Dobles catálogo Ismael Palma
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Dobles
Nota del autor
Muchas de las pinturas reunidas en este grupo son trabajos exclusivamente experimentales. Durante este tiempo me interesé en los registros fotográficos de soldados de la primera guerra mundial y la deformidad en sus rostros como consecuencia de tal coyuntura. Probaba distintas paletas y encuadres, y visitaba libros en busca de dispositivos que se ajustaran a lo que tenía en mente. Mi inquietud por deformar las imágenes que consultaba me llevó a registrar una serie de boxeadores y futbolistas, que tomé prestados de unos ejemplares de la revista Estadio que compré en una feria de Valparaíso. En paralelo, realicé unos apuntes de pintura francesa, citando a autores como Géricault y de la Tour. Son pinturas antojadizas, pensadas en parecer algo que no son. Algo así como hacerlas en versión fea, a propósito. Creo que en esa fealdad se esgrime la distancia temporal y cultural con el origen y la técnica. Resumir estos últimos cinco años de pinturas y dibujos me ha llevado al encuentro con recuerdos y sensaciones que no son del todo agradable; gran parte de esta selección corresponden a la producción de mi época universitaria, época incómoda e insatisfactoria. Los distintos escenarios o circunstancias de mis actividades cotidianas y sugerencias estéticas se evidencian, acoplan y pasan a ser motivos pictóricos. El orden de este catálogo está dividido en dos partes y cada parte está subdividida en grupos según el año de producción. Primero están las pinturas, en su totalidad en óleo. Luego los dibujos que he ordenado desde los más recientes a los primeros ensayos o ejercicios; al igual que las pinturas. Cabe agregar que la separación entre técnica y año de producción facilita la lectura de los distintos elementos que componen esta selección.
Apuntes sobre pintura Luego de un poco más de una década pintando, lo más reconocible de este aprendizaje es haber educado e interiorizado la insistencia de observar: persistir la mirada esperando que aparezca algo más que lo aparente. Este constante ejercicio me acercó a nuevas lecturas y maneras de trabajo. No me refiero solamente a lo que lo figurativo intente o no comunicar por medio de un relato, sino también al propio lenguaje de la pintura: lo material. En un principio el ejercicio de observar obras parece ser un sobre esfuerzo, sin embargo, todo lo visto anteriormente se transforma en nuevas posibilidades que la mirada va adoptando a los estímulos que son reconocibles dentro del imaginario. Lo complejo es que cuando me enfrento a una pintura resulta complejo variar entre el análisis de lo que comunica y la manera con la que se ejecuta lo material, la técnica. Distinto es lo que me sucede con el cine, la literatura o la fotografía, ya que su soporte no es cuestionado; la pintura se soporta a sí misma, lo cual es un problema. Las pinturas más recientes están influenciadas por eventos contingentes o por bancos digitales de imágenes. Lo último que hice fue una serie de pinturas a partir de fotos de incendios encontradas en cuentas de noticias en Twitter. Me interesó cómo la destrucción de algo por medio del fuego genera cambios irreversibles en el medio, como los incendios forestales. Un elemento en el que quise insistir fue en la lejanía del observador con el hecho y la manera o enfoque que tiene el mediador sobre la información; digamos la fotografía al nivel del suelo y sin enmarcarse bajo cánones estéticos. Algo similar proyecta la pintura Emergencia: un incendio en un lugar remoto que es codificado por lo que parece ser una estación de monitoreo. En ambos casos se planea el encuadre como un recorte del total de los hechos que se transmiten. La pantalla o interfaz auratiza la información. En la pintura esta información es sintetizada por lo que parece ser un estudio de monitoreo.
Ahora, tu dirás, en este catálogo no hay nada de incendios forestales, pero podría haber uno próximo, fíjate. La pintura Estallido nace tras el estallido social del 2019. El color azul fue una decisión circunstancial, no tenía otro color y por esos días leía a Elicura Chihuailaf. Recordar aquel hecho histórico me transmite una sensación azul. La pintura de Hunter Thompson decidí pintarla tras ver en la imagen que utilicé una cuota de agresión e ironía. Apuntar con un arma de fuego a la máquina de escribir, que es la encargada de mediar las ideas y la obra, es también una trampa, al igual que el soporte para la pintura. Además, me pareció chistoso que se encontrara en medio de la nada.
Sobre dibujo
Entre los dibujos que he seleccionado identifico un grupo de paisajes y el resto. La serie de paisajes –que es la más reciente– resulta a partir de un viaje de verano a Quillahua, que hice hace ya más de un año y que coincide con la última vez que vi el mar. Recorrí distintas playas de la zona y aún recuerdo el olor a sal y el sonido de la arena cuando las olas se recogen. Dada la diversidad de estímulos que los paisajes poseen por sí mismos, pienso que en un encuadre no debe haber indicio del paso del hombre. La forma recta y simétrica con la que este irrumpe en los lugares no aporta equilibrio visual, por lo que muchas veces los quito y reemplazo con la información que el mismo lugar proporciona. El paisaje del cordón montañoso es una fantasía basada en la costumbre de estar acompañado por montañas a lo largo de Chile. No sabía que en Afganistán también tenían cordillera y tampoco que el punto más alto quedaba en una montaña llamada Ismael. El otro grupo de dibujos está basado en imágenes de archivo histórico. Son en su mayoría retratos; mujeres detenidas desaparecidas, soldados irreconocibles y un apunte de un cordón montañoso en Afganistán. El par de retratos de soldados nace de la insistencia en forzar aquel reconocimiento de rostros en una sopa de formas abstractas. El género del retrato es algo que no he explorado lo suficiente. Reconozco en estos ejercicios lo perturbador que puede resultar reconocer a alguien en medio de figuras abstractas.
Pinturas
Hunter Thompson, 2020 31,5 x 24 cm $40.000
Estallido, 2020 28 x 20,5 cm $30.000
Incendio I, 2020 20 x 25 cm $20.000
Incendio II, 2020 20 x 25 cm $20.000
Incendio III 2020 20 x 25 cm $20.000
Incendio IV, 2020 20 x 25 cm $20.000
Incendio V 2020 20 x 25 cm $20.000
Anatomía I, 2015 115 x 110 cm $120.000
Anatomía II, 2015 20 x 25 cm $120.000
Anatomía III, 2015 20 x 25 cm $120.000
Sin título I , 2015 130 x 100 cm $135.000
Sin título II, 2015 130 x 100 cm $135.000
Sin título III, 2015 130 x 100 cm $135.000
Salto I, 2016 30 x 20 cm $60.000
Salto II, 2016 30 x 20 cm $60.000
Fútbo I, 2017 73x 57 cm $90.000 (enmarcada)
Fútbol II, 2017 73x 57 cm $90.000 (enmarcada)
Medusa I, 2018 25 x 19 cm $40.000
Medusa II, 2018 25 x 19 cm $40.000
estudio (de la Tour), 2018 73 x 57 cm $80.000
Derrape I, 2018 24,5 x 19 cm $30.000
Derrape II, 2018 24,5 x 19 cm $30.000
Defensa, 2018 24,5 x 19 cm $20.000
Combo, 2018 47 x 41,5cm $50.000
Uppercut, 2018 12 x 8,5cm $30.000
T. Lautrec, 2018 38 x 25 cm $60.000
doble, 2019 49 x 37 cm $80.000
triple I, 2019 65 x 50 cm $50.000
triple II, 2019 65 x 50 cm $50.000
triple III, 2019 65 x 50 cm $50.000
Equipo, 2019 49 x 37 cm $60.000
Médico I, 2019 58 x 47 cm $50.000
Equipo, 2019 50 x 33 cm $50.000
Retrato I, 2019 32 x 24 cm $50.000
Retrato II, 2019 32 x 24 cm $50.000
Retrato III, 2019 32 x 24 cm $50.000
Retrato IV, 2019 49 x 32 cm $80.000
Dibujos
Pastizal, 2021 1 x 9 cm $12.000
Duna I, 2021 12 x 9 cm $15.000
Duna II, 2021 12 x 9 cm $12.000
Duna III, 2021 9 x 6 cm $12.000
Paisaje costero, 2021 12 x 9 cm $15.000
Pampa, 2021 12 x 9 cm $15.000
Paisaje cordillerano, 2021 12 x 9 cm $15.000
Pastizal costero, 2021 10 x 9 cm vendida
Ardid, 2021 16 x 10,5 cm $20.000
Trinchera, 2020 11 x 9 cm $12.000
DD.DD, 2020 11 x 9 cm $18.000
Cordón montañoso, 2020 37 x 11,5 cm $15.000
Soldado I, 2019 40,5 x 29,5 cm $16.000
Soldado II, 2019 40,5 x 29,5 cm $16.000
CONTACTO isamel@palmatellez.cl @isma.elismael