Revista Rascacielos 24 | 19 (16 de junio, 2019) by Revista Rascacielos

crónicas futbolísticas de una batalla épica

Los excombatientes del 94

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Domingo 16 de junio de 2019. La Paz, Bolivia. Año 2.

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Domingo 16 de junio de 2019. Año 2

Los excombatientes del 94 DISEÑO DE PORTADA: Valentina Vilaseca, estu-

diante de la carrera de Diseño Gráfico y Comunicación Visual de la UCB.

Rascacielos y la carrera de Diseño Gráfico y Comunicación Visual de la Universidad Católica Boliviana se unen para el diseño de las portadas de esta revista. Coordinador: Sergio Vega Camacho. Estudiantes en pasantía: Adolfo Alba, Manuel Apaza, Laura Barahona, Osmar Oña, Fujiko Urdininea y Valentina Vilaseca.

Editora: Cecilia Lanza Lobo. Asistente de edición: Adriana de la Rocha. Coordinadora: Claudia Daza. Redes: Isabel Navia y Daniel Altamirano. Diseño editorial: Edmundo Morales. Diagra-

mación: Edmundo Morales y Erika Aguilera. Fotografía: Cecilia Fernández, Víctor Gutiérrez, Freddy Barragán y Agencias. Publicidad revista Rascacielos: Nadia Diab Linale.

Teléfonos: (591) 2-2611709 - 75244623

N MATERIA DE FÚTBOL, los bolivianos estamos acostumbrados a las derrotas; a jugar bien, pero perder igual, a las dignas participaciones sin laureles... Por eso, y por muchas cosas más, la clasificación de Bolivia al Mundial del 94, la única hasta ahora, es un hito de nuestras vidas, de nuestras almas. 25 años han pasado. Demasiado para estos tiempos de urgencias e inmediateces en los que quienes fueron protagonistas de aquel heroico momento son algo parecido a un excombatiente, a quien se le reconoce sus batallas pero se lo condena a la indiferencia. Quien ha vivido esta gesta, sin embargo, atesora de ella alguna historia, algún episodio marcado de forma imperecedera. Boris Miranda rememora cada detalle de una clasificación que vivió intensamente siendo niño, y a estos recuerdos acude incansablemente cuando ve a la Verde como quien necesita recargar energías para seguir creyendo. Mario Roque lanza pequeñas notas sobre cada partido, mostrando toda la intensidad y detalle de esta historia mítica. Willy Camacho retrocede a las calles de aquellos años, cuando todos éramos hinchas y festejábamos o peleábamos con igual entusiasmo por defender nuestros colores. Y Martín Díaz Meave nos devuelve el minuto a minuto de aquel inolvidable partido de Bolivia ante Corea, el segundo, el 0–0, el que derrumbó nuestras esperanzas. Otra vez. Las crónicas futbolísticas de una batalla épica son el plato fuerte de Rascacielos este domingo, porque nunca se deja de vivir lo que nos hizo felices. Isabel Mercado

Directora: Isabel Mercado Heredia. Subdirectora: Mery Vaca Villa. Jefe de Redacción: Alcides Flores Moncada. Jefe de Informaciones: Liliana Carrillo Valenzuela. Jefe de Redacción digital: Juan Carlos Véliz Morejón. Presidente del Directorio: Raúl Garáfulic L. Vicepresidente Ejecutivo: Carlos Saravia. D. Gerente Comercial: Nadia Diab Linale. Distribución: Marco Téllez. Distribución nacional: Douglas Azurduy. Impresión: Papel Principal S.A.

Compañía Editora Luna Llena S.A. Nº de Depósito Legal: 4-3-25-10 Dirección: Achumani, Calle 9 N°6, La Paz. Teléfonos: Central: (591) 2-2611700; Comercial: (591) 2-2611731 - 2611707 - 2611709. Suscripciones: (591) 2-2611734. Web: www.paginasiete.bo - La Paz, Bolivia

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Domingo 16 de junio de 2019. Año 2

BORIS MIRANDA es periodista, investigador y docente. Es productor multimedia en BBC Mundo y trainer de la Deutsche Welle Akademie. Autor de dos libros de crónica y ganador de premios de periodismo en Bolivia y Estados Unidos.

IDENTIKIT / LUGARES / Pasado y modernidad / Ismael Carvajal

GLOBO DE DIÁLOGO / Hacer una novela gráfica / Joaquín Cuevas

AGENDA LaEscobaEsCultural / Claudia Daza

10 CIUDAD / Luxor y el rock de la calle /

MARTÍN DÍAZ MEAVE es publicista, profesor universitario, cronista y actor. Hincha del Tigre, por eso las canas y el aguante.

WILLY CAMACHO es paceño y boliviano. Dice ser un cholo urbandino orgulloso, por eso no se cansa de cantar esa cueca que dice: “...Cholo, cholo he nacido, cholito voy a morir...”.

Marco Basualdo

14 PRIMER TIEMPO / Volveremos /

Boris Miranda

17 SEGUNDO TIEMPO / La pérdida del

glamour / Martín Díaz Meave

MARIO ROQUE CAYOJA es periodista y aficionado al fútbol.

21 ALARGUE / Tres lapos por Bolivia /

Willy Camacho

24 PENALES / ¡25 años! / Mario Roque

Cayoja

28 FOTOGRAFÍA / 24LP /

#cholitasfashion / Diego Peñaranda

30 RETRATO / Agar Delós / Mabel

Franco

32 DÍAS DE CINE / Sugerencias para ver

desde el sofá /Isabel Navia

34 CÓMIC / Apocalicia / CTX

MARCO BASUALDO es bonaerense, hijo de bolivianos. Como periodista, hizo del desarraigo uno de sus temas preferidos. Escribió Rock boliviano: Medio siglo, donde registra esa complicada aventura de los altos decibeles en el país. MABEL FRANCO es periodista cultural y actual jefa de la Unidad de Espacios Escénicos Municipales de La Paz. Estudió en el colegio Lourdes, en la Universidad Católica y toma lecciones a diario, sobre todo en salas teatrales.. DIEGO PEÑARANDA es diseñador gráfico y fotógrafo. Trabaja como fotógrafo freelance especializado en moda, colabora con varias agencias de publicidad y también ha incursionado en la fotografía gastronómica.

* Rascacielos abre este espacio a la buena crónica, perfil, historieta, diario de viajes, testimonio, fotografía, fotoreportaje y otros vicios. Pueden enviar sus aportes a: rascacielosrevista@gmail.com. Las publicaciones estarán sujetas al criterio del comité editorial que se comunicará con la autora o autor.

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JOAQUÍN CUEVAS es dibujante, hace cómics y animación. Es profesor universitario y propietario de la librería La Viñeteca.

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Texto y foto Ismael Carvajal Vogtschmidt

Av. Villazón, Sopocachi, La Paz

Pasado y modernidad

i lo llamamos moderno, es el primero. Siempre he sentido que nos abre la puerta a Sopocachi. Que su presencia es una especie de frontera que desde la arquitectura va conduciendo a un nuevo barrio. Al mirarlo hoy, me pregunto sobre su futuro, miro su entorno y reflexiono sobre ese ritmo y esos constantes cambios que nos hacen olvidar que nuestro pasado también importa. Sus paredes descascaradas y sus fachadas saturadas de grafitis pueden verse reflejados en los cristales de los edificios del

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frente que casi contraponen su presencia y su razón de ser y estar. Sus líneas depuradas y su simplicidad transforman diariamente el tráfico y el paso apresurado de los transeúntes en tranquilidad y armonía. Impresiona su fuerza, su manera de decir que está ahí, y que tiene todavía mucho para dar, que el tiempo no puede con él, que se mantiene humilde viendo como la ciudad crece, avanza, se hace más densa, y que, desde el silencio, replantea su lugar en los nuevos tiempos.

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GLOBO DE DIÁLOGO Joaquín Cuevas Tellería

Hacer una novela gráfica

rimero, hay dos posturas respecto a lo que es una novela novela gráfica al año. Sus obras tienen temáticas diversas y se vengráfica. Desde un punto de vista autoral, es algo similar a den muy bien, pero no podrían considerarse novelas gráficas porque una novela literaria: una obra ficcional extensa, que perno tienen la extensión necesaria para desarrollar, como se dijo, permite un desarrollo minucioso de sonajes y argumentos complejos. personajes y argumentos. Desde Tal vez podríamos asociarlos más un punto de vista editorial, es más con el formato álbum europeo, que un asunto de formato. Si tiene más consiste en obras ficcionales de hisde 100 páginas, es novela gráfica, torieta de 48 a 64 páginas, que tiepues muchas editoriales venden nen en su estructura mucho en cocompilaciones de historietas cormún con un cuento literario largo. tas o de tiras cómicas bajo ese térEn Bolivia lo más cercano que mino. tenemos a una novela gráfica es El término, aunque lo propuso Periférica Blvd. (2014), una adaptaun autor (Will Eisner) ha sido una ción de la novela de Adolfo Cárdeherramienta valiosa en el mundo nas realizada por un equipo algo editorial para insertar obras de cónumeroso (y muy prestigioso) de mics en espacios que gozaban de autores: Susana Villegas, Álvaro mayor prestigio que las comiqueRuilova, Oscar Zalles, con la colaborías y los quioscos, como librerías, ración de Mariana Ruiz y hasta Marconcursos literarios y fondos de foco Tóxico. Es extenso en páginas y mento. También ha servido como tiene un trabajo arduo de dibujo y un medio de liberación para aquecolor, pero tal vez lo que le falta pallos a quienes les daba vergüenza ra ser una novela gráfica es una imdecir que leían cómics. pronta autoral. La personalidad que Como autor, yo encaro el trabatiene la obra original se pierde por jo de hacer una novela gráfica comuchas malas decisiones, como mo lo primero, algo que toma unos por ejemplo el haber sacrificado el cuantos años para desarrollarse y lenguaje particular original de sus que, cuando se inicia, no se sabe la personajes en los diálogos de la forma que tendrá. Es lo opuesto a versión en cómic, tal vez por una lo que pasa cuando se hace histodecisión de los editores para hacer En la Guerra del Chaco (2015) rietas cortas, generalmente apunun producto más legible. tando todos los elementos a clímax Encarar una novela gráfica es argumental, con una idea clara de la forma final de la obra. un reto gigante. También es un presupuesto enorme, pero seguraRafaela Rada (dibujante) y Corven Icenail (guionista) son una mente habrán editoriales dispuestas a invertir en ello si un autor pareja prolífica de historietistas que se enorgullecen de sacar una aparece, al fin, con lo que sería la primera novela gráfica boliviana.

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A G E N D A LA ESCOBA esCULTURAL Claudia Daza

Para recibir al invierno

A LO ESTAMOS SINTIENDO, donde ya llega; lo sabe el cuerpo, nuestros huesos, nuestras narices; pero el frío no nos impide festejar al invierno, esta estación que nos hace valorar el calor artístico. Aquí algunas provocaciones para abrigarnos con nuestros ponchos y seguir saliendo a disfrutar de los artistas. Con toda esa experiencia helada tenemos a los chicos y chicas de El Alto que vienen a la ciudad de La Paz para mostrarnos la corta temporada de la Orquesta Filarmónica de El Alto. El 16 y 17 de junio podremos disfrutar de la batuta del maestro Freddy Céspedes, quien nos provoca junto a sus 36 músicos con vientos, contrabajos, violas y violonchelos en las tablas del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez. Para aquellos que quieren ir calentando para tanguear con Astor Piazolla, tenemos la propuesta de Silencio Cromático que nos hace del feriado un día para viajar por las diferentes épocas del tango, desde la Guardia Vieja hasta el Tango de la actualidad, además de las composiciones propias del conjunto. El

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FOTO ERNESTO CARDOZO

TANGO Concierto de Silencio Cromático / LA PAZ / 21 de junio / 21:00 / Centro Cultural Thelonius / Final San Jorge. encuentro será el 21 de junio en el Centro Cultural Thelonius. Ya para el día siguiente, el 22 de junio, en el Cowork, tenemos la propuesta de dos trovadores, también en la ciudad de La Paz. Se trata de un Mano a Mano entre Christian Benítez y Mauricio Mon te ro, quienes compartirán a dos voces y guitarras varias canciones de su repertorio personal, como también una selección de canciones de la Nueva Trova y la Canción Latinoamericana. Dentro del concierto intercalarán sus composiciones con canciones de Silvio Rodríguez, Sui Generis, Santiago Feliú, Vóctor Jara, Savia Nueva, entre otros.

Para los silenciosos y taciturnos poetas jóvenes, llega una provocación de escritura. Se trata de la convocatoria del Concurso de Poesía Pablo Neruda 2 0 19, organizado por la F un d a ci ó n Pablo Neruda (Chile) y proyecto mARTadero (Bolivia) a través de La Ubre Amarga y la Editorial Yerba Mala Cartonera. Participan autores que tengan entre los 18 y 30 años. Las postulaciones se reciben en laubreamarga.mar tadero.org, hasta el 25 de julio. Uno de los premios es formar parte del Encuentro Internacional de jóvenes escritores en Valparaíso. Así que a escribir, jóvenes poetas . DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

OTROS ANTOJOS LA PAZ Presentación de nuevo libro de Alison Spedding / 19 de junio / 19:00 / Museo Nacional de Etnografía y Folklore / c. Ingavi Nº 916. esq. Genaro Sanjinés. La socióloga e investigadora inglesa, radicada en Bolivia, nos presenta una investigación que intenta explicar las luchas históricas de los cocaleros del Chapare, no sólo desde una visión político-sindical, sino desde la visión práctica y económica.

MÚSICA CLÁSICA Concierto de la Orquesta Filarmónica de El Alto / LA PAZ / 16 y 17 de junio / 19:30 / Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez / c. Genaro Sanjinés.

TROVA Mano a mano entre Christian Benítez y Mauricio Montero / LA PAZ / 22 de junio / 20:30 / Cowork / c. Claudio Aliaga Nº 1239 / Reservas: 62500015.

World Goth Day / 22 de junio / 19:30 / Los Rockodrilos / c. Claudio Pinilla 1648, Miraflores. Se trata de una celebración a nivel mundial en la que se realizan eventos góticos en diferentes partes del mundo simultáneamente, con la finalidad de exponer la música y las diferentes producciones de la subcultura gótica en cada país. En este caso tendremos mesas de debate sobre literatura de terror, exposiciones fotográficas, proyecciones de video y música post punk, under new wave y DJ’s goth rock. BENI MUNICIPIO DE MAGDALENA / BENI / Exposición del museo portátil / del 22 al 30 de junio / Municipio de Magdalena / Provincia Iténez, Beni. El proyecto del museo portátil visita en esta ocasión el Municipio de Magdalena, Provincia Iténez (Beni) con una exposición de tejidos, cerámica, arte plumario y máscaras. SUCRE Concierto de Animal de Ciudad / 22 de

POESÍA Concurso de Poesía Pablo Neruda 2019 / BOLIVIA / Envío de poemarios hasta el 25 de julio / Info: laubreamarga.martadero.org. DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

junio / 22:00 / Planeta Rock / c. Azurduy Nº 151 / Info: 77139049 La gira Fantasmas de Animal de Ciudad llega a la capital. Abrirá el evento la banda de la casa, Rifle.

PARA VIAJEROS BOGOTÁ Exposición Bodies / Hasta el 25 de agosto / De 8:00 a 23:00 / Zona 7 de Unicentro / Ak. 15 #124-30, Bogotá. La exposición científica y educativa que exhibe cuerpos humanos reales y que ha estado en más de 40 países, vuelve a la ciudad colombiana. Los visitantes podrán observar órganos y cuerpos reales que han sido cuidadosamente conservados a través de la plastinación. Ofrece una visita guiada por profesionales de la salud que mostrarán la diferencia entre un órgano afectado a causa de alguna enfermedad y otro que no. MADRID

Exposición Velázquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines / Del 25 de junio al 29 de septiembre 2019 / Museo Nacional del Prado / Parque El Retiro. A propósito de los festejos de los 200 años del Museo del Prado se presenta esta exposición dedicada a la pintura holandesa y española de finales del siglo XVI y del siglo XVII. Para comprobar estas similitudes, contará con destacadas obras de artistas como Velázquez, Rembrandt, Ribera, Frans Hals y Vermeer.

PARA COMPRAR ANTICIPADAMENTE: Superticket: Tributo a Roberto Carlos, Lola Cabaret, Pagliacci, Homenaje a The Gathering. Burger King El Prado: Piazolla plays Piazolla, Draco Rosa. www.paginasiete.bo

CIUDAD Texto y fotos Marco Basualdo

Luxor y el rock de la calle En medio de cumbias, folklore y música tropical, resuenan en las calles los riffs rockeros de una guitarra eléctrica. ¿Quién la toca, hoy, recordándonos los clásicos de hace décadas?

NA DE LAS PRIMERAS frases que aprendió a pronunciar fue Pink Floyd. Rondaba los cinco años y la melodía de In the Flesh (En la carne), a la que accedió mirando la película The Wall (El Muro) entre los VHS de su padre, Blas, fue el cable que lo enchufó al género que le había cambiado el ritmo al planeta desde mediados de siglo XX: el rock. El pequeño Luke, bautizado así en homenaje al rubio protagonista de Star Wars (La Guerra de las Galaxias), quedó impresionado por los dibujos animados de Gerald Scarfe y el ritmo de marcha militar con la que inicia aquella canción compuesta por el genio de Roger Waters. Y así, de esta inocente manera, el niño de la periferia empezaba su incursión por el ritmo de los altos decibeles y lírica de in-

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conformes, que hoy lo tiene como uno de los llamados a ponerle música a las congestionadas rutinas del hoyo paceño bajo el seudónimo de Luxor. Nació en el año 2000 y la ladera de Achachicala fue su cuna. Desde este sector periférico, la emergente ciudad se ve como una devoradora de sueños. Y en ese su corto andar, las cosas sonaban un tanto difíciles, pues el joven matrimonio Pacheco–Valencia recién se había formado, encontrando cobijo en la casa de la abuela que no contaba con opulencias, pero eso sí, recuerda Luke, conservaba esas cosas simples que forjan la vida. En ese ambiente, Luke empezó con sus años de formación en el kínder Litoral, donde ya se mostraba como un niño extrovertido que participaba en las horas cívicas bajo el tinglado que amenazaba con levantar vuelo en los días de viento extremo. A los seis comenzó la primaria destacando en lenguaje, matemáticas y educación física, y si bien la DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

Algunos datos para matizar la velada de hoy

Otra ocurrencia fue anunciar que darían un premio a la película más popular pero, ante las reacciones, cancelaron la idea.

carencia carencia no no fue fue esquiva, esquiva, “yo “yo era era feliz feliz con con lo lo que que tenía”, tenía”, dice. dice. Por Poraquel aquelentonces, entonces,su supadre, padre,quien quiense seganaba ganabala lavida vidacomo como mecánico, mecánico,también tambiénse sededicaba dedicabaen ensus sushoras horasextras extrasaaotras otrasafiaficiones cionescomo comola laartesanía artesaníay,y,sobre sobretodo, todo,aaescuchar escucharlo lomás másclásiclásico co del del rock. rock. Así, Así, la la curiosidad curiosidad innata innata del del hijo hijo fue fue grabando grabando en en esa esa mente mente fresca fresca nombres nombres de de grupos grupos yy canciones, canciones, lista lista que que hahabría bríade deincluir incluiraalos losmejores mejoresexponentes exponentesdel delrock rockprogresivo progresivode de los los 70: 70: Jimi Jimi Hendrix, Hendrix, Cream, Cream, Pink Pink Floyd, Floyd, Deep Deep Purple, Purple, Led Led Zeppelin, Zeppelin, Black Black Sabbath, Sabbath, Uria Uria Heep, Heep, Rainbow… Rainbow… El Eltiempo tiempofue fuepasando pasandoyyaalos los15, 15,ya yaen ensecundaria, secundaria,él élmismo mismo asegura aseguraque queera eraya yaun unrockero rockeroformado. formado.A Aesa esaaltura, altura,los losviejos viejos VHS VHShabían habíandado dadolugar lugaral alflash flashmemory, memory,aala ladiscografía discografíainfinita infinita de de YouTube, YouTube, yy también también aa los los anhelos anhelos por por aprender aprender aa interpreinterpretar tar tan tan sólo sólo uno uno de de aquellos aquellos temas temas que que estaban estaban comenzando comenzando aa quitarle quitarle el el sueño sueño yy aa hacerle hacerle comprender comprender DOMINGO DOMINGO 16 24 16 DE DE JUNIO JUNIO FEBRERO 24 24||1108|19 99

Y la tercera decisión revocada fue la participación del comediante Kevin Hart como anfitrión de la ceremonia, quien tuvo que hacerse a un lado después de sus despreciables comentarios homofóbicos. Hasta ahora no parece que haya un reemplazo. Jorge Antonio Guerrero, actor de Roma, acaba de obtener la visa para ir a Estados Unidos a participar de la ceremonia, luego de tres solicitudes negadas. La cuarta fue la vencida. Jason Momoa y Emma Clarke, actores de la esperadísima Juego de Tronos, están entre los presentadores de la gala. Isabel Navia www. www.p paag giinnaassiieete. te.b boo

FOTOS SHUTTERSTOCK

a Academia ha tomado varias decisiones para luego retroceder debido al enorme rechazo que éstas han provocado. Por ejemplo, su intento por entregar los premios a mejor fotografía, montaje, cortometraje de ficción, maquillaje y peluquería durante los cortes comerciales de la transmisión en vivo, como si fueran categorías menores.

CIUDAD

los bemoles de un mundo imperfecto. Luke ya había asimilado la contracultura del rock. Así, en el 2017, a punto de celebrar un nuevo cumpleaños como cada 28 de octubre, el adolescente rechazó los juegos electrónicos, ropa o cualquier otra posesión a cambio de una guitarra eléctrica, como esas que veía tocar a los que ya eran sus ídolos. “Era un miércoles, lo recuerdo muy bien, vine del colegio y había como un aire de suspenso en mi casa. Pero mis padres no me decían nada y cuando ya me iba a dormir, un poco decepcionado, mi papá me mandó a buscar algo en la mesa. Cuando me acerqué vi una caja grande y bueno, me di cuenta de que era mi regalo, una guitarra”, recuerda el joven músico. Aquel instrumento lleva por marca Ibanez, color negro, que hoy en día sigue siendo su patrimonio más preciado. Emocionado con el obsequio, Luke se propuso aprender hasta el más mínimo detalle de aquel nuevo

Hombre de hierro La primera canción que aprendió a las pocas semanas de asumir las clases online lleva la autoría de Osbourne, Iommi, Ward y Buttler, los Black Sabbath creadores de uno de los himnos del heavy metal titulado Iron Man (Hombre de hierro). El diamante loco estaba ahí, sólo había que pulirlo. Y luego, el debut solitario en su colegio Eloy Álvarez, donde la estridencia no fue del agrado de profesores y parte del alumnado. “Me echaron en cara que por qué hacía música en inglés en vez de tocar música folklórica”. Pero también hubo de aquellos que empezaron a admirar su conocimiento y destreza. “¿Dónde has aprendido?, ¿quién te ha enseñado?, ¿qué grupos son esos?” De esta manera conoció a otros muchachos que también estaban interesados en aprender a tocar la guitarra y a otros que querían cultivar el género rockero. Y, por un lado menos deseado, a algunos vecinos de su nuevo barrio Ciudadela Ferroviaria, que le pedían bajar el volumen y evitar tocar de noche.

juguete, y como las posibilidades no se lo permitían, descartó un profesor o algún instituto, optando por los tutoriales que se cuelgan en redes y las clases privadas en soporte DVD. De esta manera alcanzó una formación autodidacta, aunque en un principio no le resultaba tan fácil como pensaba. “Yo decía ‘enchufo al parlante y listo’, pero había que aprender a afinar y tampoco es que se enchufaba a cualquier lado. Ahí aprendí sobre los amplificadores, que los mejores habían sido Marshall, Behringer; que había habido pedales con efectos y demás cosas para sonar mejor”. Para colmo, Luke es zurdo y jamás sospechó que se podía cambiar las cuerdas de la guitarra para hacer más sencilla su ejecución. “Me enteré un poco tarde que se podían cambiar las cuerdas, pero ya no quise hacerlo. Hice la prueba alguna vez de tocar como zurdo, pero me molestaba el plug que se enchufa al otro lado. Así que me volví diestro nomás”.

Con esa pequeña fama a cuestas, Luke intentó formar un grupo junto a algunos músicos que, a diferencia del guitarrista, tenían la intención de incurrir en el ámbito de la cumbia, ritmo que era más gratificante a la hora de generar ingresos. Pero no se sentía cómodo con esos compases ni la cadencia tropical de aquellas armonías. “Nunca congeniamos, lo más rockero que tocamos fue Green Day y Soda Stereo. Pero eso no era lo que yo quería”. Aquella agrupación se llamó Spark y tuvo algunas presentaciones en el colegio, como la Fiesta Zombie, hasta que les llegó el momento de ejercer el Servicio Premilitar alternado con los estudios, motivo por el cual la banda finalmente dejó de existir. Pero Luke no podía con esa su inclinación por el rock. Y como ya tenía un repertorio de alrededor de 40 canciones, pensó en hacerlo como solista. Fue así que recurrió a las pistas de acompañamiento con las que ensayaba,

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aprendió a cantar en un inglés básico y, animado por su padre, eligió Luxor como nombre artístico para empezar a tocar en la calle. “Otra de las grandes motivaciones fue el dinero. Yo veía como algunos músicos extranjeros se instalaban en las plazas y pasaban el sombrero y ganaban nomás su platita. Tenía mucho miedo acerca de lo que podía pasar, pero también era consciente de que así me haría conocer”. El debut callejero se dio en la celebración de Hallowen del 2017, en un barrio que desconocía, pero por referencias sabía que era de potentados y que por ello suponía le iría bien. “Me dijeron que en San Miguel se hacía como una feria por esa fiesta y que la gente salía de compras y regalaba cosas. Bueno, no me fue tan bien que digamos, en el sombrero donde recaudaba había más dulces que monedas”, recuerda entre risas. Pero Luke ya había perdido el miedo a la multitud y de ahí en más se instaló en otras arterias de la hoyada como el Prado,

aquellos fanáticos del rock que reconocen los himnos que Luxor interpreta y, conmovidos por lo que presencian, suelen hacer pedidos a cambio de una buena remuneración. “Una vez un señor me pidió un tema y me regaló 50 bolivianos, en otra ocasión un ‘gringo’ me dio un dólar”. Incluso aquellos que comparten la sobrevivencia de Luke se han mostrado generosos, como un lustrabotas y hasta un barrendero municipal que aportaron lo suyo muy agradecidos por esos minutos de rock. “Habían sido rockeros, yo ni me imaginaba”. Pero también hay de esos que quieren reestablecer el orden en una ciudad de por sí caótica, que invaden y solicitan el pasaporte para desplegar un poco de arte. Entre ellos la Guardia Municipal, que le exige un permiso especial para tocar en vía pública, el cual ya intentó obtener, pero que resulta un trámite demasiado engorroso; o la Policía, que supone que por ser rockero podría andar en algo sospechoso. También están los

el atrio del Palacio de Comunicaciones, y la Plaza Mayor, también conocida como San Francisco, su principal escenario hasta hoy. Allí, armado de una guitarra, parlante, micrófono, flash con medio centenar de pistas y una cajita de cartón para las contribuciones, este joven rockero ha pasado jornadas en las que se codea con gente de a pie, alguno que otro turista y también colegas que buscan sobrevivir con su arte callejero y volátil. Todos ellos, músicos, bailarines, cómicos y pintores, reconocidos por el Comité Cívico Pro La Paz que ha trabajado en el proceso de institucionalización para convertir al colectivo en personalidad jurídica. Son una gran familia que, así como en las mejores, también presentan sus diferencias y desencuentros. “Hay que tratar de hacer llevadera la convivencia. Hay otros artistas que también utilizan parlantes y no podemos saturarnos entre nosotros, otros que creen que ése es su lugar, por ejemplo”. Según cuenta, también suelen aparecer

comerciantes sindicalizados que de acuerdo al estado de ánimo a veces le dan vía libre a su actividad y en otras no, “es que no les gusta la música que hago, si fuera folklore sería distinto”. Y está también esa parte del público que hace complicada la faena “como algunos borrachos, que se ponen cargosos. Una vez, uno quería cantar y no lo dejé, y al final me echó con su trago”. Luxor sueña con hacer rock como en las mejores épocas de este género reñido con lo establecido, aunque admite que las bandas actuales no son lo mismo, “de ahora me gusta Muse, pero nada más. Lo mejor se hizo en los años 70”, dice. Y mientras planea hacer realidad aquel anhelo, continúa rockeando al aire libre cuando el tiempo se lo permite. Su público no es numeroso. Pero son rockeros de cepa. Como Luke.

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Para contratos o contactar con Luxor: cel. 65555900 www.paginasiete.bo

E S P E C I A L CRONIQUITA / PRIMER TIEMPO Boris Miranda

Los

excombatientes

del 94

Describir nuestra guerra futbolera más importante comienza en el rostro pintado de un niño, en un hotel humilde, en los bigotes inolvidables del general, en los botines de 24 soldados, en los fusiles rojo, amarillo y verde de millones de hinchas bolivianos, en el grito de guerra frente a nuestros televisores y sobre todo en las historias de aquellos que lloraron, que se abrazaron, que soltaron disparates y también se dieron una paliza en medio de los festejos. Hablar del Mundial 94 y nuestra participación es hablar de lo que pasó antes, durante y después de los partidos. Es irnos al pasado y narrar como en sus momentos lo hicieron aquellos que gritaron gol, pero sobre todo “Mi Bolivia, mi Bolivia”, sin importar el resultado.

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Volveremos ¿Por ¿Por qué vol volvvemos una y otra otra vez vez a este pasa do? Nos sobran los motiv pasado? motivos. os.

O VENGO de un tiempo en el que a Venezuela le marcábamos siete goles casi sin despeinarnos. Un tiempo en que era posible que Bolivia meta los tantos de la victoria sobre el final en lugar de recibirlos siempre. Vengo de una época en la que

los flaquitos que jugaban de verde eran capaces de jugar sin complejos y derrotar a monstruos como Francescoli, Raí, B e b e t o, A g u i n a g a , S o s a , S i b o l d i , Fonseca, Branco y tantos otros. Yo vengo de un tiempo en el que cuando se mencionaba a la Selección Nac io na l, h ab l ába mo s e n pr im e r a persona del plural. Porque así nos nacía. De un tiempo en el que recibíamos al equipo en el aeropuerto, incluso en las derrotas, y lo acompañábamos hasta ese hotel humilde e inolvidable que quedaba frente a la plaza de San Pedro. De una época en la que el Uruguay del Enzo necesitaba 15 minutos de adición y un árbitro deshonesto para ganarnos en el Centenario. Cuando el estadio se llenaba todos los domingos y los cantos eran una genuina expresión popular. DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

FOTO TOMADA DEL LIBRO “EL SALTO AL FUTURO”

No es un invento, aunque ahora no me crean los apáticos quinceañeros que prefieren chatear desde sus celulares todo el día. Es triste, porque esta generación ni se debe imaginar algo parecido a lo que yo viví en mi niñez. Tal vez por eso son más felices siguiendo todas las novedades del Barcelona en Facebook. Y por eso se compran poleras de Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar cuando antes nos peleábamos por quién jugaba de Etcheverry, Baldivieso o Erwin Sánchez. No, no quiero que usted piense que me aferro a un pasado que definitivamente ya fue y está muy muy lejos. En otra galaxia. Escribo estas líneas con la misma alegría con la que he recordado aquellos inolvidables meses de 1993 en tantas ot ras opor t unid ades con amigos y familia. En un ejercicio sano y necesario DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

de alegre nostalgia. En un café, en mitad de un viaje o en una tarde de cervezas. Casi siempre es igual. Yo arranco con el cuento de la pérdida de mi entrada para el partido de Bolivia con Brasil, otro sigue con el recuerdo de su (inoportuna e interminable) primera comunión a minutos del pitazo inicial y alguien más aporta con la anécdota de su pesimista padre que abandonó el Siles después de que fallamos el penal y se perdió los minutos de felicidad más incalculables e indescriptibles que se pueden vivir en un estadio de fútbol. Al final todos rematamos rememorando hasta el número de la gradería en la que nos encontrábamos ese 25 de julio en el que le metimos dos goles a Taffarel sobre el final. Ya he perdido la cuenta de las veces que nos ganaron así en todo este tiempo y

no encuentro una sola vez en la que nos tocó festejar al cierre en los últimos 25 años. Siempre nos cayeron las pálidas en los minutos finales en estas dos décadas. No importa. No creo que ningún otro país le hay podido ganar así a Brasil en la historia. Con drama, llanto y felicidad infinita. No puedo recordar un equipo que deba dejar a Ramiro Castillo en el banco de suplentes porque al verde césped (Labruna dixit) saltaban Etcheverry, Melgar, Baldivieso y Erwin Sánchez. No encuentro un jugador con la estampa de José Milton. ¡Parece que hoy podría seguir jugando! No veo a nadie que despierte tanto cariño como el Loco Trucco o que ponga el sacrificio del capitán Borja y Vladi Soria. ¿Y me preguntan por qué volvemos una y otra vez al pasado? Me sobran los motivos. www.paginasiete.bo

FOTOS TOMADAS DEL LIBRO “EL SALTO AL FUTURO”

CRONIQUITA

Mi viejo me llevó a todos los partidos, después sacaba el carro y con toda la familia íbamos a meternos en embotellamientos infernales en el Prado para gritar con el resto del país que celebraba. Un rato después pasábamos por el Max Inn para conseguir autógrafos de los 24 héroes. Eran mucho más que jugadores. ¿Eduardo Abaroa, Simón Bolívar? Nada. Para los chicos nuestra referencia más cabal de patriotismo era el caño de Platiní a ese pobre uruguayo que todavía debe recordarlo. Ni qué decir de la corrida de El Diablo para el primer gol a Brasil, que hoy aún creo que es una verdadera patriada. ¿Todavía usted no cree que tenemos el derecho y la urgencia de recordar aquellas jornadas? Bueno, sigamos. Después de la venganza d e l s c ra t c h e n Re c i f e , é r a m o s cientos en el aeropuerto para recibir el equipo. “No pasa nada, no pasa nada. Muchachos los queremos en las buenas y en las malas”, cantábamos entusiastas. ¡Y nos habían metido seis goles! ¿Usted puede imaginar eso ahora? Usted que sabe bien que ahora es más certero y cómodo ser “real ista” y “consciente”, que no son más que palabras para encubrir al pesimismo y la apatía. Es fácil resignarse, así nunca te decepcionas. Que feo debe ser vivir así. ¿Otra razón para siempre volver atrás? Bueno. La indignación por el robo en Montevideo fue una de las afirmaciones de dignidad, autoestima y amor propio más hermosas en una década en la que casi estaban prohibidas las utopías. “Nosotros también tenemos derecho a soñar”, dijo el vasco Azkargorta y todo el país lo creía junto a él. Todos soñábamos con el mundial. ¡Y hasta Fidel Castro se enganchó con la selección! Es por eso que somos tantos los que disfrutamos con volver una y otra vez a

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aquellas jornadas. Porque todavía no creo posible que pueda haber tenido una infancia más feliz que la que me dieron mis viejos y mi Selección. Porque mien-

tras recordamos, cal lad itos y tímidos, mis amigos y yo soñamos con volverlo a vivir. Y tengo la absoluta certeza de que no somos los únicos que nos volvemos a ilusionar una y otra vez. Yo lo celebro y lo defiendo, no me importa que me digan ridículo y trasnochado. Seguimos. Reivindico recordar porque cada vez que rescatamos esos momentos volvemos a creer que es posible. Algún día volveremos a nuestro templo, a nuestro querido Siles, y Ramallo volará para siempre en palomita perfecta para marcar el primer gol. El 10 del equipo lanzará un globito que ridiculizará a toda Venezuela, que volverá a recibir siete goles, y Bald iv i e s o fe s te j a r á h aci e n d o e l avioncito. Volveremos a ver a Cristaldo frenando de una sola barrida a todos los cracks brasileños y Melgar sonreirá tranquilo, a la espera del instante preciso para clavar un pase que rompa con la geometría euclidiana y lo deje a Platiní sólo para perforar la red con un misil disparado con su pierna derecha. Y Trucco lo festejará con la hinchada en el alambrado. Y nos encontraremos otra vez en el Prado. Y volveremos a recibir al equipo en el aeropuerto. Así será algún día, no lo dudo. Ve i n t i s é i s a ñ o s n o s o n n a d a p a r a matarme la ilusión. Y cuarenta tampoco lo serán. No me lo perdonaría. ¡Volveremos! DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

CRONIQUITA / SEGUNDO TIEMPO

ILUSTRACIÓN VALENTINA VILASECA / DGR-UCB

Martín Díaz Meave

La pérdida del glamour (23 de junio de 1994) DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

San Juan, el segundo partido del Mundial y una reunión familiar. La combinación ideal para sacar al hincha interno, cueste lo que cueste. www.paginasiete.bo

CRONIQUITA

@!$*!”#

HABÍA ALGUIEN en Bolivia en 1994 que no estuviera hablando de fútbol? El país tenía al fin una selección que ganaba y daba espectáculo, un equipo que había unido a la gente. No había boliviano que no estuviera sacando pecho; su selección iba a jugar su primer mundial por mérito propio y lo iba a hacer ante los ojos del mundo, en la apertura misma del torneo contra Alemania. Los hinchas que vamos cada domingo al templo a comulgar a techo abierto estábamos desbordados por la cantidad de conversos a nuestra religión. Todos querían saber más. ¿Qué es el 5–4–1? ¿cómo es eso de jugar con enganche o sin enganche? Y ante todo, ¿se va a recuperar Etcheverry? El Diablo había sufrido en noviembre una rotura de ligamento cruzado anterior. La lesión le daba muy poco margen de recuperación antes de que comience el torneo. Finalmente, entró en el segundo tiempo contra Alemania, solo para ganarse minutos después la tarjeta roja. Pero esta historia comienza más tarde. Alemania nos había vencido y era menester ganarle a nuestro siguiente rival, Corea del Sur. Lo poco que sabíamos era que se destacaban por su velocidad. Yo estaba en la universidad y había comenzado a trabajar. El estar llevando una vida laboral de medio tiempo me había alejado de los estudios. Mi hermana mayor, por el contrario, estudiaba con ahínco y adelantaba materias cuando era posible. Se había arreglado con un chico de su curso, Javier,

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quien era una figurita: educado, correcto, caballero de los de antes. Acercaba la silla, abría la puerta, saludaba con cumplidos, se aparecía con una rosa sin que fuera una ocasión especial, un dije. Un tipo insoportable, el tal Javier. Ambos eran, además, excelentes estudiantes. Tenían ya dos años de estar juntos. Por ello no me sorprendió que un día Paty se apareciera con una idea. — El Javi dice que vayamos a su casa a ver el partido contra Corea. Como es justo la noche de San Juan, después nos quedamos comiendo hot dogs, y de paso los conoces a sus papás, que son re buenas gentes. Sólo te pido una cosa; comportate por favor, yo sé cómo te pones con el fútbol. Era miércoles y San Juan. Se sentía el doble ambiente de fiesta, los fuegos artificiales en la calle asustaban más de lo debido por los nervios reinantes. Las oraciones por La Verde se elevaban al cielo junto al humo saliendo de las ollas donde los embutidos se ponían a punto. A San Juan, santo patrono de la salchicha, le rogábamos que nos ayude a ganar a los coreanos que habían fabricado las teles donde ahora veíamos a nuestro equipo. Llegamos a la casa de Javier con media hora de anticipación y me alegré de saber que la familia era atigrada de tradición. Hechas las presentaciones, esperamos el inicio del encuentro. Yo era un manojo de nervios. Desde el inicio, los surcoreanos mostraron que iban a ser un hueso duro de roer. Nuestra defensa parecía nerviosa y un par de regalos en el área fueron desaprovechados por los delanteros asiáticos. Una subida y gambeta de Cristaldo derivó en un centro que Baldivieso desvió ligeramente de cabeza frente al arco. Yo me apretaba los labios para contener DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

#$/ al hincha interior. Una llegada del 18 coreano, H.S. Wang, dejó a Trucco mal parado y puso el arco a disposición de los arietes surasiáticos. Me mordí la lengua para no echarle mil maldiciones a nuestra zaga, que no hacía pie en el campo. Por suerte, la puntería oriental dejaba bastante que desear. Tiro libre para Bolivia y Erwin Sánchez cuela un misil en el ángulo… pero el portero Young dice no y saca una pelota increíble, con destino de gol. Yo quería estallar. La mirada inquisidora de mi hermana pesaba sobre mí como una colección de cuchillos; “cuidado con lo que vas a decir a continuación”, me decía sin decirlo. Parecía estar más atenta a mí que al fútbol. El partido era de baja calidad, pero esto no le restaba la emoción para nosotros. Se acercaba el final y ningún equipo tenía la precisión para abrir el marcador. Y de repente ocurrió. Corrían los primeros minutos de adición. El arquero coreano saca de meta y lo hace tan mal, que la pelota le llega mansita a Baldivieso, que estaba delante del arco, solo. Abrimos nuestros ojos, preparamos las gargantas… y vimos cómo la pelota se iba arriba, lejos. Como un resorte suelto, salté de mi asiento al centro del living. — ¡PERO, NOOO! HIJO DE… Los epítetos que siguieron a continuación, irreproducibles a riesgo de que no me publiquen, se cortaron pronto. De repente me vi solo, tieso, congelado como un glaciar. En la tele el relator narraba los últimos segundos del partido, pero en la sala de nuestros anfitriones había un silencio tenso. Mi DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

La mirada inquisidora de mi hermana pesaba sobre mí como una colección de cuchillos; “cuidado con lo que vas a decir a continuación”, me decía sin decirlo. Parecía estar más atenta a mí que al fútbol. hermana combinaba sus deseos de ahogarme en la bandeja de chucrut con sus ganas de desaparecer del planeta en ese mismo instante. Todas las advertencias inútiles, todo el glamour roto como cristalería en una fiesta de elefantes. El árbitro escocés Mottram pitó el final. Mi cabeza me dolía, tal vez por el riesgo que corría de perderla en las manos vengadoras de mi hermana. Me despedí de nuestros anfitriones. — Mil disculpas… — Bah, hombre, son cosas del fútbol –me respondió condescendiente el dueño de casa. El fútbol, esa emoción masiva y popular, tiene por paradoja esa contraparte íntima y personal que hace que desnudemos nuestra alma por él. El anonimato del que disfrutamos al estar en medio de una tribuna es como una coraza desde la cual entramos en catarsis personal; eso es lo que hace que quienes nos desgañitamos gritando en las graderías salgamos del escenario en estado de gracia, con el peso del mundo alivianado en los gruñidos de una derrota o en los gritos festejantes de la victoria. En adelante tuve más cuidado en responder a esa sencilla propuesta de “vamos al fútbol”, porque comprendí que ese momento se había vuelto, contra toda comprensión, en algo íntimo. Este texto se publicó originalmente en Marcación Personal: Crónicas de un hincha, Editorial Gente Común, La Paz, 2013 www.paginasiete.bo

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CRONIQUITA / ALARGUE Willy Camacho

ILUSTRACIÓN VALENTINA VILASECA / DGR-UCB

Tres lapos por Bolivia La euforia fútbolera no es sólo alegría. Incluye afecto, sí, y también peleas. Y aunque se crea que no se vuelve a caer en esto, es inevitable. Así se vivió desde las previas hasta nuestra gran batalla del 94.

UE DE REPENTE, de sorpresa, como dicen por ahí, me madr ugaron. Sentí el impacto en el rostro y, literalmente, vi estrellitas. Es que, a esa hora, y con mucho alcohol en la mente, uno queda aturdido con facilidad. Apenas atiné a levantar los puños, sin saber ni siquiera hacia quién, porque había unos tres tipos frente a mí. Yo veía borroso, el sopapo me había dejado el ojo izquierdo malogrado, lagrimeante, y para colmo, los tres tipos lucían igual, jeans y polera verde, de la selección boliviana para ser más específicos. Hasta llegué a dudar de mis sentidos y pensé que quizá estaba viendo triple. Y antes de que la pelea se desatara en serio, mi amigo Bismarck acudió al rescate, me

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tomó del brazo y me sacó de ese enredo, de aglomeración de gente que se golpeaba sin motivo. Desde la acera del frente, casi por la puerta de Pollos Copacabana, ya más sereno, pude contemplar el caos: ahí, junto a la fuente del Prado, había una batalla campal, todos contra todos, o mejor dicho, amigos contra amigos, ya que todos eran del mismo equipo, todos lo éramos ese día, todos lucíamos casacas verdes y habíamos ido ese lugar para festejar la victoria de Bolivia contra Uruguay en las eliminatorias mundialistas del 93. Borracho aún, y viendo que Bolivia estaba en una pelea, no pude contener y grite: “Bo–bo–bo…”, pero no pude terminar porque Bismarck me puso un cable a tierra: “No sea huevón, esos te acaban de pegar, pelotudo”. Así es el cariño entre verdaderos amigos. Es que las borracheras grupales, masivas, tienen varios momentos: primero, la euforia colectiva, pero individual. Hay pequeños grupos, todos alegres, pero separados, grupitos de amigos festejando, y de rato en rato, arengas comunes (“Viva Bolivia, Bo–bo–bo”, etc.). Luego, cuando los más prudentes se han ido y los grupos son menos numerosos, comienza a formarse un gran grupo, el de los más bullangueros. Ahí, nadie conoce el nombre del otro, pero son “hermanos”, hablan como si fuesen amigos de toda la vida, quien no conoce esta dinámica podría jurar que es toda una promoción de colegio que se ha reunido a festejar en la calle, pero la verdad es que son desconocidos ebrios en la fase del “yo te estimo”. Y claro, pese a tantas muestras de cariño, en cualquier momento salta una chispa y sálvese quien pueda. Y si a esa fogata se le añade gasolina, o alcohol metílico, que es el que venden las poncheras que lucran en estos festejos callejeros, la cosa estalla. Nadie conoce a nadie, de modo que todos golpean a todos. Es inexplicable, pero cierto: la euforia futbolera suele terminar en pelea campal, así el festejo sea sólo entre hinchas del mismo equipo. No sé si este fenómeno se da en otros ámbitos, como el festejo de un partido político o de un equipo de wáter polo, digamos. Sólo sé que, en general, en los festejos paceños www.paginasiete.bo

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fuente, teníamos un currículum respetable para los mansos de la Avaroa, y actué en consecuencia. Obviamente, la gente de esa plaza no toleró las habladurías de un borrachín esmirriado (ni tampoco el Bismarck, que cansado de pedirme que nos fuéramos, se fue solo). Me quedé allí, con un grupo de hermanos que acababa de conocer, hasta que uno de ellos, cansado de mis “geniales” ocurrencias, me dijo en mal tono, con un cinismo digno de futbolista argentino: “Qué pasa’ps, chango, ¿borracho estás?”. Confiado en que mi pasado de campalero de El Prado me protegía, sin perder aplomo le respondí: “¡Yaaaaa! El burro hablando de orejas”. Como el cuatecito, además de estar ebrio, seguro era un tantito ignorante, no entendió el refrán y creyó que le estaba insultando. “Quién es burro, carajo, quién, a ver, quién, en mi cara dime, a ver d i m e , dimeeeee”; así me insistió el malcr iado, t ufeándome los aromas de la chorrellana de med iodía, cosa que no sólo me asqueó, sino que consiguió disipar mi buen ánimo, infundiéndome unas ganas irreprimibles de venganza, por lo que, igualito, encarándolo, bien cerquita, para que se asfixie con mi aliento a chorizo de la General, cumplí su petición: “Bu–rro, eres un buuuu–rro, ¿yastás happy?” Esos sándwiches de chorizo del estadio, los de la General específicamente, son armas mortales una vez digeridos, porque el tipito, convulsionándose por las arcadas que le provocó mi respuesta, se alejó corriendo para devolverle a la Madre Tierra lo que de ella había salido (las cebollas, claro). Y yo, cholo paceño, ufano por haber vencido el duelo de alitosis, inflé el pecho y, con la mirada, les comuniqué a los amigos del chango: “Y ahora, ¿quién es el papá?” Recién entonces descubrí que yo tenía poderes telepáticos, porque todititos me entenILUSTRACIÓN FUJIKO URDININEA / DGR-UCB

por las victorias de la selección, hace 26 años, la alegría comunitaria era como la cenicienta, desaparecía a la medianoche. Luego comenzaban los pleitos a diestra y siniestra. El día del primer lapo, habíamos ganado a Uruguay 3–1, que pudo haber sido una goleada mayor, pero nuestros jugadores no supieron definir. Salimos del estadio con Bismarck y otros amigos, siguiendo al gentío rumbo al Prado, donde las poncheras ya habían armado una gigantesca cantina al aire libre. Todo transcurrió con la normalidad del caso, e incluso fue normal (cosa que en ese entonces yo no sabía) que el chatito que se decía mi hermano y había compartido muchos brindis con nosotros, y a quien habíamos conocido dos horas antes, se pusiera serio de repente, por algún comentario que h i c e ( n o recuerdo cuál), y me soltara el s o p a p o s o rpresivo, q u i z á animado por otros dos “hermanos” con cara de busc ap le itos que se habían unido al g r upo unos minutos antes. Más bien Bismarck me sacó de ese l u g a r, p o r q u e n o m e hubiera gustado romper esa hermandad espontánea. Con la lección aprendida, el siguiente partido, que fue victoria ajustada contra Ecuador, Bismarck y yo decidimos festejar en el Prado hasta la once y continuar en otro lugar menos peligroso. “No lo capan dos veces al toro”, me había dicho Bismarck en el estadio, a modo de establecer el operativo posterior: ponches en el Prado hasta antes de la medianoche, de ahí, roncito en la plaza Avaroa y, al amanecer, riñoncitos detrás de la UMSA. Nunca llegué a los riñones. Es que los planes y el alcohol no se llevan bien. Nos alejamos del Prado temprano y evitamos las grescas, pero, en mi mente, nosotros éramos excombatientes de las campales de la

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FOTO TOMADA DEL LIBRO “EL SALTO AL FUTURO”

CRONIQUITA

“Los planes y el alcohol no se llevan bien. Nos alejamos del Prado temprano y evitamos las grescas, pero, en mi mente, nosotros éramos excombatientes de las campales de la fuente, y teníamos un currículum respetable”. dieron y no aceptaron la provocación, ni siquiera cuando intenté arreglar las cosas, “¡yaaaaa!, jodita era”, diciendo, “cómo se van a rayar así, ¿acaso no somos hermanos?”. Y el “no” sonó rotundo en mi mejilla. Fue un sopapo brutal, que desarmó mis aires de gallito, que me hizo comprender que yo no tenía espuelas para esa riña. Aun así, y ya al darme cuenta de que ya no había forma de contener a la turba, hice un último intento por salvar el pellejo: “Ya ya ya ya yaaa, basta che, ya estuvo buena la broma, mejor desaparezcan, si no, voy a tener que hacer una demostración de Jiu–itsu brasilero”. Y me puse, o supongo que lo hice, en una postura idéntica a la que Bruce Lee recurría antes de reventar a cuarenta chinos. Sin embargo, yo no contaba con que estos changos fuesen cinta negras–tercer dan en Tiku–du y Way–kean–do. Se puede decir que la saqué barata: unos raspones y moretones, y el orgullo quebrado. Eso sí, más todavía cuando, al otro día, mi amigo Bismarck me dijo: “¿Ves? Te dije que nos fuéramos y no me hiciste caso…”. Sí, él tenía razón, y para evitar nuevos sopapos o peores consecuencias, decidí no ir a otro festejo callejero, ni siquiera cuando nuestra selección finalmente obtuvo su pase al Mundial USA-94. Pero claro, era imposible no hacerlo tras el partido debut en esa copa. Jugamos contra Alemania, abrimos el telón futbolero y, si bien no ganamos, al menos vendimos cara la derrota. Al principio, Bismarck dijo que no quería ir al festejo, pero lo convencí con su propio argumento: “No lo capan tres veces DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

al toro… es decir, eso es imposible, porque sólo tiene dos testículos, ¿no?”. En resumen, acordamos alejarnos del Prado o Sopocachi, donde ya habíamos tenido malas experiencias, y nos fuimos con un grupo de amigos a Las Cholas, en la zona Sur. Cervezas van, cervezas vienen, hasta la medianoche y todo sin novedad. Ya no había tanta gente, e igual que en El Prado, se había formado un solo grupo, grande, bullanguero, de puro hermanos desconocidos que se juraban cariño constantemente. De repente, quién sabe por qué, empezó una gresca. Dos “her manos” comenzaron a darse con todo y así, en efecto dominó, cundió la belicosidad y la campal estalló en un santiamén. Bismarck me dijo “¡vámonos!”, y yo, en silencio, le hice caso. Apuramos el paso, caminamos rápido pero sin correr, para no parecer cobardes, además que mirábamos hacia el cielo, para que nadie sintiese que los estábamos mirando mal. Ya estábamos por salir del caos cuando escuché el nítido sonido de una cachetada bien puesta y vi pasar volando los lentes de mi amigo. Sin decirnos nada, supimos que lo mejor era seguir de largo y olvidarnos de los lentes. Así lo hicimos y pudimos tomar un taxi y alejarnos de esos festejos futboleros para siempre. “Me equivoqué, lo siento”, le dije al Bismarck. “¿Por qué?”, me preguntó él. “Porque parece que sí lo capan tres veces al toro” y ya no pude contener las carcajadas. El enojo se le pasó unos días después, aunque hoy, luego de veinticinco años, cuando cuento esto, siempre en medio de un gruñido balbucea: “cojudo”. www.paginasiete.bo

CRONIQUITA / PENALES Mario Roque Cayoja

¡25 años!: Bolivia en el

Un momento clave en que los bolivianos estaban en sin mos nuestra participación. ¿Cuántas historias pued

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ntonía. Un mundial en que, por fin, nos ganábaden contarse de este despliegue de patriotismo?

H ACE 25 AÑOS el país estaba paralizado. Bolivia era protagonista del estreno de la Copa del Mundo que se jugó en Estados Unidos. Alemania, el último campeón del mundo, fue el adversario en la jornada inaugural en el estadio Soldier Field, de Chicago. Bolivia jugó por invitación de los organizadores en los Mundiales de Uruguay 1930 y Brasil 1950. La única vez que clasificó en cancha fue para el torneo de Estados Unidos en 1994 cuando jugó contra Alemania, Corea del Sur y España por el Grupo C. El proceso fue largo para poner a punto a un equipo que tuviera lo mejor del fútbol boliviano. La mayoría fueron formados en la Academia Tahuichi Aguilera, de Santa Cruz de la Sierra y en la Escuela Enrique Happ, de la ciudad de Cochabamba. Además, hubo el aporte de jugadores nacionalizados (Carlos Leonel Trucco, Gustavo Quinteros, Luis Héctor Cristaldo y Darío Rojas). Una larga preparación en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona, España y una seguidilla de partidos de preparación sirvieron para que el español Xabier Azkargorta eligiera a los hombres para la cita mundialista. El sistema de jue go ele gido por Azkargorta era de 1–3–6–1. “Tr ucco. R i m b a – Q u i n t e r o s – Sa n d y. B o r j a -

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FOTO TOMADA DEL LIBRO “EL SALTO AL FUTURO”

l Mundial de 1994

FOTOS TOMADAS DEL LIBRO “EL SALTO AL FUTURO”

CRONIQUITA

Melgar– Cristaldo– Platini– Baldi– Etchever r y. R a m a l l o . D e memoria y trabajada la i d ea”, reveló El Vasco años después por Twitter.

formado en la Escuela Enrique Happ, relató “que en el primer tiempo utilizamos tapones altos. La cancha estaba dura y optamos por cambiar de tapones para el segundo tiempo. Pero en el descanso habían mojado el césped. No pudimos adaptarnos y por desgracia pasó el resbalón de Trucco”.

Infernal estreno El viernes 17 de junio de 1994 era un día de calor. El show de apertura fue inolvidable con el canto de Diana Ross y Jon Secada. Los caporales de Bolivia en pocos segundos conquistaron a todos. Luego aparecieron las banderas bolivianas en las tribunas. La emoción subió al límite cuando ingresaron los seleccionados de Alemania y Bolivia. Ni qué decir durante la ejecución de los himnos de ambos países. Las voces bolivianas explotaron con “morir antes que esclavos vivir...”. Y el grito ¡Viva Bolivia! se hizo sentir en todo el Soldier Field que acogió a 67.113 espectadores. Luego todas las miradas al verde césped. Bolivia mostró aplomo, coraje y técnica. Fin del primer tiempo, cero a

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Roja al Diablo

cero. A los 16 minutos del complemento hubo un resbalón del arquero Carlos Leonel Trucco, que fue aprovechado por el goleador Jürgen Klinsmann. Festejo alemán, tristeza boliviana. “No merecíamos perder ante Alemania. El árbitro mexicano nos hizo una mala jugada (expulsión de Etcheverry), y ese césped mojado nos descontroló”, e v a l u ó C a r l o s Tr u c c o a l f i n a l d e l partido. El defensor Marco Antonio Sandy,

En el minuto 79 apareció El Diablo Marco Antonio Etcheverry en el Soldier Field. Era el as que guardaba Azkargorta para romper a la defensa alemana. Pero tres minutos después fue expulsado por el árbitro mexicano Arturo Brizio Carter, por un incidente con el capitán alemán Lothar Matthäus. Lo cierto es que hubo alevosía y premeditación del germano por dañar la pierna de El Diablo que había sufrido grave lesión el 14 de noviembre de 1993 durante el clásico ColoColo (2)–Universidad de Chile (1) en el estadio Nacional, de Santiago de Chile. DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

Etcheverry sufrió rotura de ligamentos cruzados. Su recuperación fue contrarreloj para jugar en el Mundial de 1994. “Nadie sabe que yo entrenaba cuatro a cinco turnos al día para recuperarme. Sé lo que entregué para recuperarme. Me enojé muchísimo con la acción de Lothar Matthäus. No sabía que iba a jugar contra Alemania porque suponía que estaría unos minutos en el tercer partido ante España”, contó El Diablo. También sorprendió a los alemanes la expulsión de Etcheverry. “El comportamiento mezquino del árbitro me asombró. La expulsión del jugador boliv i a n o n o e s t ab a j us t i f i c ad o, e n m i o pi n ió n”, sostuvo el primer ministro bávaro Edmund Stoiber a la Agencia Alemana de Prensa (dpa). La Gazzetta dello Sport de Italia criticó al futbolista alemán por su comportamiento. “Lothar Matthäus recibió un perdón demasiado bueno” destacó el rotativo italiano. La derrota y la expulsión del Diablo se completó con un tremendo susto en el aire en el retorno de Chicago a Boston

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porque hubo un tornado. “Fue el peor vuelo de mi vida. Ese avión se sacudía de un lado a otro. Logramos aterrizar. Cuando bajábamos por las gradas el viento nos quería hacer volar. Pasamos un susto terrible”, recapituló el goleador William Ramallo.

Empate y primer gol mundialista Con Corea del Sur se igualó sin goles el 23 de junio de 1994 en Boston. Fue el primer punto obtenido por Bolivia en un mundial. Esa noche el estadio Foxboro estaba repleto de bolivianos y coreanos. Resultó impresionante e inolvidable el canto del himno boliviano a todo pulmón (el mejor que oí en mi vida). Y hasta hoy sigo sorprendido del desperdicio de Julio César Baldivieso ante el arco de Corea del Sur. Luis Héctor Cristaldo fue expulsado en el minuto 82 por doble amonestación ante Corea del Sur. Pero faltaba el gol. Y l legó e n el minuto 67 del encuentro con España en el estadio Soldier Field de Chicago y frente

a 63.089 espectadores. Erwin Platiní Sánchez en el minuto 22 del segundo tiempo remata al pórtico del español Zubizarreta. El balón toca levemente en un defensor y se clava al ángulo izquierdo del arco. Era el primer gol de Bolivia en la Copa del Mundo. El futbolista cruceño entraba en la historia. Los españoles terminaron venciendo por 3–1 a los bolivianos el 27 de junio de 1994. Los goles fueron marcados por Pep Guardiola y Pérez Caminero en dos ocasiones. El seleccionado boliviano retornó a su concentración del Hampton Inn, en Dartmouth, ubicado a dos horas de la ciudad de Boston, donde utilizó los predios de la universidad de Dartmouth que fue fundada en 1769. Después se produjo el viaje a Bolivia. Azkargorta y varios jugadores se quedaron en Estados Unidos. El colofón mundialista se tiñó de luto con la muerte de una mujer en accidente de tránsito que involucró a Baldivieso, Miguel Ángel Rimba y Daniel Aliaga Forgues El Chasqui.

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FOTOGRAFÍA Fotógrafo Diego Peñaranda 24LP

10 p. m. / #cholitasfashion

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AS AS CHOLITAS CHOLITAS ya ya no no son son únicamente únicamente la la pospostal talque queel elturista turistase selleva lleva aasu sucasa casatras trasvisitar visitarBoBolivia. livia. Están Están presentes presentes en enel elcomercio, comercio,en enla lalulucha cha libre, libre, en en los los locales locales

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que queofrecen ofrecenlo lomejor mejorde denuestra nuestragastronogastronomía, mía, en en las las pasarelas. pasarelas. Su Su tarjeta tarjeta de de prepresentación sentaciónes esel eltraje: traje:con conlos lostopos, topos,el elsomsombrero brero borsalino, borsalino, los los bordados, bordados, los los encaencajes, jes, la la mantilla, mantilla, los los aretes, aretes, los los anillos anillos yy el el resto restode dela lapedrería. pedrería.La Lacholita cholitade dehoy hoyes es coqueta, coqueta, sugerente, sugerente, fafasshhiion on,, misteriosa, misteriosa,

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Agar Delรณs

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FOTO DANIEL QUINTANA / PELร CULA AMARGO MAR / ANTONIO EGUINO

RETRATO Mabel Franco Ortega

El cabello de Agar El pelo tirante y atado en un gran moño en la parte trasera de la cabeza. Rostro despejado, discretamente maquillado. Así lucía invariablemente Agar Antequera en la vida civil. “Me pesa mucho el cabello, creo que me lo voy a cortar”, comentó a fines de 2016, cuando apareció en el Teatro de Cámara, luego de superar un problema de salud, para cumplir su rol como jurado del concurso de teatro Raúl Salmón de la Barra. Por supuesto, el cabello negro que con los años había ido llenándose de jaspes blancos siguió allí, escondido, pero listo para partirse por la mitad y caer en forma de dos trenzas por las espaldas de Agar Delós, quien así se transformaba en una chola paceña. Esa chola a la que dio vida por última vez el 9 de septiembre de 2018, cuando a la manera de un espíritu maternal acunó al hijo delincuente en Escuela de pillos, puesta en escena por Talía Producciones. La “mujer de pollera”, personaje con el que nació para la escena apadrinada por Raúl Salmón de la Barra, fue como su segunda piel. Agar podía ser otras mujeres –interpretó a “señoras de vestido” algunas veces, como en Monólogos de la vagina, Madre coraje, El cerco-, aunque era la chola la que aguardaba en su nuca la oportunidad de descolgarse con toda su ternura, pero también su picardía y hasta su agresividad cuando debía defenderse: hay que recordar la ensalada de insultos en aymara y castellano que salían de la boca de su personaje a la hora de acallar a las birlochas o los huayra leva. Agar Antequera (1937-2019) se ha marchado y se ha llevado fuertemente atada en su moño a la mujer más entrañable que el teatro paceño ha tejido gracias a la chhaxraña de Agar Delós. Agar Delós (Agar Antequera) fue actriz de teatro y cine y maestra de actuación. DOMINGO 16 DE JUNIO 24|19

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C A RT E L E R A #DíasDeCine Isabel Navia

Sugerencias para ver desde el sofá

A EMPRESA DE CANAL abierto cuyos suscriptores ya son 148 millones a lo largo del mundo ha estado mejorando su selección de películas, con una oferta bastante diversa en cuanto a las historias y al origen de sus títulos. Además, desde 2014 logró entrar en las alfombras rojas, generando controversias y, por supuesto, más dinero (7.000 millones de dólares en 2018). A la fecha tiene 17 nominaciones y seis premios Óscar, sin mencionar su participación en otros premios y festivales. El caso es que tiene a muchos felizmente atrapados en sus cuatro paredes, donde falta algo, dirían los nostálgicos. Cierto, pero también se es libre de aquellos que van al cine a comer y chatear. Últimamente he encontrado una interesante cantidad de largometrajes que merece n mencionarse en esta cartelera, desde donde pensamos en las mejores recomend aciones para que nuestros lectores elijan qué ver, sin perder valiosas horas en la búsqueda. Disfruten de esta lista para ver en Netflix, aprovechando que el frío ya nos retiene más en casa.

COURT. CHAITANYA TAMHANE, India, 2014. En Mumbai, un artista y maestro de sesenta años, que actúa en las calles, es detenido bajo la acusación de haber cantado un tema que incitó al suicidio de un trabajador de las alcantarillas, cuyo cadáver fue recientemente hallado. Tan surrealista como dramáticamente cercana a lo que mucha gente debe soportar cuando se ve atrapada en el sistema de justicia. Imperdible. LA DONCELLA. PARK CHAN–WOOK, Corea del Sur, 2016. Una película que sorprende desde los varios ángulos por los cuales aborda la historia. En la Corea de 1930, durante la ocupación japonesa, un ambicioso viudo planea casarse con su sobrina para hacerse de la fortuna familiar. Entretanto, un cazafortunas contrata a una bella carterista y la coloca en la mansión para ser la doncella de la heredera. Todos han planeado algo, pero nada es como parece.

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THE BREADWINNER. NORA TWOMEY, Irlanda, 2017. Se basa en la exitosa novela de Deborah Ellis, El Pan de la Guerra y es una película animada que merece ser vista tanto por jóvenes como por adultos. Narra la historia de Pavana, una niña afgana que decide disfrazarse de hombre para poder cuidar a su madre y sus hermanos, luego de que su padre fuera injustamente arrestado. LA NOCHE DE 12 AÑOS. ÁLVARO BRECHNER, Uruguay, 2018. Ambientada en 1973, cuenta un episodio del periodo dictatorial de ese país, a través del encierro y tortura de cuatro hombres. La película se basa en el libro Memorias del Calabozo, escrito por dos de sus protagonistas, Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro, quienes estuvieron encerrados con otros como José Alberto Mujica y muchos más. La noche de 12 años consistió en 12 años de confinamiento en soledad, hambre, frío y crueldad, con la consigna de que “si no podían matarlos, había que volverlos locos”. LA ENFERMEDAD DEL DOMINGO. RAMÓN SALAZAR, España, 2018. Un drama familiar a partir de la inconclusa relación de dos mujeres. Una es madre de la otra y la abandonó cuando apenas tenía 8 años. Tres décadas después la hija provoca un reencuentro, pero lo que busca no es que su madre le pida perdón. Averiguarlo y cumplirlo es el elemento que marca esta inolvidable película. QUIÉN TE CANTARÁ. CARLOS VERMUT, España, 2018. Durante la década de los noventa, Lila Cassen fue la cantante española de mayor éxito, pero un día deja los escenarios sin ninguna explicación y desaparece de la esfera pública. Diez años después se ve involucrada en un extraño accidente en el que pierde la memoria, justo cuando había decidido volver a dar conciertos. Conocerá a Violeta, su más grande admiradora e imitadora y juntas transitarán un episodio fundamental para sus vidas. ANIQUILACIÓN . ALEX GARLAND, Reino Unido, 2018. El mismo director de Ex Machinase luce con este nuevo título, calificado como una de las mejores películas de ciencia ficción de la década. Su protagonista, Natalie Portman, encarna a una bióloga que se alista en una misión secreta de muy alto riesgo. PEDRO EL AFORTUNADO. BILLIE AUGUST, Dinamarca, 2018. Pedro es un joven campesino, atormentado por su padre, un religioso ortodoxo, por lo que decide irse a la capital para buscar un mejor destino. Allí conoce a una bella y rica joven de la alta sociedad, que se enamora de él. Además, Pedro es un ingeniero muy inteligente y logra convencer a un consorcio de millonarios para que financie su proyecto de canales en Dinamarca. Su vida parece ir por el camino de la fortuna, pero ¿será él capaz de manejar su propio destino? GIRL. LUKAS DHONT, Bélgica, 2018. Lara es una adolescente de 15 años, vive con su padre y su hermano menor, es buena estudiante y una esforzada practicante de ballet que sueña con ser bailarina profesional. Su padre la apoya incondicionalmente en este camino, doblemente difícil para Lara, pues es una joven nacida dentro del cuerpo de un varón. Ha sido calificada por la revista Fotogramas como la película más importante del año. ELISA Y MARCELA. ISABEL COIXET, España, 2019. Elisa y Marcela fueron dos mujeres españolas de inicios del siglo XX. Enamoradas desde la infancia, pasan una serie de infortunios y acusaciones de sacrilegio y locura. Fueron las primeras mujeres en casarse en su país. Un relato íntimo y conmovedor, narrado en un poético blanco y negro.

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HISTORIETA CTX

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