Revista Planeo Nº 12

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Revista

derechos urbanos

sep / oct 2013

#12 prácticas.

La práctica de los derechos ciudadanos en la dimensión... | María René Noguera

actores.

Pablo Arriagada

columnas.

El derecho a la ciudad en clave menor | Leonardo Valenzuela

La Ley Monsanto en el Senado | Ivan Santandreu

reseñas.

Ciudades para tod@s. Por el derecho a la ciudad, propuestas y experiencias

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comité editorial –Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC– Director | felipe link Editora General | beatriz mella Coordinador y responsable sección Actores | antonio vega Coordinadora y responsable sección Reseñas | mairelys dominguez Coordinadora y responsable sección Prácticas | maria renee noguera Diseño Planeo Digital | paula bravo Todos los trabajos publicados se adscriben a Creative Commons en su modalidad 2.5, que establece que todo el material publicado es de dominio público y puede re-publicarse, siempre y cuando: no sea con fines comerciales; no se modifique ni se mencione claramente autor y fuente. Las imagenes publicadas que no poseen fuente fueron producidas por la Revista Planeo y se adscriben igualmente a Creative Commons en su modalidad 2.5.


PLANEO es una revista bimestral dedicada al análisis de temáticas urbanas y regionales, desarrollada por académicos y estudiantes del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT) de la Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago de Chile. PLANEO nace en diciembre de 2011 con el interés de constituirse en un espacio de discusión que posicione los temas urbanos y regionales en la agenda del debate nacional y regional. En términos específicos, la revista se reconoce como un vehículo de estudio y promoción de la planificación urbana y territorial. Es una revista con línea editorial que se concentra en la generación de propuestas, visiones y opiniones. Comunidad PLANEO PLANEO busca ser una plataforma de expresión de las personas interesadas en las ciudades y territorios, todos aquellos que, desde diversas posiciones, se propongan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.


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Fuente imagen: Mapocho Pedaleable


prácticas

prácticas

La práctica de los derechos ciudadanos en la dimensión territorial María Rene Noguera Instituto Estudios Urbanos UC. Santiago, Chile.

C

uando se habla de derechos urbanos, es importante en primera instancia volver la mirada a

los Derechos Humanos, en donde se le entrega a todos los seres humanos sus derechos relacionados

resumen Con el tema de Derechos Urbanos, la sección de Prácticas de la Revista Planeo presenta en esta ocasión una reflexión sobre los movimientos sociales que reclaman derechos dentro de la dimensión territorial, en relación con la movilidad en la ciudad y el acceso a espacios urbanos que han sido excluidos o abandonados, pero que por su potencial e importancia dentro de la malla urbana, es reclamado por ciertos grupos sociales. Un ejemplo de estos movimientos sociales está ligado a rehabilitar la ribera del río Mapocho como espacio de circulación libre para peatones y ciclistas, con el fin de mejorar la calidad de vida urbana dentro de una ciudad que se ha dedicado a planificar en base a la movilidad del automóvil, excluyendo otros medios de transporte. palabras claves Derecho a la ciudad, derechos urbanos, movilidad, accesibilidad, río Mapocho.

con diferentes temas, entre ellos salud y educación. ¿Pero que sucede en la práctica con la aplicación de estos derechos humanos dentro de la dimensión territorial? En el libro “Ciudades para tod@s”, se genera un debate de ideas en torno el derecho a la ciudad, y éste como bandera de lucha contra las consecuencias del neoliberalismo en las ciudades, los autores en general se refieren a los efectos ocasionados por el neoliberalismo que sufren los habitantes en su cotidianidad, por ejemplo, en el no acceso a la tierra y los servicios, la inseguridad de la tenencia, los desalojos; todo estos generados por: las privatizaciones, la especulación inmobiliaria, los megaproyectos y mega-eventos, los abusos y trafico de poder, la desregulación del espacio público, la planificación urbana para los intereses de unos pocos (p.14). De esta forma plantean la idea de apropiarse del derecho a la ciudad y de los derechos urbanos como propuesta política de cambio y alternativa a las condiciones de vida urbana creadas por las políticas capitalistas, hoy neoliberales. Todas estas

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Fuente imagen: Mapocho Pedaleable

ideas se entienden como una reformulación de la

la construcción de grandes y modernas infraestruc-

vida urbana con mayor equidad, logrando la redis-

turas de transporte. Y de esta manera, toda la confi-

tribución de los beneficios que la ciudad genera.

guración urbana se ha ido adaptando a esta línea,

Así, en esta tarea de reinventar la ciudad, es impres-

el automóvil se convierte en el elemento articulador

cindible no pensar en incluir estrategias, en donde

de las dinámicas urbanas con tal de garantizar este

los movimientos sociales, como dijo Harvey, juegan

acceso; pero al mismo tiempo los medios de trans-

en eso un importante papel a través de sus luchas

porte motorizados expulsan la caminata y la bici-

cotidianas por una sociedad mas igualitaria y una

cleta, discriminando otras opciones de circular por

ciudad más justa.

la ciudad, y por ende limitando el derecho a circular

Los estudiantes chilenos han salido a la calle a

libremente.

reclamar lo que ellos consideran un derecho, educa-

Es así que la construcción de grandes infraes-

ción pública y de calidad, ¿pero, qué sucede con los

tructuras de transporte se permite el acceso a cier-

movimientos sociales relacionados con el tema te-

tos espacios de la ciudad, pero al mismo tiempo,

rritorial y de ciudad?. En la actualidad existen pocas

esta acción agrede a los habitantes y el medio am-

iniciativas que reclaman por los derechos urbanos,

biente, reprimiendo otras opciones de movilidad

algunos ligados con las iniciativas de mejorar los es-

para poder acceder a otros espacios urbanos consi-

pacios públicos y vivienda; pero también se pueden

derados importantes dentro de la cotidianidad de la

identificar movimientos ciudadanos que reclaman

vida urbana. De esta manera esta libertad de acceso

uno de los derechos humanos fundamentales pen-

y movilidad se establece como un derecho ciudada-

sados desde la dimensión territorial, que es en el de-

no, derecho que muchos defienden y reclaman, ha

recho que toda persona tiene de circular libremen-

sido el caso de algunos movimientos ciudadanos

te. La definición de derecho a la ciudad o derechos

que consideran el espacio donde corre el río Ma-

urbanos, lleva a valorar el concepto de acceso por

pocho, como un lugar de libre acceso y espacio de

si mismo, “la vida urbana exige sobre todo la supre-

transporte alternativo. Este río es la columna verte-

sión de las fronteras, distancias y discriminaciones

bral de la ciudad de Santiago, y como tal, fuente de

con el fin de garantizar el acceso a todos los espa-

discusiones e intervenciones urbanas, pero más allá

cios de la ciudad” (p.47).

de la carga simbólica de este río, está su incuestio-

La ciudad de Santiago le ha entregado al auto-

nable protagonismo como escenario físico de la ciu-

móvil el mayor derecho de circulación, y ha basado

dad, convirtiéndose en la actualidad en el espacio

su planificación urbana en pro de mejorar la accesi-

para demandar derechos urbanos concernidos con

bilidad a diferentes zonas de la ciudad a través de

los temas de movilidad y accesibilidad.


prácticas

Fuente imagen: Mapocho Pedaleable

Con la consigna de retomar la ribera del río

ciudadano hace valer en sus acciones, y en estos

Mapocho y en base a la propuesta de un sistema

tiempos en donde la planificación de las ciudades

de transporte alternativo, nace la iniciativa de “Ma-

ha tomado caminos en pro de la construcción de

pocho Pedaleable”. Este proyecto busca rehabilitar

una ciudad basada en las dinámicas del mercado,

la caja del río Mapocho como un corredor urbano

¿cómo se llega a construir una ciudad diseñada para

para medios de transporte no motorizados. El obje-

todos y todas, que no nos discrimine ni nos excluya

tivo es además de recuperar un lugar abandonado

de ciertos derechos? Según Jordi Borja (p.16), el de-

como espacio público ciudadano, busca proveer a

sarrollo y legitimación de los derechos ciudadanos

la ciudad de un corredor para peatones y ciclistas

dependerá de un triple proceso: 1) cultural, de hege-

de alto estándar [1]. Para este grupo de arquitectos,

monía de los valores que están en la base de estos

el rehabilitar este espacio que por mucho tiempo ha

derechos y explicitación de los mismos, 2) social, de

pasado prácticamente en abandono [2] a pesar de

movilización ciudadana para conseguir su legaliza-

su importancia dentro de la trama urbana santia-

ción y la creación de mecanismos y procedimientos

guina, es una forma de dignificar al peatón y ofrecer

que los hagan efectivos, 3) político- institucional

a los ciclistas un espacio apropiado para circular

para formalizarlos, consolidarlos y desarrollar las

por la ciudad, que no sea necesariamente en auto, y

políticas para hacerlos efectivos. De esta forma se

con el fin único de mejorar la calidad de vida urbana

entiende que la construcción de las ciudades depen-

por medio de la obtención al derecho a la movilidad

derá entonces del poder en la calle, para luego for-

y accesibilidad. Poco a poco esta propuesta ha to-

mular los derechos entre las organizaciones socia-

mado fuerza por medio de la unión con otros grupos

les y luego establecer los instrumentos legales para

ciudadanos interesado en demandar este mismo de-

que la realización de políticas públicas nos permita

recho, entendieron que tenían que hacerse escuchar

reconstruir una ciudad para todos y todas.

y de esta manera decidieron ocupar la ribera del río Mapocho con sus bicicletas, convirtiéndose el Mapo-

Las citas están tomadas del libro “Ciudad para tod@s” por Habitat International Coalition HIC. ¶

cho una vez más en escenario legítimo de demandas ciudadanas. En la actualidad este proyecto es impulsado por diferentes movimientos sociales y los gobiernos municipales de Santiago y Providencia.

[1] Fuente de información: http://cargocollective.com/ BEAP/Mapocho-Pedaleable

La construcción del derecho a la ciudad y de

[2] Las intervenciones que se han realizado ha sido parte

los derechos urbanos, es un tema de ciudadanía, es

de los trabajos de infraestructura vial y para prevenir

decir es el conjunto de derechos y deberes que cada

inundaciones.

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Una serie de demandas ciudadanas se han visto el último tiempo expresadas en nuestras ciudades, espacio que ha permitido visibilizar las inquietudes de los estudiantes, trabajadores, enfermos, entre otros grupos. Los usuarios de la bicicleta en la ciudad también lo han hecho, ya sea reuniéndose todos los primeros martes de cada mes, día en que se realiza una cicletada masiva que ha crecido exponencialmente. A esto se suman una serie de actividades que buscan instalar el uso y su educación en la discusión pública.

Fuente imagen: www.happyciclistas.cl


actores

actores

Pablo Arriagada Happyciclistas y la ciudad como escenario Happyciclistas es una de las diversas organizaciones existentes que hace uso de la bicicleta como una herramienta para poder intervenir creativa y transversalmente en distintos ámbitos de desarrollo y felicidad humana. Pablo Arriagada es Antropólogo de profesión y en la organización Happyciclistas cumple el rol de vocero y gestor cultural.

¿Nos puedes explicar brevemente cómo surge Happyciclistas? ¿Cuál es su misión y visión? Happyciclistas es una organización que promueve el uso de la bicicleta considerándola como una herramienta de transformación social orientada hacia el desarrollo y la felicidad humana. Esa sería la definición de la organización. Somos un colectivo que más que trabajar por la bicicleta en sí y sólo por la bicicleta, lo que se hace es utilizar a la bicicleta como herramienta para trabajar otro tipo de temáticas. Si bien, la principal es la movilidad urbana a través del uso de la bicicleta, también la entendemos como una herramienta para conseguir más cosas para la <<ciudad buena>>, ya sea espacio público, encuentros ciudadanos, ciudadanía, integración social, etc. Como organización tenemos ya 4 años, somos un grupo que surgió a partir del contexto creciente del uso de la bicicleta, en el que vimos que existía la necesidad de potenciar aún más esa energía desde una perspectiva más inclusiva y amable. Y esa perspectiva tenía que ver con eso, en el fondo es invitar a pedalear, pero con una reflexión detrás de esa actividad entretenida.

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| n° 13 | nov / dic 2013 ¿Qué relación tienen ustedes con las otras

bici-malones que son encuentros en diferentes par-

organizaciones existentes? ¿Existe un eje de

ques de la ciudad para poner o visibilizar parques

trabajo común?

urbanos que no se conocen regularmente. Pero, la

Uno podría decir que hay un abanico bien grande

gracia de cada una de las actividades -relacionado

de organizaciones. Todas nos encontramos en uno u

con el tema de la ciudad- es que actúan como me-

otro momento. Está Movimiento Furiosos Ciclistas,

táfora dentro del escenario urbano. Por ejemplo en

Recicleta que es un colectivo específico, las Macleta

el caso de Pedaleo a la luna, un ejercicio fantasioso

que tiene un trabajo de género, está Pedalea por la

en el que podíamos llegar a la luna, en el fondo era

calle, que surge quizás como un discurso ya de se-

mostrarle a la gente que se podía llegar mucho más

gunda generación, ya que si bien antes se pedían

lejos con el ejercicio de la bicicleta. Con la mecánica,

ciclovías ahora se entiende que la bicicleta debe cir-

si bien, el tema concreto es que la gente aprenda me-

cular por la calle. Yo creo que hay una comunidad

cánica básica, lo que estamos haciendo ahí es me-

de intereses que cada cierto tiempo coincidimos y

cánica de las relaciones de la ciudad. Ahí hacemos

podemos congeniar para realizar actividades con-

un juego de palabras que es: <<ajustamos cambios,

juntas y que todas están finalmente apelando a lo

pero también estamos ajustando relaciones urba-

mismo, a la necesidad de mayores facilidades para

nas>>. Por ejemplo, a las bici-clínicasllegan perso-

el ciclista, políticas públicas sostenidas en el tiempo

nas de distintas edades, diferentes clases sociales,

y también participación ciudadana activa. Quienes

de distintos puntos de la ciudad, gente que quizás

toman las decisiones a nivel de infraestructura de-

nunca se hubiera encontrado en un espacio público.

ben considerar este ejercicio ciudadano. En ese sen-

Además, la mayoría no está acostumbrada a relacio-

tido, desde mi punto de vista, los especialistas en el

nes gratuitas, muchas veces preguntan ¿Cuánto vale

tema se encuentran en las organizaciones ciudada-

esta actividad? ¿Cuánto cuesta esta reparación? De

nas más que en la academia.

allí que para nosotros esa es la ciudad, es una ciudad considerada como escenario, pero un escenario

Si entendemos a la ciudad como escenario, ¿Qué

que hay que transformar. Y esa transformación pasa

rol juega esta para ustedes como organización?

por todo este tipo de cosas que te entrega la bicicle-

¿Se busca colocar a la bicicleta en la agenda

ta como herramienta.

pública a través de las diversas actividades? Nosotros tenemos una serie de actividades que de-

Que van sumando finalmente….

sarrollamos durante el año y que están orientadas a

Exacto, por ejemplo la movilidad urbana, es mover-

distintos elementos que tienen que ver con la prácti-

se a otra velocidad, es poder encontrarte con el otro,

ca del ciclismo urbano. Pero cada una de esas activi-

es ponerte en el lugar del otro, es una ciudad a otro

dades en el fondo, nosotros las planteamos y las ha-

ritmo, más integrada. Hay un montón de elementos

cemos operar a modo de metáfora sobre la ciudad.

que pueden trabajarse a través de las actividades y

Por ejemplo, una vez al año hacemos el Pedaleo a

principalmente a través de la bicicleta.

la luna, que es un pedaleo nocturno masivo al cerro San Cristóbal con actividades culturales incorpora-

¿Creen ustedes que es necesario seguir realizando

das. Este año nos hicimos parte de manera activa

estas actividades para instalar a la bicicleta en el

en la gestión cultural de El Mapocho Pedaleable. Te-

discurso político?

nemos de manera regular las bici-clínicas, que son

Estamos dentro de un contexto cultural, histórico,

talleres de mecánica básica en donde se les enseña

en que la gente se está volviendo a encontrar. La

a ciclistas que están empezando a reparar sus <<pa-

gente se había acostumbrado a vivir de manera ais-

nas>> básicas de sus bicicletas y además a pedalear

lada, a solucionar sus problemas de manera aislada.

de manera segura por la ciudad. También hacemos

Creo que en la medida en que el desarrollo urbano


actores

ha demostrado que hay cuestiones que el desarrollo privado de la ciudad no va a lograr solucionar, los ciudadanos han empezado a organizarse en función de ciertas peticiones. Y en ese escenario yo creo que los movimientos o las organizaciones vinculadas a la bicicleta, han logrado hacerse presente, hacerse visible. El paso que estaría faltando ahora es lograr dar un paso quizás ver cómo estas acciones, que son metafóricas, se transformen en propuestas más efectivas, más allá de lo que hemos logrado hasta ahora, que es motivar a que mucha más gente se suba a la bicicleta, pero es necesario también que existan programas de educación vial y ciudadana planteados desde la autoridad. Surge la necesidad de politizar otros temas que van más allá de la propia infraestructura. Por ejemplo, siempre me llama la atención cuando se hacen foros temáticos, yo tuve la posibilidad de participar en Santiago 2041, y gran parte de la conversación se basaba en infraestructura. Estuvo el Ministerio de Transporte, el de Obras Públicas, pero me llamó la atención que no estuviera el Ministerio de Educación. Entonces, en el fondo lo que falta de parte de las organizaciones, que ya estamos haciendo un trabajo político, es lograr quizás conducir esto a un nivel de negociación con el Estado, en que podamos posicionarnos como una contra parte técnica en el tema. Algunos dicen que las ciclovías ya son un tema del pasado. Sin embargo y pese a que no cumplen con los estándares, han logrado que mucha gente se suba a la bicicleta. Además hay que mirar desde otro punto de vista la infraestructura, la ciudad ya está hecha para la bicicleta, las calles ya existen y por lo tanto se debe trabajar por la infraestructura, pero también por el aspecto cultural y la educación vial. Asimismo, estamos trabajando sobre un par de proyectos de diálogos intermodales, es decir, cómo logramos vivir de manera empática con el entorno, no sólo entre los Happyciclistas sino que entre todos, que exista una comunicación con los taxistas, vehículos particulares y micreros, vincularse de manera empática con el entorno, y para eso debemos desmarcarnos de la bicicleta en sí y eso también tiene que ver con la política. ¶

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columnas

columnas

El derecho a la ciudad en clave menor Leonardo Valenzuela

A

terrizar la idea del derecho a la ciudad una

les, planificando como minoría. De este modo, con

y otra vez en una lista de supermercado no le

el diseño y la tecnología adecuada los baches que

hace ninguna justicia a Lefebvre, mientras que que-

interrumpen el desplazamiento de personas en silla

darse en la recitación penitente de conceptos dema-

de ruedas pueden ser eliminados, suprimiendo prag-

siado amplios y bien intencionados tampoco hace

máticamente la discapacidad.

mucho para darle lugar a la potencialidad creativa

Pensar el derecho a la ciudad en clave menor

de su proyecto. Centrar la discusión en torno al dere-

necesariamente nos lleva a poner al cuerpo al cen-

cho a la ciudad en el acceso a recursos u otras varia-

tro de nuestras preocupaciones, entendiendo sus

bles de esa índole corre el riesgo de quedarse en lo

propensiones afectivas y la transversalidad que lo

que Isabelle Stengers (2010) denomina la “clave ma-

enreda con otros cuerpos. Bruno Latour (2004) de-

yor”, colonizando todo el sentido de lo que significa

fine al cuerpo como una interfaz que deviene cada

vivir en la ciudad y transformarse transformándola.

vez más describible en la medida que aprende a ser

El derecho a la ciudad desde la perspectiva de la

afectada por más y más elementos, lo que involucra

planificación en lo que, siguiendo a Stengers (2010),

un rol fundamental del hábitat en el enriquecimien-

denominaré “clave menor” es más bien un asunto

to de los cuerpos que lo habitan. En consonancia

enfocado en posibilitar. El pensamiento minoritario

con lo anterior, se encuentra el pensamiento urbano

se instala en el advenimiento de lo imprevisto, tan

de Jan Gehl (2010), preocupado por la vida como ele-

propio de una política de la convivencia. Un ejemplo

mento básico para entender la ciudad y centrándo-

de esto es la comprensión de la discapacidad como

se en enriquecer la experiencia urbana a partir de la

una condición adquirida en relación con las posi-

comprensión de los ritmos y capacidades del cuer-

bilidades del hábitat (Moser, 2006). La clave mayor

po humano. Esto representa nuevamente una com-

hace de la discapacidad un problema de individuos

prensión minoritaria, ya que establece un método

anormales a los cuales es necesario asistir, planifi-

que busca dar curso a las capacidades sin quedarse

car para la minoría. La perspectiva menor desplaza

en un mapeado pre existente de lo posible. Tal vez se

el problema de la normalidad hacia la eliminación

podría objetar que la copenaguenización propuesta

de las brechas que fundan las condiciones anorma-

por Gehl reviste una excesiva tendencia a la domes-

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| n° 13 | nov / dic 2013 ticación, aunque a mi juicio eso no siempre resulta

preocupación tan relevante como lo era para Lefeb-

necesariamente negativo.

vre en 1968. La performatividad de los rankings y los

Por otro lado, la transversalidad, y siguiendo la

indicadores de políticas urbanas, ambas expresio-

formulación de Guattari (1965), plantea una forma

nes de urbanismo en “clave mayor”, amenazan con

de entender el derecho a la ciudad con distancia de

formas aún más profundas de mercantilización y

la formulación liberal individualista del concepto de

desensibilización en torno a las realidades urbanas

derechos. La transversalidad es el reconocimiento

particulares. El urbanismo en “clave menor” es una

de la múltiples conexiones afectivas que desarrolla-

apuesta por la diversificación de lo que cuenta a la

mos en nuestras vidas cotidianas con una heterogé-

hora de hacer ciudad en términos pragmáticos, es

nea variedad de entidades humanas y no-humanas,

un impulso a la democratización y una alerta a los

una forma de devenir que cuestiona la figura de la

escrúpulos en términos de las obligaciones morales

autonomía individual. Una forma minoritaria de

que nos imponen las realidades urbanas contempo-

entender el derecho a la ciudad en este ámbito im-

ráneas en nuestras ciudades. ¶

plica que la habitabilidad urbana no es sólo el resultado de asociaciones entre seres humanos, sino también los vínculos que se establecen por ejemplo con animales transformando la habitación en cohabitación (Hinchliffe & Whatmore, 2006). De esta co-habitación se derivan obligaciones de cuidado relacionadas con tener que compartir el mismo espacio y al mismo tiempo es generativa en términos de posibilitar formas novedosas de disfrutar el derecho a la ciudad. Finalmente, el problema del derecho a la ciudad nos enfrenta con el problema de que la formulación de derechos es una práctica que en su veta tradicional se funda en conceptos con pretensiones universales, tal ambición es una comprensión en “clave mayor”. La visión menor apunta a la necesidad de reconocer el mundo específico desde el cual emanan los derechos, en este caso significaría que cada ciudad potencialmente requeriría de modos diferenciados del derecho a la ciudad. Esto representa un desafío para quienes reclaman expertise en asuntos urbanos en tanto es necesario darle profundidad a la comprensión de las ciudades de interés más allá de las bases de datos o los modelos generales, esto significa un renovado interés por las experiencias y sensaciones cotidianas y una renuncia al control y la instrumentalización por parte de quienes tienen pretensiones excesivamente gerenciales respecto a la administración urbana. La resistencia a la singularización de la ciudad y las experiencias urbanas sigue siendo hoy una

referencias Gehl, Jan. (2010). Cities for People. Washington DC: Island Press. Guattari, Félix. (1965). La transversalité. Revue de psychothérapie institutionnelle(1), 91-106. Hinchliffe, Steve, & Whatmore, Sarah J. (2006). Living cities: Towards a politics of conviviality. Science as Culture, 15(2), 123-138. Latour, Bruno. (2004). How to Talk About the Body? the Normative Dimension of Science Studies. Body & Society, 10(2-3), 205/229. Moser, Ingunn. (2006). Disability and the promises of technology: Technology, subjectivity and embodiment within an order of the normal. Information, Communication and Society, 9(3), 373-395. Stengers, Isabelle. (2010). Including Nonhumans in Political Theory: Opening Pandora’s Box? In B. Braun & S. J. Whatmore (Eds.), Political Matter: Technoscience, Democracy and Public Life (pp. 3-34). Minneapolis, MN: The University of Minnesota Press


columnas

columnas

La Ley Monsanto en el Senado Iván Santandreu Director Revista Mundo Nuevo. Santiago, Chile

La propuesta legal del Ejecutivo amplía los de-

L

a semilla es el símbolo y la fuente universal de la

rechos de propiedad intelectual sobre las semillas

vida. En ella, están contenidas todas las fuerzas

pertenecientes a grandes corporaciones y convierte

para desarrollar tanto un árbol milenario como los

en ilegal para los agricultores el guardar e intercam-

alimentos que consumimos a diario.

biar su propia semilla. Todo esto está amparado en

La semilla, por milenios, ha sido patrimonio co-

derechos exclusivos garantizados por los derechos

mún de la humanidad, mejorada pacientemente por

de propiedad intelectual. En palabras de Vandana

los pueblos originarios y campesinos y guardada ge-

Shiva: “la semilla no es un invento; la vida no es un

nerosamente por mujeres guardadoras de semillas.

invento.”

Parte de la tradición ancestral de indígenas y de

La apropiación del saber ancestral acumulado

campesinos es el intercambio de semillas. Trafkintu

por parte de grandes empresas al amparo legal de la

significa trueque en mapudungun y es una tradición

nueva ley de obtentores vegetales no es innovación,

propia de la cultura mapuche, en la cual se intercam-

es simplemente biopiratería: es un robo.

bian semillas, plantas y demás productos agrícolas para la subsistencia.

Además, la propuesta legal del Gobierno permite la posibilidad de registrar semillas transgénicas,

Estos productos se ofrecen a Dios, para obtener

un tipo de tecnología fracasada en el mundo, que

así los frutos de la naturaleza que ellos entregan. La

conduce a un uso mayor de agrotóxicos. Este he-

idea es enriquecerse como comunidad, valorando el

cho sólo beneficia a las empresas que las producen

aporte de los otros y reivindicando la generosidad,

al vender un paquete tecnológico y monopolizar el

con el fin de alcanzar la sabiduría de esta manera.

mercado con semillas de propiedad exclusiva, nor-

Esta cosmovisión y las tradiciones ancestrales en proceso de extinción enfrentan una nueva amenaza que nos atañe a todos.

malmente más caras y de menor productividad. Que nadie se equivoque: esta iniciativa legal es del Gobierno de Michelle Bachelet y el Presidente Pi-

En virtud de la aprobación del convenio UPOV 91,

ñera le ha puesto carácter de urgencia en el Senado.

el Gobierno busca derogar la actual ley de semillas,

Como se aprecia es un problema transversal de los

con el propósito de fomentar más aún la agricultura

partidos políticos tradicionales.

a escala industrial de carácter monopólico y facilitar

Es deber de todos nosotros evitar que este cuer-

la concentración de la propiedad de las semillas en

po legal –la ley que regula los derechos de las obten-

pocas empresas, normalmente multinacionales.

ciones vegetales- salga a la luz. ¶

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reseñas Ciudades para tod@s Por el derecho a la ciudad, propuestas y experiencias Edición: Ana Sugranyes y Charlotte Mathivet Habitat International Coalition (HIC) Año: 2010 ISBN: 978-956-208-090-3 Por Mairelys Domínguez. Instituto de Estudios Urbanos UC. Santiago, Chile.

C

iudades para todos es una publicación sustan-

febvre y otros autores, es la apertura a un espacio

ciosa que aborda el tema del derecho a la ciu-

de debate, confrontación de ideas, ilustración de ex-

dad, desde distintas perspectivas. Cabe destacar,

periencias, formulación de dudas y certezas sobre la

que este es uno de los fenómenos más potentes que

fortaleza del derecho a la ciudad como herramienta

se ha podido percibir en las sociedades actuales y

para las ciudades. En esencia esta publicación plan-

en este sentido, se ha procurado crear un marco efi-

tea la idea de apropiarse del derecho a la ciudad

caz de referencia sobre el tema, generando distin-

como propuesta política de cambio y alternativa a

tas visiones que van más allá de los planteamientos

las condiciones de vida urbana creadas por las polí-

teóricos o de las simples opiniones. En esta ocasión

ticas capitalistas, hoy neoliberales.

la información se complementa con casos puntua-

Algunos de los temas que se pueden encontrar

les ayudando a reforzar los argumentos expuestos

en su primer capítulo estructurado como el funda-

por los autores de la primera parte.

mento teórico están: La democracia en busca de la

Este libro forma parte de la organización Habi-

ciudad futura; Contra el derecho a la ciudad accesi-

tat International Coalition (HIC), una red global de

ble; El proceso de construcción por el derecho a la

movimientos sociales, organizaciones y personas a

ciudad: avances y desafíos. Entre los autores que

nivel internacional, que procura la lucha por la apli-

participan de este contenido tenemos a Jordi Borja,

cación del derecho a un lugar donde vivir con dig-

Yves Jouffe, Giuseppe Caruso y otros profesionales

nidad. El enfoque de esta organización es el enlace

reconocidos.

entre el hábitat humano, los derechos humanos y la

La segunda parte es una muestra de las expe-

dignidad humana, con el correspondiente reconoci-

riencias de la ciudad, con una selección de lugares

miento de las reivindicaciones de los pueblos y de

bastante heterogénea alrededor del mundo, entre

sus capacidades, así como sus aspiraciones de liber-

ellas tenemos a Sudáfrica, India, Chile, Japón, China,

tad y solidaridad.

Argentina, Egipto, República Dominicana y Ecuador.

Tal y como lo indican sus editoras, este libro

Las ciudades que sirven de ejemplo son New York,

más que un estudio científico sobre el derecho a la

Caracas, Cochabamba, Toronto y Ciudad de Méxi-

ciudad como lo hizo el reconocido autor francés Le-

co. Dicha selección se ha hecho con la intención de


reseñas

mostrar las distintas facetas de estas experiencias, construidas en torno a cuatro enfoques correspondientes a distintas estrategias: Las luchas populares contra la marginalización y los desalojos; las iniciativas populares de empoderamiento; la implementación del derecho a la ciudad a través del marco legal y por último la planificación y políticas públicas. En relación a su contenido son usuales los términos reivindicación y cambio, frente a las consecuencias de las ciudades actuales en que vivimos. Se puede decir que de todas las secciones de este libro, una de las más innovadoras es la referida a la planificación y las políticas públicas, demostrando que estas herramientas pueden ser contrarias al derecho a la ciudad y al buen vivir, acelerando y profundizando los efectos negativos de la globalización mercantil y que al mismo tiempo pueden ser instrumentos que generen procesos de cambios, revirtiendo situaciones de desigualdad e injusticia (Sugranyes y Mathivet, 2010). ¶

referencia bibliográfica de la publicación: Sugranyes y Mathivet, 2010. Ciudades para tod@s: Por el derecho a la ciudad, propuestas y experiencias. Primera edición-Santiago de Chile, 2010.

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revistaplaneo.uc.cl


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