Paradigmas No. 34

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VoZ AYypeÉIpA CoNvrns¡closss CON ISCRITORf,S MEXICANOS

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donde el lector podrá ál análisis a detalle de

más significativos escrita

California'


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€stimodos lectores, recibon lo entrego nÚmero 34 da su revisEo Poradigmos. (on este ojomplor concretomos el intercombio con lo €scuelo de €conomío de lo Universidod Michoocono de Son Nicolós de Hidolgo, donde se edito lo revisto de publicoción semestrol €conomío y sociedod. Los trobojos qu@ se inclugen on este número, derivodos de este intercombio, son el de Guillermo Vorgos quien destoco lo importoncio poro lo economío mexicono de lo coptoción de Flujos de i nversión extronjero. €l trobojo do Poblo Mcrnuol (houco nos invito o roFlexionor sobro lo importoncio del r@curso humono on los ostrotegios compotitivas qu@ osum@n los empresos mexiconos en el entorno globol g nocionol; tundomentolmente resoltcr lo importoncio de lo copocitoción de los Erob§odores, tomondo corno ejemplo o los pequeños @mpr@sos e integrondo los instituciones gubernometoles, de lo iniciotivo privodo q de edvcoción superior en esto proceso. Luis Romírazlroe o lo discusión un osunto que ho sido relegodo que o no s@ ho beneticiodo de los políticos rogionola-s @n México, como es el coso de los municipios ruroles. 11 su voz, llndrés Solori hoce un onólisis de lo economío joponeso, integrondo el sistemo culturol, político V @mpr@soriol poro odvertir que México no @s

ojono o

@s@

tipo de relociones, por lo que no

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posible

univorsolizor modelos qu@ hon sido etectivos en ómbitos espocioles distintos. Leondro Sónchez hoce uno descripción riccr sobro el origen da lo culturo del vino en Bojo (olitornio, osícomo de sus perspectivos

do compotitividod en el mercodo nocionol e internocionol. Finolmente, p@ro no m@nos importonte, (ormen Novorro reFlexiono

sobre el popel de lo universidod público; plonteo lo disguntivo onlro lo importoncio de tormor protesionistos copoces de integrorse con éxito ol mercodo de trobojo o lo construcción do conocimiento.


i ndi ce Evolución histórica de los flujos de iur-ersión ertntnjera en México :; ¿Signficalainversión extranjeraun riesgo parala soberanía econ,rmrci ;¿- 1 '

Guillermo Yargas Uribe

Comp ete ncia lab oral, desarrollo y p e qu eña e mp Sugiere la necesidad de vincular ios planes y acciones de gobiemo v económico y social para normalizar y certificar

a

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enpresr:r :

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r. --r it.¡.Lr de desarrollo

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. Chauca \Ialásquez

ios trabajadores mexicanos.

Pablo

Municipios rurales: doble víahacialos márgenes de los beneficios del desamollo El presente trabajo pretende

discutir algunos asuntos sobre el lugat que ocupaton los municipios rurales de México

en las políücas de desarrollo regional.

Luis Ramírez Sevilla

ffi

Revista Universitzria

PIRA'I,IOllAS Eolrot n¡sporsr¡r¡

C.P Yíctor Everardo Beltrán Corona

COORDINACIÓ\' GENERAT

Rector

Lvüa Coronel Yáñez

Emilio Hernández Gómez (emilio@ costa. ti j, uabc. nL\

)

Corsrlo Eononur: Alejandro Mungr.ral Lagarü r.Sonia Y

M.C. Juzur José Sevilla García

EorTon rrmruruo

Secretario general

Tomás Di Bella

Lugo Morones (Facultad de Economía): Jl.ier Cordero (Escuela de hrismo), Miguel Gárate Velarde (Iacultad

C.D. René Andrade Peterson

Dls¡ño ¡ononrqr v ronlrqcrór,¡

de Derecho); Arturo Ranfla (lnstituto de

Vicerrector zona costa

Xaty G. Medina Beltrán

Dr. Gabriel Estrella Valenzuela

Director general de Extensión Universitaria

Investigaciones Sociales)

.

Co¡lnÉ Eurronur: Leticia Gómez Castellanos (Escuela

de Contabilidad-Mexicali) ; Margarita Barajas Tinoco (Instituto de Investigaciones Sociales) ; Jorge Valderrama M.(Escuela de ltrrismo); Felipe Cuamea tlelizque4 Salvador Meza Lora, Rogelio Varela Llamas (Facultad de Economía).


Modelo económico y empresas : crisis, política económica y cultura en Japón analiza la manera en que el sistema económico y poftico impacta sobre la conformación empresarial y sobre su ünárruca, así como el modo en que los aspectos culturales determinan ei nivel de eficacia en las relaciones entre

Se

empresas y gobierno.

Andrés Solari Vicente

Organización productiva de la industria vitivinícola en

BajaCalifornia Resalta la import¿ncia económica de est¿ industria partiendo de su origen histórico, político y social.

Leonardo Sánchez Zepeda

Notasr Universidad pública y socie dad alinicio del siglo ¿vinculación o punto de quiebre? Ma. del Carmen Navarro Téllez

Paradigmas, año 9, núm. 34, abril-junio de 2001 . Revista trimestral publicada por la Universidad Autónoma de Baja California. Los artículos firmados son responsabilidad de su autor" Se autoriza la reprodurción total o parcial de los materiales publicados, siemprey cuando se cite la fuente. Certificado de licitud de número 7434. Cediflcado de licitud y de contenido número 5348. Reserva de título de derecho de autor número 2841-93. Tiraje: 750 ejemplares. lmpresión: Universal Press, Zacatecas 198 entre Reforma y Guadalupe Victoria, col, San Benito, 83190, Hermosillo,

Sonora, Tel, (662) 21 5-33-53. Correspondencia: Editor responsable, Facultad de Economía, unac, ex ejido Tampico, Mesa de Otay, Tijuana, 8.C., tel. (664)682-08-32, o bien en Revista Universitaria, Coordinación General,,Av, Obregón y Julián Canillo s/n, Mexicali, 8.C., 21100, tel. (686) 551{2-22, ext. 3276#, correo electrónico: interrevista@info.rec.uabc,mx,

editorial@info.rec,uabc.mx


Durante muchos años, sobre todo después de la revolución mexicana, la opinión dominante era que, permitir a los extranjeros invertir en México ponía en riesgo Ia soberanía económica del país y por lo tanto ésta era un riesgo. Por ello, la legislación mexicana ponÍa ciertos límites explícitos a la presencia de la tED en proyectos productivos y en instrumentos financieros que se realizaban en [\4éxico. Dichos límites incluían desde los derechos paraadquirir tierras e insumos, hasta la posibilidad de invertir en la banca

y f inanzas nacionales. Tal actitud llegó a tener influencia en muchos países latinoamericanos y de otras latitudes.

*Este documento es tomado, con permiso editorial, de Economíay sociedad, año 5, núm. B, septiembre 2000-febrero 2001, Revista de la Escuela de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás d*e Hidalgo, pp. 7-48. Profesor investigador de la Escuela de Economía, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Forodigmos


lnversión extranjera: pros y contras La inversión extranjera puede ser definida como un flujo de capital que proviene de otro país.

Cualquier tipo de entrada de capital se considera inversión extranjera (tE), aunque no sea totalmente inversión hablando en términos estrictamente económicos. Parte de esos flujos son en realidad movimientos de capital de corto plazo y no tienen la intención de convertirse en activos físicos (bienes de capital, fábricas, herramientas, maquinarias, instalaciones) es decir, en inversión económica tangible, generadora de empleos y de riqueza para el país receptor. Este tipo de inversión extranjera se denomina de caftera, ya que el objetivo de ésta es obtener rendimientos superiores a los de su país de origen a través de algún instrumento iinanciero, generalmente de corto plazo. El otro tipo de inversión extranjera, que ciertamente coincide con la definición económica de inversión y cuyo objetivo es precisamente el de generar activos productivos dentro del país receptor, se denomina directa. En esta ocasión hablaremos de la inversión extranjera de cartera (lrc) sólo de manera complementaria ya que la inversión extranjera directa (tro) es la que nos interesa destacar en este trabajo. Como cualquier actividad económica, la lro tiene pros y contras, defensores y detractores. A su favor están los pros de cualquier otro tipo de inversión en un sistema económico, es decir, genera empleos, produce demanda de bienes intermedios, tiene cierta derrama sobre actividades complementarias, genera encadenam ientos productivos hacia atrás y hacia adelante, y otro tipo de efectos multiplicadores y ventajas para los gobiernos a través del pago de impuestos, etcétera. En su contra está el hecho de que la inversión es realizada por las empresas propiedad de extranjeros, lo que provoca que parte de las ganancias de la tro sean remitidas al exterior. De acuerdo con Schettino, existían tres razones en contra de la lro: en primer lugar, se temía que los inversionistas se convirtieran en los nuevos amos del país, lo que podía expresarse como un neocolonialismo y, con ello, que éstos fueran una especie de nuevos capataces que, coludidos con los políticos locales corru ptos ("ve ndepatri as"),

p ud

i

eran

corrtrolar y movilizar grandes recursos, tanto naturales como industriales y financieros. lncluso se veía, de cara a las experiencias del siglo xtx, que el país pudiese ser invadido por alguna potencia extranjera en defensa de los intereses de sus nacionales. La Cláusula Calvo expresaba claramente este temor: "los inversionistas extranjeros no podrán llamar a su auxilio a las fuerzas armadas de su país". Esta preocupación que tuvo sentido por mucho tiempo, ya no parece tenerlo ahora, aunque existen todavía algunos grupos de izquierda que se oponen a que nuestro país se conviefta en excesivamente dependiente de la tro y a la pérdida de la soberanía económica de México. La segunda razón para no aceptar inversión extraniera, o para limitarla, tiene que ver con el temor de competir con alguien más fuerte económicamente hablando. Cuando se pensaba que proteger la industria propia era una buena forma de desarrollar a un país, se cerraban fronteras a bienes y servicios provenientes del exterior, y también a los capitales. La inversión extranjera se limitaba seriamente, y sólo se permitía a unos pocos acceder a los negocios nacionales si estaban acompañados en su aventura por socios de origen nacional y en proporción mayoritaria. Esto propició el fenómeno de los llamados "prestanombres", supuestos inversionistas nacionales, a menudo miembros de la clase política mexicana.

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tercera razón esgrimida contra la inversión extraniera directa, que es la más importante en La

la actualidad, es la rentabilidadl ... Los

inversionistas traen ahorro externo porque aquí ganan bien. Sus capitales invertidos rinden más en México que en otras partes del mundo. Pero sus ganancias no necesariamente piensan dejarlas en este país, sino que pueden usarlas para invertir en un tercero o pueden querer regresarlas a su país de origen para pagar dividendos a sus accionistas o invertirlos allá. Esta última razón ha convertido a México, en los últimos tres lustros, en uno de los principales países receptores de IED en nivel internacional y, después de China, en el segundo del planeta entre los países en vías de desarrollo, (véase cuadro 1). Estas son sólo tres razones que explican el comportamiento negativo frente a la tgo durante muchos años: la preocupación geopolítica, el

CUADRO T. lNVERslóN

EXTRANjERA D|RECTA EN

proteccionismo económico y el rendimiento financiero. Para no complicarse la vida, muchos gobiernos prefirieron no dejar entrar ni un dólar; otros prefirieron establecer normas para limitar estos problemas y aprovechar las ventajas de atraer inversión fresca en dólares; finalmente, en la segunda mitad de la década de los ochenta, otros decidieron olvidar los tres argumentos negativos y dejar entrar a todos los inversionistas que quisieran hacerlo.

nversión extranjera di recta: co m portam i ento rec¡ente I

Usemos las tres quejas contra la IED para analizar el comportamiento reciente de esta variable. Sobre el primer punto hay poco que decir, ciertamente el vuelco que significaron los años setenta frente al colonialismo sentó las bases para reducir en mucho la preocupación de que

Los PRINCIPAIES p¡Ís¡s arc¡pronEs, 1985-1 995

(Miles de millones de dólares) IED

Lusar

País

1

Estados Uni

2

Reino Unido

199,6 138,0 130,2 90,9 72,4

Francia

4

China

+

Taiwán

España

B

Bélgica + Luxemburgo Holanda Australia

o

Canadá

10

México

11

Si

6 7

ngap

u

68,1

62,6 60,9 44,1

40,8

r

t2

Suecia

13 14

Italia Malasia

15

Alemania

16 17 18

Argentina

)/,/ 3

')\ )

Suiza B

rasi

6,3

30,7 a< o 1? a

20,3

I

Fuente: rt'at, 1997

r

Por ejemplo, si una inversión

de un millón de dólares

genera 1 B% de ganancia cada año, de las cuales se reinvierte 40%, resulta que en diez años la inversión vale cerca de 800 000 dólares, y ha permitido flujo hacia el exterior de casi un millón de dólares. Dicho de otra forma, en diez años el inversionista ha recuperado su inversión y t¡ene todavía instalaciones muy adecuadas, con todo y depreciación de su capital.

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un inversionista pudiera de pronto convertirse en una especie de accionista mayoritario de un país. El ascenso del liberalismo extremo, que concentró sus esfuerzos en derrumbar el Muro, sirvió también para ref orzar esta media libertad de las naciones frente a las grandes empresas. El temor geopolítico resulta mucho menos importante en el contexto de la posguerra fría, sin que esto signifique elfin absoluto de las repúblicas " bananeras". La segunda razón para limitar la inversión extranjera no desapareció tan pronto. El desarrollo nacional, si se considera un objetivtl, tiene ciertamente puntos que no son fácilmente compatibles con la apertura y con la lro. Una empresa transnacional, dedicada a expoftar, que cuenta con financiamiento en su país de origen, es una fuerte competencia desigual para la industria nacional debido a la diferencia en las tasas de interés. Por ejemplo, una empresa transnacional de buen tamaño, puede recibir financiamiento a una tasa de B% anual. Si esta empresa utiliza ese financiamiento para producir algo que se venderá igualmente en dólares, la devaluación (esperada) del peso mexicano no le afecta en absoluto. Su costo de capital es de B%

y nada más. Una empresa mexicana, en cambio, tiene un acceso a un financiamiento con un costo superior a25% y la incertidumbre de una elevación de las tasas provocada por la inestabilidad de la moneda nacional. La

diferencia, por tanto, es muy importante. Este nrismo punto, la competencia desleal, tiene otra vertiente. Se ha pensado siempre que la tlo trae consigo tecnología más novedosa y que puede traer también sus propios ejecutivos, sus proveedores, y aprovechar únicamente algún

factor nacional, sea una mano de obra barata, algún recurso natural, etcétera. Para evitar este "saqueo", se utilizaban los llamados requisitos de desempeño. En México, por ejemplo, se obligaba a la tro a contratar un cierto porcentaje de mano de obra nacional (en especial en los niveles ejecutivos), había cierta obligación a Ia transferencia de tecnología, se determinaba un porcentaje mínimo de insumos nacionales, entre otros requisitos. Se esperaba que esto redujese la diferencia entre las empresas internacionales y las propias en materia de competencia, aunque también reducía de manera importante el flujo de capital destinado a nuestro país.

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El cambio fundamental en este segundo argumento se dio junto con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (rlcnN o NAFTA por sus siglas en inglés). El primer apartado de este

Una tercera etapa, de 1 986 a 1 993, cuando se inicia el nuevo modelo económico de apertura a la tED, previo al rlc,tN y todavía restringido a ciertas áreas geográficas y sectores

documento, enteramente dedicado a la tED, sienta las bases de la Nueva ley de

económicos (la frontera norte y la i ndustria maquiladora particu larmente); dando un nuevo salto hasta cerca de 3 500 millones de dólares de tro promedio al año. Una cuarta etapa que inicia en 1994 con la entrada en vigor del TLCAN/ del brazo de los socios Canadá y Estados Unidos, donde se produce un nuevo salto de la tro y ronda ya los 11 mil millones de dólares anuales. En estos cuarenta años esta variable se multiplicó 40 veces; dicho de otra manera, la inversión recibida durante 1999 fue equivalente a 90 veces la recibida en 1961 . Queda sólo el tercer punto, el problema de las ganancias. La inversión ocurre por una única razón: porque inveftir produce ganancias. Lo mismo ocurre en el caso particular de la inversión extranjera. La tro no viene a México porque le gusta, o por su afán de generar empleos o ayudar a los mexicanos, como lo plantean algunos políticos. Viene para obtener

inversión extranjera que entró

en vigor en 1993, y donde desaparecen los requisitos de

desempeño y se institucio-

naliza el abandono de la política proteccionista para las

empresas nacionales, al menos en materia de protec-

ción comercial y frente a la competencia

e

inversión extranjera. Con ello, el segundo gran obstáculo queda salvado, y viene además junto con un mercado potencial impresionante, gracias al mismo TLCAN. El resultado de que estas dos quejas contra la lro se hubiesen moderado (o casi desaparecido), es un crecimiento impresionante en este renglón. Al tomar los datos del periodo 19601999, tenemos cuatro etapas muy claramente identificables: Una primera etapa, que llega hasta 1977, cuando México era "como antes", un país del desarrollo estabilizador, de la sustitución de importaciones, cuando la tro promediaba menos de 300 millones de dólares al año (véase cuadro 2). La segunda etapa, la del país petrolero, va de 1978 a 1985, todavía con una visión colonial del mundo, pero ya necesitado de un comercio exterior más grande. La inversión se multiplica y llega casi a 2 mil millones de dólares al año.

CUADRO

2.

ganancias y esas ganancias regresarán a su lugar

de origen, si no por completo, sí en buena proporción. Recordemos que las grandes compañías normalmente tienen una estructura de capital muy diversificada, tienen muchos accionistas pequeños. Para estos pequeños ahorradores lo importante es recibir sus

lNVERsróN EXTRANJERA DTRECTA EN MÉxrco poR pERroDos, 1960-1999

(Millones de dólares) Periodo

Total

1960-1977

4 934.O

274.1

1978-1985

14 939.1

1 867.4

986-1 993

27 267.1

3 408.4

1994-1999

65 392.7

10 898.8

1

Fuente: Banco de México. Tomado de Schettino, 2000, p. 9

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Promedio anual


menos 55% de la IED que reporta la balanza de pagos. De 1994 a 1999, un lapso muy cotto, ha representado 7O%. Esto se debe a que no se tiene el tiempo suficiente para la maduración de los proyectos, lo que implica que, en los próximos tres o cuatro años deberemos estar en el promedio anterior, recibiendo cerca de 12 mil millones de dólares (mdd) cada año, pero remitiendo 7 mil mdd como utilidades.

rendimientos con cierta frecuencia y eso obliga a las compañías a ir regresando utilidades de sus instalaciones foráneas. El problema de esto es el que mencionábamos al principio de este trabajo: en diez años, dadas las tasas de ganancia, la repatriación de utilidades y de depreciación del capital, la IED genera flujos hacia afuera equivalentes a los llegados al principio del periodo y los activos no pierden mucho de su valor. La información oficial ya no hace explícito este renglón, sino que dentro del concepto "egresos por servicios factoriales" contempla dos rubros: "pago de intereses" (sobre la deuda externa) y otros. Pero estos "otros" sólo pueden ser el pago del factor capital (las utilidades remitidas) y el pago del factor trabajo (que sería el pago de salarios a ciudadanos de otro país que cobran en México y que es una cantidad relativamente pequeña). Es evidente el crecimiento de ambas líneas, crecimiento que se separa más o menos en 1994, precisamente porque la entrada de capitales se multiplica rápidamente por cuatro, mientras que las utilidades no crecen de la misma manera (apenas el doble). La razón es muy sencilla: la inversión tiene periodos de maduración que impiden obtener utilidades de inmediato. A partir de esta información, podemos estimar cuál es el flujo real de tro al país. Debemos restar a la IED nueva los flujos de utilidades remitidas al exterior y sumarle la porción de utilidades que se reinvierten (que sólo podemos estimar de nranera muy gruesa). En el periodo 1960-1 993, la IED resentaba más o

CUADRO 3. R4r/o DE BALAiiA ¡N País/peri odo

1969-71

EUA

0.74 o.23 0.08 0.42 - 0.20 - o.70 o.32

R. Unido Alemania Japón Francia Españ a

México FUente: FMI C

México: ápaís receptor de lro? Para clasificar a un país por las características que tiene la tro se utiliza el llamado Ratio de Balassa.

Dicho ratlo se calcula a paftir de la siguiente expresión: RB

:

(rEDs-rEoe)/ (l¡oe

+

Iros)

donde:

: : tEDs

tEDe

la lnversión Extranjera Direc-ta de entrada, la lnversión Extranjera Directa de salida, y

lEDs : la lnversión Extranjera Directa (entrada + salida) el valor de dicho ratlo total varía de -1 a +1; si el ratio va de -1 a -0.33 se considera un país receptor; si el ratlo va de -0.33 a +0.33 se considera un país de cruce; si el ratlo es mayor de 0.33 se considera un país inversor. En el cuadro 3 se muestra cste ratio para algunos periodos y países seleccionados. Al aplicar esta sencilla fórmula a la serie de tiempo de cifras de la t¡o de México, que van de 1939 al 2000, resulta lo siguiente: Durante la mayor parte del periodo, México está considerado como un país de cruce. Existen dos periodos sexenales en los que aparece como país inversor. De 1 939 a 1944, es decir, durante el periodo de la segunda guerra

tEDe

p,cÍsEs sELECCloNADos,

1

+

1969-1993

1991-93

978-80

1987 -89

0.31 0.21

- 0.39

0.3 6

0.25 o.70 0.80 0.29 - 0.46 - 0.05

0.13 o.79

0.54 o.B7

- 0.10 - 0.25 0.05

0.81

o.12

- o.s8 o.25

INECI

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Porodigrnos

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mundial, México fue un país inversor. Lo anterior resulta lógico ya que las potencias económicas de ese momento que invertían en México, sobre todo europeas/ se encontraban como países beligerantes (con excepción de Suiza) y canalizaron sus recursos a la economía de guerra que requería una menor salida de capitales de éstos y, por lo tanto, un menor flujo de tro hacia México y otros países. Esto dio como resultado que salieran más capitales que los que entraban al país; es decir, México estaba en una situación de país inversor según el ratio aplicado a las estadísticas oficiales. El periodo de la posguerra, que en este caso va de 1 945 a1961, se caracteriza por una

situación muy cambiante con alternancia de años en los que México es país inversor y de cruce de la tED. Durante el bienio 1945-46 México se considera un país de cruce. Para el

siguiente bienio 1947-48 el resultado es que ias utilidades remitidas desde México superan con mucho las reinvertidas, convirtiendo de nuevo al país en inversor. El año de 1949 coloca al país como de cruce. Al año siguiente vuelve a la situación de inversor. Durante el bienio 1951-52 vuelve a ser de cruce. Para el trienio 1953-55 nuevamente vuelve a ser inversor. En el cuatrienio siguiente (1 956-59) vuelve a ser de cruce y en el bienio 1960-1961 es otra vez país inversor.

años críticos (1987

,1995, etcétera), en general

la tendencia de la tro a partir de los ochenta ha sido la de aumentar. Sin embargo, elflujo de la ha venido cambiando en lo que respecta a los países de origen. En general, los principales inversores en México han sido, desde el siglo xtx, Estados Unidos y Europa occidental.

Iro

El periodo de1962 a1982, que más o menos va a coincidir con los periodos

denominados: del "milagro mexicano", del "desarrollo estabilizador" y de la "economía mixta", se va a caracterizar por ubicar a México como un país de cruce. Esta situación va a continuar hasta 1 992 (cuando el país había ya entrado al llamado "cambio estructural"), siendo solamente interrumpida en 1983, único año en el que México va a aparecer como un país receptor de l¡o. En realidad este año es atípico por tratarse de un año de severa crisis en el que México se vio imposibilitado de pagar el servicio de la deuda externa. A partir de 1993 y hasta la fecha, la situación del país va a ser de país inversor. En síntesis, de un total analizado de 62 años, en 1 .6% México aparece como país receptor, en 35.5% como país inversor y en 62.9% como país de cruce. Por tanto la idea de México como país receptor de tro no puede sostenerse empíricamente.

10

Origen geográf¡co de la lro A pesar de los altibajos observados en algunos

Recientemente se han incorporado como países inversores importantes Canadá (sobre todo a partir de la firma del rrc,qN) y Japón. En las últimas dos décadas, periodo para el cual tenemos información detallada sobre los principales orígenes de los recursos que se invieten en México, la supremacía ha sido para el vecino país del norte, que cuenta con 61 .4% de la l¡o acumulada en México de 1983 a 2000. Le siguen, en orden descendente (siempre hablando en términos de tED acumulada para dicho periodo), Holanda (6.1%); Reino Unido (s.4%); Japón (4.1%);Alemania (3.9%); Canadá (3.2%); Francia (2.1%); España (1 .B%); Suiza (1 .7%); Suecia (0.5%); Bélgica (0.3%) e Italia(0.2%). El resto (9.2%) proviene de otros países no especificados en la fuente.

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Porodigmos


Desgraciadamente no contamos con la información referente al destino geográfico de la lrn dentro del país, por lo que dicho capítulo, de gran interés para el estudio del desarrollo económico regional de México, no se tratará en este ensayo.

Destino sectorial de la lro A pesar de que no contamos con información sobre la distribución de la tro por sector económico para los años anteriores a 1987 , podemos inferir la constante pérdida de importancia de los sectores minero (industria extractiva) y agrícola, las cuales recibieron Ia rnayor parte de la rrn en ia primera mitad del siglo xx, nr¡ sólo en México sino en otros países en vías de desarrollo.

En el caso mexicano, es includable que la nacionalización del petróleo (1938), del sector eléctrico (1 958) y minero, evitaron la entrada de l¡o en estos rubros. También la propiedad estatal

desplazado a un segundo lugar por la industria de la transformación, donde destaca la industria maquiladora de exportación. A partir de 1994 y con la excepción de 2000, dicho sector acapara más de la mitad de la lro total. Este último año muestra un nuevo aumento de la importancia del sector servicios pero sin lograr desplazar a la industria de transformación del primer lugar. EI sector comercio se mantiene como el tercero en importancia durante ambos periodos, rondando entre 1 O y 20% de la lro total. Como ya mencionamos líneas arriba, los sectores agrícola y extractivo reciben una parte ínfima de la lEo y no se augura que puedan recuperar la posición que tuvieron en las ¡rrimeras décadas del siglo xx. Esto a pesar de la nueva ley agraria que permite una mayor tED en el campo desde principios de la década de lc¡s noventa. Tampoco la nueva Ley minera, expedida a

mediados de los años ochenta, ha propiciado un repunte significativo de Ia Iro canalizada al sector de la industria extractiva. El caso de la industria petrolera es rnuy

sobre los ferrocarriles impidió que se canalizara lrD al sector

del transporte. Lo mismo sucedió con las comunicaciones (teléfono, telégrafo, correos), también de propiedad estatal. Dichos sectores

particular: los i nversionistas

empezaron a abrirse paulatinamente a la lro hasta la década de los ochenta, hecho que ha venido provocando el atraso en su modernización. De acuerdo con el sector económico al que se destina la lro en México en los años para los cuales poseemos información (1 987-2OOO), podemos observar dos periodos claramente diferenciados: Un primer periodo anterior a la firma del TLCAN, en el que el sector que recibe la mayor parte de la lro es el de los servicios, donde destaca el turismo. La preponderancia del sector servicios es clara entre 1988 y 1992, periodo en el cual se canaliza alrededor de la mitad de la IED

total a dicho sector.

Un segundo periodo se puede observar claramente a partir de la firma del rLc,rN, cuando el sector servicios es claramente

extranjeros están dispuestos a participar en ella, pero la legislación mexicana impide su participación en la llamada "petroquímica básica" y la limita a la "petroq uímica secu ndaria". Actualmente en México existe un gran debate sobre la privatización del sector petrolero que, al menos en la primera década del siglo xxt, se ve poco viable. De darse la apertura de los sectores que aún controla el estado mexicano, es probable que se sucedan cambios en el destino de la lro. Sin embargo, tal parece que, al igual que en otros países, los servicios y la industria de la transformación seguirán siendo los más atractivos para la tro. También es probable que en los próximos años el sector servicios vuelva a ocupar el primer lugar como receptor de la tro, tal y como sucede en otros países de mayor desarrollo.

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Porodigmos

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problema de los años noventa: inversión extranjera directa e inversión extranjera en cartera El

Durante la década de los noventa se hace patente en México un claro desbalance entre la inversión extranjera directa (tro) y la inversión extranjera de cartera (lrc). En 1990 la IED era de 2 633 millones de dólares (mdd) y equivalía a 4O% de la inversión extranjera total (lEr). En ese mismo año la lrc representaba 3 370 mdd, equivalente a 6O%. Sin embargo, para 1 993 la trc llegaba ya a unos 28 919 mdd y representaba cerca de 90% de la l¡r. Al año siguiente, en 1994, la trc cayó en dos terceras partes debido a gran desconfianza de los inversionistas (la mayoría de EUR), como resultado de los asesinatos de políticos mexicanos de primerísimo nivel, acciones que desestabilizaron al país provocando la mayor fuga de capitales en su historia, llegando a tener efectos en el mercado internacional de capitales (el llamado efecto "tequila"). Los llamados "errores de diciembre" de 1994, que en realidad se habían venido acumulando desde 1991 (sobrevaluación del peso, excesiva emisión de tesobonos pagaderos en dólares, etcétera), hicieron explosión causando graves estragos al siguiente año. Esto se ve claramente en el año de 1995 cuando los saldos de la l¡c son negativos.

El resultado fue que Washington tuvo que apoyar de emergencia a México poniendo a su disposición créditos por 50 mil millones de dólares, embargando los ingresos petroleros del país. Este desequilibrio, provocado por acciones políticas y por la extremada dependencia de la tEC, sumió al país en la más grave crisis económica desde 1 929-1932, provocando una caída del PtB per capita de -8%, una devaluación del peso mexicano superior a 100% y un colapso económico que costó a los mexicanos una pérdida equivalente a la mitad de su patrimonio. Este hecho ilustra que la t¡ debe ser manejada con cautela, especialmente la trc o "capital golondrino", para evitar crisis como la rnexicana, denominada por el rut como la "primera gran crisis de la globalización".

Crisis económ¡ca e inversión extranjera: 1995-2000 El presidente Ernesto Zedillo heredó, desde ios primeros días de su mandato, la peor crisis que el país ha experimentado desde la gran depresión de 1929. Para paliar los efectos de tan grave situación, la administración pasada instrumentó una estrategia recesiva durante el primer año de su gestión. En 1995 la balanza comercial observó un superávit de 7 088 mdd, pero el crecimiento económico tuvo una caída de -6.2%. Como las autoridades nacionales reconocieron, era la peor crisis desde hacía 64 años. Resultaba claro que, para el gobierno mexicano, en ese momento no había más alternativas que las planteadas desde mucho

tiempo atrás por la teoría: reprimir el proceso de crecimiento o tratar de expandir las exportaciones tan rápido como fuera posible. Durante la crisis de 1995, México intentó ambas. Como ya dijimos, el pts se derrumbó y la balanza comercial obtuvo una mejoría aceptable, lo cual no sucedió en la balanza de pagos, la que de todos modos siguió observando en ese año un déficit, en este caso, mucho menor al de años anteriores: de 1 576 mdd. No obstante, esta vez la fórmula no fue suficiente (como sucedió en la administración de Miguel de la Madrid: 1983-1988) para alcanzar la recuperación financiera de la balanza de pagos. 2Por qué pasó así esta vez? La razón principal fue el descenso en la entrada de inversión extranjera (lr)en 1994 y, sobre todo, en 1995.

t2

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En esos años, la IET

Una vez superados los momentos álgidos de

fue respectivamente de

88 mdd. Al comparar estos flujos de inversión con los de los años anteriores, observamos que en 1994 se da ya una caída de la lr de 14 154 mdd; pero en 1995 el descenso es catastrófico, pues la lE cae en 19 342 mdd

19 154 mdd y de

-1

Al caer la inversión extranjera de

manera

estrepitosa no se pudo seguir financiando el déficit

la crisis, en 1996 la inversión extranjera regresó

en cantidades importantes. Sin embargo, se ha dado un cambio importante en su composición: la lro ha mostrado una fuerte tendencia al crecimiento y a su consolidación con niveles muy estables. Obviamente la IED aprovechó las ventajas que para el capital extranjero rep!'esentaron las devaluaciones y el desliza-

miento del peso que se dieron durante la crisis y

de la cuenta corriente como se había venido haciendo en los años anteriores, precisamente con la lE. Es de hacerse notar que más que la tED, fue la trc (es decir la inversión especulativa), la que

afectó la balanza de pagos, aunque la tro siguió fluyendo y, más aún, siguió aumentando sustancialmente a partir de1994, fue la t¡c la que tuvo un comportarniento errático y tendiente a ia baja, sobre todo en 1994 y 1995. En esos años la trC observó un descenso de 20 737 mdd Y de 17 896 mdd respecto de los años anteriores. Debemos hacer notar que 1 995 es un año que no es representativo de las tendencias presentes en los años

comunes. La inflación, la caída del crecimiento económico y el descenso de la rE, sobre todo la lEC, por ejemplo, fueron inusuales. No obstante, es un caso extremo que ilustra los problemas estructurales que afectan a la economía y a la sociedad mexicana, y aunque no refleje las tendencias generales, establece un extremo al que los problemas pueden llegar y una medida para comparar otros años y las tendencias generales.

fortaleció su pnsición, mientras que la trc ha denotado una actitucl más errática e inestable; esta última ha pasado de años muy buenos, conro en 1 996, en que estuvo presente con más de 1 3 000 mdd, a años como el de 1 997 cuando bajó a 5 037 mdd. La nueva composícíón de la lr, la cual corrtrasta con la que tenía durante la ad mi nistración de Carlos Salinas (1959-1994), en la que la rrc era mayor que la tEo, tiene sus ventajas y desventajas : evide ntemente, es mejor tener una inversión extranjera ligada a la actividad económica productiva de manera directa como es la tro, que tener una inversión extranjera especulativa como la trc, la cual puede abandonar el país en cualquier momento y Benera desequilibrios financieros graves, como sucedió en la crisis 1994-1995.

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Conclusiones De lo anterior podemos concluir, sin demasiada precipitación, algo sobre la t¡o. En primer lugar, es evidente el avance en materia cuantitativa de este flujo de capital. Hoy recibimos 40 veces más inversión directa del exterior de lo que recibíamos en los años sesenta. En segundo lugar, debe quedarnos claro que hoy ya no es tan reievante la preocupación geopolítica de la tED por la evolución histórica global. En lo relativo a la preocupación desarrollista, el rLcRN cambió todo y después lo hizo la Ley de inversión extranjera: no tenemos ya mayores requisitos de desempeño a la inversión, y ésta es libre de contratar a quienes quiera, comprar lo que necesite en donde mejor le convenga, y usar su tecnología sin tener que compartirla con nadie. lndudablemente el cambio de perspectiva en estos dos asuntos ha sido un factor fundamental para multiplicar de tal manera los flujos de capital. Pero no hemos analizado lo suficiente elcaso de las utilidades. La tED acumulada en México, hoy día, ronda los 70 000 millones de

dólares (una vez depreciada y tomando en cuenta las utilidades que aparentemente se reinvierten).

Esto significa ganancias anuales de cerca

de 14 000 millones de dólares para las próximos años, aún sin que llegue otro dólar más. De

La inversión extranjera directa tiene virtudes, tiene defectos y tiene riesgos. Lo peor que

podemos hacer es menospreciar estos últimos. Debemos tener claro que requerimos, para financiar las utilidades de las inversiones que ya eslán en México, una cantidad equivalente a la que usamos para pagar intereses de la deuda externa: en otras palabras, hemos duplicado el servicio al capital internacional a través de la tro. Cierto que a cambio tenemos más expoftaciones, más empleos y más producción de la que tendríamos sin ella. Pero igual ocurrió con la deuda externa, permitió triplicar la plataforma petrolera y eso ha permitido al gobierno su funcionamiento por 20 años sin cobrar impuestos a la mitad de los mexicanos. Otra vez, todo en economía tiene ventajas, desventajas y riesgos. No los menospreciemos. No olvidemos que la razón principal de la más reciente crisis económica de México fue el descenso de la inversión extranjera de cartera (lrc) en 1994 y sobre todo en 1 995. También es necesario replantearnos el papel que juega México en relación con los flujos internacionales de capital y revisar el mito del país receptor. Recordemos que en los últimos 62 años México fue país receptor sólo en 1.6% de dicho periodo, país inveisor en 35% y país de.rr."'"n az.sll. Él

este dinero, podemos esperar, sin exagerar, que regresen a su país de origen algo así como B 000 millones de dólares por año. Puesto que estas salidas de capital se contabilizan dentro de los servicios factoriales de la cuenta corriente,

Bibliografía

junto con los intereses de la deuda externa,

BALASSA, Bela, "Tariff Reductions and Trade in

estamos hablando de un requerimiento anual de cerca de 15 000 millones de dólares por pago de servicios factoriales. El manejo de la cuenta corriente es uno de los problemas que México ha enfrentado desde hace tiempo. Cuando no fallan los ingresos petroleros, suben los intereses de la deuda y, ahora, crecen las utilidades sobre la lro. Financiar estas utilidades (obtener los dólares para ello) requiere que, año tras año, tengamos flujos de inversión similares o superiores a los que hemos tenido en estos seis años pasados.

De otra manera, estaremos en dificultades.

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Manufactures Among the Industrial Countries", American Economic Review, Lvt, 3 de junio de 1966,

pp. 466-473.

CONáLEZ, Marco A., "Balanza de pagos y política industrial en México (1995-1999)', El cotidiano, 1O3, septiembre-octubre, 2000, pp. 19-30. fstadísticas históricas de México, México, 2000 (cD). MALUQUER de Motes, Jordi, Crecimiento económico, apuntes de curso, Barcelona, 2001. SCHETTINO, Macario, "lnversión extranjera directa: Hot money", Bucareli 8, año 3, núm. 139, marzo, 2000, tNECt,

pp. B-10. ZEDILLO, Ernesto, Vl informe de gobierno, anexo estadístico, México, 2000 (CD).

¡.BRrL-irJNlO DE 2001

Pore ciigmas


Com petencia laboral, desarrol lo

y pequeña empresa en México* Pablo M. Chauca Malásquezn*

¿Cuáles son las competencias laborales de los

trabajadores en concordancia con las exigencias actuales de

competitividad) ¿Existen las condiciones en el sistema educativo y en el mercado laboral paralaaplicación de un sistema de normalización y cenificación de competencias laborales acorde con los objetivos de

desarrollo económico y social? ¿Será suficiente una

mayor instrucción del

trabqador que aumente su competencia laboral y eleve su productivid ad, par a desarollar

a

las

organizaciones mexicanas? ¿Será necesario también introducir una nueva cultura de capacitación, que modifique y desarrolle no sólo

conocimientos y aptitudes, sino sobre todo actitudes nuevas de los trabajaáores mexicanos) ¿Cómo deben las pequeñas empresas mexicanas diseñar y poner en práctica programas de capacitación y desarrollo profesional? Estas interrogantes son las que principalmente se busca contestar a 1o

largo del presente arcículo.

* Este documento es tomado, con permiso editorial, de Economía y sociedad, año 5, núm. 7, enero-junio de 2000, Revista de la Escuela de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pp. 189-206. **Profesor investigador de la Escuela de Economía, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Si se parte de la idea general de que el comportamiento humano es más importante en el desempeño de las organizaciones que las propias tareas y la tecnología fisica; en la búsqueda de mayor competitividad y productividad por parte de las empresas mexicanas, el elemento humano es de crucial trascendencia. En esa perspectiva, este ensayo tiene como objetivo principal sugerir la necesidad de vincular los planes y acciones de gobierno y empresarios con las metas de desarrollo económico y social de largo plazopara normalizar y certificar las competencias laborales de los trabajadores mexicanos. Esto es, se hace hincapié en que el sistema de norrnalización y certificación de competencia laboral que se viene instrumentando en México desde 1996, trate de lograr mejoras permanentes y de largo plazo en la productividad de las empresas, superando los grandes tezagos educativos, coordinando mejor los esfuerzos del sistema educativo y del sistema productivo, de suerte que los mayores indicadores de crecimiento económico que se puedan lograr también signifiquen redish'ibución de ingresos a favor de los sectores de menores ingresos, acceso de mayor población a servicios de educación y salud de mejor calidad, cuadros técnicos mejor capacitados y motivados, en suma. una calidad de vida mejor para la mayoría de ia población. Finalrnente, se plantean alg,-rnas reflexiones acerca de las competencias laborales y la capacitación en el caso de empresas micro, pequeñas y medianas (aq-,li se denorninarán sólo pequeñas empresas). Es evidente que en las pequeñas empresas, dadas sus condiciones fisicas tangibles poco desarrolladas, es más bien la familiaridad de ias relaciones interpersonales y la sencillez de su estructura organizativa lo que predomina, y ésa es en realidad una especie de ventaja competitiva respecto de las grandes empresas. Es también necesario reconocer que las pequeñas empresas son altamente generadoras de empleo y la oportunidad de autoempleo para una buena proporción de la población económicamente activa (rae), 1o que las convierte en un irrs\rurrrento eserrcia\ para \or ob\e\i-,r os (e crecimiento económico con redistribución de ingresos.

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Algunos conceptos básicos 7. Competencia laboral'. "Es el conjunto de conocimientos, aptitudes y actitudes que

caractenzan a cada trabajador, mismos que le

permiten desempeñarse en una función de h"abajo" (J. Flores R., 1998b, p. 48).

Estos conocimientos y habilidades llegan a ser tan deterrninantes que de ellas dependen el grado de eficacia y de eficiencia que alcanza el trabajador respectivo, esto es, cada empleado tiene diferente competencia laboral, por ello algunos, aun ocupando el mismo puesto que sus compañeros, entregan resultados más óptimos. 2. Capacitación'. "8s el proceso mediante el cual las empresas proporcionan educación a sus recursos humanos, con el objeto de desarrollar aquellos conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan contribuir en forma efectiva al

logro de los objetivos institucionales" (I.{ufio, 1992,p.23). Desde el punto de vista económico, la capacitación es un bien autónomo gracias al cual el hombre adquiere los conocimientos necesarios para elevar su nivei de vida y productividad; socialmente, es el instrumento por medio del cual el individuo puede obtener una mejor posición laboral y aumentar su prestigio social. El objetivo de la capacitacién es provocar un cambio de comporlamiento o influir en el mismo, gracias a la

adquisición de conocimientos o por e1 desarollo de habilidades y el cambio de actitudes del

inrlividuo, y

mediante el proceso "^nseñanzaposibiiita este objetivo. 3. Desarrollo de personal'. "Es ia actividad orgarizada, estructurada y en continuo proceso, cuyo objetivo es enriquecer y hacer a los trabajadores más capaces en tanto los considera como un recurso vital de la empresa" (L. GómezMejía, D. Balkin, R. Cardy, 1997,p.286). es

aprendizaje como se

"Mientras los programas de capacitación tienen el propósito de mantener o mejorar el desempeño en el trabajo presente, los programas de desarrollo de personal pretenden desarrollar capacidad,es para empleos futuros" (J. Stoner, E.

§reeman,D. Gl\bert)r., 1996, p. 428).

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El primer tipo de programas busca la mejora del rendimiento, en cambio los prograrnas de desarrollo de personal buscan enriquecer y hacer a 1os trabajadores más capaces satisfaciendo tanto las necesidades de la empresa como las clel empleadcl.

La empresa modema debe considerar el desacomo una estlategia clave si pretencie sobrevivir en un entorrio ca<la vez más competitivo y giobal. En la época actual, las

r¡o11o ,fel personal

empresas deben basar rnás su capacidad de cclm-

petir en los conocimientos y habilidades de sus trabajadores que en los costos de manr¡ de obra o en la capacidad productiva, y para ello son muy importantes los programas de desarrollo de personal. se

La capacitación y el desarrollo del personal que aplican en las organizaciones, deben

concebirse precisamente como modelos de educación a través de los cuales es necesario, primero, formar una cultura de identidad empresarial basada en los valores sociales de productividad y calidad en las tareas laborales. Considerar a estas dos actividades como el aprendízaje de meros instrumentos y el manejo de

cifras y sistemas, no es educar, sino robotizar, dándole al empleado no sólo una pobre concepción del mundo y de su trabajo, sino limitándolo en su creatividad y capacidad de desarrollo y autorrealización. 4. Capital humano'. "Son todos aquellos factores poseídos por los individuos cuyo ejercicio facilita la obtención de la misión individual y social a fin de incrementar la calidad de vida general" (F. Arias G., V. Heredia E., 1999,p.313-315).

propiedad intelectual, activos de infraestructura y todos los conocimientos y habilidades de las personas); capital social (cohesión e integración entre las personas así como la capacidad para trabajar en equipo hacia misiones comunes); capital afectivo (la motivación, los estilos vocacionales, los estilos de personalidad, el compromiso de las personas hacia la organizacíón y hacia las propias personas, valores y liderazgo); y capital de salud (estado de desarrollo integral fisico, psicológico y social- de las personas, los equipos de habajo, las organizaciones y los países). Entendemos el concepto capital humano sinónimo de recurso humano y se supera la significacién de este último como material inerte sobre el cual obra la empresa al igual que sobre los recursos fisicos y financieros. Antes bien se enfatíza en un resultado de la educación, la

En ese sentido, la consecución del alto

creatividad y las nuevas formas de organización, que constantemente lo modifican y lo llevan al alto

desempeño se verá facilitada si tanto los

individuos como las organizaciones y las sociedades, invierten y utilizan al máximo su capital humano. Desde el punto de vista organizacional, el capital financiero no podrá dar rendimientos máximos si no confluyen en é1 los diversos tipos de capital humano. capital intelectual (activos de mercado; activos de

desempeño.

5. Teoría del capital humano (J. Flores R., 1997,p.106-107): Esta corriente deñne el capital humano como el conjunto de habilidades, destrezas y conocimientos productivos que adquiere un individuo, con base en la inversión educativa que se aplique en é1. Sostiene que el

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individuo es capaz de adquirir un valor en la medida que su proceso educativo y de formación se enriquezca con acciones que le permitan aumentar sus aptitudes y actitudes. Como es lógico suponer, esta estrategia requiere de inyecciones económicas, de ahí e1 térrnino capital humano. Esta teoría argumenta que la suma de las capacidades del trabajador son los elementos que permiten producir bienes en el presente y en el futuro, y sostiene los siguientes fundamentos: a) Que el hombre, al igual que la tecnología y el capital, puede crecer y adquirir más valor por medio de la educación y de la experiencia.La educación proporciona conocimientos teóricotécnicos y con ella es posible influir en las actitudes y la disposición de los colaboradores. Si a ello se añade la práctica diaria, se está en condiciones de tener elemento humano con mayor sensibilidad a los cambios y con un mayor grado de preparación para actuar con proacti-vidad en sus tareas diarias.

D Que con educación, el hombre, ala vez qus se adecua mejor a la empresa. tiene mayores oporhrnidades de mejorar su salario. c) Que hay libertad de acción para todos, de tal manera que cada quien puede incrementar su tasa

sólo así se está en condiciones de planif,rcar los mapas curriculares de las respectivas cameras y con elio hacer factible las posibilidades de empleo de la población en edad de trabajar. e) Que los gobierrros deben abrir la educación a la demanda social, y que las instituciones

educativas de carácter privado deben contribuir a ese propósito. Sin lugar a dudas, cada una de estas premisas tiene su grado de verdad, y en conjunto permiten encontrar un mayor valor, ya que enfat:zatla

imperiosa necesiclad de la educación y la capacitación de la población. Estos fundamentos sirven de sustento a 1os programas de normalización y certiñcación de las competencias laborales que se aplican en varios países desarrollados (Francia, Inglaterra, por ejemplo). Pero, los países subdesarrollados no tienen 1as condiciones económicas, sociales y políticas para ponerlas en práctica. Sin embargo, algunos de sus

gobiernos optan por instrumentar dichos programas que corren el riesgo de no ser exitosos

y distorsionar sus objetivos y resultados. 6. Lafilosofia del alto desempeño'.

beneficio permaneciendo en el sistema educativo o bien actualizándose. d) Que debe haber una correlación entre el valor adquirido del capital humano y las oportunidades de empleo. Es indispensable el análisis de las necesidades que se están requiriendo en el aparato productivo del país;

de

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Se entiende por alto desempeño, la convicción

y las acciones tendientes a lograr la misión, superando las normas y los estándares fijados así como las expectativas de los asociados, dentro de ios valores establecidos, sin desperdicios y con la máxima repercusión positiva para la calidad de vida de las personas, los grupos y la sociedad en general

(F. Arias G., V. Heredia E, 1999, p. 132).

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alto desempeño, se propicia la competitividad de las empresas y las organizaciones, así como de las personas. Los principios que rigen la filosofía del alto desempeño son (F. Anas G., V. Heredia, 1999,

El sistema de normalización y certificación de competencia laboral en México

pp.139-140): El alto desempeño no es un lema empleado sólo en los discursos. Por el contrario, es un modo de vida, un compromiso de mejoría constante, llevado a cabo cotidianamente en todas las esferas de la vida. El alto desempeño no se logra de la noche a la mañana. Por el contrario, constituye una cadena de pequeños logros, de mejoría constante y paulatina. Cada avance significativo debe ser reconocido y festejado. El mejoramiento pemanente se refiere no sólo a los procesos, la tecnologia, los articulos o servicios. sino principalmente a las personas. Será mejor

eviclencian la carencia de una adecuada cultura de capacitación y desarrollo del capital humano en el país. Sobresalen dos problemas en particular:

Al

aTcanzar un

Las exigencias del entorlo mundial y nacional de mayor competitividad de las empresas mexicanas,

considerar los errores como oportunidades de aprendizale envez de visualizarlos como ocasiones para culpar y castigar. . La evaluación de la actuación (tanto en el ámbito institucional y grupal como individual) constituye una de las piedras angulares del logro del alto desempeño. Para evaluar es preciso establecer estándares de actuación y procedimientos para evaluar dicho desempeño. . "Más vale prevenir que remediar". Este antiguo refrán, implica para el alto desempeño, una actitud proactiva en vez de una reactiva. Conlleva la creencia de que eI futuro puede ser diseñado, hasta ciefo punto, por el ser humano. . El alto desempeño es una tarea de equipo. Cada persona, departamento e institución se asocia con otros para el avance hacia el alto desempeño. Todos los miembros de la organización, empezando por la directiva, deberán estar comprometidos si se desea alcanzar seriamente el alto desempeño. . El alto desempeño se fundamenta en una serie de valores. Estos principios rectores del comportamiento deberán declararse de manera explícita a fin de mejorar la comunicación con otras personas y el compromiso con ellos. Sólo podremos tener alto desempeño si todos nos convencemos y nos comprometemos a proporcionarlo, además de recibirlo.

a) La desvinculación -y en no pocos casos improvisación- de los contenidos educativos que ofrecen las instituciones y despachos dedicados a la capacitación.

b)Lafalta

de una descripción de norrnas de calidad por pueslo de trabajo que permitan tener una guía sistematizada para la orientación técnica de las acciones de capacitación al interior de la

empresa (J. Flores R., 1998b, p. 47);pero también

para las instituciones educativas. Con base en estos dos problemas representa-

tivos, desde hace siete años se inició un estudio con el propósito de actualizar los esquemas de educación para y en el trabajo en México.

En 1 993

inicia el proyecto de creación del

Competencia Laboral (sNccr-) con el propósito fundamental de acítalizar tanto la educación tecnológica como los programas de capacitación que ofrecen las diferentes organizaciones. En el primer caso se buscan flexibilizar los planes de estudio y, en el segundo, que las metodologías que se aplican al diseño de contenido de la

capacitación respondan a necesidades objetivas de1 aparato productivo. E1 proyecto está bajo la conducción de

1a

Secretaría de Educación Pública

(sm) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (sres) (J. FloresR., 1998a,p.74). Después de efectuar las correspondientes investigaciones acerca de las vinculaciones entre el sistema educativo y el económico, además de indagar sobre experiencias similares en países altamente desanollados, se tomó la decisión de

iniciar la integración de los sistemas de normalización y certificación de competencia laboral, respectivamente. En conjunto, ambos sistemas constituyen la plataforma operativa que

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se

Sistema de Normalización y Certif,rcación de

r9


la competencia laboral, se obliga a la estrategia de recursos humanos flexibilizar sus criterios, pasando de la descripción de tareas por puestos a la descripción de funciones derivadas de los

habrá de integrar la base para el desarrollo de estrategias, metodologías, procedimientos y métodos educativos, dirigidos a lograr el

crecimiento integral -en lo técnico y en 1o conductual- del factor humano en las empresas y

objetivos de la empresa. El sistema de nomralización se constituye con la descripción detallada de cada uno de los sub-

organizaciones mexicanas. El 2 de agosto de 1996, mediante decreto presidencial se crea formalmente el sNccl, bajo la

sistemas -procedimientos organizacionales- que interactuan al interior de la empresa y que permi-

conducción de la SEP, la srPS, y la dirección ejecutiva del Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (Conocer). De acuerdo con el SNCCL, cuando se busca un crecimiento integral, las competencias del trabajador deben ser evaluadas y calificadas con base en la definición de normas técnicas por

ten la operación de la organización' A este método

técnicamente se le conoce como "mapa funcional de la empresa" (J. Flores R., 1998a, pp .75-76). Una vez que se tiene el mapa funcional se procede a detallar cada una de las funciones

productivas que integran los procesos operativos en 1a organización. Cuando se describen en un formato las funciones productivas, en realidad lo que se hace es integrar una norrna técnica' donde se anota cada uno de los conocimientos, habilidades y destrezas que son necesarias para un desarrollo que cumpla con los estándares de calidad requeridos por el sector productivo

función productiva (J. Flores R., 1998a, p. 75; F.

AnasG.. 1996,p.71). En el contexto del SNCCL, la competencia laboral debe ser vista como parte de un conjunto de articulaciones de las diferentes políticas en

nivel de empresa: estrategias de productividad; estrategias de calidad; política de recursos humanos; mejoramiento continuo; sistemas de aprendizaje; innovaciones técnicas y ; organización del trabajo. Esta arquitectura de ia organización genera una serie de nuevas actividades que se incorporan al inventario histórico del puesto de trabajo y, nuevas formas de control y cooperación que se articulan bajo una nueva forma de organización del trabajo. Se trata de nuevos requerimientos incorporados al balance de competencias que son movilizados por las personas dentro de laorgatización (Servicio Quincenal de Consultoría Empresarial, 15. oct. 1999,p.994). En ese sistema se define la función de la persona a partir del cumplimiento de objetivos de la organización más a1lá de un puesto, con tareas ampliadas y enriquecidas, orientadas a estimular el aprendizaje individual y de la empresa, cambiando la definición y la eshuctura de calificaciones demandadas por la organización, al estilo de un perfil de alto desempeño. Con la incorporación de

20

correspondiente. En una norna técnica deben incluirse los indicadores o criterios de desempeño parajuzgar si ia función fue bien llevada a cabo; ios diferentes escenarios o circunstancias con que el trabajador

lugar de trabajo; las evidencias o resultados tangibles que deberá mostrar en cada una de sus aplicaciones al trabajo y los conocimientos técnicos que le permitirán subsanar se enfrentará en el

los problemas conceptuales de su puesto de trabaio, así como las características conductuales que serán imprescindibles para alcatzar resultados funcionales. Una vez que se tienen descritas cada una de las norrnas técnicas, se puede suponer que ya se está en condiciones de integrar el propio sistema de normalización de competencia laboral de la empresa, y con ello la base para dirigir el programa de capacitación interno.

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Uno de los beneficios sociales que generará el oportunidad de otorgar reconocimiento oficial a la capacidad productiva de SNCCL, será 1a

aquellas personas que, por carecer de documentos académicos, ven limitadas sus opoftunidades de ascenso al interior de la empresa, o bien se reducen sus opciones en otros mercados de

trabajo. Este es el propósito básico del sistema de certifi cación de competencia laboral. El proceso de certificación se conformará de dos momentos estratégicos:

Evaluación: En esta parte se reunirán evidencias de resultados tangibles del trabajo y desempeño que tiene el empleado en cuestión durante un periodo ya determinado. Dichas pruebas o evidencias son las mismas ya integradas en la descripción de la norna técnica. La evaluación deberá apegarse a una ética, ser transparente y confiable. Certificación: El reconocimiento se otorgará únicamente a los trabajadores que hayan demostrado, tanto en la evaluación efectuada en el lugar de trabajo como en simuladores organizacionales, que en verdad son competentes en su respectiva función productiva. La certificación se obtendrá en centros independientes, mismos que serán seleccionados por el organismo Conocer. Evidentemente, las organizaciones elegidas deberán contar con una irnagen organizacional sana y cubrir determinados requisitos formulados con anterioridad por el mismo Consejo. El proceso de certificación también se regirá por ciertos criterios éticos: ser voluntaria, imparcial, transparente, objetiva y con oportunidad para todos y cada uno de los interesados. Según Agustín Ibarra Almada, secretario

técnico del Conocer, la meta es lograr oubrir 87oA de la fuerza de trabajo en cuanto a normalización,

y en su opinión es una meta alcanzable; en cambio la parte de certificación es más problemática (Servicio quíncenal de consultoría empresarial, 31 oct. 1999,p. 1008).

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¿Qué tanto el certificado va a ser reconocido en e1 mercado? ¿Qué tanto las personas y las

empresas están dispuestas a pagar por é1 y por lo que les está significando en tórminos de valor agregado? En 1998, se dieron alrededor de 300 certificados de competencia, para 1999 se estimó se piensa ofrecer unos 800 000 ó 900 000 certificados al año, entre el 200 I y el 2002. Hasta 1999, se tenían 10 organismos certificadores acreditados con una cobertura de cerca de 100

lograr 60 000, y

calificaciones de las 235 que se hanpublicado, y que abarcan sectores como: turismo, industria az¡Jearera, comercio, artes gráficas, vestido y calzado. En su opinión, el problema está en que hay que vence¡ muchas

inercias, es un modelo nuevo, es un producto nuevo ; exige instrumentar procedimientos

adecuados de promoción del habajo, al conocer con mayor precisión en qué son competentes sus trabajadores. Les facilita y ayuda en el plan de

nuevos, instalar un nuevo lenguaje tanto en las empresas como en los centros educativos, y desarrollar nuevas prácticas tanto en ia parte de

desarrollo y de carrera al interior de la organización. En algunos casos, modificaría el

evaluación como en la parte de capacitación, incluvendo la parte de gestión del trabajo.

sistema de remuneración.

sNCCL y la

problemática laboral

3. Para el sindicato: Le ofrece la oportunidad

en México

de generar beneficios para sus agremiados, es

Los beneficios que podría traer el sNCCL son varios, a saber (Servicio quincenal de consultoría

decir, que el trabajador agremiado pueda obtener un certificado. Aquellos sindicatos que tienen contratos muy amplios donde tienen que proporcionar fuerza de trabajo competente e impulsar a los trabajadores al tener certificados sus agremiados, pueden ofrecer mucha mayor

empresarial,3l oct. 1999, pp. 1006-1007): l. Para el trabajador: Recibe un reconocimiento de lo que sabe y ha aprendido durante toda su vida y de la experiencia que ha tenido en su trabajo. El reconocimiento de lo que sabe y un papel que lo demuestra, le permite tener información más precisa de aspectos como: movilidad regional o vertical; aspectos de promoción interna; progreso laboral y educativo; y posibilidades de mejor inserción en el mercado de trabajo. El habajador gana en empleabilidad, capacidad de promoción y posibilidades de progreso laboral y educativo continuo a partir del

garantia al empresario de que éstos son competentes. El sindicato se involucra en el sistema de norrnas, pues desde el principio está en un diálogo continuo con el sector empresarial para

determinar las exigencias que debe tener el mundo del trabajo. No obstante esas aspiraciones y posibilidades

reconocimiento de lo que ha aprendido. 2. Parala empresa: Obtiene informaciónmás precisa sobre sus trabajadores, lo cual puede reducirle costos importantes en materia de capacitación. Pueden tener mayores exigencias en reclutamiento, selección y promoción de sus trabajadores. Pueden lograr sistemas más

))

de modernizar la gestión de recursos humanos a partir de la competencia laboral, aún quedan muchas interrogantes que es necesario responder, sobre todo relacionadas con las condiciones y situación del mercado de trabajo en México. Para que realmente funcione el modelo de competencia laboral se requieren muchos cambios en las actitudes de empresarios, trabajadores

y

sindicatos, además de que debe verdaderamente

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Porodigmos


Estudios de la sEp (Elfinanciero,23.5.2000), reconocen que la tasa de analfabetismo en el país supera 10''/o, y que no obstante los esfuerzos por

ampliar la coberrura educativa, el grado de escolaridad sólo aumentó 1.1 grado durante los últimos siete años. Dicha dependencia pública señala que es tal el rezago educacional en el país, que aun duplicando el gasto gubernamental a ese sector, tendría que transcurrir una década para que la fuerza laboral alcance un promedio de escolaridad de secundaria. Además, estima que 34oA de la población mayor de 15 años no ha

concluido o nunca asistió a la primaria, y 30oAno completó los estudios de secundaria, es decir, cerca de 26 de los 40 millones que conforman la PEA, no cuentan con escolaridad básica completa. Por su parte, la srps (E I financiero, 23 5.2000), asienta que la priacipal limitante para impulsar sus programas cle capacitación es la baja escolaridad de los demandantes de beca, que promedia el quinto grado de primaria. De las 500 000 becas que otorgará este año, 10%o son para puestos de perfil socioeconómico bajo, de entre uno y dos salarios mínimos, debido a que gran parte de la fuerza laboral carece de estudios básicos y .

funcionar en nivel nacional y ser de cobertura muy amplia; de lo contrario, se convertiría sólo en un sistema de información del mercado de habajo, segmentándolo y beneficiando a unos cuantos, en lugar de generar un mercado que tenga mecanismos de ajuste y sistemas de información que compaftan todas las empresas, trabajadores y

sindicatos. De otro lado, estructuralmente existen limitaciones para la absorción de la fuerza de trabajo y para el pleno desarroilo potencial de los trabajadores (las tasas de desempleo abierto y del subempleo lo demuestran). Hay una marcada disparidad en las oportunidades de acceso y movilidad de los trabajadores. Hay todavía un alto porcentaje de la población laborando en sectores tradicionales, poco dinámicos y, por tanto, con niveles relativamente bajos de caliñ-cación. En términos generales, el nivel académico que caracteriza a la pobiación económicamente activa en México, es de cuarto de primaria y, por tanto, su rendimiento en las áreas de trabaio es limitado (J. Flores R.. 199ó. p. 86).

En el contexto de esta problemática hay que reconocer que el rezago educativo es el principal desafio que enfrenta la sociedad mexicana para

poder aspirar a puestos laborales de mejor desempeño y mayores remuneraciones, y en particular para poder aplicar exitosamente el sNccr-.

especialización. También indica que el mayor nivel de analfabetismo se presenta entre la población

mayor de 40 años, que todavía hace una década podía obtener una plaza laboral con un nivel de ingreso sensiblemente superior a un salario mínimo. Hoy en día, esa población mayor de 40 años (33% de la rea), está prácticamente desamparada por las nuevas formas de producción más tecnificadas que para su manejo requieren de cierta especialización. El Instituto Nacional para la Educación de los Aduitos (mre), manifiesta que sólo dos de cada diez personas mayores de 40 años tienen algunos

conocimientos en la operación de sistemas computarizados o cuentan con alguna especialización laboral. Precisa que las nuevas formas de producción demandan cuadros técnicos especializados que sólo pueden cubrir las nuevas generaciones, cuyas edades fluctuan entre los 18

y 25 años, vía carreras técnicas. Aun así, los salarios que se ofrecen son bajos conforme al de preparación escolar. Acota que só1o seis

perfil

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de cada cien egresados de las instituciones de enseñanza superior logran graduarse en su

Sin embargo, esto debe entenderse como una llamada de atención para hacer más realistas a sus

respectiva profesión, y de éstos únicamente tres logran una plaza laboral con ingresos superiores a

En definitiva, en este contexto de baja escolaridad, poca especialización, bajos salarios y

objetivos, perfeccionar sus mecanismos y hallar mediciones de su desempeño acordes con esa realidad, y no para desactivarlo. La idea es buena; el problema es su instrumentación debido a la problemática laboral y educativa descrita. Es importante entonces desarrollar todo un movimiento de mejora continua en 1as empresas, pero que alude también al mejoramiento educativo, salarial y cambio de actitudes de todos los involucrados; en suma, una mejora en la calidad de vida de la mayoría de la población, Tal yez et1 el presente esto sea una utopía, pero debe entenderse como la visión de largo plazo que debe guiar desde hoy las relaciones laborales y la gestión de los recursos humanos en las

pocas oportunidades de empleo, dificilmente los

organizaciones mexicanas.

los diez mil pesos mensuales (Elfinanciero, 23.5.2000)"

Por otro lado, la Asociación Mexicana de Ejecutivos en Relaciones Industriales (err,tenI), apunta que sólo 2.3 de cada diez egresados de un instituto de enseñanza superior logran colocarse en un puesto laboral en un periodo máximo de un año, por lo que a los tiempos actuales debe denominarse la"etapa más desafortr¡nada para los

jóvenes en materia de oportunidades de empleo" (El financiero, 1 3.5.2000).

objetivos del sNccI- se podrán lograr y sus resultados corren el riesgo de ser muy pobres, y probablemente tergiversarse en el sentido de sólo destacar las exigencias de productividad y de nuevas competencias de los trabajadores, sin disponer ellos de las condiciones, mecanismos e igualdad de oportunidades que supone teéricamente

e1 sistema. Es decir, la realidad económica, educativa y laboral dista mucho de los buenos

deseos que plantea el sNcct-.

Desarrollo de personal y capacitación en las pequeñas empresas Para que las pequeñas empresas logren aprovechar los beneficios dei SNCCI-, deben aplicar programas de capacitación creativos y específicos para sus necesidades. En ese sentido, son de utilidad las premisas y recomendaciones que piantea el modelo de "capacitación proactiva basado en competencias laborales". Según dicho modelo, la capacitación debe

adquirir una mentalidad más visionaria, es decir, debe tener muy identihcado que sus resultados impactarán significativamente en la competitividad y que por lo tanto el trabajo demanda un verdadero involucramiento; debe dar opciones y alternativas a los problemas de la organización y no adaptar los problemas a las soiuciones (J.

ii

i,1 .:1

li

I

Flores R., 1998a,pp.7 6).

,li

En términos de planeación y organización, el

sistema de capacitación que se trate de aplicar debe buscar el desarrollo del factor humano con base en la optimización y transferibilidad de su

cual puede dividir su metodología en dos fases (J. Flores R., 1998a, pp. competencia laboral, para 7G11).

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Forodígrnos

1o


rz/ Establecimiento de normas técnicas por proceso y función productiva en la empresa, con base en esto se está en posibilidad de pianear

esrratégisamente el programa de capacitación,

integrado por los objetivos instruccionales, los contenidos, los métodos de enseñanza, los criterios de evaluación y hasta la selección de instructores y capacitadores. ó) Generar condiciones organizacionales para su aplicación (confianza en ei factor humano, cultura de capacitación, concertación de conrpromisos entre colaboradores, sistema de bonos cle pro<iuctividad).

Desarrollo operativo de la capacitación y certificación En términos de aplicación y operatividad, el nuevo sistema debe partir del diagnóstico y detección de necesidades de capacitación; planeación de objetivos; integración de contenidos y 1os procedimientos para la evaluación integral acorde al sistema normalizado de competencias laborales de Ia empresa. Por ello no se descarta la

posibilidad de que en el diseño e integración de las normas técnicas por función productiva, participe activamente el responsable de la capacitación, ya que sólo el claro conocimiento de las necesidades operativas le permitirá tener una definición de los requerimientos técnicos. En este contexto la planeación educativa debe realizarse con base en los principios de la educación de adultos, conocida como andragogía. Asimismo, deben seguirse los lineamientos de la capacitación interactiva en la empresa. La capacitación interactiva se puede definir como un proceso dinámico, participativo y que es asumido con un compromiso profesional por cada uno de los actores que intervienen en el sistema de formación y especialización de adultos en la empresa. Este proceso debe estar orientado a solucionar problemas y objetivos verdaderamente inherentes al desempeño del factor humano dentro de las organizaciones (J. Flores R., 1997, p. 93 -9 4 ; C. Pieza T.,1997,p.106).

Las características de la capacitación interactiva se refieren a una situación dinámica y requiere de una interacción de todos sus elementos. Debe ser planeada y proyectada en el corto y rnediano plazos. AnaTíza y considera el entorno del problema a solucionar. Hace énfasis en la solución de problemas objetivos, es decir, aquéllos que sí beneficiarána su organización. Su principal condición es que las estrategias, contenidos y propuestas puedan ser aplicados en las áreas de trabajo. Se apoya en principios andragógicos y por tanto toma en cuenta elementos teóricos, experiencias y vivencias de los habajadores y considera como fundamental Ia medición de su impacto. En este modelo, el administrador de capacitación debe involucrarse y comprometerse totalmente, asumiendo actividades y compromisos como el tener definida y estar totalmente identificado (e involucrado) con una filosofia de capacitación, es decir, el ser y el deber ser del área. Diseñar y ejecutar de manera profesional planes de desarrollo del factor humano con un enfoque integral: un verdadero manejo de tecnología educativa para adultos. Tener identiñcado y actualizado el perfil de los recursos humanos en la empresa. Ganarse un lugar denho de los procesos

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DRUCKER, Peter F., "Managing Oneselfl', en Harvard

de decisiones eshatégicas de la alta dirección. Mantener una excelente relación y una

Business Review, marzo-abril 1 999.

DOMÍNGUEZ V., o1ga, Hugo Bahena R., Enrique ojeda B. y José Perez P., "Nuevo modelo de capacitación basado en competencias", en Laboral, año rv, núm. 47, agosto de 1996. FLORES Robledo, Jesús, "Evaluación del desempeño (método práctico para diagnosticar 1a eficacia en las

permanente cercanía con todo el personal de la empresa. Conocer y mantener actualizado el potencial del personal que forma parte del cuadro de instructores internos. Tener bien identificados

instituciones, despachos e instructores verdaderamente profesionales y con una probada ética. Conocer perfectamente el entorno que influye en el factor humano. Mantener un muy buen nivel de conocimientos en materia de tecnología educativa. Contar con un archivo de equipo y materiales didácticos ideales para el soporte de las actividades de capacitación. Tener un control exacto de la trayectoria académica y de capacitación de cada uno de los empleados de la empresa. Difundir y promover 1os resultados alcanzados en la empresa que sean producto de actividades de capacitación y dar un seguimiento objetivo a las actividades de capacitación a1

interior de la institució"

E

Bibliografía APGAR, Mahlon, "The Alte¡native Workplace: Changing Where and How People Work", et Harvard Busíness Review, mayo-junio i998. ARIAS Galicia, L. Fernando, "La competencia laboral: un nuevo paradigma (entrevista con el Lic. Agustín Ibarra Aimada)", en Labora, año rv, núm. 46, México, julio de 1996. ARIAS Galicia, L. Femando y Víctor Heredia Espinosa, Adminisffación de recursos humanos para el alto desempefio, 5'. ed., Trillas, México, 1999. CARREL, M. N. Elbert, R. Hatfield, Human Resource Mandgement, 5a. ed., Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N.J., ru¿., 1995. CACIQUE G., Alicia y Francisco J. López Ch., "El manual de organización de la capacitación" en

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26

pequeñas

-,

y

medianas empresas)", en

Laboral, año w,

núm. 48, México, septiembre de 1996. «El carácter social de 1a capacitación y su vinculación con la nueva cultura laboral", en Laboral, año

v, núm. 51, diciembre de

1996.

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-J -,

1a

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Laboral. año xur, segunda época, núm. 91, 15 de octubre de

-, -,

1999. 1

año xuI, segunda época, núm. 92, 31 de octubre de 999.

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Municipios rurales: doblevíahacia los margenes de los beneflcios del desarrollos aaaaaaaaaaaaaa

Luis Ramírez Sevilla**

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* Este docunrento es tomado, con permiso editorial, de Economía y Sociedad, año 5, núm.7, enero-junio de 2000, Revista de la Escuela de Economía de la Universidad Michcacana de San Nicolás de Hidalgo, pp. 99-1 12. ** Centro de Estudios Rurales, El Colegio de Michoacán.

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La problemática que plantearé a continuación

Sobre la estructura del trabajo

surge desde una perspectiva particular: aquélla

Un repaso general por las distintas fases que han conocido las políticas de desarrollo regional eñ México en la segunda mitad de este siglo -desde las que se basaron en el criterio de las

que se deriva de mirar las "cuestiones de desarrollo" y de "desarrollo regional", desde y para los municipios del país, y particularmente, desde sus municipios "rurales" ; noción con la que -de momento- me quiero referir a todos aquéllos que no entraron en listas privilegiadas como la de "las cien ciudades"; que tampoco estuvieron antes entre los 240 "centros rururbanos" del Plan nacional de desarrollo urbano (Craizbord 1984:29), nientre los "municipios de elevado potencial económico" que en otras ocasiones designaron algunos gobiernos estatales (Palacios, 1989:99). Por negación, entonces (porque así han quedado tácitamente definidos en la realidad de nuestro desarrollo) me refiero a aquéllos municipios que se han quedado siempre en la periferia de las prioridades oficiales y, por lo tanto, también al margen de esos polos o

centros urbanos mejor atendidos. Se trata de más de dos mil municipios desde los que rara vez -si es que alguna- se han visto los problemas y posibilidades del país y las regiones. Esta perspectiva está necesariamente asociada con la que subraya la desigual distribución social de los beneficios del desarrollo, pues representa de hecho la expresión te rritori al-ad m i n istrativa de esta desigualdad. Por ello, contrasta, por un lado, con la visión que pretende que el desarrollo es una acción neutra de beneficio común, lo mismo que con aquélla que mira y piensa casi exclusivamente desde y para los grandes lugares centrales, nacionales o del mundo, o desde alguno de sus polos urbanos, tendencia que ha dominado por décadas en la mirada gubernamental en México, y también -a veces-

en la de los investigadores. Como veremos, por distintos motivos puede decirse que tal perspectiva, como los salmones río arriba, va contra la corriente, pues constituye un contrasentido desde las nociones de "sentido común" que afirman que la dispersión de la población es un impedimento fundamental para el desarrollo (Conapo, 1994), o las que plantean que la única vía para el bien común es la libertad absoluta del mercado globalizado.

2E

grandes cuencas hidrológicas, hasta las que

partieron de la concepción de polos de desarrollo, y la visión más reciente de crecimiento hacia fuera- arroia algunos elementos más o menos claros sobre quiénes han sido los grupos más beneficiados en cada una de esas etapas y regiones, y cuáles los que -por el contrario- se han mantenido al margen del grueso de esos beneficios. Sin entrar en los detalles de esas iniciativas (tratados de manera amplia por diversos autores), el presente trabajo pretende discutir algunos asuntos sobre el lugar que en ellas ocuparon -o no- los municipios rurales de México.l Para ello dividiré la exposición en tres partes. En la primera, comento los rasgos que extraigo de algunos trabajos previos sobre la experiencia vivida en México, para exponer el asunto que me interesa. En la segunda, subrayaré a partir de aquéllos y otros elementos, la condición secundaria de lo rural, por un lado, y de lo municipal, por el otro. Por último, insistiré en lo que esto significa en términos de condiciones de vida para grupos de población específicos y realmente existentes, así como en las posibilidades alternas que pueden surgir -y conviene que surjan- a partir de ellos mismos, en un proceso desde abajo, como parecen coincidir varios de los autores consultados (como Hiernaux, Bendeski, Pozos, entre otros).

rAmplío sobre lo ya dicho, que con esta expresión me estoy ref¡r¡endo, muy genéricamente, a una gran variedad de municipios, incluso rurales-urbanos y agroindustriales, con el punto común de haber sido relativamente olvidados por las políticas oficiales, al menos en términos comparativos, más bien en contraposición con los grandes municipios urbanos "centrales", beneficiarios tradicionales de los principales \ugos de\ desatro\\o.

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Farodigrnos


territ ori al es y sectoriales en el desarrollo mexicano Des igualdades

Con matices diversos y poniendo atención en .l;stintos indicadores, vai.ios aulores han mostrado y.r cómo ios procesos de desarrolio promovidos en México generaron contrastes y tensiones en las que sólo algunas regiones, est-ados, cuencas, polos y ciudades -o más precisamente: algunas personas y Brupos en esos ámbitos- lograron polrerse en la cresta de la ola del desarrollo, rnientras que muchos más fueron diezmados, o casi arrasados por ella.2 Así, según las observaciones de distintos autores (Barkin et al.,1972; Barkin,1986; Durán y Bustin, 1983; Palacios,1989; Pozos, 1999), esa desigualdad generada por los procesos de desarrollo en México ha tenido varias expresiones.3 Por un lado, los contrastes entre las grandes regiones del país, formadas por conjuntos de estados o zonas más o menos beneficiados en términos de algún aspecto del desarrollo. En este aspecto, muchas veces se han resaltado ya las abismales diferencias entre las zonas más y ias menos favorecidas por las políticas económicas y regionales en México: por un lado, las zonas centro, centro occidente y la norte (particularmente el norte fronterizo); por el otro lado, sobre todo, el sur-sureste del país: un "gran sur" que por momentos -con el palpitar del crecimiento de los niveles de pobreza, rasgo con el qr-re ha estado asociadopareciera ext-enderse hacia el occidente y al centro del país, desde las sierras y costas del Pacífico en Nayarity Michoacán, hasta Morelos e Hidalgo, para llegar al Atlántico por Veracruz y al Caribe por Quintana Roo.a Por otro lado, más allá de las desigualdades entre ese tipo de macrorregiones del país, se han apreciado t-ambién en su interior "disparidades muy notables entre los ingresos medios per capita de los estados más ricos y más pobres" (Barkin, 1986: 63). Así, suelen presentarse altos cc¡ntrastes entre estados cercanos/ como Zacatecas, Aguascalientes y San LLris Potosí en el centro-norte, o bien entre el Estado de México, Hidalgo y Morelos, en el centro del país. En estas diierencias entre los estados han

influido desde elementos que tienen que ver con los propios recursos naturales o de localización de cada entidad, hasta otros como el lugar que han ocupado en los aparatos del poder central algunos personajes y grupos de interés que así han tenido ocasión para influir en las políticas económicas del país en general, y en particular en la suerte de algunos estados o regiones de donde han sido originarios o donde han [enido sL¡s intereses o querencias; descripción en la que podríamos englobar a figuras tan diversas como Santa Anna, Cárdenas o Miguel de la Madrid, para los casos de una parte de Veracruz, Michoacán y Colima, respectivarnente, entre muchos otros.

r

5i pareciera excesivo ei término, va!e pensar dónde quedaron los ex ejidatarios de los contornos de Acapulco, Cancún, Huatulco o las riberas de Chapala; dónde los pueblos reubicados por grandes obras hidroeléctricas desde Chiapas hasta Sonora; dónde, entrc. cientos de miles de inmigrantes, la población nativa de la ¡lesemLrocadura de El Balsas, antiguos dueños de zonas devoradas por este desarrolio desigual. I Afirmación con la cual no se puede desmentir el "rnilagro mexicano", sino sólo acr¡tarlo como un milagro ciesigualmente d istribuido. a

En térnrinos socioeconón¡icos, ese "gran sur" pareciera estar en condiciones de incorporar a San Luis Potosí, y aun al norteño Zacatecas.

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Otro importante eje de diferenciación es el que ha sido marcado entre las grandes ciudades, por un lado, y las áreas de población dispersa, por el otro; espacios en los que los procesos de desarrollo han incidido de manera por demás desigual. Así, los beneficiarios del milagro y del

desarrollo mexicano, parecen haber sido, en términos gruesos, algunos grupos industriales, acaso destacadamente el de la construcción, así como los relacionados con el desarrollo urbano. Debe quedar claro, sin embargo, que los agraciados han sido -en el mejor de los casossólo algunos grupos con sede en esos centros urbanos e industriales, y no su población en general, la cual muchas veces no ha alcanzado la derrama esperada de las mieles del crecimiento económico.t Ha sido común que se favorezca a quienes ya poseían capital y conocimientos técnicos (Palacios, 1989 69), pero muchas otras veces no han sido siquiera grupos locales residentes, sino grupos extralocales los be neficiarios f u ndamentales. La tendencia a la concentración de los beneficios en la ciudad y la industria tiene que ver con el patrón autorreforzante (Barkin, 1 972: 154) que concentra la inversión donde mejores condiciones tiene, y se relaciona también con otros rasgos muchas veces señalados, como la primacía otorgada por las políticas oficiales al

objetivo prod uctivista-económico, por enci ma de la demanda distributiva-social, elemento que eslá en el centro de la polémica por el desarrollo según reconocen de distinto modo varios autores (Palacios, Pozos, Durán, Hiernaux, Bendeski), y en el que ha habido una "posposición i ndefinida de medidas encaminadas a mejorar la distribución del ingreso" (Palacios, 1989: 69), más allá de incontables discursos en contrario que hablan de otras intenciones y promesas como la que en los años setenta decía: "...evitaremos la concentración de los beneficios (...) para penetrar en el campo e ir al encuentro de las aspiraciones rurales (...) evitando errores del pasado".6 En ese camino, más recientemente -digamos de los ochenta hacia el final de siglo- la nueva prioridad ha sido la apertura al exterior (Durán y Partida, 1991 ; Pozos ,1999), viraje que ha

implicado no sólo la desatención de las políticas

30

regionales,T sino también un tácito abandono del mercado o los mercados internos y regionales del país (Hiernaux, 1995; Bendeski, 1994). Situación grave en un país como México que nunca ha logrado tener un mercado interno

consistente y desarrollado. Al son de las exigencias internacionales, la política oficial en países como México también ha tendido la reducción de la promoción económica por pate del estado, y hacia el beneficio exclusivo de las zonas competitivas que, dotadas ya de ciertas ventajas, puedan hacer frente al mercado global (Curcio, 1996: 1 40 ; Pozos, 1 999) omitiendo, olvidando, haciendo a un lado, a las que no lo son. Se trata de un proceso preocupante en el que lo mismo se "crean y destruyen lugares"; donde "regiones en crecimiento económico" se convietten pronto en "regiones en problemas" (Taylor, 1994:295-296), y donde se condena a la pauperización a regiones enteras con una frialdad que no deja de asombrar, creando a veces lo que vale referir como "regiones de pobreza-soledad " (Paleta, 2000).8

5El caso

de la ciudad-puerto industr¡al de Lázaro Cárdenas, en el lado michoacano de la desembocadura de El Balsas, es un ejenrplo de ello: ahí es notorio no sólo que los municipios vecinos (Aquila y Arteaga en Michoacán, La Unión en Cuerrero), no han alcanzado beneiicios significativos de la dinámica económica generada en ese polo, sino que también en la propia ciudad se ha congestionado un gran sector de la pobtación que -sobre todo con las recurrentes crisis- ha venido quedando, también, crecientemente marginado de esos beneficios. 6 La cita es de Echeverría (en Palacios, 1989:71). Sin embargo, y en contra de quienes han querido mostrar a este ex presidente como una caricatura excepcional de la demagogia, tenemos que reconocer que la frase podría ser de cualquiera de nuestros Sobernantes, incluidos los más recientes. 7 Entendidas como "todas las acciones para modificar la distribución espacial de la actividad económica y de sus repercusiones sociales" (Bendeski, 1994: 988). 8Así, por ejemplo, ha ocurrido que en Puruarán (municipio de Turicato, Michoacán) un ingenio se cierre de un día a otro por decisión de un empresario dueño de otros ingenios, en acuerdo con los gobiernos federal y estatal, argumentando cuestiones de racionalidad económica global, pretendiendo que algunas decenas de miles de personas reaccionen cambiando sus formas de vida; asunto en el que, por cierto, las opiniones de los pobladores y de los gobiernos municipales han sido ignoradas.

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Aunque a veces se señala a 1970 (con la tey general de asentamientos humanos) como el momento en que se dio un "desplazamiento defi n itivo hacia u n enfoq ue predom i nantemente urbano en las cuestiones regionales" (Palacios, 1 989: 81 ), por lo general las políticas económicas y de desarrollo regional en México han dado -desde mucho antes- primacía a las necesidades urbanas e industriales, salvo periodos en los que se quiso superar (o así se dijo) mediante la promoción agrícola rural. Sin embargo, vale suLrrayar que aún en esos momentos, el apoyo al campo fue en más de un sentido un acto para beneficio urbano industrial (alimentos baratos y divisas por ex portación, desahogo poblacional, f uentes de energía, entre otros). Es decir, eran los espacios rurales y las actividades agrícolas o agroindustriales, vistas desde y para las ciudades y la gran industria, que representaban -según las definiciones oficiales- "intereses estratégicos" o "prioridades nacionales", a veces muy alejadas de las sentidas en las miles de pequeñas localidades del país. En este sentido no hay diferencia sustancial entre lo que sucedió en el periodo de sustitución de importaciones, cuando para hacer posible el despliegue de la industria, la política oficial destinó al sector agrícola comercial recursos importantes en infraestructura, promoción técnica, subsidios, entre otros, dando lugar a la "revolución verde". Lo mismo puede decirse del lugar dado a la agricultura, tanto en la planeación por cuencas como en la de polos de desarrollo.

ausencia de un desarrollo específ¡camente rura¡ La

I

I

Evidentemente, de manera similar a lo que ocurre en otros sectores/ algunas zonas agrícolas del país eslán en condiciones de competir en el mercado global (por razones diversas que engloban desde la riqueza natural de sus tierras hasta la pobreza de los salarios agrícolas). Sin embargo, como otros han señalado antes, existen "capacidades muy distintas para responder eficientemente a la competencia (...) nacionaly mundial" (Bendeski: 986), y en nuestro caso es claro que la mayoría de las zonas rurales mexicanas y sus pobladores están fuera de toda condición competitiva. La entrega a las necesidades y condiciones del mercado externo es otro elemento que claramente redunda en acentuar el olvido hacia aqtréllos que no eslán en condiciones de conrpetir ni tampoco de consumir, posiciones int<-¡lerables desde el punto de vista del libre

mercado. En los términos de las exigencias económicas globales, no hay lugar para lo no

Con lo anterior he querido subrayar algunos elementos del modelo de desarrollo mexicano que han contribuido a acentuar la condición secundaria y rezagada de las zonas rurales del país. Las diferencias al interior de las regiones y los estados, son expresión de ello, pues los apoyos a algunas industrias y ciudades han generado en casi todos los casos, contrastes similares entre las capitales estatales y unos pocos centros urbanos más, por un lado, y los amplios espacios rurales con menos posibilidades productivas de corte comercial, por el otro.

productivo, y más particularmente, para lo no productivo en ésos, sus términos globales; así por ejemplo, no es productivo que una población simplemente viva si no lo hace produciendo beneficios para el sistema global.,

s Ese parece ser el drama de Puruarán, comentado en otra nota, donde no importa que el ingenio azucarero valga la pena para la gente conrún de la población, pues éste no es productivo ni "rentable" desde Ia óptica de los mercados globales de endulzantes.

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Con todo lo anterior vemos que en México una de las rutas más seguras para no llegar a los beneficios del desarrollo, ha sido aquélla que, por veredas rústicas o a campo traviesa, pasa por las zonas temporaleras de milpas magras, las de población más o menos dispersa, dedicadas a labores del sector primario que sólo permiten bajos niveles de ingreso y consumo. En esos caminos del señor, vale insistir en ello, son pocos los milagros mexicanos que se han producido. El

municipio, otra larga ausencia

Por otra parte, existe otro agente que -por circunstancias de nuestra historia- se ha mantenido también ausente de las iniciativas de desarrollo en México: me refiero a la figura formal del poder en los municipios, es decir, los ayuntamientos. Como una de las expresiones más palpables de la debilidad del municipio mexicano y de la foftaleza de la planeación centralista, nuestros ayuntamientos nunca han tenido un lugar de relevancia en el diseño de los planes regionales. Con todo y que desde principios de los ochenta (con el PNDU y las reformas al artículo 115) se sentaran las bases para que los ayuntamientos tuvieran injerencia en sus propios planes de desarrollo urbano (aunque aún sujetos a la revisión y aprotración por parte de instancias estatales), las funciones de los municipios en términos de un desarrollo regional y rural más amplio son apenas de carácter ornamental (suelen aparecer en las fotografías oficiales cuando se anuncian los programas federales o estatales), pero no implican facultades reales

32

para decidir de manera autónoma, por ejemplo, sobre asuntos ambientales o de promoción productiva que les afectan de manera directa. Si revisamos planes y programas oficiales, o aun trabajos académicos sobre el desarrollo mexicano, veremos que la palabra "municipio" o "ayuntamiento" aparecerá pocas veces/ si es que alguna. Su ausencia de los documentos oficiales revela una concepción centralista de la tarea cle planeación; en cambio, su rara aparición en trabajos académicos muestra, por un lado, que esa concepción no es exclusiva de los gobernantes y, por el otro, confirma su falta de relevancia real en términos de participaciíin en la toma de decisiones. Por lo demás, tal situación no clebe extrañarnos tomando en cuenta que nluchas veces ni los propios gobiernos estatales tuvieron mayor participación en ello. En este sentido debe considerarse como trasfondo histórico en México todo un diseño institucional en el cual el gobierno federal ha tenido siempre Lrn papel casi omnipotente en lo que se refiere al diseño y ejecución de las políticas de desarrollo. Hasta muy recientemente -inicios de la década de 1980, con el PNDU, las reforrnas al

artículo

11

5 y otras iniciativas- algunas

facultades empezaron a ser transmitidas de la federación a los estados (Carza,19B9: 180; Palacios, 1989: 99). Por su lado, los municipios, ni aún con las más recientes y tibias reformas descentral izadoras (sospechosamente coincidentes con el adelgazamiento del Estado y el abandono de funciones), alcanzan a salir de su rezago y olvido en términos de facultades para el desarrollo, donde para efectos prácticos puede decirse que siguen contando poco.

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Así, puede decirse que "la forma en que se ha promovido el desarrollo regional refleja las fuerzas políticas" (Barkin, 1986:75), y también las debilidades. Si la cuestión del desarrollo es no sólo un asunto de fuerzas económicas y procedimientos técnicos, sino también una cuestión de poder político entre distintos agentes, grupos e instituciones, tenemos que la crónica debilidad municipal en México ha sido tanto producto de las políticas pasadas como condicionante de las posibilidades a futuro. Esto nos lleva al aspecto político del problema en términos que remiten a una toma de decisiones en la que participan algunos sectores y otros no; en las que se dice qué es "estratégico" y qué no; dónde se definen unas prioridades en detrimento de otras, y dónde se establece qué autoridades y a través de qué mecanismos ejecutarán las acciones. Como hemos insistido, en estos terrenos la balanza se ha cargado por lo general en contra de los municipios y actores productivos no competitivos del campo mexicano.

Comentarios finales Las distintas fases y modelos de desarrollo en

México han incidido de rnaneras muy diversas en las distintas regiones y estados del país, dando lugar a grandes contrastes de una zona a otra en términos de recursos, inversiones, etcétera. Así, en la feria del desarrollo desigual que ha seguido México (tanto en la sustitución de importaciones como en el desarrollo hacia

fuera), ha habido regiones y grupos de esas regiones, que por distintas circunstancias han podido mantenerse atados a esos procesos de desarrollo y obtener así sus beneficios. Fuera de esos circuitos del éxito, han habido otras zonas que, después de haber recibido en alguna de esas fases el impulso de algunas inversiones, han vuelto a caer a veces por azares de los mercados, en las sucesivas y no poco frecuentes crisis y depresiones. Por otro lado, podríamos decir al estilo de Eduardo Caleano, que ha habido otras regiones

que/ unas veces/ en algunos periodos, les ha tocado perder; y en otros, otras veces, también: se trata, por lo general, de municipios rurales, agrícolas, muchas veces aunque no siempre,

Esas

distintas "suertes" han sido en verdad

poco parecidas al verdadero aza\ pues aquí las cartas han estado siempre marcadas por los rasgos sociales, económicos y políticos de los actores, grupos y localidades. Este escrito coincide con quienes plantean que la alternativa a estas situaciones sólo puede encontrarse cambiando de juego y de reglas. Reencausar los rumbos requiere de una

reconsideración sobre las prioridades y las metas estratégicas. Y aquí vale recordar y subrayar que ha habido muchos gobiernos en México que han tenido a la redistribución y otros buenos deseos "entre sus principales prioridades"... Esos gobiernos, literalmente, han sobrado; pero no ha habido uno solo en el que ésa sea su primera prioridad y, por lo tanto, como entre esas "principales prioridades" ha habido siempre otras tres o cuatro de carácter eficientista, aquella otra ha debido siempre ceder a "la moderación de las posiciones (...y) metas de equidad y redistribución" (Palacios, 1 989: 85-87). Coincido plenamente con Hiernaux (1995:30) cuando plantea que "no puede existir una alternativa a las desigualdades regionales actuales, si no se plantea una alternativa global al modelo económico y social prevaleciente"; y con Barkin (1972:156) en que "es imperativo (rediseñar la actividad económica) para facilitar el acceso de gente que, de otra manera, no podría tomar ventaja de las nuevas oportunidades". La inversión de la lógica es tal que incluso debe pensarse en la posibilidad de "excluir a las regiones y a las personas más ricas de la participación del beneficio del desarrollo futuro" (op. cit. p. 185) a fin de abocarse de manera decidida con aquéllas que hasta hoy han recibido poco, esto es, entre otros pero destacadamente: los municipios rurales. Sólo así puede superarse el "dilema entre la tendencia a la libre competencia (...)y un rezago histórico de regiones que sólo podrían corregir su situación merced a una política" particular "deliberada... con criterios políticos y no simplemente económicos" (Curcio, 1995: 136). 5e trata, pues, de combatir "el peso ideológico del neoliberalismo" y algunas versiones de la globalización, que han "restado capacidad a las sociedades para diseñar un

indígenas.

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futuro mejor bajo el planteamiento de un modelo social diferente". A esas tendencias dominantes Hiernaux (op. cit.) propone una 'tlobalización desde abajo" con la que se abran las puertas a un orden "radicalmente distinto del actual", para lo cual deberá rescatarse la diversidad social de nuestras regiones, buscando esos "nuevos modelos" reivindicando las

"alternativas chicas" que/ necesariamente, deberán afianzarse en los grupos y estructuras locales de poder, cercanos a los hombres reales, por dispersos que se encuentren. En este sentido, parafraseando al doctor Fernando Pozos, podemos decir que la propuesta aquí tejida es una incitación a que los esfuerzos académicos puedan también orientarse a la búsqueda de alternativas -así sean chicas-, y no sólo a dar fe de cómo nuestro país, nuestras regiones y municipios, transitan por la que -nos dicen- es la única salida que

hay.

HIERNAUX, Daniel, "Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales", en J. L. Calva (coord.) Desarrollo regional y urbano. Tendencias y perspectivas, tomo l, CUCSH u. de C./lnstituto de Ceografía uN,q,r¡/Juan Pablos Editor, México, 1995. .1970PALACIOS, ). )., La política regional en México, 1982, cap. ttt, Universidad de Cuadalaiara, Cuadalajara, 1989. PALETA, Cuillermo, "Ninguna ambición devorará la dulzura de este pueblo. Protesta rural y acción colectiva en una comunidad cañera, 1988-1999". Proyecto de investigación para tesis de maestría en estudios rurales, El Colegio de Michoacán, Zamora,

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Modelo económico y empresas: crisis, política económ ica y cultura en Japón. Andrés Sotari Vicente**

El presente artículo busca una aproximación de análisis en la manera en que el sistema económico

y político impacta sobre la conformación

empresarial y sobre su dinámica, así como el modo en que los aspectos culturales determinan el nivel de eficacia en las relaciones entre empresas y gobierno en el caso japonés durante la'reciente

crisis. Creemos que la experiencia japonesa permite apreciar con una mayor claridad el conjunto de estas relaciones. Una lectura cuidadosa podrá ayudar también a esclarecer algunos aspectos de este tipo de relaciones para el esludio del caso mexicano, dadas las importantes similitudes que pueden establecerse, aunque no es objetivo de este artículo. Desde 1997 Ia economía japonesa ha vivido la más grave recesión económica de la posguerra, pudiendo iniciar su recuperación en un plazo relativamente corto. Tratamos aquí también, de manera complementaria, evaluar el papel de las empresas japonesas en esta recuperación.

+El presente artículo cubre aspectos de economía comparada en la investigación fmpresas y desarrollo en Michoacán, respaldada por la Coordinación.de_la lnvestigación Científica, uMSNH; es tómado, con permiso editorial, de Economía y sociedad, Revista de la Escuela de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, año 5, núm.7, enero-junio de 2000, pp. 113-130. +*Profesor investigador de la Escuela de Econonría, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Evaluar el modelo jaPonés En la posguerra, Japón buscó y adoptó un modelo de desarrollo donde el Estadojugaba un rol preponderante en la consecución de los fondos de

capital, en la dirección global del tipo de industrialización y en la regulación de los diversos mercados, especialmente el laboral y el externo (Wade, 1990:83). Gracias a este modelo elpaís entr'ó en la modernidad industrial y se convirtió en

segunda econornía más desarroliada del mundo. Aunque después, este mismo esquema de desarollo sería enjuiciado como la fuente más importante de sus problemas. La crisis en Japón 1a

implicó la quiebra del sistema bancario, la declinación productiva por contracción del crédito, la atonía de la demanda interna y la acentuación c1e la desocupación. Estos aspectos han planteado la necesidad de una revisión global de su sistema económico e institucional. Por ejemplo, la tasa de deuda incobrable respecto al rNB llegó en 1998 hasta35%o y la tasa oficial de desempleo pasó de 2% a 4.3% de la ppe entre 1996 y 1998 (Standard & Poors, 1999). La discrepancia surge cuando se trata de atalizar y proponer el tipo de revisión que habría que hacer en el caso del modelo japonés. Además

ámbitos políticos y académicos de Estado Unidos durante más de una década.2 Paradójicamente, este tipo de apreciaciones serían sustituidas después por afirmaciones inversas y también exageradas: el modelo japonés, al principio

de la insistente crítica realwada contta el papel

infalible, fue súbitamente convertido en un

asistencialista del Estado, las organizaciones internacionales como la Organización para la

esquema arcaico, fracasado, causante de la actual crisis. Por generalización, la crisis asiática es vista ahora, lisa y llanamente, como una crisis del

Cooperación y el Desarrollo Económico (ocoe) y el FMI, señalaron que ei capitalismo japonés tenía el mal de privilegiar la "mano visible" en detrimento de la "invisible" y de afirmar el ro1

estatismo, para usar la expresión de Alan Greenspan, presidente de la Banca Central de Estados Unidos (Golub, 1999). Para algunos estudiosos de la economía

regulatorio del Estado en el ámbito económico y social.

Durante los años setenta y ochenta, cuando el ascenso tecnológico y comercial japonés parecía irresistible, hubo diversas observaciones de inconformidad sobre la política industrial y "neo-

mercantilista"l de un país al que

esta óptica, 1a crisis se explicaría por el hecho de

se le reconocía

un crecimiento maduro, sostenido y equilibrado, a tal punto que el poderío alcanzado por su capacidad productiva había sido calificado como

"milagro"(señalado incluso de ser capaz de conquistar la economía mundial). Estas temerosas expectativas surgieron y se alentaron en algunos

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japonesa, el modelo vigente de la organización económica en el Japón contemporáneo no es una forma diferente del capitalismo, sino más bien una forma más av anzada, evolucionada y mej or. D esde

1 Entendida

como una norma de Protecc¡onismo que promueve exportaciones y limita importaciones. i Ex¡stió una abundante industr¡a editorial que promovió títulos como El peligro iaponés, La industria iaponesa como líder mundial, El desafío americano y el Japón, etcétera.

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que la economía japonesa no hizo el pasaje de la adolescencia alamadurez, es decir, elpasaje de un mercado controlado al de libre mercado (Katz, 1998:7).3 Sin embargo, puede observarse que mientras el capitalismo moderno se esforzaba por la localización eficiente de los recursos a través del mercado de capitales libre del control estatal, el sistema financiero japonés, al contrario, era

precapitalista por la fuerte asociación del Estado con la banca y con la industria. El dirigismo estatal japonés explicaría, a svvez, todo el milagro económico de los años setenta y ochenta, y también su propia crisis. En realidad, el reproche que las instituciones internacionales le hacen al modelo japonés

es haber sido muy rebelde y heterodoxo fren-

y práctica la neoliberal

te al rnarco de la teoría

El brusco aumento del valor del yen en 1985, debido, como se sabe, no sólo a las variaciones del mercado sino principalmente al acuerdo político con EUA destinado precisamente a reducir el déficit comercial bilateral de sue, unido a la desregu-lación del sector financiero, decidido durante el mismo periodo, pueden considerarse como los factores condicionantes básicos de la crisis japonesa. En el pasado Japón había sabido adaptarse a un yen fuerte, remodelando el tejido industrial e incrementando sus exportaciones a tasas muy significativas. Actualmente, a Japón le es mucho más

difícil aceptar una politica

de

liberalización y de desregulación general porque implica la remoción violenta de uno de los pilares de la manera particular de organizar su

dominante y, sobre todo,

economía. Pero

de resistirse todavía a la

crisis ha puesto en grave riesgo no sólo

globatrización según las

norrnas y las prácticas de las economías occidentales. Desde este

1a

los intereses y derechos adquiridos

por el sector

punto de vista, la de-

dirigente sino también el modelo social constluido en

bilidad de Asia oriental en el curso de la crisis

fue percibida por estas instituciones como una excelente oportunidad

los años precedentes (Golub,1999).

para lorzar la apeñura japonesa hacia un cam-

bio estructural de su comportamiento económico y, en general, de Asia oriental. De allí la continua exigencia hecha al Japón en los últimos tres años para que inicie las reformas consideradas estructurales, de desregulación de los mercados financiero y de trabajo, de apertura a la competencia internacional, etcétera (Guillouet, 1998). No obstante, el sector político dirigente del Japón, así como el pueblo japonés han percibido nítidamente a estas exigencias como injerencias inaceptables en sus asuntos internos.

Crisis del modelo social Las dosis adoptadas de neoliberalismo en Japón han profundizado una crisis de valores en la sociedad japonesa. El productivismo japonés ya registraba altos índices de suicidios, criminalidad,

drogadicción, vagancia y prostitución. No obstante, enfre

en estos

destacan la criminalidad juvenil en sus diversos aspectos. Desde la segunda guerra, el pueblo

3

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l99l y 1998, los índices

aspectos han aumentado considerablemente (Takamura y Noda, 1998). Dentro de éstos

Argumento análogo fue utilizado por Enrnterson, 1998.

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generalización y ampliación de los escándalos políticos y frnancieros que han venido agitando a Japón en toda la década, involucrando a las personas que tuvieron un papel de modelos en el liderazgo nacional, tales como industriales destacados, politicos y servidores públicos de renombre.

Todo esto ha configurado un panorama de destrucción moral acicateado por la obsesión por el dinero como valor supremo. La educación que fue un bien apreciado en sí mismo, ha pasado a perder peso en la juventud. Las actividades que generan más dinero resultan ser las más atractivas, independientemente que constituyan o no acciones lesivas contra la humanidad. La delincuencia juvenil ha crecido 30'Ay 45oA enlos dos últimos años de la década de los noventa (Esnault,1999).

Indecisiones y resistencias japonés concenhó sus mejores fuerzas y tiempos en el trabajo y en sus empresas. E1 daño que esto ha venido causando sobre una sociedad dominada por una cultura de valores altamente comunitarios ha sido muy fuerte. Después de la segunda guerra el pueblo japonés concentró exageradamente sus tiempos, energias y esfuerzos alrededor del trabajo y de las empresas. El daño que esto ha causado en nivel social es grande al deteriorar las relaciones humanas cultivadas en una cultura ampliamente distinguida por sus valores comunitarios, muy diferente a las de Occidente basadas durante mucho tiempo en e1 desarrollo del individualismo. La familia nuclear de un hijo ha sustituido a la

familia grande y comunal

de hace algo más de

medio siglo. Es una sociedad que ha perdido bruscamente las fuertes relaciones que se presentan en familias grandes, entre hermanos, primos, tíos, abuelos, etcétera. La urbanización y las comunicaciones han dispersado miles de familias y generado relaciones inestables. Los padres, que representan una correa de transmisión de valores básicos, están cada vez menos con sus hijos obstruyéndose este canal de significados éticos. Pero no es sólo esto, 1o es también la

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Lo inédito de la crisis económica y los elementos morales involucrados han confundido y paralizado a una gran parte de los líderes de la industria y del gobierno. Una crisis que encierra todos estos aspectos desde adentro de1 sistema, normalmente congela o traba a los actores sociales más importantes. El inmovilismo y la indecisión de los políticos y de la burocraciajaponesa durante los últimos diez años, ha acentuado esta situación, tanto en los aspectos económicos como morales envueltos en la crisis. Otras tres fuentes que generan la lentitud de los procesos reformistas desrregulatorios en Japón provienen de la manera en que se efectuan estos procesos: c) el uso generalizado de comisiones y consejos para lograr consensos previos sin los cuales no se asumen acuerdos de mayor nivel; b) el uso generalizado de métodos informales de gobierno para manejar desde el Estado la economía y las empresas más

allá de los indicados por la legislación; y c) ei fuerte entramado de intereses del partido goberrrante con los grupos de interés económico

y con las entidades de gobierno encargadas de la toma de decisiones en el ámbito económico regulatorio (Carlile, 1998). Por otro lado, también puede entenderse la crisis como el precio que ha tenido que pagar Japón por este juego de inercias.

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Pero igualmente este inmovilismo expresa una

forma de enfrentar al "modelo" occidental percibido como una grave amenaza. Por esta misma razón se ha seguido observando una tenaz resistencia en ei campo comercial y monetario, teffeilos sobre los cuaies Japón ciispone de algunos márgenes de maniobra (Nicholas, 1997). Por ejemplo, en noviembre de 1998, durante ia R.eunión de la ,qpp,c (Conferencia Económica para el Asia-Pacífico)" Japón rechazó totalmente apegarse a las tesis de rue y eliminar las tarifas aduaneras sobre los productos forestales y pesqueros, boicoteando prácticamente la creación de una vasta zona de libre comercio en la zona Asia-Pacífico. Aunque debemos tener en cuenta que estos tradicionales duelos comerciales americano-j apone ses no constituyen el prob lema de fondo. La discrepanciajaponesa de fondo con el modelo neoliberal se ha hecho sentir desde hace más de una década, especialmente en el plano monetario y financiero intemacional.a En efecto, muchos dirigentes japoneses hacen una lectura sistémica de la crisis mundial como antípoda de las explicaciones que se generan en Occidente. Sin embargo, la posición japonesa coincide en parte

con la preocupación de algunos países europeos (Francia entre ellos) en tanto tiende a resguardar la gestión del sistema financiero internacional. Para Eisuke Sakakibara (vicerninistro de finanzas para relaciones internacionales y el más claro representante de ia corriente nacionalista japonesa) no se trata de una crisis de naturaleza específicamente asiática, sino de una crisis del sistema mundial comandado por las potencias occidentales con EUA a la cabeza, es la crisis de un sistema mundial que ha sido manejado de una determinada mafieray con un estilo muy particular (Sakakibara, 1990). El contenido de esta afirmación queda corroborado en las palabras de Robert Rubin, secretario de tesoro, al reconocer que estaba "muy angustiado por el debilitamiento del apoyo púbiico a la globalizaciónjusto cuando la seguddad económica nacional y los intereses geopolíticos de r,ue lo requerían" (International Herald Tribune,1998).

Empresarios y nacionalismo el dilema actual

:

A pesar de la confusión e indecisión de los líderes empresariales, la economía japonesa tiene en sus empresarios

a

una fuerza nacional que visualiza el

t

Desde 1990 (23 de abril) el importante, diario italiano neoliberal ll Mondo anunciaba "Ciappone' inceppa il modello" (Japón obstruye el modelo).

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199 1 , a pesar del ciclo crítico de la economía durante esa década. Mientras que en EUA y

largo plazo en la crisis de manera diferente a como se lo encara en la mayor parte de los países occidentales. Por ejemplo, el ajuste macroeconómico japonés ha sido asimilado con mayor intensidad por las empresas en función de

Europa esta relación ha caído et3%o en ese mismo periodo (The Econom¡rr, 1998). Esto explica en parle cómo la economia japonesa, viviendo la más

reorganizaciones internas buscando minimizar el despido de trabajadores. Por ello, el desempleo originado en e1 despido de trabajadores por las

aguda crisis desde la posguerra, haya podido reanimar la demanda y reestimular el crecimiento, apartándose en estos aspectos de las pautas de

grandes empresas ha sido pequeño en relación con otros países y en comparación con el originado en la quiebra de pequeñas empresas. Hay que recordar también que las leyes japonesas que regulan el mercado laboral son muy estrictas y onerosas para las empresas que despiden trabajadores, salvo el caso de aquéllas que se encuentran quebradas. También hay unaruzón cultural: en el Japón no hay una actitud de rapiña entre las personas, simplemente no existe esta actitud, ni se permite obviamente (The EconomisÍ, 1998). A esto se debe que la crisis se haya reflejado con menor intensidad en el desempleo que en otros países desarrollados, que en situaciones menos graves han elevado el desempleo hasta 9oA o 1006 de su Pr,e. En el Japón el desempleo llegóa4.3%o. El comportamiento empresarial japonés ha sido más solidario con sus trabajadores en el entendimiento, además, que el principal capital con que cuenta una empresa es el capital humano (Carlile y Tilton, 1998).

las instituciones internacionales. Por otro lado, si bien las medidas de ajuste han tenido cierto efecto reequilibrador del balance

El mismo tipo de comportamiento empresarial se ha

verificado en la crisis en cuanto a los

sueldos y salarios. Las reducciones inevitables de los ingresos fueron dirigidas a afectar más a los niveles gerenciales que a los trabajadores

directos, comportamiento que también contrasta con la manera de manejar este tipo de problemas en la mayor parte de empresas occidentales (Ito,

1992; Aoki, 1990). Los salarios veníanelevándose al ritmo en que la economía crecía. Desde e1 inicio de la década los salarios subieron en más de 40Yo. En el conjunto de la economía ha habido una

importante redistribución del ingreso a favor de los salarios. Para 1998 laproporción de los salarios respecto al em japonés era4oA superior a la de

comercial externo, es también importante notar que vnavez desatada la crisis de 1997 el consumo japonés se refugió defensivamente en los productos nacionales, a pesar de que en algunas ramas los precios relativos no les eran favorables. Este comportamiento especial de los consumidores japoneses, presente desde hace años en ramas como la de los productos electrónicos, expresa también ese malestar contra las medidas neoliberales parcialmente impuestas sobre la economía japonesa, paradójicamente mezclado con un deseo marginal porque el mercado interno se liberalice en un mayor grado.5 Los planes de salvación del ex viceministro de finanzas, Takashi Hosomi, fueron agresivos contra el sistema financiero internacional y en particular con la política estadounidense que ha generado las dificultades financieras del último aflo "La solución definitiva al problema del movimiento de los flujos de capital sería cortar las fuentes de la oferta de capitales que navegan caprichosamente en el mundo", dijo en octubre de 1998. Por su parte, Ichizo Ohara, consejero del primer ministro, afirmó que los países industrializados deben recurrir a una "tasación de los flujos de capital de corto plazo para frenar, si no impedir, el movimiento especuiativo desestabilizante". Este encaramiento contra la globalización financiera, así como el fuerte, audaz y valiente apoyo brindado a la política de control de cambios realizado por Malasia, se explica por la voluntad de defender la autonomía del Japón. Este es el sentido del discurso sobre la identidad del

5 Una posición relativamente divergente puede encontrarse en: Ozawa, 1994.

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nacionalismo económico, el cual subraya el gran contraste existente entre el liberalismo (político y económico) occidental y la tradición económica japonesa y muestra, también, cómo la debilidad del pensamientc critico radical para generar una nueva y diversa alternativa, ha dejado abandonada a la humanidad en un mar de confusiones y relativismos, posiblemente necesarios para pasar a una visión más amplia de 1a sociedad y la economía, pero que debilitan los intentos de autonomía económica y política. La tensión entre la reforma y el conservadurismo expresa el dilema central de la sociedadjaponesa actual: cómo reinventar 1a diferenciación del .Iapón respecto de los demás países. No es una elección simple entre uila occidentalización más internacionalízada o e\ repliegue total hacia una concepción tradicional cerrada con el Japón como eje. Teniendo en cuenta que las estructuras políticas del Japén han sido casi inamovibles desde la posguerra,6 y que ellas lastran también ia eievación de los niveles de dinamismo, flexibilidad y creatividad empresariales, la pregunta fundamental y clásica que se plantea es: ¿Cómo agrandar el espacio de la libertad política y civil sin conceder una libertad incondicionai ai mercado y minar totalmente ei

modelo de ia posguerra'7 Japón encara un desafío que finalmente es muy sirnilar al de varios países latinoamericanos (incluyendo a México. obviamente): el de participar en e1 contexto mundial en medio de una economía fuerlemente desregulada y crear un sistema económico interrracional cooperativo y solidario, por 1o menos en nivel regional. Esta situación enfrenta el difícil dilema de plegarse al neoliberalismo dominante o realizar un repliegue nacionalista

industria altamente cornpetitiva en nivel mundial, flexible y sumamente creativa, con la clase politica otrora eficiente para articular y combinar al Estado con 1os conglomerados empresariales pero actualmente sumida en la parálisis, en los escándalos y en la falta de iniciativa en nivel nacional e internacional, no obstante haber expresado sus discrepancias con los modelos neoliberales en nivel empresarial y macroeconómico.7

El empresariado japonés alcanzó en los últimos veinte años un prestigioso lugar como una de las principales fuentes generadoras del desarrollo industrial y económico japonés, casi al mismo tiempo que 1a clase política, anidada alrededor del PLn. empezaba a mostrar los más claros signos de su decadencia. El empresariado japonés ha dejado de ser predominantemente joven para convertirse en un empresariado maduro, debiéndose en parte a las mayores exigencias de formación profesional previa. La capa de empresarios que condujo en nivel industrial la revolución tecnológica y

cerrado.

Las contradicciones entre la necesidad de realizar reformas políticas estrucfurales que den más capacidad de maniobra a las nuevas fuerzas empresariales, sin caer en el neoliberalismo a ultranza del rlr¿I y el conservadurismo tradicional en repliegue, es expresión también de los conflictos de fondo que existen entre los nuevos sectores empresariales surgidos y fortalecidos durante los últimos 30 años dentro de una

6 El pro (Partido Liberal Democrático, conservador)

permanece en el poder desde 1955. Su popularidad se ha visto muy debilitada por los continuos escándalos. Desde 1 993 se nlantiene en el poder gracias a una permanente política de alianzas y la incapacidad de la oposición para proponer una clara alternativa unificada y

de largo plazo. 7 Por esto, las reformas propuestas

se

muv por el contrario, incluyen todo un programa referido a la reestructuración del manejo empresarial. \¡éase al respecto lskander et al., 1999.

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por el r,l.tt no

restringen en este caso sólc al manejc macroeconómico,

4t


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administrativa japonesa en los años setenta (paradigma en nivel mundial en diversos aspectos) es hoy el sector que tiene el comando básico de la industria, oscilando alrededor de los 55 años. La generación que le sigue, la que sin conducir esta revolución fue su principal base, es el más enérgico soporte a favor de una reestructuración política que exprese los cambios profundos que se vienen produciendo en la estructura industrial. Sin embargo, es en extremo llamativo que en la última década Japón ha estado perdiendo más empresas que las nuevas que se han creado. La escasez de empresarios jóvenes en Japón es un problema grave que tiene que ver con los problemas socioeconómicos y motivacionales que se explicaron más arriba. Es una carencia de habilidades y motivaciones 1o que está deteniendo a las personas a emprender nuevas inversiones. El problema no es de carencia de capitales. La alta presión que ha generado la sociedadjaponesa girando en corto tiempo alrededor del patrón del éxito personal y el cuantioso gasto que es necesario hacer para obtener una buena preparación profesional, generan una muy fuerte presión y un gran temor al fracaso que inhiben la audacia de los potenciales empresarios (The Economist,1999).

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Dubitaciones del modelo global Debe quedar claro que las grandes empresas japonesas, por el alto nivel de sus deudas, enfrentan la imperiosa necesidad de reestructurar sus finanzas y realizar fusiones, adquisiciones y

otras operaciones que saneen su actual situación, cosa que ya está sucediendo. Es el caso de la

Nissan que planea vender algunos de sus departamentos y que ha realizado alianzas con Renault, o los acuerdos de Mazda con la Ford Motor Co. Igualmente, las negociaciones de Toyota con la General Motors Co. No obstante, estos procesos se están desenvolviendo en Japón con mucha cautela y lentitud respecto de la forma y velocidad con que éstos se producen en Occidente (TheE conomis t, 1998). Esta misma problemática se expresa en una creciente desarticulación entre la dinámica empresarial y la que maneja el Estado. La forma de enfrentar las reformas tiene una doble lectura e interpretación según los sectores, originándose planes y estrategias divergentes. Algunos, teniendo en cuenta otros aspectos, han denominado a la economía japonesa como "una economía dual deformada" (Carlile y Tilton, 1998), entendiendo que la ausencia de mecanismos de mercado suficientemente "transparentes" no

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logran e¡derezar la economía. A esto debe añadirse también la polaridad entre el sector bancario muy estrechamente ligado al gobierno y al rlo (partido de gobierno desde la posguerra), enfrentado a toda la oposición politica en la cual se encuentra gran parte de los sectores empresariales más puj antes. 8 Sin embargo, la supuesta universalidad del modelo neoliberal ha sido puesta en duda por fuentes que otrora fueron sus más conspicuos defensores. El Washington Post editorializó el 12 de julio de 1998 que las leyes económicas que se pensaron como universales parecía que ya no eran tales. La globalización habría estado operando en

dos seutidos, por un lado, haciendo que nuevas pautas alcancen una difusión mundial muy rápidamente y, por otro lado, que otras más antiguas dejaran de operar como tales. Por su parte George Friedman, director del servicio de

inteligencia comercial estadounidense, señalaba que la ideología del nuevo orden mundial sostiene que no hay ninguna economía diferente y que todas las

personas razonables se comportan de manera razonable, y que por consiguiente, según los consejos dados por Goidman Sachs desde Harvard, la economía rusa respondería del mismo modo que lajaponesa o la francesa. La prosperidad provocaría

la democracia liberal y ésta haría de Rusia un entusiasta miembro de la comunidad internacional (Intern at io n al H er al d Tr i b un e, 199 8).

mucho más rápido, dado que tenían que alcanzar a Inglaterra o verse sometidos a sus dictados en el

continente europeo. Ellos se afirmaron en industrias como las del hierro, acero y químicos, muy diferentes a la industria textil que habiendo sido la base del poderío de Inglaterra requirió del apoyo bancario y estatal. Aunque las exigencias del desarrollo económico eran casi idénticas, los resultados políticos fueron muy diferentes desde que estaban condicionados por estructuras sociales y culturales muy divergentes entre sí. Por ejemplo, el campesinado casi se extinguió en Inglaterra mientras que en Francia se mantuvo (Gershenkron, 1962).

Estrategia

e

integralidad del modelo

En cualquier caso, el problema actual de Japón se presenta, antes que nada, como uno de definición estratégica, tanto desde el punto de vista macroeconómico, como desde un enfoque empresarial, social, político o geopolítico, que no puede encararse de manera parcial en ninguno de estos campos sino que debe ser abordado integralmente. Por otro lado, desde un análisis global, el dilema del Japón es también parte de la lucha entre los bloques de competencia mundial y regional. El más reciente estrechamiento de relaciones entre China, Japón y todas las economías de Asia oriental responden a esta respuesta inicial para asentarse y replegarse dentro de los espacios regionales (Yoshikawa, 1998:417).

No obstante, ninguna nueva alternativa será

Visto en perspectiva, este tipo de debates sobre la pertinencia de modelos universales de desarrollo tiene ya más de un siglo dentro del pensamiento económico y suele reproducir en otro nivel la polémica entre e1 entender a la economía

eficaz si queda sin reforma de fondo la política japonesa, si no se crean nuevas bases para un juego político más amplio y limpio. La conjugación de la crisis económica, social y cultural con una

como una rama de la ingeniería o entenderla como una ciencia social. Tanto Smith, Ricardo y Marx habían analizado los motores del crecimiento como procesos peculiares a cada realidad nacional.

parálisis moral de la clase política dividida, que no ha sabido renovarse después de la guerra fría,ha

contribuido a desorientar a toda la sociedad

Gershenkron recuerda que ni Francia ni Prusia siguieron los pasos de Bretaña ya que sus propias

revoluciones industriales se llevaron

a

nn ritmo

8 El

equipo de Obuchi en el poder (todos del pro) se propusieron salvar a los principales bancos japoneses para evitar la bancarrota en cadena. Pero los tres principales partidos opositores bloquearon esta alternativa en tanto se oponen al uso de los recursos fisca es para salvar a la banca (la Jornada, 1998).

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japonesa y ayudado a configurar una situación de incertidumbre y desconfianza (En este punto también puede encontrarse una gran similitud con la situación mexicana de fines de siglo). En resumen, esta situación, en cuyo eje se confunden libertad política con libertad de mercado, apura el camino que debe conducir a Japón hacia una refonna capaz de armonizar las exigencias de apertura de su espacio social y poiitico con la reformulación creativa de un modelo de desarrollo económico autónomo, original y propio. Toclo modelo de desarrollo económico que busque ser eficaz y potente, en términos humanistas, debe reconocer integralmente sus bases sociales, culturales y empresariales propias sobre las que finalm.ente se construye. Toda universalizacién de modelos económicos está destinada al fracaso. p

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rganización productiva de la i nd ustria vitivi nícola en Buja California Leand ro Sánchez Zepeda.

"Ensenada, üerra del uino"

Analizar la industria uitiainícol,a es unú labor gratfficante en el senti,do cultural. Eru el, caso de Baja Cal,i,Jorruia

y

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en el de Ensenada, se ad,quiere

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entre lo histórico, religioso, político y soci,al, dando ura matiz diferente al de otras regi one s u it iuiní colas.

-

Profesr¡r de la Facultad de Economía-uasc y estudiante del doctorado en economía industrial y relaciones laborales de la Universidad de Castilla-La Mancha en España.

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En el presente trabajo se resalta la importancia económica de la industria vitivinícola, ya que significa la gran posibilidad en el mediano plazo de lograr un mayor desarrollo en el ámbito económico, cultural y turístico en la región. En este documento se hace una breve descripción de los principales antecedentes históricos sobre el inicio de la viticultura en Ensenada, para posteriormente hacer el análisis económico de la estructura actual de la industria vitivinícola en su conjunto, con el objetivo principal de discutir las condiciones de organización y producción de las empresas, en el contexto de resaltar su ventaja competitiva, en términos de su alta calidad de producción. Agradezco el apoyo de la Asociación de Vinicultores de Baja California, quienes amablemente me proporcionaron la información esencial para su realización. En especial, a los ingenieros, Fernando Favela, Hugo d'Acosta, David Bibayoff y al sr. Carlos Ambrosi, por las sugerencias y valiosos comentarios que de acuerdo con su amplia experiencia me fueron de gran utilidad. lgualmente debo reconocer el amplio apoyo que me brinda el lnstituto de lnvestigaciones Históricas de la uReC, particularmente a la maestra Leticia Bibiana Santiago Cuerrero, quien no sólo me facilitó información, sino que aportó importantes sugerencias para el desarrollo del trabajo. A su vez quedo en deuda con mis compañeros investigadores del área de política industrial, el dr. Alejandro Mungaray, los maestros Felipe Cuamea y Emilio Hernández, por sus perti nentes recomendaciones. Finalmente agradezco a la dra. Sonia Lugo, directora de la Facultad de Economía, el apoyo académico y admi nistrativo brindado.

Baja California, la uva y el vino El origen de la vitivinicultura en Baja California es muy antiguo, se encuentra ligado a la etapa misional y por ende a la propia evolución histórica de la península bajacaliforniana. Entre los antecedentes fundamentales destaca el decreto emitido por Hernán Cortés en marzo de 1524, donde ordena que todos los españoles que dispusieran de una encomienda o repartimiento deberían, por un plazo de 5 años, plantar milviñas por cada cien naturales a su servicio (Arriola,1996). Tal ordenamiento es un importante indicador de que las costumbres de

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los conquistadores llevarían a la creación y generación de condiciones que les permitieran el consumo de bienes similares a los producidos en Europa, principalmente la elaboración de vino. Sin embargo, tomando en consideración las políticas mercantiles de la corona española, con el propósito de proteger y monopolizar las actividades productivas de la metrópoli, el rey Felipe ll ordenó en 1595 la prohibición de sembrar nuevos viñedos o el replantado en los existentes en las colonias americanas. Evidentemente, esta disposición frenó sustancialmente el desarrollo de la actividad vitícola no sólo en México, sino en todas las colonias españolas; si a ello agregamos que los virreyes, apegándose a dicha disposición, mantuvieron el edicto por 200 años y algunos en celoso cumplimiento del deber ordenaron arrancar los viñedos, el atraso en la vitivinicultura fue irreversible. Es a partir del arribo de los padres jesuitas en 1697 , particularmente a través de su actividad misional, que se registra el primer antecedente de viticultura en Baja California. Concretamente, en la misión jesuita de San Francisco Javier, Viggé-Biandó, el padre Juan de Ugarte, en 1702, siembra sarmientos de vi¿isviniferas o euro-vitis, procedentes de San José de Cuaymas (Arriola, 1998). En cuanto a la producción de vino, existen datos que en el año de1714 el mismo padre Ugarte en la misión de San iosé de Comodú, produjo 48 tinajas de vino al año. Además, existen indicios de que también en las misiones de San Javier, La Purísima Concepción, San lgnacio y Santa Certrudis se producía vino. Alfundar los frailes dominicos la Misión de Santo Tomás de Aquino en1791, prácticamente se da el comienzo más formalizado del cultivo de la vid y en consecuencia la producción de vino en Ensenada. Bajo circunstancias similares, en el valle de Cuadalupe se escenifica el mismo hecho, al fundar la misión dominica de Nuestra Señora de Cuadalupe en 1834, por el padre Félix Caballero, a quien se le atribuye haber llevado las primeras viñas occidentales al valle. "En la Misión no sólo se consumía vino sino ta m bié n se elaboraron aguard ientes " (Martínez, Pablo L.). Sin embargo, a raíz de un ataque y destrucción por parte de los indígenas, la misión tuvo que ser abandonada en 1 840. Así la tradición del cultivo de la vid pasa a los rancheros.

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El hecho que marca el inicio de la etapa industrializada de la vinicultura en Baja California, es la venta de los viñedos del rancho "Los Dolores", propiedad de Loreto Amador, ubicado en el valle de San Rafael, colindante con el poblado de Santo Tonrás, a ios señores Francisco Andonaegui y Miguel Ormaft, quienes fundan en l BBB la empresa vinícola Santo Tomás. Existen algunas dudas en cuanto a los orígenes de estos viñedos, se supone que al fundar la misión de Santo Tomás se introdujo el cultivo de cierta cantidad de sarmientos, los cuales, muy posi ble me nte f ueron a provechados algu nos años por Loreto Amador, quien inició la crianza de vinos en Ia frontera (Rojo, 1972). En el resto del país en la misma época, se establecieron varias empresas vitivinícolas, entre ellas por su importancia se encuentran: Bodegas Ferriño, fundada en 1860, en Cuatro Ciénegas, Coahuila y Bodegas San Luis Rey, en San Luis delaPaz, Cuanajuato. En consecuencia, a partir de la última década de 1800 y hasta antes de iniciado el conflicto armado de 1 910, se puede afirmar que la industria vinícola tiene un importante despegue, sin embargo, al estallar la revolución la mayoría de los viñedos se ven seriamente afectados. Al concluir la confrontación armada y vuelta ya la calma, la industria empieza de nueva cuenta, ahora en forma más industrial. El comienzo fue difícil, durante los primeros años los resultados fueron poco alentadores, los vinos mexicanos carecen de personalidad, los caldos se obtenían a partir de mezclas de variedades sin hacer caso a sus cualidades enológicas; las técnicas en la fermentación y conservación del vino no alcanzaban aún la precisión deseada; los consumidores se contentaban con adquirir estos productos sólo para las grandes celebraciones, necesidades, éstas, atendidas por las bebidas extranjeras (D'Acosta 1987). La economía de Baja California, por su condición de frontera con Estados Unidos de América, recibe un significativo impacto a partir de la década de 1920, como efecto del establecimiento en el vecino país de la prohibición de elaboración, venta y consumo de bebidas alcohólicas, decreto conocido como "ley seca". De tal manera que la gran demanda existente condujo a r-rn considerable incremento en la producción y venta de bebidas alcohólicas

en nuestra entidad. Este hecho favorece particularmente a la vitivinicultura, pues aumentó sensiblemente la demanda de vino, con lo cual la vinícola Bodegas de Santo Tomás se consolida como la primera empresa industrial en la región y a su vez, se da la pauta a la generación de nuevas empresas vinícolas como San Valentín en Tijuana, la cual se establece en 1912 con una capacidad inicial de 10 000 litros; en los años de referencia aumenta su capacidad de producción a 100 000 litros, hasta llegar a 260 000 con una amplia variedad de vinos (tinto, blanco, moscatel, oporto y vermouth) (Piñera, 1989). Además se fundaron otras vinícolas como Bodegas la California, Bodegas de Tanamá y Bodegas Tecate, ubicadas en el municipio de Tecate; Bodegas Murua Martínez, Casa Blanca y Bodegas Cetto. En 1926llega a Mexicali el sr. Ángel Cetto de orrgen italiano, con una amplia experiencia en la elaboración de vinos, quien después se desplaza a Tijuana donde empieza a producir algún tipo de vino (Santiago, 1997). Posteriormente, adquiere su primer. rancho en el extremo noroeste del valle de Cuadalupe y una pequeña destilería en Tijuana, fundando en1937 Bodegas Cetto, después conocidas como Productos de Uva. Actualmente está constituida en la vinícola L.A. Cetto. Al derogarse la "ley seca" (1 933), la demanda de vino se contrae drásticamente y con ello se genera el cierre y la quiebra de la mayoría de las enrpresas antes descritas. No obstante, en esta década se perfilarían dos empresas que marcan la etapa contemporánea en industria vitivinícola

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A finales de la década de 1960, la demanda de vino a nivel nacional se incrementa en función del aumento en la capacidad de compra en la población mexicana (Lerda, 1981)" Se puede decir que la mitad de la década de 1970 fue una época de auge para las zonas vinícolas de Sonora, Aguascalientes, Zacatecas, Querétaro e incluso para el estado de México, que llega a tener una relativa importancia en lo que a la industria vitivinícola se refiere (Magoni, 1997). Esta tendencia se ve drásticamente interrumpida en la década de 1980, ya que a consecuencia de la crisis económica mexicana de 19B2,la mayoría de estas empresas desaparecieron o cambiaron el giro de actividad.

regional. Representadas por Bodegas de Santo Tomás y Bodegas Cetto, ambas empresas conforman una nueva estructura productiva al reorientar su producción al comercio nacional (Santiago, 1997). El principal consumidor de vino no sería en adelante el turista norteamericano sino el consumidor nacional. Es decir, a partir de la década de 1930 se identifica como el inicio de un concepto más moderno de empresa en la vitivinicultura y cuando se establecen las redes comerciales fuera del Territorio Norte y hacia el interior del país (D'Acosta, 1 997 ; Arriola, 1 997).

En 1987 habría no menos de 40 marcas de vinos nacionales en el mercado, entre empresas productoras y negociantes de vino, pero desaparecieron porque no pudieron soportar las condiciones económicas que irnponía la fuerte recesión (Cháv ez,1 9 99).

En este contexto, en la Colonia Cuadalupe constituida por un grupo de familias de origen Ruso (Bibayoff, Nazaroff, Dalgoff, Samaduroff y Samarin), cambian sus cultivos de trigo por el de la vid para convertirse en los abastecedores de materia prima para Bodegas de Santo Tomás, Bodegas Cetto, Miramar y Productos Vinícolas

S.A. Las características económicas de estas empresas se distinguen primeramente por su

consolidación productiva, por la ampliación de sus mercados y el mejoramiento de las técnicas de producción. Los vinos que se producían eran vinos generosos, tipo jerez, para un mercado básicamente local con poca tecnificación en el proceso de producción de la uva y dei vino, producido este último, prácticamente en forma artesanal (Chávez,1 999). Sólo se embotellaban los vinos destinados al mercado local, los destinados al mercado nacional se mandaban a granel en barricas por la vía marítima al puerto de Acapulco y de ahí por carretera a la ciudad de México (Arriola, 1996). En el marco de este análisis es fundamental resaltar el mejoramiento que se da en la actividad de la vitivinicultura en su conjunto, tanto en la aplicación de nuevas técnicas para el cuidado, manejo y cultivo de la vid, como en el uso de tecnología más moderna en la

producción de vino. Dicho mejoramiento

se

instrumenta en forma más integral con la aplicación de conoci mientos am pliamente experimentados por parte de dos destacados enólogos: los señores Esteban Ferro Binello y Camilo Magoni Morelli, el primero es contratado por Bodegas de Santo Tomás y el segundo por Bodegas Cetto.

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Adicionalmente, a partir del ingreso de México al CATT, en 1986, los vinos nacionales tuvieron que hacer frente, en condiciones no muy propicias, a una gran competencia con vinos europeos, por lo que la situacién se torna aún más complicada. Así, en Aguascalientes de

40 empresas existentes, se reducen a una o dos; en Querétaro prácticamente desaparecieron; en Zacatecas también se

redujeron a dos. En Baja California igualmente se da el cierre cle algunas empresas corro Bodegas Miramar, la cual se distinguió por la elaboración de vinos destinados a la comercialización masiva, su principal marca fue Padre Kino. Al momento de retirarse del mercado, vende todos sus activos, marcas, instalaciones y viñedos. Por una pafte, a Vides de Cuadalupe Domecq, le vende la marca Padre Kino y por la otra, a L.A. Cetto los viñedos de la variedad nebbiolo. En el valle de Cuadalupe, en los terrenos de la colonia rusa, se estableció Productos Vinícolas S.A. (1956), quien de hecho es la primera vinícola que se establece en el valle. Algunos años después de su fundación cambia a Bodegas de Cuadalupe y posteriormente se constituye en la empresa Formex-lbarra. Dicha empresa

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de Cuadalupe, la cual representa actualmente 95% del total de la producción de vino en el país. La segunda establece un parteaguas en la producción vinícola, pues se pasa del cultivo de varietales tradicionales o comerciales, como son las variedades misión, valdepeña, rosa del Perú,

produjo vinos de 1967 hasta finales de la década de 1980, distinguiéndose por la elaboración de vinos tintos y blancos marca Urbinon. A partir del cierre como empresa vinícola se dedica principalmente a la industria olivarera. En Tecate desaparecen otras empresas, entre la que resalta por su producción vinícola, Vinos El Passetto, empresa que elaboró vinos hasta los primeros años de los ochenta (Arriola, 1996). Sin embargo, por Io que respecta a la industria vitivinícola en Ensenada, dicha tendencia se manifiesta con matices un tanto diferentes. Obviamente, se sufren las contracciones del mercado local y nacional, no obstante, las empresas que desaparecen no representaron, por fortuna, una caída lo suficientemente grande como para provocar una parálisis en la industria y consecuentemente en la producción vinícola regional. A partir de 1980, la producción de vino en la entidad escenifica una transformación muy singular. Representada fundamentalmente por la existencia de dos condiciones que marcan sustancialmente la evolución de la industria vitivinícola en la entidad. La primera es la concentración de la producción de vino en el municipio de Ensenada, en particular en el valle

barbera, etcétera, al cultivo de varietales finos como cabernet sauvignon, merlot, chardonnay, sauvignon blanc y chenin blanc, que significan la principal materia prima en la producción de vinos de alta calidad (Ambrosi, 1997). La mayoría de las empresas cambian la realización de la vendimia por la noche, bruscando lograr el punto más óptimo de la uva y al mismo tiempo evitar la fermentación prematura, para estar en condiciones de producir un vino de mayor calidad. Paralelamente, se instrumenta una amplia modernización en los sistemas de riego, se pasa del sistema de riego rodado al de aspersión y de éste, al de goteo, por ser un sistema más eficiente y sistematizado que permite optimizar el agua. En cuanto al proceso de producción, se adquiere la más avanzada tecnología de procedencia extranjera, principalmente de ltalia, Francia y EU,l, de idénticas características a las empleadas en las vinícolas de reconocido prestigio en nivel internacional. Como resultado inmediato, la fermentación del mosto sufre un positivo cambio, al sustituir las barricas de madera de pino rojo o de roble, que se adquirían en su mayoría usadas, procedentes de California, por tanques de acero inoxidable con temperatura controlada, con lo cual es posible lograr la fermentación y conservación óptima para cada tipo de vino. Los tanques de acero inoxidable sustituyeron a los grandes recipientes de madera, hormigón y concreto, ya que estos recipientes vacíos creaban problemas de conservación, de contaminación, de limpieza y de extracción de otros minerales como el calcio. Una ventaja adicional del tanque de acero inoxidable, es que es fácil de conservar y esterilizar, por ello se pueden obtener vinos más sanos, porque el recipiente es inerte, tanto en lo referente a la extracción como en la limpieza. Esto es lo que realmente permite hablar de la transformación de la industria en los últimos 30 años (Magoni,1997).

De igual manera, el proceso de añejamiento es mejorado sustancialmente, pues se lleva a cabo en barricas de roble americano. Las

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vinícolas que producen vino de mayor calidad utilizan barricas de roble francés nuevas, utilizadas solamente unavezt para obtener una máxima calidad en sus vinos. Un aspecto de gran relevancia en este proceso de transformación, es i nd iscuti blemen te la presencia y participación experimentada de connotados enólogos formados en Francia, ltalia, Argentina, Chile y California. Ellos ponen en práctica sus conocimientos para mejorar sustancialmente el proceso de producción de

vinificación en su conjunto. Cuidan

la

selección de varietales de acuerdo con sus cualidades enoiógicas, estableciendo la fermentación y añejamiento más adecuados, con el objetivo de aumentar y enriquecer la calidad de los vinos. Bajo esta perspectiva, se inicia un amplio proceso de modernización y creación de nuevas empresas vinícolas. Las tres existentes emprenden un amplio proceso de modernización en sus procesos productivos. Bodegas de Santo Tomás adquiere nueva tecnología y reaiiza una modernización integral de la planta, mejorando y perfeccionando su proceso de vinificación. A partir de 1995 la fermentación y añejamiento se lleva a cabo en el rancho Los Dolores, donde se utiliza simuláneamente la tecnología más moderna y la milenaria experiencia de otros países productores de vino. Vinícola L.A. Cetto inicia una considerable modernización en su proceso productivo, permitiéndole incursionar en pocos años de manera notable en el mercado exterior. Envía sus vinos a diferentes países, logrando el mérito de convertirse rápidamente en una gran industria. A su vez en 1972, Pedro Domecq y

Antonio Arriza por la casa Pedro Domecq, se asocian con Luis Cetto para constituir Vides de Cuadalupe, que más tarde cambiaría a Vides de Cuadalupe Domecq. Al ser nombrado Luis Cetto como director general se contratan los servicios del reconocido enólogo Camilo Magoni Morelli. A fines de los ochenta se disuelve dicha asociación, quedando el funcionamiento de cada empresa en forma independiente. Vides de Cuadalu, ' Domecq inicia su modernización a medii, 'rs de la década de 1970, al adquirir viñedos en la parte noreste del

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itl

valle de CLradalupe. Rebautiza los terrenos con el nombre de valle de Calafia. En 1987 , contrata los servicios de Carlos Ambrosi Stocco, reconocido enólogo, con el objetivo de ampliar y modernizar los diferentes procesos de producción y mejorar la calidad de los vinos. Con ello, esta empresa inicia una etapa de gran impulso hacia el interior de su propia planta y la industria vinícola regional, pues al comercializar sus vir,:s, le da una amplia difusión nacional e internacional al valle de Calafia y la producción vinícola del valle de Cuadalupe. En la actualidad Casa Domecq-España venoió gran parte de sus acciones al grupo inglés Allied, por lo que Vides de Cuadalupe Domecq pasa a formar parte del grupo Allied-Domecq. El proceso de transformación culmina consolidando un importante impulso a la producción vitivinícola en la región, no sólo en lo que respecta a su funcionalidad, sino que establece las condiciones necesarias para la creación de nuevas empresas/ caracterizadas por tener una

mentalidad más di námica, permitiendo conformar una fisonomía de mayor productividad, competitividad y calidad en la producción de vinos en la entidad. Bajo éstas circunstancias, en 1983 Fernando Marataín establece Cavas Valmar; en 1986, Antonio

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Badan funda la vinícola Mogor-Badan; en 1988, Hans Backoff, en compañía de otros socios,

constituye la empresa Monte Xanic. En 1993 Eduardo Liceaga establece Viña de Liceaga; un año después Fernando Favela, fLrnda la vinícola Chateau Camou y en 1997 Hugo D'Acosta, establece Casa de Piedra y David Bibayoff establece Bodegas Valle de Cuadalupe. En los últimos diez años el vigor de la zona es otro/ nacen nuevas empresas, las ya

existentes se modernizan, pero sobre todo establecen Lrn compromiso con el vino, con su origen: la palabra personalidad empezó a difundirse entre los productores (D'Acosta, 2000). La industria vitivinícola en Ensenada

Actualrnente las 10 empresas productoras de vino en Baja California eslán ubicadas en su mayoría en ei 'valle de Cuadalupe, excepto Bodegas de Santo Tomás, que se encuentra ubicada en el valle de San Rafael y Cavas Valmar que está localizada dentro de la ciudad de Ensenada. Representan una importante tendencia de concentración industrial, pues prácticamente el total de las empresas vitivinícolas para la elaboración de vino de mesa en el país se localiza en esta región. Esta tendencia se presenta fundamentalmente por la experiencia acumulada por más de 100 años en la actividad vitivinícola en Baja California y por la singular comtrinación de factores naturales y económicos. Destaca el suelo, el clima y la labor emprendedora de los empresarios regionales. El valle de Cuadalupe cuenta con una importante gama de características climatológicas que lo distinguen del resto de los valles de Baja California y del país. Posee un ecosistema único conocido como clima mediterráneo, similar al de regiones reconocidas en nivel mundial por la producción de excelentes vinos, como la de Burdeos en Francia, la Rioja en España, valle del Maipo en Chile y Piamonte en ltalia. Es decir, se encuentra comprendido en lo que se reconoce como la franja internacional del vino. La industria vitivinícola de Baja California está constituida básicamente por pequeñas empresas, que si bien su volumen de producción no es tan significativo en términos

de aportación al pte estatal, su importancia radica en los altos niveles de calidad. En pafticular, dicha característica significa la relevancia principal de esta industria. Por ello, la mayoría de sus vinos gozan de competitividad en nivel nacional e internacional. La composición orgánica de la industria vitivinícola es heterogénea, en cuanto al tamaño v capacidad instalada de las empresas, sin embargo, tiende a ser homogénea en las técnicas cle cuidado y cultivo de la uva y, en general, en el proceso de fermentación y añejamiento de los caldos. Al observar la información contenida en el cuadro 1, se aprecia la existencia de dos empresas, que de acuerdo con su capacidad instalada y volumen de producción, se clasifican como grandes inclustrias, representadas por L.A. Cetto y Vides de Cuadalupe Domecq. Ambas concentraron en 1998, 47.7%y a6A% de la producción total de vi no respectivamente. Estas e m presas absorben la mayor demanda de uva para la elaboración de vino en la entidad. Se caracterizan por su diversificación y la gran variedad de vinos que elal¡oran por destilación. Además L.A, Cetto produce tequila y, Vides de Guadalupe, brandy. Bodegas de Santo Tomás se clasifica como mediana empresa. Su producción de vinos es muy variada y tiene una amplia capacidad de diversificación de la producción, como la elaboración de algunos productos alimenticios. La producción vinícola de estas tres empresas goza de aceptable nivel de calidad. Sus vinos han sido acreedores de distinciones nacionales e inte rnacionales. Il resto de las empresas se clasifican como

micro y pequeñas industrias con alto nivel de calidad. Particularmente empresas como Monte Xanic y Chateau Camou, han demostrado alta calidad en la producción de sus vinos en com pete nci as i nte rnaci onales, ga nando va ri as medallas de oro. La calidad de producción de

estas pequeñas empresas representa esen-

cialmente una ventaja competitiva, la que en el mediano plazo implicaría la oportunidad de consolidar la industria vitivinícola al interior de cada planta en términos de precio y calidad, y u na actividad económ ica potencia mente si gn ficativa para el desarrollo económico regional.

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Cu¡ono J: PnoouccióN vlTtvlNÍcoLA EN BA.IA CeLtronri,r (1998) oreso Bodegos de Sonfo Tomós

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17 435 tos proporcion

Otro aspecto relevante es la participación comercial de las empresas, tanto en el mercado nac¡onal como extranjero. De hecho, la comercialización en el mercado nacional representé en 1998 el 81% de las ventas. No obstante, en algunas de ellas la tendencia empieza a man¡festar ligeras variaciones en el sentido de una part¡cipación relativamente mayor en el mercado exterior, como Bodegas de Santo Tomás, can 33%, Monte Xanic, con 27.3% y Chateau Camou con 25%, respectivamente. Para la industria vitivinícola la producción de uva representa el insumo indispensable para su

producción. El abasto está ampliamente garant¡zado ya que la producción de uva en Baja Cal iforn ia actual mente presenta u na evol uc¡ón favorable. De 4B 114 toneladas que se produjeron en 1 993, pasa a 52 359 en 1 998, decir, alrededor de 92% de aumento.

q?

es

80.89 por

Actualmente la prodLrcción de uva manifiesta una clara tendencia a concentrarse en la zona costa. En el cuadro 2 se observa cómo la superficie cosechada en la zona costa, con respecto del total estatal, pasa de 66.7% en 1993, a 81 .1% en 1998. La producción en la zona costa se encuentra comprend¡da en alrededor de 3 088 ha, de las cuales 45% comprenden al valle de Cuadalupe,45% a San Vicente y 10% a Santo Tomás.

cuanto al volumen de la producción, en 1998 se produjeron 52 359 toneladas de uva, de las cuales B0% correspondió a la zona costa. Es importante señalar que la tendencia antes indicada se man¡f¡esta más intensamente en el comportamiento del valor de la producciórr. En 1 993, el valor de la producción en Baja California expresado en pesos constantes de 1 997, fue de B0 millones, de los cuales la zona costa contribuyó con 31 .7%y en 1998 con 98.5%. En

ABRIL-JUNIO DE 2OOI

Forodigrnos


El cultivo de varietales finos para la elaboración de vino se lleva a cabo exclusivamente en parcelas de riego. Se estima que aproximadamente se empleen 2 166 hectáreas, que representan 7O% de las tierras de riego en la zona costa. Además de esta información, en el cuadro 3 se presentan las cantidades y porcentajes de los cultivos de cada una de las variedades cultivadas. En primer lugar destacan las extensiones dedicadas al cultivo de las variedades cabernet sauvignon y sauvignon blanc con 21 .6% y 22.4%, respectivamente. La variedad chenin blanc ocupa un porcentaje considerat¡le al representar alrededor de 15.5%. En los últimos años se establece una amplia selección de los varietales con el objetivo de satisfacer el tipo de demanda existente en el me rcado, [¡uscando paralelame nte u na especi alización en aquéllos que permitan la producción de vinos de mayor calidad. Actualmente se cultivan exclusivamente alrededor de 15 tipos de varietales. En cuanto al cultivo de varietales para producir vino tinto o blanco, existe proporcional mente u n porcentaje eq u i i brado, es decir, para el de vino tinto represe nta 52.3 % y para el de vino blanco 47.3 %.

A partir de la década de 1990, la producción vinícola en Baja California ha venido adquiriendo una mayor presencia en nivel nacional e internacional, por la gran variedad y calidad de sus vinos. En el cuadro 4, sintéticamente se presentan los diferentes tipos de vino elaborados en cada una de la empresas. Lo más destacable de ésta información es precisamente la gran variedad de vinos que se producen por parte de las 10 empresas que hasta hoy conforman la industria vitivinícola en la región. Considerando la información presentada en su conjunto, se puede afirmar que la especialización en el cultivo de varietales finos, conlleva a una producción vinícola de mayores niveles de calidad. El proceso de producción con el uso de tecnología de punta que se utiliza en todas las empresas, además de los óptimos cuidados enológicos, permite obtener costos de producción competitivos en el mercado internacional con las empresas vitivinícolas de mayor reconocimiento. En esta perspectiva se sustenta el que actualmente los vinos mexicanos cuenten con las suficientes cualidades enológicas para competir en condiciones favorables con vinos internacionales de reconocida calidad.

I

Cueono

2. PnooucclóN

DE uvA EN BeL¡ CeLtronN,c (l

993-1998)

SUPERFICIE POR HECTÁREA ro

Estoto

Zono costo

I

Ciclo

Sembrodo

Cosechodo

993 1994 1995 1996

5146

592ó

5 826

5 ó91

E EE1

5 39ó

5 423 5 667

5 t84

r

1997 r

998

a ora

s 499 522ó

Sembrodo 4 380 4 303 4 172

85.r

I

73.86 75.08 77.12 78.44 77.78

4 182 4 445 4 53ó

Produ cción

993 1994 1995 199ó r

1997 r

998

48 114 52 072 39 5óB

38 194 5ó 35r s2 359

Zono costo 34 2BB 34 843 28 483

Zono costo

66.69

Estotol 8.12

68.32

9.r5

4 135 4 359

72.65 79.76 79.27

7.33 7.37

8.96 7.27 9.24

10.25

4239

Bt.t

r

3 BBB 3 920

l/o1

I

0.02

B.óB

12.93 12.35

Volor de lo oroducción

tonelodos Fslolo

Rendimiento (Ton./Ho.)

Cosechodo 3 952

(%)

mi

71.26 ó6.91

71.98

2s 347

ÓÓ.JÓ

48 005 41 123

85.r9 78.54

Fstotol 79.32 8ó.ó3 ó9.83

Tono coslo 25.14 28.03 35.50

3r.ó9 32.36 50.84

óB.Bó

43.20

62.7 4

38.80 r 99.30

131.10 196.20

94.46 98.43

r

Fuente: Eloboroción propio con dotos proporcionodos por SAGAR. El volor de lo producción estó expresodo en pesos constontes de 1997

*

ABRIL.JUNIO DE 2OOI

Porodigmos

53


CUADRO

3. Suprnflctr

DED]CADA

Vinós tintos

At culTlvo

DE VARIETALES

FlNos EN LA zoNA cosTA (l 998-1999)

468

Cobernet Souvignon Merloi

Suo Sem.r'Ho.

Vínos bloncos

Sup. Sem./Ho.

Chordonnoy

21.ó1

77

A AA

(g/o)

3.69

BO

485

22.39

334

15.42

t0B

4.99

Cobernei Fronc Nebbiolo

13

0.ó0

Souvignon blonc Chenin blonc

95

4.39

Colom

Tempronillo

t0

0.46

Sémillon

t0

0.46

lvlis ión

ó9

5.26

Moscotel

16

4.7 4

Borbero

114

a.ló

Zinfondel

242 45

Syroh

r

Sub-totol tintos

133

I

t.t

bo rd

7

2.OB

Sub-totol bloncos

52.31

I 033 2166

ÍOTAL

47.69 r

00.00

Fuente: Eloboroción propio con bose en informoción directo de los empresos; in{ormoción estodístico proporcionodo por lo Secretorío de Fomento Agropecuorio del Gobierno del Estodo de Boio Colifornio y de lo Secretorío de Agriculturo, Gonoderío y Desorrollo Rurol (SAGAR).

CUADRO

4.

Pnooucc

ór

pon TtPo

EMPRESAS

DE

vtNo Eñ

ENSENADA

(2000)

Tioos Tintos Cobernet Souvignon, Borbero, lr4erlot,

<

Bloncos

Tempronillo, Misión, Son Emllión.

Chordonncy, Souvignon Blonc Chenin Blcnc, Blonc Sonulen, Misión

L.A. Cetto

Cobernei Souvignon Reservo Privodo, Nebbiolo, Petite Syroh

Chordonnoy Reservo Privodo, Chenin Blonc, Fumé Blonc

Vides de Guodolupe Domecq

Choteou, Los Reyes, Merlot, Ccrbernet Souvignon XA, Colo{io, Podre Kino. Zinfondel,

Chordonnoy, Blonc de Bloncs,Colo{io.

Cobernel Souvignon, lr4erlot,

Mezclo: Cobernet Souvignon tMerlot

Chordonnoy, Chenin Colombord Mezclo: Souvignon Blonc+Sémillon.

Mezclo: Cobernet Souvignon*

Chordonnoy, Souvignon Blonc

Bodegos de Sonto Tomós

Monte Xonic

C[roteou Comou

Podre Kino y Los Reyes Blonco y Rosocio.

Meroli+ Cobernet Fronc. Covos Volmor

Cobernet Souvignon, Cobernet Grenoche

Chenin Blonc, Chordonncry

Mogor- Bodon

Mezclo: Cobernet Souvignon+ Cobernet Fronc*Merlot

Cheosseloi del Mogor

Viño Liceogo

Merloi, Cobernet Fronc

Coso de Piedro

Mezclo: Tempronillo+Cobernet Souvignon

Bodegos Volle Guodolupe

Cobernet Souvignon, Zinfondel

Syroh y Chordonnoy esión en desorrollo.

Chenin Blonc y Colombord Ambos se encuentron en desorrollo

Fuenle: Eloboroción propic con bose en informoción proporcionodo directomente por los empresos vitivin ícolos

Dada la estructura de organización y de producción que presentan las empresas vitivinícolas en los últimos años, se aprecia una facti ble fu ncionalidad de i nd ustrialización ti po cluster, principalmente por el hecho que entre ellas se comparten los nuevos conocirnientos en cuanto técnicas de cultivo, avances tecnológicos, cu idados enológicos, i nformación

54

actualizada sobre aspectos cred¡t¡cios y financieros, tanto del sector público como privado, información del comportamiento del mercado del vino, así como promoc¡ón de los vi nos nacional e i nternacional. Particu larme nte en cuanto al proceso de producción efectuado por estas empresas, se puede afirmar que se caracterizan por un sistema productivo definido

ABRIL-JUNIO DE 2OOI

Porodigmos


geográficamente y que de algún modo ocupan de diversas fases y formas en la elaboración de un producto homogéneo.

se

Conclusión Existe la posibilidad de expansión y crecimiento en el mediano plazo de la industria vitivinícola a partir de un mayor aprovechamiento de su ventaja competitiva representada por la calidad de su producción. A partir de tal circunstancia se observa una amplia perspectiva en términos de crecimiento económico y de impulso al estableci m i ento de I desarrol lo e notu rístico en Baja California. Se sugiere de manera preliminar para el

cunrplimiento de lo anterior, el establecimiento de una serie de factores de índole económica, ambiental, cultural y turística. Entre ellos destacan u n mayor fortaleci miento fi nanciero hacia el interior de cada empresa, consistente en créditos accesibles acordes a la realidad de las micros y pequeñas industrias, que realmente sea un factor promotor de la industria por parte de instituciones financieras como Bancomext y Nafin. Es fundamental para impulsar y apoyar el fortalecimiento de las empresas una menor carga fiscal, pues el impuesto significa alrededor de 30% del precio del vino, y si a ello se agrega que, por lo general, los vinos producidos se catalogan fiscalmente en la rama de alcoholes destilados, la tasa impositiva tiende a significar un fuerte obstáculo para una comercialización más competitiva. Es importante asegurar el abastecimiento de agua en el largo plazo. En la actualidad la demanda de agua para los cultivos en el valle de

Cuadalupe se cubre del acuífero Cuadalupe que abastece en un porcentaje considerable la demanda de agua potable a la ciudad de Ensenada, convirtiendo el agua para el cultivo de vid en un recurso escaso. Es necesario reglamentar la vocación y uso del suelo en el la

valle, buscando una especialización en los cultivos mediterráneos y que solamente se permita el establecimiento de agroindustrias que no deterioren el entorno ambiental. También es indispensable una reconsideración de las autoridades gubernamentales en el contexto de la apertura comercial, particularmente en lo referente a los tratados de libre comercio con Norteamérica, Chile y la Unión Europea en

cuanto al tratamiento fiscal para los vinos de procedencia extranjera, pues realmente los vinos extranjeros tienen una carga fiscal mucho menor que los vinos nacionales. Por último, es importante realizar una amplia d ifusión tu rística, nacional e i nternacional mente, de la zona del valle de Cuadalupe, no sólo como una zona vinícola, sino aprovechar la riqueza histórica y cultural, así como los diferentes productos artesanales de los pobladores del valle y zonas aledañas, principalmente de la comunidad indígena kumyai y los descendientes de la colonia rusa, para realizar una actividad enoturística a partir de San Antonio de las Minas hasta la parte noroeste del valle donde se ubican los kumyais.

p

Bibliografía ARRIOLA y Espinosa, Héctor, "Los apuntes de un cofrade. Héctor Arriola y Espinosa", 1996.

"La vitivinicultura en Baja California", ---, Seminario de Historia de Baja California, A.C.lnstituto de lnvestigaciones Históricas, Ensenada, 8.C., 1998.

D'ACOSTA, Hugo, "Los vinos de México", Enciclopedia del vino, tomo xl, Ediciones Orbis S.A., Barcelona, España, 1987. "Los valles vitivinícolas de Baja California", Revrsta

de diálogo cultural fronteras, núm. 16, vol. 5,

México, D.F.,2000. CHAVEZ Ruiz, Leobardo, "La industria del vino en Baja California", Revista FEU,^2, Facultad de Economía, UAZ, Zacatecas, 1999. MARTíNEZ, Pablo 1., Archivo Histórico de Baja California Sur, documento núm. 474O,lega1o

29. ÑERA Ramírez, David, Panorama histórico de Baja California, lnstituto de lnvestigaciones Históricas, UABC-uNAM, Mexicali, 8.C., 1 983. PlÑERA, David yJesús Figueroa, Historia de Tijuana 1 889- 7 999, lnstituto de lnvestigaciones Históricas UABC-uNAM, Tijuana, 8.C., 1989. SANTIACO, Bibiana, Arch ivo de la palabra, lnstituto de lnvestigaciones Históricas, UABC/Instituto de Cultura de Baja California, 1999. Entrevistas realizadas por Bibiana Santiago en1997 con: Carlos Ambrosi Stocco, Camilo Magoni Morelli, Luis Agustín Cetto Cetto, Hugo d'Acosta L6pez, Víctor Torres Alegre, Héctor Arriola Pl

ABRIL-JUNIO DE 2OOI

Porodigmos

UABC,

Espinoza de los Monteros, David Bibayoff Dalgoff, Antonio Badan.

55


Notas Universidad pública y sociedad al inicio del siglo 2vinculación o punto de quiebre?

Entendidas como organismos sociales,

1as

universidades en México deben cumplir legalmente con tres funciones sustantivas: la docencia, a través de la formación de nuevos cuadros de profesionales; la investigación, como una forma de avanzar en el conocimiento y; en tercer lugar, tal vez por e1 orden de importancia que se le concede, la extensión de

los servicios, según la

Declaración de Tepic, firmada por todas ias instituciones afiliadas a la ANUIES el27 de octubre de 1972.1

Sin embargo, en tanto

instituciones ligadas fuertemente al medio social en

que se clesenvuelven, las universidades hacen y significan mucho más, 1o cual deriva en una sobrecarga de funciones: se les ha hecho respon-

sables, en buena medida, de la conformación de

relaciones sociales, de 1a composición económica y en general, de la atención y solución a diversos problerrias de las comunidades donde se ubican; se les ha visto también como promotoras y garantes de movilidad social, como

50

esperanza de los sectores más desprotegidos y, por si fuera poco, como medio de control y estabilidad

política para los sectores en el poder.

Tal cantidad de responsabilidades "metalegales" o "metasustantivas", algunas incluso autoimpuestas. colocan a las universidades en la mirada atenta y permanente de la sociedad, quien juzga en

función de

1o

divide opiniones al pretender evaluar la efectividad de las universidades en función del éxito de aquéllos y decidir que, una institución que está haciendo bien las cosas, es la que forma los profesionales que el medio necesita. Lo anterior es cuestionable si tenemos en cuenta el enfoque internalista de Clark2 quien dice:

que espera

a 1as

universidades no

de ellas y no de 1o que les

hay que entenderlas

corresponde hacer,

como espejo de la sociedad, sino verlas desde dentro, partiendo del supuesto

especialmente cuando

a

raiz de las cambiantes condiciones sociales, económicas y políticas, las universidades se han visto obligadas principalmente las públicas que se mantienen de las contribuciones de todos los ciudadanos-, a acercarse a los niveles medios y bajos de la

población,yabuscarsu justificación en ellas, más que en las élites de poder.

Además, es indiscutible que parte fundamental del objeto de acción de las universidades es la formación de profesionales, 1o cual, una vez más,

de que

etr

objeto de la

educación superior es el conocimiento, no formación de profesionales.

1a

'

Licenciada en ciencias de la educación, adscrita a la Dirección de Planeación y

f)esarrollo Universitario de la Universidad Autónoma de Nayarit. Actualmente cursa la maestría

en planeación de

la

educacióri superior en la Universidad de Cuadalajara. r ¡NurEs, Revlsta de /a

lducación Superior, núm. 4, enero-marzo de 1973. 2 C. Burton R., Las unlversidades modernas: espacios de investigación y docencia, ura,ra, Cpo. Editorial Porrúa,

México, 1997.

ABRIL-JUNIO DE 2OOI

Porodigmos


Por otro lado, 1a OCDE plantea que la misión de la educación y en parlicular de la educación superior, es servir como lazo de

unión entre los sectores

pero con esrrategia de contención política. En los últimos 20 años, 1a educación superior enfrenta varias crisis v se refoma, pero sobre todo,

extremos de la sociedad, garantizar un poco de

los alcances y formas de

coherencia para intentar

sociedad viven una etapa

conjurar la fractura social y reforzarla sociedad civil.

de

Panorama histórico de la relación universidad-sociedad al amparo del Estado A 1o largo del siglo xx es posible identifi car tres etapas en la relación estado-universidadsociedad. En los primeros 40 años se da la consolidación de1 Estado y en la inercia histórica se constituye un régimen popular nacional, con lo que la educación superior definitivamente deja de ser exclusiva de las élites para abarcar otros sectores de la sociedad. En los siguientes 40 años (1940 a 1980), la

su

redefinición. En la tónica de la crisis múltiple, la educación superior enfrenta una crisis de crecimiento; después, una crisis de identidad porque las universidades pensadas para las élites ya no eran las que se necesitaban para enfrentar la nueva demanda; luego, la masificación en contra de la calidad las llevó a una crisis de confianza severa

crisis financiera. Para que una economía de mercado pueda ser

capaz no sólo de producir bienes y servicios de

sociedad, implican necesariamente manej ar sus relaciones en dos sentidos: con el Estado y con el mercado. La primera es una relación paradójica, ya que no se puede hablar

de verdadera autonomía

frente al Estado como c ar

acter ízart

7a

se

mayoría de

las instituciones de educa-

ción superior en México, cuando se depende económicamente de

é1.

Por otro 1ado, ¿cómo conservar la esencia del

origen social de las universidades sin convertirse en instrumentos de control político?, ¿cómo proveer al mercado laboral de los recursos humanos

des del conjunto de la

de educación superior con los recursos existentes del

amparo del cual se da la primera ola de masifica-

conciencia civil y que cada quien asuma sus

ción en la educación

responsabilidades, de

de los movimientos

Las formas de vinculación

que necesita?, ¿cómo dar

sociedad, es necesario que despierte la

a r aiz

Nlecanismos de vinculación

consumo, sino también de responder a las necesida-

conformación social gira en tofiro al Estado, al

superior, ac entuada

negligente".a

entre universidades y

relación con la

(ocor3), y una

significativa el modelo de

"patrocinio benigno y

1o

las instituciones de

estudiantiles, que en el

educación superior.

caso de México y el

Principalmente en el

trágico desenlace de 1968, impulsó la creación de instituciones, sobre todo al interior de la república,

periodo de 1982 a 1994 se experimentó un giro en la mattiz de vinculación entre el Estado, la universidad y

como una medida de

la sociedad, al

atención a la demanda,

transformarse de manera

Porodigmos

Estado y los mecanismos actuales de vinculación

que no pueden excluirse

ABRIL-JUNIO DE 2OOi

cabida a toda la demanda

" ocDt, txarneneS oe

,a5

políticas nacionales de educación, México, ocor, 1997. a A. Acosta, "Cambios en la transición. Análisis de tres procesos de reforma

universitaria en México", en Revista sociológica, año 13, núm. 36, Evaluación y reforma de la Universidad, enero-abril de 1998.

57


con el mercado? Un

sinnúmero de cuestionamientos de compleja respuesta se derivan de esta relación, que en las actuales condiciones obligan a un constante vaivén entre la posibilidad de tener una relación dicotómica o de búsqueda constante de una relación en continuum que le permitiría a las universidades tener bien claros sus alcances y limitaciones.

existiendo diferencias notables entre los polos de la sociedad, las universidades deberían ser promotoras de un vínculo entre esos dos extremos. Un mecanismo para alc anzar esta

vinculación

el servicio social, institucionalizado desde hace es

casi 70 años con la idea de retribuir en acciones a los sectores más necesi-tados lo invertido por el Estado en su formación. Sin

tratando de responder qué significaba como producto social la universidad y cómo actuaba ésta sobre la sociedad. Parte del supuesto de que universidad y sociedad se encuentran relacionadas de maneras variadas

y

complejas, pero es posible identif,rcar áreas clave que

inciden en esa relación, para lo cual propone un esquema que aborda esos factores que pueden ser

embargo, como también 1o considera la ocDE, es una medida que necesita

internos o externos, y económicos o politicos.

la relación entre las universidades y la sociedad. Uno de los más conocidos es evaluar a la

redefinirse, pues ha

Punto de encuentro o punto de quiebre

institución en función

Una ventaja sobre cualquier otra medida es que el servicio social está legalizado con carácter

Existen varios mecanismos para conocer

de

sus egresados, en el

número de servicios que prestan, a través de su contribución a la difusión de la cultura y de las posibilidades que ofrecen en educación continua, entre otras. Esta relación debe ir

estado mal conceptua-

lizado y consecuentemente, mal aplicado.

obligatorio parala obtención del título

mecanismos que permitan

universitario, 1o que constituye un potenciai anual muy grande de recursos humanos que podrían permitir atender

realimentar a las instituciones para saber si

necesidades apremiantes de la sociedad. En una

sonpertinentesyala

redefinición, podría

más allá, debe tender hacia

sociedad en general para que conozcan lo que éstas hacen, que se aprovechen sus servicios y sea partícipe de su evolución. Si las universidades

públicas son financiadas por la sociedad en general y no hay los medios para que en su totalidad se benehcie de su inversión,

58

La situación actual de la educación superior es compleja, pero a pesar de su

multiplicidad causal y

posibilidades de acción, entraña dos retos

fundamentales: el

financiamiento y su función social. Esto lo encontramos tanto en las recomendaciones de carácter internacional como la de la oconT para

México o la declaración

de

aprovecharse esto para

proporcionarles a los estudiantes espacios verdaderos de práctica profesional y un acercamiento más electivo a1

mercado laboral.s José Joaquín Brunner6

presentó un esquema de

interpretación de la relación universidad-sociedad

ABRIL.JUNIO DE 2OOI

Pcrodigrnos

s

A. Mungaray Lagarda y J. M. Ocegueda Hernández, f/ servicio social y la educación superior frente a la pobreza extrema en México, Col.

Documentos, rrutLs, 1999. 6

J. J. Brunner, Universidad y sociedad en América latina,

u,tu Azcapotzalco, 1 987. ocor, op. cit.

7


la

u.trscos para la

Atendiendo a su

educación superior, así

origen, la universidad

como en un sinnúmero de

pública debiera descansar en una socieclad que la apoya porque recibe de

documentos regionales y nacionales. A la luz del estado evaluador (Neave, 1 988).' en que se asume a la evaluación como la acción

ella más que la posibilidad de cursar estudios superiores, pero a la vez, sin pretender ubicarse en

para superar el

el papel de institución

estancamiento y la crisis

"todo poderosa" que en

provocada por la falta de calidad en las universidades, las instituciones

algún momento tuvo, simplemente porque tendrán que aprender a

y los sistemas de educación

vivir

superior se encuentran en un periodo de transición hacia un nuevo esquema de desarrollo institucional. 10 Esta transición descansa en tres fuerzas o motores principales: los

en un nuevo contexto de competencia por la actividad principal,

8

la forrnación de

mundial sobre la educación

profesionales. Deben buscar el punto de encuentro en donde realmente haya una

cambios en el entorno

rehibución

social y productivo, los cambios en e1 paradigma político de las políticas públicas de nivel superior. y 1as tensiones endógenas que coexisten en las instituciones, en especial, en

de 1o que e1la invierte en la

las universidades públicas.

El panorama para la

universidad pública es pues, incierto. La presión constante para buscar fuentes alternas de financiarniento y la negativa a aumentos en el subsidio público, fácilmente pueden

orillarlas a wa prív atización parcial de sus servicios, lo que, a pesar de su conforrnación, acentuaría la imagen de la educación superior como una educación para 1as élites,

a

la sociedad

educación superior. y sin pretensiones de ser la

única alternativa de desarrollo, debe fortalecer su papel fundamentai. La vinculación de la universidad con la sociedad no va a ser efectiva en tanto no sea ésta quien así lo perciba y participe activamente de sus productos. Si las universidades dan por entendida su importancia y no defienden su lugar y actuan en consecuencia, estarán construyendo el punto de quiebre en esta relación, sin la cual, la existencia de la

universidad pública perdería su sentido.

alejada de las masas.

ABRIL-JUN]O DE 2OO1

Porodigmos

p

unrsco, Declaración

superior en el siglo xxl. 1998. Donde plantea que a la hora de determinar las prioridades en sus pro8ramas y estructuras, las instituciones de educación superior deberán: adoptar todas las medidas necesarias para reforzar el servicio que prestan a la comunidad, en particular sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre y las enfermedades por medio de un enfoque interdisciplinario y

transdisciplinario aplicado al análisis de los desafíos, los problemas y los diversos temas. s

Wietse de Vries, "El contexto internacional de las políticas de educación superior en México durante los noventa: Reformas en evaluación y financiamiento", en A. Acr:sta, (coord.) Historias paralelas. Un cuarto de siglo de las universidades públicas en México, 1973-

1998. u^ct,1999. 1o

A. Acosta Silva, "Cambio

institucional y complejidad emergente de la educación superior en América Latina",

en Perfiles latinoamericanos, año 7, núm. 12, junio 1998.

59


Ir¡FoRMACTóN

SOBRE

cómo publicff en Paradi,gmCIs La revista

Paradigmas esunapublicaci1ntrimestral de la Univesidad

Autónoma deBajaCalifomia, que

se

dedica a la difusión de tópicos relativos a

las ciencias económico-administrativo-contables, destinad aaestablecer

un

puente de comuni cariónentre los universitarios y el público en general. Los

artículos propuestos serán evaluadcs por especialistas, atravésdel Comité

Editorial de la revista,y deberán tener las siguientes características:

1. Todo artículo debe ser inédito.

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arlculo

verse sobre los resultados obtenidos de

se

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texto las referencias, salvo en los casos estrictamente necesarios, ya que eso entorpece la lectura

y

catl.sa al

lector Por otro lado, si su

trabaio contiene gráficas, figuras y tablas, éstas no deben exceder de dos y es necesario que sean citadas en el texto para que

apilezcaÍr pubiicadas. 6. En caso de anotar la referencia del artículo, ésta deberá indicarse con un superíndice, numerado en orden creciente conforme

se

citen en el texto. 7. La bibliograffa deberá citarse de la siguiente manera: SAMUELSON,

Parl, Economía con sinceridad, Lasser Press, Nféxico, 1985, p.46.

IBARRA, Núñez, David, "Estado y mercado" en Problerms del desarrollo, núm.

8!, abril-junio 1992, instituto

de Investigaciones

Económicas, uru,v, México, pp. 115-124. 8. Las notas bibiiográficas P. Samuelson,

!.

alpie

de págma deben iruciar con la primera letra

delnombre del autor seguido de su apellido:

Economía con sinceridad,Luser Press, México, l)85,p.46.

En relación con los títulos es preferible seleccionar uno corto y que sea atracfiyo para los lectores. Considere que un buen título y

el uso de subtítulos constituyen una forma infalible de caplar la atención del lector. Los editores literarios de Paradigntas se toman

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,y

negro, así corno

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ABRIL-JUNIO DE 2OOI

Porodigmos


Publicación trimestral del Instituto de Ivestigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Yol. 32, núm. 125, abril-junio, 2001.

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derecho a la información en torno a los acontecimientos del I 1 de septiembre de 2001

LETICIA CAMPOS ARAGÓN Artículos Las cadenas productivas como marco analítico de Ia globalización

GARY GERREFFI La concurrencia bancaria en Venezuela después de la crisis financiera de 1994

EMMANUEL BORGUCCI Acumulación y regulación en la economía mexicana (1975-2000) JESÚS LECHUGA MONTENEGRO

El impacto de la reestructuración del capital y del trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social

ANGELINA GUTÉRREZ ARRIOLA La actividad empresarial de la comunidad latina en Estados Unidos/Impactos y perspectivas

BÁRBARA DRISCOLL Laterceraviaespañola: entre el liberalismo de los ochenta y la socialdemocracia clásica JESÚS trERREIRO Y FELIPE SERRANO

Coyunturaydebate Mi aprendizaje de la crisis económica mundial JOSEPH STIGLITZ Información Excavador Regulación ambiental

Normas para la recepción de originales Problenas tlel Desarrolo es una revista de excelencia, folrna parte del Ínclice cle Revistas Mexicanas cle Investigaciírrr Científica y Tecnológica clel Conacyt y de la base de d¿ltos de economía más importante ¿r nivel n'rurrdial: EcottLit. producicia por la American Economic Association, con empleo del sistema de clasificación del Journal ol Economic Literature (¡eL). entre otros bancos cle datos del extranjero disponibles en internet como los siguientes: t;nn de la Universidad de Nuevo Nléxico: LáN1a-lR/- de la Universidad de Texas de Austini H¿As de la Biblioteca de1 Congreso de Estados Unidosl lnternatiottaL Bibliogrupht of Sociul Science.s, de la London School of Economics: Runcr¡s Biblittgrá.fico,s Ltttittttltnerit'ttttos t de El Curibe de la UNESCO. A nivel nacional arlemás del Índice clel Conacyt, pertenece a los siguientes bancos de datos también disponibles en internet: AlJtL, Citas EducuÍit,¿t (lREslE), del cESU. uxeltl Cr¡¡¿íla go Contentutlo de Revisla.s Me.xituntts sobre Etlucación SLtperior e InvestigtLr:ititt Educa'tit,tt (Camex), editado en cD RO\I, elaborado por el cESLi. LIN,A.M: así como de Ia Hem.¿rcleca VírturLl lJniver.slrarliz, producto de 1a Gran Biblioteca Metropolitana del Consejo Regional de la Zc¡na Metropolitana de lalsut¡s. Ventas: en librerías de la uNau, Suscripciones: Departamento de la Revista'. Torre

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de Humanidades, 5o. piso, Cubículo 515, Tels.:

(52-55) 5623-0105,5623-00-74, Tel/fax (52-55) 5623-00-91, con Atención de 1a Di¡ectora: Mtra. Leticia Campos Aragón. Correo electrónico, <revprode@servidor.unam.mx> Consultar la página: <http://www.iiec.unam.mx> entradas Publicaciones y Problemas del Desatollt¡. Depto. de Ventas del IIEc: Torre II de Humanidades, 1er. piso, Ciudad Universitaria, 045i0, México, D.F., MÉXICO o al A.P.20-721,01000, México, D.F., MÉXICO, Tei.: (52-55) 5623-0094, Fax: (52-55) 5623-0124, Correo electrónico'. ventiiec@servidor.unam.mx. Ventas: Depto. de Ventas del IIEc: Torre II de Humanidades, 1er. piso, Ciudad Universitaria 045 10, México, D.F., MÉXICO o al A.P. 20-721,01000, México, D.F., MÉXICO. Te1.: (52-55) 5623-0094, fax: (52-55) 5623-0124. Correo electrónico: ventiiec@servidor.unam.mx. Colaboraciones: Departamento de la Revista: Torre II de Humanidades, 5o. piso, Cubículo 515, tels.: (52-55) 5623-0105, 5623-0074, Tel/fax: (52-55) 5623-0091, con Atención de la Directora: Mtra. Leticia Campos Aragón. Correo electrónico: <revprode

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servidor.unam.mx> Consultar la página: <http://www.iiec.unam.mx/problemas-del-desarrollo.htm>.


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