Planeo 28

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Revista

territorios indígenas y planificación

junio 2016

#28 prácticas.

Los Huicholes en su arcaica lucha territorial Defendiendo Wirikuta... | María Murillo

Indígenas urbanos, nuevas posibilidades de bienestar... | Pablo Rodríguez

actores.

columnas. reseñas.

| 16 Juan Álvaro Echeverri | 21

| 10

Gerardo Azócar

Localización de centros de salud interculturales en la Región Metropolitana...

| 31 Trayectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche | 34 Unlearning the Colonial Cultures of Planning | 38 Nuevos escenarios para la gobernanza en chile ante la demanda...

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| n° 28 | junio 2016

comité editorial –Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC– Director | arturo orellana Editora General | piera medina Equipo editorial | laura quezado, rossalba gonzález, pablo weiner, martin montes, maría fernanda martínez Diseño Planeo Digital | paula bravo Todos los trabajos publicados se adscriben a Creative Commons en su modalidad 2.5, que establece que todo el material publicado es de dominio público y puede re-publicarse, siempre y cuando: no sea con fines comerciales; no se modifique ni se mencione claramente autor y fuente. Las imagenes publicadas que no poseen fuente fueron producidas por la Revista Planeo y se adscriben igualmente a Creative Commons en su modalidad 2.5. Foto portada: Nicolas Venturelli. Fuente https://flic.kr/p/4FVZZ8


PLANEO es una revista bimestral dedicada al análisis de temáticas urbanas y regionales, desarrollada por académicos y estudiantes del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT) de la Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago de Chile. PLANEO nace en diciembre de 2011 con el interés de constituirse en un espacio de discusión que posicione los temas urbanos y regionales en la agenda del debate nacional y regional. En términos específicos, la revista se reconoce como un vehículo de estudio y promoción de la planificación urbana y territorial. Es una revista con línea editorial que se concentra en la generación de propuestas, visiones y opiniones. Comunidad PLANEO PLANEO busca ser una plataforma de expresión de las personas interesadas en las ciudades y territorios, todos aquellos que, desde diversas posiciones, se propongan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.


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| n° 28 | junio 2016 resumen

A pesar de siglos de lucha por la conservación de su territorio y cosmogonía, los Huicholes advirtieron que la magnitud del conflicto territorial era tal que no la iban a poder enfrentar solos. Tanta fue la presión y el miedo de perder su tierra, que la comunidad Huichol decidió abrirse al mundo y dejar entrever sus prácticas sagradas acudiendo a la simpatía multicultural del mestizo mexicano e interesados internacionales para poder defender el camino ancestral hacia el nacimiento de su dios sol contra las decenas de concesiones mineras otorgadas por el gobierno mexicano a industrias extranjeras. pa l a b r a s c l a v e

Indígenas, conflicto territorial, minería.

Indígena Huichol. Barrio Rojo Amsterdam Fuente: info-huicholesgrupoindigenademexico.blogspot.mx Fuente: https://www.disfrutaamsterdam.com/barrio-rojo Foto: Firma Convenio


prácticas

prácticas

Los Huicholes en su arcaica lucha territorial Defendiendo Wirikuta en un esquema multicultural María Murillo Martí Ingeniero Ambiental, UASLP México. Estudiante de Magister Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, UC, Chile.

(Imagen izq.) “Soy Clemente Ramírez estudiante de leyes en la ciudad de Guadalajara, Jalisco en Méxi-

L

a comunidad Waxárica, conocida en español como Huichol, es una de las pocas comunidades

co, pero tengo otro nombre, otra vida. En mi tierra

indígenas que ha logrado mantenerse casi pura des-

soy Ubeniteman hijo de Urra-Muire mara’akame de

de la conquista española en México, conservando

la comunidad Pirrárica de la Laguna y de Turama,

sus rasgos y dándose a conocer al mundo en medio

mi madre. Somos un pueblo que a pesar de la con-

de grandes presiones al habitar un territorio rico en

quista española y el avance de la sociedad mestiza

minerales que se ha visto fuertemente amenazado

mexicana, mantiene su cultura, sus ritos y su forma

a pesar de su importancia como reserva natural, es-

ancestral de vida. Los de afuera nos llaman Huicho-

pacio cultural y de identidad territorial.

les, los últimos guardianes del peyote.”

En la mitología Huichol todo lo existente forma una sola unidad, sin problemas de comunicación, compartiendo un mismo mundo. Es interesante entender que los Huicholes consideran lo arcaico y lo moderno, la tradición y el cambio, lo natural y lo social no como campos opuestos, sino como elementos que coexisten y se relacionan en una atmósfera compleja que recrean anualmente en un ritual de peregrinación a través de Wirikuta (imágenes 1 y 2).

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El Gran Nayar y los sitios sagrados del pueblo Huichol. Fuente: venadomestizo.blogspot.mx

gión del Gran Nayar, la cual debe entenderse como

El conflicto territorial en un esquema multicultural

un complejo cultural que contempla parte de los es-

Desde el periodo colonial en México, los Huicholes

tados de Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas y San

se han movilizado en aras de defender su sobera-

Luis Potosí en México.

nía territorial. Algunas comunidades Huicholes

En la actualidad Los Waxáricas habitan la re-

Para los Huicholes las peregrinaciones que ha-

fueron reconocidas por autoridades de la Nueva

cen a sus puntos geográficos sagrados, contribuyen

España en el siglo XVII, cuando solicitaron títulos

al equilibrio del mundo, pues las ofrendas que depo-

de propiedad por medio de sus gobernadores. Pos-

sitan en puntos de ritual específicos, les aseguran

teriormente durante el siglo XIX producto de la des-

desde buenas cosechas hasta el mantenimiento del

amortización, los Huicholes perdieron tierras con el

orden en su cosmos. Esto evoca a que la defensa de

argumento de que eran tierras muertas. Territorios

su tierra y sus sitios sagrados ha jugado un papel

que a la fecha siguen generando un entorno de dis-

más que relevante en la historia de la comunidad.

puta entre el Estado y la comunidad. En el año de 1992 se firmó el Tratado de Libre Comercio TLC entre Canadá, Estados Unidos y México, permitiendo a las compañías extranjeras la concesión de terrenos para la explotación minera de 56 millones de hectáreas del territorio mexica-


prácticas

Ruta de peregrinación Waxárica. Fuente: venadomestizo.blogspot.mx

no, lo que equivale a una cuarta parte del país. Esto ha sido un verdadero problema tanto para los Huicholes como para otras comunidades indígenas del país, puesto que nunca les fue consultado el destino de sus territorios. Este hecho reafirmó en la comunidad Huichol el deseo de proteger su territorio para poder seguir practicando sus costumbres ancestrales, de forma tal que el caso Wirikuta Waxárica se convirtió en una cuestión trascendental para que los Huicholes se valieran del multiculturalismo como discurso jurídico, moral y político para salvaguardar su identidad cultural. El 28 de abril del 2008 la comunidad logró que el Presidente Felipe Calderón junto con gobernadores de San Luis Potosí, Durango, Jalisco, Nayarit y Zacatecas, y el presidente de la Unión Wixarica firmaran el Pacto Huauxa Manaka para la preservación y el desarrollo de la cultura Wixarica. En el pacto el

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Estado se comprometió a proteger y fortalecer la

La comunidad Waxárica ha potenciado desde

continuidad histórica de los lugares sagrados y las

entonces su firmeza en la prosecución de la rituali-

rutas de peregrinación de la comunidad, además

dad de su identidad ancestral dentro de su territo-

de normar que se consulte a los pueblos indígenas

rio, consiguiendo en enero de 2015 la detención de

interesados cada vez que se prevean medidas legis-

78 concesiones mineras que existen en Wirikuta. La

lativas o administrativas susceptibles de afectarles

oposición a muchas de estas obras se fundamenta

directamente. Esta parte del pacto fue basada en

en que no se respetó el acuerdo de previa consulta

los artículos 6 y 7 del Convenio 169 sobre pueblos

siendo que el Estado mexicano se había declarado

indígenas y tribales de la OIT, que implica que los

responsable de obtener la aprobación de las comu-

pueblos interesados tengan derecho de decidir sus

nidades indígenas sobre temas que les afectan.

propias prioridades, en la medida en que éste afec-

Por su parte, tanto los Huicholes como los eji-

te las tierras que ocupan o puedan atentar contra

datarios y mineros piden que exista un diálogo

sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espi-

entre las dos partes para que se conozcan y se res-

ritual.

peten ambas visiones y así puedan seguir una coe-

No obstante, en contra de lo convenido, el Es-

xistencia basada en respeto y toma de decisiones

tado continuó concesionando terrenos sin previa

fundamentadas para el beneficio común: “para evi-

consulta ciudadana. Esto llevó a que en el año 2011

tar los problemas con la naturaleza tenemos que

líderes Huicholes presentaran su caso ante el Foro

dialogar, para no romper la hermandad que hemos

Permanente de Asuntos Indígenas de la ONU y, pa-

tenido, somos seres humanos todos, nos podemos

ralelamente, motivó la conformación del Frente en

entender” (Ubeniteman Waxárica, 2015). ¶

Defensa de Wirikuta FDW, que lucha por la defensa de los territorios sagrados Huicholes ubicados en la región de la sierra y el desierto Potosino. El frente es integrado por antropólogos, neo-chamanes, ambientalistas, estudiantes y líderes Wixáritari, formando una alianza que une a huicholes, mestizos mexicanos y simpatizantes de la causa. Es interesante enfatizar que esta última fase de reivindicación de la identidad huichola vinculada a procesos de defensa y autonomía territorial ha dejado ver que los Wixáritari han sabido aprovechar el esquema multicultural para obtener beneficios, simpatizando con la sociedad civil y la opinión pública, así como para obtener cierto grado de reconocimiento por parte del sistema político.


prácticas

referencias El Neurath J. (2012). Wirikuta y la búsqueda colectiva de visiones. 20 de junio 2015, de Artes de México Sitio web: http://artesdemexico.com/adm/09/index.php/ adem/cont-ed/wirikuta_y_la_busqueda_colectiva_de_ visiones/ Mejía G. (2012). Wirikuta: la historia no contada de un conflicto minero. 20 de junio 2015, de El Financiero Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/archivo/ wirikuta-la-historia-no-contada-de-un-conflicto-minero.html Gutierrez V. (2012). Wirikuta: las dos caras 
de un conflicto legal. 20 de junio 2015, de El Economista Sitio web: http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2012/05/22/wirikuta-las-dos-caras-conflicto-legal Varela A., Martinez, Austria S., (2012), Pilgrimage to Wirikuta, [Video], disponible en: http://www.unesco.org/ archives/multimedia/?s=films_details&pg=33&id=3520 ÁlvarezS I. (2015). La lucha territorial de los huicholes. Reconocimiento político e integridad cultural en un mismo enunciado. ULÚA. Revista de Historia, Sociedad y Cultura, 25, http://revistas.uv.mx/index.php/ulua/ article/view/1933. Vilchez H., Stefani P. (productores) y Vilchez H. (director). (2015) Huicholes, los últimos guardianes del peyote [Documental]. México: Kaborpo Films.

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Comunidad indígena participante en el Proyecto Tejido Manigua. Fuente: Elaboración Propia


prácticas

prácticas

Indígenas urbanos, nuevas posibilidades de bienestar fuera de sus territorios ancestrales Pablo Andrés Rodríguez Bothe Diseñador Industrial, UJTL. Tesista Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, PUC. Laboratorio de Diseño Territorial y Estilos de Vida, Comba Internacional, Colombia

resumen

En nuestra diversa y multicultural región latinoamericana ha venido creciendo el desplazamiento forzoso de la población indígena desde sus territorios ancestrales hacia las grandes ciudades. Esto ha traído complicaciones y desafíos en el ejercicio de planificar ciudades más integradoras, razón por la cual, proyectos de distinta índole han sido ejecutados sin la espera de acciones del gobierno, con la pretensión de ofrecer acompañamiento y herramientas de fortalecimiento a estos colectivos étnicos en un sistema social que por ratos los discrimina, por ratos los ignora. El proyecto Tejido Manigua- Culturas Vivas rescata el pensamiento colectivo de los indígenas urbanos y promueve una mejor calidad de vida de éstos en las ciudades por medio de espacios de intercambio cultural que reconozcan el patrimonio material e inmaterial que cada cultura es capaz de ofrecer y beneficien tanto económica como espiritualmente a las comunidades indígenas en los territorios urbanos. pa l a b r a s c l a v e s

Indígenas urbanos, intercambio cultural, ciudades integradoras

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L

os indígenas que migran hacia los centros urbanos por causa del desplazamiento forzoso

de sus territorios ancestrales se ven enfrentados a

Venta de Artesanías en espacio público. Fuente: elaboración propia

diversas y complejas realidades (Valenzuela, 2014). Este artículo hace énfasis en dos problemas relacionados con la migración forzada de población indígena a la ciudad; el primero, entendido como la incapacidad que tienen de satisfacer sus necesidades o alcanzar su bienestar en las ciudades, pues no hay ecosistema más lejano y hostil en comparación a su territorio que las urbes contemporáneas; el segundo, hace referencia a la inmensa dificultad que enfrentan para poder adaptarse y participar de un sistema social que se diferencia, a todas luces, de su cultura y tradiciones. La sensación de supervivencia, entonces, se deriva de estos problemas y genera instancias donde estos colectivos buscan volver a su lugar de origen o al menos transitar entre su territorio y la ciudad. De esta manera, la comunidad indígena se ve impulsada a ofrecer lo aparentemente “poco” que posee e interesa la sociedad consumidora: las conocidas artesanías u objetos de su cultura material capaces de ser comercializados (Imagen 1). Por lo mismo, no es de sorprenderse cuando, por efecto de lo anterior, se encuentran centenares de indígenas comercializando artesanías en las calles, playas o andenes, con el objetivo conseguir los ingresos diarios para subsistir en el entorno urbano. En

vista

organizaciones

de han

esta

situación,

venido

algunas

trabajando

para

garantizar condiciones de vida dignas a estas comunidades que poco conocen las dinámicas urbanas pero que las padecen en el día a día. En Colombia se ha venido construyendo un espacio que brinde apoyo para la integración y empoderamiento de estos colectivos étnicos frente al sistema capitalista vigente en los centros urbanos. Desde ACDI-VOCA, operador de USAID (United States Agency for International Develpmente por su sigla en inglés) en el país y Comba Internacional, consultora asociada, se ha desarrollado el proyecto Tejido Manigua – Culturas Vivas, propuesta que surge del diálogo entre varios grupos indígenas

La comunidad indígena se ve impulsada a ofrecer lo aparentemente “poco” que posee e interesa la sociedad consumidora: las conocidas artesanías u objetos de su cultura material capaces de ser comercializados.


prácticas

urbanos apuntando a la construcción de una nueva

posibilidad de usar dicho ejercicio como valor agre-

realidad que surge de las expectativas que dichos

gado en el diseño de productos y servicios innova-

pueblos originarios tienen de la vida en la ciudad

dores, se refuerza el sentido de identidad cultural

e indaga sobre cómo apropiarse e identificarse con

por medio del fortalecimiento de la relación con el

este nuevo territorio urbano al que se enfrentan.

territorio originario y sus dinámicas ancestrales.

Este proceso ha integrado elementos del nece-

Una de las estrategias utilizadas es propiciar el diá-

sitar (buscar el pan de cada día) pero también del

logo, la conversación y la enseñanza mediante el

soñar. Por un lado, se trata de buscar instancias

tejido, actividad que los vincula con sus tradiciones

donde se fomente y genere una innovación respec-

pero que también les permite construir lazos con el

to a los productos que ofrecen las comunidades in-

entorno urbano en el que ahora viven.

dígenas para su sustento, garantizando que éstos

Sin olvidar el territorio, este proyecto ha fo-

sean lo suficientemente atractivos como para que

mentado el diálogo entre los beneficiarios directos,

puedan competir en un mercado y logren beneficiar

es decir los indígenas urbanos, y las comunidades

en términos económicos así a las personas de la et-

con las que permanecen en contacto en su lugar de

nia. Por otra parte, se promueve la generación de

origen. Esto facilita involucrar a otras personas con

espacios de intercambio cultural (imagen 2), donde

el proyecto en cuestiones como la incorporación en

además de aprender de los demás saberes y tener la

la cadena productiva, pero también devuelve cerca-

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nía y posibilidad de reencontrarse con el territorio

Tejer y entramar las relaciones socio-culturales

que permite satisfacer sus necesidades tanto físi-

con los territorios originarios y los entornos urba-

cas como espirituales, que fortalece sus lazos afec-

nos es un acto de diseñar el territorio, de transitar

tivos y genera bienestar (Tuan, 2007). La ciudad se

entre las localidades que sustentan la red simbóli-

vuelve entonces una expansión de las localidades

ca de cada pueblo (González, 2015) y de fortalecer,

que constituyen la red simbólica territorial de los

tanto material como inmaterialmente, el patrimo-

indígenas y se empieza a percibir como un espacio

nio cultural de las comunidades indígenas (Torres,

que antes que despedir y excluir, logra invitar.

2009). Por todo esto, es imperante planificar para

Hoy por hoy, la migración de grupos indígenas

la integración y la generación de espacios que brin-

a las ciudades ha sido un problema para los

den calidad de vida y bienestar para los distintos

gobiernos locales de América Latina, y por tanto,

estilos de vida y así fortalecer una sociedad que

es una cuestión que no debe ser pasada por

pueda ser capaz de trabajar, desde la diversidad de

alto en el momento de desarrollar urbes más

conocimiento, por los distintos objetivos de un me-

integradoras y justas, capaces de facilitar, ojalá

jor desarrollo territorial. ¶

desde los gobiernos, instancias de reconocimiento multicultural

y

darle

cabida

a

paradigmas

distintos que puedan no sólo incentivar formas de vida alternativos como el de las comunidades ancestrales, sino que también puedan beneficiar la diversidad cultural latinoamericana.


prácticas

Comunidad indígena participante en el Proyecto Tejido Manigua. Fuente: Elaboración propia

bibliografía ACDI/VOCA. (n.d.). Empoderando agentes de cambio para la inclusión. Retrieved May 3, 2016, from http://www. acdivoca.org.co/quienessomos.php# González, P. (2015). Prácticas translocales Aymaras. Pontificia Universidad Católica de Chile. Torres, C. (2009). Así pensamos y así decimos los indígenas de la Sierra Nevada frente a los nuevos modelos de desarrollo de occidente. Encuentros, Serie Sobre Desarrollo Y Cultura, 1(Desarrollo y cultura en el caribe colombiano), 55–59. Retrieved from http://www.desarrolloycultura.net/sites/default/files/Desarrollo y cultura en el Caribe colombiano_0.pdf Tuan, Y.-F. (2007). Topofilia (1 ed.). Melusina. Valenzuela, S. (2014, March 30). Una política para los indígenas urbanos. El Espectador. Bogotá. Retrieved from http://www.elespectador.com/noticias/bogota/unapolitica-los-indigenas-urbanos-articulo-483778

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actores

actores

Gerardo Azócar Geógrafo. Doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción. Actualmente se desempeña como académico del centro de ciencias ambientales EULA-Chile de la Universidad de Concepción, desarrollándose especialmente en el área del ordenamiento territorial y el desarrollo rural, donde ha realizado importantes aportes por medio de diversas investigaciones y publicaciones. Adicionalmente trabaja como asesor y consultor de temas medio ambientales.

Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.

«La cosmovisión indígena, en general, no divide y reduce el territorio y su enorme complejidad, sino más bien lo integra y coloca en su centro al ser humano y sus múltiples necesidades»

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Para comenzar nos gustaría que nos expliques ¿qué

planificación y desarrollo territorial. De este modo,

entendemos actualmente por territorio indígena

y a través de diferentes políticas, se construye o

y cuáles son sus principales características?

destruye territorio, podríamos decir con mayor o

Bueno, podríamos considerarlo como un territorio

menor participación, inclusión y autonomía de los

que históricamente ha sido habitado por pueblos

pueblos indígenas. Esta territorialidad es dinámica

originarios. Poseen una alta densidad de población

y, obviamente, obedece a procesos históricos, más

indígena y, además, un acervo cultural común, tra-

o menos recientes, y a una fuerte intervención del

dicional e identitario. Por ejemplo, en su relación

Estado. La oferta pública y la dinámica económica

con los recursos naturales y ecosistemas. Su confi-

globalizadora, actualmente, construyen o re-elabo-

guración cultural y geográfica obedece, en buena

ran los territorios de ocupación indígenas en Chile,

medida, a la aplicación de políticas e intervencio-

generando, a la vez, fuertes conflictos.

nes, en algunos casos armadas, del Estado de Chile a lo largo de su historia reciente, como fue el caso

De qué forma se podría explicar el desarrollo del

de la denominada Pacificación de La Araucanía, la

conflicto territorial indígena en Chile, desde sus

Radicación en Reducciones, la subdivisión de los

inicios hasta las demandas actuales, y cómo han

Títulos de Merced y otras políticas más recientes.

incidido las políticas públicas en este punto.

De acuerdo a los planteamientos indígenas y a

Existen una serie de factores que, en forma con-

literatura relacionada con el tema, es posible dife-

junta e interrelacionada, ayudan a explicar o más

renciar, a lo menos, cinco nociones o conceptos de

bien tratar de entender los actuales conflictos te-

territorio indígena, que son los siguientes:

rritoriales en zonas de ocupación de pueblos origi-

Territorio como jurisdicción. Una zona geo-

narios, principalmente en territorio mapuche. Entre

gráfica, como puede ser una región, comarca,

estos factores y procesos podemos destacar los si-

jurisdicción o entidad, bajo control político de

guientes:

un colectivo indígena, o reclamada como tal.

Pacificación de La Araucanía y posterior radi-

Territorio como espacios geográficos de tie-

cación de población mapuche en reducciones,

rras a demarcar y/o restituir, y titular en pro-

incluyendo la entrega de Títulos de Merced y

piedad.

posterior subdivisión de tierras comunes

Territorio como hábitat, según la definición del

Invisibilización de la cultura mapuche, como

Convenio 169 de la OIT. Base material, conjunto

parte de un proceso ideológico y político. Al res-

sistémico de recursos esenciales para la exis-

pecto, un connotado historiador chileno seña-

tencia colectiva, como tierras, aguas, bosques

la que, “después de cuatro siglos de evolución

y subsuelo.

los mapuche ya no son propiamente indígenas,

Territorio como biodiversidad y conocimientos

sino que son mestizos chilenos, igual que todos

indígenas sobre la naturaleza, y su expresión

los chilenos, argumentado que, por lo tanto,

en derechos de propiedad intelectual.

todo el alegato de discriminación y deuda his-

Territorios simbólicos. Espacialidad social-

tórica es falso…”.

mente construida, vinculada primordialmente

Des-reconocimiento de la diversidad cultural.

a la identidad colectiva, que suele denominar-

Discriminación y estigmatización de los mapu-

se etno-territorialidad.

ches frente a la sociedad nacional dominante.

También podemos entender el concepto de terri-

Es posible afirmar la existencia en medios de

torio como un espacio definido en el cual se foca-

comunicación social y en partes de la socie-

liza, a través de una política pública particular,

dad chilena de estereotipos desfavorables y

el accionar del Estado, y de sus prerrogativas en

la concepción de lo que denominan como “la

términos de orientar procesos de ordenamiento,

cuestión mapuche”, el “problema mapuche” o


actores

el “conflicto mapuche” que deslegitiman la rei-

de una fuerte demanda de corte campesinista, con

vindicación de sus derechos territoriales o cali-

marcado acento paternalista y asistencialista. Esti-

fican su protesta social de forma generalizada

mó que, fundamentalmente, en este último aspecto

como violenta o la presentan como generadora

se han enfocado las políticas públicas del Estado de

de un conflicto entre dicho pueblo y el resto de

Chile, a través de diferentes Programas sectoriales

la población que habita en las áreas o zonas de

y otros a cargo de CONADI. Las ADIS, como instru-

conflicto.

mentos de planificación y gestión, no han logrado

Asimilación forzada a la sociedad nacional y

los resultados esperados.

pérdida de identidad, como también de arrai-

go, expresado esto último en fuertes procesos

¿Qué podemos aprender la planificación territorial

migratorios y pérdida de tierras.

desde la cosmovisión del territorio que tienen los

Lenta, pero sostenida, enajenación de com-

indígenas?

ponentes territoriales en zonas de ocupación

La visión integrada e integradora de los diferentes

mapuche, principalmente tierras, bosques y

componentes territoriales, como son tierras, aguas,

aguas, en diferentes regímenes de propiedad.

bosques y subsuelo. Las formas tradicionales y, en

Alteración significativa de prácticas tradicio-

algunos casos, ancestrales, del uso del territorio

nales y continuidad territorial en el uso de es-

y sus recursos, como por ejemplo la continuidad

pacios ecológicos.

territorial y el uso complementario de espacios o

Desaparición de comunidades y disminución

pisos ecológicos. Un buen ejemplo, es el uso de in-

de tierras asignadas, originalmente, por el Es-

vernadas y veranadas de los pehuenches de Alto

tado de Chile a través de Títulos de Merced.

Biobío. La cosmovisión indígena, en general, no di-

Pérdida estimada en 130 mil hectáreas de las

vide y reduce el territorio y su enorme complejidad,

530 mil reconocidas por el Estado de Chile entre

sino más bien lo integra y coloca en su centro al ser

los años 1880 y 1930.

humano y sus múltiples necesidades. Esta mirada,

En síntesis, podríamos afirmar que los actuales con-

valoriza las relaciones entre componentes y su in-

flictos territoriales de los pueblos originarios no

negable interdependencia, reconociendo no sólo

pueden entenderse sin una referencia a la historia

el valor funcional de las cosas o elementos del te-

de sus relaciones con la sociedad chilena. Más espe-

rritorio. Por ejemplo, el agua se protege y es prote-

cíficamente, y cómo algunos autores señalan, “La

gida por dioses, permite el consumo humano y de

situación actual de los indígenas en Chile es pro-

animales, el crecimiento de plantas medicinales en

ducto de una larga historia de marginación, discri-

las riberas de los ríos y es sitio sagrado para cere-

minación y exclusión, vinculada, principalmente, a

monias y búsqueda de espiritualidad. No se conci-

diversas formas opresivas de explotación y despojo

be como un insumo de un proceso productivo, más

de sus tierras y recursos que se remontan al siglo

bien como un derecho básico a la vida.

XVI y que llega hasta nuestros días”. En el caso mapuche, estos conflictos se han incrementado, desde

¿Guardan relación las propuestas de ordenamiento

fines del Siglo XX, por el impacto de importantes

territorial rural con los proyectos habitacionales

procesos económicos, como son el monocultivo y

indígenas en zonas urbanas? ¿Qué elementos de

explotación forestal y la construcción de importan-

zonas rurales son replicables en la ciudad?

tes proyectos e inversiones en parte de las tierras

Uno de los procesos más importantes en zonas ru-

que las comunidades consideran que constituyen

rales, con alta concentración de población indíge-

sus territorios tradicionales. La protesta social ma-

na, son y han sido las migraciones, principalmente

puche no es sólo por más tierra. Es más complejo. Se

en búsqueda de mejores condiciones de vida y tra-

trata de territorialidad y autonomía, como también

bajo. Sectores rurales de la región de La Araucanía

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20

| n° 28 | junio 2016 están habitados por mapuches de edad avanzada y

Finalmente, ¿Cuáles crees que son los principales

otros, jóvenes y viejos, han migrado a las ciudades.

desafíos

Sin embargo, se aprecian mejoras en conectividad e

planificación territorial indígena aún pendientes

infraestructura, principalmente vial, pero también

en Chile?

importantes déficit en abastecimiento y suministro

Primero, existe un conflicto no resuelto entre el

de recursos básicos para su desarrollo económico

Estado de Chile y los pueblos originarios, principal-

y sociocultural, principalmente agua para consumo

mente el mapuche. Dicho conflicto se ha expresado

humano y riego. Esta situación de escasez hídrica,

en la denominada Protesta Social del Pueblo Mapu-

está gatillando nuevos procesos sociodemográ-

che, que no puede entenderse y menos solucionar-

ficos en territorios de ocupación mapuche, como

se, sin recurrir a la historia de dicho conflicto que,

por ejemplo la movilidad de población de zonas

como se indicó, ha definido la territorialidad actual

aisladas y desabastecidas, hacia sectores rurales

de nuestros pueblos originarios. La Planificación

con Agua Potable Rural (APR). Esto ha provocado

Territorial en Chile debe reconocer esta situación,

una mayor demanda de servicios y equipamientos

como por ejemplo sus reinvindicaciones en materia

en estos asentamientos, como también una mayor

de autonomía y soberanía. A mi juicio, desafíos re-

concentración de la población indígena, antaño

levantes son los siguientes:

más dispersa.

para

resolver

los

conflictos

de

Participación activa de los pueblos originarios

En algunas zonas de las regiones del Biobío,

en el diseño e implementación de los instru-

La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos se observa que

mentos de PT y OT, como lo expresa claramente

adultos mayores mapuches viven solos en secto-

el Convenio 169 de la OIT, a través del proceso

res aislados y con difíciles condiciones de accesi-

de consulta.

bilidad, como también en precarias condiciones

Reforzamiento de los actuales instrumentos de

de habitabilidad y mala calidad de sus viviendas.

OT y PT, con miras a rescatar y valorizar las ca-

Los hijos los visitan y contienen, es decir, vuelven a

pacidades y conocimientos locales indígenas y

sus comunidades, pero se aprecia escasa vitalidad

sus aportes a los procesos de ordenamiento y

socio-cultural, socio-económica y productiva. Un

planificación del territorio.

claro ejemplo es la escasez de mapuches hablantes

Potenciar en el diseño e implementación de

de mapuzungun.

instrumentos de OT y PT los procesos de diá-

A mi juicio, no existe una clara relación entre orde-

logo y acercamiento intercultural. Valorizar y

namiento territorial en zonas rurales y proyectos

reforzar instancias y formas tradicionales de

habitacionales indígenas en zonas urbanas. Actual-

organización mapuches, como una vía posible

mente, y como parte de un Proyecto del Centro EU-

para llegar a acuerdos y consensos respecto de

LA-Chile con el Programa Chile Indígena de CONADI,

la implementación de instrumentos de OT y PT

nos encontramos trabajando con la Mesa Territorial

en sus territorios de ocupación.. ¶

Newen Mapu, en la comuna de La Unión, que reúne a un total de 19 comunidades mapuche. Una parte importante de nuestra labor ha sido “acompañar” a las comunidades en su proceso de ejecución de un Plan Territorial que, entre sus objetivos más importantes, considera el mejoramiento de las condiciones básicas de habitabilidad y equipamiento de viviendas. Gran parte del presupuesto de la Mesa Territorial se ha dedicado a mejoramiento de viviendas rurales, que poseen importantes déficits.


actores

actores

Juan Álvaro Echeverri Antropólogo de la Universidad de Antioquia y posteriormente realizó su PhD en New School for Social Research en Nueva York. Ha trabajado desde 1997 en la sede Amazonía de la Universidad Nacional de Colombia, especializándose en proyectos de gestión comunitaria e investigación científica de poblaciones indígenas amazónicas, por lo cual ha recibido diversas distinciones. Actualmente sus áreas de desempeño son Etnología Indígena, Etnolingüística y Etnobiología. Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.

«Tenemos mucho que aprender de las concepciones indígenas sobre el territorio, que pueden tener relevancia para temas de un ordenamiento territorial en otros grupos humanos no necesariamente identificados como indígenas»

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| n° 28 | junio 2016

Primero,

considerando

que

tradicionalmente

espacio. Por ejemplo, en la lengua uitoto el término

hemos tratado la territorialidad indígena como

territorio podría ser traducido como nagɨma; este

algo lejano, ajeno e incluso exótico, ¿de qué for-

término significa literalmente como “el ámbito de

ma crees que debiésemos repensar el concepto

todas las generaciones”. No es precisamente un tér-

de este territorio para poder plantear un ordena-

mino espacial o geográfico, pero condensa el senti-

miento socialmente sustentable?

do de lo que es el territorio: es la acción de muchas

La percepción de la territorialidad indígena como

generaciones –antiguas y presentes– que en su in-

algo lejano y ajeno es solo una faceta más de la

terrelacionamiento y su accionar deja marcas en

exotización a la que se tiende al tratar los temas

el paisaje: caminos, rastrojos de antiguos huertos

referentes a los pueblos originarios. El tema es vis-

y casas (bosques secundarios modificados), los en-

to como algo que es peculiar a los indígenas, como

tierros de los difuntos. El territorio es así memoria

una singularidad cultural. Sin embargo, yo creo que

de relaciones.

tenemos mucho que aprender de las concepciones indígenas sobre el territorio, que pueden tener re-

¿Cómo podemos relacionar y hacer converger dos

levancia para temas de un ordenamiento territo-

visiones opuestas (indígenas y no-indígenas) en

rial en otros grupos humanos no necesariamente

un plan de ordenamiento territorial? ¿Es necesario

identificados como indígenas. El ordenamiento te-

un acuerdo entre ambas partes?

rritorial ha sido tratado desde las instituciones y

Generalmente se habla de “interculturalidad”

el Estado como un asunto fundamentalmente téc-

cuando se trata de relacionar y hacer converger vi-

nico, basado en SIGs y que conduce a trabajos de

siones opuestas o diferentes en estos temas. Pero

zonificación. El OT es, en esa visión, una cuestión de

un primer asunto a considerar es el diferencial de

ordenamiento del espacio. Algo fundamental de la

poder de los actores que se relacionan: por ejem-

concepción indígena del territorio (y aquí me atre-

plo, el Estado y un pueblo indígena minoritario. La

vo a generalizar) es que territorio no es solamente

tendencia en estos procesos de negociación es que

espacio; el territorio es un concepto social y vital:

prima la visión territorial del Estado y la intercul-

es el tejido de relaciones que en el transcurso del

turalidad se reduce a la inclusión de los asuntos

tiempo genera huellas en el paisaje y por lo tanto

sociales o culturales como “capas” adicionales en

su espacialización es un efecto de su fundamento

los sistemas de representación que generan los

vital. Esta noción de territorio es expresada por

SIG, mediada mediante instrumentos de participa-

muchos pueblos indígenas mediante formulacio-

ción que en general son ajenos a las prácticas cul-

nes que pueden sonar crípticas o espirituales –y

turales locales. Un ejemplo es el de la negociación

efectivamente lo son– pero que si las abordamos

de la Unidad de Parques de Colombia con la etnia

no como peculiaridades culturales sino como otra

miraña para el manejo compartido del Parque Na-

forma de concebir la relación paisaje-vida-memoria

cional Natural Cahuinarí, en la Amazonia. Desde el

pueden tener implicaciones importantes para es-

punto de vista de la Unidad de Parques, el asunto

trategias diferentes de un ordenamiento social del

en común es, obviamente, el área del Parque, para


actores

cuyo manejo se busca tratar de hacer converger, o

paciales. Aunque se puedan plantear como proce-

combinar, la visión de manejo desde la biología de

sos “participativos”, la relación misma es desigual,

la conservación (basada en un mapa de paisajes na-

el lenguaje dominante es el español o portugués (o

turales) y la visión indígena (territorios ancestrales,

inglés, etc.), y los instrumentos, escenarios y modos

sitios sagrados, zonas de ocupación y subsisten-

de acción y decisión vienen dados desde los actores

cia, etc.). Sin embargo, desde la visión indígena el

que disponen de los recursos y la tecnología. Aquí

asunto no es el Parque como espacio geográfico y

el foco es la obtención de un “producto participa-

natural, sino la historia de relaciones que la gente

tivo”. Si algo pudiéramos aprender de las nociones

ha tejido en su historia, en la cual la Unidad de Par-

territoriales indígenas, lo primero sería que el foco

ques, por ejemplo, no es sino un actor más – y por

debe ser más bien las relaciones sociales que se

cierto relativamente muy reciente y con una rela-

tejen alrededor del territorio. Este cambio de enfo-

ción territorial muy limitada. Desde una perspecti-

que conduce a que la principal prioridad deber ser

va indígena territorial el asunto del ordenamiento

la comunicación, no los instrumentos tecnológicos.

territorial pasa no por acciones o decisiones sobre

Los problemas de comunicación son de hecho ese

los espacios naturales sino por el ordenamiento

principal obstáculo. Y la des-comunicación es aún

de las relaciones que tienen incidencia sobre esos

más grave cuando ni siquiera percibimos que exis-

espacios, y esas relaciones incluyen las relaciones

te; cuando asumimos que estamos hablando de lo

sociales entre el pueblo indígena y la entidad esta-

mismo. Doy un ejemplo tomado de mi participa-

tal. Esto crea una diferencia: una cosa es llegar a

ción como asesor en la elaboración de un plan de

un acuerdo para un ordenamiento territorial par-

manejo compartido del Parque Cahuinarí entre la

ticipativo (desde una perspectiva dominante de la

Unidad de Parques de Colombia y la autoridades

visión territorial estatal) y otra cosa es que la enti-

del pueblo miraña, que nos lo ilustra. Un funciona-

dad estatal (o agente externo) se ubique como un

rio de Parques manifestó lo siguiente para destacar

actor territorial que entra en relaciones con otros

el sentido y significancia del convenio que se había

actores territoriales.

suscrito con la etnia miraña: “El convenio no es solo un texto, sino una nueva modalidad de la toma de

¿Cuáles han sido los principales y más persistentes

decisiones sobre el manejo del territorio”. Y una de

errores (o enemigos) de la planificación territorial

las autoridades tradicionales miraña por su parte

indígena en Latinoamérica?

lo representó de la siguiente manera: “No es otro

Tal vez de lo anterior deriva lo que desde mi pun-

pensamiento [el del convenio], es el mismo pen-

to de vista y experiencia podría calificarse como

samiento de nosotros; ésta es la forma de hacerlo

“error” (o tal vez mejor, como obstáculo o problema

entender a la gente.” Para Parques lo interesante

estructural) en procesos de planificación territorial

del convenio es la innovación; para los indígenas,

indígena: el de la asimilación epistemológica de los

en contraste, el convenio no tiene por qué ser algo

pueblos indígenas en conceptos y visones territo-

nuevo, sino la reiteración de lo mismo, de lo que vie-

riales dominantes, fundamentadas en nociones es-

ne, del pasado.

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| n° 28 | junio 2016

24 ¿Qué

experiencias

de

planes

ordenamiento

los procesos de inter-comprensión y comunicación;

territorial elaborados por comunidades indígenas

es necesario construir categorías territoriales que

tenemos en Latinoamérica y cuáles son sus

partas de categorías nativas; esto ayudaría a miti-

principales características?

gar los procesos de asimilación epistemológica im-

Esta es una pregunta difícil, porque no tengo real-

plícitos en muchos procesos de trabajos “participa-

mente una visión panorámica de experiencias con-

tivos” pero que se fundan solo en categorías desde

tinentales que me permitan dar una evaluación y

una semántica de las lenguas indoeuropeas, y con-

apreciación justa. Lo que uno puede anticipar es

duciría a procesos de inter-aprendizaje. Segundo,

que el mismo rótulo “ordenamiento territorial” (o

en términos culturales, es necesario abrirse a asu-

su variante “ordenamiento ambiental”) está tan

mir la posibilidad y realidad de otros sistemas onto-

cargado semánticamente que y tan ligados a una

lógicos y epistemológicos que están implícitos en la

cierta concepción territorial de tipo espacial en el

construcción de esas categorías nativas y eventual-

marco de relaciones desiguales de poder con res-

mente a encontrar y diseñar instrumentos y formas

pecto a los estados nacionales, que tal vez implique

de representación espacial que les den cabida. En

que estén enfrentados a esos problemas y obstácu-

términos sociales, es necesario tomar conciencia

los estructurales que acabo de mencionar. Pero por

que muchos de los procesos que se denominan

otra parte, sí podríamos afirmar que si tomamos el

“participativos”, “interculturales”, etc. invisibilizan

concepto de “ordenamiento territorial” en un sen-

relaciones de dominación entre los actores, y que

tido más amplio y abarcador, no necesariamente

–si volvemos al axioma que planteamos que terri-

ligado a procesos de zonificación, tendríamos que

torio es una categoría vital y social– las relaciones

decir que muchos pueblos indígenas han tenido y

sociales son parte y componente de las relaciones

manejados planes de ordenamiento territorial,

territoriales y no meramente un instrumento para

en el sentido del manejo de la relaciones sociales

obtener un producto. Si bien los dos primeros pue-

(que incluyen las relaciones intersubjetivas con los

den ser más difíciles y demandantes, es el tercero –

dueños de las entidades y sitios del paisaje) que ha

la atención a las relaciones sociales entre los acto-

demostrado su poder ordenador en la medida que

res – lo que me parece que marcaría una diferencia

han sabido permanecer durante milenios transfor-

fundamental. ¶

mando y enriqueciendo el paisaje – es decir, construyendo y transformado el territorio.cierta pacial l territorio principalmente como un fen dar una evaluacie se habautoridades del pueblo miraña para ntear como proc Finalmente, ¿hacia dónde crees que debemos apuntar, en relación a políticas públicas y ordenamiento, para un desarrollo integral de nuestras comunidades en el territorio? Si asumimos que territorio es vida y sociedad (que modifica, con el paso del tiempo el paisaje) y que ordenamiento territorial es primero que todo ordenamiento de las relaciones, creo que se necesita apuntar hacia una mayor conciencia y reflexividad de tres tipos: lingüística, cultural y social. El aspecto lingüístico creo que nos puede ayudar mucho en


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Localización de centros de salud interculturales en la Región Metropolitana: ¿Integración y acceso para los mapuche urbanos? Paulina Zúñiga Geógrafa, Pontificia Universidad Católica de Chile, Encargada territorial proyecto RIC, Fundación Casa de la Paz. Andrea Vásquez Geógrafa, Magister en Desarrollo Urbano Pontificia Universidad Católica de Chile. Coordinadora de Investigación en CIGIDEN/ Fondap 15110017]

resumen

La población mapuche urbanizada se ha incrementado con el tiempo, siendo la Región Metropolitana de Santiago la segunda mayor concentración de esta población a nivel nacional. Esta dinámica territorial de los mapuche plantea ciertas interrogantes acerca de su distribución y acceso a servicios básicos del ambiente construido, tales como el acceso a salud. Con el objetivo de conocer las lógicas espaciales de localización de centros interculturales de salud y la población que accede a estos, se realiza un análisis demográfico y territorial sobre la distribución de la población mapuche y el emplazamiento de centros interculturales de salud (rukas y farmacias). Finalmente, se exponen algunos desafíos en materia de planificación urbana frente a la paradoja territorial que plantea la emergencia y localización de los espacios de salud intercultural en el Área Metropolitana de Santiago, en donde se atiende principalmente a población general, no perteneciente a una etnia. pa l a b r a s c l a v e s

Mapuche urbanos, Salud intercultural, acceso a salud.

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mapuches urbanos: sus orígenes y distribución espacial La elevada urbanización de la población mapu-

la preocupación por la generación de espacios interculturales de salud en el contexto de los mapuche urbanos

che[1], que corresponde al contingente indígena

La presencia de población mapuche en entor-

más numeroso a nivel nacional[2] (Antileo, 2006),

nos urbanos ha desencadenado debates contro-

es un fenómeno que se ha acrecentado de forma

versiales en las ciencias sociales. Uno de ellos co-

importante desde la década de los ‘60, a partir de

rresponde a la integración tradicional de la cultura

la masiva migración campo-ciudad gatillada por el

mapuche en un contexto de creciente urbanización

régimen de reducción histórica de los territorios,

y concentración en áreas específicas de la ciudad

la integración económica, y la apertura comercial

de Santiago. Como parte de esta integración, en el

hacia el exterior (Bengoa, 1996); que consolidaron a

año 1996 a través del el Programa Especial para Pue-

las ciudades como polos de atracción para la pobla-

blos Indígenas (PESPI) comienza la preocupación en

ción mapuche migrante, que buscaba mejorar sus

la agenda política sobre la interculturalidad de los

condiciones de vida (Aliste, 2006).

centros de salud en Chile, con especial énfasis en la

Esta creciente urbanización estuvo reflejada en los resultados del Censo de Población del año

Araucanía y luego en la Región Metropolitana (Ministerio de Salud, 2006).

1992, en el que de un total de 928.060 mapuche a ni-

Existen variados estudios que han descrito la

vel nacional, 79 % declaró residir en áreas urbanas;

relación entre grupos demográficos (enfocado prin-

tendencia que si bien disminuyó para el año 2002,

cipalmente en población inmigrante y vulnerable

siguió siendo considerable, ya que de los 692.192 in-

o deprivada) y acceso a salud en entornos urbanos

dividuos censados como mapuche, un 65% declaró

(Santana, 2002; Macintyre, Macdonald, Ellaway,

habitar en ciudades (INE, 2002).

2008; Dean, Wilson, 2010). Desde la geografía de la

La Región Metropolitana (con un 30,2% de la

salud, uno de los principales cuestionamientos tie-

población mapuche del país), constituye la segun-

ne que ver con el uso de los centros de salud y el

da [3] Región con mayor concentración territorial

acceso que tiene la población beneficiaria a estos,

de este contingente a nivel nacional. A pesar de

en el entendido de que proximidad espacial implica

ello, si bien los mapuche sólo representan el 3% de

el acceso a un equipamiento que promueve salud y

la población regional total; a escala municipal su

bienestar. Sin embargo, el uso de este tipo de servi-

presencia sí es significativa, cuando se considera

cios no necesariamente tiene que ver con la proxi-

que en comunas periféricas del Gran Santiago, ta-

midad espacial, sino con los espacios significativos

les como Cerro Navia y La Pintana, el porcentaje de

en la vida cotidiana, que pueden ir más allá de la

población mapuche con respecto al total comunal

escala de barrio (Cummis, Curtis, Diez-Roux, Macin-

es de aproximadamente un 6% (INE, 2002), lo que ha

tyre, 2007), requiriendo un análisis a nivel ciudad.

generado la conformación de barrios mapuche lo-

Desde esta perspectiva, en un panorama en

calizados en sectores socialmente más vulnerables

que la población mapuche ha aumentado en la Re-

y precarios (Gundermann & González, 2008).

gión Metropolitana de Santiago, concentrándose


columnas

Si bien el debate más concreto por la interculturalidad en salud surgió a mediados de la década de los ‘90, no fue hasta la década de los 2000 que comenzaron a emerger los centros de salud intercultural en la Región de la Araucanía

en comunas específicas, surgen algunas interrogantes de interés desde la geografía de la salud y la planificación territorial; ¿Cómo ha impactado la concentración de mapuche urbanos en la localización de los espacios de salud intercultural en la Región Metropolitana de Santiago y quiénes acceden a ellos? Si bien el debate más concreto por la interculturalidad en salud surgió a mediados de la década de los ‘90, no fue hasta la década de los 2000 que comenzaron a emerger los centros de salud intercultural en la Región de la Araucanía, para luego extenderse al Área Metropolitana de Santiago (Thiers, 2012). Lo anterior ha llevado a que en la actualidad, Santiago cuente con 19 rukas catastradas, de un total de 715 centros de salud de la Región (aproximadamente un 3%, de acuerdo a los datos proporcionados por la Dirección de Estadísticas e información en salud DEIS, 2016). Adicionalmente a estos centros de salud, se cuenta con 4 farmacias mapuche de la cadena Makelawen, constituyendo ambos espacios interculturales de salud.

lógica de localización de los centros interculturales de salud en la región metropolitana y su relación con la distribución de la población mapuche De las 19 rukas catastradas, 14 de ellas (más del 70%), cuentan con servicios de Salud Intercultural a través del programa PESPI. Estas rukas se emplazan en comunas periféricas del Gran Santiago, que por lo general concentran una considerable cifra de población mapuche; entre ellas destaca La Pintana, que posee 4 rukas, y contiene cerca del 6% del contingente mapuche sobre la población municipal. A pesar de ello, si bien este es el patrón común de distribución; algunos casos como Cerro Navia o Peñalolén, que presentan el 6,4% y 4,8% de la población mapuche respecto al total comunal respectivamente, poseen sólo un centro cultural; en cambio, Puente Alto, que bordea el 3% , cuenta con 2 centros. En otras palabras, el emplazamiento de estas rukas si bien refleja ciertos patrones de localización orientado a las mayores concentraciones de población mapuche, es posible advertir otros factores exter-

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| n° 28 | junio 2016 nos que influyen en su implementación, tales como:

conclusiones

cantidad de organizaciones mapuche, presencia y

Uno de los desafíos que surgen en la planificación

voluntad de las Oficinas de Asuntos Indígenas, pos-

urbana al momento de presentar una urbanización

tulación a fondos, entre otros.

creciente de los pueblos originarios en la Región

Por otra parte, en el caso de las farmacias, las

Metropolitana de Santiago tiene relación con el im-

4 sucursales de Makelawen se localizan fuera de

pacto que esta urbanización creciente tiene en la

las comunas que concentran población mapuche,

distribución de población originaria y cómo acce-

siguiendo más bien un patrón de centralidad, ubi-

den a servicios básicos como salud.

cándose en las siguientes comunas: Estación Cen-

Si bien Chile ha avanzado en la interculturali-

tral, Santiago, Ñuñoa, y Providencia; comunas que

dad desde hace dos décadas, los centros intercultu-

presentan menos del 3% de esta población.

rales de salud atienden a usuarios que no pertene-

Es interesante advertir que, tanto en el primer

cen a etnia y que en algunos casos siguen lógicas de

como en el segundo caso, la cantidad de personas

localización relacionadas a la centralidad más que

que buscan atención o medicina intercultural en

la orientación a usuario mapuche.

su mayoría no corresponde a población mapuche.

Lo anterior plantea una paradoja de integra-

Esto se aprecia en diversos estudios (Castellano,

ción, en donde los centros interculturales de salud

2013, Thiers, 2012, Zúñiga, 2014), y específicamente

surgieron por la creciente urbanización de la pobla-

en el caso de la ruka localizada en el consultorio de

ción mapuche, pero esa creciente urbanización ha

La Pintana, Santiago de la Nueva extremadura, en

tenido el impacto secundario de volver a estos cen-

donde el 81% de los beneficiarios no declaran per-

tros interculturales más accesibles a la población

tenecer a la etnia Mapuche (Castellano, 2013). Esta

en general, siendo hoy en día quienes más deman-

situación llama la atención en tanto plantea una

dan este tipo de servicios. ¶

doble paradoja, pues por una parte, si bien la localización y número de rukas está relacionada con las comunas que concentran mayor población mapuche, no necesariamente donde haya más población habrá más centros interculturales de salud (relación directa, pero no incremental); y por otra parte, si bien los modelos de salud intercultural están pensados para reforzar la identidad y cultura de la población indígena, los mayores porcentajes de usuarios corresponden a personas no mapuche, lo que genera la interrogante sobre las implicancias territoriales y poblacionales que tiene esta situación respecto al acceso a salud intercultural.


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Gudermann., H & González., H (2008) Pautas de integra-

notas

ción regional, migración, movilidad y redes sociales en

[1] La palabra mapuche quiere decir “gente de la tierra”

los pueblos indígenas de Chile. Tarapacá, Chile. Revista

en mapudungun. Es por ello, no se incluye la “s” a la palabra puesto que ya indica plural.

Universum, N° 23 Vol.1. 82-115 pp. Macintyre, S., Macdonald, L., & Ellaway, A. (2008). Do poo-

[2] La población mapuche corresponde al 86,4% del total

rer people have poorer access to local resources and

de población indígena de Chile en el año 2011 (CASEN,

facilities? The distribution of local resources by area

2011)

deprivation in Glasgow, Scotland. Social science & me-

[3] La primera corresponde a la Región de La Araucanía, corazón del territorio mapuche histórico, que aún alberga el 33,6% (INE, 2002).

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| n° 28 | junio 2016

resumen

Con la ratificación del Convenio 169 de la OIT el año 2008, el Estado de Chile aspira a perfeccionar sus estándares de reconocimiento a los pueblos originarios. Sin embargo, su aplicación representa un desafío en la práctica, especialmente en torno al Territorio Indígena, dada la diferencia de nociones sobre éste que maneja el Estado y la que el propio movimiento indígena ha enarbolado como eje de sus demandas: la Autodeterminación Territorial. ¿Cuál es el escenario que enfrenta el Estado de Chile ante la implementación de esta política?, el caso del ADI Alto El Loa, en la Región de Antofagasta, nos ayudará a problematizarlo. pa l a b r a s c l a v e s

Pueblos indígenas, Territorio indígena


columnas

columnas

Nuevos escenarios para la gobernanza en chile ante la demanda de autodeterminación territorial indígena Juan Pablo González Soto Ingeniero Forestal. Estudiante Magister Asentamientos Humanos y Medio ambiente de la Pontificia Universidad Católica de Chile]

C

on la ratificación del Convenio 169 de la OIT el

política de asimilación cultural forzosa (Suberca-

año 2008, el Estado de Chile aspira a perfeccio-

seux, 2002). Este aspecto se profundiza durante la

nar sus estándares de reconocimiento a los pueblos

Dictadura Militar de Augusto Pinochet, al estable-

originarios. Sin embargo, su aplicación representa

cer un conjunto de regulaciones que vulneran el te-

un desafío en la práctica, especialmente en torno al

rritorio indígena, dentro de las que destaca el DL N°

Territorio Indígena, dada la diferencia de nociones

2.568 de 1978, que suprime la Comunidad Indígena

sobre éste que maneja el Estado y la que el propio

al reemplazarla por la figura de la Reserva Indíge-

movimiento indígena ha enarbolado como eje de

na, susceptible de ser subdividida para su explota-

sus demandas: la Autodeterminación Territorial.

ción por parte de los propios indígenas u otros “ocu-

¿Cuál es el escenario que enfrenta el Estado de Chi-

pantes”, o disolverla legalmente al subdividirla en

le ante la implementación de esta política?, el caso

hijuelas, las que dejarán de ser consideradas como

del ADI Alto El Loa, en la Región de Antofagasta, nos

tierra indígena junto con la calidad de indígena de

ayudará a problematizarlo.

sus dueños.

El conflicto entre el Estado de Chile y los pue-

A lo anterior se suma el proceso de Contrare-

blos indígenas se remonta a finales del siglo XIX,

forma Agraria (1974-1980), que revirtió la asignación

cuando se forjó el Estado-Nación Republicano de

de tierras a comuneros campesino-indígenas para

Chile, despojando a las comunidades indígenas de

devolver algunas a sus antiguos dueños y destinar

gran parte de sus territorios y sometiéndolos a una

la mayoría a otras manos; la dictación en 1981 del

31


32

| n° 28 | junio 2016 Código de Aguas y en 1983 el Código de Minería,

rritorio indígena y el control de las decisiones sobre

normativas que despojan y subdividen la tierra in-

él, denunciando estas comunidades una histórica

dígena, junto con fragmentar tierra, agua, suelo y

destrucción de su territorio por contaminación, fal-

subsuelo en espacios independientes y con varios

ta de agua y daños colaterales que deja la industria

propietarios en una misma área. La asociación de

minera, factor crucial en el proceso desposesión de

decretos y códigos impuestos durante este periodo

su pueblo. Dado este contexto: ¿cómo entienden la

permitió la expansión de la industria minera en el

Autodeterminación Territorial estas comunidades?,

norte y forestal en el sur, las cuales trajeron efectos

¿qué elementos de su tradición fundamentan esta

dramáticos sobre la propiedad, la cultura y las for-

noción?, ¿cómo entablan su demanda frente al Es-

mas de organización de los pueblos indígena (Na-

tado de Chile?. Una aproximación al enfoque local

muncura, 2014).

e indígena con que se abordan estas materias es lo

Con la llegada de los gobiernos concertacionistas, apoyados por organizaciones indígenas

que nos permitirá analizar posibles escenarios y futuras respuestas. ¶

a través del Acuerdo de Nueva Imperial (1989), se establecieron una serie de políticas tendientes al reconocimiento indígena, en un intento por saldar la “deuda histórica del Estado de Chile hacia sus pueblos originarios”, destacando la creación del Consejo Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), la promulgación de la Ley Indígena (1993), la creación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), el Fondo de Tierras y Aguas, el Fondo de Desarrollo Indígena, la creación de las Áreas de Desarrollo Indígena (ADI) en 1995, la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas (2001-2003) y el Programa Orígenes el 2006. Sin embargo, estas políticas se han formulado y administrado “desde arriba”, sin considerar la demanda indígena de Libre Determinación o Autodeterminación del Territorio, que implicaría autonomía respecto al uso, manejo y control de sus territorios y recursos; nuevas formas de gobernanza, el replanteo del concepto tradicional de Estado-nación y la garantía del territorio como espacio indispensable que garantiza la relación de los pueblos indígenas con su entorno (Rubio, 2009). En el caso de las comunidades Likan-antay del ADI Alto El Loa, Región de Antofagasta, cuyo territorio abarca las comunas de Calama y Ollagüe, donde se ubican los más importantes yacimientos de cobre a nivel nacional; la implementación de esta demanda entra directamente en conflicto con los intereses mineros amparados por el Código de Aguas y el Código Minero, al separar los elementos del te-

notas Esta Columna forma parte del Proyecto de Tesis 2016 del Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, Pontificia Universidad Católica de Chile, de Juan Pablo González Soto.

referencias DL N° 2.568 (1978). Modifica ley n° 17.729, sobre protección de indígenas, y radica funciones del Instituto de Desarrollo Indígena en el Instituto de Desarrollo Agropecuario. Namuncura, D. (2014). Dilemas, desafios y oportunidades para una politica indígena de nuevo trato. Chile Indígena. Desafíos y oportunidades para un nuevo trato. Santiago de Chile. Rubio, D. (2009). La libre determinación de los pueblos indígenas como base para la reclamación de la soberanía de los pueblos indígenas sobre los recursos existentes en sus territorios, en especial los no renovables. Tesis para optar al título de abogado, Universidad de San Francisco de Quito, Ecuador, 2009. Subercaseux, B. (2002). Nación y cultura en América Latina. Diversidad cultural y globalización. Lom Editores, Colección Escafandra, Santiago, Chile, 2002. ¶


columnas

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reseñas Trayectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche Título libro: Tryectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche Autor: Natalia Canihuan Edición: Ril editores, 2015 100 páginas.

Por Carlos Bolomey, Sociólogo PUC. Asistente de

Investigación

del

Centro

de

Estudios

Interculturales e Indígenas [CIIR], Línea de Políticas Públicas.

L

a riqueza metodológica de las técnicas biográfi-

Natalia Canihuan (2015)-autora del libro-utiliza la

cas, basadas principalmente en la narración en

metodología biográfica para relacionar la vida de

primera persona, permite echar mano y recuperar

los alcaldes mapuches con una antropología políti-

la memoria de ciertos actores sociales en el que se

ca o de la política pública, entendiendo a esta últi-

relacionan aquellas vivencias personales -refleja-

ma como aquella disciplina que reflexiona acerca

das en sus discursos- con un fenómeno social más

de las formas de hacer política como una actividad

complejo. A través de la investigación biográfica

sociocultural que se encuentra inmersa en proce-

se expresan ciertos modos de vida característicos

sos sociales cotidianos, o en los mundos de sentido

de una época y territorio en particular, tal como lo

(Shore, 2010). Precisamente al presentarnos las rea-

hizo en su tiempo Oscar Lewis en Antropología de

lidades en la que fueron criados los ediles de Gal-

la Pobreza (1961) para describir el posicionamien-

varino, Tirúa y Puerto Saavedra, aspectos como la

to de cinco familias mexicanas en un determinado

cultura mapuche, la vida en el campo y la vida en la

momento histórico. Del mismo modo, Natalia Ca-

ciudad se observan como forjadores de identidad,

nihuan (2015) somete al lector a inmiscuirse en la

ayudando al lector a entender la manera en que

vida de tres alcaldes mapuches con el fin de tratar

son gobernados dichos territorios locales.

atributos comunes y presentar sus diferencias al

Es interesante reflexionar acerca del ejercicio

momento de gobernar sus territorios locales. Dicho

que hace la autora al posicionar todos los alcaldes

de otro modo, es admirable como la antropóloga

en el mismo punto de partida, a saber la identidad


reseñas

resumen La presente reseña rescata las bondades metodológicas que entrega la investigación biográfica utilizada por el libro, para luego reflexionar sobre cómo se entrecruzan las vivencias personales de los ediles, con los diversos proyectos locales que existen en Galvarino, Puerto Saavedra y Tirúa. El énfasis de la reflexión está puesto en las dificultades que se hallan para definir lo que es un Municipio Mapuche, y en las divergencias que existen para proyectar la identidad local de un territorio como política pública local en las tres comunas en cuestión. palabras clave Historias de Vida, Gobiernos Locales, Identidad Local.

A pesar de que todos de

local mapuche, sin embargo con el devenir del libro

alguna forma utilizan la

difiere entre dichos exponentes. En este sentido, a

identidad local de sus

tidad local de sus territorios como forma de gober-

territorios como forma de

bastante uno de otros. De hecho la autora realiza

gobernar, los proyectos

llo de gobiernos locales. Por ejemplo, el caso de Tirúa

de desarrollos comunales distan bastante uno de otros.

se va esclareciendo que la manera de hacer política pesar de que todos de alguna forma utilizan la idennar, los proyectos de desarrollos comunales distan una categorización para dichos modelos de desarrolo caracteriza como un proyecto político que hace hincapié en utilizar el espacio local desde la identidad lafkenche, por otro lado categoriza el gobierno local de Galvarino desde un proyecto culturalista, finalizando su categorización de gobiernos locales con Puerto Saavedra, el cual lo define como un proyecto productivo. A su vez, el libro permite reflexionar acercar de unos los principales problemas de la antropología

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| n° 28 | junio 2016 en particular, es decir la definición sobre la iden-

Eso es justamente lo que hace Natalia Canihuan

tidad indígena. A partir de estas tres historias de

(2015), ya que sin entraparse en posicionar a los al-

vida de alcaldes mapuches se pone sobre debate la

caldes mapuches en enfoques de cooptación o resis-

reflexión acerca de la identidad mapuche. Si bien la

tencia en sus territorios particulares, describe más

autora no toma posición al establecer una definición

bien sus proyectos territoriales locales.

clara sobre lo que se entiende por lo mapuche, sí le

Con todo, el libro es una invitación a los lecto-

entrega complejidad al describir tres historias de

res a que si tienen la posibilidad de visitar Puerto

vida que se posicionan desde una realidad cultural

Saavedra, entiendan el ahínco que existe en el turis-

particular, pero que acontecen en diversas formas

mo rural mapuche como forma de gobernanza del

de auto comprenderse como mapuches. Es más, la

territorio local, así como también al momento de

posición de ser un alcalde mapuche se problematiza

ir a Galvarino se comprenda la co-oficialización del

en sí misma, ya que podría observarse tanto como

mapudungun como una política local que trascien-

una conquista social del movimiento mapuche; el

de lo simbólico o que al caminar por Tirúa, más que

cual se apropia de un espacio de poder para desa-

observarla como la zona roja del conflicto mapuche,

rrollar un proyecto político y cultural en un territorio

se le observe como un territorio que saca a relucir

con una concentración poblacional altamente ma-

su identidad lafkenche. Además de comprender que

puche, como también podría concebirse como una

dichas formas de gobernar los territorios locales, se

expresión del multiculturalismo liberal. Por ejemplo,

condicen con las historia de vida de cada uno de los

Boccara (2012) señala que el capital cultural, refleja-

líderes mapuches en sus respectivas alcaldías. ¶

do en el habitus de los pueblos originarios, sólo toma valor en cierto espacios que el Estado ha definido como legítimo, como podría llegar a interpretarse lo que hicieron los alcaldes del libro, que forjan su capital político en los diversos territorios a partir de su identidad cultural. Por lo que la participación en la esfera pública y en la institucionalidad tradicional, se observa como algo permitido dentro de la lógica del Estado, o sea desde el multiculturalismo liberal. Frente a la controversia anterior es útil la interpretación que realiza el antropólogo Charles Hale (2004):

Clasificar la decisión de los líderes e intelectuales indígenas, que ocupan el espacio del “indio permitido” como cooptación, o bien como resistencia: ambas son herramientas conceptuales inadecuadas, hay que enfocar el análisis más bien en las consecuencias (p.64)


reseñas

bibliografía Boccara, G. (2012). La interculturalidad como campo social. Cuadernos Interculturales. Año 10, n 1. Primer semestre 2012. Pp. 11-30. Caniguan, N. (2015). Trayectorias políticas. Historia de vida de alcaldes mapuches. Santiago: Ril editores. Hale,C (2014). El protagonismo indígena, las políticas Estatales y el nuevo Racismo en la época del indio permitido. Ponencia para la conferencia Construyendo la Paz: Guatemala desde un enfoque comparado, organizado por la misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA). 27 y 29 de Octubre 2014, Guatemala. Copia de ponencia. Lewis, O. (1961). Antropología de la pobreza: Cinco familias. México: Fondo de Cultura Económica. Schore, C. (2010). La antropología y el estudio de la política pública: Reflexiones sobre la “formulación” de las políticas. Antipoda, 10, 21-49. Disponible en: http:// dx.doi.org/10.7440/antipoda10.2010.03

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reseñas Unlearning the Colonial Cultures of Planning Título libro: Unlearning the Colonial Cultures of Planning Autor: Libby Porter Edición: Routledge, Abingdon, RU. 2010 192 páginas.

Por Matthew Caulkins, Arquitecto y Urbanis-

ta USP-São Carlos, Especialización Vivienda Social INVI-Universidad de Chile, Magister en Urbanismo Universidad de Chile, Doctorado en Urbanismo (cursando actualmente) GUSSRMIT University. Investigador del Centre for Urban Research, RMIT University.

L

a planificación urbana en Chile es profundamen-

moderna habría nacido de la preocupación del

te positivista. Nos imaginamos como técnicos

sanitarismo para solucionar consecuencias ne-

imparciales que solucionamos problemas del co-

gativas de la revolución industrial a mediados

rrecto ordenamiento de los cuerpos en el espacio.

del siglo XIX (Moreira 2012). Para respaldar esa

Pero esta visión tecnicista de la profesión no calza

afirmación Porter presenta la visión de Anne

con la forma como las ciudades se imponen a la

Stoler (1995) de que las colonias fueron el gran

población, y en especial a la población indígena.

laboratorio de la modernidad, fueron el espacio

Este libro de la Libby Porter, urbanista, académica

en blanco –desde el punto de vista de los colo-

y activista australiana, es una provocación para

nizadores europeos– donde se podía experimen-

nuestro urbanismo al afirmar que la planificación

tar a implementar los ideales modernos. En la

es una actividad profundamente colonial. Esa afir-

práctica esa cultura de la planificación implicó

mación sorprendente la vamos a tomar de a poco,

la desposesión de los pueblos indígenas a través

segmentándola en dos momentos históricos y su

de prácticas como: la topografía y la selección,

enlace lógico:

la cartografía, el (re)nombrar, construir ciuda-

1. La planificación moderna es colonial porque na-

des, y las diversas complejidades de la política

ció en la época colonial. Esta afirmación difiere

de suelo [1] (p.76). Pero la afirmación también se

mucho de la visión corriente de la historiografía

puede entender de otra forma.

del urbanismo moderno donde la planificación

2. La planificación hoy todavía es colonial. Esto


reseñas

resumen La planificación urbana en Chile es profundamente positivista. Este libro de la urbanista, académica y activista Australiana afirma que la planificación es una actividad profundamente colonial – hoy sigue actuando de forma colonial porque reproduce “estructuras de sentimientos” de la era colonial. La autora propone utilizar el lente analítico de la producción de la propiedad como forma de desconstruir la colonialidad de la planificación. Se proponen algunas interrogantes para que la planificación en Chile pueda empezar a repensar su relación actual con los pueblos originarios.

significa que la planificación sigue reproducien-

que define la relación de los pueblos con el es-

do estructuras de dominación colonial. Esta se-

pacio (vuelvo a la propiedad más adelante). De

gunda afirmación puede sorprender a muchos

esa forma podríamos decir que la planificación

pero en gran medida es lo que los autores de

de hoy (punto 2) está empapada de sentimientos

este número especial están investigando, la per-

coloniales (provenientes del punto 1) que toda-

sistencia de rasgos coloniales en las relaciones

vía la estructuran a un nivel más profundo que

actuales de la planificación con los pueblos ori-

pasan desapercibidos por su racionalidad posi-

ginales. Sin embargo, ¿cómo se articulan estas

tivista.

dos formas de entender la planificación como colonial?

Porter propone entonces que debemos estudiar

3. La autora propone conectar estas dos afirma-

las formas según las cuales se produce la propie-

ciones entendiendo que la cultura de la plani-

dad, la forma occidental de discutir qué pertenece

ficación actual está basada en “estructuras de

a quién (Krueckeberg 1995), como un poderoso lente

sentimientos” que se establecieron en la época

analítico para entender el proceso de desposesión

colonial. Estas estructuras definen, pero no de

que han sufrido y siguen sufriendo los pueblos ori-

forma racional ni consciente, nuestra forma de

ginarios de las tierras colonizadas. Pero aquí no es

ver el espacio. Y un elemento clave de esta es-

tanto una visión jurídica que importa sino cómo

tructura es la propiedad, el concepto occidental

nuestras ideas filosóficas occidentales sobre la pro-

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Es una provocación para nuestro urbanismo al afirmar que la planificación es una actividad profundamente colonial.

piedad estructuran el espacio de los conflictos en la

propone de ver cómo la planificación sigue repro-

sociedad, la política y la economía. Ella resume así

duciendo el colonialismo en la actualidad. Pero

el trabajo que necesitamos hacer para trabajar me-

creo que nuestra análisis puede ser superficial si

jor con los pueblos indígenas: nuestro trabajo crí-

no miramos también de dónde nuestras formas de

tico y práctico necesita abarcar tres orientaciones:

actuar vienen (por ej. de dónde viene el positivismo

el reconocimiento de los derechos de los pueblos

de la planificación chilena). Creo que una investiga-

indígenas; continuar el trabajo analítico requeri-

ción cuidadosa de los derechos de propiedad pue-

do para exponer la planificación como cultural, y

de ayudar a desvelar mucho en cuanto a cómo la

establecer nuestra política radical en una ética del

planificación sigue reproduciendo el colonialismo.

amor [2] (p.19). Quiero aprovechar para mencionar

¿Pero cómo salir del impase que este libro nos expli-

algo de la trayectoria de la Libby Porter, su acti-

ca tan bien? El conflicto entre la visión occidental

vismo, su paciencia como profesora guía, su ética

sobre la propiedad y el arraigo indígena nos mues-

ejemplar, su dedicación a ayudar sus alumnos tesis-

tra dos “nomos” (Cover 1983), o mundos jurídico-

tas (que ella prefiere llamar de “futuros colegas”).

espaciales, en conflicto que tienen que aprender

Por eso encuentro tan pertinente cómo terminó su

a convivir. Y que tienen que convivir más que sólo

libro con una sección sobre la necesidad de apoyar

en nombre como hacen actualmente en el multicul-

nuestra política radical en una ética de amor – éti-

turalismo neoliberal (Antileo 2013). Dejo abierta la

ca que está más que demostrada por su práctica co-

invitación entonces a leer este libro a aquellos que

tidiana como académica y activista.

se preocupan por cómo la planificación trata a los

El libro plantea algunas interrogantes para

pueblos indígenas y a otros grupos oprimidos. Este

nosotros aquí en Chile: ¿Cómo podemos entender

libro ayuda a entender la profundidad, extensión

las raíces coloniales de la planificación en Chile?

y antigüedad del problema al que estamos enfren-

¿Y su positivismo? Hay un campo enorme de inves-

tados. Y esperemos para ver qué nos sugiere Porter

tigación por hacer para extender la historia de la

en sus próximos libros para la tarea de mejorar la

planificación local hasta el período colonial. No es

difícil convivencia de estos dos mundos jurídico-

menos urgente la tarea que este número especial

espaciales. ¶


reseñas

notas [1] Traducción libre, el texto original dice: “through the early practices of spatial ordering, or planning: surveying and selection, mapping, (re)naming, town building, and the various and widespread intricacies of land policy.” [2] Traducción libre, el texto original dice: “I suggest that the critical and practical work ahead needs to encompass (at least) three such orientations: recognizing the rights of Indigenous peoples; continuing the analytical work required to expose planning as cultural; and locating our radical politics in an ethic of love.”

referencias Antileo Baeza, E. (2013). Políticas Indígenas, Multiculturalismo y el Enfoque Estatal Indígena Urbano. Revista de Historia Social Y de Las Mentalidades, 17(1), 133–159. Cover, R. M. (1983). The Supreme Court , 1982 Term – Foreword: Nomos and Narrative. Harvard Law Review, 97, 4–68. Krueckeberg, D. (1995). The Difficult Character of Property: To Whom Do Things Belong? Journal of the American Planning Association, 61(3), 301–309. Moreira, F. D. (2012). A formação do urbanismo moderno no Brasil: as concepções urbanísticas do engenheiro Saturnino de Brito. Anais: Seminário de História da Cidade e do Urbanismo, 1(1), 242-258. Stoler, A.L. (1995). Race and the Education of Desire: Foucault’s History of Sexuality and the Colonial Order of Things. Durham: Duke University Press.

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Revista

revistaplaneo.uc.cl


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