EXPERTOS
COLUMNISTAS 01 JULIA GONZÁLEZ, GOBERNABILIDAD, PROCURACIÓN DE JUSTICIA, Y RIESGOS NO TÉCNICOS ASOCIADOS A LOS PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA.
Julia González
Cortesía
Carlos Cuevas
INNOVACIÓN: UNA APUESTA INTELIGENTE POR EL SUR Los contratos de exploración y extracción de hidrocarburos han sido palanca para el desarrollo económico y social del país, no solo por la inversión que representó 41 mil 449 millones de dólares de 2015 a 2021, de acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), también por la innovación1 que desencadena.
Esta innovación puede observarse en distintos rubros, desde la capacitación de los trabajadores, en las cadenas de valor dentro de las comunidades donde se realizan las actividades petroleras hasta la transferencia de tecnología que genera. A pesar de la pandemia por COVID-19, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró la generación de 12 mil empleos directos en julio de 2020 en el sector de exploración y extracción de petróleo y gas natural (sin tomar en cuenta las cifras de Pemex). La mayoría en el sur del país: Tabasco, Campeche y Veracruz. Recordemos que a partir de la Reforma Energética de 2013, hubo cambios institucionales, legales para atender los retos técnicos, operativos, financieros y ambientales relacionados con las actividades del sector. Desde entonces, el contenido nacional es una obligación para que contratistas brinden empleo a mano de obra mexicana. Lo que se busca con esta obligación es capacitar a trabajadores para que estén mejor preparados y puedan compartir sus conocimientos con más mexicanos, lo que después tiene un impacto en toda la cadena de valor y hace más eficientes los procesos. El porcentaje que debe cumplir cada contrato varía desde el tres por ciento hasta el 26, dependiendo de la ubicación, que puede ser terrestre, en aguas someras o profundas, así como la etapa del contrato.2 De 2015 a 2024, se estima que las compañías participantes en contratos de exploración y extracción inviertan, cuando menos, 5 mil 160 miles de millones de dólares en contenido nacional. Hasta 2021, el año con mayor inversión ha sido el 2020, periodo en el que se invirtieron 940 mil de millones de dólares. 12
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Uno de los beneficios más importante derivado de esta obligación es la transferencia de tecnología: el intercambio entre empresas e instituciones educativas para que la mano de obra nacional cumpla con los mejores estándares internacionales, sea competitiva a nivel global al tiempo que se asegura proveeduría local y mayores ingresos. Al incrementar la inversión, la Reforma Energética reconoció la importancia de formar nuevas generaciones con educación de calidad y desarrollo tecnológico. Por ello, al igual que la obligación de contenido nacional, la transferencia de tecnología se prevé en la Ley de Hidrocarburos y los planes de trabajo y programas se detallan en los contratos aprobados por la CNH. Estos programas incluyen, entre otras actividades, la adopción, innovación, asimilación, investigación y desarrollo tecnológicos, así como la formación de recursos humanos nacionales en la investigación científica y tecnológica aplicada a la exploración y extracción de hidrocarburos, en coordinación con instituciones de educación superior.3
Junio/Julio 2021 P&E Petróleo&Energía
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