FAREWELL A LOS ADIOSES César Jordán
ES DECIR, TE EXTRAÑO,
Regresa pronto,
menos horas en el día,
y yo, te estamos esperando.
ahora un poco menos; menos días en el mes
que tu sillón, tu taza
y pienso: ella no volverá;
MI NENA TOCA UN BLUES PARA EL OLVIDO
en que busco tu mano y sólo va la calle,
se llevó cuatro cervezas,
pero es que, en ocasiones como ésta,
suelo recordarte entera en la medida exacta
entre tus besos y mi piel, o la medida exacta
(dos mil doscientos besos) entre tus ojos y tus pies. Es en estas ocasiones
cuando suelo fumar más, y pienso,
que tal vez,
algún día volveremos a nadar,
en tus ojos infinitos, como el mar. DECIMAL UNO
Pasan los días y te extraño, miro la cama vacía, el buró descargado,
mi boca sin el beso de la mañana, mi frente sin tu mano como bendición. Te necesito. Te extraño.
Te necesito. Te extraño.
Te necesito. Te necesito. Te necesito. 14
Se fue un martes o jueves por la noche, dos pares de calzones
y tres puntos decimales de mi corazón;
me dejó en la cama con el cuerpo destrozado y el alma a punto de morir.
Volví al viejo vicio de las caricias rotas y los amores apagados;
a los besos de las putas
y al café sin leche, ni sabor;
dejé de jugar al sueño de las nueve y al hombre de familia responsable que toma cerveza sin alcohol. Mi nena se marchó muy lejos
y se llevó con ella su canción, aquí sólo quedó su aroma, el eco de su risa, dos fotografías
y una casa sucia
que un día estuvo llena de su amor.
Mi nena toca un blues para el olvido, y en esa fiesta,
ya no puedo bailar yo.