Si algo tiene la Historia es ser océano. Mares de aguas y corrientes subterráneas, viajeras, inagotables en su movimiento de sístole y diástole vital. En esas aguas podrán sumergirse quienes quieran, pero sobre todo quienes puedan. La Historia estará siempre ahí, generosa. Y habrá marineros y habrá buzos de profundidad. Estos últimos son los apasionados, los exploradores incansables que vuelven y vuelven sobre aquella historia que los ha atrapado, la desho- jan, la desarman y la rearman para comenzar otra vez. Porque en cada viaje encuentran nuevos datos, nuevas pistas, nuevas aguas.
Darwin Pinto bucea en esos mares con un personaje tan particular como Germán Busch Becerra, un hombre bañado de leyenda no sólo por su participación heroica en la Guerra del Chaco o su liderazgo temprano, sino por su particular carácter tensado entre la afabilidad y la irritación.
Agarren sus libros, contrasten datos, discutan los por qués de la Historia, que para eso están las historias.