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La interacción entre el Poder Judicial del Estado de México con la Procuraduría Estatal de Protección de Niñas, Mtra. Cristel Yunuen Pozas Serrano, Consejera de la

Judicatura del Poder Judicial del Estado de México.

Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de México, Maestra en Derecho de Amparo y candidata a Doctora en Derecho Procesal Constitucional por el Colegio de Estudios Jurídicos de México.

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Ha cursado diversos diplomados, seminarios y cursos en temas de derechos humanos, género, trata de personas, derechos de niñas, niños y adolescentes, psicología forense infantil, niñez migrante, discriminación y justicia electoral; impartidos entre otros por la Universidad de Salamanca, la Oficina Internacional para el Desarrollo de Sistemas de Protección de Justicia de los Estados Unidos, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización Internacional para las Migraciones, Save the Children, la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, diversas Secretarías del Gobierno de México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, la Universidad Abierta y a Distancia.

Ha desempeñado cargos en el sector público federal, estatal y municipal destacando haber sido Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema Estatal DIF, Coordinadora de Asesores de la Subprocuradora de Delitos

Vinculados a la Violencia de Género de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Directora Jurídica Consultiva y de Legislación del Instituto Nacional del Emprendedor, Catedrática de las materias de Teoría General del Proceso, Derecho Civil, Derecho Procesal Civil, Derecho Internacional Público y Protección de la Justicia para grupos Vulnerables. Desde el 16 de mayo de 2023 es Consejera de la Judicatura del Estado de México.

La Mtra. Cristel Yunuen Pozas Serrano, consejera de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de México, expuso con nosotros el tema que indica el título.

Sabemos que los derechos de las infancias y las adolescencias constituyen una gran responsabilidad para la sociedad, puesto que las leyes deben poder garantizar que se cumpla con el interés superior de estas. Y dado que estos sectores poblacionales no cuentan todavía con las herramientas necesarias (psicológicas, emocionales, económicas, etc.) para valerse por sí mismos, tanto más resulta indispensable que procuremos su bienestar.

En nuestro nicho, se vuelve importante hablar de la interacción que mantienen ciertas organizaciones y cuerpos legislativos entre sí con vistas de cuidar este punto.

Sin duda, hemos de reconocer que, actualmente, existe una serie de valores que guían el proceder de varios agentes sociales de relevancia. Entre estos, podríamos contar a las empresas, los aparatos del Estado y demás. Una de estas máximas que siguen consiste en que cualquier persona debe tener sus derechos humanos garantizados por nacimiento, y esto incluye, por supuesto, a los menores de edad. Si bien no llegan a portar el estatus de ciudadano, cuentan con ciertos derechos y obligaciones que los vuelven sujetos de derecho, y así debemos considerarlos.

De este modo, resultará esclarecedor considerar la relación existente entre el Poder Judicial del Edo. Mex y la Procuraduría Estatal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Estos esfuerzos conjuntos aparecen convenientes para asegurar un futuro donde los adultos de mañana, hoy hayan tenido infancias con un acceso a la justicia completamente expedito.

Para ella, esto nos habla de una “suma de voluntades” que prestan interés en el tema, lo cual aparece como una muy buena señal. Menciona que la Procuraduría ostenta frente a sí todavía grandes retos a los que ha de enfrentarse, pero que sin duda existe una dirección que intentarán llevar a buen puerto.

Los mexiquenses menores de edad merecen una atención que poco se ha brindado en el pasado. “Hay que darles los alcances, a la niñez y a la adolescencia, para que puedan intervenir en un proceso de justicia que ha sido creado por y para los adultos”.

Nuevamente expone la idea de que estos grupos poblacionales, históricamente, han sido silenciados o ignorados. Este hecho convierte a dichos grupos en lo que podríamos considerar una minoría; el problema de estas consiste, cabe decirlo, siempre en un acceso a la justicia restringido o, en el peor de los casos, incluso vedado.

La relación de las dos instancias de las que hablamos aquí “tiene tiempo y seguirá creciendo, pero por fin podemos ver cómo se va concretando”.

La maestra hace énfasis en el hecho de que, hoy en día, cuando un juez advierte ciertas relaciones sospechosas entre padres e hijos, lo primero que hará va a ser contactar con la Procuraduría Estatal, de modo que esta pueda pronunciarse en cuanto a diagnóstico especializado de la situación y también en propuestas de acción para la familia.

Ya podemos ir observando, señala, una tendencia global de volcar la atención hacia la niñez y la adolescencia: como ejemplo, están las inminentes carreras universitarias que se dediquen exclusivamente a este tópico, a fin de preparar especialistas que tengan que hacer frente a los “grandes retos que nos esperan”.

Sin duda, en el futuro resultará indispensable la opinión de un perito para estos temas.

Sin embargo, algo que sí nos advierte la maestra es que, ante tal panorama, el Poder Judicial tendrá que hacerse de los “medios necesarios”. Por supuesto, no basta con atender las cuestiones del lado legislativo, sino además hay que hacerlo a partir de una visión más amplia y general de la cuestión, a partir de un enfoque donde podamos “traducir” las intenciones de la niñez.

Abordando luego el estado de la cuestión, la maestra señala que, a pesar de que en el país contamos con un marco jurídico “muy sólido”, evidentemente a la hora de la práxis seguimos cometiendo quizá muchos atropellos al interés superior. “Hace falta ver a la infancia desde la infancia misma”: para la maestra, mantenemos aún la idea de que los niños son objetos o propiedades de los padres.

Para concluir, nos parece correcto retomar algunas de las palabras de la maestra en las que sintetiza la verdadera importancia de voltear a ver la cuestión.

“Vienen generaciones con adultos más conscientes de lo que significa la niñez; si atendemos las primeras etapas de la vida, hay evidencia científica que sugiere que podemos evitar muchos problemas en el futuro”, fueron sus palabras.

Más adelante, recordándonos que siempre hay que arrancar los problemas de raíz, mencionó que: “Todo lo que hacemos en la infancia tiene repercusiones en la vida adulta”.

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