Revista Universitaria No. 42

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universitaria Revista

de la UABC

Año 1 • nueva época • núm. 42 • abril-junio de 2003 • Universidad Autónoma de Baja California


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ivimos en un rincón privilegiado de la nación mexicana, pero Baja California, con sus riquezas naturales y humanas, no fue una región conquistada con facilidad. Se necesitaron varias generaciones de pioneros para hacerla habitable y próspera. Y se requirió de tecnologías de punta para conformar el emporio agrícola, pesquero e industrial que es hoy en día. Solo recuérdese lo dicho por el periodista Benjamín Pizarro en la revista Nuevos horizontes en 1926: esta era una comarca inhabitable por su inclemente clima y falta de agua. Las caravanas que se aventuraban al desierto arenoso de implacable amenaza de muerte, sin otra guía que las estériles montañas que circuyen el extenso anillo de médanos movibles, trazaban con sus huesos el camino que siguieran otros audaces viandantes. Bajo una atmósfera sofocante, de un cielo sin nubes, sin celajes, alumbrado por un sol esplendoroso las más de las veces amarillo y opaco otras, a causa de la densidad de las brumas y el espejismo engañoso, la vida se mostraba hosca y sañuda.

Pero los bajacalifornianos cambiamos todo esto. Y hoy son otros retos los que enfrentamos con la misma voluntad de antaño y la búsqueda de soluciones prácticas a problemas comunes. Nos gusta, pues, el cambio, los desafíos, las novedades. Y es que somos mexicanos del norte, fronterizos, que vivimos la presencia del otro como realidad compartida y vecindad que nos beneficia en su comercio, en el diálogo constante con otras realidades y culturas. Porque es en la frontera donde ocurre con mayor frecuencia y de una forma más evidente lo que Thomas S. Eliot señalara en sus Notas para la definición de la cultura: “En las relaciones entre dos culturas cualesquiera hay siempre dos fuerzas opuestas que se contrarrestan: atracción y repulsión. Sin la primera no podrían influirse mutuamente; sin la segunda no sobrevivirían como culturas diferenciadas: una de ellas absorbería a la otra y ambas se fundirían en una sola cultura”: Esta dialéctica de atracción-repulsión es parte fundamental, cotidiana, de la vida fronteriza en la amplia franja territorial donde colindan México y los Estados Unidos. Para quienes vivimos en ella, ya sea de uno y otro lado de la línea, estos impulsos en inconstante equilibrio conforman una situación con sus obvias ventajas y desventajas. Las ventajas permiten tener a la mano las manifestaciones artísticas y culturales del suroeste norteamericano, a la vez que seguimos siendo fieles hijos de esos liberales fronterizos que, como lo explicara Enrique Krauze en su Siglo de caudillos, eran “rancheros, comerciantes, contrabandistas, caciques de los estados del norte del país, fogueados en las guerras contra los indios nómadas, ajenos por entero al ideario conservador, anticlericales por temple, liberales e individualistas por geografía, historia y vocación”. Nuestra Revista Universitaria es una muestra de los nuevos horizontes y de las nuevas oportunidades para vivir y trabajar, para estudiar e investigar, que Baja California ofrece al mundo. Una exigencia por conocernos a nosotros mismos, por ser mejores, por seguir adelante.

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Índice Revista Universitaria de la UABC • abril-junio de 2003

Dr. Alejandro Mungaray Lagarda Rector Dr. Gabriel Estrella Valenzuela Secretario general M.C. María Guadalupe García y Lepe Vicerrectora Ensenada Dr. Jaime Hurtado de Mendoza y Bátiz Vicerrector Campus Ensenada Dra. Adriana Carolina Vargas Ojeda Vicerrectora Campus Tijuana-Tecate Lic. Ángel Norzagaray Norzagaray Secretario de Rectoría e Imagen Institucional

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El debate en la teoría macroeconómica JUAN MANUEL OCEGUEDA HERNÁNDEZ 17

COMITÉS EDITORIALES POR SECCIÓN

Divulgare. Ciencia para todos • Patricia Bonilla Monroy, Octavio Robinson (Facultad de Medicina-Mexicali); Laura Viana Castrillón (Instituto de Investigaciones Oceanológicas); María del Consuelo Espinoza Valle (Facultad de Ciencias Marinas); Miguel Humberto Carrillo Mendívil (Facultad de Ciencias); Roxana Peláez Molina (Facultad de Odontología); Jorge Augusto Arredondo Vega (Facultad de Arquitectura); Ana Luz Quintanilla Montoya, Eugenio Carpizo Ituarte (Instituto de Investigaciones Oceanológicas); Marco Antonio Reyna Carranza, Onofre Rafael García Cueto (Instituto de Ingeniería); Lamberto Vázquez Veloz, Daniel Hernández Balbuena (Facultad de Ingeniería-Mexicali); Paradigmas • Juan Manuel Ocegueda H., Felipe Cuamea Velázquez (Facultad de Economía); Jorge Morgan (Escuela de Turismo); Candelaria Pelayo (Facultad de DerechoTijuana); Patricia Moctezuma Hernández (Facultad de Ciencias Sociales y Políticas); Daniel Muñoz Zapata (Facultad de Administración y Contaduría). Semillero de ideas • José A. Moreno Mena (Instituto de Investigaciones Sociales); Rodolfo Gómez Castellanos (Escuela de Ciencias Sociales y Políticas); Fernando Vizcarra, Hugo Méndez Fierros (Facultad de Ciencias Humanas); Isabel Reyes (Escuela de Pedagogía); Elvia Méndez Fregozo (Escuela de Humanidades). Yubai • Sergio Rommel Alfonso (Centro de Extensión UniversitariaTecate); Aidé Grijalva (Instituto de Investigaciones Históricas); Roberto Castillo Udiarte, Eduardo Arellano Elías (Escuela de Humanidades). CONSEJOS EDITORIALES POR SECCIÓN

Divulgare. Ciencia para todos • Sergio Romo Barraza (Facultad de Medicina-Mexicali); Roberto Millán Núñez (Facultad de Ciencias Marinas); José Zertuche González (Instituto de Investigaciones Oceanológicas); Ernesto Campos González (Facultad de Ciencias); Sara Cortés Bargalló (Facultad de Medicina-Tijuana); Víctor Manuel Vega Kuri (Instituto de Ciencias Agrícolas). Paradigmas • José David Ledezma Torre (Facultad de Economía); Onésimo Cuamea Velázquez (Escuela de Turismo); Gustavo Espinoza Ulloa (Facultad de Derecho-Tijuana). Semillero de ideas • Manuel Ortiz Marín (Facultad de Ciencias Humanas); Adela Figueroa Reyes (Escuela de Ciencias Sociales y Políticas); Arturo Ranfla (Instituto de Investigaciones Sociales). Yubai • Catalina Velázquez Morales (Instituto de Investigaciones Históricas), Gustavo Mendoza (Escuela de Humanidades).

Turismo sustentable en la zona del golfo de Santa Clara, Sonora FELIPE CUAMEA VELÁZQUEZ, ONÉSIMO CUAMEA VELÁZQUEZ , M ARCO A NTONIO B ARRAZA MENDOZA , LUIS ALBERTO PALACIOS LARRAGAÑA 24

Control de costos por procesos en la industria de alimentos GASTÓN PETERSON VÉJAR 33

María Montessori: la intuición al servicio de la educación LUZ MARÍA ORTEGA VILLA


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La ética en la construcción de la noticia HUGO

MÉNDEZ FIERROS REVISTA UNIVERSITARIA DE LA UABC

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El viaje de la basura: Una ruta hacia el desperdicio

Coordinación general• Luz Mercedes López Barrera Coordinadora editorial•Rosa M. Espinoza Asistente•Ana Gabriela Rubio Editor literario•Tomás Di Bella Diseño editorial•Rosa M. Espinoza, José Guadalupe Durán Ascencio Operadora de sistemas tipográficos• Palmira Gaxiola Espinoza, Paulina Wong Hernández EDITORES RESPONSABLES POR ÁREA

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De la poética extendida como forma de vida CARLOS ADOLFO GUTIÉRREZ VIDAL 69

Greguerismos y desaforías RAÚL FERNANDO LINARES

TEXTOS Y DISCURSOS•71 • La Escuela de Artes de la UABC • ¿Hay hundimiento en el Centro Comunitario y la Facultad de Ingeniería en Mexicali?

RESEÑAS•78 • Puro border: La perspectiva fronteriza APUNTES•80 •El papel de la motivación dentro del campo organizacional

Divulgare.Ciencia para todos• (Ciencias naturales y exactas) Margarito Quintero Núñez Paradigmas• (Económico-administrativo-contable) Martín Ramírez Urquidi Semillero• (Ciencias sociales) Gabriel Trujillo Muñoz Yubai• (Arte y humanidades) Humberto Félix Berumen Revista universitaria, año 11, número 42, abril-junio de 2003. Revista trimestral publicada por la Universidad Autónoma de Baja California. Los artículos firmados son responsabilidad de su autor. Se autoriza la reproducción total o parcial de los materiales publicados siempre y cuando se cite la fuente. Certificado de licitud de título, certificado de licitud de contenido y reserva de título de derecho de autor en trámite. Tiraje: 1 000 ejemplares. Impresión: CB Impresiones, callejón Reforma 1233, colonia Nueva, Mexicali, B.C., tel. (686) 552-81-45. Correspondencia: Revista universitaria Coordinación general, Departamento de Editorial, UABC, avenida Reforma 1375, col. Nueva, Mexicali, B.C., 21100. Tel. (686)552-10-56, correo electrónico: revistauniversitaria@uabc.mx Brindaron su apoyo para la edición de este número: Tomás Di Bella, María Edma Gómez, Julio Ruiz, Susana Huante. Imagen de portada: Alberto Gárate Rivera

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SARA OJEDA BENÍTEZ


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El debate en la teoría

macroeconómica

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Juan Manuel Ocegueda Hernández

na de las múltiples hipótesis en torno a las fuerzas que impulsan el avance de la teoría económica sostiene que esta se encuentra estrechamente relacionada con los problemas empíricos que se enfrentan en cada periodo histórico. Cuando un cuerpo teórico es capaz de explicar la realidad y proporcionar soluciones a los problemas inherentes a ella, adquiere el carácter de teoría dominante.

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Keynes y el surgimiento de la macroeconomía Al fin de la primera guerra mundial se planteaba el problema de pasar los costos de la contienda a la Ale– mania derrotada, para ello, se requería encontrar meca– nismos de transferencia de recursos del sector privado alemán a los países vencedores. Consecuentemente, el trabajo de los economistas de la época se centraba en encontrar posibilidades de utilización de la política económica para estos fines.3 Por su parte, la profundidad y duración de la recesión de los años treinta, caracterizada por la caída generalizada de los precios, el empleo, la

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Cuando estas capacidades se ven mermadas por el surgimiento de fenómenos nuevos que cuestionan su poder explicativo, es sustituida por enfoques alterna– tivos que proporcionan respuestas más coherentes a los problemas del momento.1 Si bien toda teoría científica busca descubrir leyes generales con validez universal y que, por tanto, son más o menos aplicables en cualquier contexto y periodo históricos, la construcción de consensos avanza en medio de discusiones que normalmente son estimu– ladas por nuevos acontecimientos que ponen en tela de juicio la generalidad de las teorías existentes. No obstante, la evidencia empírica por sí misma no permite validar o invalidar una teoría, pues para ello se nece– sitaría contar con pruebas suficientes para contrastar teoría y realidad en todas las coordenadas espacio– temporales posibles, algo imposible de realizar.2 Esto significa que la consistencia lógica de una teoría juega un rol fundamental para calibrar su validez, pero también, que la contrastación empírica de sus hipótesis resulta central para determinar su grado de generalidad y, en consecuencia, sus limitaciones. La experiencia histórica proporciona evidencia de que los hechos por sí mismos no han bastado para destruir los fundamentos de las teorías en debate, pero sí para mostrar sus limitaciones y a partir de ello, estimular la búsqueda de explicaciones más engloba– doras que permitan el avance del conocimiento y la construcción de teorías científicas más sólidas. En el presente trabajo se reflexiona en torno a la evolución del debate teórico en el campo de la macro– economía a lo largo del siglo XX, argumentándose que en esencia los temas de discusión se mantienen, aunque las posiciones de las distintas escuelas teóricas se han fortalecido enriquecidas por las críticas de sus adver– sarios y por los cuestionamientos que la propia realidad les ha impuesto.

inversión y el producto global, evidenciaba las limita– ciones del mercado para inducir los ajustes sugeridos por la teoría clásica.4 Para algunos economistas parecía claro que aun cuando estos ajustes se operaran, la len– titud con que ocurriría hacía deseable la intervención de una fuerza externa para acelerarlos. No obstante, las limitaciones de la teoría eran evidentes, pues preocupada básicamente por los problemas de la distribución de bienes y la empresa, no proporcionaba un esquema adecuado para el análisis de la política económica que se requería. Motivado por estas preocupaciones, Keynes trabajaba sobre un marco analítico para poder estudiar los ciclos económicos y la capacidad de la política económica para incidir en ellos. Consideraba que la teoría convencional era insuficiente para explicar los fenómenos de la época y que se requería una teoría más general para cubrir las deficiencias. En su opinión, la teoría clásica era solo aplicable a un caso especial que no correspondía a la realidad por lo que resultaba sumamente equívoca.5 La búsqueda de este marco ana– lítico alternativo lo lleva a la construcción de una teoría del equilibrio y de las posibilidades reguladoras del mercado. Desde su punto de vista el equilibrio corres– ponde a una situación donde se cumplen las expec– tativas de ventas de los empresarios, no existiendo razón para alterar los niveles actuales de inversión y empleo. Esta situación, a diferencia del equilibrio clásico, puede o no corresponder a la plena ocupación, lo cual no de– pende de la flexibilidad de los precios, sino del nivel de la demanda efectiva. En la teoría clásica el término equilibrio es sinónimo de pleno empleo y este se alcanza automáticamente cuando el sistema de precios funciona libremente, por lo que no es necesario ni posible incidir en las variables reales manipulando la demanda agregada. El único medio para incrementar el producto es alterando las condiciones de la oferta, ya sea elevando la produc– tividad de los factores, aumentando el stock de capital, reduciendo el paro friccional o con aumentos naturales en la población económicamente activa. El desequilibrio surge cuando fuerzas ajenas al mercado modifican los precios relativos hasta un nivel que no es consistente con la plena ocupación. En el contexto de la recesión de 1

Mungaray y Ocegueda, 1999. Noriega, 2001. 3 Ruiz, 1995. 4 Al seguir con la propia definición de Keynes, en este apartado se utilizan como sinónimos los términos clásicos y neoclásicos. 5 Keynes, 1936. 2


La teoría del consumo La teoría de Keynes sobre el consumo establece que este depende del nivel de ingreso de los individuos y de la propensión a consumir [C = ƒ (Y, χ)], la cual a su vez está determinada por factores objetivos y subjetivos que muestran poca tendencia a variar en el corto plazo.6 Entre los primeros destacan los cambios imprevistos en el valor de los bienes de capital que modifican el ingreso neto de las personas, los cambios en la tasa de interés y en la política fiscal; entre los segundos, los hábitos e inclinaciones psicológicas determinados por las insti– tuciones, la organización de la sociedad y las influencias culturales, factores que tienden a variar solo en el largo plazo.7 Se plantea la existencia de una ley psicológica fundamental que establece que los individuos no gastan todo su ingreso, sino que ahorran parte de este y lo mantienen en forma líquida porque planean transacciones futuras (motivo transacción), desean estar preparados ante acontecimientos imprevistos (motivo previsión) y prefieren tener una reserva de efectivo para la realización de actividades especulativas (motivo especulación). De dicha ley se deducen dos conceptos funda– mentales: el de la propensión marginal a consumir, que define la proporción de cada peso adicional de ingreso que es destinado a gasto de consumo (0 > c < 1); y el del multiplicador, representado por el inverso de la propensión marginal a ahorrar [1/(1- c)]. El multiplicador define el impacto que tienen los cambios en la inversión autónoma sobre el ingreso real y el nivel de ocupación, siendo una herramienta útil para evaluar la efectividad de la política fiscal. La idea implícita es que el producto y empleo agregados dependen de la demanda efectiva y que mientras mayor es su componente consumo, menor es el monto de inversión requerido para alcanzar la plena ocupación.

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los años treinta, esta manera de pensar tenía una impli– cación que Keynes criticó severamente: la idea de que la deflación era un ajuste mundial de precios relativos necesario para la recuperación de la producción y el empleo por lo que no debía intentarse básicamente nada para revertirla. Las ideas de Keynes enfatizan el rol de la demanda como fuerza determinante del desempeño económico y la utilidad de la política económica para inducir el uso de recursos involuntariamente desempleados. El marco teórico explicativo que da coherencia a sus ideas está contenido en sus teorías sobre el consumo, la inversión y el empleo.

Las ideas de Keynes enfatizan el rol de la demanda como fuerza determinante del desempeño económico y la utilidad de la política económica para inducir el uso de recursos involuntariamente desempleados Los motivos por los que los individuos demandan dinero conducen al concepto de preferencia por la li– quidez que es la tendencia de los individuos a mantener saldos ociosos. La preferencia por el efectivo y la can– tidad nominal de dinero determinan la tasa de interés (ι), de tal manera que cuando los saldos exceden a los disponibles, aquella aumenta, sucediendo lo contrario en el caso opuesto. Esto significa que ι no es como suponen los clásicos el precio que equilibra el ahorro y la inversión, sino el que pone en equilibrio la demanda y la oferta de dinero. Esta diferencia se explica bási– camente por la introducción de incertidumbre al análisis, lo que favorece las actividades especulativas y explica la existencia de grandes montos de saldos ociosos.

La teoría de la inversión En cuanto a la inversión, Keynes sostiene que esta depende del incentivo para invertir que refleja la relación entre la eficiencia marginal del capital (EMgK) y la tasa de interés. La EMgK es definida como la relación entre el rendimiento esperado por la adquisición de un bien de capital y su costo de reposición,8 o alternativamente como la tasa de descuento (r) que permite la igualación del valor presente de los rendimientos esperados durante el tiempo de vida útil de dicho bien, a su precio de oferta.9 La relación entre r e ι es tal que el incentivo para invertir es alto cuando r > ι, puesto que en este caso resulta rentable emprender nuevos negocios con recursos prestados, pero es bajo cuando r < ι por el motivo contrario. Así, puesto que siempre habrá quien invierta cuando el costo del crédito es bajo en relación con el rendimiento esperado en actividades productivas, y siempre habrá quien desee retirar sus recursos del sector productivo para transferirlos a la banca cuando ι es elevada, el nivel de inversión tenderá a fijarse en el punto donde r = ι.

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Esto significa que en el análisis de periodos cortos que es el que realmente preocupa a Keynes, c puede considerarse como una constante quedando por tanto C = ƒ(Y). 7 Keynes, op.cit. 8 Costo de reposición o precio de oferta es aquel que basta para inducir a un productor a producir una unidad adicional de un bien determinado. 9 Keynes, op.cit.

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La teoría del empleo desarrollada por Keynes plantea que el nivel de ocupación no depende del salario real (W/P) como suponen los clásicos, sino del nivel de la demanda efectiva. Su argumento es que los trabajadores no tienen capacidad para conocer en todo momento el salario real que perciben y tienden a guiarse en sus decisiones de oferta de empleo por otro tipo de con– sideraciones como los salarios nominales que se pagan en actividades similares a las que ellos realizan. Por otro lado, la experiencia confirma que cuando los salarios reales se reducen debido a pequeños incrementos de precios, no se observa una disminución de la oferta de trabajo, es decir, las personas que tienen un empleo continúan laborando normalmente mientras que las personas que andan en busca de un empleo, continúan

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La teoría del empleo

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El concepto de EMgK introduce la idea de expectativas como determinante de los niveles de inversión. A diferencia de la concepción clásica en donde el volumen de inversión depende de la tasa de interés, en Keynes depende de los ingresos futuros esperados por los empresarios, es decir, de las expec– tativas de ventas. Esto no significa que ι sea irrelevante, pues es evidente que su reducción favorece la expan– sión de la inversión, no obstante, esto sólo es factible si el valor de r es lo suficientemente alto, lo cual de– pende del nivel esperado de ventas. En consecuencia, es el tamaño del mercado y no el nivel de la tasa de interés el factor determinante. Las ideas expuestas son fundamentales para explicar el equilibrio con desempleo involuntario, pues dada la brecha natural entre consumo e ingreso, la única manera de asegurar la igualdad entre oferta y demanda a un nivel de pleno empleo es que dicha brecha sea cubierta por una mayor inversión. Sin embargo, puesto que los individuos mantienen en su poder saldos lí– quidos que no ingresan al sistema bancario, no existe mecanismo automático que asegure la conversión del ahorro de la comunidad en inversión. En consecuencia, el equilibrio con pleno empleo (equilibrio clásico) co– rresponde a un caso especial sólo posible cuando la propensión a consumir y el incentivo para invertir guardan una relación óptima. Una situación de esta naturaleza no es un caso habitual sino uno excepcional que puede darse accidentalmente o inducido por política económica. Fuera de este caso excepcional, el equilibrio existirá pero no eliminará los recursos ociosos de la economía.

buscándolo. Esto significa que los trabajadores no se mueven a lo largo de su curva de oferta de trabajo y, por tanto, que el salario real no iguala a la desutilidad mar– ginal del trabajo (DMgL) como lo asumen los clásicos. El argumento anterior implica que son las empresas las que fijan el nivel de ocupación guiadas por sus expectativas de ventas, que a su vez dependen de la demanda efectiva y por el principio de maximización de ganancias que las lleva a contratar trabajadores hasta el punto en que el salario real iguala a la productividad marginal del trabajo (PMgL). Tanto Keynes como los clásicos coinciden en que W/P = PMgL, es decir, que las empresas se mueven a lo largo de su curva de demanda de trabajo, pero el proceso y los mecanis– mos de ajuste que llevan a esta igualdad son diferentes. Mientras que la teoría clásica sostiene que el volumen de ocupación se fija en el mercado laboral en donde coinciden las aspiraciones de la empresa y de los tra– bajadores (W/P = PMgL = DMgL), dadas la tecnología y el stock de capital, Keynes argumenta que tanto el producto como el volumen de ocupación se determinan por el nivel de la demanda y que a ese nivel de ocupa– ción el salario real se ajusta hasta igualar la PMgL. Por lo que detrás de una recesión hay una demanda insuficiente y no un salario real elevado, así que el combate del desempleo y la reactivación económica dependen de la capacidad para ampliar la demanda. La flexibilización salarial no garantiza por sí misma la plena ocupación, pues su efecto sobre el gasto agregado, al reducir los ingresos de los agentes económicos con mayor propensión a gastar, es contrario al requerido. Se requiere la intervención gubernamental a través de una política fiscal para compensar las deficiencias de demanda provocadas por la inestabilidad del gasto privado de inversión, que acreciente directamente el volumen de inversión y una política monetaria expansiva para reducir la tasa de interés. Ambas medidas alientan la inversión privada a través de una mayor demanda y la reducción del costo del crédito. Sin embargo, dadas las limitaciones de la política monetaria para disminuir la tasa de interés en condiciones de alta preferencia por la liquidez, la política fiscal resulta más efectiva.

La interpretación hicksiana de Keynes y la síntesis neoclásica En 1937, con la publicación de su artículo “Mr. Keynes and the Classics: A Suggested Interpretation”, Hicks sienta las bases para la construcción del modelo IS-LM, que sería la interpretación keynesiana más aceptada y difundida en el periodo de la posguerra. Este modelo se


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fueron continuados por los seguidores de Hicks que conformaron la corriente de pensamiento denominada síntesis neoclásica. Esta corriente reconoció inicial– mente la existencia de tres casos especiales consistentes con la idea de equilibrio con desempleo: cuando existe 1) inelasticidad de la inversión a la tasa de interés; 2) trampa de la liquidez y 3) salarios rígidos. Sin embargo, muy pronto se demostró que una economía con precios y salarios flexibles es capaz de inducir pleno empleo en los dos primeros casos, a través de los efectos Pigou y Patinkin,12 por lo que la contribución de Keynes se limita al caso particular en que los precios y salarios son rígidos.13 De acuerdo con la síntesis neoclásica una situación de desempleo provocada por W/P > PMgL se corrige automáticamente mediante la reducción de W como resultado del exceso de oferta de trabajo que esta situa– ción ocasiona. Esto reduce los costos generando un incremento de la producción y la ocupación y, en el marco de una economía competitiva, también una re– ducción de precios (P). La caída de P aumenta la oferta real de fondos prestables (M/P) desplazando la curva LM hacia la derecha con lo cual disminuye la tasa de interés y aumenta la inversión privada. Hay también un incremento del consumo debido al efecto riqueza que deriva de los menores precios, que desplaza la curva IS en el mismo sentido que la LM hasta que la producción de pleno empleo es alcanzada y se tiene W/P = PMgL.14 Si bien el mecanismo anterior permite resolver el equilibrio con desempleo en los casos de inelasticidad de la curva de inversión y trampa de la liquidez, cuando los salarios monetarios son rígidos, no funciona. En este

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convertiría también en la herramienta más usual para abordar los problemas de la macroeconomía moderna y estudiar los efectos de la política económica. Se trata de un marco analítico que reconcilia la concepción clásica del equilibrio con la idea keynesiana de utilidad del activismo estatal. Se incorporan las ideas de Keynes a un modelo de tipo walrasiano con mercados que se vacían continuamente y un precio único que equilibra todos los mercados, que en este caso es la tasa de interés, pero además, se pasa de la idea de política económica con fines anticíclicos a la de políticas discrecionales para empujar la economía a niveles de crecimiento deseables. En su interpretación de la teoría general, Hicks estructura una versión propia de la teoría clásica y busca sus similitudes y diferencias con el esquema planteado por Keynes. Así, construye dos sistemas de ecuaciones muy parecidos: 1) M = kY; 2) I = ƒ(ι); 3) I = S(ι,Y) (versión clásica) y 1) M = L(ι); 2) I = ƒ(ι); 3) I = S(Y) (versión de Keynes) donde M es la cantidad dada de dinero, k es un parámetro que representa el inverso de la velocidad de circulación del dinero (1/V), Y es el ingreso nominal, I la inversión, S es el ahorro, y L, la demanda de dinero. Si bien existen diferencias visibles entre estos dos sistemas en las ecuaciones 1 y 3, según Hicks (1937), estas son solo aparentes, pues por más que se insista en la importancia del motivo especulación como deter– minante de la demanda de dinero, es fácil demostrar que el motivo transacciones no puede ser descartado. Por tanto, para que el sistema de Keynes alcance el rango de teoría general debe modificarse su ecuación 1 y plantearse como M = L(Y, ι), lo mismo aplica para su ecuación 3 que debe plantearse como I = S(Y, ι). Una coincidencia importante es que en ambos sistemas la renta nominal queda determinada por la cantidad de dinero. Aunque esto no aparece a simple vista en Keynes, es claro que M determina a ι, ι junto con r determinan a I, e I, a través del multiplicador, determina a Y. Hechas estas consideracio– nes queda claro, según Hicks, la gran similitud entre ambos sistemas siendo posible la construcción de un marco analítico único para ambas teorías: el modelo IS-LM. En este, es posible demostrar que la principal diferencia de Keynes respecto de los clásicos es que un incremento en el incentivo para invertir no eleva la tasa de interés,10 se limita al caso en que esta se acerca a su valor mínimo. Así, Hicks reduce la aportación de Keynes a un caso especial de la teoría clásica: aquél en que existe “trampa de la liquidez”.11 Los esfuerzos por demostrar que la teoría de Keynes no era más que un caso especial de la teoría clásica

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Mientras que los clásicos asocian una mayor inversión a un incremento de la tasa de interés debido a que I > S, Keynes niega esta relación y sugiere que (ι) depende de otros factores: la oferta monetaria y la preferencia por la liquidez. 11 Término introducido por Robertson para hacer alusión a un caso en que el tipo de interés ha alcanzado su nivel mínimo, por lo que el público no espera una reducción adicional. Por consiguiente, los inversionistas dejan de comprar bonos y co– mienzan a atesorar recursos líquidos perdiendo efectividad la política monetaria para incrementar la inversión y el empleo. 12 Efecto Pigou: ↓ P → ↑ saldos reales → ↑ consumo. Efecto Patinkin: ↓ P → ↑ balances financieros reales de los prestamistas → ↑ consumo. ↓ P → ↓ demanda de dinero para transacciones → ↑ demanda por bonos → ↓ ι → ↑ I. El efecto Patinkin ignora la trampa de la liquidez por considerarla de poca relevancia empírica. 13 Mungaray y Ocegueda, op.cit., 1999. 14 Warren, 1974.

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Uno de los más duros críticos del pensamiento “keyne– siano” desarrollado por Hicks y sus seguidores, ha sido sin duda, Milton Friedman. Su excepticismo en cuanto a la capacidad del gobierno para estabilizar la economía que derivó en severas críticas al activismo estatal, en un periodo en que los consensos apuntaban en sentido contrario, y sus acertados pronósticos en torno a la relación entre inflación y desempleo, le valieron la obtención del premio Nobel de economía en 1975. En su opinión, los gobiernos no tienen la habilidad ni disponen de la información suficiente para la instrumentación oportuna de políticas contracíclicas. Por el contrario, los rezagos existentes entre el momento en que se obtiene información y el momento en que se toman decisiones dan como resultado intervenciones que fre– cuentemente son en sentido procíclico. El modelo activista supone que la volatilidad de la inversión privada es la causa principal del ciclo eco– nómico y que es factible, manejando el gasto guberna– mental, generar efectos compensatorios. Implícitamente se acepta que las autoridades tienen la capacidad para actuar en la dirección opuesta al ciclo económico sin retraso alguno, sin considerar que el retardo en las acciones estabilizadoras es la causa principal de que el ciclo se vuelva más profundo (Friedman, 1953). Si se parte de la expresión Z(t) = X(t) + Y(t), donde Z(t)

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La contribución del monetarismo

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representa el ingreso en el tiempo (t) en presencia de una política de pleno empleo, siendo X(t) el ingreso en ausencia de tal política e Y(t) la cantidad adicionada o sustraída a X(t) por el efecto de la política. Es fácil mos– trar que el impacto de Y(t) no refleja acciones tomadas en el momento (t), sino en periodos precedentes o incluso acciones futuras que al ser anticipadas por los agentes económicos afectan el ingreso corriente, pues difícilmente una política puede tener repercusiones instantáneas. Si el gobierno es capaz de percibir inmediatamente la necesidad de una acción específica y dar una respuesta acertada casi simultáneamente, es alta la probabilidad de ejercer un efecto contracíclico. Si la capacidad para actuar es limitada, se puede obtener un resultado similar si existe la habilidad para predecir la conducta del sistema eco– nómico en ausencia de una acción política específica y su efecto. En este caso es evidente la dificultad, pues la escasez de información convierte en poco confiables las predicciones de esta naturaleza. Al excluir esta posibilidad no queda otra alternativa que minimizar los retrasos de las autoridades econó– micas entre el momento en que existe una necesidad y el momento en que esta necesidad es percibida; en otras palabras, entre el momento de la percepción y el mo– mento en que son tomadas acciones concretas, y entre el momento en que la acción es aplicada y el momento en que se sienten sus efectos. Dadas las dificultades para reducir tales rezagos existen graves limitaciones de las políticas de pleno empleo para inducir la estabi– lización, sobre todo para generar efectos en la dirección correcta y para controlar la magnitud de estos. Por tanto, la intervención del gobierno se vuelve frecuentemente procíclica convirtiéndose en una fuente de inestabilidad más que de estabilidad, de lo cual se desprende que la mejor intervención es no hacer nada. La justificación del activismo estatal en buena medida se había sustentado en un estudio empírico rea– lizado en el Reino Unido por un economista de nombre A. W. Phillips,15 que encontró la existencia de una rela– ción inversa entre la tasa de crecimiento de los salarios monetarios (inflación salarial) y la tasa de desempleo. Se hizo una generalización de esta relación sustitu– yendo la inflación salarial por la inflación de precios y se construyó la curva de Phillips que sugiere la posi–

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caso si se parte de una situación en que W/P > PMgL, puesto que W no se ajusta ante el exceso de oferta de trabajo, las empresas tienen la opción de incrementar sus precios. No obstante, esto reduce los saldos reales y desplaza la curva LM hacia la izquierda elevando la tasa de interés, con lo que se alcanza un nuevo equilibrio con un nivel de producción menor al inicial. En suma, la síntesis neoclásica minimiza la importancia de la contribución teórica de Keynes, pero destaca sus aportaciones a la discusión sobre la utilidad de la política económica. Sin embargo, sus deficiencias interpretativas son evidentes: se pasa de la demanda efectiva a los costos de producción como determinantes de la inversión; de los ajustes en el mercado de bienes a los ajustes en el mercado de trabajo; de un análisis con incertidumbre a otro con previsión perfecta; se eliminan la deuda y el tiempo conceptos básicos en Keynes. Por último, se abandona un marco analítico que destaca la tendencia al desempleo y la importancia de las instituciones, por otro de equilibrio general en donde todo se determina por los ajustes de un precio único.

“The Relation Between Unemployment and the Rate of Change of Money Wages in the United Kingdom”.


aumento generalizado de precios y corregirán su postura hasta regresar a la situación inicial. El proceso de ajuste no es inmediato porque ambos agentes se encuentran atados por contratos laborales temporales que además son inadecuados, por lo que durante un cierto periodo la producción se contraerá y los precios se elevarán. A largo plazo la economía se moverá hacia su tasa natural de desempleo que es independiente de la inflación y de la tasa de crecimiento del dinero. La conclusión es que la existencia de un inter– cambio entre inflación y desempleo no puede ser permanente y no proviene de la inflación misma, sino solo de aquella que no puede ser anticipada por los agentes económicos, de manera que la reducción de la tasa de desocupación no depende de una inflación alta, sino de una inflación creciente. Las implicaciones políticas de este razonamiento son claras: una política monetaria discrecional se convierte en una fuente de inestabilidad. Consecuentemente, la política monetaria debiera sujetarse a reglas estables, sencillas y fáciles de interpretar por el público, pues el sistema económico funciona mejor cuando el comportamiento futuro de los precios es conocido. Un contexto de inflación o defla– ción moderada y estable es preferible a otro de pertur– baciones erráticas.17 Algunas contribuciones importantes del mone– tarismo fueron introducir al análisis económico la distinción entre el corto y largo plazo, la exogeneidad del dinero, la formalización de las expectativas y la idea de que las imperfecciones en los mercados derivan de la falta de información, alertaron sobre el efecto desesta– bilizante de las políticas expansivas discrecionales, destacando la importancia del equilibrio fiscal y de las reglas en la aplicación de la política monetaria. Por último, rescataron la importancia de los principios microeconómicos en la construcción de la teoría macro– económica, sentando las bases para el resurgimiento del pensamiento neoclásico ortodoxo.

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El intercambio entre inflación y desempleo puede darse en periodos cortos cuando existen sucesos sorpresivos que conducen a fallas en las predicciones inflacionarias de los agentes económicos

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bilidad de reducir el desempleo asumiendo el costo de una inflación más alta. Friedman y Phelps arremetieron contra esta idea señalando que se trataba de una relación teóricamente insostenible debido a que el empleo se encuentra relacionado con el salario real, no con el salario monetario. Al permanecer todo lo demás cons– tante, un incremento del empleo puede ser consistente con un aumento de W, únicamente si el nivel de precios crece a una tasa más alta y se reduce W/P. Sin embargo, es fácil mostrar que el empleo puede aumentar aun cuando W disminuya, si P disminuye en una cuantía mayor, y W/P cae.16 Con todo, el intercambio entre inflación y desem– pleo puede darse en periodos cortos cuando existen sucesos sorpresivos que conducen a fallas en las pre– dicciones inflacionarias de los agentes económicos. Para comprender este argumento considérese que al partir de una situación estable ocurre un aumento imprevisto de la demanda agregada nominal. Las empre– sas enfrentan ahora una demanda adicional que no esperaban y de la cual no saben si se trata de una situa– ción especial (mayor demanda para su producto) o generalizada (mayor demanda para todos los productos). Puesto que el efecto inmediato de este cambio es elevar los precios y a las empresas les resultará razonable suponer que se trata de una situación al menos parcial– mente especial, reaccionarán incrementando su produc– ción. Considerando que perciben un precio de mercado para su producto (Pi) mayor que el esperado, estarán dispuestas a ofrecer un W mayor para atraer más traba– jadores, siempre que ΔW < DPi, pues en tal caso perci– birán una caída de W/Pi que es el salario real relevante para la empresa. En el caso de los trabajadores la situación es dife– rente, pues para ellos lo importante no es el poder de compra de W en términos del bien que producen, sino de todos los bienes que conforman su canasta de con– sumo. En tanto que el costo para obtener información sobre el precio de muchos bienes es mayor que el de obtenerla para un solo bien, el ajuste en la percepción de los precios será más lenta, siendo factible que con– fundan un aumento de W con uno de W/P. Así, mientras que las empresas perciben una caída del salario real y elevan su demanda de trabajo, los trabajadores pueden percibir lo contrario y aumentar su oferta de trabajo, con lo cual se incrementa el nivel de ocupación. Esta situación es transitoria debido a que tarde o temprano ambos, empresas y trabajadores, tendrán la percepción correcta de lo ocurrido, es decir, que se trataba de un

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Convencidos de que el error principal se encontraba en la manera de concebir la formación de expectativas, la nueva economía clásica (NEC) introdujo el supuesto de expectativas racionales para sustituir el de expectativas adaptativas presente en los modelos keynesianos y mo– netaristas. Con las expectativas adaptativas los agentes se adaptan lentamente a situaciones nuevas, toman decisiones básicamente con información pasada y cometen errores sistemáticos que sólo pueden minimizarse a través de una inflación constante. Con expectativas racionales los agentes se adaptan rápidamente a sucesos nuevos y aprovechan toda la información disponible incluyendo la especulativa, usándola de la mejor manera posible. Los agentes tienen un conocimiento probabi– lístico del futuro que es equiparable a la predictibilidad perfecta, lo cual no significa que sean infalibles en sus predicciones, sino únicamente que no cometen errores sistemáticos ante sucesos ordinarios. Cualquier error en sus anticipaciones ocurre por la presencia de sucesos aleatorios, por tanto, la única manera de alterar la pro– ducción y el empleo por la vía política es a través de la expansión o contracción inesperada de la oferta mone– taria. Puesto que no es posible sostener por mucho tiempo medidas sorpresiva —pronto dejan de serlo—, la conclusión principal es la irrelevancia de la política económica para estabilizar la economía.19 El resultado anterior no es consecuencia directa de la inclusión de la hipótesis de expectativas racionales, pues ésta no proporciona por sí sola ninguna implica– ción empírica.20 No hay conclusiones controversiales que se puedan desprender de los conceptos de racio– nalidad o de expectativas, es el marco teórico de equili– brio con precios de subasta, la presencia de choques aleatorios y la escasez de información no sistemática lo que permite inferir tal conclusión.21 Aquí se abre otro punto de discordia con la macroeconomía keynesiana, pues en la lógica de la NEC surgen las preguntas: ¿por qué habría de adoptarse un modelo distinto al que supone flexibilidad perfecta de precios y salarios? ¿Existe acaso un modelo alternativo consistente con los principios generales del comportamiento micro– económico? Se trata de un cuestionamiento al supuesto de precios y salarios rígidos que permite a los modelos keynesianos defender la importancia de la demanda y 18

Lucas y Sargent, 1981. Mungaray y Ocegueda, 1999. 20 Mankiw, 1990. 21 Existen trabajos como el de Fisher, S. “Long Term Contracts, Rational Expectations and the Optimal Money Supply Rule”, en donde utilizando el supuesto de expectativas racionales en presencia de rigideces salariales, se demuestra la capacidad estabilizadora de la política económica.

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Los aportes de Milton Friedman y Edmund Phelps son el inicio de una embestida contra el activismo estatal derivado de las posiciones hicksianas y keynesianas, que después continuaría Robert Lucas. Una de las con– tribuciones más importantes de este último, fue la intro– ducción de la hipótesis de expectativas racionales en los modelos monetaristas, con lo cual se llegó a la con– clusión de que no es posible estabilizar una economía a través de políticas sistemáticas, pues los agentes ter– minan anticipándolas y anulan sus efectos. En conse– cuencia, no existe vínculo entre inflación y desempleo, ni en el corto, ni en el largo plazo, por lo que se llega nuevamente a la dicotomía clásica entre variables monetarias y reales. Estas ideas ganaron adeptos rápi– damente debido al derrumbamiento empírico de la curva de Phillips, pilar fundamental del activismo, y a que la aparición del fenómeno de la estanflación en los setenta no hizo sino confirmar las predicciones monetaristas. En un contexto de desconcierto, los monetaristas no solo arremetieron contra las implicaciones políticas del paradigma keynesiano, sino contra toda su fundamentación teórica, a la cual cuestionaron por carecer de principios microeconómicos. Según Lucas, el divorcio entre microeconomía y macroeconomía no era privativo del análisis de la curva de Phillips, sino de casi todas las relaciones empíricas implícitas en los modelos macroeconómicos. Su crítica se dirige hacia los modelos de pronóstico que utilizan parámetros estimados con información pasada, como si el futuro fuera una conti– nuación del pasado y los agentes económicos reac– cionaran de manera similar ante distintos tipos de intervención política. Los modelos macroeconómicos tradicionales fueron construidos sobre la base de supuestos y restricciones arbitrarias que no derivan de principios de comporta– miento racional de las familias y las empresas. Por ejemplo, las expectativas de los agentes privados sobre el com– portamiento futuro de una variable cualquiera, se hacen depender de algunos de sus valores atrasados; no obstante, cualquier modelo que implique el supuesto de comportamiento maximizador coincidirá en que un agente prudente utilizaría valores corrientes y atrasados de la mayoría de las variables endógenas y exógenas del modelo, para formular sus expectativas sobre cualquiera de las variables. En otras palabras, se asume arbitra– riamente que los individuos toman decisiones sin considerar toda la información disponible, lo cual no encuentra fundamento en ningún principio general de la teoría económica.18

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La revolución de las expectativas racionales y la nueva macroeconomía clásica


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Uno de las grandes retos de la teoría keynesiana ha sido responder a la crítica de que sus modelos carecen de microfundamentos, para lo cual han tenido que aban– donar el marco de competencia perfecta y recurrir a escenarios de competencia monopolística. La nueva economía keynesiana ( NEK) adopta la hipótesis de expectativas racionales, pero rechaza el supuesto de vaciamiento continuo de los mercados debido a la pre– sencia de rigideces que se mantienen por lo menos en periodos cortos. Para explicar la racionalidad micro– económica de estas rigideces se han desarrollado tres teorías: la de contratos salariales escalonados, la de salarios de eficiencia y la de costos de menú. Existen, sin embargo, otros intentos por rehabilitar la importancia de la demanda que no centran su atención en la rigidez de precios y salarios.25 La teoría de los contratos salariales escalonados parte de la idea de que los salarios nominales son acor– dados en contratos laborales y que son firmados durante un plazo determinado durante el cual no se pueden realizar ajustes. Aunque es incorporada toda la infor– mación disponible y el salario monetario es fijado al nivel en que se espera se dé el equilibrio del mercado de trabajo, la presencia de un choque estocástico o un cambio no previsto en la política monetaria que altera los precios y el salario real, no puede recibir la respuesta adecuada a través del mecanismo de precios. El retardo en el ajuste de W y, por tanto, en el sistema de precios, se agrava cuando la revisión de los contratos salariales entre las distintas empresas y sus trabajadores, se opera en diferentes fechas. En este caso, la política económica se vuelve útil, pues manejando la demanda agregada es posible realizar los ajustes necesarios antes que los trabajadores y las empresas renegocien los salarios monetarios. Un cuestionamiento que se hace a esta teo– ría es que no explica por qué si los contratos laborales son los responsables de las grandes fluctuaciones macroeconómicas que restringen el empleo y el ingreso real de los individuos, agentes que son racionales insis– ten en firmarlos. Además, se trata de una teoría que implica

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Hacia una nueva síntesis: la nueva economía keynesiana

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Ruiz, op.cit. Thurow, 1988. 24 Incrementos en los precios de las materias primas, nuevas fuentes de obtención de materias primas, desarrollo de nuevos productos, nuevas tecnologías y cambios en el salario monetario. 25 Véase Fazzari, 1995.

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de la acción estabilizadora del Estado. Para la NEC dicho supuesto es inconsistente con un comportamiento ra– cional y maximizador, pues es necesario explicar ¿por qué agentes que actúan en su propio interés preferirían quedarse sin empleo antes que bajar sus pretensiones salariales?, o ¿por qué empresas maximizadoras elegirían mantener precios fijos y quedarse con inventarios altos antes que bajarlos para incrementar sus ventas? La NEC asume un marco de análisis de competencia perfecta en donde subyace la idea de que los productores pueden vender todo lo que desean y que el mercado se ajusta vía precios. Con esto se elimina la importancia de la demanda,22 se regresa al modelo neoclásico prekeynesiano con la variante de que en lugar de información perfecta se asume conocimiento imperfecto del futuro, pero probabilísticamente predecible. Esto implica una diferencia no fundamental entre ambas versiones en cuanto a la perfección o imperfección del funciona–miento del mercado. Los viejos clásicos sostenían el funcionamiento perfecto del mercado, los nuevos sostienen que estos funcionan tan bien como pueden hacerlo, lo cual puede ser bastante errático cuando la información es deficiente. Así, la escasez de información se convierte en la fuente principal de perturbaciones estocásticas y de los ciclos económicos.23 Una explicación alternativa de los ciclos económi– cos consiste en atribuirlos a choques de oferta24 que al modificar los precios relativos dan lugar a fluc– tuaciones en la oferta de trabajo y en los niveles de consumo. Esta posición rechaza la información imper– fecta como causa de los ciclos y se contrapone a la idea de que el dinero importe, pues supone que las fluctuaciones económicas reflejan cambios de variables reales. Así, el nivel de producto fluctúa no por la presencia de una inflación no anticipada, sino porque hay cambios reales que modifican la función pro– ducción. De igual manera, el empleo fluctúa no porque exista confusión entre salario monetario y salario real, sino porque existen cambios reales en la relación ociotrabajo de los individuos. En otras palabras, se elimina por completo la importancia de la demanda y se fortalece la idea de que solo la oferta importa. Finalmente, se trata de un enfoque más fiel a la ortodoxia neoclásica y estrictamente sus– tentado en fundamentos microeconómicos, que intenta regresar al marco del equilibrio general donde el ajuste de la economía deriva directamente de ajustes en variables reales a partir del precio que equilibra todo: la tasa de interés.

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un comportamiento procíclico de los salarios que es inconsistente con la evidencia empírica. La teoría de los costos de menú brinda una explica– ción de las rigideces desde el mercado de bienes enfa– tizando el rol de la competencia monopolística y de otras imperfecciones que pueden generar efectos de demanda agregada que no están presentes en los modelos de competencia perfecta. Si existe competencia monopo– lística y las empresas enfrentan costos de menú26 por cambiar sus precios, una reducción de la demanda agre– gada no generará ningún estímulo a ajustarlos si dichos costos superan o igualan a la ganancia esperada por hacerlo.27 Esta posibilidad solo existe en un contexto de competencia monopolística cuando las empresas fijan precios por encima de su costo marginal y obtienen ganancias extraordinarias, pues en un marco de compe– tencia perfecta, el no ajustar significaría la salida de la empresa del mercado. Si partimos de un nivel inicial de precios y salarios, un cambio en la cantidad nominal de dinero lleva a un cambio en la demanda agregada y, por tanto, a un cambio en la demanda que enfrenta cada firma. Si esta variación es satisfecha con una variación del producto, la demanda por trabajo se modifica y paralelamente también, la demanda que enfrenta cada trabajador. A menos que sean constantes, los rendimientos a escala para las empresas y la utilidad marginal del ocio para los trabajadores, las primeras desearán modificar sus precios relativos y los segundos su salario relativo. Sin embargo, puede no ser importante la pérdida en valor para cada empresa y de utilidad para cada trabajador por no ajustar sus precios y salarios relativos. Este es el caso en que costos de menú pueden ser persuasivos para que agentes no ajusten sus precios particulares, si el costo de no hacerlo es poco relevante. Por tanto, precios y salarios nominales no se ajustan a variaciones de la cantidad de dinero, operándose un cambio en los balances monetarios reales que tiene un efecto relevante sobre el bienestar. Este aumento derivado de una mayor demanda agregada y empleo, eleva los beneficios de las empresas y los excedentes de las familias.28 La teoría de los salarios de eficiencia considera que las empresas reducen costos de transacción cuando pagan salarios por encima de los de mercado debido a que estimulan la cooperación y el compromiso de sus trabajadores. Cuando la contratación de trabajadores nuevos implica costos de capacitación o el otorga– miento de prestaciones, las empresas pueden minimi– zarlos ofreciendo un salario alto que desincentive la

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rotación de la mano de obra. El excedente sobre el salario de mercado que la empresa está dispuesta a pagar para retener a sus trabajadores depende de los costos de reemplazo. El enfoque sociológico destaca la valoración que los trabajadores hacen de su empleo y de su em– presa cuando sienten que hay una remuneración justa a su esfuerzo, o cuando reconocen que aquella se preo– cupa por su bienestar. En este caso la respuesta natural es un mejor desempeño laboral. El enfoque de selección adversa enfatiza la importancia de ofrecer salarios elevados para atraer a los obreros mejor capacitados, pues de otra forma se corre el riesgo de contratar personal que no reúne los perfiles buscados. Este tipo de riesgos aumentan cuando los salarios ofrecidos son bajos, y disminuyen cuando son elevados, pues en tal caso los trabajadores mejor calificados se sienten atraídos y encuentran un estímulo para demostrar sus habilidades. El enfoque del riesgo moral señala que una baja remu– neración conduce a que los trabajadores no valoren su empleo y por tanto a que no teman perderlo por lo que su desempeño laboral no llega a ser el óptimo.29 La hipótesis de salarios de eficiencia no brinda en sí misma ninguna explicación sobre el ciclo económico, solo ayuda a comprender desde una perspectiva consistente con los principios microeconómicos, por qué los salarios son reacios a variar por abajo de cierto nivel. Esta resis– tencia a bajar es en realidad el argumento que explica las fluctuaciones y la relación entre cambios en la demanda agregada y cambios en el producto y empleo. La hipótesis es consistente con el desempleo cíclico y las rigideces nominales, y con una tasa natural de desempleo en presencia de rigideces en el salario real, lo cual significa que el producto agregado es independiente de los precios a esta tasa natural.30 En un escenario de competencia imperfecta la importancia de la demanda puede rescatarse sin recurrir a las rigideces nominales ni a las fallas de expectativas. La deflación de precios conduce a una redistribución de la riqueza de deudores a acreedores si los contratos de deuda son establecidos en términos nominales. Puesto que los primeros tienen una propensión marginal a gastar mayor que los segundos, el efecto de este pro– 26 Se entiende por costos de menú a los pequeños costos que resultan de establecer nuevas listas de precios, tales como el tiempo que se toma para informar a los consumidores, el esfuerzo requerido para fijar los nuevos precios en un nivel adecuado, el gasto de reetiquetar, el impacto que precios más altos tienen sobre el consumidor y sobre la imagen de la empresa, etcétera. 27 Blanchard y Kiyotaki, 1987. 28 Ibídem. 29 Noriega, 1994. 30 Yellen, 1984.


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.ceso es una contracción de la demanda agregada. Por otra parte, mientras mayor es la caída de los precios mayor es el valor real de los activos que las empresas deben dejar como garantía de sus deudas. La caída de los ingresos nominales reduce los flujos reales de efec– tivo en relación con el servicio real de la deuda incre– mentándose la posibilidad de insolvencia. Así, el efecto deflación-deuda restringe el crédito y contrae la de– manda agregada. En competencia imperfecta, empresas racionales perciben que las condiciones de la demanda no justifican la absorción de todos los trabajadores que desean laborar al salario real óptimamente fijado, por lo que existe paro involuntario. El paro existente puede inducir una caída de los salarios nominales, pero las empresas no responden aumentando su demanda por trabajo, sino disminuyendo sus precios para mantener el salario real óptimo. En consecuencia, la deflación inducida por desempleo falla para expandir la demanda agregada, el producto y el empleo, aún cuando los pre– cios sean perfectamente flexibles.31

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Fazzari, 1995.

Juan Manuel Ocegueda Hernández

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Blanchard, Olivier J. y N. Kiyotaki. “Monopolistic Competition and the Effects of Aggregate Demand”, en American Economic Review, vol. 77, núm. 4, septiembre de 1987, pp. 647-666. Friedman, Milton. “The Effects of a Full Employment Policy on Economic Stability: A Formal Analysis”, en Essays in Positive Economics, mimeo, 1953, pp. 117-132. “The Role of Monetary Policy”, en The American Economic Review, vol. LVIII (1), marzo de 1968, pp. 1-17. “Inflación y desempleo”, en Los premios Nobel de economía, 1969-1977, Fondo de Cultura Económica, 1987, pp. 313-340. Hicks, John R. “Mr. Keynes and the Classics: A Suggested Interpretation”, Econométrica, reeditado en español en M. G. Mueller, (ed.) Lecturas de macroeconomía, México, Cía. Editorial Continental, 1937, pp. 143-152. Keynes, J. M. The General Theory of Employment, Interest and Money, Edición en español, Fondo de Cultura Económica, 1965. Lucas, Robert E. y Thomas J. Sargent. “After Keynesian Macroeconomics”, en R. Lucas, y T. Sargent, (Eds) Rational Expectations and Econometric Practice, Minneapolis, The University of Minnesota Press, 1981. Mankiw, Gregory. “A Quick Refresher Course in Macroeconomics” en Journal of Economic Literature, vol. XXVIII, diciembre, 1990, pp. 1645-1660. Mungaray, Alejandro y Juan Manuel Ocegueda. Lecciones de macroeconomía, Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, 1999. Noriega, Fernando. Teoría del desempleo, la distribución y la pobreza, Ariel Economía, 1994. Macroeconomía para el desarrollo. Teoría de la inexistencia del mercado de trabajo, Mc Graw Hill- UNAM, 2001. Ruiz, Clemente. “Apuntes de clase”, en Curso de teoría macroeconómica, doctorado en economía, UNAM, agosto– diciembre, 1995. Thurow, Lester C. Corrientes peligrosas. El estado de la ciencia económica, Fondo de Cultura Económica, México, 1988. Warren, L. S. “Una exposición gráfica del sistema keynesiano completo”, en M. G. Mueller, (Ed.) Lecturas de macroeconomía, Cía. Editorial Continental, México, 1974, pp. 39-47. Yellen, Janet. L. “Efficiency Wage Models of Unemployment”, en American Economic Review, vol. 74, núm. 2, may, 1984, pp. 200-205.

Es investigador en la Facultad de Economía, UABC. .

El debate aquí presentado está muy lejos de resolverse. Los cuerpos teóricos siguen buscando explicaciones consistentes con los fenómenos actuales utilizando su propio instrumental metodológico. Lo importante no es determinar un ganador o un perdedor, ni tomar partido como si se tratara de una disputa deportiva, sino entender que la teoría es una herramienta de los seres humanos para comprender su realidad y resolver los problemas que esta le plantea. Una teoría no es en sí misma ni más buena ni más mala que otra; algunas llegan a ser más acertadas y a tener mayor aceptación porque incorporan en sus análisis la preocupación de un periodo determinado, que otras ignoran por haber sido formu– ladas en un momento en que tales preocupaciones no eran relevantes. Así, la fusión de argumentos explicativos de cuerpos teóricos aparentemente irreconciliables, es válida si ello conduce a una mejor comprensión y solu– ción de los problemas existentes. En ese sentido, la teoría no debe interpretarse como una religión en donde deben guardarse fidelidades, sino simplemente como un instrumento para resolver problemas concretos.

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Reflexiones finales

Bibliografía

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Semillero

Turismo

Turismo sustentable en la zona del golfo de Santa Clara, Sonora

Felipe Cuamea Velázquez Onésimo Cuamea Velázquez Marco Antonio Barraza Mendoza Luis Alberto Palacios Larrañaga

Foto del archivo fotográfico de Revista Universitaria.

Para Horacio Cano Treviño In memoriam

La localidad del golfo de Santa Clara ubicada en el extremo sur del municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, constituye uno de los principales atractivos recreativos y turísticos de la región, principalmente por sus recursos naturales y la biodiversidad de la zona.

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En este trabajo se presentan en forma preliminar las opciones identificadas como más viables por diversificar la generación de empleos e ingresos para su población local a partir de las oportunidades que la zona puede ofrecer con sus recursos, y el desarrollo de actividades recreativas y turísticas sustentables que permitan mejorar las condiciones de vida para la comunidad y, al mismo tiempo, aprovechar los recursos locales en el contexto de las restricciones y opciones que representa el Área Nacional Protegida (ANP) del alto golfo de California y delta del Río Colorado, donde está asentada la comunidad. Se asume que diversas modalidades de turismo sustentable pueden constituir opciones viables de diversificación de atractivos, empleos e ingresos para la población, en un marco de colaboración interinstitucional y participación local.

Perfil sociodemográfico Distribución por grupos de edades La información generada por el XII Censo general de población y vivienda,1 indica que la población residente en la comunidad golfo de Santa Clara fue de 2 777 habitantes, representando 8% de la población total municipal. El 53% de la población local es masculina y 43%, femenina. En cuanto a la distribución de la población por grupos de edades, el perfil demográfico muestra una población predominantemente joven, en la cual 57% de la población es menor de 25 años, 39% tiene entre 25 y 59 años de edad, y solamente 4% de la población total tiene 60 o más años de edad. Acceso a servicios de salud pública En este aspecto la comunidad de Santa Clara refleja un importante rezago al considerarse este servicio como fundamental para evaluar los niveles de bie– nestar y la calidad de vida de la población: 83% de la población carece de acceso como derechohabientes a los servicios de salud; solamente 13% de la población es derechohabiente al IMSS, y el resto accede a otras formas de servicios de salud. Vivienda y servicios públicos El XII Censo general de población y vivienda registró 681 viviendas, de las cuales 49% (334) carecían por completo de algún sistema de drenaje, otro 48.1% contaba con drenaje conectado a fosa séptica, o desfogaba en barrancas, lechos de arroyo o al mar. Sin embargo, conservadoramente puede afirmarse que al menos 50% de las viviendas de la localidad envían

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las aguas negras a escurrimientos al aire libre, lo que obviamente representa un riesgo para la salud de sus habitantes. La carencia de un relleno sanitario o recinto para depositar adecuadamente los desechos domésticos e industriales de la comunidad puede incrementar, aunado a la falta de cobertura de drenaje, el potencial de riesgos para la salud pública: 82% de las viviendas cuenta con energía eléctrica, 49% disponen de agua entubada dentro de la vivienda, y 33% cuenta con agua en el predio pero no dentro de la vivienda. En general, solamente 43% de las viviendas cuentan con los servicios de agua entubada, drenaje y electricidad. Población económicamente activa (PEA) y niveles de ingresos En la localidad fueron registrados 829 personas económicamente activas que representan 30% de la población total. El 13% de la PEA local se dedica a las actividades del sector secundario, y 30% al sector terciario. Aún cuando las variables del Censo no registraron la PEA en actividades primarias en donde predomina la pesca, resulta congruente asumir que en la localidad predomina (por lo menos la mitad en forma conservadora) la PEA dedicada a las actividades de pesca, y considerando adicionalmente que algunas actividades secundarias también se asocian direc– tamente con la pesca, como las empacadoras de productos del mar ubicadas en la localidad. Respecto de la PEA ocupada que percibe algún tipo de ingreso, solamente 8% percibe un ingreso menor a un salario mínimo mensual, 32% percibe de uno hasta dos salarios mínimos mensuales; 42.1% percibe ingresos que van de más de dos y hasta cinco salarios mínimos mensuales, y 17.5% percibe más de cinco salarios mínimos mensuales. Solamente 1.4% de la PEA local manifestó encon– trarse desocupada al momento del levantamiento del Censo de 2000. Para efectos técnicos y prácticos no existe desempleo en la localidad analizada. Más que relacionarse con problemáticas de desempleo abierto, el asunto de interés para mejorar las condiciones de vida local estaría en poner atención en cómo incre– mentar los niveles de ingreso individuales y familiares como un objetivo de políticas tendientes a mejorar el bienestar, pues aproximadamente 40% de la PEA ocupada recibe ingresos de hasta dos salarios mínimos mensuales. 1

Inegi, 2000.


Es conveniente destacar que cualquier programa para la promoción y diversificación de actividades económicas ha de tomar en cuenta que la estacio– nalidad es una característica de las actividades más importantes: la pesca y el turismo. Ambas pueden generar y dinamizar la actividad económica local, generar ingresos que suelen concentrarse en periodos muy definidos, pero que de similar manera se pre– sentan temporadas cuando las vedas, o la estacio– nalidad de las especies, o los periodos determinados del mercado turístico influyen sobre la demanda de empleo y la generación de ingresos adicionales pero por temporadas variables.

Opciones de desarrollo turístico sustentable

La actividad pesquera es la actividad económica– mente predominante en la localidad del golfo de Santa Clara, así como para otros siete asentamientos dis– tribuidos en la región, y en especial para Puerto Peñasco, Sonora y el puerto de San Felipe, Baja California. En 1993 la creación de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y el Delta del Río Colorado, se integró con territorios que forman parte de los municipios de Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado en la porción del estado de Sonora. Esta reserva abarca al delta del Río Colorado y en su porción marina incluye a la región alto golfo de California, con una superficie de 934 756 hectáreas. La reserva se cataloga como área de protección de flora y fauna silvestre y acuática de jurisdicción federal, y se creó con el objetivo de conservarse para uso y aprovechamiento sostenible, presente y futuro de la diversidad e integridad de la flora y fauna silvestre y acuática en sus ecosistemas naturales. Dentro de la reserva quedan comprendidos 18.75% del total de los tipos de vegetación descritos para México, lo cual evidencia la riqueza de la biodiversidad de la zona.2 En cuanto a mamíferos marinos se han registrado al menos nueve especies, entre las que destaca la vaquita marina, (en peligro de extinción) y cuyos esfuerzos de protección son bastantes. Por otra parte, la reserva de la biosfera El Pinacate se encuentra también en el área de influencia del municipio de San Luis Río Colorado, del golfo de Santa Clara, así como de Puerto Peñasco. Los objetivos de protección de los ecosistemas en áreas específicas plantean el ineludible reto de propiciar las condiciones para que los asentamientos humanos y el desarrollo de actividades productivas se realicen para mejorar las condiciones de vida de la población y que

al mismo tiempo se contribuya a cumplir con los propó– sitos de protección ambiental. Por definición los programas de protección de ecosistemas asumen que las actividades productivas que deban realizarse en áreas protegidas cumplan con lineamientos de carácter ambiental, es decir, que sean actividades sustentables. No obstante, los criterios, estrategias y acciones que promuevan la congruencia entre protección y mejoramiento del bienestar social, constituyen uno de los retos fundamentales para el desarrollo sustentable, particularmente en regiones como la del golfo de Santa Clara. La delimitación geográfica de la zona núcleo de la reserva es crucial, ya que la localidad del golfo de Santa Clara se ubica prácticamente sobre el margen o límite de dicho núcleo, en un triángulo imaginario que se extiende desde la zona de La Ciénega de Santa Clara, hacia la localidad del golfo de Santa Clara y, desde este punto hacia el poniente, hasta la zona de las islas en la desembocadura del Río Colorado, y se extiende hacia el norte en dirección a La Ciénega (ver mapa de localización). La zona núcleo de la reserva es el área con mayores restricciones para la realización de actividades que no sean las de investigación científica y/o de educación. Sin embargo, se considera también como atributo fundamental del desarrollo sustentable que se favorezca la participación activa de las comunidades en el diseño de opciones para su desarrollo como agentes de cambio locales. Y quizá igualmente importante sea que el de– sarrollo genere beneficios e incentivos para que las poblaciones y perciban la protección de los ecosistemas como una estrategia para mejorar las condiciones de vida de las comunidades. Desde esta perspectiva el desarrollo sustentable ha de incluir cuatro aspectos clave: el social, ambiental, económico e institucional. En cuanto al primero, la participación organizada de la comunidad es condición necesaria para plantearse objetivos de sustentabilidad en áreas protegidas donde las opciones para la satis– facción de las necesidades sociales pueden ser escasas.

La diversidad y riqueza en flora y fauna es amplia y no es descrita con amplitud en este trabajo por razones de espacio. 2

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Respecto de lo ambiental, es el aspecto central de las políticas y programas orientadas a la protección de la biodiversidad en zonas tan ricas como las mencionadas. El renglón económico no puede excluirse de los análisis y propuestas de desarrollo sustentable o de programas de protección ambiental en la medida que existen necesidades, en muchos casos urgentes, de abatir importantes rezagos de bienestar social y la calidad de vida, con opciones de empleo y generación de ingresos para las familias y la población asentada en zonas protegidas. Finalmente, son las instituciones públicas de distintos órdenes las que tienen bajo su jurisdicción la aplicación de las políticas públicas y la responsabilidad de mejorar la calidad de vida de la población.

Desarrollo turístico sustentable

El turismo es una actividad económica que depende fundamentalmente de los recursos naturales, recursos históricos y culturales, y actividades calendarizadas en nuestro país. Históricamente las políticas públicas orientadas hacia el desarrollo regional han recurrido al fomento de actividades turísticas como una alternativa para promover el desarrollo regional en aquellas zonas donde las opciones de crecimiento son escasas o poco diversificadas. Las regiones con atractivos de recursos naturales han sido la tendencia tradicional para las inversiones turísticas en destinos costeros o de playa. Sin embargo, este anacrónico modelo turístico ha mos– trado sus limitaciones pues en muchos casos ha estro– peado los recursos de los cuales depende la actividad. En zonas con características especiales como la del golfo de Santa Clara, es un escenario propicio para plantear la diversificación de segmentos específicos de turismo, que se incluyen en la tendencia que se conoce genéricamente como turismo alternativo. El turismo sustentable se define como la moda– lidad de desarrollo turístico de bajo impacto de conta– minantes, que aprovecha adecuadamente los recursos y el medio que es respetuoso de la cultura, los valores y tradiciones locales, y que propicia beneficios econó– micos a las comunidades anfitrionas. Otra variante del mismo turismo es, por ejemplo, el ecoturismo y que tiene como propósito comprender mejor la historia natural y cultural de una región sin dañar la integridad del medio ambiente visitado, y que genera beneficios económicos locales: actividades de educación ambiental, observación de vegetación y especies animales, observación de fósiles, práctica de la fotografía.

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Por otra parte, el turismo de aventura deportiva consiste en viajes o desplazamientos que tienen como fin realizar actividades deportivas y superar retos que impone la naturaleza: cabalgatas, buceo, caminata, pesca, montañismo.

Lugares de atractivo turístico

Dentro de la reserva del alto golfo se han encontrado vestigios arqueológicos con una antigüedad de más de 9 000 años, lo que ayudó a establecer que los primeros pobladores de esta región fueron la gente de San Dieguito, antecesores de la cultura O’odham. Existe un clima más continental que oceánico por estar rodeado del desierto sonorense y por la capa– cidad montañosa de Baja California, lo que disminuye la influencia del océano Pacífico y la temperatura media anual es de 22°C. a) La Ciénega de Santa Clara Esta zona de pantanos es un hábitat para miles de aves de diversas especies, y los extensos canales formados por los tulares representan opciones signi– ficativas para la práctica de actividades con una clara orientación natural. La comunidad del ejido Luis Encinas Johnson que está por la misma región, ha incursionado en el desarrollo de actividades turísticas que incluyen desde la visita de grupos de observadores de aves con interés científico, así como de visitas planeadas para estu– diantes de escuelas primarias con fines educativos y recreativos. En el año 2000, durante la época invernal, los pobladores del ejido efectuaron 20 expediciónes a la zona con cinco pangas y seis canoas, mismas que fueron movilizadas con motores eléctricos para reducir la contaminación y el ruido en la zona. El atractivo natural de La Ciénega es aprovechado por promotores extranjeros, los cuales organizan “tours” hacia La Ciénega misma, golfo de Santa Clara, Las Islas, El Pinacate y Puerto Peñasco, en paquetes que fluctúan entre 500 y 600 dólares para recorridos de hasta tres o cuatro días. Por ejemplo, en abril de 2001, la ciudad de Yuma, Arizona organizó su primer Festival Ornitológico y de la Naturaleza, ofreciendo viajes a los pantanos de La Ciénega de Santa Clara y el golfo. El festival atrajo cerca de 300 participantes, y existen planes para realizarlo cada año. b) El golfo de Santa Clara La localidad cuenta con un gran atractivo en sus playas por su amplitud y extensión, así como por la calidad


de limpieza de las mismas. Lo que se registra como el gran atractivo en el poblado es la zona de dunas conocida como El Machorro, sitio para la práctica de actividades automovilísticas consistentes en someter a prueba la capacidad de vehículos especiales para conquistar la punta de dicha elevación; aunque esa es la única actividad que el turista prefiere, parece ser que no arroja gran utilidad para los lugareños; al contrario, quizás el nivel de contaminación sea más alto que el beneficio. Se registró también la realización de paseos en panga a la zona de las islas en la desembocadura del Río Colorado, aunque no se contó con información respecto del costo, duración, periodicidad, etcétera. Otra actividad que realizan los visitantes es la de acampar en las playas alejadas de la población hacia Puerto Peñasco. Otros grupos acampan tierra adentro hacia la zona de El Pinacate o el desierto de Altar.

Potencialidades Visitas guiadas Estas pueden efectuarse hacia la zona de las islas o al delta del río, en la zona núcleo de la reserva del alto golfo. Esta actividad está más desarrollada en el ejido Luis Encinas Johnson por la cercanía de La Ciénega de Santa Clara, pero desde esta localidad pueden organizarse otros recorridos a las islas y al delta. Por lo que se investigó, no existen guías capacitados o certificados en la comunidad que no solamente trasladen a los visitantes, sino que también manejen la información objetiva y necesaria para que sea más atractiva la visita. Estas visitas pueden cumplir con el propósito estrictamente recreativo (paseo) o bien de carácter educativo-científico como en la zona de La Ciénega Santa Clara. Por ello, la capacitación y certificación representan mayor valor agregado a la alternativa de visitas guiadas a estas zonas, así como la vigilancia del cumplimiento de las NOM aplicables al sector turístico para servicios certificados. Financiamiento, capacitación, certificación son claves para posicionar a la zona como destino turístico sustentable. También se requiere identificar específicamente los grupos objetivo con intereses en desarrollar acti– vidades en espacios naturales (educativos y científico– recreativos) para diseñar los nuevos productos turísticos (diversificar). El apoyo y la coordinación interinstitucional es importante para promover nuevos atractivos o pro–

ductos turísticos para la zona. Identificación de institu– ciones, organizaciones para vender nuevos productos turísticos hacia la zona. Gastronomía Aún cuando los servidores turísticos locales y la población en general muestran un marcado reco– nocimiento por la calidad de los productos del mar, el golfo de Santa Clara no se ha destacado por sus atributos gastronómicos. No existe, por ejemplo, un platillo típico de la localidad, una especie de “marca registrada” o “imagen” gastronómica que identifique al golfo de Santa Clara ante las corrientes de visitantes. Las actividades programadas juegan un papel importante en este aspecto. Estratégicamente podría diseñarse una especie de “feria del pescado y del marisco”, o una “muestra gastronómica” y cada acti– vidad en fechas o temporadas distintas para que diver– sifiquen los eventos que tradicionalmente se celebran en la localidad. La colaboración de organizaciones gastronómicas como Canirac, la delegación de la Dirección de Fo– mento al Turismo o la Canaco, ya sea como organi– zadoras o coorganizadoras o incluso la formación de una asociación local, facilitaría la promoción de activi– dades gastronómicos que se conviertan en tradicio– nales, y con los cuales todos ganan en la comunidad: los restauranteros, los visitantes y la comunidad. Se encontraron dos versiones sobre la propiedad de esta zona de dunas. La primera, que es propiedad privada. La segunda, que el propietario original cedió los derechos de propiedad a la delegación del golfo de Santa Clara. Si el segundo caso es el vigente, podría considerarse otra opción para aprovechar El Machorro. Puede plantearse el cobrar una módica tarifa para cada vehículo que se introduzca a la zona para ascender la duna (un dólar para tres intentos por ejemplo, o por un tiempo determinado de 20 minutos a media hora, etcétera), de manera que estos recursos debidamente fiscalizados por una comité ciudadano, genere bene– ficios para la comunidad. Deportes extremos En diversas fuentes electrónicas sobre el golfo de Santa Clara se mencionan rutas de ciclismo y moto–

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ciclismo; en realidad, no existen o se desconocen tales rutas de dichos circuitos o recorridos. Parte de la diversificación de productos y atractivos turísticos se relaciona con la programación de actividades deportivas extremas que combinen los deportes acuáticos (vele– rismo, kayaquismo, buceo, natación) con carreras a campo traviesa, ciclismo, etcétera. El diseño de pro– gramas deportivos de este tipo, los recorridos y la identificación de los grupos interesados (clubes) en estas actividades, tanto regionalmente como en el extranjero, representan opciones viables.

eventualmente se lleguen a especificar recorridos detallados, temporadas favorables, condiciones de operación, programas de coordinación y promoción, estrategias para identificar segmentos de mercado, etcétera. Un planteamiento de carácter regional ha de incluir la participación de instituciones diversas tanto del sector público (Sectur, Dirección de Fomento al Turismo del Gobierno de Sonora, gobierno municipal, Semarnap, Sagarpa, Fonaes), así como de organizaciones empresariales y sociales.

Diversificación de oferta de hospedaje

1. La capacidad local de gestión y soporte es un factor fundamental para garantizar el éxito de apoyos financieros. El acceso a recursos financieros no ga– rantiza (aunque es un aspecto crucial) el uso eficiente de dichos recursos ni el mejoramiento de las con– diciones de vida de los beneficiados con tales recursos. El criterio de necesidad de financiamiento tampoco es, ni debe ser, el único o más importante criterio para identificar posibles beneficiarios de apoyos crediticios, pero tampoco debe ignorarse. 2. Cualquier estrategia de apoyo a microempresas ha de concebirse como parte integral de un esquema de capacitación para la adecuada operación de aquellos negocios en funciones, así como para la creación de aquellos microproyectos que diversifiquen la oferta local y que tengan una viabilidad económica mínima. 3. Las oportunidades para crear empleos y mejorar ingresos dependen de mercados o demanda loca– lizados en otras regiones del mismo municipio y estado, de otros estados de la región noroeste, y del suroeste de los Estados Unidos. Localmente las opor–

La oferta de hospedaje local se limita al motel Las Conchas (14 habitaciones), el hotel Villas del Sol (15 habitaciones) y el motel El Golfo que cuenta con 15 habitaciones y algunos espacios para casas móviles. El sitio de mayor ocupación permanente a lo largo del año es el campo de casas móviles Colorado River Adventures, cuya expansión fue detenida por las autoridades ambientales. Sin embargo, las posibilidades de expansión deben analizarse a detalle, aunque en forma preliminar se sugiere que los proyectos de construcción sigan los lineamientos de una zona con usos de suelo y acti– vidades predeterminados. Como se explicó anteriormente, las actividades programadas constituyen uno de los elementos funda– mentales para el adecuado aprovechamiento de recursos que potencialmente pueden transformarse en productos turísticos. En primer lugar, se afirma preliminarmente que la región cuenta con suficientes recursos naturales de potencial interés recreativo y turístico. En segundo lugar, se requiere poner en valor dichos recursos para aprovecharlos. En tercer término, la organización de los atractivos y su transformación en nuevos productos que diversifiquen la oferta de atractivos regionales consiste, precisamente, en la organización de actividades programadas cuyo principal valor agregado sea la logística y organización, coor– dinación y promoción necesarias para aprovechar adecuadamente los recursos turísticos existentes.3 En síntesis, las opciones más viables en el corto y mediano plazos son invertir en la creación de microempresas de servicios turísticos sustentables en la región, donde el principal capital radica en la adecuada capacitación y entrenamiento de estas potenciales empresas de paseos, visitas guiadas, programas de orientación educativa-recreativa y turística4 . Lo anterior requiere de un planteamiento más específico donde

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Consideraciones finales

Se identificó la falta de equipamiento urbano necesario tanto para las necesidades propias de la población como un depósito o relleno sanitario adecuado, sistema de drenaje y/o tratamiento de aguas negras, un mercado de mariscos, un mercado de artesanías, un museo comunitario, una oficina de información, regaderas y sanitarios con agua corriente dispuestos en áreas estratégicas en las playas y zonas de mayor afluencia. Estos aspectos se detallan en el diagnóstico más completo sobre la zona de estudio. 4 Como parte del diagnóstico elaborado, se desarrollaron en la comunidad talleres en los cuales se identificaron intereses y necesidades específicas respecto del inicio de una micro– empresa, los giros posibles, las necesidades de mejorar las condiciones de las microempresas ya existentes. Se detectaron adicionalmente necesidades de capacitación entre los parti– cipantes de los talleres. Los requerimientos de financiamiento para cada proyecto de microempresa y características de cada interesado no se reportan en este trabajo. 3


tunidades son limitadas y las propuestas o solicitudes de apoyo deben evaluar en forma clara el tamaño y los alcances de cada proyecto de inversión. 4. Las actividades asociadas con el turismo son generalmente estacionales. Otras experiencias de apoyo a microempresas turísticas indican que la amor– tización de los créditos puede iniciarse después de que haya pasado al menos la temporada alta de turismo más próxima, de manera que los beneficiarios tengan la oportunidad de generar utilidades para iniciar el pago de sus financiamientos. 5. Se sugiere la elaboración de un programa de carácter integral para la región en el cual se identifiquen de manera más puntual las perspectivas, oportunidades de crecimiento económico para la zona, estrategias para la consecución de recursos, coordinación inter– institucional, programas de capacitación, etcétera, en el marco de crecimiento sustentable para mejorar el bienestar local. 6. El desarrollo de actividades turísticas susten– tables demandan un esfuerzo importante de inversión para fomentar y/o generar capacidad local de los microempresarios o interesados mediante programas de capacitación o entrenamiento, que en el caso de la zona de interés, por ser una reserva de la biosfera, se convierte casi en condición obligada de que los esfuerzos de conservación de los ecosistemas deben garantizar como mínimo las condiciones de vida y bienestar de la población. Para este propósito existen fuentes internacionales de financiamiento para el desarrollo de proyectos turísticos sustentables en comunidades asentadas en áreas especiales como la del golfo de Santa Clara. Instancias nacionales también son susceptibles de incluirse en programas que apoyen iniciativas de turismo sustentable. En otras experiencias de microempresas turísticas, el apoyo financiero suele condicionarse a esquemas mínimos o básicos de capa– citación que permitan una adecuada aplicación de los recursos y propiciar el desempeño más eficiente de los proyectos. 7. Finalmente, los programas o esquemas orien– tados a la conservación o protección de la biodiversidad en zonas específicas, deben contemplar estrategias claras que ofrezcan opciones adicionales, complemen– tarias o compensatorias para las actividades económi– cas, o los modos de subsistencia para las comunidades asentadas en dichas zonas, y cuyo sustento dependa significativamente de los recursos naturales que se pretendan proteger. La sustentabilidad ambiental como estrategia o condición del mejoramiento de las comu–

nidades, sin esquemas claros de incentivos para la práctica de dicha sustentabilidad, será un obstáculo para los objetivos ambientales que se persigan, y con un alto riesgo de conflictividad social. Bibliografía

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Felipe Cuamea Velázquez Profesor de la Facultad de Economía cuamea @uabc. mx

UABC.

Onésimo Cuamea Velázquez Director de la Escuela de Turismo UABC. onésimo@uabc. mx Marco Antonio Barraza Mendoza, Luis Alberto Palacios Larrañaga Estudiantes del seminario de investigación turística de la Escuela de Turismo-UABC.

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Semillero

Comunicaci贸n

Control de costos por procesos en la industria de alimentos Gast贸n Peterson V茅jar

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Existen diversos tipos de industrias que elaboran varios productos simultáneamente, y que se obtienen del procesamiento de una misma materia prima en uno o varios procesos productivos, y donde el envasado o empaquetado de los productos adoptan diversos modelos, material y medida de capacidad para su presentación final.

La determinación de los costos unitarios, en estos casos, es más compleja que en las empresas que producen un sólo artículo, pues es necesario prorratear los costos incurridos (materias primas, mano de obra y cargos indirectos) entre los diversos productos, por lo que resulta más complicado, dado que cada línea de artículos incurre en diversa cantidad de insumos y existe la necesidad de determinar razonablemente el costo correcto de cada producto, requiriéndose para ello toda una técnica que en ocasiones resulta bastante compleja. En un proceso de manufactura a través de dos o más operaciones, donde el producto terminado en el último departamento en la línea de producción se debe presentar envasado o empacado (como es el caso de la industria de los alimentos procesados, del refresco, la industria cervecera, la producción de cemento, de pinturas, refinerías de petróleo, etcétera), los costos de producción acumulados hasta el proceso de envase se deben prorratear a los diversos productos sobre bases científicas, relativas a los contenidos teóricos de materias primas por unidad de producto, al tiempo estimado para elaborar una unidad y, a la determinación de las bases para el prorrateo estimado de los cargos indirectos.

Dichas estimaciones conocidas como “fórmulas de contenido teórico”, y que deben ser elaboradas por los técnicos de la producción, se refieren a la estimación de la cantidad de materia prima básica que hipotéticamente debe contener cada unidad de los diferentes tipos de productos que se manufacturan (considerando que se presentan en distinto tipo de envase en cuanto a forma, material y capacidad). Así también la estimación del tiempo (horas, minutos, etcétera) que requiere la elaboración de una unidad de las diferentes líneas de artículos. En cuanto a la aplicación del tercer elemento del costo —los cargos indirectos— es el principal problema que enfrentan las industrias que fabrican diversos tipos de productos, pues de la adecuada aplicación de este concepto dependerá de la integración correcta del costo unitario para fijar precios de venta competitivos, valuar los inventarios, obtener utilidades reales y llevar a cabo la planeación estratégica para tomar decisiones adecuadas. En la mayoría de este tipo de empresas los cargos indirectos (gastos de producción) se prorratean a los diversos productos con base en el tiempo que, teóricamente requiere la elaboración de cada unidad. Las “fórmulas de contenido teórico”, mientras sean revisadas y actualizadas periódicamente, sobre todo cuando se

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introduzcan nuevos modelos o cambios en los ya existentes, así como las bases de asignación de los cargos indirectos, se considerarán suficientemente razonables, estimando que es un problema de difícil solución en estos casos de determinación de los costos, cuando los productos se presentan en envases o empaques de diferente tipo de material y medidas de capacidad.

exportación por la comodidad que representan este tipo de alimentos, por la exigencia de los consumidores de nuevos productos alimenticios, nuevas presentaciones, etcétera, pero, también son más las condiciones y requisitos que deben de cumplir para la exportación de los mismos. En la actualidad, muchas variedades de frutas tropicales son producidas en el mundo entero. Las principales en términos de volumen son: Piñas, mangos, aguacates y papayas. El 97% de éstas se produce en países en vías de desarrollo y solo 3% en países desarrollados tales como Estados Unidos, Australia, España, Japón. De los 43 millones de toneladas de frutas tropicales producidas en 1995, los mangos ocuparon cerca de 50% alcanzando una producción de 19 millones de toneladas. Los países desarrollados fueron los principales importadores de frutas tropicales, estando en primer lugar la Unión Europea con 50%. Los Estados Unidos captaron 45 por ciento.1

México, principal productor y exportador de fruta La apertura comercial así como el proceso de globalización de las economías, han generado una gran cantidad de oportunidades para los distintos sectores productivos mexicanos, ofreciéndoles la posibilidad de participar en el dinámico y creciente mundo del comercio internacional. En la actualidad las empresas que quieren exportar necesitan conocer no sólo en qué mercados pueden vender sus productos, sino también los costos de producción, transformación, operación y comercialización de los diferentes productos que quieran colocar tanto en el mercado nacional como internacional. Si bien los mercados importadores se han vuelto en general más exigentes para cualquier tipo de producto que demandan, existen algunos bienes que por su naturaleza requieren cumplir con mayores requisitos. Este es el caso de los alimentos destinados para el consumo humano, ya sean frescos o procesados. Se considera como alimentos procesados, al conjunto de alimentos naturales a los que se les ha sometido a un proceso de transformación o manufactura. Dentro de esta característica, en forma general, podemos considerar las frutas y hortalizas, las que después de su recolección, requieren de procesos que permitan su conservación, preservación y transformación en otro producto de consumo humano. En el comercio internacional uno de los sectores que muestran un gran flujo comercial es el de los alimentos procesados. Cada vez es más alta la demanda de los mercados de

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México es uno de los principales productores de frutas tropicales (en orden de importancia por su volumen de producción y exportación a nivel mundial: Naranja, plátano, mango, manzana, limón, etcétera.2 Sin embargo, no toda la producción se exporta como se recolecta, ya que la mayor parte queda para consumo interno y, cuando hay sobreproducción, su precio disminuye debido a la ley de la oferta y la demanda, por lo que su valor se vuelve incosteable para el productor. Por otro lado, no todas las frutas recolectadas reúnen las especificaciones impuestas por los mercados nacional e internacional para su exportación, tales como: Madurez,

1

Mango mexicano. Néctar, concentrado y pulpa. Bancomext, México, 1999. 2 Investigación de mercado y guía para exportar. Bancomext, México, 2000.


tamaño, color, forma, etcétera, por lo que no pueden ser comercializadas. Aunadas a las limitantes anteriores, está la reducida vida de anaquel, la fragilidad del producto, el desconocimiento de los costos de transformación, el elevado costo de transportación, entre otros. Uno de los productos mexicanos cuya demanda mundial se encuentra en franco crecimiento, y para el cual los mercados de exportación parecen presentar un comercio de proyección potencial a futuro muy interesante, es el mango. “El mango ocupa el tercer lugar en la producción frutícola de México después de la naranja y el plátano. Esta producción se distribuye por orden de importancia en los estados de Veracruz, Chiapas, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Michoacán, Sinaloa, Colima, Jalisco y Campeche”.3 México es en la actualidad el exportador número uno de mango fresco a nivel mundial (véase figura 1), al mismo tiempo es el segundo productor a nivel mundial; existe una marcada diferencia entre el primer productor (India), y México (véase figura 2), ya que India consume la mayoría de su producción. Sin embargo, solamente exportamos 10% de la producción total, aproximadamente el resto queda para el mercado nacional y solamente una cifra insignificante se industrializa y comercializa. Nuestro principal cliente comercial es Estados Unidos. Importa aproximadamente 86 % del total de nuestras exportaciones de esta fruta, el resto están dirigidas a Canadá, Japón, Australia y la Unión Europea.4 La producción mundial de este producto se encuentra concentrada principalmente en Asia, y más específicamente en la India, de donde es originario y forma parte integral de su cultura, el estilo de vida y la religión. Este excepcional fruto se conoce desde hace más de 6 000 años; es considerado el fruto tropical más antiguamente cultivado por el hombre. El cultivo de este fruto se

Otros 28% México 44%

Pakistán 5%

India 9%

Filipinas 14%

Figura 1. Exportación mundial de mango (volumen).

extendió desde la India por todo el mundo tropical llegando hasta América. Dice la historia que en el siglo X fue introducido a África por los árabes y en el siglo XVI los navegantes portugueses lo llevaron a Brasil desde donde se extendió preferentemente entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.5

3

Proyecto de industrialización del mango Banco– mext, México, 1999. 4 Ibídem. 5 Investigación de mercado y guía para exportar. Bancomext, México, 2000).

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Otros 20% México 8%

Pakistán 5%

China 7%

India 60%

Figura 2. Participación porcentual en la producción.

En México las exportaciones de frutas y hortalizas han registrado los mayores crecimientos en los últimos años, lo que resalta la necesidad de industrializar esta actividad para aprovechar al máximo las propiedades de estos alimentos mexicanos, mantener el valor justo de las mismas y, obtener productos con una mayor vida de anaquel, de fácil manejo y operación, que puedan ser consumidos en forma directa, o bien servir como base o ingredientes en la elaboración de otros productos. Para su industrialización se deben diseñar instrumentos de planeación y control de costos de producción, operación y comercialización, que nos permitan elevar nuestra cultura de comercio internacional y ser competitivos en dichos mercados.

Sistemas de control de costos en la industria de alimentos procesados La acumulación de los costos de producción a través de varios procesos hasta llegar al último (envase o empaque), y su aplicación a los diversos tipos de artículos con base en las “fórmulas de contenido teórico” mencionadas, se muestra en el siguiente esquema, (véase cuadro 1) tomando un ejemplo general (indicándose solo algunos de los procesos) relativo a una industria procesadora de alimentos (conservas de frutas), que elabora diferentes líneas de productos.

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En este cuadro podemos observar algunas de las operaciones por las que pasa una materia prima hasta llegar al proceso de envase, tratándose, específicamente del procesamiento de fruta fresca (este proceso de manufactura también es aplicable a la industrialización de las hortalizas) para la obtención de diversas líneas de productos o, transformarlas en insumos o sustancias básicas para nuevos artículos. La operación de lavado (mezcla de agua con cloro), tiene como objetivo eliminar la suciedad y los residuos de sustancias en las frutas que se están recibiendo. El proceso de selección se utiliza para lograr la separación de los productos que van a formar parte de la transformación, de los que no deben entrar al proceso porque no reúnen los requisitos para su industrialización (madurez, tamaño, color, etcétera), y que se pueden comercializar como fruta fresca. Corte. Esta operación permite separar la pulpa del hueso y de la cáscara. Generalmente se lleva a cabo en dos etapas, una gruesa (despulpado) y una fina (refinación); en la primera se separa la pulpa del hueso y de la cáscara, mientras que en la segunda se separan partículas finas, fibras y otras materias que puedan quedar adheridas a la pulpa. El proceso de trituración consiste en moler la pulpa para uniformar una mezcla


del producto, cuando se va a presentar, principalmente en forma de mermelada, puré, etcétera. El proceso de “mezcla de agua con jarabe de glucosa”, es un ejemplo de los aditivos que pueden recibir los ingredientes básicos (frutas y hortalizas) que se están procesando para su preservación al convertirlos en productos de consumo. Pero, dependiendo del tipo de artículo, de su clase de envase y mercado al cual está destinado para su venta, las “mezclas”, “conservadores”, “preservativos” etcétera, pueden ser, además del jarabe de glucosa, otros edulcorantes nutritivos como: sacarosa, azúcar, dextrosa, y ciertos ácidos, sodio o potasio, etcétera. Los procesos de transformación pueden variar de acuerdo con el tipo de

Lavado agua clorada

Selección

Corte pulpa

producto (jugo, puré, néctar, mermelada, rebanada, ensalada, verduras mixtas, verduras cocidas, precocidas etcétera), según la presentación y envase del mismo (vidrio, plástico, lata, aluminio, papel, etcétera) y, el mercado al cual va dirigido. Estos procesos son: Escaldado. El escaldado consiste en la inmersión del producto en agua a una temperatura de 950C con un tiempo variable; también se puede llevar a cabo mediante la aplicación de vapor de agua. La temperatura aplicada y la duración dependen de la especie, de su estado de madurez y de su tamaño. Los objetivos del escaldado son: Inactivación de las enzimas, ablandamiento del producto, acentuación del color natural entre otros. Pasteurización y esterilización. Tratamiento térmico cuyo fin es eliminar

Trituración

Diversas líneas de productos Materia prima Mano de obra Cargos indirectos

Mezcla de agua con jarabe de glucosa

Etiquetado y envasado

Cáscaras huesos fibras

Almacén de subproductos

Almacén de artículos terminados

Cuadro 1. Proceso de producción en la industria de conservas de frutas.

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los microorganismos. Sin embargo, muchos productos no admiten temperaturas elevadas puesto que pueden producir su degradación. Deshidratación. Esta operación es la que hace posible la separación del agua que humedece al producto. Enfriamiento o congelamiento. En ocasiones se hace necesario enfriar o congelar rápidamente el producto, esto permite inhibir la actividad enzimática y bacteriana así como fijar e intensificar el color y sabor. Es el mejor método para la conservación de concentrados de cítricos, frutas rebanadas o en cubos como el mango, piña, durazno, melón, etcétera. Determinar el costo de los diferentes procesos, antes del último (envase), no representa ningún problema, ya que al procesarse un solo tipo de materia prima, incluyendo los aditivos (substancias que

Conceptos Materias primas: Puré de mango Jarabe de glucosa Envase de vidrio de 1.5 kg Envase de vidrio de 1.0 kg Envase de vidrio de .50 kg Mano de obra Cargos indirectos

se emplean en el proceso de fabricación de los alimentos o para propósitos de procesamiento o conservación al agregarlos, mezclarlos, infiltrarlos, o a través de otros medios, como: agua, preservativos, edulcorantes, ácidos, jarabes, etcétera), el costo de cada uno de los procesos corresponde a la materia prima manufacturada que se transfiere a los siguientes procesos. Solo hasta acumularse en la operación de etiquetado y envase que los costos totales se deben aplicar a cada lote de artículos. Es decir, prorratear los costos acumulados entre los diversos productos de acuerdo con la especificación o “fórmula de contenido teórico” respectiva; como se indica en el siguiente ejemplo, relativo a una industria procesadora de “Frascos de puré de mango”. (Véase cuadro 2).

Producto “A” Frasco 1.5 kg

Producto “B” Frasco 1.0 kg

Producto “C” Frasco .50 kg

1.5 kg 1.0 l 1 envase

1.0 kg .50 l

.50 kg .20 l

1 envase

1 envase

10 mn 10 mn

5 mn 5 mn

18 mn 18 mn

Cuadro 2. Fórmula de contenido teórico por unidad.

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Los costos acumulados por cada uno de los elementos: Materia prima (puré, jarabe, envases), mano de obra e indirectos, se aplicarán a la producción terminada en proceso y a las unidades que se pierden, en proporción al consumo teórico por producto. Un ejemplo de “cédula de costos de fabricación” por línea de artículos, se presenta en el cuadro 3 para una producción de 4 000, 2 400 y 1 800 unidades terminadas de producto “A”, “B” y “C”, respectivamente.

Conceptos Materias primas: Puré de mango k. Jarabe de glucosa l. Envase 1.0 k. Envase .50 k. Mano de obra (horas) Cargos indirectos (horas) Costo total Costo unitario de prod.

especificaciones de cada artículo y al mismo tiempo llevar el control de los presupuestos respectivos. Esta clase de empresas que industrializan sus materias primas básicas (fruta fresca y hortaliza) principalmente, para la obtención de alimentos procesados con tendencia a la exportación, deben diseñar y aplicar sistemas de costeo que les permita conocer oportunamente los costos unitarios de los diversos productos,

Costo Incurrido

Consumo Teórico

Costo Unitario

46 500 55 600 8 400 3 600 262 500 350 000 $744 600

9 300 5 560 2 400 1 800 1 750 1 750

5.00 10.00 3.50 2.00 150.00 200.00

Costo de producción Prod. “A” Prod. “B” Prod. “C” 30 000 40 000

12 000 12 000 8 400

180 000 240 000 490 000 127.00

60 000 80 000 172 400 71.83

4 500 3 600 3 600 22 500 30 000 64 200 35.67

Cuadro 3. Cédula de costos de producción.

Cédulas iguales a la anterior se obtendrían para determinar los costos de las unidades equivalentes que quedan pendientes de terminar y para las unidades que se pierden en los procesos productivos. Para poder obtener las especificaciones o “cédulas de contenido teórico” de cada producto lo más apegado posible a la realidad, es necesario que la empresa aplique el sistema de costos estándar, con el propósito de facilitar la elaboración de los presupuestos de producción de los cuales se derivan las mencionadas “cédulas”. Será necesaria una comparación periódica de los consumos teóricos y los reales para mantener actualizadas las

valuar correctamente los inventarios y las utilidades, medir el desempeño de los administradores y de los responsables de los procesos productivos; llevar a cabo la planeación estratégica para incrementar la productividad, fijar precios de venta al exterior y ser más competitivos en los mercados internacionales.

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María Montessori: la intuición al servicio de la educación Luz María Ortega Villa Para educar al niño de manera distinta, para salvarlo de los conflictos que ponen en peligro su vida síquica, es necesario en primer lugar un paso fundamental, esencialísimo, del cual depende todo el éxito: y es de modificar al adulto. El niño. El secreto de la infancia. María Montessori

Foto del archivo fotográfico de Revista Universitaria.

T

ratar de explicar el sistema Montessori en unas cuantas páginas es, además de pretensioso, imposible. Para aprehenderlo cabalmente se hace necesario mucho más que leer la vasta obra de la autora (aunque lo considero indispensable): es menester comprobar su vialidad en la práctica, observar diariamente su aplicación en las escuelas adscritas a él y observar cómo cada niño* se convierte, en su trabajo diario, en “el padre del hombre”. En su obra, María Montessori deja ver un profundo misticismo, patente en los múltiples ejemplos que, tomando como base la Biblia para hacer reflexionar al lector. Sin embargo, su biografía nos revela a una mentalidad abierta, dispuesta al conocimiento espiritual más que religioso. Esa espiritualidad, característica montessoriana, se halla en franca oposición con respecto a otros métodos que consideran el desarrollo infantil como una mera expresión o consecuencia del desarrollo biológico, y a la mente del niño como un disco duro de computadora nueva que, estando en blanco, se

irá llenando con la información que reciba solo del medio externo. La obra de María Montessori lleva implícito el reconocimiento de la existencia del “alma” del niño y de una misión cósmica del hombre, para la cual se hace necesaria una “educación cósmica”.1 Si bien es cierto que tales conceptos se presentan a la mentalidad académica tradicional como “muy poco científicos”, permítaseme solicitar al lector que no descarte de antemano las tesis montessorianas en función de la información de su autora, sino que, en un alarde de condescendencia con quien fue producto de la mentalidad de su época, una mujer profesionista a principios del siglo pasado (lo cual en sí ya era un gran mérito), las considere desde la perspectiva del humanismo, pues es innegable que en nuestros días, recuperar los valores que nos permiten desarrollar lo mejor de los * Se utilizará el término “niño” de manera genérica para referirse tanto al género femenino como masculino. 1 Cfr. Montessori Jr. La educación para el desarrollo humano. Comprendiendo a Montessori, 1991, pp. 123-134.

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Más que un método educativo, el sistema Montessori puede considerarse una filosofía de vida

seres humanos es ya una tarea ineludible, si queremos, como especie, permanecer en este planeta en sana convivencia con sus demás habitantes, sean éstos hongos, minerales, plantas o animales. La propia María Montessori ya avizoraba esta necesidad cuando expresaba: Mientras hoy se denomina y se utilizan las riquezas de la tierra y sus energías, no se ha considerado aún la suprema energía que es el entendimiento del hombre: mientras se han explorado los oscuros abismos de las fuerzas naturales, no han sido iluminados aún los abismos del subconciente del hombre. El hombre. El hombre psíquico, abandonado a las circunstancias externas, se está convirtiendo en un destructor de sus propias construcciones.2

Así, más que un método educativo, el sistema Montessori puede considerarse una filosofía de vida. Porque si bien los recursos establecidos para la educación infantil son muchos y probados diariamente en las escuelas que siguen ese sistema, las concepciones tanto biológicas como filosóficas que le subyacen, conforman una verdadera cosmovisión. Porque ¿de qué otro modo podemos categorizar las afirmaciones de María Montessori cuando nos dice que los adultos nos “defendemos” del niño, de ese pequeño intruso que quiere intervenir en “nuestro” mundo antes de estar “preparado” por nosotros para ello? ¿No es esa una manera radicalmente distinta de concebir el mundo y las relaciones que en él establecemos con los niños? Y por consecuencia, y en congruencia al aceptar dichas nociones, ¿no exige de nosotros la modificación de nuestro comportamiento? Para lograr esa transformación, qué mejor que sea la mirada del niño la que nos devuelva la perspectiva.

El niño en la concepción montessoriana

En abierta oposición a lo que se nos ha dicho respecto de que el niño es un “perverso polimorfo”, en la obra de Montessori aquel se nos revela como la manifestación concreta y viva de un misterio que los

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adultos hemos perdido la capacidad de apreciar. No es el niño el pequeño tirano que exige nuestra atención, sino el ser amoroso que quiere amarnos porque no tiene otra opción: amar es su naturaleza. El niño ama la vida, ama el mundo y lo que en él descubre, y su amor se expresa en una incansable curiosidad y necesidad de contacto. Pero los adultos nos defendemos de él, no queremos que altere nuestra rutina con su incesante actividad, y por eso dedicamos tanto tiempo, recursos y energía en “educarlo”, en adaptarlo al mundo adulto desde el día de su nacimiento. Para María Montessori el sentimiento que se ha de tener hacia el recién nacido es “la veneración por el misterio de la creación, por el secreto de un infinito, que se condensa dentro de límites apreciables”.3 Por ello, el ambiente propicio para su desarrollo en los primeros meses de nacido ha de asemejarse al de un templo, tanto por la atmósfera de respeto como por las condiciones físicas (luz tenue, silencio, movimientos delicados), lo cual nos habla de esa veneración equiparable sólo a la que el creyente tiene por la hostia que se cuida en el sagrario. Al hablar de los cuidados que han de prodigarse al recién nacido, la autora hace énfasis en que el confort del niño es más importante que el lujo, y que el cuidado de su vida psíquica ha de estar por encima del cuidado de su cuerpo. El vestido del niño debe ser el menor posible, si no es que ninguno, el manejo de su cuerpo debe realizarse evitando la posición vertical y buscando al máximo posible posturas como la que guardaba en el vientre materno, todo ello como recursos para ir facilitando tanto la adaptación del bebé al medio en que nace, como el nacimiento espiritual del hombre, que se irá dando en los años posteriores. Porque para Montessori, el niño es un espíritu encarnado; y de igual manera que la encarnación del espíritu divino es uno de los grandes misterios del catolicismo, la encarnación del niño debe ser vista con respeto y admiración. 2 3

Montessori, Formación del hombre, 1986, p. 21. Ídem, El niño. El secreto de la infancia, 1990, p. 55.


Foto: Rocío Alejandra

El niño —dice María Montessori— posee una vida síquica activa aunque no puede manifestarla, porque debe elaborar lentamente y en secreto sus difíciles realizaciones. Este concepto sugiere una visión impresionante: la de un alma encarcelada, oscura, que intenta salir a la luz, nacer y crecer, y que poco a poco va animando a la carne inerte, llamándola con el grito de la voluntad, asomando a la luz de la conciencia con el esfuerzo del ser que nace. Y en el medio ambiente le espera el otro ser de ilimitado poder, enorme, gigantesco, que lo aferra y casi lo tritura.4

Esta visión montessoriana del niño encierra un enorme reto para todo adulto, ya no solamente para los padres o educadores, reto que Montessori plantea en función de una convicción espiritual: si creemos que los seres humanos somos más que carne, si creemos que nuestro cuerpo es el vehículo de expresión de un alma hecha “a imagen y semejanza” de su Creador, cada niño es EL ESPÍRITU encarnado (un “embrión espiritual”, le llama ella) y cada adulto es un obstáculo para el desarrollo de ese espíritu, porque nuestra sociedad no está preparada para tal hecho grandioso, porque simple y sencillamente no lo ve. Pensamos y creemos que podemos “moldear” al niño, “educarlo”, “enseñarle”... pero es él quien,

por estar más cerca de su esencia espiritual, puede mostrarnos la propia, la que hemos ido olvidando con el lapso de los años y el peso de las ideas socialmente aceptadas, “juiciosas”, “maduras”. A partir del conocimiento de que el desarrollo del organismo biológico se da a expensas del medio —recordemos que Montessori era médico de profesión— la autora afirma que ese embrión espiritual presente en el niño establece con el ambiente un intercambio a través del cual el individuo se forma y se perfecciona. El embrión se convierte en individuo a través de ese contacto que origina en el niño esfuerzos para asimilar el ambiente y que a su vez propicia el nacimiento de la unidad de la personalidad. En este proceso el espíritu se apropia de su instrumento luchando constantemente por su soberanía ante los embates del mundo de los adultos. Por eso, para Montessori el niño es el padre del hombre: es el niño quien, en su lucha por desarrollarse, va creando al hombre. A los padres y educadores corresponde, en todo caso, proveer el ambiente propicio para que el embrión espiritual se desarrolle a plenitud. Un ambiente en el que los objetos y las personas no lo son todo, pues existen elementos intangibles, pero 4

Ibídem, p. 71.

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Si creemos que nuestro cuerpo es el vehículo de expresión de un alma hecha “a imagen y semejanza” de su Creador, cada niño es EL ESPÍRITU encarnado un “embrión espiritual”. de manifestaciones innegables. Esos elementos son el orden, la disciplina y el silencio que imperan en un espacio de actividad que resulta interesante para el niño. Aquellos, al igual que el trabajo, son características del espíritu del niño, como lo comprobó María Montessori en una de sus primeras escuelas —casi albergues de niños indigentes—, a partir de cuyas experiencias fue delineando el método que hoy lleva su nombre. Así, con la intuición del genio y la sistematicidad de quien fuese formada en las ciencias médicas, Montessori primero observó la conducta de los niños y rescató de ella sus rasgos principales para luego, en un ambiente preparado y con los materiales adecuados, repetir y comprobar una y otra vez el resultado de sus observaciones iniciales y con base en ello dar a su método un carácter científico de profundas raíces humanistas.

De ahí que ella afirme que el niño como lo conocemos comúnmente (desordenado, rebelde, violento, perezoso, inestable, etcétera) no es el niño que por naturaleza sería. Esos niños a los que nos hemos acostumbrado (por haberlos hecho así) son “enfermos funcionalmente y pueden curarse siguiendo un tratamiento higiénico de vida psíquica: es decir, se pueden normalizar”.6 Y para Montessori “normalizar” no es uniformar, sino permitir que el individuo vuelva a funcionar normalmente al encontrar la guía de las leyes de la naturaleza en el interior de su alma: Eso que se llama “Método Montessori —dice la autora— gira en torno a ese punto esencial. Podemos decirlo con toda seguridad, después de cuarenta años de experiencia, después de repetidas pruebas entre todas las razas, en todos los países del mundo: la disciplina espontánea fue la base primera de todos los resultados maravillosos, como la explosión de la escritura y tantos otros progresos que se manifestaron a continuación. Es necesario lograr primero el “funcionamiento normal”, el estado de “salud”, y el estabilizar este estado de salud que hemos llamado “normalización”.7

Los elementos del “método”

Uno de los puntos centrales de lo que se conoce como educación Montessori es el reconocimiento de la existencia de un orden natural, un orden que es normalidad. Así como en la naturaleza hay un orden que la sustenta, en el ser humano existe también una tendencia natural a funcionar normalmente de acuerdo con un orden interno, que sin ser “bueno” ni “malo” es, a decir de la autora, condición para la bondad. Por eso, al abordar el tema del “método”, la autora expresa: No se ve el método. Lo que se ve es el alma del niño que, libre de obstáculos, actúa según su propia naturaleza. Las cualidades infantiles que hemos descubierto, pertenecen sencillamente a la vida, como los trinos y colores de los pájaros, los perfumes de las flores: no son el resultado de “un método de educación”. Sin embargo, es evidente que estos hechos naturales pueden sufrir la influencia de la educación, que tiene por objeto protegerlos y cultivarlos para favorecer su desarrollo.5

La experiencia de la autora es más que elocuente: como resultado de un terrible terremoto en Mesina, Italia, se le encomendó la tarea de establecer una escuela para niños que habían quedado huérfanos a consecuencia de ese desastre: niños que sufrían de insomnio o pesadillas, niños abatidos, sin ánimos de comer. Enfrentada al problema de hacer que resurgiera en ellos la alegría, gozó de todo el apoyo oficial para acondicionar su escuela con el ambiente físico apropiado y que hoy es característico de las instituciones Montessori. Los resultados no se hicieron esperar: lenta pero seguramente reapareció el apetito y el sueño se hizo apacible, los niños recuperaron su normalidad. “Todo 5 6 7

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Ibídem, p. 217. Montessori, Formación del hombre, p. 52. Ibídem, p. 54.


había sido destruido en el hombre y todo tuvo que reconstruirse y para ello fue necesario despertar las energías creadoras”.8 Esas energías se despliegan de manera espontánea y natural cuando al niño se le permite actuar en un ambiente de libertad. Este concepto, tan agriamente criticado por quienes no conocen de cerca el sistema Montessori, se confunde con la permisibilidad de que el niño haga lo que se le antoje. Nada más equivocado. A partir de las observaciones de la autora, se identificaron rasgos que los mismos niños “seleccionaron” como elementos de su ambiente formativo9 y que posteriormente Montessori reconoce como directrices de un método educativo. Dichos elementos son: 1. Trabajo individual • Repetición del ejercicio • Libre elección • Control de los errores • Análisis de los movimientos • Ejercicios de silencio • Buenos ademanes en las relaciones sociales • Orden en el ambiente • Aseo meticuloso de la persona • Educación de los sentidos • Escritura independiente de la lectura • Escritura procediendo a la lectura • Lectura sin libros • Disciplina en la libre actividad 2. Abolición de recompensas y castigos • Abolición de los silabarios • Abolición de las lecciones colectivas • Abolición de programas y exámenes • Abolición de juguetes y golosinas • Abolición de la cátedra de la maestra instructora De entre esas directrices, Montessori rescata un hilo conductor compuesto de tres elementos principales: el ambiente, el maestro y los materiales. Estos tres son, hoy en día, los pilares del sistema, tal como se aplica en los colegios Montessori.

La importancia del ambiente en el sistema Montessori

Si el ambiente actual de nuestras familias y por tanto de nuestra sociedad no está hecho para recibir al niño, es lógico que la propuesta montessoriana asigne una importancia central a la preparación de un ambiente que favorezca la formación del hombre a partir del niño, “un ambiente en el que todo sea acogedor y donde nada obstaculice el desarrollo”.10 El ambiente físico en una “casa de niños” Montessori recuerda al pueblo de Lilliput por las proporciones que guardan los objetos respecto de los que vemos cotidianamente: sillas y mesas pequeñas, objetos de la vida diaria (lavaderos, trapeadores, escobas) en miniatura, estantes a la altura de los pequeños... Estas innovaciones, ahora comunes en los jardines de niños públicos y privados, son una aportación montessoriana. Pero las observaciones y recomendaciones de la autora no se limitan a la preparación del mobiliario en las instalaciones escolares. Montessori entra a la cotidianidad del hogar y con su visión crítica destroza nuestros conceptos de higiene y seguridad del niño: las cunas altas como jaulas sirven para garantizar la despreocupación de los padres; los horarios rígidos para comer y dormir se imponen para comodidad de los adultos y no en función del hambre o cansancio de los niños; la “disciplina” y el respeto por los objetos del hogar (propiedad de los adultos) convierten a la palabra “¡NO!” en un lema de la batalla que libra el adulto contra el pequeño invasor; el niño que duerme en un cuarto separado de los padres lo hace para que sus necesidades no interfieran con el descanso de los mayores... y así, con un sinfín de ejemplos, la autora deja esbozada entre líneas una pregunta: ¿para qué desean los padres un hijo si no va a ser bienvenido en el hogar, si se le va a tratar como a un ilegal que se atreve a cruzar la frontera en su esfuerzo por encontrar las “maravillas” del mundo que dice “haberlo esperado ansiosamente” durante nueve meses?

Montessori, El niño. El secreto de la infancia, pp. 224. Ibídem, pp. 220-221. 10 Ibídem, p. 21. 8 9

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Si bien el método es aplicado principalmente en niños de un año y medio a seis años, Montessori misma vislumbró una universidad donde se aplicara esa filosofía de libertad para el conocimiento, aunque no desarrolló sus ideas El papel del maestro (el adulto)

Otro elemento sumamente importante es el adulto, y aun cuando forma parte del ambiente, se trata de manera especial precisamente por las características que María Montessori establece como requisitos de su actividad. El adulto, que en el caso de la escuela es el maestro, debe adaptarse a las necesidades del niño, de ahí que su papel de “guía” (como le llaman en este sistema) sea un tema que resulta incómodo para muchos mentores a los que se les propone pasar inadvertidos, borrar su autoridad, no limitar los esfuerzos del niño ni adjudicarse sus triunfos, respetando la personalidad infantil y las decisiones que cada niño toma respecto del material con el que desea trabajar. (Lamentablemente, esta tesis solo se sigue durante el horario de labores de las escuelas, y en casa los padres de familia muy pocas veces apoyan —ya no digamos estimulan— esta preponderancia de los intereses y necesidades del niño sobre los del adulto). La concepción del “guía” como elemento de apoyo para el desarrollo de la naturaleza interior del niño es contraria a la idea común de que la educadora conoce de antemano el comportamiento del niño y sabe lo que debe hacer para instruirlo; la tesis montessoriana exige que la maestra no tenga ideas preconcebidas, ni aun respecto de los tipos infantiles “desviados”, pues el niño mostrará su verdadera naturaleza cuando se concentre en un trabajo que le atraiga. Una vez logrado eso, se irá desplegando ante el adulto la maravilla del espíritu. Esta consideración distinta respecto del niño requiere una preparación que no es solamente teórica. María Montessori insiste en la necesidad de la preparación moral, que exige una constante autoindignación para eliminar en la personalidad adulta los defectos que obstaculicen sus relaciones con los niños, uno de los cuales, que la autora llama “pecado mortal”, es la cólera, pues con ella se presenta otro defecto igualmente pernicioso: el orgullo. La cólera no implica violencia material, sino otras formas más refinadas de conducta que disfrazan su origen. Cólera es, para Montessori, “una reacción a la resistencia abierta del niño ante las exigencias de los adultos, pero delante de las oscuras expresiones del

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alma infantil, la cólera y el orgullo se amalgaman para formar un estado complejo, asumiendo la forma precisa, tranquila y respetable llamada tiranía. [...] El adulto domina al niño en virtud del derecho natural que posee simplemente por el hecho de ser adulto”.11 Por ello, el maestro (y los padres, agregaría yo) debe examinar su propio corazón y renunciar a la tiranía, “ha de saber humillarse y revestirse de caridad. Estas son las disposiciones de alma que ha de adquirir, la base esencial de la balanza, el punto de apoyo indispensable de su equilibrio”.12 La figura del maestro como aquel que sirve, no el que es servido, se explicita en la obra de Montessori. El maestro debe servir al desarrollo, no bloquearlo, y esto no significa “no hacer nada” o dejar “que el niño haga todo lo que quiera”, sino guiarlo a sus propios descubrimientos, que se quedarán en el ambiente preparado para tal fin. La actividad de la guía tiene como finalidad que el niño encuentre un trabajo que lo atraiga para que empiece a concentrarse, y para ello en el comportamiento de este adulto han de presentar tres aspectos:13 1. Ser guardiana y custodia del ambiente. Esto se refiere al cuidado del orden, limpieza y disponibilidad de los materiales, así como al cuidado del espacio físico en que el niño desarrolla su actividad. 2. Atraer al niño. En este sentido, para lograr la atención del niño la guía ha de invitarlo al trabajo, procurando que aquellos niños que aún no entran en la dinámica de la actividad montessoriana, no obstaculicen a los demás. Y esto se logra no a través de órdenes o instrucciones, sino por medio de invitaciones casuales a ciertas actividades, generalmente de las que pertenecen al orden de “vida práctica” con las cuales el niño está más familiarizado (lustrar zapatos, lavar ropa, pasar líquidos de un recipiente a otro, barrer, limpiar, trapear, etcétera).

11 12 13

Ibídem, p. 237. Ibídem. Montessori, La mente absorbente del niño, 1988, p. 348.


3. No interferir. Una vez que el niño ha logrado concentrarse en una actividad, la educadora no debe intervenir, a riesgo de interrumpir el delicado proceso recién iniciado. En ocasiones, basta con que el niño se sienta observado, para que cambie de actividad. Sin embargo, cuando el propio pequeño es quien solicita una opinión acerca de su trabajo, se le debe dar sin dedicar mucho tiempo al acto. El éxito en esta misión se puede expresar en palabras de María Montessori: “Ahora los niños trabajan como si yo no existiera.14

Explosiones, nebulosa y materiales

Los materiales utilizados en el método Montessori han sido elaborados para propiciar el conocimiento en el niño a partir de los sentidos, con base en la distinción y graduación de las características percibidas. El tacto, la vista y el oído son tres sentidos que se utilizan de manera conjunta en la mayoría de los materiales. El gusto y el olfato, por su parte, se utilizan para la distinción y graduación de sustancias o alimentos. Otra característica de los materiales es que proporcionan conocimientos en distintos niveles del desarrollo del niño: por ejemplo, un material que para los más pequeños puede servir para la distinción de tamaños y secuencias (como la “torre rosa”, que más adelante se menciona) para otro en edad escolar es útil en la comprensión de volúmenes en el sistema métrico decimal. Un principio presente de manera constante en el uso de materiales Montessori es que “el orden surge del caos”.15 Así, los elementos de un material determinado se presentan al niño en desorden, para que sea él quien vaya encontrando las secuencias y ordenamientos después de un ejemplo proporcionado por la educadora. Un concepto subyacente a la utilización de los materiales Montessori es lo que su creadora llama “explosiones”, que se refiere a los momentos en que la mente del niño (“mente absorbente” la llama ella) gracias al contacto con los objetos del medio, desarrolla un proceso interno y pleno de misterio, a través del cual va conociendo conceptos, normas y realizaciones prácticas que en un momento dado, como un volcán, “hacen erupción” a la superficie, se vuelven observables por el adulto.

Un ejemplo claro lo da la autora al explicar la explosión del lenguaje en el niño, después de un largo periodo que inicia en el nacimiento, y donde el niño es sensible a los sonidos de la voz humana, atento al movimiento de los labios de los adultos, para luego ir emitiendo monosílabos que lo hacen consciente de su propia capacidad de articulación verbal. Posteriormente, el niño dirá frases incompletas, para más tarde, alrededor de los dos años, estructurar oraciones de mayor complejidad y con pleno sentido. Todo esto, dice María Montessori, sin que alguien le hubiera dado a conocer al pequeño las reglas gramaticales por las cuales las palabras se vuelven discurso: “Sin colaborar con su esfuerzo, solo ‘viviendo’, el individuo absorbe del ambiente un hecho complejo de cultura, como es el lenguaje”.16 Para Montessori la mente absorbente del niño aprende por el contacto, y a partir de él elabora sus conocimientos sin intervención del adulto. En este proceso, la totalidad de lo “absorbido” por el niño se presenta a la vida psíquica como lo que Montessori denomina “nebulosa”: una masa aún informe de la cual la conciencia del niño deducirá el orden subyacente. Una vez que tal orden ha sido encontrado, su expresión aflora y se manifiesta como una explosión: cuando el niño aprende a hablar, 14 15 16

Ibídem, p. 356. Stading, 1980, p. 110. Montessori, Formación del hombre, p. 98.

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El sistema Montessori no contempla el juego sino el trabajo, entendido como una actividad placentera elegida por el niño nadie lo puede callar; cuando aprende a leer, los letreros en la calle son pocos; al aprender a sumar, todo lo que le rodea puede ser apreciado como cantidades. Dichas explosiones se propician con el uso de los materiales preparados, utilizados en un ambiente adecuado y dejando al niño en libertad de elegir aquellos que le parezcan interesantes, ya que existen etapas en su desarrollo en que el niño se muestra proclive a ciertos conocimientos y realizaciones, etapas que Montessori llama “periodos sensitivos” y que deben ser atentamente cuidados por los educadores a fin de no desaprovecharlos pues una vez pasada esa etapa, el conocimiento que pudo haberse adquirido de manera natural y sencilla, se vuelve difícil de aprender. Algunos de los materiales Montessori más conocidos son: Ejercicios de la vida práctica. Han sido diseñados para ejercitar en los niños más pequeños la coordinación muscular, propiciar el espíritu de colaboración en el hogar, el sentimiento de autosuficiencia y despertar su interés en las actividades de mayor complejidad. En este grupo se cuentan acciones como barrer, trapear, lavar un pedazo de tela en un lavadero pequeño, atar las cintas de una tablilla, lustrar zapatos, llevar una charola con recipientes con agua de un lado a otro sin derramar líquido, etcétera. Los cilindros. Consiste en la colocación de diez cilindros de diverso diámetro en sus respectivos agujeros. Una variación es una serie en la que todos los cilindros tienen el mismo diámetro pero distinta profundidad. Los sentidos puestos en juego son la vista y el tacto. En un nivel superior de conocimiento, los cilindros pueden ser utilizados como unidades de medida. Las tablas de color: Diversas tablillas de madera del mismo tamaño y material están pintadas en tonalidades diferentes de varios colores, de manera que los sentidos se concentren en un solo estímulo. El ejercicio consiste en colocar las tablillas de acuerdo con la graduación de matices de cada color. La torre rosa. Diez cubos de madera en color rosa se le proporcionan al niño para que los coloque en orden descendente de tamaño a partir de la vista y el tacto. En un nivel superior, el cubo mayor

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corresponde al volumen de un litro, y el cubo menor, a un centímetro cúbico. Las letras de lija. El alfabeto completo se presenta al niño en las letras recortadas en papel de lija montada en cartón rígido. El niño recorrerá la silueta de la letra con su dedo a la vez que repite el sonido. Una variación consiste en tener la silueta de la letra en bajorrelieve, de modo que el niño la recorra con un palo semejante a un lápiz. En un nivel de mayor complejidad, el niño pasa de manera espontánea a formar parejas que forman sílabas, y posteriormente a la construcción de palabras. Sirve de base para la explosión de la lectura y de la escritura. La escalera. Está formada por diez varas de madera de un centímetro por lado en longitudes variables desde 10 cm hasta un metro. El niño habrá de colocarlas por tamaño formando una pirámide. Una variación es la escalera en que cada vara tiene pintadas secciones de 10 cm en dos colores alternados, lo cual permitirá posteriormente aprender los conceptos de unidad de longitud (decímetros y metros). Números. Los números recortados o en tarjetas se encuentran disponibles para su utilización, por ejemplo, en conjunto con las varas, a las cuales se asignará el que corresponda según la cantidad de secciones que la formen. También tarjetas numéricas para la contabilización de unidades, decenas, centenas y para la realización de operaciones matemáticas. Figuras geométricas. Existen varios ejercicios en este grupo. El más sencillo consiste en colocar diversas figuras en sus respectivos lugares a través de la identificación de las siluetas (a manera de rompecabezas sencillo), de las cuales la guía habrá dado a conocer el nombre respectivo. Los niveles más complejos prescinden gradualmente del volumen, hasta quedar en la silueta dibujada por líneas delgadas, o en una figura hueca cuyo contorno se delinea con lápices. Esto, a fin de propiciar mayores niveles de abstracción y menor utilización de los sentidos, y llegando a la identificación de figuras geométricas en objetos de la vida diaria. Las campanas. Este material consiste en una serie de campanas del mismo tamaño, color, forma y


material, por lo que la única manera de distinguirlas es a través del sonido que emiten. La actividad del niño consiste en un primer momento, en acomodar las campanas según su tonalidad. Posteriormente, el niño podrá reconocer notas musicales y reproducir partes de piezas conocidas así como componer melodías propias. Tarjetas con figuras y su correspondiente palabra escrita. Sirven para que el niño identifique las palabras y repita los sonidos de la misma. Papel y lápices. Estos deben estar siempre disponibles para permitir que el niño los utilice en cualquier momento que su desarrollo lo requiera, como por ejemplo en las explosiones de la escritura y la identificación de figuras geométricas. Jardín con flores. Es una parte constituyente de lo que María Montessori concibe como armonía y orden en el espacio preparado. Además, permite desarrollar el cuidado por la naturaleza, a la vez que su observación, y es de utilidad para el conocimiento de las variedades de plantas, tipos de hojas, etcétera. Como se ve, María Montessori daba una especial importancia al pensamiento matemático y a las nociones de clasificación y ordenamiento como base para el desarrollo de operaciones mentales superiores. Asimismo, su preocupación por sentar las bases de la lectoescritura marcó uno de sus más notorios éxitos. Si bien el método es aplicado principalmente en niños de un año y medio a seis años, Montessori misma vislumbró una universidad donde se aplicara esa filosofía de libertad para el conocimiento, aunque no desarrolló sus ideas. A nivel primaria, dejó esbozados algunos programas y la manera de utilizar los materiales didácticos, pero son pocas las instituciones primarias Montessori en el mundo, por lo que la difusión del método se ha limitado al nivel preescolar, en el que se ha centrado la mayor parte de la crítica.

Críticas al método Montessori

En México, los colegios privados que siguen los principios de María Montessori lo hacen principalmente a nivel de preescolar, y en la sociedad actual no hay fuertes elementos de crítica al mismo. De hecho, el estado de Baja California ha registrado en los últimos diez años un “boom montessoriano”, debido en parte al establecimiento en la ciudad de Tijuana, de la escuela de capacitación para mujeres educadoras.

Por el contrario, en los Estados Unidos, la crítica al sistema Montessori tiene su precursor en William Heard Kilpatrick, quien en 1914 publicó sus observaciones después de haber visitado Roma en 1912.17 Si bien muchas de sus observaciones han sido ya argumentadas, conviene repasar los principales puntos en los que se basa la crítica,18 muchos de los cuales —como veremos— parten del desconocimiento de la obra montessoriana o de una aplicación parcial de su método, así como de la influencia de las corrientes conductista y funcionalista de la psicología en la sociedad estadounidense. 1. El programa fomenta el egocentrismo y descuida los aspectos de socialización. Si bien el trabajo del niño es primordialmente individual, Montessori misma documenta y se alegra de la solidaridad que surge entre niños mayores hacia aquellos más pequeños o con dificultades en el uso de los materiales. La diferencia estriba en que en el ambiente montessoriano la socialización no es impuesta, como en las escuelas tradicionales que obligan al niño a participar en actividades de grupo. 2. Tanto los materiales como el programa están demasiado estructurados y no dan lugar al arte, a la creatividad ni a la imaginación. Como parte de los materiales Montessori se tienen caballetes de pintura que se utilizan previa colocación de un delantal, existen además actividades de dibujo y moldeo. Por otra parte, de acuerdo con el programa de Montessori, los materiales no deben ser utilizados para jugar, y en tal sentido esta norma es congruente con otros métodos educativos. Pero si no existe creatividad en los “descubrimientos” matemáticos del niño, en el uso de las campanas para componer melodías o en la formación de palabras con las letras recortadas, no cabe comentario. 3. El programa Montessori no da lugar al juego. En efecto, si entendemos por juego la actividad relajada del niño que “descansa” de la escuela, el sistema Montessori no contempla el juego sino el trabajo, entendido como una actividad placentera elegida por el niño, y en la cual puede ocuparse durante horas sin distracción. Es el concepto adulto de trabajo, como actividad pesada y obligatoria, el

17 18

Patterson, 1982, p. 51. Ver von Haden y King, 1972, pp. 95-100.

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Uno de los puntos centrales de lo que se conoce como educación Montessori es el reconocimiento de la existencia de un orden natural, un orden que es normalidad

que provoca la confusión. En un sistema de educación tradicional, ir a la escuela es un verdadero trabajo. Aun con todo, quizá como una adaptación americana al sistema, se contempla en las escuelas Montessori un tiempo de “recreo”. Por otra parte, cabe agregar que el niño no pasa todo el día en la institución escolar y que en casa tiene tiempo para desarrollar actividades lúdicas. 4. Los niños que provienen de escuelas Montessori encuentran dificultad para adaptarse a sistemas más rígidos o tradicionales. En la práctica, la experiencia personal es que los niños de sistema Montessori son menos desordenados y más respetuosos de sus semejantes que aquellos que provienen de jardines tradicionales.19 5. Las escuelas Montessori se orientan solo a niños de clase media y alta. Esta, más que una crítica al método, es una observación respecto de la situación del sistema educativo oficial y a la preeminencia que en él tiene la corriente conductista, lo que ha hecho que las escuelas privadas sean más permeables a las innovaciones en métodos educativos, con el consecuente prestigio social que se gana y el costo económico que los padres deben pagar por estar “a la moda educativa”. 6. No existe una fundamentación teórica del método. Si bien María Montessori dedujo su programa educativo de la observación de los pequeños, sus elaboraciones teórico-filosóficas están expresadas —fundamentalmente— en las obras El niño. El secreto de la infancia y en La mente absorbente del niño, en las que sin entrar en polémica con las corrientes psicológicas del desarrollo infantil en boga en su tiempo (fines del siglo XIX y principios del XX), muestra coincidencias con las ideas de Jean Piaget, sobre todo en lo concerniente a la importancia de las actividades sensorio-motoras, a la existencia de etapas de desarrollo mental en el niño y al individualismo de los pequeños, así como en lo que se refiere a la conductora repetitiva como elemento importante en el aprendizaje, reprobada por la psicología tradicional. No obstante, es de reconocer que Montessori no sistematizó a plenitud sus observaciones, sin que ello las invalide.20

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A toda esta crítica, esbozada de manera breve en las líneas anteriores, podría agregarse que la intencionalidad del método Montessori, expresada en la posibilidad de “normalizar” al niño, lleva implícita la idea de la adaptación al medio social y, en consecuencia, una futura aceptación del rol que como adulto le corresponderá en el medio productivo, donde el trabajo toma un papel central.

Conclusiones

Para quien esto escribe, la vigencia de las ideas pedagógicas de María Montessori es indiscutible. Nuestra sociedad, si bien ha avanzado en cuanto al reconocimiento de los derechos de los niños y a la formación de una mayor conciencia de responsabilidad respecto de su crianza, aún muestra la mayor parte de los rasgos que la autora denunciaba a principios de este siglo. La sensibilidad de Montessori es su mayor ventaja, al haber sabido “ponerse en los zapatos del otro”, en este caso los niños, y a partir de ese cambio de perspectiva, hacerse y hacer a los niños las preguntas que dieron base a su método, en el cual “nuestro primer maestro será el mismo niño, o mejor, el impulso vital con las leyes cósmicas que le conducen inconscientemente: no lo que nosotros llamamos ‘la voluntad del niño’, sino el misterioso querer que dirige su formación”.21 Si bien se le puede acusar de falta de academicismo, ella misma expresa que en tanto la naciente ciencia de la psicología avanzaba (recordemos que ella escribió en las primeras décadas del siglo XX) no era necesario esperar a que el trabajo científico estuviera terminado: “Basta con comprender la idea y proceder según sus indicaciones”.22 Para María Montessori la urgencia de la labor pedagógica no podía retrasarse, so pena de amenazar 19 Comunicación personal, Ma. Elena Muñoz Nieblas, directora de Colegio Montessori Sacbé, Mexicali, B.C. 20 Patterson, op. cit., pp. 61-63. 21 Montessori, Formación del hombre, p. 29. 22 Ibídem, p. 28.


la existencia de la raza humana. Es esa constante preocupación humanística la que la lleva a consideraciones espirituales respecto de la misión del niño en el mundo y el universo, y de ahí a la afirmación de que la educación de los niños es tarea insoslayable para el desarrollo de la humanidad. En palabras de la autora: O la educación contribuye a un movimiento de liberación universal, indicando el modo de defender y elevar a la humanidad, o se convierte en uno de esos órganos que han quedado atrofiados al no ser usados durante la evolución del organismo. [...] No se trata de “liberar” de algunas ataduras, se trata de reconstruir; y la reconstrucción exige la elaboración de una “ciencia del espíritu humano”.23

A esa ciencia del espíritu humano, que Montessori identifica como “el resurgimiento de la pedagogía bajo la guía de la psicología”, nuestra autora la llama psicopedagogía. Su desarrollo ulterior, la difusión de una mayor conciencia social sobre el respeto que debemos tener hacia los niños y la autovaloración que ellos mismos nos muestran, deben mucho a esta mujer que supo descubrirnos el secreto de la infancia.

Bibliografía

Montessori, María, Formación del hombre, Ed. Diana, México, 1986. La mente absorbente del niño, Ed. Diana, México, 1998. El niño. El secreto de la infancia, Ed. Diana, México,1990. Montessori Jr., Mario, La educación para el desarrollo humano. Comprendiendo a Montessori, Ed. Diana, México, 1991. Patterson, C. H., Bases para una teoría de la enseñanza y psicología de la educación, Ed. El manual moderno, México, 1982. Stading, E.M., La revolución Montessori en la educación, Siglo Veintiuno Editores, México, 1980. Von Haden, Herbert I. y Jean M. King, Innovaciones en educación. Pros y contras, Ed. Paidós, Argentina, 1972.

23

Ibídem, pp. 25-26.

Luz María Ortega Villa Docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Humanas, de la UABC.

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en la comunicación

ética en la construcción de la noticia La

Una mirada desde la frontera México-Estados Unidos Hugo Méndez Fierros

Es necesario que los media analicen el funcionamiento de los media. La gente espera que los media hagan su autocrítica, que se analicen a sí mismos. Del mismo modo que pueden ser exigentes respecto a otros sectores y profesiones, ¿por qué no van a serlo respecto a sí mismos?

Foto del archivo fotográfico de Revista Universitaria.

Ignacio Ramonet

a disonancia es el acuerdo resquebrajado, la nota musical que rompe la sinfonía, la no correspondencia, armonía ausente; así, hablar de disonancias en los compromisos éticos que la construcción de la noticia exige de manera natural, es enfrentar la realidad que vive el periodismo de nuestra región, caracterizada por una crisis de calidad informativa y credibilidad social.

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La perspectiva ética no se funda en abstracciones, es práctica, directa; desnuda las conductas humanas

Develar los intereses políticos y económicos que definen las rutinas productivas de las empresas informativas; denunciar las contradicciones del ejercicio periodístico que busca intereses venales; señalar el desequilibrio informativo ventajoso y excluyente, la preeminencia de datos oficialistas, la confusión de publicidad con información; hoy, son tareas urgentes. Con este trabajo se pretende el análisis de la relación indisoluble de la calidad ética y la calidad informativa que se crea y recrea en los procesos de construcción noticiosa, para lo cual se tomará como referencia el ejercicio periodístico desarrollado actualmente en la frontera México-Estados Unidos, concretamente en Mexicali, la capital del estado de Baja California, México. De inicio me propongo realizar una revisión conceptual de la ética periodística y ensayar un acercamiento al proceso de construcción de la noticia, centrándome en las características del periodista moderno, sus principios y responsabilidades; asimismo, revisaré las etapas de selección de la noticia y tematización que realizan las empresas informativas. Lo anterior con la intención de ilustrar a partir de las disonancias en los compromisos éticos, algunos casos prácticos de la crisis periodística a la que hemos hecho referencia.

La ética y el periodismo

La ética es definida en su forma básica como una rama de la filosofía y participa de sus características principalmente por su interés en la entraña o esencia misma del acto humano, en el cual busca su valor de bondad moral, penetrando así hasta las causas supremas de la conducta humana.1 Para Javier Darío Restrepo, periodista y estudioso de la materia, la ética es: lo correcto y lo justo; sentirse bien consigo mismo y con el otro; responsabilidad y transparencia; valor absoluto y supremo; escala de valores que mide la conducta del hombre y de la sociedad; característica de la conducta humana que busca ajustarse a valores sociales; una actitud; conjunto de normas que rigen

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el proceder de las personas; conjunto de valores morales adquiridos a través de la experiencia y que norman la conducta; algo subjetivo, relativo a la moral de cada persona; honestidad. Hablar de las decisiones entre lo bueno y lo malo obliga de facto a esbozar una definición para estos vocablos, en este sentido, Jean Paul Sartre nos dice qué es bueno y qué es malo: eso que dentro de tu libertad sea bueno o malo, pero que al mismo tiempo no viole los derechos de los demás. La ética de los bienes dice que lo bueno y lo malo no son conceptos abstractos sino que están en las cosas, en las situaciones y las personas. Y aparece algo que es la ética de los valores y que es un avance importante pensar en el valor en sí. Cuando se realiza el valor de algo, es lo bueno, cuando se contradice el valor de algo, es lo malo, lo cual viene a coincidir con la ética aristotélica. Para Aristóteles es bueno aquello que obedece a la naturaleza de algo o alguien y es malo lo que contradice su naturaleza. Por otra parte la ética comunicativa se plantea que lo ético viene a ser el resultado de un consenso de las personas. ¿Y en qué se funda el consenso? En que las personas, dado el conocimiento que tienen de sí mismas, y de la naturaleza de las cosas y de la sociedad, pueden saber qué es lo bueno y qué es lo malo. Si nos ceñimos a las ideas anteriores podemos entender entonces a la ética como filosofía, pero también como ciencia que tiene como objeto de estudio la aplicación de la conducta humana en un contexto determinado; que mantiene un carácter histórico, concreto y mutable; asimismo, la ética está caracterizada por el consenso grupal y por actuar de manera interna ajena a cualquier aparato coercitivo. La perspectiva ética no se funda en abstracciones, es práctica, directa, desnuda las conductas humanas. En el caso del oficio de las noticias los reporteros deben enfrentar de manera cotidiana la toma de decisiones entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo justo y lo injusto, lo que añade a su trabajo un rigor que se puede evaluar sólo en la práctica diaria. 1

Gutiérrez, 1997.


De esta manera nos aproximamos a uno de los puntos —el que motiva la exposición de estas ideas— donde se cruzan y se funden en una relación indisoluble la calidad ética y la calidad informativa: la construcción de la noticia.

Selección, inclusión y exclusión de la noticia

La construcción de la noticia es el proceso mediante el cual reporteros, jefes de información y directores de empresas informativas, seleccionan y discriminan hechos de la realidad social, los jerarquizan y los venden al público como información. La consideración de que los medios son constructores de opinión y no meros espejos de una sociedad, ha significado entender de manera definitiva que las noticias “no existen” si no están inscritas y son legitimadas en los espacios de los medios de comunicación, son las propias empresas informativas las que deciden qué hechos son noticia o no, y, por lo tanto, quienes administran el material informativo del que se nutre la opinión pública.2 El discurso periodístico tradicional tiene cinco características fundamentales: a)actualidad: el objeto de la noticia es lo que se acaba de producir, anunciar o descubrir; b) novedad: el hecho noticiable se sale de la rutina cotidiana, es excepcional y se transmite en el menor tiempo posible; c) veracidad: las noticias deben ser verídicas, es decir, responder lo más

fielmente posible a la verdad; d) periodicidad: los hechos noticiables se presentan al público con un intervalo fijo de tiempo; y e) interés público: los hechos periodísticos tienen como característica fundamental la de servir a las expectativas y necesidades de información de un público masivo.3 De esta manera entendemos la noticia como una representación de la actualidad que en su confección atiende como ejes principales, a la veracidad y el interés público. Bajo estas premisas la labor del periodista debe estar enmarcada en la responsabilidad social y la honestidad. El periodista es, según Hugo Aznar, el primer responsable de la calidad y de la objetividad de la información y debe esforzarse en presentar una información veraz, lo más completa posible, interesante, actual y de alta calidad.4 Manuel López define al periodista como aquel profesional con una base cultural sólida que domina las técnicas periodísticas y está dotado de criterios personales basados en la honestidad y el respeto a la verdad.5

De Foncuberta, 1998. Ibídem. 4 Aznar, 1999. 5 López, 1995. 2 3

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Entendemos la noticia como una representación de la actualidad que en su confección atiende como ejes principales, a la veracidad y el interés público. Bajo estas premisas, la labor del periodista debe estar enmarcada en la responsabilidad social y la honestidad

Mientras que para la socióloga Gaye Tuchman ser periodista significa conocer la forma idónea de encontrar relatos pertinentes para la ubicación que uno tiene en la red informativa.6 En realidad el periodista podría ser considerado también como un historiador y como un intelectual. Como historiador, porque en realidad está haciendo la crónica diaria de su mundo. Como intelectual porque es intérprete del devenir y trata de orientarse y de orientar a los demás en los procesos de cambio.7 Las anteriores concepciones del periodista nos enseñan que su naturaleza es la de un ser honesto, responsable, solidario, que vive con amplia vocación de servicio a los demás y que a través de la consecución y difusión de la verdad periodística busca el beneficio social. Eugene Goodwin señala que los periodistas más éticos del gremio se descubren detrás de las operaciones periodísticas de calidad, grandes y pequeñas. Si como parece, calidad y ética van de la mano, entonces el periodismo tiene por delante todo un programa de mejoras por cumplir si quiere definirse como una vocación ética. Los valores éticos y técnicos se entrelazan en la raíz de la profesión periodística. Quien atenta contra los preceptos éticos reconocidos y consensuados por el propio gremio, corrompe su calidad informativa; no hay forma de transgredir los valores éticos sin dañar el fin último de todo hacedor de noticias: un producto informativo de interés público que contiene la verdad sobre un suceso. El trabajo reporteril tiene como deber fundamental la búsqueda de la verdad en todo momento y contra todo interés; esa es la excelsa función del trabajo periodístico, encontrar y transmitir la verdad, sin cortapisas, de espalda a las prebendas, ignorando los acuerdos por debajo del mantel, en franco desacato ante las imposiciones cargadas de intereses empresariales que se suscitan en las propias

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salas de redacción, renunciando a la pereza inducida por el añejo vicio del boletín oficial y a la información redactada en las distintas oficinas de comunicación social de los gobiernos. No obstante, hoy en día, igual que el resto de las actividades sociales, el periodismo se ve afectado por la crisis de los valores tradicionales y su reemplazo por el culto al dinero por sobre las relaciones humanas, factores que se conjugan para hacer perder de vista que el último fin del periodismo no es el éxito individual sino la búsqueda del bien común.8 La venalidad, el sometimiento a intereses económicos, la aceptación de prebendas que comprometen el ejercicio profesional en el afán de estrellato, no son “calumnias de la oposición” sino realidades desafortunadas y tangibles que afectan la credibilidad tanto de justos como de pecadores y contribuyen al desprestigio general de la profesión.9

Violaciones a la veracidad. Un caso: El suicida de la línea fronteriza

Diario: La voz de la frontera, editado en Mexicali, Baja California con un tiraje aproximado de 20 000 ejemplares. Es el diario más leído de la ciudad, que además se distribuye en todo el estado. Empresa: Organización Editorial Mexicana. Grupo monopólico que cuenta con más de 50 publicaciones periódicas en México. Domingo 7 de julio de 2002. Primera plana: “EN PLENO DÍA Y EN LA GARITA, SE SUICIDÓ” (más información página 3-A). Esta noticia de alto impacto social llamó nuestra atención de inmediato. Desafortunadamente el verano trae además de un intenso calor que sobrepasa los 48 grados centígrados, un incremento

Tuchman, 1995. Núñez, 1995. 8 Herrán, 1992. 9 Ibídem 6 7


considerable de intentos y consumaciones suicidas; no obstante, regularmente se indica que el acto se cometió en espacios privados y que la muerte fue recibida en soledad. Este caso reportado por el periódico La voz de la frontera, señalaba que el suceso se habría verificado en uno de los lugares más públicos de Mexicali: la garita de acceso a los Estados Unidos. “Con su cinto se colgó del cerco En pleno día y en la garita se suicidó”

Así rezaba la cabeza de la nota que fue firmada por Carlos Álvarez H.: Terrible experiencia vivieron cerca de un centenar de mexicalenses, cuando un sujeto de unos 26 años de edad, de pronto se salió de la “cola” (fila) que se formaba para pasar al otro lado (en este caso EU), para treparse (subirse) a una barda, quitarse el cinturón para atar un extremo a uno de los metales y el otro a su cuello, y después ante el alarido de horror de la gente dejarse caer y morir desnucado. Eran alrededor de las 10 de la mañana cuando el suicida, cuya identidad no ha sido revelada, escogió la garita vieja para, en un acto de desesperación, decidir quitarse la vida de esa manera, entre otros más que esta misma semana, decidieron abandonar este mundo. No obstante la rapidez con la que fue auxiliado por elementos de migración y de la Federal Preventiva que ahí se encuentran, ya no se pudo hacer nada por el individuo, quien falleció de manera instantánea, ante los horrorizados ojos de los testigos. Cuando llegaron los paramédicos, sólo certificaron que ya estaba muerto, por lo que a los pocos minutos llegó un Ministerio Público que ordenó que del cadáver se hiciera cargo el Servicio Médico Forense.

La información no cita ninguna fuente informativa oficial, el reportero no estuvo presente, ni hubo contrastación de datos. El cadáver nunca fue certificado ni llevado al Servicio Médico Forense, porque nunca existió. Días después el diario de la competencia desmintió el engaño flagrante y el reportero que mintió, al ser entrevistado volvió a mentir, dijo que recibió

una llamada anónima y ante la “hora del cierre” decidió publicar la noticia sin corroborar los datos. El afán de incrementar las ventas —qué paradoja— y el número de lectores han originado que en La voz de la frontera la información sensacionalista haya rebasado los propios límites de la página policíaca y ahora se lea diariamente en páginas principales la información relacionada con el narcotráfico, la muerte de emigrantes ilegales o en el caso que nos ocupa, un suicidio. La burda invención fue vendida a los lectores de La voz de la frontera como verdad, es ahí en donde se centra el conflicto ético, porque se engaña a la comunidad de una manera ventajosa. La responsabilidad no solo recae en el reportero, hay un jefe de información que quizá esté de acuerdo con las prácticas antiéticas o bien que no supervisa de una manera adecuada el trabajo reporteril. La cuestión principal es que el periódico no reconoció su equivoco a sus lectores, quienes legitiman su existencia, no se publicó una nota aclaratoria a pesar de que tanto la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Dirección de Seguridad Pública Municipal y el Servicio Médico Forense han manifestado que tal suicidio nunca existió. Este tipo de prácticas poco serias, atentan contra la buena voluntad del lector que paga por leer verdades y sólo se exterminarán cuando los lectores y los propios trabajadores de los medios entendamos en toda su dimensión que la libertad de prensa exige a quienes la ejercen principios, responsabilidad y humildad para rectificar los errores. En este sentido, la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET)generó las normas de ética y deontología profesional del periodista especializado y técnico, de entre las que destacan las siguientes:

Principios

El periodista especializado y técnico debe respetar seis principios básicos: la veracidad, y la objetividad en la información que produce; la imparcialidad en la interpretación de los hechos; la fidelidad al medio que trabaja; la defensa de la libertad de información y la voluntad de servicio al sector.

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Hoy en día, igual que el resto de las actividades sociales, el periodismo se ve afectado por la crisis de los valores tradicionales y su reemplazo por el culto al dinero por sobre las relaciones humanas, factores que se conjugan para hacer perder de vista que el último fin del periodismo no es el éxito individual sino la búsqueda del bien común Responsabilidades

El periodista especializado y técnico debe de asumir seis responsabilidades esenciales: la contractual con su empresa; la social con la opinión pública; la universal que surge del respeto a los valores generales y derechos humanos; la personal que arranca de sus propias convicciones; y la que deriva del servicio al sector o a la especialidad a la que se dedica.

Rectificación

Cuando publique una información falsa o incorrecta, sea cual fuere la razón, el periodista especializado y técnico deberá efectuar la corrección correspondiente, bien elaborando una nueva información en este sentido o dando cabida a la rectificación que remitan las partes interesadas.

Rumores o conjeturas

Los rumores o conjeturas deben ser desterrados de la actividad profesional del periodista especializado y técnico o, en su defecto, contrastados e identificadas sus fuentes que sean transformados en noticias o en opiniones.

Respeto del idioma

El periodista especializado y técnico está obligado a conocer y utilizar correctamente su idioma, evitando expresiones y calificativos incorrectos, velando por una adecuada ortografía y acentuación, así como evitando el empleo de barbarismos y siglas o vocablos no ortodoxos, sin su correspondiente aclaración.10 Dos de las fases del proceso de construcción de la noticia en las que los medios de la frontera bajacaliforniana han incurrido en disonancias de los compromisos éticos, son la selección y la tematización. Fue la socióloga estadounidense Gaye Tuchman una de las primeras observadoras que llamó la atención sobre el fenómeno de las prácticas informativas. Comprobó que la organización de las redacciones había impuesto un ritmo de trabajo que

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incidía en tres campos concretos (el espacio, el tiempo y las fuentes) y determinaba el temario de un medio.11 Históricamente han sido tres las funciones tradicionales del periodismo: la de informar (reflejar la realidad); la de formar (interpretarla) y la de entretener (ocupar el ocio).12 A las tres funciones clásicas hay que añadir en la actualidad una cuarta: la tematización. Por tematización se entiende el mecanismo de formación de opinión pública en el seno de la sociedad posindustrial a través del temario de los medios de comunicación. Es por medio de la tematización que la opinión pública reduce la complejidad social y hace posible la comunicación.13 Para Mar De Foncuberta los factores diversos que intervienen en la selección de las noticias a publicar responden a tres tipos de razones: a) la demanda de información del público; b) el interés de un medio en dar a conocer a su público determinados hechos ; y c) el propósito de distintos sectores de la sociedad de informar al público, a través de los medios, de determinados hechos que sirven a sus intereses.14 Mientras que para Manuel López la selección se realiza en función de las siguientes premisas: fuentes que merecen garantía y han sido homologadas por el medio —escenarios, espacio y ámbitos— en los que siempre encontramos noticias y, en tercer lugar, nuestra frecuencia temporal de salida al mercado, que condiciona absolutamente el producto. Incluir es centrar nuestros esfuerzos en trabajar sobre unas noticias que coinciden con los intereses fundamentales del producto y del lector.

Aznar, 1999. Tuchman, 1998. 12 De Foncuberta, 1998. 13 Ibídem. 14 Ibídem. 10 11


Naturalmente esta fase del proceso comporta que el medio considere que las informaciones incluidas inicialmente en el temario son un conflicto políticamente importante.15 La agenda temática no es otra cosa que el compendio de noticias, reportajes, crónicas, entrevistas, artículos, editoriales, informes, imágenes e incluso la publicidad que publica o emite un medio.16 Según Enric Saperas, tematizar es el proceso de movilización hacia la decisión, por cuanto exige la resolución de un problema estructural mediante la adopción de una opinión determinada.17 En este sentido Marletti nos dice que la tematización, más que la exposición de temas, supone centrar la atención en unos temas. De esta forma las noticias se asocian a términos más generales. Mediante la tematización se desarrolla el nivel cognitivo valorativo sobre los acontecimientos y los problemas que esto implica. En la tematización se da claramente una estrategia de interacción política.18 Marletti nos explica que tematizar, desde un punto de vista más concreto, significa disponer de criterios no solo argumentativos, sino de conveniencia útil y de influencia práctica con base en la cual un determinado tema debe inscribirse en la “agenda política nacional”.19 En la frontera de las californias hay una inmensa gama de situaciones y actores que día con día recomponemos nuestro imaginario social. La cultura popular es algo vivo que como espejo nos refleja y permite recrearnos para crecer y cambiar. Historias de vida de gran valor se pierden día con día, mientras las páginas de los diarios y las cámaras de televisión siguen concentrados en la reproducción de los discursos oficiales, de la declaración del gobernante, el empresario y la iglesia, que, de acuerdo, también conforman nuestra realidad, pero, ¿qué pasa con la otra cara de la luna? Los sectores más vulnerables de la sociedad, la niñez, los ancianos, la comunidad de discapacitados, las clases desprotegidas, los colonos de la periferia, los pobladores de nuestro valle agrícola, también pueden ser noticia fuera de un ambiente de negación; ellos también construyen nuestra ciudad día con día, ellos también tejen esta cultura que nos da la identidad como pueblo mexicano y norteño. Se requiere de medios que impulsen la participación ciudadana todos los días, no solo en tiempos electorales; una forma de lograrlo es a través

de la incorporación de los actores antes mencionados en los contenidos diarios de los medios de comunicación: realizar un periodismo incluyente, de utilidad para la sociedad, basado en la investigación seria y con un amplio acercamiento a los diversos grupos sociales. Es necesario ir más allá de los límites del centro de gobierno para conocer la otra realidad de Mexicali, en suma se trata de abandonar la comodidad y dejar de creer un poco en el adagio malicioso que nos dice que la comunicación masiva fue, es y seguirá siendo un acuerdo entre élites, las cuales, por antonomasia buscan el status quo de la sociedad. Esa otra parte de la ciudad que ignoran los medios es una mezcla de microhistorias con ejemplos de esfuerzo, carencias, abusos en la oscuridad que reclaman voz. Según López actualmente los medios de comunicación siguen políticas de establecimiento de agendas temáticas muy subjetivas: a) reiteran escenarios; b) repiten personajes; c) olvidan ciertos temas y; d) postergan ciertos sectores sociales.20 Podríamos decir que una buena parte de los medios de comunicación son un espejo insuficiente y deficiente que depara y materializa una imagen de la realidad que aunque distorsionada, será comúnmente aceptada por el público a través de la presencia reiterada de temas y personajes.21 Este panorama es sombrío, pero a la vez ha despertado el verdadero interés de algunos sectores de la sociedad por dar los primeros pincelazos a una obra que manifieste una ética civil —un concepto expresado en la academia periodística por Herrán y Restrepo—; en este contexto es importante destacar que el papel de los medios de comunicación es trascendental, y sobre todo el rol que juegue el gremio periodístico; no obstante éste parece no reaccionar, se muestra desarticulado, disociado y en variadas ocasiones muestra regodearse en ese vacío que cada vez le revierte menos credibilidad.

15 16 17 18 19 20 21

Borrat, 1995. López, 1995. Saperas, 1995. Marletti, 1998. Ibídem. López, 1995. Ibídem.

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A esa baja de guardia en la ética profesional le corresponde un descenso en la calidad del periodismo, apoltronado en el análisis superficial y espectacular de los hechos. Esa correspondencia casi matemática entre unas y otras calidades —las técnicas y las éticas— nos libra de la etiqueta de “moralistas”; el propósito no es señalar (desde la óptica de la investigación y la academia) desde un dudoso olimpo lo que es bueno y lo que es malo, sino contribuir con un aporte específico al movimiento de rebeldía contra la aceptación pasiva de nuestros vacíos.22 Ese desdén hacia la parte ética que ha acompañado el ejercicio periodístico en Baja California, con sus honrosas y muy destacables excepciones a lo largo de la historia, lo desnuda y define, las conclusiones no pueden ser optimistas; basta recordar las conductas oficialistas, bandálicas en muchos casos, la pereza de los reporteros ante la investigación, la omisión, la nula diferenciación entre publicidad e información, entre otras cuentas del largo rosario antiético. El periodismo bajacaliforniano se ha caracterizado por ser una empresa de múltiples rostros y empeños, una zona en constante pugna que sirve de espejo doble entre los poderes en turno y la sociedad fronteriza mexicana; periodismo de negocios en alza y asesinatos impunes, de confrontaciones, seducciones y engaños de toda índole.23 Tendrán que ser los propios periodistas, empresarios de los medios de comunicación y todo individuo que labore en este ámbito de la información, quienes deberán resarcir los daños hechos y aprovechar el trabajo digno que se ha realizado, no olvidemos que la ética se rige por consensos, no por mandatos superiores ni legales. El manejo de los diversos géneros periodísticos, la variedad y profundidad de las notas diarias, la creatividad y diversidad en las secciones, la investigación periodística, la confección de campañas de orden público que acerquen a los programas al cumplimiento de su función social es lo que sin duda hará posible la existencia de un periodismo de compromiso social, incluyente y democrático.

Bibliografía

Aznar, Hugo, Ética y periodismo: Códigos, estatutos y otros documentos de autorregulación, España. Ed. Paidós, 1993. De Foncuberta, Mar, La noticia: Pistas para percibir el mundo. España. Ed. Paidós, 1998. Gomis, Lorenzo, Teoría del periodismo: Cómo se forma el presente, España, Ed. Paidós, 1997. Goodwin, Eugene, A la búsqueda de una ética en el periodismo, México, Ed. Gernika,1994. Gutiérrez Sáenz, Raúl, Introducción a la ética, México, Ed. Esfinge, 1997. Herrán, María Teresa y Javier Darío Restrepo, Ética para periodistas, Colombia, Ed. Tercer mundo, 1992. Rivers L., William y Cleeve Methews, La ética en los medios de la comunicación, Nueva biblioteca de periodismo, segunda serie, México, Ed. Valle de México, 1998. Lambeth, Edmund B., Periodismo comprometido: Un código de ética para la profesión, México. Ed. Limusa, 1992. López, Manuel, Cómo se fabrican las noticias: Fuentes, selección y planificación, España, Ed. Paidós, 1995. Restrepo, Javier Darío, Cuadernos del taller de periodismo, vol. 1, Colombia, Fundación para un nuevo periodismo. Rodrigo Alsina, Miguel, La construcción de la noticia, España, Ed. Paidós, 1989. Tuchman, G., La producción de la noticia: Estudio sobre la construcción de la realidad, España, Ed. Gustavo Gili, 1983. Trujillo Muñoz, Gabriel, La canción del progreso: Vida y milagros del periodismo bajacaliforniano. México. Ed. Larva, 2000. Villanueva, Ernesto, Códigos europeos de ética periodística: Un análisis comparativo. México. Fundación Manuel Buendía, 1996.

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Herrán y Restrepo, 1992. Trujillo, 2000.

Hugo Méndez Fierros Profesor en la Facultad de Ciencias Humanas-UABC.

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Radio Universidad 104.1 Mhz. FM

Antigua escuela Cuauhtémoc, hoy Casa de la Cultura.

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G

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M

A

S :

A golpe de calor

Rock evolución

Visión digital

Ruidos y sonidos

Producción que busca crear una visión de los elementos que se conjugaron en el transcurso de 100 años para formar lo que es en la actualidad nuestra ciudad: su fisonomía, su dinámica y su identidad. Producción: Equipo de productores de Radio Universidad Lunes, 18:00 horas; viernes, 8:30 horas.

Un programa para disfrutar de las propuestas musicales de artistas y agrupaciones de los más diversos géneros (rock, jazz, fusión, electrónica, avant garde, etc.) y de los diferentes lugares del mundo y que busca servir como un apoyo y una guía para la apreciación de estas formas de expresión artística. Producción: Roberto Lupercio Miércoles, 18:30 horas.

Programa sobre las nuevas tecnologías en comunicación, que pretende difundir los avances tecnológicos en los medios masivos. Tecnología, la constante evolución comunicativa del hombre. Producción: Taller de Radio de la Facultad de Ciencias Humanas Miércoles, 15:00 horas.

Programa de apreciación musical que, frente a la música formal de occidente, manifiesta a través de la presentación de piezas musicales de compositores contemporáneos, que el sonido y el ruido han cambiado. He aquí la música nueva que abre nuestros oidos y nos enseña a escuchar el tiempo no estructurado. Producción: Xóchitl Zambrano Viernes, 13:00 horas.

Arte musical mexicano Acompáñenos a disfrutar de las más diversas expresiones de la música indígena y mestiza de nuestro país. Producción: Nora Cortez Miércoles, 6:30 horas.

Jazzeando Una hora con todo el jazz contemporáneo, tradicional y clásico. Producción: Ernesto Vivó Jueves, 16:00 horas.

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El viaje de la basura:

Una ruta hacia el desperdicio

Sara Ojeda Benítez

El problema de la contaminación surge cuando el hombre, al usar su inteligencia,

Fotografía: Sara Ojeda Benítez

aprovechó y transformó la naturaleza para obtener alimento, abrigo y otros productos que cubrieran sus necesidades. El resultado de estas actividades fue la aparición de desperdicios y cuya costumbre de desechos evolucionaría hasta la generación de la basura. Siglos atrás la basura no representaba un problema tan grave porque era poca la gente que vivía en el planeta y mucho el espacio para depositarla y además, los productos desechados no eran tóxicos y sí biodegradables; en la época actual la basura se ha convertido en uno de los principales problemas de contaminación debido a que el número de habitantes se ha multiplicado y se han sobrepoblado las zonas urbanas y los productos son cada vez más sintéticos.

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Fotografías: Sara Ojeda Benítez

La generación de basura se inicia desde el momento en que se extrae la materia prima para fabricar productos. Por ejemplo, para tener en nuestras manos un cuaderno fue necesario cortar un árbol y transformarlo; esta actividad generó basura. Aun cuando la basura que produce el hombre puede ser de diferentes tipos —como la basura visual de la televisión o la auditiva de cierta “música”—, en este artículo solo explicaremos el recorrido que sigue la basura que se genera en las casas, a la que se le conoce con el nombre de basura domiciliaria.

¿Qué es la basura? Una de las enfermedades de la sociedad moderna es su vicio consumista, satisfacerlo implica fabricar muchos artículos que luego se conviertirán en basura, aunque algunos de ellos podrían ser denominados residuos. Por ello es importante establecer una diferencia entre ambos conceptos para lo cual será necesario definirlos. Deffis1 afirma que la basura es todo objeto que no tiene ningún uso ni valor para conservarlo, por lo que se desea eliminarlo, deshacerse de él o desaparecerlo. Además, la basura es suciedad, falta de higiene, mal olor y fealdad. En este sentido Buenrostro2 señala que el término basura implica insalubridad y un deseo de deshacerse de ella. Por su parte, el residuo resulta de la descomposición o destrucción de una cosa y es la parte o porción que queda y puede tener valor. Por ejemplo, un recipiente de plástico que ya se utilizó es un residuo porque tiene un valor para otra persona, puede volver a usarse si se le lleva al lugar adecuado que son los centros de acopio que reciclan plástico.

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La generación de basura es el resultado de las diversas actividades que se realizan en una ciudad como la nuestra. La composición de la basura varía según el sitio, costumbres, hábitos de la gente, la época del año, puede cambiar con el paso del tiempo si se mejoran los niveles de vida y conforme se alcancen mejores comodidades. Por regla general, la gente que tiene un mejor nivel de vida produce una mayor cantidad de basura.

La basura que no lo es Cuando algo ya no sirve o nos estorba lo desechamos o lo tiramos a la basura; es decir, lo depositamos en una bolsa o en un bote para que se lo lleve el camión que recoge la basura. Esto provoca que cuando pensamos en ella la asociemos con imágenes desagradables o algo ajeno a nosotros, que nos molesta y estorba, y por ello exigimos que el municipio se la lleve y así termine nuestro problema. Sin embargo, es necesario que comencemos a pensar que el desagrado y los problemas que provoca la basura que generamos y depositamos en los botes o bolsas en nuestros hogares diariamente, es el resultado de nuestra forma de vida y del mal manejo que le damos a la basura. Lo que significa que debemos empezar por identificar la “basura” que no lo es, para no mezclarla. El nombre correcto es residuo, porque son materiales que han perdido valor o utilidad para sus propietarios pero pueden ser aprovechados por otras personas, transformándolos en otros productos o prolongando su utilidad. 1 2

Deffis, 1993. Buenrostro, 2001.


En el cuadro 1 se presenta la composición de la basura que se genera en una colonia en Mexicali indicando el porcentaje de residuos y de basura. Al mezclar los residuos con la basura se generan algunos problemas; entre ellos mayor cantidad de basura, olores desagradables, proliferación de moscas y otros insectos o contaminación por la asociación de residuos que deben estar separados, entre otros. Los residuos se dividen en dos grandes grupos. 1. Orgánicos. Son de origen biológico, que alguna vez tuvieron vida; es decir, todo aquello que nace, vive, se reproduce y muere. Es cualquier producto proveniente de algún organismo animal o vegetal; los residuos orgánicos generalmente están compuestos de desperdicios de comida así como de restos de plantas y vegetales. 2. Inorgánicos. Son todos aquellos materiales no biodegradables, esto quiere decir que tardan muchos años en transformarse por efectos de la naturaleza; por ejemplo, el plástico 450 años, la madera pintada 12 años, una lata de metal 100 años, etcétera. Esta clasificación nos ayudará para manejar adecuadamente la basura y evitar la contaminación que se genera por la mezcla que se hace de residuos.

La ruta El viaje de la basura de origen domiciliario inicia cuando los miembros de una familia tiran, al bote o a la bolsa de plástico, los residuos que ya no tienen ningún valor para ellos, por lo que le llaman basura; entre estos se puede encontrar una bolsa que contenía papitas, una cáscara de naranja, los tallos del apio con el que cocinaron, el calcetín que está desgastado del talón, las cajas vacías del cereal, las latas vacías de tomate, etcétera. Generalmente creemos que estos desperdicios llegan a su destino cuando los entregamos al camión recolector de la basura o peor, los tiramos a un terreno baldío. Sin embargo, a partir de aquí la basura recorre un largo y complicado camino que nosotros ni siquiera imaginamos.

Inicio del viaje La basura que generamos en hogares de la ciudad de Mexicali es recogida dos veces por semana para llegar a su destino. Durante este recorrido deben hacer una escala en el centro de transferencia y cambiar de transporte para continuar su viaje hasta el sitio de disposición final, que está ubicado al este de la ciudad, en el ejido Benito Juárez.

Composición Desechos de comida Residuos de jardín Madera Telas Periódico Empaque Revistas Papel de oficina Cartón Excremento de animal Papel diverso Papel celofán Cartón diverso Papel encerado Papel plastificado Plástico Hojalata Vidrio Aluminio Otros metales Bolsas de plástico Plástico diverso Vidrio diverso Residuos sanitarios Pañales desechables Poliestireno Otros Total

Residuos 46.43% 9.21% 0.65% 1.44% 2.56% 0.11% 0.81% 0.69% 0.76%

Basura

0.40% 0.77% 0.02% 2.76% 0.02% 0.29% 3.14% 1.28% 2.80% 0.18% 0.45%

73.27%

1.44% 1.48% 0.70% 9.04% 9.58% 0.52% 2.47% 26.73%

Cuadro 1. Composición de los desechos domésticos generados en una colonia de Mexicali. Fuente: Sara Ojeda Benítez (2001) .

La ruta de la basura en la ciudad de Mexicali inicia con la participación del ayuntamiento quien provee vehículos para recolectarla. Los habitantes de las diversas colonias que integran la comunidad mexicalense depositan la basura en bote de metal o plástico, así como también en bolsas de este último material. Aquí se depositan residuos de comida, restos de vegetales, papel, cartón, plástico, vidrio, metal y otros.

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Entonces, recapitulando: la basura es recogida de las viviendas, para posteriormente llevarla al centro de transferencia. En algunos lugares de la ciudad donde se encuentran los condominios y en algunas unidades habitacionales o multifamiliares, la recolección de basura se realiza de forma diferente, ya que el municipio ha colocado contenedores (depósitos metálicos) para que los habitantes de las viviendas coloquen ahí su basura.

Escala para hacer conexión al destino final

Destino final de la basura El viaje concluye cuando la basura llega al sitio de disposición final en el ejido Benito Juárez, que colinda con el ejido Hipólito Rentaría y que desde 1991 hasta 1997 funcionó como sitio de disposición final en Mexicali. En el relleno sanitario se realizan labores de pepena por un grupo de aproximadamente 120 personas. El ayuntamiento es el responsable del funcionamiento del relleno y como tal cobra a los pepenadores tres pesos diarios para entrar, aunque en realidad se queda con dos, porque aporta un peso al sindicato. También cobra una cuota variada a los vehículos que llevan directamente basura a este lugar; los camiones de hasta una y media toneladas pagan 20 pesos; los camiones de hasta dos toneladas, 30 pesos; los carros particulares no pagan. A su vez, el ayuntamiento paga al ejido una cantidad mensual por concepto de renta del suelo.

Fotografía: Sara Ojeda Benítez

Cuando el camión recolector termina de recorrer la ruta que le corresponde para recoger la basura en las viviendas, se dirige al centro de transferencia. Este es manejado por una empresa privada a la que el ayuntamiento le otorgó la concesión. El centro se encuentra ubicado en el ex ejido Xochimilco y para realizar la transferencia se dispone de un área para descarga y carga de los camiones recolectores. Los camiones recolectores, o “gallinitas” como se les conoce entre los choferes, llegan al centro de transferencia para descargar la basura que han recolectado en la ruta que les corresponde, para ello existe una área de aproximadamente 200 m2.

Posteriormente, utilizando un trascabo, los residuos se cargan en camiones de 20m3 para llevarlos hasta el sitio de disposición final ubicado a 20 kilómetros de la unidad de transferencia.

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Fotografía: Sara Ojeda Benítez

Mientras se realizan labores de pepena, dos máquinas excavadoras revuelven la basura para enterrarla y cubrirla con una capa de tierra de aproximadamente 15 cm que luego se compacta para recibir y hacer lo mismo con los desechos del día siguiente. Es importante aclarar que una vez enterrada la basura en el relleno sanitario, no se efectúan pruebas de monitoreo de la calidad del agua subterránea ni de los gases acumulados en el sitio de disposición final. Tampoco se hicieron pruebas de los sitios de disposición final anteriores ubicados dentro de la mancha urbana, los cuales son un peligro latente de contaminación que tarde o temprano puede acarrear graves consecuencias a la sociedad mexicalense. En la figura 1 se presenta un esquema en el que se observa la ruta de la basura desde su incio hasta su destino final.

Rutas alternas para la basura La aparente poca basura que generamos diariamente en la ciudad de Mexicali, tiene como último destino el relleno sanitario, sitio donde se origina un peculiar oficio: el de pepenador, como ya se mencionó. Estas personas han desarrollado toda una forma de vida al recolectar los diferentes productos reciclables que llegan a este inmenso centro de acopio, y realizan una importante labor aunque el gran volumen de basura que llega al lugar les impide reciclar todos los residuos. Los pepenadores trabajan en busca de algún mueble descompuesto, bultos de papel, botes de aluminio, trozos de metal, ropa usada o cualquier cosa a la que se le pueda dar un segundo uso; para ellos casi todo es valioso a fin de ganarse unos pesos y poder subsistir.

Conclusiones Mientras la mayoría de los ciudadanos producimos basura a montones, hay quienes viven de ella. Pero no debemos pensar que estamos generando empleos, sino que debemos estar conscientes de la contaminación ambiental que producimos, que en esta era del plástico y del empaque, se están acumulando capas enteras de basura que poco a poco asfixiarán al mundo.

Lo anterior nos obliga a responsabilizarnos y participar en el largo y complicado recorrido que la basura realiza. Por ello debemos considerar rutas alternas para la basura; estas deberán iniciar en el hogar: esto significa que debemos separar la basura de los residuos, para que no se mezclen y realicen viajes a destinos diferentes. Es decir, la basura irá al relleno sanitario y los residuos como el vidrio, el plástico, los metales, el papel y el cartón irán a una recicladora. Los restos de comida y de vegetales podrán utilizarse en el hogar para elaborar abono orgánico para el jardín de nuestra vivienda o de la escuela, así como para el parque en la comunidad; y la ropa vieja o que ya no queremos, porque ha pasado de moda, podemos regalarla a personas o instituciones que le darán uso. Cada habitante en este planeta debe pensar seriamente en las consecuencias de tirar la basura como lo ha venido haciendo; es decir, mezclada con los residuos y depositada indiscriminadamente en botes, bolsas de plástico, lotes baldíos y en la calle. Por ello es importante tender a la minimización, reuso y reciclaje de los residuos, lo que implica fundamentalmente contar con el apoyo de toda la comunidad, que bien puede conseguirse a través de campañas de sensibilización. Bibliografía Buenrostro, Otoniel, Los residuos sólidos municipales: Perspectivas desde la investigación multidisciplinaria, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán, 2001. Deffis, Armando, La basura es la solución, México: Concepto, 1993. Ojeda, Sara, El manejo adecuado de los residuos domiciliarios en una comunidad urbana, reporte técnico Conacyt, núm. 26668-S, Mexicali, Baja California, 2001. Trejo, Rodolfo, Procesamiento de la basura urbana, Editorial Trillas, México, 1996.

Sara Ojeda Benítez Investigadora del Instituto de Ingeniería, sara@iing.mxl.uabc.mx

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De la poética

extendida como forma de vida

El perro de Manuel Aguilar. Fotografía: Lydia Coronel Yáñez

Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal

ara el sentido común las implicaciones políticas de la cultura pasan generalmente desapercibidas. No por nada autores como Pierre Bourdieu han retomado la idea de la diferencia cultural como la clave para el estudio de las sociedades.

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Una sociedad no puede considerarse democrática cuando no ha generado procesos específicos de tolerancia y acuerdo mutuos, pero tampoco es capaz de desarrollar factores de solidaridad imprescindibles para la convivencia humana. Las estructuras sociales, como mediaciones del hombre, tienen importancia esencial para la generación de procesos de autoconocimiento y autorreconocimiento. De ahí que el lenguaje sea uno de los elementos más importantes para el desarrollo de las sociedades humanas. A partir de lo que decimos, pero también de lo que no decimos, podemos inferir una serie de elementos que en muchos sentidos nos explican ante otros y ante nosotros mismos. Hay autores que incluso consideran a la palabra como la tecnología más compleja con la que contamos. Sin embargo, la capacidad de representación simbólica del ser humano se manifiesta en diversas dimensiones. En términos generales funcionamos a partir de relatos específicos, nos contamos historias para ubicar nuestro lugar en el mundo, para acercarnos a otros, para delimitar nuestros espacios. Una historia es siempre una explicación de cómo ocurren las cosas, pudiendo ser esta concluyente o no. En ese sentido el conjunto derepresentaciones simbólicas que los sujetos hemos construido a partir de nuestras propias experiencias de realidad opera de manera interdependiente con la estructura de las sociedades, es decir, con el sistema de vínculos que posibilita su intercambio. En muchos sentidos la comunicación tiene una relevancia trascendental como fenómeno eminentemente humano, sobre todo si esta se pondera en una dimensión pragmática a partir de una serie de correspondencias estructurales basadas en valores y necesidades básicas de autoorganización, así como de sus representaciones correspondientes. Cuando representamos el mundo estamos haciendo mucho más que recurrir a nuestra propia experiencia, estamos apelando a un sentido de representación colectiva de aquello que consideramos verdadero. El lenguaje nos ayuda a regular la experiencia, a mediar entre las cosas y lo que hemos considerado aprehensible de ellas, pero nuestras representaciones no se limitan exclusivamente al lenguaje escrito o al habla. Como bien

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han señalado autores como Norbert Elias y Niklas Luhmann, hay una relación interdependiente entre nuestras necesidades de autorregulación como seres vivos y nuestras prácticas culturales concretas (sistemas de representación), de modo que cualquier modificación en alguna infiere directa o indirectamente sobre la otra. Cualquier modificación a nuestros discursos y metadiscursos, sistemas de representación y lenguaje, puede ser la clave para un cambio en nuestras consciencias y, por lo tanto, para cambios mayores en el desarrollo de nuestras formas de vida. A este respecto y como estudio de caso para el desarrollo de este trabajo, me ha parecido pertinente retomar la obra del escritor argentino Jorge Luis Borges quien, en muchos sentidos, representa una de las propuestas estéticas más vanguardistas del siglo veinte, toda vez que la importancia de su obra trasciende el campo de las artes y es posible extenderlo hacia el terreno de lo cognitivo. El comportamiento de los escritores está regido por una cierta independencia cognitiva en términos sociales. Existe dentro de la autonomía del campo de las artes una disociación respecto de la conducta y los haceres legitimados, lo que supone una posibilidad concreta en términos de representación del mundo e intercambio simbólico. Las personas, organizadas a través de grupos, desarrollamos una serie de normas internas que suponen ciertas pautas de comportamiento; incluso nuestros valores en lo individual están planteados de manera análoga a la construcción de una identidad grupal. En ese sentido, nuestros sistemas valorativos y la cultura generan procesos de interacción interdependientes. Esa relación intrínseca le da sentido a los cambios culturales, cuando la representación de un valor concreto se modifica en términos del consenso, el valor subjetivo inmediato de ese valor cambia necesariamente. Sobre cualquier obra de arte y, en particular, sobre cualquier texto literario, podemos percatarnos de un peculiar proceso de singularización y autonomía que lo diferencias de otras formas de representación valorativa. La obra literaria, como forma artística, supone la creación de un valor en sí misma, de modo que todo acto escritural implica a todas luces un acto de intervención sobre el consenso.


Con lo anterior quiero recalcar que toda obra literaria opera en cierta medida como un documento del consenso a partir de su propia autonomía como una forma de restricción cognitiva, toda vez que entre las formas estéticas y su contenido existe una especie de disputa, lo que le otorga a cada obra un sentido social singularizado. En el caso de autores como Jorge Luis Borges, lo que sorprende a primera vista es precisamente su manera de vincularse con el lector a partir de los consensos. En su obra, tanto poética como narrativa, y dejando un tanto de lado sus textos ultraístas, pervive una actualización de la tradición literaria a partir de una voluntad vanguardista prácticamente única. En ese sentido quisiera dejar de lado los enfoques tradicionales sobre el trabajo de Borges, para centrarme en lo que yo llamaría su poética extendida, es decir, las implicaciones poéticas de su obra como conjunto, como voluntad propia y apropiada, como hito de la posmodernidad literaria. En el corazón de las formas se concentra un sentido de atemporalidad concreta, una hipertextualidad implícita que se constriñe o amplía a partir de los límites que se les impone. Las implicaciones de dicha hipertextualidad en la obra de Borges son significativas, independientemente de la discusión sobre sus méritos. Existe en sus textos una suerte de provocación generada a partir de la idea de lo concéntrico, la noción de un mundo infinito cuyos asideros están determinados por representaciones concretas de índole más bien nodal, de modo que la mente se plantea como un isomorfismo con respecto de lo escrito, de ahí la esencia de su universalidad. El significado se plantea entonces como el resultado natural de la experiencia del otro, referido a partir de hechos concretos que se concatenan alrededor de una disyuntiva siempre en fuga. En términos de consenso, el campo literario opera en función de una economía precisa con respecto del lenguaje, pareciera que a una mayor cantidad de información se produjera cierto principio azaroso sobre el cual se autorregula un vertedero intelectual que pareciera buscar la muerte del lector. Sin embargo, Borges actualizó la posibilidad de ese vertedero, instalando sobre su propia construcción literaria una imaginación capaz de modificar la forma de percibir la

El comportamiento de los escritores está regido por una cierta independencia cognitiva en términos sociales.

abstracción del infinito. Jorge Luis Borges, a lo largo de su obra, recrea la historia, el arte, la mitología y la teología, rompiendo con el arquetipo ideal de la vida futura y de la referencialidad literaria, un recurso que puede plantearse en términos de antítesis a la dispersión de una ausencia posterior. Una sinécdoque terrible que nos confronta infinitamente con el caos. De manera que el lector, ante su obra, termina por desplomarse ante semejante número de galerías hexagonales. El simbolismo de La biblioteca de Babel se resume en cada uno de sus textos con una precisión casi logarítmica o, mejor dicho, logarrítmica. Y es que en sus poemas las palabras se traducen a partir de un principio de espacialidad que sobrepasa la dimensión del volumen. Cada línea es una especie de conclusión irrefutable que nos lleva a percatarnos de que el mundo es mucho más ancho que la estrechez de la palabra. Leer a Borges haciéndose de oídos sordos es como negar la posibilidad del cuerno de la abundancia. En ese sentido, atender exclusivamente a lo simbólico en su obra la haría ver como inevitablemente anticuada. Pero la implicación de cualquier reclamo por parte del lector hacia su referencialidad extrema solo nos conduce a la consideración de una nueva forma de interpretarla. El Gólem, por ejemplo, como poema e intertexto, es un pretexto para que el escritor se desdoble hasta convertirse en una entidad distinta de sí mismo. ¿Quién es el rabino y quién el ente moribundo ante la ausencia de la letra? La palabra escrita, como trabajo concreto sobre el signo, se cifra como un centro relativamente autónomo que opera como una máquina impulsada por el hipersentido, de ahí que en los límites del poema se concentre una suerte de claustrofobia frente a la idea de la infinitud. Aunque la física cuántica puede ofrecernos una serie de respuestas tentativas al planteamiento de la metáfora tradicional como falacia, podemos arriesgarnos

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a plantear que, ante una obra como esta, el cerebro opera a la manera del Gólem en el sentido en que el lenguaje, cifrado sobre sí mismo, es capaz de inferirle vida propia, propiciando así el sinuoso laberinto que desde el iluminismo ha mantenido el inmenso prestigio de la razón ponderada como fe. En ese sentido Borges escribe y describe su propio universo. Cada texto opera a la manera de un universo diminuto, lo que puede conducirnos a referir una discusión sobre lo moderno y lo posmoderno en la obra de Jorge Luis Borges. Aún cuando los comentarios que acabo de verter pueden prestarse para la elaboración de articulaciones críticas diversas, me parece pertinente sugerir en este punto que la idea de una retórica ilimitada supone necesariamente la posibilidad de ser infinitamente divisible. Si consideramos que en términos generales el corpus de la literatura opera a manera de centro, y que bajo ciertas circunstancias el poema puede convertirse al mismo tiempo en centro y periferia de sí mismo, entonces las palabras responden a un paradigma posmoderno que despierta una hipertextualidad que fuerza al lector a fragmentar su experiencia a partir de una historia percibida como eternidad. En muchos sentidos Borges percibe la vida a partir de un principio religioso sobre el cual se fundan leyes que obstaculizan nuestra aprehensión de la realidad. Lo anterior se manifiesta en función de una circularidad personificada en la historia misma. En cierta medida, ello decreta un posmodernismo severo e inquisitivo respecto de la historia con mayúsculas, esa que se funda precisamente en las nociones de monoteísmo y linealidad. Textos radioactivos los suyos, responden sistemáticamente a las mismas dicotomías a lo largo de su obra. Pervive una fascinación por el desvanecimiento del arte y el ser a partir de un recurso duro de referencialidad histórica o, mejor dicho, ahistórica, que sirve de asidero para sus lectores. Un recurso que es al mismo tiempo cuerda floja y alfombra mágica, hilo de Ariadna y camino amarillo para las emociones. El arte de escribir, ya sea con intenciones históricas o literarias, implica necesariamente una estrecha relación entre las verdades centrales y las verdades periféricas, pero contiene, de igual manera, una necesidad implícita de convertirse en documento. La palabra escrita abre y

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cierra puertas perceptivas, pero también las necesarias para acceder a otras dimensiones de temporalidad. Del mismo modo que un capítulo puede concentrar todo un nodo narrativo, los lectores de Jorge Luis Borges estamos siempre expuestos a una serie de interpolaciones que operan en conjunto. La noción ideal del lector infinito se centra en la profusión de sus propios dinamismos, en la percepción de una frase que resume, en abstracto, la esencia del libro como recurso y documento, como glosa y comentario, como epifanía y desencadenamiento. Si consideramos que en términos sistémicos nuestra manera actual de percibir hasta cierto punto deletrea un estancamiento intelectual, entonces sólo autores cómo Jorge Luis Borges son capaces de propiciar en cada lector un proceso dialéctico sui generis. Y es que en muchos sentidos el imaginario público está fundado en la idea del futuro, y la obra de Borges apunta hacia la modificación del instante dado, ocupando su propia dimensión de temporalidad, gestando procesos de hipertextualidad que socavan la noción de historia como leyenda. Borges traza entonces el desarrollo de alusiones que contienden entre sí de manera diacrónica, que se manifiestan como fines últimos, como sentencias de hecho. De ahí que el lector juegue un rol determinante y creciente en la construcción de su obra, gracias a ese principio de hipertextualidad que plantea a cada texto en específico como parte de una estructura nodal que se expande en términos referenciales hacia la postración de un solo poema infinito, uno que se va escribiendo mientras se lee, pero que de alguna forma ya fue escrito. En ese sentido, Borges cuestiona la certeza respecto del carácter público del libro y el significado real de la autoría. ¿Quién escribe sobre la frente del Gólem?, ¿quién está posibilitado para borrar esa letra inicial?, ¿quién es el autor de aquella palabra que es esencia, que da vida y la quita, que la reconfigura? Estamos, sin lugar a dudas, frente a una escritura holográfica, en el sentido planteado por Eduardo Kac, en la que el texto, como un modelo a escala del pensamiento, nos conmina a definir un universo capaz de contener la imagen entera y precisa de sí mismo. Por ello la obra de Jorge Luis Borges parece sugerir la necesidad de una comprensión frenética del lenguaje,


del uso de las palabras como una falsación del raciocinio, como un isomorfismo imperfecto en el que los sentidos no necesariamente están repitiéndose a sí mismos. Una visión cualitativa del lenguaje a partir de la cual la realidad del texto depende directamente de nuestra comprensión de su propia intertextualidad. Desde esa posición exaltada, los lectores no podemos esperar emular el significado filosófico del Aleph como espejo primigenio. No obstante, los poemas se nos presentan como una suerte de escala completa de concatenaciones de naturaleza radicalmente cíclica, a partir de la cual el lector se iguala a sí mismo como un reflejo de un democrático principio de realidad concreta y sus correspondientes paralelismos. Sin embargo, es importante anotar que bien valdría la pena acercarnos a estos textos con una cierta intención premonitoria, una que sirva como respuesta a la inmanencia del mundo como marca indeleble en todo proceso imaginativo, como causa alusiva que de cualquier forma escapa al autor como ente individual y genio efectivo. Debemos aprender a afirmar que el papel del lector debe de ser, necesariamente, fuertemente escandaloso. Si bien la inevitable innovación planteada por Borges es una noción adelantada de hipertextualidad, debemos eludir cualquier aproximación a su trabajo que constituya una mera curiosidad histórica. Es necesario ser radicalmente críticos en torno al propio contexto de lectura, toda vez que para ello sea imprescindible partir del descubrimiento tácito de que todo está relacionado. A la obra de Jorge Luis Borges podemos acercarnos desde la teoría del arte moderno o desde la representación simbólica y su aplicabilidad en la construcción de significados, pero una vez más debemos admitir que nos efrentamos a lo infinitamente divisible. Prescindamos entonces de la idea del isomorfismo y de la centralidad del texto como unidad periférica concentrada en sí misma. Digamos entonces que la relación del lector opera como un mecanismo dicotómico a partir del cual presiente un conocimiento ulterior sobre su propio destino simbólico, sobre el eje del significado y sus alrededores. El verso como una espada virtual, como un proceso de argumentación que da cuenta de su propia apertura e indeterminismo,

Estamos, sin lugar a dudas, frente a una escritura holográfica, en el sentido planteado por Eduardo Kac, en la que el texto, como un modelo a escala del pensamiento, nos conmina a definir un universo capaz de contener la imagen entera y precisa de sí mismo.

como un viaje vertiginoso por una serie de universos hipotéticos percibidos a partir de una noción de historia falsa. La ficción como revelación y superposición de opuestos, una estocada para cualquier intento de conclusión lógica. La interacción entre un artista y su arte no es más que la manifestación de un raro principo de respuesta a un orden inconcluso, uno que elude la posesión del poema toda vez que el acto de percibir requiere necesariamente de un discernimiento que no opera secuencialmente, aún a expensas de todos sus posibles lectores. La figura del otro, entonces, opera como el principal inconveniente de la naturaleza hipertextual de todo lo escrito. Entre el lector y la palabra hay un principio que implica un panorama general en el que el mundo, influido indirectamente en todos los estadios de tiempo del poema, repite una secuencia fragmentada de la esencia del hombre. Desde este punto de vista el planteamiento inicial, en términos clasificatorios, sería cuestionable a partir del uso del término posmoderno. Y es que a final de cuentas un texto es hasta cierto punto un medio neutral a través del cual se comunica una emoción ya sea concreta o dispersa. Desde cualquier punto de vista un lector es incapaz de mantener un conocimiento total de una oración que, per se, está destinada a refutarse a sí misma, a traducirse de manera continua a fin de perder su propia tautología. Podemos perder el tiempo clasificando constantemente y categorizando los usos del lenguaje, pero la referencialidad, ya sea directa o indirecta, estará siempre ahí, como un hipervínculo que subraya un salto cuántico, uno que irrumpe e interrumpe siempre el curso normal de una lectura. Borges desarrolló una línea de pensamiento coherente con ese orden de hiperreferencialidad. Pero la pertinencia de ello no es

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importante aquí, sino la preservación de un ímpetu por la economía literaria en términos de la centralidad textual y la aplicación de un principio realizatorio que igualaría el resultado de cualquier pretensión concluyente. Antes del advenimiento tecnológico y las nuevas revelaciones de la ciencia en torno al concepto de realidad y dimensionalidad temporal, Borges anticipaba un deseo que trascendía la idea del verso como imitación de la historia. El resultado fue la construcción filosófica de una biblioteca ciega, una que se funda a partir de la propia reclusión sobre el lenguaje. Un autor está siempre imposibilitado para comunicar, la comunicación opera entonces como mera necesidad o deseo implícito o explícito, pero el proceso escritural jamás está completo. Cualquier cambio sutil en términos perceptivos, cualquier variación en términos de conocimiento acumulado, incluso inadvertido, desencadena un principio de simultaneidad. La gran metáfora literaria es la escritura misma, y es importante recordar que cualquier análisis textual no es más que el comienzo de una simplificación de la realidad a partir de lo representado, una ficción que se construye de manera paralela a lo que se escribe al tiempo que se lee. Al igual que el rabino de la sinagoga de Praga, capaz de escribir una palabra y modificarla al borrar esa primera letra esencial, el texto para el lector no es más que un extranjero al que asesina cada vez que lo visita. No somos, entonces, más que turistas que han alcanzado un sentido de impersonalidad que se funda en un sentido histórico, toda vez que nuestra noción de realidad depende directamente de lo observado. El contacto con el texto borra cualquier cuestionamiento acerca de cómo percibimos, y nuestra relación con los autores no es más que un tejido de correspondencias donde la verdad y la mentira moldean la más inextricable falsación lingüística. Pero independientemente de ello, en Borges pervive un sentido de originalidad fundado en la posibilidad de soñar con la existencia, la propia y la del texto, la contextual y la apropiada. Esto es en muchos sentidos análogo a la naturaleza hipertextual del verso como posibilitación contemplativa y acción premeditada, una peculiar clase de ficción que atenta en todo momento contra los mitos políticos más legitimados y la propia dilucidación del pensamiento en el contexto de una sociedad vanamente teocrática. Sin embargo, esta

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simplificación no es suficiente, todo acto interpretativo se circunscribe a una esfera temerosa, descentrada, del mismo modo que lo escrito, como ficción desencadenada, responde de alguna forma al sueño o la vigilia. Aún desde los contextos teóricos más generalizados, desde cualquier punto de vista los límites del poema sobrepasan el esquema de pensamiento de su creador, evidenciando un paradigma que acentúa la ruptura del texto como un todo cerrado y concentrado en sí mismo. Pero para un lector, por más inquisitivo que este sea, un poema no deja de ser una revelación sobre el otro. En la obra de Borges sobresale la actualización constante de las formas clásicas, pero también la sujeción a un panorama filosófico a partir de cual la palabra no es más que una estructura que se ejercita de manera interminable. El infinito borgiano opera por un contraste entre la referencialidad excesiva y la admisión de una incertidumbre que se constituye sobre la propia centralidad del texto. El suyo es un mundo en el que abunda la interpretación textual como una posibilidad a la vez certera y remota, lo que empuja al lector a creer férreamente en la posibilidad real de una relación estrecha, interdependiente, entre el acto de escribir y la interpretación de la escritura. Una proliferación del sentido que da cuenta tanto del paralelismo como de la correspondencia, un recurso evidenciado que solo puede ser descrito en términos de desorden, o de un orden que se posibilita a partir de la constitución de su propio sistema y esquema interpretativo. Pretender acercarnos a la obra de Jorge Luis Borges constituye un proceso del todo indeterminado, pero las implicaciones de cada lectura, entendida como búsqueda, apuntan hacia la idea de que nada es necesariamente nuevo, y de que el conocimiento no es otra cosa que destino interpretado. Sin embargo, textos como estos nos invitan a cuestionar nuestro papel como lectores, uno que puede asumirse a partir de cualquier fragmento de lo escrito, toda vez que la mayor pretensión de los autores consiste en creer que un libro es un texto cuyo término es él mismo. En ese sentido, Borges nos invita a participar de la creación de otro conjunto infinito de obras y de autores, de sentidos y posibilidades. Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal Escritor mexicalense, docente en la Facultad de Ciencias Humanas, UABC-Mexicali


PRÓXIMAMENTE LA SEGUNDA EDICIÓN DEL LIBRO MEXICALI CENTENARIO ¡INCLUYE LOS FESTEJOS DE ANIVERSARIO!

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Yubai en la creación

Greguerismos y desaforías (Fragmentos) Raúl Fernando Linares

O Sin título, de Julio Ruiz. Fotografía de Susana Huante.

riginalmente este divagario llevaría como título Mínimo recuento de aforismos lelos para escriturantes ahítos de retórica, pasmados ante la fatal vacuidad del lenguaje pomposo y otras cuestiones de igual interés, amén de algunas reflexiones concernientes al ámbito de la presunta poética esgrimida por el autor de las mismas y otras símiles de no menos gracia, pero siempre no. Escribir no sirve para nada, de modo que sí sirve para todo, pero no es bueno reconocerlo en público. Se trata de una verdad iniciática.

Eso de que se escribe para vivir o se vive para escribir es puro romanticismo: escribir y vivir son la misma revolcadísima gata. La poesía es el medio natural de los irresolutos. Luego la poesía es el método resolutivo natural. Mito recurrente: cuando la palabra deviene metáfora, el corazón colinda andrógino. La ignorancia es el mejor motor de búsqueda. Mientras menos burros, Sancho plañidero.

La escritura debe ser siempre dolosa: cada texto es un engaño estratégico para marear al lector. Sin malicia, la verdad más trascendente o el cuento más chancero terminan en letargo. Función natural (aun cuando minuciosamente antinatural), escribir se parece más a la respiración que al buen dormir, aunque tiene también mucho de muerte y más aún de sexo consumado.

Cada vez que escribo, las palabras me atacan; esa es su venganza. Cada vez que palabro, la escritura me acata; esa es su vergüenza. La sociedad no comprende a los escritores: vengativos y falsarios ellos, hacen como si esto no fuera recíproco.

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El planeta 4, Julio Ruiz. Foto: Susana Huante.

Los poemas no son sino personalísimas cartografías léxicas, malabarizadas. La creación es un desconcierto liso, sin asideros: nos mantiene en el filo de nosotros mismos, desarmados, con la adrenalina a mil (o a mil y pico) entre lo vacuo y lo ubicuo. Si no fuera por nuestra ignorancia, no sabríamos nada, ni siquiera eso. Lanzo aquí un mínimo manifiesto contrariado: los géneros literarios están haciendo agua, y solicitan remeros. Yo me apuntaría, pero estoy escribiendo. De cualquier forma, quien pretenda escribir sin leer corre el riesgo de convertirse en un perro persiguiéndose la cola, literalmente. Dicho sea de paso, esto puede ser de muy mal gusto.

Nuestro lenguaje nos determina, por eso es que hay que, truhanes alevosos que somos, tomarle el pie cuando intente darnos la mano. De cualquier forma, sus zancadillas siempre habrán de superarnos. ¿Por qué escribir? Por salud mental: nada como un buen exorcismo entintado. Cuando nos ponemos serios, le damos risa al lenguaje; es un pequeño regalito de las letras carcajeadas de nosotros. La seriedad es una broma semántica. La literatura no va a salvar a nadie de nada. Todo es una burla elaborada para matar el tiempo, pero para matarlo en serio. Todo lo anterior es presuntamente relativo, hasta que alguien encuentre el absoluto y podamos comparar. En tanto, la tinta.

Para escribir, es necesario mantener los ojos bien abiertos: de otra forma, resulta dificilísimo, o cuando menos ininteligible. Los textos del mundo se han confabulado: tienen varios siglos remitiéndose unos a otros, mientras nosotros pensamos que las novedades son posibles: escribir no se trata de inventar, sino de fraguar nuevas formas de mareo.

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Raúl Fernando Linares Subdirector editorial del semanario cultural tijuanense Bitácora.


Textos y discursos

La Escuela de Artes de la UABC

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no de los grandes anhelos y demandas de los artistas de Baja California se hizo realidad el jueves 29 de mayo de 2003 en sesión ordinaria del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Baja California cuando este órgano aprobó la creación de la Escuela de Artes y la apertura, a partir del semestre 2003-2, de las licenciaturas en artes plásticas (en Mexicali y Tijuana) y música, en Ensenada. Álvaro Blancarte Osuna, reconocido artista plástico y docente adscrito al Centro de Extensión Universitaria de Tecate, expresó su beneplácito por ello: Desde tiempo atrás el Dr. Alejandro Mungaray habló sobre la posibilidad de crear una Escuela de Artes y al ser designado rector de la Universidad comisionó al secretario de Rectoría e Imagen Institucional, Lic. Ángel Norzagaray, para que se encargara del proyecto; involucrando, al mismo tiempo, en las tareas al licenciado Luis Hirales Pérez. La realidad es que fue una sorpresa para todos, una sorpresa necesaria porque ya era muy importante que una escuela de artes surgiera en la Universidad, porque en Baja California tenemos un potencial plástico que ahora podrá ser atendido a un primer nivel.

Sergio Rommel Alfonso Guzmán

Roberto Rosique, artista plástico que juntamente con Álvaro Blancarte se involucró en el diseño del plan de estudios de la licenciatura en artes plásticas comenta: Independientemente de que la inquietud de crear una escuela de artes surge de Rectoría, Álvaro Blancarte y yo veníamos platicando desde mucho tiempo atrás de la posibilidad de establecer una licenciatura en artes con un perfil diferente a lo que ya está establecido, es decir, a las escuelas convencionales como la de San Carlos o la Escuela de Artes de la Universidad Veracru-zana. Cuando nos invitaron a Álvaro y a mí a formar parte del proyecto, platicamos acerca de las características que debería tener esta escuela para formar creadores. Nuestra propuesta es que durante los primeros cuatro semestres se le dé lo elemental al futuro artista y que los últimos semestres se impartan materias básicas como pintura, escultura, grabado y técnicas alternativas; pero con maestros fuera de la región, que estén reconocidos por su capacidad tanto académica como su propuesta como artistas; de tal manera que podamos ofrecer al alumno un egreso con una formación vasta para que pueda desarrollarse en el campo creativo. Esto fue lo que propusimos a la universidad y que se aceptó con algunas modificaciones.

Luis Hirales Pérez, quien se desempeñaba como coordinador del Departamento de Actividades Culturales de la UABC, fue nombrado primer director de la Escuela de Artes y concedió la siguiente entrevista para Revista Universitaria. S.R.: ¿Cómo surge el proyecto de la Escuela de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California? L.H.: Este proyecto emerge de una iniciativa del Rector. Durante las presentaciones que sostuvo como aspirante a rector, en una ocasión enunció su inquietud por crear una escuela de arte para que los artistas tuvieran una opción de profesionalizar su actividad. Entre la información que seguramente tenía, estaba que muchos de nuestros egresados del Centro de Estudios Musicales (CEM) tenían que abandonar nuestro estado y en muchas ocasiones hasta nuestro país para continuar su formación musical. El CEM tiene gente estudiando en Viena, en Rusia y en algunos otros países donde el desarrollo de la música ha sido sobresaliente. De igual forma en el Conservatorio de las Rosas, en la Escuela Nacional de Música. Es decir, nosotros como universidad y como estado no teníamos una oferta para que ellos tuvieran la oportunidad de continuar estudiando aquí.

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Aniversario, Julio Ruiz. Foto: Susana Huante.

Y aunque no tenemos un centro de estudios de la plástica, sí tenemos acciones, aunque no sistematizadas, sobre la actividad plástica. Es decir, no teníamos una escuela o un centro, sin embargo el desarrollo de la plástica en Baja California existe y como prueba de ello están artistas como Álvaro Blancarte, Carlos Coronado, Roberto Rosique y Rubén García Benavides. Hay una plataforma de creadores y maestros que habla de la existencia de la plástica en Baja California; sin embargo, faltaba su estudio sistematizado y formal. Estos fueron los principios sobre los cuales el Rector pensó e hizo la propuesta. S.R.: ¿Cómo te involucras en este proyecto? L.H.: He tenido participaciones importantes en el ámbito de lo artístico dentro de esta institución, en todo el estado y particularmente en Mexicali. Yo estaba como responsable de toda la actividad artística y cultural en Mexicali y hablar de eso es estar hablando de 2 480 alumnos estudiando las artes, de más de 50 maestros y toda una gran infraestructura. Supongo que me consideraron como el personaje natural para darle consecución a este proyecto.

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Cuando se inició el proyecto de la Escuela de Artes todavía no se sabía que serían artes plásticas y música. Nos preguntamos qué sería lo más pertinente, y seguimos una metodología para responder. El licenciado Ángel Norzagaray, y un servidor sostuvimos varias pláticas en donde analizamos la posibilidad de concensar este proyecto para que no emergiera solamente de la buena voluntad e intención del Rector y de nosotros, sino que estuviera sustentado por la comunidad artística o por una representación de la comunidad artística. No pudiendo invitar a toda la comunidad artística por cuestiones prácticas, decidimos convocar a cuatro creadores plásticos que tienen una gran trayectoria no solo en el estado sino incluso a nivel nacional e internacional y estos cuatro fueron Carlos Coronado, Roberto Rosique, Alvaro Blancarte y Rubén García Benavides. Con ellos nos fuimos a la mesa. Los artistas plantearon desde el principio que querían una escuela de vanguardia, que se tomaran en cuenta asuntos como las nuevas tendencias, esto para que los egresados tuvieran un nivel de competencia alto a la hora de salir de nuestra escuela. Se conformó por un lado un equipo de artistas plásticos y por otro un equipo de académicos; esto quiere decir que teníamos que hacer una mezcla entre lo plástico y lo académico, porque la creación de la escuela tiene una normatividad muy específica; no solo de la Universidad sino de la ANUIES, por ejemplo. Así, mientras los artistas planteaban los contenidos del plan de estudios, los académicos hacían las acotaciones pertinentes en términos de normatividad, como los reglamentos que se deben seguir para la elaboración de un plan de estudios. El camino no fue fácil, pero creo que la parte principal, que es la fundamentación del plan de estudios, se realizó exitosamente de tal forma que fue aprobado por el Consejo Universitario el pasado 29 de mayo. Previamente se discutió con la Comisión Técnica del

mismo, se hicieron las respectivas sugerencias, que no fueron pocas, se atendieron esas sugerencias y creo que finalmente la tarea que nos queda es una gran responsabilidad. El proyecto se ha defendido como debe de ser y se ha hecho con la sustentación que debe de ser. Es decir, tenemos un plan de estudios concensado con la comunidad artística y avalado por la Comisión Técnica del Consejo Universitario. Seguramente tendrá modificaciones y tenemos la obligación de hacer una revisión completa a los cuatro años para ver qué es lo que ha funcionado y qué no. Ver si en verdad hay una relación directa entre lo que nosotros planteamos como formación y las competencias de egreso. S.R.: ¿Para quién está diseñada esta escuela? ¿Cuál es el perfil de ingreso? L.H.: Nosotros creemos que para esta escuela, y hablo particularmente de la licenciatura en artes plásticas, lo que se requiere es talento. Nosotros no podremos crearle a nadie talento, por tanto, hemos establecido un mecanismo de selección de tal modo que no quede duda que aquellas personas que entren tengan el talento necesario. El mecanismo de selección consta de tres partes: primero el alumno habrá de realizar el examen psicométrico y además aprobar el examen de conocimientos. Además tendrá que hacer un examen de selección con nosotros, el cual consiste en mostrar parte de la obra que el aspirante haya hecho, ya que si no ha tenido un contacto anterior con la plástica difícilmente podrá ingresar a la escuela. El segundo paso es comprobar que, en efecto, haya tenido contacto previo, por tanto, en presencia de un comité evaluador el aspirante realizará una tarea de creación plástica y, como tercer paso, sostendrá una entrevista. Esta nos ayudará a sopesar las expectativas del alumno, es decir, funcionará como una carta de intención. Nosotros estamos exigiendo que cursar la


S.R.: ¿Cuál es la calidad de los cuerpos académicos disponibles en el estado para sustentar la escuela de artes? L.H.: En el ámbito de la música tenemos ciertas ventajas respecto al área de artes plásticas. Tenemos mayor respaldo en las disciplinas musicales donde contamos con académicos que tienen maestría en oboe, clarinete, piano, tenemos un doctor en viola, un licenciado en pedagogía musical y licenciados en otros instrumentos. Es una verdadera fortuna contar con una planta académica como esta. Sin embargo, en el caso de artes plásticas, tenemos a artistas de gran trayectoria pero que no cuentan con el grado académico que la normatividad exige para la integración de la planta docente. Afortunadamente la Secretaria de Educación Pública cuenta con el acuerdo 286 donde existe la posibilidad de acreditar a aquellos artistas con trayectoria a fin de que puedan impartir clases en un programa de licenciatura. Sin embargo, también tenemos la opción de contratar algunos maestros foráneos que cuenten con experiencia en los ámbitos académico, artístico y plástico. En esta escuela existirán tres subdirectores y un director a nivel estatal, por lo pronto, con miras a que en un futuro no muy lejano se puedan dividir las escuelas. Creemos que es sano que el día de mañana cada una de las sedes se convierta en una escuela independiente.

S.R.: ¿Cuáles son las expectativas de matrícula para la Escuela de Artes? L.H.: Hemos pensado recibir a 30 alumnos en artes plásticas en Mexicali, 30 en Tijuana y 40 en música en Ensenada. Si hacemos la convocatoria semestral o anual dependerá de cuantos aspirantes no alcancen a ser admitidos en este semestre. No tenemos prisa por ser la escuela con más demanda, tenemos muchos compromisos y necesidades y creo que caminar despacio es caminar seguro. De acuerdo con nuestros cálculos tendremos unos 200 aspirantes en todo el estado. Si la demanda es mucha haremos el planteamiento para lanzar la convocatoria también el próximo semestre.

S.R.: ¿Con qué infraestructura se dispone para iniciar clases en la Escuela de Artes a partir de agosto de 2003? L.H.: En el ámbito de la plástica las necesidades son bien específicas: dos talleres para iniciar, uno de pintura y dibujo y otro de escultura. Lo otro es un aula para las clases teóricas. En Tijuana ya tenemos visualizados estos dos talleres. Por supuesto, en algún momento como todas las escuelas tendremos nuestro propio edificio; pero por lo pronto así iniciaremos. En Mexicali estamos en una situación similar. Se ha especulado incluso que la escuela funcionará en un edificio histórico; pero no hay nada seguro al respecto. Ensenada empezará clases en las instalaciones del Centro de Estudios Musicales. Las licenciaturas tendrán un horario matutino. Nos espera un mundo de trabajo, pero Baja California y nuestros artistas se merecen la Escuela de Artes de la Universidad.

Foto: Susana Huante.

licenciatura no sea una actividad más para nuestros alumnos sino su actividad principal. Quien no esté dispuesto a dedicar un tiempo completo probablemente va a ser rechazado. Creemos que es importante que la gente tenga tiempo disponible para desarrollarse. La competencia principal de egreso es que el artista pueda crear su propio discurso plástico.

Sergio Rommel Alfonso Guzmán Escuela de Artes-UABC, en Tijuana.

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¿Hay hundimientos en el Centro Comunitario y la Facultad de Ingeniería en Mexicali? Fernando Javier Rivera García y Juan Manuel Castro Covantes

E

n un día del mes de marzo de 1994, al ir caminando por el centro comunitario de la Unidad Universitaria de la UABC, Mexicali, notamos pequeños hundimientos en la zona de las banquetas externas a la estructura del centro comunitario; de pronto, surgió la duda de cuál sería la causa de dicho hundimiento. Luego se especuló que posiblemente se debía al aumento de peso causado por los trabajos realizados para reforzar el edificio de la Facultad de Ingeniería efectuados en 1993; otra posibilidad podría ser debido al lugar, una zona de alta sismicidad causado por el sistema de fallas geológicas conocido como falla de San Andrés, sobre las cuales está situada la ciudad de Mexicali. Debido al problema y a la curiosidad científica, algunos académicos de la Facultad de Ingeniería se dieron a la tarea de investigar y conocer con precisión los posibles desplazamientos verticales entre ambos edificios y cuál sería su verdadera magnitud.

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Figura 1. Punto de control 1. Edificio Ingeniería

Figura 2. Punto de control 17 Centro Comunitario

Figura 3. Banco de Nivel BN

Para obtener los datos que servirían de base para este estudio, se hizo necesario establecer una serie de puntos en lugares seleccionados y colocarlos en forma fija y permanente sobre los cuales poder correr nivelaciones periódicas de precisión, y así formar un historial de datos comparativos que proporcionaran elementos de juicio que permitieran analizar e interpretar la serie de datos obtenidos. En total fueron establecidos 24 puntos de control; 16 en el edificio de Ingeniería y 8 en el centro comunitario (véanse figuras 1, 2, 4, 6 y 10) cuya localización aparece en el plano de conjunto (figura 7). Estas primeras nivelaciones se llevaron a cabo con un aparato marca Wild NA2, con placa plano paralela y lectura en los tres hilos del telescopio y con estadal (regla graduada) invar,1 para obtener mayor precisión en las lecturas.

Material cuyo coeficiente de dilatación es muy bajo.

1


Para el establecimiento físico se utilizaron tornillos de 5/8 ” x 4” galvanizados de cabeza de gota, los cuales mediante perforaciones efectuadas en el edificio fueron incrustados en la estructura y cimentación de ambas construcciones bajo la anuencia y supervisión del personal del Departamento de Mantenimiento Menor dependiente de la Dirección General de Obras e Instalaciones de la UABC.

Punto Dic-95 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

5.221 4.619 4.680 5.137 5.188 4.693 4.708 5.396 4.477 4.481 4.451 4.465 4.456 4.456 4.424 4.462

Mar-96 5.219 5.169 4.685 4.626 4.689 4.662 5.167 5.149 5.186 5.197 4.647 4.694 4.709 4.661 5.364 5.404 4.476 4.481 4.455 4.463 4.454 4.448 4.424 4.461

Figura 4. Alumnos prestadores de servicio social

Jun-96

Oct-00

5.218 5.159

5.226 5.168 4.684 4.626 4.686 4.655 5.158 5.136 5.187 5.199 4.646 4.694 4.705 4.658 5.367 5.394 4.478 4.484 4.454 4.466 4.458 4.452 4.426 4.464

4.616 5.156 5.142 5.180 5.192 4.690 4.703 5.362 5.393 4.476 4.481 4.451 4.464 4.454 4.449 4.424 4.461

Nov-00 5.228 5.168 4.684 4.628 4.689 4.659 5.163 5.135 5.190 5.202 4.650 4.698 4.710 4.663 5.366 5.401 4.482 4.488 4.457 4.470 4.462 4.455 4.429 4.467

Además se estableció un punto de control fijo e invariable (banco de nivel; BN ) que sirviera de marco de referencia confiable para ser tomado como base de dichas nivelaciones. El BN fue establecido utilizando una varilla de acero inoxidable de 1 pulgada x 1.50 m dentro de un tubo plástico ABS de 4 pulgadas de diámetro y con tapón roscado en la parte superior para protección (véase figura 3).

Dic-00 5.226 5.167 4.682 4.625 4.687 4.656 5.160 5.133 5.189 5.200 4.648 4.697 4.709 4.661 5.366 5.400 4.482 4.487 4.456 4.469 4.461 4.454 4.428 4.466

Feb-01 Mar-01 5.225 5.165 4.681 4.624 4.685 4.654 5.157 5.132 5.187 5.198 4.645 4.694 4.707 4.656 5.364 5.398 4.480 4.485 4.454 4.467 4.459 4.452 4.426 4.464

5.223 5.165 4.680 4.622 4.684 4.654 5.154 5.134 5.183 5.197 4.644 4.693 4.702 4.659 5.361 5.396 4.478 4.484 4.453 4.465 4.457 4.448 4.429 4.467

Jun-01 5.222 5.163 Destruido

4.621 4.684 4.654 5.158 5.129 5.185 5.197 4.645 4.692 4.705 4.657 5.361 5.396 4.478 4.483 4.453 4.465 4.458 4.452 4.426 4.463

Del punto 1 al punto 16 corresponden al edificio de Ingeniería; y del punto 17 al punto 24 corresponden al centro comunitario Cuadro 1. Comparativo de elevaciones o alturas del edificio de la Facultad de Ingeniería y Centro Comunitario. Los valores dados en esta tabla son de los puntos resultado de las mediciones efectuadas en todos ellos establecidos sobre el edificio de Ingeniería y el centro comunitario a partir de diciembre de 1995 y hasta junio del 2001.

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Para el establecimiento del banco de nivel, se corrió una nivelación de primer orden (de alta precisión), desde el banco de nivel 112 de Comision Federal de Electricidad (CFE), establecido en avenida Brasil, hasta el banco de nivel BNG, ubicado en los patios del edificio del Museo Universitario de Mexicali con una altura de 4.52452 m sobre el nivel medio del mar (snmm). De allí se corrió una nivelación al BN que se encuentra junto al cordón de la banqueta y sobre el pavimento de la calle de la Escuela Normal, a 14 m al oeste del centro de la puerta sur —oeste del laboratorio de Ingeniería Mecánica (véase figura 7) y con una altura de 4.38150 snmm; base de partida de las nivelaciones de ambos edificios a partir de diciembre de 1995.

Durante este periodo se efectuaron nivelaciones en diciembre de 1995, marzo y junio de 1996, fecha en que se suspendió el trabajo temporalmente. En el mes de agosto de 2000, se reinició la investigación de los desplazamientos verticales. En este segundo periodo se realizaron nivelaciones en los meses de febrero, marzo y junio de 2001, utilizando equipo más moderno; un nivel digital marca Topcon DL101 (véase figura 5 ) y estadal de código de barras con lectura directa a cinco decimales usando un nivel esférico unido al estadal en cada toma de lecturas e igualando distancias adelante y atrás para asegurar la precisión en el trabajo. El plano de la zona de trabajo y el registro comparativo de alturas, se

muestran en las figuras 7 y 8, respectivamente. Los resultados obtenidos (véase cuadro 1) indican que no ha habido ningún movimiento relativo “significativo” entre ambas estructuras, y el motivo de los hundimientos de las banquetas perimetrales exteriores a la estructura del Centro Comunitario, pudo haber sido ocasionado por asentamientos de la compactación natural del material de relleno. Sin embargo, al analizarse las alturas de los puntos en el mes de noviembre y comparándolos con los del mes de junio, se detectaron variaciones cuya causa pudiera decirse que es estacional? Puesto que el mismo efecto se presenta en todos los puntos, podría inferirse que debido a las infiltraciones de agua ya sea de lluvias

Figura 5. Nivel automático d y estadal de código de barras.

Figura 6. Vista norte del centro comunitario. Nótese el hundimiento exterior. Figura 7. Plano de la zona oeste de la unidad universitaria.

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C 5.600 5.400 O 5.200 5.000 T 4.800 A 4.600 4.400 S 4.200 4.000 1

2

3

4

5

6

7

8

9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

NUMERO DE PUNTO EN LAS ESTRUCTURAS Dic-95 Dic-00

Mar-96 Feb-01

Jun-96 Mar-01

Oct-00 Jun-01

Nov-00

Figura 11. Aspectos de los trabajos de nivelación

Figura 8. Comparativo de niveles del edificio de Ingeniería y centro comunitario.

Figura 9. Equipo utilizado en la nivelación (nivel automático electrónico marca TopCon y estadal invar de código de barras, con nivel esférico integrado).

Punto No. 15

Banco de Nivel BN Calle de la 1 Normal

Punto de control 1. Edificio de Ingeniería, a 14 m al oeste del centro de la puerta sur-oeste del laboratorio de Ing. Mecánica. Figura 10.

Punto No. 16

Puntos de control 15 y 16 , edificio de Ingeniería.

o del sistema de riego y la diferencia de temperatura entre verano e invierno es lo que causa dilataciones o contracciones en el material del subsuelo. Es necesario que se efectúen mediciones periódicas con el fin de comprobar el comportamiento de las construcciones y no solamente aquí sino en cualquier edificio construido en el perímetro del valle de Mexicali y que por sus dimensiones albergue a una gran cantidad de personas (escuelas, hospitales, salas de espectáculos, etcétera). Es el deseo de los autores el dar a conocer sus investigaciones para beneficio de los estudiosos de otras áreas en relación con la geotecnia, para así enriquecer este campo de trabajo.

Fernando Javier Rivera García Juan Manuel Castro Covantes Punto de control 17, centro comunitario

Investigadores de la Facultad de Ingeniería, UABC. Correos electrónicos respectivamente: fernando_rivera@uabc.mx juan_castro@uabc.mx

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Reseñas

Puro Border: La perspectiva fronteriza GABRIEL TRUJILLO MUÑOZ

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Puro Border. Dispatches, Snapshots and Graffiti from La Frontera, Cinco Puntos Press, El Paso, Texas, 2003.

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scribir sobre la frontera es retratar una realidad en tránsito continuo, un mundo que no se deja atrapar entre las púas del cerco metálico que hoy divide a México de los Estados Unidos, entre dos modos de vida tan asimétricos y a la vez tan complementarios, tan dependientes uno del otro para su propia sobrevivencia. Lo importante es que, en los últimos años, los propios habitantes fronterizos han dado muestras de escribir su propia versión de la frontera, una versión que rompe los esquemas estereotipados de la prensa metropolitana (sea de la ciudad de México o de Nueva York) y busca dar a conocer esta zona del mundo como un sitio de evidente complejidad, con una perspectiva que no pierde de vista la querencia y el humor, la investigación rigurosa y el reportaje periodístico, la ficción y el ensayo, la poesía y la entrevista. Este camino editorial tiene ya historia y comienza con la Editorial binacional/Binational Press, el proyecto creado por la Universidad Autónoma de Baja California y la Universidad Estatal de San Diego en 1988 y que produjo, en los ocho años siguientes, seis volúmenes colectivos sobre lenguaje, poesía, cuento, danza, artes visuales y relatos de vida ubicados en la frontera MéxicoEstados Unidos. A Binational Press seguiría la editorial independiente Yoremito, que publicó a escritores del norte mexicano ya en los años noventa del siglo pasado. Del otro lado destaca Cinco Puntos Press, la editorial de El Paso, Texas, coordinada por Lee Byrd, Bobby Byrd y John William Byrd. Cinco Puntos Press comenzó en 1985 como una editorial independiente pero de cariz comercial, especializada en la publicación de literatura (ficción, ensayo, poesía y libros para niños) surgida en la frontera México-Estados Unidos. Pronto se hizo un lugar como la voz de esta región (Texas, Nuevo México, Arizona y el norte y noroeste de México), por lo que ha recibido numerosas becas y reconocimientos de ambos lados de la línea internacional.


Entre sus últimos proyectos está el periódico El Bridge, que busca, como su nombre lo indica, ser un puente cultural sobre el río Bravo y unir, con reportajes y artículos de opinión, a las ciudades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua; así como la publicación de Puro Border. Dispatches, Snapshots and Graffiti from La Frontera (2003), un libro editado por Luis Humberto Crosthwaite, John William Byrd y Bobby Byrd, que es una antología sobre la vida en esta zona. O como sus editores lo dicen: he aquí “un collage basado en los mejores escritos de ambos lados de la línea, más fotografías y grafitis” que muestran lados ignorados de la frontera por los medios de comunicación nacionales de ambos países. Puro Border intenta definir a la frontera no como un paisaje ajeno, exótico o raro, sino como la descripción de un hogar, de una forma de ser y concebir el mundo. Aquí aparecen textos que tratan de hacernos comprender las complejidades de lo fronterizo, desde la cultura de la ropa de segunda hasta las mujeres muertas en Ciudad Juárez, pasando por las maravillas de Tijuana, y la presencia ominosa de la migra, pero también aquí está el lenguaje de los polleros, los papalotes de la infancia, los chistes políticamente incorrectos al cruzar la frontera. Y, cosa curiosa pero genuina, la rabia y el dolor por ser fantasmas para la cultura dominante. Ya lo ejemplifica el propio Bobby Byrd en su prólogo: Cuando murió de cáncer, en 1985, el poeta de El Paso, Texas, Ricardo Sánchez, me llamaron del departamento de obituarios de The New York Times para que les informara sobre Ricardo. El periodista que me llamó tenía esa actitud neoyorquina que tanto me molesta. Ustedes saben, el tipo sardónico, cínico, superintelectual. Yo reprimí mi hostilidad porque yo quería que el Times reconociera oficialmente a Ricardo como poeta. Yo quería que el mundo entero supiera que ese poeta exconvicto había sido el creador de una poesía iracunda y de ingeniosos juegos de palabras bilingües. Eso haría feliz a su esposa Teresa y sus hijos, se sentirían orgullosos de su padre… Al final de la entrevista, le pregunté al tipo cuándo saldría el obituario. —Bueno —él dijo— yo no sé aún si va a salir. —¿Por qué no? —Porque aún no hemos decidido si Sánchez fue un buen poeta o no.

Eso me encabronó. Esa no era su decisión. ¡Era nuestra! Por supuesto, así el obituario de Ricardo sólo sería un acto de compasión de un idiota arrogante. Eso me hizo sentirme sucio. Al final, el Times sí publicó la muerte de Ricardo Sánchez y lo llamó un poeta pachuco.

Y esa rabia es la que ofrece Puro Border y la que consigue mantener a uno, como lector, disfrutando esta antología que tiene su mayor fuerza en la no-ficción, en sus crónicas y reportajes. Una sola discrepancia: mientras los textos de los autores del otro lado son de escritores realmente fronterizos (abarcando 80% del total), de este lado solo aparecen el propio Crosthwaite, Julián Cardona (que vive en la ciudad de México), Juan Villoro (idem), Julián Herbert (Coahuila), Francisco Vázquez (Guadalajara) y Roberto Castillo (Tijuana). La muestra, pues, adolece de obvios faltantes, especialmente de escritores fronterizos de Sonora, Chihuahua, y Tamaulipas, que pudieran dar a conocer la perspectiva fronteriza mexicana. Sólo Castillo, Herbert y Crosthwaite son de la región. Quedaron fuera escritores tan importantes como Rafa Saavedra, Socorro Tabuenca, Imanol Caneyada y Rosario Sanmiguel, sólo para poner unos ejemplos. Eso hace de Puro Border una excelente antología del lado estadounidense, pero una pobre muestra de la literatura del norte mexicano. Una oportunidad perdida sin duda. Esperemos que, en próximas publicaciones de Cinco Puntos Press, se expanda el círculo de autores fronterizos para que el diálogo creativo sea más cercano y fructífero, más regional en su punto de partida. Y sin embargo, este libro es una obra altamente recomendable, pues, como lo dice Bobby Byrd, Puro Border es “un viaje de la imaginación”, un viaje placentero, estimulante y que cruza todos los obstáculos para enseñarnos que la literatura periodística es el mejor puente que hay, el mejor sitio para cruzar la frontera. Sin documentos. Sin más verdad que la esperanza.

Gabriel Trujillo Muñoz Profesor de la Facultad de Ciencias Humanas

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apuntes

El papel de la motivación dentro del campo organizacional El objetivo principal de este trabajo es analizar el papel de la motivación dentro del campo organizacional para mejorar el desempeño de los empleados. Se abordaron distintos aspectos dentro del campo organizacional. Se mencionaron varios tipos de motivación, por afiliación, por competencia, por poder y por logro. Se concluye que la motivación dentro del campo organizacional juega un papel muy importante, ya que da las herramientas para mejorar el desempeño de los trabajadores y a su vez lograr una mejora en el ambiente de trabajo. Se mostrará asi mismo, los temas relacionados con el papel de la motivación en el campo organizacional, describiendo a esta como el estado interno, que incita, dirige y mantiene la conducta que está relacionada con el establecimiento de metas, mismas que son fuentes importantes de estímulo; así las metas le dan al empleado lo que necesita realizar y cuánto esfuerzo tendrá que hacer. El objetivo principal es analizar el papel de este motor dentro del campo organizacional para el mejor desempeño de los empleados. Clasificación y tipos de motivación En la vida diaria experimentamos los tipos generales de motivación: intrínseca y extrínseca. La primera se refiere a la tendencia natural de buscar y superar desafíos cuando se trata de intereses personales y ejercer nuestras capacidades por el solo hecho de sentirnos bien, como el logro, responsabilidad, competencia.1 Por otra parte, la extrínseca se refiere a cuando actuamos de alguna manera para obtener algo como un ascenso , salario alto, buenas relaciones con

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el supervisor y relaciones placenteras en el trabajo.2 Existen diferentes tipos de motivación, los cuales son: Para el logro ‘‘La motivación para el logro es el impulso que tienen algunas personas para superar los retos y obstáculos a fin de alcanzar metas. Un individuo con este impulso desea desarrollarse, crecer y avanzar por la pendiente del éxito. El logro es importante por sí mismo y no por las recompensas que lo acompañan’’.3 Por afiliación ‘‘ La motivación por afiliación es un impulso por relacionarse con las personas en un medio social. La comparación entre los empleados motivados por el logro y los motivados por afiliación ilustran la manera en que estos dos esquemas influyen en el comportamiento ’’.4 Las personas orientadas al logro trabajan mejor cuando las felicitan por sus actitudes favorables y su cooperación. Las personas motivadas por el logro seleccionan asistentes que sean técnicamente capaces, prestando poca importancia a los sentimientos personales hacia ellos; no obstante, los motivados por afiliación tienden a seleccionar amigos para que los rodeen. Reciben satisfacciones internas al estar con amigos y desean libertad en el trabajo para desarrollar estas relaciones.5 Por competencia La motivación por competencia es un impulso para realizar un trabajo de gran calidad. Los empleados motivados por la competencia buscan dominar su trabajo, desarrollar habilidades para la solución de problemas y se esfuerzan por ser innovadores. Lo más importante es que se benefician con sus experiencias. En

general tienden a desempeñar un buen trabajo debido a la satisfacción interna que experimentan al hacerlo y la estima que obtienen de los demás.6 Las personas motivadas por la competencia esperan también un trabajo de alta calidad por parte de sus subalternos y podrían mostrarse impacientes si los que trabajan con ellos no lo hacen bien. De hecho su impulso hacia un buen trabajo puede ser tan grande que tiende a pasar por alto la importancia de las relaciones humanas o la necesidad de mantener niveles razonables de producción. Por poder La motivación por poder es un impulso por influir en las personas y cambiar las situaciones. Los individuos motivados por el poder desean crear un impacto en sus organizaciones y están dispuestos a correr riesgos para lograrlo. Una vez que se obtiene este poder, puede utilizarlo destructiva o constructivamente. Las personas motivadas por el poder son excelentes gerentes si sus impulsos son a favor del poder institucional y no del poder personal. El poder institucional es la necesidad de influir en la conducta de los demás para el bien de toda organización. En otras palabras, estas personas buscan el poder por medios legítimos, suben a posiciones de liderazgo a través de un desempeño exitoso y, por lo tanto, están encaminados al poder personal. Herzberg, 1950. Herzberg, 1970. 3 Okada y Kakuyama, 1982. 4 Davis Y Newstrom, 1991. 5 Ibídem. 6 Bardwick, 1968. 1 2

Maribel G. Morales; Maritza M. Pantoja F. y Erika C. Rentería P. Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas, UABC.


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