AÑO 8 • NÚMERO 104 • ENERO 2018
RODRIGO MORLESIN
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Ciudad de México, 1972. Ha diseñado y adaptado más de cien libros para niños, entre los que se encuentran: El Diario de Greg y Los Juegos del Hambre. En el mundo de literatura infantil es diseñador, traductor, periodista y escritor, a veces le toca diseñar un libro, traducirlo, o entrevistar a los autores, pero lo que más disfruta es hacer todo a la vez. Su primera novela, Elvis nunca se equivoca, fue ilustrada por Satoshi Kitamura, y Barry Cunningham, el editor de Harry Potter, se refirió a ella como: “Muy graciosa y tierna. Tiene un gran corazón y alma. ¡Una historia cautivadora!”. +
Ve la entrevista en mascultura.mx
Foto: R. R. Fullton©
EL LIBRERO DE...
¿Cuántos libros tienes? En este librero de atrás, anoche que los estaba colocando de nuevo, son más de mil. Calculo que aquí en la casa tendré como tres mil o poco más de tres mil, y en total cinco mil. Para niños tengo la mayoría, como ochenta y cinco por ciento. ¿Cuál es tu libro más raro? Éste [saca un pop-up]. La historia es sin palabras, pero es muy contundente: es una historia supersalvaje. Es como un chiste en tres actos. Está el salmón en el río, salta, y en el momento en el que salta, se lo come el oso. Es una historia salvaje con movimiento. ¿Cuál es tu libro favorito? Qué difícil. Leyendo tantos, tengo muchos favoritos. Todos los libros que tengo los he comprado por algo que me fascina. Después del terremoto, y de que se vino abajo el librero, tuve que sacar libros, entones aproveché para limpiar la colección y estoy regalando libros para los niños en los albergues. I am a Story, de Dan Yaccarino, que me encanta, o Lucky Luke, que no sé cómo es que lo entendía porque me lo habían regalado en francés. En cada momento de mi vida he tenido un libro favorito. O el Harry Potter que me firmó Barry Cunningham. ¿Qué libro y autor te cambiaron la vida? Iba en segundo de secundaria y leímos Rebelión en la granja, María, que se me hizo lentísimo, no lo aguanté, pero también descubrí a Edgar Allan Poe y a Horacio Quiroga, que me volvieron loco, y allí fue donde me di cuenta del poder de las historias. ¿Cuál es el libro más viejo? Tengo una primera edición de Torres Bodet y un pop-up de los años setenta que encontré en una tienda de viejo, que se llama La maquinita de hacer ruido.
¿Cuál es la joya de la corona? Serían los cinco libros que me firmó Gabriel García Márquez, por don Gabriel al que le tenía mucho cariño. Y como libro en sí, como objeto, tengo uno de Los cuentos de Beedle el Bardo, una edición especial que salió en Amazon para reunir fondos junto con J. K. Rowling. El libro es una réplica de los que mandó hacer a mano, para agradecerles a las personas que estaban cerca de ella cuando desarrolló esta saga. Finalmente mi libro que, de algún modo lógico, también me ha cambiado la vida ¿Qué libro no has regresado? (Es decir que no es tuyo): Soy muy respetuoso con eso, soy de los que sí devuelven libros, sé que está mal, sé que no los debería devolver, que debería quedármelos y fingir que no los tengo, y cuando llegue el amigo a la casa, esconderlo. Un día en la universidad mi amigo el Chal me prestó uno de arte moderno, pero no es que no se lo haya devuelto, ahí está para cuando lo quiera venir a recoger. ¿Cuál es el libro más nuevo? I Am a Story, de Dan Yaccarino, que es una oda a la narración de las historias. ¿Cuál es el autor o el libro que más se repite en tu librero? Como libro, el que más veces tengo es Alice in Wonderland, lo tenemos como en cincuenta versiones diferentes, un librero sólo para Alice. El autor que más se repite… no sé. En popup Robert Sabuda y Matthew Reinhart, de J. K. Rowling tengo varios; de El principito tengo como diez o doce diferentes ediciones. Satoshi Kitamura es uno de los autores que más se repiten, tengo libros en varios idiomas de él y, además, ilustró Elvis nunca se equivoca. +
EL LIBRERO DE… Rodrigo Morlesin
EDITORIAL ENTREVISTAS
03
Sin dejar de lado la riqueza cultural que permea en ciudades de la Península ibérica como Barcelona en Catalunya, Bilbao en el País Vasco o Valencia y Murcia, Madrid es una de las imprescindibles entre varias más. Este municipio español fue la cuna de Lope de Vega, Pedro Salinas y Calderón de la Barca; además fue el invitado especial de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2017.
PREMIO GRAN ANGULAR Aragón Iriarte 12 PREMIO BARCO DE VAPOR Pamela Pulido 12 TRÁIGANME LA CABEZA DE JULIÁN HERBERT 14 LYDIA CACHO Entrevista JOÃO PAULO CUENCA Entrevista
CLAUDIA PIÑEIRO Entrevista ANTONIO MALPICA Entrevista
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Entrevista Almudena Grandes
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ORFEBRE DEL INSTANTE Andrés Neuman 20
TERCER PREMIO Mauricio Achar
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ENTREVISTA Marta Sanz
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CRUZAR FRONTERAS Diego Enrique Osorno YAZMINA KHADRA Entrevista
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En la selección nacional, Tomás Granados habla de los retos del editor, así como de su nuevo sello Grano de sal, en el que publica un libro de Philippe van Parijs, filósofo belga que explica el concepto ingreso básico, su importancia y polémica en las discusiones políticas y económicas. Antonio Malpica relata su aventura de diez años con la llegada del último libro de su saga “El libro de los héroes”. Lydia Cacho apuntala las precauciones que hay que tener con la trata de personas y las redes sociales. Julián Herbert, sin rodeos, es tajante: ¡tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino! Diego Enrique Osorno, también con cierta crudeza, cuenta la historia de un vaquero del norte mexicano mientras que Rodrigo Morlesin y el pequeño Elvis nos invitan al librero que resguardan. También felicitamos a los ganadores de este año: Amanda Mijangos en el viii Catálogo Iberoamérica Ilustra, Aragón Iriarte por el Premio Gran Angular, Pamela Pulido por el Premio Barco de Vapor y, con bombo y platillos a Luisa Reyes Retana por haber ganado el Premio Mauricio Achar-Literatura Random House. ¡Felicidades!
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En portada: Marta Sanz, fotografía de Fabián Robles De La Paz© faropz@gmail.com @faropz
En este número con el que abrimos el año les damos la bienvenida a las palabras que nos brindaron todos los cómplices aquí presentes. Marta Sanz y Almudena Grandes, otro par de escritoras madrileñas, encabezan el line-up de esta edición. En Clavícula se afronta la muerte mientras que en Los pacientes del doctor García los supervivientes se imponen ante la adversidad. No sólo Madrid está presente en esta ocasión, también otras latitudes nos acompañan: desde Brasil, João Paulo Cuenca platica en su libro cómo descubrió que estaba muerto. Mohammed Moulessehoul, bajo el seudónimo Yasmina Khadra, adelanta un poco acerca de la novela que se centrará en la realidad mexicana. Andrés Neuman, tan polifacético, cuenta acerca de su más reciente poemario. También del Cono Sur, Claudia Piñeiro plantea las situaciones límite que tienen que encarar sus personajes, e incluso nosotros mismos: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar?
Editor Rolando R. Vázquez Mendoza rolando@revistaleemas.mx
Escritores de la Península ibérica en general faltan por mencionar, para poder tener una radiografía más completa: Javier Marías, Pérez Reverte, Jorge Carrión, Jorge Fernández Granados, Lolita Bosch o Toni Quero, por comentar algunos. No obstante, queda claro que, frente a los conflictos que hoy atravesamos, la cultura y sus alfiles jugarán un papel trascendente.
UNA PROPUESTA RADICAL Philippe Van Parijs 26 AMANDA MIJANGOS Entrevista
Directora general Yara Sánchez De La Barquera Vidal yara@revistaleemas.mx
GRANO DE SAL: Tomás Granados
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LOS+VENDIDOS
06
NO FICCIÓN
FICCIÓN PASA EL DESCONOCIDO. ANTOLOGÍA PERSONAL DE ALÍ CHUMACERO Alí Chumacero ASOCIACIÓN NACIONAL DEL LIBRO
MÉXICO BIZARRO Alejandro Rosas y Julio Patán PLANETA
Alí Chumacero nació el 9 de julio de 1918 en Nayarit, y murió el 22 de octubre de 2010. Fue ensayista, poeta y participó en “México en la Cultura”, suplemento de Novedades. Fue miembro del pen Club Internacional, miembro honorario del Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana y miembro del snca. Por medio de esta antología podemos adentrarnos a la intimidad de sus textos.
En breves e irreverentes anécdotas, en las que la acidez y el humor se desbordan sin timidez, México bizarro retrata un país tan surrealista que lo mismo tiene sabor a chiste que a pesadilla. La pericia del historiador Alejandro Rosas y la astucia periodística de Julio Patán narran los hechos que nuestra historia habría querido esconder bajo la alfombra, y las anécdotas que destapan las cloacas de la realidad de México, el país al que el adjetivo bizarro parece quedarle como un traje a la medida.
CIEN AÑOS DE SOLEDAD (2015) Gabriel García Márquez DIANA
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO AÚN NO SE HA ACABADO Odín Dupeyron DIANA
Cien años de soledad cuenta la historia de la familia Buendía y su maldición, que castiga el matrimonio entre parientes dándoles hijos con cola de cerdo. Como un río desbordante, a lo largo de un siglo se entretejerán los destinos por medio de sucesos maravillosos en Macondo, en una narración que es la cumbre indiscutible del realismo mágico. Alegoría universal, es también una visión de Latinoamérica y una parábola sobre la historia humana.
Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado se editó por primera vez en el año 2001, y es una extraordinaria historia que sigue vigente a pesar de los años. Nos habla de los miedos escondidos que nos paralizan, del deseo que tenemos de ser libres, de la importancia de conocernos a nosotros mismos y de entender quiénes somos.
PEDRO PÁRAMO Juan Rulfo EDITORIAL RM
CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS Dale Carnegie DEBOLSILLO
Pedro Páramo recoge lo más profundo de México y las formas y técnicas literarias más avanzadas de su siglo. Pocas obras tocan al lector mexicano como ésta, considerada también un clásico de la literatura universal. Pedro Páramo tuvo una larga gestación. Rulfo la menciona por primera vez en una carta de 1947. En 1954 publica adelantos de la misma en tres revistas y en 1955 aparece como libro.
El único propósito de este libro es ayudar al lector a que descubra, desarrolle y aproveche esos poderes latentes que no emplea: Técnicas fundamentales para tratar con el prójimo; Seis maneras de agradar a los demás; Logre que los demás piensen como usted; Sea un líder; Procure que la otra persona se sienta satisfecha con lo que usted quiere.
E3 AUMENTA TU ENERGÍA A LA TERCERA POTENCIA Pam Grout DIANA
TOKIO BLUES Haruki Murakami TUSQUETS Toru Watanabe, un ejecutivo de treinta y siete años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y único amigo, Kizuki. El suicidio de éste los distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad: allí inician una relación íntima.
¡Disponte a disfrutar de un poco de acción y mucha transformación! Pam nos presenta una prueba aún más profunda y poderosa de los fantásticos efectos del campo cuántico. En E3 Aumenta tu energía a la tercera potencia, Pam te conduce por medio de nueve experimentos que te demostrarán que los pensamientos crean nuestro mundo. El universo simplemente espera que nosotros nos pongamos a la par, que nosotros empecemos a utilizar la energía que siempre ha estado disponible para nuestro regocijo y bienestar.
HOMO DEUS Yuval Noah Harari DEBATE
LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER Milan Kundera TUSQUETS Ésta es una extraordinaria historia de amor, o sea de celos, de sexo, de traiciones, de muerte y también de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. Esta novela va dirigida al corazón, pero también a la cabeza del lector, que conduce a la insoportable levedad del ser.
¿Qué nos depara el futuro? Yuval Noah Harari augura un mundo no tan lejano en el cual nos veremos enfrentados a una nueva serie de retos. Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que irán moldeando el siglo xxi, desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia artificial. Esto es el futuro de la evolución. Esto es Homo Deus.
JÓVENES LA LECCIÓN DE AUGUST R. J. Palacio NUBE DE TINTA
COSAS QUE PIENSAS CUANDO TE MUERDES LAS UÑAS Amalia Andrade Arango PLANETA
ESCUELA DE GAMERS El Rubius TEMAS DE HOY
TODO LO QUE FUIMOS Alberto Villarreal PLANETA
ELEANOR & PARK Rainbow Rowell ALFAGUARA
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ELECTRÓNICOS
ARTE
MÁS OSCURO E. L. James GRIJALBO Revive la pasión de Cincuenta sombras más oscuras por medio de los ojos de Christian Grey. Aunque aquella relación acabó marcada por el sufrimiento, Grey no logra quitarse a Anastasia de la cabeza ni del corazón. Está decidido a recuperarla, por lo que intenta reprimir sus deseos más oscuros y la necesidad de tenerlo todo bajo control. Sin embargo, las pesadillas de la infancia lo persiguen y, además, el insidioso jefe de Ana, Jack Hyde, claramente la quiere para él.
MÉXICO BIZARRO Alejandro Rosas y Julio Patán PLANETA En breves e irreverentes anécdotas, en las que la acidez y el humor se desbordan sin timidez, México bizarro retrata un país tan surrealista que lo mismo tiene sabor a chiste que a pesadilla. La pericia del historiador Alejandro Rosas y la astucia periodística de Julio Patán narran los hechos que nuestra historia habría querido esconder bajo la alfombra, y las anécdotas que destapan las cloacas de la realidad de México, el país al que el adjetivo bizarro parece quedarle como un traje a la medida.
MÉXICO Juan Cristóbal García Sánchez PUBLICACIONES ILUSTRA Ciudades, pueblos, iglesias, conventos, monumentos, gentes, atmósferas, todo esto es descrito en esta magnífica travesía dirigida al generalista selecto, cubriendo principalmente el Grand Tour cultural mexicano, tan sorprendente y valioso como excelso y diverso. En este sabroso y brillante libro el lector disfrutará del olvidado arte de viajar y apreciará el maravilloso legado de México desde valiosas perspectivas, obteniendo así las claves y sugerencias para gozar un recorrido esencial, ameno, rico y revelador.
CIENTO UN PUEBLOS BELLOS EN MÉXICO Guillermo García Oropeza ILUSTRA Descubre en Ciento un Pueblos Bellos de México desde milenarios asentamientos de las culturas precolombinas hasta los modernos y paradisiacos destinos de íntimas playas bañadas por las aguas caribeñas o del mar de Cortés. Ilustrado y revelador, este libro reúne información invaluable para admirar el arte, asomarse a las cincuenta y nueve etnias con sus fantásticas artesanías y folclore, y emprender una exquisita travesía a los pueblos coloridos de arquitectura colonial con sus mezclas de estilos.
LA HISTORIA DEL ROCK Varios Autores PARRAGON BOOKS
EL LIBRO DE LAS RELACIONES Mía Astral PLANETA ¿Por qué siempre elegimos parejas que se parecen entre sí? ¿Cuáles son nuestros patrones, bloqueos emocionales, nuestros verdaderos deseos y qué tienen que ver los astros en todo esto? Las relaciones que tenemos con otros son espejos de cómo nos relacionamos con nosotros mismos. Una guía de las estrellas para encender tu fuerza interior y crear relaciones que te hagan brillar de verdad.
YO SOY ERIC ZIMMERMAN, VOL. I Megan Maxwell ESENCIA Me llamo Eric Zimmerman y soy un poderoso empresario alemán; soy, además, un hombre frío e impersonal, que disfruta del sexo sin amor y sin compromiso. En uno de mis viajes a España conocí a una joven llamada Judith Flores. Ella me hizo reír, me hizo cantar, me hizo incluso bailar. Después de un tiempo de inestabilidad emocional, comenzamos una relación plagada de fantasía y erotismo.
ORIGEN Dan Brown PLANETA Robert Langdon acude al Museo Guggenheim Bilbao para asistir a un trascendental anuncio. El anfitrión es Edmund Kirsch, un joven multimillonario y uno de los alumnos más brillantes de Langdon; se dispone a revelar un extraordinario descubrimiento: ¿de dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? No obstante, al poco tiempo de comenzar la presentación, estalla el caos. Perseguidos por un peligroso enemigo, Langdon y Ambra descubrirán los episodios más oscuros de la historia y del extremismo religioso.
Decir que los géneros musicales no se trastocan entre sí es cometer un error de gravedad. Por medio de este volumen cultural del género musical nos sumergiremos no sólo a la historia del rock, sino también al punk, al metal y varios estilos y géneros más.
DIBUJAR PASO A PASO Doug Dubosque EVERGREEN Este método de dibujo detalla, mediante más de mil ilustraciones, cómo armados sólo con papel y lápiz, artistas grandes y pequeños pueden conseguir crear criaturas salvajes de la jungla y la estepa, minúsculas hormigas, impresionantes dinosaurios, nobles caballeros y malvados villanos a partir de óvalos, círculos, triángulos y cuadrados. Trucos y consejos para dibujar y dominar las proporciones y la anatomía del cuerpo humano y animal, y crear escenarios llenos de realismo.
LEONARDO VOL. 2 Frank Zollner TASCHEN Este estudio exhaustivo es el libro más completo acerca de Leonardo da Vinci, escultor, arquitecto, ingeniero, científico y genio integral italiano. Esta publicación le permite al lector examinar las facetas más sutiles de sus pinceladas: el primer volumen explora la vida y la obra de Leonardo en diez capítulo mientras que el segundo volumen comprende un catálogo razonado de sus pinturas, que abarca todas sus obras pictóricas tanto supervivientes como perdidas, e incluye textos que describen su estado de conservación.
NIÑOS EL LIBRO SALVAJE Juan Villoro FCE
CD9. NUESTRA HISTORIA CD9 ALTEA
EL PRINCIPITO Antoine De Saint-Exupery EMECÉ
GRAVITY FALLS. DIPPER Y MABEL: LA MALDICIÓN DE LOS PIRATAS Disney PLANETA JUNIOR
MOMO Michael Ende ALFAGUARA
Foto: Cortesía Tusquets / Ivan Gim©
no de los recursos más efectivos de los que dispone nuestro organismo para aliviar la tristeza es el llanto. Almudena Grandes llora mucho cuando escribe, exorciza el desconsuelo, aleja la melancolía y utiliza la nostalgia a su favor. Las palabras fluyen livianas por el abatimiento; es un riesgo emocional que algunos escritores corren para lograr obras monumentales.
lo permite. Cuando empiezo a escribir una novela la tengo resuelta en un cuaderno. Digamos que lo que a mí me suele impulsar a escribir son imágenes y, en cuanto a que soy capaz de armar una historia a partir de una imagen inicial, empiezo a escribir para contármela a mí misma. Me la cuento bien, con adjetivos y con adverbios, porque si la cuento de mala manera, no vale”.
En Los pacientes del doctor García (Tusquets, 2017) hay que estar atentos durante la lectura para no extraviarse en el intrincado juego de voces. Almudena mezcla géneros y logra que su narración mantenga un tejido fino e impecable entre la ficción y el documental: “Mis lectores saben que me gusta complicarme la vida, y entonces escribo novelas con más de un eje, con más de una voz narrativa, y puedo hacerlo porque tengo un sistema que me
Para la autora madrileña el proceso es fundamental. Mantiene un orden en el que la investigación le permite conocer tan bien a los personajes que incluso tiene claro qué no usará de ellos: “La estructura es capital en una novela. Una novela es como una casa; una casa fea, bien construida, pues no sucede nada, la arreglas, la pintas, le cambias las ventanas de sitio, mueves las puertas. Una casa muy bonita, mal construida, se cae y ya no hay casa. Escribir
siempre es una aventura, porque escribir literatura tiene que ver no con qué, sino cómo lo cuentas”. La humanidad de los personajes en cada novela de Almudena Grandes es una constante, no hay personalidades maniqueas ni predecibles, casi los puedes oler. Al leer Los pacientes del doctor García es inevitable pensar en El corazón helado, el punto común es el juego de identidades y la amistad. Estas historias se encuentran en el estilo característico en la prosa de la autora, en la pulsión histérica de buscar en los pliegues de la memoria. En Los pacientes del doctor García los personajes resisten: “Es una historia de impostores, pero también de supervivientes. Me gustan los supervivientes, de todo tipo: la mujer fatal, el pistolero solitario. Creo que no hay ninguna hazaña tan admirable ni tan esencialmente humana como sobrevivir; esta
novela es acerca de la amistad de dos hombres que tienen la costumbre de salvarse la vida el uno al otro. Entonces, las falsas identidades son una constante, he procurado que mis lectores no se pierdan, hice una lista de personajes que está al final del libro para ahorrarles trabajo. Pero descubrí que los lectores no leen el índice, porque hablan conmigo y me dicen 'ya llevo la mitad de la lista hecha' y contesto que ya la he hecho yo”. A pesar de la coralidad y los largos índices de personajes en esta novela hay una protagonista que mueve el relato: Clara Stauffer provoca causalidades y azares durante la lectura, esta personaje es un ejemplo de la realidad que pide ser novelada: “Clara ha sido el motor de esta novela, lo que me ha impulsado a escribirla, la fascinación que me produjo esta mujer que es un regalo, porque es una de esas personas reales que parecen un personaje de ficción. Ella nace en Madrid en 1904, de padres alemanes. Durante su infancia se hace amiga de algunas niñas de buena familia española que luego serán importantes en su vida. Completa su formación en Alemania, donde le da tiempo de enamorarse de Hitler, y vuelve a España cuando se proclama la República, para aprovechar la libertad que ésta trae a las mujeres, y para hacer una carrera muy brillante: primero, como deportista de alto rendimiento fue nadadora y esquiadora; segundo, ella emprende una carrera política sobresaliente, pues funda la sección femenina de la Falange española. Clara me fascinó, porque para que un personaje malo sea verdaderamente poderoso, para que dé miedo de verdad, debe tener luces, un personaje completamente malo es una caricatura. Clara Stauffer traía luces en su interior a pesar de trabajar para el lado equivocado, porque los criminales de guerra nazis son la encarnación del mal en la tierra y, en contraste, ella era una mujer dedicada en cuerpo y alma a los refugiados, su altruismo era contrastante, mantenía una relación casi maternal con ellos”. Los pacientes del doctor García es literatura de combate, con una reflexión moral y una posición frente a la realidad de la época. Es la cuarta entrega de la serie “Episodios de una guerra interminable” que comienza con Inés y la alegría, y continúa con El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Esto le causa conflicto al lector que recibe esta entrega fuera del contexto de la cadena narrativa establecida por sus predecesoras; ¿será posible leerlas como novelas autónomas o es necesario seguir un orden establecido?: “Son novelas independientes, aunque comparten el mismo espíritu: todas cuentan la dictadura de Franco. Si las lees en orden, tienen una especie de bonus, como en los videojuegos. Lo ideal para no perderse sorpresas es leerlas en orden”. El cine y la literatura son dos lenguajes que se atraen por ser tan opuestos como complementarios. Las adaptaciones cinematográficas de los relatos de Almudena Grandes han sido una constante, basta recordar la adaptación de Las edades de Lulú, por un director tan provocativo como Bigas Luna. Sin embargo, aunque desde la escritura hay un coqueteo visual y los capítulos se intuyen como secuencias, es inevitable pensar en el proceso inverso, cuando una imagen se convierte en el pretexto perfecto para contar una historia: “Es verdad que mis novelas parecen siempre muy cinematográficas, porque las imágenes son muy importantes para mí. Digamos que muerdo el anzuelo y escribo a partir de una imagen. Las imágenes en la literatura son mucho más antiguas que el cine; es verdad que mis libros a veces son audiovisuales pero, por otro lado, también escribo los libros más anticinematográficos que se pueden imaginar, larguísimos, duran un periodo incosteable para cualquier producción, y con tantos personajes que no alcanzaría presupuesto alguno”. Los pacientes del doctor García es en definitiva una de las novelas anticinematográficas, no sólo por costos, sino también por síntesis. Para el director con más
oficio resultaría una pesadilla condensar, suprimir o sustituir algo que el texto literario exige contar. Más allá de que filmar las travesías por España, Argentina o Alemania no sería rentable para ningún estudio, esta cuarta novela es precisamente la narración que nos mueve más allá de España, que alcanza la universalidad al colocarnos en posiciones conflictivas en varias partes del mundo: “Esta novela es la más internacional porque mis personajes llegan mucho más lejos por la propia naturaleza de la historia. La Segunda Guerra Mundial es tan importante como la Guerra Civil, y también es una novela sobre la Guerra Fría. Los nazis perdieron la guerra, pero ganaron la posguerra. Convencieron a tiempo a los aliados de que se habían equivocado de enemigo, que el único enemigo era Stalin y ellos les podían ayudar. La conclusión de la aventura de mis protagonistas es un poco la conclusión de la historia de mi país”. Almudena Grandes es una autora pendiente del cambio de la sociedad española y de la geopolítica que la rodea. Para ella es importante reconocer a quienes documentan las historias nacionales, que son vistos como una especie de seres arcanos que trabajan con trozos de victorias y derrotas entre documentos antiguos, fotografías deslavadas y archivos confidenciales. Es por eso que no resulta extraño el agradecimiento a la nueva generación de historiadores argentinos y españoles: “Ha sido una novela muy complicada y por eso he tardado cuatro años en escribirla, porque la red Stauffer fue absolutamente hermética, clandestina. Clara jamás hizo pública la menor noticia de su trabajo, el franquismo jamás la reconoció, y avancé gracias a los investigadores argentinos, sólo así pude reconstruir el viaje del final hacia el principio. Por otro lado los historiadores españoles han hecho aportaciones fundamentales sobre la historia contemporánea de mi país. Gracias a ellos Los pacientes del doctor García sirvió para indagar en la cara oscura y tenebrosa de la historia, en el rostro verdadero de las democracias mundiales en el siglo xx, y para experimentar, vía la ficción, lo que supone sobrevivir a una guerra, y el precio que hay que pagar”. La autora reconoce que ésta es la historia más triste que ha escrito, el entorno de sus personajes no podía ser de otra manera: seres furtivos con identidades falsas, poseedores de información confidencial que hacen cosas que los demás no entienden por una idea. El aislamiento como eje temático era inevitable: “La soledad es la vida del clandestino. Los anónimos en general están solos. Hay un momento en esta novela en el que hace falta tener mucha fortaleza y creer en la justicia de tu causa, para soportar tanta soledad. Desde el punto de vista de la misión de mis personajes, el fracaso está garantizado y el lector lo sabe desde antes de empezar”. Los pacientes del doctor García, por ahora el último eslabón en el camino narrativo de Almudena Grandes, privilegia el componente histórico sin desatender el emocional y psicológico. Esta novela es un inmenso recorrido por la soledad humana, en el que se corre el riesgo de botar todo punto de sutura emocional hilvanado por el lector. + América Gutiérrez @yasabescomosoy
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Foto: R. R. Fullton©
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osephine Mary Aspers es una mujer joven que llega al sanatorio en Real del Monte, durante una noche fría y llena de malas noticias. Josephine también es la protagonista de Arde Josefina, novela de Luisa Reyes Retana, ganadora del Premio Mauricio Achar-Literatura Random House 2017: “Había llevado a mi hijo al pediatra, sabía que ese día se anunciaba el premio, pero pensé que se lo habían dado a alguien más, porque di por hecho que el premiado ya lo sabía a esas alturas. Estaba arrastrando la cobija bastante tristona porque no me había enterado ni siquiera quién lo había ganado; de pronto sonó mi teléfono, contesté y mi interlocutor era Andrés Ramírez, el director de Literatura Penguin Random House. Él me dijo que había ganado el premio, pero mi primera reacción fue: ‘¿qué amigo cruel me estará haciendo esta bromita? En un minuto más me voy a enterar’. Pocos segundos después me cayó el veinte de que sí era Andrés Ramírez y que sí me había ganado el Premio Mauricio Achar. ¡Fue muy emocionante! Me quebré en el consultorio del doctor”, y agrega como reflexión: “Muchas de estas convocatorias cumplen la función de que los autores terminemos los proyectos y los presentemos casi por disciplina”. Contrario a la idea de creación ex nihilo, de la inspiración sorpresiva, el trabajo de Luisa Reyes fue, como en muchos otros casos, pensado de manera más meticulosa, fue un proceso de creación y ejecución gradual, mas no carente de detalles: “Hace cerca de dos años y medio tomé la decisión de terminar esta novela. Había empezado muchas otras, pero la vida no me había favorecido para poderlas concluir. Sin embargo, cuando tomé la decisión de escribir este proyecto, al mismo tiempo decidí que la iba a finalizar”. La autora nos comenta acerca de su proceso de escritura: “Empiezo a ponerme en modo novela, es decir, a observar con mucho detenimiento la realidad a mi alrededor, para ver qué es novelable y qué me va a servir. Yo quería que tuviera intimidad, humor, situaciones extremas, amistad, paternidad, quería escribir una historia
compleja, así que estaba en modo de absorción. Durante esos días fui a visitar a mi madre al Hospital Inglés, porque estaba recibiendo un tratamiento; al llegar al hospital me doy cuenta de qué tan peculiar es: los edificios tienen nombres británicos, hay un grupo de mujeres inglesas voluntarias que se hacen llamar las pink ladys, que te reciben en el vestíbulo: sentí que era un fenómeno con potencial novelístico. Volví a mi casa y escribí unos cuantos párrafos describiendo esto, y a partir de ahí se empezó a hilvanar la historia”. Los personajes de Arde Josefina suelen tener algún desequilibrio emocional y particulares formas de relacionarse entre ellos: Jonathan y Holly Aspers, padres de Juan, hermano de Josefina; incluso Terry Cornwall, novio de la protagonista durante su juventud: “Para poder contar una historia extrema tienes que crear un mundo raro. Las condiciones que se dieron fueron las que permitieron echar a andar estos elementos: eran hijos de extranjeros, de padres distanciados, había una crisis de identidad y una enfermedad. Tenía que haber seis o siete elementos que jugaran para que la situación no pudiera ser más que muy radical. Lo que quería era contar la historia de Josefina, quería poner a una mujer joven en una situación imposible: ni la locura ni Inglaterra o Pachuca son temas especialmente importantes para mí, pero los manipulé para poder contar esta historia, y tanto a esta investigación como a su desarrollo les he agarrado cariño”. El título de la novela evoca la presencia del fuego y este elemento se esparce, como sobre hierba seca, a lo largo de las páginas y momentos que marcaron a Josefina, tanto en su infancia como en su edad adulta. No obstante, el fuego puede adquirir distintas interpretaciones. Luisa Reyes añade: “Como forma de solucionar una cosa que no tiene solución, es una especie de solución interior. En ambos momentos Josefina está ante situaciones imposibles y lo único que puede hacer para pasar la página en
su vida es echarle fuego. En efecto, es purificador, pero también es catártico y es una especie de quema del campo para volverse honrado”. Además de temas como la locura y los espacios en los que se desarrolla Arde Josefina, Reyes Retana transita a lo largo de otras fronteras con ayuda de la estructura y narración que usó: “Parte de las decisiones previas a escribir la novela era escribirla en no más de ciento cincuenta páginas. La historia está entretejida en dos tiempos: los capítulos nones narran el presente, pero está escrito en pasado, y los capítulos pares narran el pasado que está escrito en presente, debido a que los recuerdos escapan de toda temporalidad y viven en una especie de presente permanente. Con esta técnica narrativa logro hablar de muchas cosas desde dos momentos históricos que se juntan. En los capítulos pares suceden un montón de cosas a lo largo del tiempo mientras que en los capítulos nones suceden un par de cosas en unos cuantos días. Encontré que esta forma de escribir me permitía abordar muchos temas, quizá todos los que me interesaban”. Las ideas conspirativas que rondan la cabeza de Josefina es otra constante en la novela: “Tiene un poco que ver con la locura y la paranoia, con que Josefina nunca está segura de nada. Todo puede ser una creación de su imaginación o pueden estar conspirando contra ella. Todo el tiempo tiene la sensación de que hay una especie de plot desarrollándose detrás de la historia y que no se lo están contando, como si ella fuera un personaje del proyecto de alguien más, y me gusta pensar que es una cosa que no se resuelve en la novela”. “Estoy realmente muy agradecida con Gandhi y Random House porque un premio de primera novela para el novelista es la diferencia entre nada y todo”, concluye la autora. + Rolando Ramiro Vázquez Mendoza @LordNoa
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ca suficiente en los sentimientos y las relaciones de pareja. Ahí es donde entra Abril, la coprotagonista: “No es una musa real, es las mejores sensaciones que he sentido en las relaciones que he llevado”. Desarrollada aproximadamente entre los años 2021 y 2022, debido a conversaciones que hablan del Episodio x de Star Wars, hacia el final de Kodiak Bear se vuelve una historia para los amantes de novelas de aprendizaje: “Novelas como El guardián entre el centeno, con personajes amargados y apáticos. Va para los que gustan del romance, la ciencia ficción, las novelas de viaje, los amantes de la música independiente y el cine”. La música como protagonista
Foto: http://univas.edu.mx/
Kodiak Bear está llena de canciones de Soko, Starfucker y más. Todas capaces de indagar en un lado más amable de la depresión: “Ser una persona pesimista acerca de la vida no tiene nada de malo, es parte del ser humano. También hay una estética brutal en la melancolía y en lo negativo”.
ue bastante raro porque no me encontraban en ningún lado. Fue una explosión brutal en mi cabeza”, cuenta Aragón Iriarte acerca del momento en el que supo que había ganado el Premio Gran Angular por su novela Kodiak Bear (Ediciones SM, 2017). La idea de esta historia de ciencia ficción llegó de madrugada: “Hubo unas ocasiones en que iba caminando y descubrí que me estaban observando, disimuladamente volteaba y veía que estaban hablando. Me preguntaba: ‘¿qué son? ¿Qué quieren de mí?’; esta paranoia me gustó y traté de volverla el conflicto de Wess,
el protagonista, sobre todo en los primeros capítulos en los que se desarrolla su ansiedad”. El joven autor habla sólo de los primeros capítulos porque el eje central de la historia se revela arriba de la página cuarenta: “Al final del capítulo adelanto un poco de lo que sigue, no me gusta hacer un clímax dramático y caer en clichés. Entonces la naturaleza de la novela hizo que en ese punto se revelara todo”. Aunque desde niño es fan de la ciencia ficción gracias a Veinte mil leguas de viaje submarino, Aragón se enfo-
Amante de la música triste y de nuevas propuestas sonoras, Aragón Iriarte le presta a Wess “el trastorno de la depresión y ansiedad. Yo lo padezco y traté de impregnar todo lo que sentía. También sirvió como terapia y para que personas que no saben cómo es esto supieran entenderlas”. “Me gusta ir a lo directo en las historias, enganchar al lector”, dice el autor cuando planteamos la posibilidad de que esta novela se convierta en un capítulo de la serie británica Black Mirror: “Soy fan de la serie y aparte soy fan de la ciencia ficción social que es más profunda y toca la psicología de las personas”, finaliza Iriarte. + Víctor García
@heyartis
scribir libros para niños es más complejo de lo que muchos imaginan. Es importante enfocarse en escribir coherentemente para los que podrían ser los lectores más exigentes del mercado. En esta ocasión, lo confirma Pamela Pulido, ganadora del Premio Barco de Vapor en su edición número xxii por Mi hermano derecha (Ediciones SM, 2017).
¿En qué momento decidiste que la mano izquierda podía ser un buen narrador? O ¿hubo otro detonante de este singular punto de vista?: “De niña fui gimnasta, entrenaba siete horas diarias, era buena, pero siempre había alguien mejor. Aunque siempre fui terca y disciplinada, había niñas que saltaban más alto, y por más que entrenara había chicas que eran mucho mejores que yo; sentía que no era justo que para ellas resultara tan fácil, prácticamente sin ningún esfuerzo. Fue a los diez años que me pregunté qué era o de qué dependía el talento; la pregunta me ha acompañado hasta ahora, casi veinte años después. Entonces me vi las manos —yo soy diestra— y entendí que la mano izquierda debía sentir celos, los mismos que yo por las gimnastas naturales. Los celos son por la mano derecha que siempre es la protagonista, que es con la que escribo y por la que me están entrevistando. Mis personajes no la pasan bien, el dolor de la mano izquierda es casi tangible”. En Mi hermano derecha encontramos temas importantes como la familia, el valor de no desistir, de no rendirte: “El primer gran tema es la vocación, como alcanzar los sueños en forma progresiva y realista. Y el segundo es la
Foto: América Gutiérrez©
Cuando decidiste participar, ¿existió una presión extra para terminar o corregir el texto?: “En mi caso necesito fechas límites, tan es así que entregué el libro cinco horas antes del cierre de la convocatoria. Pero el resultado final es un trabajo en equipo con SM para tener un libro impecable para los lectores más pequeños”.
importancia de la familia justo en ese proceso de descubrimiento. Si la familia te ayuda a desarrollar tus talentos, sin falsas expectativas y con trabajo constante, quizá no te vuelvas atleta olímpico, pero crecerás con seguridad de intentar las cosas. Mis lectores potenciales son niños de más de nueve años que en algún momento de su vida se han sentido una mano izquierda. Sam, mi protagonista, no se habría dado cuenta de todo lo que podía si no le hubiera sucedido lo que pasa en la novela”. La propuesta del capitulado, además de ser original, tiene que ver con la estructura dramática de la historia: “La estructura en cinco actos amplía las divisiones clásicas, es más cercana a Shakespeare: exposición, acción ascen-
dente, clímax, acción descendente y desenlace. A partir de esto se me hizo una buena decisión que los capítulos llevaran el nombre de los cinco dedos, que de alguna manera representan esa progresión en las acciones de forma comprensible y cercana a los niños”. Bonus acerca del premio: Las aventuras de Tom Sawyer, novela escrita por Mark Twain, inspiró el nombre de este importante premio de literatura infantil: “El Barco de Vapor” reconoce la escritura de calidad para niños y favorece con esta iniciativa el acceso a una infancia más feliz, más libre y más humana. + América Gutiérrez
El relato que le da título al libro plantea la historia de un narcotraficante idéntico a Quentin Tarantino: Jacobo Montaña, líder del cártel de la Sierra Madre. Este cuento de largo aliento tiene el acierto de intercalar las historias y las transformaciones de sus personajes: “Mi intención era jugar con la narrativa convencional y filtrar de algún modo un discurso teórico, poniendo en tensión estructuras retóricas reinterpretadas. De algún modo ese texto en particular está formado por un relato en primera persona, mezclado con dos técnicas narrativas distintas: una es la voz del narrador, que además de contar la historia que está contando, da una conferencia. Esta conferencia se llama ‘La parodia de lo sublime’, que en realidad es una conferencia que yo trabajé durante algunos años, hice un curso con ella y hace como un año la impartí en la biblioteca Octavio Paz de Guadalajara, y pensé: ‘ya está, ése es el texto, no lo voy a poner como ensayo, lo voy a incluir en un cuento a ver qué pasa’, como una especie de experimento. Ésa es una de las líneas narrativas del libro. La otra es esta voz en primera persona que es el mismo crítico contando cómo es secuestrado por un narco idéntico a Quentin Tarantino; aquí hay un homenaje al Chapo Guzmán, al affair con Kate del Castillo, entre otras cosas. En una tercera instancia hay
pasajes de ese relato que están escritos con la forma estricta del guión. En una última y mucho más lateral instancia hay un personaje que a la mitad del relato se para y se pone a dar un discurso, y acaba contando una historia que no tiene nada que ver con la historia original, pero me gustaba jugar con esta idea de cajas chinas: adentro de una historia hay otra historia siempre, y este personaje se pone a contar cómo se convirtió en un delincuente después de una noche en la que accidentalmente es arrestado”. En este mismo relato sobresale el tema del doppelgänger, intención con la que estaba planeado en un inicio el texto, y a la que finalmente Herbert decidió darle una vuelta: “Lo que pasa es que las versiones que intenté no funcionaban, eran relatos que a mí me parecían muy predecibles y que me aburría escribir; cuando te das cuenta de que estás escribiendo algo que te aburre a ti, más vale que lo tires a la basura. Eso estaba planteado, pero me di cuenta de que no importaba hacia dónde se fuera, importaba más que la historia tuviera una estructura aunque no fuera una tradicional. Me agradó la idea de jugar con las metáforas más obvias del racismo, de la segregación en México, hasta llevarlas al extremo. De algún modo me gusta partir de temas clásicos, pero no me interesa llegar a éstos”. Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino está lleno de guiños y referencias, y aunque los gestos de Tarantino salpiquen muchos de los relatos, no quedan exentos el juego y la parodia: “Mi experiencia con ‘Caries’ es trabajar con Jorge Rangel, un músico muy querido al que admiro mucho, en distintos proyectos y eventualmente haciendo bromas; en este cuento encontramos unas partituras, en las que la primera y segunda son réplicas —son dos gemelas—, porque el personaje se plagió al buen músico, y cuando este músico retoma el tema, transcribe la verdadera versión, según él,
que encuentra en las muelas del paciente. La transcripción final no es más que la misma pieza tocada al revés, es como una especie de palíndromo, un juguete finalmente”, y agrega: “Colaborar con Rangel para hacer esto a mí me da una idea de lo que el libro en general es, porque está lleno de guiños a las otras artes y de jugueteos con personajes específicos como Carlos Amorales, Gabriel Orozco o Mario García Torres, que aparecen fugazmente en el libro, entonces creo que la manera en la que los juegos están enfocados tiene que ver con esta zona escurridiza de lenguaje. Hay un cuentito de dos cuartillas en el que aparece una chica que se llama Cristina, de la que está enamorado Juan Rulfo. El cuento no lo dice, pero ese personaje que se llama Cristina está basado en Rivera Garza. Es un libro que trata de jugar con la tradición y con la herencia, pero para mí eso significa también una especie de vuelta de tuerca y de confrontación”. + Rolando Ramiro Vázquez Mendoza @LordNoa
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Ilustración tomada del libro Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino, de Julián Herbert.
a portada es una versión del fotograma clásico de Jules Winnfield y Vincent Vega, pero los editores tuvieron para mí la genialidad de quitar la cara de Vincent y poner la de William Shakespeare, y ése es básicamente un resumen de la lectura que yo hago del libro”, comenta Julián Herbert acerca de su última publicación, una ecléctica antología de cuentos: Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino (Literatura Random House, 2017); desde anécdotas violentas hasta relatos con cierto humor que, según sea el caso, despoja de malicia a los personajes que los protagonizan, hombres y mujeres envueltos, como nosotros, en otras historias atravesadas por encrucijadas que no pocas veces nos dejan pensando acerca de las acciones a seguir: “Mi preocupación en el libro es ésa: cómo personajes aparentemente bidimensionales, muy pop, muy enmarcados en el cine decadente, la violencia, el narco, como del cine B de los ochenta, la pornografía, que viven en ese mundo, de pronto tienen experiencias radicales que ponen en perspectiva su sistema de valores. Al menos eso es lo que yo quería hacer: tratar de construir un discurso en el que lo ético tiene fuerza cognitiva y pone en juego la existencia del personaje”.
Foto: Fabián Robles De la Paz, @faropz, faropz@gmail.com
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a clavícula es una de las primeras piezas óseas que aparece durante la gestación; entre la quinta y sexta semana del feto, tiene forma de s cursiva, y su fractura es una de las más comunes durante la vida del ser humano. Los árabes usaban este hueso plano para escribir y Marta Sanz lo utilizó como pieza fundamental de una curiosa autobiografía. Sanz ha perdido la cuenta del número de novelas que lleva escritas. En 2015 ganó la trigésima tercera edición del Premio Herralde de Novela con Farándula. Ahora vuelve al escenario literario con Clavícula. La escritora española apareció sonriente y se sentó frente al piano, el objeto más llamativo en aquel espacio de reunión. Dijo que alguna vez había tomado clases de música, mientras jugaba con las teclas. Al comenzar la conversación fuimos directo al tema del estilo, pues nos sorprende lo que Marta hace con el lenguaje: “Creo que todos los escritores tenemos fantasmas particulares, y son unos que se van repitiendo de unos libros a otros; fantasmas que no puedes evitar y muchas veces derivan de la manera de hablar en tu casa, pero más allá de todo eso yo creo que parte de nuestra responsabilidad a la hora de escribir es buscar formas nuevas para historias nuevas”. Marta sonríe. Hablamos de la nueva novela. Buscamos un género para Clavícula, pero no es fácil; todas las novelas
son de alguna manera una mezcla de autobiografía con ficción, al final de cuentas uno escribe de lo que conoce: “Clavícula es un texto al que no sé si llamar novela o no, no me atrevería; nace de una necesidad terapéutica. En uno de estos viajes transoceánicos que debo hacer viajaba a Puerto Rico, y apareció un dolor que no había experimentado nunca, y cuando las personas sensibles, o quizá un poquito hipocondriacas, como yo, experimentamos un dolor que no hemos sentido jamás, nos hacemos preguntas complicadas y empezamos a tener miedo. Ahí surgió la reflexión sobre hasta qué punto nosotros podemos desvincular nuestro dolor físico de nuestro dolor psíquico, de nuestro dolor mental, y lo que tiene que ver con el cuerpo, y muy concretamente con el cuerpo de las mujeres; está relacionado con la presión social, las mujeres estamos especialmente presionadas desde un punto de vista laboral, doméstico, cultural y cotidiano”. El dolor como tema central de la novela domina el intercambio de ideas: “Intenté poner orden en mi dolor, ya que tengo el privilegio de poder usar las palabras. Establecí orden en el caos, en la desvertebración que genera el dolor, y a partir de ahí me di cuenta de que ese dolor que yo creí tan íntimo, tan personal, tan exclusivamente mío, es un dolor compartido. Es en ese punto que Clavícula deja de ser un texto personal, desnudo, íntimo, impúdico, para convertirse un poco en un texto literario que es patrimonio
de todos, y que cada una de las lectoras y de los lectores tiene que completar”. La autora de Un buen detective no se casa jamás trata de relajarse mientras nuestro fotógrafo la ronda; nos enfocamos en el humor negro y la ironía que provocan guiños incómodos, políticamente incorrectos en un mundo donde las mujeres aparentemente podemos con todo. Nos detenemos en las figuras de sus textos, en las frases como: “el dolor me afea la letra”. Clavícula toca el dolor femenino, enfrenta el miedo a la muerte con buen humor. Marta batalló con la enferma imaginaria, trató de no ser esclava del síntoma y, viéndolo desde esta perspectiva, escribir parece una tarea descomunal: “A raíz de ese episodio tan cotidiano y tan vulgar de que a una mujer le duela una cosa en un momento de su vida en el que está especialmente presionada, va surgiendo una gran tela de araña en la que se tocan montones de temas. Sale a la superficie la experiencia de la escritura, hasta qué punto puede ser o no ser una herramienta terapéutica, o reflexiones de tipo metaliterarias acerca de la búsqueda de las palabras y que a veces lo metaliterario no lo es tanto, porque ¿cuántas veces no hemos ido a la consulta del doctor y no encontramos las palabras para decir lo que realmente nos está ocurriendo, de la vulnerabilidad terrible que en ocasiones se siente en la consulta
del médico?; es una situación de violencia involuntaria, el paciente tiene miedo y el doctor, sin darse cuenta, puede ser más imperativo de lo necesario. Ésta es una novela acerca del miedo, el miedo a envejecer, el miedo a morirnos, acerca del miedo específico de las mujeres a dejar de ser fotogénicas, a entrar en ese periodo difícil que es la menopausia”. La escritora e historiadora española Edurne Portela se refiere a Clavícula como “una poética de la fragilidad, que reivindica el derecho que cada ser humano tiene a la queja”. Marta Sanz se aleja de neutralizar el derecho a la queja; le molesta que todo se detenga cuando alguien menciona que existen otros que están peor que tú. La autora es consciente de que hay peores situaciones, pero esto no nos debería incapacitar para decir qué es lo que nos punza, qué es lo que nos duele: “El dolor en Clavícula es un dolor físico, pero al mismo tiempo es un dolor moral y uno de tipo político. Es ese dolor que han experimentado durante muchísimos años, décadas, siglos, escritoras que se suicidaban porque creían que estaban locas, dado que el patrón de la literatura estaba marcada por un discurso heteropatriarcal. En Clavícula se usa el lenguaje como posible depósito de las verdades, rehabilito los significados del lenguaje para transmitir una experiencia. Creo que el sentimiento más importante en una autobiografía, supuestamente un género onanista, es la fraternidad, en el que lo que menos importa en realidad es la autobiografía misma, y lo que más importa es el fondo que hay detrás de ella, lo que la une al resto de los seres humanos”. Continuamos conversando en torno al género literario, la obsesión por clasificar podía acabar con nosotros en cualquier momento, pero no es una discusión estéril: diseccionamos este singular documental literario, mencionamos la importancia de las fotos como esa captura de la realidad que, cuando no asusta, trastorna; hablamos del recuso de las listas y de la experiencia de registrar todo en el momento que está sucediendo. Nuestro delirio alcanzó a bautizar Clavícula como una road movie de palabras, en especial por su estructura narrativa elíptica, por los procesos autorreflexivos que provocó mientras fue escrita y el eje organizador de las peripecias del relato que no presentan anécdotas por separado, sino conexiones profundas entre aquello que parece estar en una antípoda: “Los géneros nos encorsetan mucho. Este libro, al que ni yo misma sé cómo calificar, es un texto híbrido, compuesto por fragmentos que darían una apariencia de eso, de fractura. Era importante que en esta novela hubiera un poema dedicado a una de esas niñas filipinas, mucho más vulnerables y en una situación mucho peor que la mía; era fundamental que eso se juntara con textos de descripción de pruebas médicas contados en clave irónica, con mi relación perversa con el clonazepam y con las fotos de mis pies en primer plano. Toda esa mezcla de fragmentos intenta escenificar la fractura que siente el cuerpo ante la experiencia del dolor, de modo que el texto se convierte en una metáfora del cuerpo. Para mí era importante hacer una búsqueda, una indagación genérica que fuera capaz de reflejar esa experiencia que yo estaba viviendo en ese momento, y en la medida de lo posible paliarla, aliviarla; ahora preguntan: ‘¿te ha dejado de doler la clavícula?’, y contestó: ‘no, no me dejó de doler, escribí, y tengo las cosas un poco más claras’”. Ahora sonreímos nosotros, el equipo completo agradece una plática con una mujer como Marta, su sentido del humor es corrosivo y certero, te gana la risa con lo que no deberías y te pones serio con el chiste predecible: “Soy cáustica, o practico el sentido del humor porque lo vivo en mi casa, toda la familia emplea ese sentido del humor para comunicarnos en la vida cotidiana. Es una manera de ver el mundo que además te permite indagar sobre las cosas que pueden causar más daño de una manera un poco anestésica. Yo muchas veces digo que utilizo el dolor para poder meter el dedo hasta el fondo de la herida”.
En determinado momento de Clavícula aparece una tipología o algo así como los clichés del estilo de vida de un escritor de acuerdo con su época y situación. Atrás quedaron los idílicos y bohemios alcohólicos para dar paso al escritor que lleva una vida tranquila y se mantiene saludable. Los hábitos de un escritor van más allá de sus letras: “Era absolutamente inevitable que hiciera algunas meditaciones sobre el oficio de escribir, pues creo que de algún modo ya quedó atrás el escritor bohemio y bebedor que se acuesta todos los días a las siete de la mañana con una tremenda cruda y que, además, escribe una obra maestra después de cada resaca. Bueno, pues somos muchos los que trabajamos tranquilamente en nuestra casa, como hormiguitas, diariamente, y que no pensamos que exista eso que se llama inspiración, sino que esperamos que la inspiración nos encuentre trabajando”. Literatura escrita por mujeres, literatura femenina y literatura feminista suelen confundirse porque existen delgados hilos que las unen y abismos ideológicos que las separan. Los lectores de Marta Sanz no sólo son mujeres, pero esta novela tiene el manejo de un yo poético preponderante, y ella logra hacer una narración universal por medio del dolor femenino: “Estoy segura de que las lectoras me van a entender muy bien, pero también es para tu esposo, para alguien como tu papá, para todos estos personajes que están ahí, que también son reales y por supuesto son lectores. Claro que la empatía es más clara con las mujeres, reconocen experiencias cotidianas y prácticas que tienen que ver con su cuerpo, cómo se va transformando su sexualidad y la visión que tienen de sí mismas. Escribí un libro para las mujeres y para los hombres, todo tipo de reivindicación feminista tiene que ser conjunta; las mujeres tenemos que ser muy autocríticas, muchas también podemos llegar a ser machistas. Clavícula va dirigida un poco a todos, de hecho es la primera vez que escribo un libro que, además de llegar a los cenáculos literarios, a la gente que le gusta la literatura, ha llegado a otros lugares. En España llamaron para hablar con la Asociación de Damnificados por el Síndrome del Aceite Tóxico, que fueron unos intoxicados que tomaron un aceite en mal estado en los años ochenta. Son gente con dolores crónicos desde hace cuarenta años y les interesó el libro, más allá de ser un texto literario, fue importante para ellos por la reflexión acerca del dolor. También me llamaron de un hospital público de Murcia, donde los médicos y los especialistas de salud mental crearon una crowdfunding para llevarme a Murcia a dar una charla sobre esa potencial relación desigual que se crea en las consultas entre el médico y el paciente. Es la primera vez que el texto literario interviene en el espacio social y llega a lectores que no son lectores —letraheridos— como yo. Hay muchas veces que mis libros han llegado únicamente a los lectores —letraheridos—, por la exigencia lingüística, por ese experimentar con los géneros, por el Premio Herralde, que también salió del ámbito específicamente literario y llegó al mundo de la farándula, llegó al universo de los actores, que espero que en breve sea fruto de una adaptación teatral por parte de Calixto Bieito, un director escénico y teatral maravilloso, para esto cruzo los dedos”. Los mexicanos leen a Marta Sanz por lo menos desde hace una década, agradecen el sentido del humor, el uso del lenguaje y la honestidad con la que ejerce el oficio de escribir. En Clavícula el lector acompaña al personaje principal en el reconocimiento de los síntomas que darán lugar a la hinchazón, al dolor y hasta a la deformación visible de la parte lastimada. El humor negro es una cualidad profundamente subversiva en la literatura de Sanz. Su más reciente novela nos recuerda la etimología de la palabra humor, esa conexión entre el estado de ánimo y los humores y fluidos que se mezclan en el cuerpo. + América Gutiérrez @yasabescomosoy
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Ilustración de Patricio Betteo.
Betteo: “Le tengo una gran admiración y trabajamos muy bien de manera colectiva. Él es gamer, entonces fue más divertido. Le gustó muchísimo desde el inicio, y lo que hizo fue empezar tanto a desarrollar personajes que ya teníamos como otros nuevos. Le propuse quitar partes del texto para remplazarlas con algunas de sus ilustraciones. Al final, treinta por ciento del texto se convirtió en ilustración”. Ciberespías al rescate es la continuación de En busca de Kayla, aunque no es necesario leer antes esta primera entrega para poder pasar al universo narrativo del segundo libro. No obstante, la historia se conecta: “En el primer libro, Kayla es rescatada —de una red de pedofilia— por un equipo de chicos valientes. En la segunda parte, Kayla es parte de este equipo que ayuda a buscar al monstruo que tiene atrapado a Sam”. Acerca del primer libro, la autora mexicana cuenta que durante la gira de presentación, ratificó que los niños “tienen clarísimo que existe el abuso infantil y la pedofilia. Niños pequeños de diez años me decían: ‘ay, no, es que por aquí se sabía de un sacerdote que era pedófilo’”.
a escritora y periodista mexicana Lydia Cacho nos acompañó en una plática en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para sumergirnos en el mundo de Ciberespías al rescate (Alfaguara infantil, 2017), libro escrito “para explicarles a los niños cómo sucede la trata de personas por medio de Facebook y el tema de la inseguridad en las redes sociales, pero también para que los niños sepan que tienen voz, poder, credibilidad y valentía”. Con respecto al origen de la temática del libro, Lydia Cacho nos comparte que “había platicado con un grupo de chavos de quince años que son gamers, superclavados y me divertí muchísimo en la conversación. Me llamó la atención
“Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir”. Federico García Lorca
s inusual leer una autobiografía cuya anécdota principal sea descubrir tu propia muerte. J. P. Cuenca es un escritor brasileño cuya voz alcanza una poderosa universalidad y cuyo tema central es la alteridad cultural. Descubrí que estaba muerto (Tusquets, 2017) es tanto una extravagante investigación criminal a partir del hallazgo del acta de defunción del propio autor como un turbulento recorrido por Río de Janeiro. Infiero que Descubrí que estaba muerto es ese tipo de novela en la que la realidad supera a la ficción y el escritor se vuelve personaje casi sin querer: “Soy un escritor de literatura de ficción que no tenía ningún plan de trabajar con autoficción, no quería escribir en primera persona ni ser personaje de una novela. Siempre traté de alejarme de lo autobiográfico, pero un muerto fue identificado con mi acta de nacimiento en 2008. El motivo original de mi visita a la comisaría fue un enfrentamiento con mis vecinos y ahí descubrí que estaba muerto. Fue extraño, dejé pasar un par de años antes de tocar el tema, de escribir acerca de eso. Ver tu acta de defunción no es algo que te pasa todos los días. Al principio me pareció de mal gusto, una mala broma. A medida que comencé a investigar fui dando con personajes como la pareja del muerto, además quería saber por qué tenía mis documentos, de dónde los había sacado. Quería desentrañar el robo de mi identidad y al cabo de unos años decidí escribir una novela”. Para Cuenca no fue fácil asimilar que estaba muerto, el proceso de escritura se tornó largo y complejo, se convirtió en un reto personal: “Dejé pasar el tiempo porque me asustaba la perspectiva de meterme en una primera
que la mayoría estaban hablando de cómo al jugar se sentían más seguros. Paralelamente hablé con un niño de diez años, que me contó una historia muy fuerte acerca de la violencia de su padre; estaba desesperado porque sentía que nadie le creía”.
Este libro está pensado para personas de entre doce y cuarenta años; cada página de Ciberespías al rescate está llena de colores e ilustraciones. Para conseguir este trabajo armónico entre el texto y las espléndidas ilustraciones, Lydia Cacho trabajó con el artista e ilustrador Patricio
persona de una manera tan explícita, sabía que en esta historia debía poner mi nombre, era mi personaje y al mismo tiempo debía destruirlo. Jugué con registros y recortes macabros de mi realidad. Quise crear la confusión sobre si la historia era real o no. Lo documentos no son falsos, existen. Cualquiera puede ir a la comisaría de la policía y ahí estará el archivo. Documenté la realidad y llegué a una zona limítrofe, y ahí es donde entra el componente ficcional, hay una zona gris en la que no sabes qué es realidad y qué es ficción”. En Descubrí que estaba muerto también se lee una historia paralela, la de las transformaciones de Río de Janeiro previo al mundial y los Juegos Olímpicos: “Uso mi historia personal, la anécdota de la muerte y el caso judicial para hacer una investigación sobre la naturaleza de la identidad. Es una novela acerca del lugar, de Río, acerca de la historia de Brasil. El hombre que murió y utilizó mis datos de identidad era negro, pobre, vivía en un piso ocupado que estaba en juicio legal, en un área muy conflictiva de Río, una zona con peso histórico, muy cerca del Cais do Valongo, el principal puerto de entrada de esclavos africanos entre los siglos xviii y xix. Es como una gran fosa común de esclavos. Ahí están enterrados millares de ellos y no hay nada, ni una mención que los recuerde. Descubrí que estaba muerto es la historia de un cruce imposible entre un hombre blanco de clase media, escritor que circula por los medios intelectuales de Brasil, y la historia de un hombre que vive en condiciones miserables en un Río de Janeiro mundialista y preolímpico”. + América Gutiérrez Continúa leyendo la entrevista en mascultura.mx
Este libro tiene elementos de guión para un corto cinematográfico, por lo que la autora no ve imposible llevar esta historia a otros campos: “Ahora que estuve en el Festival de Cine de Morelia se lo llevé a Guillermo del Toro, ya que somos amigos desde hace mucho tiempo. Lo abrió, lo empezó a hojear y estaba fascinado, le gustó muchísimo”, remata con gusto Lydia Cacho, y finaliza: “Vamos hacer un tour con Ciberespías… y quiero hacer una app con la que los chavos se diviertan, y también un poco para que se aborden los temas que se tratan en el libro”. + Víctor García
VIDEO
PARA VER Y OÍR LOS MOOMIN
LOLO, EL HIJO DE MI NOVIA
Xavier Picard ZATMENI
Julie Delpy ZIMA
En esta adaptación cinematográfica de las creaciones de Tove Jansson, la familia Moomin se aventura a La Riviera Francesa y provoca todo tipo de situaciones divertidas entre los huéspedes de un exclusivo hotel al que llegaron después de abandonar el valle Moomin. ¿Qué les espera a los Moomin en este lugar desconocido?
Ésta es una de las películas más sobresalientes dirigidas por la actriz Julie Delpy, que coescribió con Eugénie Grandval. Delpy interpreta a Violette, una fashionista de París que conoce a Jean-René, un freak informático. Los problemas empiezan cuando regresan a París y conoce a Lolo, el posesivo hijo de Violette.
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EXODUS 40: THE MOVEMENT CONTINUES
INDISCRECIONES DE UNA MUJER CASADA Vittorio De Sica ZIMA
Este drama se desarrolla en la estación Termini, del tren de Roma. Mary Forbes, la protagonista, una estadounidense casada y con una hija, pasa sus vacaciones en Italia. El conflicto aparece cuando debe decidir entre tomar el tren para regresar a su país con su familia o quedarse con Giovanni, su joven amante italiano y al que considera su verdadero amor.
El recitalista y músico de cámara Edgardo Espinosa presenta el disco Codificaciones, dentro del Proyecto Solistas de Ónix, con obras de Mario Lavista, Gonzalo Macías, Ana Lara, Felipe Pérez Santiago, María Granillo y Marcela Rodríguez. Lo mejor de los sonidos nacionales en un solo volumen.
Éste es uno de los discos más enfocados y pulidos de su carrera; atrás quedó el pop elástico y ecléctico que fue su tarjeta de presentación en los años noventa. Grabado junto con Greg Kurstin, Colors es un disco lleno de juegos de palabras y elementos sonoros inesperados.
Bob Marley & The Wailers UNIVERSAL MUSIC
Tras el intento de asesinato, Marley y su banda abandonaron Jamaica y se establecieron en Londres durante dos años, donde grabaron Éxodo (1977), que representa una experiencia dual: una de libertad política y de expresión religiosa. Estas canciones de Marley se han mantenido en nuestra memoria colectiva, cultivando un legado de amor y justicia social.
MÚSICA
LA ESTUDIANTE Y EL SR. HENRI Ivan Calberac ZATMENI
Opuesto a la relación de su hijo Paul con su esposa Valérie, Henri ataca con un plan tortuoso. Ofrece pensión a la guapa estudiante Constance, quien desesperada por seguir su propio camino, acepta utilizar sus encantos para alejar a la pareja. A pesar del cinismo esta cinta tiene un mensaje dulce y esperanzador: ¡sigue tus sueños!
SILENCIO Martin Scorsese GUSSI
Japón. Durante el siglo xvii dos sacerdotes jesuitas parten de Portugal rumbo a Japón en busca de su mentor que, tras ser perseguido y torturado, ha renunciado a su fe. Una característica sobresaliente de la cinta es que no omite las horribles consecuencias del fanatismo y la religión misma.
GRANADA 1013-1526
LIVE AT POMPEII
Jordi Savall ALIA VOX
David Gilmour SONY MUSIC
Éste es un viaje musical a lo largo de quinientos años de la historia de la ciudad andaluza, desde su fundación por un rey bereber en 1013 hasta su derrota, como el último lugar de dominio musulmán en Iberia en 1492. Este disco es una evocación histórica y musical de cinco siglos de vida de una de las ciudades más importantes y admiradas de la Andalucía musulmana.
El 7 y 8 de julio de 2016 David Gilmour se presentó en dos espectaculares shows en el legendario anfiteatro de Pompeya. Este disco en vivo fue grabado en una parada importante de la gira mundial de Rattle That Lock. Live At Pompeii incluye canciones de toda la carrera de Gilmour de solista y los temas clásicos de Pink Floyd.
Fotos: Diego Alvarez©.
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ndrés Neuman debutó con poesía y ésa es la razón que nos convoca en esta ocasión: su pasión por este ejercicio de creación, por su poemario Vivir de oído (Almadía, 2017). Neuman se ha ganado el corazón de muchos lectores alrededor del mundo, además del Premio Alfaguara por El viajero del siglo, el Premio Hiperión de Poesía, El premio de la Crítica entre otros. Vive en España, por lo que bromeamos que nuestros encuentros anuales traen a un invitado implacable: un tremendo jet lag. No obstante, nada le quita su lucidez ni su generosidad. Basta con que uno suelte algunas palabras para que él comienza la fiesta. Pero, ¿cómo ocurre en Andrés Neuman la poesía?: “Me gusta que lo plantees en términos de ocurrencia porque es un suceso accidental. Es un accidente que se entrena; si uno no esculpe no le va a suceder una escultura, y si uno no está leyendo y escribiendo poesía con frecuencia, es difícil que te ocurra la poesía. En un nivel más general creo que a todo mundo le ocurre la poesía y no consigue darle forma, tiene que ver con ciertas intuiciones, imágenes, ciertas emociones y conflictos que todo el mundo tiene y que están a punto de ser formulados poéticamente, y que quizá la falta de entrenamiento específico en poesía hace que no generen un poema. Creo que la poesía tiene algo de amortiguador ante cualquier cambio en tu estado, puede ser un acceso de placer, un ataque de miedo, una imagen que te conmueve o simplemente el sonido de una palabra. Soy muy desordenado escribiendo poesía”. Conviene soltarse en la creación poco controlada, interrumpo, y Neuman, con esa enorme sonrisa, responde: “Sí, en ese sentido, siento que a diferencia de la novela, trabajar en la poesía tiene que ver con aceptar primero lo intuitivo, lo desorientado, no saber qué estás haciendo, dejar que la fertilidad de esa especie de ignorancia actúe, y hay un segundo turno mucho más ajedrecístico en el que todo eso necesita un orden, una estructura, unas recurrencias. Entonces tienes que tratar de darle un sentido y una especie de recipiente nítido a eso que fue tan intuitivo y tan accidental”. Para el autor resulta divertido pasar de la narrativa larga, como en El viajero del siglo al cuento o poema, que son más cortos. ¿Cómo llevas la tiranía de la brevedad a tu poesía?: “Tal vez la poesía tiene algo de orfebrería del instante, tratar de pulirlo hasta que adquiera toda la significación que un instante realmente puede tener. Se trata de emular la capacidad de impacto de lo fugaz que la vida tiene, con la ventaja de que el poema retiene ese instante, lo congela por un lado, y por otro lo desarrolla, hace que siga sucediendo y repercutiendo en la cabeza de cada quien. Esa brevedad a veces es engañosa porque,
para encontrar una formulación contundente de un par de versos, uno necesita ir despojando una estrofa que es mucho más larga. Normalmente opero por reducción, de manera más rara un poema de siete u ocho versos los tiene desde el inicio; mis poemas terminan siendo una reducción de sí mismos, una especie de versión caníbal de su pasado. Es una brevedad que no reduce las posibilidades, sino que las deja abiertas, y hay que tener mucho cuidado con eso porque a veces cuando algo queda muy sentencioso no permite que haya espacio. Es trabajar con la contundencia, es decir, un último verso nunca debe ser la última palabra. Creo que un poema se siente más cómodo siendo la primera de muchas posibles palabras.” Andrés creció en una casa de músicos por lo que el título del poemario delata, junto con las ilustraciones en forma de pentagrama hechas por Alejandro Magallanes, su innegable relación con la música: “La frase imaginaria inventada de ‘vivir de oído’, que es una suerte de variante de ‘tocar de oído’, tiene que ver con que en mi casa la música ha sido un lenguaje familiar, y escuchar es parte de la conversación con el mundo. Creo que en ese sentido la música y la poesía tienen mucho que ver, no por lo que se suele decir acerca de que el verso es armonioso —no tiene por qué serlo— o que la poesía es grata de escuchar, sino por la actitud activa del escucha. La música no solamente consiste en producir sonidos, sino con estar receptivo ante las pausas y ante los sonidos del otro”, y complementa: “El libro tiene tres partes: la primera, ‘Ese viento obstinado’ es más íntima, tiene que ver con las pérdidas familiares y con las memorias familiares; la segunda, ‘Vivir de oído’, tiene que ver con pequeños episodios cotidianos asociados al amor o el desamor o a pequeños gestos cotidianos que son un momento de escuchar; la tercera parte se llama ‘Perro sónico’, y tiene que ver con el oído del perro y con la teoría de que la poesía es una frecuencia sonora que habitualmente no escuchamos, pero que está todo el tiempo sonando. Me gusta pensar que en esa especie de mundo perruno hay un montón de música por descubrir, y que la poesía de algún modo nos afila las orejas y nos permite levantar la cabeza e indagar”, la charla podría extenderse, pero Andrés finaliza con un comentario acerca del proceso de escritura de su libro: “Es una estructura que se va proponiendo con su propia lógica interna y eso tiene que ver con escuchar lo escrito, no tanto con la idea que uno tiene del libro que está tratando de hacer, como si uno fuese espectador de sus intenciones inconscientes”. + Yara Sánchez De La Barquera
y se rozan pero no encajan juntos, entonces el lector, con todo eso, tiene que ir armando la historia”. Las maldiciones pone sobre la mesa el tema de la superstición, que pareciera regir la manera de proceder de algunos políticos: “Hay muchos casos, en distintos lugares de Latinoamérica, de políticos que así como tenían un asesor, tenían un santero, una tarotista. Hugo Chávez tenía la suya, Perón en Argentina, Franco y Pujol en España, acá hay casos puntuales también, creo que Salinas. Yo creo que el hecho de vivir en un lugar de tanta soledad como es [la esfera] del poder y con decisiones tan importantes, si viene alguien y te dice ‘sí, las runas dicen tal cosa, quédate tranquilo’, debe ser muy aliviador. Históricamente hay muchos casos importantísimos”. La línea entre la realidad y los hechos ficticios, por otro lado, en la novela está muy bien difuminada. La intención de la autora era “que en un momento la historia pasara a ser solamente ficción. Quiero decir, se nombran personajes que son históricos, se nombran presidentes y a partir de ahí ya no sabes quién gobierna hoy Argentina cuando Fernando Rovira quiere ser gobernador, no sabes contra quién va a competir. Ahí ya entramos por completo en el plano de la ficción, pero hay un anclaje histórico real”.
asta dónde estarías dispuesto a llegar por conseguir lo que quieres? Esta pregunta suele encontrar respuesta hasta que estamos en el punto en que la decisión ya no es opcional. Es el momento en el que sale a la luz nuestra más íntima realidad, ésa que nos sorprende con nuestra forma de actuar. Román Sabaté es un hombre joven que se ve atrapado en una vorágine de decisiones que nunca pensó tomar. En este vórtice terminan atrapadas todas las personas cercanas a él: su familia, sus amigos y colaboradores, todos los personajes que conforman Las maldiciones (Penguin Random House, 2017), la última novela de Claudia Piñeiro. La historia ocurre en Argentina, y se desenvuelve dentro del ámbito político. Fernando Rovira, en palabras de Claudia, es “un político que llega a la política no por medio de la ideología de un partido, sino que está armado más con las reglas del marketing, de la publicidad, de ser efectivo con el discurso y decir lo que el votante quiere escuchar”. Es líder de un partido político, su plan es dividir la provincia de Buenos Aires y ser su gobernador, sin importar lo que tenga que hacer para conseguirlo. Román Sabaté llega al partido de Rovira casi por casualidad, y lo primero que sabemos de la relación entre ellos es que Román está huyendo, llevándose con él al pequeño hijo de Rovira. Los motivos van revelándose conforme avanza la historia, misma que no está contada ni de manera cronológica ni desde un único punto de vista. Claudia desarrolla varios personajes secundarios: “Son personajes a los que quise darles su minuto de spotlight, que se ponen delante y te dicen ‘yo soy éste’. Todos en algún momento vienen y te cuentan la historia, y al contarte la historia hay pequeños desajustes porque no todos tienen el mismo punto de vista, son personas diferentes. En ese desajuste se va armando algo que, más que ver con un rompecabezas en el que encajan las piezas, es que hay ciertas superposiciones, como cuando miras con un caleidoscopio que se va manchando; hay algo que dice alguien, pero que el otro personaje lo dice distinto,
La decisión de tratar un tema delicado para algunos, ajeno para otros, y del que muchos prefieren no enterarse, Claudia la explica: “Se me ocurría que el mundo de la política era muy interesante. Es el lugar donde estas ambiciones se juegan muchísimo, esto de que alguien tiene que sacrificarse por un partido, por un líder”. Sin embargo, más allá de las ambiciones y los sacrificios, Las maldiciones ofrece momentos esperanzadores en los que se demuestra que no todo está perdido, por lo menos en las páginas de este libro. Están aquellos que sin dudarlo lo dan todo por otra persona. Pero, ¿de dónde viene esa lealtad? Los personajes de la novela “pueden pensar distinto, pueden ser muy diferentes, pero hay alguien honesto al que quieren ayudar porque es honesto, porque es incapaz de hacer daño, porque es una persona con valores, que sí sabe lo que es ser un amigo, sí sabe lo que es ser hijo. Tiene valores que siguen intactos a pesar de haberse metido en la política”. Además del reto de escoger la política como el centro de la historia, Claudia tuvo que enfrentar otro más: hablar y narrar desde la voz y experiencia de un hombre. Era una decisión que ella tenía clara: “Cuando escribí Las grietas de Jara decidí que quería escribir una novela en la que el personaje principal fuera masculino, y no moverme de ahí porque si no fácilmente la empiezo a contar por los costados, por los personajes femeninos. En esta novela, como el centro tiene que ver con la paternidad, los personajes tenían que ser personajes masculinos”. Es cierto que esta novela habla acerca de la paternidad, la política, de la lealtad y la traición, también de lo ambiguo y delicado de estos conceptos. Pero es sobre todo una historia de límites, verdades y ambición por las cosas que cada quien considera valiosas. Es una historia que puede ser la de cualquiera, sin importar lo ajenos que estemos al mundo de la política. Es una obra acerca de lo más íntimo de la condición humana y una reflexión sobre el mundo que queremos dejar atrás. + Angélica Fajardo C.
@DollyTrull
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ecibí la invitación por parte de Editorial Océano para participar en la colección de 'El lado oscuro' con un libro de terror para chavos en 2007. Me di cuenta que el universo se estaba expandiendo bastante y más o menos planifiqué que serían cinco”. De esta forma nació “El libro de los héroes”, una saga literaria de Antonio Malpica cuyo final llega diez años después con Principio y fin: “El quinto libro fue más arduo, pues sabes que tienes que cerrar, que no será eterno. Lo tenía presente desde el primero y por eso sabía que no iba a dejar cabos sueltos”. Al pasar tantos años con los personajes, Malpica les tomó mucho amor: “Finalmente son personajes que se vuelven de carne y hueso entre tus manos, tan así que el último libro lo dedico a los tres protagonistas principales”. EL CAMINO DEL HÉROE A lo largo de los libros y sus historias llenas de fantasía y terror, Antonio Malpica logró darse cuenta de que: “podía hacer a Sergio partícipe de una especie de confabulación universal con respecto a un libro en torno a dos entes contrapuestos: el señor de los héroes y el señor de los demonios. Enseñarle que formaba parte de algo que ni siquiera sospechaba que existía”. Al principio parece como muy sugerido, pero en los siguientes libros se van haciendo revelaciones. El último es prácticamente eso, es solamente el universo de “El libro de los héroes”, donde Sergio y todos los implicados giran en torno a esa mitología”. Acerca de esta odisea literaria, el autor comenta: “Es una novela de largo aliento que no escribí de una sentada, hubo periodos de 'descanso', entre comillas, separados por cada libro. Ese momento en el que según tú estás descansando, los personajes no descansan, están creciendo en tu mente”, y añade: “Eran esclavos de mis designios en los primeros dos
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libros, pero en el tercero ya tenían una conformación de sus identidades y de sus personalidades. Yo creo que lo mejor que le puede pasar a un autor es que sus personajes tomen vida propia. Sí hay un crecimiento y casi es involuntario, me atrevería a decir”. Como es de esperarse, el camino no fue fácil y desde el principio, Malpica se enfrentó a varios retos: “Tenía sus dosis de riesgo terminar Siete esqueletos decapitados como lo terminé. Muchos no sabían que había continuación, por lo que recibía correos de gente muy molesta. Ya descansaban un poquito cuando les decía ‘cálmate, sigue otro’. A lo largo de los años mucha gente demostró lealtad, un gran cariño que ahora lo agradezco de forma patente, pues para ellos no fue fácil esperar año y medio para cada entrega”. EL FUTURO ¿ESTÁ EN EL CINE? Aunque el también autor de Billie Luna Galofrante no está cerrado frente a la posibilidad de expandir el universo de su saga, comenta: “Estoy tratando de que mi pluma descanse con estos chicos [los personajes]. Pero no sé qué venga, ahí quedan los libros; a la mejor es una punta de lanza para algo que pueda motivar”. Poco después continúa: “Yo escribo de una forma muy visual, me han dicho varias veces que mi forma de narrar es casi cinematográfica”, confiesa cuando exploramos la posibilidad de ver la saga en el cine o una serie de televisión: “Por supuesto, cualquier historia se antoja por medio de imágenes, y mis libros no son la excepción. Pero hay tanto en la saga que no me parece una empresa fácil. Incluso ha habido algunas aproximaciones de hacer Siete esqueletos decapitados, pero las he desmotivado porque no quisiera que se hiciese algo de una manera aislada. Qué caso tiene hacer la adaptación del primer libro si no se van a hacer las demás. Si alguien se acerca
tendría que considerar que se hiciera para los cinco libros. Ahí es donde veo difícil esa posibilidad, pero no imposible. Si alguien se acerca con las cartas en la mano estaría padrísimo”. ESTACIÓN: DESPEDIDA Con respecto a los sentimientos que provoca finalizar una relación de diez años, el carismático escritor mexicano nos comparte: “Cuando terminé de escribir la novela, cuando puse el punto final, publiqué en Facebook ese sentimiento de dolor, de abandono: ‘ya no voy a regresar con esos personajes, acabo de contar lo último que tenía que contar’. Sin embargo, los meses han pasado como siempre, el tiempo ha sanado el sentir: ‘hay chicos que me han estado escribiendo para contarme que han llorado mucho con el final. Yo ya pasé por eso hace unos meses, les comento’. Antonio Malpica le pone punto final a “El libro de los héroes” con Principio y fin, el quinto capítulo, y lo concluye con unas palabras para sus lectores: “Gracias por esperar tanto”. + Víctor García
@heyartis
l trabajo del editor va más allá de la selección de títulos, de textos y de su correcta publicación, tiene que ver con un anclaje mayor en el que, por un lado, se encuentra el proceso de edición en el que el libro es apenas una idea y hasta el final, cuando éste comienza su difusión y llega a los lectores. Tomás Granados Salinas se ha desenvuelto en el ámbito editorial a lo largo de los últimos años; en este 2017 nos da a conocer la propuesta de un nuevo sello: “Grano de sal surge por una obsesión profesional que tengo desde que empecé a trabajar en este gremio, que es la gana de crear proyectos editoriales, de darles salida e imaginar a partir de una cierta idea el producto final y su relación con los lectores”. Después de trabajar en el Fondo de Cultura Económica, Tomás Granados optó por no hacer esperar más este proyecto: “Empecé a darle forma a un sello que tomara sus textos del mundo académico, del mundo en el que se genera el conocimiento, donde se estudian los problemas sociales, los naturales, y que tratara de ofrecer ese conocimiento, estas polémicas, esos debates al lector general. El propósito de la editorial es llevar todo este bagaje muy sólido del mundo universitario, el mundo de las instituciones del pensamiento, que aspira a comunicarse con un lector preocupado por la situación actual, y con el público en general”.
Foto: Fabián Robles De la Paz, @faropz, faropz@gmail.com
Acerca del nombre de este sello, Tomás Granados comenta: “El nombre tiene tres explicaciones, unas más trascendentes y otras un poco más frívolas. Me gusta esta idea que está sintetizada en la frase ‘tomar las cosas con un grano de sal’. Me agrada que todo aquello, aun en lo que creemos y sobre todo aquello que nos parece sorprendente, debe ser pasado por el tamiz del escepticismo. Después está la idea de que los libros, y en particular los libros de nuestro sello, le dan sabor a la conversación, le dan sabor a la vida, entonces la sazonas. Hay un componente frívolo que de algún modo está presente en mi propio apellido y en Grano de sal; yo me apellido Granados Salinas, entonces era un modo de vincular un mensaje ideológico respecto del escepticismo, y la tendencia de las grandes tradiciones editoriales de usar los apellidos. Me pareció demasiado vanidoso, no era mi intención figurar yo o mi apellido en la editorial, entonces me pareció que Grano
Foto: R. R. Fullton© Ve la entrevista en mascultura.mx
de sal conjuntaba estas diversas ideas”, y agrega: “Nunca me ha gustado el camino fácil en la vida, entonces por eso uno crea una editorial. Crear una editorial es casi suicida, casi masoquista; una vez creada ésta, el propósito de comunicar el conocimiento, el saber qué paréntesis está acotado al público más amplio es un reto”. Llegar a los lectores o a la mayoría de ellos tiene sus dificultades: “Temo que es un reto que rebasa a cualquier editor; es un problema de estructura social, de estructura económica. No quisiera ser tan ingenuo de decir que basta con que tengan acceso a Internet para que puedan descargar un libro electrónico, eso no va a ocurrir. Es una cuesta arriba tan pronunciada que no es labor para un editor, no debemos ser ingenuos ni cándidos, y creer que podemos como editores. Sí podríamos hacer algo como
l análisis Ingreso básico: una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sensata (Grano de sal, 2017), de Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght pone énfasis en un tema que ha generado polémica en las discusiones tanto económicas como políticas: el ingreso básico. En una plática con el filósofo político belga Philippe Van Parijs, nos comentó: “El ingreso básico es una idea muy sencilla, es un ingreso incondicional, en tres sentidos importantes que son a la vez tres diferencias con los sistemas de asistencia social que conocemos en muchos países. Un ingreso básico es individual, en el sentido que le corresponde a cada individuo de manera independiente de la situación familiar. La segunda diferencia, segunda incondicionalidad, es también independiente del nivel de ingresos de otras fuentes, esto quiere decir que se va a pagar el subsidio tanto a los ricos como a los pobres, no se debe controlar el nivel de recursos de la gente. La tercera diferencia consiste en que no hay una obligación de estar disponible en el mercado de trabajo. Se da el ingreso a los que trabajan, a los pensionados, a la gente que estudia, a la gente que decide quedarse en casa, la que abandona un trabajo que no es interesante o que espera otra cosa. Es un ingreso incondicional”. El filósofo belga abunda: “La posibilidad política de una idea como el ingreso básico requiere una colaboración, una coalición entre actores muy diversos. Necesitamos pensamiento, una visión coherente con una discusión rigurosa, de tal modo que se pueda tener una confianza suficiente en la sostenibilidad económica de la propuesta, en la defensa ética de la idea. Necesitamos visionarios, pensadores de la idea, también activistas y a la gente que dice que la situación presente no es aceptable: debemos hacer algo. Los activistas a veces hacen propuestas que no son realistas, pero no importa, son ellos los que dan la
sociedad: exigir que cambie el Estado para que esta situación mejore, pero no como minúsculas o grandes empresas editoriales. Es un problema del cimiento social en el que estamos. El sello cuenta con algunos títulos como Ingreso básico: una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sensata, de Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght, además de otros que están en camino: “Tenemos ¿Qué es el populismo?; hay una serie de obras de divulgación científica: Los siete pilares de la sabiduría estadística, y estamos por sacar nuestros primeros títulos de humanidades: La muerte de Tenochtitlan, la vida de México, un estudio de Bárbara E. Mundy, y Necesidad de música, que consiste en una veintena de textos de Steiner acerca de música”. +
energía para ir más allá del statu quo, porque hay siempre mucha inercia en todos los sistemas sociales y políticos. Son de igual manera necesarios otro tipo de actores: los oportunistas, que en un sentido son la gente que conoce bien el sistema actual y quiere introducir de forma gradual los pasos en la dirección de un horizonte más coherente; los pasos son imperfectos, caóticos, pero importantes para cambiar poco a poco la realidad, la verdad institucional. Necesitamos también políticos que entiendan el problema fundamental”. Tras un cuestionamiento acerca de la desconfianza en las instituciones, en los políticos y el aparato partidista electoral, Van Parijs agrega: “La falta de confianza en los políticos es un fenómeno global, pero se debe decir que no es fácil ser un político hoy, porque hay una presión mediática permanente. Hay también una necesidad pedagógica de los políticos para explicarse mejor, aunque esto no lo pueden hacer ellos solos, lo que prima es un papel para los académicos. Están a favor de una participación más activa de estos últimos en el debate político, para hacer propuestas realistas y mejorar las cosas. Así habría esperanzas más realistas desde el pueblo, desde la opinión pública, y también un personal político más honesto y menos corrupto, porque necesitamos políticos competentes”. + Entrevistas por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza
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E
n el pabellón de Ediciones SM en la FIL-Guadalajara, Amanda Mijangos, ganadora del VIII Catálogo Iberoamérica Ilustra 2017, nos platica acerca de su trayectoria y el galardón que recibió de entre seiscientos setenta y tres participantes de diecinueve países: “Estudié arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la unam, y me fui de intercambio a Buenos Aires en el séptimo semestre; ahí conocí a un ilustrador que impartía un taller y se me abrió todo un mundo de posibilidades: pensé que quería dedicarme a eso. Cuando regresé a México entré a un diplomado de ilustración, y desde entonces sólo me he dedicado a dibujar”. Mijangos ha trabajado de manera reciente con el tema de los hilos, todo lo que se puede desprender de ellos y lo que va tejiendo en su arte. No obstante, contempla una variedad de temas para evitar la repetición y el desgaste: “Hago muchos animales, me encantan los animales. Me encanta jugar a explicar de dónde vienen las cosas, como una especie de mitología: puedes ir explicando el mundo sin que sea ciencia”.
La ganadora del premio, cuyas ilustraciones aparecen en la portada y en los interiores del catálogo, traza algunas líneas mientras comienza a hablar de la improvisación, los retos que plantea y sus dificultades: “Yo creo que depende de cómo te relacionas con el dibujo en tu vida cotidiana. Yo, aunque suene muy trillado, sí dibujo todo el día, todos los días. Tengo una obsesión acerca de documentar el tiempo, entonces trabajo en un proyecto en el que dibujo todos los días desde hace tres años y medio; al final eso hace que se te vaya soltando la mano. El peor escenario es que quede espantoso, pero es un dibujo, realmente no va a pasar nada, siempre va a haber una manera de solucionarlo, de darle la vuelta. Si estás en una feria, en una condición en la que no vas a hacer tu mejor dibujo, no pasa nada, es un juego”. No obstante, nos trae otro tema: la contraparte del carácter lúdico del dibujo, sus condiciones serias: “Justo en las imágenes de protesta hay otro tema que implica tener una postura y un punto de vista. Yo lo trabajo mucho también porque me parece que las imágenes son de las herramientas más poderosas que hay. No necesitas saber leer, no necesitas saber de arte o tener una cultura visual amplia, sólo necesitas existir en un momento específico para poder entender una imagen que comunica una protesta, y creo que como ilustrador, más que preocuparte por si vas a dibujar bien o no, tendrías que meterle más punch a qué vas a decir y cómo lo vas a decir. ¡Ésa es una responsabilidad bien grande!”. Mijangos levanta el plumón y observa sus trazos, los contempla y finaliza: “Me quedó chueca, pero es una sirena, su cuerpo y la cola son una red que está atrapando algo. Está torcida su cara, pero qué importa, si en realidad lo que me interesa es que veas algo más, lo que te está diciendo, no cómo se está viendo. Creo que la cosa sería empujar eso como ilustradores y como lectores”, y agrega: “Sí se vale que los lectores empiecen a ser más críticos, y no sólo porque sean niños hay que creer que tenemos que darles todo resuelto: si no empezamos a formar niños críticos, este mundo no tiene arreglo”. +
ilencio: la ausencia de ruido o, quizá, la cara menos contemplada de la comunicación auditiva. Así como el Romanticismo le dio voz a la oscuridad y a los sueños frente a la razón neoclásica, el silencio puede tener cabida junto con el resto de la escala de sonidos. “4’33’’”, de John Cage, es un grato ejemplo de integración en este sentido. De la misma forma, Un vaquero cruza la frontera en silencio (Penguin Random House, 2017), de Diego Enrique Osorno, nos cuenta la historia de un hombre que vive un mundo silencioso: Gerónimo González Garza, tío del autor y personaje de la novela que padece sordera profunda: “Este libro es el más extraño que he hecho porque se fue escribiendo sin que yo me diera cuenta. El detonante que me llevó a pensar en esta historia ocurrió durante la crisis del noventa y cuatro, y era una historia que yo traía, que contaba todo el tiempo, pero que nunca había imaginado escribir, sino hasta el 2010, cuando regresé al noreste del país a investigar y a tratar de hacer otro libro: La guerra de Los Zetas”. Diego Enrique Osorno agrega: “Cuando regresé a esta zona en la que nací y crecí comencé a escarbar en recuerdos o figuras que me parecían vinculantes emocionalmente con la región, entonces apareció la figura de mi tío Gerónimo y esta historia que tenía muchos años contándola. Me senté a escribirla sin pensar en publicar un libro, sino más bien en tener una guía emocional para lo que estaba haciendo en el otro trabajo”.
que divide dos naciones, está además la idiomática, la cultural y, sin embargo, todas se entrecruzan, se hibridan. Así pasa con las personas que transitan por esta historia: tienen que romper límites, por un lado geopolíticos, porque van y vienen a lo largo de las dos naciones, y por otro lado comunicativos: “Gerónimo me transmitió un respeto por esa vida binacional, un cariño hasta cierto punto por Estados Unidos que también para mí fue novedoso. Tengo un libro que publiqué en Almadía, Contra Estados Unidos, yo soy muy crítico de la cultura estadounidense, de los efectos en nuestra cultura, de la hegemonía que tienen y la imposición de una política antidrogas que nos ha generado tanto desastre. Sin embargo, yo reconozco que Gerónimo tiene un respeto y un cariño por ese país, que a mí podría parecerme muy cuestionable su forma de vincularse con México, pero para él no; lo que uno puede hacer como autor en un caso como éste es reflejar eso. Lo que hay en el libro es lo que siento que Gerónimo transmite. Antes no tuvimos entrevistas en las que él elaborara reflexiones amplias de la vida mexicoamericana, pero veo cómo él, más que mexicano o americano, es mexicoamericano en los hechos, sus amigos y algunos otros familiares míos. La vida de esta gente va más allá de lo que se decida en Washington o en la Ciudad de México, es una vida que se sobrepone a todas las estupideces políticas. La vida de la gente de abajo a final de cuentas”.
Un vaquero cruza la frontera en silencio no estaba pensado para ser un libro, incluso el autor confiesa que éste sería una parte de La guerra de Los Zetas, publicado en 2012: “Terminó como libro en una edición restringida que no estaba en librerías hace seis años; lo publicó el Conapred y lo regaló entre personas interesadas en el tema de la migración o de la sordera. Después ese libro lo leyó mi editor en Italia y lo publicó en italiano, después hubo una edición en inglés y apenas ahora está disponible en librerías en español”, y añade: “Este libro era una historia que conté de jalón y esa característica le ha provocado una situación complicada en las librerías. Me decían al principio que no sabían dónde poner el libro, porque pensaban que era un libro periodístico y tenía que ir en actualidad y periodismo; otros decían que era un libro literario, una biografía o una memoria. Debo confesar que esa confusión con el libro me agradaba un montón”.
El uso del lenguaje en Un vaquero cruza la frontera en silencio es otra característica del libro que no sólo cuestiona los límites, sino que los hace explícitos, desde la historia de la comunidad sorda que tiene que abrirse paso en una sociedad que construye un discurso sin contemplarlos, hasta el uso de ciertas palabras que están cargadas, según el contexto —y nuestro contexto— de múltiples significados: “Algo que a mí me pasa cuando escribo es que no sólo lo que siento y lo que hay adentro de mí repercute, sino que también lo hace el paisaje, entre otras cosas. El libro está escrito a mi regreso al monte, este lugar al noreste del país, cuyos paisajes son parcos, el lenguaje es parco, por lo que sentí que tenía que escribirlo de esa manera. El libro, como todo trabajo, es un ejercicio de autoedición, de borrar, de quitar. Me senté a escribir cerca de trescientas páginas y quedaron tan solo cien”, y finaliza: “Me gustaba esta idea de ser parco, de no atiborrar; si estoy hablando del silencio, el libro tiene que ser casi un susurro”. +
La relación entre México y Estados Unidos atraviesa, por paradójico que parezca, muchas fronteras. No sólo existe la frontera geopolítica, aquel límite imaginario
Entrevistas por R. R. Fullton
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on las diez horas de una fría mañana mientras espero poder sentarme a platicar con Yasmina Khadra. No puedo dejar de pensar que la primera vez que escuché su nombre me imaginaba una misteriosa y valiente escritora. En una pequeña sala aguarda Yasmina en el cuerpo que habita su alma: el del exmilitar argelino Mohammed Moulessehoul. En cuanto se levanta a recibirme, me doy cuenta de que sus ojos han visto el mundo, han visto el dolor, pero sobre todo, están llenos de amor. Decido que quiero saber qué hay dentro del corazón de un hombre que eligió, tras la censura de su país de origen, cambiar su nombre al de su esposa —idea de ella—, y mantener un perfil bajo para expresarse con menos temor. Temas como el régimen del Talibán, los últimos días de Muamar el Gadafi, la vida en Cuba, van pintando las páginas de sus novelas. Parecerían panoramas desoladores que quizá por la distancia que nos separa de ellos, se vuelven aún más abrumadores. Aquí es donde la pluma de Yasmina Khadra puede llegar a dar destellos de esperanza por medio de lo que hay dentro de sus personajes: “Hablo de una realidad, la de todos los días, la realidad política, cultural, social, la de la miseria afectiva que crea la desesperanza. Después de haber contado esta idea, trato de decirle a mi lector que la parte esencial de su vida es ir siempre más allá de los obstáculos. Mi inspiración viene de la vida, es una respuesta a las preguntas que yo me hago. Quise entender la situación del estatus de las mujeres en el régimen Talibán, entonces escribí Las golondrinas de Kabul (Alianza), y fue como un viaje cósmico. Nunca estuve en Afganistán, sin embargo, los periodistas me preguntaban cómo hice para restituir toda esta realidad; lo mismo para Palestina e Israel, cuando escribí El atentado (Alianza); también para África, Cuba y muy pronto para México. Parte de una realidad que te aflige, y aflige porque a menudo estamos tristes, pues no entendemos lo que nos pasa, y entender ya es una primera atención que te das”. Me quedo pensando en que suelo no considerar que los libros nos aleccionan. Prefiero verlos como compañeros de descubrimientos de uno mismo. Sin embargo, los libros de Yasmina Khadra dejan inevitables enseñanzas que quizá no sean de esas que cambian la vida, pero que en algún momento regresarán a nosotros y nos darán un instante de reflexión. A pesar de lo amplio de los conceptos por los que le pregunto, sus respuestas son sabiamente sencillas. Más a manera de petición que de pregunta, le pido que me hable de la eterna persecución de la felicidad y lo fácil que es perderse en el camino. Yasmina responde: “A menudo los seres humanos olvidan que lo esencial de su vida es ir en busca de la felicidad, pero se equivocan de felicidad. Hay gente que piensa que la felicidad es tener mucho
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dinero, otros piensan que es tener el poder, cuando ésta se encuentra en el compartir, en el afecto y en el amor. No hay un lugar más sereno para la felicidad que el amor. Éste quiere reconstruir, te ayuda a perdonar y a volver a poner el día en el pleno corazón de la noche”. Dejo de lado mi misión de hacer preguntas enfocadas en cuestiones más técnicas de su escritura, y gana mi naturaleza curiosa al encontrar en este hombre un ser lleno de inspiración y de historias esperando a ser contadas. Sin dudar, pregunto por qué perdemos la fe en nosotros mismos: “Porque el hombre es frágil y espera muchas cosas de la vida, pero la vida no tiene grandes cosas que darnos. El hombre cree que puede cambiar el mundo cuando ni siquiera tiene el tiempo de vivir, y olvida una cosa importante: el mundo fue hecho para ser imperfecto, y es por el hecho de que queremos verlo perfecto que se instalan todos estos malentendidos. El hombre razonable es el que aprendió a cohabitar con esta imperfección. Comencemos porque la verdadera misión del ser humano es tener un sueño en la vida. Es imperativo tener un sueño pero lo más importante no es realizarlo, sino creer en él”. La plática se extiende en torno a estos temas hasta que aparece México en la conversación. Me cuenta que tiene planeada una trilogía —así como la llamada Trilogía de Argel, conformada por Morituri, Doble blanco y El otoño de las quimeras— ubicada en este país. La historia surgió “en la Condesa hace diecisiete años. Fue un encuentro formidable con un hombre humilde que estaba muy lastimado, tenía la cadera salida, era muy pequeño de talla, pero era gigantesco como hombre. Me contó su historia y es lo que me inspiró la novela. Quise escribir este libro hace diecisiete años, pero mi editor parisino era incapaz de recibir otras cosas que no fueran de Argelia, y primero tuve que luchar contra la mentalidad de mi propio editor antes de luchar contra la mentalidad del mundo entero”. Es cierto que algunos de los pasajes de sus novelas llegan a ser desconcertantes, brutales, contrastantes, pero vienen de un lugar de amor por la escritura, por descubrir las historias de personas ordinarias que terminan siendo extraordinarias ante la adversidad, la incertidumbre, la inminencia. Y el deseo de Yasmina Khadra, de Mohammed, es “cambiar ciertas mentalidades en el mundo como mis lecturas me han cambiado a mí”. + Angélica Fajardo C.