Años
Entrevistas a: Mónica Gili Ofelia Grande Ian McEwan El legado de:
George Steiner
AÑO 11 • NÚMERO 130 • MARZO 2020
Tema del mes:
Índice
6 el librero de Juan Villoro 10 Entrevista a Mónica Gili Yara Sánchez De La Barquera
12 Editores y autores, secretos de alcoba José Luis Trueba Lara
Respuestas al cuestionario Proust
Jorge Herralde
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Entrevista a Ian McEwan
Yara Sánchez De La Barquera
18 Recordando a Chistopher Tolkien Gilberto Díaz
20 Nosotras editamos Astrid Velasco
22 Entrevista a Ofelia Grande Enrique Montes
24 Entrevista a Edgar Krauss Yara Sánchez De La Barquera
26 Después de Steiner Adriana Romero-Nieto
28 Editar las decisiones Itzel Mar
Yara Sánchez De La Barquera Vidal yara@revistaleemas.mx
EDITORIAL
José Luis Trueba Lara
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Directora General y editora
EDITORES
T
odos los libros tienen un fantasma. Un ser casi invisible que se diluye en sus páginas y su portada; se trata de una sombra apenas perceptible, ella permite que los textos lleguen a tus manos y sean como son. Sin un editor, las obras se convertirían en un sueño irrealizable, y si se llevaran a cabo, probablemente serían una tropezosa pesadilla. Un texto sin un editor difícilmente puede ser un libro. El editor es el que imagina las publicaciones aún inexistentes, él trata de darle brillo a los manuscritos y es quien conspira con el autor para crear el libro. Sin embargo, el editor nunca es la estrella y poco a poco se convierte en una especie en peligro de extinción. En las relaciones entre los autores y los editores hay un poco de todo: complicidad y camaradería, enfrentamientos y líos, errores irreparables y logros maravillosos. Su conjunción está atrapada por los vórtices sublimes y lo grotesco, y sus resultados quedan a la vista de los lectores. Un libro mal editado duele en los ojos y se niega a ser recorrido sin tropiezos. Este número de Lee+ está dedicado a los editores: algunos nos regalaron sus palabras, otros, nos revelaron sus secretos y, por supuesto, también nos contaron sus pesares. Estas páginas son un intento para mostrar a los fantasmas que dejan huellas y transforman los manuscritos en libros, con todas las de la ley y que nos revelaron —a la manera de Arreola, Toni Morrison o Hugh Hefner— lo que nadie podía leer o mirar. +
Coeditor José Luis Trueba Lara jtrueba@revistaleemas.mx Director de arte y editor audiovisual Edwin Reyes Maya edwin@revistaleemas.mx Marketing Fabián Vásquez Escalante fabian@revistaleemas.mx Correctora de estilo Itzel Mar Itzel@revistaleemas.mx Directora de ventas Adriana Alcocer adriana@revistaleemas.mx Editor de mascultura.mx Gilberto Díaz contacto@revistaleemas.mx Consejo editorial Alberto Achar Jorge Lebedev Diseño original para Lee+ por Juan José Huitrón
30 Niños y Jóvenes
En portada:
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Itzel Mar / Fabián Vásquez
Toni Morrison Juan José Arreola Maggie Orellana Hugh Hefner Beatriz de Moura Max Perkins
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L I B R E R O
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Fotografía: Edwin Reyes Maya
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José Luis Trueba Lara
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apuchino mira a su dueño con cierta extrañeza. Un gato como él sabe que absolutamente todo el universo gira a su alrededor; es indudable su felinocentrismo. Posa ante la cámara con cierta paciencia mientras Juan Villoro habla sobre sus libros.
—Yo empecé a reunir volúmenes con mis primeras lecturas. Al principio se los pedía prestados a mis padres, ellos eran buenos lectores aunque no siempre tenían los que me interesaban. En muchas ocasiones no se los devolvía, eran de literatura y ellos no deseaban atesorarlos. Sus bibliotecas estaban marcadas por otros intereses: la de mi padre por la filosofía y la de mi madre por el psicoanálisis; sin embargo, para mi fortuna, ella también había cursado la carrera de letras. ”Ya después, a medida que los fui comprando, empecé a crear una biblioteca que se ajustaba a mis intereses. Sin embargo, no he tenido una vocación de bibliófilo. Nunca he tenido esa capacidad de acumulación de lecturas, pero inevitablemente los he juntando. A mí me gusta mucho esa frase de Rodrigo Fresán: ‘las raíces de un escritor no están en el piso, sino en los muros. Los libros son lo que definen su familia, su genealogía’. En muchas ocasiones esa genealogía está unida con su país; por eso, en mi librero hay muchos libros de literatura mexicana. Evidentemente, en ellos también hay una geografía imaginaria que se nutre de las letras latinoamericanas, rusas, japonesas o alemanas. ”Mis libros más viejos no lo son tanto. Tengo algunos que compré en los años sesenta, y también guardo algunos que mis padres adquirieron en los cuarenta y cincuenta; por esa razón, soy dueño de una de las primeras ediciones de los libros de Rulfo. También tengo una cierta manía por ir a las librerías de viejo a comprar libros no muy antiguos: me interesan los que quise leer cuando era adolescente y no pude por falta de dinero, o los que dejé pasar por falta de tiempo o, simplemente, porque no los conseguí. Así compré muchas novelas de Cesare Pavese, de Miller, de Alberto Moravia o de Heinrich Böll. En el fondo, quizá los compro para recuperar una parte de ese pasado incompleto. En ellos no busco el pasado de la literatura, sino el mío. ”La disposición de mi biblioteca es un poco casual. Quería que la luz estuviera cerca de mi escritorio. El azar del alfabeto sólo marca la cercanía de algunas obras. Lo que no puedo es tener frente a mí algo que sea maravillosamente estético. Los escritores que escriben sin problemas ante el Mediterráneo me parecen envidiables; si yo estoy delante de la belleza no puedo escribir. ”Entre mis libros preferidos no puede faltar uno de Jorge Luis Borges. Volumen entrañable: Obras completas, a las que curiosamente le faltan algunas. En este tomo no están muchas de sus páginas de juventud, pues él las canceló y, después de que se editó el libro, siguió escribiendo. Por asociaciones del alfabeto, muy cerca de las Obras completas 6
está un libro entrañable y muy poco leído. Una pequeña joya: Borges a contraluz, de Estela Canto, la novia de Jorge Luis. A ella le dedicó ni más ni menos que El aleph. La relación entre ellos era como le gustaban a Borges, muy platónica, aunque Estela deseaba algo mucho más físico, mucho más mundano. ”También aquí están las obras periodísticas de García Márquez. Son textos que leo y consulto. El escritor colombiano decía que a él le gustaba leer algunos libros con el desarmador en la mano para sacarles sus secretos como si fueran un mecanismo. Yo he tratado de hacer esto con sus Textos costeños, escritos en su juventud —tenía 16 o 17 años— para periódicos de Cartagena y Barranquilla. Él empezó a escribir notas sobre la vida diaria. A partir de una aparente simpleza fue descubriendo y mostrando el mundo que se revela como el sustrato de Cien años de soledad. “En mi librero no faltan las obras de Ricardo Piglia, un autor maravilloso al que tuve la fortuna de tratar. Él decía: la historia la escriben los vencedores, pero la narran los vencidos. La diferencia que él señala es clara: el discurso oficial es unívoco, sólo quiere ser entendido de una manera, pero sus narraciones son múltiples, se abren a muchas interpretaciones. Muy cerca de Pilglia, tengo los libros de mi gran maestro y mi gran amigo: Sergio Pitol, su Tríptico del carnaval tiene una condición de talismán. ”El ejemplar de Rayuela me lo regaló un amigo queridísimo, tiene una dedicatoria casi tan larga como uno de sus capítulos. Sus palabras son una suerte de declaración de fe en nuestro futuro. Cuando estábamos en la preparatoria dudábamos entre estudiar medicina o literatura. Él se dedicó a la medicina, yo a la literatura. Dejamos de vernos porque la medicina es muy absorbente. Con el paso del tiempo escribí una novela que le quise regalar: El disparo de argón. Lo busqué y me enteré que había muerto haciendo guardia en la sección de ginecología del Hospital General en el terremoto de 1985. Esta Rayuela es para mí una especie de caja negra que tiene las últimas palabras de un amigo muy querido. Y es lo primero que empaco cuando me he mudado de país. Es un libro fetiche, no necesariamente lo releo, pero siempre lo necesito cerca. Es una prueba de que la lectura y la literatura son formas de la amistad”. Capuchino apenas reacciona al click de la grabadora. Con movimientos de pantera se acerca a Juan y juntos se preparan para la fotografía definitiva.
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FICCIÓN ORGULLO Y PREJUICIO Jane Austen EDICIONES GANDHI
LOS SEÑORES DEL NARCO Anabel Hernández DEBOLSILLO
TEMPORADA DE HURACANES Fernanda Melchor LITERATURA RANDOM HOUSE
EL ARTE DE LA GUERRA Sun Tzu EDICIONES GANDHI
Una novela desgarradora en la que el lector queda atrapado entre las palabras y la atmósfera de una terrible, aunque gozosa, fatalidad. Un grupo de niños encuentra un cadáver flotando en las aguas turbias de un canal cercano a la ranchería de La Matosa. El cuerpo es el de una bruja: una mujer que heredó dicho oficio, y a quienes los pobladores de esa zona respetaban y temían.
El arte de la guerra es el primer texto conocido sobre estrategia militar, y durante más de dos mil años ha sido estudiado en los más distintos ámbitos: la milicia, la política, la publicidad y las relaciones interpersonales. Infatigablemente se recurre a él para comprender y enfrentar toda clase de conflictos.
ENTRE LOS ROTOS Alaíde Ventura Medina LITERATURA RANDOM
EL PRÍNCIPE Nicolas Maquiavelo EDICIONES GANDHI
Sobran motivos para que Orgullo y prejuicio, varias veces llevado a la televisión y al cine, mantenga el interés de los lectores y la fama de la escritora británica Jane Austen (1775-1817). Ambientado en una zona rural próxima a Londres, narra la historia y los amores de un grupo de jóvenes. Tramado con finos matices psicológicos, continúa vigente y hechizando lectores.
Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Esta novela es el intento de reconstrucción del rompecabezas o el álbum fotográfico que es toda memoria.
Este libro es una crónica descarnada sobre la complicidad del crimen organizado en los altos círculos políticos, policiacos, militares y empresariales. La autora examina el origen de la sangrienta lucha que existe entre los grupos criminales, y cuestiona la guerra del Estado contra el narco. Un recorrido por el universo de importantes capos como los hermanos Beltrán Leyva, Ismael Zambada o Joaquín (el Chapo) Guzmán Loera.
El príncipe, publicado originalmente en 1513, es un breve tratado sobre el poder y cómo lograr que prevalezca. Esta obra tuvo un impacto tal que la forma adjetiva del apellido de su autor es utilizada como sinónimo de astucia o mala fe. Uno de los análisis más importantes sobre la naturaleza y la acción del poder. En sus páginas no se habla de cómo debe de ser su ejercicio, sino de cómo es en realidad.
EL VENDEDOR DE SILENCIO Enrique Serna ALFAGUARA
12 REGLAS PARA VIVIR UN ANTÍDOTO AL CAOS Jordan Peterson PLANETA
A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el líder de opinión más influyente de México. Reportero estrella de Excélsior, tenía una envidiable red de contactos. Mimado por el poder, como columnista político sobresalió por su falta de escrúpulos: Julio Scherer lo llamó el mejor y el más vil de los reporteros. Enrique Serna vuelve a una de sus vetas narrativas predilectas, la reconstrucción del pasado, para entregarnos un fresco histórico apasionante.
¿Cuáles son las reglas esenciales para vivir? ¿Qué información básica necesitamos para existir plenamente? Con humor, amenidad y un afán de divulgación, Peterson recorre países, tiempos y culturas, al tiempo que reflexiona sobre conceptos como la aventura, la disciplina y la responsabilidad. Todo con el fin de proponer doce prácticos preceptos para el buen vivir, que rompen con los lugares comunes.
LUGARES ASOMBROSOS: TRAVESÍAS INSOLITAS Y OTRAS MANERAS EXTRAÑAS DE CONOCER AL MUNDO Luisito Comunica ALFAGUARA
EL ARTE DE AMAR: UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA NATURALEZA DEL AMOR Erich Fromm PAIDÓS
Viaja a los lugares más recónditos de los continentes: a sitios abandonados que conservan la huella de un hecho inexplicable; espacios delineados por trazos y personajes místicos; habitáculos hechizados por almas que vagan entre dimensiones desconocidas; zonas marcadas por los errores de la historia y sus fantasmas, y pintorescas comisuras del orbe con el sello de una costumbre o un suceso perturbador.
Esta obra, una de las más influyentes del pensamiento contemporáneo, ofrece una teoría centrada en la profunda necesidad de superar y trascender la vida individual. Un fracaso absoluto en la satisfacción de este imperativo puede conducir a la desgracia, pero su plena satisfacción, que sólo se encuentra en el amor, es fuente de gozo.
JÓVENES DONDE HABITAN LOS ANGELES Claudia Celis SM DE EDICIONES
P.D. TODAVIA TE QUIERO Jenny Han DESTINO
TODO LO QUE FUIMOS Alberto Villareal PLANETA
COSAS QUE PIENSAS CUANDO TE MUERDES LAS UÑAS Amalia Andrade PLANETA
AL FINAL MUEREN LOS DOS Adam Silvera PUCK
ELECTRÓNICOS
ARTE Y RECREACIÓN
SALVAR EL FUEGO Guillermo Arriaga ALFAGUARA
Premio Alfaguara de novela 2020. Una historia de violencia en el México contemporáneo donde el amor y la redención aún son posibles. Marina, una mujer casada, con tres hijos y una vida familiar resuelta, coreógrafa de cierto prestigio, se ve involucrada en un amorío improbable con un hombre impensable. Salvar el fuego retrata dos Méxicos completamente escindidos. Una obra que retrata los absurdos de un país y, también, las contradicciones de la naturaleza humana. Una novela de amor que termina por brindar esperanza.
AL FINAL DE QUERER AMARTE Antonio Bistrain UNIVERSO DE LETRAS
Después de dejar el futbol americano, Antonio Bistrain tomó una decisión de vida: dejar un mensaje sobre lo que se puede sentir en los “amores de niño”. Este libro es un recorrido por los sentimientos, una recuento de la iniciación amorosa en la que se descubre lo indiferente de regalar una rosa.
CUENTOS INCOMPLETOS Paco Ignacio Taibo II PLANETA
Del robo del Tláloc a los amores de el Ratón y el Rayo Láser. De Hammett persiguiendo la cabeza de Pancho Villa a El Misterio de la Araña. Del narcotúnel que conecta Juárez con Disneylandia a las maldades de un enano salinista en España. De un grupo de apaches urbanos que organizan huelgas a las aventuras de Máscara Azteca. Y de doña Eustolia, armada con un cuchillo cebollero, a las manos apestosas de un pistolero de la judicial. Treinta y cinco narraciones escritas a lo largo de cuarenta años y reunidas por primera vez en este asombroso volumen.
HABLAR CON EXTRAÑOS Malcolm Gladwell TAURUS
Cuando interactuamos con desconocidos, a menudo las cosas no salen bien, en parte porque creemos adivinar las intenciones de los demás basándonos en pistas terriblemente endebles. Hablar con extraños ofrece un arsenal de ejemplos divertidos, contraintuitivos y convincentes; extrae de ellos ideas poderosas y las condimenta con abundantes datos inolvidables. Al mostrarnos por qué se nos da tan mal leer entre líneas, revela las claves para lidiar mejor con los desconocidos de nuestra vida.
LA INVASIÓN DEL PUEBLO DEL ESPÍRITU Juan Pablo Villalobos ANAGRAMA
Trece mil ochocientos millones de años después del nacimiento del Universo, en una ciudad del poniente, dos amigos inmigrantes enfrentan una crisis vital. Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; Gastón debe dormir a su perro, diagnosticado con una enfermedad terminal. Una novela que destila fina ironía. Escrita contra el odio, nos habla de la amistad, de la paternidad, de la herencia y del amor.
ANIMALES,ARTE-TERAPIA. EL PLACER DE LA CREATIVIDAD ALMA EUROPA Desconecta todos tus dispositivos electrónicos, olvida las preocupaciones cotidianas, relájate y disfruta coloreando las 72 bellas ilustraciones de este libro. Sus diseños elegantes y sus finos trazos hacen destacar los colores; además, cada una de las láminas se imprimió en papel de alta calidad y puedes extraerla fácilmente para enmarcarla o subirla a tus redes sociales.
LA VIDA SECRETA DE LOS GATOS Honoel Ibardolaza ALMA EUROPA ¡Una joya para los amantes de los gatos! Con más de 80 ilustraciones de fantásticos mininos; en este libro podrás descubrir las costumbres ocultas de los gatos mientras merodean, retozan o se echan una siesta en todo tipo de lugares misteriosos y extravagantes. La vida secreta de los gatos es un obsequio inolvidable.
PINTORES: VINCENT VAN GOGH Numen NUMEN Van Gogh es el mejor ejemplo del artista menospreciado en vida y que fue elevado a las cumbres de la fama después de muerto. Diferentes generaciones han quedado pasmadas ante el poder y la amplitud de su obra, así como por las trágicas circunstancias de su vida.
VAN GOGH: LA OBRA COMPLETA-PINTURA Rainer Metzger TASCHEN Recorrer la obra completa de Vincent Van Gogh en las páginas de este libro nos ofrece la posibilidad de lograr lo imposible: hurgar extensamente en la mirada de uno de los artistas más importantes de la historia.
ARTE ANTIESTRÉS - COLOREA Y DECORA CON STICKERS Anita Mejía HACHETTE BIENESTAR
Esta increíble obra contiene hermosísimas ilustraciones de los personajes del mundo de Anita Mejía. En sus páginas hay frases inspiradoras con las que los lectores sentirán empatía. Este libro destaca por ser un agradable ejercicio de creatividad y relajación. Contiene stickers metálicos que darán destellos de brillo a las creaciones.
NIÑOS DON QUIJOTE DE LA MANCHA Miguel de Cervantes Saavedra LIBSA
DISCIPLINA CON AMOR Rosa Barocio PAX MEXICO
DIARIO DE GREG 1: UN RENACUAJO Jeff Kinney OCEANO TRAVESIA
EL PAJARO DEL ALMA Francisco Nava Bouchain FONDO DE CULTURA ECONOMICA
DIARIO DE GREG 14: ARRASA CON TODO Jeff Kinney OCEANO HISTORIAS GRAFICAS
E N T R E V I S TA
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M Ó N I C A
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uando despuntaba el siglo pasado, en 1902 para ser precisos, Gustavo Gili y Roig fundó su editorial en Barcelona. Siguiendo la tradición más añeja, su nombre quedó impreso en todos sus libros. Un editor con todas las barbas se tiene que hacer responsable ante el público por las decisiones que toma. Durante sus primeros cuarenta años de vida, la editorial entregó a la caricia de la imprenta un poco de todo: obras religiosas, libros técnicos, literatura. Sin embargo, tras el fallecimiento de su fundador, Gustavo Gili comenzó a cambiar y, muy probablemente, el giro definitivo ocurrió en 1959, cuando publicó La Tauromaquia de Pablo Picasso. Hoy, Gustavo Gili —con su logotipo de la doble G, en sequísimas helvéticas, que fue diseñado por Yves Zimmermann— se muestra como una de las casas más importantes en el arte y el diseño.
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La moda y lo clásico, lo visual y lo escrito “Mi amor por los libros viene de lejos” —me dice Mónica Gili, quien actualmente dirige la empresa familiar—. “Tiene mucho del ambiente que se respiraba en casa. Tanto mis padres como mis abuelos contaban con magníficas bibliotecas y disfrutaban enseñándonos y comentando sus libros. Recuerdo que, de pequeños, mi abuelo nos mostraba unas espléndidas ediciones del siglo xix, muchas de ellas estaban ilustradas por Gustave Doré y J. J. Grandville. Todas tenían unos grabados fantásticos. En la escuela también nos inculcaban el amor por los libros. Desde que aprendimos a leer, resumíamos un libro cada semana”. Mónica tiene razón, es imposible ser editor sin amar los libros. Pensar que ellos son iguales a la pasta de dientes o a cualquier otro objeto es una falacia por los cuatro costados. Un hacedor de libros —como bien lo dice Roberto Calasso— es quien diseña el perfil de un sello y que será juzgado por los defectos y las virtudes de sus elecciones. En el caso de Gustavo Gili este asunto es crucial: ¿de qué manera su editora enfrenta la tensión entre la moda y lo clásico?, ¿qué parte de su catálogo permanece y cuál se pierde con el paso de los años? “El equilibrio novedad/libro de fondo —afirma Mónica— siempre ha sido muy importante en Gustavo Gili. En su catálogo coexisten en
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armonía los libros de arquitectura que fueron publicados por primera vez hace más de cincuenta años —como el Arte de proyectar en arquitectura de Ernst Neufert—, clásicos de la teoría como La imagen de la ciudad de Kevin Lynch o ¿Cómo nacen los objetos? de Bruno Munari; ellos cohabitan con la biografía más reciente de Le Corbusier escrita por Jean-Louis Cohen o con una reflexión profundamente actual sobre Cuánta casa necesitamos de Urs Peter Flueckiger”. Sin duda alguna, de tu respuesta anterior se desprende un nuevo interrogante: ¿cuáles son los criterios para seleccionar una obra? “Nos gustaría —como a todo editor— que nuestras publicaciones tuvieran una vigencia eterna y se encontraran disponibles en los anaqueles de las librerías, pero lamentablemente esto no siempre es así. En cualquier caso, tanto los libros que permanecen, como los que son pasajeros, cumplen su función y nuestros criterios de selección son muy similares: deseamos obras de calidad y prestigio, abiertas a las nuevas tendencias y, al mismo tiempo, que aporten y contribuyan al conocimiento y disfrute del lector. El goce del que habla Mónica tiene muchos sentidos: las portadas de sus ediciones son afortunadísimas, sus puestas en página, impecables, y el contenido difícilmente decepciona. Por estas razones es necesario ahondar en su fondo”. Además de todas esas obras, Gustavo Gili ha publicado un buen número de ensayos y algunos libros sobre la historia del arte y el diseño, ¿hasta qué grado algunos de estos libros integran un catálogo capaz de permanecer? “Nuestro catálogo actual refleja la coexistencia entre el libro de fondo y la novedad. Es más, entre los títulos más vendidos del año podemos ver cómo se encuentran, en un porcentaje muy parecido, las novedades y los backlist”. La respuesta de Mónica es interesante: hoy, la gran mayoría de los sellos le apuestan a las novedades y sólo de cuando en cuando recuperaran las obras de sus catálogos. El sentido de la permanencia en Gustavo Gili —y que comparte con editoriales como Artes de México— quizá transforma a sus creaciones en una suerte de recuento incesante que ofrece la posibilidad de mirar con una perspectiva muy amplia. Por esta razón, mi siguiente pregunta no se hace esperar. ¿Es posible pensar el catálogo de Gustavo Gili como una historia de la arquitectura, del diseño y de algunas otras artes? Es más, si un lector lo leyera en el orden en que fueron publicadas las obras, ¿qué imagen obtendría del mundo y de la editorial? “Los tiempos cambian y también las preferencias del lector. Los libros “clásicos” de la casa son ensayos y textos que reflejan los intereses del momento preciso de la publicación —los años sesenta y setenta del siglo pasado—; se trata de dos décadas que fueron mucho más propicias para la lectura y la reflexión que los tiempos actuales. Aunque la editorial siempre ha cuidado y tenido en cuenta el aspecto físico del libro, las publicaciones de hoy quizá son más breves y en ellas el componente visual juega un papel mucho más importante”. La transformación de los lectores en tiempos de la cultura visual me lleva a un nuevo cuestionamiento: ¿cuáles son los retos que enfrentan las editoriales en este momento? “Desde hace unos diez años, la industria editorial enfrenta movimientos muy profundos y acelerados. Ellos están relacionados con la irrupción de Internet y el mundo digital. El libro ha dejado de ser la única fuente de acceso al conocimiento y al ocio, ahora compite con otras opciones. Por si esto no bastara, el trance económico también nos afecta y ha introducido cambios muy importantes en el sector. Adaptarnos a la transformación para seguir vivos, publicando con calidad y al ritmo anterior a la crisis, con cierto éxito, es lo que deseamos. Hoy no aspiramos a nada más.
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B A R Q U E R A
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Entre los muchos libros que editó Gustavo Gili y Roig se encuentran los volúmenes que integraban la zaga de Tarzán de Edgar Rice Burroughs.
Actualmente, los libros que más vendemos están relacionados con las técnicas artísticas y un enfoque práctico, muy contemporáneo. Esto también ocurre con los libros vinculados al mundo craft. Y con algunos clásicos como Modos de ver de John Berger o el mencionado Arte de proyectar en arquitectura, por ejemplo”. ¿Cuál de tus libros supone los deseos cumplidos? En un sentido amplio, ¿cuál es tu preferido? “No tengo un solo libro preferido, hay muchos y cada uno lo es por distintas razones”. La presencia de Gustavo Gili en el mundo académico es indiscutible, no pocos de sus libros son textos obligados en la vida universitaria. Muchos estudiantes no hubieran podido avanzar sin sus publicaciones, pues ustedes han formado a generaciones con obras maravillosas, ¿qué es lo más gratificante de esto? “Este es un acontecimiento que nos provoca mucho orgullo y satisfacción. En los años sesenta, la enseñanza y el ejercicio del diseño y la arquitectura carecían de una bibliografía en castellano o, en el menos grave de los casos, ella era muy escasa. Con la creación de colecciones como “Comunicación Visual”, “Arquitectura y Crítica” o “GGDiseño” se cubrió ese vacío y se proporcionó material al profesional y al estudiante de estas disciplinas. Por esta razón, la gran mayoría de los clásicos que permanecen en nuestro catálogo se publicaron por primera vez en aquella época y siguen vigentes, porque el mundo académico, en especial en América Latina, es donde siguen generando demanda”. ¿Qué sigue para Gustavo Gili? “Si continuamos vivos después de más de cien años es porque desde siempre nos hemos podido adaptar a los cambios; está en nuestro ADN. Este hecho nos permite tener muy presentes a los lectores de Latinoamérica. Estamos muy orgullosos de que nuestra filial mexicana haya cumplido más de sesenta y cinco años, y vamos a celebrar próximamente ocho años de la filial brasileña. Deseamos seguir adaptándonos y realizando el trabajo de la mejor forma posible, ofreciéndole al lector libros de calidad, manteniendo el difícil equilibrio entre contenido y éxito comercial a la vez que, lenta y paulatinamente, diversificamos nuestro catálogo”. +
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, s e r o t u a y s e a r b o t i o d c E l e a d s o t e r sec
mo s a s om a do n o s b e r t , p o r n a u C lau rs a. e es te stave F arrón con siempr aparecer: Gu g a o n n r u o su edit se tardan en e había dado ión de demo y r o t g u s a a s le a a d l y a a e in n n o rt tre as eu vitr por cie ción en s afilad en las más qu e , la rela y las palabra Paris —quien eran mucho a exhibición a ditor s t e e l r e c e s e s s e o u a im d q s it ia o in r e lí e le g o a ic u d p á t v el ú n a his sus p la Re s, los una m posibilidad no e r a iste un tas en ñ o de critore tenían bros ex e algunos es acusar al due pues las erra e sus obras sus cartas, la dame Bovary xito: Las des li s lo e u d , a é s d a q n e M r o ia n t s E a a a c d á e . n b r p a a ha id etr de n ug or d ntes a me reproc ente cu respon a el alm , e l au t ial de s o era precis r los suficie a la cor no se tentab ban pésimam iramiento le cibía eran in a suponerse sable editor n po n d ió a c d , n m d la a li e e o t r la re mo r a — in ejemplo sus libros es o, sin ningún niarios que tra lo que pu maba al resp s e o ctores. s d le a s on est ec u cla stos c cione icos y q ue e p C e e a r ít . e s d s r ils n n d u s c le io e c á ió s a ic y s — s f las e no los ma de lo Balzac rpezas. Adem r, los bene s de una oca te lo mismo or lo m s tormentas y ca a muchos mos, y imes y p is la á o n o — t m e m m e s y m a u n d o a s lo ae nio ar q la b do an la x ac t , los la de s e a s om er a frentar en sien ac ab a r hacía e esús en ce indic s c a s os y, para ra tranzando stes, Goethe ia, todo pare s editores en traía con el J reclamos sigu s, en alguno ella, para volv te, á c e lo n ie e s n u n e m v p e a q o u lo t u s m t c ía y q e s E s is lo e ab a inan ido. ident sione escrib ther. A la d Bovar import o q ue con la ía de las oca de su conten inas que term eservado. Ev a p or quejos del joven Wer poco o nada mo sucedió r r t n en cuy o o e lo y r o il a ic r e t u t b s m g n li y o ó e s s , c la n n s a e la taleta, o o r u n s t r la a u a s vent hojue ima p ta, ju s de p oco: e e los libros acias m a no s n ú r p ís e t e r g d is a r y b , a y, t p u a o m a ic t s p m n u l im d justif istente ido e de mie tregados a la ha cambiado nsumidores a obra en vir tor le dio un he ten luego de una prólogo inex a camn u o n n a a c ió e u t s u s e s a s r lo un oc e, ec un ertir ea libro toria s ió y qu sin que de u n a nuncia o no les tocó e que el e conv s de q u Esta his an y vienen al extremo d orial despué odo. En más uien lo escrib s donde se a d n d ió a c u id o v il t ib e ros llegan so edit un poco de responde a q he visto libr a distr iste la posib e n s dré Gid c e e n t o u r e A flamíge b p ir o , a l x r d y s e e n o a m o u c r ó h s n r c a n e ia o s ié c p e o n b ro inic s hech n otros que no tuvie bastara, tam L a historia d a, Gallimard o. l autor . en esto l nombre de cuadernar. E ll ñ o s o e e n o it u e r n algu nu s c o esto a do d st al d los t a d a e o q u e de s e n n sé de Y, por si tod lor de un ma como result do por Prou a ié b s v e m u r t a a , . t to za se uesto, ísima y t a de l v ec u ad a o reali n algunos au editorial por sup ublicitaria ad de darse cuen o es conocid racias al pag la iste a x e a g g id n p e z t d ié r ll a ha esasse jes capa pañ o pe a mb no sea sca del tiemp ublicando Gr pata, pero t stos persona a acá— no se d de editor e u r p ibilida sh p a ó En b inaría ores meten la o alguno de ilgame iadas. L a pos dregosa, rechaz ra que term d G it n d e a e d u s b lo ar. C oema te pe nu nc dió la o rto, a veces ico edit de e l p están a sobradamen distinta de r y pán de que —des s desgracias n a a Es cie d ió ir a c t c m r esta his una po miedo na reda bra, la ncido que da mente conve ante que su o ayudadita a u recomendar desenlace de erla en a v a l ta rt absolu arle un s impo reverse contenible. E o se dignan a entarla ada má r título, de d ativa o de at n in m n o y a o c it a ir a r r c rr na gas ae s t os , un mejo ura na ierta u obra m ran sus entre En estos cas sugerir iar la estruct or sólo desp ran la n . g o a ié ío n s r b n ig t l b m o a u s de cam sta por su a i los lectore iódicos no c ngre llegará e que este ta esta d ue er :s sa upu a idea la prop avía es peor es, y si los p elogiosa, la de la s d ditor. L y d critor toria to a de noveda sta, objetiva culpable: el e cabeza al es o un or la tado; y la mes a manera ju existe pas a p he con ntoso lo le e ó s u o q r de u n n o tale a la ne s l au t n joven irremearecida para e inero y blaso toria p ecuerdo de u d la is a o h d d r n a ie n p u dié lr to tienen ae s t r a . e talen inó hun arlas. E obra m los editores prefiero call —y que term esperdicio d as r t n ie d s y a r s ,m se Todo las mía hundir su ob beza. E l vez por esto s muera n tengo a e mi ca lo tambié aba dispuesto e ha salido d un crimen. T más editar a as n cons o a t á o d t s n n s u e g ie q ue e s t — c a e e y te r e m n a d e , e p u o d q a ag ue diablem me sig s viejo me h —en medida la oportunid con n s a má o o d g diálo tos. Ell rados— me darle g cer un á para alaestable ll a p el m á s s a su brillo fiero e r P br a s . n e t er a
D
P O R :
J O S É
L U I S
T R U E B A
L A R A
eno n le r ocasió un autor el o n b r a co n a y o s ó la lo m cla los sig ia de regado e t d n e n pres é u v le r a tra n a do histo h ab e r a o g r la ic x á ía é r b ha escrito de l M ambia la que ortante. El s crítica ido de que c a n m n ió is e p r ic m c d mp mio im da, con las go la e uien conven il de co sólo mi car alg s es fác mpoco escria e sin du Santo Job— la d m — le la b e a o t r l “ l e p s e d : e s r e s o la nov le o u t s los aut virtude a responder ritobjeto q s a de e at u r a . c s la liter fondo, la cau impresores y ito hasta el o isfactorio, ó e z u n en t alca cr at E n el no s o n te el n año manus y, para ser s incronía. viste u me contestas ditores ino desde el s u e t n jo s e le , lo p r : a a o r la m c a m it u o n a de r p d c íc u c e r s n l id l e mejo rio y día, r rye ros. E a no s ”. Otro ben lib ne en sus m o por el auto os quieren lo acero hizo o n fo , lé b te able rid tie lí Chum malara: am memor lector r recor que se lica esto es c marcas que A plo de esta mente un autor ía r d n m p e s t a la ex eje acusó n q ue rdo de on u n bros L a razó as. El recue ro Páramo s ién es e sus li u b q m e a d in t d e g , P á uy o p g e m r s e d a a d n s b ía e ito em irtud se vend enas a nu s c r ple; sin tienen la v l que im p s e n el m A “ ía s ore Exce ece r poco. . los edit do p a r nulas de ravilla om pr a aquí to ue no todos os en las céd didas y gana a han c ejemt s a H r q d lé a a p s ir e n 0 e r m e do 5 0 ás inte t a do s d rio asu encias a le dijo necesa unos están m tores. Los es s y las exist ch a mb a lares”, n y a u p t u lg a a n s n e e u v s ir e o nd a e r d iv serlo, d o s un e áginas los reportes rmite sobrev n. muy r p e “ s la e en s pe co n cara d los cuatro dició le e o n t e o n la u c q a ju p or la cias — son lo único tración que is fracaso . Este autor a — is ” m n s macén ana a la admin e o n u d o a b co s t ión c rc muy la relac os son los m á s ce , co n ndió , y o o s p ó s ie e ir f r m co n . Ell mes ión, le s t ab a n y chis tado aquí, les ás que buena ras capaces educac ventas no e ésima iones b s m n e o la o f c a n p u im o lo f s s ig C l a la hís do que es para ser la v mirar e — mu c res de r de to A pesa s —y ha sido los poseedo me ayudan a ra fraguar mal . a la e d a v , e a o n ólo he e s s p u o de su n sta mujer, s ivo: este editore e mis secret cómplices q mos sentado a en la can ió ic s d ed te e e he puls dejo n s ab a , dueños r mis ideas, lo casión, nos emás d ro editor re rdo por un e revolo ros sería lo r. Él pe cond a m A g a lo p ó o a t a s r a no e lib gu tir co n o de acla n más de un bre de te y qu guno de mis nsistencias ombre ce r s e n t r a t a do ,e o existen cuyo n ísima costum ntes para ha s a cobrarle, — je turo. Y scrito aún in s miradas nin lacos, sus inc ayoría son a a person — tenía la fin eran suficie do acudíamo de ir a tou m sf r n es un man sus afiladísim n sus punto is errores. L a e e nce m e pudo ue sus chist autores. Cua íos; después o e d r u in m e no s ie q S e r s a nt vac beza. o, q los o lo qu nos e s c ub odo lo ñeros de la g jo d t s a d n o o r s s t lo o s a o o p il r ir lo h ll u a ls s n m a :e fe c agin s bo más que es n, me abriero rtos, pueden ejores comp estrellita y satis con lo ba a im d a s . Ja tentos pe iló sm una líamos ión nos lleva iera sus deu n él, prefiero r lo a o s t n u o o a s y, de p emibles y ex y , co BEF y afé, la reflex ndo él cubr er. alguna o co mo st tenido e topo lectore os, sin duda onto, merezc ados del kínd —cuando cua un c z que m es jamás han n una r e a r v r a p a t ll r m n r d p E m o a r sió edito ail co ejor p ró y, c g u ece . . P a r a ac ab a r mo s co arecía na oca podría ditorial queb resto de mis llegan a mi m s pusiera n niños m e me p L o s n algu l e lo s creació te, como los e de más. E anuscrito qu E a u . n . s s lí ie , a o a qu n pagó ditor o lad m en e rega e mis e cia. Y así, ara otr s reportes d ud sonrojaría en la fr mplo no vie erminado un d p s r o a d ir m r co n los ediber t ma: lo y su pulcrit Un eje lemen brín y a carproble o de ha encé a platica ionado sin c e estaba muy r li a e s u t r s g e le e e g s un prim n do disecc uenta de qu estaba villa—, com lidad in escrito os dos q ué m i habían p u nt u a escribie ra ic s publi Jamás les he ll o e u ñ a . q una ma aola y Pilar lo n ellas me d o lo estuve re se debe a a a a d t P e n du uaren co i lado. he, y —salvo l recuerdo er o, c t e r r i m n d a b s e s a li s a a r c o e o jo e r o e añ es nv s. E oet s t ad H ace de volv brillar s de c o a do : u n s de G ucharlo e han e bicolor despué aber termin i algo puede la curiosidad ieron con siempr Flaubert o la ilegio de esc uberto y su s e r c o h t s e , que sig priv eH tuve s de e relu n lejos d onozco que cia est omo la he tenido el raba cerca d e enseñó lo en mi casión tros co a c o n h e c a a t s e u n a r c u a n m ic me p y hoy a. Él s crít ajes— t u a do en alg a, los e an permitiperson ches en que tal en mi vid rbas. Está ta nta de las s más, rito y la la únic me h a o e n ellas. E imer manusc ancia no fue — b e n u s c s o s m ñ a a la de la d ab das marf u nd pr ace a nst mis leer el ato, es editor con to sco y no me ugas son las a circu n Huberto h s h s o c E d i . o s a t a z a r o c r tió a e r c n r l t e a e u u u n o i f c d e r e m s m má y me s de aba se o me ponía a s í co olutam drían freírs o a s ic — n . b be if r im u a a e n ís d it lg c e r r a r du ía. A uien e u a nd Marga sar mi queh o implica qu . Algunos po ellas, cuyo erpo c s que escrib era un edito hoy lo sé, alg apaz de u n n c n e ó e d z o p t a a e s e l r r c e co Un nte do idad s in zó n , jó. É bargo, en mi i alma. lutame barbar u voz me de erto tenía ra s planas y e s editores Sin em an un lugar a en m umbres abso uscritos s la b lo im u t e a e s u n H u g lá q e . q s t n s ll n r s s í ca co ma s te oca tigazo ersona que s c ubr as voce e la d e l t editore rno sin prov tenía algunas uno de mis scrito por d é is a a d int p z s r s e ia la la c u e e ie f a a , f e d r r lo más, g n do n d e junto en el in uiero olvida que hablaba a los inta a sentars errores; aún a conversació te dist niente z eq os s on s n nombr bles: cada ve absolutamen título conve uien piau s u . rsas, ell r s e e a t d la ir s a s e lg a n s e m ia t a n r u u r r , io creado ro de s insopo ba una histo sobraba con . Por fortuna l vez s relac son los bajo el ampa istan o no la ta onde ta y da x n me con ella, bastaba ción desboca a otro país, d aliviados e e , conviv la pata o no a ir an ra mí. Pa s de su imagin e la llevó a viv res que suspir Metan les. + s o to h y u capric asó con ella n s ab e los a cuesd n y e sposa d s a r o c in ispe r on su e edito a n la siesta c u doso se do de los lib , s lg a te n n erme la ebaLara e ie u : ja D s ic . f le te le a u n la te an s frian . @Tru se ha ia. n sale e arse el vicio no fuer mente escalo de piló ausenc ag nerías a o d radio y abajar para p a la m p or s u r n b s e o a s t tr ra es o de res Colabo extrem Por si profe. ostumb egado al ditor y otras c ía ritor, e ctor que ha ll n sc e te , le Lara tión rueba s. Es un is T libro José Lu cado varios bli y ha pu
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J O RG E
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H E R R A L D E
Respuestas al CuestionarioProust
n agosto de 2017, Jorge Herralde —el editor de Anagrama— respondió el cuestionario que Marcel Proust creó para conocer los rasgos definitivos de una persona. El manuscrito de interrogatorio pormenorizado se descubrió en los años veinte del siglo pasado y fue subastado décadas más tarde. Así, sin más, veamos de qué manera las preguntas de Proust nos revelan los secretos de un editor, o si los cuestionamientos del autor de En busca del tiempo perdido no bastan para desentrañar su personalidad. ¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta? Sólo tengo ideas de una gratificante felicidad imperfecta.
¿Cuál es su mayor miedo? ¡Quién dijo miedo! (y como añadiría Piglia: “Dijo él, muerto de miedo”). ¿Con qué figura histórica se identifica más? Enorme admiración por Gutenberg, Aldo Manuzio, Diderot y su Encyclopédie. Y Espartaco. Sin olvidar a Buster Keaton. ¿Cuál es la persona viva que más admira? Obama. Messi. ¿Cuál es el rasgo que más deplora de sí mismo? Cierta impaciencia. ¿Qué es lo que más deplora en otros? La inautenticidad o una autenticidad odiosa. Y, a nivel personal, que no conectemos, que nos aburramos. ¿Qué es lo que más valora de sus amigos? El feeling mutuo, tan a menudo instantáneo. ¿Qué palabras o frases son las que más usa? ¿Y qué más? ¿Dónde prefiere viajar o cuál es su viaje favorito? Siempre, París, todavía. ¿Cuál considera que es la virtud más sobreestimada? La sinceridad tontorrona y satisfecha. ¿En qué ocasiones miente? Acostumbran ser mentiras piadosas (que intento no decirme a mí mismo). ¿Lo que menos le gusta de su aspecto es? Me tolero benévolamente. ¿Cuál es su mayor pesar? ¿Pesar? Creo que estoy llegando a una ataraxia feliz. ¿Qué o quién es el amor de su vida? Lali Guberns, mi pareja, y Anagrama, mi otra pareja, ambas amigas entre sí.
un hombre como en una mujer: la lealtad, la coherencia (y a veces la gloriosa incoherencia) y, desde luego, el imprescindible sentido del humor. ¿Quiénes son sus escritores favoritos? Tantísimos. Digamos, en lengua española: Bolaño, Piglia, Pitol, Chirbes. Y antes, Borges, Martín-Santos, Gil de Biedma, Cernuda, etc., etc., pero no me resisto a añadir a Nabokov y Grombrowicz. ¿Quién es su héroe favorito en la ficción? El chifladísimo Kinbote (Pálido fuego de Nabokov), Chiaski, Ignatius Reilly, Emilio Renzi. Y Tom Ripley, claro. ¿Quiénes son sus héroes en la vida real? Tantos héroes anónimos que luchan contra la injusticia. ¿Cuál es su lema? Me apropio de unos cuantos: “Hoy es siempre todavía” (Machado), “Amanece que no es poco” (Cuerda), “Una rosa es una rosa” (Gertrude Stein), “Futbol es Futbol” (Robson). ¿Cuál es su estado mental actual? Poco preocupante, creo. Si pudiera elegir cómo reencarnarse, ¿qué cosa/animal/persona elegiría? Con una encarnación basta, please. ¿Cuál es su ocupación favorita? El placer de la lectura. ¿Cuál es su característica más marcada? Mi negativa a contestar el cuestionario Proust. ¿Cómo le gustaría morirse? Me gusta el epitafio de la tumba de Marcel Duchamp: “Siempre se mueren los otros”. + .
¿Cuándo y dónde fue más feliz? En Barcelona y en París cuando empecé a preparar la editorial en otoño de 1967. Si pudiera cambiar algo de sí mismo, ¿qué sería? También me tolero ya, sin demasiado esfuerzo. ¿Cuál considera que es su mayor logro? Mi mejor logro (o, mejor dicho, suerte) es seguir con la curiosidad alerta y con aquel añejo ideal del “hombre que trabaja y juega”. ¿Cuál es su tesoro más preciado? Me atan un poco mis fetiches. ¿Qué considera usted lo más profundo de la miseria? Los migrantes que huyen, casi a ciegas, del horror. ¿Dónde le gustaría vivir? Quiero seguir en Barcelona. ¿Cuál es su mayor extravagancia? Ser editor, supongo. ¿Cuál es la cualidad que más aprecia en un hombre? Tanto en
Fragmento tomado de Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales (Anagrama, 2019)
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E N T R E V I S TA
A
I A N
M C E WA N
Yara Sánchez De la Barquera Vidal
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ace algunos años, en una entrevista, Ian McEwan confesó que su escritura no está marcada por algún ritual extraordinario. Él, simplemente, llena cuadernos con los párrafos que tal vez le servirán más adelante. En algún momento, siempre marcado por lo azaroso, retoma alguna de esas notas y se sienta frente a la computadora para teclear y teclear hasta que las líneas se transforman en una historia perfectamente redonda. McEwan, en esa ocasión, no reveló más sobre los secretos de su oficio; sin embargo, es posible pensar que, en ausencia de rituales, la lógica de la escritura se muestra con toda su fuerza: se trata de crear un enunciado, de tal manera, que sea una consecuencia única y directa de la transformación de las palabras. Desde este punto de vista, su secreto, quizá, podría ser comprendido: una sola oración contiene toda la historia y la labor del autor. El empeño es construirla.
La importancia de la obra de McEwan es grande: The Times lo seleccionó como uno de los cincuenta mejores escritores británicos de los últimos setenta años y, por supuesto, algunos de sus libros son imprescindibles: Amor perdurable, Solar, La ley del menor o Cáscara de nuez. Además de esto, él ha creado guiones para cine y ha participado como guionista de una ópera: For You, la cual fue musicalizada por Michael Berkeley. Su novela más reciente Máquinas como yo (Anagrama), ocurre en un Londres absolutamente distópico durante los años ochenta del siglo pasado, y en ella nos pone frente a una serie de cuestionamientos mucho más que inquietantes: ¿qué nos hace humanos?, ¿dónde están los límites éticos de la inteligencia artificial?, ¿puede una máquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano? Conversar con Ian McEwan sobre Máquinas como yo se convirtió, entonces, en una prioridad. —La figura de Alan Turing —el científico británico que en la novela no se quita la vida por ser perseguido debido su homosexualidad— es crucial en Máquinas como yo. Su supervivencia marca el inicio de la era de Internet en una fecha muy temprana, y lleva al surgimiento de la inteligencia artificial. ¿Crees que su influencia en nuestro mundo está subestimada? “No, creo que ha recibido una justa dosis de grandeza. Debido a que la era digital ha llegado a cada rincón de nuestras vidas, podemos mirar al pasado para valorar el trabajo teórico que Turing realizó en los años treinta. Además, su labor en Bletchley le hizo ganar otro tipo de renombre. Algunos piensan que él aportó más que cualquier otra persona para acortar la Segunda Guerra Mundial; quizá un par de años gracias a su papel en el desciframiento de los códigos secretos de los nazis. Esta es una declaración importante, aunque difícilmente verificable, por supuesto. Finalmente, tenemos a Turing como un homosexual que sufre, bajo las conservadoras leyes de los años cincuenta. Así, en 1954, atestiguamos cómo su suicidio le trajo la fama. El Estado, que tanto le debía, lo llevó a una muerte prematura”. —¿Hubieras preferido una década de los ochenta como la imaginas en tu libro? “En ese momento había mucha gente a la que no le habría importado que Tony Benn —el más afamado político del Partido Laborista— estallara en su cama. Yo no soy una de esas personas. La guerra de las Malvinas fue una tragedia enorme, apenas recordada hoy, aún como victoria. Pero este hecho llevó al colapso del viciado Estado fascista argentino. Mi objetivo en el libro fue recrear de manera diferente la década de 1980. El presente siempre nos trae una sensación de lo inevitable, pero sabemos, en nuestros corazones, de su carácter contingente: con qué facilidad las cosas pueden tornarse distintas”. —En la novela, Charlie (el narrador) y su vecina y amante, Miranda, están involucrados en el desarrollo de la inteligencia artificial y, en especial, en la evolución de Adam –un androide- que ocupa un papel importante en sus vidas. ¿Dibujaste un paralelo entre este acto de creación y la manera en la que creas a tus personajes? “Los personajes, en la ficción, evolucionan. Ellos forman un bucle difícil de describir, dirigen el curso de las acciones a la vez que son
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moldeados por ellas. Incluso, algunas veces sorprenden al creador. En Máquinas como yo el narrador marca el camino a través de la creación de la personalidad de Adam. Después aprende que este personaje posee una serie de predisposiciones y, además, cuenta con la experiencia del aprendizaje automático que lo guiará y formará. Los padres se engañan con frecuencia al creer que modelan las personalidades de sus hijos; hay poca evidencia de que eso sea posible, como lo pueden testificar aquellos que tienen más de un hijo”. —¿Crees que estamos cerca de crear una inteligencia artificial como la de Adam?, y de ser así, ¿qué tan bueno sería? “Creo que nos falta un largo camino, aún no tenemos una manera eficiente de almacenar energía; Adam puede correr 17 kilómetros en dos horas. Para impulsar a un robot de 165 libras y hacerlo recorrer esa distancia, requieres una batería enorme y pesada. El cerebro humano, que apenas tiene poco más de un kilo de peso, contiene algo así como cien billones de neuronas; cada una de ellas puede efectuar más de diez mil conexiones por segundo. Y todo esto sin sobrecalentarse ni sobrepasar los 25 watts, la potencia de una bombilla tenue. ¡Qué maquinaria! La naturaleza nos lleva tres billones de años de ventaja. Pero tanto mi Adam como Eve llegarán algún día. Quizá más pronto de lo que creemos. Respecto a si será o no algo bueno, depende de hacia dónde nos quiera llevar Máquinas como yo. De cualquier manera, dudo que nos resistamos a inventar máquinas como estas”. —Buena parte de tu ficción incluye temas de ciencia y crimen, aún así no podemos etiquetarlo como ciencia ficción o crimen de ficción. ¿Te inspiran algunos autores de estos géneros? “No leo mucha ficción, aunque sé que hay tesoros por ser encontrados ahí. He leído algunos autores clásicos: Wells, Huxley, Lem, Wyndham y Le Guin, entre otros. Entre más apocalíptico es el escenario, más gente empieza a moverse alrededor del universo a velocidades que superan la de la luz; entonces, el interés humano se desvanece, así percibo las cosas”. —En esta novela, Los Beatles se han reformado, y algunas piezas famosas de literatura tienen nombres desconocidos. ¿Disfrutas imaginando un mundo distinto en el arte y la música? ¿Hubo otras obras que no llegaron a esta novela? “La premisa es que, si la ciencia está en un lugar distinto en 1982, entonces, la política, la literatura y todo lo demás también tuvo que haberse movido. Disfrutable, sí, pero traté de mantenerlo en un segundo plano, de otra manera hubiera “ahogado” el tema moral central —una violación y sus consecuencias— que está en el corazón de la novela. Así que prácticamente el mundo entero, real o imaginado, no “llegó” a mis páginas”. —¿Habrá una secuela de la novela ambientada en estos mismos mundos? ¡Me encantaría saber qué pasa después y cómo sería hoy ese universo! “En cincuenta años, nunca he creado la secuela de una ficción. Quizá es el tiempo de hacerlo…”+
FotografĂa: Urszula Soltys 2016.
Los dilemas de la distopĂa
Editorial Penguin Random House UK
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R E C O R DA N D O
A
C H R I S T O P H E R
Tierra Media
El guardián de la
T O L K I E N
Siendo el tercer descendiente del autor y académico de Oxford, Christopher Tolkien fue el que se familiarizó más con el inquietante universo nacido de la obra de J.R.R., quien le narraba las aventuras de Bilbo Baggins a la menor provocación. Alguna vez, a partir de esta complicidad, Christopher, siendo un niño, llegó a señalar algunas incoherencias que encontraba en las narraciones: desde las formas y colores de las puertas de La Comarca, hasta los nombres y descripciones de personajes que reaparecían en cada relato. Esto propició que el autor tomara muy en cuenta las observaciones de su hijo; durante el proceso que llevó a la redacción de El Hobbit, le daba “un penny” por cada corrección. De esta forma, nació la vocación que ejerció Christopher Tolkien, indefinidamente. Así, el hijo del famoso J.R.R. Tolkien, se convirtió, ya en su adolescencia y durante quince años, periodo que tardó el autor inglés en dar forma a la trilogía del Señor de los Anillos, en un crítico confiable y apasionado. Incluso, llegó a realizar correcciones a distancia, mientras cumplía funciones militares en hristopher Tolkien falleció el 16 de enero de 2020. A primera vista, sólo los eventos de la Segunda Guerra parecería que él tenía la virtud de las historias maravillosas corrieran por Mundial. También se ocupó, minuciosamente, de las revisiones de los su sangre; sin embargo, también fue el editor de la obra póstuma de su mapas de la Tierra Media, para evitar padre J.R.R. Tolkien; le debemos la expansión de los conocimientos que hoy tene- inconsistencias. Fue en 1970 cuando mos sobre La Tierra Media, su mito y filosofía, y prácticamente que el trabajo del se dedicó a realizar un análisis definicreador de El Hobbit haya mantenido su vigencia hasta nuestros días. Él construyó tivo de la obra. Cabe mencionar que Christopher las bases del desarrollo de la mitopoeia para la literatura fantástica (y de ciencia fue invitado por su padre a integrarse ficción) de la actualidad, a partir de las anotaciones que dejó su padre, sumándole al grupo de discusión literaria conoposibilidades infinitas. cido como los Inklings, que se reunía todos los martes por la mañana en un pub de Oxford llamado “The Eagle and Child”; en las reuniones participaban catedráticos relacionados con la Universidad y algunos autores, entre ellos Charles Williams, C.S. Lewis y el propio J.R.R. Se realizaban lecturas y revisiones de los avances de los textos que cada uno de los miembros trabajaba en ese momento. Pero la motivación principal era valorar y dar impulso a la escritura del género fantástico. Participar en estas tertulias, donde la mayoría de los asistentes se dedicaban a estudiar e impartir clases en la universidad, como expertos de alguna rama de la lingüística, la teología o de la historia antigua y medieval, tal vez fue un factor importante para entender, ya con la madurez de un adulto, la profundidad del mito de La Tierra Media como construcción, surgido en la imaginación prolífica de su padre. El 2 de septiembre de 1973, John Roland Reuel Tolkien falleció a los 81 años, dejándole a Christopher el legado de su obra literaria —la publicada y la no publicada—. Mucho tiempo antes de morir, J.R.R. había estado preparando un libro sobre la historia de la Tierra Media: el origen del conflicto en sus narraciones; obra que algún editor decidió rechazar por no tener hobbits que encantaran a los niños. Entonces, con la responsabilidad en sus hombros, publicar El silmarillion se convirtió en la prioridad heredada a Christopher Tolkien. Reunió material de los escritos más antiguos de su padre para completar el libro. Pero en algunos casos, esto significaba que debía escribir material completamente nuevo, respetando la ideas y el tono del pensamiento propuestos. Tuvo que resolver algunas inconsistencias en la narrativa de los textos; mucho se cuenta que el trabajo para reunir todas las anotaciones del estudio de su padre se convirtió en un ejercicio arqueológico, dada la cantidad de notas, libretas y demás apuntes acumulados por más de cincuenta años. J.R.R. Tolkien había comenzado con la idea de El Silmarillion en 1914 y darle orden a tanto material no fue nada fácil. Entre las notas, Christopher Tolkien descubrió el origen de muchos de los componentes filosóficos y teológicos del trabajo de su padre, desde la naturaleza del mal en el mundo de La Tierra Media hasta el
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Fotografía navideña de la familia Tolkien tomada a finales del siglo xix.
P O R :
G I L B E RT O
D Í A Z
surgimiento de los orcos y las costumbres de los elfos. La constitución de un mundo con su propio sistema estelar, morfología y reglas naturales. Tratar de mantener una consistencia con lo ya establecido en El señor de los anillos fue una tarea que involucró otras manos para llenar los vacíos, Christopher esperaba poder concluir la obra de J.R.R basándose en las anotaciones que este dejó en sus últimos años de vida, pero al no contar con la suficiente información, terminó recurriendo a textos todavía más antiguos; algunos de ellos, incluso, ya no se encontraban en posesión de la familia. Fue importante la colaboración que le brindó el escritor canadiense de literatura fantástica Guy Gavriel Kay, entonces estudiante universitario, quien lo asistió en la organización de fragmentos y esbozos, dando como resultado final la primera edición de El Silmarillión, que sería publicada en 1977. A este trabajo siguió el de Los cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media: una compilación enciclopédica, en 12 volúmenes, que detalla explicaciones sobre el proceso creativo de J.R.R. Tolkien, así como crónicas y relatos del autor que complementan la comprensión sobre el mundo y la cosmogonía de las distintas razas habitantes de dicho lugar. Christopher dedicó gran parte de su vida a editar las historias de su padre y con eso nos regaló un universo mucho más complejo que el de una simple narración de aventuras con seres míticos e imaginarios. Su labor permitió que la obra del genial Tolkien no quedara inconclusa. Sin ese amor por el mito, jamás habríamos descubierto las posibilidades de tantos mundos imaginarios y la construcción de tradiciones y leyendas que ahora pertenecen a todos sus lectores. La labor editorial de Christopher Tolkien ha sido monumental, un ejemplo para autores y editores del género fantástico. Su empeño sentó precedentes; así, Brandon Sanderson pudo concluir la saga de La rueda del tiempo tras la muerte de su autor Robert Jordan, o el universo creado por Frank Herbert en la epopeya Dunas pudo ser continuado por su hijo Brian, en una serie de precuelas basadas en notas póstumas. También podemos decir que el Universo Expandido de Star Wars no hubiera sido posible sin el entusiasmo que causa a los fanáticos el ver que es viable contar diversas variaciones sobre el mismo tema sin perder la coherencia; por supuesto, respetando el corazón de la historia original. Porque, finalmente, los editores se convierten en guardianes y protectores celosos de la esencia del autor y sus creaciones. +
Descubriendo a Forrester (2001, dir. Gus Van Sant)
Jamal (Rob Brown) es un joven del Bronx que sobresale por su gran talento para el baloncesto y la escritura. Gracias a ello logra conseguir una beca en uno de los institutos más exclusivos de Nueva York; él intenta, a costa de todo, encajar en el mundo y, por azares del destino, conoce al celebre escritor Forrester (Sean Connery), quien lleva muchos años recluido en su domicilio. A pesar de sus temperamentos, estos peculiares personajes, logran establecer un lazo profundo de amistad, demostrando que las razones para mantenerse cerca son más poderosas. Una historia que nos conduce por el ambiente de la literatura y sus sinuosos rumbos. La perspectiva íntima de un escritor que, simplemente, perdió la fe en la humanidad. Descubriendo a Forrester es una cinta recomendable. Con una narrativa natural, sin ostentaciones. La idea del arte como máxima expresión del espíritu humano, así como el elogio a la perseverancia, logran conmover.
Aztlán Zoé
Aztlán es el sexto álbum de estudio de la banda mexicana Zoé; está concentrado de su ya característico sonido espacial y neopsicodélico y cuenta con letras melancólicas y algún toque esotérico. Zoé cuenta con un acervo que ya forma parte del imaginario colectivo. Aztlán es el álbum que los consolida como una agrupación de época. Aztlán, nombre que hace referencia a la tierra prometida, de donde provienen los aztecas, nos transporta en un viaje ecléctico, con melodías saturadas de sintetizadores y ritmos progresivos. Para este material cuentan con los servicios de dos productores: Phil Vinall, quien está con la banda desde su primer álbum y ha colaborado con Radiohead y Placebo; además, Craig Silvey, ingeniero de audio. Los videos para cada uno de sus sencillos son puntos a destacar en el presente trabajo, como “Hielo”, donde muestran un universo tipo western que podría remontarnos a alguna película de Alejandro Jodorowsky ; y “Azul”, probablemente la canción más popular del álbum con un videoclip al estilo Blade Runner. Por Adrián García @adrian_garciros
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Nosotras editamos
pionero en cuanto a mujeres editoras de éxito. Algunas editoriales que fundaron mujeres son Castalia por Amparo Soler (1945), Lumen por Esther Tusquets (años sesenta), Tusquets por Beatriz de Moura (1968) — quien antes había trabajado en Lumen—, y Ediciones Morata creada por Flora Morata, quien también fue partícipe del surgimiento de la Feria Internacional del Libro: Líber. Y es en este siglo que un buen número de editoriales importantes son lideradas por mujeres: María Fasce (Alfaguara), Ana Liarás (Grijalbo), Carmen Esteban (Crítica), Elena Ramírez (Seix Barral), Sigrid Kraus (Salamandra), Silvia Querini (Lumen), Ofelia Grande (Siruela), Ymelda Navajo (Alianza Editorial) y Eva Congil (Anagrama), por ejemplo. Asimismo, Francia se ha destacado con numerosas editoras: Françoise Verny y Teresa Cremisi, quien durante años fue directora editorial en Gallimard y Flammarion, y se encargó del desarrollo editorial del Holding Madrigal; editó a autores de relevancia mundial como Michel Houellebecq, Michel Onfray, Yasmina Reza y Catherine Millet. A esta lista de mujeres editoras se suman con éxito: Sophie Charnavel y Marie-Pierre Gracedieu, quienes alternaron cargos directivos en Grasset, Flammarion y Gallimard. Por su parte, CharEn fechas recientes, se ha empezado a hablar del papel de las mujeres en diferentes lotte Gallimard se convirtió en la directora industrias, y la cultura no es la excepción; de hecho, en el ámbito de los libros, este tema ejecutiva de Casterman y Anne Marie Metailié fundó una editorial con su nombre y se ha abordado durante años. obtuvo el Premio al Mérito Editorial en 2014 —otorgado por la FIL Guadalajara— dada su trayectoria de difusión de la literatura escrita en castellano y portugués publicada en Francia. Y qué decir de Sylvia Beach, librera estadounidense, quien en la década de 1920 regentaba la famosa librería a información y cifras sobre la participación de las mujeres laShakespeare and company, en París; ahí se reunían los más tinoamericanas en el sector es muy escasa y, en Europa, sólo destacados escritores anglosajones de la época que vivían en la España, Francia y el Reino Unido han hecho esfuerzos para capital francesa: Ezra Pound, Ernest Heminway, Samuel Becvisibilizar porcentajes. Estados Unidos ha mostrado, también, alkett y James Joyce, entre otros; además de los franceses André gunas estadísticas. En general, se calcula que alrededor de entre un Gide, Paul Valéry y el psicoanalista Jacques Lacan. Beach fue la ocho y diez por ciento de los cargos medios de la industria editorial primera editora del Ulises, de Joyce. (edición, corrección y diseño) son desempeñados por mujeres, y Las editoras de revistas de moda han hecho historia en Itasólo uno de cada diez puestos directivos. No obstante, la cantidad lia, Francia y Estados Unidos. Incluso, sus memorias se conse incrementa día con día. La participación de mujeres en puestos virtieron en temas de película, como en el caso de Anna Winimportantes es menor en las editoriales que orientan más su protour en The Devil Wears Prada. Las editoras de Vogue Diana ducción al capital económico que al simbólico; a diferencia de la Wreeland, Franca Sozzani, Emmanuelle Alt y Carine Roitfeld edición independiente y universitaria en donde sí hay más mujeres también han dado mucho de qué hablar. Y en el Reino Unido, dirigiendo. quién objetaría la importancia de Virgina Woolf, que estableAtávicamente se ha confinado a las mujeres a una serie de funció Hogarth Press (1917) con su esposo Leonard. En dicha ediciones específicas y se les ha obstaculizado acceder a puestos de torial ambos publicaron su obra, además de ser de las primeras poder. A la par, son muy conocidas las dificultades que enfrentan editoriales en sacar a la luz el trabajo de T.S. Eliot, así como ellas para combinar el trabajo y las actividades domésticas. traducciones de escritores rusos. La representación de mujeres en cargos de toma de decisiones En América, grandes catálogos de editoriales trascendentaha sido desigual y poco reconocida. Si pensamos en Iberoamérica, les, creadas por mujeres, no sólo han alimentado nuestra visión la edición hecha por mujeres tuvo a sus primeras participantes en estética y cultural, también son referentes ideológicos y polítiEspaña y, posteriormente, en la Nueva España con una gran cancos. Estados Unidos es prueba de ello gracias a voces como la tidad de viudas o hijas de impresores que heredaban el negocio de Gloria Steinem (referente del feminismo estadounidense y familiar. Hay innumerables historias entre los siglos xvi y xix. cofundadora de la revista Ms.) o Toni Morrison (quien al prinEntre ellas, estaban Jerónima Gutiérrez (a partir de 1562), María cipio de su carrera trabajó en Random House y tuvo un papel Sansori, María Espinosa, Feliciana Ruiz, y María Benavides. Según muy destacado en la difusión de la literatura afroamericana). algunos historiadores, se calcula que de ochenta impresores en Tenemos a Cherrie Moraga, Barbara Smith y Audre Lorde, que la Nueva España, veinte eran mujeres (sobre todo en la Ciudad concibieron Kitchen Table: Woman of Color Press, con una vode México y Puebla); ellas tenían a su cargo todo el proceso para cación estética y política. editar e imprimir libros. En América Latina, hoy en día, existe un gran número de En los siglos xx y xxi se ha incrementado notoriamente la mujeres en todos los espacios de la industria editorial que cada presencia de la mujer en la industria editorial. España es el país vez se visibilizan más. En Argentina, dos directoras ejecutivas editoriales se han destacado en la actualidad: Luz Enríquez (El Ateneo) y Adriana Hidalgo, cuya casa editora lleva su nombre.
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Astrid Velasco Montante, es coordinadora de publicaciones del CISAN/UNAM e imparte clases de edición. Trabajó en la elaboración de un estándar nacional para certificar a correctores de estilo. También es escritora.
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Se distinguen otras, de gran importancia en diversos espacios del libro y la lectura, como Gloria Rodrigué, exdirectora de Sudamericana, responsable de la edición de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y de autores traducidos al español, como Faulkner, Durrell y Hemingway. También brilla Ana Cabanellas, expresidenta de la Cámara Argentina del Libro y la única de esa nación que ha sido presidenta de la Unión Internacional de Editores. Asimismo, Trinidad Vergara (presidenta de la Cámara Argentina de Publicaciones), o Patricia Piccolini (directora de la carrera de Edición de la Universidad de Buenos Aires). Además, podemos mencionar a Lola Rubio (FCE Argentina y exjurado del Premio Hans Christian Andersen), Natalia Ginzburg (directora editorial de Atlántida), entre otras, que han configurado un nuevo mapa en Argentina. En Colombia no se quedan atrás, y la publicación de Ellas editan, reconoce a tres generaciones de mujeres que han impulsado la lectura y la edición en ese país. Entre las destacadas se encuentran Silvia Castrillón, Ana Roda, María del Mar Ravassa, María Osorio (también Premio al Mérito Editorial por la FIL) y Marianne Ponsford (exdirectora de Cerlalc).
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En México, la historia de la participación de la mujer se reactiva en el siglo xx, en parte, gracias a la llegada de intelectuales españoles que solicitaron exilio. Ahí está la editorial ERA, instaurada en 1960 por Neus Espresate, Vicente Rojo y José Azorín, la cual ha tenido también editoras tan reconocidas como Paloma Villegas. Está el caso, también, de Imprenta Madero —fundada en los cincuentas bajo la dirección de Vicente Rojo—, que incluyó, a partir de 1979, a mujeres que comenzaron en el diseño y se convirtieron en editoras: Azul Morris y Peggy Espinoza, quien obtuvo el Premio al Mérito Editorial y fundó Petra Ediciones. Otro caso es el de la revista Kena surgida en 1963 y creada por Kena Moreno. Dicha publicación, dirigida a las mujeres, se incorporó en el gusto popular con temas de belleza, salud y manualidades. En ella participaron escritoras como Margarita Michelena, Rosario Castellanos, María Luisa La China Mendoza y Guadalupe Dueñas. Y si de historia se trata, está el Reader’s Digest, cofundada en Estados Unidos por una mujer. También, en los sesentas, Carolina Amor de Fournier establece La Prensa Médica Mexicana y, posteriormente, una editorial con su nombre; también es cofundadora de Siglo XXI Editores. Ella está entre las ganadoras del Premio Juan Pablos al Mérito Editorial, que ha sido otorgado a cinco mujeres a lo largo de treinta y cinco ediciones. De los años sesenta a la fecha, las mujeres comenzaron a destacar en la edición y la dirección. Tenemos a Nubia Macías (exdirectora de Planeta para México, Centroamérica y Estados Unidos, y exdirectora de la FIL Guadalajara), Marisol Schulz (exdirectora de Alfagura y Taurus y directora de la FIL Guadalajara), Patricia López Zepeda (actual directora general de Mcmillan, galardonada con el Premio Caniem al Mérito Editorial), Consuelo Sáizar (exdirectora del FCE y de Conaculta), Laura Emilia Pacheco (Conaculta), Marina Núñez Bespalova (Conaculta), Andrea Fuentes (FCE IJ, Caja de Cerillos, UAM X), Socorro Venegas (FCE IJ y UNAM), Miriam Martínez (FCE IJ y Castillo) y Sayri Karp (directora de la Editorial Universitaria de la UDG y presidenta de EULAC). Finalmente, he de mencionar a algunas editoras que han recibido distinciones por su destacada labor: Patricia van Rhijn Armida, dueña y directora de CIDCLI, quien ganó el Premio Caniem al Mérito Editorial y el Juan Pablos, también al Mérito Editorial; Elisa Bonilla, exdirectora de la Fundación SM y pieza clave en el Programa Nacional de Lectura, que dio pie a la creación de Bibliotecas de Aula; Margarita de Orellana (directora de la revista Artes de México y personaje valioso de la cultura mexicana); y Martha Esparza, presidenta de Altexto, asociación que reúne a la mayoría de editoriales universitarias. +
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i tuviéramos que hablar sobre un sello que ha ofrecido a sus lectores tanto calidad como variedad durante casi cuatro décadas, sin duda, podríamos referirnos a Siruela.
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Esta editorial, con sede en Madrid, fue fundada en 1982 por Jacobo Fitz-James Stuart, quien inició su catálogo con nuevas traducciones de joyas olvidadas de la literatura medieval y obras que recuperaban el horror perdido y lo extraño en su colección “El ojo sin párpado”. Actualmente, la casa publica narrativa clásica y contemporánea, novela policiaca, ensayo, literatura infantil y juvenil. Ofelia Grande, la directora de Siruela, viajó a México y conversamos acerca de los casi ocho lustros de esta singular editorial. —A los treinta y siete años de vida, ¿cómo visualizas el futuro de Siruela? “Yo creo que seguirá consolidándose entre los lectores y, además, debe crecer en varios sentidos: la línea digital, el libro electrónico y el audiolibro son soportes que cada vez tienen mayor presencia. Por otro lado, también es necesario ampliar los contenidos y las colecciones; esto es algo que hemos hecho desde siempre. Nosotros intentamos apreciar los intereses de los lectores y, así, ofrecemos lo mejor que podemos encontrar para ellos”. —Durante los años que has presidido la editorial, ¿cuáles son las adversidades superadas? “Han sido varias, nunca faltan los años malos. Durante la grandísima crisis económica en España, las ventas de libros cayeron de una manera radical. El negocio editorial es muy irregular: tras un año espectacular, puedes encontrarte con otro muy malo. Los resultados nunca se repiten. Cada año publicamos libros diferentes y nada puede asegurar su éxito. Creemos que algunos reportarán grandes ventas y no sucede; también puede acontecer lo contrario, obras sin demasiadas expectativas comerciales resultan un gran éxito”. —¿Cuáles han sido los triunfos de Siruela? “Lograr que, con el paso del tiempo, se haya mantenido como un sello confiable, una editorial de fieles lectores, pues saben que les ofrecemos calidad”.
G R A N D E —¿Qué retos existen al editar y publicar un libro? “El principal reto es tratar de llegar a los lectores. Para comenzar, le apostamos a la excelencia, a que la crítica y el público satisfagan sus expectativas. Por otro lado, están las posibilidades comerciales, lograr que el libro llegue al mayor número de personas”. —¿Cómo es la vida secreta de los libros?, ¿qué hay detrás de un libro? “Detrás de un libro hay muchísimo trabajo. El proceso es larguísimo, y conste que no digo esto desde el inicio, en la cabeza del autor, sino desde el momento en que el manuscrito llega a la editorial y hasta que el lector lo tiene en sus manos. Las labores que se unen en ese tiempo son muchas: traducción —cuando se contrata un libro extranjero—, corrección, el diseño, la maquetación, la creación de la portada, la producción, la encuadernación y, por supuesto, la distribución. Todo esto, muchas veces, demora un año completo”. — ¿Cómo definirías a Ediciones Siruela en una frase? “Esta es una pregunta muy difícil, me cuesta trabajo definirla en una frase. Es una editorial que quiere estar al lado de los lectores, dándoles la calidad tan deseada por ellos”. —¿Nos podrías hablar un poco de las novedades que nos esperan para el próximo año? “Entre los títulos que están saliendo y serán novedades se encuentran, por ejemplo, El río baja sucio de David Trueba, un libro juvenil pero muy adecuado para todas las edades; otro, es un maravilloso ensayo El infinito en un junco, de una autora llamada Irene Vallejo, que realmente es una sorpresa: lleva en el mercado menos de un mes y ya vamos por la cuarta edición. Es desconcertante, increíble”. —¿Qué diferencias has observado entre los lectores de España y de México? “Tenemos diferencias impresionantes. En España, por ejemplo, vendemos mucha novela policiaca, que aquí en México se lee muy poco. Por el contrario, mientras los autores clásicos —aunque históricamente hayan vendido mucho en España— en México tienen una mayor aceptación, justo como sucede en el caso de Clarice Lispector. Además, en México hay un tipo de lector muy fiel, muy culto. Leal a un cierto tipo de lecturas, a determinados autores. Por si esto no bastara, en España notamos que se vende literatura más comercial. Sin embargo, en el caso del ensayo, se vende muy bien tanto en España como en México”. +
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dgar Krauss es un hombre de letras; las páginas impresas lo han marcado desde su primer trabajo hasta nuestros días: al principio vendía libros, después comenzó a crear revistas y, desde hace varios años, es editor de libros. Sus huellas están en Grijalbo, Mondadori, Lumen, Tusquets y el Fondo de Cultura Económica. Hoy tiene a su cargo la filial de HarperCollins en México. Esta casa —una de las más antiguas y grandes del mundo— apenas comienza a operar en América Latina y su catálogo está en desarrollo; sin embargo, cuando revisamos la lista de los títulos más vendidos, pronto notamos que dos de los cinco del top se publicaron bajo su sello. “Este es el mérito de un pequeño guerrillero que compite contra las editoriales más grandes”, me dice Edgar. Conversar con Krauss es muy simple, apenas se necesitan unas pocas palabras para que el diálogo se adueñe del espacio. “Yo empecé mi carrera como librero. En ese momento me di cuenta de la existencia de muchísimos libros que quería leer y reunir en mi biblioteca. La necesidad de recorrerlos y poseerlos ha sido implacable. Por eso, cuando trabajé en la librería el Parnaso, me la pasaba comprándolos a crédito. Aún tengo un cheque de esos días, está enmarcado y es uno de mis mayores orgullos: es el sueldo más bajo que he recibido, apenas cobré siete pesos por todo lo que debía. No pudo ser menos, el límite del crédito era mi sueldo. Además de esto, la cercanía con las palabras me daba otras oportunidades: en mis ratos libres me ponía a leer todo lo que me interesaba, el Parnaso fue una experiencia sensacional. Ya después pude montar mi librería
de publicar una gaceta literaria que sólo tuviera rarezas: textos perdidos, fragmentos olvidados, hallazgos bibliográficos y páginas inéditas. Era profundamente literaria, se distribuía de manera gratuita y, como ya te imaginarás, era financiada por la librería. Hasta hoy he hecho dos revistas además de esa: la que se fundó cuando estaba en la Casa Refugio, y K, por Kafka. Hacer una revista es audaz, atrevido. Pones tu fe en la belleza de la letra y tu riesgo de quebrar es altísimo. La revistas son emocionantes y representan una mirada necesaria. Ellas se parecen a la ventana de un tren en movimiento. Tú puedes estar cómodamente sentado y mientras las ojeas das un vistazo a una parte del mundo. Sin embargo, existe un gran peligro, el contenido puede envejecer en un corto plazo: un mes, un semestre, un año. Por esto, en las revistas donde he sido editor, decidí que los artículos no tuvieran una fecha de caducidad y pudieran leerse en cualquier momento, sin que el tiempo los marcara. La solución es simple: no pueden ser noticias de última hora”. —¿Cómo pasas al libro? “Cuando estaba en la Casa Refugio me invitaron a unirme a Random House como editor literario. Yo tenía a mi cargo Mondadori, Lumen y los libros Debolsillo; mi pequeñísimo feudo reunía a dos de los sellos que albergaban a los autores de mayor calidad literaria. También publicaba libros sobre política en Grijalbo: esas obras eran de periodismo aguerrido, belicoso. Después de tres años me fui a Tusquets a hacer libros de literatura, biografías y obras de historia de autores de gran calado como Jean Meyer. Ese tiempo también fue muy gozoso: la experiencia que tenía como editor me dio la oportunidad de ir a la búsqueda de las obras que sólo habían sido soñadas. En esos días, por Yara Sánchez De la Barquera Vidal ejemplo, tuve la fortuna de trabajar con Álvaro Uribe: una de sus novelas la leímos juntos, línea por línea. Permanecer en su compañía no sólo era descubrir al gramático adentro del escritor, también implicaba introducirme en una obra desgarradora. La edición de Morir más de una vez fue gratísima. Álvaro me propuso su en la Casa Refugio gracias al apoyo de Philippe Ollé y Juan Villoro”. —Sin problema puedo comprender la voracidad lectora, mu- manuscrito. Pero también tuve la fortuna de fabular con otros autores y preguntarles: ¿qué te parece si publicamos chos la padecemos, pero ¿cómo llegas a la edición? “Cuando los libros te atrapan —me responde Edgar sin pensarlo un libro sobre...? Era una manera de soltar las velas de la dos veces—, pronto descubres que alguien debió imaginarlos ade- imaginación”. —¿Es posible la literatura sin editores?, ¿los libros más de su autor. Ese alguien es un ser fantasmal cuya presencia casi siempre es invisible. En las presentaciones, en las entrevistas y en pueden crearse sin ellos? “Yo descreo de los blogs, entiendo que en ellos se la misma lectura, el autor se revela como la única estrella; nadie, o casi nadie repara en el editor que hizo posible la puede escribir lo que su autor desea; pero siempre les existencia de ese objeto llamado libro. Él sólo se hace falta la mirada de un editor. Lo mismo sucede con muestra cuando las cosas salen mal. Si la obra es la tuiteratura, es divertida, ocurrente, pero nada más. La una maravilla, la gloria casi nunca le corresponde. ausencia de un editor también la marca”. —¿Prefieres editar a los vivos o a los muertos? Esto me ocurrió, y así decidí formar parte de “Perfiero editar a los vivos, en el Fondo de Cultura la tramoya que está detrás de la creación de los libros. Yo quería darle voz a los autores de mi in- Económica pude editar a Hegel, a Heidegger y a Eco, terés, crear las obras de los temas que me cautiva- pero no pude trabajar con ellos. El momento en que poban. De cualquier manera, quería ser editor, eso día preguntarle “¿doctor Eco, qué opina usted de estos me convertiría en un agitador cultural, un cóm- cambios?” jamás existió. Siempre es más emocionante plice de los autores, un imaginador de los libros recibir la retroalimentación de un autor que está dispuesto a defender su obra a capa y espada. Evidenteque aún no existen”. —Y al principio… ¿cuáles fueron tus edicio- mente, pueden existir los desencuentros, pero siempre les digo lo mismo a mis autores: a ti y a mí nos interesa nes? “Cuando trabajaba en el Parnaso tuve la idea lo mismo, que un libro sea el mejor posible y, así, los lectores serán felices. Este acto es, al mismo tiempo, una vanidad y una locura”. +
Las irrefrenables
ganas de ser editor
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Después deSteiner Adriana Romero-Nieto
En Errata. El examen de una vida, quizá su libro más personal, Steiner narra un episodio de su infancia en ay lenguas, como el griego de la liturgia bizantina, que pueden el que un tío le regaló una guía ilustrada de los escuquedar paralizadas, agotadas y, como estrellas sin hidrógeno, dos de armas de Salzburgo y cómo “[…] aquel manual apagarse poco a poco; pero lo opuesto también puede ser cierto: de heráldica [lo] abrumó al revelar[le] la innumerable lenguas que coinciden en una “nueva inmortalidad” y dan pie a algo especificidad, la minuciosidad, la amplísima diversidad nuevo. “Una cosa es clara: el lenguaje sólo entra en acción asociado de las sustancias y las formas del mundo”. Un desvelaal factor tiempo. Ninguna forma semántica es atemporal. Y cuando miento que se traduciría después en su elogio a la pluusamos una palabra despertamos la resonancia de toda su historia ralidad de las lenguas y en su idea del lenguaje como previa”, nos dice George Steiner en Después de Babel. Así, a pesar de una continua y variable evolución, igual que la misma enterarnos que el pasado 3 de febrero, las complicaciones de una fie- experiencia humana, pues este “se altera en todo mobre aguda apagaron la vida de este gran prodigio de la crítica, la teoría mento vivido” y “la totalidad de los acontecimientos literaria y la traducción de nuestros tiempos, nos alumbra la certeza de lingüísticos no sólo aumenta, también es calificada por que su legado no se suspende sino, por el contrario, señala el acceso cada nuevo acontecimiento. Y en una sucesión tempoa su infinitud. ral, no hay dos afirmaciones que sean perfectamente idénticas.” Así, bajo esta, su propia premisa, la obra de Steiner que compila ensayos, narrativa y entrevistas, que ya de por sí es vasta, se vuelve inextinguible. En cada experiencia mental en donde circulen sus ideas se nos abrirán nuevas puertas de entendimiento y así, él, hombre-autor-mortal, tendrá una segunda vida, “una vida que pronto [descubriremos] más perdurable y más llena de sentido que la existencia biológica o social.” Esta reflexión puede pecar de lugar común, de básica e, incluso, de sentimental. No obstante, su propia biografía y la misma amplitud de intereses que poblaron su vida lo confirman. Pues, además de ser un académico en las universidades más prestigiosas del mundo: Cambridge, Geneva, Princeton, Stanford; un políglota: fue educado en inglés, francés, alemán, y traducía de estas lenguas además del italiano, griego y latín, y el autor de varios títulos imprescindibles para el pensamiento actual, Steiner fue un melómano, narrador y un divulgador de sus pasiones; prueba de ello son Anno Domini, El traslado de A.H. a San Cristóbal, Necesidad de música, por mencionar algunas obras, y, por si fuera poco, escribió múltiples artículos para The New Yorker, The New York Times, The Economist, The Observer y The Times Literary Supplement. Pero, ante todo, Steiner fue un aprendiz de su propia biografía o, si se quiere, “de su propia historia previa”. En el ya citado Errata Editorial relata cómo, tras la llegada al poder del nazisGandhi Ediciones mo en Europa, se vio obligado a huir de París a Nueva York junto con sus padres, quienes años antes de su nacimiento habían abandonado Viena. Episodio que lo volvería un sobreviviente y, al mismo tiempo, le otorgaría ese estatus de políglota y de autor extraterritorial —retomando el título de su conocido conjunto de ensayos— sin lengua materna. Un hombre sin patria precisa porque “[…] somos los invitados de la vida. Y tenemos que aprender a ser buenos invitados. Y, como judío, tener siempre la maleta preparada y si hay que partir, partir. Y no quejarse”, como afirmó en una entrevista a El País en 2016. Frases que suenan a un funesto vaticinio o una perentoria despedida anticipada, si se releen ahora. Pero confirman, como también bien apuntaba Steiner, que no se puede prever nada y el vistazo al pasado es lo que nos cuenta las historias sobre el futuro. Por ello, cuando sus lectores nos hagamos alarmados la pregunta: ¿qué hay después de Steiner?, tendremos la certeza de que en él hay una indiscutible infinitud. Porque, si bien, en otra entrevista dijo, con una humildad extraordinaria, que se reprochaba no haber comprendido algunos fenómenos esenciales de la modernidad o que estaba consciente de que ciertos ensayos los pudo haber escrito mejor, sus textos, ávidos de nuevas lecturas, insertados en un tiempo específico y con una estructura diacrónica, constituirán un acto de interpretación y nos llevarán a restaurar lo vivo de sus intenciones. Y si esta idea tampoco nos reconforta, tal vez una más concreta lo haga: la ya anunciada salida a la luz, en 2050, de los cientos de cartas autobiográficas que Steiner intercambió por treinta y seis años con una, hasta ahora, desconocida interlocutora y que se resguardan en los archivos del Churchill College de Cambridge.+
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Adriana Romero Nieto, es editora, traductora y articulista. Ha sido coordinadora de proyectos culturales y editoriales en Casa Refugio Citlaltépetl. Como editora se ha desempeñado en el FCE, Editorial Océano y en el Fondo Editorial Tierra Adentro. Es socia y editora en Editorial Auieo. @adrianaromeniet
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Editar lasdecisiones E
l destino como asignación divina es una idea en desuso. A costa del cuerpo y la intensidad, aprendemos que el único sino existente es el trazado por las decisiones. Una decisión es la posibilidad de escoger, incluso cuando no hay opción. Esa es nuestra más grande prerrogativa: la libertad que nos humaniza. Trascendentes, lúbricas, miedosas, proscritas, las decisiones nos definen. Sin embargo, ellas no siempre son guiadas por la lógica. Gran parte de nuestra vida mental es inconsciente. La historia de las decisiones dicta que —para los filósofos griegos— la razón era vista como la cualidad humana más elevada; gracias a ella se creía que era posible discernir. Esta idea fue el gran principio de la cultura occidental por mucho tiempo. Ya en el siglo xvii, influenciado por los clásicos, el filósofo y matemático René Descartes dicta al mundo su famosa frase: “Pienso, luego existo”. Más tarde vendrían otros filósofos, como el alemán Immanuel Kant, a insistir —por si no hubiera quedado claro— que sólo es posible acceder al conocimiento a partir de la razón y los sentidos.
Pero nadie contaba con la aparición de Sigmund Freud, el neurólogo austriaco y padre del psicoanálisis, una de las mentes más brillantes del siglo xx, quien cuestiona cerca de dos mil quinientos años de idolatría al razonamiento. Y nos dice que hay fuerzas turbulentas azuzando la conducta y nuestras elecciones. Oscuros arrebatos acechan al yo. Es el inconsciente —ese territorio extraño e inexplorado, instancia que Freud pronto rebautizaría con el término latino Id, es decir, el Ello—que gobierna prácticamente todos los actos humanos, en apariencia racionales. Después de la aparición de la teoría psicoanalítica, dejamos de ser los seres cuya inteligencia rige el movimiento del planeta.
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Ya en el siglo xxi las neurociencias han aportado más información sobre esa caja negra que es el cerebro, para entendernos todavía mejor. Tres zonas cerebrales se activan químicamente ante las emociones y están relacionadas con la función de decidir: la amígdala, el núcleo accumbens y, por supuesto, la corteza prefrontal. La amígdala se encarga del reconocimiento y la respuesta ante estímulos percibidos como amenazantes o peligrosos. Dispara una acción rápida, casi automática cuando sentimos dolor, miedo u otras sensaciones de alarma. El núcleo accumbens es un conjunto de neuronas que forma parte de nuestro sistema de placer y recompensa; se encarga de traducir la voluntad en acciones y promover la motivación. Tiene un papel esencial en el aprendizaje, la memoria, el miedo, la agresión, el sexo, la ingestión de comida y la risa. La corteza prefrontal es la estructura más vinculada con la toma de decisiones, se encuentra en la parte del cerebro más cercana al rostro y tiene gran importancia para explicar la modulación de la conducta, la personalidad y muchas capacidades cognitivas. También coordina la información proveniente de otras estructuras cerebrales. Así es como la bioquímica afecta la razón, el inconsciente trastorna la bioquímica, etc. Nuestra existencia parece ser, entonces, un cruce permanente de varios caminos en la carretera, señalado por infinitud de flechas que conducen a quién sabe dónde. Sea cual sea el mecanismo utilizado al tomar una decisión, hay que aprender a vivir con las consecuencias. Sí, porque toda decisión impone cicatrices. Existen historias, vidas enteras definidas por una sola decisión. Ahora, me llega el recuerdo de una obra exquisitamente dolorosa en torno al tema: La decisión de Sophie (Editorial Navona), de William Styron. Sophie es una bella joven polaca que vive con su amante Nathan, un encantador y delirante científico judío obsesionado con el pasado, en una casa de huéspedes del Brooklyn de la posguerra. Ahí conocen a Stingo, un joven aspirante a escritor, quien entablará con ellos una relación de íntima complicidad en medio de la libertad sexual y una falsa algarabía. Stingo se convertirá en el escuchante de los horrores que padeció Sophie en Auschwitz y de la inenarrable decisión que le obligó a tomar un médico nazi. Elección terrible por el acto mismo de elegir. Libro de una enorme fuerza narrativa que desvela los sótanos de la naturaleza humana y, al mismo tiempo, el deseo de insistir en la vida. La versión cinematográfica, realizada por Alan J. Pakula en 1982, y estelarizada por Meryl Streep, Kevin Kline y Peter MacNicol, obtuvo varios premios y fue muy bien recibida por el público. Por su parte, William Styron (1925-2006) fue uno de los mejores escritores estadounidenses de su generación. Con Las Confesiones de Nat Turner (Editorial Capitan Swing) obtuvo el Premio Pulitzer en 1967. La decisión de Sophie se publicó en 1979 y fue un éxito de ventas a nivel internacional. Así pues, si al igual que Sophie me contemplo en el espejo, puedo descubrir que ciertas decisiones han dejado surcos en mi rostro. Nunca existe el tiempo suficiente para elegir lo mejor posible. La idea de editar minuciosamente las decisiones sólo es una quimera. + @aegina23
Itzel Mar, es psicóloga, egresada de la UNAM, y cursó estudios en la Escuela de Escritores de la SOGEM. Cuenta con cuatro libros publicados y ha obtenido dos premios nacionales de poesía. Actualmente colabora en la revista Lee+ y dirige el Instituto Mexicano para la Atención del Estrés y la Ansiedad.
N I Ñ O S
Itzel Mar
Y
J ÓV E N E S
Niños
Jóvenes
Los subversivos Vittoria Iacovella Ediciones Tecolote El pequeño Valerio le tiene pavor al agua; es su primera vez en la alberca y comienza a llorar. Tiempo después vence el miedo porque es muy terco. Sigue nadando. Algunos años más tarde lo aceptan en un curso de salvamento acuático. Aprueba su examen. A los dieciocho años rescata a una niña que se estaba ahogando en el mar. Recibe medallas y felicitaciones. Valerio padece síndrome de Down y todos piensan que es un héroe. Louis Braille nació en un pueblito llamado Coupvray, en Francia. Tiene tres años y le gusta estar cerca de su papá, quien se dedica a la talabartería. Un día Louis entra al taller donde hay muchas herramientas y sufre un accidente terrible: se pica el ojo izquierdo con un punzón. La infección afecta también al otro ojo y pierde totalmente la vista. No quiere comer. Por dentro y por fuera todo es oscuro; está muy triste. Pero le gustan las preguntas más que cualquier cosa. Quiere saber cómo funciona el mundo. La curiosidad vuelve a poner fosforescente su corazón, y dedica su vida a inventar un método de escritura para ciegos. Yusra Mardini es originaria de Siria. Vive con su familia en Damasco y le fascina nadar. Pero su país está en guerra y una bomba destruye su casa. Sus padres deciden que ella y su hermana Sara deben huir y refugiarse en otro país. El viaje es muy complicado. Tienen que transportarse en una balsa inflable, donde viajarán con otras veintidós personas para cruzar el océano. Después de quince minutos el motor falla y están a la deriva. Yusra, Sara y dos hombres saltan al agua para restar peso y tratar de empujar. Nadan más de tres horas. Realizan un esfuerzo increíble y logran conducir el bote a salvo hasta la orilla. Están en Lesbos. Después de eso, Yusra camina veinticinco días antes de llegar a Alemania. Algunos años después compite en los juegos Olímpicos. ¿En qué se parecen Valerio, Louis y Yusra? No saben estarse quietos. Se rebelan, desobedecen a las circunstancias para inventarse otra realidad. Creen en algo. Los protagonistas de este libro son niños verdaderos: están lastimados, sienten miedo, pero nada los detiene. Diez historias entrañables que te provocarán el deseo de pertenecer a la tribu de los subversivos.
Fabián Vásquez Escalante
Rebel Marie Lu Editorial PUCK Eden Wing es un joven talentoso, uno de los mejores estudiantes de la academia en ciudad Ross, Antártida. Su curiosidad lo ha convertido en un notable invetor; sin embargo, el pasado heroico de su hermano Daniel, quien fue un líder en la revolución y salvó a la República, lo opaca constantemente. Daniel quiere dejar esa historia atrás y mantener a salvo a su hermano Eden, incluso si eso significa abandonar a June, su gran amor. Ambos hermanos intentan descubrirse a sí mismos después de haber estado en la República. Pero hay peligros acechándolos debido a la distancia que cada vez los separa un poco más. Una nueva guerra está por destruir la Antártida ¿Será Eden arrastrado al lado más oscuro de Ross? Vuelve Marie Lu, la autora número uno del New York Times. Ya conocemos su fascinación por crear universos fantásticos y trasladar a sus lectores a esos ambientes distópicos llenos de lucha y acción. Después de mucho tiempo, retoma su saga Legend. En esta ocasión, con la cuarta entrega titulada Rebel. Una historia más íntima y narrada por Eden, el hermano de Day, el niño de las calles. Marie Lu atrae a sus lectores para enterarlos de qué ha sucedido entre Day y June; claro, agregando una buena dosis de suspenso y rebeldía. Ahora, los seguidores de la saga Legend sólo aguardan la película, aunque todo indica que primero se producirá una serie televisiva basada en la trama de estas cuatro novelas juveniles de corte distópico.
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