MUJERES REBELDES

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Editorial

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“Luisa Toledo”

Queda rigurosamente permitida la reproducción total o parcial de esta publicación y puede transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro. El resultado de nuestra obra de creación colectiva no corresponde a un producto, por lo que ésta ha sido elaborada precisamente para ser democratizada y socializada.

“De la traición del género”, por Viviana Ramírez.

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“La historia de su indignación”, por Flavia Totoro.

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“En mi libertad elijo ser su esclava”, por Viktoria Berríos.

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“Despertad Amazonas”, por Verónica B

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“Piel que sobra”, por Belén Gnieto.

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EDITORA: Nathaly Jones. DISEÑO: Polilla Delacalle. EN ESTA EDICIÓN: Luisa Toledo, María Viktoria Berrios, Flavia Totoro, Viviana Ramírez, Ana Galvañ, Belén Gnieto, Verónica B y Rut Suso.

“El no camino”, por Rut Suso.

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AGRADECIMIENTOS A: Mi Fotografia es Protesta, Valentina Fanola, Guillermo Petersen, Danilo Ahumada, Rut Suso y al Seba.

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ficha

técnica Gracias a todos los cómplices que han escrito en las seis ediciones anteriores y a quienes facilitaron la impresión de esta revista.

ESTA REVISTA ES TOTALMENTE AUTOGESTIONADA, INDEPENDIENTE, AUTÓNOMA Y NO REPRESENTA INTERESES EMPRESARIALES, RELIGIOSOS NI PARTIDISTAS.


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editorial

MUJERES CON LA DIGNIDAD REBELDE Por la MALA He conocido a muchas mujeres. Quizás tantas como las que puede conocer un hombre con buena pinta. Simpáticas, pesadas, atractivas, desagradables, inteligentes, ignorantes, guapas, feas, sexys, gordas, flacas, y un infinito etcétera. He tenido muy cerca a traidoras y envidiosas… y a otras encantadoras que me han coqueteado con sus chasquillas juguetonas. Pero las mujeres somos un universo muy amplio y policlasista, por lo que al hablar de feminismo es muy complejo apelar sólo a la solidaridad de género y luchar únicamente por temas de mujeres ignorando el origen y posición de cada una en la sociedad. Así también, es contraproducente que las mujeres levantemos una bandera de lucha sólo para igualarnos a los hombres, buscando conseguir lo mismo que nuestros padres, compañeros o hermanos, siendo que ellos también son objeto de precarización y explotación. Por eso, cuando conozco a una mujer, no hay nada que me parezca más importante, ni más seductor, que saber qué tan generosa, entusiasta, leal y revolucionaria es lo que hay debajo de aquella chasquilla. No por nada, las mujeres han sido muy

importantes en la lucha social dentro de la historia popular. Y es que las mujeres podemos aportar con las mismas capacidades que los hombres, pero además poseemos una fuerza inmensa para sostener nuestras luchas, calmar los sufrimientos de nuestro pueblo, conmovernos y solidarizar infinitamente. Quizás sea el milagro de engendrar vida en nuestros vientres lo que nos hace aportar en la lucha social con una gran firmeza, pero también con una gran ternura. Cómo desconocer la mirada cómplice de una madre que se emociona con un hijo, que todo lo comprende, que todo lo perdona. Una mujer que dedica su vida para inmortalizar los ideales por los que sus tres hijos fueron asesinados; una mujer de más de 90 años que marcha cada jueves para exigir verdad y justicia por su hijo detenido desaparecido; una mujer cocinando con cariño y generosidad en una olla común para alimentar el espíritu de los que se reúnen en torno a alguna reivindicación; una mujer que levanta una barricada para vociferar con violencia la verdad que permanece oculta; mujeres de distintas partes del mundo que se agrupan en una revista para comunicar un mensaje de solidaridad, fortaleza, rebeldía y amor…

M U J E R E S D E L M U N D O, ¡¡¡U N Í O S!!!

En homenaje a Luisa Toledo, cuyo relato me ha conmovido profundamente. Dedicado a Pedro, quien ha estado injustamente encarcelado por ser uno de los nuestros.

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LUISATOLEDO El 29 de marzo de 1985, un grupo de carabineros asesinó en Villa Francia a los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo. Este hecho originó la protesta popular que se conoce como “El día del joven combatiente”, el cual se conmemora cada 29 de marzo en distintos puntos del país. El 05 de noviembre de 1988 fue asesinado Pablo Vergara Toledo, el mayor de los hermanos, también en manos de aparatos represivos del Estado. La mujer fuerte y valiente que nació cuando la dictadura le arrebató a 3 de sus 4 hijos, nos cuenta su historia y cómo salió adelante.

LUISA TOLEDO, LA MADRE Desde mi perspectiva como madre, para mí es muy importante haber tenido la oportunidad de criar hijos libres, que hicieran su propio destino, que tomaran decisiones, que no dependieran de otros, que se defendieran cuando fueran atacados. Lamentablemente, gran parte de las mujeres crían hijos con la mirada paternalista, débiles, enclenques, donde es mucho más fácil que se metan en la pasta base que en una protesta, y para estas madres eso es menos vergonzoso, menos conflictivo que se vayan a la droga que a lo político. Mi despertar político fue a la par del de mis hijos. Mi despertar como clase trabajadora lo viví con mi compañero Manuel. Yo era hija de campesinos obreros, mis padres cuidaban fundos, por lo que mi vida había sido muy libre pero sin entorno social más que en medio de las vacas. Yo quería arrancarme de esa pobreza, porque éramos muy pobres. Y lo logré junto a Manuel. Luego, con mis hijos le perdí el temor a la pobreza, cuando ellos empezaron a trabajar con gente muy pobre aquí en el sector, gente que había caído en la prostitución y drogadicción.Con ellos aprendí a conocer el valor de la gente, ahí yo desperté mucho.

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EL ASESINATO, EL DUELO Y LA TIERRA Mi vida ha sido correr, correr y correr y todavía no sé de qué. No sé qué es lo que se espera de mí después del asesinato de mis tres hijos. Esto ha sido muy doloroso. Y el dolor todavía persiste. En el tiempo de la dictadura desperté como mujer, vi que yo tenía valores que entregar, que había trabajo que hacer. Desde que empezó la dictadura yo empecé a sufrir por los que caían presos y detenidos desaparecidos. Todas esas cosas me hicieron crecer, pero debo confesar que fue después de la muerte de mis niños que yo empecé a tener un rol más activo. Cuando mataron a mis hijos, yo me morí con ellos. Comencé a levantarme de lo terrible y la tierra me ayudó mucho. En dictadura, estaba todo el día involucrada en muchas cosas, en trámites, denuncias, pasaban tantas cosas y no había tiempo de nada. Y la tierra me ayudó mucho, el contacto con ella, ver crecer las plantas, las verduritas. En primavera me venía un llanto fenomenal, pero ver lo que ocurría en la tierra en ese período me cambió. Yo venía de una comunidad cristiana que era maravillosa, pero con el asesinato de mis niños yo lo perdí todo, y la tierra me empezó a devolver mi fe, no en dios, sino en una divinidad más grande, en una fuerza, en una energía.


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LA FUERZA DE LAS MUJERES Sin duda, quienes más me han ayudado en este camino han sido las mujeres. En mi peor momento, ellas me venían a dar comida aquí a la casa, me levantaban, me sacaban a pasear. La mujer tiene una fuerza que no es bruta como la del hombre, sino con una sensibilidad tremenda que es parte de nosotras. Un día me invitaron a hacer Tai Chi, me sirvió mucho y estuve asistiendo un buen tiempo. Luego traje esta práctica a mi población, y formamos un grupo con el que ejercitamos hasta el día de hoy. Estas cosas sólo pueden hacerlas las mujeres. Hemos formado un espacio que la sociedad no nos ha entregado para hacer catarsis, para preguntarnos qué fue lo que nos pasó a cada una de nosotras. Para confesar nuestros miedos y llorar juntas. Hace algunos años que preparo flores de Bach, también con el objetivo de ayudar a los demás con esta medicina. Con el asesinato de mis 3 hijos a mi me destruyeron. Pero después de esto nació una mujer distinta. Con mucha fuerza y valentía. Yo no me conocía así. Y no es

sólo por mis hijos, sino por todos los muertos, desde la dictadura y en democracia donde ya llevamos más de 70 muertos en manos de los aparatos represivos, o sea seguimos matando gente, a jóvenes maravillosos. Cuando asesinaron a Pablo en el 88, fue devastador. De los 6 que éramos en nuestra familia, él era el más maduro. Él era el mayor de mis hijos, mi regalón. Yo estuve casi muerta. Fue terrible. Pero ahí surge el poder de la mujer. A mí me ha costado años mi aprendizaje, pero yo sé muy bien cuál es mi rol. Yo tengo un papel que jugar, una denuncia que hacer. Yo estoy orgullosa de mis hijos. Yo no ando incitando a los jóvenes a que salgan a ser desmanes, al contrario, yo los llamo a no hacer las cosas a tontas y a locas, a que tienen que cuidarse, tienen que hacer las cosas bien hechas. Mis hijos me han ayudado mucho. Yo siento que siempre ando acompañada por ellos.

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En MI libertad, elijo ser su esclava Por Viktoria Berríos

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an pasado 25 días desde que mi hijo salió a este mundo, mi primer hijo por cierto. Las vivencias, reflexiones y sensaciones han sido muchísimas, en su mayoría posibles de nombrar, pero también algunas que de ser publicadas me convertirían automáticamente en una madre deplorable, en una pésima mujer… a pesar de tener la certeza de no ser la única que haya tenido tales pensamientos… En suma, me referiré a algunas vivencias que han provocado en mí alguna que otra reflexión digna de ser transmitida. Esto, desde la mirada de una mujer con pensamiento libertario, en permanente lucha, y esperanzada en una sociedad anarquista (¿muy tardío mi sentimiento?). Una mujer que, dentro de sus posibilidades morales, sí tenía la alternativa de abortar, pues mi embarazo no fue planificado. Pero mi alma estaba muy consciente de que sucedería, y opté por cobijar en mí a esa energía que se venía. Mi mundo más próximo de amistades y núcleos fraternos de convivencia, son en general hombres y mujeres con pensamientos muy cercanos al mío. Lo más distante son personas con pensamientos de izquierda. Y lo menciono porque para mí es fundamental la construcción personal del imaginario político de las personas, ya que creo profundamente que desde ahí alguien puede claramente ser caracterizado. Al enterarse muchas de mis amistades acerca de mi embarazo, grande fue mi sorpresa al escuchar la gran pregunta que se venía… luego de las felicitaciones, la pregunta era “¿qué harás al respecto?”, se aparecía aquél atisbo conservador tan arraigado en nuestra cultura, que permea hasta los sentimientos e ideologías más profundas; “Y, ¿quién es el papá?”, así entonces cada vez se fue haciendo más divertido e interesante contar de mi estado a determinadxs amigxs y testear que nuestra lucha a pesar de ser

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verdadera, no puede ser superada por nuestra cultura marianista patriarcal. Así también con panza y ahora sin panza pero con wawa a cuestas, muchxs me llaman “señora”, es automático el cambio, ya no puedo ser “señorita” con wawa. Muchxs también, me han sorprendido con las consejillos de buena familia acerca de los cambios que se deberían venir en mi vida, como por ejemplo, dejar mi vegetarianismo, dejar de bailar en mi colectivo de danza andina combativa, borrar mis tatuajes y afiliarme a una Isapre. Así han venido a mí reflexiones acerca de mi cultura, de mi mundo, bueno y de mi nuevo mundo: mi hijo. Soy hoy, literalmente, su esclava. El sistema me ofrece “dejar de serlo”, me ofrece sala cuna, relleno y chupete… leche de vacas para un ser humano rebelde en potencia. Y yo en mi libertad, elijo esclavizarme por él, ofrendarle mi teta a fin de que de mi mano vaya descubriendo nuestro mundo. En mi libertad elijo llevarlo colgando, prendido del cordón de leche y profundos sentimientos que nos unen. Le cuento, lo miro, le enseño el patito feo que es este mundo, y lo preparo en su cometido guerrillero. No crio, como muchxs de lxs míos propugnan, a instrumentos del kapitalismo, ni un número para sus ejércitos, ni más mano de obra. Esa es mi libertad, completa y eterna, yo elegí criar un ser rebelde, yo procree un alma en resistencia, lo hice con conciencia. Esa es nuestra subversión.

Por María Viktoria Berrios (Santiago-Chile). Ella es bailarina andina combatiente del colectivo Quillahuaira. Estudió Antropología y actualmente lo dejó todo por volcarse a la labor de crianza de León.


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¡DESPERTAD, AMAZONAS!

NOS QUIEREN DORMIDAS “Sea cual sea el material del cual están hechas nuestras almas, la tuya y la mía son la misma” Emily Jane Brontë

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¡DESPERTAD, AMAZONAS!

s niña, comunicó la matrona a los progenitores de la criatura con solemnidad. Y la sentencia, durísima, la condenó a cadena perpetua.

Así, de un golpe, nada más nacer, la cubrieron de prejuicios. La vistieron de rosa, le pintaron las uñas, le enseñaron a ser madre, enfermera, receptora, remanso de paz, quietud, silencio, obediencia. No a ser compañera, no. No par. No aliada. Al fin y al cabo, la Historia Sagrada nos cuenta que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, no a la mujer. La mujer salió de una de sus costillas. Así que, en cierto modo, le pertenece. Aunque no se haya escrito hasta la fecha un solo libro de anatomía que corrobore la propiedad. Desde la primera niña hasta la última, hemos sido juzgadas como entretenimiento, refugio o consuelo del hombre. Puestos uno frente al otro, nunca uno al lado del otro. No se señalan los puntos comunes, siempre las diferencias, lo que nos separa.

“AMAZONA HERIDA” DE FRANZ VON STUCK.

Y el motivo es bastante simple. La unión hace la fuerza: divide y vencerás. Hombres, mujeres, blancos, negros, amarillos, comunistas, conservadores, gordos, guapos. ¿Dónde estás tú? Las políticas de igualdad en la diversidad encierran ladinamente una trampa conceptual, y es que parten de la premisa de que somos «diferentes». ¿Acaso no somos todas personas? Iguales. Ante la ley y ante los ojos de los demás. Sin importar el envoltorio.

cializados» con películas de acción y deportes las 24 horas del día para hombres, y series lacrimógenas y programas de decoración para mujeres. Y así hasta el infinito, de tal forma que una mujer joven blanca siente que no tiene nada que ver con una mujer joven negra, aunque tengan la misma edad y hayan sido educadas en los mismos centros, y quizá algún día descubran con sorpresa que les apasiona el mismo grupo de rock.

Han explotado el miedo a lo diferente y a ser diferente hasta límites insospechados. Nos han dividido y clasificado como a especies de un jardín botánico, de tal forma que si eres mujer tienes que ser así o asá. Y si eres hombre no puedes hacer tal o cual cosa. Ya hay incluso canales de televisión «espe-

Ya en la era clásica, los poetas griegos inculcaban en el imaginario de los ciudadanos la diferencia existente entre hombres y mujeres, no sólo desde el punto de vista de su naturaleza física, sino también en el rol social que tienen asignado. Las mujeres deben permanecer en la casa paterna en

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NOS QUIEREN DORMIDAS

espera de encontrar esposo, instalándose una vez casadas en la casa del marido, donde aguardarán pacientemente su regreso de las frecuentes batallas. Esperar, siempre esperar. El hogar es el lugar natural de las mujeres, que se convierten así en guardianas de los valores y vínculos familiares. La audacia, sin embargo, parece una cualidad reservada al hombre.

IMAGEN DE LA PELÍCULA “THE PILLOW BOOK” DE PETER GREENAWAY.

Las heroínas trágicas alcanzan la gloria a través de la «hombría», pues no existe una palabra para la gloria femenina. Se masculinizan y en su lucha se esfuerzan por traspasar la barrera que separa ambos sexos, porque la única muerte gloriosa posible es la viril. En las tragedias griegas la valentía de las mujeres casi siempre las conduce a la muerte. Y curiosamente es a la hora de matarlas donde los autores las reintegran, repetidamente, en su feminidad, como queriendo devolverlas al hogar del que nunca debieron salir. Aspirar al poder y cuestionar la supremacía masculina nos convierte en seres andróginos, híbridos monstruosos que «feminizan» a los hombres. Puestos uno frente al otro. Nunca compañera, nunca aliada. Como si nuestra sangre derramada a su lado fuese de otro color. DESPERTAD AMAZONAS. NOS QUIEREN DORMIDAS.

Por Verónica b, (Valencia, España) Licenciada en Derecho, escritora de cuentos y microrrelatos, con los que da rienda suelta a su visión más dadaísta. También trabaja en proyectos de videoarte como poetisa y creadora, experimentando con nuevos lenguajes y códigos de expresión. BIBLIOGRAFÍA: “La misoginia en Grecia”, Mercedes Madrid Navarro. Ediciones Cátedra, S.A., 1999. ISBN: 84-376-1695-6

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FLAVIA TOTORO:

La historia de su indignación La talentosa artista chilena relata su detención en Madrid. Esto, tras haber participado de una protesta social en contra de los gastos del gobierno español, realizados por la visita del Papa. “Nací en ciudad de México el 17 de octubre del año 1964, mi madre es chilena y mi padre italiano. Los estudios básicos los realicé entre México y Chile,situación que amplió mi percepción del mundo, dos culturas que me enriquecieron personal y culturalmente.

Estos años no han sido fáciles porque coinciden con la entrada de la crisis económica y todos los problemas sociales y temores que esta situación ha provocado, pero también es cierto que no he dejado de pintar desde que llegué. Nunca he dejado de lado mis convicciones políticas y sociales.

Estudié Licenciatura en Arte en Santiago de Chile, eran los últimos años de la dictadura de Pinochet, alternaba mi participación en las múltiples actividades políticas y los estudios.

Participé el día 17 de agosto de 2011 en una marcha autorizada por el gobierno en contra de los fondos que el Estado estaba gastando con la visita del Papa a Madrid. Durante esta manifestación, fui detenida junto a una compañera por la policía, yo llevaba una pintura que había preparado especialmente para esa ocasión, una cara indignada, un grito silencioso: Nos llevaron a un centro especial de detención que se encarga principalmente de grupos terroristas, Moratalaz. Ahí nos tuvieron en calabozos dos días y dos noche. Sólo una vez nos dieron algo parecido a comida,

Becada por el gobierno italiano, me fui a estudiar dibujo a Florencia, Italia. Luego volví a Chile, pero en el año 2002, trasladé mi residencia y mi taller a Madrid. Mi intención principal era hacer una apuesta por mi trabajo, por mi obra, intentar abrirme camino y crecer en mi formación.

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no podíamos lavarnos y sólo con su consentimiento podíamos beber agua. Salimos con cargos judiciales importantes y con una situación legal absurda y costosísima. Fue una detención absolutamente desproporcionada e injustificada, y nunca más vi de nuevo mi pintura. Más allá del tiempo real que lleva ejecutar una pintura, en cada uno de sus trazos, pinceladas,


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“Fue una detención absolutamente desproporcionada e injustificada, y nunca más vi de nuevo mi pintura.” tonos y temática está reflejada la historia de mi vida, vivencias que me inspiran y me mueven a realizar mi obra. Una pintura es una suerte de ventana, la ventana es un vano o hueco elevado sobre el suelo que se abre en una pared con la finalidad de proporcionar luz, ventilación, comunicación visual del interior con el exterior. Las pinturas dispuestas en un muro son ventanas que abren visualmente el espacio interior hacia nuevas posibilidades. Trabajar en torno al rostro es mu-

cho más que la identificación y reconocimiento de un individuo. El posible gesto del rostro, ese breve y espontáneo rictus muchas veces involuntario no es únicamente la expresión frente a un estímulo concreto, también es la memoria histórica de un reflejo humano. Los rostros descontextualizados y dramatizados en primeros planos enfatizan el gesto y se convierten ya no sólo en un retrato, sino que también en un paisaje anónimo donde se reflejan las posibilidades psicológicas de nuestros tiempos.”

La imagen utilizada en la portada de esta edición es parte de su obra.

Por Flavia Totoro (Madrid, España).

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DE LA TRAICIÓN DEL GÉNERO EN LA LUCHA HISTÓRICA POR LA LIBERTAD DE NOSOTRAS, LAS MUJERES Un primer acercamiento a la revisión del acomodo burocrático en los estudios de género.

“Para nosotras la mapuches, el tema de las mujeres, conmemorar o pensar en el 8 de marzo, no es aparte sólo de las mujeres, para nosotras es una sola lucha donde estamos las mujeres y los hombres, los niños y las niñas en nuestras comunidades… porque estamos luchando por nuestras vidas, por nuestrxs hijxs día a día, por la tierra, por la naturaleza para que tengamos una mejor vida… y eso es lo que no entienden los que se hacen dueño de todo… estamos luchando por nuestras vidas…..” (Angélica, Co-

munidad de Rucañanco, en conversación el 8 de Marzo de 2012, Ciudad de Concepción).

Sin duda, las categorías de análisis sirven a un pequeño segmento de la población, a las académicas sobre todo, que desde la década del 70’ han realizado un serie de estudios relevantes respecto al tema de género donde se exponen las diferen cias de roles en mujeres y hombres que participan de aspectos sociales sobre todo en lo que dice relación al mercado laboral y el ingreso masivo de las mujeres a éste. En tanto, se develan una serie de problemas asociados a la, por ejemplo, doble jornada laboral, ser productoras y reproductoras, ya que son las mujeres las principales responsables en la crianza de los/as hijos/as, el stress, y el nuevo consumo en el que se 12ven envueltas, desde la exigida

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especialización y presentación en formato único, es decir, mujeres siempre listas, bien dispuestas, lindas y amables, arregladas, gastando en cremas para la belleza, en gimnasios y ropas que le den un estilo a la siempre pertinente puesta en escena de ser “profesional” o “productora competitiva”. No obstante, hay problemas sustanciales. El género y los estudios de género han significado una especie de traición al movimiento feminista y -por ende- a la lucha de las mujeres, quienes con su movimiento autónomo en varias épocas se han presentado con acciones directas denunciando crítica e irruptoramente a los gobiernos, a los estados imperantes, a una economía depredadora de una simbólica patriarcal y

cristiana hipócrita que nos mantenía y mantiene como sujetas de segunda clase. El feminismo más radical (porque hay varias vertientes), apuesta por la construcción de una nueva civilidad, con todo lo que esto implica. Cuando surgen los estudios de género, se da la espalda al movimiento feminista y a los movimientos sociales reivindicatorios de sus derechos. Son las mujeres “especialistas/profesionales” las que hablaron y hablan de las “otras” en sus categorías (dícese de las pobres, las indias, las jóvenes, las lesbianas, las “raras”). Ellas, “las especialistas” no están involucradas en el quehacer ni inmediato ni a más largo plazo de nuestras propuestas como feministas, ni como


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Por Viviana Ramírez (Concepción, Chile) Antropóloga. Académica de la Universidad de Concepción. Activista del Movimiento “Lesbianas y feministas por el Derecho a Decidir” y de “Kolectiva Kalluzas”. Madre de Martina que hoy tiene 9 años y a quien dedico esta historia y todas nuestras historias para que construyamos una nueva civilidad.

mujeres organizadas, ni les incumben -salvo como objeto de estudio- los problemas que azotan con violencia a las mujeres más pobres, que vivencian cotidianamente las injusticias del mercado capitalista neoliberal. Los estudios de género, con sus adeptas, se acomodaron a las demandas de un mercado que quería entender los procesos de nosotras “las otras”, entenderlas no por solidaridad sino, tal cual un post-colonialismo, por recabar aspectos de estos movimientos, para que luego esta información, que entrega antecedentes de dinámicas sociales, sirva a los Estados y sus gobiernos “democráticos” para enmudecer, entregando migajas a las muchas demandas que podamos tener, las que levantamos sin permiso porque comprendemos desde siempre

que son nuestros derechos. En este contexto, entiendo también como las “profesionales del género” han folklorizado el saber y el conocimiento de las “otras”, por ejemplo de las mujeres mapuche, las campesinas, las chilotas, desde su cocina, su alimentación, su vestimenta, anecdotizando acontecimientos, memorias y saberes, posicionándolos en un estado de inamovibles, como en el museo, como el patrimonio, invisibilizando así otros aspectos de estos saberes que apuntan a demandas, derechos, violencias, profundas desigualdades, la hegemonía de un poder tácito y opresor, como son el Estado y sus políticas de imposición. Por otro lado, el género significó y significa una construcción simbólica de pensamientos desde la heteronormatividad; nos ob-

liga a pensar que el mundo está construido desde roles específicos, al ser hombre o mujer. A este “enfoque de género” se le han sumado estudios de masculinidades; y es que ambas cosas son un sesgo a la hora de entender las dinámicas sociales, que insisto no son estáticas. Estos estudios no hacen más que confundirnos, ya que se presentan con la frescura neoliberal, haciéndonos pensar y creer en la diversidad, pero como en los derechos, esta diversidad en real y concreto tiene que estar bien lejos de estas especialistas, que viven su vida burguesa y heteronormada, sentadas en cómodos sillones de cuero, leyendo textos en inglés y sobre-especializándose para seguir siendo las “Regalonas del Patriarcado”.

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“...El movimiento de la mujer, sólo ha dado el primer paso. Esperemos que junte coraje para dar el próximo…La mujer debe aprender esa lección, y ser conciente de que su libertad llegará tan lejos como llegue su capacidad para lograrla...”

Emma Goldman

Por Ana Galvañ (Murcia, España)

Estudió Bellas Artes en Valencia y terminó el último curso en Southampton. Actualmente realiza encargos de ilustración para importantes agencias de publicidad. Vive a caballo entre Murcia y Madrid y dedica su tiempo libre, entre otras cosas, al cómic,su gran pasión.

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