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03 | n º 29 | octubre 2016
Mi primera bicicleta Hombres Tejedores Actualidad Calzada o vereda: la disputa por la nueva “ciclovía” en Camino a Melipilla Editorial Ciudad Emergente Emprendencleta La Jucleta
Revista mensual de circulación gratuita www.revistapedalea.com
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Contenidos Publicación digital de fomento de la cultura ciclista, de edición mensual. //Directora Myriam Salazar //Textos Michelle Raposo Lukas Toledo Myriam Salazar Colaboración especial de María Isabel Varela S. //Fotografías Víctor Rojas Myriam Salazar Paul Plaza //Portafolio Rodrigo Avilés //Diseño Aribel González //Diagramación Jorge Navajas Ofe Green //Ventas Víctor Rojas victor.revistapedalea@gmail.com +56 9 7852 8444
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¡Vivimos el experimento de una nueva ciudad!
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Rodrigo Avilés
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Revista Pedalea es una publicación independiente, editada por La Máquina Editores Limitada. Revista Pedalea no se responsabiliza por las opiniones de sus colaboradores. Todos los derechos reservados. Las imágenes publicadas no pueden ser reproducidas por ningún medio sin autorización.
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A la Escuela en Bici
editorial
¡Vivimos el experimento de una nueva ciudad!
Por María Isabel Varela S. Coordinadora Área Social y Territorial Ciudad Emergente
Es la noche del domingo 4 de septiembre recién pasado y aquéllos que iniciamos el desmontaje del Malón Urbano de Calles Compartidas, no podíamos dejar de sentir que algo muy especial había sucedido en la calle José Miguel de La Barra, entre Monjitas y Merced, en la ciudad de Santiago. Por primera vez, la calle había sido compartida por peatones, ciclistas y automovilistas en completa armonía; el espacio público se transformó en una gran plataforma que nos permitió percibir que es posible vivir una nueva experiencia de hacer ciudad y transformar las calles, haciéndolas más amables y equitativas. La experiencia referida se relaciona con “Calles Compartidas, para un Distrito Bajo en Carbono”, iniciativa piloto que realiza Ciudad Emergente a partir de experiencias en el Reino Unido en movilidad sustentable y
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participación ciudadana. Este proyecto busca generar un cambio de hábito en el uso de la calle para enfrentar el cambio climático, y para eso, propone un cambio de paradigma en el uso ésta, promoviendo espacios centrados en las personas y no tan solo en los automóviles. Para lograrlo, se diseñó un tipo de calle a escala humana que invita a compartir el espacio entre peatones, bicicletas, transporte público y autos, situando a los vehículos en la misma jerarquía de otros modos de transporte; esta idea promueve el uso de sistemas de transporte sustentable y encuentros cara-a-cara, intentando sensibilizar a la ciudadanía acerca de cómo nuestras conductas pueden revertir los altos índices de contaminación ambiental existentes a partir de cambios de hábitos y disposición a compartir la calle.
Se apuesta por intentar cambiar actitudes de los ciudadanos en relación con el uso de la calle, promoviendo experiencias de comportamiento social que no solo potencian la democratización de los espacios e infraestructura de transporte sostenibles, sino que también dan inicio a un camino para aumentar la cohesión social y bienestar de las personas, atributos que inciden en una mejor calidad de vida.
trando que es posible compartir el espacio público poniendo en el centro al ser humano.
Es así que, más de 1.200 personas compartieron junto al automóvil, ciclistas, emprendedores y vecinos, demostrando que nuestros espacios públicos pueden ser lugares con sentido, diseñados a escala humana y conscientes con el Medioambiente. Además, como parte del experimento, los días previos, el viernes 2 y sábado 3 de septiembre, se probó una Ciclovía Experimental por José Miguel de La Barra y Lastarria, donde circularon más de 1.500 ciclistas al día y se recibieron cerca de 2.000 comentarios en árboles de ideas acerca de la disposición de las personas para descontaminar Santiago.
Finalmente, es necesario recalcar un aspecto relevante de este quehacer y que se relaciona con los aspectos comunitarios a lo largo del proceso; la experiencia de vivir una calle compartida y una nueva forma de hacer ciudad solo es posible de realizar con los distintos actores involucrados. Según expertos en el tema, participar activamente en la co-construcción de un proyecto de Calles Compartidas asegura ciudadanos más satisfechos con sus espacios públicos, defensores de la democracia y de su ciudad.
Junto con esto se registró que, en la Calle Compartida de José Miguel de la Barra, la concentración de CO2 arrojó niveles tres veces más bajos que el promedio para un día domingo en la misma calle, sin excluir al automóvil, sino reduciendo su presencia en favor de movilidad no contaminante, demos-
Luego de la experiencia vivida, el proyecto se encuentra actualmente en etapa de sistematización de los resultados obtenidos, los que serán presentados el día 3 de noviembre de 2016, como parte del seminario de cierre de esta iniciativa, inserto en el Festival Internacional de Innovación Social (FIIS).
Es así que, todos quienes se incorporaron en esta iniciativa han sido parte fundamental de su concreción. Cabe mencionar de modo muy especial a los “Ciclistas Unidos”, quienes nos demostraron que es posible compartir voluntades y aunar criterios en pos de la validación de una estrategia de diseño que intenta hacer de las ciudades espacios cada vez más humanos.
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actualidad
Calzada o vereda: la disputa por la nueva “ciclovía” en Camino a Melipilla Polémica ha causado el proyecto para construir una nueva ciclovía en esa ruta. La principal piedra de tope que ha causado ruido en algunas organizaciones ciclistas ha sido que su diseño está contemplado sobre la vereda y no por la calzada. Desde el MOP explican que ésta en realidad se trata de una senda multipropósito.
Por Michelle Raposo Fotos Paul Plaza
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Daniela Gonzalez Alvarado
La muerte de Antonio Zúñiga en febrero de 2015 en la esquina de Leopoldo Infante con Camino a Melipilla fue el catalizador para que la agrupación Ciclistas Camino a Melipilla se acercara al Ministerio de Obras Públicas (MOP) para mejorar la seguridad del sector y que se hiciera una ciclovía en esa vía, por la que pasan entre 50 a 60 mil vehículos diarios, entre camiones, buses y autos particulares, y en que raramente se respeta la velocidad máxima de 60 km/h. Atendiendo a esa demanda y a la urgencia del caso, el MOP, a través de su Secretaría Regional Ministerial, ideó un proyecto con una inversión por sobre los $800 millones que contempla su trazado por la vereda y no por la calzada, lo que ha causado debate entre algunas agrupaciones ciclistas y el Ministerio. La idea original era hacerla desde esquina Blanca hasta Ciudad Satélite, pero luego de un estudio de diseño se acortó unos cuatro kilómetros aproximadamente, hasta calle 3 Poniente.
“En realidad la opción de ellos siempre fue hacerlo arriba de la vereda, lo que a mí personalmente no me deja contenta, ya que la bicicleta es un vehículo, entonces no junta ni pega con el peatón arriba de la vereda”, opina Daniela González, presidenta de Ciclistas Urbanos Padre Hurtado y miembro de la Corporación Poniente Pedalea, que agrupa a ciclistas de Maipú, Pudahuel, Padre Hurtado, Talagante y Peñaflor. Este punto es importante para Poniente Pedalea, ya que “nosotros buscamos la conexión de todos esos sectores porque finalmente Camino Melipilla pasa por todas esas comunas y lo que buscamos es una ciclovía bien hecha porque hay mucha gente en esas zonas que se mueve en bicicleta para ir a trabajar”, agrega González.
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Foto Gentileza Daniela González A.
En la visión de González, que vive entre Maipú y Padre Hurtado, importa más que el proyecto salga rápido a que se incorporen cambios en la ciclovía: “Cada vez que paso por ahí me preocupo, trato de imaginarme una ciclovía arriba de la vereda y no lo veo factible porque está lleno de industrias y empresas y se llena de camiones. Estamos claro que se puede hacer una ciclovía por la vereda, pero quién se va a preocupar que un camión u otro vehículo no se estacione ahí. Ya hemos visto que eso ocurre en otras partes, ¿Por qué va a ser diferente acá?”, comenta. Agrega que “No estamos en contra de la ciclovía, lo que buscamos es que tenga todos los estándares de seguridad que correspondan y que tenga la posibilidad de extenderse a otras comunas que están más al poniente. Si el MOP tuviera la voluntad de hacerla por la calzada como corresponde, se podría extender hasta Talagante”.
LA VISIÓN DEL MOP
Aunque el ámbito de acción de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas son las zonas más bien rurales y carreteras más que los caminos urbanos, hay algunas excepciones según Decreto Supremo para que ellos tengan la tuición de algunas rutas, como es el caso del antiguo Camino a Melipilla.
Fue así como el MOP fue contactado a fines del año pasado por ciclistas del sector para ver el tema de seguridad de pedaleros y trabajadores del sector. “Ahora nosotros explicamos que no hacemos ciclovías, sino sendas multipropósito que puedan ser ocupadas tanto por ciclistas como por peatones”, comenta Claudio Aravena director de Vialidad del ministerio. Una vez que se dio el visto bueno se hizo un levantamiento en terreno para ver la ejecución del proyecto. “Primero se pensó en el tema de la calzada, pero en realidad, por seguridad era imposible hacerlo así debido al alto nivel de tránsito. Además encontramos complicaciones desde el punto de vista de ingeniería para implementarla entre 3 Poniente y Ciudad Satélite por problemas de espacio. Vimos distintas alternativas, tanto por el costado sur, bandejón central y por el costado norte que es justamente además por donde pasa la línea férrea y en realidad en ese tramo era imposible”, explica Aravena. En la última reunión de participación ciudadana que se realizó con varias organizaciones de ciclistas se volvió reclamar por la construcción en la calzada. “En realidad los dos puntos de vista me parecían válidos pero apuntaban a distintos objetivos. Los ciclistas que querían la ciclovía por el camino, obviamente apuntan a un tránsito de bicicleta como está establecido en la nueva ordenanza. En cambio los otros ciclistas apostaban a un tema de seguridad”, relata.
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“No estamos en contra de la ciclovía, lo que buscamos es que tenga todos los estándares de seguridad que correspondan y que tenga la posibilidad de extenderse a otras comunas que están más al poniente. Si el MOP tuviera la voluntad de hacerla por la calzada como corresponde, se podría extender hasta Talagante”.
Sin embargo, agrega el director de Vialidad, analizaron la ordenanza y se encontraron con dos puntos importantes a considerar. “Si bien la nueva ordenanza establece que las nuevas ciclovías tienen que ir por la carpeta del camino, también dice que si hay una ciclovía que ya está construida y hay que darle continuidad, se puede continuar con el mismo diseño. Y justamente la situación en que nos encontramos porque está la ciclovía existente del Serviu que llega hasta esquina Blanca“. Por otra parte, de seguir la ordenanza, se establece la instalación de ciertos elementos de seguridad, como barreras New Jersey, en caso que la ciclovía se haga por la calzada. “Ahí se nos complicaba más el tema. Porque un camino con esa cantidad de vehículos, le quitas una pista para las barreras; primero estrangulas el tráfico y segundo, por un tema de seguridad vial, la cantidad de accidentes aumentaría, porque hay que considerar que además que todo ese sector está lleno de empresas donde entran y salen camiones”, comenta Aravena. Ante esto, “yo necesitaba el consenso de toda la comunidad si estaba de acuerdo. Y si no estaban de acuerdo entonces no se podía ejecutar el proyecto y esos recursos podíamos destinarlos a otras necesidades. Porque no por hacer este proyecto iba a poner en riesgo la seguridad vial del antiguo Camino a Melipilla”, señala Aravena. A pesar de lograr una aprobación media forzada por los ciclistas, aún faltan algunos pasos para la realización del proyecto. “Estamos en conversaciones con Serviu porque parte del trazado pasa por una parte que depende de ellos, una vez listo ese punto se inicia el proceso de licitación y la idea es hacerlo de aquí a fin de año. Como cualquier proyecto se pueden presentar situaciones que uno no tenía pensado, pero antes de licitar voy a pedir a los abogados de Vialidad que le peguen una buena leída”.
LA MIRADA DEL FRENTE COMÚN
Varias asociaciones de ciclistas estuvieron presentes durante el desarrollo de este proyecto. Uno de los que fue testigo de parte de estas instancias fue Ignacio Abé, director de investigación de Pedaleable. Desde su visión, frente a las pocas opciones que tenían las asociaciones ciclistas, “obviamente dijeron que sí, aunque no la hubieran querido por la vereda. Aunque igual en la organización de ciclovía para el Camino de Melipilla tienen una concepción un poco equivocada de diseño vial y seguridad”, opina Abé. Y agrega, “si el camino es peligroso hoy en día para las bicicletas es porque es una especie de engendro urbano que está bajo la tuición del MOP y se ha transformado en un lugar de altísima peligrosidad y con velocidades de operación sobre los 100 km/h, siendo que no tienen nada de los aspectos de seguridad para que funcione como autopista”. ¿Cómo afecta esto al resto de los ciclistas de la ciudad? Mucho se comentó también sobre la capacidad de opinar que tenían otras asociaciones ciclistas que no eran del sector, a lo que Abé responde: “La pelea de los ciclistas no es solo por lo que pasa en frente de su casa, que es una de las cosas que le expliqué a la gente del MOP. Nosotros nos juntamos y peleamos juntos porque nos vemos en la obligación de coordinarnos entre distintos lugares de la ciudad y del país para exigir que se nos entregue una infraestructura segura y coherente porque sino hacen lo que se les ocurre”. “Colaboramos y estamos en este movimiento y trabajando no para que la ciclovía que pasa por fuera de mi casa sea mejor, sino para que el país se pueda recorrer, en el fondo, es una causa común, da igual si vivo en Maipú, Melipilla o Santiago”, concluye.
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Hombres Tejedores:
Urdiendo los puntos para una sociedad más inclusiva
Por Myriam Salazar Fotos Víctor Rojas
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mi primera bicicleta
Realizar una tarea tan simple como juntarse a tejer, ha tenido a este grupo de hombres como tema de conversación entre la gente y en los medios de comunicación. Una tarea que aunque por encima parezca simple, cuando es realizada por un hombre lanza una serie de cuestionamientos en la sociedad sobre lo que es aceptable de hacer para el género masculino y femenino.
Center, en Vitacura con Nueva Tajamar, vestidos de traje y corbata, y un llamativo tejido color fucsia, para poner el tema en la palestra. Con el lema, “Romper con estereotipos nos transforma en una sociedad + inclusiva y tolerante”, la intervención urbana tuvo tanto éxito que incluso ha dado que hablar en medios internacionales.
Haciéndose cargo de ese debate, el grupo “Hombres Tejedores”, formado a comienzos de este año y que cuenta con diez miembros, se sentó el 10 de septiembre pasado frente al Costanera
¿Cómo esta visión por romper con los estereotipos se une con el uso de la bicicleta? Cuatro integrantes, y declarados cleteros del grupo, nos comparten su visión.
NOMBRE: Claudio Castillo (27 años) Punto o prenda preferida a tejer: Telar mapuche. ¿Cuál fue tu primera bicicleta y cómo llegó a ti? Me la regalaron en navidad cuando tenía 6 o 7 años. Era una para mí y una para mi hermano, una verde, la otra amarilla. Tenían rueditas chiquititas atrás. En esa bici aprendí a pedalear y, obvio, me caí mil veces. ¿En qué se parece la bicicleta y el tejido en ser más inclusivo? La bicicleta es un medio de transporte más democrático, accesible para todo el mundo. Puedes ver a un viejito de 80 años sobre ella o a una niña de 7. Lo mismo ocurre con el tejido. Cualquiera puede tejer: es barato, beneficioso para la salud y amable con el medioambiente.
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Luis Velásquez Mella (31 años) Punto o prenda preferida a tejer: Prefiero tejer bufandas con punto tunecino, creo que se avanza más rápido. ¿Cuál fue tu primera bicicleta y cómo llegó a ti? Mi primera Bici fue una burrita que recibí como parte de pago de una plata que presté. ¿En qué se parece la bicicleta y el tejido en ser más inclusivo? Creo que se parecen en que ambas actividades son un aporte no solo para quien los practican, sino también para el entorno que habitan.
NOMBRE:
Ricardo Higuera Mellado (36 años) Punto o prenda preferida a tejer: En cuanto a puntos, el “correteado” y el “arroz”. En prendas, me gusta tejer pantuflas que aprendí desde un tutorial en YouTube. ¿Cuál fue tu primera bicicleta y óomo llegó a ti? Es una bicicleta que aún conservo en casa. Es una Century full ‘80s, que fue la primera bicicleta de mi hermana mayor, luego pasó a mi segunda hermana y hoy está conmigo. La guardo como uno de los tesoros más grandes de mi infancia. ¿En qué se parece la bicicleta y el tejido en ser más inclusivo? El uso de la bicicleta demanda espacios que sean más inclusivos dentro de la ciudad, en donde la comunidad ciclista se pueda trasladar con libertad y seguridad. Hoy vemos avances importantes, pero falta mucho aún. En cuanto al tejido, es un arte, un oficio al cual todos pueden dedicarse, sin discriminación de género. Un grupo de tejedores robusto es el que se construye con la presencia de hombres y mujeres, sin distinción.
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César Henríquez Álvarez (40 años) Punto o prenda preferida a tejer: Revés/Derecho bufandas, chalecos y gorros. ¿Cuál fue tu primera bicicleta y como llegó a ti? Una cross. Mi hermano mayor se la compró a mediados de los ‘80 y en ella aprendí a andar. Tuve muchos "porrazos", heridas y cicatrices, pero bellas experiencias y salidas con los amigos y amigas del barrio. ¿En qué se parece la bicicleta y el tejido en ser más inclusivo? Creo que en los últimos años ambas acciones (pedalear y tejer) se han vuelto actividades inclusivas socialmente. En general, la tolerancia de la sociedad ha experimentado una baja considerable hacia sus pares y el pedalear y tejer se han vuelto actividades de apertura frente a este hecho.
Cómo aprendemos a convivir tranquilamente con un otro que hace cosas con las que no nos sentimos cómodos o con las cuáles no nos sentimos identificados y, por lo tanto, no asimilamos. Esto se traduce en la tolerancia con los ciclistas en las calles y/o veredas, ya que la infraestructura vial aún es precaria para automovilistas, peatones y ciclistas, además de la imprudencia en el actuar de los primeros al momento de encontrarse con una bicicleta en el camino. En cuanto al tejido, es cómo vamos cambiando los cánones de género impuestos por una sociedad machista e intolerante, que si no desarrollas las tareas "propias" de tu género te miran como bicho raro, te discriminan o simplemente te ignoran.
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CUSTOM BIKES: “Tomamos tus medidas y necesidades, para armar la mejor bicicleta para ti” Por Lukas Toledo
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“Antes no se entendía el costo de una bicicleta y al público que apuntamos es al que puede entender que la bicicleta puede ser un bien preciado (...). ” A pocos metros de la concurrida Avenida Providencia, escondido entre las Torres de Tajamar, se encuentra Custom Bikes, un espacio que desde hace ya tres años invita a la gestión y materialización de múltiples proyectos de bicicletas personalizadas. El local se maneja solo con lo necesario, “La idea es manejar un ambiente lo más pulcro posible, para enfocarnos en el proyecto de turno”. Altamiro González, el fundador del taller sumado a Gustavo Silva, ambos partícipes tanto de la reparación como del armado de las bicicletas, forman el equipo de trabajo que mueve la idea del local, según en palabras del primero, “Este es un espacio de ejecución, donde experimentamos, aprendemos y mejoramos las bicicletas”. El proyecto nace por el análisis de Altamiro, “Cada vez que mandaba a arreglar mi bici, nunca obtuve los resultados que esperaba, siempre sentí que faltaba algo, un detalle, el que podría mejorar el rendimiento”. Con esto en mente, indagó en la mecánica ciclista. Arreglando bicicletas de todo tipo, “Mis amigos fueron mis primeros clientes, decidí jugármela, deje mis estudios, hice la página y en menos de dos meses conseguí el local”. ¿Cómo ha afectado el cambio del entorno del barrio y la disposición de la ciudadanía con el rubro ciclista? González: Considero este espacio en crecimiento, en el tiempo que llevamos aquí hemos podido ver la llegada de un bar, tien-
das de vinilos e incluso un estudio de tatuajes. Esto sumado a nosotros, genera un ambiente variado en un pequeño espacio que antes en su mayoría era ocupado por peluquerías. Todas estas llegadas, han generado que la gente que pasa por aquí sea más variada, lo cual nos permite una mayor aceptación por parte del público. Antes no se entendía el costo de una bicicleta y al público que apuntamos es al que puede entender que la bicicleta puede ser un bien preciado, cuando se decide invertir en una como medio de transporte. Buscamos poder demostrar que una bicicleta puede ser una alternativa, tanto al transporte público como a un auto privado. ¿Cuál es la especialidad de la tienda? Tenemos la visión de este lugar como apertura al conocimiento sobre las bicicletas, mi formación fue autodidacta y considero que mi afán siempre fue la diversidad y salir de cualquier tipo de encasillamiento, por eso no trabajamos con marcas especificas ni tipos de bicicletas, todo va desde el mínimo detalle, nos concentramos en entregar y trabajar con piezas buenas, para entregar de manera fiel lo que el cliente busca. Ha sido tanto así, que en nuestra búsqueda por consolidar los proyectos que nos hemos contactado con marcas que no llegan a Chile de manera común, todo en pro de satisfacer las peticiones de nuestros clientes. Nos especializamos en formar un lazo poderoso entre la persona y su bicicleta.
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¿Hacia dónde apunta Custom Bikes? Cada día pretendemos llegar a los usuarios con la mejor herramienta posible para movilizarse, ya que , consideramos la vida ciclista como un camino difícil en la cual debemos enfrentarnos a la lógica del automóvil, con buenas bicicletas les damos a nuestros clientes una forma segura de moverse y con cada persona que entre a nuestro local queremos compartir nuestra experiencia,
fomentar el uso de la bicicleta, educarnos mutuamente, promover el respeto y fortalecer el movimiento ciclista hambriento de derechos. Para lograr esto veo a esta empresa como un punto de partida, una especie de puesta a prueba de un concepto, el cual pueda ser repicado en otras futuras instalaciones, el interés final es lograr una especie de franquicia y generar con nuevos locales, puestos de trabajo donde amantes de las bicicletas, puedan ser atendidos por otros amantes de este medio de transporte.
Custom Bikes Miguel Claro 070, local 61, Providencia. Custom Bikes
@custombikeschile
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LA JUCLETA: bicicletas restauradas para un refrescante pedaleo Por Myriam Salazar
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“Todo esto nace pensando en hacerlo itinerante en los colegios en riesgo de obesidad. Mi sueño es llegar a ser una alternativa saludable (...)”.
Cristian Ruiz es publicista y director creativo de la agencia Hangar. Como buen creador siempre tiene nuevas ideas, una de ellas es La Jucleta donde enlazó su gusto por las bicicletas con las ganas de emprender, resultando una innovadora forma de preparar jugos de fruta. El proyecto comenzó hace un año y medio junto a un socio, por la necesidad de generar un espacio saludable y entretenido que incentivara el consumo de frutas. “Es bien distinto que te digan “cómete una manzana” a que la invitación sea pedalear una linda bicicleta que tiene incorporada una juguera para preparar un jugo de frutas. Cada persona que se sube a nuestras bicicletas sonríe, porque la experiencia se vuelve un juego, entonces ni siquiera el jugo es el incentivo. Este juego es súper democrático ya que no importa la edad, ni la condición, cualquiera puede usar una Jucleta” cuenta Ruiz. ¿CÓMO FUE EL PROCESO CREATIVO PARA ARMAR LA JUCLETA?
Actualmente han optimizado esta etapa, dejando en manos de una empresa de ingeniería la responsabilidad de entregar las bicicletas tal como las necesitan. Con las cletas listas faltaba darles personalidad, a la primera la llamaron Tata, “Era una bicicleta antigua del abuelo de mi socio”. La siguieron Teto, Tin y Tobal, por Mateo, Agustín y Cristóbal los 3 hijos de Cristian, además de las bicicletas Sancho y Coco. “Empezamos con una bici, después llegó la segunda y ahora ya tenemos 15 bicicletas”, cuenta Cristian. Trabajar con fruta en distintas locaciones no es fácil, es por eso que estos jugos se preparan con pulpa de fruta congelada. “Probamos con varias marcas y nos quedamos con las pulpas Guallarauco, ya que es fruta natural y viene en formato individual, lista para usar por lo que la manipulación es mínima. Las manejamos congeladas, así es jugo siempre esta frio, además usamos agua purificada”. La Jucleta ha llevado su entretenida forma de refrescar a distintas ferias saludables y parques, donde pedaleando solo 3 minutos se prepara un jugo. También los contactan desde la empresa privada. Cristian comenta, “hemos ido a bancos para el momento saludable, premiando a los empleados que ocupan las escaleras en vez del ascensor, al salir los espera una sorpresa: 5 bicicletas para pedalear y preparar un jugo. La Jucleta ha ido tomando vuelo y tengo muchos eventos de aquí a noviembre”.
En principio fue encontrar no solo una bicicleta que funcionara sino una que tuviera personalidad. Le atribuimos el concepto de la bicicleta más sana del planeta, la que reuniera algunos pilares fundamentales como: reciclar, reutilizar, refrescar, ejercitar y darle un respiro al planeta, esa es la base de este proyecto. Armamos un juego con esto la juguera siempre arriba de la bici, que fuera bonita, de colores y que no se desamara al usarla. Lo primero fue conseguir bicicletas en desuso para recuperarlas. “Buscamos bicis viejas en el sur, muy baratas y logramos conseguir varias antiguas. Al principio todo era improvisación, hasta que creamos una matriz y un motor”. Para la recuperación y adaptación de las máquinas trabajaron con un tornero, el que fue clave para crear una pieza que calzara perfecto con la juguera. Además un pintor y un soldador. Todos trabajan por separado por lo que demoraban más en tener las bicicletas funcionando.
Así como el fomento del uso de la bicicleta, es necesario propiciar también la alimentación sana, donde las frutas sean protagonistas, Cristian añade “Todo esto nace pensando en hacerlo itinerante en los colegios en riesgo de obesidad. Mi sueño es llegar a ser una alternativa saludable, con bicicletas itinerantes que vayan paseando por todos los colegios haciendo ejercicio y ojalá que cada colegio tuviera su propia Jucleta”.
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Cristian Ruiz
www.lajucleta.cl La Jucleta
@lajucleta
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cool place to bike
Logro desbloqueado: Los desafíos de Cool Place to Bike para motivar a más gente a pedalear powered by
Por Michelle Raposo Foto Víctor Rojas
Faltan dedos de las manos para contar las anécdotas y experiencias de las personas que han mejorado sus hábitos de vida luego de participar en Cool Place to Bike de Kappo. Sin embargo, esta carrera recién comienza y los organizadores ya están trabajando en los próximos retos para que esta siga creciendo. Uno de los primeros desafíos con los que se encontraron, cuenta Luis Elgueda, director ejecutivo de Cool Place to Bike, fue traspasar este concepto a empresas privadas, instituciones públicas y otros organismos. “Cómo le dabas a entender la manera de lograr que sus trabajadores hicieran algo y que además lo hicieran en conjunto a través de un juego para ciclistas urbanos y a través de una plataforma web que te permite armar grupos dentro de este juego”. Así fue como la primera edición del concurso puso a prueba este concepto con muy buenos resultados. “Después de un mes se vieron cosas bien decidoras, como que la Subsecretaría de Transporte con la de Medio Ambiente se tomaran muy en serio el evento y personal que no andaban en bicicleta empezó a irse a trabajar en ella”. Otro aspecto importante para el desarrollo del concurso es el aporte de la empresa privada, como el que ha hecho 3M desde comienzo de año”, comenta Elgueda. Aquí se cumple otro logro; “el de traer algún sponsor que te permita tener las espaldas económicas para desarrollar una operación acorde a la magnitud de participantes. En la medida que haya marcas que estén dispuestas no solo a aportar con dinero, sino con ideas y con conceptos y con algo que sea sostenible, también es relevante”, complementa Elgueta.
participantes se ordenan en cuatro categorías: corporaciones, empresas grandes, medianas y pequeñas, donde la distinción se hace exclusivamente de acuerdo a la cantidad de empleados que tenga cada uno de ellas. Como el foco es incentivar el uso de la bicicleta, instituciones públicas, ONGs, espacios colaborativos y universidades participan de forma gratuita. Lo más importante recalca Elgueda, “tiene que ver con la claridad absoluta de nuestra misión que es incentivar el uso de la bicicleta. Y siempre el feedback que nos han dado las empresas es que esta es una iniciativa de bajo costo y alto impacto. Y en la medida que aumenten su tasa de participación, el costo por persona al mes incluso puede ser menor a los 3 mil pesos, que comparado con una clase de zumba o el fútbol tiene un valor más competitivo”.
El siguiente desafío tiene que ver con la parte económica del proyecto y como eso se traspasa a las empresas participantes. “En Kappo no hemos salido de ser una start-up aún. Hemos hecho cosas interesantes, hemos ganado premios, pero seguimos teniendo esta lógica de start-up”, comenta el director ejecutivo.
Para tener en cuenta una empresa de la banca que tiene más de 14 mil empleados se tomó en serio el desafío y desde ya desarrolla su campaña interna y está motivando a sus trabajadores. En ese sentido, “queremos que las empresas entiendan que hay una inversión detrás y que en el largo plazo es un ahorro en temas de salud ocupacional, productividad y en temas de cultura organizacional”.
Como modelo de negocios se cobra un fee de incorporación solo a empresas que persiguen fines de lucro y tienen utilidades, “porque estas tienen los presupuestos para este tipo de actividades que están situadas en el ámbito de la sostenibilidad y la calidad de vida laboral”, explica Elgueda. Así las empresas
Por lo que queda de año ya están pensando en el evento de cierre de diciembre. “Queremos hacer una gran fiesta con los participantes, porque queremos compartir con ellos la alegría de nuestro equipo y doblar el número de asistentes a la ceremonia, así que estamos preparando varias sopresas”, comenta Elgueda.
EMPRESAS CAMISETEADAS
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Rodrigo Avilés Ilustrador
La ilustración y el cómic los desarrolla de manera independiente desde la localidad de Melipilla donde también reside. Trabaja como colorista de cómic para editoriales extranjeras como Image y Dark Horse, y también para productoras de publicidad en Chile. El último tiempo se ha enfocado en la ilustración editorial, trabajando en el diario online El Definido y para la revista de la Fundación Ciencia Joven. Ha participado en algunas exposiciones en Chile pero principalmente he expuesto en EEUU: Gallery Nucleus y en varias exposiciones en Light Grey Art Lab, Minnesota. Rodrigo además ha ilustrado el libro “Este es mi Dragón: cómo vivir con una Enfermedad Inflamatoria Intestinal” escrito por Sebastian Castro, realizado para la Fundación Crohn y Cólitis Ulcerosa, con el patrocinio de la UNICEF junto al Ministerio de Salud. Es un libro infantil gratuito para los pacientes en especial los niños y sus padres, que posean una Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Cuenta la historia de un niño llamado Jorgito, y de cómo convive con su enfermedad, representada como un pequeño dragón. www.rodrigoaviles.cl
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Biciexperiencia de "A la Escuela en Bici" Por Andrés Santelices Fotos Victor Rojas
Cada martes suena el despertador a las 6:30 am, hora en que comienza mi jornada un poco más temprano que de costumbre pues es día de "A la Escuela en Bici". La iniciativa de Educleta comenzó el año pasado como un proyecto piloto con un grupo de estudiantes de sexto básico de la Escuela Libertadores de Chile de la comuna de Santiago -la mayoría es hijo/a de inmigrante- que luego de recibir un taller de Formación Cívico-Vial se motivaron a pedalear a su establecimiento educacional una vez a la semana. Hoy se repiten las caras, y así como los participantes evolucionaron en conocimientos y hoy cursan séptimo básico, nosotros también evolucionamos y consolidamos la idea gracias al apoyo de la Municipalidad de Santiago y el Instituto Nacional de la Juventud. Salgo de mi departamento a las 7:00 am y a medida que pedaleo por calle Huérfanos en búsqueda del primer biciparticipante recuerdo que convencer a la comunidad escolar de esta acción no fue difícil, pues hay un saber compartido entre directivos, docentes, profesionales no docentes, apoderados y estudiantes sobre la gran cantidad de beneficios que conlleva usar la bicicleta. Si un adulto goza trasladarse en bici a su trabajo, imagínense cómo se sienten niñas y niños. A las 7:08 am paso a buscar al primero de los niños en calle General Baquedano. En la cara de Aramis, además de sueño, veo que hay ganas de pedalear porque está consciente que ir pedaleando a la escuela es una suerte que millones de niños anhelan. Mientras se pone su casco y chaleco reflectante me cuenta que en la tarde le corresponde ir a una clase de tenis en el Club Hípico junto a sus otros compañeros y que pedalear le ha servido entre otras cosas para mejorar su condición física y estar por sobre el resto de sus pares. Salimos de su casa a eso de las 7:15 am, minutos después en silencio observa la calle, a los peatones y automovilistas. Sabe que es un niño privilegiado del Barrio Yungay.
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El segundo es Joseph, quien además de vivir en la misma calle que Aramis, participa también desde el año pasado en A la Escuela en Bici. Niño de pocas palabras pero feliz de participar y eso lo dejó claro cuando invitó a su pequeña prima de cuarto básico a ir pedaleando a clases junto al resto del grupo. Ambos son muy unidos, y se cuidan mucho en la ruta. Les gusta saber que se tienen el uno al otro. Aramis y Joseph como buenos amigos y vecinos, se ríen en cada semáforo que da rojo. Conocen el trayecto de memoria, por eso al llegar a San Pablo cerca de las 7:30 am se concentran bastante porque saben que es una calle complicada, por eso se agrupan y están más atentos que de costumbre. Ya son las 7:35 am y pedaleamos tranquilos por la ciclovía de Calle Brasil mientras el sol comienza a asomarse tímidamente. Al doblar luego por general Mackenna, vemos a lo lejos a los herma-
nos Eduardo y Javiera (cursa quinto básico), quienes esperan en la calle Guardia Marina Ernesto Riquelme que pasen por ellos. Eduardo, quien tuvo algunos problemas para socializar el año pasado con sus compañeros, hoy es un niño que comparte más y que hasta mejoró las notas. Su madre nos cuenta -mientras revisa nuevamente la mochila de Javiera- que para ambos le hace muy bien el hecho de "pertenecer a algo" pues refuerza la confianza y autonomía, dos habilidades blandas complicadas de desarrollar en el aula pero fáciles de adquirir gracias al pedaleo junto a sus compañeros. Cerca de las 7:45 am y ya con los cinco chicos que me corresponden pasar a buscar, pedaleamos con más atención porque estamos en plena hora punta y por más que se trate de niños ciclistas, a algunos automovilistas no les importa y quieren a toda costa pasar
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por sobre el resto. Como los niños saben muy bien de esto, toman los resguardos necesarios y se agrupan de tal manera que parece un sólo cuerpo móvil. Ni la mejor clase teórica de Educación Vial supera a la experiencia vivida en la calle: aprendizaje significativo en su máxima expresión. Al llegar a la Escuela a las 7:50 am nos encontramos en la ciclovía de calle Rosas con Lisette y Carola, las otras dos monitoras de Educleta que trasladan cada martes también a su respectivo grupo de estudiantes, quienes me cuentan que cada vez los padres están más empapados de la iniciativa pues ven con alegría cómo sus hijos concretan un sueño que más de alguno tuvo en su infancia: convertir a la bicicleta en una compañera de clases. Son las 8:00 am y suena el timbre, los 15 niños/as que llegan en bici son re-
cibidos por estudiantes, apoderados y docentes como rockstar en la escuela -con fotos incluidas- y nos preguntan cómo participar en la iniciativa. Me despido de las otras monitoras de Educleta pues cada uno/a debe pedalear a su lugar de trabajo y en mi cabeza siempre se repite la misma reflexión: si viviéramos el aquí y ahora, de seguro A la Escuela en Bici sería una política pública y no sólo porque están todas las condiciones para que ello ocurra, sino también porque nuestra sociedad así lo requiere, sólo es cosa de voluntad.
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