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Farewell a los adioses, por C\u00E9sar Jord\u00E1n - Poemas

FAREWELL A LOS ADIOSES

César Jordán

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ES DECIR, TE EXTRAÑO, ahora un poco menos; menos horas en el día, menos días en el mesy pienso: ella no volverá; pero es que, en ocasiones como ésta,

en que busco tu mano y sólo va la calle,

suelo recordarte enteraen la medida exactaentre tus besos y mi piel,o la medida exacta(dos mil doscientos besos)entre tus ojos y tus pies.Es en estas ocasionescuando suelo fumar más,y pienso,que tal vez,algún día volveremos a nadar,en tus ojos infinitos, como el mar.

DECIMAL UNO Pasan los días y te extraño,

miro la cama vacía, el buró descargado,

mi boca sin el beso de la mañana,

mi frente sin tu mano como bendición.

Te necesito.Te extraño.Te necesito.Te extraño.Te necesito.Te necesito.Te necesito.

Regresa pronto, que tu sillón, tu taza y yo, te estamos esperando.

MI NENA TOCA UN BLUES PARA EL OLVIDO Se fue un martes o jueves por la noche, se llevó cuatro cervezas, dos pares de calzones y tres puntos decimales de mi corazón; me dejó en la cama con el cuerpo destrozado y el alma a punto de morir. Volví al viejo vicio de las caricias rotas y los amores apagados; a los besos de las putas y al café sin leche, ni sabor; dejé de jugar al sueño de las nueve y al hombre de familia responsable que toma cerveza sin alcohol. Mi nena se marchó muy lejos y se llevó con ella su canción, aquí sólo quedó su aroma, el eco de su risa, dos fotografías y una casa sucia que un día estuvo llena de su amor. Mi nena toca un blues para el olvido, y en esa fiesta, ya no puedo bailar yo.

AFTER HAZE

Un blues para buscar amor barato, de medias de cien pesos y tacones de dos mil, de labios rojos que huelen a solvente, de piernas gruesas de anaconda y un condón sin marca, ni refill. Un blues para matar –téamor de noche, con dos grapas de buena coca y un par de jarras del Dalí, con media onza de una mala mota y un hotel que no sea caro y que quede por ahí. Un blues que suene antes que me olvides, mientras te beso en otra boca, te penetro en otro vientre y me vacío sobre tu cuerpo en otra piel y de otra piel. Un blues para saber que somos una vez más dos desconocidos, que no deben volverse a ver, que se encontraron tarde una noche de descuido y que no saben hacer llover. Un blues para buscar amor barato, de ese que sonríe con una copa, que busca cama y no mañana, que quiere hombre y no café. Un blues para buscar amor de rato, de ese que no pasa de una noche, que te deja con el cuerpo destrozado y unas pinches ganas

de no volverla a ver.

Un blues para quitarme el frío, despacio,

para aparearme en mi balcóncomo los gatosy sacarme de una vez,y para siempre,todo lo que nunca tuve;todo lo que nunca fue.

EN SU SONRISA CABEN CIUDADES FRENTE AL MAR Y LUNAS LLENAS,

luciérnagas y mariposas que destellan y desaparecen,

noches en la playa bajo el aire cálido y sediento,

noches frente al mar de oleaje oscuro,

noches en la arena escuchando el rumor del agua,

noches tirado bajo el cielo inmenso de luces encendidas.

En sus ojos hay caminos y veredas apenas transitados,

senderos escondidos llenos de cerezos y heliotropos,

pájaros escandalosos que vuelan y dan vida a la tierra,

monos y águilas gacelas

y otros cientos de animales que juegan al amor.

Entre toda ella hay árboles espesos y flores que dan frutas;

ramas sueltas y delgadas como si fueran de su cuerpo;

un aroma a niebla fresca de montaña despertada y un ligero musgo que nace en el centro de su ser. Entre toda ella hay una sonrisa repetida y repetida, un café como pretexto para descifrar su piel, un delgado cuerpo y unas piernas bien formadas y un par de ojos pequeños y absolutos, que llenan de color el aire, y en los que no me importaría perderme por un año, o por cien.

VIENEN LOS DÍAS DEL FRÍO Y TE PIENSO Y TE EXTRAÑO, aún no te conozco, y, sin embargo, sé que en algún cierto lado, me estás esperando; por eso camino Colón, sin tu mano en mi mano y al llegar a Villada ya vamos charlando, del amor y la muerte y la vida, de los perros, la tele y los gatos; luego, llego a Morelos y antes que cambie el semáforo te pierdo de nuevo, entre el smog y los carros; por eso te busco en un cuerpo, en un cuello, en un beso con aroma a cigarro; por eso te busco en las formas apretadas y temblorosas del cielo nublado; por eso te ando en el centro, buscando y buscando, por eso te pierdo y de nuevo regreso a la casa, en un camión viejo con el rostro apagado; entonces pongo el té y te pienso y te extraño, y mientras espero a que llegues con tu amor y tus pasos, hago formas del aire, hago barcos del hielo, y entre el frío sin tus besos, me voy navegando.

GARGANTA DE PIEDRA

Venimos a cortarnos las manos, en la garganta de piedra

que es la soledad;

en esta soledad llena de gente en que estamos dos:

respirando palabras, fronteras de labios sin abrirse,

mirándonos los huesos en el silencio de pájaros,

de esta hora en que nos abrimos la pielpara entrar en calor.

Ella y yo que nos andamos despacio, pegados,

como animales buscando un lugar para dormir.

Nos sentamos bajo la noche a ver pasar la vida

y nos sentimos solos el uno al otro,solos; bebiendo de la tierralluvia seca para no morir.

Estamos solos, solos el uno al otro, como única compañía,

llorando en silencio mordiéndonos los pies.

De frente y sin caras,nos damos sin gritos,sin falsos, sin mentiras;estamos aquí, de frente y solos;en esta soledad cerrada,apretada como el aire,en que sólo entramos ella y yo.

Luego vienen los viejos y sabemos que ya no son nuestros,

y que tú y yo ya no somos de nadie, sino de nosotros.

Uno al otro, no somos nada más que el uno al otro, agarrados de los muslos, apretados, secos de sangre cuando no hacemos el amor; de manos caídas para no cansarnos; de bocas y lenguas para no hablar.

Y al estar sin manos, ni bocas, ni sexo; al estar sin pájaros, ni gente, ni nada; al vernos desnudos sin usar los ojos y al tocarnos sin tener un cuerpo y al morirnos sin sentir la muerte, sólo entonces dejamos de sentirnos solos; y frente a frente, juntos, calentamos el mismo aire, somos sólo de nosotros y entre risas y besos de silencio, venimos a burlarnos de la soledad

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