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Microarquitectura escolar, ¿qué es eso?
from Arquitectura y Educación, Tangible/ Revista de Arquitectura Transdisciplinaria No. 02/ Abril 2021
Una reflexión personal
Por: Adolfo Montalvo
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Licenciado en Ciencias de la Educación especialidad Químico Biológicas
Maestro en Ciencias Químico Biológicas
Docente titular de la Licenciatura en Enseñanza de las Ciencias Naturales y del Posgrado en Educación en la Universidad de Montemorelos, Nuevo León, México
Este artículo es una modesta reflexión personal sobre las deficiencias arquitectónico - pedagógicas que pudieran estar presentándose en el aula. Téngase en cuenta que escribe un profesor que no tiene conocimientos de arquitectura. También considere que las conclusiones derivadas de esta reflexión sobre la realidad del aula escolar pueden no ser aplicables a todas las aulas escolares. Casi vendría siendo una perspectiva personal que pretende ayudar a descubrir posibles falencias y vicios ocultos de la arquitectura escolar. El autor reconoce que su análisis podría ser limitado desde una perspectiva arquitectónica. Sin embargo, desde la perspectiva didáctica los argumentos serán de peso, de lo contrario, no tendría sentido esta reflexión.
Una advertencia más, que vale la pena tener en cuenta al evaluar el diseño del aula, es que la pedagogía y la arquitectura no son los únicos determinantes. En nuestros países, en vías de desarrollo, el factor económico termina siendo el que inclina la balanza en favor de un diseño u otro. Tal vez podríamos también darle cierto peso a cuestiones que parecen inverosímiles como la obstinación de líderes educativos o profesionales de la construcción que por su afán protagónico pudieran afectar desfavorablemente el diseño de las edificaciones escolares.
Es desafiante, pero factible y útil la evaluación del diseño de las aulas escolares, y ese es el intento de esta reflexión.
Tras revisar algunos artículos profesionales sobre arquitectura escolar, la mayoría surgidos de la región latinoamericana, se observan algunas tendencias interesantes. Ramírez, (2009) hace un recuento histórico de la interacción entre arquitectura y pedagogía y su incidencia en la arquitectura moderna. Este autor sostiene que la manera en que la pedagogía fue, hasta cierto punto, moldeando el pensamiento arquitectónico influyó para el desarrollo de una perspectiva moderna en la arquitectura. También describe cómo los paradigmas pedagógicos determinaron la arquitectura de edificaciones escolares emblemáticas en los siglos XIX y XX. Sentieri, (2017) advierte sobre la importancia de reconocer que el espacio educa.
Haciendo un recuento de las creaciones del arquitecto alemán Hans Scharoun, demuestra que es posible armonizar principios pedagógicos y arquitectura, al menos en la enseñanza primaria, pero además que la arquitectura educa. Por su parte Catanneo, (2015), nos comparte su análisis sobre la influencia de dos referentes arquitectónicos de origen español; el Grupo de Artistas Técnicos Españoles para el progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATEPAC) y el arquitecto Joan Baptista Subirana en la arquitectura escolar moderna, considerándolos como “piezas clave en la articulación entre Arquitectura y pedagogía modernas”.
Santa Ana, (2007) nos comparte una breve reseña de la arquitectura escolar en México. Ella describe las transformaciones que van teniendo las edificaciones escolares, particularmente escuelas primarias, en México, desde el porfiriato hasta la época contemporánea tomando como referencia la influencia de los paradigmas ideológicos del poder sobre la arquitectura escolar.
Ramírez (2009) nos informa sobre un movimiento interesante que se presenta en Colombia desde 1932 hasta la fecha, y donde interactúan Arquitectura y Pedagogía.
Este autor nos relata sobre el concepto de “arquitectura del lugar” en el que son protagonistas los arquitectos Fernando Martínez Sanabria, Rogelio Salmona y Guillermo Bermudez. El autor pretende describirnos las características sobresalientes de este novedoso movimiento arquitectónico–pedagógico en Colombia. La idea detrás de la “arquitectura del lugar” es huir de la arquitectura racionalista y pasar a una arquitectura más orgánica. En otro artículo del mismo autor, en el mismo año y en la misma revista (Ramírez, 2009b), se nos explica la manera en que los encuentros positivos entre arquitectura y pedagogía influyeron para el desarrollo de la Arquitectura del Movimiento Moderno. Ramírez propone que, dado su carácter social, las edificaciones escolares brindaron una oportunidad especial para que la práctica arquitectónica se modernizara.
Gutiérrez, (2009) hace una revisión crítica de las disposiciones constructivas para las escuelas en Colombia. Esencialmente, el autor hace una crítica a estas reglamentaciones en el sentido de que no hay una relación sólidamente justificada entre arquitectura y pedagogía en estas disposiciones edilicias.
Camacho (2017) en una investigación por demás interesante, entrevistó a catorce actores clave en la edificación escolar en España. El equipo de Camacho solicitó a estos informantes expertos que expresaran su percepción sobre cómo se construyen las escuelas y cuál consideran que es la función de la pedagogía en la planificación de los edificios escolares. La percepción de los entrevistados fue que las exigencias políticas y las restricciones económicas son las que finalmente determinan el diseño de los edificios escolares.
Algunas constantes en estos pocos estudios revisados fueron las siguientes; la pedagogía ha sido fundamental en la modernización de la práctica arquitectónica, han existido interacciones muy positivas entre la arquitectura y la pedagogía, es importante reconocer que la arquitectura educa, la arquitectura escolar sigue o debe seguir los principios y paradigmas de la pedagogía, se puede distinguir una especie de macroarquitectura y una microarquitectura escolar y finalmente, las interacciones arquitectura pedagogía más notables han sido a nivel de enseñanza primaria, pero al parecer hay menos publicaciones respecto de la arquitectura en los niveles medio, medio superior y superior.
En lo que resta del artículo, se describen algunos aspectos de lo que denominaremos microarquitectura escolar, es decir, el interior del aula escolar. Los artículos comentados líneas arriba, describen una interacción arquitectura - pedagogía sólo en términos de macroarquitectura escolar, esto es, pasillos, bibliotecas, fachadas, pero no se describe el interior del aula, lo que aquí denominamos microarquitectura.
También se puede referir el espacio áulico interior como la realidad profunda del aula, expresión que sugiere el desconocimiento que pudieran tener los arquitectos de las necesidades de diseño al interior del salón. Es interesante el punto de vista del arquitecto Franck Locker quien hace un replanteamiento de la arquitectura escolar (Baena, 2016). La propuesta arquitectónica educativa del arquitecto Locker es interesante porque llega hasta el interior del aula. Además de ser arquitecto, se ha capacitado en educación y esto ha sido decisivo en su visión arquitectónica.
Independientemente del modelo educativo o de la filosofía educacional que prive en la institución educativa, dentro del aula será necesario realizar un gran número de actividades didácticas. Tales actividades demandan la gestión de mobiliario, espacios y distribuciones que pudieran estar siendo ignoradas por los arquitectos, probablemente porque hay la percepción de que la arquitectura solo llega hasta el exterior del aula. A continuación, se describen unas cuantas de esas actividades didácticas con el propósito de resaltar la demanda de asesoría arquitectónica.
Producción de carteles en equipo
La producción de carteles en equipo requiere superficies amplias sobre las cuales se puedan colocar pliegos de papel de gran tamaño, papelería, tijeras y pegamento. Adicionalmente, los carteles se elaboran a partir de material bibliográfico que pueden ser libros de texto. Sería ideal tener, dentro del aula, un librero donde se tengan las copias suficientes de estos libros de texto para los equipos de alumnos que trabajarán en la producción de carteles.
Es indispensable tener superficies verticales adecuadas donde adherir, para su observación, cada uno de estos carteles. Históricamente, se han producido carteles en los salones de clase y se han colocado en las paredes, deteriorando su acabado.
Dentro de esta misma metodología didáctica hay que considerar el espacio y el mobiliario para guardar las herramientas y materiales de trabajo para producir estos carteles.
Videoproyección
Hoy es una demanda ineludible la videoproyección en el aula. Uno de los errores con la colocación del equipo de videoproyección es utilizar la misma área que ocupa el pizarrón. Aunque se utilice una pantalla deslizable, a veces es necesario hacer anotaciones sobre la videoproyección.se puede izar la pantalla, pero la proyección se refleja sobre la superficie brillante, provocando incomodidad para ver las anotaciones complementarias que el profesor escribe en el pizarrón.
Aula temática o por materia
En una aula temática todos los elementos didácticos tratan sobre una sola materia o materias estrechamente relacionadas. Los elementos didácticos pueden ser muy diversos y van desde el pizarrón hasta especímenes reales pasando por videoproyectores y mesas de demostración. Por ejemplo, en una aula designada prioritariamente para la enseñanza del inglés a jóvenes de secundaria, podrían requerirse monitores, conexión a televisión por cable, accesos por cable a internet e inalámbricos para computadoras y tabletas.
Es probable que del servicio de televisión por cable se requiera seguir un noticiario a una hora específica o un evento deportivo en inglés por supuesto, con el propósito de que los estudiantes practiquen. Otro ejemplo podría ser el de alguna asignatura relacionada con la lengua o la literatura española. Es probable que se requiera un librero donde se puedan colocar réplicas de obras relacionadas con la asignatura y/o un pequeño rincón donde se exhiban ejemplares de artefactos relacionados con la literatura o con una época literaria.
Múltiples pizarras y de uso múltiple
Muchas veces el profesor necesita hacer diagramas o elaboraciones extensas en la pizarra y es didácticamente desventajoso borrar lo ya elaborado para llenar de nuevo la pizarra con la información complementaria. Borrar lo primero es didácticamente desventajoso porque, en la explicación que va haciendo el profesor, se requiere el esquema completo. Mientras el profesor explica, necesita hacer alusión directa a puntos específicos de las primeras anotaciones plasmadas en la pizarra, pero que por falta de pizarras adicionales, tiene que borrar y solo referir de memoria a los estudiantes.
Estos son solo cuatro ejemplos de la realidad profunda del aula. Evidentemente se requieren conversaciones enriquecedoras entre docentes experimentados y arquitectos para favorecer más la microarquitectura, es decir el diseño de las aulas. Los casos exitosos de armonía entre Arquitectura y Pedagogía son numerosos, pero solo han llegado hasta la macroarquitectura, sin transmitir el mismo éxito a la microarquitectura escolar.
Estas últimas consideraciones sobre la microarquitectura escolar, nos muestran la necesidad de que el docente observe y documente las deficiencias que se pueden presentar durante el ejercicio didáctico dentro del aula. Esta documentación acumulada de los docentes sin duda servirá para que, al momento de planificar la edificación de una escuela, lo cual ocurre muy pocas veces en una misma localidad, y por lo cual hay que pensar cuidadosamente el diseño, se convierta en una fuente de información válida muy valiosa para los arquitectos.
Aunque la ideología política y las restricciones económicas son las principales condicionantes a la hora de decidir una edificación escolar, es muy probable que la falta de una observación documentada por parte de los docentes y directivos educativos sea otra condicionante que impide el diseño arquitectónico adecuado y que, de enmendarse, facilitaría una buena práctica educativa.
La actualización de los edificios es otro buen motivo por el que profesores y administradores educativos deben documentar las actuales deficiencias de diseño. Es muy probable que a un docente no le toque participar de la planificación de un nuevo edificio escolar, pero sí es altamente probable que le toque participar de una actualización del edificio donde labora, y debe estar listo para hacer planteamientos bien sustentados.
Vale la pena aquí resaltar la propuesta del arquitecto Frank Locker, arquitecto estadounidense en la Universidad de Oregon y con un doctorado en Arquitectura por la Universidad de Edimburgo (Baena, 2016). Este especialista propone un planteamiento radicalmente nuevo de la arquitectura escolar que incluye la microarquitectura, es decir, el aula. No es posible enumerar y especificar aquí las propuestas de este arquitecto, pero se recomienda al lector una visita al sitio web donde se describen más ampliamente las ideas innovadoras de este arquitecto especializado en arquitectura escolar.
Referencias
Baena, M. P. (2016, 26 abril) Franck Locker La educación tradicional no resuelve problemas reales. http://otrasvoceseneducacion.org/ archivos/67985
Camacho, A. (2017) La arquitectura escolar, estudio de percepciones. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social. 6(1), pp 31 – 56.
Gutiérrez, J. (2009) Estándares básicos para construcciones escolares, una mirada crítica. Revista educación y pedagogía. 21(54), pp 157 – 176.
Ramírez, F. (2009a) Arquitectura y pedagogía en el desarrollo de la arquitectura moderna. Revista Educación y Pedagogía. 21(54), pp 2965.
Ramírez, F. (2009b) La arquitectura escolar en la construcción de una arquitectura del lugar en Colombia. Revista Educación y Pedagogía. 21(54), pp 81-101.
Santa Ana, L. (2007) La Arquitectura escolar en México. Bitácora Arquitectura. No. 17, pp 70 a 75
Sentieri, C. (2017) Las escuelas de Han Scharoun versus la escuela finlandesa en Saunalahti. Proyecto, Progreso, Arquitectura. Núm 17, pp 71 – 83.