Si tuviésemos que elegir al personaje del año, diría yo que éste es el migrante. Quizás porque esta vez nos toca un poco más de cerca y tiene como antagonista un contexto político peculiar, sea con el hombre que habla con pajaritos, aquí cerca, o con el hombre del jopo amarillo en la ventanilla, allá al norte.
Porque migrantes hubo y habrá, desde siempre y cerca o le- jos, en mejores o peores condiciones, que son las más. Pero esta vez algo nos toca. Quizás se deba a nuestra impresión por las imágenes del éxodo multitudinario: las caravanas; o por la cantidad de mujeres solas cargando a sus niños.
Daniel Mollericona, sociólogo alteño, cursa una maestría en México. Le pedimos prestados sus ojos –y su corazón– para que nos contara cómo pasan sus días los migrantes de la cara- vana centroamericana que hace algunas semanas llegó a Ciu- dad de México de paso rumbo al norte. ¿Cómo viven aquello los mexicanos que son precisamente migrantes perpetuos hacia ese país que los maltrata?