Jhiery Fernández, médico en un albergue infantil, supo en su lugar de trabajo que un niño había sufrido una emergencia, acudió a atenderlo pero no pudo: el niño ya había sido llevado a un hospital. Jhiery Fernández nunca vio al niño. Sin embargo, fue acusado y sentenciado a 20 años de prisión por la muerte de aquel bebé de nombre Alexander. Hace casi cuatro años y mil suplicios que el médico está en prisión y hoy, por recientes eventos que aún están en proceso, es posible confirmar que quien lo condenó injustamente fue el sistema judicial profundamente corrupto.
Leny Chuquimia, periodista, investigó el caso durante todos estos años. El resultado es una crónica que reconstruye aquella historia, publicada recientemente en el libro Prontuario, de Página Siete. Compartimos aquí una versión de aquel texto para comprobar cuán grande es el infierno de aquella hiperrealidad que nos rodea.