“Woodstock 94”
Woodstock: 52 años después (Parte 2) Aland Bisso Andrade Médico Internista
H
ola, soy Mike ¿Me recuerdan? Mis padres, integrantes de una comunidad hippie, me llevaron a Woodstock y ahí cumplí 11 años, el 17 de agosto de 1969. Estar de cumpleaños en un festival con leyendas vivas del rock fue el mejor regalo en vida que alguien de mi generación pudo recibir. Nadie podía imaginar en ese momento la trascendencia que tendría Woodstock 69. Su historia ha
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sido contada a través de registros fílmicos, entrevistas y miles de anécdotas. Algunos invitados desistieron de ir porque consideraron que se trataba de “un festival más de verano”. Después lo lamentaron. Led Zepellin prefirió dar un concierto en New Jersey; Bob Dylan, pese a que vivía en el mismo pueblo Woodstock, tenía un conflicto con los hippies y se fue a otro festival; John Lennon puso como condición la presentación de la Yoko Ono´s Plastic Band y fue rechazado; Tommy James y The Shondells declinaron la invitación porque les dijeron que el festival se realizaría en “una granja que criaba cerdos”.
AÑO 2 Nº 9 NOVIEMBRE 2021
Los conservadores, los políticos, la policía y hasta la iglesia, dijeron que Woodstock había sido una apología al desenfreno; que el rock solo deparaba violencia, sexo y drogas. En Woodstock nadie murió por violencia y solo un chico falleció por sobredosis. Un adicto que igual hubiese muerto en un callejón de Brooklyn o sobre su cama. Es probable que el negocio de las drogas haya favorecido más al departamento de justicia, puesto que los arrestados por posesión de LSD debían pagar una fianza de veinte mil dólares para quedar en libertad. Yo solo vi gente feliz. Gente que cantaba, bailaba y que reclama-