palabra gitano es parte de estas leyendas: una de las explicaciones dice que en Europa se creyó durante mucho tiempo que este grupo de personas provenía de Egipto, que fue una de sus rutas de trayecto desde su salida del Punjab indio, por lo que se comenzó a llamarlos egiptanos, término que pasó a la lengua común como gitanos. La otra explicación se basa en la filología de la palabra griega tsiganós, ‘intocable’, que se convirtió en cigány (húngaro), zigeuner (alemán), gitan (francés), zíngaro/gitano (español)… Los nombres, sin embargo, con los que se denominan a sí mismos varían: roms o romá (la más extendida por ser la palabra romaní con la que se autodenominan), sintis, kalderash, manouche, calé… dependiendo del lugar en el que viven o de sus oficios. Durante décadas, en México se les llamó genérica y despectivamente húngaros, pues se creía que todos provenían de la República de Hungría.
Juanma Giménez publicó un artículo en Yorokobu (“Están entre nosotros”, octubre de 2013) en el que da cuenta de su experiencia como miembro de esta etnia, de un modo que se distancia de los estereotipos difundidos a partir de cómo los muestran algunas películas o reportajes:
Hasta que en 2012 se publicaron los resultados de un estudio genético exhaustivo que confirmó que los ancestros del pueblo rom salieron de la India hacia el resto del mundo, hace mil quinientos años —algo que muchos romá y estudiosos del tema sabían por lo que se transmitió generacionalmente—, las hipótesis de su origen eran varias. Dentro de estas versiones existe la leyenda de que fueron una rama del pueblo hebreo que tomó un rumbo histórico diferente. La escasa documentación en lo relativo a la cultura gitana permite que estas hipótesis descansen sobre algunas leyendas populares, como la del cuarto clavo de Cristo, que sería el relato fundacional del pueblo rom como una rama de la cultura hebrea. Según esta leyenda, para la crucifixión de Jesucristo se mandaron forjar cuatro clavos. En una versión el herrero es gitano, razón por la que Jesucristo dejó que sobre ellos cayera la maldición de vivir errantes; en otra, uno de los clavos fue robado por una gitana en un intento por disminuir el dolor de Cristo. En agradecimiento, éste bendijo a su pueblo otorgándole el don del placer y la libertad. A esta versión suma también la leyenda que da cuerpo a una de sus más intensas e importantes creencias, la veneración de santa Sara Kali o santa Sara del Mar, santa patrona del pueblo rom —no reconocida de manera oficial por la Iglesia católica—. Según su hagiografía, Sara Kali (‘negra’) viajaba con María Magdalena cuando ésta llevó su ministerio de evangelización al sur de Francia. Allí, su embarcación estuvo a punto de naufragar; para evitarlo, la esclava Sara ofreció a Dios que viviría con el cuerpo cubierto de pies a cabeza si salvaba la vida de María Magdalena y sus acompañantes.
Si algo caracteriza al pueblo gitano es su heterogeneidad, así que solo puedo hablar desde mi experiencia. Soy sevillano. Estoy en la treintena larga (dejémoslo así…) y soy periodista. Pertenezco a ese sector de población gitana que se ha dado en llamar —con mayor o menor fortuna— ‘gitanos invisibles’. Por no obedecer al tópico instalado en el imaginario gaché* (ya saben… pelo largo, cadenas de oro tipo M. A. Baracus, ojos negros y piel aceitunada), solemos pasar desapercibidos. La gente puede cruzarse con nosotros (incluso compartir habitación de hospital) sin saber que han estado rodeados de gitanos. No es un mito sino una realidad histórica que en el pueblo rom se desarrolló una fuerte tradición musical y que, músicos imponentes, los gitanos, pero no podemos decir que todos ellos tocan o cantan o bailan. Es verdad que los calés (gitanos españoles) contribuyeron a la creación del flamenco, esa música y baile que asumimos como gitana. Y aunque es cierto, el flamenco es una cultura musical surgida del contacto de la cultura andaluza, la árabe-mora y los gitanos, además del intercambio cultural con América Latina y los ritmos afrocaribeños. Del pueblo rom hay muchos otros mitos y leyendas, estereotipos, creencias; a veces (casi siempre) se habla de ellos como si fueran de otro planeta y no estuvieran en contacto cercano y constante con el resto del mundo, influyéndolo de muchas maneras. En México tuvieron y han tenido presencia desde hace muchas décadas. Por ejemplo, la palabra chido misma es de origen rom, ajá, donde se usa en el sentido de ‘resplandeciente’. Como sucede con los fenómenos culturales, saber con certeza cómo llegó al léxico mexicano contemporáneo es una misión casi imposible, pero es muestra de la presencia e influencia de este pueblo milenario en nuestra cultura. + Por Isaura Leonardo
n la actualidad, cuando escuchamos que algo es un mito o una leyenda, de manera inmediata pensamos que hablamos de algo que es fantasioso, irracional o muy probablemente falso. Esta actitud que tenemos en relación con los mitos y las leyendas es diametralmente opuesta a la que la humanidad, hace muchos años, tenía con respecto a este tipo de narraciones. La humanidad premoderna escuchaba sus mitos y leyendas con maravilla. Hoy, cuando oímos una leyenda o un mito, lo hacemos con cierta indulgencia y, en algunos casos, con mofa, y la mayoría de las personas creen que los humanos premodernos creían en sus mitos porque eran ignorantes, porque eran crédulos y, en última instancia, porque eran bobos. Pero, ¿realmente era así? A diferencia de nosotros, que desde el nacimiento tenemos a la mano una serie de herramientas y discursos científicos que nos sirven para entender el mundo, los humanos de la Antigüedad no contaban con algo semejante. A los primeros humanos la naturaleza les parecía indescifrable. Difícilmente podemos imaginar hoy la perplejidad que el humano antiguo experimentó ante los relámpagos, los eclipses, los terremotos o el cielo estrellado. En su búsqueda de respuestas, la humanidad prehistórica construyó mitos —del griego μῦθος, mythos— que les sirvieron para explicarse las cosas a su alrededor: los antiguos griegos, los mexicas, los egipcios, todas las culturas premodernas. Para nuestros antepasados la importancia de los mitos no radicaba en que fueran verdaderos, sino en que ofrecieran una explicación que apaciguara su terrible sed de respuestas. En estos casos, la “verdad” de los mitos consistía en que la gente recurría a ellos desde mucho tiempo atrás. Nuestros antepasados confiaban en los mitos porque sus papás, sus abuelos, los papás de sus abuelos, y así sucesivamente, habían confiado en ellos. Sin embargo, no todos en la Antigüedad se sintieron satisfechos con las respuestas mitológicas. En Grecia, aproximadamente en el siglo vii antes de nuestra era, surgió un tipo de persona renuente a las explicaciones tradicionales: los filósofos. Dudando de la mitología y examinando las cosas por sus propias luces, los filósofos elaboraron discursos racionales con la finalidad de ofrecer respuestas verdaderas del mundo. A esta manera de explicar racionalmente las cosas los griegos le llamaron logos (λóγος). La filosofía griega conmocionó la tradición mitológica. Gracias a la filosofía y al logos —es decir, a las explicaciones racionales— el humano descubrió una nueva manera de interpretar el mundo a su alrededor, una forma de explicarse la naturaleza por uno mismo sin necesidad de apelar a la tradición. No obstante, había una naturaleza que seguía siendo un misterio, impotente ante el racionalismo: la propia naturaleza humana. Algunos filósofos como Platón y Aristóteles se dieron cuenta de que el logos podía explicar claramente la naturaleza exterior, pero era incapaz de dar cuenta de las cosas de la condición humana. Notaron, por ejemplo, de que la explicación racional de la muerte no minimizaba el temor a ella, así como que tampoco había suficientes argumentos racionales para explicar por qué es mejor ser justo, valiente o prudente que no serlo. En cambio, el mito podía tranquilizar el corazón humano y podía convencer, por medio del ejemplo, que es mejor ser una persona virtuosa que no serlo. Esto explica por qué los griegos antiguos no se preocupaban mucho por esclarecer si verdaderamente había existido un tal Aquiles, lo importante era que, escuchando el mito de la vida de ese guerrero, las personas aspiraran a ser como él y quisieran imitarlo.
Con el paso del tiempo, los filósofos griegos ganaron más y más terreno y su logos venció al tradicional mythos. Aquél se estableció como el paradigma educativo, como la forma más alta de educación. Hablar en torno a ese concepto se volvió cosa común, incluso los romanos, que le sucedieron en la historia a los antiguos griegos, incorporaron la noción de logos a su idioma. Esto explica por qué la palabra latina legere y la voz griega legein —λέγειν, de donde viene la palabra logos— significan ambas lo mismo: ‘escoger, leer, contar o hablar’. El logos se volvió la forma correcta de hablar. Aunque el Imperio romano llegó a su fin en el siglo v de nuestra era, el latín, la lengua en la que escribían y hablaban los romanos, continuó en uso inclusive hasta el Medioevo. El latín fue la lengua en la que escribieron los primeros autores católicos. Éste es el caso, por ejemplo, de Jacopo Della Vorágine, obispo dominico que escribió en latín, en el siglo xviii, su Legenda Sanctorum. La palabra sanctorum es el plural genitivo de sanctus —‘santo, piadoso, venerable’—; legenda es el gerundio plural de legere —que, como acabamos de ver, significa ‘escoger, leer, contar o hablar’—. Una traducción del título del mencionado libro sería Las cosas de los santos que deben ser contadas. El libro es una recopilación de la vida de alrededor de ciento ochenta santos y mártires cristianos. Tal vez con una idea más o menos parecida a la que tenían los escritores antiguos cuando componían sus mythos, Jacopo Della Vorágine se concentró más en las enseñanzas morales que podían ofrecerse por medio de las vidas de los santos que en la veracidad de dichas biografías. Esto se ve en el hecho de que el libro contiene datos que hoy, vistos desde una mirada científica, serían totalmente inverosímiles. Con todo, Legenda Sanctorum fue un éxito y se volvió un libro esencial para la propagación de la fe cristiana y la evangelización católica. No todos estuvieron contentos con la expansión de la Iglesia católica. En el siglo xvi, con la llegada de la reforma protestante, diversos autores se dedicaron a denunciar las supuestas mentiras que la Iglesia católica había empleado para expandirse y obtener poder. Tal es el caso, por ejemplo, del protestante John Foxe, quien escribió una obra llamada Actes and Monuments —que en español es mejor conocida como El libro de los mártires—. En dicha obra, Foxe señala la falta de documentación, inverosimilitud y falsedad de las biografías escritas por Della Vorágine en su Legenda Sanctorum, al tiempo que reescribe la vida de los santos, pero con “verosimilitud” y “rigor histórico”, lo cual es, como muchas cosas escritas, discutible. De este modo, Foxe y el protestantismo pusieron en duda la reputación de la Legenda Sanctorum, lo cual inaugura el sentido moderno de la palabra leyenda. Como hoy cada quien puede comprobarlo por sí mismo, la palabra leyenda remite, como mínimo, a una historia inverosímil, absurda y de la cual no tenemos pruebas claras de que sea verdadera, justo lo que pensaba John Foxe de la Legenda católica de Della Vorágine. Tal vez la mala reputación de la que hoy gozan los mitos y las leyendas se deba a la “lectura racional” que hacemos de ellos. Es claro que, desde un análisis lógico y con consistencia histórica, las mitologías prehispánicas, las leyendas de la antigua Grecia y muchos cuentos tradicionales son inverosímiles. Los humanos modernos somos adictos a la racionalidad. Para poder obtener los frutos de los mitos y las leyendas, quizá el primer paso sea dudar de la potencia de la racionalidad, lo cual no significa portarse con simpleza o cometer toda clase de disparates. Significa, como mínimo, abrirse a la posibilidad de que los mitos y las leyendas pueden enseñarnos algo sobre nuestra naturaleza humana. Tal vez podemos comprender mejor el amor con los mitos de Eros que con la explicación científica de la dopamina y la serotonina, pero eso depende de nosotros. + Por Fabián Gutiérrez López
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A. DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS Spike Jonze Ésta es la adaptación cinematográfica de una obra maestra de Maurice Zendak. En la versión dirigida por Spike Jonze, el pequeño Max viste su disfraz de lobo y le surge un enorme deseo de hacer travesuras. No obstante, fue demasiado lejos cuando intentó comerse a su madre: se fue castigado derecho a su cuarto. En su cuarto nota algo extraño y de pronto se sumerge en un nuevo mundo en el que habitan seres feroces, pero con un peculiar carisma que los hace unirse a él. B. FAERYLAND: THE SECRET WORLD OF THE HIDDEN ONES John Matthews/Matt Dangler ABRAMS Este libro incluye criaturas fantásticas de las Islas Británicas, Escandinavia, Alemania, América del Norte y diversas regiones asiáticas, árabes y africanas. El libro está dividido en trece secciones e ilustrado con el nuevo arte del talentoso artista de hadas Matt Dangler. ¿Crees en la hadas? Si no, con este libro comenzarás a conocerlas. C. MITOS Y LEYENDAS: GUÍA ILUSTRADA DE SU ORIGEN Y SIGNIFICADO Philip Wilkinson DORLING KINDERSLEY LTD. Ésta es una guía de muchos de los más conocidos mitos y leyendas en torno al mundo, desde las antiquísimas culturas europeas y asiáticas hasta las grandes cosmogonías americanas y oceánicas.
D. MYTHOLOGY Lady Hestia Evans THE TEMPLAR COMPANY PLC Una copia vieja dañada de la edición de la señora Hestia Evans fue prestada recientemente a la editorial. Contenía, además de inserciones y recortes de periódicos de la época, notas que provenían de un tal John Oro, caballero, viajero y coleccionista de antigüedades, que al parecer trató de usar el libro para su propio beneficio egoísta, al ponerse en contacto con los antiguos dioses griegos. El editor espera que este facsímil sea una advertencia suficiente para todo aquél que intente seguir pasos ocultos.
E. MURO Y MITO: MURALES DE LA CIUDAD DE MÉXICO ARTES DE MÉXICO A partir de textos de José Luis Trueba Lara, Luis Cardoza y Aragón, Carlos Mérida y Sergio Raúl Arroyo se hace una reflexión sobre la vertiente histórica, estética y social en la que se inscribe el muralismo mexicano. Aquí somos testigos de los encuentros disímiles entre las propuestas de la Escuela Mexicana de Pintura, las nuevas escuelas de arte, que buscaban una integración con la arquitectura desde la concepción de los inmuebles, y el arte urbano de nuestra época. Sin duda, el muralismo es un fenómeno artístico que posee no sólo una riqueza en cuanto a la producción de obras, sino de facetas desde las cuales pensarlo.
F. COYOLXAUHQUI: CASCABELES EN EL ROSTRO Edna Aponte y Silvana Ávila FUNDACIÓN ARMELLA/AXOLOTL Coyolxauhqui es una deidad mexica. Su efigie está tallada en una sola pieza de piedra y pesa cerca de ocho toneladas. Ella no se llevaba bien con su hermano, Huitzilopochtli, por lo que tuvo serios problemas con él y su madre, Coatlicue. ¿Quieres saber más de ella? Acércate a Coyolxauhqui: cascabeles en el rostro.
G. EL LABERINTO DEL FAUNO Guillermo del Toro Año 1944, posguerra española. Ofelia y su madre, Carmen, quien está embarazada, se trasladan al pueblo al que fue asignado Vidal, esposo de Carmen. Capitán del ejército franquista por el que la niña no siente ningún afecto. Su misión es exterminar a los últimos integrantes de la resistencia republicana. En una ocasión, Ofelia descubre las ruinas de un laberinto, y allí se encuentra con un fauno que le hace una revelación: ella es en realidad una princesa, pero para poder regresar a su reino se verá obligada a sortear tres pruebas.
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i en el mundo del rock ha habido un personaje enigmático, rodeado de misterio y mitos, ha sido la andrógina y horrífica figura de Alice Cooper, quien al final de cada uno de sus conciertos es ejecutado, ya sea colgado, electrocutado o decapitado con una guillotina. Vincent Damon Furnier, con elaborados trajes y accesorios de terror de calidad cinematográfica, lideró musical y creativamente a la banda que llevó en un inicio el nombre de Alice Cooper. Así dio origen a un concepto cargado de teatralidad que, influido por películas de terror y espectáculos de cabaret, mezcló con su pasión por el horror el miedo y lo violento, con el garage-rock primero, y el heavy metal después. Creó un espectáculo que incluía sillas eléctricas, guillotinas, sangre falsa, muñecas decapitadas y una enorme boa constrictor, en una época en la que la escena del rock permitía innumerables combinaciones; dio rienda suelta a sus fantasías e incitó la imaginación del espectador con diferentes propuestas, algunas difícilmente asimilables y otras con más pantomima o teatralidad que rigor musical. Para algunos este ensamble era un divertimiento, mientras que para muchos otros era una necesidad creativa que buscaba plantear una propuesta mayor.
CORONEL LÁGRIMAS Carlos Fonseca ANAGRAMA A la altura de los Pirineos un anciano ermitaño se ha dado a la tarea de escribir la historia universal en clave íntima. ¿Qué esconde? Guiada por la obsesiva pero juguetona mirada de su narrador, Coronel Lágrimas traza el esclarecimiento de este secreto vital: la narración de una jornada arbitraria dentro de la vida de su enigmático protagonista da paso a una cartografía que acaba por elucidar, en clave tragicómica, la historia política del siglo pasado.
EL CEREBRO MUSICAL César Aira Random House Mondadori
El demencial dramatismo de su puesta en escena lo rodearía de muchas anécdotas y mitos, y en otros casos le provocaría problemas con los medios y con la autoridad. La versión más difundida sobre el origen del nombre —Alice Cooper— cuenta que surgió en una sesión de Vincent y la banda con una tabla ouija: comenzaron a hacerle preguntas, y al pedirle que les dijera si había un espíritu en la habitación, la tabla deletreó dicho nombre. De acuerdo con la leyenda, la ouija les dijo que —la verdadera— Alice Cooper fue una bruja nacida en febrero de 1623 en Sussex, Inglaterra. Fue una hija de padres adinerados que escuchaba voces que nadie más podía oír, siempre riendo en secreto como si supiera la respuesta a alguna broma cósmica. Educada por su hermana mayor en la magia y el uso de plantas extrañas que crecían en el bosque, así como de palabras antiguas que podrían causar truenos y hacer arder fuego, Alice fue culpada de causar el incendio en el que murieron sus padres cuando ella tenía doce años; un año después fue testigo de la quema en la hoguera de su hermana, acusada de bruja por los aldeanos, y aparentemente se suicidó una semana más tarde. El nombre les gustó porque sonaba inofensivo y hacía contraste con la imagen y la música de la banda.
Este libro recoge, en esta nueva edición de su Relatos reunidos, una selección de cuentos escritos por Aira entre 1996 y 2011, a los que se añaden tres cuentos autobiográficos inéditos: “Duchamp en México”, “Taxol” y “La broma”. Estos veinte relatos, a medio camino entre el cuento y la crónica imaginada, ponen de manifiesto el genio inclasificable.
PLANETARIO Mauricio Molina Almadía Nueve mujeres, nueve planetas. Tales son las etapas del viaje que el asesino protagonista de esta novela debe recorrer. Cada mujer es la encarnación de un planeta y una nueva interpretación del deseo. Con escenarios tan diversos como Lisboa, Buenos Aires, Nueva York y las playas de Oaxaca, esta novela funciona como un viejo modelo planetario. Planetario es un delirio metafísico que arroja luz sobre los territorios más oscuros de lo humano.
Otro popular rumor dice que Alice Cooper le arrancó la cabeza a un pollo y bebió su sangre durante su presentación en el Toronto Rock and Roll Revival Festival en 1969. Vincent refirió años después que alguien de la audiencia aventó un pollo vivo al escenario y él, un joven de ciudad que no sabía nada de animales de granja, supuso que el ave volaría si la aventaba hacia la gente: el pollo simplemente cayó en la multitud y fue pisoteado por la audiencia eufórica. Alguien inventó lo de la cabeza y que había bebido su sangre. Cuando quiso aclararlo frente a los medios, Frank Zappa le aconsejó que no lo hiciera: era mejor para su carrera si la gente creía que era cierto.
ODISEA Homero EDICIONES GANDHI
Foto: Portada del álbum Trash, de Alice Cooper
Poema épico griego compuesto por veinticuatro cantos, la Odisea narra el regreso del héroe Odiseo a su patria, Ítaca, después de la conquista de Troya. Esta obra, uno de los primeros textos de la literatura occidental, parece haber sido transmitida oralmente durante siglos por personas que las recitaban de memoria, alterándolos de modo deliberado o no.
Alice, quien ha tenido en su show a invitados como Vincent Price, actor que interpretó a Drácula y a otros monstruos en filmes de terror, o ha tenido en su banda a los que alguna vez fueran músicos de Lou Reed, ha provocado indignación al ser acusado de promover el sexo y la violencia. Él, mientras tanto, acusa al público de falso porque la violencia está en todo ser humano. Cooper se ha roto las costillas en accidentes colgando sobre el escenario, el Parlamento Británico intentó impedir sus actuaciones y hasta el fbi prohibió la portada de su álbum Billion Dollar Babies, que mostraba al grupo sumergido en un millón de dólares, pero fue cambiada debido a una ley que prohíbe publicar fotos en color de la moneda estadounidense para evitar falsificaciones. No obstante, más allá del denso delineador de ojos, el circo de los medios de comunicación y la camisa de fuerza salpicada de sangre, como la del protagonista de la novela El curioso caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson, escrita en 1886, Vincent Fournier podría ser una representación del trastorno de identidad disociativo, pues a diferencia de Alice Cooper, la persona detrás del personaje es un hombre de familia, culto, religioso y de gustos exquisitos a los que puede acceder gracias al fruto de su exitosa carrera. + Por Diego Herrera @DiegoHerrera
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Foto: R. R. Fullton©
a palabra mito suele relacionarse con narraciones increíbles más vinculadas con las mentiras que con cosmogonías que constituían la realidad de distintas culturas. Dentro de aquellas maneras de entender el mundo y la naturaleza, es probable que la griega sea una de las más difundidas, y es muy conocida tanto por su literatura como por múltiples discursos surgidos en los últimos siglos, así como algunos de los personajes que existían en dichos mitos. El helenista español Carlos García Gual comenta al respecto: “Defino al mito como una especie de relato tradicional, es decir, que viene de atrás, y que narra aventuras y hazañas de personajes extraordinarios, generalmente en un tiempo lejano y prestigioso, que de alguna manera una sociedad considera paradigmáticos. En esa definición se queda de lado si son religiosos o no. Yo insisto, y creo que es la tendencia actual, a que lo importante es que estén en el imaginario colectivo, que persistan en la memoria de la gente más allá de formas escritas o de textos precisos”. García Gual, en su libro La muerte de los héroes, aborda pasajes de la vida de los héroes griegos no siempre comentados de forma exhaustiva: los finales trágicos de cada uno de los personajes: “Me di cuenta de que en la literatura antigua no se habla tanto de los héroes como de sus hazañas, de sus momentos de gloria. Una de las novedades de este libro es que reúne una serie de muertes a veces extrañas, a veces más pintorescas, y ahí distingo tres tipos: los grandes héroes antiguos del mito,
como Hércules; luego le dedico una parte a los héroes de Homero, que son fundamentalmente los que mueren en la batalla, son héroes guerreros que tienen una muerte singular, trágica; luego le dedico una parte a tres heroínas: Clitemnestra, Antígona y Casandra, porque las mujeres estaban un poco marginadas, pero de pronto en el mundo griego aparecen esas figuras que recordaremos siempre”. Con respecto a la distinción que podría trazarse entre las figuras heroicas clásicas y las contemporáneas, el investigador explica una línea tajante entre los unos y los otros: “Yo trato efectivamente de héroes antiguos, héroes y heroínas, porque en la sociedad griega fueron muy importantes. Era una sociedad con un trasfondo un tanto aristocrático. En la actualidad es muy difícil definir quién es un héroe porque, por una parte, las grandes figuras de la política o del deporte no tienen esa sustancia o esa calidad que parecían tener los héroes antiguos: el mundo moderno lo atropella todo. Hay un tipo de héroe que es el que se sacrifica por los demás, es decir, a veces los bomberos, o el individuo que de pronto sale a salvar a alguien. Pero héroes en pleno sentido de la palabra, en una sociedad como la nuestra, posmoderna, es muy difícil encontrarlos”, y agrega: “El héroe clásico estaba en un tipo de sociedad antigua en que la gran personalidad podía desarrollarse y hacer una gran contribución a la sociedad. En el mundo moderno eso es mucho más difícil, porque es un mundo de grandes masas, de máquinas, de
seres un poco repetidos, de manera que es muy difícil en esta época. Se podía hablar de los héroes casi en un sentido marginal: de los del cine, de las grandes figuras del espectáculo, pero héroes de verdad como los de antes no hay”. Somos testigos de una época rebosante de superhéroes, cuyo prestigio ha aumentado a partir de las adaptaciones cinematográficas basadas en legendarios personajes de cómics. Al respecto, cuando García Gual piensa en alguno de éstos que pudiera recuperar concluye: “No. Los héroes de los cómics como Superman y tantos otros son un poco héroes de papel; yo insisto que hay otro tipo que es el que se sacrifica por los demás, el médico que afronta situaciones difíciles, enfrenta la muerte, ése es uno, pero no es un gran héroe, sino un filántropo, que no es lo que eran los antiguos”. Carlos García Gual finaliza con una reflexión en torno a la actualidad y vigencia de los héroes contemporáneos: “La guerra moderna es una guerra tecnológica, de grandes aparatos, de grandes máquinas que deja muy poco espacio a la aventura individual. Yo creo que todavía podría hablarse de héroes de la Primera Guerra Mundial, algunos aviadores, algunos grandes estrategas, pero luego en el mundo moderno, si uno piensa en la guerra de Vietnam, ¿qué héroes ha habido? Nada. Es como si la máquina social, la masa se hubiera comido al héroe”. + Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza
tan Lee ha decidido mandar a cinco de sus superhéroes al psicoterapeuta para descubrir lo que piensan de él y conocer, de primera mano, los traumas que pudieran tener en su faceta de humanos comunes y corrientes. ¿Será cierto que todos ellos se encuentran tan bien como aparentan? —Buenas tardes, soy la doctora Enigma. Les doy la bienvenida a esta sesión de terapia de grupo. Vamos a explorar aquellos resentimientos contra el señor Stan Lee que nunca han podido expresar por algún tipo de temor o de trauma. Quisiera que hoy hablaran abiertamente de lo que cada uno de ustedes piensa y siente en lo más profundo de su ser. Imagínense que su creador está sentado aquí, entre nosotros, y que ni él ni nadie los va a juzgar por lo que puedan decir. ¿A quién le gustaría empezar? Nadie toma la iniciativa. Casi todos los presentes están cabizbajos y se miran de reojo en espera de que alguien se anime a participar. El personaje más resuelto decide ponerse de pie para presentarse: —Yo voy empezar porque tengo un importante compromiso más tarde y, la verdad, quisiera terminar esto lo antes posible… —¿Podría decirnos su nombre? —lo interrumpe la terapeuta—. —¿Mi nombre? Todos me conocen —el hombre no disimula la molestia que le causa la interrupción de la doctora—. Soy Tony Stark, heredero de Industrias Stark, y como les decía, no sé por qué estoy aquí. Sospecho que esto será una gran pérdida de tiempo. Mi vida es perfecta como está. Tengo todo el dinero del mundo, soy uno de los máximos cerebros y desarrolladores de tecnología en la actualidad y, por si fuera poco, ninguna dama es capaz de rechazarme una invitación a salir. Yo estoy satisfecho y en paz con mi creador. Ahora con su permiso, me retiro. —Espera un poco —interviene otro de los asistentes—, no te vayas, siéntate. Tengo una duda: de todas esas virtudes que te han tocado, ¿cuál es exactamente tu superpoder? Por cierto, mi nombre es Bruce Banner y tengo problemas de bipolaridad, ira y manejo de estrés. —Yo soy Susan Storm —se levanta la única mujer entre los participantes—. Así como me ven de tranquila y ecuánime, arde en mi interior la rabia por formar parte de este universo machista de superhéroes. —Bien, creo que es mi turno. Me llamo Peter Parker y es la primera vez que vengo a una sesión de este tipo. Ya que se trata de confesiones, debo decir que si hay algo que me molesta, es la personalidad de adolescente bulleado que me tocó. —Percibo que sus miradas apuntan hacia mí por ser el único que falta por presentarse. Mi nombre es Matt Murdock, soy invidente y abogado. Soy Daredevil, un ciego temerario en busca de venganza. El Juan sin miedo de los hermanos Grimm venido a superhéroe. —Es un gusto tenerlos a todos ustedes aquí reunidos —dice la terapeuta mientras revisa sus notas—. Quisiera ahondar en el caso del señor Stark. En una entrevista, Stan Lee dice que si
pudiera escoger a uno de sus personajes para salir a un bar a tomar un trago, sería con usted. —Y yo estaría encantado de hacerlo —responde Tony—. Seguramente él se identifica mucho con mi personalidad. Tal vez porque soy el más humano, sin agraviar a nadie —cruza miradas con Bruce y sonríe con un dejo de burla. —Si ser humano significa jugar al playboy, heredar un imperio y creerse el sabelotodo podría estar de acuerdo contigo —interviene Susan—, pero ¿te has dado cuenta de que esos atributos representan justo lo que la sociedad rechaza? —Además, sin su traje de acero —agrega Peter—, ¿dónde realmente está el superhéroe? Yo no necesito vestirme de araña para trepar por las paredes —se queda reflexionando un momento—. ¿Se dan cuenta de la carga que llevo con mi personaje? ¡Soy una araña! Todo mundo detesta a las arañas. Además, ahora sé que cuando Stan me creó, ¡no le gusté a nadie, no convencí a nadie! —el joven se lleva las manos al rostro y solloza. —No te sientas mal, amigo arácnido —responde Bruce—. Tienes un futuro promisorio. En cambio, mírame a mí. Soy una combinación de doctor Jekyll, Mr. Hyde y Frankenstein con esteroides. Un eterno perseguido que lo único que desea es encontrar una cura para esta pesadilla a la que me condenó “mi padre”, Stan Lee. Yo debería ser su hijo predilecto, su favorito, su compañero de juerga. —Tranquilo, Bruce —interviene Matt—. Siento que te acercas a una frontera que no queremos traspasar ahora. Relájate, por favor. No te pongas verde. Mírame a mí, tú, que sí puedes ver. Soy ciego desde niño y vivo sobrecargado de una temeridad que en realidad no me encanta. ¿Me estas oyendo, Stan? ¿Por qué mi motivación tuvo que ser la venganza? ¿No teníamos suficiente con el hombre murciélago de la casa de enfrente? Además, aquí estoy con científicos que han sufrido accidentes que más o menos explican su condición. ¿Yo qué? —Matt empieza a llorar mientras Bruce, ya más tranquilo, lo conforta con un abrazo—. —Bueno, Matt —agrega Susan—. Tú por lo menos sirves de ejemplo de superación para la gente con ceguera. Representas al hombre que supera una desgracia personal. Yo, en cambio, a pesar de ser una mujer extraordinaria, tengo que vivir a la sombra de un líder masculino. Ni siquiera en esta fantasía la mujer puede tomar un papel protagónico. Hemos de ser la novia, la esposa o la compañera de un superhéroe para ganarnos un lugar en la historieta. Si no, tenemos que andar medio desnudas y con un látigo porque no basta con ser heroína, hay que lucir como todo un objeto sexual. —Bueno, tal parece que todos ustedes están a disgusto con sus personajes — reflexiona Tony—. Yo, la verdad, los admiro. Casi hasta podría decir que los envidio. Nunca he visto un ser más poderoso que Hulk; ¿trepar por las paredes como una araña? Ya quisiera yo poder hacer eso. La agudeza de los sentidos de Daredevil: eres increíble. Y tú, Susan, ¡eres la mujer invisible! —¡Exacto! —reacciona Susan—. Como el Hombre Invisible de George Wells, nomás que a la sombra de su marido. No lo puedo aceptar.
Renunciaría a ello si pudiera. Finalmente, ahí están los otros miembros de los Cuatro Fantásticos. Por mí, que se queden en tres. Yo prefiero irme a luchar por el empoderamiento de la mujer, que buena falta hace. —Nunca había pensado en las cosas que aquí les escucho decir —comenta Peter—. Y ¿se han fijado en esa manía que tiene Stan de nombrarnos con la misma letra inicial a cada uno de nosotros? ¡Qué onda con eso! Peter, Parker; Susan, Storm; Matt, Murdock; Bruce, Banner; Tony… ¿Stark? —Ahí está de nuevo el favorito de papá —dice Bruce con desdén. —Momento —interrumpe Tony—, la repetición se da en Invencible Iron Man. ¿Ya ven? “Sufro” igual que ustedes. —Ay, por favor, Tony —interviene Matt con cierto hartazgo—. Percibo tu ironía con claridad. A todos nos han tocado personalidades atormentadas de una u otra forma. ¿Tú? Más bien pareces un capricho, el alter ego del mismísimo Stan Lee. Eres un consentido narcisista. El grupo se queda en silencio y a la expectativa. El rostro de Tony delata su furia contenida ante la afirmación de Matt. Se han dicho cosas muy fuertes, los personajes se han manifestado como nunca lo habían podido hacer. La psicoterapeuta toma la palabra para apaciguar la discusión. —No se trata de atacarnos unos a otros. Estoy segura de que el señor Stark está consciente de su ensimismamiento. Después de todo tiene una vida muy ocupada con sus inventos, sus contratos y la industria militar. —Está bien —finalmente habla Tony—. Es posible que tengan razón en lo que dicen. Estoy demasiado ocupado conmigo mismo, en las cosas que puedo comprar con dinero: autos, aviones, barcos. Pero sepan que lo que hago me ayuda a mantenerme vivo —hace una pausa para pensar sus palabras—. Yo tengo un corazón artificial. Ahí está justo lo que me distingue de ustedes. No tanto por el órgano que bombea sangre al cuerpo; sino por lo simbólico. Se trata de hacer confesiones, ¿no? Pues ésta es la mía: el vacío sentimental es lo único que no puedo llenar con dinero. El verdadero amor no se compra. La tensión del grupo se diluye. Hay miradas de compresión entre todos los personajes. Se han sincerado y se han escuchado unos a otros: están conscientes de lo que les hace daño, y han dado un paso hacia adelante para aceptarse, perdonar y tener una vida más plena. El dolor disminuye si se comparte y encuentra empatía en las personas alrededor. La sesión termina. La doctora los felicita y se despide de cada uno. Los personajes volverán a su mundo fantástico con una carga emocional menos. Ahora sólo queda conocer la opinión de Stan Lee sobre esta sesión introductoria y saber si está dispuesto a financiarles todo un tratamiento, que buena falta les hace. + Por Xósem Amero @xosemamero
n su mayoría, los personajes que nos llaman la atención de los mitos y las leyendas que abundan en México son aquéllos con destinos terribles o finales trágicos. Tal podría ser el caso de Maximiliano de Habsburgo, un príncipe extranjero que quiso gobernar un país del que sabía poco. Aun así, sería imposible negar que Maximiliano aprendió a querer a México y que lo entendió mejor que muchos de sus contemporáneos. Cuando en julio de 1863 un grupo de monárquicos mexicanos le ofreció a Maximiliano la corona del inexistente Imperio, él la aceptó, en gran medida por la seguridad que Napoleón III le brindaba al enviar tropas francesas a México. Una vez que Maximiliano y Carlota llegaron a tierras mexicanas, la bienvenida fue árida. Recorrieron el camino de Veracruz a la Ciudad de México con los vítores de apenas unos cuantos que, posiblemente, no entendían el suceso ni imaginaban el desenlace del fugaz Imperio mexicano. No fue sino hasta llegar a la capital que los emperadores fueron recibidos con arcos triunfales y el júbilo de algunas familias novohispanas que desempolvaban sus blasones y títulos, obsoletos desde la Independencia. Con un país dividido y sumido en una guerra entre el Imperio y la República, transcurrieron los tres años del gobierno del emperador. Sin embargo, sus políticas resultaron ser más liberales de lo que los conservadores se imaginaron. Pero el rompimiento definitivo con algunos de ellos fue cuando se negó a devolver los bienes nacionalizados a la Iglesia católica. Maximiliano también creó avenidas y edificios que existen todavía, revalorizó la cultura prehispánica después de años de olvido, reguló la jornada laboral, suprimió los castigos corporales y el trabajo de menores. Pero dichas políticas dieron como resultado que Napoleón III, presionado por los problemas internos de Francia, retirara el apoyo militar que salvaguardaba al cortísimo imperio. Maximiliano se quedó prácticamente solo, pero regresar a Austria derrotado no era una opción para él. Luchando hasta el final, su ejército fue sitiado en Querétaro y el emperador fue apresado. Junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, fue juzgado sin poder apelar, y condenado a muerte. Maximiliano de Habsburgo, emperador de México, archiduque de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia y conde de Habsburgo fue fusilado el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas. Sus últimas palabras —se dice— fueron: Perdono a todos y pido a todos que me perdonen y que mi sangre, que está a punto de ser vertida, se derrame para el bien de este país. Voy a morir por una causa justa, la de la Independencia y libertad de México. Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria. ¡Viva México!
Tan pronto cayó al suelo el cuerpo de Maximiliano comenzaron a surgir leyendas y mitos en torno a él, y su muerte dio pie a un sinfín de historias. Se dice que cuando su madre, la archiduquesa Sofía, recibió el cadáver exclamó: “Ése no es mi hijo”. Así comenzaron las habladurías sobre lo que “verdaderamente” había pasado con Maximiliano. Más de un siglo después, Rolando Deneke, investigador salvadoreño, afirmó que Maximiliano no murió fusilado en 1867, sino que fue perdonado por el presidente Benito Juárez por pertenecer a la masonería. Para fortalecer su teoría, Deneke se basó en los testimonios de algunos ancianos que dicen haber conocido a un hombre llamado Justo Armas y que aparentemente llegó a El Salvador en 1870. Se dice que siempre estaba descalzo, pues cumplía con una promesa a Santa Úrsula, aunque otros dicen que era a la Virgen del Carmen. Su refinamiento, cultura y manejo de idiomas fueron clave para que tuviera éxito educando a las señoritas acaudaladas, al igual que en la organización de eventos de la alta burguesía salvadoreña. Quienes entraron a casa de Justo Armas afirman haber visto objetos con el monograma imperial, algunos de los cuales fueron llevados por Deneke a la casa de orfebrería Christofle para compararlos con otros objetos, determinando que se trataban de piezas originales. La investigación de Deneke se basó en varios supuestos: una comparación grafológica positiva entre las letras de Justo Armas y Maximiliano; una supuesta prueba de adn positiva en la que se comparó el perfil genético de Armas con un miembro de la Casa de Habsburgo; y el testimonio de Fe Porth, hija del dueño del Hotel Nuevo Mundo en donde aparentemente Justo Armas se reunió con una delegación austriaca durante la Primera Guerra Mundial, cuando el emperador Francisco José ya se encontraba muy enfermo. Según su testimonio, Porth —entonces una niña— escuchó cómo le pedían a Armas que regresara a Austria a ocupar el trono, a lo que éste se negó rotundamente. Así vivió Justo Armas hasta 1936: en el misterio más absoluto. De haber sido el desafortunado emperador, habría tenido ciento cuatro años al momento de su muerte. Hay quienes están convencidos de que Justo Armas era Maximiliano. No obstante, hay quienes están seguros de que, tal como se leía en la primera plana del periódico republicano, “El emperador fue hecho justo por las armas”. + Por Rafael Tovar y López-Portillo La investigación de Rolando Deneke fue novelizada por Santiago Miralles en La tierra ligera (Ediciones La Discreta, 2000), un libro que vale la pena leer si esta historia les interesó.
RAQUEL CASTRO
urante la época colonial surgieron en Dnaban México muchas leyendas que combilas creencias de los españoles con las de los pueblos originarios que vivían aquí antes de su llegada. Seguramente “la Llorona” es la más famosa y extendida de esas historias, pero hay muchas más, como aquella de Don Juan Manuel, el primer asesino serial de la Nueva España; o, en Guanajuato, la de los monjes espectrales que se aparecen en una calle subterránea. No todas las leyendas son de tema sobrenatural, aunque sí son mis favoritas y, sin duda, parte de su encanto es que, aunque al escucharlas o leerlas sabemos —o sospechamos— que son ficción, la forma en que están narradas deja siempre la duda de cuánto habrá de real en ellas —porque siempre tienen algo que podría ser real—. Quizá es por eso que algunas leyendas pasan de moda y hasta se olvidan: al cambiar los tiempos dejan de ser verosímiles y su atractivo disminuye. También por eso es que surgen nuevos relatos, o que algunos de origen antiguo evolucionan y se adaptan a las nuevas circunstancias. Por ejemplo, la chica espectral que se subía a un carruaje para desaparecer en la puerta del cementerio sigue haciéndolo, sólo que ahora aborda taxis. Los seres sobrenaturales que le causaban la muerte a quien se atravesaba con ellos en un bosque hoy son videos malditos; las casas embrujadas se han convertido en sitios web misteriosos y los amores desafortunados comienzan en Tinder en vez de ocurrir en fiestas de disfraces. Lo que no cambia es el gran interés que despiertan estas narraciones, sean de amor, risa o miedo. Por eso muchos autores se inspiran en la forma narrativa de las antiguas y las nuevas leyendas para contar historias de su invención. Ya he hablado de libros así en esta columna: La saga de los héroes, de Antonio Malpica, o El aro, de Koji Suzuki tienen algunas de estas características. Pero no he hablado antes de otro libro que juega también con los mitos y las leyendas inventados, y que me encanta: Los atacantes, de Alberto Chimal (Páginas de Espuma). Los siete cuentos que integran esta colección son de miedo: esas historias que uno puede contar alrededor de una fogata y que van a espantarnos el sueño. Hay una narración de vampiros que se dedican al tráfico de órganos y otra sobre el fin del mundo; una que habla de algo parecido a la posesión maligna —el espíritu de un asesino se mete en el cuerpo de un chavo y…— y otra que mezcla el terror de tener un stalker en redes sociales con otro tipo de horror más sobrenatural. En el libro hay zombis, ovnis, incluso creepypastas —que son la forma como las leyendas se han adueñado de internet—. Y hay, en todos, esa sensación inquietante que nos hace preguntarnos: ¿y si fuera cierto? ¿Y si de puritita casualidad esto fuera verdad?. +
@raxxie
Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de los bosques. ¿Sólo silencio en los árboles y los bejucos? Conviene que alguien los guarde. Así los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra. Popol Vuh
odas las culturas tienen mitos y leyendas acerca del origen del mundo o de las civilizaciones, en los que los animales tienen un papel protagónico. Para los antiguos mesoamericanos el entorno no les pertenecía; los hombres formaban parte de él pero lo compartían, y de algún modo se lo debían a otros seres con los que tenían una especie de pacto y de diálogo. Casi todos los dioses prehispánicos hacían referencia a algún animal según el poder que representaban, mientras que los hombres relacionados con el mundo sobrenatural podían adquirir cierta zoomorfía al convertirse en nahuales. Algunas tradiciones contaban que, cuando nacemos, tenemos el espíritu de un animal que se encargará de protegernos y aconsejarnos en sueños, o que mantenemos un vínculo especial con el que nos tomó como protegido. En la cosmovisión mesoamericana un animal no sólo era eso, sino que tenía origen divino, tal es el caso del quetzal, la mariposa, el jaguar, el águila o la serpiente, entre otros, y todo lo que sucedía y existía en el universo era parte de un orden en perfecto equilibrio. Si bien los animales fueron símbolos que explicaban infinidad de acontecimientos, diferencias y similitudes, por lo que se conformaron como depositarios de la memoria cultural de los pueblos prehispánicos, el hombre sigue teniendo un lugar privilegiado por encima de aquéllos: es en este punto en el que ya no coexisten en armonía. En el Popol Vuh, libro sagrado del pueblo quiché que narra sus mitos y creencias, la creación del hombre por los dioses y la genealogía de su nación, se explica una supuesta inferioridad de los animales al no ser capaces de adorar a los dioses, propósito último de la existencia humana. Aun así se les reconocen semejanzas con las plantas y con los humanos por tener un “alma” llamada ch'ulel (‘divino’), según nos dice la historiadora Mercedes de la Garza en El universo sagrado de la serpiente entre los mayas.
Alfredo López Austin, por otro lado, ha profundizado acerca del lugar de los animales en los mitos prehispánicos, a lo largo de sus libros El conejo en la cara de la luna, Los mitos del tlacuache: caminos de la mitología mesoamericana y Animales de Dios. El tlacuache, por ejemplo, tiene un lugar especial en las leyendas, y se muestra como el que roba el fuego, resucita, enfrenta a los jaguares, es jefe del consejo de ancianos, benefactor, abuelo sabio, pícaro, bromista y hasta lascivo. Los mitos cosmogónicos revelan una idea de complementariedad entre los animales que poseen ciertas características por las acciones humanas y las personas que tiene una sustancia original de animal. Son los dioses quienes sintetizan ambas esencias y simbolizan lo que Mercedes de la Garza llama “la armonía de los contrarios, su implicación recíproca”. En la Antigüedad el mundo natural solía considerarse como la frontera con lo otro, lo desconocido, extraño y sagrado, quizá por no ser enteramente comprensible, al menos no por la vía de la razón. En la actualidad hemos profanado ese mundo al intentar someterlo y domesticarlo; convertimos a ese otro, como a muchos de nuestra propia especie, en enemigos u objetos para satisfacer nuestras necesidades. No nos molestamos en aprehenderlo sino en apresarlo. Ni siquiera nuestras aproximaciones científicas han bastado para cuidarlo o respetarlo. En ocasiones este afán de conocerlo todo les ha causado profundo sufrimiento a especies que terminan por ser consideradas “conejillos de indias”. Necesitamos un conocimiento más profundo y más sabio para reconectar con la otredad, no desde la separación sino desde la unidad. ¿Cuántos siglos más tendrán que pasar para permitir que, como dice el Popol Vuh, los animales nos muestren el camino?. +
@leonoraesquivel www.AnimaNaturalis.org
En esta sección aparecerán relatos de autores contemporáneos. Cada mes una ficción para arrebatarle un espacio a la vida cotidiana.
n la contraportada del poemario En el ombligo de la luna: antología de poetas del mundo, Alí Calderón comenta que tras la inauguración del Templo Mayor en la antigua Tenochtitlán, y ochenta mil sacrificios humanos para conmemorar la ocasión, un grupo de sabios del mundo náhuatl se congregaron para discutir lo que realmente es digno e importante para la raza humana. En el concilio se convino que el único modo de trascendencia real está en la poesía. Por ello, y amparado en esta premisa, se convocó el Encuentro Internacional de Poesía de la Ciudad de México durante el año 2015, procurando renovarla como capital de asilo y reencuentro para los poetas del globo. El evento logró convocar cincuenta y dos poetas de todo el mundo, de los cuales se consideró a cuarenta para preparar la antología. Escritores como Zang Di (China), Andrea Cote (Colombia), Carlos Ortega (España), Loretto Rafanelli (Italia), Antanas Jonynas (Lituania), Ahmad Al Shahawy (Egipto) y Paul Muldoon (Irlanda del Norte), sólo por mencionar algunos cuantos de la larga lista de autores incluidos. Se trata de un volumen con diversidad de generaciones, voces, estilos y temáticas. La diversidad, por supuesto, también se encuentra en los múltiples traductores que colaboraron para traer los textos al español. Se agradece un intento como éste, pues es difícil acceder a poetas de lenguas como el chino, árabe o lituano, que no sea en sus traducciones al inglés cuando existen. Sin embargo, y no como error en la antología, sino en lo limitado de mis conocimientos de otras lenguas, seguramente perdemos mucho entre traducción y traducción. El ejercicio de co-creación que conlleva trasladar entre idiomas no es cosa fácil. Un proyecto bien intencionado, pero muy ambicioso. Nombrar una antología como “mundial” resulta difícil y quizá, me atrevo a decirlo, impreciso. A ciencia cierta, no queda muy claro el porqué de la selección y sus parámetros, a no ser simplemente un muestrario de diversidad en los terrenos de la poesía contemporánea. Un pequeño texto introductorio que aclarara estos huecos hace falta y, con eso, serían saciadas las dudas del lector sobre si solamente fue conmemorar la ocasión del encuentro. Mario Bojórquez, Alí Calderón y Mijail Lamas (compiladores). En el ombligo de la luna. Antología de poetas del mundo. Valparaíso: México, 2015.
L
a lavadora se tragó tus calcetines. El día que la abran descubrirán un depósito improvisado en el que dejó muchos sin lavar. Hay pocas cosas más sucias que los calcetines: acumulan la humedad y toda la mugre que los pies cazaron durante el día al deslizarse en el piso. Si lo pensamos seriamente, la naturaleza de un calzón no es tan desagradable. Quién sabe cuánta perversidad debe existir en una lavadora para devorarse unos calcetines usados, luego de que los calzaste tres veces seguidas en el campamento y los sumergiste en el lodo sin querer una vez. Te preguntas qué debe tramar la lavadora para desaparecer a sólo uno de ellos, en un rapto sigiloso, inutilizando a su compañero y, poco a poco, a todos los demás. Puedes enfurecerte, pero no podrás refutarle el incumplimiento de su trabajo, porque lo hace bien, porque también desaparecen muchas más manchas de las que te gustaría reconocer. Tampoco existen las pólizas de garantía para calcetines perdidos. En su defensa, tu lavadora te entregará pilas de ropa limpia aroma lavanda, tal como te gusta. Llegará la noche cuando alguien te quite los zapatos y toda la ropa con desesperación —pero antes los zapatos—, y descubra que tienes dos calcetines diferentes, terriblemente diferentes. Te dará vergüenza reconocerlo. De haber sabido que esa noche te encontrarías en esa situación, sin duda habrías ido a comprarte un par nuevo y, ya que estás en ésas, unos calzones con mucho color. Te pondrás nervioso porque reconoció tu descuido y notarás en su cara un sutil gesto de reprobación. Pero te reprobará aliviado. Muy pronto se le dibujará una sonrisa de oreja a oreja porque sabe que tu lavadora se ha comido tus calcetines con quién sabe qué planes tan insaciables, tan sucios y perversos, y Dios sabe que las cosas se parecen a su dueño. Irasema Fernández (Ciudad de México, 1990). Estudió Letras Hispánicas en la UNAM. Ha colaborado en revistas como La Tempestad, Tierra Adentro y Cultura Colectiva. @_irasema
@rsanchezriancho
ada cabeza es un mundo”, pero este planeta se ha vuelto un caos de satélites orbitando en un sistema que no encuentra el eje común alrededor del cual girar, y en algún momento empezó a correr como un saco de canicas que sólo choca y choca. Ningún organismo vive mucho tiempo así, por eso tengo la certeza de que algo de ese sistema que somos aún tiene funcionando circuitos armónicos y sustentables. Lo que nos mantiene vivos como especie es el esfuerzo de muchos por ser el antivirus de esta generación humana que hemos desarrollado con tanta ciencia, belleza y buenos propósitos de éxito y gloria, pero con poca conciencia colectiva. Dormíamos este 19 de septiembre cuando despertamos del sueño de la rutina. Andábamos drogados por los oficios que nos dan éxito y dinero, los chats de “amor virtual”, selfies fingiendo, la música sexista en cada oreja, las comidas rápidas del mediodía, los memes y las tan sofisticadas apps que nos distraen todo el día hasta que volvemos a dormir... Nos despertó la tierra sacudiéndose, literalmente, a nuestros pies. Aprendimos que lo que dábamos por seguro es efímero y aquellas cosas que tenemos no son nada, comparadas con la posibilidad de vivir. Ese despertar que interrumpió tantos sueños, también detuvo muchas pesadillas, aquélla que teníamos de que “la gente no sirve”, de que “nadie puede confiar en nadie”, de que todos ahora somos zombis egoístas del hedonismo y la egolatría. Despertamos para mirar al otro y estimar el valor de su vida y no su apellido, su color, su nacionalidad, su religión, su dinero, ni su cuerpo. Despertamos a la conciencia de que la gran fortaleza de esta pequeña y frágil comunidad que somos, está en el reconocimiento de nuestra unidad intercultural porque nadie es autosuficiente ni igual, y que somos capaces de dar la vida por alguien aunque no sepamos su nombre. En los peores momentos nacen las mejores victorias. Pero no es así para todos, depende de cuatro aspectos: Observar: contempla sin juzgar bueno o malo lo que vives, por difícil que sea. Renunciar: lo que cambió ya cambió, y pierdes más en cuanto más luches por negarlo o lamentarlo. Tienes derecho a sufrir, pero no te revuelques en el dolor. Modificar: a veces los cambios llegan intempestivamente y son los más difíciles, pero muchas veces puedes decidirlos, planificarlos y provocarlos. Avanzar: la vida continúa, pueden cambiar las rutas, pero no te pierdes si guardas claro el mapa que le da horizonte a tu vida. La vida es un juego que empezamos a jugar sin saber las reglas y lo mejor que podemos hacer para ganar es detectar lo que no podemos repetir, porque ya nos hizo perder alguna vez, lo que no impide que entremos preparados de nuevo a la partida. Por eso pasa el tiempo, una y otra vez, y nosotros seguimos condenados al hoy, atrapados en el centro de un reloj de arena que ve transcurrir el futuro para hacerse pasado sin poder detenerlo.
Pero hay una puerta mística para moverse en el tiempo tridimensionalmente: sueños lúcidos. En otra dimensión múltiples cosas ocurren, y eventualmente pasarán en este plano tangible en el momento menos advertido. Hoy sabemos que el cerebro no reconoce lo que pasa afuera o dentro de él, sólo trabaja con toda su fuerza para que acontezca lo ya sentido. ¿Y si juntos empezáramos a visualizar y crear un mundo en el que todos vivimos, progresamos y somos plenamente? Un mundo donde la verdad no esté velada ni la mentira sea tan sofisticada ni aplaudida. Un mundo sin sueños tóxicos, los de las mentes pesimistas, temerosas y tristes, que crean realidades negativas y que son compartidas en momentos de desastres. ¿Por qué hay aún tanta gente conectada a sus miedos y traumas? Hay que cambiarse el chip. Meditar es armarse, es blindarse internamente ante la contaminación mental colectiva, pero a la vez es emitir ondas de fe que purifiquen ese ambiente. Un arma potente a todo peligro es un alma fuerte. Todos tenemos esta capacidad y la hemos visto salvar vidas y mover masas de gente unida que antes se ignoraba. Esto es elevar el nivel de conciencia global y con ello las creencias, los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones individuales. Hoy todo lo que sueño es seguir despertando mis sueños y no perder ese superpoder: no hay mayor felicidad que despertar en las metas que has soñado, ni mayor infierno que despertar en las pesadillas que has temido. Hace años, por cierto, soñé que tú me leías; soñar es la semilla de toda proeza y desgracia que vivimos. Gracias Lee+ por este sueño hecho realidad.
@RhonaldRivero