REVISTA SENTIDOS - EDICIÓN 25 by Sentidos

Noviembre, 2020 Ediciรณn 25

Revista

Sentidos

Transformaciรณn y Aprendizajes del 2020 Cuentos que sanan - Frases con sentido Testimonios que sanan.

ÍNDICE

05 08 14 18 24

REVISTA SENTIDOS

Editorial (Directora Sandra Barbero)

Corazón poético - El Corazón que ríe. - Happy New Year - El hombre que mira más allá de sus narices.

Cuentos que sanan - En busca de la aguja perdida. - Todos tenemos grietas.

Testimonios que sanan - La importancia de tomar postura ante una situación límite. - Sí a la vida, a pesar de la cuarentena. Artículo - 2020: una lección que cambió a la humanidad. - Cuando todo empieza de nuevo... - Encuentros, desencuentros y links de acceso. - La pareja frente a la situación de pandemia. - Una invitación inesperada.

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REVISTA SENTIDOS

Frases con sentido

Artículo - Lo virtuoso de la virtualidad en los vínculos. - Un cavernícola en la luna.

Películas recomendadas

Agradecimientos

Novedades DAU

EDITORIAL

REVISTA SENTIDOS

EDITORIAL Dau - Escuela de Vida

EDITORIAL Sé aquí - ahora. Dejar que sea lo que ES.

reo que el mayor aprendizaje y la mayor transformación que estamos viviendo en este 2020 es que no pudimos hacer nada más que aceptar que lo que es ES. Hemos tenido, nos guste o no, que orientar nuestra vida desde otro lugar y desde otras perspectivas. Por eso te invito a pensar en tu propia vida, o mejor dicho, desde tu propio YO, como si tu vida fuera una obra de arte. Aquí algunas preguntas para la reflexión: ¿Qué necesito crear? ¿Qué tengo que irradiar al resto y compartir con las personas que se acercan a mí? ¿Qué me hace sentir VITAL y llena de vida? ¿Qué aumenta mi energía y me hace sonreír al sólo pensarlo? ¿Qué me enamora? Pues parece que la vida quiere más de eso en tu camino y en el de cada una de estas almas co-creadoras que somos también. Son aspectos incómodos de reflexionar e integrar, pero insistentes y altamente evolutivos cuando les decimos: “Ok, sí, lo intento”. Pareciera que toca sacar a jugar al artista que llevamos dentro. Y eso no tiene por qué ser literal. Puedes tener un “arte” concreto, pero no me refiero solo a eso, sino a la posibilidad de modelar tus deseos e inspiraciones, con la tenacidad del artista pariendo su obra.

EDITORIAL Los y las artistas saben que el proceso creativo no es algo “livianito”. Trae plenitud incomparable. Pero también lleva al enfrentamiento con nuestro saboteador interior. Crear es desafiante, porque abre rutas neuronales nuevas, y los viejos circuitos resisten el reseteo. Debemos PRECISAR qué herramientas necesitamos para llevar a cabo nuestra obra y atravesar las resistencias, sin prisa. ¿Qué COMPROMISOS nos convocan? ¿Qué falta? ¿Qué sobra? ¿Quiénes son nuestros aliados para la transformación? Las relaciones y la co-creación son CLAVES. No se trata de ensimismarse, sino de PRESENTARSE y brindarse, solo si resuena, solo si llama. Cuando lees esto de “Sé aquí - ahora. Dejar que sea lo que ES”, no implica una actitud de no hacer nada, sino más bien es la actitud con la que aceptas que hay situaciones que no puedes cambiar por más que las analices, las confrontes o vuelvas a ellas una y mil veces. Aunque esto es una certeza absoluta, que el pasado no se puede cambiar, lo único que sí puedes hacer con la historia es elegir con qué parte te vas a quedar. La experiencia vivida, que incluye personas queridas o no tan queridas, configuran en tu mundo interno una representación. Como si fuera un escenario al que vuelves una y otra vez en tu mente, poniendo la escena al detalle para recrearla. Las personas tienen su propio destino, la felicidad debería depender de nuestro estado interno más que del éxito de nuestra labor. No pongas el acento en el resultado, pues los resultados no están bajo nuestro control. Hay muchas variables que no conocemos, el éxito es hacer todo lo posible para que mejoren las cosas. La felicidad no es el resultado de algo específico, sino ser más realistas.

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EDITORIAL Dau - Escuela de Vida

Es bueno tener muy cerca la realidad más drástica, porque a partir de eso todo es bueno. Si nos ponemos en el peor de los casos, todos tenemos una enfermedad terminal llamada VIDA. No es que alguno de nosotros vaya a pasar por alguna enfermedad propiamente, sino que todos nosotros vamos a morir y nos vamos a ir transformando en el mismo proceso. Si aceptamos esa realidad, lo que nos queda es aprovechar la vida, exprimir su jugo, el néctar. Pero también debemos saber invertir la energía vital, hay que ser selectivo. No hay tiempo para todo y debemos saber elegir muy bien. Cuando pones de tu parte, lo mejor de ti, no hay recriminación ni crítica, porque debes ser consciente de que cada paso que has dado en este 2020, sin duda, te llevó a un aprendizaje .

Sandra Barbero

Directora académica de DAU Escuela de Vida y del Instituto Peruano de Logoterapia Viktor Frankl.

CORAZÓN POÉTICO

EL CORAZÓN QUE RÍE

Tu vida e

no dejes que sea golpeada c

Mantent

hay sa

Hay una luz e

puede que no sea vence a la

mantent

Los dioses te ofrece conócelas

No puedes vencer

puedes vencer a la mue

y mientras más a menu

más luz

Tu vida e

conócela mien

tú eres ma

Charles Bukowski Escritor y poeta, considerado como símbolo del “realismo sucio” y la literatura independiente.

REVISTA SENTIDOS

los dioses espera en

es tu vida,

contra la húmeda sumisión.

te alerta,

alidas.

en algún lugar,

a mucha luz, pero oscuridad,

te alerta.

erán oportunidades, y tómalas.

r a la muerte, pero

erte en la vida, a veces

udo aprendas a hacerlo,

z habrá.

es tu vida,

ntras la tengas,

aravilloso y

an para deleitarse ti.

CORAZÓN POÉTICO

HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,

tenerla como un sapito q

Necesito esa puerta que m

mun

ese trocito de azúcar ve

¿No me prestas tu mano en

lechuzas

No puedes, por ra

Entonces la tra

urdiendo cada dedo, el dura

dor

ese país de az

Así la tomo y

como si de ello dependier la sucesión de las

el canto de

Julio Cortázar Fue un escritor, profesor y traductor argentino. Es considerado uno de los autores más innovadores de su tiempo y maestro del cuento, la prosa poética y la narración breve general.

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el amor de lo

, solamente tu mano,

que duerme, así contento.

me dabas para entrar a tu

ndo,

erde, de redondo alegre.

n esta noche de fin de año de

s roncas?

azones técnicas.

amo en el aire,

azno sedoso de la palma y el

rso,

zules árboles.

y la sostengo,

ra muchísimo del mundo, cuatro estaciones,

e los gallos,

os hombres.

CORAZÓN POÉTICO

HOMBRE QUE MIRA MÁS ALLÁ DE SUS NARICES

Mario Benedetti Fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, integrante de la Generación del 45. Su prolífica producción literaria incluyó más de ochenta libros, algunos traducidos a más de veinte idiomas.

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Hoy me despierto no tengo a nadie pa nadie a quien echar m Sé que hoy me van a ce y que no llegará cier que habrán malas no que la que quiero y lo que es m que pensarán en que el mundo s paquete de que muchos otros aqu se sentirán tambié que el cielo se como un tec y hasta m se burlará de m

Menos mal que menos mal q o a más tard sé que despertaré con mi culpita bien y no solo se me ab sino también las ve y la carta que e y la leeré seis y las malas notici no alcanzarán a cubr y la que quiero, pensará e y lo que es muc los coroneles me y no solo yo, much se sentirán solid y a nadie le que el cielo s y más de uno dirá y mi sombra empezará Será buena, tan b que des mi soledad s

o tosco y solitario, ara dar mis quejas, mis culpas de quietud. errar todas las puertas rta carta que espero, oticias en los diarios, no pensará en mí mucho peor, mí los coroneles, será un oscuro e angustias uí o en cualquier parte én toscos y solos, e derrumbará cho podrido mi sombra mis confianzas.

e me conozco, que mañana dar pasado, é alegre y solidario lavada y planchada brirán las puertas, entanas y las vidas espero, llegará o siete veces ias de los diarios, rir las buenas nuevas en mi hasta conmoverse chísimo mejor, echarán al olvido hos otros también darios y alegres e importará se derrumbe á que ya era hora a mirarme con respeto buena la jornada sde ya, se espanta.

CUENTOS QUE SANAN

EN BÚSQUEDA DE LA AGUJA PERDIDA

na noche la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle. Frente a su choza se congregaron muchos vecinos que vieron a la vieja mujer y le dijeron: "¿Qué pasa? ¿Qué estás buscando?" Ella dijo: "Perdí mi aguja". Y entonces comenzaron a ayudarla.

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CUENTOS QUE SANAN Después a alguien se le ocurrió preguntar: "Rabiya, la calle es grande y está cayendo la noche, dentro de poco no habrá más luz y una aguja es algo tan pequeño... ¿Nos podrías decir exactamente dónde cayó?" Rabiya dijo: "La aguja cayó dentro de mi choza". Entonces los vecinos dijeron: "¿Te volviste loca? Si la aguja cayó dentro de tu casa, ¿por qué estás buscando aquí?". Y ella contestó: "Porque aquí hay luz y adentro de la casa no hay luz". Alguien dijo: "Aún si aquí hay luz, ¿cómo vamos a encontrar una aguja si no es aquí donde se perdió? Lo correcto sería llevar la luz dentro de la casa, para que puedas encontrar la aguja". Y Rabiya rió: "Ustedes son tan inteligentes para estas pequeñas cosas. ¿Cuándo van a usar vuestra inteligencia para la búsqueda de la vida interior? He visto a todos vosotros buscar afuera y sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia, que lo que ustedes están buscando se perdió adentro. ¡Usen vuestra inteligencia! ¿Por qué están buscando la dicha en la vida exterior? ¿La han perdido allí? " Se quedaron pasmados y Rabiya desapareció dentro de su casa.

Bhagwan Shree Rajneesh

Fue el líder de un movimiento espiritual de origen indio. Profesor de filosofía y orador, autor de más de 650 libros, y varios miles de discursos en audio y video.

CUENTOS QUE SANAN

TODOS TENEMOS GRIETAS

n hombre cuyo oficio era ser cargador de agua en la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba todo el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón; en cambio cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección, y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguatero: -“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.” El aguatero le dijo compasivamente: REVISTASENTIDOS SENTIDOS 16 REVISTA

CUENTOS QUE SANAN Dau - Escuela de Vida

-“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino”. Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores a lo largo del trayecto. Sin embargo, seguía sintiéndose apenada porque solo quedaba dentro suyo la mitad del agua que debía llevar. El aguatero le dijo entonces: -“¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a lo largo camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”

Isaac Samuel Reggio (YaShaR)

Erudito y rabino austro-italiano. Prolífico ensayista, filólogo, poeta y escritor de cartas.

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas y en nuestra educación y experiencia las pulimos. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener hermosos resultados.

TESTIMONIOS QUE SANAN

LA IMPORTANCIA DE TOMAR UNA POSTURA ANTE UNA SITUACIÓN LÍMITE

esde muy pequeña me tocó convivir con la muerte y la enfermedad, sin saber que todo esto sería una preparación para el momento que nos ha tocado vivir. Tenía tan solo 7 años cuando observé a través de la ventana del ómnibus del colegio que me traía de regreso a un grupo de señores enternados que salían de mi casa. Acto seguido, me enteré de que mis padres habían viajado. Se acercaba la fecha de mi Primera Comunión, que era el domingo. Estaba en un colegio religioso y nos habíamos preparado durante todo el año para esta importante ceremonia. Desde escoger el vestido blanco hasta aprender los actos de contrición, preparar la coronita de flores y comprar las estampitas. Era el tema más importante, del cual todas mis compañeras hablaban. Llegó el domingo y nadie parecía recordar que era mi Primera Comunión. No fui a la iglesia y mi vestido blanco se quedó colgado en el armario. El lunes pasó el ómnibus para llevarme al colegio, donde algunas de mis compañeras que vivían cerca de casa iban hablando sobre la ceremonia y lo estupendo que había salido todo.

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Al llegar al colegio, ellas intercambiaban estampitas de todos los tamaños y colores. En ese momento, tomé la decisión de sustraer pedazos de cartulina del cuarto de dibujo y fabricar mis propias estampitas, imitando con dificultad una que mi amiga Verónica me había regalado. Tuve problemas para encontrar voluntarias que quisieran recibirlas, puesto que mis dibujos y letras, por más esmero que puse, correspondían a los de una niña de 7 años. Creo que fue ese día que descubrí, sin darme cuenta, que en la vida es importante TOMAR POSTURA. Descubrí que la medalla siempre tiene dos caras y que uno elige con cuál de ellas se quiere quedar. Yo elegí estar orgullosa de mis estampitas. Tiempo después, me enteré de que a mi padre le habían diagnosticado cáncer terminal y el grupo de hombres enternados que salían de casa aquella tarde, eran parte de la junta de médicos que le recomendó a mi padre viajar de emergencia para ser operado. Es por eso que no pude llegar aquel domingo a mi Primera Comunión.

TESTIMONIOS QUE SANAN Dau - Escuela de Vida

Hoy nos ha tocado enfrentar muchas pérdidas: la pérdida de la vida como la conocíamos antes, la pérdida de nuestra libertad de tránsito, la pérdida del trabajo, el fin de una relación; pero lo más doloroso ha sido perder a nuestros seres queridos. Durante los acompañamientos, he podido comprobar que las personas que TOMAN POSTURA desde el mismo momento en que ocurre la pérdida tienen más posibilidades de transitar un duelo saludable. TOMAR POSTURA es poder decirnos a nosotros mismos que nos permitiremos vivir las diferentes etapas del duelo, pero con la convicción de que lo vivido no nos destruirá, sino que nos convertirá en una mejor persona. Es precisamente esta postura la que nos hace transitar el duelo con una mejor disposición, sabiendo que el camino es duro, pero que al final está la recompensa: la capitalización de todas las enseñanzas y sabiduría que esa persona o esa experiencia nos dejó. Ese camino se hace más ligero incluso cuando descubrimos que el dolor vivido podremos ponerlo al servicio de los demás, para darle un nuevo significado que haga florecer a las personas que nos rodean. La vida tiene dos caras y nosotros elegimos con cuál de ellas nos queremos quedar. Podemos bendecir el haber tenido a nuestro ser querido o podemos maldecir el haberlo perdido. Cuando decidimos bendecir, nos abrimos al cambio y a la transformación del dolor en un motor inagotable de sabiduría. Porque cuando uno acoge el dolor, lo transforma. TOMAR POSTURA también significa estar consciente de que nuestro dolor tendrá un impacto en las personas que nos rodean. Por lo general, las personas en duelo necesitamos toda nuestra energía para digerir e integrar el dolor de la pérdida, pero si somos conscientes de esto, podremos compartir nuestros sentimientos con los seres queridos que viven con nosotros. Así, ellos podrán saber cómo ayudarnos y acompañarnos a transitar este dolor. Porque “una pena entre dos es menos atroz”. Los invito a TOMAR POSTURA ante la situación que nos ha tocado vivir para que así transitemos por este camino con la firme convicción de que esta experiencia valdrá la pena, porque nos transformará en una mejor versión de nosotros mismos.

María Elena Loret de Mola

Directora de Elige Acción, empresa dedicada a la capacitación de personal. Partner Asociada a Koonsult Group. Máster en Asesoramiento Educativo. Consejera en Logoterapia y Tanatóloga por DAU Holding Group.

TESTIMONIOS QUE SANAN

SÍ A LA VIDA, A PESAR DE LA CUARENTENA

ace aproximadamente siete meses llegó a nuestro país la pandemia del coronavirus (COVID-19). Frente a ella, nuestras autoridades tomaron la decisión de colocarnos en aislamiento nacional, en la búsqueda de prevenir su propagación. Lo que ha requerido que cada uno de nosotros se exima de interactuar, participar y trasladarse de un lugar a otro, inhibiendo nuestra naturaleza social y dinámica. Desde entonces, estoy seguro de que cada persona ha tenido que ir aprendiendo a convivir con sentimientos contradictorios: miedos, esperanzas, alegrías, tristezas, ilusiones, desilusiones, penas, dolores, llantos, alegrías, indiferencias, aprovechamientos, etc. Ocurre así porque el hombre, que es un ser situacional, va reaccionando de modo diverso, en su afán de encontrarle o no sentido a lo que sucede.

confinamiento. Este del cual sabemos cuando inició, pero que desconocemos cuando llegará a su fin; así como, si es que lograremos sobrevivir a esta pandemia.

Quisiera compartir con los lectores de la “Revista Sentidos” el valor de la actitud que asumí frente a los sentimientos encontrados que invadieron mi existencia en los distintos momentos y situaciones que atravesé durante el

Pronto, esta actitud de temor y preocupación desbordó mi existencia. Específicamente, cuando el gobierno declaró el confinamiento obligatorio, al inicio de la primera etapa. Situación que se agravó con el incremento progresivo de muertes

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En un primer momento, asumí una actitud un tanto escéptica en torno al problema. Consideré, como muchos, que se trataba de una estrategia política con el fin de desviar nuestra atención de temas de sustantivos. A esto se sumó el pensar que las informaciones televisivas y periodísticas trataban de exagerar con el fin de sembrar miedo y terror en la población. Reforzaron mi actitud el tránsito abrumador de cadenas informativas sugestivas, cuya insistencia fue suscitando en mí un giro hacia el temor.

TESTIMONIOS QUE SANAN Dau - Escuela de Vida

y contagios. Llegué a pensar que pronto se produciría un desabastecimiento de alimentos, un desempleo masivo, saqueos por la desesperación de la gente y que más temprano que tarde, entraríamos en un caos mundial. Miles de ideas negativas invadieron mi mente ante la incertidumbre en la que nos encontrábamos. El miedo a que se contagien y les pase algo malo a dos de mis hijos que se encuentran en Europa (uno es médico residente de unidad de cuidados intensivos; y el otro, estudiante de filosofía) me aterraba de modo constante. Ante tales circunstancias, y tomando en cuenta mi rol de Consejero en Logoterapia y profesor universitario de Filosofía, tomé conciencia de mi responsabilidad ante la vida y empecé a movilizar mis recursos espirituales con el fin de encontrarle el mejor sentido posible al momento presente. Me sirvió de guía la siguiente pregunta: ¿qué espera la vida de mí en este contexto de la cuarentena? La búsqueda de respuestas fue muy gratificante. Mi actitud escéptica y temerosa dio un giro radical hacia una actitud optimista, creativa, positiva, emprendedora y serena. Mis miedos se convirtieron en acicates para capacitarme en el trabajo universitario remoto, al cual migramos. Ocupé muchísimo de mi tiempo al trabajo paciente con mis alumnos, continué con mis estudios de maestría en Antropología Personalista que antes había iniciado en la Universidad a Distancia de Madrid, preparé mi tesis y la sustenté. Concluí con la redacción de un libro que tenía un tanto postergado y que acabo de publicar. Fui evaluado por CONCYTEC y nombrado investigador en el Registro Nacional de Ciencia, Tecnología y de innovación Tecnológica – RENACYT.

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He reinventado para bien la convivencia con mi familia. Me hice voluntario del programa “Te escucho” de DAU Holding Group. He continuado desarrollando temas para las escuelas de padres de algunos centros educativos. Estoy publicando algunos artículos de opinión en torno a la pandemia que nos aqueja. Mi fe se ha fortalecido gracias a la oración que mi amada esposa ha organizado en familia dos veces por semana. Mis vínculos personales han mejorado, no solo con mi familia sino también con mis amigos nacionales e internacionales, con quienes hoy nos tratamos más. Mi temor a la muerte ha ido migrando y se ha convertido en más esperanza. He organizado un curso de formación humana y cristiana para un grupo de amigos con quienes me reúno virtualmente una vez por semana. Ahora mismo, estoy esbozando mentalmente el esquema de un siguiente libro. En suma, seguiría testimoniando sobre las respuestas vitales con que le vengo respondiendo a la vida, pero prefiero motivar al lector -si aún no lo ha hecho- a replantear su existencia, y descubrir que la vida vale la pena ser vivida a pesar de la pandemia.

Armando Mera Rodas

Profesor universitario de filosofía y Consejero en Logoterapia por Dau Holding Group.

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ARTÍCULO

TESTIMONIOS QUE SANAN

“Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre”.

Mahatma Gandhi

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2020: UNA LECCIÓN QUE CAMBIÓ A LA HUMANIDAD

ARTÍCULO

Un poco de mí Aunque no nací aquí, yo vivo en una pequeña ciudad de México, llamada Tepic Nayarit. El mar es tan accesible como recorrer en auto por carretera alrededor de 25 minutos para llegar a sus playas. La gente siempre sonríe cuando aparece alguien y te invita a pasar a alguno de los restaurantes de la zona de San Blas. Este acontecimiento, en tiempos normales, significaba llevar el traje de baño consigo y gozar del agua salada y de la tranquilidad de esa pequeña bahía. Hoy estamos limitados a la sola observación de las olas que descansan en paz mientras reponen sus fuerzas. Esos recuerdos se acarician con añoranza. En otros años, para estas fechas, la gente comenzaba a tomar consciencia de que pronto llegaría una celebración muy importante en México: el “Día de Muertos”. Tradición mexicana donde se acostumbra levantar altares, preparar platillos típicos de la región (enchiladas, pozole, mole verde o rojo, camarones al vapor o a la cucaracha), así como las bebidas que le gustaban al difunto (agua de cebada o jamaica, tequila o tepache por citar algunas) y visitar los panteones entre una mezcla de alegría y nostalgia, pues es ahí donde surgía esta fiesta, justo donde se guardan (si el tiempo no ha hecho suficientes estragos) los restos de los seres amados. La llegada de la pandemia cambió el panorama completo de nuestras celebraciones o formas de convivencia. Las reuniones se limitaron solo a los integrantes de cada familia, y qué decir de las

visitas a los lugares turísticos o a las diferentes festividades, como el Grito de Independencia. Eso también cambió. Ante la pérdida de amigos o familiares por el virus del Covid-19, el luto llegó con anticipación y no precisamente vestido en traje de fiesta como Catrín o Catrina. Nos ha dejado una profunda huella de dolor y de pérdida. Es común ahora escuchar que familias han perdido dos o tres miembros por la misma razón.

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os encontramos de cara al 2021, y este contexto nos recuerda que nada es eterno. Es para mí un verdadero honor escribir en la Edición 25 de la Revista Sentidos, misma que nació con el propósito de crear un espacio donde se pudieran encontrar “trozos de sabiduría pura”. Estoy segura de que aquellos artículos que se publicaron en las primeras ediciones tenían el mismo objetivo: despertar las conciencias. Felicidades a los creadores de este maravilloso proyecto, mismo que han mantenido por décadas.

La realidad supera los deseos Hacer un festejo ahora se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Abrazar a mi madre puede costarle la vida, quien al ser una señora hipertensa, es parte del grupo vulnerable. Despertamos a una realidad que parece más una pesadilla. Caminamos sometidos al riguroso ritual de sanitización que incluye el uso de geles, spray en los zapatos o en el auto, lavarse las manos a cada rato y lo más lamentable: guardar una distancia mayor a un metro y medio de cada persona. La caricia de un abrazo, de una mano sobre el hombro como señal de ánimo o afirmación, la intimidad de un beso, el deleite de la persona que sale recién bañada de casa portando un perfume fresco y delicioso, por citar algunos ejemplos, se convirtieron en la fuente del contagio. Esta situación dejó prohibida toda una serie de acciones “tan triviales”, pero que le hacían tanto bien al corazón. En medio de todo esto nos ha tocado desarrollar una logoactitud y aprender una serie de lecciones: 1). Amar sin ver. 2). Acompañar sin estar. 3). Acariciar sin tocar. Alguien seguro tuvo que inventar algo así para que valoremos lo trivial, lo que era considerado ordinario o común y corriente. Algo en la magnitud de una pandemia tenía que “restregarnos en la cara” que esas cosas tan simples y sin valor monetario era lo más valioso que poseíamos los seres humanos.

ARTÍCULO Hijos que años pasados viajaban en Navidad para encontrarse con sus padres que al llegar no abrazaban. Padres que por trabajo no tenían tiempo del encuentro filial con sus hijos y que jamás se sentaron a jugar un juego de mesa con ellos. Abuelos que pudiendo abrazar a sus más pequeños retoños (nietos) no lo hacían porque se escudaban en la frase “a mí nadie me enseñó a hacerlo”. Y aún nos estamos preguntando ¿para qué sucedió todo esto? Creo que la respuesta está muy clara: necesitábamos perderlo TODO para VALORARLO.

De cara al fin del año 2020 En mi experiencia profesional, he visto circular muchos corazones que llegan rotos, sin respuestas para su vida o preguntándose ¿por qué me tocó esto a mí?. Ahora la gente no puede sentirse única ni exclusiva, puesto que la pandemia nos “golpeó” en la cara a todos, nos sacó de nuestras “zonas de confort”, nos obligó a cuidar del otro, rediseñó el concepto de solidaridad y pintó de nuevos colores la palabra ESPERANZA. Hoy por hoy, el ser humano se ha visto obligado a preguntarse ¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Qué sentido tiene esto que nos está pasando? Y desde la logoterapia, puedo decir que los valores de creación cobran fuerza. La libertad está dejando de ser un ideal para convertirse en una aspiración real y concreta. El concepto “tiempo” retomó su brillo y hoy puede ser visto como un recurso que se agota minuto a minuto, y que a su vez, nos da la oportunidad de hacer lo que se nos pegue la gana. El “homo patiens” antes era un desconocido, ahora es mi hermano, mi hijo, mi padre, mi compañero de vida, mi asistente en el camino, ya no es un extraño.

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Ahora todos somos conocidos. La gente deja de ser sólo un número poblacional, convirtiéndose en individuos con rostro y citando a Buber, descubrimos que “en el encuentro con el otro nos encontramos con nosotros mismos”. Hoy ya no somos extraños ni individuos que pertenecen a diferentes estados o países, hoy somos Angélica, Pedro, María, Sandra, Rocío, David, Lupita, Clara, Diego, Pablo, Sofía, Mariana, Olga, Francisco, Angelina, Samuel, Patricia, Rebeca, Gloria, Ana. Individuos con rostro, visibles para los demás. Nos preparamos juntos para el cierre de este año, pero ya no como desconocidos, ya no con los límites territoriales, no más como seres de uno u otro continente, sino como una sola nación, que está aprendiendo que la vida tiene un SIGNIFICADO mayor: vivir cada día como si fuera el último de ellos.

Nuevas formas de celebrar Las fiestas que se avecinan estarán enmarcadas por un menor número de miembros en casa tal vez, pero esos espacios vacíos tendrán que llenarse de ese amor y de esos valores que antes carecían. Es tarea de todos impregnar las paredes no solo de objetos alusivos a las fiestas de cada país, sino de compañía verdadera, de amor fraterno, de presencias reales, de recuerdos lindos, de franca solidaridad, de oraciones que no se pronunciaron antes pidiendo por Asia, África, América, Oceanía y Europa, no más como

ARTÍCULO

No nos hermana ahora solamente la Tierra que poseemos, sino el dolor, la partida de los que amamos, el sufrimiento de pueblos enteros que fueron azotados por esta pandemia. Así también, nos hermana la esperanza, la unidad, el color del alma que llevamos dentro; haciéndonos más humildes y con mayor sentido de responsabilidad sobre aquel que está a nuestro lado.

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extraños, sino como tierras habitadas por hermanos de tantas y tan variadas naciones.

Hoy somos menos, pero los que somos tendremos que ser valientes y compasivos, para aquellos que aún no han llegado, dejando no solo herencias materiales, tradiciones o costumbres, sino un legado mayor: UN SENTIDO DE VIDA NUEVO. Una ruta alternativa, con seres más responsables y capaces de llevar a la humanidad entera a un nuevo puerto llamado PLENITUD.

Angie Willars

Directora de DAU Nayarit Centro de Logoterapia y Tanatología Viktor Frankl México. Licenciada en Psicología y Administración con Maestría en Desarrollo Humano y Facilitación de grupos

ARTÍCULO

CUANDO TODO EMPIEZA DE NUEVO…

ara mí, la estabilidad era el objetivo por el que trabajaba a diario. Había entendido que la felicidad estaba directamente relacionada con la seguridad y el control, que la vida ideal era la que construimos y se consolidaba con lo que adquiríamos (un horario establecido para el trabajo, momentos para disfrutar en casa, hijos educados, un ingreso fijo, trabajo presencial y reuniones sociales, entre otros). Pero la vida me demostró que esa felicidad que prometía la estabilidad no llegaba.

Tenemos la creencia cultural de que los cambios pueden ser peligrosos, y estas creencias suelen ser parciales y sesgadas. La estabilidad es algo prefabricado. El cambio es el estado basal de la vida, la incertidumbre ha sido la realidad con la que ha venido evolucionando el ser humano. El cambio propicia la ejecución de nuestro propósito evolutivo, permitiéndonos encontrar mejores formas de hacer las cosas y desarrollar mejores habilidades. El cambio es lo normal y es el motor de todas las transformaciones de la vida.

Llegó la pandemia y todo el orden que creí haber tenido empezó a desorientarme. Fue un proceso con altas y bajas, y ahora puedo asegurar que este proceso seguirá siendo parte de un aprendizaje constante. Si de algo estoy convencida, es que el cambio es parte de la vida y de la naturaleza humana. Encontrarme conmigo misma y poder abrazar el cambio desde mi SER en todos mis roles ha sido retador, pero a la vez enriquecedor.

¿Y qué pasa cuando entra el cambio en casa o en el trabajo? Creería que estamos dispuestos a activar todas nuestras alarmas y hacer lo posible por mantener la estabilidad. Las crisis son incómodas y cuando ocurren, se instala la necesidad de salir adelante, pero somos la única especie con la capacidad para sobrellevarlas y crear mejores realidades. Los cambios son oportunidades de evolución, pero también de transformación.

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ARTÍCULO Dau - Escuela de Vida

¿Y cómo lograrlo? A través de nuestra capacidad humana de imaginar lo que aún no existe. Esta creatividad se desarrolla y permite tener las herramientas necesarias para transformar esa realidad. Todos somos creativos, es un potencial innato, pero se bloquea cuando estamos en modo de supervivencia o cuando nos resistimos a aceptar que ese cambio ingresó a nuestro entorno más íntimo. Como seres humanos, tenemos la capacidad de encontrar soluciones nuevas, estamos todos equipados para sobrevivir. Cuando hay cambio, por naturaleza se activan dos importantes respuestas en nuestro cerebro: la resistencia a la pérdida y el miedo al fracaso. La resistencia desactiva la resiliencia porque nos agarramos física y mentalmente a lo que creemos que tiene que ser, impidiendonos ver lo que podría llegar a ser. Tu trabajo, empresa, formas de hacer las cosas, dinámica familiar, horarios, rutinas, rituales, todo lo que construimos empieza a cambiar. Hoy, esta realidad se perfila a quedarse y seguirá transformando vidas y formas de estar en el mundo. Tienes dos opciones: poner resistencia o activar la resiliencia para rediseñar, reimaginar y rehacer las cosas. Todos los cambios han terminado por demostrar que las que creíamos como verdades absolutas eran limitadas y que para evolucionar nuestras creencias tenemos que ser flexibles.

ARTÍCULO

¿Cómo lograr esta flexibilidad? a. Apunta todas las cosas que creías en el pasado y que ahora sustituyes por creencias nuevas. b. Identifica una creencia actual que te esté bloqueando, escríbela y descríbela, luego compárala con tu lista anterior. c. Imagina una nueva posibilidad, ¿Como sería esa nueva creencia más integradora? Desde donde estés, puedo asegurarte que si activas y reconoces tu potencial y capacidad de CREAR, IMAGINAR, DISEÑAR y TRANSFORMAR la realidad, te darás cuenta que tienes a tu disposición lo que necesitas para salir adelante. Desde la confianza, utiliza tu potencial y acércate a la máxima expresión de tu talento y SER. ¿Y si piensas que no lo has logrado? ¡Te equivocas! Te voy a nombrar sólo algunas cosas que hoy ya estás transformando: Valorar la vida y los momentos simples, crear nuevos horarios en casa, organizar todos tus roles dentro de un mismo espacio, desarrollar rutinas nuevas, recetas inventadas, eficiencia y ahorro en gastos innecesarios, fortalecer vínculos en casa, conocer mejor a tus hijos, acercarte a más familiares, conocer nuevas plataformas virtuales, crear tu primera cuenta online, disfrutar una buena conversación, aprender nuevas cosas, fortalecer una habilidad, descubrir una pasión, sobrellevar la pérdida de un trabajo, re inventarte, crear un emprendimiento, sacar las garras por los tuyos, crecer como persona, desarrollar nuestra capacidad de colaborar, apoyar y empatizar con otros, descubrir tu SENTIDO…y mucho más…

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ARTÍCULO Dau - Escuela de Vida

Con todo lo anterior, ¿crees aún que no estás llevando el cambio en el contexto a una transformación personal? Yo estoy segura de que sí.

Ana María Pajuelo

Psicóloga organizacional con post-grado en Recursos Humanos y certificada por Great Place to Work en Gifwork Training for Manager. Logoterapeuta formada por DAU Holding Group. Voluntaria en el programa Te Escucho. En su trayectoria cuenta con más de 17 años liderando áreas de GDH en empresas corporativas.

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Encuentros, desencuentros y links de acceso

pauta del encuentro, anteponiendo su simbología a la natural y espontánea expresión de lo afectivo?, Las posibilidades para su realización, como ¿cuál ha sido el impacto en nuestra psicología sabemos, se ven hoy restringidas por ciertos individual y colectiva de la transfiguración cultural parámetros de orden sanitario que empiezan a del fenómeno del encuentro?, ¿qué ha generado instituirse como parte del modo natural de ser del el haber vivido durante décadas gobernados nuevo orden social. En un sentido, esta condición por una desbordante formalidad, asfixiando una nos invita a cuestionar la deshumanización a natural inclinación a la búsqueda del calor, la la que estamos siendo expuestos por, sea cual contención y la cercanía, implícitos en el instante fuere, la causa de la actual situación pandémica. del enlace interpersonal? Sin embargo, al ser esta reacción inmediata la Muchas de estas respuestas pueden darnos más fácil de expresar, deberíamos desconfiar de como resultado una larga lista de efectos ella; podríamos hacer una lectura inversa de todo. Podemos preguntarnos cosas cómo: ¿cuál ha sido sintomáticos propios de una virulenta tendencia el aspecto predominante en la fenomenología del moderna a la despersonalización de las relaciones. intercambio social en las últimas décadas?, ¿qué Haber despojado al encuentro de sus cualidades es lo que hemos permitido que se instituya como específicamente humanas, en salvaguarda de lo más relevante en el marco de la interacción las formalidades que constituyen una conducta humana?, ¿cómo, por qué y desde cuándo hemos logrado establecer que lo protocolar marque la adaptada a un mundo de convenciones y tecnicismos diseñados fundamentalmente para

¿Qué es lo propiamente humano del encuentro?

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Hemos antepuesto un exacerbado sentido de individualidad y pertenencia, al casi romántico acto de estar simplemente por el hecho de estar, sin objetivos, sin proyecto, sin ninguna otra aspiración más que el mero estar-ahí-junto-alotro, sin sentido de utilidad. Me parece que hoy el aislamiento no es el problema; ya veníamos estando aislados desde hace mucho, en todo caso, la pandemia hizo que seamos conscientes de todo ello. El aislamiento solo vino a mostrarnos lo adulterada que estaba nuestra consciencia comunitaria. Pero no todo es negativo, quizá la mejor parte de la actual situación es precisamente el poder evaluar rigurosamente esta inequívoca radiografía social que se revela ante nuestros ojos, y repensar, en principio, si los nuevos medios de encuentro (Zoom, Skype, Facebook live, Whatsapp, etc.) vienen a atentar contra el desarrollo de los mismos o, si vienen a darnos la oportunidad de cambiar nuestra actitud frente a posibles nuevas situaciones de encuentro.

imprimimos en una situación de proximidad física tan inadvertida, a tal punto, que muchas veces saludábamos de memoria, pronunciábamos un script o guión de saludo y despedida ante la eventual aparición de un vecino o, nos hacíamos de la vista gorda al divisar de soslayo a algún conocido que pasaba por nuestro costado.

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tener más que para ser, para superar al otro más que para intentar estar-junto-a-él/ella, es una factura que nos corresponde empezar a pagar.

Toda la presencia, la materialidad implícita en la proximidad con otros cuerpos, se vio reducida a una simple conjunción de entes sociales que re huían entre sí a la sociabilidad; a seres comunitarios que sobre valoraron la individualidad, y en medio de eso, ante la repentina aparición del Covid-19, nos atrevimos a denunciar el robo de nuestras relaciones, culpamos al coronavirus por haberse llevado nuestra vincularidad. La verdad es que la pandemia no se llevó nada, sólo accionó un botón que puso en funcionamiento todo un engranaje de disfuncionalidad social que de una u otra manera todos hemos venido manufacturando desde hace mucho.

Hasta hace unos meses se pensaba que las reuniones virtuales eran algo desgastante y demasiado impersonales, por lo cual, hacíamos diversos ajustes en nuestra ya sobrecargada agenda a fin de establecer reuniones presenciales de diversas naturalezas. Hoy en día aquello no es posible, pero en el marco de la incomodidad que resulta el tener que sentarnos por horas, en muchos casos, frente a una pantalla de ordenador o ante un reducido display de smartphone, hemos descubierto que todo encuentro humano es trascendental a cualquier formato. Que sí es posible establecer un profundo lazo más allá de las imposibilidades geográficas, dicho de otro modo, que el encuentro humano resulta ser una potencialidad tan superlativa que no depende más que del anhelo y la voluntad de hacer que se imponga. Probablemente el haber incursionado en la nueva normalidad virtual nos está trayendo como regalo el poder identificar, en primera instancia, lo ausentes que estuvimos ante la posibilidad del encuentro físico; la paradójica lejanía que

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Martin Buber decía que los seres humanos somos más humanos cuando nos relacionamos desde la palabra básica yo-tú. Esto ocurre cuando el yo reconoce la misma facultad de ser “yo” al tú; cuando ante la posibilidad de encuentro, dejamos todo de lado para presenciar el milagro del enlace humano, para despojarnos del sentido de inmanencia y abrazar la trascendencia, la cual llega en la forma de un vecino, un amigo, un desconocido, un perro, una obra de arte. Buber decía también que cuando no gobierna el yotú, como modo habitual en nuestros procesos relacionales, dejamos que prevalezca un “yoello”, es decir, un yo que eventualmente se topa con un ente al cual le quitamos la categoría de “tú”. Precisamente esto ocurre cuando andamos en piloto automático y, ante una posibilidad de encuentro, dejamos que sea la convención la que hable por nosotros, renunciamos a estar para pasar a habitar.

En el marco de esta fenomenología del desencuentro, lo que hemos producido es la profanación sistemática del ser del otro. Hoy, quizá las restricciones de las que probablemente renegamos sean la única posibilidad que tenemos para valorar lo que transitoriamente hemos perdido; lo supremamente lujoso y sublime que representa el dar la mano con aprecio; el dar un sentido abrazo comunicándonos a nosotros mismos a través de él; para mirar al otro y dejar que nos mire invitándolo a que acceda al núcleo de nuestra intimidad, acogiéndolo en nuestra vulnerabilidad, siendo todo ello la principal vía de acceso a una experiencia humana de primera categoría.

Rodrigo Bravo

Consejero en Logoterapia y Docente en DAU Holding Group.

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La pareja frente a la situación de la pandemia

a circunstancia que estamos viviendo a nivel mundial por la pandemia, a causa del COVID-19, ha modificado nuestras vidas de distintas formas. No solo nuestra salud se ha visto afectada, sino también la economía, los trabajos, la libertad para movilizarnos, entre otros. Todo ello con un impacto a nivel psicológico y emocional. Vivimos las consecuencias de la pandemia: hemos enfermado o lo han hecho gente que conocemos; hemos visto afectados de distintas maneras a familiares y amigos; los duelos son más difíciles, pues la muerte ahora se vive sin ritos; las empresas despiden a los trabajadores y enfrentamos un clima de incertidumbre frente a casi todo. Ante este escenario, los más afortunados han conservado salud, familia y empleo, pero tampoco escapan de la presión externa que supone una crisis de esta magnitud y nadie puede evitar la sensación de zozobra frente a hechos sobre los que no tenemos certezas. En esta especie de “olla a presión”, es que las familias y las parejas enfrentan la cuarentena. En sus casas, compartiendo el mismo espacio la mayor parte del tiempo, enfrentando la difícil situación económica, de salud, con hijos pequeños o grandes, o sin hijos y en soledad. Todo esto exige paciencia y dedicación extra. Las parejas, dentro de los sistemas familiares, enfrentan en estos momentos muchos retos, pero desde la Logoterapia nosotros destacamos el tema de la unicidad, por lo que no podemos hacer generalizaciones, ya que cada pareja responderá desde su individualidad. Existe la idea extendida que pasar demasiado tiempo juntos no era bueno para el matrimonio. Antes sucedía que cada uno pasaba largas horas en sus trabajos y actividades, lo que permitía que cada uno tuviera su espacio, que después en una charla podían compartir. Al cambiar las circunstancias, por ejemplo con el teletrabajo o trabajo desde casa, se intentó ser creativos para renovar y crear rutinas para no interferir en el espacio del otro. Sin embargo, el estar expuestos

ARTÍCULO a mayor contacto (por principio de física) genera fricción y pueden surgir discusiones o diferencias por cosas insignificantes y llevadas por la irritabilidad, el aburrimiento, la frustración, la ira, dolor etc. Todas las parejas requieren de un equilibrio entre tiempo juntos y tiempo personal y lo que muchas veces sucede es que, al compartir más tiempo juntos, han descubierto facetas poco conocidas y también pueden haber afianzado lazos. ¿Qué debemos hacer frente a lo que vivimos? El manejo de escenarios nuevos, como el que vivimos, nos demanda una tolerancia a la ambigüedad; lo que se traduce en desarrollar o aumentar nuestra capacidad de adaptación, dirigida a transitar una situación difícil de la manera más tranquila posible, evitando conflictos mayores. La supervivencia de la pareja y el que las circunstancias que se vivan no sean el detonador de una ruptura, va a depender de los recursos emocionales previos y de la capacidad de diálogo y compromiso para afrontar situaciones que generan malestar al interior de la pareja. Recordar que de las crisis podemos salir reforzados, fortalecidos, a nivel individual o de pareja, o con problemas como la separación y la ruptura. Las respuestas al estrés de cada miembro tampoco serán iguales, pueden aparecer los aspectos más complicados o los más amorosos. Cuando se atraviesa una situación de estrés mayor, como ahora, la pareja se puede convertir en un factor de aumento de ansiedad o en un elemento de contención y apoyo. Una pareja madura se sostiene entre sí. En relaciones estables, no se pone en juego el vínculo, sino la sobrecarga que puede haber. En relaciones inestables es más difícil enfrentar el estrés y el negativismo, allí salen a relucir la mala comunicación y la intolerancia mutua. ¿Qué podemos hacer para fortalecer el sentido de unión y aumentar la tolerancia? 1. Comunicar y reconocer el temor que siento, que necesito calmarme. A veces los cónyuges se sienten menos vulnerables quejándose, que mostrándose temerosos. Como consecuencia de estas pequeñas agresiones se puede generar rápidamente una discusión. Pero si la pareja puede reconocer el miedo debajo de su irritabilidad pueden auto distanciarse y evitar los comentarios hirientes. Y si pueden reconocer que tienen necesidades

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ARTÍCULO comunes de tranquilidad y consuelo, o que comparten preocupaciones durante estos momentos difíciles, podrán acercarse en vez de alejarse. Se necesita una escucha activa, responder empáticamente, preguntar al otro por sus sentimientos, ofrecerle apoyo si se siente abrumado, compartir su ansiedad. Puede que los problemas no se resuelvan, pero sí se sentirán acompañados, y mutuamente validados. 2. Compartir y sostenerse en el dolor por todo lo perdido: planes, rutinas, ingresos, salud; que aumenta cuando empiezan a enfermar o fallecer familiares y/o amigos. Es recomendable no reaccionar a esa ira, sino tratar de percibir el dolor subyacente y estar dispuestos a recurrir el uno al otro. 3. No comparar nuestra forma de percibir y sentir con la forma del otro. Cuando alguien se enferma o muere y nuestra pareja nos lo comparte, no parece lo mejor tratar de reducir su sentir, minimizándolo, creyendo que se tranquilizará. Cada uno de nosotros procesa de manera única los eventos y el hecho de que alguien muera o enferme gravemente nos enfrenta a nuestra propia vulnerabilidad y finitud. Respetar el temor y el dolor del otro. 4. Realizar actividades juntos y separados. Pueden cocinar, comentar, salir al parque juntos y/o buscar espacios para leer, meditar y descansar separados. 5. No es momento para juicios, exigencias y críticas. Trabajar sobre la aceptación del otro y sus características y fortalecer el vínculo que tienen. Valorar las cosas buenas de nuestra pareja y la nostalgia por los buenos tiempos compartidos puede ayudar a estar satisfechos, aceptando el presente y optimistas con el futuro. 6. Los errores no son solo del otro. Cómo afectan los estilos de atribución cuando se culpa por errores al otro y se identifican como fallas internas: siempre haces lo mismo…, nunca puedes…, etc. Esto lleva a la insatisfacción matrimonial. 7. Riesgo de contagiar la ansiedad. Estamos ante una amenaza real, nadie lo está inventando, debemos reconocer el peligro de lo que sucede. Pero, también podemos valorar lo que tenemos, evaluar lo más valioso que nos quedó para rescatar algo bueno dentro de lo negativo, ver la luz al final del túnel que está representando este período.

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Carmen Aste

Licenciada en Psicología, Logoterapeuta, Tanatóloga, Psicoterapeuta familiar sistémica y Docente de la Formación de Logoterapia de Dau Holding Group

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Una Invitación Inesperada

l año 2020 empieza como cualquier otro, con esperanzas, sueños y proyectos. Con algunos retos y ciertos problemas, como todos. Y en marzo nos llega una invitación mundial, la invitación a detenernos y “recalcular”. Como cuando con el GPS damos una vuelta equivocada y no sabemos hacia dónde dirigirnos, pero esta vez era el mundo entero enfrentado a la posibilidad de hundirse en la desesperación o descubrir una nueva manera de vivir. Cuando pienso en la pandemia como una invitación, me acuerdo de cuando teníamos una fiesta a la que no queríamos ir y mi papá se reía porque sabía que seríamos los últimos en irnos de la fiesta. Es como cuando tienes un compromiso de trabajo o de un pariente lejano al que no conoces y tienes que ir “por cumplir”. Y la invitación implícita en la pandemia es una sugerencia a esa parte que nos define como humanos, abre la puerta de las restricciones psicofísicas y permite la oportunidad del despliegue de lo espiritual. El ser humano está invitado a la TRASCENDENCIA y en esta ocasión no nos quedó más remedio que aceptar la invitación “por cumplir”. Cumplir con nuestra capacidad de responder, desplegando todas nuestras fortalezas y nuestras herramientas, desplegando nuestra esencia humana más profunda, descubriendo los valores que nos llaman a ser vividos en situaciones que solo son aquellas específicas y que deberán que para nosotros sea significativo.

ARTÍCULO Algunos cumplirán con los protocolos de vestimenta, otros estarán confundidos y en la puerta de la fiesta seguirán dudando si entrar o no, pero esta invitación es para todos y todos tenemos una oportunidad para descubrir desde nuestro ser único e irrepetible. El dolor, el miedo, la angustia, el aislamiento, extrañar los abrazos, el sufrimiento inevitable, el límite tajante que nos recuerda que no tenemos el control sobre el mundo, pero también nos permite descubrir nuestro poder auténtico en la libertad. Fue en un taller al inicio de esta aventura, con la guía de mi querida maestra Sandra Barbero, cuando recibí la invitación a entender la libertad del prisionero y comparto en este artículo mi elección de esos días. “Elijo ser una prisionera libre, mantener mis ojos abiertos al encuentro, conectar de cualquier manera con los otros prisioneros, abrazar con el alma y escuchar con el corazón. Elijo sostener a quien me necesita y de vez en cuando, enroscarme en una esquina y llorar, elijo permitir que los otros me sostengan de vez en cuando. Elijo disfrutar al máximo de cada reunión virtual sin pensar en que no es lo mismo. Elijo vivir en el presente, en mi presente y dar gracias a la vida por la oportunidad que la tragedia me da, algo que quizá hoy no puedo medir completamente. Elijo seguir nadando en este río y no mirar atrás para que no me lleve la corriente, y elijo creer que llegaré a otra orilla, aunque todavía no esté a la vista. Elijo como dijo Viktor Frankl: “abrazar mi libertad de elegir mi actitud ante aquello que no puedo cambiar”. En este camino que tengo el privilegio de vivir como terapeuta, invité a muchos de mis pacientes a escribir su propio compromiso, y quiero cerrar este artículo con una maravilla de una hermosa mujer de 16 años: LIBERTAD DE PRISIONERA Al ser una prisionera libre, elijo vivir en el presente y no pensar en el futuro lejano. Elijo disfrutar cada día, elijo creer que después de la tormenta, sale el sol.

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Ayudo a los otros cuando se caen y los levantó al igual que ellos a mí.

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Al ser una prisionera libre, cambio mi perspectiva de ver la situación, veo todo lo positivo que se dio y de igual manera me detengo por un momento del día a día y también me tomo el tiempo de llorar y sacar todo lo que me frustra para poder seguir avanzando.

Elijo valorar más las cosas y aprender de todo esto. Elijo disfrutar con mis amigos como pueda hasta poder verlos otra vez. Y estoy consciente que, aunque parezca una montaña rusa infinita, tiene fin y hasta que lleguemos al final decido disfrutar el recorrido. SPS. Y tú, ¿cómo quieres responder a esta invitación?

Daniela Barona

Psicóloga Clínica, graduada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y Logoterapeuta formada en DAU Holding Group.

Camina siempre por la vida como si tuvieses algo nuevo que aprender y lo harás.

-Vernon Howard Para tener éxito, salta tan rápidamente a las oportunidades como lo haces a las conclusiones.

-Benjamin Franklin

Empieza haciendo lo n posible, y de repente te e impos

-San Franci

FRASES CON Quería cambiar el mundo. Pero he descubierto que lo único que uno puede estar seguro de cambiar es a uno mismo.

Cada día me miro en el espejo el último día de mi vida, ¿que hoy?". Si la respuesta es "No seguidos, sé que nec

-Steve

-Aldous Huxley Aquel que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos.

-Friedrich Nietzsche 42 REVISTA SENTIDOS

Solo aquellos que se atreven a tener grandes fracasos, terminan consiguiendo grandes éxitos.

-Robert F. Kennedy

necesario, después lo encontrarás haciendo lo sible.

isco de Asis

Un hombre sabio puede aprender más de una cuestión necia que un necio de una cuestión sabia.

-Bruce Lee

N SENTIDO

o y me pregunto: "Si hoy fuese erría hacer lo que voy a hacer o" durante demasiados días cesito cambiar algo.

e Jobs

Algunos cambios parecen negativos en la superficie, pero te darás cuenta de que se está creando espacio en tu vida para que algo nuevo emerja.

-Eckhart Tolle Un hombre sabio creará más oportunidades que las que encuentra.

-Francis Bacon 43

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LO VIRTUOSO DE LA VIRTUALIDAD EN LOS VÍNCULOS (SOLO UN AUTODISTANCIAMIENTO PARA LA AUTOTRASCENDENCIA)

i fuera el ojito de la cámara de ese aparato electrónico que usas o el de tu antiguo computador, tendría tanto que contar… Como, por ejemplo, ver a cada momento a un ser humano frente a mí, volcando su mirada y viendo a través de mí al otro. Esto me humaniza y por eso digo que soy ojito y no lente de cristal… Me miras y te miro. Mis características más concretas son la disponibilidad, la capacidad de unir distancias, el ver más allá para llegar al encuentro, desde una mirada transparente y luminosa. Cada vez que me activas, me das la posibilidad de revelar, con v, es decir, de sacar a la luz algo que no se podía ver. Claro, lo que me hace poder ser parte de esos encuentros es la energía del internet, lo virtual que hoy es virtuoso.

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Empezaba el tercer mes del año en nuestra Lima de verano o en tu país querido, y te avisaron de un confinamiento y seguro creíste que sería cosa de unos días. El alivio del descanso se fue convirtiendo en incertidumbre y mira, aquí pasaron ocho meses. Hoy estás en la otra parte del año y a pesar de la crisis y todo lo que connota, incluyendo pérdidas, esta situación te ha dejado un aprendizaje tremendo de humanidad. Nunca nos habíamos sentido tan iguales y sin fronteras. Así como pasó acá, pasó allá, pintando el mismo lienzo con distinto color y yo, como lente de cámara de computador, atravesaba el internet y lo veía todo con la finalidad de llegar a un mismo objetivo, el encuentro. La crisis es una oportunidad para “construir” algo que edifica en tu vida.

ARTÍCULO El 2020 llegó tan igual como leer los parajes y el thriller de la Peste de Camus. Y con la similitud de los dibujos de Hanna Barbera, ese de los Supersónicos, ambientado en el 2026, dónde todo es por computador, el teletrabajo, clases virtuales, consultas médicas, jefes gritando por la pantalla, ir al gym, conciertos y hasta fiestas, cada quién con su copa en mano, en festejo de cumpleaños de chicos y grandes. Cuánto valor de responsabilidad, solidaridad y del despliegue de nuestras capacidades espirituales: el autodistanciamiento (capacidad de salir de uno y contemplarse a sí mismo “desde afuera”) y la autotrascendencia (capacidad de salirse de uno mismo al encuentro del otro por amor y sentido) como regalos que nos deja esta crisis. Mi ojito de cristal, alias lente, vio de todo: personas llorando frente a este viejo computador, rostros desencajados y de impotencia en la gente mayor que no se adapta al teletrabajo y los embates de la tecnología, la presión laboral, la ausencia y/o paralización laboral, las preocupaciones económicas, la ansiedad e incertidumbre. Cómo lloró Pablito viendo a su maestra a distancia, a sus compañeros, cuánta impotencia se guarda porque tiene ganas y necesidad del encuentro físico. En cambio, a Clarita se le vino el enojo y apatía por la misma razón, manifestando así su frustración y tristeza. Las maestras están tensas y angustiadas de no saber cómo hacer su lección. Los padres sin saber cómo manejar al mismo tiempo el ser trabajadores, profesores, amos de casa y padres. Ni qué decir de los que día a día se ganaban el pan en el trabajo ambulante y los servicios abiertos al público que tuvieron que parar… Y, sin embargo, la mayoría entendió que este distanciamiento exige la responsabilidad de cuidarse a uno mismo y a los demás. El distanciamiento no corta lo afectivo. He experimentado desde mi ojo de cámara, desde mi lente de cristal empañado, cómo te costó ese entierro por computador. Recuerdo que mojaste mis teclados. Las despedidas por pantalla dolieron el doble. El querer estar con un ser querido

ARTÍCULO que necesitaba consuelo, cuánta impotencia y frustración de que no sea como quisiste. Y lo cierto es que las cosas nunca se pueden controlar, no sabemos cómo vienen y hacer conjeturas, tortura. Hoy puedo ver tu rostro más cuajado, aceptando el nuevo modo de vivir y reinventando cada día una forma distinta para estar con el otro. El trascender las tradiciones y costumbres de fechas festivas populares, las misas y los encuentros sociales. Los velorios, un ritual necesario y aprendido para despedir, hoy tuvo que ser por audio, por teléfono o por otra plataforma. Pero buscaste la manera de estar más cerca, aunque sea de un modo virtual, con la palabra, la pantalla, la voz… Acompañaste en la distancia. Mira que lo hiciste muy bien realizando lo mejor que pudiste, sin saber cómo fuiste resignificando en el proceso. El hubiera no existe, sino lo que es es y no pudo ser distinto. Por eso es muy valiosa tu manera de haber acompañado a distancia en lo virtual. Cuántas pérdidas, cuánto dolor, cuánta aceptación y esperanza, cuánta fe. Y mira, que aunque sea nuevo para todos, mereces un aplauso grandísimo, por el poder innato de adaptación que tienes. Hoy la virtualidad se fue haciendo virtuosa y permitió desplegar el espíritu en la autotrascendencia. Mira cuánto te saliste de ti mismo para acompañar otra alma, otro ser, en una distancia que más que des unir, acerca. Cuánto valor transpersonal, ese que va más allá de ti y las circunstancias para ser y estar con tu ser querido. Y así las reuniones amicales por plataformas virtuales pudieron unir a quién siempre se las perdía por estar en el extranjero. Las consultas terapéuticas, 20 años o más con personas queridas de las que no supiste nada en todo este tiempo. ¿Te pasó? pues a alguien que está frente a mí sí le pasó. Estos encuentros pudieron ser posibles gracias a la pandemia.

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Muchas personas que viven solas, tuvieron más contacto y cercanía familiar que antes de la pandemia, por esta nueva virtuosa virtualidad que une. Y ¡venga! que lo mismo ocurrió con la conexión con uno mismo para poder entender aspectos, emociones y sensaciones. También a algunos les

ARTÍCULO costó estar consigo mismos y llegó la angustia y ansiedad de no poder escapar. Y es que a veces las tormentas y revuelcos llegan para permitirnos descubrir luego la paz y calma, y resignificar el camino, saliendo de ese modo que, aunque es más cómodo, daña. Una vez quedó registrado en una carpeta de este computador las diez tesis de la persona, cuyo autor es Viktor Frankl. Y como yo todo veo y leo desde mi lente de cristal, leí que la tesis número 10 dice que, La persona no se comprende a sí misma sino desde el punto de vista de la trascendencia. Más que eso, el hombre es sólo en la medida en que se comprende desde la trascendencia. No soy yo sin ese tú. Y esto tiene que ver con la forma de reinventarse en el vínculo para estar con el otro, unidos en distancia, en conexión espiritual y cercanía. Ese abrazo virtual llegó con más potencia, esas palabras llegaron con más amor, por la fuerza con la que viaja al encuentro de almas. Es lo virtuoso de lo virtual, donde la mejor conexión es la del corazón. En algunos apuntes dejados aquí, en el sistema del CPU, pude reconocer que no hay mayor libertad desplegada que cuando se cree que no la tienes. Porque puedes ejercer tu libertad para elegir tu actitud frente a las situaciones que no cambian. Porque puedes desplegar tu libertad para desencadenar el corazón, porque puedes reinventar la realidad como mago de vida y puede ser siempre una posibilidad para ser una mejor versión de ti mismo. Hoy, toma mis características de lente de computador para tu vida: la apertura, el unir distancias, el ver más allá para llegar al encuentro desde una mirada transparente y luminosa; revelando con “v”, es decir, sacando a la luz algo que no se podía ver, y con una energía espiritual que te mueva a navegar hacia el encuentro a pesar de la distancia. Y desde la lejanía, hoy hay nuevas formas virtuales y virtuosas de estar, abrazar y acompañar. Vamos a la acción de darnos y dar, sí a la vida a pesar de todo.

Lisette Chavarri

Comunicadora social y Psicóloga especializada en psicoterapia Gestalt, Maestría en Periodismo, arte dramático y enfermería auxiliar. Logoterapeuta formada en DAU Holding Group.

UN CAVERNÍCOLA EN LA LUNA “Porque viendo no ven y oyendo, no oyen ni

elevisión por cable, internet de alta velocidad, pantallas táctiles, mensajes instantáneos, tarjetas de crédito, influencers, mercadotecnia, carros automáticos y mecánicos, vacaciones en la playa, maestrías en el extranjero, filtros de Instagram, cuentas de ahorro, ropa de marca, comida rápida, pastillas para la presión, redes sociales, seguros de salud, inteligencia artificial, cines 4D y hasta mandarinas vendidas sin cáscara, pero vueltas a envolver en envases plásticos. Todo ello formando parte de nuestro día a día, la cotidianidad; un cerebro invadido de estímulos, planes y preocupaciones. De todo lo dicho, parece mucho, pero aún sigue siendo poco.

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entienden”. - Jesus de Nazareth El ser humano del siglo XXI, tan acostumbrado a la comodidad, orgulloso de sus avances y del lugar que ocupa en la historia. Tan solo nos bastaron 200 años para producir más tecnología que en los últimos dos mil años. Y claro que hay motivo para inflar el pecho, muchas enfermedades dejaron de ser mortales, aumentó la esperanza de vida, pusimos foco en problemáticas sociales que antes se pensaron irrevocables, llegamos a la luna, descubrimos el bosón de Higgs y pusimos en marcha un modelo económico que prometía libertad de mercado y la posibilidad de poder escalar en los estratos sociales.

Nos mudamos a grandes urbes, dejamos atrás el campo, pueblos donde todos se conocían entre todos, apartamos también con este cambio el sentimiento de pertenencia a una comunidad. Optamos por un sistema educativo que nos ofrece en empaquetado todo aquello que deberíamos saber para poder desenvolvernos adecuadamente como ciudadanos, anulando muchas veces nuestra capacidad crítica o la posibilidad siquiera de pensar que existen otras versiones de la historia y no solo la del vencedor. Y si, en pleno desarrollo de esta compleja sociedad que hemos creado y seguimos alimentando, llegó la pandemia. ¿Pero qué fue lo que encontró el COVID-19? Un ser humano anonadado por toda la brillante belleza de la actualidad, entregado a los ideales de felicidad que nos ofrece la modernidad. Pero también, un ser humano con una gran dificultad: la de pensarse a sí mismo y por ende la relación que tiene con el otro. Hagamos un experimento, pregúntate “¿Quién soy?”

No salgas de este recuadro hasta que tengas la respuesta en tu cabeza Bien, si respondiste con tu nombre, edad, profesión, especialidad, género, especie, labor y algunas otras etiquetas más, no has hecho más que llenar una forma de ficha de datos que puede ser almacenada en cualquier librería de Excel y realmente ¿eso es lo que eres? Parece que la respuesta es un poco más complicada. Otros realmente podrían afirmar “¿pero qué importancia tiene ello? Yo me siento bien sin la necesidad de saberlo” y, si no es para menos, la pregunta por uno mismo resulta algo incómoda y pareciera no ser vital para seguir disfrutando de las comodidades de la modernidad. Comodidad que se percibe mientras nos encontramos descansando en el cobijo de lo que Buber llama la “mansión cósmica”. Sin embargo, esta crisis colocó ante nosotros algo que quizá no nos cuestionamos en

nuestra cotidianidad: la propia finitud, la de los demás y la de los vínculos que formamos con el otro. Ya en pleno confinamiento, sin posibilidad de acercarnos al otro, muchos enfermamos (a causa del COVID-19 o alguna ansiedad), vimos también partir a familiares, amigos, conocidos o personas de nuestro entorno cercano y el cuestionamiento era inevitable. ¿Qué hice con el tiempo que tenía para mí y para el otro? Y de pronto se hicieron visibles todas esas relaciones alienadas con nuestro entorno, esas metas que seguíamos por la expectativa puesta en nosotros, ese trabajo que no nos daba ni tiempo de disfrutar de nuestros seres queridos ni de nosotros. Nos percatamos de aquellos viajes pospuestos, ese abrazo que no dimos, el te quiero que callamos y, sí, percibimos la insatisfacción en la que vivíamos, pero que estaba muy bien cubierta por todos esos distractores de la modernidad. ¿Y realmente la pregunta por quiénes somos resolverá esta insatisfacción? La respuesta es no, pero es la primera piedra sobre la cual podemos erigir nuestro proyecto llamado vida. Claro, junto con ello viene el sentido, el cual nos brinda un propósito, una direccionalidad, pero con la consciencia de quienes somos, con nuestros quereres reales y no los impuestos. Nos invita a reconocer nuestra finitud, saber que por aquí solo estamos de

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paso y que el otro se encuentra en la misma situación. De esta manera, con esta consciencia, el encuentro con el prójimo dejó de ser cotidiano y pasó a ser milagro, no en el sentido dogmático, sino en lo extraordinario y maravilloso que puede llegar a ser este suceso. La pandemia nos ha dejado muchas pérdidas, pero es quizá la lección, una muy dura, pero necesaria para nuestro cambio de consciencia. Terminó siendo una invitación para virar hacia lo realmente importante.

Luis Carlos Ramos Valdivia

Psicólogo clínico. Miembro del área clínica de DAU Holding Group. Investigador, melómano y viajero.

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Atrapado en el tiempo(2006)

sta película trata sobre un hombre del tiempo egocéntrico y malhumorado, a quien se le asigna cubrir un evento meteorológico en un pequeño pueblo. Debido a una tormenta de nieve y en contra de su voluntad, deberá quedarse a pasar la noche en un hostal junto al resto de miembros de su equipo. A la mañana siguiente, se da cuenta de que el tiempo parece haberse detenido, viéndose obligado a repetir una y otra vez ese mismo día hasta descubrir el verdadero propósito de su vida.

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Hacia rutas salvajes (2007)

sta película basada en hechos reales trata sobre Christopher McCandless, un joven de 22 años, inconformista e inadaptado. Tras graduarse en la universidad, donó todos sus ahorros e inició un viaje en solitario de mochilero para huir de sus demonios internos y desentrañar el verdadero sentido de la vida. Entre otras peripecias, se instaló en un autobús abandonado que encontró en medio de la tundra de Alaska, donde vivió solo y sin apenas comida y equipamiento durante casi cuatro meses.

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El cielo y la tierra (1993)

sta película basada en hechos reales se centra en la vida de una joven budista vietnamita, quien desde muy joven padece en primera persona los horrores de la guerra. Durante el conflicto bélico de Vietnam conoce a un sargento de los Marines, totalmente atormentado, con quien termina casándose y formando una familia en Estados Unidos. Si bien parece que todo empieza a ir a mejor, el karma acabará pasándoles factura. La joven aprenderá a trascender el sufrimiento a través de la aceptación y la compasión.

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El rizado camino de la felicidad (2018)

iolet tiene el trabajo perfecto, la relación perfecta y hasta el pelo perfecto. Sin embargo, dejó de tenerlo. Así, cuando a esta publicista exigente y controladora le rompen el corazón y tiene problemas en su trabajo, decide embarcarse en un viaje de autoconocimiento que comienza con un cambio de pelo radical, en el camino, recibe nuevos aprendizajes desde una perspectiva diferente a la usual.

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Quédate a mi lado (1998)

sta película trata sobre la relación que mantienen la ex mujer y la nueva pareja de un hombre que intenta que su ruptura sentimental no afecte al bienestar de sus hijos. Al revelarse un hecho trágico que marcará la vida de esta familia para siempre, las dos mujeres deberán superarse a sí mismas y aparcar sus diferencias, aprendiendo a establecer un vínculo afectivo basado en la aceptación y el respeto mutuo, del cual saldrán transformadas y fortalecidas.

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Uno tan diferente como yo (2017)

l exitoso marchante Ron Hall y su esposa Debbie parecen tener la vida perfecta. Pero cuando deciden poner a prueba su fe y su familia, un improbable vínculo con un indigente sin hogar los lleva a un viaje extraordinario que forja una amistad eterna. La película demuestra cómo un simple acto de bondad puede cambiarlo todo. Basado en hechos de la vida real, la cual es a menudo dolorosa, esperanzadora, pero siempre sorprendente.

AGRADECIMIENTOS

AGRADECI

Sandra Barbero Directora del Instituto Peruano de Logoterapia Víktor Frankl.

María Elena Loret

Directora de Elige Acción, Consejera en Logoterapia y Tanatóloga por DAU Holding Group.

Ana María Pajuelo Psicóloga organizacional y Logoterapeuta formada por DAU Holding Group.

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Armando Mera

Profesor universitario de Filosofía y Consejero en Logoterapia por DAU Holding Group.

Rodrigo Bravo

Consejero en Logoterapia y Docente en Dau Holding Group.

AGRADECIMIENTOS Dau - Escuela de Vida

IMIENTOS

Angelica Willars

Directora de DAU Nayarit Centro de Logoterapia y Tanatología Viktor Frankl México.

Daniela Barona

Psicóloga clínica y Logoterapeuta por DAU Holding Group.

Lisette Chavarri Psicóloga especializada en psicoterapia Gestalt y Logoterapeuta por DAU Holding Group.

Carmen Aste

Psicóloga, Logoterapeuta y Tanatóloga por DAU Holding Group.

Luis Carlos Ramos

Psicólogo clínico y miembro del área clínica de DAU Holding Group.

DIRECCIÓN EJECUTIVA: M.B.A. Juan Dávila Medina DIRECTORA IMAGEN Y COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL: Sandra Barbero Sereno GERENTE DE PROYECTOS Y CONTROL INTERNO Zelmira Palacios ÁREA CLÍNICA: Estephanie Romero, Diana Ruiz, Luis Carlos Ramos y Valeria Corrales DISEÑADOR: Nayre Cordova y Diego Dávila

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+51 987 383 009

REVISTA SENTIDOS - EDICIÓN 25

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