Revista
territorios indígenas y planificación
junio 2016
#28 prácticas.
Los Huicholes en su arcaica lucha territorial Defendiendo Wirikuta... | María Murillo
Indígenas urbanos, nuevas posibilidades de bienestar... | Pablo Rodríguez
actores.
columnas. reseñas.
| 16 Juan Álvaro Echeverri | 21
| 10
Gerardo Azócar
Localización de centros de salud interculturales en la Región Metropolitana...
| 31 Trayectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche | 34 Unlearning the Colonial Cultures of Planning | 38 Nuevos escenarios para la gobernanza en chile ante la demanda...
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| 04
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| n° 28 | junio 2016
comité editorial –Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC– Director | arturo orellana Editora General | piera medina Equipo editorial | laura quezado, rossalba gonzález, pablo weiner, martin montes, maría fernanda martínez Diseño Planeo Digital | paula bravo Todos los trabajos publicados se adscriben a Creative Commons en su modalidad 2.5, que establece que todo el material publicado es de dominio público y puede re-publicarse, siempre y cuando: no sea con fines comerciales; no se modifique ni se mencione claramente autor y fuente. Las imagenes publicadas que no poseen fuente fueron producidas por la Revista Planeo y se adscriben igualmente a Creative Commons en su modalidad 2.5. Foto portada: Nicolas Venturelli. Fuente https://flic.kr/p/4FVZZ8
PLANEO es una revista bimestral dedicada al análisis de temáticas urbanas y regionales, desarrollada por académicos y estudiantes del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT) de la Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago de Chile. PLANEO nace en diciembre de 2011 con el interés de constituirse en un espacio de discusión que posicione los temas urbanos y regionales en la agenda del debate nacional y regional. En términos específicos, la revista se reconoce como un vehículo de estudio y promoción de la planificación urbana y territorial. Es una revista con línea editorial que se concentra en la generación de propuestas, visiones y opiniones. Comunidad PLANEO PLANEO busca ser una plataforma de expresión de las personas interesadas en las ciudades y territorios, todos aquellos que, desde diversas posiciones, se propongan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
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| n° 28 | junio 2016 resumen
A pesar de siglos de lucha por la conservación de su territorio y cosmogonía, los Huicholes advirtieron que la magnitud del conflicto territorial era tal que no la iban a poder enfrentar solos. Tanta fue la presión y el miedo de perder su tierra, que la comunidad Huichol decidió abrirse al mundo y dejar entrever sus prácticas sagradas acudiendo a la simpatía multicultural del mestizo mexicano e interesados internacionales para poder defender el camino ancestral hacia el nacimiento de su dios sol contra las decenas de concesiones mineras otorgadas por el gobierno mexicano a industrias extranjeras. pa l a b r a s c l a v e
Indígenas, conflicto territorial, minería.
Indígena Huichol. Barrio Rojo Amsterdam Fuente: info-huicholesgrupoindigenademexico.blogspot.mx Fuente: https://www.disfrutaamsterdam.com/barrio-rojo Foto: Firma Convenio
prácticas
prácticas
Los Huicholes en su arcaica lucha territorial Defendiendo Wirikuta en un esquema multicultural María Murillo Martí Ingeniero Ambiental, UASLP México. Estudiante de Magister Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, UC, Chile.
(Imagen izq.) “Soy Clemente Ramírez estudiante de leyes en la ciudad de Guadalajara, Jalisco en Méxi-
L
a comunidad Waxárica, conocida en español como Huichol, es una de las pocas comunidades
co, pero tengo otro nombre, otra vida. En mi tierra
indígenas que ha logrado mantenerse casi pura des-
soy Ubeniteman hijo de Urra-Muire mara’akame de
de la conquista española en México, conservando
la comunidad Pirrárica de la Laguna y de Turama,
sus rasgos y dándose a conocer al mundo en medio
mi madre. Somos un pueblo que a pesar de la con-
de grandes presiones al habitar un territorio rico en
quista española y el avance de la sociedad mestiza
minerales que se ha visto fuertemente amenazado
mexicana, mantiene su cultura, sus ritos y su forma
a pesar de su importancia como reserva natural, es-
ancestral de vida. Los de afuera nos llaman Huicho-
pacio cultural y de identidad territorial.
les, los últimos guardianes del peyote.”
En la mitología Huichol todo lo existente forma una sola unidad, sin problemas de comunicación, compartiendo un mismo mundo. Es interesante entender que los Huicholes consideran lo arcaico y lo moderno, la tradición y el cambio, lo natural y lo social no como campos opuestos, sino como elementos que coexisten y se relacionan en una atmósfera compleja que recrean anualmente en un ritual de peregrinación a través de Wirikuta (imágenes 1 y 2).
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El Gran Nayar y los sitios sagrados del pueblo Huichol. Fuente: venadomestizo.blogspot.mx
gión del Gran Nayar, la cual debe entenderse como
El conflicto territorial en un esquema multicultural
un complejo cultural que contempla parte de los es-
Desde el periodo colonial en México, los Huicholes
tados de Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas y San
se han movilizado en aras de defender su sobera-
Luis Potosí en México.
nía territorial. Algunas comunidades Huicholes
En la actualidad Los Waxáricas habitan la re-
Para los Huicholes las peregrinaciones que ha-
fueron reconocidas por autoridades de la Nueva
cen a sus puntos geográficos sagrados, contribuyen
España en el siglo XVII, cuando solicitaron títulos
al equilibrio del mundo, pues las ofrendas que depo-
de propiedad por medio de sus gobernadores. Pos-
sitan en puntos de ritual específicos, les aseguran
teriormente durante el siglo XIX producto de la des-
desde buenas cosechas hasta el mantenimiento del
amortización, los Huicholes perdieron tierras con el
orden en su cosmos. Esto evoca a que la defensa de
argumento de que eran tierras muertas. Territorios
su tierra y sus sitios sagrados ha jugado un papel
que a la fecha siguen generando un entorno de dis-
más que relevante en la historia de la comunidad.
puta entre el Estado y la comunidad. En el año de 1992 se firmó el Tratado de Libre Comercio TLC entre Canadá, Estados Unidos y México, permitiendo a las compañías extranjeras la concesión de terrenos para la explotación minera de 56 millones de hectáreas del territorio mexica-
prácticas
Ruta de peregrinación Waxárica. Fuente: venadomestizo.blogspot.mx
no, lo que equivale a una cuarta parte del país. Esto ha sido un verdadero problema tanto para los Huicholes como para otras comunidades indígenas del país, puesto que nunca les fue consultado el destino de sus territorios. Este hecho reafirmó en la comunidad Huichol el deseo de proteger su territorio para poder seguir practicando sus costumbres ancestrales, de forma tal que el caso Wirikuta Waxárica se convirtió en una cuestión trascendental para que los Huicholes se valieran del multiculturalismo como discurso jurídico, moral y político para salvaguardar su identidad cultural. El 28 de abril del 2008 la comunidad logró que el Presidente Felipe Calderón junto con gobernadores de San Luis Potosí, Durango, Jalisco, Nayarit y Zacatecas, y el presidente de la Unión Wixarica firmaran el Pacto Huauxa Manaka para la preservación y el desarrollo de la cultura Wixarica. En el pacto el
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Estado se comprometió a proteger y fortalecer la
La comunidad Waxárica ha potenciado desde
continuidad histórica de los lugares sagrados y las
entonces su firmeza en la prosecución de la rituali-
rutas de peregrinación de la comunidad, además
dad de su identidad ancestral dentro de su territo-
de normar que se consulte a los pueblos indígenas
rio, consiguiendo en enero de 2015 la detención de
interesados cada vez que se prevean medidas legis-
78 concesiones mineras que existen en Wirikuta. La
lativas o administrativas susceptibles de afectarles
oposición a muchas de estas obras se fundamenta
directamente. Esta parte del pacto fue basada en
en que no se respetó el acuerdo de previa consulta
los artículos 6 y 7 del Convenio 169 sobre pueblos
siendo que el Estado mexicano se había declarado
indígenas y tribales de la OIT, que implica que los
responsable de obtener la aprobación de las comu-
pueblos interesados tengan derecho de decidir sus
nidades indígenas sobre temas que les afectan.
propias prioridades, en la medida en que éste afec-
Por su parte, tanto los Huicholes como los eji-
te las tierras que ocupan o puedan atentar contra
datarios y mineros piden que exista un diálogo
sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espi-
entre las dos partes para que se conozcan y se res-
ritual.
peten ambas visiones y así puedan seguir una coe-
No obstante, en contra de lo convenido, el Es-
xistencia basada en respeto y toma de decisiones
tado continuó concesionando terrenos sin previa
fundamentadas para el beneficio común: “para evi-
consulta ciudadana. Esto llevó a que en el año 2011
tar los problemas con la naturaleza tenemos que
líderes Huicholes presentaran su caso ante el Foro
dialogar, para no romper la hermandad que hemos
Permanente de Asuntos Indígenas de la ONU y, pa-
tenido, somos seres humanos todos, nos podemos
ralelamente, motivó la conformación del Frente en
entender” (Ubeniteman Waxárica, 2015). ¶
Defensa de Wirikuta FDW, que lucha por la defensa de los territorios sagrados Huicholes ubicados en la región de la sierra y el desierto Potosino. El frente es integrado por antropólogos, neo-chamanes, ambientalistas, estudiantes y líderes Wixáritari, formando una alianza que une a huicholes, mestizos mexicanos y simpatizantes de la causa. Es interesante enfatizar que esta última fase de reivindicación de la identidad huichola vinculada a procesos de defensa y autonomía territorial ha dejado ver que los Wixáritari han sabido aprovechar el esquema multicultural para obtener beneficios, simpatizando con la sociedad civil y la opinión pública, así como para obtener cierto grado de reconocimiento por parte del sistema político.
prácticas
referencias El Neurath J. (2012). Wirikuta y la búsqueda colectiva de visiones. 20 de junio 2015, de Artes de México Sitio web: http://artesdemexico.com/adm/09/index.php/ adem/cont-ed/wirikuta_y_la_busqueda_colectiva_de_ visiones/ Mejía G. (2012). Wirikuta: la historia no contada de un conflicto minero. 20 de junio 2015, de El Financiero Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/archivo/ wirikuta-la-historia-no-contada-de-un-conflicto-minero.html Gutierrez V. (2012). Wirikuta: las dos caras de un conflicto legal. 20 de junio 2015, de El Economista Sitio web: http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2012/05/22/wirikuta-las-dos-caras-conflicto-legal Varela A., Martinez, Austria S., (2012), Pilgrimage to Wirikuta, [Video], disponible en: http://www.unesco.org/ archives/multimedia/?s=films_details&pg=33&id=3520 ÁlvarezS I. (2015). La lucha territorial de los huicholes. Reconocimiento político e integridad cultural en un mismo enunciado. ULÚA. Revista de Historia, Sociedad y Cultura, 25, http://revistas.uv.mx/index.php/ulua/ article/view/1933. Vilchez H., Stefani P. (productores) y Vilchez H. (director). (2015) Huicholes, los últimos guardianes del peyote [Documental]. México: Kaborpo Films.
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Comunidad indígena participante en el Proyecto Tejido Manigua. Fuente: Elaboración Propia
prácticas
prácticas
Indígenas urbanos, nuevas posibilidades de bienestar fuera de sus territorios ancestrales Pablo Andrés Rodríguez Bothe Diseñador Industrial, UJTL. Tesista Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, PUC. Laboratorio de Diseño Territorial y Estilos de Vida, Comba Internacional, Colombia
resumen
En nuestra diversa y multicultural región latinoamericana ha venido creciendo el desplazamiento forzoso de la población indígena desde sus territorios ancestrales hacia las grandes ciudades. Esto ha traído complicaciones y desafíos en el ejercicio de planificar ciudades más integradoras, razón por la cual, proyectos de distinta índole han sido ejecutados sin la espera de acciones del gobierno, con la pretensión de ofrecer acompañamiento y herramientas de fortalecimiento a estos colectivos étnicos en un sistema social que por ratos los discrimina, por ratos los ignora. El proyecto Tejido Manigua- Culturas Vivas rescata el pensamiento colectivo de los indígenas urbanos y promueve una mejor calidad de vida de éstos en las ciudades por medio de espacios de intercambio cultural que reconozcan el patrimonio material e inmaterial que cada cultura es capaz de ofrecer y beneficien tanto económica como espiritualmente a las comunidades indígenas en los territorios urbanos. pa l a b r a s c l a v e s
Indígenas urbanos, intercambio cultural, ciudades integradoras
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L
os indígenas que migran hacia los centros urbanos por causa del desplazamiento forzoso
de sus territorios ancestrales se ven enfrentados a
Venta de Artesanías en espacio público. Fuente: elaboración propia
diversas y complejas realidades (Valenzuela, 2014). Este artículo hace énfasis en dos problemas relacionados con la migración forzada de población indígena a la ciudad; el primero, entendido como la incapacidad que tienen de satisfacer sus necesidades o alcanzar su bienestar en las ciudades, pues no hay ecosistema más lejano y hostil en comparación a su territorio que las urbes contemporáneas; el segundo, hace referencia a la inmensa dificultad que enfrentan para poder adaptarse y participar de un sistema social que se diferencia, a todas luces, de su cultura y tradiciones. La sensación de supervivencia, entonces, se deriva de estos problemas y genera instancias donde estos colectivos buscan volver a su lugar de origen o al menos transitar entre su territorio y la ciudad. De esta manera, la comunidad indígena se ve impulsada a ofrecer lo aparentemente “poco” que posee e interesa la sociedad consumidora: las conocidas artesanías u objetos de su cultura material capaces de ser comercializados (Imagen 1). Por lo mismo, no es de sorprenderse cuando, por efecto de lo anterior, se encuentran centenares de indígenas comercializando artesanías en las calles, playas o andenes, con el objetivo conseguir los ingresos diarios para subsistir en el entorno urbano. En
vista
organizaciones
de han
esta
situación,
venido
algunas
trabajando
para
garantizar condiciones de vida dignas a estas comunidades que poco conocen las dinámicas urbanas pero que las padecen en el día a día. En Colombia se ha venido construyendo un espacio que brinde apoyo para la integración y empoderamiento de estos colectivos étnicos frente al sistema capitalista vigente en los centros urbanos. Desde ACDI-VOCA, operador de USAID (United States Agency for International Develpmente por su sigla en inglés) en el país y Comba Internacional, consultora asociada, se ha desarrollado el proyecto Tejido Manigua – Culturas Vivas, propuesta que surge del diálogo entre varios grupos indígenas
La comunidad indígena se ve impulsada a ofrecer lo aparentemente “poco” que posee e interesa la sociedad consumidora: las conocidas artesanías u objetos de su cultura material capaces de ser comercializados.
prácticas
urbanos apuntando a la construcción de una nueva
posibilidad de usar dicho ejercicio como valor agre-
realidad que surge de las expectativas que dichos
gado en el diseño de productos y servicios innova-
pueblos originarios tienen de la vida en la ciudad
dores, se refuerza el sentido de identidad cultural
e indaga sobre cómo apropiarse e identificarse con
por medio del fortalecimiento de la relación con el
este nuevo territorio urbano al que se enfrentan.
territorio originario y sus dinámicas ancestrales.
Este proceso ha integrado elementos del nece-
Una de las estrategias utilizadas es propiciar el diá-
sitar (buscar el pan de cada día) pero también del
logo, la conversación y la enseñanza mediante el
soñar. Por un lado, se trata de buscar instancias
tejido, actividad que los vincula con sus tradiciones
donde se fomente y genere una innovación respec-
pero que también les permite construir lazos con el
to a los productos que ofrecen las comunidades in-
entorno urbano en el que ahora viven.
dígenas para su sustento, garantizando que éstos
Sin olvidar el territorio, este proyecto ha fo-
sean lo suficientemente atractivos como para que
mentado el diálogo entre los beneficiarios directos,
puedan competir en un mercado y logren beneficiar
es decir los indígenas urbanos, y las comunidades
en términos económicos así a las personas de la et-
con las que permanecen en contacto en su lugar de
nia. Por otra parte, se promueve la generación de
origen. Esto facilita involucrar a otras personas con
espacios de intercambio cultural (imagen 2), donde
el proyecto en cuestiones como la incorporación en
además de aprender de los demás saberes y tener la
la cadena productiva, pero también devuelve cerca-
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nía y posibilidad de reencontrarse con el territorio
Tejer y entramar las relaciones socio-culturales
que permite satisfacer sus necesidades tanto físi-
con los territorios originarios y los entornos urba-
cas como espirituales, que fortalece sus lazos afec-
nos es un acto de diseñar el territorio, de transitar
tivos y genera bienestar (Tuan, 2007). La ciudad se
entre las localidades que sustentan la red simbóli-
vuelve entonces una expansión de las localidades
ca de cada pueblo (González, 2015) y de fortalecer,
que constituyen la red simbólica territorial de los
tanto material como inmaterialmente, el patrimo-
indígenas y se empieza a percibir como un espacio
nio cultural de las comunidades indígenas (Torres,
que antes que despedir y excluir, logra invitar.
2009). Por todo esto, es imperante planificar para
Hoy por hoy, la migración de grupos indígenas
la integración y la generación de espacios que brin-
a las ciudades ha sido un problema para los
den calidad de vida y bienestar para los distintos
gobiernos locales de América Latina, y por tanto,
estilos de vida y así fortalecer una sociedad que
es una cuestión que no debe ser pasada por
pueda ser capaz de trabajar, desde la diversidad de
alto en el momento de desarrollar urbes más
conocimiento, por los distintos objetivos de un me-
integradoras y justas, capaces de facilitar, ojalá
jor desarrollo territorial. ¶
desde los gobiernos, instancias de reconocimiento multicultural
y
darle
cabida
a
paradigmas
distintos que puedan no sólo incentivar formas de vida alternativos como el de las comunidades ancestrales, sino que también puedan beneficiar la diversidad cultural latinoamericana.
prácticas
Comunidad indígena participante en el Proyecto Tejido Manigua. Fuente: Elaboración propia
bibliografía ACDI/VOCA. (n.d.). Empoderando agentes de cambio para la inclusión. Retrieved May 3, 2016, from http://www. acdivoca.org.co/quienessomos.php# González, P. (2015). Prácticas translocales Aymaras. Pontificia Universidad Católica de Chile. Torres, C. (2009). Así pensamos y así decimos los indígenas de la Sierra Nevada frente a los nuevos modelos de desarrollo de occidente. Encuentros, Serie Sobre Desarrollo Y Cultura, 1(Desarrollo y cultura en el caribe colombiano), 55–59. Retrieved from http://www.desarrolloycultura.net/sites/default/files/Desarrollo y cultura en el Caribe colombiano_0.pdf Tuan, Y.-F. (2007). Topofilia (1 ed.). Melusina. Valenzuela, S. (2014, March 30). Una política para los indígenas urbanos. El Espectador. Bogotá. Retrieved from http://www.elespectador.com/noticias/bogota/unapolitica-los-indigenas-urbanos-articulo-483778
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actores
actores
Gerardo Azócar Geógrafo. Doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción. Actualmente se desempeña como académico del centro de ciencias ambientales EULA-Chile de la Universidad de Concepción, desarrollándose especialmente en el área del ordenamiento territorial y el desarrollo rural, donde ha realizado importantes aportes por medio de diversas investigaciones y publicaciones. Adicionalmente trabaja como asesor y consultor de temas medio ambientales.
Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.
«La cosmovisión indígena, en general, no divide y reduce el territorio y su enorme complejidad, sino más bien lo integra y coloca en su centro al ser humano y sus múltiples necesidades»
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Para comenzar nos gustaría que nos expliques ¿qué
planificación y desarrollo territorial. De este modo,
entendemos actualmente por territorio indígena
y a través de diferentes políticas, se construye o
y cuáles son sus principales características?
destruye territorio, podríamos decir con mayor o
Bueno, podríamos considerarlo como un territorio
menor participación, inclusión y autonomía de los
que históricamente ha sido habitado por pueblos
pueblos indígenas. Esta territorialidad es dinámica
originarios. Poseen una alta densidad de población
y, obviamente, obedece a procesos históricos, más
indígena y, además, un acervo cultural común, tra-
o menos recientes, y a una fuerte intervención del
dicional e identitario. Por ejemplo, en su relación
Estado. La oferta pública y la dinámica económica
con los recursos naturales y ecosistemas. Su confi-
globalizadora, actualmente, construyen o re-elabo-
guración cultural y geográfica obedece, en buena
ran los territorios de ocupación indígenas en Chile,
medida, a la aplicación de políticas e intervencio-
generando, a la vez, fuertes conflictos.
nes, en algunos casos armadas, del Estado de Chile a lo largo de su historia reciente, como fue el caso
De qué forma se podría explicar el desarrollo del
de la denominada Pacificación de La Araucanía, la
conflicto territorial indígena en Chile, desde sus
Radicación en Reducciones, la subdivisión de los
inicios hasta las demandas actuales, y cómo han
Títulos de Merced y otras políticas más recientes.
incidido las políticas públicas en este punto.
De acuerdo a los planteamientos indígenas y a
Existen una serie de factores que, en forma con-
literatura relacionada con el tema, es posible dife-
junta e interrelacionada, ayudan a explicar o más
renciar, a lo menos, cinco nociones o conceptos de
bien tratar de entender los actuales conflictos te-
territorio indígena, que son los siguientes:
rritoriales en zonas de ocupación de pueblos origi-
•
Territorio como jurisdicción. Una zona geo-
narios, principalmente en territorio mapuche. Entre
gráfica, como puede ser una región, comarca,
estos factores y procesos podemos destacar los si-
jurisdicción o entidad, bajo control político de
guientes:
un colectivo indígena, o reclamada como tal.
•
•
•
•
•
Pacificación de La Araucanía y posterior radi-
Territorio como espacios geográficos de tie-
cación de población mapuche en reducciones,
rras a demarcar y/o restituir, y titular en pro-
incluyendo la entrega de Títulos de Merced y
piedad.
posterior subdivisión de tierras comunes
Territorio como hábitat, según la definición del
•
Invisibilización de la cultura mapuche, como
Convenio 169 de la OIT. Base material, conjunto
parte de un proceso ideológico y político. Al res-
sistémico de recursos esenciales para la exis-
pecto, un connotado historiador chileno seña-
tencia colectiva, como tierras, aguas, bosques
la que, “después de cuatro siglos de evolución
y subsuelo.
los mapuche ya no son propiamente indígenas,
Territorio como biodiversidad y conocimientos
sino que son mestizos chilenos, igual que todos
indígenas sobre la naturaleza, y su expresión
los chilenos, argumentado que, por lo tanto,
en derechos de propiedad intelectual.
todo el alegato de discriminación y deuda his-
Territorios simbólicos. Espacialidad social-
tórica es falso…”.
mente construida, vinculada primordialmente
•
Des-reconocimiento de la diversidad cultural.
a la identidad colectiva, que suele denominar-
•
Discriminación y estigmatización de los mapu-
se etno-territorialidad.
ches frente a la sociedad nacional dominante.
También podemos entender el concepto de terri-
Es posible afirmar la existencia en medios de
torio como un espacio definido en el cual se foca-
comunicación social y en partes de la socie-
liza, a través de una política pública particular,
dad chilena de estereotipos desfavorables y
el accionar del Estado, y de sus prerrogativas en
la concepción de lo que denominan como “la
términos de orientar procesos de ordenamiento,
cuestión mapuche”, el “problema mapuche” o
actores
•
el “conflicto mapuche” que deslegitiman la rei-
de una fuerte demanda de corte campesinista, con
vindicación de sus derechos territoriales o cali-
marcado acento paternalista y asistencialista. Esti-
fican su protesta social de forma generalizada
mó que, fundamentalmente, en este último aspecto
como violenta o la presentan como generadora
se han enfocado las políticas públicas del Estado de
de un conflicto entre dicho pueblo y el resto de
Chile, a través de diferentes Programas sectoriales
la población que habita en las áreas o zonas de
y otros a cargo de CONADI. Las ADIS, como instru-
conflicto.
mentos de planificación y gestión, no han logrado
Asimilación forzada a la sociedad nacional y
los resultados esperados.
pérdida de identidad, como también de arrai-
•
•
go, expresado esto último en fuertes procesos
¿Qué podemos aprender la planificación territorial
migratorios y pérdida de tierras.
desde la cosmovisión del territorio que tienen los
Lenta, pero sostenida, enajenación de com-
indígenas?
ponentes territoriales en zonas de ocupación
La visión integrada e integradora de los diferentes
mapuche, principalmente tierras, bosques y
componentes territoriales, como son tierras, aguas,
aguas, en diferentes regímenes de propiedad.
bosques y subsuelo. Las formas tradicionales y, en
Alteración significativa de prácticas tradicio-
algunos casos, ancestrales, del uso del territorio
nales y continuidad territorial en el uso de es-
y sus recursos, como por ejemplo la continuidad
pacios ecológicos.
territorial y el uso complementario de espacios o
Desaparición de comunidades y disminución
pisos ecológicos. Un buen ejemplo, es el uso de in-
de tierras asignadas, originalmente, por el Es-
vernadas y veranadas de los pehuenches de Alto
tado de Chile a través de Títulos de Merced.
Biobío. La cosmovisión indígena, en general, no di-
Pérdida estimada en 130 mil hectáreas de las
vide y reduce el territorio y su enorme complejidad,
530 mil reconocidas por el Estado de Chile entre
sino más bien lo integra y coloca en su centro al ser
los años 1880 y 1930.
humano y sus múltiples necesidades. Esta mirada,
En síntesis, podríamos afirmar que los actuales con-
valoriza las relaciones entre componentes y su in-
flictos territoriales de los pueblos originarios no
negable interdependencia, reconociendo no sólo
pueden entenderse sin una referencia a la historia
el valor funcional de las cosas o elementos del te-
de sus relaciones con la sociedad chilena. Más espe-
rritorio. Por ejemplo, el agua se protege y es prote-
cíficamente, y cómo algunos autores señalan, “La
gida por dioses, permite el consumo humano y de
situación actual de los indígenas en Chile es pro-
animales, el crecimiento de plantas medicinales en
ducto de una larga historia de marginación, discri-
las riberas de los ríos y es sitio sagrado para cere-
minación y exclusión, vinculada, principalmente, a
monias y búsqueda de espiritualidad. No se conci-
diversas formas opresivas de explotación y despojo
be como un insumo de un proceso productivo, más
de sus tierras y recursos que se remontan al siglo
bien como un derecho básico a la vida.
XVI y que llega hasta nuestros días”. En el caso mapuche, estos conflictos se han incrementado, desde
¿Guardan relación las propuestas de ordenamiento
fines del Siglo XX, por el impacto de importantes
territorial rural con los proyectos habitacionales
procesos económicos, como son el monocultivo y
indígenas en zonas urbanas? ¿Qué elementos de
explotación forestal y la construcción de importan-
zonas rurales son replicables en la ciudad?
tes proyectos e inversiones en parte de las tierras
Uno de los procesos más importantes en zonas ru-
que las comunidades consideran que constituyen
rales, con alta concentración de población indíge-
sus territorios tradicionales. La protesta social ma-
na, son y han sido las migraciones, principalmente
puche no es sólo por más tierra. Es más complejo. Se
en búsqueda de mejores condiciones de vida y tra-
trata de territorialidad y autonomía, como también
bajo. Sectores rurales de la región de La Araucanía
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| n° 28 | junio 2016 están habitados por mapuches de edad avanzada y
Finalmente, ¿Cuáles crees que son los principales
otros, jóvenes y viejos, han migrado a las ciudades.
desafíos
Sin embargo, se aprecian mejoras en conectividad e
planificación territorial indígena aún pendientes
infraestructura, principalmente vial, pero también
en Chile?
importantes déficit en abastecimiento y suministro
Primero, existe un conflicto no resuelto entre el
de recursos básicos para su desarrollo económico
Estado de Chile y los pueblos originarios, principal-
y sociocultural, principalmente agua para consumo
mente el mapuche. Dicho conflicto se ha expresado
humano y riego. Esta situación de escasez hídrica,
en la denominada Protesta Social del Pueblo Mapu-
está gatillando nuevos procesos sociodemográ-
che, que no puede entenderse y menos solucionar-
ficos en territorios de ocupación mapuche, como
se, sin recurrir a la historia de dicho conflicto que,
por ejemplo la movilidad de población de zonas
como se indicó, ha definido la territorialidad actual
aisladas y desabastecidas, hacia sectores rurales
de nuestros pueblos originarios. La Planificación
con Agua Potable Rural (APR). Esto ha provocado
Territorial en Chile debe reconocer esta situación,
una mayor demanda de servicios y equipamientos
como por ejemplo sus reinvindicaciones en materia
en estos asentamientos, como también una mayor
de autonomía y soberanía. A mi juicio, desafíos re-
concentración de la población indígena, antaño
levantes son los siguientes:
más dispersa.
•
para
resolver
los
conflictos
de
Participación activa de los pueblos originarios
En algunas zonas de las regiones del Biobío,
en el diseño e implementación de los instru-
La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos se observa que
mentos de PT y OT, como lo expresa claramente
adultos mayores mapuches viven solos en secto-
el Convenio 169 de la OIT, a través del proceso
res aislados y con difíciles condiciones de accesi-
de consulta.
bilidad, como también en precarias condiciones
•
Reforzamiento de los actuales instrumentos de
de habitabilidad y mala calidad de sus viviendas.
OT y PT, con miras a rescatar y valorizar las ca-
Los hijos los visitan y contienen, es decir, vuelven a
pacidades y conocimientos locales indígenas y
sus comunidades, pero se aprecia escasa vitalidad
sus aportes a los procesos de ordenamiento y
socio-cultural, socio-económica y productiva. Un
planificación del territorio.
claro ejemplo es la escasez de mapuches hablantes
•
Potenciar en el diseño e implementación de
de mapuzungun.
instrumentos de OT y PT los procesos de diá-
A mi juicio, no existe una clara relación entre orde-
logo y acercamiento intercultural. Valorizar y
namiento territorial en zonas rurales y proyectos
reforzar instancias y formas tradicionales de
habitacionales indígenas en zonas urbanas. Actual-
organización mapuches, como una vía posible
mente, y como parte de un Proyecto del Centro EU-
para llegar a acuerdos y consensos respecto de
LA-Chile con el Programa Chile Indígena de CONADI,
la implementación de instrumentos de OT y PT
nos encontramos trabajando con la Mesa Territorial
en sus territorios de ocupación.. ¶
Newen Mapu, en la comuna de La Unión, que reúne a un total de 19 comunidades mapuche. Una parte importante de nuestra labor ha sido “acompañar” a las comunidades en su proceso de ejecución de un Plan Territorial que, entre sus objetivos más importantes, considera el mejoramiento de las condiciones básicas de habitabilidad y equipamiento de viviendas. Gran parte del presupuesto de la Mesa Territorial se ha dedicado a mejoramiento de viviendas rurales, que poseen importantes déficits.
actores
actores
Juan Álvaro Echeverri Antropólogo de la Universidad de Antioquia y posteriormente realizó su PhD en New School for Social Research en Nueva York. Ha trabajado desde 1997 en la sede Amazonía de la Universidad Nacional de Colombia, especializándose en proyectos de gestión comunitaria e investigación científica de poblaciones indígenas amazónicas, por lo cual ha recibido diversas distinciones. Actualmente sus áreas de desempeño son Etnología Indígena, Etnolingüística y Etnobiología. Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.
«Tenemos mucho que aprender de las concepciones indígenas sobre el territorio, que pueden tener relevancia para temas de un ordenamiento territorial en otros grupos humanos no necesariamente identificados como indígenas»
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Primero,
considerando
que
tradicionalmente
espacio. Por ejemplo, en la lengua uitoto el término
hemos tratado la territorialidad indígena como
territorio podría ser traducido como nagɨma; este
algo lejano, ajeno e incluso exótico, ¿de qué for-
término significa literalmente como “el ámbito de
ma crees que debiésemos repensar el concepto
todas las generaciones”. No es precisamente un tér-
de este territorio para poder plantear un ordena-
mino espacial o geográfico, pero condensa el senti-
miento socialmente sustentable?
do de lo que es el territorio: es la acción de muchas
La percepción de la territorialidad indígena como
generaciones –antiguas y presentes– que en su in-
algo lejano y ajeno es solo una faceta más de la
terrelacionamiento y su accionar deja marcas en
exotización a la que se tiende al tratar los temas
el paisaje: caminos, rastrojos de antiguos huertos
referentes a los pueblos originarios. El tema es vis-
y casas (bosques secundarios modificados), los en-
to como algo que es peculiar a los indígenas, como
tierros de los difuntos. El territorio es así memoria
una singularidad cultural. Sin embargo, yo creo que
de relaciones.
tenemos mucho que aprender de las concepciones indígenas sobre el territorio, que pueden tener re-
¿Cómo podemos relacionar y hacer converger dos
levancia para temas de un ordenamiento territo-
visiones opuestas (indígenas y no-indígenas) en
rial en otros grupos humanos no necesariamente
un plan de ordenamiento territorial? ¿Es necesario
identificados como indígenas. El ordenamiento te-
un acuerdo entre ambas partes?
rritorial ha sido tratado desde las instituciones y
Generalmente se habla de “interculturalidad”
el Estado como un asunto fundamentalmente téc-
cuando se trata de relacionar y hacer converger vi-
nico, basado en SIGs y que conduce a trabajos de
siones opuestas o diferentes en estos temas. Pero
zonificación. El OT es, en esa visión, una cuestión de
un primer asunto a considerar es el diferencial de
ordenamiento del espacio. Algo fundamental de la
poder de los actores que se relacionan: por ejem-
concepción indígena del territorio (y aquí me atre-
plo, el Estado y un pueblo indígena minoritario. La
vo a generalizar) es que territorio no es solamente
tendencia en estos procesos de negociación es que
espacio; el territorio es un concepto social y vital:
prima la visión territorial del Estado y la intercul-
es el tejido de relaciones que en el transcurso del
turalidad se reduce a la inclusión de los asuntos
tiempo genera huellas en el paisaje y por lo tanto
sociales o culturales como “capas” adicionales en
su espacialización es un efecto de su fundamento
los sistemas de representación que generan los
vital. Esta noción de territorio es expresada por
SIG, mediada mediante instrumentos de participa-
muchos pueblos indígenas mediante formulacio-
ción que en general son ajenos a las prácticas cul-
nes que pueden sonar crípticas o espirituales –y
turales locales. Un ejemplo es el de la negociación
efectivamente lo son– pero que si las abordamos
de la Unidad de Parques de Colombia con la etnia
no como peculiaridades culturales sino como otra
miraña para el manejo compartido del Parque Na-
forma de concebir la relación paisaje-vida-memoria
cional Natural Cahuinarí, en la Amazonia. Desde el
pueden tener implicaciones importantes para es-
punto de vista de la Unidad de Parques, el asunto
trategias diferentes de un ordenamiento social del
en común es, obviamente, el área del Parque, para
actores
cuyo manejo se busca tratar de hacer converger, o
paciales. Aunque se puedan plantear como proce-
combinar, la visión de manejo desde la biología de
sos “participativos”, la relación misma es desigual,
la conservación (basada en un mapa de paisajes na-
el lenguaje dominante es el español o portugués (o
turales) y la visión indígena (territorios ancestrales,
inglés, etc.), y los instrumentos, escenarios y modos
sitios sagrados, zonas de ocupación y subsisten-
de acción y decisión vienen dados desde los actores
cia, etc.). Sin embargo, desde la visión indígena el
que disponen de los recursos y la tecnología. Aquí
asunto no es el Parque como espacio geográfico y
el foco es la obtención de un “producto participa-
natural, sino la historia de relaciones que la gente
tivo”. Si algo pudiéramos aprender de las nociones
ha tejido en su historia, en la cual la Unidad de Par-
territoriales indígenas, lo primero sería que el foco
ques, por ejemplo, no es sino un actor más – y por
debe ser más bien las relaciones sociales que se
cierto relativamente muy reciente y con una rela-
tejen alrededor del territorio. Este cambio de enfo-
ción territorial muy limitada. Desde una perspecti-
que conduce a que la principal prioridad deber ser
va indígena territorial el asunto del ordenamiento
la comunicación, no los instrumentos tecnológicos.
territorial pasa no por acciones o decisiones sobre
Los problemas de comunicación son de hecho ese
los espacios naturales sino por el ordenamiento
principal obstáculo. Y la des-comunicación es aún
de las relaciones que tienen incidencia sobre esos
más grave cuando ni siquiera percibimos que exis-
espacios, y esas relaciones incluyen las relaciones
te; cuando asumimos que estamos hablando de lo
sociales entre el pueblo indígena y la entidad esta-
mismo. Doy un ejemplo tomado de mi participa-
tal. Esto crea una diferencia: una cosa es llegar a
ción como asesor en la elaboración de un plan de
un acuerdo para un ordenamiento territorial par-
manejo compartido del Parque Cahuinarí entre la
ticipativo (desde una perspectiva dominante de la
Unidad de Parques de Colombia y la autoridades
visión territorial estatal) y otra cosa es que la enti-
del pueblo miraña, que nos lo ilustra. Un funciona-
dad estatal (o agente externo) se ubique como un
rio de Parques manifestó lo siguiente para destacar
actor territorial que entra en relaciones con otros
el sentido y significancia del convenio que se había
actores territoriales.
suscrito con la etnia miraña: “El convenio no es solo un texto, sino una nueva modalidad de la toma de
¿Cuáles han sido los principales y más persistentes
decisiones sobre el manejo del territorio”. Y una de
errores (o enemigos) de la planificación territorial
las autoridades tradicionales miraña por su parte
indígena en Latinoamérica?
lo representó de la siguiente manera: “No es otro
Tal vez de lo anterior deriva lo que desde mi pun-
pensamiento [el del convenio], es el mismo pen-
to de vista y experiencia podría calificarse como
samiento de nosotros; ésta es la forma de hacerlo
“error” (o tal vez mejor, como obstáculo o problema
entender a la gente.” Para Parques lo interesante
estructural) en procesos de planificación territorial
del convenio es la innovación; para los indígenas,
indígena: el de la asimilación epistemológica de los
en contraste, el convenio no tiene por qué ser algo
pueblos indígenas en conceptos y visones territo-
nuevo, sino la reiteración de lo mismo, de lo que vie-
riales dominantes, fundamentadas en nociones es-
ne, del pasado.
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24 ¿Qué
experiencias
de
planes
ordenamiento
los procesos de inter-comprensión y comunicación;
territorial elaborados por comunidades indígenas
es necesario construir categorías territoriales que
tenemos en Latinoamérica y cuáles son sus
partas de categorías nativas; esto ayudaría a miti-
principales características?
gar los procesos de asimilación epistemológica im-
Esta es una pregunta difícil, porque no tengo real-
plícitos en muchos procesos de trabajos “participa-
mente una visión panorámica de experiencias con-
tivos” pero que se fundan solo en categorías desde
tinentales que me permitan dar una evaluación y
una semántica de las lenguas indoeuropeas, y con-
apreciación justa. Lo que uno puede anticipar es
duciría a procesos de inter-aprendizaje. Segundo,
que el mismo rótulo “ordenamiento territorial” (o
en términos culturales, es necesario abrirse a asu-
su variante “ordenamiento ambiental”) está tan
mir la posibilidad y realidad de otros sistemas onto-
cargado semánticamente que y tan ligados a una
lógicos y epistemológicos que están implícitos en la
cierta concepción territorial de tipo espacial en el
construcción de esas categorías nativas y eventual-
marco de relaciones desiguales de poder con res-
mente a encontrar y diseñar instrumentos y formas
pecto a los estados nacionales, que tal vez implique
de representación espacial que les den cabida. En
que estén enfrentados a esos problemas y obstácu-
términos sociales, es necesario tomar conciencia
los estructurales que acabo de mencionar. Pero por
que muchos de los procesos que se denominan
otra parte, sí podríamos afirmar que si tomamos el
“participativos”, “interculturales”, etc. invisibilizan
concepto de “ordenamiento territorial” en un sen-
relaciones de dominación entre los actores, y que
tido más amplio y abarcador, no necesariamente
–si volvemos al axioma que planteamos que terri-
ligado a procesos de zonificación, tendríamos que
torio es una categoría vital y social– las relaciones
decir que muchos pueblos indígenas han tenido y
sociales son parte y componente de las relaciones
manejados planes de ordenamiento territorial,
territoriales y no meramente un instrumento para
en el sentido del manejo de la relaciones sociales
obtener un producto. Si bien los dos primeros pue-
(que incluyen las relaciones intersubjetivas con los
den ser más difíciles y demandantes, es el tercero –
dueños de las entidades y sitios del paisaje) que ha
la atención a las relaciones sociales entre los acto-
demostrado su poder ordenador en la medida que
res – lo que me parece que marcaría una diferencia
han sabido permanecer durante milenios transfor-
fundamental. ¶
mando y enriqueciendo el paisaje – es decir, construyendo y transformado el territorio.cierta pacial l territorio principalmente como un fen dar una evaluacie se habautoridades del pueblo miraña para ntear como proc Finalmente, ¿hacia dónde crees que debemos apuntar, en relación a políticas públicas y ordenamiento, para un desarrollo integral de nuestras comunidades en el territorio? Si asumimos que territorio es vida y sociedad (que modifica, con el paso del tiempo el paisaje) y que ordenamiento territorial es primero que todo ordenamiento de las relaciones, creo que se necesita apuntar hacia una mayor conciencia y reflexividad de tres tipos: lingüística, cultural y social. El aspecto lingüístico creo que nos puede ayudar mucho en
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Localización de centros de salud interculturales en la Región Metropolitana: ¿Integración y acceso para los mapuche urbanos? Paulina Zúñiga Geógrafa, Pontificia Universidad Católica de Chile, Encargada territorial proyecto RIC, Fundación Casa de la Paz. Andrea Vásquez Geógrafa, Magister en Desarrollo Urbano Pontificia Universidad Católica de Chile. Coordinadora de Investigación en CIGIDEN/ Fondap 15110017]
resumen
La población mapuche urbanizada se ha incrementado con el tiempo, siendo la Región Metropolitana de Santiago la segunda mayor concentración de esta población a nivel nacional. Esta dinámica territorial de los mapuche plantea ciertas interrogantes acerca de su distribución y acceso a servicios básicos del ambiente construido, tales como el acceso a salud. Con el objetivo de conocer las lógicas espaciales de localización de centros interculturales de salud y la población que accede a estos, se realiza un análisis demográfico y territorial sobre la distribución de la población mapuche y el emplazamiento de centros interculturales de salud (rukas y farmacias). Finalmente, se exponen algunos desafíos en materia de planificación urbana frente a la paradoja territorial que plantea la emergencia y localización de los espacios de salud intercultural en el Área Metropolitana de Santiago, en donde se atiende principalmente a población general, no perteneciente a una etnia. pa l a b r a s c l a v e s
Mapuche urbanos, Salud intercultural, acceso a salud.
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mapuches urbanos: sus orígenes y distribución espacial La elevada urbanización de la población mapu-
la preocupación por la generación de espacios interculturales de salud en el contexto de los mapuche urbanos
che[1], que corresponde al contingente indígena
La presencia de población mapuche en entor-
más numeroso a nivel nacional[2] (Antileo, 2006),
nos urbanos ha desencadenado debates contro-
es un fenómeno que se ha acrecentado de forma
versiales en las ciencias sociales. Uno de ellos co-
importante desde la década de los ‘60, a partir de
rresponde a la integración tradicional de la cultura
la masiva migración campo-ciudad gatillada por el
mapuche en un contexto de creciente urbanización
régimen de reducción histórica de los territorios,
y concentración en áreas específicas de la ciudad
la integración económica, y la apertura comercial
de Santiago. Como parte de esta integración, en el
hacia el exterior (Bengoa, 1996); que consolidaron a
año 1996 a través del el Programa Especial para Pue-
las ciudades como polos de atracción para la pobla-
blos Indígenas (PESPI) comienza la preocupación en
ción mapuche migrante, que buscaba mejorar sus
la agenda política sobre la interculturalidad de los
condiciones de vida (Aliste, 2006).
centros de salud en Chile, con especial énfasis en la
Esta creciente urbanización estuvo reflejada en los resultados del Censo de Población del año
Araucanía y luego en la Región Metropolitana (Ministerio de Salud, 2006).
1992, en el que de un total de 928.060 mapuche a ni-
Existen variados estudios que han descrito la
vel nacional, 79 % declaró residir en áreas urbanas;
relación entre grupos demográficos (enfocado prin-
tendencia que si bien disminuyó para el año 2002,
cipalmente en población inmigrante y vulnerable
siguió siendo considerable, ya que de los 692.192 in-
o deprivada) y acceso a salud en entornos urbanos
dividuos censados como mapuche, un 65% declaró
(Santana, 2002; Macintyre, Macdonald, Ellaway,
habitar en ciudades (INE, 2002).
2008; Dean, Wilson, 2010). Desde la geografía de la
La Región Metropolitana (con un 30,2% de la
salud, uno de los principales cuestionamientos tie-
población mapuche del país), constituye la segun-
ne que ver con el uso de los centros de salud y el
da [3] Región con mayor concentración territorial
acceso que tiene la población beneficiaria a estos,
de este contingente a nivel nacional. A pesar de
en el entendido de que proximidad espacial implica
ello, si bien los mapuche sólo representan el 3% de
el acceso a un equipamiento que promueve salud y
la población regional total; a escala municipal su
bienestar. Sin embargo, el uso de este tipo de servi-
presencia sí es significativa, cuando se considera
cios no necesariamente tiene que ver con la proxi-
que en comunas periféricas del Gran Santiago, ta-
midad espacial, sino con los espacios significativos
les como Cerro Navia y La Pintana, el porcentaje de
en la vida cotidiana, que pueden ir más allá de la
población mapuche con respecto al total comunal
escala de barrio (Cummis, Curtis, Diez-Roux, Macin-
es de aproximadamente un 6% (INE, 2002), lo que ha
tyre, 2007), requiriendo un análisis a nivel ciudad.
generado la conformación de barrios mapuche lo-
Desde esta perspectiva, en un panorama en
calizados en sectores socialmente más vulnerables
que la población mapuche ha aumentado en la Re-
y precarios (Gundermann & González, 2008).
gión Metropolitana de Santiago, concentrándose
columnas
Si bien el debate más concreto por la interculturalidad en salud surgió a mediados de la década de los ‘90, no fue hasta la década de los 2000 que comenzaron a emerger los centros de salud intercultural en la Región de la Araucanía
en comunas específicas, surgen algunas interrogantes de interés desde la geografía de la salud y la planificación territorial; ¿Cómo ha impactado la concentración de mapuche urbanos en la localización de los espacios de salud intercultural en la Región Metropolitana de Santiago y quiénes acceden a ellos? Si bien el debate más concreto por la interculturalidad en salud surgió a mediados de la década de los ‘90, no fue hasta la década de los 2000 que comenzaron a emerger los centros de salud intercultural en la Región de la Araucanía, para luego extenderse al Área Metropolitana de Santiago (Thiers, 2012). Lo anterior ha llevado a que en la actualidad, Santiago cuente con 19 rukas catastradas, de un total de 715 centros de salud de la Región (aproximadamente un 3%, de acuerdo a los datos proporcionados por la Dirección de Estadísticas e información en salud DEIS, 2016). Adicionalmente a estos centros de salud, se cuenta con 4 farmacias mapuche de la cadena Makelawen, constituyendo ambos espacios interculturales de salud.
lógica de localización de los centros interculturales de salud en la región metropolitana y su relación con la distribución de la población mapuche De las 19 rukas catastradas, 14 de ellas (más del 70%), cuentan con servicios de Salud Intercultural a través del programa PESPI. Estas rukas se emplazan en comunas periféricas del Gran Santiago, que por lo general concentran una considerable cifra de población mapuche; entre ellas destaca La Pintana, que posee 4 rukas, y contiene cerca del 6% del contingente mapuche sobre la población municipal. A pesar de ello, si bien este es el patrón común de distribución; algunos casos como Cerro Navia o Peñalolén, que presentan el 6,4% y 4,8% de la población mapuche respecto al total comunal respectivamente, poseen sólo un centro cultural; en cambio, Puente Alto, que bordea el 3% , cuenta con 2 centros. En otras palabras, el emplazamiento de estas rukas si bien refleja ciertos patrones de localización orientado a las mayores concentraciones de población mapuche, es posible advertir otros factores exter-
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| n° 28 | junio 2016 nos que influyen en su implementación, tales como:
conclusiones
cantidad de organizaciones mapuche, presencia y
Uno de los desafíos que surgen en la planificación
voluntad de las Oficinas de Asuntos Indígenas, pos-
urbana al momento de presentar una urbanización
tulación a fondos, entre otros.
creciente de los pueblos originarios en la Región
Por otra parte, en el caso de las farmacias, las
Metropolitana de Santiago tiene relación con el im-
4 sucursales de Makelawen se localizan fuera de
pacto que esta urbanización creciente tiene en la
las comunas que concentran población mapuche,
distribución de población originaria y cómo acce-
siguiendo más bien un patrón de centralidad, ubi-
den a servicios básicos como salud.
cándose en las siguientes comunas: Estación Cen-
Si bien Chile ha avanzado en la interculturali-
tral, Santiago, Ñuñoa, y Providencia; comunas que
dad desde hace dos décadas, los centros intercultu-
presentan menos del 3% de esta población.
rales de salud atienden a usuarios que no pertene-
Es interesante advertir que, tanto en el primer
cen a etnia y que en algunos casos siguen lógicas de
como en el segundo caso, la cantidad de personas
localización relacionadas a la centralidad más que
que buscan atención o medicina intercultural en
la orientación a usuario mapuche.
su mayoría no corresponde a población mapuche.
Lo anterior plantea una paradoja de integra-
Esto se aprecia en diversos estudios (Castellano,
ción, en donde los centros interculturales de salud
2013, Thiers, 2012, Zúñiga, 2014), y específicamente
surgieron por la creciente urbanización de la pobla-
en el caso de la ruka localizada en el consultorio de
ción mapuche, pero esa creciente urbanización ha
La Pintana, Santiago de la Nueva extremadura, en
tenido el impacto secundario de volver a estos cen-
donde el 81% de los beneficiarios no declaran per-
tros interculturales más accesibles a la población
tenecer a la etnia Mapuche (Castellano, 2013). Esta
en general, siendo hoy en día quienes más deman-
situación llama la atención en tanto plantea una
dan este tipo de servicios. ¶
doble paradoja, pues por una parte, si bien la localización y número de rukas está relacionada con las comunas que concentran mayor población mapuche, no necesariamente donde haya más población habrá más centros interculturales de salud (relación directa, pero no incremental); y por otra parte, si bien los modelos de salud intercultural están pensados para reforzar la identidad y cultura de la población indígena, los mayores porcentajes de usuarios corresponden a personas no mapuche, lo que genera la interrogante sobre las implicancias territoriales y poblacionales que tiene esta situación respecto al acceso a salud intercultural.
columnas
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resumen
Con la ratificación del Convenio 169 de la OIT el año 2008, el Estado de Chile aspira a perfeccionar sus estándares de reconocimiento a los pueblos originarios. Sin embargo, su aplicación representa un desafío en la práctica, especialmente en torno al Territorio Indígena, dada la diferencia de nociones sobre éste que maneja el Estado y la que el propio movimiento indígena ha enarbolado como eje de sus demandas: la Autodeterminación Territorial. ¿Cuál es el escenario que enfrenta el Estado de Chile ante la implementación de esta política?, el caso del ADI Alto El Loa, en la Región de Antofagasta, nos ayudará a problematizarlo. pa l a b r a s c l a v e s
Pueblos indígenas, Territorio indígena
columnas
columnas
Nuevos escenarios para la gobernanza en chile ante la demanda de autodeterminación territorial indígena Juan Pablo González Soto Ingeniero Forestal. Estudiante Magister Asentamientos Humanos y Medio ambiente de la Pontificia Universidad Católica de Chile]
C
on la ratificación del Convenio 169 de la OIT el
política de asimilación cultural forzosa (Suberca-
año 2008, el Estado de Chile aspira a perfeccio-
seux, 2002). Este aspecto se profundiza durante la
nar sus estándares de reconocimiento a los pueblos
Dictadura Militar de Augusto Pinochet, al estable-
originarios. Sin embargo, su aplicación representa
cer un conjunto de regulaciones que vulneran el te-
un desafío en la práctica, especialmente en torno al
rritorio indígena, dentro de las que destaca el DL N°
Territorio Indígena, dada la diferencia de nociones
2.568 de 1978, que suprime la Comunidad Indígena
sobre éste que maneja el Estado y la que el propio
al reemplazarla por la figura de la Reserva Indíge-
movimiento indígena ha enarbolado como eje de
na, susceptible de ser subdividida para su explota-
sus demandas: la Autodeterminación Territorial.
ción por parte de los propios indígenas u otros “ocu-
¿Cuál es el escenario que enfrenta el Estado de Chi-
pantes”, o disolverla legalmente al subdividirla en
le ante la implementación de esta política?, el caso
hijuelas, las que dejarán de ser consideradas como
del ADI Alto El Loa, en la Región de Antofagasta, nos
tierra indígena junto con la calidad de indígena de
ayudará a problematizarlo.
sus dueños.
El conflicto entre el Estado de Chile y los pue-
A lo anterior se suma el proceso de Contrare-
blos indígenas se remonta a finales del siglo XIX,
forma Agraria (1974-1980), que revirtió la asignación
cuando se forjó el Estado-Nación Republicano de
de tierras a comuneros campesino-indígenas para
Chile, despojando a las comunidades indígenas de
devolver algunas a sus antiguos dueños y destinar
gran parte de sus territorios y sometiéndolos a una
la mayoría a otras manos; la dictación en 1981 del
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| n° 28 | junio 2016 Código de Aguas y en 1983 el Código de Minería,
rritorio indígena y el control de las decisiones sobre
normativas que despojan y subdividen la tierra in-
él, denunciando estas comunidades una histórica
dígena, junto con fragmentar tierra, agua, suelo y
destrucción de su territorio por contaminación, fal-
subsuelo en espacios independientes y con varios
ta de agua y daños colaterales que deja la industria
propietarios en una misma área. La asociación de
minera, factor crucial en el proceso desposesión de
decretos y códigos impuestos durante este periodo
su pueblo. Dado este contexto: ¿cómo entienden la
permitió la expansión de la industria minera en el
Autodeterminación Territorial estas comunidades?,
norte y forestal en el sur, las cuales trajeron efectos
¿qué elementos de su tradición fundamentan esta
dramáticos sobre la propiedad, la cultura y las for-
noción?, ¿cómo entablan su demanda frente al Es-
mas de organización de los pueblos indígena (Na-
tado de Chile?. Una aproximación al enfoque local
muncura, 2014).
e indígena con que se abordan estas materias es lo
Con la llegada de los gobiernos concertacionistas, apoyados por organizaciones indígenas
que nos permitirá analizar posibles escenarios y futuras respuestas. ¶
a través del Acuerdo de Nueva Imperial (1989), se establecieron una serie de políticas tendientes al reconocimiento indígena, en un intento por saldar la “deuda histórica del Estado de Chile hacia sus pueblos originarios”, destacando la creación del Consejo Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), la promulgación de la Ley Indígena (1993), la creación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), el Fondo de Tierras y Aguas, el Fondo de Desarrollo Indígena, la creación de las Áreas de Desarrollo Indígena (ADI) en 1995, la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas (2001-2003) y el Programa Orígenes el 2006. Sin embargo, estas políticas se han formulado y administrado “desde arriba”, sin considerar la demanda indígena de Libre Determinación o Autodeterminación del Territorio, que implicaría autonomía respecto al uso, manejo y control de sus territorios y recursos; nuevas formas de gobernanza, el replanteo del concepto tradicional de Estado-nación y la garantía del territorio como espacio indispensable que garantiza la relación de los pueblos indígenas con su entorno (Rubio, 2009). En el caso de las comunidades Likan-antay del ADI Alto El Loa, Región de Antofagasta, cuyo territorio abarca las comunas de Calama y Ollagüe, donde se ubican los más importantes yacimientos de cobre a nivel nacional; la implementación de esta demanda entra directamente en conflicto con los intereses mineros amparados por el Código de Aguas y el Código Minero, al separar los elementos del te-
notas Esta Columna forma parte del Proyecto de Tesis 2016 del Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, Pontificia Universidad Católica de Chile, de Juan Pablo González Soto.
referencias DL N° 2.568 (1978). Modifica ley n° 17.729, sobre protección de indígenas, y radica funciones del Instituto de Desarrollo Indígena en el Instituto de Desarrollo Agropecuario. Namuncura, D. (2014). Dilemas, desafios y oportunidades para una politica indígena de nuevo trato. Chile Indígena. Desafíos y oportunidades para un nuevo trato. Santiago de Chile. Rubio, D. (2009). La libre determinación de los pueblos indígenas como base para la reclamación de la soberanía de los pueblos indígenas sobre los recursos existentes en sus territorios, en especial los no renovables. Tesis para optar al título de abogado, Universidad de San Francisco de Quito, Ecuador, 2009. Subercaseux, B. (2002). Nación y cultura en América Latina. Diversidad cultural y globalización. Lom Editores, Colección Escafandra, Santiago, Chile, 2002. ¶
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reseñas Trayectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche Título libro: Tryectorias Políticas, historias de vida de alcaldes mapuche Autor: Natalia Canihuan Edición: Ril editores, 2015 100 páginas.
Por Carlos Bolomey, Sociólogo PUC. Asistente de
Investigación
del
Centro
de
Estudios
Interculturales e Indígenas [CIIR], Línea de Políticas Públicas.
L
a riqueza metodológica de las técnicas biográfi-
Natalia Canihuan (2015)-autora del libro-utiliza la
cas, basadas principalmente en la narración en
metodología biográfica para relacionar la vida de
primera persona, permite echar mano y recuperar
los alcaldes mapuches con una antropología políti-
la memoria de ciertos actores sociales en el que se
ca o de la política pública, entendiendo a esta últi-
relacionan aquellas vivencias personales -refleja-
ma como aquella disciplina que reflexiona acerca
das en sus discursos- con un fenómeno social más
de las formas de hacer política como una actividad
complejo. A través de la investigación biográfica
sociocultural que se encuentra inmersa en proce-
se expresan ciertos modos de vida característicos
sos sociales cotidianos, o en los mundos de sentido
de una época y territorio en particular, tal como lo
(Shore, 2010). Precisamente al presentarnos las rea-
hizo en su tiempo Oscar Lewis en Antropología de
lidades en la que fueron criados los ediles de Gal-
la Pobreza (1961) para describir el posicionamien-
varino, Tirúa y Puerto Saavedra, aspectos como la
to de cinco familias mexicanas en un determinado
cultura mapuche, la vida en el campo y la vida en la
momento histórico. Del mismo modo, Natalia Ca-
ciudad se observan como forjadores de identidad,
nihuan (2015) somete al lector a inmiscuirse en la
ayudando al lector a entender la manera en que
vida de tres alcaldes mapuches con el fin de tratar
son gobernados dichos territorios locales.
atributos comunes y presentar sus diferencias al
Es interesante reflexionar acerca del ejercicio
momento de gobernar sus territorios locales. Dicho
que hace la autora al posicionar todos los alcaldes
de otro modo, es admirable como la antropóloga
en el mismo punto de partida, a saber la identidad
reseñas
resumen La presente reseña rescata las bondades metodológicas que entrega la investigación biográfica utilizada por el libro, para luego reflexionar sobre cómo se entrecruzan las vivencias personales de los ediles, con los diversos proyectos locales que existen en Galvarino, Puerto Saavedra y Tirúa. El énfasis de la reflexión está puesto en las dificultades que se hallan para definir lo que es un Municipio Mapuche, y en las divergencias que existen para proyectar la identidad local de un territorio como política pública local en las tres comunas en cuestión. palabras clave Historias de Vida, Gobiernos Locales, Identidad Local.
A pesar de que todos de
local mapuche, sin embargo con el devenir del libro
alguna forma utilizan la
difiere entre dichos exponentes. En este sentido, a
identidad local de sus
tidad local de sus territorios como forma de gober-
territorios como forma de
bastante uno de otros. De hecho la autora realiza
gobernar, los proyectos
llo de gobiernos locales. Por ejemplo, el caso de Tirúa
de desarrollos comunales distan bastante uno de otros.
se va esclareciendo que la manera de hacer política pesar de que todos de alguna forma utilizan la idennar, los proyectos de desarrollos comunales distan una categorización para dichos modelos de desarrolo caracteriza como un proyecto político que hace hincapié en utilizar el espacio local desde la identidad lafkenche, por otro lado categoriza el gobierno local de Galvarino desde un proyecto culturalista, finalizando su categorización de gobiernos locales con Puerto Saavedra, el cual lo define como un proyecto productivo. A su vez, el libro permite reflexionar acercar de unos los principales problemas de la antropología
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| n° 28 | junio 2016 en particular, es decir la definición sobre la iden-
Eso es justamente lo que hace Natalia Canihuan
tidad indígena. A partir de estas tres historias de
(2015), ya que sin entraparse en posicionar a los al-
vida de alcaldes mapuches se pone sobre debate la
caldes mapuches en enfoques de cooptación o resis-
reflexión acerca de la identidad mapuche. Si bien la
tencia en sus territorios particulares, describe más
autora no toma posición al establecer una definición
bien sus proyectos territoriales locales.
clara sobre lo que se entiende por lo mapuche, sí le
Con todo, el libro es una invitación a los lecto-
entrega complejidad al describir tres historias de
res a que si tienen la posibilidad de visitar Puerto
vida que se posicionan desde una realidad cultural
Saavedra, entiendan el ahínco que existe en el turis-
particular, pero que acontecen en diversas formas
mo rural mapuche como forma de gobernanza del
de auto comprenderse como mapuches. Es más, la
territorio local, así como también al momento de
posición de ser un alcalde mapuche se problematiza
ir a Galvarino se comprenda la co-oficialización del
en sí misma, ya que podría observarse tanto como
mapudungun como una política local que trascien-
una conquista social del movimiento mapuche; el
de lo simbólico o que al caminar por Tirúa, más que
cual se apropia de un espacio de poder para desa-
observarla como la zona roja del conflicto mapuche,
rrollar un proyecto político y cultural en un territorio
se le observe como un territorio que saca a relucir
con una concentración poblacional altamente ma-
su identidad lafkenche. Además de comprender que
puche, como también podría concebirse como una
dichas formas de gobernar los territorios locales, se
expresión del multiculturalismo liberal. Por ejemplo,
condicen con las historia de vida de cada uno de los
Boccara (2012) señala que el capital cultural, refleja-
líderes mapuches en sus respectivas alcaldías. ¶
do en el habitus de los pueblos originarios, sólo toma valor en cierto espacios que el Estado ha definido como legítimo, como podría llegar a interpretarse lo que hicieron los alcaldes del libro, que forjan su capital político en los diversos territorios a partir de su identidad cultural. Por lo que la participación en la esfera pública y en la institucionalidad tradicional, se observa como algo permitido dentro de la lógica del Estado, o sea desde el multiculturalismo liberal. Frente a la controversia anterior es útil la interpretación que realiza el antropólogo Charles Hale (2004):
Clasificar la decisión de los líderes e intelectuales indígenas, que ocupan el espacio del “indio permitido” como cooptación, o bien como resistencia: ambas son herramientas conceptuales inadecuadas, hay que enfocar el análisis más bien en las consecuencias (p.64)
reseñas
bibliografía Boccara, G. (2012). La interculturalidad como campo social. Cuadernos Interculturales. Año 10, n 1. Primer semestre 2012. Pp. 11-30. Caniguan, N. (2015). Trayectorias políticas. Historia de vida de alcaldes mapuches. Santiago: Ril editores. Hale,C (2014). El protagonismo indígena, las políticas Estatales y el nuevo Racismo en la época del indio permitido. Ponencia para la conferencia Construyendo la Paz: Guatemala desde un enfoque comparado, organizado por la misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA). 27 y 29 de Octubre 2014, Guatemala. Copia de ponencia. Lewis, O. (1961). Antropología de la pobreza: Cinco familias. México: Fondo de Cultura Económica. Schore, C. (2010). La antropología y el estudio de la política pública: Reflexiones sobre la “formulación” de las políticas. Antipoda, 10, 21-49. Disponible en: http:// dx.doi.org/10.7440/antipoda10.2010.03
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reseñas Unlearning the Colonial Cultures of Planning Título libro: Unlearning the Colonial Cultures of Planning Autor: Libby Porter Edición: Routledge, Abingdon, RU. 2010 192 páginas.
Por Matthew Caulkins, Arquitecto y Urbanis-
ta USP-São Carlos, Especialización Vivienda Social INVI-Universidad de Chile, Magister en Urbanismo Universidad de Chile, Doctorado en Urbanismo (cursando actualmente) GUSSRMIT University. Investigador del Centre for Urban Research, RMIT University.
L
a planificación urbana en Chile es profundamen-
moderna habría nacido de la preocupación del
te positivista. Nos imaginamos como técnicos
sanitarismo para solucionar consecuencias ne-
imparciales que solucionamos problemas del co-
gativas de la revolución industrial a mediados
rrecto ordenamiento de los cuerpos en el espacio.
del siglo XIX (Moreira 2012). Para respaldar esa
Pero esta visión tecnicista de la profesión no calza
afirmación Porter presenta la visión de Anne
con la forma como las ciudades se imponen a la
Stoler (1995) de que las colonias fueron el gran
población, y en especial a la población indígena.
laboratorio de la modernidad, fueron el espacio
Este libro de la Libby Porter, urbanista, académica
en blanco –desde el punto de vista de los colo-
y activista australiana, es una provocación para
nizadores europeos– donde se podía experimen-
nuestro urbanismo al afirmar que la planificación
tar a implementar los ideales modernos. En la
es una actividad profundamente colonial. Esa afir-
práctica esa cultura de la planificación implicó
mación sorprendente la vamos a tomar de a poco,
la desposesión de los pueblos indígenas a través
segmentándola en dos momentos históricos y su
de prácticas como: la topografía y la selección,
enlace lógico:
la cartografía, el (re)nombrar, construir ciuda-
1. La planificación moderna es colonial porque na-
des, y las diversas complejidades de la política
ció en la época colonial. Esta afirmación difiere
de suelo [1] (p.76). Pero la afirmación también se
mucho de la visión corriente de la historiografía
puede entender de otra forma.
del urbanismo moderno donde la planificación
2. La planificación hoy todavía es colonial. Esto
reseñas
resumen La planificación urbana en Chile es profundamente positivista. Este libro de la urbanista, académica y activista Australiana afirma que la planificación es una actividad profundamente colonial – hoy sigue actuando de forma colonial porque reproduce “estructuras de sentimientos” de la era colonial. La autora propone utilizar el lente analítico de la producción de la propiedad como forma de desconstruir la colonialidad de la planificación. Se proponen algunas interrogantes para que la planificación en Chile pueda empezar a repensar su relación actual con los pueblos originarios.
significa que la planificación sigue reproducien-
que define la relación de los pueblos con el es-
do estructuras de dominación colonial. Esta se-
pacio (vuelvo a la propiedad más adelante). De
gunda afirmación puede sorprender a muchos
esa forma podríamos decir que la planificación
pero en gran medida es lo que los autores de
de hoy (punto 2) está empapada de sentimientos
este número especial están investigando, la per-
coloniales (provenientes del punto 1) que toda-
sistencia de rasgos coloniales en las relaciones
vía la estructuran a un nivel más profundo que
actuales de la planificación con los pueblos ori-
pasan desapercibidos por su racionalidad posi-
ginales. Sin embargo, ¿cómo se articulan estas
tivista.
dos formas de entender la planificación como colonial?
Porter propone entonces que debemos estudiar
3. La autora propone conectar estas dos afirma-
las formas según las cuales se produce la propie-
ciones entendiendo que la cultura de la plani-
dad, la forma occidental de discutir qué pertenece
ficación actual está basada en “estructuras de
a quién (Krueckeberg 1995), como un poderoso lente
sentimientos” que se establecieron en la época
analítico para entender el proceso de desposesión
colonial. Estas estructuras definen, pero no de
que han sufrido y siguen sufriendo los pueblos ori-
forma racional ni consciente, nuestra forma de
ginarios de las tierras colonizadas. Pero aquí no es
ver el espacio. Y un elemento clave de esta es-
tanto una visión jurídica que importa sino cómo
tructura es la propiedad, el concepto occidental
nuestras ideas filosóficas occidentales sobre la pro-
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Es una provocación para nuestro urbanismo al afirmar que la planificación es una actividad profundamente colonial.
piedad estructuran el espacio de los conflictos en la
propone de ver cómo la planificación sigue repro-
sociedad, la política y la economía. Ella resume así
duciendo el colonialismo en la actualidad. Pero
el trabajo que necesitamos hacer para trabajar me-
creo que nuestra análisis puede ser superficial si
jor con los pueblos indígenas: nuestro trabajo crí-
no miramos también de dónde nuestras formas de
tico y práctico necesita abarcar tres orientaciones:
actuar vienen (por ej. de dónde viene el positivismo
el reconocimiento de los derechos de los pueblos
de la planificación chilena). Creo que una investiga-
indígenas; continuar el trabajo analítico requeri-
ción cuidadosa de los derechos de propiedad pue-
do para exponer la planificación como cultural, y
de ayudar a desvelar mucho en cuanto a cómo la
establecer nuestra política radical en una ética del
planificación sigue reproduciendo el colonialismo.
amor [2] (p.19). Quiero aprovechar para mencionar
¿Pero cómo salir del impase que este libro nos expli-
algo de la trayectoria de la Libby Porter, su acti-
ca tan bien? El conflicto entre la visión occidental
vismo, su paciencia como profesora guía, su ética
sobre la propiedad y el arraigo indígena nos mues-
ejemplar, su dedicación a ayudar sus alumnos tesis-
tra dos “nomos” (Cover 1983), o mundos jurídico-
tas (que ella prefiere llamar de “futuros colegas”).
espaciales, en conflicto que tienen que aprender
Por eso encuentro tan pertinente cómo terminó su
a convivir. Y que tienen que convivir más que sólo
libro con una sección sobre la necesidad de apoyar
en nombre como hacen actualmente en el multicul-
nuestra política radical en una ética de amor – éti-
turalismo neoliberal (Antileo 2013). Dejo abierta la
ca que está más que demostrada por su práctica co-
invitación entonces a leer este libro a aquellos que
tidiana como académica y activista.
se preocupan por cómo la planificación trata a los
El libro plantea algunas interrogantes para
pueblos indígenas y a otros grupos oprimidos. Este
nosotros aquí en Chile: ¿Cómo podemos entender
libro ayuda a entender la profundidad, extensión
las raíces coloniales de la planificación en Chile?
y antigüedad del problema al que estamos enfren-
¿Y su positivismo? Hay un campo enorme de inves-
tados. Y esperemos para ver qué nos sugiere Porter
tigación por hacer para extender la historia de la
en sus próximos libros para la tarea de mejorar la
planificación local hasta el período colonial. No es
difícil convivencia de estos dos mundos jurídico-
menos urgente la tarea que este número especial
espaciales. ¶
reseñas
notas [1] Traducción libre, el texto original dice: “through the early practices of spatial ordering, or planning: surveying and selection, mapping, (re)naming, town building, and the various and widespread intricacies of land policy.” [2] Traducción libre, el texto original dice: “I suggest that the critical and practical work ahead needs to encompass (at least) three such orientations: recognizing the rights of Indigenous peoples; continuing the analytical work required to expose planning as cultural; and locating our radical politics in an ethic of love.”
referencias Antileo Baeza, E. (2013). Políticas Indígenas, Multiculturalismo y el Enfoque Estatal Indígena Urbano. Revista de Historia Social Y de Las Mentalidades, 17(1), 133–159. Cover, R. M. (1983). The Supreme Court , 1982 Term – Foreword: Nomos and Narrative. Harvard Law Review, 97, 4–68. Krueckeberg, D. (1995). The Difficult Character of Property: To Whom Do Things Belong? Journal of the American Planning Association, 61(3), 301–309. Moreira, F. D. (2012). A formação do urbanismo moderno no Brasil: as concepções urbanísticas do engenheiro Saturnino de Brito. Anais: Seminário de História da Cidade e do Urbanismo, 1(1), 242-258. Stoler, A.L. (1995). Race and the Education of Desire: Foucault’s History of Sexuality and the Colonial Order of Things. Durham: Duke University Press.
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Revista
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