/ personal administrafivo adscritos a: la Escuela de rcativo, la DirecciónGeneraldeAsuntosAcadémicos de Literatura-Tecate, Departamenlo de Editorial y fornie, asf como la Universidad deCalifornia en San
Este es un espacio
PÍesentaci6n
Dejamos en sus manos el número uno de Yzá¿i y con éste el primer acercamiento a nuestrt nuevo proyecto editoriat la r¿vísu univeniuria, propuesta cuya suerte será definida por la participación de todos sus hacedores: ¡utores, fotógrafos, artistas plásticos, editores, coordinadores, correctores, capturistas, diseñadorcs, formadores, asesores, miembros de los consejos y comi. tés editoriales, fotomecánicos, prensistas, y, por supuesto, de ustcd amable lector. En estos tiempos de cambio, más que abundar en las palabrasy sus múltiples acepciones, queremos darmuestra palpable y fehaciente de nuestro compromiso con los universitarios y con Ia sociedad a la que nos debemos. ! l,a revlsta univenifarb, comprende la edición de cuatro publicaciones trimestrales para igual número de áreas de conocimiento (divulgaciór cientÍfica, humanidades, ciencias sociales y políticas, y economía, administración y contabilidad) y constituye un paso rumbo al trabajo interdisciplinario que nuestra máxima casa de estudios se ha planteado como objetivo inmediato en aras de elevar la calidad académica, crecer de acuerdo a las exigencias del desarrollo nacional, estrechar el vínculo entre universidad y sociedad, así como diversificar las opciones terminales en la formación dc profesionales con capacidad de autoaprendizaje y de trabajo en equipo con cientílicos de diversas disciplinas. I En esta nueya fase editorial el lector encontrará materiales diversos, cuyo denominador común es su pertenencia a un área (no a una isla) de conocimiento. I Como en todo nuevo proyecto, sabemos que los aciertos se acompañan de ermrrs, pero con la participación de todos,lectores, realizadores, colaboradoresrlarevísta wúvenitarialogrará acercarse cada vez más a la universalidady pluralidad del pensamiento, razón de ser de ésta y de toda universidad.
,POR
LA REALIZACION PLENA DEL HOMBRE"
Rector
Dr. Luis Lloréns Báez
Dr. Luis LloÉns Bá.2 Rector
LlC. Luls J¡vl.r c¡ravlto Elta§ Secrelario general
C.P. ScrSlo Ocf¡vlo Vázqücz l,6Fz Vicerrector zone costá
Llc. GulllcIml[r Aburlo d. l,¡gerdc Di.ectora gener¡l de Ffensión Univers¡taria
COORDINACION GENERAL
NorD¿ Herrera de Omassi
EDITOR LITERARIO
Tomás Di Bella
DISEÑO EDITORIAL
Rosa Espinoza CAPTURA
Ruth Alejándra Rodrfgüez FORMACION
Yolande Venegas Agúndez ASISTENTE
Perla C¿slillo Solis
Yubai
EDITOR RESPONSABLE
Raú¡ Jesús Rincón Meza
CONSEJO EDITORIAL
UABC: Jorge Matfnez Zepede, Insl¡tuto de Inv6ligacion€s Históricas; Ra úl Navejas, Escuela de Ciencias de la Educ¡ción;Sahtos CárÉsco Arellanes, Instituto de lnvesligación y Desárollo Educativo; Gloria Mania Arelláno, Escuelá de ldiomas.
y!á¿i es um pübliocióo trimestral de l. Universid.d Autóroma de B¡j¡ C¿lifomia. t¡ó ¡rtícu 106 tirmadax sotr respoos¿bilid¡d de sü ¡ ulor. Sé auloriz¡ la ¡eprodu..ión lol¡l o parcial d€ lor m¡teri¡les public¡dossiemprey cu¡ndo se cire la fuenre. Registr6 en trímire. Tir¡je: l,5m ejeñplares. C¡nespond€ncia: R.risto unir.!¡itüio Coordin¡ciór gen€ral UABC'Rectorí¡. Av. Obregóu y Juli¡¡ C¿rillo s/n Mexiclli, B.C., 21100. Tcl. (65) 52-90-]6, yyzáai. Ediror responsable, E§.uel¡ de Huñ¡nidades, UABC, I¡rdo y G¡rib¡ldi, Col. Jürrea 2150, Tijurna, B.C. Tel. (6ó) 85-4ó-16.
Poema # 12
Víctor Hugo Limén
La denuncb de fray
Banolomé de las Casas
Al describir y denunciar las alrocidades españolas en América, de las Casas se tefiefe a "las exquis¡tas especies de crueldad. ." rlCómo pudo, a mediados del siglo XVI, detectar con tanta precisión categorial, casi precisa, la noción de sadismo?
Jsime Conchg
El ñayorazgo del cambio
Laum Ac€vcdo
El descubrimiento
... Bienvenidos a esta celebración de la humanidad, a este festival de la capacidad intelectual crealiva. que este 1992 se consagra tanto al recuerdo tenebroso como a la promesa dichosa, impllcitos en el "descubrimiento" de América.
Gustayo Segade
Las ondas del choque
Vide una isla muy verde y fertilÍsima. Vide aves por doquier. y árboles disformes con flores de potentes colores. Y las gentes de qsa isla andaban desnudas, como si vivieran en el propio parafso, y eran cordiales conmigo y me daban de lo que tenfan por cualquier cosa que les diese. preguntáronme quién era. y yo contestéles: "Soy Cristóbal Colón".
Gabriel Trujillo Muñoz
Portadat Alegorla oriental desde el gron yalle. Acrflico en lona, I 977. 123 x 153 cm, RubéD Garcfa Benavides. Obrs plást¡ca! Búrquez, Cirrillo, C¿slillo, Coronado Ortega, Chávez C.orrugedo, Garcfa Benavides, Garcfa Rivas, Gaytán, Othón de Terán, Vargas.
El efecto de verosimilitud en las cartas de relación
Duranle la conquista de Améric¿, la palabra, tanto a nivel de la producción oral como del discurso escrito, fue un arma decisiva para la victoria de los españoles.
Guadalupe Iópez Bonilla
Giros alrededor de Claudia Sergio Rommel
El significado no existe, se construye
Se propone la detección e inversión multinacional en ¡ndiYiduos con capacidades sobresalientes en los palses del Terc€r Mundo, por considerar que ésta es una estrategia global de desarrollo social e individual que puede diseminar su acción al interior y fuera de las universidades.
Santos Carrasco
RESENAS
El concepto de tiempo en la Jílosoffa griega arcaica
Cuando hablamos de tienrpo solemos movern0s en un áfea de expresiones vagas como du¡ación, época, estación, edad, oportunidad u otras. ¿Por qué en la nocíón de tiempo, el pensar griego arcáico y el azfeca eÍan convergen tes ?
Horst Mstthai
Oda beoda
NUESTROS COLABORADORES
Tomás Di Bella
POEMA # 2 1
VICTOR HUGO LIMON
l-a luz flota en la colina tus ojos en los días de invierno se oscurecen su mueca sobre la mesa anuncia que la línea de la colina nos separa.
Me prometiste que la vida sería dulce como un cubo de azicar en todos los platillos; se ha ido entristeciendo como el zacate en verano.
Me afeitaré con cuidado
En algún lugar oí decir a un hombre que el mundo era prometedor hoy vi que lloraba al escuchar una canción.
El espejo sólo está empañado
La denuncia
de Bartolomé de las Casas
Centraré esta bfeve info¡mación sobre las C¿sas, en torno a un punto bien particulary preciso, de hecho,sobre una fiase. Una ftaseque está al comienzo de la Brev lsim a r e la c ión d e- ll destucción de las ,d¡i¿s, probablemenle el texto más leído, di!.ulgado y conocido de las Casas. Esta tiene un sabor muy moderno,
que me hizo pensar por mucho tiempo qué querla decirlas Casas, realmente,con esa frase en el Pórtico de ese documenlo.
Al descf ibiry denunciar las atrocidades españolas, nos habla de las "exquisitas" especies de crueldad... Esta ftasemedio muchasvueltas. No podía entender cómo las C-asas, a mediados del siglo Xvl, podla detectar con tanta precisión categorial, casi casi en términos precisos, la noción de sadismo. Ese rebuscamientoy esa fantasía para provocar el dolor, no sólo en las formas de aberración sobre el indio que describe en las Casas, sino las técnicas de mutilación:el quitarlas narices, romper los músculos y destruir el rostro.
Lá exposición plantea las "exquisitas" formas de crueldad de la conquista.
l-abibliografía delas Casas, pesea su mmplejidad y pese a su enorme riqueza y variedad, Puede
sintetizarse muy fácilmente en torno a varias fases. Una primera fase: Sevilla, de la cual se sabe muy poco hasta 1502. Hay sólo en la Historin de las hdias,la obra magna de las Casas, un recuerdo que a mf siempre me ha impresionado. Habla de las Casas, quecuando niñovio los primeros indios que llegaron mn Colón a las arcadas de la Plaz de Sev¡tla.
Esdecir, tendrla las Casas, unos 8años, según otra venión. unos l5 años, cuando ve esos primeros indios llevados porel descubridora la ciudad de S€villa. Es probablemente este primer mntacto entre el niño e indios, entre el seviltano e indlgenas, que metió a de las Casas a luchar en defensa det indio por el resto de su üda.
Se traslada, las C¿sas, en 1502a Amóric¿. Probablcmente en torno al bando de su padre, que segula al descubrido¡, al gran almirante, como dice é1. Y entre 1502 y 1514, probablemente se dqsarrolla la etapa más oscura de vida, la que élva a condenar mn más fuerza: su etapa de enmmendero.
Las Casas vive en San to Domingo, en Cuba, y probablemente en Cuba, parricipó -él mismo lo dicecomo capellán de un ejéfcito represivo contra los indios.
Es alredcdor de 1514, en el pequeño poblado de Crrpus Christi,en el centrode la islade Cuba,donde se va a producir la conversión de las casas y que yo considero un hecho mucho más importante que el descubrimiento de América. Probablemente estoy exagerando, pero...
En 1514,Ias Casas «)mienza un sermón,luegode leer un texto del Ec lesióstico (to del Eclesias tés ), u n libro que no aparecÉ eA la Biblia calólica, en que se compara la merc¿dería humana con el asesinato o con el sacrificio humano. l-ee ese texto, que es un poco cl gufa de su sermón,y ahl decidellamar a todos los colonos españoles a que dejen los indios y abandonen su activ¡dad de encomenderos. Desde 1514 enadelanie, seva a producir, dfa a dfa una defensa pefsislenle y tenaz; una defensa del indio americano mmo nose havistoen ninguna otfa parte del mundo. [¡s historiadores norteameric:rnos dicen que no hubo nadie en los Estados Unidos coloniales, que alzara la vozen defensa delos indios. Tal vez es una exageración. Hay dos personalidades
en Nueva Inglaterra, pero ninguna llega alomfnimo de lo que fue [a actividad p€rsistente de las C¿sas. En los años 20, las Casas se,encierra dentro de conventos dominicos a pensar el problema indio; deja una cierta actitud de ex colono mmo lo ha llamado Bataillon, y llega a métodos radicales. A métodos radicales, que podfamos balificsr de terrorismo del alma contra sus compatriotas conquistadore.s, hastael punto de negarles laabsolución en trance de muerte. Eso, naturalmente, crea hasta intentos de linchamiento en contra de las Casas, cuando él llega a posesionars€ como obispo del sur de México, en Chiapas.
En los años 30, las Casas otganiza uno de los más notables y revo¡ucionarios intentos de evangelización pacifista en las alturas de Guatemala, en las tierras altas de Guatemala, con una gran sensibilidad antropológica, y con métodos que después van a ser practicádos y seguidos por los jesuitas. Los misioneros jesuitas van aaplicar, al surde Sudamérica, los mismos, podfamos decir, puntos de vista que las Casas va aplicar en las alturas de Guatemala.
Entre 1542 y 1552, durante diez años, va a elaboraf, las C¿sas, su documento probablemente más conocido, como decfa, Ia Brevlsima relación de la destrucción de las Indias.
Este texto, singular sin duda, es uno de los documentos hislóricos culturales más decisivos en las letras de lengua castellana, que se relaciona mn los problemas americanos.
Por un lado, es una crónic¿ Una crónic¿ muy simple, que va siguiendo, con orden temporal y mn orden espacial, el desarrolllo de la mnquista desde el Caribe hasta Nueva Granada, la actual Colombia.
Por otro lado, es un testimonio. Un testimo quese liga a los testimonios mntemporáneos. L¿s Cásas insiste: "Yo vi",'1o fui testigo de esto", "lo cuento de cerc¿"... es unodelos primeros panfletoso folletos anticolonialistas, y por eso desborda su importancia dentro del ámbito hispánico. Es una de las primeras gr¿ndes denuncias de las actiüdades mloniales; va más allá de un denuncia de las conquistas españolas. l,as Casas designa a su propio telo como un "tfatado". Y en este sentido, es una afgumentaciÓn
escolástica para encontfa r razones legales y justificación en su defensadelindio. Pero, sobre lodo, Ia Br¿vlsimarelación es un apología. El nombre de"apologfa" o "apologética",€súen otro de los grandes libros de las Casas.
escribió dos grandes obras, .", ".rr,rh:tftl: son la Hisroia de las Indias y la Apologética historia suftwria. Esta última de algún modo, tiene una proyección en la B revhima relación, en ese lado o en este costado de "apología".
¿Qué es una apología? Una apología es un género literario y filosófico que, sobre todo, practican los primeros padres de la iglesia en el siglo II y IIi. Lo cierto de esta época es que se tiene que defender al cristianismo f¡ente a las acusaciones y los prejuicios de los romanos, de los paganos y de los filósofos det imperio romano. Tertuliano, por ejemplo, escribe en s\ famoso Apologéfico, que se parece mucho a la Brevísima relación, en cuanto describe con extraordinaria precisión las tor¡uras a que son sometidos los primeros cristianos.
La apología, enloncesJ es un elemento de la Brevhinn relación, que es una exaltación del mundo indígena. Y al mismo tiempo, una defensa del indígena, tal como era visto por sus compatriotas españoles. En este sentido, el lenguaje de las Casas no es ideali;¿ador del indio en la -Brevúima relación, sino que es un lenguaje estrictamente funcional para oponerse al prejuicio. Cuando las Casas dice qur: va a describir la destrucción, la matanza, las masacres, se está oponiendo al lenguajede los conquistadores, que decÍan que habían venido a juntar, a poblar, a pacificar... las Casas dice: no, no han venido a pacificar, hanvenidoa destrui¡ya matar. Igualmente, cuando describe a los indios como seres frágiles, no está creando un relrato idealizado. F-stá creando, plecisamente, un retrato que se opone al modelo de la servidumbre natural,Ial como estaba en La política de Aristóteles, y tal como va a ser desarrollado por los racistas españoles del siglo XVI.
Aiora bien, la Brevísima relación es, sobre todo, una enorme decepción; casi es una crisis de la ñ 6 .9 P 3
concepción cristiana delmundo,de la concepción agustiniana de la historia.
Tres paradojas están en la Br¿vlsinta relación: Primero, el descubrimiento, dice las C¿sas, es unade las cosas más mafavillosas que ha ocur¡ido en la humanidad, y la conquista es unade las cosas máshorribles ¿Cómo es posible que lo maravilloso y lo horrible se junten, en los prime¡os años del sigloXVI? Bueno,el descubrimiento abría enormes posibilidades a la evangelización y a la cristiánización; la conquista traía la muerte, la pérdida de las almas de los españoles
de evangelizar más, de que hay más almas cristianas déntro del desarrollo de ta iglesia, entra en crisis seria y üoienta con los acon tecimientos que las casas es capaz de ver y es capaz de identificar dentro de su experiencia en e[ mundo americano. Es en este sentido que su misión, su descripción de los tormentos y su descripción de las torturas (y es éste mi resultado final después de esta breve exposición) sirve para presentaral indiocomoel equivalente de los cristianos perseguidos por los emperadores y los tofturadores, en los primeros sigtos de esta era. que se irán al infierno por como han tratado a los indios; y de los indios que no han tenido la oportunidad de ser evangelizados.
Cuando se habla muchode la demografía , de que las Casas cuenk mal o cuenta demasiado, hay que entender que la demografla o los hechos demográficos que da las Casas, son de una época que es predemográficá. h demogrália empieza en el mundo en 1820, más o menos; en esa época predemográfica,las cuentas de las Cásas son cuentas de almas. Tiene que ver, más bíen, con la escatotogla; con las almas que se van al infierno o que no se pueden iral paraíso... Esa es más bien la demog¡afla de las Casas.
En segundo lugar, Américá es un nuevo mundo, pero, en realidad, según lo ve las Casas y todos los españoles, está indicado casi el fin del mundo. Esa es la segunda paradoja terrible que denuncia é1. Entonces toda la concepción agustiniana, la filosolía de la historia católica, prácticamente la posibillidad
Cuando [as Casas identifica a Cortés como Nerón, cuandolas Casas identifica a muchos españoles como anticristos, está produciendo, realmente, una inversión de la concepción del mundo cristiano, en que los cristianos, en vez de evangelizar, actúan como los paganos perseguidores de los primitivos católicos.
Es por eso que ya desde 1542, cuando las Casas termina de escribir la Brevísima relnción, cuando ha descrito las guerras ciüles que han ocurrido en el Perú, que es como una extraordinaria lección que está aprobando, y sac¿ndo los resultados de lo que los españoles han logrado en América, entonces la visión de las Casas se empieza a ennegrecer; se empieza a oscurecer y, prácticamente, se convierte en uno de los combates más desesperados. [-as Cásas veque sucombateen defensa del indio,es uncombate ciego. Es un combate que está muy en paz; esto es lo que hace de las Casas una las personalidades morales, yo creo, más admirables de todos los tiempos.
GUSTAVO SEGADE
Lunes 21de diciembrc (1492). Creon V estas Akezas que en el mu¡do lodo no puede haber mejor gen¡e ni mh manzn- [...] Todos d,e muy singularlsiño toto, onorosos y hablt d¡¡lc€... (Fragmento del Diario de Viaje de Cristóbal C¡lón, que transcribió el padre las Ca§as en su Historia dc lat Indios).t
Muy buenas tardes, y bienvenidos a esta celebración de la humanidad, a este festival de la capacidad intelectual creativa de la raza humana, queesteañode 1992 se con§agra tanto al recuerdo tenebroso e infeliz como a la promesa radiante y dichosa implícitos en el llamado ¡'descubrimiento" de América. Primero, nos dedicamos a la conmemoración de aquellos acontecimientos, casi accidentales y, paradójicamente ineludibles, que ocurrieron hace quinientos años, y que, sin duda, nos han defrnido y redefinido a todos, a todos los pueblos del mundo: americanos, europeos, africanos y asiáticos, También, y a la vez, nos dedicamos, como lo hemos hecho siempre los seres humanos, a seguir abriendo nuestra caja de Pandora, a seguirconociendoy cambiándonos, por mal o por bien, empeñados en que sea por el bien que seguiremos el inten-
lEnnque Andcrson Imberty Eugenio Florit, Liteldturo h¡spa oarneicotfi: antologla e inúod cción históríca, N'..tt York: Holt, Rienhan and Winston, Inc., 1960, p. 13.
to de cumplir la promesa que siempre nos ha ofrecido a nosotros, a la raza humana, esa noción, conjetura, imagen, intuición, y fantasla, ese concepto, deseo, modelo, anh€lo e ideal que han sido quinientos años las Américas del norte y del sur. Sabemos que si Colón no hubiera descubierto, no hubiera "deslapado" el hemisferio occidental, hasta entonces desconocido por Europa, lo hubiera hecho otro Colón, u otro Gabote, Cártier, Hudson, Cabral o Cortés. Europa, con sus avanzadas tecnologías marílimas y guerreras, ya venÍa hacia las Amé¡icas, ya avanzaba sobre el mundocon sus ambiciones conquistadoras y colonizadoras, aunque la tremenda ironla es que sería por sazonaf la comida, por llegar a las tierras donde se produclan las especias, que tendrían que descubrir alguna manera de evadirlos monopoliosy los ejércitos de los sultanes musulmanes para
llegar a las islas Malucas, a Catay y al Nipón.
Mas, la historia sf cuenta, como dicen que demostró el mismo Cristóbal Colón al volver de América a España, en el famoso encuentro de sobremesa con sus envidiosos críticos escépticos, que querían disminuir sus logros, alegando ellos que cualquiera hubiese podido navegar hasta las Indias. Nos cuenta que el almirante les ¡etó a que hicieran pararse de punta un huevo hervido, cuando ninguno de los detracto¡es pudo, el mismo Colón aplastó con fuerza la punta redonda del huevo y lo hizo pafarse sobre el mantel. Todos siguieron reclamando que asf cualquiera "hubiese podido", pero nadie sino él lo hábfa hecho. Y asl son suyas la gloria y Ia responsabilidad históric¿s que siguieron sus descubrimientos: suyas [a gloria y el poder de los siglos de oro españoles y europeos comprados con plata americana, y la ex-
plotación de los recursos humanos y naturales americanos y africanos, y a la larga, del resto del mundo, que colonizaron. Suya también la responsabilidad inmediata por tas masacres y la increíble opresión de esos "amorosos" indfgenas americanos de "habla dulce", y de los i nfelices esclavos africa nos. Ambas razas sufrirfan en ese entonc€s bajo las cruces y las espadas cristianas de los españoles, franceses, ingleses, portugueses y holandeses, y seguirfa n sufriendo bajo los poderes seglares, "democráticos", y posmodernos como los de la hoia de arce canadiense,la old glory norteamericana, y el águila y la serpiente mexi¡:anas. Además, hoysabemos que, como nos dice e[ historiador norteamericano, William McNeill en sü obra Plagues and. Peoples, o Las plagas y los pueblos, la mayorla de las matanzas de los indígenas no fue intencional, que la guerra biológica que estalló entre los
invasores curopeos y lOs pucblos invadidos y esclavi?:dos fue interprctada como castigo fatal de la manodel dios cristiano tanto como de la ira de los dioses indÍgenas:
.. thc Spaniards were nearly in'rmuneftom the terrible diseas€ tha t raged so merciless¡y among the Indians. Thcy h¿¡d almost always been exposed in childhood and sodeveloped effective immuniry. Givcn the interpretationof thecause of pestilence acc€ted by both parties, such a manifeslation ofdivine partialify for the iovaders was conclusive.'fhe Gods ofthe Aztecs as muctlaslhc God ofthe newcomers had divine approv¡l for what they did.r
Las grandcs poblaciones indÍgenas fucron destrozadas físicá, anímica y culturalmente por los enemigos micro y macrobiológicos europeos. Así reprocha a los conquistadores el poeta maya .Jel Chilant Balanr d.e Chunrayel (1541):
La luna, elviento, el año, eldía: todo cantínq, pero pasa tambi¿n.
Toda sangre lleyt al lugar de su rcposo, conlo todo pod.er llega a su úono. Estaba medido el tientpo
chttparon lrusta nntar la flor cle los olros porquc viviese la suya.
Mataron la Jlor del Nacxitl
Ya no había sacerdofes que nos enseñafan.
Y así se osentó el segundo tiempo, conrcnzó a señorear, y fue lo causa de nuestra mue e.
Sin s ac erdo te s, si n s abiúña,sin v a Ior y sín vergüenza, rodos iguales.
=
en que se alabaríala grandeza de los Tres.
Med.ido estaba el tientpo de la bond.ad. del sol, d.e Ia celosía que fornún Ins estellas, desde dond.e los d.ioses nos contenlplan.
Los buenos señores de las esíellas, todos ellos buenos. Ellos tenían la sabiduría, lo santo, no habín momad e ellos.
Hab ía s a lud., d.ev oc ión, no había enferntedad" dolor de huesos, febre o víruela, ni dolor de pecho ni dc vieníe.
Andaban con cl cuerpo erguido. Pero vinieron los conquistadores y todo los d¿shicieron.
En se ñ a ron e I t enw, nt « rc hi mron Ia s flores,
iLos conquistadores sólo habían venido a casÚar al Sol! Y los hijos d.e sus hijos qltedaron enfTe nosolros, que sólo recibintos su annrgura.3
Lá ignorancia quizás perdone hasta cierto punto a nuestros antepasados. Mas, para nosotros es absolutamente imperdonable que sigamos Ia opresión física,espiritual y cultural de nuestras gentes indÍgenas y negras.
Y lo que es más, hoy se deben realizar todas las promesas de los consiguientes descubrimientos de la revolución científica y tecnolÓgica, todas esas que no hemos cumplido hasta hoy día, las que nos
pide nuestra propia orredad, las de nuestras "otras gentes", los marginados que para México incluyen sus potrlaciones enfermas, pobres, indfgenas, femeninas y homosexuales,yque para Estados Unidos son también sus gentes enfermas, pobres, negras, latinas y asiáticas, tanto como la mujer y la pobtación homosexual. El desempleo, el est¡és, el esmog, y el SIDA no discriminan; lodos llevan a la danza general, a la igualdad perfecta del olvido, adondese pierde la identidad, allá en el rcino de la Muerte, donde no hay espejos porque no hay distinciones, ni imágenes, ni reflejos. Hoy Ia ciudad dc [¡s Angeles y otros pueblos de Estados Unidos están ex?erimentando la danza general, la danzá de la muertc acompalada por la músicá de la injusticia. Se le ha dicho al pueblo norteamericanoque no crea lo que ha presenciado con sus propiosojos,que no perciba lo que es el sentido más común de to justo, violado por la policía,los abogadosy las doce personas blancas que concluyeron que lo que le pasó a un hombre negro no le pasó, que el culpable era la vfctima. [-os resultados son la muerte y la destrucción.
Aqul, a este lado de la realidad que Ilamamos vida, los poetas nos recuerdan queverseen el espejo es identificarse, es descubrirse. Así el poeta mexic¿no, Víctor Soto Ferrel tÍtula su obra con un doblesentido, Saldel espejo ,y nos dice en la sección titulada "EI desierto del espejo":
Mbada que al espejo no quisiera por testigo tenet de su caída.
2W¡lliam H. McNeill, Pl¿8n es and Peoples. New York: Anchor Press,Doub¡eday, 1976, p 184 lcabriel zaíd, ed., omnibus d¿ poesla ñeúcano ,Méxtco: Siglo Vein tiuno Editores, novena edición, 1982, págs.3l-32.
Mirada que onos miran en un vuelo de antor detenida.
Y más adclante ¡eflexiona el poeta:
IV
M¡rhda que en los labios de sí núsnru se olvida.a la mirada oscura, unq súplicq cruel ftente al espejo. Nosotros sabemos del sileieio de puerfas certadas alrededor... pasa sólo un destello: el peligro de recordar al otro que nos mira En el pasillo ausente bendita seq la calma que me ha dado ru cuerpo. Huyamos del espejo nadie viene.s
Una obsesión el riesgo de buscar donde sea Io que no es el antor. En la penumbra de ln sala la soletlad de los presentes una historia sintple, Su caru es el dolor la cara de nti ansia: los pasos lentos,
l-a cicncia siguc descubriendo nuevas posibilidades tecnológicas, sicmprc marcando nuevos linderos. Así también deben verse nuestras definiciones de lo humano, como un proceso de descubrimiento de nuevos valores que ensanchen el territorio axiológico, que les abran las puertas al que sufre de nuestro racismo, de nuestra apatÍa, de nuestro sexismo, dc nuesúos sistemas económicos inhumanos. Es para que nos descubramos, para que nos quitemos Ias máscaras que nos cubren laverdadera cára, que nos reveIa cl poeta tijuanense, Francisco Moralcs la otra faz de su ciudad, esa quc cs la nuestra y la de todos:
llr
L a c i tr dad qu e re cono, la apendi da, falsa sonrisa erhibe, prisíonera:
dctrás del nwquillaje sLLs ojeras explican patetismos) úridas ilLtsiones... decqdencia. IV
Picnso o vcces, ciudad, que voy buscando sin lintarna tu rufa: so)r el úr'e que tlevora los víentos del retorno con hont¡rc y,crdadera, hantbre infnita.
b..
r\'íctor Soro I.crrel. -§¿rl ttut espejo.Méx;co: Edi¡ori¡l I']enélopc, I982, pág. 67. jop. f ir , plg oe.
Es a raíz del descubrimiento y enfrentamiento con estos retos a la identidad personal, histórica, social y mítica que llegaremos a saber quiénes somos y quiénes seremos en los quinientos años que vienen.
Trato de arnnr fu voz, tus escondrijos, salto puertas, sí, no: deshojo margarítas; desma ncho identidades, c atadur a s que descubren tu máscara frontera; navegante febril, me desvelan ru esencia, ru apellido.
XVIII
Arrincona, ciudad, ru azul bostezo donde el miedo huele las rendiciones: cuelga las ansiedades y ese disftaz de huesos que te pones para J-rngir alegres pantomimas: ven al patio de seres nncilen¡os al inferno común del que camina por calles de cansancio y dtemrcvela. Si nos haces reír, si nos traes chicle, te inJlarenros globitos de temura.ó
Y crece la rcsponsabilidad. Hoy se celebra en las naciones occidentales el triunfo del capitalismo representado por la calda del socialismo marxista en la difunta Unión Soviética y el renacimiento de los palses de Europa Oriental. Al dcrrumbarse la cortina de hierro ha terminado la gucrra máscostosa cn tórminos económicos de la histo¡ia humana, la llamada guerra fría. Más, ahora, en lugar de disfrutar la paz, estamos sufriendo la confusión creada por la recientc
revolución. Más que nunca les urge a los poderes mundiales descubrir modos pacíficos de viYir, y de no ceder a Ia ola de pánico e intolerancia nacionalistas. etnocéntricos y racistas que han surgido en Europa y Estados Unidos a causa de la crisis económica, en gran pa rtc resultado de la reducción de las industrias mili¿ares en centena¡es de pueblos occidentales, como tantos del sur de Cálifornia. Es a raíz del descubrimiento y enfrentamiento con estos retosa la identidad personal, histórica, social y mítica que llegarcmos a saber quiénes somos y quiénes scremos en los quinientos años que vienen. Estos serán los conocimicn(os que formarán la base de los autodescubrimientos que llamaremosestudios de humanidades,ya los cuales nos dedicaremos durante esta semana de celebración y trascendencia cultural y educativa que comienz ahora.
Soy Custavo Segade, con ustedes en América. en el año 1992. Muchas gracias.
6Francisco Morales,l-d ciudad que rc.coÍo, México: Pan0elo y Panlomima, 1986, págs. 9, 1r,39.
EI mayoruT,go del cambio
(Fragmentos)
LAURO ACEVEDO
II
Mueren los dioses cntre los recuerdos k ausencia del copal está en los templos
C-aen en un otoño ete¡no las hojas de los códices
l-a espiga de [uego
Incendia el horizonle del miedo
t-os ropajes del ser son rasgados
Esparcidos por los cuatro vientos
El oriente se vuelve signo de muerte y desconcierto
Es el presagio del fin
IV
[-as picdras se tiñen de púrpura Desde Acatliyacapan hasta Tezcacóac
En los patios ceremonialcs se escapan los alientos
Palomas con[usas que 5ohrcvucl3n
El rccuerdo amargo de la muerte
Indices de ceniza inscribcn desde Cuauhxicalco testimonios violcntos
Se impone el mayorazgo del cambio origen de cáminos
¿Cuál el canto? ¿Cuál Ia danza? ¿Cuál la heredad?
V
[: respuesta estuvo en el mar l¡ esencia en el caos del sino universal
En los libros negros
Sc escribcn con sangre las raíces de Ia vida
El mar
Es líquido camino dcl encucntro
Navegamos el tiempo con las manos en el timón
Por cl rumbo quc marcan los rccuerdos
Los cielos son testigos de valerosas futas recorridas
a pesar de todos los augurios
l,os cantores narran de puerto en puerto
Aventuras del mar de los misterios
Donde reinan las tinieblas del ser
Desde el antes escucho la danza
Un revolotear de Pájaros de fuego
Encienden las esferas de los magos
Para descorrer la bruma
Nuevos símbolos se inscribieron en los anales sagrados
I á tierra misma resintió la herida
Se cubrió de cenizas y de ruinas
Recogió en sus entrañas los latidos de la rebeldfa
En sus amantes fosas cayeron esclavos y tiranos corceles y armadufas sotanas, crucifijos Y rosarios
Tres fueron las naves
tjno el cielo
Uno el mar
Una la osadÍa
Uno el afán del viaje
Siete las lormentas y las iras
Múltiples los orÍgenes
L.os nombres
[-as pasiones
Arribó a nuestras costas
El mayorazgo del cambio.
a Monuel Acuñd Botbolla y Maryaito López
Las
C uunuhuní*. I492
Vide una isla muy verde, muy llana y ferrilísima. Vid€ aves por doquier de variados colores y árboles muy disformes con flofes de potentes colores y ramas altísimds, muy enmarañadas.
on AS
I que
Y las gentcs de csa Ísla andaban desnudas, como si vivieran en el propio paraíso, y eran cordiales conmigo y me daban de lo que tenían por cualquier cosa que les diesey me rodearon, con caras amigables y gestos de concordia, y preguntáronme quién cra yo yde dónde venía. Y yo contesteles: "soy Cristóbal Colón, yvengo avuesttas tietras con saludos de los grandes reyes de España,lsabel y Fe¡nando".
Y ellos no entendían lo que yo les explicaba, pero rié¡onse mucho ante mis gestos y palabras. Yyolcs regalé unos pedazuelos devidrio y ellos se mostraron cont€ntísimos y regaláronme a cambio un espejo exrañísimo y a¡ contempla¡le en él vime más viejo que ahora y lleno de cadenas, con gente de la mÍa insultándomey mofándose de mi desgracia. Yfue tanta mi sorpresa ante tales visioncs que dejé caer aquel espejo y éste rompióse con grande escándaloy en ese preciso instante desperléme y dÍjeme: "fue sólo un sueño, Cristóbal, una pesadilla. No 1c alarmcs".
Y en eso que escuchovoces que gritaban: "Tierra a la üsta". Yquesalgo corriendo a cubierta yentonces vide una isla muy verde, muv llana y fertilísima.
^díntico, l,l9,l
-iQué es eso?- pregunta Guajil
Cuchul hace a un lado las cadenas para poder levantarse de la cubierta dcl barco y mirar mejor el horizonte. El galcón se balancea por las corrientes encontradas, pero Cuchul logra su propósito y se queda ahí, los ojos puestos en la distancia.
- Tierra- dice.
GABRIELTRUJILLO MUÑOZ
* GuaDahaní: nonrbre anliguo de Ia isla de San Salvador, hoy Watling. donde llegó CdóD en 1492.
n marinero español que había observado los movimientos del indio, golpea a éste en la cabezA para que vuelva a sentarse.
- ¿Qué es eso? -pregunta Guajil, ahora en castellano.
El marinero le escupe la cara antes de contestarle:
- iParaqué quieressaberlo, cara de mono?
Guajil se timpia la saliva nauseabunda de su rostro y lecuerda que en su isla él era un cacique respetado, un jefe de su tribu. Empecinado, luelve a señalar el horizonte, la faja oscura que se perfila a lo tejos. Un misionero dominico que p&sa en ese momcnto. finalmente le responde:
- Eso es Cádiz, hijo mÍo, La madre patria, ¿entibndes?
Ouajil asiente.
- Entiendo.
- ¿Qué te dijeron? -le pregunta Cuchul, mientras un hilillo de sangre le baja desde la cabeza hasta la barbilla.
- Es lierra -contesta Guajil.
- ¿,Nuestra casa?
- No, otra casa. Otra tierra.
- ¿[á tierra de los hombres pálidos?
Guaiil cierra tos ojos y vuelve a abri¡los.
- Sf. El nuevo mundo.
Y aunque el miedo les punza muy hondo, ambos se quedan silenciosos e inmóviles, comodos estatuas desal, obsenando el misterioso reinode los demonios barbudos, la tierra natal del iuego que explota.
Orinoco, 1502
Américo Vespucio ha dejado la cubierta principal y se ha relirado a su camarote. El resto de la tripulación duerme, vigila o conversa en voz baja sobre esle viaje hecho a las antípodas. Todos parecen de mejor semblante ahora que van a regresar a Lisboa, después de más de un año de travesía.
Por eso mismo, Vespucio ha decidido ponerse a escribir lo que ha descubierto en este viaje, la maravillosa diversidad que la naruraleza pregona en estas tierras nuevas, sÍ, nuevas porqug él ya está convencido de que no son ni la India ni China, sino un conlincnte intermedio entre Europa y Asia.
Moja su pluma en el lintero que amen¿za constantemenle con caérsele encima y pensando en Lorenzo de Medicis, su mecenas y protector, escribe: ¿Qué podria conlaros sobre la multítud de animales salvajes, la abundancia de pumas, de panteras, de gatos montaraces; de los nume¡osos
lobos,los cucrvos,los monos y felinos,las diferentes clases de marmotas, y las abundantes serpientes de g¡an tamaño? No creo ser exagerado si digo que tantas especies no podrían haber cabido nunca en el arca dc Noé, que ésta habría sido insuficiente para contcncrlcs a todas. Que tanta es la riqucza cn criaturas, dóciles o salvajes, de agradableo fiero aspecto, queestas ti(]IIascontienenymantienen. Un verdadcro jardín det Edén. Un paraíso terrestre. Quien llegue hasta aquf sabrá apreciar la riquezn natural de este nuevo mundo. Claro, si quien la aprecia tiene amor por Ia bcllcza y corazón para el asombro. Es dccir:
Pero no terminé los estudios. Asl que me la he pasado, los últimos años,luchando contra el turco y adiestrándomeen las arlesde la guerray la conquista.
- Mira, jovenzuelo- le aclara Alonso-. Nosótros somos mercadercs. Nuesro único interés son las ganacias.
-Y cumplir lavolunlad divina de llevarle ta palabrá de Dior a los salvajes - añade el dominico.
El mozo no duda en sacár su espada en ese momento y recitar, como si en un leato estuviera:
- Lá batalla era entre ellos tan cruel y con tanta priesa, sin se dejar holgar, e tos golpes lan grandes
Que tanta es la riqueza en criaturas, dóciles o salvajes, de agradable o fiero aspecto, que estas tierras contienen y mantienen. Un verdadero jardín del Edén. Un paraíso terrestre.
una m¡rada transparcnte y límpidr. Espcrcmos quc Dios nos la conceda.
I-as muelas, 1504
Alonso Quintero sc halla cansado después dc un largo tlia de ertar rcclutando volunterios para su expedición a las indias nucvas. Junto a él un fraile dominico da el visto bueno a los aspirantes que buscan cruzar el gran ocóano y alcanzar las ticrras dcl oro fantasioso. Un hermano de Ouintero. escribano de profcsión, toma los nombres d€ los aprobados y los apunta en un pergamino.
El último de aquella fila interminable es un muchacho de apenas l9 años, que parece acabado de salir dc la casa paterna y al que apenas lc brotan los primeros pelos de una barba incipiente.
-¿Y tú, mozalbetc, qué experiencia tiencs?pregunta Alonso, sin querer saber nomb¡e o procedcncia de aqucl mozo robusto y de mirada alerta.
- Ninguna, señor, en lo que loca a los menesteres de la marinería, pero alguna creo tencr en el ejercicio sublime de las armas.
Quintero levanta una ccja, malhumorado.
- Hablas como magistrado o jurista. No quicro cn mi nao Ít ningún buscapleitos que haga bulla o rclajo entre mis gentes.
El muchacho baja la cabeza.
- Estudié, lo reconozco, para bachillcr en Sevilla.
que no paresclan sino de veinte caballeros. Ellos cortaban los escudos, haciendocaeren el campo grandes rajas, e abollaban los yelmos y desguarnccfan los arneses: e salía dellos tanta sanSre, que sosteneneera maravillai más tan grande era el ardimento que cons igo trafan, quc cuasi dello no se senlfan. Así duraronenesta primera batalla fasta hora de tercia,quenunca se pudo conocer en ellos flaqueza ni cobardía, sino que con mucho ánimo se combatían.
- ¿Y eso qué es? -pregunta, maravillado, Alonso.
- Es la historia det donccl del ma¡, mejorconocido como el Amadís de Gaula, en su famosa batalla contra el rey At,ies.
- iY por qué tanto fervor en tus palabras? - le cuostiona el dominico.
El muchJcho guarda la cspada en su vaina antes de respondcr:
- Los relalos caballerescos son una inspiración para mi alma.
- Dios tlebiera serlo -contraataca el fraile.
- Pero, padrc, estas historias son las que me motivan a ir a las Indias Nuevas con unsólo propósito: la gloria de España y Ia de Dios.
- Será dc Dios y de EspaRa -vuelve a rectificar el dominico.
- Eso mismo.
- Dispensen Ios dos - dijo Alonso Quintero-. Pero ést€ es mi barco y no la Universidad de Salamanca, para que se pongan a disertar como sabios.
Y voltcando con el mozo, le dice:
- ¿Sabcs usar esa espada tan bien como recitar romanccs?
- Sí, lo sé.
- ¿Y la pondrías al servicio ydefensa delos intereses
que yo, como tu patrón, te mandc y le reclame?
- Por supuesto. No quiero ganancias si no va en etlo el sabor de la sangre derramada, el combate sin sosiego, el luminoso estandarte de la aventura.
- Contratado pues. No se diga más.
El escribano, que hasta entonc€s había guardado silencio, alz sus ojos y pregunta:
- ¿Cuál es tu nombre, muchacho? Y el mozo, sin dudarlo, responde:
- Fernando Cortés, sus señorías.
Saint Dié, 1507
- ¿Cómo va nuestfa obra, señor impresor?
El hombre que pregunta, un clérigo joven, se muestra exccsivamente nervioso.
- Maese waldseemüller -[e contesta el anciano que maneja aquel negocio-, nose p¡eocupe. El trabajo que hicieron usted y su grupo de cártógrafos y geógrafos quedará terminado a tiempo. '
El clérigo se estfemece de pies a cabcza.
- ¡Pero cómo se atreve a decirme eso - estalla-, si usled ya ha rolo en dos ocasionessu palabra! Primcro me dijo que para enero estaría listo nucstro libro y luego que en [ebrero y ahora ya estamus cn visperas de abril y sigo sin ver claro.
El impresorse seca las manos llcnasde tinta en su delantal y sonrie como un padre bondadoso ante un hijo impulsivo.
- Calma, señor geógrafo. Usted sabe que su obra tiene un grado de dificultad enorme. Si fuera un simple manuaI o una biblia, no hubiéramos tenido tantos problemas. Pero su libro requierede cuidados excesivos. ¿O usted desea unaob¡a mal hecha, indigna de su alcurnia intelectuat?
- ¡No! ¡Desde tuego que no!
- Además está el problcma de ese mapa adjunto. Hemos necesitado doce grabados de madera hechos en Eslrasburgo para hacerlo. Sia ese mapa suyo se le unen todas las piezas debe medir unos 34 metros cuadrados.
- Bueno, sl - concede el clérigo-, reconozco las muchas dificultades, pero usted las sabÍa desde un principioy fue usted quien dictaminóel ptazo para la entrega de ta edición en mis manos,y ese plazo no ha sido cumplido. El impresor, parsimonioso, levanta unas pruebas de imprenta y se mesa la barba.
- Pero maese- replica-, olvida usted que los cambios que hizo a última hora nos relrasaronel trabajo. Eso de poncrle nombres raros a esas tierras nuevasyexóticas que los españoles y los portugueses han descubierto, provocaron que, aun ahora, su magnífico libro no esté terminado.
- ¿Se refiere a AmerÍge, la lierra de Américo?
- Sí. A eso me refiero.
- k puse ese nombre en honor de un gran explorador: don Américo Vespucio- explica Watdseemüller.
- Sea lo que sea, no es culpa nuestra. Y si a todo lo anterior le añadimos la falta de buen papel ybuena tinta que no se corra, pues...
- Pretextos - exchma el clérigo-. SÓlo pretextos.
- Si usted lo dice. Pero para mí, pobre alma en pena cuyo trabajo nadic comprende y valora, también es importante que esta edición salga impecable, que el mundo entero la lea y la comente y diga: la Cos nt ogap hia e Intoducr¡b de Martín Waldseemüllcr es una edición sin lacha, un libro de mapas que contienen los últimos descubrimientos geog¡áficos, las nuevas tierras del nuevo mundo. Martín no puede menos que sonrelr al imaginarse el impacto de su obra.
- Me asombra realmente, señor impresor. Nunca supuse quc usted fuera un admirador de mi trabajo
t¡Naturaleza hnag'inaria que nas bace smtir el eqtaclo y la soledad del entorno,
¡vonn(i Arballo
Müiorra dcl d¿tieiA o la.J cqltus d¿ mi abu¿la. Mixta en lona, 1983. l.14 x 164 cm.
fnwcttryntcA gdtsno y el sol dcl desieraMixta en lona, 1982.
126 x 1¿10 cm.
Ia obra de Benauides no es ilustrada ni narratiua ?7o contiene un trasfondo sirnbólico, literario ni poética. García Benauides no pinta teruAq los d.eja a la elección del público. Su pintura es el color adecuado en el espacio adecuado.
Ivonne Arballo i
que, por cierto, tanlas luchas y desvelos me ha ocasionado.
El anciano sevuelve a secar las manos ycomenta:
- Ya ve queyo también quiero que este libro suyo salga a la mayor brevedad posible. Pero para eso necesito dedicarme a é1, como usted acaba de señalarlo, de cucrpo y alma. Ycomo debo de mntinuar con este trabajo de impresión, le pido que vuelva en una semana por esta, su casa, y ya le tendré mejores noticias.
Y sin darle tiempo a replicar, el anciano lleva a Waldseemüller hasm la puena desal¡da de la imp¡enta y antes de cerrar la puerta en su cara, le dice:
- Y no se preocupe, maese MartÍn. En un mes, a más tardar, sale toda la edición. Se lo prometo. Palabra de impfesor.
Y en ese momento, el clérigo se dice a sÍ mismo:
- iDónde he oído eso antes?
l,o Española, l5l1
en la propia cara del dominico. Algunos, los menos, parecen arfepentidos y contfitos.
Antonio deMonlesinosve a su grey y percibe que pocos de ellos están dispuestos a enmendar su carhino. Por eso termina su sermón mn la única amenaza que tiene a su disposición:
- Por esa razón, todos los que maltraten, violelr, comercien o esclavicen a los indios no recibirán, desde ahora, el sagrado sacramento del altar. Ysólo podrán comulgar cuando liberen a sus indios y los traten como verdaderos seres humanos. He dicho. Muchos feligreses se salen de la iglesia i¡acundos
Los tam-tam de los tambores dicen: 66están llegando extraños seres a las costas más lejanas".
Los silbidos de las chirimías pregonan:
'6están llegando hombres que se comportan como dioses. . ."
En la iglesia a medio construir se reúnen los primeros colonos de la Española. Hoy oficia misa Antonio de Montesinos, fraíle dominico. Todos los presentes, en cuanto se sienten en sus rúslicasbancás, se percatan de que el sacerdote se halla en un estado de agitación evidente. Y sus primeras palabras lo confirman, pues en vez de un sermón entfe compañeros que conviven en una tierra hostil y desconocida, reciben una perdigonada que a todos alcanza y despabila:
- Hoy he subido a este púlpito -dice Montesinoscon una séla intención: paradarosa conocervuestros pecados, quc son muchos, contra los indios. Yo que soyaqul la vozdc Cristo clamando en la selya deesta isla, yo que soy esa voz en verdad os digo: que estáis en pecado mortal, que vivís y morÍs en é1, por la crueldady la tiraníaqueuMis al lrata¡ a esos inocentes, oÍd bien, a estas personas iguales a ustedes. Decidme, a ver, decidme, óQué derecho ¡eneís para someter a estos indios a una servidumbre cruel y horrible? iCon qué autoridad (ter¡ena o divina) habéis emprendido una guerra sincuartclcontraeste pueblo que vivla, tranquila y pacíficamenle, en esta tierra hasta que nosotros, sí, hasta que nosotros llegamos? No hay motivo o pretexlo alguno para que actuéis en forma tan detestable.
Los fieles sicnten ya los latigazos de aquella jeremiada. Unos reaccionan con disgusto, pero sc guardan de expresarlo abiertamente. Otros se rfen
y molestos ante las palabras escuchadas. Unos cuantos, la mayorÍa mujeres, se acefcán a comulgar. Un hombre de rostro impasible no hace ni una cosa ni otra. Esuncomerciantedeesclavos. Ensu juventud fue esludiante de la famosa universidad de Salamanca ymás larde unode los primeros conquistadores dela isla de Cuba. Ahora tiene fincas, haciendas, propiedades, indios en g¡an número. Riqueasno lefaltan, aunque hoy está pensando en ordenarse sacerdote.
Ese hombre ha sido dejado fuera del banquete de la comunión. Peroa él no parece afectarle en demasía tal contratiempo. Sigue ahl, sentado en su banca, mientras el sermón del fraile Antonio seva sedimentando allá, en el fondo de su corazón, silenciosa, profundamente.
Ese hombre cuenta con 37 años de edad. Está en la madurez de su vida. Su nombre: Bartolomé de las Casas.
l'enochtitlán, 1519
Los tam-tam de los tambores dicen: "están llegando extraños seres a las costas más lejanas".
Los silbidos de las chirimías pregonan: "están llegando hombres que se comportan como dioses y vienen de más allá del mar".
l-¿s voces de los informantes profieren gritos de maravilla y asombro: "están desembarcando, con
gran gloria y portento, et propio QuetzalcÓatl y sus nuevos seguidores".
l-os lamentos de los que han vivido el desengaño expresan: "son una Plaga que arrasa con pueblos enteros; nada ni nadie los detiene; sólo son felices con la presencia de ofo entre sus manos; gustan de causar dolor y muerte a quien no se muestra sumiso a sus órdenes y plac€res".
Los murmullos de los mal intensionados pregonan: "son tan podelosos como los aztecas; son tan cruelcs como los aztecas; son tan buenos guerreros como los aztccas; son tan ambiciososcomo los aztecas; son tan sanguinarios como los aztccas; son los hijos de la Coyolxauqui que vienen a vengafse de Huitzilopochlli, dios de losaztecas. Esperen y verán".
Son las primcras noticias acerca de los recién llegados.
Las primeras señales de que nada será igual que antes.
Moctezuma, emperador de los aztecas, se muestra intranquilo:
-Dlganmequé hacer con ellossuplica a los dioses.
Pero losídolos guardan silencio.
También ellos están dcsorientados.
También cllos se han dado cuenta que sus días de poder cstán por tcrminarse.
- ¿,Debo atenderlos como dioses o combatirlos como hombres?- insiste Moctezuma Y los siervos le traen un ave t¡ansparcnte, nunca antes vista, en cuya frcnte hay un espejo redondo.
Y Moctezuma se asoma al espejo y mira la mucrte que le espera, su imperio perdido, Tenochtitlán en llamas.
Y cuando quiere mostrársela a sus súbditos,el ave escapa de sus manosy sin dejar rastro desaparece en las alturas, como un eco que se disuelve en la negrura de la noche, como un signo premonitorio queregresa a su mofadá, en el alto, alto cielo.
Barcelona, 1526
- ¿Y esto? ¿Qué cosa es?
Anton Lumbrera, marinero cátalán recién desenmbarcado, tuelve a suspirar ante las preguntas de su mujer.
- PorDios, Extremadura, que esas que agarras como si fueran engendrosdeldemonio, son semillas de calabaza, un fruto grande y de sabor dulce. -¿Yayudanen algo?.
- Para quitarel hambre. ¿Para qué más? Extremadura no se da por vencida. Ellasiempre ha mcinado con trigo,carne, mantequilla y aceite de oliva. Aquellos extraios frutos y plantas le dandesconfianza.
- óY estos?pregunta señalando una semilla oscura -. No se Yen de muy buen aspecto. - Esos se llamanoyotli. Así los nombran los aztec¿s.
- ¿Foyotli o Frijolti? Antón no sabe qué contestar.
- Llámalos como quieras. Bautfzalos como le dé la gana. A mÍ me da lo mismo.
- ¿Y para qué sirven?
- Con esu planta sepuede hacerunasopa de peso.
- HabrÍa que probarla- dice Extremadura no muy conYencida.
- Teva a gustar,ya verás. Su único problema es que hincha la panza y crea ventosidades que ni te cuento.
Su mujer no escucha lo queAnlón dice; está obs€rvando, con sumo cuidado, un fruto rojo y alargado.
- Esto me¡ecuerdaalgo tuyo- dice Extremadura con sonrisa pícara.
- Calla, mujer, que lo mío es más g¡andey at¡aclivo que ese chile.
- ¿Así se llama?
Vean lo que hicieron con los temidos aztecas. Vean lo que hicieron con los bravos purépechas. Vean lo que " hicieron con los valientes otomíes.
A todos derrotaron.
A¡1ón recuerda lo que su laimado capitán le había dicho cuando le entregó una docena de aquellas plantas: "Estos que te doyson aftodisiacos. Sirven para que levuelvas un semental de los grandes. Aslque úsaloscon cuidado. Pero recuerdabien: üenes que comértelos deun solo boc¿do, sin respirar, sólo asÍ dan resuhado".
- Dame uno, mujer. Que voy a mostrarte por qué t¡aje tantos de éstos.
Y Antón, como un actor en su escena cumbre, se come en unos segundos aquel chile.
- ¿Y por qué te estás poniendo rojo de la testa?quiere saber su mujer.
- iMeestoyquemando pordentro!- grila Lumbrera, haciendo honor a su apellido ysale corriendo rumbo al pozo de agua de la plaza.
Exlremadura no puede contener la risa y cuando logra serenarse, toma otro chile entre sus manos.
- Creo queya sé para qué sirve- le dice y piensa de inmediato- :" ¿Qué tal sabrá este condimenlo- en pequeñas cantidades, claro- si se lo pongo al gazpacho?".
Y sin pensarlo más, Ioma una sartén y se pone a cocinar.
La Chichimeca, 1532
- Son duros y no respetan a nadie ni a nada.
- Traen armas que matan a distancia y escudos de metal en los que no penetran nuestras lanzas.
- Son porfiados. No descansan hasta obtener lo que buscan.
- Son ambiciosos. Quieren oro. Y lo quieren ya, sin dilaciones.
- Son taimados. Prometen paz y dan guerra. Ofrecen su amistad y te oto¡gan la muerte.
- Son muchos y cada día llegan más desde su reino lejano.
- Eso es 10 que de ellos sabcmos. Eso es lo que hemos vislo, oído, padecido y sufrido, con su presencia.
Los hombres que habfan hablado agachan la cabeza. En sus rostros la desesperación asoma como una máscara permanente. Todos se hallan sentados
alrededor de una hoguera, en lo.alto de la colina sagrado de los guamares. El más anciano toma entonces la palabra:
- Vean lo que hicieron con los temidos aztecas. Vean 10 que hicieron con los bravos purépechas. Vean lo que hicieron con los valientes otomíes. A todos derrotaron. Sus pueblos cercados y quemados. Sus gentes domadas a sangre y fuego. Ese también será nuestro destino.
Unos pasos se escuchan. [,os hombres selevantan asustados, creyendo que han sido sorprendidos por alguna partida de españoles o indios cristianizados. Empuñan sus lanzas y machetes, pero lo hacen más con temor quecon ansias decombate. Pero en vezde un grupo de conquistadores, sólo aparece un hombre joven que no viste como ellos yque porta un mfnimo taparrabos, un arco de gran tamaño y un cárcaj lleno de flechas delgadas y flexibles.
- ¿De dónde eres?- le interroga el anciano.
- De allá- dice el a¡quero y señala hacia el norte, hacia el dcsierto.
- Pero en el desierto no vive nadie.
- Vivo yo. Vive mi gente.
Y al contemplar al grupo que lo rodea, pregunla:
- ¿Por qué esos rostros tan marchitos?, tpor qué esos corazones tan débiles?
- l.os hombres venidos del mar, los barbados, los conquistado¡es, los cristianos. Ellos son la causa de nuestras cuitas.
- Ya veo. Hace un mcs me encontré con uno. Iba sobre una bestia enorme. Quiso darme de latigazos. I-o maté con una flecha de éstas.
- i¿l-o mataste?! - se asombran todos- ¿Y no quemaron tu pueblo en represalia?
- No tengo pueblo.
- ¿Cómo quc no tienes pucblo?
- Vivo en el desierto, de un lado a otro. Mi casa es cualquier lugar que yo escoja para dormir y ver las estrellas.
- Eres un salvaje- dice alguicn del grupo-: un chichimcca.
- Soy un hombre libre- contesta, categórico, el arquero.
- ¿Y hay muchos como tú?- inquiere el anciano.
- Sí. Desperdigados entre las montañas de roca y las grandes planicies de arena.
- ¿Y creen que pueden combatir a los extranjeros?¿Creen que podrán permanecer libres cuando ellos se aparezcan en su desierto? Ya vieron loque les pasó a los aztec¿ls. Quemaron sus templos.
- Nosotros no tenemos templo.
- Y torturaron a su último emperador hasta la muerte.
- Nosotros no tenemos emperadores.
- Y los sitiaron y los rindieron por hambre.
- Nosotros no seremos esclavos de nadie.
- ¿Por qué estás tan seguro de eso?
El arquero sonríe antes de explicarse:
- El que se mantiene en moümiento, sobrevive.
El que es sombra en Ia noche, sobrevive.
, El que Uene pies ligeros y alma de coyote, sobrevive-
El que tiene ojos para ver a gran distancia, sobreüve
El que no tiene punro fijo en el mundo,sobrevive. Y el arquero, en un patpadeo, salta sobre la hogueraydesaparece en la oscuridad sin dejar raslro.
- i,Han oído, hermanos?- dic€ el más anciano <lel grupo y sus ojos brillan de contento_. Aún hay esperanza.
- S! ¡eponden los demás al unlsono-: allá, en el norte-
Londres, 1535
Por todo Europa se escucha el rumor de batallas y de cuerpos chocando en fiera lucha. Estruendo de alabardas y a¡maduras. Cristianos conrra moros. Bizantinos contra turcos. protesEntes contra ca_ tólicos. l-a danza de la muerte que asuela reinos y comarcas desde el mar negro hasta el oceáno Atlántico, dejándo su estela de cadáveres, el hedor malsano de una fosa colecliva cada vez más grande y profunda. Eso es Europa: gobernantes que aman el artede la guerraylas tierras desusvecinoi; príncipes y cortesanos que hablan de griegosy latinos mient¡as se envenenan unos a otros: papas y cardenales en coloquio con saltimbanquis yputas. y junto a ellos la vida que prosigue por caminos secretos: los sueños de los hombres que escudriñan el firmamento y descubren que el mundo es sólo un astro más entre los astros del cielo; o de aquellos que estudian los cadáveres para saber cómo funciona el cuerpo humano, cuáles son sus lfquidos vitales; o de los que quieren a¡reglar el mundo a través de Ia comuniriad de los juslos y de una vida fraterna y libertaria, sin privilegios ni privilegiados.
Desde su celda, en Ia lorre de l,ondres. Tomás Yolu rg-u.l!, Ia muerre que le fue decretada por Enrique VIII, soberano de Inglaterra. pero ahoraius pensamienlos vuelven, una y otra vez, a la conversación que sostuvo con Rafael Hitlodeo, marinero portugués y compañero de viajes del insigne Amé¡ico Vespucio al nuevo mundo. Gracias a Hitlodeo, é1, Moro, escribió su famosa lhopía.y las palabras de Rafael, escuchadas hace 20 años en el puerto de Amberes, resuenan nítidas y certeras en su cáheza. Parcce como si aquel marinero ahora lo acompañara en su hora de dolor y le volviera a recordar los sueños que el n uevo mundo prod ujo en su corazón:
- l-as-indias nuevas son una región de sorpresas y maravillas sin cuento. En ellas colindan pueblos feroces y crueles con otros realmente a<lelánrados, de muchas formas, a nosoüos. Uno, entre esos pue-
.9
blos, habita una isla llamada Utopfa, cuyas instituclones son muy superiores alas nuestras porque están mejor organizadas y su gobierno no es una carga pdra elpueblo. En Utopfa todo es de todos, porque la vida de los utópicos se sustenta enelbien comrin, sin dinero que corrompa ni privilegio que
{,.1:1" ' provoque conflictos o violencia. Sus existencias están dedicadas, en cuerpo y alma, a fomentar la equidad y la justicia entre sus pares. Según sus creenciis, los utópicos se niegan a firmar tratado alguno, ya que cualquier convenio de cste tipo sugiere que ios hombres sc consideran unos a olros como cnemigos hereditarios. Según ellos, el vínculo creado poi la naturaleza es la verdadera aliaMa; y los hombres se hallan unidos con mayor fuerza porsu buenavoluntad y por sus buenos sentimientos que por la letra de los tratados. Pero ahora que los españoles han llegado hasra clla, me lcmo que los dias be paz y telicidid de Uropía eslán conrados. para desgrac¡á nucsrra. YTomás Morodejavagarsumirada porlapequeña ventana que da al Támesis. Sus horas de vida esún contadas y él 10 sabe. piensa en el mundo que fue suyoyen clmundo que hoyestá a puntodeabandonar. Piensa: "[.os sucños que pusimoi en las indias nuevas se han perdido. Utopía ha sido victima de nuest¡as propias ambiciones e injusticias. Aquellas rierras virg€nes las dqstruimos consañayrenutr. No dejamos ni huella de sus creencias, conocimienios e instituciones. Y cualquier oportunidad de convivir, de iguat a igual, con las gentes del nuevo mundo fue suprimida por nuestras ambiciones y soberbia. Era cierlo lo que Hi odeo me dijo: que Utopía no es un lugar, sino un espacio de nuest¡a imaginación que resist€ los embales de una realidad intolerablá e inloleranle, como la que aquí vivimos.
Tomás Moro cierra los ojos y ve como Utopla aparece con todos sus detalles.
- No hay tal lugar- exclama-, exc€pto en el mrazón de los que buscan la fraternidad, la libertad v la jusr¡c¡a. Sólo en unos cuantos espirirus libres haLira el nuevo mundo. la nueva vida, una human¡dad más lúcida y solidaria que la nuestra.
Nicaragua, 1538
Nosotros tenemos buena cocina porque la naturalcza nos provec de todo lo necesarió para
subsistir como se debe. Aquf hay guaiolot€s, cacao' xulos, mameyes, nfsperos, cocales y ciruelos. Pero el manjar de manjares, porel que hacemos fiesta muchos días ya la cual invitamos a los amigos yvecinos, es la carne humana.
Te voy a decir cómo la preparamos para que sepas los pasos que seguimos en la elaboración de esta comida y te sientas orgulloso de estar en nuestra mesa.
Primero se te corta la cabeza al que ha de morir y se parte el resto del cuerpo en pedazos, ni muy grandes ni muy pequeños'y estos pedazos se echan a cocer en oltas de buen tamaño,y allf se les agrega sal suficiente y tomatillos y lo que sea menester para guisarlos bien. Cuando ya estén a punto, es decir, guisados y condimentados al guslo, se traen cebollas de maízy con mucha alegría golosa uno sesienta con sus amigos y mnocidos y come aquella carne y bebe mazamorra y cacao y disf¡uta de un espténdido banquete.
I,a cabeza, tenemos porcostumbre, no secuece, ni se asa, ni se come. Pero hay que ponerla en unos palos enfrente de los templos oratorios como una oftenda a los dioses. El cuerpo lo consideramos un preciosomanjar,apreciado como ninguno. Encuanto a lasvlsceras, son para los siervos, que las recogen del suelo, tas lavan y las asan sobre el propio fuego. Pero como en todas las msas del mundo, hay de carnehumana acarnehumana. No es lo mismo ladel cuerpo de un hombre que la del cuerpodeuna mujer, la de un niño que la de una anciana. Iá mejor es la de gentejoven y vigorosa, la de guerreros valientes, muchachasvfrgenesy niños acabados de nac€r. Estas son, sin duda, las carnes más solicitadas entre nosotros. Aunque tengo que reconocer que, entre lodas, hay una que pocas veces consumimos y que cuando eso ocurre nos provoca una alegría inmensa, un alboroto enorme. Hablo de la carne de los hombres barbados, cristÍanos, que a nuestras tierras han llegado en los últimos tiempos; de los hombres pálidos, cuyo cocimiento dula menos que el de iualquiera de los nuestros y cuyo sabo r nos maraülla.
Hablo de ti, fraile predicador,sevillano de primera, apóstol de tus creencias.
Hablo de ti, dádiva inesperada, carne fiel, nuestro sagrado alimento.
Texcoco, 1542
Heme aqul: cantando
Heme aqul: danzando
Con plumas de queaal adomo mis pasos por.la fielTa
Bailenconmigo los que esténfelbes de recoÍer este senlero
Bailen conmigo las que no se cansan
Los infatigables los hambrientos
La nuene no puede extinguir el gozo que nos embarga
La vída que honra nuestros cotazones
El júbilo que estremece nuestros pechos ol frlo d¿ la obsi.diana
Que aqul siempre se viva en la comuni¿ad d¿ lo diverso
En la concordia de lo propio y lo extanjero
Que nuestros cantos florezcan en todas las es¡aciones
Que nuestra sangre abra surcos de fertilidad en la fieta
Que nuestra danza perdure en la memoria de los que la contemPlan
Y aunque el jade se romPa
Y aunque la pluma se rasgue
Yo cantaré los dones del dador de la vida
Yo baílaré la singulariúod de nuesto destino
Hana que todo vuelva a su PinciPio
Hasta que el tiempo se reconstruya por sl solo
Piedra sobre piedta muerte sobre muerte
Semilla que brota de lo profundo una y mil veces
Son de cascabeles que rePiten
El mismo canto la misma danza
La vil.a que es gozo y fornna y desvarío
Bibliogral"ra
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El efecto de verosimilitud en las eartas d,e relación
Durante la conquista de América es innegable que el uso de la palabra, tanto a nivel de producción oral como del discurso escrito, fue una de las armas decisivas para la victoria de los españoles. Este trabajo es un comentario -breve y esquemático- de algunos aspectos del discurso narrativo de Hernán Cortés en sus dos p¡imeras C¡¡r¡as de relación, para cuestionar las pretensiones de constituirse en un discuno verdadero, y señalar ios mecanismos que favorecen el efecto de verosimilitud en su discurso. Según lo anotado por C-ortés al inicio de su primera carta de relación -p¡imera, aunqueen realidad se desconoc€ el paradero de una carta que leantecede-, el propósito de la carta es hacer una relación verdadera del descubrimiento de la nueva tierra: "Y la cierta y muy
verdadera relación es en esta mane¡a".r Para producir un enunciado de tal naturaleza, Cortés se apoya en u¡ texto anterior (la carta de Diego Velázquez), cuyas pretensiones devalidez impugna en dicho texto:
porque las relaciones que hasta ahora a vuestras majestades de estas tierrasse han hecho [...]noson nihan podidoserciertas porque nadie hasta ahora las ha sabido como será esta q u e nosot ros a vuesras reales altezas escribimos y contaremos. (p.7).
En la carta de Corlés se destaca en primera instancia la confron tación de dos textos, uno "falso" y otro 'lerdadero", a la vezque establece como objetivo primordial informar al rey acerc¿ del descubrimiento de México; sinembargo, dicha información sólo puede ser
lHerná n C-oñés. Cd¡f¿r de rclación M&ico: Porr¡i¿, 1981, p.7.
Puesto que el
destinatario -la corona
española- está ausente
del contexto del que se
desprenden los
discursos, la noción de verdad o verdadero
también se desplaza
para ser sustituida Por
el efecto de verosimilitud.
transmitida a través de la escritura las c¿rus-, por lo que ta ¡ealidad de que pretende dar cuenta queda relegada a un segundo plano para ser sustituida por la narración que de esa realidad se hace. T a singularidad de lasCanas de l-¿ relación estriba en la descripción de dos elemenlos importantes: un mundo totalmente desconocido para el destinatario, y la interacción entre el emisor y ese nuevo mundo. Puesto que el destinatario -la corona españolaestá ausente del contextodel que se desprenden los discursos, la noción de verdad o verdadero también se desplaz para ser sustituida por el efecto de verosimilitud que el discurso produceen el destinatario. ln batalla deCortés sedaentonces en dos niveles: con la jerarqula española y con el mundo indlgena. En este último,la lucha será verbal y fÍsic¿; en el primero, quedará reducida al plano del discuno. Al analizar el discu¡so narrafivo de Cortés, se hace patente la necesidad de csclarecer la naturaleza del discurso verosfmil. Al respecto, Julia Kristeva anota que lá verdad serfa un discurso que se asemeja a lo real; lo verosímil, sin ser verdadero, serfa el discurso que se asemeja aldiscurso quese asemeja a loreal[...] Elsentido de lo veroslmil no tiene yaobjeto fuera deld¡scurso, oo le afecta la conexión objetolenguaje: la problemática de lo verdaderoy lo falso no tiene quever con é1. El sentido verosfmil sim¡rr¡ preocuparse por la verdad objetiva; lo que eD realidad le preocupa es §u relación con un discurso cuyo aparentar-ser-u na-verdad-objetiva es reconocido, admitido, institucionalizado.2
^ si. en la Drimera carta de CorA t¿, r. plrcibe claramente un reiterado afán por remitirse a una realidad objetiva. Deahí elusoque C.ortés hace de fórmulas preestablecidas cuya finalidad es precisamente ésta; como ejemplo, pode-
mos citar el uso recurrente de la fórmula "descubrir el secreto de la tierra". Tal fórmula nos remite a la cédula que en 1505 se otorga al gobernador de la isla Iá Española, enla quese le pideexplorar las islas vecinas "para saber los secretos dellas e la maner-a de la gente".3Por otro lado, vemos la conexión entre el discurso verosfmil con otro discurso reconocido, el cual va a constituir en referente de la c¿rta. Este último es lo que Todorov denomina "sentido común",4 o en palabras de Kdsteva "el principio natural [...] lo socialmente aceptado, la ley, la norma".s De ahl que Cortés apele constantemenl.e a su condición de vasallo del rcy y a su empeño en sewirle: por eso, el discurso de C-ortés se va conformando en función de las normas insti t ucion aliza das -el sentido común-, por lo que el objelo que prelende describir pasa a un segundo plano. r r oobstante. resulta imDrescinI\ ¿itrte analizar taretacián entre el discurso verosfmil y el objeto que describe, en este caso no ya la realidad indfgena, sino la interacrión entre el sujeto del discursoy dicha realidad, yen última instancia, entre el sujeto del discurso y su destinalario. Dicha interacción se recoge claramente en el episodio que nalra la fundación de la Rica Villa de la Vera Cruz: como ya se dijo antes, para el discufsoverosf mil las nociones de falso o verdadero no son peninentes, por lo que al fundar la Rica Villa de la Vera Cruz, carece de importancia que la realidad objetiva desmienta la existencia de la ülla en sl. l-o que importa aqul es conferirle un
¿Julia Krisreva, Semiúica. Madriú Éd. Fundamento, 1978, p. 11. rAn r onello Gerbi, La,¡¿ twalezo d. l¿s lnüos nueva§. México: Fondo de Cullura Económica, 1978, p. 1,10. 4Tzvetan Todorov, The poetics of prosa N ueva York Comell Universiry Press, 1911, p.42. sKristeva, o¿ Ci(, p. 13.
sentido; Cortés describe por l0 tanto, e¡ procesodiscu¡sivoa rav; delLlal se lleva a cabo la fundación:
.y que asf mismo lo pedíamo6 y requerfamos que luego nombrase para aquella ülla que se habfa por nosotros de hacer y fundar, alcalde§ y regidores en nombre de vuestras reales altezas [...] Y luego comenzó con gran diligencia a [nblar y a fu¡]dar una villa, a la cual puso por nombre la Ric¿ Villa de la Vera Cruz y nombrónos a los que la presente suscribimos, por alcaldes y regidores de dicha ülla, y en nombre de vuestras reales altezas recibió de nosotrosjuramentos que en tal caso se acostumbra y suele hacer.6
¡.\ atrrÍa entonces preguntarcuá- \,, les son los mecánismos especfficos que permiten la creación de un efecto de verosimilitud en la cultura europea. Sin ahondar mucho sobre este tema, se puede destacar el papel que una sociedad determinada leadjudica al lenguaje. Como ya ha señalado Todorov en su estudio sobre la conquista de América,7 la sociedad puede favo¡ecer o no a la palabra que en vez dedescribir fielmente las cosas se preocupa por su efecto y por lo tanto desdeña la veracidád. ya que la cultura europea -a diferencia de Ia indígena- ejerce primordialmente la comunicac¡ón a nivel interpersonal, se perc¿ la de la acción que el lenguaje desempeña en el otro. El discurso pot lo tanto, es una her¡amienta para manipularal olro, pafa cfear un efecto. Puesto que e¡ discurso veroslmil s€ da en función deldiscurso que seasemeja a la realidad conocida,
.elefectoverosfmil es una cuestión de relación de discurso [...] Es verosfmil todo discurso que está en relaciónde simititud,de identificación de reflejo con oro. I_o verosfmil es una conjuntación de dos discursos 6c-onés, p. 19. TTTvetan Todoro!. La conquete de I Anerique. La quesion de I autre. padst ed_ du Seul, 1982.
diferenres, uDo de los cuales (el discurso literario) se Proyecta en elotro que¡e sirve de esp€jo, y se identificacon el más allá de la diferencia.s
r\ icho de otra manera. DaIr m qu. los hechos p'resentados en la na¡ración de Cortés sean Yerosfmiles p¿ra su destinatario, se describe una ¡ealidadnueraen fu nción de su semejanza con la realidad mnocida" creándose de esla manefa el efecto deseado.
En la segunda carta de relación, se nota un giro en cuanto a los objetivos de Cortés; en ella se narra un hecho capital para la conquista: la llegada a Tenochti tlán y el enfrentamienfo con Moclezuma, Teniendo en cuenta que la cullura c¡istiana se concebla a sf misma como el único discurso verdadero, se constituye en un discurso autoritario e intransigente. De tal prepotencia nac€ la capacidad de controlar al oÍro. Puesto que el conquislador europeo presra más atención a la comunicación interPersonal, la palabra también constituía un medio para lograr la victoria. Un claro ejemplo son los intercambios verbales que cortés sostiene con los caciques indígenas:
Yo lo torné aqufa deciry replicar el gran poder de vuesra majestad, y otros muy muchG y mayoressueños, que no Mutezuma, eran vasallos de vuestra altcza,yaún que no lo tenfan en pequeña mercedyque asf Io habfa des€r Mutezumay todosl6 ¡atura¡es de esms tierras. (p. 32).
D or otro lado.la comunicación I. entre los indígenas era de naturaleza distinta; puesto que era una civilización altamente ritualizada, ta retigión era el centro alrededor del cual se conceptualizaba el mundo. El indfgena establecía por lo tanto un diálogo
continuocon los dioses; el discurso oral servfa para transmitir la tradición pasada y asegurar así Ia identidad de la colectividad. l¿ preocupación indfgena por interpretar los signos estriba en Ia necesidad de entender el mundo que los rodea: los enigmas sobrenatu¡ales. [¿ llegada de los españoles se explicaba en función de los conocimientos adquiridos en el pasado, de donde emergió la figura d€ Qutzalcóatl,situación que Cortés supo aprovechar hábilmente. Por lo consiguiente, la comunicación entre español e indígena se da en planos muy distintos: Moctezuma, fiel al precepto de que ta palabra equivale a la verdad, aporta información valiosísima para tos fines prácticos de Cortés. Este porelcontrario, desde un principio emite mensajes para obtencrel efecto premeditado. Una vezqueseenlera de la existencia de Moctezuma y su imperio, Cortés hace creer a sus adversarios que "vuestra rrajestad tenfa noticia de élyme había mandado que leviese" (p.35)
Mientras que Moctezuma intenta descif¡ar la llegada de C.ortés acudiendo a los dioses, este último
manipula su discurso con los indfgenas para crear la impresiónde conlrol ante una realidad nueva. Mocte-zuma identifica a Cortés con Qutzalcóatl, una figura ya conocida; Cortés simu¡a identificár a Moctezuma con un vasallo del rey, y la apariencia de su ccnocimiento previo de esta reaiidad en verdad desconocida descarla la posibilidad de desconcieñ o fien te a una civi¡ i7¿ció n distinta.
D uestoque Cortésse preo-f, cupa por el efecto que sus acciones proYocan en el otro, la interpretación que hace del universo indígena marcá la pauta para su pfoceder. Cuando Cortés se da cuentaque Moctezuma intenta por todos los medios disuadirlo de su viaje a Tenochtitlán, Cortés acepta los regalos y ofrendas de Moctezuma como prueba del miedo y lr¡lnerabilidad de su contrincánte. Una vez que conoce la postura de Moctezuma en su primera entrevista, Cortés integra la información reunida hasta entonces para reaf¡rmarseen sus propósitos: "Yo le respondí a todo lo que me dijo, satisfaciendo a aquello que me pareció que convenfa, en especial en hacerle creer que vuestra majestad era a quienes ellos esperaban." (p.8O).
El discurso autoritario de cortés se ve reforzado por la presencia constante delescribano. Este era el encargado de asentar por escrito las dispums, encuentros y, en general, todos los sucesos que por su relevancia merecf an ser plasmados en la escritura, Es pertinente notar que también por medio de documentos escritos se legaliza ta invasión española, pues ésta queda inscrita dentro del marco jurídico del imperio. Un claro ejemplo del papel que juegan los documentos
9l<nst-.'ta, op. CiL, p. 12.
en la conquista es el llamado "Requerimiento quese ha de hacer a los indios de Tierra Firme".e Tal documento era "la inlimaciónjurl dica hecha a los indios de feconocer a la Trinidad Divina,la investidura dada por et Hijo al Pontffice, la concesión de las Indias hecha Por €l Pontffice a los reyes de Castilla,y por consiguiente la soberanla legítima de este rey y de sus sucesores sobre todas las tierras e islas de las Indias: intimación que, en caso de ser rechazda, confeffa carácter dej usta guerra a la matanzá ya laviolenf a conquista española".10
E¡sus Cartas de relaciór¡, Cortés menciona repetidas veces el uso dedicho reque¡imierrto con los indígenas, para que estos últimos aceptaran voluntariamente a la corona española como "su verdadef o señor". Resulta obvio que para el indígena el proceder de los españoles y la lectura del documento eran totalmenle incomprensibles, pero para el españot, tal situación carecla de importancia; lo que importaba era conferirle sentido a sus acciones,yesto sólo era posible a través del uso de las leyes vigentes en el imperio español. De esta manera, Cortés legitima su dominio sobre el nuevo mundo, y su poder aumenta considefablemente: "Y procedería contfa ellos como confa personas rebeldes y que no se querfan someter debajo del dominio de vuestra alteza. Y para ello les envié un mandamiento fi¡mado de mi nombre y de un escribano con relación larga de la feal persona de vuestra sacra majestad y de mi venida" (p. 43).
Por último, cabe notar el poder de Coflés para adaplarsea una
situación enteramente nueva. A la Yezqueasimila al pueblo indfgena, Cortés "se asimila" a este nuevo mundo para poder crear un discuIso cuyo efecto está debidamente calculado. Como ya se dijo arriba, el discurso verosf mil se alimenta de
otro discurso que se asemeja a lo real. Es patente en Cortés que al interpreBr la realidad indfgena se integra a sus parámetros y produce un discurso que sin ser verdadero, está en concordancia con otro discurso reconocido. En el caso de su relación con la corona española, el discurso de Cortés se apega a la retórica europeaya que al ponerde manifiesto su condición de vasallo y defensor de los intereses del imperio, legitima sus acciones en la conquista de México, a pesar de su rebeldla ante Velázquez. En su interacción con el imperio azteca, Coftés adecua su discu¡so a una realidad mftic¿. Tales efeclos no
habrían sÍdo posibles sin la capacidad de Cortés para interpretar los signos que brotaban de la realidad indlgena, pues como se ha tratado de demostfaf hasta aquf, Crrtés conjuga dos re¿lidades dislmiles y produce un discurso en el que las diferencias ceden paso a la identificación con el otro, en este caso, la creerrcia de que él represenlaba alverdadero señor natural de los aztecas.
\ilvio Z.zvala, Las it,l,itucioncs jurldicas en la conquisto k Am¿rica Mádco: Porrúá. 1950. loGerbi, Op. CiL, p.101.
Giros alrededor de Claudia
SERGIO ROMMEL ALFONZO GUZMAN
Escucha Sólo poro ti podrlon deci$e estas PalobasSólo tt1 los Podús entend¿¡ Jo6é Hierro
1
aquf estoy apretujando las palabras haciéndolas girar y confesar que mi amor es profundo duro como columna romana frlo como estalactifa aquf estoy con esu ternura irremediable sobre los alambres de ta página en btanco trazando a golpes un pentagrama de pájaros oscuros aquf estoy con esta terquedad de recorrerte §in brújula de pronunciarte hasta el silencio de tallarte hasta la claridad
2 de madrugada los páiaros picotean a la lluvia tras la fatigada marea mis pasos tfmidamente admite n las lentas caricias de la arena a lo lejos la luna se derrite en los clarososcuros de lás nubes una vela flota en mi corazón sin Paraguas ., muchacha deja que las palomas de mis dedos chapoteen en tu piel que mi boca de niño de barrio se llene de tu boca que nuestros labios se abandonen a la sepultura de un beso
4
giras en el columpio haciendo silbar el viento su canción en los pinos con esa gracia equilibrada sostienes el mundo en tu mirada
5 al recofrerte me entero de lugares Y sucesos que tu cuerpo esconde del musgo ebrio que crece de los Poros de tus ojos heridos de los cristales rotos de tu voz del miedo que te cubre al re@rrette descubro mares que te mojan y que tú conoces el blando titoral de tus dientes aprisionando el grito al recorrerte voy aprendiendo a abrir las puertas de tu choza
6 llegas como una ola, imperceptible, clara como tacto ascendiendo a la c¿ricia; como venado herido, mmo fuente brotando, como tallo de rosa naciendo para el mundo, Itegas como el aliento suspendido en el miedo, como aroma de bosque fepartido en aristasi como coriente de agua sometiendo a la arena, como sepulcro oscuro, como clisul ardiendo, llegas como los barcos destrozados y mudos, como llecha de fuego trazando la mañana, como esclavo que sueña, como voz apagada, como plaza de§ierta, como esPuma de lágrimas,
1
eres [a somnolencia que aPresura el inasible eco del deseo; eres tibia epidermis que se ciñe a la espumosa estela del abrazo eres el labio apresurando el beso el rostro derramado ent¡e mis dedos eres cabello aprisionando el aife eres paloma sosteniendo el vuelo e¡es imagen ahogada en el espejo eres viento asPirando la calicia ávido tacto descubriendo el mundo
eres carne que sueña el Pafafso enmudecido ast¡o colgado de las sombras eres murmullo ardiendo en mis oldos
8
¿con qué dedos tocarte?
¿qué palabras deslizar en tu oldo?
¿en dónde convoc¿r a los pájaros?
¿dónde comprar olvido?
9
hoy florece la lluvia en las ventanas disipando en esquirlas el zodiaco y düerme entre las faldas de la noche la luna de mi infancia hoy es diciembre y es tu nombre /copo de nieve que se fuga ante la flama y es tu ausencia la herida derramada en el barrit sin fondo de mi alma
10
últimas hojas amarillas que el otoño corta invierno que dibuia un puñado de nieve en los ojos flores de todos los colores que la primavera amontona en el aire sol que no cabe en el vetano en las cuatro estaciones te amo
11
como astilla de luz rozando la pupila como rayo de vidrio que destroza la hierba como sangre de niño ahogada en la leucemiá se me incrusta en las venas de tu partida como las olas violentan a la rocá como espiga danzando en el viento como corazón triste, como corazón lento ¡me duele tu silencio hasta la boc¿! como Buluel mirara una navaja reventando del ojo la blandura como muerto que no cabe en su caja tu indiferencia me duele hasta los huesos hasta llenarme el cuerpo de amargura hasta dejar mis sueños moribundos, tiesos
t2
¡que bien me va -muchacha/con este amo¡ en la maleta!
/Amor que se alarga como las tardes en verano, amor sabor a frutos cortados por el sol, /a rafz de montaña. Amor de circulación de lunes a domingo, /amor de vuelm en cada esquina, /amor que mancha
cada rincón del pentagrama. Amor de pan y tierra, /amor de pájaro anunciando la tormenta, /amor que atrae al puetto la marea.
13
ondas que invaden el rincón morado colibrl presagiando en la mirada el viento decembrino en el tejado enwelto en el aroma de la flama semilla de mostaza disipada en la garganta a media luz del canto esquirlas desnudando la alborada que multiplica en avispero el llanto mmo lluvia lavando las banquetas de la sangre de niños inocentes como por el odio de las gentes como diciembre muerto en las poinsetas asf tu amor defiene el movimiento haciendo el ritmo de mis pasos lentos
14
aqul te amo desde las últimas hojas amarillas que arrastran el invierno desde esta honda soledad resguardada desde este cuarto oscuro aprisionando tu imagen en los ojos atando fu voz a mis ojos aqul te amo en un momento en que la historia comienza y termina en ti y que los ma¡es son una invención del sueño y que amor es una clara presencia que nos llena
15
es diciembre el viento destila, lastimoso mis pasos en los eucatiptos los últimos suspiros amarillos de un sol cansado cuelgan de la neblina las espigas entreabren sus puertas estás conmigo amanecemos con el mundo
76 silenciosa te extiendes como granada rota entre mis manos el cálor de tu risa
es cuerpo que se abre es agua que prolonga la sed oscila el rumof de tu pelo sílabas de gallo que desgarran la noche '17
estoy sentado frente a un monitor monocromático esperando que las últimas horas del año se desprendan del almanaque de pared estoy tecleando suavemente sfmbolos en el tablero de una c.mputadoft Packard Bell en una oficina a media luz (no es necesario aclarar que hoy no se trabaja) estoy esperando que de un momento a otro llegues a ml (para eso he dejado abierta la puerta) y nos miremos con tal fuerza que nuestra piel se desparame en lá noche que dejemos atrás rewelto con el año y los malos recuerdos el miedo que nos llena que simplemente dejemos las manos constru¡f su lenguaje
18
El poema número 18 es el más diflcil /Tal vez porque nacf un dla 18 /Tal vez porque desPués del 15 comienza a agotarse la pasión
/y la inocencia escapá por la alcantarilla Aastiada de palabras Tal vez porque estos borradores. /que he dejado en tus manos, /empiezan a Perder su ftescura, estos pájaros intrusos /extravfan su capacidad de entusiasmarte Pero aquf eslán, en el inconcluso oficio de girar /alrededor de ti
19
evoco esta mañana ta plena dimensión de tu mirada tus cabellos manchando de ceniza el chasquido del viento la reposada arquitectura que sostiene tus hombros el perezoso despertar de tus oios recobrando la luz
20
a media luz, el cuarto ando perdido, insomne alimentando la memoria del c¿nto que se abre
he bebido la noche con su humedad de grillos que adivinan las sombras
hoy es mi corazón un colibrí crepitando en tu mano
tiem en la filosofía
a a gnega afcalca y las culturas indígenas arneric
ar-ras
Cuando hablamos de tiempo solemos movernos en un área de expresiones vagas como duración, época, estación, edad, oportunidad u otras, y sólo a veces nos acercamos a la idea del tiempo con el propósito de definirla con algún rigor. Sin embargo, también aquínosvemos frustrados ante la gran variedad de nociones del tiempo que nos brindan los más destacados pensadores desde Platón hasta la época actual.
Encontramos como uno de los testimonios más antiguos el de Hesíodo, cercade ochosiglos antes de nuestra era. Hesíodo habla de dios Kronos quien, en época de los de la ¡aza de oro, reinaba en el cielo. Acerca de esta misteriosa divinidad se perfilan muy sugestivas alusiones. Hemos de tener presente, primeramente, que no se trata de una divinidad helénica, de manera, que los propios griegos parecen haber tenido una imagen poco clara de é1. Se le ha relacionado con el advenimiento de Zeus como deidad maxima a través del mito del dios tragón de su propia progenie. Debemos tener conciencia, empero, que Zeus figuraba como dios supremo de los griegos ya desde el tercer milenio antes de nuestra era, acompañándolos durante sus migraciones, mientras que apenas en el segundo milenio Zeus se conüerte en el hijo de la pareja Kronos-Rea, ambos divinidades griegas, presagiando el conocido conflicto ' Zeus-K¡onos. l-as alusiones en la mitología griega a K¡onos como la simbolización de un tiempo arcaico, radicalmente ajeno al concepto del tiempo concebido por el vulgo, por lo tanto, son pocas y asaz veladas. Sin embargo, debemos rescatar este concepto, pues de otra manera nunca nos libraremos del vértigo producido por vivir un incesante devenir.
Por lo pronto, Kronos, como el dios tragón, se convirtió en el dios monstruo, atestiguado por numerosas estatuas, cont¡ario a aquel dios bcnigno t ajo cuyo rcino "como dioses vivían, con el alma sin pcnas, bien lcjos dc dolor y [atiga5. y vcjcT mi§era6le", "los de la raza de oro". Poco se ha reflexionado acerca de la coincidencia del reino de Kronos y de la felicidad delos humanos. PlatÓn habla detos pupilos o alumnos de Kronos. k palabra que emplea en Eriego es tófínrci, cuyo significado es: Ios que son álimentados por el padre, los hijos dc la casa. Nada más, que en el presente caso no se trata de alimento fisico aino espi¡itual, pues Platón dice que estos hijos de Kronos gozaban de ocio ilimitado, podlan cr)municarse con humanos y otro) sctes vi\os' y ponían todo csto al servicio dc la filosofía PIatón no ámplió este brcve relato, sino optÓ por oculta¡lo, habiendo sido iniciado cn los misterios cleusinos, donde, sin duda, este tcma jugaba importantc papcl' Por lo menos sabemos por Plotino que la tradiciÓn ne.oplatónica mantenía vivo cl rccuerdo delvcrdadero significado de Kronos, pues lo llama el "Dios muy sabio quicn retoma sicmprc dentro desí los seres que engenclra". L: antropomorfización -tan frccuente cn las religiones- del mito de I«onos opacÓ su profundo sentido, pues, en rcalidad los hijos de Kronos son los momentos a los cuales devora tan pronto emerjan de é1, 10 cual significa que Kronos cs un liempo compactado en un radic¿l ahora' que no permite la formación de un pasado ni implica la noción dc un futuro.
En apoyo de lo dicho, tenemos el importante tcstimonio de Ferccides de Siro (Siglo Vl) quien claramente distingue lodavía entre Kronos y ch ronos'
Pero, mientras que la connomción de Kronos ya quedóaclarada en 1o anterior,la de chronos Ferecides laexpresadedosdiferenles maneras: En un ftagmento en latfn. donde K¡onos significa r¿r?¡p¿¡J, este ticmpo convierle el todo en parte, pero, en otro fragmento en griego, donde Kronos se convierte en chronosque para los griegos sign ific2ba el ticmpo común -. el ticmpoes aquellodentrode lo cual naccn lascosasde nuestro mundo.
[.os antiguos, al identificar Kronos y chronos, perdicron el acccso a la arcaica dimensiÓn de un iiempo primorrlial, simbotizado por Kronos. Porque Kronos -en ambos [ragmentos- no cs ni rcnryus,ni chronos, puesto que et primero, es dccir Kronos, es el tiempo compactado como ahora, el traga-momentos, siendo los últimos, tempus y chronos, el liempo común, en el cual sólo somos "parte",y en el cual se encuentran los que son naciendo [entes o cosasl.
I-:i.historiografía lilosófica ha tratado de restarle importancia at nexo entre Kronosyel tiempo, alegando -entrc otros Fránkel, concordando con Zeller y Nestle- que el concepto abstracto dcl tiempo no pertenece al siglo VI. Semejante posiciÓn, empero, no toma en cucnta et dato, anotado por Ditlgenes l:ercio, de que Ferecidcs fuera discípulo de Pitaco de Mitilcne, a quien se acredita el apofegma kaircn gnóthi, iConoce el kai¡os! Pues es precisamente el ,kairos el que permitirá establecer el nexo no solamenteentrc kronosycl tiempo común sino, más importante aún, entre Kronos y el tiempo primordial. Pitaco perteneció al grupo de los siete sabios, víctimas casi todos ellos del ostracismo histórico, en tanto filósofos, desde la antigüedad. Es cierto quo Platón todavía reconoce su valor para la filosoffa' mas, Aristóteles los ignora casi totalmcnle, de modo que Dicearco, embebido del pensamiento peripatético, no hace sino seguir pautasya establecidas, vicnclo en ellos, pues, un tipo de sabiduría popular' Los traductores se lucen con versiones tan supclficialescomo: "Date cuenta dcI momenlooPorluno"' "Conoce la ocasión o la oportunidad" o "Reconocer el momento correcto".
Sin embargo, Aristóteles, en el penúltimo liblo de ut Meta!ísica o Primera filosofa, menciona el t¿iro§ como uno de los princiPios que formaban el sistema numérico de tos pitagóricos. Obviamcnte Aristóteles eligió como ejcmplos no los menos relevanles sino más bien algunos de los más ilustrativos. En efecto, los que nos proporciona el estagirita son: el kailos, lo justo y el matrimonio. Si tomamos en cuenta que los dos últimos términosjuegan un papel singularmcnte importante en la vida de los humanos, otro tanto lo hará el primero. Pero traducirlo, de acuerdo con la mayorÍa de los comentaristas, como opoltunidad u
ocasión, obviamente no coloca el signifi cado de kairo s a la altura de Ios otros dos ejcmplos, de modo, que nos acogemos a la traducción de Bonitz, uno de los grecicistas más renombrados de [a era moderna, quien traduce "madurez". Si a esto agregamos que los pitagóricos le asignaban a este término el número siete, con mayor razón comprcndemos la extraordinaria importancia que haya tcnido para los miemb¡os de la secta. Oueda corroborado lo anterior por el testimonio de Pausanias de que el k¿¡i¡o.t antiguamente recibió hasta culto como divinidad. Para comprender el signiticado dc liorios y, a la vez, alejarnos de su empleo vulgar como oportunidad o momento oportuno, será menestet asomarnos a su uso arcaico y extraer dcl mismo su scntido prístino. Del siglo VIII antes de nuestra era recogemos el apole.qma de HesÍodo: ;Guarda las medidas, cl l¡¿¡)'oJ es óptinio para todol Y un siglo mls tardc cncontramos el apotegma dc S^lón: iPon a tus palabras el scllo dcl silcncio, ] ai silcncio el dc k¿,orl
co¡,¡,ilt e ¿
Como habla de esperarse, la traducción ¡le kairos en amboscasos fuela oportunidad. Si en laantigüedad esta palabra expresaba también el importanteaspecto de lugar para el anclaje de los barcos -análogo a oporftmus en latírr, que deriva de oó y p orrus, hacia y entrada al puerto, dcnotando más bien el lugar hacia cl cual se dirigían los barcos de su regreso, siendo oportuno cl lugar en el cual el barco, después de habcr vencido los peligros del viaje en alta mar; estaba a salvo en el lugar de anclaje-, la connotación temporal estaba implícitá y, por lo tanto, comprcnsible para los anliguos. Pero en los apotegmas arriba citados no se hace referencia a un luga¡, acompañado de la noción de un tiempo determinado, sino a una dimensión temporal muy sui generis. [á prueba de ello nos la proporcionará el apotegma de I-lcsíodo, donde aparece en concomitanci¡ la medida \ cl kaíros.
Pero no será sólo la autoridad dc Hcsíodo la que scñala la imponancia dc la mcdida, Clcóbulo de Lindio enuncia, también en forma apotcgmática: l-a mcdidai lo mejor. Sin (]mbargo, el que mayor fama ha dado a esta palabra, ha sido Protágoras, alenunciar:
I)c todas l¡s cos¡s la r'r'reciida cs el hoÍl]brc, dc l¡s quc sor'l sleÍldo: cónra) son, de las que no son siendo: cónto 0o son.
Por cierto Prolágoras también dijo quc el hombrc es dclinición y crite¡io de las cosas, dando de est¿r manora a la palabra medida una connotación conceptuadora. Que esto efectivamentc para algunos filósr¡fos licra el senrido de medida cn el quinto sig¡o antes de nuestra l]ra quoda corro-borado por Diógenes dc Apolonia, cuntemprrrlrre(l de nucrtro {ofi\ta. quicn (nuncia qucr,l¿¿r r¡o¿.§ir§, fucra dcl pcnsar, no habría medidas dc todas Ilas cosasl. Ambos pensadores, empcro, no haccn sino reforzar kr ya dicho dos siglos antcs por Solón: "Pcro del conocer lo más difícil es pcnsar la mcdida ocul1a". Nits cucsta Jr. mr.irrd,' lr:rhri,, ¡c( plJ r lt, anl(ri,,r \i lonlanros en cucnta quc las cosas pueden mcdirsc dc múlliplcs mancras: cuantitalivanlcn tc. cn cuan lo duracrrJn o ertcnsión, pcsacllrs o liueras, asÍ como tilnrbión cutliltti!rmcntc, cn cu¡nto durts o bllndas. ciilr¡s u r)hscuras. Pcro. t1)dos cstos modos no son dilícilcs de pcnsar. dcbicnLlo ha bcr a lguna otra mancra dc medir lJ¡ ( (N.r\. In ( t\'(¡r).cl crnplc,r mirlntigu,r dc la piilabra mcdida cn la antigua Hélade \uli( h u nir Itr nr rr in ( n lr'rilIn(ntc Ll i. ti¡rt¡ dc dicho túrmino: hibcl nrctron, en O<1.. 4.66[i, sign ilica Ia nradurcrde la juvcntud,
Del siglo YIII antes de nuestra era recogemos
el apotegma de
en el sentido de la culminación de un proceso o, según Untersleiner, del alcance del punlo culminante del mismo. Si,entonces, recordamos el apolegma del Cleóbulo: "¡t¿ medida, lo mejor!", comprendemos ahora que cualquiera delas que hoy llamamos medidas no pueden corresponder a la única e invisible u oculta med¡da citada por Solón.
medidas, el l<niros
es
Hesíodo: iGuarda las óptimo para todo! y un siglo más tarde
encontramos el
apotegma de Solón:
iPon a tus palabras el
sello del silencio, y al
silencio el de kniros !
Ahora bien, sabemos que Protágoras, según Diógencs L:ercio, expuso la fuerza del t¿iros. Sin embargo, las traducciones de este texto, de Hicks: ro entphasize the inrportance of seizing the ight moment y de Capelte: el significado del "recto momento" expuesto, noexpresan la profundidad de la referencia de Diógenes, debido a que dichos traductores no captaron que el kairos es fuerza, por concentrar, en tanto momento culminante de un proceso, todos los elementos del mismo en la acción. El lntimo nexo entre medida y kalos, que ocupaba las mentes de aqucllos pensadores, está atestiguado además por Anaxarchos de Abde¡a un siglo después, cuando dice: "Necesario es saber las medidas delka¿ios:Pues cs 1a finalidad dc la sabiduría".
Desdc luego, las que hoy en dla consideramos mcdidas no son ocultas, son mediciones de cántidad, fáciles de aplicar. Aquellas medidas señaladas por Solón, por ende, serán invisibles: iNo sería ejempto de una medida invisible el h¿bes metrcn, la madurez de la juventud, que hallábamos en alguno de los autores antiguos? Puesaquíencontramos e[ momento culminante de un proccso que comentábamos en relación con el kairos de Protágoras, porque no llamaríamos jovcn al niño, que apenas empieza a perder alguna de las aclitudes infantiles que lo distinguen como niño, sino cuando ya no muestre ninguna de ellas. AsÍ recomienda Hesíodo la compra de bucyes teniendo la flor de la edad, puesto que no rompcn el arado, no riñen cn cl zurco. ni se cansan del trabajo.
Con ello también se aclara el nexo entrenrctrony k¿?i/'o.r, como también cl significádo de apotegma dc Hesíodo. La medida es el kairos, el "momento oportuno" cn cl proceso constituyente de cada cosa. Pensar la mcdida -recuérdcse este Pensar como lo más di[ícil, según Solón- significa pensat las cosas en su kairo.r, en su momento culminante, que es sók.r uno de los muchos límites de la misma, peto a la vez cs cl momento en cl cual la cosa es Io óptimo, aristos. Por lo tanto, el buey en Hesiodo tiene stt kairos, cuJnd(r. cn la flor dc la cdad, ya no riñc con su parcja y ha desarrollado las fuerzas sqficienles para cumplir con cl trabajo al cual se le suele someter en las laborcs de campoi el varón fuerte y maduro, apto para dichas labores, es el de cuarenta años, no otro menor que se distrae con los jóvenes de su edad. Análogamente una ca rga que, excediéndose dc peso,
Maioú espl¿ndcnte, ¿rrte el valk da mi ventonaAcrflico en plástico, 1987. 102 x 130 cm.
Benauides nunca. ?nenciona la palabra cuando explica su pintura, espejismo pero sus pa.bajes están llenos de engañ.os ukuales.
Gab¡iel Truiillo
: ;i r,rr!i¡.F:!!dri"]4.¿
Los swíns fu L{odaruAcrllico en lona, 198ó. 86 x 233
Retrata el desiefia bajacaliforniano y lo transfornta en un espacio de reflexión artísticú más que poética-a líryc?, de adeciación de tá actiuidad butnana por medio de señales o llamadas de atenciÓn que reconfiguran ese espacio pictÓrico.
cm.*
Taller de creación anística. "Afies plásdcas"
quebraría el eje del c¿rro dcstrüyéndose la carga misma también, precisamente porque carccería dcl kairos.
Todos los cjem-
plos extraÍdos de la obra de Hesíodo se refiercn a cosas, las cuales cl que actúa a través de cllas tienc que medir o pensar de Ia manera más difÍcil, asignándolcs un sólo límitequesería precisamente el quc seadecue a la situación concrcta. /,Y si la cosa no se adecua a la situación? Entonces el que mide, de acuerdo con Protágoras, le negará el Ser, porquc cl buey no ci bueyo no llegó aún a serb, o ya dejó des€rlo-. clvarón no es hombre -o tiene aún mente infantil, o ya envcjeció prcmaturamcnte-,y la carga no es cárga -pucs de scr demasiado ligera, h ará t.oz-obr ar cl barco en maragitado, o de ser de mas iado pesada, lo hará hundi¡se.
Al postular que mcdiante una mcdida oculta se pucde pensar las cosas «)mo cl kar)os, como el momento oportuno o momcnto culminante dcl proceso en su dcvenir, pcnsar lüs cosas como cn verdad son, se asoman los primeros vestigios de la noción del concepto, Íntimamcnle ligado al sujcto, al quc dcstaca por pcnsar lo más difÍcil. Por esto insiste Hesíodo en que la medida ha de guardarse para si, nrctra fulassesthai, diátcsis mcdia dcl verbof¿/¿-rsó, guardar, preservar, conscrvar o proteger. Es, pues, el individuo pensante cl que, una vez hecha suya la mcdida oculta,la guarda yconsorva, pero para sí, de manera que, si Protágoras enseñaba la fucrza dclL¿?iros,como Diógenes [áercio atesligua, kr hacÍa cn el sentido de que cada hombre era la medirla dc todas las cosas, por lo cual lenía quc enscñar a sus <liscípulos que esta mcdida tenía que serconquistada por cada uno de ellos,serconservada por cada uno para sl, para de esta manera sef capaz de asignar SER y NO-SER a todas las cosas. Al lado del kairos se perfila otra palabra quese ha colado al pcnsar vulgar acerca dcl tiempo: El ahora, que significa "a esta hora", "en este momento", "cn el tiempo acrual o presente". Sin embargo, estas son nocioncs vagas en las mentes dc la mayorÍa de las personas, por Io cual AristÓtcles dedicaba parte dc sus esfucrzos a una cuidadosa hermenéutica dc la
patabra griega nftn, equivalente al ahora. l-o expresa de la siguiente manera: pues enelahorahayun todo. Pero, sigue opinando el estagirita, aunque el ahora no es una parte, tampoco ciertamenté pucde permanccer siempre el
mismo. Por ot¡o lado, el tiempo no está constituido por una multiplicidad de ahora, ya que el ahora no es parte como dice et la Física, por lo cual umpoco es tiempo. l-o que sí es tiempo, dice este filósofo, es lo que se encuenlra entfe los ahora. cn cuanto cl tiempo es continuo debido alahora, pcro a la vez dividido por é1. Aún así, aunque para el estagirita haya infinitos ahora, el ahora presente, para é1, es indivisible.
Nos parece que las profundísimas reflexiones del fundador de la escuela paripatética acerca del ahora no prospcraron debido a su incomprensión dela filosofia parmenÍdea. A¡istóteles no pudo o no quiso separar de manera tajants la noción del tiempo común de la del ahora, vedando de esta manera para sí mismo el acceso a la ideadel tiempoprimordial, que incluso se ha encontrado entre algunas tribus primitivas,de acuerdo con los antropó1ogos.
l\"i;1
Cuando leemos con cuidado el tcxlo parmenídeo en 8.2-6, nos damos cuonta de que el n r?n lslir?, el ahora es, es parle de una oración adverbial, en tanto que, indicadora del fundamcnto, por causa del cual no son ni el era ni el scrá. En otras palabras: no es tan sólo el ahora, ni tan sólo el es, lo quc impide que sean el era -el pasadoo cl será -cl futuro, sino ambos: ahora es, a la vez, son Ios que se muestran como todo a la vez, uno y continuo y, con cllo, inhiben la dispersión del tiempo que llamamos primordial en aquel otro tiempo, aceptado comúnmente por el vulgo e, inexplicablomente, accptado hasta por el cienlífico.
Aplicando al tórmino suneches, empleado por Parmónides. el senlido que le er propio en griego y que corresponde al auténtico sentido de con,itlulls, rcsulta, entoces:ahora es,lodoa la vez, uno, continuo. En otras palabras. el es (cl SER) como ahora es uno precisamente porque no es ininterrumpido, sino
consigo mismo como un todo a la vez, o sea, se tiene consigo, como infinitos ahora, los cuales, por no ser ni constituir lo que comúnment€ llamamos tiempo, son uno.
Aristóteles, de haber aplicado al pensamicnto de Parménides su agudo análisis del concepto deahora, bien podría haber captado la radicalidad del significado de esta palabra, mas, estaba tan empeñado en hallar respuestas a preguntas por él planteadas, que nunca togró penetrarlas doclrinas de los filÓsofos arcaicos, igualmente incomprendidas por PlatÓn.
Asf, para nosotros, parecidamente podrían permanecer inaccesibles aquellas filosofías, si no fuera por el apoyo que nos brindan los pensadores de culturas enteramente desligadas de las euroPeas' e incluso orientales, como lo fueron las del continente americano. De los incas tenemos escasos datos, aunque, según Prescott, existe una relerencia histÓrica, de acuerdo con la cual concebían el liempo como cíclico. Otro tanto sucede con los Maya quienes concebÍan el pasado como infinitos ciclos repitiendo modelosya presentesen el teiido de tiempoy espacio. En lo quesc refiere a los antiguos mexic¿nos. cmpero' si nos fiamos cn el brillante análisis de Jacques Soustelle, nos encontramos con una filosofía que' a nuestro parecer, lrasciende los nÍveles alcanzados por los filósofos griegos arriba comentados. l-as palabras de Soustclle son las siguientcs:
"Así. el pensamicnto cosmoló8ico mcxicano ntr distingue radicalmente el espacio del tiempo; sobre todo, se niega a concebir el espacio comc¡ un mcclio ncutro y homogéneo, independientc del desarrollo de la duranción. Se mueve en medios heterogéneos y singulares, cuyas cáracterísticas c§pecialcs se suceden según un ritmo detcrminado, y de una manera cÍclica. Según dicho pensamiento, no hay un cspacio y un tiempo, sino espacios-tiempos en que se hunden los fenómcnos naturales y los hechos humanos, imprcgnándose de las cualidades propias dc cada lugar y de cada instante. Cada lugar-instante,
complejo de sitio yde aconlecimiento, determina de manera irresistible y previsible todo 1o que en él sc encuentra. El mundo se asemejaa un demrado en el que unas pantallas coloreadas, movidas por una máquina infaligable, proyectaron refl eios que se sucedieran y se sobrepusieran unos a otros indefinidamente y en un orden inatterable' En semejante mundo, el cambio no se concibe como resultado de un devenir más o menos desplegado en Ia duración. sino como una mutaciÓn brusca y toBl: '''
Aunque no será posible aseverarlo definitivamente,tal parece, empero, quela nocióndel tiempo como algo clclico, que se muestra como un laso común a las tres culturas citadas, si bien claramenle discernible en lo macrocósmico, también esté presente en lo microcósmico, como en el caso de los antiguos mexicanos. Su idea de lugar-instante individualiza el acaecer cósmico de manera similar a como lohace el ahola parmenídeo. Recordemosque para el filósofo eleata el ahora está ligado de modo inseparable al pensar y decir manifestaciÓn siempre individual, como más tardetambién mostraría Hegel. Esta convergencia del pensar griego arcaico y det pensar azteca, empero, pcrmite ahondar aún más la comprensión de la realidad. Heget hablaba de un salto en cl proceso dialéclico asícomo de un ialón del espÍritu. Ambos lérminos, al igual que cl ahora de Parménides, transmiten de modo implícito, más no explícito, la idea, presentada por los sabios azlecas, de lo qüe Soustelle llama "una mutación brusca y total". [.a radicalidad y significado de esto salta a la vista. L¡s ahora, los saltos o los jalones, en el nivel microcósmico, o sca, individual, -marcrocósmico, siendo abstracto. cá rece de realidad-, son mutaciones bruscas y totalcs. Así, dichas mutaciones, cada una de cllas y en cada individuo o enle, como debcrÍa dcsignarse, son creaciones de cosmos o mundos enleros, cada uno un lugar-instante o ahora que es cosmos o mundo precisamente por tragar, cual dios Kronos, su prtlpia Progenie.
t.
SANTOS CARRASCO ARELLANES
Elconocimiento de los diversos nivelesde desarrollo que se presentan en sociedades con regímenes económicos similares, se manifiesta en. aspectos diferentes dejusticia social distributiva y de bienestar económico o cultural de los habitantes del planeta' Esta desigualdad exige proponer e impulsar en nuestros países, programas de probabilidad más amplios para obtener mayores niveles de bienestar para un mayor número de individuos: una ética del desarrollo debe contener propuestas específicas para el proceso de la inteligencia.
Defenderemos en esta conferencia el diseño de programas de educación especial para los individuos
tr1 a slg no SE nificad.o existe construye {<
Introducción de capacidades sobresalientes. Esto constituye una de las fuerzas impulsoras que coadyuvan a convertir en realidad el fin último de los programas de desarrollo y modernización educativa de los gobiernos de diferentes latitudes, aunque mereferiré en lo sucesivo al caso de México, con el objeto de darreferencia objetiva a muchas de las afirmaciones contenidas en este trabajo.
En el caso de México, una de las acciones más urgentesque
exige el sistema educativo nacional, es la de diseñar y operar programas especiales de educación, que permitan el máximo desarrollo de las potencialidades de los individuos con capacidades sobresalientes, cl excepcionalmente dotados, que se encuentren dispersos e inatendidos entre la población escolar. El objetivo: recurrir a los mejores para construir nuevos
' Prcsenlada en la 3a. Conlerencia lnternacion¿l sobre E1¡ca y Desárrollo, organizadá por l¿ Intcrnalional Dcvclopmenl Elhics A§sffialion y la Universidad Nacional Autónomá de I londuras, cn Iá ciud¿d cle TegucigalPa, H(.ndüras. del 20 ¡l 2? de junio de 1992'
significados de nuestros paísesy de nuestra gente en su relación con el resto del mundo y el futuro. [á modalidad de estos nuevos significados tendrá que estar or¡entada, no a la explotación sino al servicio de la humanidad, a la socicdad humana total y a futuras gencraciones. [.a estrategia, hacer converger en los talentosos y especialmcnte doudos, las nccesidadcs de gobierno de la naciónestado con las expectativas de bienestar cconómico de la naciónpoblación, y con la participación de aquéllos. Conseguir en un esfuerzo común, la ampliación de los nivelcs dejusticia social distributiva de la población.
l-as coordenadas deeste proyecto, porsu propia naturalezz, parec€ que deben situarse en los espacios en donde se conserva, reproduce y produceel conocimiento acerca del mundo: en las instituciones educativas; entre esos espacios, corresponde a las universidades públicas e instituciones de educación superior en general, como cxtensiones natu¡alcs dcl estadoyde la sociedad c¡vil, un alto grado de participación y responsabilidad en el logro de esa finalidad social.
I¿s universidades públicas e individuos especiales
Precisamentc porque la finalidad de las universidades públicas es dc ordcn social, cs u rgentc llcvar a cabo acciones consistentes en la oferta real de oportunidades de educación cspecial a quienes son cspeciales; naturalmente esta no puede ser una acción aislada, ni tlasta un decreto para conseguirlo: además de detcrminar los medios de detección más adecuados y lo suficientemente diferenciados a nivcl nacional de los indiyiduos que posean csas ca ra cte rfst icasJ se nccesita educar al personal capacitado que habrá de atenderlos, y que debe estar constituido por grandes maestros en todas las áreas €* ,k¡'ry.t.
del conocimiento humano, capaccs deeducar, esdecir, amary potenciar a quiones por su mayor capacidad, tienen necesidades especiales de educación.
l-a operac¡ón de este tipo de programas debe ser sincrónica y ahora; de no actuar de ese modo, estaremos repitiendo el error histórico del posible dcspc¡dicio dc individuos particularmente yaliosos que corren el riesgo de perderse, al adaptarse de buena o mala gana, a las condiciones normales que ofreccn las aulas regulares dc las escuelas, e incluso, de perderse
para siempre en circunslancias de abandono, incomprensión, criminalidad o simple vagancia en un "sistema" social con profundas deficiencias de estructura. ¿No pod¡ía ser al menos una de las causas dc la deserción estudiantil un sistema escolarizado rígido, que exige y se conforma con la buena conducta de sus usua¡ios? ¿No podria ser el caso que ese sistema lejos de desarrollar sus mejores posibilidadcs provocara su infinito
aburrimiento o comportamiento desertor y anárquico?
l-ejos de adoptar un romanticismo optimistay una credibilidad ingenua, nos permitimos decir, con caráctef meramente hipotético, que la oportuna detección de este tipo de individuosy la provisiónde recursos económicos y apoyos afectivo-emocionales conformes a sus particulares c¡rcunstancias, debe conslituir uno de los programas prioritarios en nuestro mundo cientf ficá y tecnológicamente subdesarrollado; el no hacerlo contribuirá a mantener un depauperado estado de cosas, un vacfo histórico en el cual se ha estructurado la miseria de múltiples generaciones a lo largo de nuestro conlinente y quiá una de las más lamentables precariedades de los aparatos educativos de varias naciones, entre ellas, la mexicána. Desde nuest¡o punto devis¡á, los éxitos alcanzados cn materia educativa en las últimas décadas del siglo XX todavfa son insuficientes. No podemos esperar que el déf¡cit cultural que ar¡astra un alto porcentaje de la población meKicana,se solucione sin acciones terapéuticas adecuadas, aún cuando las circunstancias sean poco favorables, los recursos materiales y humanos, limitados y los rationale, cuestionables.
Los programas que aquí se proPonen no tiencn el poder virtual de lanzar de manera inmediata a nuestros palses a ta modernidad 1an deseada por sus gobernantes, pero sí pueden constituir, incluso considerados desde un punlo de vista pragmático -simplemente como inversión-, una forma diferentc deaproximación. ep¡stemológica y polÍtica, al futuro, e incluso, quizá, una nueva definición de nuestra conciencia h istórica y dignidad humanas, al construir nuevos significados para la cxistencia de nuestros pueblos, cuyo significado desde 1492, esIá basado ensubjetividades ajenaso distantes, aunque nuncá hayasidoverdad que
la inteligencia se encuentre exclusivamente en el Primer Mundo. Se podrla objetar que si las teorlas optimistas sobre el futuro de la humanidad no funcionaron en el pasado, no existen ahora
Es indispensable por tanto, invertir ahora en las inteligencias de diversas latitudes alrededor del planeta para fortalecer en ellas una orientación proyectada a un horizonte de mística reYerencia estética
mejores razones para defendcr puntos de vista basados en el pretendido poder de la educación. En efecto, basta recorda¡ el optimismo contagiosoque impregnaba a las teo¡ías del capital de la década de los cincuenta, ensombrecido
muy pronto por hechos tales como las fluctuaciones, contracciones y contradicciones de los mercados laboral y financiero de los países capitalistas que con insistencia aún defienden. Ese optimismo y conñanza en el poder de la educación también se encuentra presente en el pensamienlo de teórims y pollI icos mexicanos de d i fe ren tes perlodos hislóricos y diversas orientaciones ideológicas --filósofos inclufdos- quienes han creÍdo con firme convicción, quela educ¿ción es sulicienle para solucionar las diferentes crisis polftic¿s. económicas y sociales de las que en su momento han sido testigos. Ciertamcnle, nopodemos negar que sus discursos y esperanzas se han vislo decepcionados por hechos y estadÍsticas alarmantes. Sin embargo. a pesar de ello. no podemos renunciar a ralorarel cultivo selectivo de la razón y de ta inteligencia: precisamente porque el significado no existe. debemos construirlo. Aq]J.l enÚe nous, debe quedar suficientemente enfatizado, queno hablamos de un deber ser en sentidoontológico,sino de un mero deber sef operativo: sabemos con tristeza que no existe ni puede existir un imperativo categórico que deba cumplirse. Pero debemos creer que podemos querer tal imperativo: el bien común. Debemos jugar a creer que podemos trabajar para conseguirlo.
El horizonte de la místics reverencia estética
Ciertamente, no podemos afirmar que nuestra capacidad de incidencia en el futuro pueda ser infalible; ni siquiera que el futuro sea necesario -hacerlo implicaría negar las limitaciones de nuestro ser simplemente humanos y nuestra pertcnencia al dominio de lo contingente, a locarcnte de necesidad-, pero sf podemos decír que el futuro. a pesar de su carácter con-
tingerte, cuando se cumple, puede ser patético.
Es indispensable por tanto, invertir ahora cn las inteligencias de diversas latitudes alrededo¡ del planeta, para fortalec€ren ellas una orientación -no sólo filantrópicamente orientada en el presente a "pueblos distantes" y "generaciones futuras"- proyectada a un horizonte de mfstica reverencia estética frente a la existencia, más allá del craso pragmatismo inmediatisla que precipita a naciones enteras a una práctica reproductora, consumista, insaciable e insostenible: los sistemas económicos humanos necesitan consumidores contaminantes; el planeta Tierra, ecológicamente destruldo, consumirá a sus ambiciosos e insaciables depredadores.
La urgencia por satisfacer necesidades básicas en nuestras [atitudes subdesa¡rolladas ha "justificado" el poslergar la inversión en programas educativos difefencia-
les capaces de satisfacer las necesidades de individuos con capacidades sobresalientes.
En este punto debemos pregu ntarnos, si nuestros países tienen la capacidad reat para hacer la inversión que exigen programas de esta naturaleza.
¿Puede el depauperado sistemaeducativo mexicano -por ejemplo- realizar csa inversión sin defraudar a sus acreedores? Es necesario que pueda hacerse.
Tenemos que invertir en el futuro. Todas las naciones deben hacerlo; la conveniencia y la responsabilidad no puede circunscribirse a ciertos lÍmites geográIicos, ni enmascararse en sentimienlos pseudo-regionalistas u oprobiosas excusas nacionalistas y mucho menos en actitudes imperialistas vandálicas o simplemente extractoras. Estamos, todos los humanos de f¡nales del siglo XX, frente a una necesidad global. [¿s actuales potencias mundiales se han forjado con el esfuerzo de sus ciudadanos y esto es encomiable, pero también se han beneficiado con la extracciónde recursosdelos territorios de múltiples maneras dominados, de la necesidad de trabajo y de la aculturación y entrenamientode sus habitantes, yquiá también -por qué no deci¡lo- de
la falta de inic¡ativa de esos prójimos subdesarrollaclos (esclavos, s ie rvos. e nco me ndádos o asistido§). Históricamente, losbajos niveles de bienestar a los que se han conformado millones de individuos, culrural o políticamente depauperados, han corrido en forma paralela con los niveles financieros millonarios que olros han podido manlener por genefaciones, mediante la práctic¿ de negocios que les han fedituado ganancias en proporcionqs de 8020.
iNo podrfan ser estas fuentes generadoras de tales ganancias m íllonarias. las otrligadas a inver(ir con mayor generosidad, al menos por conveniencia, en la fuerza de trahajo fulura? ¿ No se podrÍa decir que DEBEN, con un lipo de deber práctico irrefuEble, lleyar a cabo una invcrs¡ón que en algunos casos y en cierta forma fue pagada por adelantado por generaciones depauperadas del pasado?
Alguien podrfa decir, en la línea de un neoliberalismo como el postulado por M¡lton Friedman -premio Nobel de emnomía- que esa exigencia serfa una injusticia para quien tiene como fin último incrementar las ganancias de los accionistas que realizan su trabajo arriesgando sus capitales. Pero, ¿serfa realmente una injusticia?
Personalmente, no lo creo asf, y creo que instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, son instituciones que podrían estar verdaderamente inleresadas en financiar p royectos de inversión a largo plazo comoelque aquíse propone: invertir en la inteligencia del Tercer Mundo.
Naturalmente, este lipo de proyectos multiplicárla la posibilidad de escuchar voces trabajando o jugando en la construcción/deconstrucción de los significados fetichizdos, para bien o para mal, en las culturas hegemónic¿s del planeta. sobre las relaciones económicas enlre los hombres. Esto,
podrla ser un factor desmotivante para quienes están cómodamente instalados bajosus muy altos techos financieros. Tal posibilidad queda abierta. Pero el caos económico de finales del siglo XX, lo justifica. Dejando a un lado los reinos financieros y volviendo a nuestro entorno inmediato, cabe PloPoner, quees necesario emPlender, Porlo mcnos aquf. el lrabajo de investigación que permita generar el tipo de conocimiento -en cierta mnvenientedosis de conformidad con la idiosincracia de los diferentes pueblos- nec€sario a las futuras generaciones, quienes quiá. Puedan ofrecer mejoles soluciones que
las que hemos sido cáPaces de encontrar quienes les hemos precedido;en último término, alas generaciones futuras co[esponde el de¡echoque otorga lavida de ser las nuevas constructoras y de constructofas del conocimiento.
Ventajas de la creación de programas especiales
Pot esus lazones necesitamos crear programas de Posgrado Para formar a los mejores de sus maestros en [a educaciÓn especial que mcrecen los ¡ndividuos que se encuentran por encima de la media; maestros que sePan ofrecer lo mejor de si mismos a elos indiv¡duos con capacidadcs sohresalientes, de manera que estos a su vez, aprendan también a dar 10 mejor de sÍ m¡smos a los dePauperados de la naturaleza.
iCrearemos de este modo un mundo perfecto? iConseguiremos elevar la vida de algunos?
Se podría invoc¿r una ventaja adicional: tales Programas de Posgrado abiertos a profesores universitaribs de las más diversas disc¡plinas, permitirfan motivar a aqueltos maestros que quiá Ya están inleresados en llevar a cabo una tarea de trascendencia histÓrico-potítica. Serfa convenienle corregir una injusticia hislórica que se comete al llevar a cabo una falsa generatización sot,re las Poblaciones estudiantiles cuando son juzgadas globalmente Y desde-
ñadas sin rubor por algunos maestros y administradores, como "malos estudiantss", sin motivación para el estudio,mn habilidades de lccto-escritura precatiamente desarrolladas, analfabetas funcionales. ., en suma, casos perdidos, que contrasta con el conocimiento y poder dc maestros y administradorcs. Quienes así se quejan, probablemente lienen sus razones y aquíno se trata deseñalarculpables, sino de proponer acciones educacionales críticas, con renovado entusiasmo.
[.a dctección de individuos con capacidades sobresalientes a todo lo anchovalto dcl sislcme educativo mexicano y alrcdcdor d( I planeta, requierc varias cohortcs constituídas por cientos de individuos prcparados y gcreroros, que sepan y quieran rescatar de la fuerzá de alracción dominante cntre las masas, a quienes tienen la posibilidad de ofrecer más. Al hacerlo y potenciara algunos, quizá podamos conscguir elevar a los muchos millones de seres que arrastran su existencia por el mundo y crlan y reproducen su miseria, angustia y desesperanza.
dCrearemos de este modo un mundo perfecto? No. ¿Conseguiremos elcvar lavida dealgunos? Sf. Me gusta pensar que sf. iConseguiremos retener a todos aquellos en los que se realice la inversión especial en sus países de origen? No. Pero eso no importa; c¿be pensar que a donde vayan servirán mejor a Ia humanidad.
NueYo espÍritu en la universidad
Ahora bien, además de los innegables requerimientos financieros,este tipode propuestasexige un nuevo espÍritu yla reorienlacion del trabajo de inyestigación educativa que se realiza actualmente en las universidades.
Se requiere un tipo de inves-, tigación contexlualmente matizáda, que refleje las particularidades
de las mentalidades universitarias delas queprescindenlos postulados universales sobre la naturaleza humana, y que omiten los métodos de carácter meramente cuantitativo, que enfatizan por ejemplo, la atención a la demanda o las cáracterlsticas "generales" de la poblaciÓn en edad escolar que intentan describir. Se requiere un tipo de investigación que nos permita explorar las áreas dc pensamiento crítico y divergente que se manifiestan en el caso mexicano, en el ingenio implícito€n las "chicanadas". Amplia y diversificada investigación en esta área, podrfa t¡aducirse, convenientemente utilizado, en el desarrollo de nuevas lecnologfas; pero para ello se requiere revalorizar ese "ingenio" desde nuestra propia realidad,y no desde la subjetividad ajena, que al patentar sus descubrimientos, los convierte, por razones financieras, en verdades "absolutas".
Tomando en co nsideración estos matices, la investigación que se reali2a en las universidades en lasdiferentes regiones y niveles del infinito objeto de conocimiento humano, es, en su último ho¡izonte, investigación educativa, en tanto que puede formar mentalidades críticas, refl exivas, innovadoras y creativas de soluciones sociales. lá invesligación educativa asf enfocada y orientada a¡ conjunto de nueslras necesidades históricoeconómicas, es por sus supucstas y posibles implicaciones, una actividad política de repercusiones internacionales.
Pero,es necesario insistiren que los modelos de investigación uniYersitaria, deben ser lo suficientemente abiertos y flexibles como
para abarcarno solamente aquellos problemas que exigen la incorporación del máximo avance tecnológico, sino también, situaciones de carácter estrictamente humaníslico. actiludinal, semántico y hermenéutico, mn una orientación profundamente social que trascienda al insuficiente humanismo individualista, liberal, neoliberal y pcrcstroiko- yeltziniano. Por sus implicaciones para el bien común, los recortes presupuestales en las universidades no deberfan afectar a las materias "humanfsticas" o "suaves". El análisis prospectivo conceptual de necesidades sociales y el develamiento de las mentalidades universitarias, vía testimonial, es importante, porque refleja de alguna manera, la relación existente entre las diferentes fofmas de vida,voluntad de poderycapacidad crealiva de la población civil. El conocimienlo deestas relaciones a su vez debe ser relevante para el estado-gobierno, de manera que las polfticas culturales y el proyecto global que establezca, permitan potenciar las inclinaciones societales deseables y reorientar las menos deseadas, con base en información obtenida en el contexto donde la población civil en su conjunto, va a reproducir a sus descendientes, conocimientos, creencias, temores y expectativas. I-á realización de estudios sobre la realidad, el pensamiento y el lenguaje de los universitarios con un enfoque crftim y prospectivo, para tratar de saber en qué medida sc encuentran pf esentes rasgo§ conceptuales tales como el de "perfección", "justicia social", o simplemente, el de "calidad total" en sus mentalidades, puede ser rele-
t r , vanteydignode tener€n cuenta en los planes globales de desarrollo futuros, no solo de nuestras naciones, sino lambién de los países del primer mundo, quienes por cicrlo. también eslán expuestos a dejar de serlo: en el presente, la exUnión dc Repúblicas SoviéticoSocialistas const¡tuyc un ejemplo terroríficol en el futuro,los Estados Un¡dos de Norteamérica podrían serlo también.
Una población precariamente educada, como lo está un alto porcentaje de la población mexicana, se encuentra en desventaja competitiva para la generación del conocimiento. en un sistema político-económico "global" con altos contrastes en desarfollo cientítico, tecnológico. capacidad fi nanciera y poderío militar. En el contexto latinoamericano, no se puede ignorar pormás tiempo,que la importancia concedida cn décadas pasadas a los recursos naturales, trasladada posteriormente al campo del conocimienlo. debc recibir un nuevo giro orienmdo al servicio del género humano; pcro no me refiero a los servicios "suaves" como los de hotelerÍa, restringidos a quienes pueden pagarlos por su priviligiada posición en el sislema, sino al serviciogeneroso orientado al bien común de "pucblos lejanos y generaciones [uturas"; para ello no basla con cullivar, extraer. lransformar y contaminar: tampoco puede ser su[iciente, como virtud intelectual, el adiestramienlo para el emsamblaje mecánico de partes; es necesario saber, como se dice en filosofía, no solamente producir en el contexto de una economfa Ínternacional de procesos integrados, alia nzas estratégicas y tiempos y costos reducidos de producción; es necesaio aprender a producir el bicn común.
Parece obligado por lanto, insistir en la necesidad de diseñar programas alternativos, y lo suficientemente diferenciados, para cubrir
las necesidades de educación es. pccial dc un mayor número Oe ciudadanos dcl mundo, pues sesabe quc en el s¡sfema educativo de numerosos paircs no sc ha conccdido alcnción formtl a los indiviri uo. r'un capreidadcs 5obrcsalientcs Fnforme de la ONU,1987l y cn el estado dc Baja Cálifornia, Mérico. no cnconrramos la excepción (Carrasco, 1989i Ca¡rasco, Villanueva v Villa, 1991).
In¡rrtimos. UnJ dc las razones por las que cs perentorio llamar la atención sobre este desperdicio de recursos humanos. se encuentra en un hccho que no dcbcmos soslayar, y es el hecho dc que la pobreza que cnfrenlJn numcrosor .crcs humanos en cl planera al final del siglo XX. no \e hr pruüucido por genüración c¡fotrránca. En gran medida. los nirelcs tlc pobreza y la precaricdad o corto alcance de una sana justicia social distributiva, han sido alimentados por procedimienlos educativos miopes en su enfoque y scrviles por su disposición a satislacercasi cxclusivamenle las necesidades del aparato productivo de bienes y servicios y a los regímenes pollticos hegemónicos quecohabimn con aqué1. En México la universidad se creó en el siglo XVly la escuela pública para laenseñanza de las primeras letras a las masas analfabelas másde lres siglos después, marcando una profunda trayectoria -dificil de bor¡ar- de desvinculación ent¡e la universidad y la socicdad.
Por tales razones, la apertura en la concepción de la educación a la
práctica de nuevas ahernativas como lo es la educación especial dJ individuos con capacidadcs \obrcsal¡cntcs. quc vinculcn la d()ccncia ) la investigac¡ón univcrsilaria con la dc lu¡ nivclcs esüolarcs previos, y la inlcnsitic¿ción de las acciones de intercambio académico oricnladas a una mayor internacionali22ció n del curri cu lu n t en nuestro medio, sc orienta en último término, a la conveniencia de cuhrir ¡as ncce5idadcs de cducación \upcriur de un mayor número de ciudadanos dcl mundo, y no sólo porq uc rcsulre urgido por una economÍa dc libre e internacional mcrcado comcrcial, Iahoral y financiero. k in tcrnrcion¿li./acion del carrlcrilurr, noción que colinda con Ia dc uni!er5aliJail rcspecto a luscon[ines del conocimicnto, mc parece que se ha operacionalizado en las universidades mexicanas y en el sistemr cd uca I i\ o mcxicano, en una forma un tanto mccánica, imilal iva, acrftica y meramente inmcdiatista y pragmática. La intc¡nacionalizacíón del curriculun¡, ha sido histórica men te una experiencia múltiplemente ejercida a lo largo de la historia de la humanidadl en nucstro medio latinoamericano es recomendable y debc intensificarsc; sin embargo, será enriquecedora en la medida en que sea c¡ítica. [á proximidad de centros americanos de educación superioÍ, especialmente en universidades como las fronterizas del nortede México, no ha sido aprovechada en forma exhaustiva, ni para sacarventaja de sus logros ni para evitar
sus deficiencias. Estamos conscientes, no obstante, de la mmplejidad y problemática que comporra .su operacionalizáci(tn y que se deben tener en consideración cic¡tos hechos innegables,
Conclusiones
No ignoramos que una problcmática que se deriva de las descq uilibradas fucrzas po líricoeconómicas imperantes en el planeta azul, se correlaciona con la dislribución del "saber". En algunos pafses subdesarrollados, la prccaricdad de recursos humanos allamcnle capacitados cn diversas ¡amas del conocimiento, obliga a importar ese "saber", residente o patenladu en el "primer mundo"l scrír ingcnuo ignurar quc acciones orienladas a Ia i nl ernacionaliración dcl curriculunt en países como los nuestros y a la educación de los talenlosos con base en modelos imporlados. tendrá lambién el sello de la dependencia: o enviamos a nuestros estudiantes altamcn le dotados a universidades del extranejero, o invitamos a un ir ersidadesdel cxtranjero avenir a nucslros pafses a maquilarnos las mentalidades.
Estamos conscientes de que las propuestas para llevar a cabo la i n te rnacio na I ¡7rció n delcurriculum puede generar inquietudes, empezando por la conceplualización misma, su diseño, operación y evaluación. ¿Qué garanrfa podemos tener de que la internacionalizáción del curriculum enlas universidades mexicanas va a repercutir en beneficio de la socie-
No ignoramos que una problemática que se deriva de Ias desequilibradas fuerzas político económicas imperantes en el planeta azul, se correlaciona con la distribución del ttsaber"
dad mcxicana? ¿Cómo int€grar el dcsarrollo de menlalidades crÍticas y altamente competentes, a las exigencias de un mercado laboral internacionalsin provocarla migración inlelectual a otros mercados laborales? ¿Cuál será la ideología que asuman los participantes en los programas de educación especial? ¿Se podrá acusar de "chaqueteros" a los migrantcs? ¿,Constituirá una solución suficicnte, el integrarlos a los partidos políticos en el podcr? Estas son algunas de las preguntas que deben hacerse, pues es evidente que no basta con desarrollar ideas para mejorar la vida de los pueblos: el ejemplo de países cultos y pobres como la hermana Argentina, podría ser instructivo si quedara lugar a duda. L,ás soluciones que se propongan no pueden ser por tanto, de orden
meramenle cognoscitivo, ya que deben incorporar componentes idiosincráticos en niveles de afecrividad y ernicidad diferenciados y cuidadosamente dosificados. Como es obvio, un serio, continuo y diversificado lrabajo de investigación se requiere en este campo, pues como se puedederivar fácilmente, la ausencia de servicios funcionales de alcantarillado no es la única amenaza de una sociedad no competitiva en el c¿mbiante jucgo internacional. lá línea dc investigación que proponemos, al cslarorienlada fu ndamentalmente al diseño de nuevas propuestas curriculares con énfasis en la atención dc individ uos con capacidades sobrcsalientes, junto con olras propueslas como el diseño de programas especiales de verano para profcsores y est udiantcs universitarios con niveles de alto rcnrl imiento. oricnlados a potcnciar los deficitarios niveles cducativus prcvios. pcrmitirian en riquecer los programas existentes de formación e investigación docente dc las rilmbién depaupcradas universidadcs de nuestros países en vÍas de desarrollo, a5í como rcconstruir cl significado y el alcance de la voluntad dc podcr dc nucstros pueblos, parcialmente destruído a raÍ¿del c!cnlocolomhiano dc 1492. Al linal dcl siglo XX. cs necesario que krs uniyersitarios y no universitarios, asumamos la rcsponsabilidad deconstruir un nuevo significrrlo dc la dignidad. de la dignidad de un mayor númcro de humanos, no rccihido dc, ni fundado cxclusivamente en los podcrcs hcgcmónicos que se han rcpartido, una y otra vez, cl planeta Ticrra.
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da e da
TOMAS DIBELLA
A ,ni abuelo, don Tom.ds Mart{nez sabio sin acodemia
Buenas noches señores, salud ahora y en la hora, po¡ lantos padece¡es, ¡salud! y recordemos con paciencia la hora solitatia del que bebe, del que nunca duerme, el que agoniza en sueños, ese que desecha el descanso de las horas ricas y camina hacia la espesura de este milenario bosque;
¡Salud señores mfos! la bebida ha sido puesta en este fin de siglo, no es poc¿r cosa, es la esencia misma del que piensa en loda muerte y en todo nacimiento brusco, del que esú en lodo accidente a la hora tenebrosa, ese que se a¡rastra sobre la tierra madre, el que le arranca las ubres para recordar lo útil de su jugo, de su juego, de su alimento mínimo y necesario.
Esta noche de cualquiera, uno y miles, del que nada dice y paciente camina desde el oscuro túnel, y viaja a pie a todas partes, atravesando colérico a la ciudad en su lamentable llaga sucia, del que bcbe doloroso alisbado en una esquina, malabarista de asfalto mago de banqueta que recibe puñaladas como regalías al final del año, y mugre se acumula en la comisura de sus interrogantes.
iSalud señores, salud! harapientos juglares artistas vagabundos acróbatas impresionistas soldados rasos pintores y músicos sin metáforas cansadas directo y sencillo como el que cae abotagado para nunca levantarse del que trabaja equivocándose y rccibe en recompensa
la burla como patadas en el alá del alma, salud por el ceitero incomprendido que navega sin bandera'
¿Es esto la vida?
¡Sf, digo que sl! por el amor de este mundo de espeji§mos oasis de foedoles en su cueva para decirlo gritando a la luz de la luna con esta botella y otras más para enmarcarlo en esta pintura choÍeada, para amedrentarlo con mi autorretrato buflón por todas las calles, plazuelas, catleiones y camas
¡Salud! antes de beberme la última copa venenosa, y para después de envenenarme hasta la garganta de amor, hasta que amanezca tiritando con piel, ojos y boca de pez sin agua, iasta sumirme medularmente en esta vida que es muerte cruda, hasta feventaf de gozo
¡oh señoritos cultos de salón!
¡oh poetuños griegescos de taller! ¡jal
¡Salud pues hermanos! no se acongojen no se compunjan con tan Poc¿ cosa, son letras es insomnio, desvelo corretear tras bambalinas, andar de fuego en fuego, de emancipación tras derrota, es la botella recién abierta y cristales rotos de toda el alma, es la batalla Perdida, la lucha mortal al salir de sí mismo, afuera la monstruosidad iluminando tlopiezos atropelkrs edificios cayendo sobre nuestras c¿beas.
Por eso
iSalud! oh compañeros que se abran las botellas que mrra libre el rfo
¡abajo el trabajo!
¡adiós la prisión! iSalud! isalud!
DESCUIIRIMIEN'I'OS DE IA DEBILIDAD
HU]\ÍANA
LOP EZ MaÍllde. E n e I ient/e de la soledad, UAll C.Serie:[.ileratura, Bala Cálifornia, 1991.
Poeta envenéname con las serpientes que nacen de tu boca en una noche de lujuia. Un desesp€rado deseo que nos descubre En elvientre.le la soledad. Más que un texto de 56poemas,esuDa colección de meráforas, angustias, felicidades y alucinaciones, envueltasen la iron ía y e lasom bro de los descubrimientos que de la debilidad humana hace la pluma de Matilde López aplic7 la iru ínvéntote unas ganas transfonna mi cuerpo en u¡t poetna
Presentando a la muerte como un estadode ánimomás,
envuelro en la soledad que nos dcspliega a través de 70 páginas de secretos revglados. En el vien*e de la solcdad es uoa edición que la U0ivers¡dadAulónoma de Baja Cálifornia promueve en su serie: Literatura , como apoyo a la producción del Taller de I-iteratura de Ertensión Universitaria, unidad EnsenadaMatilde López (México I).F. 1963) obtuvo en 1987, el primer lugar de po€sfa en los juegos florales del ISSS'[E, ha reali2tado lecturas de sus poemas en diversas instilucionesdecultura,enlreellas la UABC.
Pero el verso de Matilde no se explica definiendo simplementg su formación literaria, contra todo intento de clasificación nos dice: Esto no soy yo lo que ven es un hueco una dc lifud absurda sostenida pr el miedo de un poema un cuerpo deshuesado para
los cohníllov del destino fácil de digert.
"En el ie ntre .le la soleda.¡ es una ópera prima que trascenderá bs caminosy ríos de la escritura bajacaliforniana", señala Mario Bojórquez al ascribirelprólogo deesta obra y coD quien coincidimos para afirmar que es una obra importante cD eldesarrollo de la poesía de la región, implica ellola necesidad de conocerla.
Perla Castillo Solis
MAS QUE UNA PRESENCIA PIASTICA CORONADOOTtega CarlG, UABC, Méxicali ts-C. Méxim 1992.
Una obra quc celcbra a5 añosde una trayectoria incansable, de uri pintor de tiempo completo que siempre se eDcuentra dispuesto a las exposiciones ¡ndividuales y colecl¡vas, "a realizar murale§ en dondc se lospidan" -afirma Ruth Hernández-. Una obra ilustrada con imágenes en donde destaca el color y cuya historia es contada con admirac¡ón y reconocimiento. "En losañossesenu -comenta Olga Angulo-se inic¡ó una geoeración importante de a¡tistas plásticos bajacaliforniaoos, importante por haber originado un movimiento plástico en un desierto no sólo en el sentido geográfico, s¡no en el lenguaje metafór¡co que implica dccir: 'empezar de cero'. Esa generación de la que podemos testimoniar con un orgullo muy propio su rascendentat trayectoria, y de la cual nos sentimos con el derechode inventariarla como patrimonio cultural de Baja California, porque ha dejado ysigue dejaodoun precedente histórico. De ese movimiento plástico surge ydestaca C,arlos Coronado Ortega". Esta colccción de reseflas, artfculos,comentarios y ensayos a¡rededor del personaje y la obra del notable pintor de espíritu bajacaliforniano, rescatada de los diferentes
diarios y publicaciones de la región y de las memorias impactadas de susamigos, n(x habla de la pasiór¡ de su obray de las qaracterlsticas que destacan su personalidad. Coronado Ortega no sólo aparece ante nov)tros como el pintor, sino como amigo, compañero, persona, y fuftdamentalmente como retratista del desierto "con sus espejismosysusquimeras". Un arti§ta en toda su exten§ión.
Perla Castillo Solis
José Alfredo Gómez considera a las leyendas como "narraciones reelaboradas de un acontecimiento, son relatos q ue a I ir de boca en b(ra se transforman hasta el punto que la realidad se transforma en fantasía". C-onsidera que las leyendas presentadas c¿rece¡ de misterio, pero no de fascinación.
En el primer capltulo, se narran las expediciones realizadas fxlr los conquistadores españoles en el si8lo XvI, ilusionados por encontrar en ta isla California (como ello§ llamaban a nucstra penlnsula), una gran cantidad de tesoros. Creían que era una tierra rica en oro, pcrlas y piedras preciosas y más aún, que estaba habilada por Dujeres bellfsimas. Estas fantasías term¡naron alverquc a la tierra que habían llegado en su mayor extensión era zona árida.
REALIDADY ENS¡.¡EÑOS
GOMEZ Estrada José Alfredo,Realitlad y ensueños
UARC-Serie: Museo, Baja C-alifornia,1992
Realidadyensueñ(xes una publicación que consta de tres capítulos: "l-a anti8ua Cálifornia: Una leyenda dorada", "I-a leyenda de las ciudades del vicio" y "Una última leyendai La bonanza dc la fro0tera", cn los cuales cl autor nosda a conocer fxlrmediode leyendas lrcs ctapas imPortantes en Ia historia clc B¿lla C.¿iifornia.
Son cuatro siglos de historia la distaocia entre el Primercapítulo "ln antigua C¿lifornia: llna leyenda dorada" y el scgundo, "l¡ leyenda de las ciudades dalvicio". El pr! mer capílulo está dcdicado al nacimie nto de Mexicali y Tijuana, a principios del siglo XX, conro resultado de las actividades agrícolas iniciadas en cl valle del bajo río Colorado. Años más tarde, la ley estadounidense prohibió las casas de juego,los prostibulos y el consumo de bcbidas embriagantes, fx)r loque los norteamericaDos instalaron en
dichas F)blaciones todo aque-
llo que en su pafs estaba prohibido. Asf colaboraron con el crecimiento de las mismas. El último capítulo ak)rda el tema de los ¡nmigrantes prcredentes dc diversos lugares de la república. Unos abrigan la esperanza de cruzar la frootera, otros llegancon la idea de estableccrseen la zona fronteriza, pero a todos les une un deseo: el mejorar su nivcl de vida, hecho que actualmente sc sigue presentando. Todo esto contribuyó a que dos pueblos se convirtieran en las ciudades que ahora con(x€mos. No es diffcil imagioar los acontecimientos narrados en e§ta§ tres leyenda§, ba§ta mn otservar las fotograffas que ilustran el textopara sentirnos partÍcipcs de alguna de estas historias. Sin duda, Realidad y e¿saerios, esuDa publicación que todo bajacaliforniano debe concrc€r.
Ana I-ilia Durán
¡PELEAAAAARAN A CUATRO ROUNDS!
REA Juan Carlos, Ignacio Flores, Hugo Salcedo y Rosina Conde, En esta esquina, UABC, I99I.
¡Atencióo resPetable público, atención! por elcampeonato nacional de peso antiguo Pre§entamo§: E, eJr.¿ esq¡¡in¿ , cristalización de un proyecto escénico-editorial, que la Univeñdad Au6noma de Baja California y un grupo de jóvenes escritoresy acbres residentes de Tijuana B.C. realizaron en noviembre de 1991.
"Pelearán, porque no podrfan evitarlo, en esta esquina, más simpático que Pinochet, más brillante que Raú I velasco y más eficiente que correos nacionales en época naüdeña, el tremendo fajador F¡dencio "el flaco" C-ampos... En esta otra, con la impenetrabilidadde la lfnea fronteriza, de sonrisa t¡po Mona Lisa y tan rápida como la pedrada de un zurdo, Franciscá "Pichoncito ' LE)rya."
En esta esquina nos pre§enta cuatro enfoques diferentes, l¡gerc)sy sa rcástico6 del eterno tema: I-a pareja y toda la problemática de su relación en la convivencia diaria.
"EL: ¿Ahora, qué?
EI"LA Hablo en serio EL: Y yo también. Aqul§e rompió una taza.
ELIA; Hatrlo en serio, que si me entero que sales con otra..."
Cuatro piezas para teatro que Juan Cárlos Rea,Ignacio Flores, Hu go Salcedoy RosiDa Conde nos presentaD de manera irónica, en las que el ringes una metáforavisual del espacio para el conflicto mnyugal.
"MANOLO: Ya me vas a reclamarotravezlo de la Jos¡e.
TERESA: Eso era jugar sucio Manolo
MANOLO: Pero yo soy hombre
TERESA: Ya vas con tu cancioncita de nuevo ¿No tc sabes otra?"
Lo rebelión de Awehno, Wvirán feLices para sietnpre, Vuelve el pójaro a su nido y CIl¿Ío a.ra¿o son los nombres de las cuatro piezas que conforman En esta esquina. "Muestra n una personal interpretac¡ón de Ia agoníayel encanto de la antftesis masculino-femenioo" comenta Ignacio Flores de Ia Lama, autor y director de escena.
Mario Martfnez, Hilda Sánchez, Fernando López Mateo6, Isab€l Rolón, Heb€rt Axel, Vicky Magaña, Manuel Villas€ñor, Soco Tapia, Oscar Uriel, Rodolfo Higuera, C,€sar Domfriguez (actor del monólogo El inutilizador)y Alfonso Luna, estelarizan la obra que eD varias oca§ione§ se ha presentadoen h ciudad de Tijuana ."JOSE: Me largo, Marfa, no puedo más.
MARIA ¿Que te he hecho yo ?, ¿en qué te be fallado, José?
REFERI: ...Seis, siete, ocho...
MARIA: (se levaDta) No te vayas... no te vayas, José (José intenta salir) Bueno, ¡ Pégame! ¡Égame!, por favor, me Io merezm; p€ro no le vayas..."
Puesta en escena que Alfo¡so I¡renzana arapó en u na serie de fotograñas con lasque se ilustran la portada y las ocho páginas c€otrales de En esta esEina
"Estamos trabajando en algoque creemos,en algoque queremos y ninguno de los implicados tiraremosla toalla" aouncia Igriacio Flores en la ptesentaciÓn de Én e§ta esqui/ra, que en forma de carta, narra de maDera general las caracf erfstic¿s particulares de c¿da uno de los trabajos y coocluye incitando a contir¡uar el entrenamiento, a seguir tirando golpes en las teclas de la máquina, pues la pelea no ha terminado, y seguramente quien no haya lefdo esta obra, no sabrá lo importante que es para los escritores locales prolongar esta lucha por desarrollar la dramaturgia en la región y la actividad editorialen conjuoto.
E§TA ESQUIN,d,.
oo a a o a
Perla Castillo Solis
EN
SERGIO BURQUEZ
Su preparación profesional la lleva a cabo en la UNAM, por parte de la SEP obtiene su l¡cencia como locuto¡. Desde §u arribo a B.c. se inicia en el periódico lll centinela y ei Novedatlet es e¡ la Voz de la Fronte¡a donde tiene a su cargo la sección cultural hasta la fecha. Ha escrio dos libros de coer,tosl. No sólo ¿le pan y Segin el color, €ste último editado por la UABC. Búrquez alterna sus actividades l¡terarias y periodísticas con el ejercicio de producción y l(xución, tanto en la radio como en la lelevisión en la ciudad de Mexicali. Por otra parte, ha recibido el prinrer lugar en Oráfica Profesioral, en la feria dcl medio inv¡erno, de Imperial, Californ¡a, E.U.A., en 1987; ha participado en exposiciones colectivas dentro y fuera del país; ha iDtervenido eD actividades artlst¡cas al lado de los integraDtes de PAVAC
(Profcsiooales de Artes Visuales, A.C.), en carpetas serigráficas, asícomo eo murales, siendo su última participación en Los íceros enignáticos, mrral que se encuentran en ellnstituto
Tecnológico de Mexicali.
En la aclualidad ticne en preparación una novela anecdotaria; asf mmo un libro de cuentos y otro más, humorfstico.
SANTOS cARR^SCO ARELI-ANES
Licenciada en filosoffa egre§ada de la Universidad Panamericana, cursó la licenciatura y el doctorado en lógica y ontologÍa en la Universidad de Navarra, España; en donde obtuvo la mención "Cum láude" por su disertación doctoral, dichos estudios fueron mnvalidados por la UNAM en 1986. Es académ¡ca de la UABC desde 1986. actualmente está adscrla al IDstituto de Invcstigación y Desarrollo Educativo de t¡empo completo. También fue profesor-tutor de diversas asignaturas humanÍsticas en la Universidad Nacional de Educación a Distancia dc Madrid, Centro Regional de Pa¡nplo¡ra 1979-1981; fue profesora de asignatura en el Instituto de Artes L¡berales de la Universidad de Navarra 1978- 1980. Es miembro del Consejo Dircctivo de Pacific Coast CouDcil on l-atin AmericaD
Studies, de la Amcrican Philosophical Association (Pacific Division), de la Asociación Filosófica de México, de la Asociación Mexicana de Filosofía, Chicano Studies Councily de Ph¡ Deha K¿ppa.
JOSX CARRILLO
CEDILLO
Su formación cn el área de artes plásticas la realiza entre 1959 y 1964 en la Escuela Naciooal de Artes Plásticas de la UNAM y entre 1982 y 1985 se capacita en ce rámica eD la Escuela de D¡seño y A-rtesanías del INBA en el D.F. Participa en exposiciones colectivas desde 1963 a la fecha logrando cxhibir su obra en diversas ciudades de la república. En 1962 participa en la copia mural de los frescos de Diego Rivera para una exposición itinerante en Europa. llo 1967 hace un nrural en el BaDco de Crédito RuralEjidal, Guadalajara, Jalisco. En 1969 realiza el mur¿¡l en elnruseo de la ciudad de México, sala de los gobernadores y en 1972 elmuralen la fábrica de plásticos PI-ASTIL.AC er1 Naucalpan, Edo. de México. Actualmente rcsidc en Ensenada, B.C.
.IOSE LUIS CASTILI-O
Originario de Mazatlán, Sinaloa, radica en Mexicali, 8.C., desde 1942. De 1960 a 1964 estudia en la Escuela de Artes Plásticas "José Clemeote Orozco" de esta c¡udad. De 1966 a 1988 realiza diferentes cursos en la Escuela de Afles Plásticás "lá Esmeralda" y en la C-asa del l-ago, en la ciudad de México. En 1974 acude a la Un¡versidad de San Diego, C¿lifornia. Su obra ha sido expuesta colcctiva e individualmente en diferefites ciudades del país, asfcomo en elextranjero.
Actualmente se desempeña como maestro de p¡ntura infantily dibujo artístico en Ia Casa de la Cultura, donde es considerado miembro distiDguido por ser uno de su§ fundadorcs.
JA]ME CONCIIA
Discípulo de Lucien Goldman y Roland Barthes, obfuvo su doctorado por la Ecolc Pratique des HanÍes Entdes, eD París en 1969. Actualmente es profesor de Literatura en la Universidad de California en San Diego. FIa publicado libros sobre Pablo Neruda. Gabriela Mistral, asícomo
numerosbs estudio§ en reconocidas reüstas e.specializadas de América Latina y Estad$ ljnido§.
CARLOS CORONADO ORTEGA
Inicia sus estudios artfsticos en la Academia de Pintura de la Universidad de Sonora (1959-1962), los continúa en la Escuela de Anes Plásticas del INBA "l¡ Esmeralda". Desde 1967 ha participado en más de 62 exposiciones colectivas y 36 individuales, todas ellas de carácfer oacionale internacional, asf como en la elaboración de murales -34 hasta el momento- ef! diferentes ciudades mexicanas y estadounidenses. Ha obtenido importantes premios, entre ellos: la Presea Cuauhtém(x, otorgada por el gobierno de la república. Su participación en las Bienales de la plástica bajacaliforfliana, le han valido importantes reconocimientos. Ha impartido clas€s en la Casa de la Cultura, en la Universidad Autónoma de Baja California y en la C-ooperativa José Garcla Affoyo, fundada por artistas
plásticos bajacálifornianos, entre ellos Coronado Ortega.
FRANCISCO CHAvEZ CORRUGEDO
Su formación artística se da en la Escuela de Afies Plásricas de la Universidad de Guadaiajara en donde ha realizado murales, en la Biblioteca de la UABC en Tijuaoa y en la Escuela de Ciencias Qufmicas asf como en la E§cuela Secundaria Técniba No. I en Túuana, B.C. Colabora como d{xeDte en Extensión Universitaria UABC en Túuaoa en dond§ actualmente reside.
TOMAS DI BELIA
Ha publicado el libro de Wesla Cittalazos (UABC, 1985); rexros suyo§ aparecen en Parvada: Antología de petos jóvenes de Boja Calilornia (UABC, 1985), y en diversas revistas y suplementos culturales como Hojas, El úbbno welo, El oficio, Frontelíneas , Trazaduru, Attictlt Review, La vid.a laca, Inventario, Assetnbling 13 y Bínational press Ha tladucido textos de Forché, I-indgren, Harry Polkinhorn, Henry M¡l¡er, Allen Ginsberg, cregory Corso, Bob Dylan, y cantos de la tradición oralde los Conca'ac (alinglés). Compositor, músico y guionista de radio.
RUBEN GARCIA
BENAI'IDES
Su formación artfstica se inicia en la Escuela "José Clemente Orozco" de Mexicáli en la década de los cincueota y en los sesenta, se inicia como maestro hasta llegar a director de la misma escuela de arte. Participa desde su inicio en las bienales plásticas de Baja California, en doode llega a obtener importantes recon(ximientG. En esa misma déc¿da llela ha ser director de Be llas Artes, miembro de CEPAC (Cfrculo de Pinrores y Escultores AC.) y miembro fundador de PAVAC (Profesionales de las Artes Visuales A.C.). Ha expuesto en diferentes galerfas de la repúblic¿ incluyendo al Palacio de Bellas Artes y una exposición individual en el Palacio de Minerfa en el D.F. En la década de los ochenta publica su libto Introd.ucción al dibujo y anbientación üquilectóüco asf como en 1988 s€ le publica su libroRG
Benavid.es obra biográfica. Actualmeote reside cn Mexicali, B.C.
FERNANDO GARCIA RTVAS
Cursó sus estudios en el taller de pintura de la Escuela d€ Bellas
Artes en la ciudad de Mexicali en 1971 y en la Escu€la Estatal de Bellas Artes en 1978. Estudió la técnica de
pintura y grabado con el maestro José Garcfa Arroyo en la Casa dc la Cultura de Mexicali 1982-1984. Ha expuesto, desde 1982, en más de treio[a exposiciones colectivas cn diversas ciudades dcl país y el extranjero. Ha obtenido elprimer lugar en la rama de dibujo en la VII y VIII BienalPlástica de Baja Ca¡ifornia en 1989 y en l99l resPectivamente. Actualmente reside en Mexicali, B.C.
BENITO GAYTAN MORENO
Nace el 21 de marzo de 1955. Aunque originario de Ciudad Obregón, Sonora, puede considerar§€ un arti§ta de extracción bajacaliforniana; es en esta región donde se desarrollan su infancia, sus primeros estudios; §u§ cursos d€ dibujo y de pintura; (especialmente los que ha tomado con los maestros José Luis Cuevas y Salvador Romero); su pa ic¡pación en divcrsos certámenes; su trabajo cotidiano como diseñador gráfico.
Ben¡to Gaytán es el artista en el que se conjugan expresiones plásticas como son el dibujo, la pintura y el diseño gráfico. De su creación como dibujaDte destacan desde 1976, sus ilustraciones para diferentes publicaciones de la UABC. En la facera
de pintor, sobresale su participación en la I "Bienal de ane joven" (1988), en el "I eocuentro de pintores" (1989) y en el "II encuentro de artistas plástic{»" (1991). A esto hay que aSreSarle su participacióD en la VIII BieDal Plástica de Baja Cilifornia
1988 donde obtuvo el 1o lugar en la disciplina de técnic¿s mixtas.
VICTOR IIUGO
LIMON MANCILLA
Nació en la ciudad de Tijuana, Baja California, en septicmbre de 1958. Hizo estudios de bachillerato en el CEryS. Desde 1979 panicipa en las Ureas delTaller d.e Poesía de la Universidad Autónoma de Baja California. De 1979 a 1990, participó como niembro de redacción de la Revista I{oja§. De 1990 a la fecha colabora como miebro delconsejo de redacción de la l{oJa de poesía de la UABC. Ha sido antologado en el libro Siate poela.t j6,enes de Tijuana, Ed. lbo Cali, 1982. Pawada, de la UABC, 1985. HA publicado su poesla eo la revisra J/ojar, Hoja de poesía, Entomo. As( como en los suplementos culturales de los periódico6: ,, ,nexjcano, Baja Califurnia y El ,¡¿¡aldo, todos ellos de Baja C¿lifornia. Actualmente tiene un libro de poemas en prensa.
GUADALUPE
LOPEZ BONILLA Obtuvo su doctorado en ktrás Hispánicas por la Universidad de C-alifornia, en San Diego eo 1991. Es maestra de tiempo compleo de la [§cuela de Humanidades de la UABC desde 1989. Ha publicado: "lás respuestas de Sor Juana" en el libro Mujer y lierutura mericana y chicana, COLEF; Veñld y discu¡so en ku Ca¡tas de relación,U ANf;'7 se lo llevaroo", Diario La opinión.
HORST MAT'THAI QUELLE
Filósofo egresado de la UNAM, obtuvo el grado de maestro en educación en Ia Brigham Young University en Provo, Utah y efectuó e§tudios de doctorado en la facultad de filosoffa y letras de la UNAM. IDgresó a la UABC desde 198óy está adscrito a la Escuela de Humanidades como docente. ,\ctualmentc trabaja en la investigacióri "Pensar y ser: filosoffa presocrá ticá y la dialéctica hegeliana" y es autor de varios trabajos que han sido publicados en las revistas de la UABC: human¡dades, travesfa y cuadernos docentes. Ha impartido clas€s en preparatoria§ de la UNAM, eri el CETYS y en la Universidad IberoamericanaNoroeste. F-s miembro de la Asociación
Iberoamericana de Estudios sobre Fronteras.
NORMA OTIION DE TERAN
Reside en Mexical¡, Il.C. Realiza sus estudios de pintura bajo la tutcla de Eduardo Auyón, de 1981 a 1986. lla participado eo las siBuientes exposiciones colcctivas: "Cárruscl dc Artistas", Caléx¡o, Cálifornia, 1985; en la (hsa de la Cultura, cn 1987 y 1988; 1990, en Telcvisa-Mexicali. y 1991 en u¡ra colcctiv, de Navidad. F,studia dibujo en la Escuela de Bcllas, de 1988 a 1989.
ST'I¡GIO ROMIlTEL ALFONZO
Rcside en Tecate, B.C- Ita public¡do cl
libro Poenas de la colección Cuadernos delTaller de Literatura de la UABC. Pocmas suyos aparecen en Pan'adq^ Antología de poetat jóvenes de Baja California. Actualmente coordina, en Tecatc, elTa¡ler dc literatura de la Direccc¡ón General de Extensión Universitaria.
CUSTAVO DANIEI, SEGADE
Realizó estudios den'¡aestrla y doctorado cn español por la U0iversidad de Arizona, EUA. Su tesis versó sobre la crlicá literaria conteDrporá¡rca. fla sido macstro de latín. gricgo y espa¡1ol; así cl)n'ro inslructor del Cuerpo de Paz. Ila traducido
innumerables trabajos de escritores chicanos y escritores de la frontera; Sergio Elizondo, Olga Orozco, Elva Torres de Peralta, Rosina Cl)nde, Roberto C¿stillo, Oscar Hernández. Escribió las presentaciones de los libros:,F¡o¡) Canto,Griro del sol, Lo poética de Octav¡o P¿2. I"Ia participado en lecturas poéticas, con sus propias traducciooes, de la obra de Rosina Conde, Roberto Crstillo y Olga Orozco; asícon]o en ensayo en la ,Ser¡¿¿¿ de Ilunanidades, e¡ 1991. Su obra poérica le ha n'rerecido el ¡i¡J/ Pize, del I)epa aorento Hispano-Portuguós de la Univcrsidad de San Diego, co 1986.
Es miembro activo de Translation Comitte, del College of Arts and translations, de San Diego, EUA. Es maestro de tiempo con]p¡eto en la UCSD, EUA
GABRIEL
TRUJILLO MUÑOZ
Coordinador editorial de la Dirección General de Asuntos Académicos de la UABC. 1l¿ publicado, entre otros, los siguieDles libros: Percepciones (1983); Motidero,y Meicali: escekarios y personojes,en coautorÍa con Edgar Gómez (1987); Rubén G. Beoavides (1988); f¡es erualor sobre el ensoyo bajocalifomiano (1988\ Man.lrágora y 'Ii'as elespejiano (1989), Mexicoli: Crónicas de infancio, Alabanzas y ütuperios (199O); Miiad.a, Arisbos (1991), A pkna hn,y Un cunino de hallazgos. bajacalilomianos del siglo XX (1Yrz).
GILBERTO VARGAS
O.iundo de Mexicali, Baja California. F-studió en la Flcuela de Artes Plásticas del estado. Desde 1975 ha participado en más ,le 20 exposiciones en diferentes ciudades mexicaDas y en rlguoas delsur de California, EUA. Es considerado uno de los pioneros de la plástic¡ bajacaliforniana.
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