Revista Rascacielos No. 16 | 13 de mayo de 2018 by Revista Rascacielos

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DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

Marielle, a besos

CÓMO RESPONDER al odio sino con amor? Esa es la conclusión de una paradoja que Gabriel Mamani Magne trae a cuento a propósito del asesinato de Marielle Franco, la concejala y activista brasileña por los derechos de las mujeres, los negros y los homosexuales en Río de Janeiro. ¿Por qué? ¿Por qué podría ese hecho importarnos más allá de la indignación por la muerte violenta –una maldita vez más- de una mujer, o la indignación por el crimen mismo? Las protestas por la violencia contra las mujeres en el mundo o, para no ir tan lejos, en Buenos Aires, Lima o Rio de Janeiro, rebalsan calles y plazas, cuadras y cuadras, conmueven, mueven. Los manifestantes tienen además el rostro de una juventud “hiperpolitizada”, dice el cronista. En Bolivia, en cambio, las marchas de protesta por las mujeres violentadas son raquíticas y los peatones miran indiferentes. Y aquí la paradoja: “Nunca estuve rodeado de tanta muerte”, dice Gabriel, al comprobar en carne propia la violencia cotidiana de una ciudad como Río de Janeiro, donde policías y narcos se agarran a tiros de fusil y bazuca en cualquier esquina. La respuesta de la gente es, a pesar de ello, la calle, la participación, el llanto sí, pero también el baile y… los besos. “¿Cadê a indignação?” (¿dónde está la indignación?), reflexiona él, intuyendo sin embargo el final. Porque nosotros, “que podríamos dar cátedra de insurgencia a los cariocas”, nosotros, que somos expertos en dinamitas y bombas molotov, nosotros… no hacemos más que trasladar la violencia de los violentos a la gente. Pero ¿podrá la violencia ser más certera, más letal que un beso entre personas del mismo sexo? No. Ojalá que no. Y ojalá que el beso sea, siempre, el arma más poderosa.

CARTA A UN FÉNIX / El público / Mabel Franco

AGENDA LaEscobaEscultural / Claudia Daza

10 LA BANDA SONORA DE TU VIDA /

Vero Pérez / Nicolás Peña

13 CÓMIC/ El Fotógrafo / Hugo José

Suárez

15 CIUDAD / Asesinas silenciosas /

Lupe Andrade

18 CRÓNICA / Marielle Franco, el arma

más poderosa / Gabriel Mamani Magne

25 MUJER COTIDIANA/ Cábalas para

cocinar arroz / Cecilia Campos Villafane

26 DISEÑO Y COMUNICACIÓN

VISUAL / Procesos creativos que buscan comunicar(nos) / Sergio Vega

28 ZONA A LA CARTA / Los crêpes al

coeur de Casa Grande / Sergio Ríos

30 RETRATO / Violeta Ross / Cecilia

Lanza / Cecilia Fernández

32 CARTELERA / Ojo al parche /

Adrián Nieve

34 HISTORIETA / CINIC’S por CAÍN

Editora: Cecilia Lanza Lobo. Coordinadora: Claudia Daza. Redes: Fabiola Gutiérrez, Isabel Navia. Diseño editorial: Edmundo Morales. Fotografía: Víctor Gutiérrez, Freddy Barragán, Sara Aliaga y Agencias. Ilustraciones: Abel Bellido Córdova. DISEÑO DE PORTADA: Sergio Vega, DGR-UCB.

Rascacielos y la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Católica Boliviana se unen para el diseño de las portadas de esta revista.

Cecilia Lanza Lobo

* Rascacielos abre este espacio a la buena crónica, perfil, historieta, diario de viajes, testimonio, fotografía, fotoreportaje y otros vicios. Pueden enviar sus aportes a: rascacielosrevista@gmail.com Las publicaciones estarán sujetas al criterio del comité editorial que se comunicará con la autora o autor.

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Compañía Editora Luna Llena S.A. Nº de Depósito Legal: 4-3-25-10 Dirección: Achumani, Calle 9 N°6, La Paz. Teléfonos: Central: (591) 2-2611700; Comercial: (591) 2-2611731 - 2611707 2611709. Suscripciones: (591) 2-2611734. Web: www.paginasiete.bo - La Paz, Bolivia Directora: Isabel Mercado Heredia. Subdirectora: Mery Vaca Villa. Jefe de Redacción: Alcides Flores Moncada. Jefe de Informaciones: Juan Carlos Véliz Morejón. Presidente del Directorio: Raúl Garáfulic L. Vicepresidente Ejecutivo: Carlos Saravia. D. Gerente Comercial: Nadia Diab Linale. Gerente de Producción: Juan Pablo MuñozReyes. Di stri bució n: Marco Téllez. Distribución nacional: Douglas Azurduy.

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NICOLÁS PEÑA es economista y ejerce. Artífice del entrañable Thelonious Jazz Bar, responsable de la llegada a La Paz de Pedro Aznar, Luis Salinas, Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale y otros. Desde hace 10 años realiza el programa radial La Quinta Disminuida, que se difunde por Radio DCO en La Paz y el mundo. MABEL FRANCO ORTEGA es periodista cultural y actual jefa de la Unidad de Espacios Escénicos Municipales de La Paz. Tiene un blog un tanto abandonado, cartaaunfenix.blogspot.com. Estudió en el colegio Lourdes, en la Universidad Católica y toma lecciones a diario, sobre todo en las salas teatrales. SERGIO VEGA diseñador gráfico y artista visual, docente por terca convicción de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Católica Boliviana. Habita su estudio-taller con el único fin de compartirlo como un Refugio para las artes y la cultura.

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COLABORADORES 16|18

LUPE ANDRADE es boliviana y paceña hasta la médula. Tiene cuatro hijos y seis nietos paceños. Ha escrito nueve libros; periodista de prensa y televisión por más de 50 años. Disfruta de una curiosidad incansable, cultiva café yungueño de altura y es feliz.

GABRIEL MAMANI MAGNE nació en La Paz en 1987. Obtuvo el premio Eduardo Abaroa en la categoría de periodismo cultural. Estudió Derecho en la UMSA, aunque nunca ejerció ni ejercerá. Cursó una maestría en Literatura en la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde vive desde 2016. HUGO JOSÉ SUÁREZ es doctor en sociología por la Universidad Católica de Lovaina. Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Autor de varios libros sobre cultura, religión y metodología cualitativa. Apasionado por la fotografía y la imagen.

SERGIO RÍOS URQUIETA nació en La Paz, aunque vivió toda su vida en la Luna. Ama los juegos más que los libros, pero los libros aún lo aman a él. Escribir es lo único que lo mantiene atado a esta realidad.

CECILIA CAMPOS VILLAFANE donde va ve, y a veces escribe. Le gustan los lunes con singani y cueca, y los miércoles de ceniza con literatura, cine y ají de fideo. Es gestora cultural.

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FOTÓGRAFA AMBULANTE

Manglares en República Dominicana

Pueden enviar sus fotografías a rascacielosrevista@gmail.com

IDENTIKIT

En Ascensión de la Frontera Debido a la cantidad de casos de dengue en Ascensión de la Frontera (Santa Cruz, frontera con Brasil), el médico William Bellido toma la precaución de quemar cartones cada noche para ahuyentar a los mosquitos con el humo y fumigar la casa a diario. Recientemente, él mismo se enfermó con chikungunya.

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TEXTO Y FOTO: ALFREDO PAREDES

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CARTA A UN FÉNIX por Mabel Franco

eseado, añorado, temido, odiado. Héroe o villano. Causa o consecuencia. El público es un personaje central de cualquier representación escénica, el que le da sentido, el que lo completa por semejanza o por oposición. Anónimo, disperso, voluble, el público es el misterio que explica la existencia de eso que se llama arte. El artista que ignora esta condición no ha entendido su propia naturaleza y menos la trascendencia que su obra puede adquirir o no dentro de una sociedad. ¿Qué público será el que hoy y aquí acompaña a quienes pugnan por hablar desde un escenario teatral? Es la gran pregunta que cabe hacerse en momentos en los cuales preocupa la cantidad –cuánta gente acude a los teatros-, cuando la calidad parece ser la verdadera cuestión: la calidad de los espectadores. “Lo grave es que las gentes que van al teatro no quieren que se les haga pensar sobre ningún tema moral”, decía Federico García Lorca en los años 20 del siglo pasado. Y describía al público burgués y convencional: “Van al teatro como a disgusto. Llegan tarde, se van antes de que termine la obra, entran y salen sin respeto alguno”. Expresión encarnada de lo dicho, podríamos añadir: quieren invariablemente reír. Preguntan antes de comprar la entrada si es “comedia o tragedia”, alejándose si no es lo que ellos entienden por

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comedia. Si entran pese a todo, ríen a la menor señal que identifican como divertida, aún cuando lo que va planteando la obra inequívocamente daría para llorar a gritos o para guardar silencio. Ejemplos hay demasiados como para pensar que sean excepciones. El último y más extremo, el del público que asistió a Ella, obra de La comedia cordobesa (Argentina) representada en el Teatro Nuna de la zona Sur, como parte del Festival Internacional de Teatro de La Paz. Dos hombres desnudos, sofocados en un sauna, van confesándose sentimientos respecto de una mujer, que develan la violencia de la posesión, del derecho sobre ella que supuestamente les da el amarla. La gente estalla en carcajadas a cada paso, mucho más cuando la ferocidad de la palabra se traslada a la lucha cuerpo a cuerpo de estos machos incapaces de salvarse, de salvarla. Ah, el público. Existe, qué bueno. Aplaude, qué maravilla. Se torna en masa complaciente, qué peligroso. Exige pensar, qué miedo más esperanzador. Cada sociedad le da al arte el público que éste –el arte- ha ido construyendo, se podría parafrasear. Porque no hay aceras de en frente en este asunto. La relación es de corresponsabilidad. En esto hay que pensar ahora que ese escurridizo animal parece regodearse con los reality shows, el chiste fácil, la moda, la tendencia. Corresponsabilidad, pues. Porque calidad de público es calidad de arte y viceversa. www.paginasiete.bo

FOTO: PIXABAY

El público

A G E N D A LA ESCOBA esCULTURAL por Claudia Daza

El club de las largas noches

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FOTO: ALEJANDRO LOAYZA GRISSI

STÁ HACIENDO FRÍO, sí, aceptémoslo, nos da un poco de flojera y nos quedamos abrazados a la frazada. Pero hay actividades que merecen disfr utarse con el frío, para amar el calor del cuerpo, para ponernos ponchos multicolores, para llenarnos de emociones ya sea saltando como pipocas en un concierto, poniéndonos hot en una obra de teatro o haciendo cola en la calle para ver las novedades de un museo. Esta semana está como para tomar impulso y hacer un croquis de nuestras ciudades. Para los que se quejan de que no hay nada y que nadie aconseja buenas cosas, pues el sábado 19 se juntan las actividades centrales. La primera es la que nos pone a todos, en la ciudad de La Paz, a salir en patota o empanadeando con la pareja. Se trata de la Larga Noche de Museos, donde siempre hay cosas novedosas. En La Paz se abrirán 30 museos, 20 galerías de arte, 20 centros culturales, dos teatros, 32 instituciones de arte e iglesias, y habrá 16 espacios al aire libre. Uno puede pasear por el Centro, Miraflores, Sopocachi, zona Sur y Max Paredes, desde las cinco de la tarde hasta la media noche. Y para aquellos que quieren aprovechar los teleféricos, también pueden llegar a la ciudad de El Alto donde se activarán 16 espacios de historia y arte. Habrá de todo. La idea es lanzarse a la aventura y someterse a lo que nos seduzca. En todo caso yo quiero ir a conocer los tres rostros tiwanacotas en la exposición Rostros del pasado, elaborados gracias a un proyecto de arqueología forense con tecnología 3D,

TEATRO 19 y 20 de mayo / Teatro Nuna / temporada: los miércoles, del 23 de mayo al 4 de julio / c. 21 Calacoto Nº 8509 / Pre venta: Superticket en el Museo Nacional de Arqueología. Avizoro una gran cola porque podremos ver cómo siempre eran pues. Paralelamente, ya me estoy imaginando las grescas en la puerta del Teatro Nuna de la ciudad de La Paz, el 19 y 20 de mayo, para el estreno de la obra El club de las malcogidas. Sí, de la misma directora de la película Las Malcogidas, Denisse Arancibia. Y no, no será idéntica a la peli por si ya la vieron, sino la adaptación a un musical producido por Miguel Vargas y Eduardo Calla. Se trata de una nueva apuesta en la que la cantante Pamela Sotelo (Las Mentes Ociosas) se une al elenco encarnando a la entrañable Carmen. Será una re versión de la vida de las tres cármenes y una re versión de todo

su universo. Los que se mantienen en escenario son Marta Monzón, la madre que vive durmiéndose, y Bernardo Arancibia, seg uramente más experto en caminar con tacos altos. El mismo fin de semana, en la ciudad de Santa Cruz, con tantas idas y venidas, vuelve nomás ATAJ O , con el deseo de volver a empezar, con una nueva alineación musical y con el Panchi Maldonado de siempre. Sus fans, alegres por su regreso, lo recibirán el 18 y 19 de mayo en el Teatro Merak i, ese lugar fantástico, libre de humo, y donde se puede saltar gritando, llorando, tocando matraca, bailando saya y haciendo de la noche tan tan larga como nuestras ansias de seguir bebiendo de nuestra fuente principal: el arte. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

OTROS ANTOJOS POTOSÍ Segunda Noche de Conventos / 18 de mayo / c. Santa Teresa Nº 15 / de 15:00 a 24:00 / Info: 79696155 Potosí celebra el Día Internacional de Museos visitando los conventos de Santa Teresa, Santo Domingo y San Francisco. Visitas para estudiantes y público en general. MUSEOS 19 de mayo / Centro, Sopocachi, Miraflores, zona Sur / Max Paredes / info: actividades FB de Jiwaki Culturas

EXPOSICIÓN inauguración 19 de mayo, duración tres meses / Museo Nacional de Arqueología / c. Tiwanacu Nº 93.

LA PAZ Sobrevigencia en concierto / 17 y 18 de mayo / Cine Teatro 6 de Agosto / av. 6 de agosto. Sobrevigencia presenta Andamios Cantando, una propuesta musical y escenográfica que refleja la vida de un trabajador en su diario vivir. La concepción y puesta en escena está a cargo del grupo que surgió en los años 80 y actualmente prepara su cuarto disco.

Exposición Fina Mistura / hasta el 30 de mayo / Crearte Centro Cultural / Irpavi c. 2 entre c. Jurado y Caballero. CreArte tiene el agrado de invitarnos a la segunda versión de la exposición de joyería Fina Mistura, de las artistas Marcela Minaya y Giovanna Maldonado. Una joyería más que especial que toma al papel como la materia prima de los diseños.

Ríos, Glenda Rodríguez, Raymundo Ramos, Juan Pedro Montefinale y Fred Núñez.

PARA VIAJEROS A veces los artistas y los conciertos pasan por nuestras narices, o suceden cuando estamos sin dinero. Pero cuando tenemos la oportunidad, no hay que pensar. Aquí algunos artistas que quizás te los perdiste y aún hay tiempo para ahorrar. SANTIAGO DE CHILE

BUENA VISTA SOCIAL CLUB EN CONCIERTO / SANTIAGO / 19 de mayo / Teatro Taupolicán / c. San Diego 850 Región Metropolitana / Info: StubHub. Se trata del Adiós Tour, donde se repasarán los últimos 16 años de éxito después del documental que los llevó a la fama mundial. Estarán Eliades Ochoa (guitarra), también conocido como el Johnny Cash cubano, Omara Portuondo (voz), la diva del son, el maestro Guajiro Mirabal (trompeta), y el virtuoso Barbarito Torres (laúd). BUENOS AIRES

SANTA CRUZ

CONCIERTO 18 y 19 de mayo / Teatro Meraki / c. Ballivián Nº159, Centro / info: 77055939. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

Teatro L.O.V.E. / 18 y 19 de mayo / Centro de la Cultura Plurinacional Santa Cruz / c. René Moreno Nº 369 / 20:30 Es un día cualquiera, un día normal. Nos encontramos en una calle cualquiera, en una calle normal. Pero algo ha roto la normalidad. Algo pasó. Actúan Paola

SILVIO RODRÍGUEZ EN CONCIERTO / BUENOS AIRES / 25 y 26 de octubre / Estadio Luna Park / c. Bouchard 465 / info: +54 (011) 5279-5279 El trovador cubano de 71 años, llega a la región después de tres años. Lo hace acompañado de Rachid López, Maikel Elizarde, la flautista y clarinetista Niurka González, Oliver Valdés en la batería y percusión, Jorge Reyes en el contrabajo, Jorge Aragón en el piano y Emilio Vega en el vibráfono. www.paginasiete.bo

LA BANDA SONORA DE TU VIDA por Nicolás Peña

Vero Pérez: Amy Winehouse me cambió la vida

El pájaro Chogüi, en la voz de su mamá, es su primer recuerdo musical. El jazz llegó mucho después y hoy busca a James Blake. La banda sonora de una de las voces más populares de la música contemporánea boliviana evoca a una jirafa.

Cuáles son los temas que son parte de la banda sonora de tu vida? Ve r o : L o primero que pienso es obviamente en mi mamá cantando El pájaro Chogüi, una canción paraguaya. Muchos años después la volví a escuchar tocada en arpa en Asunción y dije ‘esto con ozco ’… y me encantó, entendí lo maravillosa que es. Ya en colegio, una canción que me marcó es Madame la Jiraphe, la señora jirafa. Fue como el primer solo de mi vida. Tenía cinco años y la cantábamos en el curso, y la profesora me daba una partecita y nos decía que cantemos todos juntos y yo le pedía cantar sola (ríe). Otra que me marcó y que se convirtió en una especie de dibujo de culto es Marco. — Mi Mono Amelio. — Ajá. Es la canción del niño al que su mamá abandona porque se va de Italia a Argentina, lo deja. Otra, de la misma época, era de un chico que se llamaba Jordi, era

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El pájaro Chogüi. Canción del repertorio popular paraguayo, cuenta la historia de un niño guaraní. Ha sido interpretada por varios cantantes de todo el mundo.

Mi mono Amelio. Canción de la serie televisiva Marco de los años 70 (parte del relato De los Apeninos a los Andes, incluido en la novela Corazón, de Edmundo de Amicis)

Backstreet boys, banda juvenil estadounidense muy popular en los años 90.

Charly García. Película sordomuda forma parte del álbum Influencia editado en 2002 con gran éxito. Fue Mejor Álbum Artista de Rock, Mejor Realización, Mejor Canción del Año y Álbum del Año.

francés y la canción se llamaba Qué difícil es ser un bebé. Era una canción súper alegre, tecno, digamos, pero me encantaba y la letra me parecía bue nísima. A los siete años entré a la Academia Hohne r y ahí f ue mi primer acercamiento con Michael Jackson y la canción They don't really care about us. La amaba porque eran unos tambores bien fuertes, súper explos iva y a l e g r e . Ta m b i é n recuerdo el primer casete que tuve. Era en una tienda de Discolandia que había en Miraflores. Cuando pasaba por ahí siempre le pedía a mi mamá que me comprara un helado o algo, y ella, como amaba la música, me dijo: ‘Te voy a comprar un casete’. Compramos uno de Laura Pausini. — Tu primer casete. ¿Qué tema te acuerdas? — Me encantaba Luis Miguel: El día que me quieras, que no es de él, pero me gustaba, me encantaba como la cantaba. — Claro, de las versiones de ese tema, esa no es de las mejores. — No, para nada, pero tengo ese recuerdo, y esa fue mi puerta hacia los boleros. Luego apareció MTV y fue una influencia para mí. Ahí entran los Backstreet Boys con Ever ybody, Cristina Aguilera con Genie in a Bottle. Luego conocí a Edith Piaf. Un primo llegó de Francia con DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

FOTO: ARCHIVO PERSONAL DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

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LA BANDA SONORA DE TU VIDA

unos discos. En ese momento empecé a amar la música en francés. — ¿ Ahí hay u n quiebre? De los Backstreet Boys a Piaf… — Fue completamente inconsciente y casual. Un disco era de Piaf y otro de Khaled, un argelino francés, y una de esas canciones se llamaba Sahra. — Ese e s u n lindo momento, porque una adolescente que escuche Piafh no es usual. La música ya estaba calando profundo. — Cierto. Ahí aparecieron Charly García, Soda Stereo y los Beatles, sobre todo el tema If I Fell, que me parecía una canción de amor muy dulce con una armonía vocal maravillosa. — ¿Entras a Charly como solista, o por Sui Generis, o Ser u? — Sui Generis nunca me ha gustado. Tal vez es un poco tonto de mi parte pero Silvio y toda la trova nunca me han agarrado. — ¿Qué canciones de Charly y Soda te han marcado? — Película Sordomuda de Charly y Té para Tres de Soda… esa canción me hacía llorar, y eso que antes no conocía la historia del tema. A partir de ahí, toda mi inf luencia vino de mi hermano. Él me introdujo al rock progresivo, Light My Fire de los Doors, Stairway To Heaven de Zeppelin y también Canción para una niña tri st e de Wara. Cuando formé mi primera banda hicimos un tributo a Pink Floyd, que no diga el Alexis (Trepp) que él ha sido el primero (ríe). Mi canción favorita de los Floyd era The Great Gig In The Sky que ha sido para mí como la introducción a lo que puede llamarse la libertad vocal completa. De Pink Floyd también amaba el tema Bike, creo que me gustaba porque era medio infantil de alguna forma… —¿Qué otros temas te tocaron en esa época?

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Edith Piaf (Edith Giovanna Gassion) es una de las más populares cantantes francesas, nacida a principios del siglo XX.

Amy Winehouse nació en Reino Unido en 1983, y desde muy temprano sorprendió con su voz única, interpretando y combinando distintos géneros, entre ellos el soul, jazz, R&B y el ska. Murió a los 28 años de edad. Carlos Santana y John MacLaughlin , juntos lanzaron el álbum Love Devotion Surrender, en 1973. Allí está la canción Naima. James Blake nació en Reino Unido en 1988, es cantante y compositor de música electrónica. Su primer álbum fue publicado en 2011.

Me acerqué a la música electrónica, no por me haya gustado mucho, sino porque un amigo me convocó para que le hiciera las letras y melodías. Ahí conocí el house, y a partir de eso, Efecto Mandarina. Pero un poco antes, dos temas me encantaban: Fast Car de Tracy Chapman y Till There Was You de los Beatles. — ¿Cómo así aparecen en tu vida esos temas tan románticos? — Creo que es porque me enamoré y escuchaba esos temas todo el día. Ahí a p a r e c i ó A my W i n e h o u s e q u e m e

cambió la vida: me di cuenta que se podía hacer música de viejos pero cool. — Y eso lo has aplicado de a lg u na for ma profesionalmente… —Sí, de hecho, eso hago. Pero siempre escuchaba todo tipo de música: Too High de Stevie Wonder y en bossa nova Chega de Saudade. Conocí a Jorge Villanueva que me dijo que vayamos a tocar en algún boliche y nos presentamos en el Thelonious. En esa época empecé a investigar mucho sobre música brasileña y me enamoré de Marisa Monte. —¿Y cantantes mujeres de rock? Janis Joplin, digamos. — Nunca he tenido una época con Janis, la verdad. O sea, me gustó, pero no me ha marcado, en todo caso escuchaba más a Alanis Morissette. — ¿Cantantes de jazz? — Bueno, cuando empiezo a cantar jazz obviamente aparece Summertime en la versión de Ella Fitzgerald. Otra de Gershwin que me ha marcado es Rhapsody in Blue, la siento muy “ pel iculesca”. También aparece Gloomy Sunday de Billie Holiday… — La canción húngara que habla del suicidio. — Claro, incluso me gustaba más la versión húngara, la original. Y también ahí aparece Cuenta conmigo, de Luis Salinas. Es un bolero, es bello, es una humillación amorosa, es hermosa. Finalmente hay un músico que me encanta y que igual me ha marcado mucho y es la línea que yo quisiera seguir de aquí en adelante: James Blake, por ejemplo su tema Limit To Your Love. — Ahora sí, para cerrar, ¿cuáles son los temas que quisieras que suenen en tu entierro? — Sin lugar a dudas Película Sordomuda de Charly García y Naim a de Santana y Mclaughlin. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

CÓMIC por Hugo José Suárez

El fotógrafo (Guibert/ Lefèvre/ Lemercier)

Didier Lefèvre se marchó a Afaganistán para documentar una misión humanitaria en plena guerra entre soviéticos y muyahidines. Guibert y Lemercier armaron un bello libro.

S UN CÓMIC DIFÍCIL de clasificar. El libro fue publicado primero en francés en 2010, luego en varias lenguas y en castellano en 2015 (Astiberri Ediciones). El personaje principal -Didier- es un fotógrafo que tiene que realizar un reportaje para la institución Médicos Sin Fronteras (MSF) en un arriesgado viaje de Afganistán a Paquistán a mediados de 1986, en plena intervención rusa. La historia cuenta con crudeza lo difícil del desplazamiento a pie acompañados de g uías, caballos y mulas; la llegada a poblaciones de acceso accidentado. La ruta es dura tanto por las condiciones climáticas y geográficas (perder el sendero implica perder la vida) como por la guerra que dejó campos minados por todos lados. Es muy común encontrarse con viajeros fuertemente armados y escuchar bombardeos cercanos. El objetivo de los funcionarios de MSF es llegar a Chitral, una pequeña población paquistaní en el corazón del conflicto. Su misión es atender a decenas de heridos de guerra

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con insumos básicos. La tarea de Didier es registrar el viaje fotográficamente. Con eso en mente, cámara en mano, Didier realiza más de 4.000 tomas en decenas de cartuchos. Hay que recordar que es el tiempo de la fotografía analógica –lo digital prácticamente no existe-, que implica trabajo manual y cuidado de cada uno de los aparatos para capturar una imagen, revelarla y finalmente imprimirla.

El cómic no fue concebido desde el inicio del proyecto, más bien fue una elaboración posterior. Con el enor me cuerpo de fotografías, Guibert y Lemercier hicieron equipo: uno se encargó de los textos y los dibujos, y el segundo de las maquetas y los colores. Armaron una narrativa muy particular en la que el viaje de Lefèvre es, por supuesto, el hilo conductor. El experimento narrativo es extraño www.paginasiete.bo

FOTOGRAFÍAS: EL FOTÓGRAFO (GUIBERT / LEFÈVRE / LEMERCIER)

CÓMIC

pero bien logrado. Está lejos de las fotonovelas aburridas y forzadas a las que estábamos acostumbrados. La historia propiamente dicha se la cuenta con realistas viñetas a color donde intercambian los personajes; las fotos –en blanco y negroentran cuando se quiere mostrar lo que Didier miró. El texto que las acompaña está en primera persona, complementando la reflexión del viajero y conduciéndonos a los lectores al escenario. Las tomas se las enseña en distintos tamaños, a veces más grandes, otras se reproduce íntegramente la tira de contactos. A menudo se encuadra la foto que se quiere resaltar a mano con plumón rojo, a la vieja usanza de quienes identificaban la toma correcta con un lápiz especial, en el tiempo del cuarto oscuro y de los negativos. El efecto es de un realismo que a veces espanta: en algún cuadro se narra una operación a un herido de bala, en otro el dolor de un niño con la mano quemada. El viaje de Didier a menudo recuerda las aventuras de Tintín pero en escenario dramático. Muestra el horror de la guerra y la mezquindad, pero también la nobleza y la solidaridad en situaciones extremas. Enseña los límites de la condi-

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ción humana. También nos lleva de la mano hacia la experiencia del encuentro con el otro, el desafío de entender al desconocido y hacerse entender. La cámara es un buen instrumento para mostrar las formas culturales, pero a la vez para generar un intercambio con quienes piden una imagen aún sabiendo que jamás la verán. En distintos momentos es gracias a la cámara que se establecen lazos y fluyen relaciones cuando el lenguaje es más bien un obstáculo. El Fotógrafo me deja una doble sensación. Por un lado, el conocimiento de un lugar y cult ura muy ajenos para mí: aprendí, por ejemplo, que en el contexto afgano los varones deben orinar sentados, pues parados sólo lo hacen los ani-

males; que los varones son muy tiernos, afectivos y cuidadosos con los hijos; que la burka, ampliamente criticada por occidente, es algo mucho más complejo que tiene que ver con la conquista de autonomía y libertad de la mujer en el ámbito urbano. Por otro lado, la posibilidad de conjugar foto con texto y dibujo de una manera creativa, permite la construcción de una narrativa especialmente conmovedora y atrapante que transita por el dolor del otro, por la angustia del protagonista en múltiples episodios, por la necesidad de resolver situaciones hasta llegar al fin de la historia. El cómic, además, dibuja al fotógrafo como un actor en un escenario de guerra, pero su misión –acaso similar a la del sociólogo- es la de registrar y contar. Me recuerda, de alguna manera, la estancia de Pierre Bourdieu en Argelia y sus magníficas imágenes, aunque con un acento más bien analítico. El Fotógrafo es una mezcla de un diario de viaje, un trabajo de campo antropológico y una crónica periodística. Es una apuesta política, analítica y narrativa bien resuelta de la cual tenemos mucho que aprender. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

CIUDAD por Lupe Andrade

Asesinas silenciosas

ACE UNA MANIOBRA al cruzarse con otra persona y sin saber cómo, súbitamente yace tumbada sobre el cemento, sangre brotando a chorros de su frente, nariz y boca. Hay quienes intentan ayudar, pero las heridas son graves. Un diente brilla en la calzada, roto y sanguinolento; los zapatos han volado y los restos de sus pequeñas compras riegan los alrededores. No puede hablar; respira trabajosamente; no tiene fuerzas para incorporarse; yace gimiendo. Alguien llama al 110... pero claro, estamos en La Paz, y no hay ambulancias disponibles. Una persona saca un celular, marca y anuncia pronta ayuda. A los pocos minutos se escucha la sirena de ambulancia de una clínica particular, pero la víctima ya no puede dar ni nombre o dirección. Los transeúntes forman un grupo horrorizado, sin saber qué hacer cuando se escucha un grito desolador: “¡Mamá, mamáaaaa!”. El grito impulsa a la acción. Entre varios, incluyendo la hija recién llegada, levantan a la mujer caída, la meten —toda desmadejada— dentro de la ambulancia, chorreando trozos de su conciencia junto con la sangre. La ven partir y se miran entre ellos, aterrados, sin saber qué más hacer. ¿Atentado terrorista? ¿Asesinato? ¿Disparo a mansalva? DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

No. La acera la atacó. Fue deliberado. Las desiguales e inclinadas aceras paceñas —llenas de graditas y desniveles, además de hoyos— son asesinas silenciosas. En este caso la víctima tropezó contra un desnivel, luego, trastabillando pisó una grieta que retuvo su pie y la hizo caer, golpeando su cabeza contra una arista de cemento fila como cuchillo. Al mismo tiempo, unas piedras sueltas laceraron sus labios, y una gruesa raíz protuberante bebió su sangre. La acera impávida, marcó una víctima más en su historial; una ofrenda más para alimentar a los insectos que pululan en sus rendijas. ¿La víctima? No se sabe. Quizás recuperó la conciencia, quizás nunca más vio la luz del día. Esta es una historia real y repetida. Y digo que las aceras son asesinas, porque no quisiera pensar en que la Alcaldía es irresponsable, ni que los dueños de casas y edificios son insensibles, o que todos los paceños somos como rebaños de ovejas o llamas: es decir, mansos animalitos que caminamos por donde se pueda, sin reclamar, sin protestar, sin exigir y sin hacer nada para mejorar las cosas. En nuestras aceras paceñas, que parecen bombardeadas o escenarios de combates iraquíes, estos accidentes suceden con frecuencia y en diversos grados: piernas rotas, rodillas torcidas, hematomas, fracturas, laceraciones. Las aceras paceñas, cual vampiros de cemento, beben sangre a diario y nadie hace nada. De hecho, en www.paginasiete.bo

FOTOS: COTY KRSUL

Una mujer camina feliz, bolsa de compras en mano, escuchando una canción. Su casa está cerca; apura el paso pensando en el sabroso almuerzo que la espera, sin sospechar que allí, a pocos pasos, acecha una asesina.

CIUDAD

Y, por si acaso, esperen bien sentados antes de exigir acción municipal, porque si bien el municipio tiene obligaciones también las tenemos nosotros.

la cruda realidad nadie puede hacer nada: las temibles aceras quedan sin freno ni castigo. No hacer nada es la práctica, la costumbre, lo inevitable. Pasee usted por La Paz y se dará cuenta de por qué caminamos todos cabizbajos, criando joroba: hay que mirar al piso desigual y roto, ¡todo el tiempo! Compruébelo: sea en Calacoto, Cota Cota o Tembladerani, no hay una cuadra sin drama potencial. La avenida Ballivián, por ejemplo, centro de la zona residencial calacoteña, es un muestrario lacerante de huecos, obstáculos y protuberancias. Lo repito, vaya usted y aquilate los peligros que allí acechan. La víctima de un accidente así no tiene a quién ni cómo pedir resarcimiento. No hay forma alguna de hacer juicio a nadie. Uno camina a su propio riesgo. Sin embargo, ésta no es, ni debe ser, la forma ideal de lidiar con este problema. Los reglamentos municipales afirman que la construcción de aceras es responsabilidad de los dueños de terrenos, casas o edificios, pero en la práctica nadie controla su forma, calidad, y en especial su reparación o mantenimiento. Una vez hechas las aceras (bien o mal), éstas son atacadas por la empresa eléctrica, la de aguas, la de alcantarillas, las de gas domiciliario, las de comunicaciones, o por vehículos pesados que se trepan y las

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rompen sin remordimiento alguno. Una vez rotas, así quedan por años, espantosas y peligrosas, además de feas a rabiar. La víctima de mi historia pudo haber muerto o quedar maltrecha para el resto de su vida, pero la misma acera, cada vez en peor estado, persistirá en cobrar otras presas para beber de nuevo, abriendo hoyos o grietas más profundos y esperando en silencio, como el sapo a una mosca, a que una nueva e incauta víctima se ponga a su alcance. ¿Qué podemos hacer? La Ley de Gobiernos Municipales Nº 482 dice en el Artículo 31, inciso a) que el GAMLP es dueño de “Calles, avenidas, aceras, cordones de acera, pasos a nivel, puentes, pasarelas, pasajes, caminos vecinales y comunales, túneles y demás vías de tránsito” y, por lo tanto, siendo dueño, tiene la obligación de ver que las aceras estén en buen estado, DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

FOTOS: LUPE ANDRADE

sin grietas ni rajaduras. El GAMLP puede (y debe) obligar a propietarios de terrenos y edificaciones a cumplir con su parte de construir buenas aceras. Los problemas causados por árboles, choques, vehículos pesados que se suben al cordón y otros, no son problema de los propietarios y el GAMLP debe encontrar formas de controlar esos abusos y obligar a hacer reparaciones. En la práctica, no se hace nada. Y, por si acaso, esperen bien sentados antes de exigir acción municipal, porque si bien el municipio tiene obligaciones, también las tenemos nosotros, así como los conductores de vehículos pesados, los que depositan escombros, las empresas constructoras que descargan piedras y rompen los cordones, pero también los dueños de casas y edificios que no reparan nada a pesar de que sus aceras parecen campos de guerra DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

minados. Es decir, los responsables somos casi todos. Hay posibilidades, pero se requiere esfuerzo conjunto. La Paz está enmarcada en un paisaje maravilloso, pero seamos sinceros: sus calles y edificios son cada vez más feos. Fachadas tristes, calzadas rotas, árboles mutilados, descuidados vendedores callejeros por doquier, feos grafitis sobre feas paredes. No hay respeto ni búsqueda de belleza. Los paceños no amamos a nuestra ciudad lo suficiente como para cuidarla y conservarla. Si el GAMLP pudiera obligar a los dueños de edificios a reparar las aceras, también esos dueños podrían exigir que éste cumpla con su parte al mantener las calzadas en buen estado. Si pudiéramos ponernos de acuerdo, todos ganaríamos. Los problemas tienen solución cuando hay decisión y voluntad. www.paginasiete.bo

CRÓNICA Por Gabriel Mamani Magne

Marielle Franco,

el arma más poderosa

Suave es la noche. No hay música pero es como si la hubiera: el acento de los cariocas es melódico, casi música, palabras que bailan aunque el locutor no baile. Vivarachas, caralhos inofensivos, tudo bem, de boa, sobre todo a esta hora, diez y algo de la noche, mientras las botellas de cerveza aceitan los humores y el olor de la marihuana suaviza el mundo. No estoy en la playa, pero el mar se siente a dos metros de distancia: en la melena de aquella chica cuyos churcos producen movimientos oceánicos: mujer-mar. Río de Janeiro. 22:30. Las afueras de un bar. Fútbol en la

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ILUSTRACIÓN: EDMAR ARANO / DGR-UCB

Se lloró, claro que se lloró su asesinato. Pero los brasileños tienen otros modos de hacer frente a la violencia cotidiana de Río de Janeiro, donde besar puede ser el acto más subversivo, el más hermoso.

tele. Mi amigo y yo bebemos mientras esperamos el inicio del segundo tiempo. Los jugadores regresan al televisor. Pasan los minutos, nada del otro mundo, gol del rival. Las cervezas emocionan más que la pelota. Hasta que: minuto 77 llega el gol de Vinícius Junior. Los fanáticos, que son más de treinta, alucinan. Cierro los ojos mientras le doy el último sorbo a mi cerveza y cuando los abro, veo que una muchacha se planta frente al televisor. Tiene la piel pálida, los ojos irritados, el ceño fruncido. Está enojada. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

discute con los hinchas, pero va más lejos. Comete un sacrilegio: intenta apagar el televisor y, al no encontrar el botón de apagado, jala el cable del enchufe y la pantalla ennegrece. Silbidos. – “¡Fuera de aquí!”, le gritan. Todavía enojadas, las muchachas se apartan del televisor y se pierden entre la multitud que se apelotona en las afueras del bar. La gente las insulta. Diez segundos más tarde, una vez que el dueño conecta el aparato, la algarabía retorna al lugar y es como si nadie hubiera muerto.

– “¡Mataron a Marielle!” –grita, mientras los fanáticos le piden que se quite de ahí. Aunque sus gestos dan a entender que está encabronada, los silbidos de los hinchas me impiden escuchar la totalidad de sus oraciones. “¡Irresponsables...!”. “¡No tienen conscien…!”. “¡Vergüen…!”. Armo las frases sueltas y lo que obtengo es esto: –Son unos irresponsables. No tienen consciencia. ¡Acaban de asesinar a Marielle Franco y ustedes locos por el fútbol! Deberían sentir vergüenza. Una segunda muchacha aparece en escena. También DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

Marielle Franco era todo lo que las familias tradicionales brasileñas creen que es mejor no ser: homosexual, negra, madre soltera, habitante de favela, politizada. Murió precisamente por eso. Porque, de ser heterosexual, blanca, cristianamente casada y oriunda de la zona sur de Río (la parte rica de la ciudad), la vida no la habría obligado a meterse en la política y las balas que le quitaron la vida hubieran ido a parar a un cuerpo más oscuro. 18 de marzo por la noche. La concejala de 38 años Marielle Franco participa en un evento llamado Mujeres negras moviendo estr ucturas. Habla de lo que mejor sabe hablar: lucha social, activismo. Luego de dos horas de charla, cierra su participación con una frase de la escritora feminista Aude Lorde: “No soy libre mientras otra mujer es prisionera”. Agradecimientos. Selfis. Marielle, que es tan terrenal como cualquier mujer de la sala, quiere una cerveza. Ha sido un día difícil en la Prefectura, y tal vez el arroyo de una Bohemia deslizándose por su garganta la ayudará a procesar el estrés del día, renovar fuerzas, recargarla para más lucha. Pero está cansada. Muy. Así que se despide de sus colegas militantes (que sí van al bar) quizá con el deseo de que en el refrigerador de su casa la última lata de cerveza siga intacta; quizá –quién sabe– pensando en los detalles de la boda que ella y su novia, Mónica Benício, celebrarán el año que viene. Sube al coche oficial en compañía de su asesora. Saluda al chofer. A las 21:40, en la calle Joaquim Paralhes, en la zona central de Río, un Chevrolet Cobalt se arrima al vehículo de la concejala. Lo que sucede a continuación dura un par de segundos: mientras Marielle y su asesora miran fotos en el asiento trasero, alguien baja la ventanilla del Cobalt. Dispara. Son trece tiros: cuatro impactan en el cuerpo de Marielle y tres en el chofer. Ambos mueren. Sobrevive la asesora, que días más tarde declarará que “sobrevivir es muy cruel” y se mantenwww.paginasiete.bo

CRÓNICA

Multitudinaria manifestación luego del asesinato de Marielle Franco en el centro de Río de Janeiro.

drá en la clandestinidad por temor a represalias. No es un asalto, pues nadie roba nada. Se trata de una ejecución.

3 Si nos concentramos en las estadísticas, lo de esa noche no fue extraordinario. Otra inocente muerta por un tiro. Noticia común. Tan común que, un día antes de su deceso, Marielle Franco, en protesta por la muerte de un joven alcanzado por una bala de la Policía Militar, tuiteaba lo siguiente: “¿Cuántos más van a tener que morir para que esta guerra acabe?”. Nunca estuve rodeado de tanta muerte. Lo digo sin filtro, y eso que vengo de la ingobernable Bolivia, país cuya furia al protestar bien podría darles una cátedra de insurgencia a los manifestantes cariocas. Pero en esta ciudad hay demasiadas armas de fuego, y las daguitas que los choros bolivianos usan para intimidar a sus víctimas nada tienen que ver con los fusiles y bazucas con los que las mafias cariocas hacen tronar la cidade maravilhosa. Disparos entre facciones de narcotraficantes. Tiroteos entre narcos y policías. Balas perdidas. Asaltos a mano armada, en la calle, en los buses, en el campus universitario. Incluso suicidios: hace algo más de un mes, Víctor Heringer, un escritor de 29 años, conmocionó al mundillo literario lanzándose desde la ventana de su departamento en Copacabana, el barrio más famoso de la ciudad. Nadie es inmune a la violencia carioca. Ni siquiera los clasemedieros como yo, moradores de la zona sur de Río, profesionales liberales, oficinistas que trabajan ocho horas diarias, estudiantes de posgrado, gente que escucha los disparos que se producen en la favela y, aún así, se pierde en la noche como quien se mezcla en una piscina de pelotas, gente que bebe hasta las dos de la mañana, toma un Uber, duerme donde copula, despierta con chaki, lee en el celular sobre los tiroteos y toda la sangre derramada la noche anterior y, aún así, cierra la ventana de noticias, abre la del WhatsApp, mira sus mensajes, se levanta de la cama, toma una ducha y se enjabona el cuerpo mientras fantasea con la noche de mañana, y la de pasado mañana, que se proyectan memorables como todas las resacas del mundo. La violencia carioca te toca, precisamente, cuando piensas que Río solo consiste en un estar de chaki infinito. Te cae de repente, cuando le has perdido la tuca a la ciudad –a su fama, a su ferocidad mítica– y piensas que eso que ves en la tele nunca te pasará a vos. Pero pasa, les pasa a todos, y me pasó. La primera vez que me asaltaron paseaba en bicicleta cuando dos asaltantes aparecieron de la nada. Me quitaron el teléfono y algo de dinero. Lo peor no fue eso sino que, como andaba en bici, caí sobre el cemento y me produje una lesión en la mano que me impidió escribir por más de dos meses. El segundo asalto ocurrió cuando apenas empezaba a recupe-

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rarme del primero. Viajaba en bus cuando un tipo apareció con una pistola apuntándome en la cara. Nada de burocracia: asalto exprés: mientras el ladrón A se dedicaba a recoger los celulares de los pasajeros, el ladrón B cuidaba la puerta de salida mientras le recordaba al chofer que, si hacía algún movimiento extraño, filho da puta, el plomo volaría su cabeza. Todo sucedió en menos de cinco minutos. Ningún herido. Cero drama. Una vez que los ladrones bajaron del bus, volví a sumergirme en el libro de Junot Díaz que estaba leyendo. La lógica de la muerte, que no es otra cosa que la posibilidad de dejar existir, contrasta con la vitalidad que la ciudad le vende al mundo. Río es difícil. Difícil y sensual. En la fila para renovar las visas, todos los extranjeros con los que charlo me dicen que, pese a la delincuencia, pese al calor, pese a la economía, nadie los mueve de ahí. “Soy feliz. Esto es el paraíso. Me siento viva”, me dice una portuguesa de treinta años que vino de vacaciones y acabó enamorándose de un carioca que conoció en una fiesta. “¿Quién quiere volver a Europa?”, dice un español de DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

Para muchos, la medida no pasa de ser una compresa de hielo sobre una realidad cuyo origen es un volcán que ha hecho ebullición hace mucho. Según Federico Almeida, profesor de la Universidad de Campinas, “el peor efecto de la intervención federal será sobre quien ya está sometido a la intervención militar. Para ser más precisos, hay regiones y poblaciones determinadas bajo fuerte ocupación militar. Esas regiones y poblaciones tienen un domicilio y un color de piel muy bien definidos”. Favela y negros, en otras palabras. Los abusos cometidos por las fuerzas policiales en las zonas bajo su intervención son un asunto que se arrastra hace décadas. Solo este año, al menos 154 civiles fueron asesinados por oficiales de la Policía en el Estado de Río de Janeiro. Hace pocos días, una niña de 13 años fue alcanzada por una bala perdida mientras jugaba en el patio de su escuela. Hace algo más de dos semanas, en la zona norte, un joven motociclista que regresaba a su domicilio fue confundido con traficante y, en consecuencia, baleado por la Policía. Marielle Franco, la activista favelada asesinada el 18 de marzo, luchaba para acabar con eso. sesenta años, rosáceo, talla XXL, cuyos brazos pomposos parecen apretar demasiado fuerte la cinturita de la morocha que lo acompaña. Pero de sensualidad no vive el ser humano. Y mucho menos los cariocas. Más allá de las caipiriñas, el pandero, el mar y todo el estereotipo que, mea culpa, embrutece a los extranjeros y nos hace creer que este país se reduce a una playa y a un buen culo, el otro Río de Janeiro, el Río que no tiene arena, ese al que el Cristo Redentor le da la espalda material y simbólicamente, respira una realidad en la que la pólvora es el aroma de todos los días. La respuesta gubernamental a esta ola de violencia –que de hecho no es ola; es un tsunami, y viene de años–, ha sido la intervención federal promulgada por el presidente Michel Temer, que implica que los temas relacionados a seguridad pasan a ser responsabilidad militar. A partir del 20 de febrero, un general de las Fuerzas Armadas administra la seguridad pública del Estado de Río de Janeiro. Controla la Policía Civil, la Policía Militar, los bomberos y la administración penitenciaria. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

4 Oí hablar de Marielle Franco por primera vez en 2016, en las campañas para la prefectura de la ciudad de Río de Janeiro. Nunca la vi en vivo, pero sí sentí en carne propia el clima de las reivindicaciones por las que ella luchaba. A diferencia de Bolivia, la juventud carioca –en especial la universitaria– está híperpolitizada. Hay pajpakerío, sí, pero en pequeñas dosis. Por lo general, las discusiones entre militantes y/o académicos te cuestionan, te hacen pensar, te hinchan las pelotas. Cuando llegué a Brasil, mi inercia boliviana me hacía sentir alergia hacia cualquier problematización de la realidad social. Me acuerdo: en mi primera clase de maestría en la Universidad Federal de Río de Janeiro sentí un “trágame mundo” cuando la profesora empezó su lección con la palabra feminismo. Así somos los bolivianos, así era yo, made in Los Andes, un analfabeto político que se había aventurado a hacer un poswww.paginasiete.bo

FOTO: GABRIEL MAMANI MAGNE

El otro Río de Janeiro, el Río que no tiene arena, ese al que el Cristo Redentor le da la espalda material y simbólicamente, respira una realidad en la que la pólvora es el aroma de todos los días.

CRÓNICA

grado en portugués pensando que con eso tendría mensualidad asegurada y, lo más importante, tiempo libre para escribir crónicas y una novela que se resistía a cobrar forma. Fue por esos días que una amiga de la facultad, Suellen, mencionó a Marielle Franco en una clase sobre literatura y marginalidad. El profesor titular dijo que hablar de Franco no tenía mucho que ver con el tema que se estaba discutiendo. Suellen insistió. Hasta que la dejaron hablar. Como por esos días andaba enamorado de la muchacha que se sentaba justo frente a mí, poco o nada escuché de Suellen ni de la tal Franco. A lo mucho: que era negra, que venía de la favela. Ese fue mi primer acercamiento a Marielle. Quién diría que, dos años más tarde, escribiría una crónica sobre su muerte.

FOTOS: GABRIEL MAMANI MAGNE

5 Marielle nació en 1979 en el complejo de Maré, un conjunto de favelas ubicadas en la zona norte de Río de Janeiro. Carioquísima y católica, Marielle Franco era hincha del Flamengo y en las fiestas le gustaba bailar funk. Su vida, como la vida de cualquier mujer nacida en la favela, fue un nado a contracorriente marcado por la precariedad y el ruido de fusiles. Comenzó a trabajar a los 11 años para pagar sus estudios, fue catequista, educadora en una guardería y, años más tarde, se convirtió en miembro de eso que los periodistas brasileños bautizaron como el “grupo de intelectuales de la favela”, una generación que hizo cursos prefacultativos comunitarios y consiguió becas para estudiar en universidades reputadas. En 1998, a los diecinueve años de edad, Marielle fue madre. Ingresó a la carrera de ciencias sociales de la Pontificia Universidad Católica y, dos años más tarde, se inició en la militancia. El golpe que despertó al animal político que habitaba en ella provino justamente de un arma: el año 2000, una de sus mejores amigas fue alcanzada por una bala perdida en un tiroteo entre narcos y policías militares. Como si ser periférica, madre soltera y de piel oscura no le bastara, Marielle se enamoró de una mujer. Su viuda se llama Mónica Benício y la conoció en una excursión a Saquarema el

“Marielle vive”, se lee en el sticker que pego en mi camisa. Hago fila en la panadería. La mujer mira mi adhesivo, mira mi cara y frunce el ceño: “estos comunistas”, murmura. 22 www.paginasiete.bo

año 2003: el mundo era joven –Brasil, un infante prejuicioso– y ver a dos mujeres amándose en plena calle provocaba indignación, violencia (o ambas). –Tuvimos un año de relación como amigas hasta entender que aquello era más que amistad –dice Mónica en una entrevista a la BBC Brasil–. Por influencia religiosa y por el contexto en el que vivíamos, no entendíamos bien lo que estaba pasando. Hasta que un día sucedió… un beso. Con ese historial, resultaba imposible que Marielle no interviniera en la realidad que la rodeaba. Combatió desde la militancia y la academia. En 2014 defendió la tesis de maestría titulada: “UPP: la reducción de la favela a tres letras” (en referencia a la Unidad de Policía Pacificadora, proyecto estadual que pretendía instituir policías comunitarios en las favelas, pero que devino en un incremento de violencia). Consciente de que sus investigaciones serían vanas si no las fusionaba con militancia activa, en 2016 candidateó a la concejalía de la ciudad de Río de Janeiro junto al PSOL (Partido Socialismo y Libertad). Esperaba obtener 6.000 DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

votos y acabó siendo escogida por más de 46.000 electores: la quinta concejala más votada de todo el Estado. Como autoridad electa, se concentró en defender los derechos de los históricamente rezagados: los negros, las mujeres, los homosexuales. Fue una crítica feroz de la intervención militar decretada en febrero. De hecho, si uno guglea bien, no hay entrevista en la que Marielle no cuente qué se siente despertar con un tanque de guerra haciendo ruido en tu calle. Marielle denunciaba, insistía, jodía, se hacía escuchar. Jodió tanto que logró convertirse en la relatora de la Comisión de la Cámara de Concejales de Río, creada para hacer seguimiento a la actuación de las tropas militares en la intervención federal. Jodió tanto que algunos se incomodaron.

6 Y la ejecutaron. DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

Se lloró, cuánto se lloró. Aun así, ni toda la sangre derramada ni todas las lágrimas del mundo parecen ser suficientes para que la polarización ideológica que divide a los brasileños baje sus decibeles. Cada hecho, cada tapa de periódico, cada comentario aleatorio capturado en el bar o en el metro, cada post en las redes sociales, me han convencido de que gran parte de los problemas por los que atraviesa una sociedad –y, por lo tanto, gran parte de los métodos que se utilizan para resolverlos– empieza con simples palabras. El verbo importa: se reproduce, se transforma en idea, sentido común, pensamiento dominante, hábito, prejuicio, política, ley. Mientras la afabilidad for export de los agentes de turismo y gringos de todo el globo da la impresión de un Brasil sosegado y hasta inofensivo, los verbos del Brasil político mantienen una tónica marcada por el odio, cada vez menos sutil, y que se foguea en las redes sociales. Apenas se conoció la noticia del asesinato de Marielle, Marília Castro Neves, una jueza del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, comentó que Franco había sido asesinada por tener vínculos con narcotraficantes. “Marielle fue electa por el Comando Vermelho (la mayor organización criminal del Brasil) e incumplió ‘compromisos’ asumidos con sus patrocinadores. Cualquier cosa diversa es charlatanería de la izquierda intentando agregar valor a un cadáver tan común como cualquier otro”. En el Brasil de hoy domina la idea de que la izquierda y los valores que ésta defiende son los grandes culpables de la crisis en la que está sumergido el país. Idea aceptable hasta cierto punto, pues tras 13 años de gobierno del PT –partido encabezado por Lula– la inseguridad y los casos de corrupción no han hecho otra cosa que crecer. El problema surge cuando el descontento de la población alcanza tal magnitud, que cualquier discurso proclive a la inclusión –como lo es el de Lula da Silva y sus seguidores– es rechazado con una ferocidad que asusta. Ocurrió con Marielle y ocurre con cualquier defensor(a) de los derechos humanos: di que estás a favor del matrimonio igualitario, que eres feminista, que te preocupa el medio ambiente, que luchas por los derechos de los pueblos indígenas o que simplemente prefieres el arte a las ciencias exactas, y, a ojos de una gran porción de brasileños –sobre todo de los seguidores de Jair Bolsonaro, el diputado evangélico vinculado a la dictadura, que está detrás de Lula en las encuestas para las presidenciales– serás un comunista cuya visión de mundo está convirtiendo al Brasil en una segunda Venezuela. “Marielle vive”, se lee en el sticker que pego en mi camisa. Hago fila en la panadería. La mujer que está delante mío mira mi adhesivo, mira mi cara y frunce el ceño: — “Estos comunistas”— murmura. Quiero decir algo, pero guardo silencio. Para qué negarlo: aquí soy un comunista. Nunca he leído un libro completo de Marx, nunca he militado en ningún partido político, pero, según el izquierdómetro de los conservadores brasileños, ser extranjero y defender un par de cosas me convierten en www.paginasiete.bo

CRÓNICA

amenaza para el país desarrollado con el que sueña gran parte de la población. Una población que piensa que lo que sucedió con Marielle “no es para tanto”.

7 15 de marzo de 2018. Cinelândia, centro de la ciudad. La noche calienta con el ardor propio del final del verano. Cientos de personas sostienen carteles con la cara de Marielle Franco: “Paren de matar a la población negra”. Mujeres de rojo. Banderas del PT. Hombres con minifalda. Gente que se toma selfis, que bebe cerveza, que habla de política, ríe a carcajadas. La concentración surgió en las redes sociales minutos después de que la noticia del asesinato se hiciera viral. Vine en compañía de dos amigos, Luiz y Anderson. Luiz critica lo festivo de la protesta. Anderson se queja del calor y dice que lo que más quiere en este mundo es una cerveza helada. Los vendedores de alcohol tienen un radar para los eventos: en el entendido de que toda lucha necesita de un fiel Sancho Panza, los vendedores de cerveza cumplen la función de nobles escuderos de los izquierdistas brasileños.

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Como buen paceño acostumbrado a las gasificaciones y a las marchas que paralizan un país entero, siempre me ha parecido que las manifestaciones cariocas carecen de la furia necesaria para transformar la realidad. Se me hacen tibias, desprovistas de rabia. Paren de bailar, me digo, paren de ser felices. Cadê a indignação? Pero nada. En vez de eso, dos mujeres de cabello crespísimo se besan apasionadamente mientras un hombre captura el momento con su celular. Hace algunas semanas, un mensaje homofóbico fue hallado en la pared de un baño de la universidad estadual. En respuesta, los estudiantes de la carrera de artes visuales organizaron un “beijão” masivo: una concentración en la que los manifestantes besaban a personas del mismo sexo a modo de protesta. La resistencia brasileña tiene formas que los bolivianos desconocemos: cerveza, alegría, sonrisas, amor. Esta noche, mientras observo el beso de esas dos mujeres negras, me doy cuenta de que, después de todo, las armas de la izquierda brasileña no son tan inútiles como pensaba. ¿Cómo responder al odio sino con amor? ¿Acaso la lucha de Marielle Franco –y de tantos “comunistas”, “victimistas” y “feminazis”– no es un movimiento impulsado, precisamente, para besarnos más y mejor? DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

MUJER COTIDIANA

FOTO: PIXABAY

por Cecilia Campos Villafane

Cábalas para cocinar arroz

UNCA SUP O hacerlo bien, ni siquiera el simple arroz con sal, ni tampoco el poético y peligroso arroz con leche –ni con palabras, ni con arroz–. Tr a t ó , (c r e o) t r a t ó . Con el secreto de las abuelas trató, con su madre al teléfono supervisando/guiando/le, con

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queso, con agua, con música, con kétchup y con ajo trató. Pero nada. El arroz siempre se le quemará, será salado, insípido, duro o una mazamorra. Es un presagio. Lo supo desde ese día en el entrenamiento del primer equipo de fútbol femenino (y clandestino) del colegio (y odia el fútbol), pero aún así (casi por principio) faltó a la clase práctica de labores (sí, cuando enseñaron a hacer arroz). Lo supo también (sin mucho remordimiento) el día que se casó y le regalaron un kilo de arroz para que –a modo de cábala de buena suerte– ella cocine la felicidad de ambos, todos los medio días. Debió haber dicho antes de irse que fue su culpa, que nunca supo bien (y tal vez nunca querrá saber) cómo hacer arroz (ni siquiera para cábalas de buena suerte). Tal vez ella no es un ser de arroz, quizás es más de tierra y de azúcar, de fruta, de singani y café. www.paginasiete.bo

DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL por Sergio Vega Universidad Católica Boliviana

Procesos creativos que buscan comunicar(nos) El arte [diseño] no es un concurso de belleza.

N LA INTER ACCIÓN HUMANA actual, que viene de un proceso in-crecendo en paralelo al desarrollo tecnológico, vivimos rodeados de “gráf ica”. Pagamos con papel moneda –billetes y monedas–, decidimos la adquisición de productos etiquetados, nos conducimos y pretendemos ubicarnos a través de señales en la vía pública, nos vemos inundados con promociones y anuncios; esta misma publicación es un producto gráfico. Podríamos afirmar que la vida urbana de estos tiempos se desarrolla al interior de una maraña de mensajes e impulsos gráficos. Esta cotidianidad y bombardeo visual hace que vivamos con una naturalidad acrí-

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ALEJANDRO MAMAN, JOSEFINA ROJAS Y DANIELA TAMES

[Georges Didi-Huberman]

tica, sin cuestionamientos, respondiendo a impulsos predefinidos y quizás mal interpretando el verdadero fin de aquellos mensajes. El diseño gráfico, al cual se le atribuye de manera errada una función meramente estética, es hoy una de las disciplinas que tiene en sus hombros la gran responsabilidad de generar precisamente ese cúmulo de imágenes. En Bolivia, la formación de profesionales en esta área se inició a nivel superior universitario recién en 2003, con la creación de la Carrera de Diseño Gráfico y Comunicación Visual en la Universidad Católica Boliviana. Luego de casi 15 años de recorrer diversos senderos intrincados, esta Carrera ha encontrado una vía que permite vislumbrar un puerto real que justifique su existencia: quebrar la idea de que esta es una profesión-disciplina DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

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SERGIO SALAZAR Y CAMILO LLANOS ERIKA VARGAS Y ANGELA SAAVEDRA

CARLOS EANRIQUEZ Y FERNANDA ZUDAÑEZ LAURA AGUIRRE Y MANUEL APAZA

abocada a la belleza, devolviéndole su razón de ser desde la perspectiva de un arte aplicado, cuya función fundamental es comunicar. Ejemplo de este puerto que divisamos son los ejercicios que presentamos en estas páginas, de alumnos de segundo año del taller de composición tipográfica, a quienes se les planteó el reto de generar empaques de discos de vinilo de artistas y músicos nacionales. El resultado es prometedor, al encontrar en cada proceso etapas de preparación, investigación e incubación, con el fin de transmitir visualmente otra mirada de un trabajo musical. Estos procesos van acompañados de una fuerte exigencia en cuanto al entendimiento de conceptos lingüístico-verbales, es decir, ir más allá de las simples apreciaciones de nivel

estético (me gusta o no me gusta), y generar argumentos que respondan a esa mirada que permite una real y más próxima comunicación. La importancia de este tipo de ejercicios en el aula, y la posibilidad de darlos a conocer a quienes consumen éstos y otros productos a través de esta publicación, es socializar la importancia de este oficio-disciplina-profesión en el desarrollo de nuestras relaciones sociales. Así, estos ejercicios se generan con la premisa de que deben realizarse para un entorno específico y con un claro objetivo: dar a conocer un “algo”, un decir. Para lo cual es fundamental que los generadores de estos mensajes visuales logren una formación amplia en técnicas y formas de conjugar sus propias experiencias con las de los otros. www.paginasiete.bo

ZONA A LA CARTA por Sergio Ríos

Los Crêpes al Coeur de Casa Grande Dulces o salados, en la sencillez (y el atractivo de un buffet) está el gusto.

VECES LAS COMIDAS más simples son las que más nos sorprenden. Los crêpes, ya sean salados o dulces, ese plato francés de masa ligera y espumosa, generosa por su textura y su sabor neutro, dependen de la maestría del cocinero para añadirle carácter. Hace poco tuve

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una grata experiencia en el Mezzo Bistró de Casa Grande Suites, que por lo visto g uarda sor presas a sus comensales gracias a su reciente oferta de buffet en las tardes de sábado de indulgencia. Dos cosas son vitales en esta oferta gastronómica. La primera es la técnica para ofrecer un crêpe que haga el honor a esta pieza básica de la cocina gala. Aquellos que crean que hacer un crêpe es cosa sencilla, no se han enfrentado al reto que

esto implica. Porque para conseguir una consistencia perfecta, es decir, que todos y cada uno de los crêpes sean uniformes, se requiere de profesionalidad y conocimiento. No sea que la masa delgada, que debe tener la dimensión de un plato panero, salga gruesa y queden como unas tortillas. Los crêpes son cosa seria. Y así los presenta el Mezzo Bistró para felicidad de los que lo visitan. Al mando de esta oferta está el cocinero Sirilo Calle, con un

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FOTOS: ALEXIS DEMARCO / PÁGINA SIETE

Maribel Cano, la cordial cordial anfitriona. anfitriona.

equipo de cinco asistentes que trabajan con un profesionalismo envidiable, para recibir a los comensales en un servicio que se inicia siempre a las 4:00 pm. El proceso comienza en una balanza. El pastelero Jomar Choque prepara la masa y explica que tener las medidas exactas es la clave para obtener crêpes iguales siempre. Una vez pesados los huevos, la harina, el azúcar y la leche, se los mezcla en una licuadora, proceso que además incorpora aire y le da la textura esponjosa al producto final. Luego, la masa es llevada al fuego, muy lento, por unos minutos. Al mismo tiempo, Sirilo prepara una serie de tres salsas saladas. En esa ocasión fueron de jamón, maíz amarillo y palmitos. Sin embargo, cada sábado hay una opción diferente. Con lo dulce ocurre lo mismo. El sábado que yo estuve fueron de piña, de naranja y de manzana con canela. Ya e n e l r e s t a u r a n t e , Maribel Cano es la encargada de administrar los detalles más minuciosos de esta DOMINGO 13 DE MAYO 16|18

atención. Es por eso que encuentras en la mesa, aparte de los crêpes y las tres salsas saladas, queso parmesano, aceite de oliva, albahaca picada y orégano en polvo para añadirle un toque se sabor extra. Los crêpes son esos platillos delicados que te abrazan por dentro. No es comida rápida. Son más bien parte de un rito para disfrutar. Estos detalles y la consistente preparación de Sirilo, consiguen esta sensación en los comensales. Son tan dúctiles que los salados son un

plato fuerte, y los dulces un postre ligero que nos permite apelar al niño interior. Por eso la mesa de crêpes dulces, además de las salsas, tiene fruta fresca, dulce de leche, galletas picadas, coco rallado, azúcar con canela, crema batida, salsa de chocolate y virutas de chocolate. Sirilo y sus cocineros orquestan todo, desde la masa, hasta el dulce de leche. Maribel dirige y armoniza con excelente criterio y mucho amor. El resultado es una sinfonía para el paladar, que todos nos merecemos al menos una vez en la vida. Si te antojas, con gusto los recomiendo. Puedes probarlos los sábados a partir de las 4:00 pm, en el Casa Grande Suites de la avenida Ballivián y 17 de Calacoto (donde está el semáforo). Si te comes uno te cuesta Bs 18, dos son Bs 32, pero la clave está en el buffete ilimitado que cuesta Bs 52. Ilimitado suena peligroso, a decir verdad, porque si por mí fuera juro que me termino todos los crêpes de la mesa, y seguro pido que me traigan más. www.paginasiete.bo

RETRATO por Cecilia Lanza Lobo fotografía de Cecilia Fernández

La vida color violeta Violeta Ross sonríe con ganas y a ratos a carcajadas. Tiene por qué. Hace años sabe que cualquier día bien puede ser el último día de su vida. Por eso la cuida, cuida su vida, con disciplina de equilibrista sobre la cuerda floja. Vigila su alimentación cual experta nutricionista, toma religiosamente sus pastillas antiretrovirales y cuando todos piden vino, ella elige agua. Ser portadora del virus de inmunodeficiencia humana no es un drama a fuerza de una voluntad que mueve montañas. El día que supo su diagnóstico quiso morir, pero el amor de los suyos pudo más y no sólo decidió vivir, sino que se propuso lograr que sus compañeras y compañeros en su misma situación vivieran más y murieran menos. No siempre fue posible. Y en eso ella es terminante: “mira compañero –suele decirles-, sólo conozco dos caminos: vivir o morir, ¿cuál eliges?”. Odia el victimismo. Odia la palabra muerte. Está cansada de vivirla tan cerca, en cada amigo que se va demasiado pronto, demasiadas veces. Quizás por eso Violeta viva tan intensamente, acaso a contrarreloj: de avión en avión, de aeropuerto en aeropuerto, de congreso en congreso, acumulando amigos, sensaciones, objetos, recuerdos y sonrisas. En todo caso, si hay algo que tiene claro es que el pasado ya fue, trajo cosas buenas y malas pero no se puede modificar, pasó. El futuro tampoco podemos controlar porque no está en nuestras manos. En cambio el presente sí, dice ella, con la certeza de su propia experiencia, esa que de tanto oírla me ha enseñado que la vida tiene que ver con tomar mejores decisiones, equivocarse menos, acertar más. Violeta sabe que la vida es hoy. Y sonríe.

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Violeta Ross

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C A RT E L E R A Ojo al parche

por Adrián Nieve

ODO BUEN PIRATA descubre que con el tiempo desea cosas más arriesgadas. Después de todo, tiene las herramientas para conseguir esas películas que la televisión censura. Claro, la desnudez y el sexo están cada vez más naturalizados tanto en la pantalla chica como la grande, pero aún seguimos enfrentados con esos productos de contenido no solamente erótico sino intenso, reflexivo y hasta tabú. Hoy les traigo películas y series de ese tono, así que prepárense un par de jugosas fr utas y disfrútenlas mientras las miran.

Empecemos por Shame (2011, Steve McQueen. Drama), un filme que está dispuesto a retar los límites de los más liberales. Seguimos a Brandon, interpretado por Michael Fassbender, un neoyorquino que usa el sexo como manera de evitar la intimidad y cuya vida da un giro caótico cuando su hermanita lo visita. A primera vista tenemos un filme que habla de la adicción sexual, pero hay muchísimo más si se lee entre líneas. Entre los muchos encuentros sexuales de Brandon, podemos ver lo que sucede en su cabeza y en sus actos, especialmente los sexuales, que absorben y, a ratos, evitan que leamos la letra chica. Pero está ahí… y es lo que de verdad engancha. Fassbender y McQueen se estrenaron juntos en Hunge r (2008) y nos entregaron una de las mejores escenas de diálogo en la historia de las óperas primas. Ahí vemos fluir el talento de ambos con la naturalidad de un buen dúo musical. Sha me es sobre todo una orquesta. Todo actor y actriz de esta producción -hasta el más secundario- es un experimentado en el teatro, y fueron contratados especialmente por McQueen para reforzar la genial interpretación de Fassbender. Las escenas de sexo son la gran prueba de ello. Es una gran manera de hacer gozar al ojo y pensar a la cabeza. Pero si eso no les basta, o les deja la mente un poco tripeada, acá les van otras recomendaciones. Nos vemos la próxima. Cualquier elogio o amenaza de muerte, escriban al mail adriannieve1285@gmail.com.

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6 pelis para aflojar el corsé

THE HANDMAIDEN. 2016, Chan Wook-park. Drama. La sirvienta de una mujer de la nobleza oculta viles intenciones hacia su jefa. Una maravillosa y osada obra del director de Old boy que habla de traición, misoginia, manipulación, tensión sexual, confianza y liberación femenina. BLUE IS THE WARMEST COLOR. 2013, Abdellatif Kechiche. Drama. Contada en clave de azul, se narra la historia de una joven ante la progresiva llegada y partida de su primer amor. Visualmente impecable, presten atención a las tonalidades si quieren vivir la historia. MAGIC MIKE. 2012, Steven Soderbergh. Comedia, drama. El director logra mostrarnos ese lado de la explotación erótica que es tan a menudo obviado: el de los cuerpos masculinos. THE NEON DEMON. 2016, Nicolas Winding Refn. Horror. Lo cierto es que casi nadie amó este filme pero le brindó al director la chance de explorar su peculiar estilo visual. Sensual y grotesca… no debería decir más. BLACK AND WHITE AND SEX. 2012, John Winter. Drama. Quizá el mejor filme de toda esta lista, filmado al estilo de un documental. Habla del sexo, la prostitución y el tabú. Genial y llena de giros. LOVE. 2015, Gaspar Noe. Drama. En Cannes la llamaron “ porno en 3D” y se preguntaron dónde empieza ese género y termina el erotismo. Es una experiencia intensa que ilustra la pasión sexual.

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The hand maiden

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Black Black and white white and sex

6 series para sentir cosquillas

EASY. 2016-, Joe Swanberg. Comedia. La serie muestra varias historias que retratan al amor en estos tiempos, con la liberación de los roles de género y la tecnología muy involucradas. YOU ME HER. 2016-, John Scott Shepherd. Comedia, drama. Un matrimonio en crisis se enamora de la misma universitaria con la que explorarán los dramas y placeres de los tríos. MASTERS OF SEX. 2013-2016, Michelle Ashford. Drama biográfico. Basada en la vida de los investigadores William Masters y Virginia Johnson, esta serie sabe ser dramática, sensual, y nos invita a aprender un par de cosas. GIRLS. 2012-2017, Lena Dunham. Comedia, drama. La vida de un grupo de mujeres veinteañeras en una serie que se divierte mientras se pregunta qué es la feminidad moderna. THE DEUCE. 2017-, David Simon. Drama. Los inicios de lo que luego sería la industria pornográfica narrados con una visión muy urbana y geniales personajes. James Franco la anda rompiendo. THE GIRLS GUIDE TO DEPRAVITY. 2012-, Heather Rutman. Comedia. Suave pero atrevida, divertida y atractiva. Una buena comedia para quitarse algunos recatos.

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Master of sex

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HISTORIETA por CAÍN

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