La frontera entre el amor y el odio es una línea pintada con cal, que se borra con la lluvia, el tránsito y el paso de los días. Son el lado luminoso y oscuro de una misma fuerza que sostiene al universo pero también tiene la capacidad de destruir.
Esa fuerza unificadora es la que ha guiado la búsqueda de textos emprendida por José Gordon, que nos deja ver su librero.