Planeo 29

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Revista

fronteras urbanas y territoriales

sept 2016

#29 prácticas.

El postconflicto en Colombia: Una oportunidad para el desarrollo... | M. Fernanda Martínez

Población Aurora de Chile: ¿ la última frontera a derribar por un modelo... | Pablo Rodríguez

| 14 Entrevista a Mauricio Puentes | 20 Entrevista a Francisca Marquez | 25 actores.

Entrevista a Walter Imilan

columnas.

Territorios migrantes: Fronteras socioespaciales

Valparaíso más allá de sus fronteras urbanas: movilidad peatonal y apropiación...

| 29

hic svnt dracones: las manchas excluidas de la comunidad | 40 ¿Sin fronteras?: Una aproximación crítica al Santiago cinematográfico... | 45 reseñas. Fronteras ¿una medida de seguridad? o ¿barreras territoriales? | 54

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| 09

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Desarmar el Laberinto. Violencia, estructura física e intervención en Legua Emergencia

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| n° 28 | junio 2016

comité editorial –Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC– Director | arturo orellana Editora General | piera medina Equipo editorial | rossalba gonzález, pablo weiner, martin montes, maría fernanda martínez, fernando narvaez Diseño Planeo Digital | paula bravo Todos los trabajos publicados se adscriben a Creative Commons en su modalidad 2.5, que establece que todo el material publicado es de dominio público y puede re-publicarse, siempre y cuando: no sea con fines comerciales; no se modifique ni se mencione claramente autor y fuente. Las imagenes publicadas que no poseen fuente fueron producidas por la Revista Planeo y se adscriben igualmente a Creative Commons en su modalidad 2.5. Foto portada: Nicolas Venturelli. Fuente https://flic.kr/p/4FVZZ8


PLANEO es una revista bimestral dedicada al análisis de temáticas urbanas y regionales, desarrollada por académicos y estudiantes del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT) de la Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago de Chile. PLANEO nace en diciembre de 2011 con el interés de constituirse en un espacio de discusión que posicione los temas urbanos y regionales en la agenda del debate nacional y regional. En términos específicos, la revista se reconoce como un vehículo de estudio y promoción de la planificación urbana y territorial. Es una revista con línea editorial que se concentra en la generación de propuestas, visiones y opiniones. Comunidad PLANEO PLANEO busca ser una plataforma de expresión de las personas interesadas en las ciudades y territorios, todos aquellos que, desde diversas posiciones, se propongan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.


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| n° 28 | junio 2016

El presente colombiano Juan Manuel Santos, Raúl Castro y el máximo líder de las FARC «Timochenko» se dan la mano. Fuente: BBC.com

Trabajadores rurales. Fuente: PNUD, 2011.

resumen

Hace 4 años comenzó el proceso de paz en Colombia, en el cual la principal guerrilla del país, las FARC-EP y el Gobierno Nacional se sentaron en la Habana a negociar puntos estratégicos para finalizar un conflicto armado que lleva más de 50 años. Uno de los puntos más estratégicos de las negociaciones hace referencia a una Reforma Agraria Integral, que se presenta como una oportunidad para promover el desarrollo sustentable en el campo colombiano, el cual ha sufrido los efectos de la guerra, la pobreza y el abandono del Estado. Este año, las negociaciones en la Habana finalizaron y el Acuerdo ha sido presentado a la sociedad como una oportunidad para la reconciliación nacional y para cerrar la enorme brecha urbanoBarrio Rojo Amsterdam rural que ha habido históricamente en el país. Fuente: https://www.disfrutaamspa l a b r a s c l a v e

Campo, conflicto, Colombia

terdam.com/barrio-rojo Foto: Firma Convenio


prácticas

prácticas

El postconflicto en Colombia: Una oportunidad para el desarrollo rural María Fernanda Martínez Politóloga. Tesista Magíster en Medio Ambiente y Asentamientos Humanos, Universidad Católica de Chile

C

olombia está viviendo un momento histórico

El conflicto en Colombia ha tenido dos caras

en la actualidad; después de más de 50 años de

que han estado profundamente relacionadas: el en-

conflicto armado, el país inicia una etapa de recon-

frentamiento militar de diferentes actores -guerri-

ciliación gracias al Acuerdo de paz que se ha nego-

lla, paramilitares, Estado- por el poder territorial y

ciado en la Habana entre las FARC-EP y el Gobierno

el control de actividades ilegales como el narcotrá-

nacional. El proceso de negociación ha despertado

fico; y por otra, el conflicto agrario que surge de la

la esperanza en millones de colombianos que na-

disputa de tierras y la ausencia de reconocimiento

cieron y crecieron en un país donde los secuestros,

de lo rural en las políticas nacionales (PNUD, 2011).

las muertes y el desplazamiento forzado eran parte

El fracaso de las políticas gubernamentales de re-

de la cotidianidad. No obstante, el Acuerdo de paz

distribución de la tierra y la creciente presión de-

ha despertado algunos cuestionamientos entre al-

mográfica impulsaron dinámicas de colonización

gunos sectores de la sociedad y se ha consolidado

a las que se sumaron la disputa armada de territo-

una fuerte oposición de aquellos que no están dis-

rios productivos por el control del cultivo de coca,

puestos a dar concesiones a la guerrilla y permitir

el petróleo o el oro, entre otros recursos (Palacios &

su participación política. El próximo paso será la

Safford, 2002). Además, los ecosistemas también ha

votación de un plebiscito que se llevará a cabo el 2

sido víctimas del conflicto debido a la tala de árbo-

de octubre y frente al cual los sondeos previos ad-

les para el cultivo de coca y los impactos negativos

vierten que los resultados estarán reñidos.

de las fumigaciones con glifosato, la promoción de

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| n° 28 | junio 2016

El presente colombiano Juan Manuel Santos, Raúl Castro y el máximo líder de las FARC «Timochenko» se dan la mano. Fuente: BBC.com

la ganadería extensiva, los ataques guerrilleros a

territorial en el país requieren ajustarse al proceso

oleoductos, la contaminación de aguas y suelos por

de postconflicto que reconozca las relaciones entre

la minería ilegal, entre otras cuestiones. En 2015

lo urbano y lo rural y reafirme el papel estratégico

se llevó a cabo un censo rural que evidenció que

que cumple el campo colombiano en la construc-

el área sembrada con cultivos en es del 6,3 % que

ción del desarrollo sustentable.

equivalen a un poco más de 7 millones de hectáreas

El Acuerdo negociado entre el Gobierno y las

y comprobó que los niveles de concentración de la

FARC busca asegurar la desmovilización y la parti-

riqueza, pobreza y educación en el campo son alar-

cipación política de la guerrilla, garantizar los de-

mantes (DANE, 2015).

rechos de las víctimas a la reparación, la verdad y

Los acuerdos de la Habana surgen como una

la justicia y cuenta con un capítulo especial para el

oportunidad para repensar el presente y futuro del

desarrollo rural (León, 2016). La Reforme Rural Inte-

campo colombiano y de las relaciones que deben

gral, RRI, es la propuesta que se ha gestado en el

gestarse en un país de ciudades, que no sólo se ca-

marco de las negociaciones y pretende promover la

racteriza por la consolidación de diferentes centros

transformación del campo, cerrar las brechas entre

urbanos en el territorio nacional, sino también por

los espacios urbanos y rurales y mejorar la calidad

la expresión de rivalidades regionales y fragmenta-

de vida en sectores rurales que no sólo viven en

ciones socio-culturales en un país con gran diversi-

condiciones precarias sino que históricamente han

dad cultural y étnica. Las políticas de ordenamiento

sido afectados por el conflicto armado, los cultivos


prácticas

La articulación de las políticas territoriales con las estrategias de reinserción de actores armados, reparación de víctimas y recuperación de ecosistemas afectados, es una práctica necesaria para un país rico en recursos naturales y sociales, pero con graves problemas de violencia y degradación ambiental.

ilícitos y el abandono del estado (García, 2016).

na solidaria y la inversión en infraestructura (vías

La RRI se centra en cuatro temas principales,

terciarias, sistemas de riesgo y drenaje a pequeña

a saber: 1. El uso y acceso a la tierra, enfocado en

escala, electrificación y la conectividad digital en el

incentivar el uso productivo del suelo, subsanar los

campo), además del mejoramiento de las condicio-

conflictos derivados de la ganadería extensiva y el

nes de

bajo porcentaje de suelos con vocación agrícola,

y servicios básicos en las áreas rurales; 4. Sistema

formalizar la pequeña y mediana propiedad rural,

especial de seguridad alimentaria y nutricional, a

actualizar la información catastral en las zonas ru-

través del cual se pretende incentivar la producción

rales además de garantizar el acceso de las familias

de alimentos agrícolas, fortalecer los mercados lo-

campesinas a la tierra por medio de instrumentos

cales y regionales, desarrollar programas contra el

como créditos, subsidios y el Fondo de Tierras[1]; 2.

hambre y robustecer la institucionalidad en temas

Programas Especiales de Desarrollo con Enfoque

de seguridad alimentaria (García, 2016) (Equipo paz

Territorial, PDET, los cuales se basan en el empode-

gobierno, 2013).

productividad agrícola, vivienda, trabajo

ramiento comunitario y se desarrollan en los terri-

A este kit de herramientas propuesto en el

torios que requieren atención prioritaria; 3. Planes

marco de las negociaciones se suma la necesidad

Nacionales Sectoriales para reducción de la pobre-

de llevar a cabo planes de zonificación ambiental

za rural en un 50%, el mejoramiento de la producti-

que limiten la frontera agrícola, conserven áreas de

vidad agrícola, el fomento a la economía campesi-

interés ambiental y promuevan cuestiones como el

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| n° 28 | junio 2016

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pago por servicios ambientales. De igual forma, se pretende promover la participación ciudadana en el ordenamiento local en la definición de orientaciones para el uso del suelo rural y la promoción del diálogo social para la resolución de los conflictos de tierras. La articulación de las políticas territoriales con

notas [1] Este fondo lo constituyen las tierras adquiridas por narcotraficantes y testaferros, así como los territorios baldíos indebidamente ocupados salvando los derechos de las comunidades indígenas o afrocolombianas (García, 2016).

las estrategias de reinserción de actores armados, reparación de víctimas y recuperación de ecosistemas afectados, es una práctica necesaria para un país rico en recursos naturales y sociales, pero con graves problemas de violencia y degradación ambiental. Por esta razón, los puntos de Acuerdo en el tema rural, pueden ser una oportunidad para promover el desarrollo territorial en Colombia y se espera que las propuestas puedan ser llevadas a la práctica, para lo cual se requiere no sólo la voluntad de los actores negociadores sino de todos los colombianos. ¶

referencias bibliográficas Acción Social. (2011). Campesinos, tierra y desarrollo rural. Bogotá: Unión Europea. Alban, A. (Primer semestre de 2011). Reforma y contrarreforma agraria en Colombia. Revista de Economía Institucional, 13(24), 327-356. Corredor, C. (2001). La revolución inconclusa. En A. Varios, Desarrollo económico y social en Colombia en el siglo XX (págs. 15 – 37). Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Equipo paz gobierno. (2013). En qué va el proceso de paz. Política de Desarrollo Integral. Obtenido de http:// equipopazgobierno.presidencia.gov.co/especiales/ abc-del-proceso-de-paz/politica-de-desarrollo-agrariointegral.html García, A. (2016). Conoce el Acuerdo sobre el Desarrollo rural. Obtenido de Oficina del Alto Comisionado para la Paz : http://equipopazgobierno.presidencia.gov.co/ especiales/abc-del-proceso-de-paz/politica-de-desarrollo-agrario-integral.html León, J. (24 de Agosto de 2016). El Acuerdo con las Farc: una oportunidad histórica. Obtenido de La silla Vacía: http://lasillavacia.com/historia/el-acuerdo-con-lasfarc-una-oportunidad-historica-57675 Palacios, M., & Safford, F. (2002). Colombia: país fragmentado, sociedad dividida. Su historia. Bogotá: Norma. PNUD. (2011). Tierra y conflicto . En PNUD, Informe Nacional sobre Desarrollo Humano. (págs. 180-214). Bogotá : Naciones Unidas. Ruiz, N. Y. (enero-abril de 2011). El desplazamiento forzado en Colombia: una revisión histórica y demográfica. Estudios Demográficos y Urbanos, 26(1), 141-177.


prácticas

prácticas

Población Aurora de Chile: ¿La última frontera a derribar por un modelo expulsor? Christian Matus Madrid Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2010, y Antropólogo Social de la Universidad de Chile (1997). Especialista en el desarrollo de investigación e intervención en temáticas de urbanismo participativo, patrimonio e identidad, planificación integrada y desarrollo territorial. Investigador Postdoctoral CEDEUS Hub Concepción, Fondap Nº 15110020 participante de los Clúster de Planificación Construida y Entorno Construido.

resumen

La presente práctica sintetiza algunas reflexiones frente a la experiencia de acompañamiento desarrollada entre 2015-2016, como parte del equipo asesor de la Junta de Vecinos de Aurora de Chile. Se plantea Camila Barraza Huaiquimilla el análisis en términos de su particularidad Licenciada en Arquitectura Universidad de Concepción (2013). Parte del equipo profesional CEDEUS, Fondap para explicar cómo en el actual contexto de N°15110020, Universidad de Concepción. Coordinadora planificación desregulada el Estado supeterritorial e investigadora asistente de Iniciativas dita su enfoque de participación al cumUrbanas caso Aurora de Chile. plimiento de los objetivos del desarrollo urbano neoliberal. En ese marco se analiza el caso de Aurora bajo la metáfora de constituir una «última frontera» a doblegar para implementar la renovación urbana de la Costanera de Concepción. En síntesis, el caso del conflicto de Aurora de Chile y el Puente Bicentenario permite develar cómo el Estado chileno a través de sus políticas urbanas continúa produciendo y reproduciendo el orden neoliberal develando una tendencia a la «neoliberalización de las prácticas de participación», donde el ente estatal resigna su rol público de velar por la equidad urbana y el derecho a la ciudad de los pobladores, aportando su experticia técnica para que los procesos de participación resuelvan en términos de gobernanza, los conflictos sociales que dificultan la implementación de los planes y proyecto de desarrollo como la renovación urbana de la Costanera. pa l a b r a s c l a v e s

Conflicto urbano, planificación, desplazamiento.

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El presente texto busca abordar críticamente el conflicto urbano de Aurora de Chile, analizando cómo éste involucra la tensión y desplazamiento de una frontera urbana tanto territorial como simbólica. Por un lado, Aurora de Chile constituye el último «territorio vivo» de una frontera geográfica, como la Costanera, que divide y separa la «ciudad oficial» de lo que la planificación penquista construyó simbólicamente como un espacio no conquistado. Por otro lado, el lugar central que ocupa en la ribera del río, configura un espacio estratégico para implementar la visión de futuro de un «Concepción Metropolitano», constituyendo una frontera simbólica necesaria de superar para implementar la ansiada renovación de un sector que adquiere una nueva condición de espacio de flujo e interacción. la consolidación de la costanera como frontera urbana La Población Aurora de Chile configura un asentamiento urbano instalado en la Costanera del Bío Bío hace más de 85 años, ocupando un área de 11 manzanas, en las que viven un número aproximado de 3500 (Catastro MINVU 2015). El sector tiene la particularidad de haber generado nuevos suelos urbanos mediante el relleno del río, proceso que dio lugar a tres poblaciones históricas: Pedro del Río, Aurora de Chile y Pedro de Valdivia Bajo. A partir de los sesenta, la Costanera comienza a proyectarse como territorio de gran potencial urbano, donde los asentamientos populares configuran espacios «indeseados», que se requiere suprimir, para lograr «reconciliar la ciudad con el río», lo que propicia la implementación de planes modernistas de higienismo urbano. En los noventa, el sector es priorizado como foco para el desarrollo de un plan urbano emblemático: Rivera Norte -PRN, ejemplo pionero en Chile de aplicación temprana de un modelo de gestión público-privado, que se propuso como objetivos dar solución habitacional a cerca de 1500 familias que residían en el área; desarrollar un plan de renovación urbana que integrara el río con la ciudad; y promover la inversión inmobiliaria en el área (Memoria PRN, 2001).

Población Aurora de Chile / Fuente: Gentileza elresumen.cl


prácticas

En el marco del PRN, la población Aurora de Chile, constituye una «anomalía», al decidir voluntariamente no participar de la propuesta de erradicación, desarrollando importantes procesos de resistencia que con el tiempo la fueron convirtiendo en una «isla» en medio de un espacio de renovación urbana que simbolizaba la «cara» del desarrollo urbano penquista de Post dictadura.

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Pareciera ser que el conflicto urbano ha generado un contexto de oportunidad eficaz para derribar la última frontera que ponía límite a un postergado proyecto de renovación.

plan aurora de chile: ¿socio-técnica participativa para derribar la frontera?

cional, dejando de lado la inclusión de los aspectos

En la Costanera se aplica una estrategia de renova-

promoviendo no solo el desplazamiento efectivo de

ción urbana no explicitada en un proyecto de plani-

un tercio de los pobladores para formar nuevos ba-

ficación (Matus et al. 2016), utilizando el terremoto

rrios, sino que plantea un desplazamiento indirecto

como recurso de shock (Klein, 2007) para gatillar, a

que modifica de su estilo de vida y homogeniza su

través de la construcción del Puente Bicentenario,

espacio residencial y público al patrón general de

la aceleración del proceso de renovación urbana

otros barrios ofertados a sectores medios. Es en el

pendiente, naturalizando la necesidad de que los

plano de los efectos socio-territoriales que plantea

aurorinos «sacrifiquen» su territorio por el bien co-

el cambio forzado de modo de vida, que se pueden

mún y desarrollo de la ciudad.

vislumbrar los mayores impactos que generará

simbólicos que le dan unidad como comunidad,

El proceso de diálogo con la comunidad pos

la transformación de un territorio que favoreció

PRN está marcado por una trayectoria de vulne-

durante más de ochenta años la sociabilidad y el

raciones a los pobladores que trasciende los go-

desarrollo de estructuras familiares, disolviendo

biernos de turno, donde destaca el rol de la clase

violentamente las fronteras territoriales y las ar-

política y la prensa local en un abordaje estigmati-

ticulaciones espaciales necesarias para dar vida a

zador de violencia simbólica (Janoschka & Sequera,

una población como la Aurora.

2014). En respuesta, la población comienza a organizarse para oponerse a la construcción del puente

reflexiones y aprendizajes

denunciando el actuar del Estado, desarrollando

En síntesis, el caso Aurora permite develar cómo el

entre 2012 y 2014, un movimiento de fuerte resisten-

Estado chileno a través de sus políticas urbanas ha

cia al proyecto. Posteriormente, con el cambio de

desarrollado una tendencia a la «neoliberalización

gobierno, los procesos sociales de resistencia dan

de las prácticas de participación», donde el ente es-

paso a una estrategia de negociación, propuesta

tatal resigna su rol público de velar por la equidad

por el MINVU, que plantea solucionar el conflicto

urbana y el derecho a la ciudad de los pobladores,

mediante la creación de un equipo territorial que

aportando su experticia técnica para que los pro-

diseña el denominado Plan Integral Aurora de Chi-

cesos de participación resuelvan en términos de

le. El enfoque que promueve este nuevo plan reduce

gobernanza los conflictos sociales que dificultan la

la participación de la población a su organización

implementación de los planes y proyecto de desa-

en comités vivienda para su relocalización habita-

rrollo urbano.


prácticas

Esquema Costanera Concepción y área renovación PRN Fuente: Elaboración propia

Un aprendizaje relevante que plantea el aná-

bibliografía

lisis del conflicto es develar cómo el actual mode-

CEDEUS Bases Fundamentales para un Proyecto Integral

lo de desarrollo urbano otorga un rol central a la

Aurora de Chile. Documento de Trabajo CEDEUS, 2015.

participación como técnica de gobernanza, que

JANOSCHKA, M. & SEQUERA, J Procesos de gentrificación y

atenúa y encubre la violencia simbólica ejercida

desplazamiento en América Latina, en Desafíos metro-

sobre los sectores que deben desplazarse o ser

politanos. Un diálogo entre Europa y América Latina,

expulsados para que se consoliden procesos ur-

2014, pp. 82-104. Catarata. Madrid.

banos excluyentes y segregadores. En ese marco pareciera ser que el conflicto urbano ha generado

Klein, N. La Doctrina del Shock. El Auge del Capitalismo del Desastre. Paidós. 2007.

un contexto de oportunidad eficaz para derribar la

Matus, C., et al. (2016). Renovación urbana y gentrifica-

última frontera que ponía límite a un postergado

ción post-catástrofe en Concepción: el caso Aurora de

proyecto de renovación. ¶

Chile. Revista Urbanismo , 0 (34) , 89-110.

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| n° 28 | junio 2016

Fuente: academicos.uchilefau.cl

«El movimiento de personas siempre es acompañado del movimiento de ideas, objetos, creencias y prácticas, por eso los movimientos migratorios enriquecen a las sociedades receptoras, y se multiplican las visiones de mundo y las formas de habitarlo»


actores

actores

Entrevista a Walter Imilan Antropólogo de la Universidad de Chile y Doctor en Planificación Urbana y Regional por la Technische Universität Berlin. Actualmente se desempeña como académico de la Universidad Central de Chile, investigador del Centro de Estudios Urbanísticos, Arquitectónicos y del Paisaje y miembro del NIMNúcleo de Investigaciones en Migraciones. Sus investigaciones han profundizado en temáticas relacionadas a los procesos de construcción de identidades colectivas y espacio, vinculándose a campos como la migración, etnificación y situación post-catástrofes socio-naturales.

Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.

En

primer

lugar,

¿Podemos

considerar

la

cir que en Chile la población migrante se inserta en

inmigración en Chile como un proceso integrador

esta estructura de clases. No digo que este proceso

y derribador de fronteras sociales?

se realice sin discriminación y haya sólo un recono-

La migración ayuda a expandir las fronteras de la

cimiento entre iguales por pertenecer a la misma

propia cultura. A través de la migración se cono-

clase social, sabemos que siempre los procesos de

cen otras formas de ver y habitar el mundo, pero

inserción están mediados por categorías de, al me-

para que eso suceda, debe haber una apertura

nos, de etnia, raza, clase y género, y que estas to-

para conocer a otras personas y sus costumbres,

man roles diferenciados dependiendo el contexto.

creencias, etc. Si hablamos de frontera sociales

No obstante, creo que la estructura de clases, de

habría que pensar en que la sociedad chilena está

segregación socio-económica, es tan fuerte en Chile

fuertemente segregada por clases, a su vez, dentro

que es también el marco en el que se organiza la di-

de la población migrante se encuentra un amplio

ferencia de la población migrante.

registro de clases sociales también. Se podría de-

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| n° 28 | junio 2016

¿De qué forma las prácticas inmigrantes influyen

los países de origen. Aquí te comprato dos obser-

positivamente en nuestro quehacer diario y cómo

vaciones. Desde hace ya un tiempo en los estudios

adoptamos las nuevas costumbres traídas del

de migración se critica el llamado «nacionalismo

extranjero? ¿Varían estas prácticas dependiendo

metodológico», esto es tomar la nacioanalidad de

del país de donde provienen?

las personas como referente para clasificar la po-

El movimiento de personas siempre es acompañado

blación migrante. Cuando hablamos de «los perua-

del movimiento de ideas, objetos, creencias y prác-

nos», «los dominicanos», etc. estamos homogenie-

ticas, por eso los movimientos migratorios enrique-

zando a una población que es diversa en su interior,

cen a las sociedades receptoras, y se multiplican las

y por lo tanto hacemos invisibles las diversidad de

visiones de mundo y las formas de habitarlo. Los re-

experiencias migratorias que se reúnen bajo un

pertorios culturales se expanden, y en ese sentido

mismo pasaporte. Por ejemplo, es muy diferente ser

superan las fronteras sociales y culturales preexis-

peruano del norte del Perú a provenir del área alto

tentes. Sin duda que muchos de estos elementos se

andina, las formas de migrar son muy distintas, sus

mestizan o se hacen propios por una buena parte

redes sociales y estrategias de inserción laboral

de la sociedad. Un elemento bastante claro en esto

difieren. Un estudio que realizamos en Magallanes

es la comida, lo que comemos de forma cotidiana es

permitío visibilizar la diferencia entre la experien-

producto de circulaciones y apropiaciones a través

cia entre hombres y mujeres dominicanas de vivir

de la historia que se han movido de la mano con po-

en Punta Arenas. Un altísimo porcentaje de muje-

blaciones concretas. En los últimos años es aprecia-

res manifestó haber sido objeto de discriminación

ble como la comida peruana ha transformado for-

abierta y/o acoso en el espacio público, mientras

mas tradicionales del comer chileno. Un ejemplo de

que para los hombres, también dominicanos y afro-

esto es la adopción de la preparación del ceviche al

descendientes, esta experiencia era prácticamente

estilo peruano, relegando al olvido el estilo chileno.

inexistente. Por otro lado, las poblaciones migran-

Hoy es prácticamente imposible encontrar un cevi-

tes tienen diferentes recursos para su inserción en

che con pescado desmenuzado, que era muy típico

sociedades de destino, y muchas de estas habilida-

hace 20 años, no sólo ahora se prepara el ceviche en

des se ponen en acción de una forma estratégica y

pescado trozado sino también se incorporan otros

localmente situada. Un ejemplo de esto es como la

elementos como el apio, el maíz, entre otros. Esto

gastronomía peruana, para volver sobre uno de mis

que puede parecer de un interés poco relevante,

tópicos de interés, ha sido una poderosa estrategia

cuando lo observamos como parte de un proceso si-

de inserción de migrantes peruanos, especialmente

lencioso de transformación de prácticas cotidianas

en Santiago. Así, en vista de la proliferación y éxito

nos percatamos que la migración reciente en Chile

de restaurantes y en general de toda la industria

está dejando ya sus huellas en la vida cotidiana de

gastronómica peruana, desde los carritos en las

los chilenos, en este caso cambian las formas de co-

ferias libres hasta los restaurantes más caros de

cinar y de apreciar sus sabores.

la ciudad, se podría decir que la gastronomía «la

Tu pregunta también es por las diferencias de

llevan en la sangre». Ciertamente la gastronomía


actores

Fuente: lasegunda.com

peruana es de excelente calidad, pero su relación

¿Cómo la intervención y producción del paisaje

como estrategia para la migración parecer ser más

urbano por parte de los inmigrantes puede

un tema chileno. En otros países donde existe una

reflejarse en una forma de apropiación e

importante población peruana migrante – como

integración a la ciudad?

España, Estados Unidos o Japón- la gastronomía

Hay varias formas en que la migración está trans-

como estrategia de inserción es más bien marginal,

formando el paisaje urbano, especialmente pienso

en el caso de Chile lograron «leer» ciertas condicio-

en Santiago. La más notoria ha sido la revitalización

nes que ha permitido desarrolllar con un extraordi-

de barrios en el centro de la ciudad que habían vi-

nario éxito estos emprendimientos. En Perú se sue-

vido procesos de abandono y envejecimiento de su

le decir ahora que Santiago es la ciudad del mundo

población. Primero por el asentamiento de nuevas

con más restaurantes peruanos fuera del Perú.

poblaciones que luego le siguió el desarrollo de las

Entonces, hay que tomar atención respecto

llamadas «economías de la nostalgia», un conjun-

a los riesgos del «nacionalismo metodológico» en

to de negocios orientados a las población migrante

cuanto invisibiliza una serie de distinciones muy

que provee alimentos de los lugares de origen, call

importantes en la experiencia migrante, así como

centers, agencias de viajes, etc. La transformación

asumir preceptos culturalistas inadvierte las capa-

de algunos de estos barrios ha sido notable, junto

cidades de inserción de los migrantes.

con la actividad residencial y comercial también

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| n° 28 | junio 2016

Fuente: plataformaurbana.cl


actores

se ocupan y producen nuevos espacios públicos de

misma de ser migrante. Un segundo nivel se refie-

esparcimiento. Parte de la revitalización barrial es

re al ámbito territorial. Existe una larga discusión

activar espacios públicos, esto es muy claro en el

respecto a las consecuencias y efectos positivos o

caso de personas de origen peruano que crean de

negativos de la concentración de la población mi-

forma espontánea canchas de volleyball en lugares

grante en determinados barrios. Algunos de estos

que solían estar abandonados, o la proliferación de

debates, especialmente de Europa Central y del

iglesias pentecostales haitianas en barrios céntri-

Norte, han llegado a la conclusión que el problema

cos de la capital.

de la integración no pasa tanto por la residencia

No obstante, la transformación del paisaje ur-

concentrada en determinadas áreas de la ciudad,

bano no sólo se produce en áreas de alta concentra-

ya que finalmente las personas pueden querer vivir

ción de población migrante. Si tuviéramos los datos

con otros iguales, incluso esta configuración puede

del censo 2012, probablemente estos mostrarían

proveer de ciertos beneficios como son las mencio-

que la migración ya no es un fenómeno esencial-

nadas economías de la nostalgia. Si esto no es un

mente concentrado territorialmente en sectores

problema en sí mismo, la atención debe volcarse

centrales de la ciudad. Cuando uno se encuentra

sobre instituciones que promueven la integración

con un cartel que anuncia un Barber shop domini-

de todos los ciudadanos. Aquí el sistema escolar es

cano en plena población Los Quillayes en la La Flo-

fundamental. El desarrollo de escuelas segregadas

rida, hay un indicio que esa población también se

es un problema serio que arriesga la integración

inserta a los flujos y movimientos de la migración

actual y futura. En Chile tenemos que empezar a

actual, tanto porque los nuevos vecinos forman

integrar variables territoriales para analizar la di-

parte de la cotidianeidad del barrio como porque

námica de la migración, la dimensión de la educa-

los antiguos vecinos consumen y reconocen a esa

ción aún se suele abordar principalmente como una

nueva población.

realidad que se circunscribe al salón de clases o la convivencia escolar, es central desarrollar una mi-

Por último, ¿Cuáles crees que son las principales

rada territorial.

barreras o fronteras sociales que actualmente

Un tercer nivel tiene que ver con la toma de

segregan a los inmigrantes? y ¿qué desafíos

conciencia de la sociedad en su conjunto de la pre-

tenemos para una mejor integración?

sencia y rol de la población migrante. Esta toma

En principio una sociedad más tolerante y con me-

de conciencia es más que simplemente saber de su

nos segregación con los migrantes, es seguro, una

existencia o disfrutar de algunos de sus beneficios,

mejor sociedad para los chilenos también. Iden-

tampoco se trata de una mayor atención mediática,

tifico tres niveles distintos en este proceso. Por

que lamentablemente esta se vincula de forma ha-

un lado, es necesario generar protección frente a

bitual a la delincuencia o criminalidad que expresa

cierto tipo de vulnerabilidades que experimenta

una forma típica de estigmatización y discrimina-

la población migrante con mayor frecuencia que

ción. Esta toma de consciencia pasa por asumir que

la chilena. Un ejemplo de esto son las condiciones

la sociedad chilena esta cambiando y que es nece-

de acceso a la vivienda, especialmente de arrien-

sario pensar en los espacios cotidianos como cen-

do. Contratos de arriendo abusivo en viviendas con

tros de esta transformación, tales como el espacio

deficientes condiciones de habitabilidad expresan

educacional, laboral y familiar cada vez con más

una discriminación en el mercado de vivienda. En

parejas binacionales, son estos espacios donde las

este primer nivel, el Estado debe abordar vulnera-

fronteras de la sociedad chilena se encuentran en

bilidades que se producen en el acceso a servicios

expansión. ¶

básicos estrechamente asociadas a la condición

19


20

| n° 28 | junio 2016

«Periferia del Valparaíso: Ya casi alcanzadas las cotas más altas, las nuevas familias rehuyen emplazarse en las mesetas cuyas vertientes se orientan hacia el sur. Esto es aceptar que ya no se está en Valparaíso, a pesar de la conveniencia de un terreno casi plano y la cercanía del camino cintura»

Fuente: www.ead.cl


actores

actores

Entrevista Mauricio Puentes Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), posteriormente recibe el grado de Doctor por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Actualmente se desempeña como docente a cargo del Taller Arquitectónico de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. Ha colaborado y participado de diversas conferencias nacionales e internacionales y proyectos de investigación, de los cuales destacan Habitabilidad de la Vivienda Autoconstruida en Valparaíso y el Crecimiento Informal Urbano en la zona de Palmar de Viña del Mar. Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.

Te refieres a la periferia autoconstruida de Valparaíso como la conformadora de ciudad. ¿En qué consiste esta relación? Esta relación se origina en la evidencia de los tra-

personas a ir trazándolos en sus usos persistentes

zados en los cerros los cuales en gran medida se

(Araya, 2009). Luego esta persistencia se encargaría

constituyeron desde sendas locales propiciadas

de consolidar las sendas hasta que, ya avanzada

por los habitantes que se emplazaban en terrenos

la periferia, vendría el sistema público a rectificar-

disponibles que, en la mayoría de los casos, se con-

la para, desde luego, ser reconocida como trazado

sideraban no aptos para constituir ciudad debido

urbano. Entonces, exceptuando algunos procesos

fundamentalmente a sus complejidades topográfi-

originados desde la autoridad como la Avenida

cas y altas pendientes.

Alemania-Camino Cintura y los trazados en damero

Lo que originalmente aparece como un sende-

(truncados muchos) de Playa Ancha, Barón y Place-

ro se constituiría luego como un pasaje o incluso

res entre algunas otras intervenciones como Cerro

plaza. De hecho, particularmente Marcelo Araya

Concepción y Cerro Alegre, el trazado de vialidad y

llega más allá al señalar que el hábito de circular

circulación urbana presente en los cerros de Valpa-

por las laderas se origina en los surcos que dejan

raíso no es más que la rectificación y formalización

las aguas de lluvia al descender. Que esta trama

de lo que en algún momento no fue más que un sur-

habría inducido tanto a los animales y luego a las

co o sendero.

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| n° 28 | junio 2016


actores

¿De qué forma las tomas de terreno y barrios

Ancha, Placeres, Barón, Bellavista. Algunas áreas

autoconstruidos han pasado de ser parte de la

de Cordillera y Artillería. Evidencias de trazados

ciudad consolidada? ¿Hay alguna relación de

planificados a los que se suman además también

aceptación para la autoconstrucción de parte de

los casos de poblaciones: Población Marina Mer-

los porteños?

cante, Márquez, Zenteno, Ferroviaria entre algunos

Parto respondiendo la segunda parte de la pregun-

pocos otros. En los cerros, parece predominar la

ta: De no existir una aceptación de la autoconstruc-

ocupación y la construcción de la vivienda previo

ción, ningún cerro, quebrada y ladera sería reco-

a la llegada de la ciudad a través de sus trazados

nocida por los porteños. De hecho, estos trazados

y vías. Hoy sigue siendo así y las tomas suelen ser

autoconstruidos están aún hoy presentes en el mis-

consecuencias de procesos de emancipación fami-

mo origen de la ciudad: cerro Toro y Santo Domingo.

liar por sobre la inmigración. A diferencia de Viña

Se evidencia en los trazados de estos que sus vías

del Mar, por ejemplo, las tomas no suelen ser masi-

no son más que los intersticios entre las viviendas,

vas realizadas por grupos organizados en periodos

dando espacio además a aquellas solicitaciones

muy acotados sino por pequeños grupos familiares,

como los cauces de agua o desde donde esta se re-

pero en un proceso constante.

cogía para proveer. De alguna manera, la forma actual no es más que la pavimentación con una leve

Valparaíso tiene límites o fronteras que responden

rectificación de su trazado original.

tanto a divisiones administrativas de la ciudad

Ahora, es importante señalar las particularida-

como a accidentes geográficos. ¿Existe alguna

des del concepto de toma. En Valparaíso, las tomas

relación entre estas dos formas de límite? o ¿Las

se originaron principalmente por familias campe-

normas administrativas de la ciudad no se vinculan

sinas que emigraban a la ciudad en búsqueda de

necesariamente con las fronteras naturales?

oportunidades. Estas familias se emplazaban en lo

La relación entre las divisiones administrativas y los

que la misma ciudad parecía descartar: laderas es-

accidentes geográficos parece ser un argumento de

carpadas, fondos de quebradas estrechas, planicies

discusión. De hecho, no existe consenso en la canti-

lejanas. Las instituciones públicas y privadas, el co-

dad de cerros. Existiendo oficialmente 42, se pueden

mercio, las residencias de los sectores dominantes

sumar 54 nombres. Para algunos, un mismo cerro

ya se habían emplazado y ocupado la topografía

tiene dos nombres, para otros, un mismo cerro pre-

conveniente. Cerro Alegre, Cerro Concepción, Playa

senta un accidente topográfico que lo divide en dos.

23


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| n° 28 | junio 2016 En términos de relaciones sociales, las familias

estandarizados, probablemente Valparaíso mos-

de la mitad baja de una ladera suelen tener un vín-

traría hoy una realidad muy distinta tanto en su

culo más cercano con las de la ladera de enfrente,

forma y trama urbana en sus cerros como en sus

aun cuando pertenezcan a otro cerro. Por ello la

edificaciones. Seguramente evidenciaría un orden

costumbre de salvar de alguna manera el fondo de

homogéneo y estandarizado y carecería de su par-

quebrada por medio de alguna infraestructura por

ticularidad actual de manifestar su propio orden.

precaria que sea. Las normas administrativas quizás coinciden con las fronteras naturales, pero no

Por último ¿Existe algún límite para la expansión

necesariamente con las fronteras que sus habitan-

de Valparaíso? ¿Una expansión más allá de los

tes han dibujado.

límites naturales perdería la identidad de la ciudad?

Al igual que en gran parte de las ciudades chilenas,

Claramente. Ya casi alcanzadas las cotas más al-

la construcción de vivienda social en la periferia

tas, las nuevas familias rehuyen emplazarse en las

ha sido una constante. ¿Arriesgan estas viviendas

mesetas cuyas vertientes se orientan hacia el sur.

no-autoconstruidas «quedar fuera» de una posible

Esto es aceptar que ya no se está en Valparaíso, a

consolidación de esa periferia?

pesar de la conveniencia de un terreno casi plano

Lamentablemente ya es un hecho, ya están

y la cercanía del camino cintura. De hecho, muchas

fuera. Solo ver los conjuntos del 5to sector de Playa

familias han optado al riesgo de descolgarse por

Ancha levantados en la década del 60 para verificar

las fuertes laderas y fondos de quebradas lo más

que en todo este tiempo la ciudad apenas ha lle-

cercano al centro posible y a sus grupos familiares.

gado. Quizás solo la vialidad y algún equipamien-

Situación que se evidenció en el gran incendio de

to, pero los espacios públicos y la accesibilidad no

Valparaíso de abril del 2014. Claramente la rada y

quedan más que como intersticios propios de la

su presencia es una determinante de los límites de

ciudad «extra-muro». Una situación equivalente

la ciudad. Hoy es posible ver límites urbanos en al-

es posible de verificar en los conjuntos de Rodelillo

gunos fondos de quebrada. Casi al centro de la ciu-

donde se manifiesta radicalmente que el objetivo

dad misma, una condición que en sí se constituye

único es urbanizar lo mínimo para la mayor canti-

como frontera interior.

dad posible de viviendas. No siendo las distancias

Desde otra perspectiva, en términos formales,

tan expresivas como en Santiago es aún posible de

a partir del PREMVAL y del PRC, se han establecido

evitar usar el concepto de gueto social como ocu-

criterios de expansión urbana que más que coinci-

rre, por ejemplo, en Bajos de Mena en Puente Alto,

dir con la tendencia de ocupación, ha parecido ce-

pero los conjuntos de viviendas sociales han falla-

ñirse a la factibilidad de los servicios básicos y a las

do en la lectura del tejido social original del puer-

complejidades de urbanización de las condiciones

to, marginándose de este. Importante es comentar,

topográficas, las que curiosamente han sido salva-

respecto de la vivienda social, que en buena parte

das por sus habitantes desde el origen mismo de la

la ocupación explosiva y auto construida de los ce-

ciudad. ¶

rros de Valparaíso podría haber respondido a una incapacidad de dar respuesta a las normativas pro-

referencias

piciadas por la Ley de Habitaciones Obreras de 1906

Araya, Marcelo. (2009). Las aguas ocultas de Valparaíso.

y las medidas higienistas, tal como sugiere Pablo

ARQ (Santiago), (73), 40-45. https://dx.doi.org/10.4067/

Millán (2016). En este sentido, de no haber ocurrido

S0717-69962009000300007

este tipo de hechos, como limitar la construcción

Millán-Millán, Pablo. (2016). Aplicación e impacto de la

como consecuencia de la dificultad de cumplir las

Ley de Habitaciones Obreras de 1906: el caso de Valpa-

normativas originadas a tabla rasa bajo conceptos

raíso (Chile). EURE (Santiago), 42(125), 273-292. https:// dx.doi.org/10.4067/S0250-71612016000100012


actores

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actores

Entrevista a Francisca Márquez Antropóloga de la Universidad de Chile, posee una Maestría en Developpement y el grado de Doctora en Sociología en I. d» Etude de Pays en Développement, Université Catholique de Louvain, Bélgica. Ha desarrollado diversos artículos, libros e investigaciones vinculadas a la antropología urbana. Actualmente se desempeña como académica e investigadora en el Departamento de Antropología de la Universidad Alberto Hurtado.

Entrevista realizada por Pablo Wainer, Arquitecto UDP y Magister en Desarrollo Urbano, IEUT.

«La diversidad «Benetton» no es garantía de una ciudad democrática. Me temo que los innumerables ejemplos de gentrificación o expulsión de habitantes originales de sus barrios, producto de las remodelaciones, es expresión de la fuerza del mercado por sobre las prácticas ciudadanas» Fuente: encuentro.contenidoslocales.cl


26

| n° 28 | junio 2016 En primer lugar, das cuenta que la ciudad actual

tan opuestas, como los de arriba o los de abajo, los

está basada en un modelo que tiende a la

bárbaros y los civilizados, los peligrosos y los de-

construcción fronteras internas, ¿Qué tipos de

centes, los flaites y los cuicos.

fronteras existen y cómo actúan en la ciudad?

Las grandes ciudades contemporáneas, con

Hay fronteras que responden a la materialidad y

sus actuales magnitudes demográficas y los índices

geografía de la ciudad. Ejemplos de ello, en Santia-

de desigualdad que esconden, se han vuelto exper-

go, son el río Mapocho, la carretera norte-sur que

tas en el control de estos cuerpos a partir de la se-

divide el Santiago antiguo del casco histórico, o el

gregación material y simbólica. De allí el temor que

gran muro de la comuna de Barnechea que aisla la

crece en su interior. Cuando los muros y fronteras

pobreza de la riqueza, por nombrar algunos ejem-

se exacerban, dejamos de saber quién está al otro

plos. Pero también hay fronteras simbólicas y esté-

lado, y eso es siempre aterrador. El problema es que

ticas, que, como muros invisibles al ojo de cualquie-

cuando el temor se asienta, la posibilidad de cruzar

ra, exigen ciertos códigos para identificarlos. Hay

esas fronteras es mucho menos posible. El apertre-

esquinas, zonas y territorios en nuestra ciudad por

chamiento que observamos en ciertos territorios

las que no todos pueden transitar, o no de cualquier

de nuestras ciudades es ciertamente producto de

manera, vestidos y peinados de cualquier modo.

este temor al otro y la incapacidad de tejer puentes

Aquellos que se atrevan a transgredir dichas pro-

que conduzcan más allá de lo conocido. Pero cuida-

hibiciones implícitas, podrían pagarlo caro, hasta

do que este no es un problema sólo de los sujetos,

con su vida. Esas fronteras simbólicas pueden ser

de los individuos; este miedo habla también de la

tan eficaces como aquellos muros y accidentes geo-

incapacidad de la ciudad y sus administradores de

gráficos. Todos ellos operan como «ordenadores»

construir las condiciones para que dichos puentes y

de los cuerpos de los citadinos, ordenan los modos

pasarelas puedan ser construidas.

de practicar la ciudad, estableciendo categorías Fuente: plataformaurbana.cl


columnas

¿Cómo ha evolucionado la identidad social y qué

habitar la ciudad. El ejemplo paradigmático son

factores de esta influyen en la naturalización de

las erradicaciones de pobladores ocurridas entre

la segregación producto de las fronteras?

1979 -1982 en Santiago, en tiempos de dictadura.

Las identidades –principio de identificación y dis-

Este constituye un caso radical de «limpieza» de la

tinción–, son construcciones sociales y cultura-

ciudad, y de fijación de fronteras materiales y sim-

les de largo aliento, ellas, así como se consolidan,

bólicas, que hasta hoy día perduran. Pero no es el

también se erosionan y mutan. Las identidades son

único caso, aunque si, uno de los más dramáticos.

más sólidas cuando ellas dialogan y se enriquecen

Cada ordenanza urbana, incluidas las municipales,

de otros códigos culturales porque se renuevan y

constituye un ejercicio de ordenamiento y delimita-

actualizan. Pero lo que observamos hoy en nues-

ción de espacios; algunas de esas ordenanzas cier-

tras ciudades segregadas es que las identidades

tamente contribuyen a consolidar la «condición ur-

también se fragmentan. Es decir, la erosión de un

bana» como ejercicio de la vita activa, pero otras,

nosotros «urbanos» va dando paso a «nosotros los

simplemente son medidas coercitivas y de nega-

del barrio x», «los de la población x», «los del condo-

ción de las posibilidades que esa condición urbana

minio x», «los de la pandilla x». Y es así como en este

nos ofrece.

proceso de segmentación identitaria, la posibilidad de construir puentes de contacto con las otras

Vivimos

en

ciudades

identidades se vuelve extremadamente frágil. Hoy,

«fronterizadas»,

en nuestras ciudades, estamos enfrentados a una

económicamente. Sin embargo, también existe

desafiliación urbana, que me temo responde a esta

una demanda por compartir espacios socialmente

fragmentación de las identidades de nicho.

diversos. ¿Crees que este tipo de demanda es

tanto

que

tienden

identitaria

a

ser como

una respuesta a la creciente homogenización Además de cuestiones sociales e identitarias

socioespacial?

tenemos límites o fronteras administrativas

Ciertamente observamos que, frente a la segrega-

impuestos con cierta arbitrariedad en la ciudad

ción y la desigualdad social de nuestras ciudades

¿Qué papel juega el Estado y los gobiernos en el

latinoamericanas, florecen iniciativas ciudadanas

reforzamiento de estas fronteras?

que buscan romper esas fronteras de modo amable

Históricamente podemos ver que al Estado le ha

y también violento. La presencia masiva de tribus

sido necesario fragmentar nuestras ciudades para

urbanas, venidas de todos los puntos de la ciudad,

poder controlar y gobernar. Desde la fundación de

en los amplios parques de nuestra ciudad son un

las ciudades y el diseño de su traza urbana, se fijan

gran ejemplo. La recuperación de barrios abando-

las coordenadas básicas para el tránsito y la ocu-

nados, para hacer de ellos territorios más vivibles,

pación de la ciudad. Sin embargo, la historia está

también puede ser considerado un intento por cui-

plagada también de ejemplos de exacerbación de

dar la ciudad, y por sobre todo, experimentar un

esas fronteras que violentan el libre deambular y

modo de vida más cercanos a los diversos. Sin em-

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| n° 28 | junio 2016

Fuente: plataformaurbana.cl

bargo, en sociedades neoliberales a ultranza como las nuestras, estos intentos, deberán vérselas a menudo con las fuerzas avasalladoras de un mercado inmobiliario o de grandes transnacionales. Estas fuerzas capitalistas han creado mecanismos de una gran sofisticación para apropiarse y mercantilizar muchas de estas prácticas de la diversidad. En términos simples, la diversidad «Benetton» no es garantía de una ciudad democrática. Me temo que los innumerables ejemplos de «gentrificación» o expulsión de habitantes originales de sus barrios, producto de las remodelaciones, es expresión de la fuerza del mercado por sobre las prácticas ciudadanas. Me temo también, que el discurso de la patrimonialización, sea un arma de doble filo, y en el cual, a menudo el filo que más corta, es el del mercado. Debo confesarles que me alegra enormemente cuando observo los graffitis sobre los monumentos históricos nacionales, y sobre todo aquello que el estado/mercado ha definido como patrimonio. Esos graffitis, si se los lee con atención, nos recuerdan que la ciudad no es una sola, y que en ella hay muchos otros que quisiera tener su lugar. ¶


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Territorios migrantes: Fronteras socioespaciales Daisy Margarit S Doctora en Sociología Universidad Autónoma de Barcelona. Académica Investigadora Núcleo de Investigación en Migraciones – NIM – Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Central de Chile.

resumen La llegada reciente de diversos colectivos de inmigrante, proveniente principalmente de países latinoamericanos, se ha hecho evidente a través de un proceso de diferenciación en la estructura social y territorial de las comunidades chilenas, expresado en los modelos de integración y convivencia, en la vida cotidiana en los barrios de las comunas en donde se han asentado residencialmente. Así dieron cuenta los estudios de caracterización de la población migrante que se llevaron cabo en el 2015 en las provincias de Magallanes, Cachapoal, y en la comuna de Quilicura[1], estudios que permitieron dar cuenta, en primer lugar de una aproximación a las condiciones de vida de la población inmigrante mediante una caracterización del fenómeno migratorio a través de una descripción del perfil sociodemográfico del inmigrante, la trayectoria migratoria, el papel de las redes en este proceso; como también los nudos críticos de la oferta pública mediante una descripción de los obstáculos administrativos, y la relación con la institucionalidad .En segundo lugar, se observó que las tendencias de localización de la población inmigrante, tienen una incidencia en los territorios, que a través de las prácticas cotidianas se dibujan fronteras territoriales que en algunos casos permiten identificar las zonas en las que residen ciertos colectivos de inmigrantes de acuerdo a su procedencia. palabras claves Migración, territorio, integración, fronteras

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| n° 28 | junio 2016

la inmigración en chile

y en las dos primeras regiones del norte del país,

La inmigración extranjera que ha llegado a Chile

Tarapacá (5,81%) y Antofagasta (5,96%). La concen-

en este último período se ha caracterizado princi-

tración en las ciudades podría explicarse en la ofer-

palmente por provenir de países latinoamericanos,

ta de empleo, la cual se complementa además con

por su gran heterogeneidad étnica, perteneciente a

una serie de atractivos, como es el acceso a mejores

un rango etario activo en términos laborales y por

equipamientos relativos a la escolarización y salud

ser eminentemente femenina. Además, llama la

pública (Vinuesa, 1991).

atención el gran dinamismo en este fenómeno mi-

Por otra parte, los datos de la CASEN 2013 nos

gratorio de este siglo, representado principalmente

indica que los colectivos con mayor presencia en

en un crecimiento sostenido (Margarit y Bijit, 2014).

Chile son los colectivos provenientes de Perú, Ar-

Según el Censo del 2002 (Martínez, 2003), en

gentina, Colombia, Bolivia, Ecuador, y que la dis-

Chile viven 185.000 personas nacidas en el extran-

tribución regional de los migrantes según nacio-

jero. De esta cifra, el 68% corresponde a inmigran-

nalidad es para el caso de los peruanos, estos se

tes sudamericanos, siendo la principal colonia la

concentran en la RM (78%), en Tarapacá (6%) y en

procedente de Argentina (26%), después la peruana

Antofagasta (6%); mientras que los de origen argen-

(21%), la boliviana (6%), la ecuatoriana (5%) y la co-

tino se concentran en la RM (48%), en la Araucanía

lombiana (2%). En menor número tenemos a vene-

(7%) y en Valparaíso (18%); y en el caso de los co-

zolanos, brasileños, uruguayos y paraguayos. Del

lombianos, estos se concentran en la RM (64%) y en

resto del mundo están presentes europeos (17%),

Antofagasta (14%). Los bolivianos se concentran en

norte americanos (6%) y asiáticos (4,2%), y en cifras

las regiones de Antofagasta (32%), Tarapacá (28%),

muy pequeñas encontramos a personas provenien-

RM (18%) y Arica (15%), para el caso del colectivo

tes de África y Oceanía. Estudios más recientes, nos

ecuatoriano, las regiones en que se que concentran

confirman que este fenómeno ha ido en aumento,

son RM (81,7%), en Valparaíso (4,9%) y Antofagasta

como lo señalan las cifras aportadas por el estudio

(4,1%). Por último, la población de origen dominica-

realizado por Rojas y Silva (2016) a partir de los da-

na, si bien no está dentro de los colectivos con ma-

tos del Departamento de Extranjería y Migración,

yor presencia en Chile, llama la atención su rápido

que dan cuenta que en el año 2014 se estimó cerca

crecimiento y la distribución regional, por cuanto

de 411.000 migrantes permanentes residiendo en

observamos que se concentran en la RM (80%), y en

Chile, lo que correspondería al 2,3% de la población

la región de Magallanes (10%) y en Araucanía (8.0%).

nacional. De igual forma, los autores constatan que

Cabe señalar que la distribución territorial de

las comunidades con mayor presencia en el país,

los flujos de la inmigración extranjera en el contex-

provienen de países latinoamericanos, como era la

to nacional, permite definir tendencias de localiza-

tendencia que daba cuenta el CENSO 2002.

ción de los colectivos de inmigrantes a una escala

Al analizar la distribución regional (DEM, 2009),

local, así como también identificar a futuro cuales

el 64,8% se concentra en la Región Metropolitana

son los principales factores explicativos de esa dis-


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En aquellos territorios con alta concentración de población inmigrante residente, se observan cómo los vecinos nativos manifiestan que el sentido de lugar, se ha perdido, alimentando el mito de la «invasión», entendiendo que el sentido de lugar, está determinado por la estrecha relación entre el individuo y el medio.

tribución y su incidencia en el territorio. Esta revi-

El asentamiento de los migrantes en las ciu-

sión permite adentrarnos en el análisis del impacto

dades, se caracteriza por concentrarse en ciertos

que conlleva la llegada de los migrantes en el país

barrios y zonas, dentro de las comunas con mayor

de destino, lo que repercute en cambios culturales

residencia inmigrante, a colectivos que comparten

significativos y crea nuevas visiones de la ciudada-

una homogeneidad respecto del país de origen, ex-

nía, de su relación con la territorialidad represen-

presada en prácticas cotidianas de convivencia, en

tada en el espacio local/barrial y su impacto en la

relaciones sociales, usos del espacio habitado y pú-

calidad de vida de quienes las componen (Margarit

blico adyacente a la vivienda, gustos gastronómi-

y Bijit, 2014).

cos similares, entre otros. Todo ello ha conducido a un cierto mosaico urbano de mundos sociales (Han-

el desafío de la integración en territorios con alta concentración de colectivos migrantes

nerz, 1993) que tienen como consecuencia la demar-

La inmigración es consustancial a la ciudad, y ha

que delimitan modos de vida, que en su relación

sido una característica permanente de las ciudades

con la población nativa puede producir fricción.

cación de los espacios urbanos surgiendo fronteras

desde el comienzo de la historia como señala Capel

Lo interesante de lo anterior es que, en aque-

(1997), particularidad que se representa al observar

llos territorios con alta concentración de población

las tendencias de localización residencial de los flu-

inmigrante residente, se observan cómo los vecinos

jos migratorios en Chile.

nativos manifiestan que el sentido de lugar, se ha

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| n° 28 | junio 2016

32

perdido, alimentando el mito de la «invasión», en-

proceso, sino como un proceso en sí mismo donde

tendiendo que el sentido de lugar, está determina-

las identidades negocian constantemente las rela-

do por la estrecha relación entre el individuo y el

ciones que mantienen entre ellas, relaciones que

medio, reflejada en la percepción colectiva del en-

desde la perspectiva del autor, esconden intereses

torno y en el comportamiento de los ciudadanos in-

de clase. Por lo tanto, el conflicto emerge por la lu-

corporando elementos simbólicos que dan cuenta

cha de intereses y no por el choque cultural. Siguien-

del vínculo de la persona con el lugar en donde se

do al autor, resulta interesante la distinción que

vive, variando en el espacio y en el tiempo y modi-

desarrolla entre diferencia (referida a lo cultural) y

ficándose de unas personas a otras (Zarate, 2003).

desigualdad (referida a lo estructural), concibiendo

De este modo, diferentes estudios muestran

a la integración como el derecho a la diferencia y

cómo se van dibujando fronteras invisibles o líneas

el derecho a la igualdad. La primera hace alusión

de división, en la relación cotidiana entre los nue-

a la posibilidad de que cualquier grupo social y cul-

vos y antiguos residentes de los barrios, estable-

tural tiene derecho a diferenciarse, al tiempo que

ciéndose zonas de tránsito con muy poco contacto

acepta elementos mínimos de convivencia compar-

entre colectivos y vecinos nativos, como por ejem-

tida, mientras que la segunda guarda relación con

plo una zona de comercio inmigrante de rubro bo-

la garantía de la igualdad de derechos y acceso a

tillerías, establecimientos de telefonía e internet

todas las instituciones políticas de la sociedad de

(centrales de llamadas o envió de dinero, y parques

recepción.

de uso intensivo por parte de los colectivos inmi-

En consecuencia, desde esta perspectiva, la

grantes; mientras que otras zonas propician espa-

integración sociocultural no tiene por qué ser en-

cios de encuentro en los que la integración se mani-

tendida como el abandono de la identidad propia

fiesta como parte de la interacción cotidiana, como

y la adquisición de los hábitos e identidad cultural

por ejemplo almacenes de abarrotes, ferias libres,

y nacional de la sociedad de acogida (Schermer-

etc. (Monet, 2005; Aramburu, 2006; Margarit y Bijit,

horn, 1970). Al mismo tiempo, la integración socio-

2014).

cultural no significa necesariamente la superación

Estos espacios de convivencia son instancias

de los conflictos, sino la constante negociación de

como señala Thayer (2007, en Thayer 2014), en que

las identidades y o relaciones entre grupos subor-

la presencia de los migrantes, se iguala a la de la

dinados y dominantes, siendo las situaciones de

población nativa y se genera una relación de com-

integración aquellas en las que los actores involu-

petencia por la apropiación o trasformación de es-

crados se ponen de acuerdo como objetivos del pro-

tos lugares.

ceso, elementos indispensables si buscamos gene-

Es en estos espacios en donde se tensionan las discusiones teóricas respecto de la integración, socio territorial, en la cual dimensión cultural y la identidad colectiva, estarían presente, teniendo como función cohesionar a la sociedad, generando un sentimiento de pertenencia, en donde los grupos se reconocen a sí mismos y son reconocidos por los demás como parte de una misma comunidad (Blanco, 1993). Aparece de esta forma, el tema de la identidad y la cultura en relación a la integración de la población inmigrante. Delgado (1998) propone pensar la integración sociocultural no como la meta de un

rar comunidades más inclusivas en las que prime el respeto por la diferencia. ¶


columnas

notas

referencias bibliográficas

[1] Los Catastros de población migrante estuvieron a car-

Capel, H. (1997) Los Inmigrantes en la Ciudad. Crecimiento

go del Núcleo de Investigación en Migraciones de la Fa-

Económico, Innovación y Conflicto Social. Scripta Nova.

cultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central.

Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.

El estudio del catastro de la provincia de Magallanes

Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] Nº 3, 1 de

lo coordinó el Académico Dr Walter Imilan, mientras

mayo de 1997.

que el catastro de la provincia de Cachapoal la Acadé-

Blanco, C. (1993). Modelo para el análisis de los procesos

mica Dra. Daisy Margarit. En ambos estudios el equipo

de incorporación inmigrante. La integración de los in-

de trabajo estuvo conformado por Dr. Eduardo Thayer,

migrantes en las sociedades receptoras (Tesis doctoral)

los Antropólogos Eduardo Osterling, y Consuelo Gonzá-

Universidad de Deusto.

lez, las sociólogas Karina Bijit y Florencia Grau, y en el

Delgado, M. (1998). Diversitat cultural i integració social.

caso de Cachapoal la Trabajadora Social Xenia Fuster.

Diversitat i integració. Lógica i Dinamica de les Identi-

Por su parte el equipo del catastro de Quilicura, estuvo

tats a Catalunya. Barcelona. Empúries, 107, 87-142.

coordinado por la Antropóloga, Paulina Aldana de OIM Chile, y lo conformaron las académicas de la Universi-

Hannerz,U.(1993). Exploración de la ciudad. Fondo de Cultura Económica. España.

dad Católica, Fabiola Cortez-Monroy, de la Universidad

Margarit, D y K Bijit. (2014b). La integración socio territo-

de Chile, Antonieta Urquieta y Caterine Galaz, de la Uni-

rial de los inmigrantes sudamericanos en la estructura

versidad Central, Daisy Margarit y de la Universidad de

urbana. En M. Tapia, y A. González (Comp), Regiones

Santiago Carolina Jorquera, y el investigador del Cen-

fronterizas, migración y los desafíos para los estados

tro de estudios socioculturales (CESC), Raúl Zarzuri.

nacionales latinoamericanos. Santiago de Chile: Editorial RIL. Martinez, J. (2003). El encanto de los datos: Sociodemografía de la inmigración en Chile según el Censo de 2002. CEPAL-SERIE Población y desarrollo. Santiago de Chile: Publicación de las Naciones Unidas. Schermerhorn, R. (1970). Comparative ethnic relations: A framework for theory and research. Chicago: UCP. Thayer, E. (2014).Territorio, Democracia en crisis y Migración Transnacional: El Estado Chileno Frente a la nueva Pluralidad Social. Pp 37 -62. En En M. Tapia, y A. González (Comp), Regiones fronterizas, migración y los desafíos para los estados nacionales latinoamericanos. Santiago de Chile: Editorial RIL. Rojas, N y Silva, C. (2016). La migración en Chile. Breve Reporte y caracterización. OBIMID 2016 Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo. Madrid. España. Vinuesa J. (1991) Los procesos de urbanización. Colección Espacios y Sociedades N°13. Madrid, España: Editorial Síntesis. Zarate, A. (2003).El espacio interior de la ciudad. Colección Espacios y Sociedades N°12. Madrid, España: Editorial Síntesis.

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Valparaíso más allá de sus fronteras urbanas: Movilidad peatonal y apropiación a escala humana María Elisa Donoso Araya Arquitecto PUCV, Magister en Arquitectura y Diseño, mención Ciudad y Territorio (PUCV) Adriana Marín Toro Socióloga, Magister en Desarrollo Urbano (UC) María Paz Urrutia Silva Arquitecto PUCV, Universitá degli Studi di Roma Tre, Italia

resumen La movilidad es un término que permite traspasar en los análisis las fronteras urbanas y territoriales. A continuación exponemos el caso de la ciudad de Valparaíso, que a través de la movilidad peatonal, permite reconocer la distintiva morfología de esta ciudad. Elementos peatonales que se transforman en hitos urbanos, soportes de un orden espacial y de particulares formas de sociabilidad. palabras claves Movilidad peatonal, hitos urbanos, Valparaíso.

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Este tipo de movilidad queda reflejado en elementos peatonales, los que quedan inscritos como obras de arquitectura en la ciudad, y su importancia radica en cómo los modos de habitar y el paisaje urbano otorgan una imagen de ciudad (Lynch, 2015), esto es, un valor social de identidad y arraigo. En este contexto, se trata de un hito urbano que le es propio al habitante, en donde existe una relación mutua, entre lo social y el objeto. Tiene la a movilidad es un término que permite traspasar

particularidad de que además de ser referencial, es

en los análisis espaciales los límites de fronteras

apropiado por quien lo habita. Consecuentemente,

urbanas y territoriales; pues en los movimientos

en una ciudad que se conforma a partir de la pen-

que las personas realizan cada día por distintos es-

diente, el hito urbano goza de cierta singularidad

pacios de la ciudad, van integrando lugares, activi-

social, espacial y cultural, que lo convierte en una

dades y relaciones sociales (Jirón y Mansilla, 2014),

imagen de identificación que construye una idea

que no responden necesariamente a fronteras ad-

fuerza de pertenencia espacial en quien lo habita,

ministrativas, políticas o geográficas. Ante una di-

cuestión que difiere de otras ciudades de topogra-

mensión multiescalar de la movilidad, en esta oca-

fía regular.

L

sión haremos referencia a la movilidad de menor escala, la del recorrido a pie, como aquella capaz de dar forma al espacio urbano. Consideramos que la experiencia del peatón, en particular su movilidad, se transforma en una capacidad generativa del espacio urbano, es un conocimiento práctico como lo entiende Bourdieu (2005), es decir, un orden que viene de lo cotidiano y que se valida en la interacción social. En Valparaíso, la movilidad peatonal transgrede límites morfológicos y es «un estilo de aprehensión táctil y de apropiación cinética […] sistemas reales cuya existencia hace efectivamente la ciudad» (De Certeau, 1996, p.109). Es así que esta capacidad de originar un orden espacial traspasa una configuración racional y otorga formas a la existencia social, estructuras que vienen de dinámicas históricas-culturales, y que vinculadas a su propio contexto orientan esquemas de percepción y valoración socio-territorial. La movilidad peatonal revela huellas y pistas sobre los modos de habitar en el pasado que perduran hasta el día de hoy; atravesar un espacio caminable, es rememorar el origen del individuo que busca comprender el lugar que habita en relación con su entorno.

Reconocimiento de un elemento peatonal estructurante en el Cerro Merced, Valparaíso. La imagen corresponde a una escalera del Cerro Merced, afectado por el mega incendio de abril del año 2014. Es un ejemplo que revela aquello que queda después la catástrofe: la infraestructura peatonal. Se perfila como un trazado estructurante de la ciudad, pues permite develar los elementos fundantes de la permanencia de habitar la pendiente. Fuente: María Elisa Donoso, 2014


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Quebradas de Valparaíso. Plano general de Valparaíso y sus quebradas, que contrasta en blanco los accidentes topográficos que presenta la ciudad. Se observa cómo las quebradas se insertan y se confunden dentro del tejido urbano, son límites naturales que se sobreponen a la especialidad urbana. Fuente: María Elisa Donoso, 2014

Es así que esta capacidad de originar un orden espacial traspasa una configuración racional y otorga formas a la existencia social. Antes que una planificación o diseño urbano, es

esta manera habitar la particular morfología de

la movilidad peatonal la que se transformó en una

Valparaíso, transformando el aspecto negativo de

estrategia para habitar Valparaíso, marcó señales,

estar en la ausencia de un suelo horizontal, en una

otorgó límites y generó hitos. El cuerpo del que ha-

virtud identitaria de esta ciudad, que es la relación

bita guarda relación con el tiempo, y en Valparaíso

constante con el paisaje (Pino, 2014).

es un tiempo caminable (Sabatini, Forno, Mora y

El cuerpo se convierte en el protagonista del or-

Bustos, 2013). En ese sentido se trata de un trazado

den urbano, como elemento clave para entender la

que proviene del hábito, capaz de dar forma a hitos

forma de la ciudad y su organización. La distancia

urbanos, donde la geografía impone maneras pro-

entre un lugar y otro es algo que se puede contar,

pias de ser habitada.

en el caso de las escaleras, sabemos cuántos pelda-

Las quebradas como primer elemento consti-

ños nos separan de un lugar a otro, es una medida

tutivo de la pendiente de Valparaíso, corresponden

otorgada por el cuerpo, y que se ha quedado inser-

a un medio natural que queda inserto dentro de la

ta dentro de la trama urbana. En particular estos

trama urbana, podríamos decir a modo de parque,

elementos peatonales, cumplen la función de un lu-

pero que al mismo tiempo son un soporte de la uni-

gar de tránsito que además de conectar, permiten

dad habitacional.

la detención y el emplazamiento de las personas, y

En este contexto, los elementos de movilidad

al mismo tiempo se trata de un mirador innato, co-

peatonal de los que hablamos son costuras urba-

tidiano, distribuidor y articulador de las distintas

nas, que permiten convivir con la pendiente y de

viviendas contiguas.

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Elementos peatonales identificados en Valparaíso. En línea continua se destaca el área de influencia de la Conservación Histórica según el Plan Regulador de Valparaíso, y los tramos destacados corresponden a paseos y escaleras de movilidad peatonal identificados. Se clasifican en los siguientes elementos peatonales: escaleras, en pendiente, horizontales y mixtos. Fuente: María Elisa Donoso, 2015.

En los cerros de Valparaíso también se reflejan

bita, particularmente en contextos que tienden

cómo estos elementos dan cuenta de una voluntad

a desaparecer frente a desastres naturales o des-

de hacer accesible el territorio para romper fronte-

cuidos humanos e institucionales; estos elementos

ras urbanas y territoriales.

peatonales permanecen fijos por un largo tiempo y

Los elementos peatonales que son habituales

otorgan un paisaje urbano permanente, frente a los

al individuo: las quebradas, senderos, pasajes, mi-

límites de una ciudad que son variables y efímeros

radores, esquinas, plazas, todos ellos serían hitos

(Puentes, 2013).

urbanos en Valparaíso. Son signos que enriquecen

La movilidad cotidiana del que habita en Val-

la vida social, proporcionando un sentido de comu-

paraíso aprovecha estos elementos peatonales

nicación entre comunidad y paisaje; pero su impor-

como puertas intrínsecas de sociabilidad, que en

tancia, no radica necesariamente en un tamaño

general pasan desapercibidos, pero que al recono-

monumental (Lynch, 2015), sino por el sentido de

cerlos permiten acceder a la intimidad de las for-

identidad y permanencia que generan. En el caso

mas de habitar y del trazado. Adentrarse en los hi-

de Valparaíso podríamos decir que son creadores

tos urbanos de Valparaíso es ingresar en el interior

de memoria espacial y social del lugar que se ha-

de la ciudad. En este sentido, es la escala humana


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la que revela y manifiesta un orden a quien observa y recorre, más allá de una ciudad que a primera vis-

referencias

ta parece tener una organización espontánea.

Bourdieu, Piere. (2005). Una invitación a la sociología re-

Todos los planteamientos e ideas recientes sobre los nuevos desafíos para la movilidad en las ciu-

flexiva. 1a ed. – Buenos Aires: Siglo XXI Editores. Argentina.

dades del siglo XXI apuntan tanto en Europa como

De Certeau, Michel. (1996). La invención de lo cotidiano 1.

en América Latina a la revalorización de la movi-

Artes de hacer. Ed. Serie el Oficio de la Historia. Edito-

lidad peatonal como clave del desarrollo urbano

rial Universidad Iberoamericana. Instituto tecnológico

(Gehl, 2010), en tensión frente a una sociedad ace-

y de estudios superiores de occidente.

lerada cuyos desplazamientos rápidos se vuelven cada vez más relevantes. Por lo tanto, el reconoci-

Gehl, Jan. (2010). Cities are for people. Washington: Island Press.

miento de los elementos peatonales como espacios

Jirón, Paola, & Mansilla, Pablo. (2014). «Las consecuen-

urbanos-arquitectónicos y de transición, cobran

cias del urbanismo fragmentador en la vida cotidiana

sentido en las actuales ciudades, ya que son ele-

de habitantes de la ciudad de Santiago de Chile». EURE

mentos que contribuyen al diseño de dispositivos

(Santiago), 40 (121), 5-28. https://dx.doi.org/10.4067/

de transportes que contienen, definen y permiten el

S0250-71612014000300001

habitar cotidiano. ¶

Lynch, Kevin. (2015). La imagen de la ciudad. Barcelona: Editorial GG. Pino, Andrea. (2014). Quebradas de Valparaíso: memoria social autoconstruida. Santiago de Chile: Gráficas LOM. Puentes, Mauricio. (2013). La observación arquitectónica en Valparaíso, su periferia efímera. Valparaíso: Ediciones Universitarias. Sabatini, Francisco; Forno, Stefanía.; Mora, Pía; Bustos, Marco. «Valparaíso: cerros de gente, cultura de diversidad». (2013). En Sabatini, Francisco, ed.; Wormald, Guillermo, ed.; Rasse, Alejandra, ed. y Trebilcock, María Paz, ed. Cultura de cohesión e integración social en las ciudades chilenas. Santiago de Chile: Colección Estudios Urbanos UC, pp. 174-204.

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Carta Marina Olaus Magnus (1539) Fuente: www.vozpopuli.com


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HIC SVNT DRACONES: Las manchas excluidas de la comunidad Pascual Cortés Abogado de la Universidad de Chile. Miembro del Comité de Defensa y Promoción de Derechos Humanos de la Población La Legua. Martín Montes Licenciado en Ciencias Sociales, Sociólogo y estudiante del Magíster en Desarrollo Urbano PUC. Tesista del proyecto FONDECYT de investigación «Marginalidad Urbana y Efectos Institucionales»

resumen Esta reflexión discute sobre los efectos simbólicos que tienen las intervenciones que han tenido los programas de seguridad que se han implementado en los denominados «barrios críticos» en Chile durante los últimos años. Para ello se toma como ejemplo el caso de la Legua (San Joaquín), el cual da cuenta de que la falta de planificación y la carencia de evaluaciones que tienen éstos programas finalmente terminan colaborando con la estigmatización del barrio, más que mejorando las condiciones de vida de sus habitantes. Se plantea, en definitiva, que este fenómeno perpetúa y agrava la exclusión de ciertos espacios geográficos de cualquier proyecto de construcción de una comunidad de ciudadanos. palabras claves Políticas públicas, estigmatización, barrios críticos.

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H

IC SVNT DRACONES (‘aquí hay dragones’) es

aproximada de $100 millones de pesos anuales por

una frase que se utilizaba en la edad media

barrio. ¿Cuáles han sido los criterios para seleccio-

para referirse a territorios inexplorados o peligro-

nar dichos barrios? Para el caso del programa Ba-

sos, los cuales eran identificados en la cartografía

rrio Seguro del Ministerio del Interior el cual intervi-

de la época para ser evitados o para tomar los res-

no doce poblaciones, esto es un misterio ya que los

guardos necesarios en caso de pasar por allí. Estos

criterios de selección no eran públicos, sin embargo

sectores eran representados en los mapas a través

se cree que se consideró «la visibilidad y presencia

de serpientes marinas u otras criaturas mitológicas

en los medios de los lugares intervenidos, que preci-

amenazantes.

samente los convertía en emblemáticos» (Frühling

Casi 500 años después, en Chile (y probable-

y Gallardo, 2012, p. 161). Programas más recientes

mente en otros países también), diversas institucio-

como el Barrio en Paz, toman en cuenta estadísti-

nes han determinado que ciertos sectores específi-

cas delictuales y de vulnerabilidad social, seleccio-

cos de la ciudad son lo suficientemente peligrosos

nando así aquellos casos «más críticos» (Frühling y

o amenazantes como para ser evitados o tratados

Gallardo, 2012).

de manera «especial». Si bien ya no se habla de dra-

Pero, ¿qué efecto tiene el hecho de que en nues-

gones, aún existen las llamadas «zonas rojas», las

tro mapa haya ciertos lugares señalados como «crí-

cuales están muy bien identificados en las hojas de

ticos»? ¿Es inocuo que se diga públicamente que di-

ruta de varias empresas de servicios. En estos luga-

chos lugares deben ser objeto de «intervenciones»

res no hay cobertura de telefonía e internet, no se

estatales?

reparten despachos, los técnicos de reparación de

La tendencia a mostrar ciertos espacios como

servicios de agua y luz no llegan, los taxis o colecti-

lugares «críticos» tiene un potente efecto simbó-

vos no entran, entre otros. Esta situación se vuelve

lico. Lo que hacen estas políticas es declarar que

aún más compleja cuando incluso los servicios pú-

estos espacios están geográficamente excluidos de

blicos brillan por su ausencia. Según un estudio rea-

la comunidad política y sus habitantes, y al ser de-

lizado por el Centro de Investigación e Información

signados como ocupantes de lugares que requieren

Periodística (CIPER) en estos sectores «ni las poli-

ser intervenidos, difícilmente pueden ser considera-

cías ni las ambulancias ni los bomberos responden

dos como parte de una idea común de ciudadanía.

a sus llamados» (CIPER, 2009). Dicho estudio iden-

El etiquetamiento de espacios como barrios críticos

tificó que esta situación se da, con mayor o menor

no hace más que perpetuar el histórico patrón de

medida, en al menos 80 poblaciones de Santiago, lo

exclusión de estos lugares, reforzando en el resto

que significa que más de 650 mil personas viven en

del territorio (las zonas «pacificadas», allí donde no

sectores en donde los servicios básicos le son nega-

hay dragones) la construcción de un «otro» que ha-

dos. De este modo, la segregación ya existente que

bita sectores desconocidos y peligrosos y que pue-

se da por la falta de equipamiento urbano, se ve re-

de incluso constituirse como una amenaza.

forzada a través de una negación (y exclusión) por parte de los prestadores de servicios.

Este efecto se radicaliza cuando se considera que muchas veces, a la vez que se designa un espa-

Frente a esta situación, el Estado ha decidido

cio como «barrio crítico» las políticas desplegadas

intervenir implementando programas «especiales»,

no pasan de ser un ejercicio retórico. Así, respecto

los cuales se focalizan exclusivamente en los deno-

de lugares que han vivido históricamente el aban-

minados «barrios críticos». Estos programas con-

dono del Estado, siendo excluidos sistemática-

sisten en intervenciones diseñadas por el gobier-

mente del acceso a los bienes y servicios de la vida

no central, por lo general enfocados en el tema de

urbana, recae además un etiquetamiento estigma-

seguridad durante un período de tiempo definido

tizador carente de sustancia.

(por lo general entre 2 y 4 años), y con una inversión

Efectivamente, existe una tendencia a crear


columnas

El etiquetamiento de espacios como barrios críticos no hace más que perpetuar el histórico patrón de exclusión de estos lugares, reforzando en el resto del territorio (las zonas «pacificadas», allí donde no hay dragones) la construcción de un «otro».

programas o planes de seguridad o recuperación

a pesar de que van ya 15 años desde que se habla

de barrios que no se traducen en una política con-

de una intervención en La Legua, no existe propia-

creta, carecen de responsables directos y no son

mente un plan (Comité DD.HH. La Legua, 2016). Por

debidamente evaluados. De esto da cuenta, por

su parte, un reciente estudio realizado por el INDH

ejemplo, el hecho de que en su oportunidad, Patri-

señala que la intervención policial de La Legua ha

cio Rosende, Subsecretario del Interior durante el

traído más violencia y estigmatización al barrio.

primer gobierno de la actual presidenta, dijera que

Los datos muestran que cada año se realizan más

no sabía si se podía hacer una evaluación de los

allanamientos y las infracciones por la ley de dro-

efectos del programa Barrio Seguro (CIPER, 2009).

gas casi se han triplicado entre 2008 y 2015. Según

Asimismo, respecto a la intervención en La Legua en

constata un reportaje de La Tercera, los vecinos di-

Santiago, uno de los planes más emblemáticos, se

cen que si bien «los narcos han ido siendo arresta-

ha develado que en realidad no existe planificación

dos, hoy hay más balaceras que nunca». A pesar de

alguna (Álvarez, et al., 2009). Según dijo el Ministerio

todo esto, el actual Intendente Orrego ha dicho que

del Interior en 2009 ante el Consejo para la Transpa-

la experiencia del «plan» de La Legua pretende ser

rencia, lo de «plan» no es más que «un nombre de

utilizada en otros sectores tales como las poblacio-

fantasía» (Amparo C39-2010). Sobre el mismo plan,

nes Parinacota (Quilicura) y El Castillo (La Pintana).

en el año 2013 se dijo que éste era una mera coordi-

El Chile de hoy está atravesado por múltiples

nación interministerial, sin presupuesto asignado

formas de desigualdad y segregación. Pero una

y sin que sea posible técnicamente contar con una

particularmente grosera es aquella de la que in-

evaluación (Oficio 1889 de la Subsecretaría de Pre-

tentamos dar cuenta: aquella que queda literal-

vención del Delito). Tanto el Ministerio del Interior

mente estampada en el mapa. Y las consecuencias

y Carabineros de Chile han negado la existencia de

ya las anticipábamos. Contar con un mapa donde

un plan de intervención (Corte de Apelaciones de

se designan ciertos espacios como zonas «rojas» o

San Miguel, Amparo Rol 217-2014) y recientemente

«críticas», implica una doble exclusión de estos lu-

el Subsecretario de Prevención del Delito, Antonio

gares y sus habitantes de la comunidad política. En

Frey, reconoció que en realidad, hasta la fecha,

un primer sentido, porque son lugares que no han

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| n° 28 | junio 2016 sido parte de un verdadero acceso a servicios básicos, donde derechos sociales como la educación, la

referencias

vivienda, la salud, entendidos como esferas donde

Álvarez, P., Flores, H., García-Campo, G., Cortés, P. (2016,

los ciudadanos se encuentran en su igualdad, no

8 de mayo). De La Legua a la Araucanía. El Mercu-

significan absolutamente nada. En un segundo sen-

rio,

tido, porque, junto con lo anterior, se les señala y

blogs/2016/05/08/41580/De-La-Legua-a-La-Araucania.

estigmatiza, como destinatarios de políticas para

aspx

recuperado

de:

http://www.elmercurio.com/

su rescate o recuperación, pero que muchas veces

Bazán, I. (2016, 30 de abril). Las marcas de La Le-

no pasan de ser un mero juego de palabras, acer-

gua (a 15 años de la intervención). La Tercera. Re-

cándose más a una estrategia política que busca

cuperado

mostrar que existe una preocupación por los secto-

nacional/2016/04/680-678781-9-las-marcas-de-la-legua-

res que hasta entonces han sido abandonados, más

a-15-anos-de-la-intervencion.shtml

de:

http://www.latercera.com/noticia/

que un plan efectivo capaz de mejorar la calidad de

Comité de Defensa y Promoción de los Derechos Huma-

vida de los habitantes de dichos sectores. De este

nos de La Legua (2016, 6 de junio). Subsecretario de

modo, la posibilidad de construir una comunidad

Prevención del Delito niega la existencia de un Plan

política, donde los ciudadanos se reconocen unos a

de Intervención en La Legua. Recuperado de: https://

otros como iguales, encuentra entonces explícitas

ddhhlalegua.wordpress.com/2016/06/06/subsecreta-

fronteras internas, ya que aparecen manchas en el

rio-de-prevencion-del-delito-niega-la-existencia-de-un-

mapa donde a veces es el mismo Estado el que se

plan-de-intervencion-en-la-legua/

permite decirle al resto que ahí viven los dragones.¶

Figueroa, J.P. (2009, 20 de julio). Patricio Rosende: «Las bandas hicieron desaparecer la estructura social de las calles». CIPER, recuperado de: http://ciperchile. cl/2009/07/20/patricio-rosende-%E2%80%9Clas-bandas-hicieron-desaparecer-la-estructura-social-de-lascalles%E2%80%9D/ Figueroa, J.P., Sullivan, J., Fouillioux, M. (2009, 20 de julio). Vivir y/o morir en una zona ocupada de Santiago. CIPER, recuperado de: http://ciperchile.cl/2009/07/20/ vivir-yo-morir-en-una-zona-ocupada-de-santiago/ Frühling, de

H.

y

seguridad

riencia 149-185.

Gallardo, dirigidos

chilena

R. a

reciente.

Disponible

en:

(2012).

barrios Revista

Programas

en

la

expe-

INVI,27(74),

http://www.scielo.cl/

scielo.php?pid=S0718-83582012000100005&script=sci_ abstract&tlng=pt (2015, 09 de diciembre). Intendencia estudia intervenir población de La Pintana por violencia delictual. Recuperado de: http://www.publimetro.cl/nota/cronica/intendencia-estudia-intervenir-poblacion-de-la-pintanapor-violencia-delictual/xIQoli!co9e6KY6tRlg/


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¿Sin fronteras?: Una aproximación crítica al Santiago cinematográfico de Uno que ha sido marino Gonzalo Cáceres y Juliana Carvalho

resumen Esta reflexión discute sobre los efectos simbólicos que tienen las intervenciones que han tenido los programas de seguridad que se han implementado en los denominados «barrios críticos» en Chile durante los últimos años. Para ello se toma como ejemplo el caso de la Legua (San Joaquín), el cual da cuenta de que la falta de planificación y la carencia de evaluaciones que tienen éstos programas finalmente terminan colaborando con la estigmatización del barrio, más que mejorando las condiciones de vida de sus habitantes. Se plantea, en definitiva, que este fenómeno perpetúa y agrava la exclusión de ciertos espacios geográficos de cualquier proyecto de construcción de una comunidad de ciudadanos. palabras claves Políticas públicas, estigmatización, barrios críticos.

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Cuando el derecho al sufragio femenino se convirtió en tópico de los magazines más adelantados, la influencia conquistada por toda clase de medios de comunicación, lubricó una coro de voces dedicadas a resignificar la vida cotidiana de la ciudad por dentro, pero también por fuera de la escena docta. En lo que a los escritores concierne, sus oportunidades de expresión se expandieron cuando aparecieron los primeros eventos conmemorativos impulsados por administraciones nacionales a modo de introducción

o ayuntamientos. La autocelebración elitista de

¿Quiénes hablan por y sobre la ciudad?, ¿quiénes

la ciudad, facilitó que versos, óleos o himnos, pero

son más influyentes a la hora de proyectarla, pero

también esculturas y edificios fueran diseñados

también de representarla? Hasta el ascenso de las

para enaltecer un carácter, mucho más si los pro-

profesiones universitarias, políticos, militares, jue-

motores de esas operaciones formaban la parte

ces, rentistas, comerciantes, constructores e indus-

conspicua de sociedad capitalina. Pero, ¿todos los

triales monopolizaron la narración comprensiva de

productores simbólicos estaban subordinados a las

lo que ya se fraseaba como progreso urbano. Casi

preferencias de sus mandantes?

todos los influyentes eran tenedores de propiedad

Desde un punto de vista cuantitativo, el grueso

raíz y por esa vía ciudadanos exclusivos. En muchas

de los relatos sobre la ciudad provenía y proviene

ciudades latinoamericanas, en especial antes de la

de escritores. Novelistas, poetas, ensayistas y dra-

independencia de Brasil, propiedad y sufragio con-

maturgos, desde hace más de un siglo, han descrito

jugaban.

la ciudad a partir de sus formas construidas, pero

Mientras las universidades públicas y privadas

siempre en diálogo con la sociedad que humaniza

labraban distinción y reputación social, arquitec-

las materialidades fijas o móviles. Hacia 1941, año

tos, ingenieros, médicos y abogados extendieron

en que se celebró el cuarto centenario de la funda-

sus intereses hasta abrazar el binomio ciudad-ur-

ción española de Santiago de Chile, la mayor parte

banización. Lo hicieron, en parte, porque sus preo-

de los libros dedicados a comprenderla, fueron tra-

cupaciones disciplinares ya se habían depositado

bajos literarios y por décadas, los principales libros

sobre la vivienda, el saneamiento, la edificación,

con imágenes evocativas de la ciudad, han sumado

el equipamiento, la salubridad, el transporte, la in-

la participación de algún escritor de nota. Pero sus

fraestructura, la locomoción, la propiedad y la he-

narraciones no siempre han sido obsecuentes aun-

rencia.

que muchas parecen afectadas por ese sesgo. La

Cuando paisajistas y urbanistas, primero, y,

crónica urbana, para mencionar una corriente con

más tarde, ingenieros de transporte y planificado-

expresiones alternas a los poderes en circulación,

res, se convirtieron en algo más que una excentrici-

registra declinaciones críticas con Lemebel, Con-

dad, la democratización de ayuntamientos y muni-

tardo, Bisama, Merino o Brodsky como exponentes

cipios había avanzado lo suficiente en Sudamérica.

contemporáneos. La nómina estaría más amputa-

¿Por qué sería importante recordarlo? Salvo excep-

da si nos ahorramos, ahora con una perspectiva

ciones, los tácitos o explícitos requisitos fundiarios

temporal más amplia, a Subercaseaux, Guzmán,

para que los ciudadanos pudieran ser elegidos o se-

Rojas o Acevedo. Que varias de esas voces consti-

leccionados en puestos de decisión, habían sido de-

tuyentes fueras perspicaces observadores del tri-

rogados. La ampliación de derechos políticos eso sí,

nomio nocturnidad-centro-pendencias, no es algo

no había alcanzado completamente a las mujeres.

insignificante.


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Nota de prensa acerca de la película «Uno que ha sido marino» de 1951, dirigida por José Bohr, Publicada originalmente por la Revista Ercilla, en Santiago, el 25 de Septiembre de 1951 / Fuente: CineChile: Enciclopédia del cine chileno (2016), disponible en: http://www.cinechile.cl/archivo-922

En ciudades como Santiago, el establecimien-

Las mejoras salariales experimentadas por

to de un circuito bohemio incrustado en el mundo

otros «productores simbólicos», permitieron que

popular y orillado contra uno de las extremidades

publicistas, fotógrafos, diseñadores, periodistas e

del centro, fue alentado por las mejoras en la provi-

ilustradores, intervinieran escaparates y mobilia-

sión de alumbrado eléctrico, las complejas interac-

rios, revistas y fachadas. En algunas calles, sus poli-

ciones con el ambulantismo y el fortalecimiento de

cromáticas portadas de semanarios y centellantes

diferentes rubros de actividad, entre ellos una inci-

avisos comerciales, naturalizaron nuevas mercan-

piente industria periodística y radiofónica.

cías. El centro de Santiago, que Salazar califica de

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| n° 28 | junio 2016 terrogantes y rescatado autores. Sin llegar a ser su principal eje interpretativo, es evidente que las revisitaciones le han prestado mayor importancia al espacio. Pero, al menos para Santiago, la interpretación no ha sido llevada a sus últimas consecuencias (Muñoz y Burotto, 1998; Paz, 2006) Al respecto, ¿qué ocurriría si radicalizamos el «giro espacial» en el análisis cinematográfico hasta convertir las locaciones filmadas en protagonistas de la narración más que en mero «contexto»? Amplificando el punto: ¿qué tipo de evidencia podemos obtener si examinamos los registros fílmicos con un método que desestructura y re-estructura la narrativa a partir de un sesgo locacional? ¿tan solo otra película estereotipada sobre santiago? adocenado en la víspera del 02 de abril de 1957, acrisoló desde temprano nuevas sensaciones gracias a la combinación de viejas y nuevas imágenes, pero también antiguas y desconocidas sonoridades. Con base en la ingeniería del consumo, la prensa escrita y radiada alfabetizó audiencias sin necesidad de interpelaciones inquietantes. Al menos en Chile, las tecnologías de la comunicación hicieron de la moderación regla de existencia. El cine no fue la excepción, muy en especial las producciones filmadas tras la introducción de la sonorización. Por causa de su tradicionalismo, narrativo pero también estético, la crítica regularmente cuestionó la cinematografía prohijada en torno a la experiencia de Chile-Films. Las esquirlas alcanzaron además a la mayoría de las producciones tributarias del intento formal de industrialización. Hasta años todavía recientes, el reproche se ensañaba con todo lo que no fuera el «nuevo cine chileno» propulsado por autores tan diferentes como Ruíz, Littín, y, en menor medida, Francia. Las evaluaciones retrospectivas en lo que a cine chileno concierne han mudado de centro de interés y remodulado algunas certezas. Diversas contribuciones, muy especialmente los libros de Cavallo y Díaz (2007), Cavallo, Douzet & Rodríguez (2007) y Cortínez y Engelbert (2011, 2014), han abierto in-

Con anterioridad a Tres Tristes Tigres (Ruíz, 1968), la cinematografía ya había registrado decenas de edificios, parajes, lugares, sitios y calles de Santiago. Incluso si recortamos la muestra a films de ficción, la diversidad de ambientes, hábitats y situaciones capitalinas precede con mucho a Largo Viaje (Kaulen, 1968) o a Palomita Blanca (Ruíz, 1973-1992) por citadinas que ellas nos parezcan (de los Ríos, 2011). En rigor, hay películas completas, Un viaje a Santiago (Correa, 1960) por ejemplo, cuyos interiores y exteriores capitalinos fueron filmados en lugares «auténticos». Sin ánimo erudito, la filtración de exteriores se advierte también en films confesionales El cuerpo y la sangre (Sánchez, 1962), pero también en relatos historicistas como el propuesto en Romance de medio siglo (Moglia, 1942) Ni para los autores tenidos por campestres y costumbristas, la ciudad es enteramente omitible. Por eso, en narraciones pastorales como Tonto Pillo (Bohr, 1948), Santiago y otras ciudades identificables comparecen. Hasta ahora, el cine de José Bohr en lo que refiere a su prolífico capítulo chileno, ha carecido de un tratamiento riguroso. Su cinematografía, calificada de menor, predecible o superficial, está a la espera de ser escarmenada con la criticidad que se merece cualquier registro cultural. Pesa en su contra una búsqueda obsesiva por la comicidad, salpi-


columnas

Fotogramas de la película, alrededor del minuto / A la izquierda Maruja en el puente, vendiendo diarios, con el cerro San Cristóbal al fondo. A la derecha nuevamente la protagonista, ahora acompañada de Silvano, al otro lado del puente, con Estación Mapocho al fondo Fuente: http://www.cinechile.cl/pelicula-729

cada, en ocasiones, de diálogos abiertamente se-

Mientras el primero cultiva un modo expansivo im-

xistas y hasta homofóbicos. Pero por mucho que su

pulsado por un verbo más incontinente que popular

levedad narrativa se empecine en ahogar cualquier

(Eugenio Retes), la urbanidad de su socio se mantie-

empeño interrogativo, Bohr construye una visión

ne siempre comedida (Arturo Gatica). La «canillita»,

completa del binomio ciudad-sociedad.

para efectos del film más veterana de lo usual (Hil-

En su largo periplo cinematográfico, Bohr apeló

da Sour), ejecuta un papel teatral similar al de su

con cierta regularidad a la ciudad. Generalmente la

pretendiente lustrabotas. Empujada por el hambre,

retrató con base a ambientaciones que reforzaron

la vendedora de diarios, se convierte en sirvienta,

abordajes estereotipados. Vista inicialmente, Uno

aunque su futuro, regimentado por su nuevo mece-

que ha sido marino (1951) pareciera confirmar el pa-

nas del que también es amante, se filtra detrás de

pel que Bohr le confirió a los «lugares comunes». El

uno de sus dones: el canto.

film, recostado sobre las biografías de dos lustrabo-

Que la narración transcurra en el barrio Mapo-

tas y una vendedora de diarios, por largos pasajes

cho no solo le confiere un sentido popular al film,

pareciera esforzarse en banalizar sus existencias.

también permite imaginar las fricciones que los tra-

La majadera locuacidad del más veterano de

bajadores ambulantes sostienen diariamente en el

los lustrabotas contrasta con el comportamien-

espacio, pero también con los guardianes del orden

to recatado del vendedor menos experimentado.

público. Rótula de la ciudad, Mapocho y todo lo que

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Afiche promocional de la película Uno que ha sido marino, que llama la atención para la «picardía chilena». Fuente: CineChile: Enciclopédia del cine chileno (2016), disponible en: http://www.cinechile.cl/pelicula-729

Uno que siempre ha sido marino, moviliza, quizás

ocurría en las inmediaciones de la plaza Venezuela,

inadvertidamente, una

la Piscina Escolar, los puentes sobre el río y la Pér-

mirada sobre algunas de

para las deambulaciones de los protagonistas. Que

las transiciones urbanas

Stranvinski suena en el fondo, nos habla de las ini-

que Santiago venía

bustible en el estómago.

experimentando cuando

cunscrita ameba inicial es expandida gracias a

el centro de la ciudad

si fuera una trayectoria hacia la formalidad, los

todavía disponía de

serán basureros, luego barberos y finalmente em-

inequívocos mecanismos

astucia oportunista también fraseada como «vive-

cohesionadores

Antes que la ficción supere los escarceos realistas

gola de las Flores, funciona como escenografía viva la inanición sofoque a la protagonista mientras quidades de la modernización cuando no hay comEn un segundo momento de la película, la cirlos nuevos trabajos que cada uno acomete. Como lustrabotas se convierten en pintores –más tarde presarios-. Un engaño, la película es un canto a la za», pavimenta su acceso a trabajo remunerado. que el film se encarga de ridiculizar a punta de chistes repetidos, el trío se desarma. En lo que a la dupla masculina concierne, la oportunidad de transitar desde un oficio a otro –de lustrabotas a pintores-, resulta en un resonado fracaso. Bohr, que recurre a un gag chaplinesco para reconectar circunstancialmente al trío original, utiliza


columnas

Fotogramas de la película, alrededor del minuto 28 y 37 respectivamente. A la izquierda en el trabajo de pintores y a la derecha Hermógenes en la plaza leyendo el diario. Fuente: http://www.cinechile.cl/pelicula-729

las habitaciones, pasillos y escaleras de un edificio

florales, parece inmunizarlos del hedor que el ve-

moderno para evidenciar el contraste entre desor-

hículo exhala. Lo que parece otra secuencia ritual

den y norma. La escena concluye cuando la dupla

por estereotípica, tiene un desenlace sorprenden-

protagónica reaparece en las inmediaciones de la

te. Bohr filma un basural en las inmediaciones del

antigua municipalidad de Las Condes, casi el ex-

río Mapocho con sonidos ferroviarios como fondo

tremo oriente del Este pudiente del Santiago. En su

auditivo. El Puente La Máquina no está demasiado

plaza-atrio, uno de los lustrabotas escucha el canto

lejos ni tampoco la choza donde viven ambos reco-

afinado de su antigua pretendida –sorprendente-

lectores de basura. La inminencia de una población

mente proviene de un edificio de departamentos

callampa es una hipótesis creíble, mucho más para

más que de una casa –. El melodrama se detiene

el espectador que visionó la película en 1951. En tan

cuando el más veterano de ambos descubre una

solo algunos minutos, el eje fronterizo Este-Oeste

oportunidad laboral en las hojas de un diario que

que organiza Santiago en beneficio de la elite, com-

lee con dificultad. Aunque el observador no tiene

parece en toda su linealidad.

herramientas para entender cómo se produjo una

Convertidos en millonarios gracias al azar, el

interpolación capaz de permitir que Hermógenes y

éxito económico de ambos reverbera en empresas

Silvano «aparecieran» en una plaza de Las Condes,

de toda índole. Que un par de ellas estén relacio-

lo cierto es que la historia, hasta este punto, es tan

nadas con el transporte y la construcción, es muy

didáctica que recomienza esperanzadora cuando

sintomático de la centralidad que las actividades

la iluminación diurna reemplaza los claroscuros

constructivas basadas en la tierra urbana dima-

nocturnos.

nan. Santiago es una fiesta para quien tiene el di-

Tras ser bendecidos por el cañón del cerro

nero para disfrutarla y las películas de evasión son

Santa Lucía, los recién convertidos trabajadores

el medio eficaz para alcanzar lo que la realidad se

municipales contornean el primer parque vertical

resiste en conceder con semejante facilidad.

de la ciudad en un carromato de reminiscencias campestres. Una canción salpicada de referencias

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Fotogramas de la película, alrededor del minuto 42 y 49 respectivamente. A la izquierda en el centro de la ciudad y a la derecha en el basural en las inmediaciones del río Mapocho, donde se puede ver la cordillera al fondo. Fuente: http://www.cinechile.cl/pelicula-729

final La comedia de situaciones que Bohr filmó en 1951

los primeros films sino el primero, que ensaya una

ayuda a entender la configuración de Santiago más

aproximación a la vivienda irregular distinta del

allá de las exageraciones que toda pieza cómica pa-

conventillo o de la tugurización, filmada en la mis-

rece cultivar. Filmada cuando una fracción del cen-

ma zona donde, precisamente, se habían reproduci-

tro de Santiago experimentaba una intensa valori-

do ese tipo de urbanizaciones.

zación, la película tiene la sensibilidad para captar

Sin ser una película de frontera, Uno que siempre

la verticalización residencial de una porción de la

ha sido marino, moviliza, quizás inadvertidamente,

elite en las adyacencias al parque Forestal.

una mirada sobre algunas de las transiciones urba-

A contracorriente de lo que suele suponerse, las

nas que Santiago venía experimentando cuando el

tendencias a la autosegregación conspicua apa-

centro de la ciudad todavía disponía de inequívo-

recen sumamente matizadas en Uno que ha sido

cos mecanismos cohesionadores. Justo el momen-

marino. En el film, organizado en torno a la figura

to, más allá de cualquier polémica académica pos-

de Verdejo, el centro dimana una energía y porosi-

terior, donde la discusión sobre la segregación era

dad suficiente como para acoger funcionalmente a

casi completamente inexistente.¶

todas las clases sociales sin que ello imposibilite la existencia de enclaves abrazados a sus contornos. En rigor, es una tendencia que Largo Viaje (Kaulen, 1968) convierte en una especie de Canto del Cisne. Sin perjuicio de los cambios que Santiago experimentaría a posteriori, que la película documente la heterogeneidad tipológica que sectores del barrio alto exhibían por fuera del proyecto suburbanizador –el contraste con El gran circo Chamorro (Bohr, 1955) es claro- acrecienta su atractivo. En una dirección inversa, pero no menos estimulante, es uno de


columnas

referencias Cavallo, A & C. Díaz (2007). Explotados y benditos: mito y desmitificación del cine chileno de los 60. Santiago: Uqbar. Cavallo, A., P. Douzet & C. Rodríguez (2007). Huérfanos y perdidos: relectura del cine chileno de la transición. 1990-1999. Santiago: Uqbar. Cortínez, V & M. Engelbert (2011). La tristeza de los tigres y los misterios de Raúl Ruiz. Santiago: Cuarto Propio. Cortínez, V & M. Engelbert (2014). Evolución en libertad: el cine chileno de fines de los sesenta. Santiago: Cuarto Propio, 2 tomos. De los Ríos, V. (2013). «Ciudades robadas y ojo mecánico: Ruiz, Lihn, Agüero». En Sepúlveda, M. Chile urbano. La ciudad en la literatura y el cine. Santiago: CELICH. Muñoz, E. & D. Burotto (1998). Filmografía del cine chileno. 1910-1997. Santiago autoedición. Paz, S. (2006). Santiago bizarro. Lo más extraño, oscuro y absurdo de la capital. Santiago: El Mercurio-Aguilar.

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reseñas Fronteras, ¿Una medida de seguridad? O ¿Barreras territoriales? Título: La Jaula de Oro Dirección: Diego Quemada-Díez Año: 2013

Por Fernando Narváez, Licenciado en Diseño

Urbano y del Paisaje, Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Estudiante Magíster Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, Universidad Católica de Chile.

L

as fronteras son aquellas líneas reales o imagi-

actuales. Según un reporte de las Naciones Unidas

narias que delimitan territorios y separan paí-

(2002), el porcentaje de inmigrantes en el mundo co-

ses. Estos límites permiten demarcar hasta dónde

rresponde al 3% de toda la población.

llega la soberanía y jurisdicción del Estado. «La Jau-

Dentro del contexto latinoamericano, según

la de Oro» es un largometraje realizado en México

estimaciones de la Organización Internacional

por el director español Diego Quemada-Diez donde

para las Migraciones (2005), más de 40 millones de

se relata la historia de tres jóvenes guatemaltecos

latinoamericanos residen fuera de su país de naci-

que atraviesan la frontera con México con el objeti-

miento. Siendo Estados Unidos y Canadá los princi-

vo de llegar a Estados Unidos.

pales polos a los cuales se desplazan en el hemis-

Primero que nada es necesario preguntarse:

ferio norte; mientras en el hemisferio sur, Brasil y

¿por qué se generan estos movimientos de emigra-

Chile sobresalen entre los demás países fundamen-

ción? Por lo general estos se producen por la nece-

talmente por su poder económico.

sidad de buscar mejores condiciones laborales y

El filme inicia mostrando a las personas de

de vida que las del país de origen. Las migraciones

estratos más bajos como las más propensas a emi-

se tienden a dar con mayor frecuencia en contex-

grar. Además presenta que la edad no es una de-

tos de crisis económicas y situaciones de conflicto,

terminante para realizar el viaje, ya que pueden

dos fenómenos bastante frecuentes en los tiempos

encontrarse desde jóvenes hasta personas de edad


reseñas

resumen Las fronteras son aquellas líneas reales o imaginarias que delimitan territorios y separan países. «La Jaula de Oro» es un largometraje que muestra el viaje de tres jóvenes guatemaltecos que emigran hacia Estados Unidos y la relación de éstos con las fronteras. En esencia, el filme trata de las diferentes situaciones a los cuales se pueden enfrentar los que realizan el viaje a través de México. Entre los distintos riesgos se encuentran: la discriminación, corrupción, violencia e incluso la muerte. Se retrata de una forma clara y detallada las circunstancias que acompañan este tipo de viajes. palabras claves: Fronteras, inmigrantes, calidad de vida.

avanzada que lo hacen. Esta situación representa

palmente el abuso de autoridad de la policía local

uno de los mayores problemas por la desintegra-

por su condición de ilegales, lo que se traduce en

ción del núcleo familiar y supone un riesgo por la

un mal trato de parte de las autoridades hacia quie-

pérdida de identidad y arraigo con sus países de

nes intentan cruzar la frontera y con ello deporta-

origen.

ciones discriminatorias (sin razones justificadas).

Por otro lado, se evidencian los peligros a los

Sin embargo, el filme también muestra que Estados

cuales se exponen los guatemaltecos conforme

Unidos es un escenario adverso, con personas que

avanzan a su destino. Una de las primeras dificul-

«cazan» inmigrantes en el desierto, con un trabajo

tades que enfrentan los jóvenes es cómo llegar a su

extenuante y que nadie más quiere realizar.

destino, y para ello utilizan el tren conocido como

Si bien el filme se enfoca en las repercusiones

«La Bestia» que lleva mercancía hacia Estados Uni-

que afectan a los inmigrantes, cabe preguntarse

dos y que es comúnmente usado por los inmigran-

también por ¿cuáles son las externalidades para

tes de Centroamérica para atravesar México.

los países de origen y destino? Sin duda alguna los

El filme muestra que en México se encuentran

procesos migratorios traen consigo una serie de

la mayor cantidad de amenazas del recorrido, entre

factores que impactan el territorio. Entre ellos, uno

ellas destacan; robos de las pertenencias persona-

de los efectos más directos corresponde al hecho de

les por parte de organizaciones criminales y princi-

que los países de destino reciben grandes flujos de

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El filme retrata perfectamente que las fronteras y límites físicos segregan, excluyen y pueden llegar a generar intolerancia, discriminación y una percepción de inseguridad.

inmigrantes, obteniendo una fuerza laboral signifi-

mencionado y el discurso que tiene la globalización

cativa de bajo costo lo cual por un lado puede traer

de libre tránsito de capital y mercancías. Estados

beneficios económicos, sin embargo este mismo

Unidos gasta billones de dólares para fortalecer

hecho también puede llegar a impactar negativa-

los más de 3.000 kilómetros de frontera con México.

mente a la economía ya que puede llegar a reducir

Según datos del Departamento de Seguridad Nacio-

el campo laboral para los locales.

nal (2016) el presupuesto para el borde fronterizo es

Junto a ello, estos procesos de migración sue-

cercano a 13 billones de dólares.

len estar relacionados a transformaciones de índo-

Esta cifra tuvo un crecimiento exponencial del

le cultural debido a que los migrantes llegan al país

75% en la última década. Si se suma el presupuesto

de destino con sus costumbres locales, las cuales

de la Patrulla Fronteriza y del Control de Aduanas

en la mayoría de los casos buscan ser mantenidas.

e Inmigrantes corresponde al 30% del presupuesto

Asociado a ello, también se dan importantes trans-

total destinado por el Departamento de Seguridad

formaciones sociales; en este sentido un fenómeno

Nacional. Dicha cantidad es más que lo que recibe

recurrente en los procesos migratorios es la segre-

la DEA, el FBI y la Armada de los Estados Unidos

gación voluntaria, es decir la concentración de los

en conjunto. Con el incremento de presupuesto, se

extranjeros en un territorio acotado. Esta situación

abasteció el Borde Fronterizo con una mayor can-

facilita la estigmatización por parte de los residen-

tidad de cámaras, armas, drones y equipo para los

tes locales, habiendo así una discriminación hacia

agentes fronterizos, los cuales entre el 2004 y 2015

los inmigrantes.

se duplicaron pasando de 10.000 a más de 21.000

El filme retrata perfectamente que las fronte-

agentes (US Customs and Border Protection, 2016).

ras y límites físicos segregan, excluyen y pueden

Con tal despliegue de seguridad en la frontera, pa-

llegar a generar intolerancia, discriminación y una

reciera que se pretende llegar más a una militariza-

percepción de inseguridad. En la actualidad existe

ción que brindar mayor seguridad al país.

una constante e intensa búsqueda de seguridad en

En cierta medida la táctica de disuasión usa-

las fronteras de los países, lo que parece absurdo

da por los Estados Unidos (mediante la fuerza) ha

teniendo en cuenta las repercusiones que se han

funcionado ya que se han reducido los flujos de


reseñas

inmigrantes; sin embargo en la última década más de 3.500 personas han muerto intentando cruzar la frontera (US Customs and Border Protection, 2016), por lo que surge la pregunta: ¿Qué pasaría si en lugar de invertir billones de dólares en la militarización de la frontera se invirtiera en programas para llevar familias y regularizar inmigrantes? Probablemente se podrían reducir las muertes en la frontera y con los impuestos de los inmigrantes se podría compensar el gasto realizado. Sin duda hay tareas pendientes para todos, pero en la medida en que los Estados fomenten fronteras más abiertas se favorecerá el desarrollo económico del país receptor y la expansión de la cultura al tener habitantes de distintas naciones. Para ello es necesario tener claro que esta no es sólo una responsabilidad del Estado, sino también de los diferentes actores tales como el sector privado y la sociedad civil. Entre todos deben permitir la inserción de nuevas personas a su contexto, sea cual sea su condición física o social. Las fronteras crean miedo, injusticia y dolor, la única forma de combatirlas es con la solidaridad y tolerancia. ¶

bibliografía Department of Homeland and Security. (2016). Budget-inBrief Fiscal Year 2017. US Government. Organización Internacional para las Migraciones. (2005). Las migraciones en América Latina y el Caribe. CEPAL. US Customs and Border Protection. (2016). Along U.S. Borders. Recuperado el 18 de agosto de 2016, a partir de

https://www.cbp.gov/border-security/along-us-

borders/strategic-planTítulo: «Unlearning the Colonial Cultures of Planning».

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reseñas Desarmar el Laberinto. Violencia, estructura física e intervención en Legua Emergencia Título libro: Desarmar el laberinto. Violencia, estructura física e intervención en Legua Emergencia. Autor: Tai Lin Muñoz Edición: Ril editores, 2016; 189 páginas.

Por Martín Montes, Licenciado en Ciencias

Sociales, Sociólogo y estudiante de Magíster en Desarrollo Urbano PUC. Tesista del proyecto FONDECYT de investigación «Marginalidad Urbana y Efectos Institucionales»

E

n octubre de este año se cumplen 15 años des-

plazamiento urbano cooperarían con la aparición

de que se inició la intervención en La Legua (San

y difícil persecución del narcotráfico» (Lin, 2016, p.

Joaquín), sin embargo distintos estudios (Manzano,

18). Sin embargo, ¿qué tan distinta es realmente la

2009; INDH, 2015) dan cuenta que la situación so-

composición (física) de la Legua en relación a otros

cial del barrio no ha mejorado en lo absoluto, y que

sectores? ¿Es posible explicar la violencia que pre-

incluso ésta se ha agudizado en varios sentidos.

senta el territorio de la Legua a partir de su «parti-

Ante la ineficiencia de la intervención, diversos fun-

cular» forma física y características urbanas?

cionarios públicos han ido masificando la idea de

Apoyado de algunos conceptos teóricos, pero

que uno de los principales factores que explicarían

principalmente a partir de múltiples entrevistas

la persistencia de la violencia en el barrio tendría

con pobladores (dirigentes, no dirigentes, funda-

estricta relación con la forma física de la Legua,

dores y descendientes) y una profunda revisión de

en particular con la del sector de Legua Emergen-

antecedentes y fuentes secundarias, lo que hace

cia. De este modo, se le ha ido otorgando cada vez

Lin en este texto es justamente «Desarmar el Labe-

más importancia a la morfología del lugar ya que

rinto». Es decir que relativiza la idea de que la gran

se presume que «largos pasajes ciegos, una estruc-

causa que explica la violencia de la Legua (y los

tura supuestamente laberíntica y un complejo em-

problemas sociales derivados de la violencia que se


reseñas

resumen ¿La Legua realmente tiene una estructura física particular que explica la violencia que se da en su territorio? Apoyado de algunos conceptos teóricos, pero principalmente a partir de múltiples entrevistas con pobladores y una exhaustiva revisión de antecedentes y fuentes secundarias, lo que hace Lin en este texto es justamente «Desarmar el Laberinto». Es decir que relativiza la idea de que la gran causa que explica la violencia de la Legua (y los problemas sociales derivados de ella) corresponde esencialmente a su estructura física. Tras una profunda revisión de la historia de la Legua, el autor da cuenta de que el diseño urbano es un factor más entre muchos otros que explican la situación de violencia que se vive en dicho territorio. De este modo, la violencia del barrio no se explicaría por una causa monopólica, sino más bien por un patrón sistemático de múltiples tipos de violencia que han sido ejercidos en el territorio de la Legua a lo largo de toda su historia. palabras claves Violencia, estructura física, dialéctica socio-espacial.

vive en dicho sector), corresponde esencialmente a

en las que ésta puede ejercerse, y que en definitiva

la estructura física de la población.

todo tipo de violencia, de una u otra manera, reper-

En primer lugar, los elementos teóricos que pre-

cuten negativamente en la geografía de oportuni-

senta Lin son fundamentales ya que nos permiten

dades de los habitantes, ya sea desde un punto de

comprender que la violencia puede ser ejercida de

vista objetivo (oportunidades existentes) o subjeti-

múltiples maneras. En este sentido amplía la com-

vo (percepción de las oportunidades).

prensión de la violencia, la cual no sólo se remite a

Por otro lado, colaborando con lo que el mismo

aquella que es ejercida directamente, sino también

autor denominaría como «leguología», el grueso

que ésta puede ser ejercida de manera indirecta.

del libro se enfoca en un profundo zambullido hacia

Entre ellas el autor destaca la violencia estructural

la historia de la población, para desde allí compren-

ejercida principalmente por una retirada del Esta-

der su posterior desarrollo y su situación actual. El

do, y la violencia representada y sociocultural, las

análisis, pone el acento en la constante relación (de

cuales tienen que ver con el estigma y la discrimi-

control) que existe entre el Estado y el territorio de

nación respectivamente. De este modo, el autor da

La Legua. Si bien la historia es mucho más compleja

cuenta de que la relación entre violencia y espacio,

y vale la pena revisarla en su totalidad para apren-

si bien existe, es sólo un forma más entre muchas

der lecciones a partir de ella, ésta presenta un pa-

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| n° 28 | junio 2016

trón común. Partiendo por las acciones que realizó

cidad de solucionar complejos problemas sociales.

la Corporación de Vivienda (CORVI) en donde solu-

Ejemplo de ello son las políticas de dispersión de la

ciones habitacionales de «emergencia» termina-

pobreza y de mezcla social, las cuales si bien han

rían volviéndose definitivas, pasando por la violen-

sido sumamente difundidas y aplicadas, no han lo-

ta y represiva mano que se vivió durante el periodo

grado proveer una mayor justicia social, tal como

de dictadura, hasta llegar a los tiempos actuales

lo prometían (para revisiones extensas, ver Bolt

en donde la intervención, con su rostro policial ha

et al., 2010; Bolt & Van Kempen, 2013; Bridge et al.,

tenido como principal consecuencia la desarticula-

2014; Ruiz-Tagle, 2014; y para estudios empíricos ver

ción de las organizaciones sociales que resistían al

Ruiz-Tagle, 2016a, 2016b). En la misma línea, si la

narcotráfico, la historia de la Legua tiene un patrón

localización tiene tanta importancia, ¿no es acaso

sistemático de violencia (estructural, representa-

contradictorio que uno de los barrios más pobres

da, sociocultural, sociopolítica) en la cual el Estado

de una ciudad como Santiago se encuentre a sólo

y los medios de comunicación han jugado roles pro-

una legua del centro? Ante esto, la respuesta más

tagónicos. Ante esta historia, las marcas que que-

pertinente pareciera ser la que nos da el autor del

dan son evidentes y nos impiden atribuirle todo el

libro: «la integración urbana no es un simple espejo

peso a la variable espacial como señalan algunos

de la integración social» (p. 168).

políticos actuales. Al revisar la historia de la Legua

Trabajos como el que estamos reseñando en

nos damos cuenta de que el diseño urbano es un

esta ocasión son de fundamental importancia ya

factor más entre muchos otros que explican la si-

que permiten desmentir los postulados que fetichi-

tuación de violencia que se vive en dicho territorio.

zan al espacio. Si bien la variable espacial es fun-

Del mismo modo en que se ha justificado la rea-

damental para la comprensión de los fenómenos

lización de múltiples políticas sólo por los supues-

sociales, ésta tiene su lugar y no es capaz de expli-

tos beneficios económicos de retorno que generan

carlos, ni solucionarlos del todo. Como dice Lin, «la

a nivel colectivo, poco a poco se ha ido instalando

relación de la forma física y los procesos sociales

un discurso que le ha ido otorgando cada vez ma-

(…) no es una relación unidireccional ni determinis-

yor importancia al espacio, por su supuesta capa-

ta, sino que es una dialéctica constante» (p. 169). De


reseñas

referencias Bolt, Gideon, Phillips, Deborah, & Van Kempen, Ronald. (2010). Housing policy, (de)segregation and social mixing: An international perspective. Housing Studies, 25(2), 129-135. Bolt, Gideon, & Van Kempen, Ronald. (2013). Introduction Special Issue: Mixing Neighbourhoods: Success or Failure? Cities, 35(1), 391–396. Bridge, Gary, Butler, Tim, & Le Galès, Patrick. (2014). Power Relations and Social Mix in Metropolitan Neighbourhoods in North America and Europe: Moving Beyond Gentrification? International journal of urban and regional research, 38(4), 1133–1141. Ruiz-Tagle, Javier. (2014). Bringing Inequality Closer: A Comparative Urban Sociology of Socially Diverse Neighborhoods. (PhD in Urban Planning and Policy), University of Illinois at Chicago, Chicago, Illinois.

este modo, la idea del laberinto se vuelve «más un estigma que una realidad» (Íbid, p. 168), una frontera social que es creada desde afuera. ¿No es acaso más fácil para el Estado construir una nueva Legua? (como si esto en realidad fuera posible). Decir que la violencia de un barrio se debe a su diseño urbano es un diagnóstico cómodo que sólo da cuenta de la miopía del Estado, el cual no es capaz de descifrar los fenómenos que explican la violencia de un barrio como la Legua ya sea porque quienes toman las decisiones están muy lejos de la realidad social de los leguinos, o bien porque, los agentes estatales que entran al barrio están tan protegidos con cascos, chalecos antibalas y metralletas, que no se dan cuenta de que ellos mismos son parte del problema. ¶

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