Yubai No. 28

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Obra fotográfica de Edgar Meraz

efl 1as

libterías o en 1os tecintos universitario s de su ciudad. Para más infotmación visítenos, estamos efl e1 edificio de Rectoría en Av Obtegón y Julián Catrillo s/n, en Meicali, B.C., o bie¡. comurríquese con nosot¡os aI (65) 51 82 63 o a través de nuestro correo electónico: revista@info.rec-uabc.mx

Lecciones de MACRCiCCNCVI

Lecciones de ntacro€co lt ontid

En 1a elabotación de una ob¡e co:r-o ¡:::.-r;.. :r--uchos incer:..r: . .::i:- -, r. pero sobre todo, inspiraciones. El principal fue hacer ¡.m Libro de macroeconorj-r que le diera pertinencia a los modelos \. supuestos de cada escuela de pensa miento, a1 ubicado en un contextohistórico determin:do y ftente a una probiemática específica. Esta forma de enseñat mactoeconomía y relaciona a con 1a po1ítica económica, ha permitido que los estudiantes la entiendan mejor, r,a que está r.i¡culada con problemas que es fácrl percibi y apreciar desde el senddo cc¡mún.

Akiandrc Mu€a¡-¡y l4a¡de ¡ Juán Ma.¡rel O<l3rÉ

*"* enla cuallas nuevas tecnologlrs ylainfom:iticapareciaan abatcado todo, insistit en el valorylaimportancia de las humanidades puede parecer un ejetcicio ocioso, de poca o nula trascendencia, cuando no un ejercicio diswrte o ajeno alos tiempos que hov seüven

I¿s humanidades, se dice, no son prcduoivas ni apomn tiqueza algtrra" La tecnología, pot el conturiq propioa el desarrollo ygeneralos medios necesarios para asqurat el bienesrar dela sociedad Unavisiónecróneaciertamentgpetodeningunamaneratotalmente dasechable

Es por eso que mrnca como ahon el terna de las telaciones entre las nuevas tecnologias yJas humarridarles adquiere una actualidacl No soloporrque de su adecuadacomprcrsión depende que podamos asumirlos retos que nos impone dir con dí,rlavida conternporáne4 sino porque err ella-" 5s encuenúa cifrado nuestro pon enir como una sociedad que aspira a ser mejor en todoslcxóriienes.

Si las humanidades sonindispersables para el desarrcllo humano en todas sus faceas, el mnocimiento de las nuevas recnologfas axfie de nuestraprte que seamos capaces de encontrx las telaciones adecuadas par¿ tomarlos aspectos más valiosos de ca.l¡ una

No será establecisrdo unaoposición ajante ente las humanidacles ylas mrevas tecnolcpfrs como podremos a&ontarlos raos de1funlrr. Ni tecnologir sin humanismo, ni humarusmo al margen del desaffollo material que aporala ciencia en su conjunto.

Pero el desprecio hacialas humanidades existeyno se puede ignorar Izs grares corsecuancias que podríaacar:rear su debilitamiento sonprevisibles. Una vxiedad sr¡ ur¡err: ¡-rr ampliar el desanollo de 1as disciplinas humaniarias -filosofr.a, histor4 literamr:-. es-;.r: condenadaa rryetir, de nuera ctrenta,los errores cometidos en el pa-udr r SrbIt rcd¡ ):rr:cj. _-.i humanidades nos perrniten afianzar aquellos valores que son neco,::ros p.ir ,.i es.:arc: de .-rir sociedad mejor yrnás justa De alí Ja importancia de rerta-q conr,¡ l:::-:..rr:- e::3a,.dts c: subral.arl2i¡-r*r*ro.delashumanidades. Suexistenor s¡ : :-.üc :,: l. :r.c.¡:i:li de seguir mafteniendo un espacio abieno p¿re h rnrurr:c,- :r :. _r !-r--1.,- :: .ril coi-l1o para Ja reflexión v la cdtic¿

C.P,Víctor Eyeraralo Beltrán Corona

Rector

M.C. Juan José SeYiIla GaicÍa

Secrefa¡io ge¡eral

C.D. René A¡drade Petersor

V iceEector zoEa costa

Dr. Gabriel Estretra Yalerzqela Direcror general de Exlensión tJni\ er.itaria

Revistal]niversitaria

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EDITOR LITERARIO

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DISEÑO EDITORIAL

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Yubai

LDITOR RESP(INS,\BLI

Humberto FÉli\ BerlrIncI

CONSE]O EDITORIII t ABT]

I Iorst Mallhai Qucllc. Lsiuclr al( Hurrr.tniJllJc.:

Jor'ge Nianínez Zc1-..-Jr. InstitLrtt, dc Inve\Ligaciorres Ilistóricarr llirLiL\lLt l lr'.

I¡\tltLlto de Investigacion.'s dc Gr'o!rx1la e Hisl,rril{: Scrgio Gónrez N.lontelo. Unir ersiJiL,l Ped¿gógica Nacional Ensen¡d¡.

COMITÉ EDI'IORIAL

Scrgiollomn'lel Altirnso Guznirl. Cetitrr¡ dc tsrten¡ir'¡n Iinivcrsil¡rria-Tecete; Aidé Grija]ra, Instituto.lc Irl\ c.r rf ,r. i,'ne.Hi'll,r i(:r. Chbriel Truj illo N{uñoz. Facultacl de Ciencias Hum¡nas: Iloberto Castillo Udiañe. Escuel¡ dc Humani.ladcsi Regina Swain, cicrsr-linscnada.

ASESORES DE AI{TE

Rubón Galcía Be¡¡vides. Édgar Melaz. Héctor Algriivez y (larlos Coron¡dc¡ O¡tega (M¡r xic¡li): Ma¡uel Bojórkcz . y Francisco Chá!cz Corrugerlo ('Iijua¡a)l Alvaro tslancarte y Floridahra Alti)nro (Tecate)l Alfbnso Ca¡dona ([¡scnada).

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5I

RUTA DE PASO

Ltt t:olonizctt:ión inglesa ¡' el.filibu.sterisnto en Baja

C e lifo n t i c¡ clu ratt e e I p ofiiricLt o.

Atúece.l¿n.te.\ da lc colorti:oción briÍ¡ifiit«

Las instiÍttt:ione.s luuruotístit:tts de Méríco t' La

t t t.l f tt.ro I r t.ti.n¡ tnt tpric an a

El i¿lionru españoL cle Ti¡ucLna.

Mlte rille ,\ para,nt esfutlio

Los de.sdr¡blttntienf os tle lu obru tle Rosírut Conde

OsR,'L pr-Áslrc.r

Lo piel rlel desierto según Édgar Meral

Huntberto Félix Berumen: El crítico en elpaís de la literatura

InJluencia del psícoaruílisis en la Escueltt de FrcmkJurt

POETTCAS EN FORNIACION

Poesía y danTa

srcc«rr¡:s tfUAS

Departamento de Quejas.Alejandro Aguilar Zéleny

N&leruo.Gabriel Trujillo Nluñoz

Inalárnbricas ciudades . Hernán Gutiérrez

Heriberto Yépez

Laura Jáuregui

Gabriel 1'rujillo \luñoz

Fabiola \-. \ loralg.

Regin¡ \"..: Rirl; :¡-r' r: r= I :.. '-:. -.

El oficio del criterio Fernando Yizcarra, Pedro N{anríquez C.. Harr¡ P.lkinh ,m. T,,n-. Dr B.-t =

Brgr-rotrc,r gn¡r,'¡ )r rrri.rit,r lrinri!1o, ,,,:r r..f,,ll,rl.r j.'rL l. . , \i

Lawrence Douglas Taylor
Horst Matthai Quelle
Lourdes Gavaldón

I-a,abmzas6ninglesayelfl ilru.sted-srrro

Antecedentes de la colonización británica aBaiacalifondadrmanteelpodriato

Para comprender mejor Ia compleiidad en torno a los acontecimientos relacionados con la colonización británica en Baia California, hay que remontarse en el tiempo hasta las postrimerías de la época colonial. A raíz del debilitamiento del control del imperioespañolsobre sus colonias de ultramar, los ingleses lograron penetrar al mercado de la región, que hasta entonces había quedado cerrado a los barcos comerciantes extranjeros. EI comercio entre la Gran Bretaña y la región creció durante las guerras de independencia. Durante el primer medio siglo después de la época de independencia, los británicos dominaban casitodas los áreas de inversiones y comercio exterior.

':.r :a -' .--: z F,anlera Narle-T¡¡Ltana

"nt'" Gran Bretaña y México rueron suspendidas debido a la ocupación del puedo de Veracruz en 1861-1862 por tropas de lnglaterra, Franc¡a y España como represalia por el incumplimiento por parte del gobierno mexicano de pagar sus deudas a los gobiernos de estas naciones. En agosto de 1884, las relaciones entre Gran Bretaña y Méx¡co fueron renovadas y, hasta la terminación del régimen del presidente Porfirio Diaz en 1 911 , eran generalmente cordiales. Desde luego, la larga disputa entre los gobiernos mexlcano y británico soLrre la frontera entre el sur de lVléxico y la Honduras Británica, no fue resuelto hasta 1893, cuando se firmó el Tratado Spencer-lvlariscal. bajo cuyos términos se reconocía oficialrnente la colonia de Belice.l No obstante. los relativamente pocos casos de disputas que ocurrieron entre los dos países durante el porfiriato -por ejemplo, el que surgió a raiz de la supuesta participaclón de especuladores de la bo sa lond nense en la ¡ebelión dirigida po| Catarino E. Garza en Tamaulipas en 1892- habÍan sido de un carácter menor o secundar c.:

E lralddoestpulaoaquelos In,lese^r ei.' , - := serían constituidos por el RÍo Ho,'r¡¡ :::-: r. Chetumaly elcanalde Bacalar Chico. --i11t::: - -':: entre Yucatán y Belice. 1894'. en Ce.:r: .. :...: = lnvestigación H istórica de Yu catá. l,le':: .-:. =- :..9r. (T at.¡dos.: -Do..Te-ro> e- -'---: -.:'-. :. .':: entre México y la Gran Bretaia :¿.a : ::::::: -:-', de I mites e']tre a0 -e ca: 3: -n -::... :._ : -..Alvarez Corral. H¡slot¡aieO- ^::-: =:: :-: :: ',':, :l

B. Costa.A-f '. Eo-c -:-- :: -: j- :: .-=--A,4a1sca'- .' o'': :: j . : . .: _- j--:---:.--.- :i Belaca^-s 5,f .-ij .j:--': :; :;-,---- -..-::., del TralaCa tÉ ! -:a: a':'a .-:a'a---: _-: ',':. :: Ddzoe.+. -j-. :. 1-.'. -,,:. i;_-;-:;': : i ::r:--:' -: -:,i-:..:::-: 3a^( a -: -. ":.'.: i= - : :i- _r_ _ -"',. -,. :- i:_a,O :::'::: S: -=:. . :: :: :t :-i: :,::' :'a: ,.lex co I = ::-t :a._ _::- ,.':,:-.--= __-,--- .s. l-13 -- .'. -: - , i=.',=':.--. ,;. ,-";-j"^." ''=,.- : j'r. i ::.: :-:.._..:.^: : lJ3, pp ' : a -: --. '.'=.: i- ','j jj :- -:- ,' :á ca-t:d la --: :-,-,--','=, -:-. '1::-135i f,iax;l E Coiegiode '.':,:: 'i3- :: ar-aa 3a,,-cicC Ge:na.dt. -Eng and :-: :-e i,!ex:a. Re,.,c.r:c¡. 1910,1920- (tesls doctoral --3c¡3( Texas. Texas Techn ca Un verstty. 1970), p. 10.

Para 1910, aproximadamente 75olo del comercio externo de México se llevaba a cabo con los Estados Unidos' mientras que únicamente 10% de las importaciones de México

Provenían de Gran Bretaña

En general las relaciones económicas y comerciales entre las dos naciones también habían sido armoniosas. Durante la mayor parte del siglo xlx, Gran Bretaña había sido el princ¡pal paÍs inversionista en Méx¡co, así como el mayor socio comercial de éste. A pr¡ncipios de la década de 1881, después de la construcción del Ferrocarril Central y el Ferrocarril Nacional de la ciudad de Méx¡co hasta Ciudad Juárez y Nuevo Laredo, respectivamente, que proporcionaron a México una salida hacia el norte delcont¡nente para sus productos, los Estados Unidos sustituyeron a Gran Bretaña en este papel. Para 191 0, aproximadamente 757o del comerclo extemo de México se llevaba a cabo con los Estados Unidos, m¡entras que Únicamente 10% de las importaciones de México provenían de Gran Bretaña.3

Sea como fuese, las inversiones de capital británicas en Itiléxico se incrementaron a un ritmo acelerado durante el porfiriato, principalmente debido al estímulo y conces¡ones favorables otorgadas a los invers¡onistas extranjeros por parte del gobierno de Díaz. Después de 1 900, la administrac¡ón de Porfirio Díaz comenzó a favorecer las inversiones británicas en lugar de las estadoun¡denses, como un contrapeso a éstas, que para entonces predominaban entre las inversiones extranjeras en México. El gob¡erno siguió esta política, sobre todo con respecto a Ias ¡nversiones británicas y estadounidenses en la ¡ndustria petrolera y las empresas de servicio público.o

Con el descubrim¡ento de los grandes campos petroleros en las regiones de Tampico, Tamaulipas y Tuxpan, Veracruz, a princ¡pios del s¡glo xx, los inver-

sionistas británicos pronto adquirieron derechos de propiedad y el control sobre un gran porcentaje de la producción de este valioso m¡neral. Weetman Dickinson Pearson, quien era el empresario británico más importante en ¡/éxico, y quien posteriormente se llamaria Lord Cowdray. establecio la compañia. El Águila, que para 1910 controlaba 58% de la producción del país, y que se convertirÍa en la empresa extractora de petróleo más grande de N4éxico. La compañía de Weetman Pearson tamblén serÍa de considerable importancia para el imperio británico durante la primera guerra mundial, dado que muchas de sus naves de guerra ya util¡zaban este hidrocarburo como combustible.5

Para 1909, inversionistas británicos y canadienses, por medio de una compañía ubicada en Toronto, controlaban la Mexican Tramways Company (Compa-

3 The T¡mes, Londres, 8 de mayo de 1911 ; Gerhardt, "England and the Mex¡can Revolut¡on," pp. 20-21 , Batry Ca( "Las peculiaridades del norte mexicano. 1880-1927: ensayo de interpretación," en H¡sto a Mex¡cana' XXll3 (enero-marzo de 1973), p. 325; Friedrich Kalz, La guerra secreta en Méx¡co, 2 vols. (Méxicc: Editorial Era, 1982)' l:43; Don M. Coerver y Linda B. Hall, Texas and the Mex¡' can Revolutíon: A Study ¡n State and Nat¡onal Border Pol¡cy, 1910-1920 (San Antonio, Tex.: Trinity Universily Press, 1984), pp. 13-15.

a J. Fred Hippy, Br¡t¡sh lnvestments ¡n Lat¡n Ame ca: A Case Study ¡n the Operat¡ons of Pr¡vate Enterpise ¡n Re' tarded Regians (Minneapolis, l\,4inn.: University of Minnesota Press, 1959), pp. 96-97; Katz, Guerra secreta, 1:41-46. 5 Alf red Tischendorf , Great Br¡ta¡n and Mexico ¡n the Age oÍ Port¡rio Diaz (Owham, N.C.. Duke University Press, 1961), pp. 122-125', Kalz. Guera secrcta,l.43-44.

ñía Mexicana de Tranvías) y la Mex¡can Ught and Power Company (Compañía Mexicana de Luz y Fueaa). De esta manera, ténían un monopolio casi completo sobre las empresas de serv¡cio público del Distr¡to Federal. Weetman Pearson, el empresario Fred Stark Pearson y los directores de la Compañía Mexicana de Luzy Fueza yde la Compañía Mexicana deTranvÍas, colaboraron como soc¡os para construir obras de energía eléctrica en las ciudades de Puebla, Orizaba, Córdoba y Veracruz. lnversionistas br¡tánicos y canadienses también meioraron sustancialmente el sumin¡stro de energía a Monterrey con la compra y renovación de una planta de energía construida or¡ginalmente con el apoyo de capitalalemán. Para fines de 1911, estos m¡smos ¡nversionistas estaban ya haciendo planes para ampliar el sistema de alumbrado a la ciudad de Pachuca.6

Las inversiones br¡tánicas tamb¡én tuv¡eron un papel importante en el desanollo del sistema ferroviario de México, un proceso que se había iniciado antes del restablecimiento de las relaciones diplomálicas entre los dos países. Para f873, pore¡emplo, un grupo de empresarios londinenses había terminado la construcción del Ferrocarril Mexicano entre la ciudad de Méx¡co y Veracruz. Entre 1885 y el fin del régimen de

Díaz en 1911 , inversionistas británicos habían formado un total de 16 lim¡ted companies -compañías de responsab¡l¡dad limitada al valor de las acciones de cada soc¡o- para la construcción o compra de ferrocarr¡les en México. El Ferrocarril Mexicano, iunto con un ramal que se extendía al puerto de Tampico, el Ferrocarril Central y el Ferrocarril Nacional, asícomo el Fenocarr¡l del lstmo de Tehuantepec en el sur del país, constituían las vlas féneas principales que dependían luertemente del cap¡tal y equipo bdtánico para su construcción. Para 1911, inversionistas británicos controlaban aproximadamente 10olo de los 25 000 k¡lómetros de vías ferroviarias que exislían en el país en aquel tiempo.T

Las inversiones británicas en la industria minera de México también eran considerables. Aunque la cantidad de dinero invertido en este sector era más reducida que la que fue invertida en la construcc¡ón y operación de ferrocarriles, el número de compañías mineras era tres veces más grande que él de aquellas empresas formadas con capital inglés en todos los 6lischendorf, Great Br¡tain and Mex¡co, pp. 117-118, 126127.

? Rippy, Brltish lnvestments, p. 96; Gerhardt, .Eng and and the Mexican Revolution," pp. 17-18.

der¡ás sectores de la economia: empresas de servicio público, industrias diversas (principalmente de sacos de yute, puros y sal), etcétera.8

Las inversiones br¡tán¡cas en Baia California Durante el porfir¡ato los británicos también ¡nvirt¡eron en la ganadería y otras actividades agrícolas. Éstas estaban concentradas en los estados de Chiapas, Coahuila, Ch¡huahua, Durango y Baja Californ¡a, especialmente en esta últ¡ma región. Las inversiones británicas en Baja California consistían casi exclusivamente en propiedades de terrenos. Grandes extensiones de tierra fueron adquiridas en esta región con la idea de traer colonos y hacefas cultivables"

La más grande de las empresas colonizadoras británicas en México fue la Mexican Land and Colonization Company (Compañía Mexicana de Terrenos y Colonización), que fue fundada en 1889 por s¡r Edward Jenkinson. Durante el periodo de máxima expansión de esta compañía, poseía alrededor de 20 millones de acres (8 100 000 ha) de terrenos. La compañía de Jenkinson inició sus operac¡ones con cierta cantidad de propiedad de la región adquirida a Ia lnternat¡onal Company of Mexico (Compañía lnternacional fVexicana). La Compañía lnternac¡onal era una empresa estadoun¡dense-mexicana que había sido organizada a principios de la década de 1 880 por George S¡sson, un abogado de Michigan, Luis Hüller, empresario alemán natural¡zado como mexicano, que rad¡caba en la ciudad de México, asÍ como algunos empresarios mexicanos. El gobierno mexicano le había otorgado una concesión gubernamental de casi 15 m¡llones de acres (6 075 000 ha) de terrenos en Sonora, Baja California y Ch¡apas. Sus esfuerzos para atraer a colonos a Baja California en números sufic¡entes fracasaron. Para 1888 experimentaba problemas económicos de tan grave magnitud, que sus dirigentes fueron obligados a traspasartodas las prop¡edades de Ia compañía a la empresa inglesa.e

Posteriormente. en 1890, un grupo subsidiario de ¡nversionistas que pertenecían a la misma compañía, encabezado por A. Pe Allsopp, compraron de la compañía matriz 400 000 acres (1 62 000 ha) en el extenso valle ubicado alrededor de la bahía de San Quintín, ubicado a más de 190 km hacia el sur de Ensenada, a lo largo de la costa. Esta bahía, que daba prolecc¡ón de los vientos, había servido como escala para el transporte marítimo a lo largo de la costa desde principios de la década de 1860. Como en el caso de la compañía matriz, los objetlvos del cómÍte de dlrectores de la nueva empresa, llamada Lower Callfornia Development Company (CornpañÍa para el Desarrollo de Baja California) consistían en estimular la colonización de la región de San Quintín.

Poco a poco llegaron a asentarse en la región pequeñas partidas de inmlgrantes británicos, estadoun¡denses y mexicanos. Se sernbraron cultivos de d¡versos tipos, se construyó un muelle y, gradualmente, empezó a surgir el núcleo de un pequeño poblado. Para 1891, la compañía habÍa diseñado los planes para lransformar elvalle en un gran centro para elcultivo de granos y cereales. Se inicló el trabajo sobre la construcción de una presa y obras de riego. También se edificó un molino harinero en las afueras del pueblo para procesar el grano en preparación para lransportado a otras regiones.

El director Allsopp emprendió varias obras para reducir el a¡slamiento de la colonia. Consiguió permiso del gobierno mexicano para ¡naugurar un servicio

3 R¡ppy, Brlfish lnvestments, pp. 96-97; Tischendorf, G/eaf Bita¡n and Mex¡co, pp.94, 124-125.

§ Glenn S. Dumke, fhe Boom o'i the E¡ght¡es ¡n Southern Californ¡a (San Marino, Cal. : Huntinglon Library 1 944), p. 1 55; Angela Moyano de Guevara, "La Compañia lnternac¡onal en Ensenada' y "La Compañía lnglesa" en Angela Moyano de Guevara y Jorge ¡/artínez Zepeda, cootds., Visión hislóica de Ensenada (Ensenada, B.C.: Centro de lnvestigaciones Históricas, Universidad Autónoma de Baja California, 1982), pp. 125-135, 143-145; lvlartín Barrón E., Guía h¡stórica de Baja Californ¡a, (Museo Reg¡onal de Historia, Ensenada 8.C.,1992), p. 148.

de correo y pasajeros por medio de vapores que hacían viajes de San Quintín a San Diego, con una escala en Ensenada. Con la inauguración de este servicio, el puerto de San Ouintín quedaba conectado con varias comunidades a lo Iargo de la costa del Pacifico desde Mazatlán a California. Allsopp también estableció la Peninsular Bailway and Telegraph Company (la Compañía Pen¡nsular de Ferrocarriles y Telégrafos) como una operación subs¡diaria. Se inic¡ó la construcc¡ón de una vía férrea en el valle de San Quintín que, con el tiernpo. ligarÍa el puedo con San Diego y conYuma en el ncrte. Las obras avanzaban lentamente, y para el final del porfiriato en 1 911 únicamente se habÍan construido 26 kilómetros de rieles.lo

La cornpañía tamb én era dueña Ce un hotel de tercera clase en Ensenada, asicomo de algunas minas en la región de San Quintín. Allsopp tenía la esperanza de que estos negocios adicionales pudieran ayudar a mantener a Ia compañía más o menos viable económicamente hasta la llegada de un mayor número de colonos.rl

A pesar de este estímulo ¡nic¡al, la compañía estaba al borde de la qu¡ebra después de sólo unos años de su fundación. Aunque la har¡na que se producía en el valle de San Quintín trajo ciertas ganancias, la recesión económica de 1890-1893, junto con varios años de sequía, desanimaron a los inversionistas. La situación se empeoró a lal grado que Lionel Carden, el ministro británico en l\¡éxico, recomendó a aquellos ciu-

r0 James Knapp Fleeve, "Thé Peninsu a of Lower Califor nia," en L¡pp¡ncott's Monthly ^,4agazine. L t (enero-junio de 1894), p. 77, Pablo L. l\¡aiínez. H¡storla de Baja Cal¡forn¡a (La Paz B.C.S.: Palronato del Estudiante Sudcaliforniano. A.C./Conseto Editor al del cobierno de B.C.S., 1991). pp. 468. 472. Una historia detallada de esta via férrea. conocda como e Ferrocarril de la Baja California se encuentra narrada en John A. Klrchner, Bal'á Cal¡Íarnia Ba¡lways (.San l\y'ar no. Cal.: Golden West Books. 19BB), pp. 25-61 rr Entrevrsta con a señorita Elena l\y'artínez Davidson. evada a cabo por [.,4arguerite Reeves, 4 de junio de 1981 en la San Diego Hislor cal Society, Oral History Coiection, documento núrn. sDHS/cH. p. 5; lvloyano de Guevara, "La Compañía lng esa," pp. 152-153; Barrón E., cuía h¡stór¡ca, pp. 149-151.

dadanos que deseaban inmigrar a Baja California y otras regiones de México, que mejor permanecieran en su país natal. Carden aseveró que aun aquellas personas quetuvieran bastante dinero, un conocimiento del español y cartas de presentación para las autorida' des mexicanas, tenían poca posibilidad de alcanzar el éxito.1'¿

Los moümlenlos l¡libusteros

Un factor importante que perjudicó ser¡amente los esfuerzos colon¡zadores británicos en Baja California, consistió en las supuestas conex¡ones de la Compañía de Desarrollo para la Baia California con algunos intentos por parte de los estadounidenses para apoderarse de la península afinales de la década de 1880 y princ¡p¡os de la de 1890.

Cuando en general las noticias en torno a la adquisición de la propiedad de la antigua Compañía lnternacional de México por la compañía ¡nglesa empezaron acircular por California y Estados Unidos se emprend¡ó una campaña entre los políticos cal¡fornianos a favor de la compra de Baja Californ¡a por parte del gob¡erno estadounidense y evitar que cayera bajo el control británico. lnfluidos por el gobernador y la Cámara de Comercio de California, asícomo por algunos de los diputados cal¡fornianos del congreso federal, la Cámara de Diputados aprobó una resolución por med¡o de la cual se sol¡citaba que el presidente in¡ciara nsgociac¡ones con el gob¡erno mexicano para la compra de la península.r3

Algunos grupos de californianos, empero, no tuvieron la paciencia para esperar el cumplimiento de esta posibilidad, en el supuesto caso de que hubiera existido. Pronto se iniciaron varios proyectos con el objetivo de separar la península de México y anexarla a Estados Unidos. En abrilde 1890, el mayor Buchanan Scott, elgerente de la Compañía Mexicana de Terrenos y Colon¡zación, había prometido apoyar con 100 000 dólares a un grupo de filibusteros esladounidenses. Los jefes de este grupo eran B.A. Stephens, un aventurero de Los Ángeles, su am¡go el coronel J.K. Mulkey, qu¡en también era de Los Ángeles: Ranford Worthing; el coronel Edward Hill y Walter Gilford Smith, editor del periódico The San Diego Sun. la mayoría de los Iíderes del grupo eran periodistas. Dos años antes, en 1888, ¡/ulkey habÍa organ¡zado The Order of the Golden Field (La Orden del Campo de Oro), una sociedad secreta filibustera. Junto con Stephens y el coronel George G¡bbons, de Nueva York, originó un plan para introducir a las tropas de la sociedad a Baja California d¡slrazadas como mineros, granjeros y trabajadores.

Cuando el momento fuera propicio, estos hombres se levantarían en armas para posesionarse del

1'?Ruth El¡zabeth Kearney, "American Colonization Ventures in Lower California, 1826-1917," (tes¡s de maestría, University of California, Berkeley, 19¿14), p. 94; Martínez, Histor¡a de Baja Cal¡forn¡a, pp. 472-473.

13 John M. Ellicott, "Should We Possess Lower California?," en The Ovetland Monthly, Nueva Serie, 16 (noviembre de 1890), pp. 473-476; Moyano de Guevara, "La Compañía lnglesa,' p. 144.

territorio, que sería denominado en lo sucesivo como The Republic of Nodhern Mexico (Repúbl¡ca del Norte de México).14

El gerente Scott, de la compañía inglesa, opinaba que se podría incrementar el valor de los terrenos de la empresa únicamente por medio de la conquista de la peninsula y su anexión a los Estados Unidos. Supuestamente había propuesto realizar un viaje a lnglaterra para conseguir apoyo adicional para la contemplada expedición. Se aseveraba que la mayoría de los directores y gerentes de la compañía inglesa estaban a favor del plan filibustero, con la excepción del presidente Jenkinson, quien tenía miedo de que el citado intento filibustero pudiera perjudicar sus intereses comerciales en olras regiones de l\4éxico, especial-mente en Chiapas.l5

Los direclores de la compañía insistían en que la empresa tenía que pagar a los representantes del gobierno mex¡cano encargados de sus asuntos en li,4éxico, cierlas cantidades de dinero de vez en cuanoo, pues ya no podían seguir pagando. En casc de oue la enipresa fuera anoxada a ios Estados Unidos. sus terrenos incrementarían oe valor Al misi-t'to tiempo. ios direclores entendÍan también de oue la existencia de la doctrina l\4onroe evitaba que la penÍnsula f uera adouirida por Gran Bretaña.16

Una vez que fuera adquirido el armamento necesaro y que estuviera depositado dentro de las bodegas de la empresa inglesa en Ensenada, se celebraría un baile o "fandango", como lo llamaban, en el hotel lturbide. ubicado en un cerro del puerto. Se planeaba invitar a los principales jefes mexicanos cie la región, dejar que tomaran grandes cantidades de licores de todo tipo y, una vez que estuviesen borrachos, asaltar a los pocos integrantes del pequeño destacamento federal del pueblo y encarcelar a todos en la cárcel municipal. Supuestamente Scott acordó poner los vapores -Manuel Dublány Carlos pachecode la empresa a la d¡sposición del grupo de fitibusteros que desembarcarían en el pueblo desde e mar. Scotl también aconsejó a los jefes de esta fuerza invasora

que deberían intentar capturar la pequeña nave mexicana Demócrata, que efectuaba patrullaje a lo largo de la costa norte de la penÍnsula.

El plan, s¡n embargo, nunca se llevó a cabo. Las autoridades de San Diego se enteraron de las intenciones de los conspiradores, puesto que un miembro de los dirigentes del grupo, el capitán J.F. Janes, divulgó ciertos detalles de los planes durante una entrevista con un reportero de The Los Angeles T¡mes, que luego fueron publ¡cados en una serie de artículos en The San D¡ego Un¡on en mayo de 1890. Las autor¡dades estadounidenses reaccionaron ráp¡damente Írente a las notic¡as y pronto emprendieron una investigac¡ón a fondo referente al asunto.17

El plan filibustero fue condenado por los habitantes de la penÍnsula. Los vecinos de ElÁlamo tirma.on un documento en el cual protestaban contra la pretendida invasión. Los colonos de Ensenada, por su paüe. ofrecjeron su apoyo al general Luis Emeterio Torres eljefe político y comandante militar del distrlic rrcie

1a The San Diego Union,26 de mayo de iBg0; Andrew F Holle. "Futile Fil¡bustering in Baja California, 1888-1A9O.' en Pacific H storical Revlew. xxt2 lrra,,: 160-161 Anna \,4drie Hdqer. r^e E r -- = Capta¡n John F. Janes and Lawei Ce '.,qeports and the Walter G. Smitn l.t¿^-;;- 3 ies, Ca.: Dawson's Book ShoD. t9e3 :: l r5 Bolle, "Futile Filibusterlng c. 'a'.'a. busters of 1890, pp. 29-33. '5 The San Dega Un;a^ 2 ^.. ^ , .: :: :'P 1r The San D¡ego Union. 21-2a Véase también fhe Se" E,--i¡:_- _-.:- :: a' a- .a de mayo; 7. 12- 13 18-21 Euqene Keith Charn be.Lower Caiif orn a sity of Cal forn a. 1 North, Ihe,Uolre' Elder and Co,¡ oa^; bustering," pp. 162- ' :-s:3.s ol :!e 7890. pp 33'r- SHiStOr e .. .' ' '' esiat!_::_::-i :-: : p a-a: aa t.:ai a :3': - : S _:: ^:: :eC araTon Ce":'¡ :; S-,¡a¡élca para e!'a1ta- sosOecias ec coalia cet Ooorerno estadounidense d.rranie las ne,occ acicnes en torno a la organlzac ón de la Un ó¡ Panamericana. Véase Martirez. H¡stor¡a de Baja Cal ¡forn¡a. pp. 469-470.

También pidieron que el gobierno revocara la concesión de Sissons y Hüller, dado que se había traspasado y los nuevos dueños no cumplían con lo estipulado en los térrnjnos originales de la concesión.16

Los nexos entre la compañía inglesa y los filibusteros constituyó el punto culminante en el deterioro de sus relaciones con el gobierno de Díaz. De hecho, el antagonismo entre los dos se habia iniciado varios años antes de a la pretendida conspiración. Un inspector federal apellidado Sánchez Facio, quien había sldo encargado de vigilar las actividades de la compañía en Baja California, hizo una crítica bastante fuefte cle ésta en un informe que realizÓ sobre el tema mismc. Aunque su crítica se referÍa a muchas de las operac ones de la antigua Conrpanía lnternaclonai, Sánchez Facio no hizo ninguna distinción entre los dos a creer que ambos constitlrían una fuerza negat ' va para e desarroilc de la regtón. En su informe. Sánchez Facio indicó oue, aunque le- región de Ense naca contaba con una población de 1 375 habitantes. ia mayorÍa eran extranjeros y únicamente el 289¿ eran rrexicanos. Existía un porcentaje de n'texicanos semejante ccn respecto a las cifras poblacionaies para las comunidades de Punta Banda, ubicada a lo largo de la bahía de Ensenada, San Quintín y otros lugares del distrito norte de la península. Había, además, cierta exageración en los grandes avances que la compañÍa había reportado. l\4aximiliano Bernstein y otros directores de la antigua empresa, quienes habían continuado como administradores para la compañía inglesa, habÍan cometido varias transacciones fraudulentas en relación con el desl¡nde de terrenos. Existía mucha confusión respecto a cuáles terrenos pertenecían a la compañía, la cantidad de terenos bajo cultivo, etcétera. Sánchez Facio opinaba que la idea de establecer la colonia británica en la región había sido un error desde el princip¡o y que su desarrollo también fue manejado erróneamente. El informe fue publicado en San Francisco en los primeros meses de 1889 con el título "The Truth About Lower Californ¡a," que tuvo el efecto de reducir sustancialmente el monto de las in-

tffiilllffi$11({(ililrl lllflrfr ltit ( ) Irr ll I,

versiones en Baia California y e run'e¡: le'r- :'a¡les procedentes del extran]ero. '

LoS Oftctares de a Co.rta. ¿ .l eS¿ <€ e'.- 1. miscuidos en otra conspirac ón Íl buslera e¡ abril de 1892, cuandc Char es Anthony. un ingeniero caiiforniano, declaró que ia Compañía N,4exicana de Colonización y Terrenos actuaba como agente en Ensenada para el gobierno británico. Según Anthony, algunos de los empleados de la empresa que trabajaban en Ensenada estaban elaborando mapas de la costa para una expedición filibustera procedente de San Diego que pronto cruzaría la frontera. Este alaque, a su vez, conduciría a una intervención por parte de unidades de la armada inglesa con el propós¡to de proteger a los ciudadanos ingleses residentes en la Baja California

13 lvlartínez, Historia de Ba¡a Calitorn¡a, p.47O.

1'g l\,lartínez, H¡storia de Baja Californ¡a, p. 467; Donald Chaput, "The Brit¡sh Are Coming! or, The Army of lndia and the Founding of Ensenada," en The Journal of San D¡ego History. xxx:4 (otoño de 1987), p. 156.

y para tomar el puerto de San Qu¡ntin, ubicado a 150 km al sur de Ensenada. Por su apoyo, lnglaterra podría establecer en el territorio conquistado una carbonera impoñante para sus escuadrones navales.

E! ministro britán¡co en Ia ciudad de México negó la existencia de la supuesta conspiración y aseveró que su gobierno no deseaba perjudicar las relac¡ones amistosas entre México, su país y los Estados Unidos. Un representante del almirantazgo en la cámara de los comunes, declaró que su departamento no tenía ningún interés en adquirir el puerto de San Quintín debido a la "imposibilidad de forlalecer y retener una posición en tiena firme con la presencia de las fuerzas y los recursos de las naciones del continente americano, a tal distanc¡a de la metrópoli".20

Aunque el gob¡erno británico había negado su supuesto involucramiento en el asunto, un mes más tarde el general Torres envió una carta al presidente Díaz en la cual declaró que J.A. Drought, un director de la Compañía de Desarrollo de la Baja California, había sugerido queiél prestara su apoyo a la'compañía inglesa para que-la península pasara al control de los Estados Unidos, Según Drought, tal control resultaría en un ¡ncremento en el valor de la propiedad inglesa del territorio y la cancelación de las deudas de la compañía. A cambio, Torres recibiría algún tipo de recompensa por su cooperación. Torres alegó que Jenkinson estaba involucrado en la conspiración. El presidente Díaz inmediatamente pid¡ó que Jenkinson y Drought se entrevistaran con él en la cap¡tal. Dado que no se pudo comprobarque Jenkinson hubieraestado ¡nvolucrado en elasunto, fue exonerado de todos los cargos en su contra- En cuanto a Drought, s¡n embargo, se sabía que había visitado San Diego y que había sido visto allí con algunos estadoun¡denses que eran conocidos como miembros de un grupo anexio-nista. Aunque Drought confesó haber ¡do a entrevistarse con el general Torres, negó que Ios dos estuvieran ¡nvolucrados en algún atentado a contra de Ia soberanía de México sobre la región.

Sir Spencer St. John, el ministro britán¡co en México en aquel tiempo, estaba convenc¡do de que Drought y otros que habían sido acusados de haber estado involucrados en el plan filibustero eran culpables. Sea como fuese, el gobierno británico, d¡rigido por el primer ministro Bobert Sal¡sbury, un imperialista intransigente que no estaba di§puesto a mostrar ninguna flexib¡lidad a los países de América Latina que como un insulto al orgullo br¡tán¡co, ordenó a St. John no participar en la investigación e insistir que el gobierno mexicano tratara el asunto por sí sólo-

El 27 de mayo de 1892, el secretario de Relaciones Exteriores de México ¡nformó a St. John que la Compañía Mexicana de Terrenos yColonización tendría que ser "reorganizada" para retener el favor y la aprobación del gobierno de Díaz respecto a sus operaciones. Después de que Drought había ofrecido su renunc¡a y Ie fue ordenado regresar a lnglaterra para trabajar en la oficjna matriz, el presidente declaró que la investigación había llegado a su fin.rl

Los resuhqdos de los conspirociones f ilibusleros

Las alegatos en torno a los supuestos lazos de los oficiales de la compañía inglesa constituyeron la cutminación en el empeoramiento de Ias relaciofleseíúe la empresa y el gobierno de Díaz. Junto con 106 problemas mencionados anteriormente, los affiftciIÉrtos de 1890 y 1892 condujeron a una dectión toÍ* por el com¡té directivo de la compañía para dsfiiri sus inversiones y actividad6 en ñléxicoDos años más tarde, en 1 894, d rn¡ixm G tlaz rechazó la sugerencia por pans dd qdkfn ilgles é que el gerente de la corpañia en FlqF Cftraalcra designado ücecónsd ffiáricoen M- En *Id mismo año, Ia Con¡pañía ffe¡i=ra de Terrerre y Colonizacion abrii §I oficira en EnserÉ ¡íri:a¡sr

' -::-:-::- 3'::::':=- a-: '.'a.ra: :: 'a3-'0¿ '.':_,:-: tr:- SS: -a a:-:aa a .gesa 3p 1,+8,151.

te el tiempo suficiente para que la empresa pudiera vender su prop¡edad tan pronto como fuera pos¡ble y terminarsus operaciones en lt¡léxico" Se utilizaron ciertos pagos de contado de la venta de grandes extensiones deterrenos de la empresa en Sonora y Ch¡apas para pagardeudas que la compañÍa había acumulado desde su formac¡ón en 1889..La venta de terrenos en Sonoraocurrió en 1900, cuando Francis Pavey y Edgar Welles, de Nueva York, compraron 87 000 acres (35 235 ha) entre el pueblo de Agua Caliente y el río Yaqui por 40 000 l¡bras esterlinas. La venta de terrenos en Chiapas se real¡zó en 1905, cuando el magnate Pearson y el mayor Scott compraron 4 000 000 millones de acres (1 620 000 hectáreas) en la región por 200 000 libras. Los dos hombres continuaron dedicando sus esfuerzos para desarrollar otras empresas comerciales británicas en México. La Compañía Mexicana de Terrenos y Colonización continuó sus operaciones hasta el 17 de abril de 1917, cuando él gobierno del presidente Venust¡ano Carranza revocó la concesión por no haber desarrollado los terrenos sobre los cuales había ejercido una concesión durante tantos años.z

En general. las empresas colonizadoras británicas en N,4éxico no tuvjeron .nucho éx¡to. en térm¡nos de sus metas de largo a cance de fomentar sus propiedades en l\iléxico y e e¡,rio de colonos o inmigrantes. Durante el porflr ato. mencs de 5 000 ciudadanos británicos radicaban o trabajaban en l'/éxico La mayoría de ellos eran ingenieros. contadores, capataces y ejecutivos, como en el caso de Weetman Pearson. El resto eran rancheros, granjeros, artesanos de un t¡po u otro, asícomo agentes comerciales para compañias manufactureras ¡nglesas. Únicamente 1 35 personas de esta cifra total vivÍan en las dos reg¡ones princ¡pales del noroeste de México, Sonora y Baja California.'?3Y

2'zLas concesiones originales de las compañías colonF zadoras de la región habían sido reval¡dadas por el gobierno mexicano el 29 de junio de 1906. Tischendorf, Great Br¡ta¡n and Mex¡co, p. 104; Barrón E., Guía histÓrica, p. 150.

'?3 Tischendorf, Great Br¡ta¡n and Mex¡co, pp. 102, 143; Gerhardt, "England and the Mexican Revolution," p. 21.

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I"asinstinrcionesh,marfuticas deMéxbo yka,ttnra

^&. -Á ablar de tareas críticas de la filosofía desde México, sugiere de inmediato el planteamiento de la existencia de una filosofía mexicana o, si se quiere, latinoamericana y, en su caso, de su función ya sea como autocrítica, o crítica de la filosofía no mexicana o latinoamericana.

En lo que al primero de estos puntos se refiere, postulamos que nombres como Vasconcelos, Ramos y Zea la avalan en cuanto filosofía mexicana, no quedando atrás los pensadores de muchos de los demás países de habla española o portuguesa de nuestro continente.

Respecto del problema de Ia función crítica de dicha filosofía creemosi haciendo abstracción de Ia filosofía griega arcaica, que desde Platón y Aristóteles Ia filosofía occidental ha destacado en su aspecto crítico ante los problemas emergentes de la realidad concreta humana en el tiempo de cada uno de los grandes pensadores. Véanse La República y las Leyes, de Platón; la Política, de Aristóteles; Ia Ciudad de Dios, de Agustín, o la Suma contra gentlles del aquinato, por nomtrrar algunos ejemplos.

Pero volviendo a la filosofía latinoamericana, nos encontramos con inquietudes muy sui generis. Por citar tan sólo dos ejemplos: la búsqueda de una identidad propia y el asomo de Ia sospecha de haber vivido, durante siglos, una historicidaci ficticia.

El agudo análisis de Leopoldo Zea, culminando con la tesis del latinoamericano como un ser sin historia, la revolucionaria propuesta de una teoría del conocimienio sin parámetros de Hugo Zemelman, apenas presagian a nuestro criterio una crítica a fondo de parte de la filosolía latinoamericana, de aquella iicción que sueie designarse cultura occidental empeñada en dominar el Dlaneta enteru r.de la íiiosofía que le proporuionó su razón de s-^r.

'Filósofo y catedrático de la kuela de Humanidades, uABc.

l'{ietzschecomparael

aert'igino s o de sarro llo dekfilosoftu

presouáticacrnuna máqutnann arclerada, queuna sola pttdra,tirada

entre susruedas,lnhace rnenifir

dra fue, para este filósofo, Sócrates

ruedas, la hace reventar.o Tal piePero si los latinoamericanos rechazamos una historia que no es Ia nuestra, así como las teorías del conocim iento que descansan en parámetros que reflejan aquella cultura occidental, hemos, primeramente, analizar los supuestos filosóficos que le dieron vida. Notemos, en principio que la historia que han tratado de imponernos durante más de cinco siglos es la historia de la cultura occidental. Empero la cultura occidental carece de raíces, a pesar de la bien arraigada noción de la Crecia clásica como cuna de la misma. En efecto, como acertadamente anotó Heidegger, son Platón y Aristóteles los pensadores que marcan la pauta para la interpretación de los filósofos que les anteceden. Dice:

Ambos rigen como los filósoÍos de los griegos que dan la medida para lo anterior y para lo posterior. Este criterio, por la vía de la teología cristiana, se ha consolidado comc¡ convicción general, no sacudido h¡sta la actualidad.'

l-o que Heidegger quiere dar a entender, es lo cuestionable de la ntcrpretacitln cle Ios pensadores presocráticos a n¡ano de los dos clásicos dc la filosr¡fía griega. En el caso de Arist(iteles esto salta a l¿ vista para cualq uier vc.rdadero estLrdioso de la filosofía griega arcaica a través dc la lectura del libro prinrero de su Metaíísica, nrientras quc en el de Pl¿tón poseentos su elocuente testimonio en el Ieeteles:

Parcció que hal¡ía en sus cliscursos Jlos de Parménirlcsl una profunclidad poco común. Temo que no comprendamos sus palabras, y que no penetremos bien su pensamiento.']

Es por todos conocido el famoso comentario de Nietzsche, a saber:

me percaté de Sócrates y Platón como síntomas de decadencia. como instrumentos de Ia diso!ución griega, como algo seudo griego, como algo antigrie8o.r

Habrá quien tilda cle erag,erado el enu nciado nielzscheano, mas, del deplcirable estado del mundo, hoy perceptible hasta por cl más ingenuo, habrá que responsabilizar a una filosr¡Íía que constitu,vó la espina dorsal cle la cultura occident¿1. Así r,iskr, adquiere ulra extraordinaria relevanci¡. el cisma que se proclujo er¡tre la iilosofía cle los pensadores griegos arcaicos y la así llamada filosofía occidenta l. entenclida ésta como la que arranca con Platón y Aristótelcs. Otra vez es Nietzsche quien, a través de una nretáfora, precisa la naturaleza de dicho cisma. Compara el vertiginoso desarrollo de la filosofía presocrática con una máquina tan erageradamente acelerada, q ue una sola piedra, t¡rada entre sus

En una sola noche fue destruida una ciencia filosófica que, hasta aquéI, había tenido un desarrollc¡ de maravillosa regularidad.;

Llama la atención la caracterización de la filosofía griega arcaica, por parte de Nietzsche, como un proceso que se distingue por su regularidad, pues se opone con estas palabras a una tradición milenaria la que, en palabras de Heidegger (supra), arranca ct)n Platón y Aristóteles-, donde los historiadores de la filosofía veían en los presocráticos más bien concepciones filosóficas divergentes, incluso contradictorias, en vez de concordantes.

En este contexto nos parece altamente signif icativa la exhortación de Poppe¡ quien pidió, en

N,lartin Heidegger, "Der Spruch des Anar ¡¡ancler" en Ho/2t,,'ege. Frankíurt a \1, \'ittorio K osterm¿lnn, 1963, p. 29,. I 63E-llli\ Traducclón: Porrú.r1. 'Friedrlch N etzsche, l{'erke ¡n d¡ei gJlrde/), Kar SchLechta, ed., Darñsladt, WB, 1966, ll, "Das Pro[¡ cn¡ des Sokrates' ,2: "...rr-h erÁa/rD¡e so/<rates und Plato als r-rf.t/ l1m¡ rur. dl. Il-r/' Ls, gri ech sche n Au fI ó s u n g als pseudogriechisch, a/s anfigrie'r:hisch ". aibid., l, "Nlenschliches, Allzu mensch liches", p. 607 "Be¡ den Criechen geht es schrle// \,or!¡,'iirls, aber ebensr¡ schne// al¡r'r,árrs, die Bewegungcler ganzcn ,llas.hine jst so gestegcrt, dab ei,r e¡nziget 'te¡n, ¡r], ihre Ráder gervorfén, s ic zers pri ngen macht". lCon los griegos se avanza rápidamenle, pero igualrrente rápido hacia abajo; el movimienlo de toda la nráquina es tan acelerado, que una sola piedra, tirada entre sus ruedas, la hace reventar). /o, , ¡r., "...in cioPr A.a, hl rr ¿' di" bi. dahin so wunderbar regelmábige Entwickl u ng de r p hi/osophischen W s se n sch aft ze rstórt" -

uno de Jos ú)timos trabajos de su vida, la vuelta a /os presocrátitos. Para este fr\ósofo, aquellos lelanos pensadores se distinguían por el desarrollo de sus teorías del conocimiento en el marco de sus visiones cosmofógicas, por \o cua\ considera urgente primeramente entender el mundo en que vivimos, para luego entendernos a nosotros mismos. Dice:

Para mí, tanto la ciencia como la filo>ofia pierden tñdo.L¡ alr,r( Ii\o cr¡ando se apartan de esa áúsqueda -cuando se coDyierten en especialismos y dejan de ver y de maravillarse por Ios acertijos de nuestro mundo-. La especialización pucrde ser una gran tentación para el científico. Para el filí¡sofo constituye un pecado mortal.l

Pero sc ha perdido algo más que las cosmovisiones de los presocráticos; se ha perdido su politeísmor y, con eilo, el acceso a aquella otra parte de lo cn unciado por Popper, el conocimiento de nosottos mi.n L,.. Qup irL¡ni¡ le ¡, rr r lit.¡r .r Sócrates Ia preocupación del lronrbre por el conócete ¿ ¡l mismo c¡ue, incluso, le,,,alió ser laurcaclci por los historiack¡res de la iilosoÍía. como el inicraclor del pcriod0 fiiosólico llamaclrl antropológ¡co. Pues si para los presor:ráticcts todos ciclos, mundos, entes- eran clioses ¡; por I.rnlo, cra sinónimo ser alios y ser horrbre,r el inicio, por Sócrates, del monoteísmr¡, eventua lmentc desarrollado y profu ndizado por Platón y Aristóteles -lo cual les i,alió ser acogido cc¡mo clivino el uno, por San Agustín, y como prccursor de Cristo el otro, por Santo Tomás de Aquino-, desterró al hombre, ya en época cristiana, convirtiéndolo en pecador, concupiscente y semejante al diablo, para emplear l;rs palabras de San Agustín.!r He aquí la rotirra, como la lJamaba Nietzsche.'i a

causa cle la cual iue ddegado al olvic/o e/ úftino asomo de homct sapiens, quedando en su lugar el que hoy día se llama homo faber, embriagado con su exitosa transformación del mundo,,r el cua\ está a punto de destru\r \unto consigo mismo.

La Universidad Autónoma de Baja California fue la primera de las u niversidades fronterizas en fundar en T¡juana, hace once añ<;s, una escuela de humanidades. Cabe añadir que Tijuana es la más ebulliciente, pero también problemática de las ciudades que colindan con el gigante del norte, los Estados Unidos de América. Pasando por alto de momento la cuestión de Io ostentoso, implÍc¡to en la usurpación del nom[:¡re de América como si fuese propiedad exclusiva de dicho país pues tanto México como Canadá, ai i¡¡ual que el gran grupo de los demás países dc este continente,

habitan una buena porción clel mismo-, sí nos incumbe analÍzar las causas, así como las probables consecuencias, de una unilateral y cada vez más intensa penetración de nuestra cultura por aquel g\gante, pr\nc\pa\mer,te en \o socioeconómico -dejando de lado Ia penetración demográfica que, como todos sabemos, fluye en sentido contrario.

Mas, la mencionada ppnclrdcidn 5tl( ioe{ onomi( ¿ nu.P limita a los Estados Unidos de Amér¡ca, síno part¡cipan cn ella hoy día la mayoría de los países llamados desarrollados, americanos, europeos e incluso, asiáticos. Son sus intereses los que determinan el tipo de relaciones que mantienen con nosotros y los demás países latinoamericanos. Pero estos intereses, que son principalmente económ icos, políticos y científicos, no son necesari¿mente beneiiciosos para Latinoamérica.

Pero se haperdido algo

nas que las coynu:icianes de los prcncraicos; seha perdido su politeísmo \', con ello, elacceso o aquel¡aotrapoñe de k) enunciodo pu Pop|e) : t I conocinieúa d( t¡i.'¡,,:1., j ,11.r/ ¡¡t-i

Los países desarro laclo: se caracterizan ¡tor dos .t;peit i:,. llamaremos macrocap i.t !r.macrotecnología. Amlto¡ ¡.1¡ ,-.Lrn¿ tendencia hacia !¡ L, r::::-crecimiento. e cu¡ i.-. -i--. durante el va rlesa¡tarr - : col¡¡nialisnto. per, , ir-.. : :, -' alimentá¡close r-.,' . :-

de conceptos como los de la globalización y la geopolítica. Latinoamérica se encuentra en situación distinta de las de otras regiones de nuestro planeta debido al diferente colonialismo ibérico. España y Portugal, dominados por una ideología más bien escolástica, con estructuras sociopolíticas y económicas casi medievales, habían resistido la penetración de la ciencia y de sistemas económicos liberales, por Io cual también sus colonias quedaban al margen de los mismos. Una vez lograda la irrdependencia de los países latinoamericanos, tal marginación continuó en buena parte, de manera que Latinoamérica, a falta de estructuras políticas estables y de una infraestructura adecuada, así como de difícil acceso, no ofrecía a los países explotadores atractivos comparables con los de la masa territorial, relativamente compacta, de los otros tres continentes.r2 Sin embargo, acercándose el agotamiento, debido a su despiadada explotación de los recursos naturales y humanos disponibles en aquéllos, se presentan, como botín atractivo, los países latinoamericanos. En efecto, se observa Ia cada vez creciente penetración de estos últimos por el macrocapitalismo y la macrotecnología de los países desarrollados, con el peligro de convertirlos en otros tantos esclavos del consumismo y vendedores de trabajo humano en condiciones deshumanizantes, observable de manera concreta precisamente en Tijuana. Lo anterior pone en peligro lo que llamaremos el hu manismo ldlino¿mcricano. Iue V¿sroncelos. ya mencionado arriba, quien en , : :: :. :.-.:..,:r: el ¡lte¡cial

común, con el potencial de constituir lo que llamó la raza cósmica. Latinoamérica es un continente carente de odios raciales, tribales o sociales, donde el individuo vale por lo que es, no por lo que tiene. El cine mexicano, por ejemplo, si bien muchas veces ostenta rasgos machistas o abuso del alcohol, abunda, sin embargo, en elogios a las costumbres y tradiciones populares, por citar un caso, la típica vecindad donde hasta el más pobre invita al patrón a su posada o el bautismo de una criatura, siendo considerado un honor la invitación a ser madrina o padrino.

Pero el sueño de Vascr¡ncelos está por esfumarse. La conquista de Latinoamér¡ca se ha iniciado, mas ya no con los medios de una conquista militar, como sucedió entre 1876 y 191 2 en el continente africano, cuyo mapa parecía ser un tablero de ajedrez, donde los países europeos más potentes, en una loca carrer¿,

ParaVasconcelos, ser lathnamerbarn signifrcaba sermestizo, criollo, indio onegro, todasuridospuaurn calhtracoruún"atnel potencialdeconstiu,irloryellmnola raza cosmlca

ocuparon hasta el último pedazo de su vasto territorio. Ahora las circunstancias exigen la aplicación de métodos más sutiles y, por cierto, más baratos, como lo son la penetración política, económica, financiera, etcétera, bajo la máscara de coadyuvar al desarrollo -término que se luce por su vaguedad- de los países Iatinoamericanos.

Desde luego del discurscr sobre asuntos económicos, Íinancieros o ecológicos manan bellas palabras, como las de buena r ecindad, mutualidad, berreficio para todos, globalización o lntegración, hasta que en un momento de descuido se asome el propósito verdadero de toda esta fascinante retórica, brutalmente expresada por \\'ilhelm Rópke, economista alemán: "...cuando necesidad hay: libre comercio unilateral".ll Este prlnciplo, popu larmente llamado la ley deL embudo, pues canaliza los beneficios en un solo sentido, ha podido in:talarse global mente gracias a la formación de instituciones internacionales como, por ejemplo, eL Banco Mundial de Desarrollo y semejantes organismos que paulatinamente, al igual que la araña y el insecto, enredan al beneficiario en una maraña de obligaciones y compromisos.r5

rrNo nos ocuparemos aquí del continente australiano.

rrCran Bretaña, Francia, Bélgica, Portugal, Alemania, ltalia y España.

""Pat's Unknown Curu," T¡rñe,26 de febrero de 1996, p. 30: '...the ü¡nci' p/e of abso/ute and even, il necessar¡i onesided tee trade -'

"Recuérdense los enormes créditos -que no necesiábamos otorgados a Mérico; ejemplo: los de la época de Echeverría, despilfarrados en proyectos como el tristemente recordado sAM, (Sistema Alimentario Mexicano) que supuestamente iba a lograr nuestra autosuficiencia en materia de alimentos.

Puede aseverarse, a nuestro parecel que tras todo contacto iniciado desde fucra de Latinoamérica se esconde algún propósito que no es necesariament€ de interés para nuestros países, pudiendo incluso ser nocivo en alto grado para los mismos, en especial en el área de nuestra cultura. Leemos en una biografía de Jurek Becker, escritor polaco, quien presenció en su infancia los horrores de la segunda guerra nrundial, para después vivir en la República Democrática Alemana primero, y en la República Federal de Alemania después, que

sabía que el 'socialismo real'no era ningún socialismo. Pero sabía también lo que nosotros podemos ver mejor hoy más que nunca, con casi cinco milloncs de personas sin puesto de trabajo len Alcmanial, que la econonría liberal cle mercado no puccle ser un.r alten¡ativa.r¡'

Podemos reforzar lo anterior con un reporte reciente sobre la situación laboral en Alem¡rn ia, titulado "Futuro del trabajo, trabajo del futuro". En él se señala, para dar un ejemplo, que a un incremento salarial en los últimos dos decenios de 2o/o, corresponde un aumento en los ingresos netos del capital de 50%, que se beneficia con el rápido crecimiento tecnológico y su aplicación en los modos de producción. Acompaña a este proceso el descenso de los pues-

tos de trabajo Iigado al incremento de la productividad. En otras palabras, citando el sombrío mensaje con que termina el artículo:

cacla vez más seres humanos presionan sobre el mercado laboral, en el que hay cada vez menos trabajo a repartir Nadie tiene una respuesta adecuada a esta evolución divergente.r'

Liberados del colonialismo ibérico bajo la bandera de Fraternidad, lgualclad y Libertad, ideales de la revolución francesa que han echado profundas raíces en los pobladores de los países latinoamericanos, los dos 2cómo podría' mos llamarlos? modelos socioeconómicos, el socialismo real y el capitalismo liberal, no han podido, hasta la fecha, establecerse exitosamente en Latinoamérica. Quizá se dcba, como se ha dichcr cn ocasión reciente, a que el Lrno o{rece igualdad sin libertad y el

sofÍa que carga, como ya he dicho, con la responsabilidad del deplorable estado en que se encuentra el mundo y, por tanto, del dilema al cual nos enfrentamos, Pues dilema, dilhmma en el antiguo griego, significaba estar apretado entre dos opciones, debiendo decidirse por una u otra. Pero esto será el caso del demás mundo, mas no el de Latinoamérica que, no habiendo sido partícipe en la gestación de ninguno de los menc¡onados dos modelos, ni de los procesos históricos, culturales y filosóficos que les dieron vida, debe iniciar la puesta en marcha de la idea de Vasconcelos y, a través de una amalgama de indios, mestizos, criollos y negros, habitantes todos de los varios países latinoamericanos, iniciar una realidad propia. Esto, desde luego, requiere de un retorno a las icleas de los grandes libertadores -v reformadores, como Bolír ¿r. S.:r-r Martín y Juárez, pero tanrIl¡.

otro libertad sin igualdad. La incongruencia implícita en ello -va que los tres ideales arriba citaclos constituyen una un idad lnseparable, aunada a la especie cle inrb,r histórico y cultural en qre :e ha' llan los latinoamericanos- ,li É'.frenta a la urgente tarea riE críticamente anal zar su pr,rri: realidad, para despué¡ b-:c:. -:¿ .olu, ior JU ¿ \ ,r :c crítlca sólo puede pro,,en r oe ,ra iilo;oiía que iqualnrente ¡e har ¿ liberado de una his¡orla r una iilo-t:t:-.-' -. ' - :.::-:'-: -:- -:i-i :n -:;. \:f .P- r - l lridem. núm :. I99- p. 51.

En la vanguardia de los esfuerzos para realizar el ideal de los filósofos latinoamericanos, a saber, el de crear una verdadera filosofía latinoamericana, deberían estar las nstituciones humanísticas fronterizas de México, que diariamente viven el crudo choque entre un mundo dominado por la llamada cultura occidental y su filosofía --esta última en incontenible decadencia, como ya anotó Heidegger- y una Latinoamérica desesperada en crear una filosofía, pero también una cultura e historia propia.

Semejante tarea, sobra decirlo, sería de gigantescas dimensiones, aunque, nos atrevemos a aseverar, de gigantescas dimensiones también son los recursos que se ofrecen para su realización. Pues podemos recurrir a la inagotable riqueza de ideas plasmadas en la filosofía griega arcaica, al igual que en las filosofías de or¡ente. No accidentalmente ambas áreas del pensamiento humano han sido mayormente ignoradas por la filosofía occidental que, asfixiada por el monoteísmo hebreo, cristiano e islámico, los últimos con el apoyo de Platón y Aristóteles, ineluctablemente se condenó al fracaso.

Al hablar de filosofía griega arcaica negamos de manera enfática la validez de los parámetros establecidos por la usual historiografía filosófica, debido a que vemos en la tradición prefilosófica de los pueblos griegos, como lo son, entre otros, el orfismo, las teogonías, Ia prosa gnómica y los presocráticos propiamente hablando, aparte del legado de los pueblos mesopotámicos, de Irán y de Egipto, áreas aún inexploradas. Oko tanto sostenemos respecto de la tradición filosófica de los antiguos pobladores de América, recogida en parte por investigadores como León-Portilla y Soustelle.

Podemos agregar a lo anterior, del otro lado del océano Pacífico, las grandes riquezas de las filosofías orientales, como las de la lndia, Tibet, China, Corea y Japón.

Si ante el pavoroso desequilibrio entre el hombre y su entorno, visto a nivel planetario, se requiere de una revolución copernicana de la mente,l8 esta revolución ha de iniciarse desde la filosofía, y en nuestro caso, siendo Lat¡noamérica una de las pocas áreas donde dicho desequilibrio todavía no alcanza los niveles visibles en otras partes, desde una filosofía latinoamericana consciente de la especificidad de un problema que, en lo que a Latinoamér¡ca se refiere, está aún preñada de prometedoras reservas humanas.

Vistas las cosas así, y adhiriéndonos al tercer apartado del tema general del Congreso, hemos de centrar la tarea crít¡ca de la filosofía desde México en un análisis profundo de una h istoriografía filosófica producto de la misma cultura occidental hoy día, desde un punto de vista humanista, en plena bancarrota. Pero también hemos de darnos cuenta de la urgencia de romper los lazos, intelectuales a la vez que emocionales, que nos atan a aquella cultura caduca y la filosofía que la produjo, y vernos a nosotros mismos como -valga la expresión- mayores de edad, capaces de trazar nuestra propia historia y, más ¡mportante aún y recordando el llamado de Popper, filosofar en un nivel digno de recibir el legado de los grandes pensadores de Ia era presocrática"Y

13Cfr. el comentario del Comité Eiecutivo del Club de Roma acerca de The Lim¡ts to Ctowth, A report for The Club of Rome's Pro¡ect on the Pred¡cament ol Mankind, Londres, Pan Books, 1972, p. 196.

Enlaaanguardiadelos esrtteruosNrarealizmel ideal de losfilósofos htinmmqicano s, es decir eldeoearurwwrdadüa filo sofia latinmmqicano"

debqíon estar las instihtcioneshutrun terizasdeMéxbo

trlespañoldeTiluana"

Matenales para su esludio

I-otxdesGar¿aKxr*

Cuando nos referimos al uso del cspañol en Ia ciudad de Tijuana, lo más probable es quc hagamos comentarios subjetivos dc apreciaciírn valoratir-a: "no sc habla bien el español", se habla S?a g/ish en Tijuana", etcétera. Sin cmbargo, para poder funclamentar de manera justificada una apreciación sobre el cspañol de Tijuma, como el de otras ciudades, es necesario contar con estudios e invcsrigaciones que describan los fcnómenos Jingüísticos dc manera sistcmática. Es necesario conc¡cer Ias circunstancias que determinan ciettas preferencias, cl sector o los sectorcs de la población que utiJizrn ciertas tbrmas; es decir, conoccr el uso característico de un grupo cle pcrsonas o de una región. No se considera representatir.o el uso de una persona dc algún rasgo lingüístico específico. Al igual que en otras ramas del cr¡nocimiento, se br-rsca conoccr lo (epresentativo para formar juicios de r,.alor.

Son escasos los estudios descriptivos del uso ciel español en esta región. En realidacl, la investigación de 1a realización Jingüísuca se desconoce casi por completo. por otro lado, parece ser que hav una confusión con el español que se habia en Califc¡rnia. A pesar de ser cl espariol el mismo sistcma lingiiísticc¡ en arnbos lados de la frontera, las condicioncs sociopofticas en quc se desarolla son radicalmente diferentes, es por el1o que el uso Yaría sustaricialmente en un lado dc la frontera que en el otro. Así, el cspaño1 en Calilornia compite dc manera deslavorablc con e1 inglés, ya que es ia Iengua oficial r. cl español es la lengua de unos inmigrantes sin el derecho a ct¡nservarla. Fl,n [a ciudad mexicana íronteiz;t, el cspañol es la lengua oficial, v s(rlo compite con el inglés en circunstancias especiales: tudsmo, r, embiente laboral, en algunos CASOS.

La instrucción fo¡m¿l del inglés está restingida a algunas escuelas cie paga, lo clue limita considerablemente su expansión. Sin embargo, el español que se habla en los Estados Llnidos goza de investigaciones, publicaciones, estudios que seiialan sus caractefísticas Y d¿n a conocer sus rasgos lirnddamentales.

'Ca.¿ ¡ anra Je /a L..r..a ¿c H,,,alr ld¿¡.. ¿ts,

Para tenq una apreciación nbre el eEa,ñol E e se habla m Tijwana, como el dcotras ciudades, es necesmio conw con estudios e inoestigaciones ryrc dewíb an losfenómenns lingiiísicos de mansa shtaruítica.

Pata coooce¡ las catacterísticas del español de Tijuana con objeto de que refleien una vistán de coniunto. e. recomendable llevat a cabo estudios, descripciones y pubücaciones que reflejeo de maneta más completa el dinamismo del español en esta ciudad. Para ello se cuenta con los !ecursos que proporcionalametodología sociolingüística contemporánea.

Desde hace más de dos décadas, en el Centro de Lingüística Flispánica de la UNAN{ y en el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio dc México, se propuso un pro,vecto a latgo plazo del esrudio del español contempotáneo en algunas localidades de la tepúblca mexicana, bajo la dirección deJuan Nf. Lope Blanch. E) objetivo principal fue delimitat las zonas dialecteies del españoJ mexicano,v conoce¡ sus catactetísticas principales. Se apLicri una metoclología mu1-precisa pata establecet dilerencias fonéticas, morfológicas, sintácticas,r léricas.

( .omn lunr, , de p¿rÚd; .e ó.. ri rr, ,n c rt.rio^., r:oc qlre prep¡rntaran directamente a 1os intb¡mantes ejemplos pertinentes- Se creó ui 4)t¡pafi set a'neJizado con conr-er sactrnes de informantes representativos. Se escogieron diálogos ¡;tabados en cintas magnetotiinicas co¡ un¡ duracirin minima de media ho¡a v máxima de une hora. Se sepataton rres ¡gupos cle intirrmantes según:

, L" ¡rn.r,,crrn: r h qJc ¡L rlc'ecian:

. 1a- generaci<in de 20 ¿ 35 años de erlacl. 2a. geoclación: de 36 a 55 años.

. 3a. generación: <1c 55 aiios en adelante.

b) Sexo: igual núme¡o clc bombres l rle mujeres.

c) Gru¡ros sociocultutalesr

. 1er. grupo: analtebctas o semianaltabetas. 2o. grupor con escolaridad medi¿. 3et. grupo: ptofesiorustas.

d)Tipo de cliálogo:

Gral¡aciones con el o la r¡to¡mante, con el encuestador (a).

- Dos informanres, además dcl o la cncuestaclor (a).

- Hal¡le fo¡mal.

I)iálogo secte«r.

Una r-ez que sc reunieron las horas de grabación requeridas ('100 horas) se completó el .r/P/6.

Tomando en consideración esta metodología en la Escuel¿ de Humanidades de Ia UABC-Uoidad Tijuana nos planteamos Ia necesidad de crear uo ropzr similar al del prorecro de hs zonas di¿lectale" de Ilerrco p¿ra: pflmEru. estudiar el español de Tijuana, segundo, integtarlo a 1a colecclóa de ce,tpat dialectales del español de Nlérico, que los materiales para el estudio del español de Nfé:ico fue¡an comparables metodoló¡¡icamente con objeto de tealizar estudios comparatir.os eotre ellos, además de que se publicaran estos materiales dentto de la colección de 1<¡s tabajos pata el estudio del esprñol en Ia república mexicena.

Primera etapa

Durante cuatto años los alumnos de la c¿ttera de lengua v literatura de hispanoamérica i ia carrera de comunicación de I¿ Lscucl¡ de Hu¡'¡rud,d.. .e Je üc:ro' ¿ Sll¡¡r I.. c'nt¿. magnetofónicas que se requerían para este propósito. E1 ¡esultado fue:

80 horas de grabación con hablao¡es natitos de Tijuana o que son residentes ¡rera-ranentes de esta ciudad, por lo menos clesde 1os seis air¡s dc edad. 40 hombres v 40 mujetes.

Repre.rnr¿ñte( dc'¡. r-¡. g. ncrrcione.:

la de 20 a 35 años.

r 2a.. dc 36 a 55 años.

3a., de 56 eños co adelante. clasc sociocultutal de prolesionistas.

Diálogo entte: el o 1a inlormante coo el encuestador(a).

Dos intbrmantes con el encuestador(a).

J-engp'.r formal.

Diálogo secreto.

Estas cintas grabadas están a 1a clisposicitin de cstudiantes e investiga<lores en genetal pata desartollar estudic.¡s sr¡bre temas telecjooados con el uso dcl cspañol en est¿ localidad-

Segunda etapa

Selección de las ciotas del nrplr para su publicación denttc, de la coieccicin de materiales para el estudro r:l¡1 ¡.:-.: -:repúbJica mexicana, en una propuesra ]c-,circ:,,: :::i: :::::: entrc le Ur\B(l y la U\AXÍ.

Iil ar¡l: clc Ja publiceci¡in tuc selcccir¡n¿clo dc las !Llerirbadas, \.á quc solxlnentc reqLucre dc .10 ho¡as dc qr:abrciórr. I,lstas 3l)horas cstán dsirribuidos cle la sisuie¡re

' Gcncrlcirin:

I i:r¡l,rn.rnr. riu i" L. -...trr.,rc..,n. . ir rrr,,f.r/-rr. l. ,,.!.n.-,ci.,,. "ir j 'rr¡¿r'.'. Jc '.r I r. !. r,.',c,ir.

' .,.. la L,.r.Lre., I: rnui...,.

Tipo de cncuesta: 12 horas de diálogo entre cl o la ¡iirtmante r, e1o le encucstedor (a). l2 h,'rr, de J. l"¡. ¡,¡¡. ¡,, irrurcr rrr., r. cl encucstador(a).

3 hotas de lcngua torrnai.

3 horas de diálogo secrcto.

Ll gmpo socio cultural en este c¿so está representaclo por los ptofesionistas. G,stamos conscientes de clue hubieta slclo oecesa¡io incluirlos otros !¡rupos: analiabcta, cscolaridad meüa, ctcétera, para tencr una muestra completa cle infofl¡antes. Eo una ctapa tutura se grabarán los grupos laltantes de este aarpzr).

Reúne, asi,los requisitos para quc sea comparable con e1 n-rismo grr-rpo de otras regiooes del país, r-también para conocerlas cxt:rcterísticas propias de este segrrento de la población en Tijuana.

llna vez reunidas las cintas selcccionadas por su tepresenretivided dcl uso del cspaño1 de TiirLana, ca<la cinta iue cuidadc¡samente trafl scrita ortográñc¡mcnle. Sc tespetaron todas las in-rprecisJoocs,las cludas, las pronunciacioncs pocc¡ claras. De est¡ r-n¿nef¡ sc treta de ol¡tene¡ una muestra objetiva mediante ia cual se 11cgatá l la icleotihcación porgrupos de personas de las car¿cteljsticas sistemáticas clel español de Tijuana. Por ejemplo:

Foútira: f;,speciúcar quiéncs pronuncian ,,sh,,en lugat dc "ch" en "muchachr¡".

t\.Lofalo¿ia: Qriútes conjurgan ei prctérito de indicativo, segundx singular agtcgando uoa "s" en comistesj qué tan extendido está el uso de 1a primera person¡ J,la tercefa persona singular de1 presente de subjuntivo del verbo hacer: .eo¿¡:r h,iB¿ en ,ug,rr del gcnrral har.r.

.l'zalaxzr Quiónes constlx\ren la ofacióñ condicional con d,'.prer<riro.d<.ub:unriro:.i el fuer¡ ricu. r rrj\ r.r Jn carr,, último modelo, en lugar dc un ptetótito de subjuntir,.o y un pospretériro de indicatilo: si él luera rico, traería un c¿rfo último modelo.

I-rrxr'ra: Quiénes o en qué circunstancies sc p¡efiere mono, curarla, carro, toñate, en iuger dc las más comuoes: niño, divertido, coche, jitom,ete. trfediante análisis, estudios, conpatacioncs, etcétcra, de muestras obieti\,as, como la mencionada en este bre\:e artículq sc podrá 11egar a corlocet 1a pteferencia de 1os hablantes de Tijuana v ul¡icada cn el conterto general del mundo hispanohablantc.Y

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Los de la

Heriberto Yépez*

Laura Jáuregui*

obra de Rosina Conde fos

Rosina Conde nació en Mexicali, Baja California, en 1954. Estudió letras hispánicas en la UNAM, pero pertenece a la generación de escritores del norte que rebasan su terruño. Ha fundado dos revistas y dos editoriales independientes. Sus cuentos son los más celebrados de la nueva narrativa peninsular. En poesía ha publicado Poemas de seducción (1 981); De amor gozoso (lextículos) (1 991 ), y Bolereando el llanto (1 993). Sus libros de relatos son E/ agente secreto (1 990); Arrieras somos... (1994; y Ia antología Embotellado de origen (1997). Su tomo de reciente aparición es la novela La Cenara (1 998). Muchos de estos textos fueron conociéndose en revistas y en publicaciones parciales.

Aunque no se ha analizado detalladamente su poesía, Humberto Félix Berumen, Sergio Cómez Montero, María Socorro Tabuenca y Cabriel Trujii o, han examinado distintos aspectos de su obra. Uno de sus mejores poemas es "De preferencia", una parodia de los anuncios fronterizos de solicitud de enrpleo para mujeres (bilingües, con pasaporte y retóricamente señoritas):

Se solicita señorita para trabajo fácil.

No importa que ignore el lenguaje académico ) quiprd comprdrse lele\isor d colore..

Lo que importa es que no ex:ja un lugar en la historia que no ponga en crisis al servicio...

*Egresados de Escuela de Humanidades, uaac

Sus poemas y cuentos están entreverados. Y aun(lue su poesía es menos conocida, desde ella sc pttoJe compr"n,l"r ru oll¡. 5u on rilurJ r n \er-n .e desdobla en numerr¡sos sentidos: erotismo y humor, corporalidad y crítica social. La nrujer es su cenlro de gravedad. En realidacl, todo gira en lorno al cuerpo femenino. Aun cuando hace crítica social -la clenuncia de los eiectos de las maquiladoras, por ejemplo , ia hace en función del cuerpo de la mujer. Después de trabajar en una maquiladora "Usted no servirá ni para contestar el teléfono" ("De preferencia"). En un cuento breve, las maquiladoras vuelven a estar relacionadas con un malestar corporal: Marta se desploma después de haber solicitado trabajo en ellas ("Caviota"), y en La Cenara la mención de la maquila acompaña la descripción del abuso físico que toleran las obreras.

ARosina Conde forma parte de esos recientes autores bajacalifornianos que reflejan en su producción literaria una sólicla formación. Su estilo es el nrás identificable de todos los que aparecieron en esa promoción v que comenzaron a destacar en los años ochent.r, como Roberto Castillo, Lu is Humberto ( "o.th\ .rire, lure M,rrrutsl Di Bplld. Cabriel Trujillo. Su estilo y temática es un modelo que se antoja initar. Sus intereses oscilan entre Omar Khayyam y el feminismo, la leyenda medieval de San Jorge y el existencialismo francés. De la narrativa hispanoamericana, Juan Rulfo representa su influencia más evidente.

De RL¡lfo adopta cierta idiosincrasia verbal, muy marcacla, por cjemplo, en el cuento (rulfianamente titulado) "U na se encariña con las cosas, Timoteo", donde el vocativo relleja poderosamente el tono familiar y onomástico de Rulfo. En este texto la nrujer habla a solas como k¡s

muertos parlantes d e Peclrc¡ Páratno: su interlocutor es una compañía ausente. La mujer en monólogo forzado cs uno de los temas de Conde. En su novel¿¡, Cenara cree tener un diálogo con el post masrer cuando quiere saber qué ha pasaclo cor.r su hern¡ana: ella se ponc scntimental y el servidor le contesta con un frío mensaje programado sólo para clarle "una explicación ler nrr ¡ dp rigor. f r .u.lc\los \o rosi\lrJn ulru. monólogos o fabulaciones solitarias, como en "De int;nc'a ¡ rcloln. .n.i., Jonde.rnd qt,in, e¡ne.a solitaria se invent¿ una vida por adelantado, o como en la Cerara, cu¿rndo l-uisa, en su desolación, adopta la vida de un personaje novelesco sólo para tener qué contar. En su narrativa Ias mujeres siempre están solas o son maltratad¿s, es decir, siempre están solas.

La lectura del relato "Que trine Eva", de Reinaldo Arenas, asenreja a tres piezas dc Rosina Conde. En cl texto de Arenas, una mLrjer monologa sobre su doloroso pasado y vocifela las puntadas mientr¿ts teje un vestuari.l para el hombre que la dejó. Todo esto ocurre tanrbién en 'Arroz y cadenas" dc Condc. La pcrsonaje de Arenas declara con coraje: ". pongo la cabeza en lo que esloy haciendo. En lo que estoy haciendo ¡ror ti, Ricardo. Por ti, o quizás ¡rara vengarme de ti. Porque hay cosas que no se pueden perdonar nunca"; mientras Conde, en "Una se encariña con ias cos¿ts, Tin-loteo",

hace que otra mujer resentida por a ausencia de su compañero, reniegue; "No sé por qué, últimamente, nre ha dado por hablar sola, Timoteo. Yo sé.lue eso no cs conveniente; pero no puedo rcmediarlo: hay cosas que una no pucde olvidar, y menos en esta soledad tan cabrona...". Esta personaje, como la de Arenas y la de 'Arroz y cadenas", son tejedoras. Por otro lado, el varón, del relato de Arenas, se aprovecha de la artesanía y psicologÍa de Ia mujer hacendosa, lo que cercanamente recuercla a la labor cuidadosa y explotada de la costurera en "Señora Nina", de Conde. EI siguiente pasaje del reiato de Arenas posee un estilo similar al que Rosina Conde ha conseguido en su narrativa:

Y todo por tu culpa, Ricardo (y ya digo tu nombre , urro .i l¿ , ^.¿.: p'i 'lue pnr t c.Po- qLt^n l i ' é este momento; aunque tú no vas a ver este tejido bien lo sé Y cspero, rlespués de todo, que sea lo mejor que he hecho en mi vi<1a...

El texto del cubano (incluido en yiale a ¿a Habana) pudo haber sido una influencia directa en La autora peninsular o quizá es una similitud accidenta lo cual no sería nada raro, pues el tono y la temática brava de Condc se parecen a otras tradicio¡es cle discursc¡s literarios de género, desde las canclones cl¿ divas mericanas de tema antihombres o de nrujere.deladotas (desde Paquita Ia del Barrio hast¿ A-rLr Ll Hadad) c¡ a la poesía de autoras estadour¡iclense: ¡,,-' la "inmoral" Diane Di Prima, la "pornógraia" Le ,''.,'= Kandel y la "contestataria" Marge Pierct,. Una mención obligada sobre la obra cle R,r. ¡.: -. su feminismo. Su obra comerrzó sienclLr i1.,. :.:. : el primer texto de su primer libro dice:

Detesto las palabras sutiles y meiosas a los que se asustan cuando chingamos a nuestra madre a os hipócritas que lLoran cuando la clítoris se abre ante ellos

La mujer es delatada como real, anulando una escritura de "poetisa". El estilo de Rosina es desnudo:

Dicen, mujer, que no cantamos a la rosa y su Íragancia que nuestras palabras son obscenas. Y es que olvidan, r¡ujer, que para orlnar tenemos que bajarnos Jos caizones y lsentarnos, somos el colchón del coito que a iuerza de golpes se magulla.

En su prosa aparecen fundamentalmente dos tipos de mujeres: mujeres rebeldes que abiertamente exponen su sexualidad y muieres-carnada. La mujercarnada es Ianzada por Ia familia para pescar fortuna. Para Conde -como ya advirtió Trujillo- la familia es un sistema de someümiento social sobre la mujer. El verso de Octavio Paz "Familias: criaderos de alacranes", refleja cabalmente la perspectiva de la obra de Conde. La pieza "Barbarella" termina con la confesión de desear, por encima de todo, patear a sus padres, quizá, como en "Por alguna circunstancia", la esposa agredida había recibido de su marido una patada "soltando un odio contenido de muchos siglos". En su narrativa, maridos y padres son buitres; en la poesía, víaimas de su venganza. En los poemas de Bolereando el llanto la familia merece su escarnio.

Mis padres me han cobrado miedo tanto o quizás más del que yo les tuve alguna vez a ellos. Ahora me miran con distancia y piensan las cosas dos o tres veces antes de dirigirse a mí. Yo sólo las pensé una vez.

La familia es una lastimadura con la que se sienta a la mesa y es el miedo el que nombra al jefe de familia. La hostilidad rige las relaciones. La violencia mental es utilizada por la hija, que con el tiempo toma represalias. Hace un ajuste de cL¡entas.

Mi padre me ha cedido su lugar en la mesa t...1 y el resto sentóse en el Iugar de costumbre para ritualizar mi nuevo nombramiento.

En la pareja, como entre la familia, todo es tiranía. Todo es utilizado como sujeción contra la presa, incluso el discurso de liberación. Los hombres se la dan de feministas y las mujeres son machistas, pues a final de cuentas no importa el género, sino el abuso. El feminismo convertido en rollo. "Según é1, él es muy liberal, está con Ia emancipación de la mujer" ("El cable"); "Y que me tira todo unos rollotes sobre la liber¿ción [emenina.. ( omplet¿mente ¿l revés de como ... - .-' r. _ó . ,L_ludi,rs o trabajas?.r; "Mi --,' i : "!.:.¿c ón mientras andaba ... . -:r d,.cl

Por poseer un estilo sin tapujos, la poesía de Rosina Conde puede ser descrita como una escritura descarnada. Esta expresión es muy elocuente, pero para este caso resulta engañosa: su poesía es exactamente lo contrario. Escribir no es desollarse, su poesía no es una poesía sin piel, sino un testimonio epidérmico. No hay escritura m ás encarnada que la de Rosina Conde. Si bien calificarla como descarnada refleja adecuadamente la crudeza de su estilo, desplaza la postura esencial de Ia autora: escrib r desde su cuerpo.

No hay desprendimiento de la corporalidad. No hay descarnadura. Cada uno de sus poemas es una encarnación. Sus textos hablan por su cuerpo: >u cuerpo es su lenguaje. Sus textos hablan de su cuerpo: de su gozo y su pudor. Si en Amor go zoso (Te:liculos) esLá todo su placer, a manera de erotismo lúdlco, humor transgresor y cachondez, en 8olereando el llanto su cuerpo exuda melancolía: ya no hay ostentación de su lujuria; hay recato y descontento.

Si en Poemas de seducción, su primer r olu nten, combina Ia rebeldía con un c¡erto empalago, los dos siguientes contrastan notablemente por su senslbi lciad. En el tercero (Eolereando el llanto) ya no ha-v La entrega desenfrenada del segundo (Amor gozoso); se trata ahora de una entrega temerosa; el eco del pasado está presente; hay una permanente ausencia y espera del otro; rige Ia pasividad, no la efusividad: los éxtasis ceden su puesto a los desencuentros; es otra Conde radicalmente distinta a Ia de Amor gozoso, doncle o único ausente es la ausencia. La soledad persevera; la añoranza desaloja al deseo. Las parejas están distantes, y c,l\i lodds .on pareils cr o, ada'. no parejas voluptuosas.

Dos polos de un solo cuerpo: gozo y pudor. Desde Poema-s de seducción, Conde notifica que la raíz de su escritura es su cuerpo y que a raíz de su cuerpo se susciLd esle iueSo de oPocit iones vivenciales.

Soy frí8ida y ninfómana, ama de casa y prostituta.

Y soy sátira: Soy Electra.

Este texto es clave. No es Sratuito que sea el primero de su "Cuarteto de presentación". La polaridad que el cuerpo origina es asumida simultáneamente. Adopta condiciones contrastantes. Es todo a la vez. Este texto recuerda a los himnos

'.'¡.'r¡r,.jntrr e¡ B¿ta Caliiorni¿r. 11u¡'tl)erto Féli\

'':Ja*itltiidi¡ritlli§i¿*

dedicados a las diosas antiguas, donde éstas son descritas en su condición de seres que poseen atributos opuestos. Como en el caso de las diosas, Ia ambivalencia de Electra emerge principalmente de Ia sexualidad. La historia matrimonial de Electra es idiosincrásica de la obra de Conde. Electra es obligada por su hermano a casarse con un hombre inferior. Matrimon io arreglado para beneficio del varón. O presionada por los padres ('Arroz y cadenas"), los hijos ("Volver") o incluso por la pareja ("2Estudias o trabajas?"). Asumida como pieza de ajedrez para llevar a buen término las intenciones de Ia sociedad falocéntrica. Pero Electra, a pesar de estar sometida a un hermano autoritario, saca provecho del marido que opaca. Mujeres que aun en la dominación, para bien o para mal, velan por su conveniencia, pues a pesar de Ia humillación y la violencia, a final de cuentas aceptan cón¡odamente su dependencia. "Finalmente, me pagan todo", dice la modelo-souvenir de "2Estudias o trabajas?"; "Finalmente, es mi

protectora", dice la bisexual comodina de "Sonatina,,. En el tema de la mujer como utensilio, el existencialismo parece ser una influencia. Sadre, como Io ha declarado Conde,2 es un autor clave en su obra. El tema sartreano por excelencia, Ia mirada, es poderosamente asimilada en su visión. Según Sartre, la mirada del otro nos otorga identidad. Nos convierte en objetos. Me miras; me entero que soy un cuerpo. Y esta revelación de mi existencia corporal, por intermediación de los ojos puestos sobre mí, me avergüenza. La mirada del otro me convierte en su propiedad. Mirar es la relación primordial de dominio. Esta secuencia conceptual (mi rada-cuerpo-pudordominio), Conde la adopta desde la perspectiva de la mujer como Ser-observado. En sus textos la mujer no es la mirada, sino el obieto visto. El cuerpo acorralado por el pudor. "Sonrojarme al sentir de nuevo tu mirada" ("lnfiníto"). El "Cuarteto de presentación,, revela a la dominada por otros ojos:

M¡rada estéril y lasciva, aparta la avaricia que arrojas sobre mí.

lmagen que retienes mi sombra en tu pupila 2Cuándo entregarás mi identidad?

Una dominada a disgusto. Cuerpo que denuncia su alienación, que exige no ser convertido en cachivache o fetiche. La poesía de Conde es una reivindicación de su corporeidad, que pertenece o es utilizada exclusivamente por ella. (Aunque en Bolereando el llanto la mirada deja de ser escrutadora para pasar a ser una contemplac¡ón melancólica del mundo y de sí misma). Saberse ¡nev¡tablemente encarnada y en pertenencia mutua con su cuerpo, la acerca a la postura de Cabriel Marcel. Este autor existencial¡sta sostiene que Ia encarnación es la situación de un ser ligado esencialmente y no accidentalmente a su cuerpo. La relación con mi cuerpo no es instrumental. Me identifico con él pero permanece como misterio. Existo, por lo tanto, soy cuerpo. No soy un objeto. Esta relación de la mujer con su propio cuerpo es el centro de su obra. Aunque Conde no menciona directamente a Marcel, reconoce su deuda con los existencialistas. En otro plano, su obra también es un discurso de incorporación (retorno al cuerpo). En el "gusto morboso" con el que Conde sigue los despliegue de su propio erotismo y en su denuncia del uso social del cuerpo femenino, se percibe esta incorporaciín, que llega hasta la poesía altisonante. 'Detesto.-- a ¡06 hipócritas que lloran / cuando la d-rtorÉ se abre ¿n¡e ellos". Este tipo de exabruptoe verbales ierrsrins sm muy comunes también en su obra rurratir¿

En los textos de Poemas de seúrriín se muestran los dos polos que en s.rs dc litrus s¡cedr,oe se bifurcarán (deseo acróbaE y abÍim¡:rtu sentimental). En loe poenus de e*a ffunen cn¡eaiín se combina Io ürulento mn lo duke- ftres d t en detesta a los qr-rc se esparran de $ descam, Embién se indigna final y melernenb on los qr,e lblan la imagen del poa-- Ecandalizariin y Emur¿-

E':'a. .:: a:.a-:l:,ra i.a¿-72 -¿ e:gu¿ de Ca¡deón ^ a p .-, o" .o Loord cd. o4 i.:,:-: r€\lll 1\-niar,e.to de \1eri.ali, {.C., 1990.

Los textos de Amor gozoso (Textículos) son breves y traviesos. Tienen la ritmicidad de un poema,. pero la intención narrativa predomina. Aunque son relatos, no se puede establecer una afinidad formal con el resto de sus cuentos/ pues en sus Iextículos, además de su contrastante Lamaño, iue8a con los aclores más explícitamente, utilizando los personajes de historias clásicas para reelaborarlas. No son textos graves, la solemnidad está ausente. Sus temas no son diferentes a los que aparecen en sus olros libros: relación de pareja, erotismo y amor; Io que lo distingue es el disfrute pleno y la despreocupación. En la relación de las parejas de Amor gozosó lodo es dele¡te: no hay violencia ni dolor. No hay ol.redad; hay puro desparpajo. Los cuerpos derrochan placer y no tienen otra complicación que la de agasajarse. El erotismo es completamente juguetón, y el amor es pura voluptuos¡dad. No amor romántico nitrágico, sino Eros tal como Io entendían los griegos.

En "Creación", la luz con la que dio inicio el mundo es Ia sensual¡dad.

En el principio fue el Verbo, y el Verbo dijo: "HáBase el erotismo", y el erotismo se hizo y Verbo vio que era bueno, y, desde entonces, aquél reina entre nosotros

(De una manera más biográfica, en Bolereando el llanto, en el poema análogo a "Creación", titulado "Concepción", escrit¡e "2Cómo ignorar/ que el erotismo/ es Ia fuente de mi vida?"). EI protagonista de Amor gozoso es Eros. Cada uno de los textos es una variación, una nueva combinación de la lubricidad.

Los personajes a que alude son parte de Ia tradición occidental (las parejas de 5ansón y Dalila, Lesbia y Catulo, y los tríos de Adán, Eva y la Serpiente; San Jorge, Ia doncella y el dragón). El desenVolvimiento que estos personajes tienen en estas - !:r.'ai. reconstruidas por Conde, es invertido en -- - 7e rna ironia que rompe con la lógica de la - - :-:l'-i,lra de cada personaje. Esa ironía los -- ,-i:-j :? efLrtonlanía.

Así como la curiosidad mató al gato, Sansón sucumbió ante la frondosidad del vello púbico de Dalila.

San Jorge, a! ver a la virgen y al dragón, espantado de sus propios pensamientos, se persignó y se metió de monje.

A todos los amorosos de lextícu/os só o Les ¡mporta poseerse; finalmente dejaron de lado "los sermones del Creador" y "mordieron la manzana'. "se olvidaron de la teoría" de la zona c "se con\ i(leron en Bestias". El sermón convertido en relato chusco; a moraleja, en lascivia. La p/aguette es un dl\e'1 do jadeo que termina en un orgasmo. El últlr¡o te\to es la interjección "Uuuuúuuuuuh!"

Además de Ia tergiversación de las historia., Conde implanta el recurso de la transposición de palabras en sus textos:

Para ti, Bernardo, este poema despatarrado y loco esta cárcel de imágenes violentas esta pluma trivial, cofre de estelas paraísos f ugaces, vagabundos de magia disfrazada: tinta ne8ra.

Para ti la nostalgia enmarañada el cofre ilusionista, pluma negra la cárcel vagabunda: disfraz mágico el fonema.

Para ti el largo recorrido minucioso de la tinta en imagen convertida en paraíso estelar, lluvia violenta sobre el papel reflejo luminoso magia trivial: cárcel nostálgica el poema.

En cada estrofa de "T¡nta negra", utilizando las mismas palabras, construye imágenes distintas. Comienza definiendo al poema como una "cárcel de imágenes violentas", después como un "paraíso de imágenes perpetuas" y al final como un trayecto "de la t¡nta en ¡magen convertida" y una "cárcel nostálgica".

La permutación de elementos textuales es uno de los procedimientos predilectos de Conde. En "Circunvolucopia" el estribillo "Todos deseamos" introduce las tres sucesivas alteraciones discursivas a propósito de la historia del rescate de la doncella;

Todos deseamos alguna vez, volver a casa encender las candelas tanto tiempo olvidadas recorrer pesarosa la alcoba de la abuela y cobijarnos frente al hogar chirriante a escuchar Ias historias del hombre que rescatara a la princesa de Ia Itorre.

Todos deseamos alguna vez, rescatar a la princesa convertir a la abuela en sapo repugnante encender el hogar con candela chirriante y encantar Ia cobija para volver a casa.

Todos deseamos alguna vez, ser el hombre encantado y esperar que Ia princesa sea rescatada de la Itorre para que luego ella, a su vez, nos haga volver a casa.

Frecuentemente los textos de Rosina Conde se desdoblan. En su poesía Io hacen en cada nueva estrofa, utilizando las mismas palabras para reconformar una nueva imagen. La historia que transforma incesantemente en su otrra es la del rescate de la doncella a manos de San Jorge. Por supuesto, las permutaciones escamotean la historia original del príncipe azul, hasta ridicularizarlo. La doncella prefiere romd nlizd r \ copular con el dragón que segu ir repitiendo la misma historia de siempre.

En el cuento "Volver", por ejemplo, la anécdota es relatada sucesivamente por el hijo, la madre y la visita. Faulkner multiplicó el recurso de desglosar separadamente una misma c¡rcunstancia a través de sus diferentes actores y espectadores. (Borges consigna que Faulkner recicló este procedimiento de Robert Browning). En español, Carcía Márquez ha sobreexplotado este recurso Carcía Márquez no comete sino sobreexplotaciones-, y Conde lo aprovecha para sus propios fines. En "Volver", con cada nueva voz la interpretación de la situación se transforma. La perspectiva altera la imagen original. La mujer real es recuperada, pues el cuadro del pretendiente guitarroso, idealizado por el hijo, se rerela como f¿stidioso ru¿ndo ella rli..na ap, .. ,_ vers¡ón. El cuento del mundo ya ha sido perpet.ac: por la versión engañosa del padre r del h ijo: aho.:

viene el relato de la mujer. Este recurso dentro de sus mismos textos, estií emparentado con la alteración de las historias del canon occidental. Este juego, que podría parecer meramente formal, está relacionado con Ia convicción feminista de Rosina. Lo que hace en los Iextículos y en sus otros textos permutantes/ es alterar Ios roles tradicionales otorgados a los personajes, siempre en beneficio del sujeto, el humor y el deseo, como si deshiciera la represión constreñida en esas historias. Elimina las sublimaciones de Ia sumisión. Su discurso feminista sobre el cambio de roles sociales de Ia mujer se refleja formalmente en un cambio de roles de personajes y palabras, que varían respecto a su puesto trad¡cional.

Yul¡l

En su prosa aparecen fundamentalmente dos tipos de mujeres: la rebelde que expone abiertamente su sexualidad y Ia mujer carnada, la que es lanzada por la familia para pescar fortu na.

Otra estrategia narrativa para romper los patrones y expectativas del lector es, por ejemplo, cómo Ja historia que pareciera ser la principal en la Cenara, es relegada al final de la novela: Luisa se apropia de a historia. La vía original de un argumento deiira: toma un rumbo inesperado.

Mientras cursaba la carrera en la tlNA 1. Con.ie asistió a un curso de cuento impaftido por AuS!.r., Monterroso, de quien obtuvo una influencia importante para estos trastocamientos rrecr,.., ---en sus fábulas y aforismos). El humor r L¿ :-r.i.=t:: r: Ios Texti'cu/os de Rosina son elemento! c-a::-: :recuerdan al estilo del guatemalteco. C-- ..^ =-'= ¿lgunos de los personajes L lasi, o- -¿-. -. : que Monterroso utiliza, por ejemo,: :- -: .: j negr¿, son retom¿dos por (o:c= -. Amor gozo>o es und IJd d .¿i :

Cuando despe.ió : -r - ::-' \Eldinosaurio Y cuando ¡le.c.-: i' : .:.

Eros 'r., ¡ dragi,n c-. : :

En los poemas de esta primera colección (Poemas de seducción) se combina lo virulento con lo dulce, pues si bien detesta a los que se espantan de su descaro, también se indignafinaly melosamente con los que "violan Ia imagen del Poeta"

enamorada del excepcional Minotauro y no del héroe estándar de Teseo) una intención secreta: colocar el hilo a través del laberinto no para que Teseo la rescate, sino para que muera en manos de su amado Minotauro.

Este recurso de la alteración es una respuesta formal hacia la repetición de patrones vivenciales que Conde denuncia en su obra. En sus cuentos las hijas repiten el destino amargo y servil de sus madres; las amantes femeninas repiten los rasgos de dominación de una relación heterosexual cualquiera. La propuesta de Rosina Conde es la ruptura de esa repetición de patrones y el truncamiento de las "buenas" expectativas. Curiosamente esta resistencia femenina contra la reiteración de los modelos patriarcales, recuerda a la de otra autora periférica, la de la cuentista egipcia lhsan Kamal. En su relato "Una cárcel para mí sola", la ma dre viuda negocia con un pretendiente de su hija (en una relación arreglada por las costumbres musulmanas): se o{rece como esposa para evitar que su hiia repita su vida matrimonial, llena de encierro. Prefiere ella rnisma repetir su patrón de vida, para que su hija no lo tenga que hacer. Este relato podría ser de Conde, incluso por la enemistad explícita de la familia de Ia mujer, a no ser porque quizá Conde hubiera hecho a este sujeto algo más contundente, menos resignada o más cínica. (Además, la perspectiva de Conde es la de la hija, no la de la madre). A veces sus personajes, extrañamente, prefieren seguir encasilladas, como las conchudas o como el personaje de "Tina, tinita", que en el último momento decide no reencontrarse con su ingrato examante, precisamente , r:.do al yerTo comprende que "ha cambiado". Con":. -:-- :^.) - ,r:¿¡ ento de los patrones sociales, Con' -. ':'1'.^:-:: ¿,r'¡er.rclón Údicadela - :" -- : '. ::. ! '"¿: na" obriamen-.- -: e-. F: _.- j.

Aunque en su obra ha ido operando un cambio de tono perceptible, sobre todo en su poesía, desde un tono combativo hasta un retraimiento sentimental, la exigencia de Conde pervive. La libido permanece como forma de resistencia. Lo importante es

Dí algo t...1 que demuestre que puedes crear cada día una nueva mujet

La denuncia de la enajenación del cuerpo femenino, es eficientemente representada en e cuento "Por alguna circunstancia", donde la nruier es violada por su marido en la playa, su cuerpo abandonado a su suerte, mientras el cuerpo del h1]o, después del accidente en la piscina, es rescataclo. El cuerpo de la mujer es considerado un simple uten;ilio de cocina, el portafolio que intercambian los agentes, el desagüe del semen, el cuarto de los huéspedes, el complemento ideal para el ajuar de novia, o la acertada imagen de Conde, la "piedra agr'rada". Su poesÍa es una poética hacia la reencarnación: rolver a nacer en el propio cuerpo, expropiarlo después de haber sido arrebatado por otros; regresar a la carne: por eso tantos derroches de erotismo. 5i hay un itinerario feminista en Conde, es primordialmenle éste: devc¡lver a la mujer el control sobre su propicr cuerpo, que es estropeaclo por la moral, su alLracea patriarcaly las rraq uilador.rs.

Laing, esbozando una nueva definición -femenina- cle la razón, establece que la función esencial de ésta es la comunicación de la experiencia vital. Animales raclonales: animales narrativos. Pensar es contar. La inteiigencia se colma cuando narramos efi.ienten]ente nuestra vida a otros. Pocas escrituras han contado la experiencia vital de la mujer tan plenamente como la de Rosina Conde.V

I-n piel del desieúo

Dela seie:
Plat¿ sc¡bre gelatina i, pape1.
De h sctie: Lt ptel del lxietla. Plara sobrc gclatim r-pape1.

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El crítico en e

país de la literatura

un critico, a un buen critico, nunca se le pide que coincida con uno. Basta con que sea honesto consigo mismo y con sus lectores, que no dé su brazo a torcer para ganarse simpatías en el medio en que se desenvuelve.

Se le estima, pues, por su rigor analítico, por su interés desinteresado en asuntos que muchas veces lo llevan al escarnio público, a la polémica con aquéllos a quienes ha criticado por su obra. Un buen crítico no se detiene en las personas o personajes por más defectos o virtudes que exhiban: su misión es el trabajo realizado, no las fallas humanas o el reconocimiento masivo de sus criticados. Lo que le importa al buen critico es la obra misma, el texto, la puesta en escena o la pintura que tiene frente a sí.

* Acadé ico de La Facuhdd de Ciencias Huma ds, uABc

Gobriel Truiillo lllluñoz*

En el caso del crítico literario, para éste no va e más que la obra que está leyendo y los efectos que produce tal texto en su intelecto, en sus emociones, en su gusto bien entrenado para discernir o bien hecho de lo mal estructurado, concebido o escrito. Su compromiso con el lenguaje, con la literatura, lo hacen poner a un Lado amistades o desavenencias, No hay en el crítico ningúrl rastro de p edad, n ngún sentimentalismo.

Entiéndase: no es que el crítico sea una máquina obietiva que dé lulcios de valor c0mo un juez de la horca. iNoL lPor supuesto que no Es tan parclal como el que más, tan subjetivo corno cualqulera de nosotros, pero el crítico verdadero no se permite ser trampeado por sus propios prejuicios o extorsionado por sus apetencias y deseos No puede darse un lu]o semejante so pena de caer en lo mismo que critica. Su acttud, que vista desde fuera parece despiadada, es una manera de conservar e1 equilibrio, de mantener la cabeza fria en la cuerda floja que una obra de creaclón representa para é1. Recuérdese cuántos crÍticos han puesto en a picota obras maestras de a literatura universal, El crít co genuino sabe que puede equivocarse pero tamb én es consciente que su trabajo es despejar el camino de la creac ón literaria, hacerlo vlsib e en su aclertos y errores, incluyendo os suyos proplos. Esa conciencia es su r¡ayor aportación al desarrolo literario; implica un estado de alertafrente alcreador ciego ante su propia creación, engolosinado en sus logros y en su fama, incapaz de verse en sus luces y en sus sombras.

La dlosa de los críticos no es la diosa blanca, es una mujer guerrera que cumple su deber con fidelidad, estremeciendo al mundo, desgarrándolo si es preciso, para que todas las cosas cambien de lugar y todos los signos tengan un nuevo significado.

E crítico rerrrueve el ,rrTrJde la creación;es unjardinero que oxigena a tierra, saca los gusanos a la luz, poda las malas hierbas, quita las malezas, aniquila a los parásitos. Quiere un bosque cuando ve se vas, quiere campos de cultivo donde sólo hay eriales. Su misió¡ es c0rtar por lo sano para que la gangrena no se propague por el cuerpo aÚn sano delarte en crecimiento.

Elcrítico es un curandero moderno, elmédico que diagnostica :s ra es del mundo y ofrece la hierba amarga -más curativa- que : -: r: : -r.!a. nuestros excesos y vanidades. La odiosa enfermedad :: ::: :-: ::. ra'ta frecuencia os artistas padecen, El crítico no : :: :::: :- : :sre a :extua donde Narclso escritor se contempla. .'::-'' : : : : :ó-)::oC'TrCa/Ca'e-(iase'l'aobr¿que - - :-.:".: :- ,:-:-: :::::'jan de los críticos. LoS

ven con suspicacia, con temor, con odio acentuadísimo, Creen que un crítico puede acabar con su carrera literaria, cuando se ha comprobado, una y mllveces, que una obra de excelencia siempre acaba por imponerse, no importando las malas críticas que se le endilguen. Para prueba la famosa critica de AlíChunacero a Pedro Párano,la novela de luan Bulfo, en que Chumacero advirtió en la novela de Ru fo "una desordenada composición que no ayuda a hacer de la novela la unldad que, antetantos ejempJos que la nove a moderna nos proporclona, se ha de exigir de una obra de esta naturaleza", agregando que esta obra, hoy universalmente reconocida como un hlto de la iteratura hispanoamer cana, erafalllda y confusa, 0 el deseo de Ben Johnson de expurgar las obras de Shakespeare, porque éstas cont ene mi es de versos de más.

Tales comentarlos, sin embargo, no descalifican la critica Literaria, sólo nos hacen comprender sus I mitaciones.

Lafunción de la crítica es airear e e¡rarecido r¡undo artistico, no dejar o en la paz del conformlsmo, de la abula, de la satisfecha autosuflciencia. La crítica es desacralizadorai no acepia a genia dad, pero reconoce eltalento. Su actividad es pertinente y necesaia; sacude la modorra del medio llterario, no acepta las jerarquías de éxito o de la demanda editorial. Su horlzonte crítico es e de a obra bien hecha, bien escrlta, de visión amplia y orig nal dad comprobada. Sise equivoca, tiene la oportunldad de rectificat de cambiar de opinión, La crítica es un arte persona que utiiza os re(!rsos de la ciencia, pero que no es ciencia pura n arte puro. Híbrido creado por la imaginación y el rigor disciplinarlo, por la razón y a emoción, es un voto de confianza en el poder de la lectura, en la democracia vita con que a conciencia del crítico responde ante una obra que se asume como creaclón literaria y no como simple rnercancia textua.

La imagen de quien se dedica a estos menesteres no ha variado con el paso de los siglos. Elcrítico es visto como un depredador sanguinario, como un cazador que busca, por razones insondables o por simple revanchismo, cobrarse la presa de la obra literaria. Al crítico se le critica diciendo que es, nada más ni nada menos, un creador frustrado. Pero muchos crÍticos son, igua mente, grandes creadores. Pienso en José Ernilio Pacheco que es, a la vez, un poeta de alta estirpe y ur crítico generoso que ha inventariado todo lo habido y por haber de la literatura moder¡a. Y es que, en términos generales, el crítico es un profesionaldedicado a desentrañar los tesoros ocultos o expuestos a la vista pública, as obras literarlas (horrores y maravillas) que captan su atención y alimentan su escritura.

El buen crítico vive la crítica como una forma de vida, como parte de su propio desarrollo creat¡vo a través de la crónica, el ensayo, la reseña o el prólogo. Erudito o pasional, adusto o extrovertido, analitico o intuitivo, moderno o posmoderno, el crítico desarrolla su labor no como una obra subsidaria de la creación artística, sino como una obra con valor propio, como un creador más que en vez de util¡zar laf¡cción narrativa o la poesía, responde con prosa reflexiva a los estímulos intelectuales y emotivos de su entorno, dentro de un género literario legitimado desde los tiempos de la ilustración francesa, allá por el siglo xvttt, Desde entonces, la crítica literaria es considerada una rama de la creación con sus propias convenciones ynormas, entre ella la honestidad intelectual, el análisis puntilloso, la elucubración y elucidac¡ón deltexto como si éste fuera, en sí, el universo entero. Tarea metódica, informada, documentada, que no duda en olvidar sus propias reglas y aceptar el azar, el juego, lafantasía incluso.

¿Cuántos autores reconocidos en nuestas letras no han sido también criticos literarios de primer orden? Pienso en lorge Luis Borges,Octavio Paz, Alfonso Reyes, Gabriel Zaid, losé Luis lYartínez o Tomás Segovia. Y más cerca de nosotros; Alberto Ruy Sánchez, Eduardo Milán,luan lacobo Cobo Borda o Vicente Quirarte, En nuestro medio, en la repúblicade las letras bajacalifornianas, deberíamos mencionar como crÍticos literarios de la vieja guardia a Rubén Vizcaíno Valencia, Patricio Bayardo, Benito Gámez, Sergio Gómez l"lontero y Alfonso René Gutiérrez. Y entre los que aparecen a partirde las últimas décadas, de I985 en adelante, estarían Leobardo saravia Quiroz, Heriberto Yépez, Edmundo Lizardi, Humberto Félix Berumen y quien esto escribe. De todos ellos, sólo Félix Berumen se ha asumido como el crÍtico especializado, el profesional que se dedica en cuerpo y alma, a semejante actividad como su única razón de ser, sin coqueteos con la creación literaria, sin buscar quedar bien con tirios y troyanos. Humberto Félix ha representado en BajaCalifornia, alestudiosoque ve en la literatura un mapa a interpretar, un texto que habla por sisolo a través de sus personajes, situaciones, relaciones simbólicas, analogías e imágenes. Es decir, a través de los recursos linguísticos que cada autor expone y expresaen elespacio deltexto, en el puente levadizo que une a una obra determinadacon un lector como éll profesional y acucioso, que no acepta gato por liebre, por más que el texto se adorne con las galas de la moda literaria en turno o el prestigio de una firma famosa.

Humberto Félix Berumen ha sido, desde los viejos tiempos del suplemento cultural del periódico,4B4 "lnventario", a mediados de los años ochenta, u¡ lector riguroso y un investigador tenaz y siempre bien docu me ntado en sus juicios y aseveraciones. Gracias a él y a Leobardo Saravia Quiroz,los creadores e intelectuales de Tijuana y N4exicali lograron cruzar La Rumorosa en ambas direcciones y compartir proyectos comunes que dieron un vuelco a la cultura bajacaliforniana. Pienso en revistas corno Esgrli?á baia, finbs, lrazadur¡ er svplenentos culturales como el "lnventario" nuevo en Dlario 29, o losfotas de literatura que tuvieron como sede Tijuana.

Desde la biblioteca delColef, donde labora, Humberto Félix investiga y cataloga el caudal cada vez mayor de las letras fronterizas norteñas, rescatando y estudiando aLgunasjoyas literarias de nuestra entidad, obras imprescindibles para comprender la evolución de nuestras letras, y dándoles su lugar en lac!ltura regional. 0bras como Tijuana ln, de Hernán de laRoca, o ga.fa Calrfornia trad¡cionaly panoránica de l\aria Luisa l"lelo de Remes.

Pero su trabajo principal no ha sido sóLo de índole histórlca, sino de reseña y examen de los textos literarlos de los autores de su propia ge¡eración cor¡o Elcuento contenporáneo en Ba/a Caltfarnia 11996),y 0e c¡erto nod1. La literatura de Baja Calfornia 11991). labor que le ha ocasionado más de un ataque anónimo por parte de aq uéllos que no alcanzan a ver ens tales reseñas, e trabajo d e Lr. hombre aomprometido con la literatura y no con os teraios L. crítico cuya crítica no es una trinchera o un coto de poder. s -c r': zonafranca delconocimiento, una odisea de saber.

Como en tod¿s partes. y B¿-¿ Ca ifo.- ¿- "- :.:::. '' artistas se comportan, mayoritariamente, c0nc ,-e.::::: -:: : -: 0o admiten la menor cr,rica a su obra e.r e--' ':::'. .:: ':-' (aunque aqrr puede ser toda p rt- ¿ ': o:-:' , - .i :: :: :: : i obta leaÍal o pe4ornarre) salo cr,-s-i':-:: '''-. in-com-pa+a-ble con ninguna otra o.r'a ;::'::::: : :::::: : obradealgur conte-po'a^e- e:::-' .: .. i :-:-: talesel(asodeEel'Ber.-o-. -:.-::-:: ;: .. : -::::' genialrdadpropia,e"esDe:r j r : .::':":": :' -.:. endeble estructura iorna . s- a::-::-::::-::t:,: I :::-:::-i respectivospede::re': --:,t.:':-"'i :-:-:: r. :'":no po' o qLe a.cs -: :'-: : .' " ':':dicendeeos deb: : .r1,i:':: -: ::.:':. tr.. 'espo-s¿5 c¿:.ri :':..i-:-:- .::-: :::: .:'. i::-::-

.* rrr.

reclamaciones. f4 ucho menos cuando as implicacionesde los crÍticos nunca estuvieron en lamente de los autores al momento de estar realizando sus creaciones. Y entonces viene elcareo nevitable entre creadory crítico, entre el que demanda para su obra libertad y autonomÍa, y elque busca ceñir tal obra a una óptica particulat a una perspectiva determinada, para comprendeT sus causas y razones, su signiflcado último. Este dueo a veces mortal en ocasones degenera en un diálogo de sordos, Pero otras veces, autor y crítico logran comun carse entre si y potencializar sus respectivas labores como creadores y como críticos, de tal forma que expresión vitaL y comprensión analítica se vuelven sinónirnos.

En tal sentido, la tarea de Félix

Berumen e¡ el medio literario bajacaliforniano ha pasado por serias desaveniencias, perotambién ha dado por resultado un respeto porsus palabras, por sus juicios, No todos coincidimos con sus valoraciones de talo cualautor, mastodos sabemos que Humberto Félixes un critico dispuesto aldiálogo, a ladiscusión pertinentey lÚcida Un crítico como él no adm¡te componendas con sus propios gustos, pero es capaz de recapacitar ante la razón que argumenta, ante el juicio ajeno al suyo, más convincente. Con sus modales parsimoniosos y su pipaentre los labios,

:4a4, ,ULa/ ,4¿l/

don Humberto es, por la m +ada vigilante que lo acompaña, el despierto vigía de la lteratura bajacaLiforniana actual, el crit co veraz en que se ha convertido a base detrabajo e investigac ón constante. No es un hombre socia, un coftertLrlio fáci , pero su presencla en artícu os, efsayos, ponenclas y reseñas, nos haayudado,a o largo de estos años, a entender mejor cómo la llteratura de nuestra entldad ha do crec endo yc!áes kutos ha dado para so az de todos nosotros. S n ofrecer ap ausos excesivos o negac ones iajantes, Fé ix Berumen ha sab do darnos un panorama de nLrestros ogros y lracasos creativos e¡ e ámb to iierar o de a frontera norte de !iéxico Cuando escucho as quelas de dversos lteTatos a susjuicios criticos, pienso en elbien que su poda ha hecho y en lo bueno que seria que esa misma poda puntillosa, tenaz, erudita, fincada en información de primera manohubiera ocurrido en otros campos artisticos, como en el teatro, la danza, ias artes plásticas o la mús ca, donde los artstas andan representando el papel de genios incomprendidos, de divas glamorosas, por lafalta de críticos veraces, profesiona es, que los pongan en su lugar o les hagan verse en el espejo del público más exigente y conocedor,Y

INTurNCA DEL PStcOANALISIS

en /a Escue/a e Frankfurt

La llegada de Max Honkheimer a la dineccién del lnstituto para la lnvestigacién Social' en 1931, favoreció la pnogramación de investiga' ciones interdisciplinarias en las que tomaron parue filósofos, sociólogos, economistas, h¡storiadores y psicólogos, aunque con el pnedomi' nio de un enfoque filosófico. Con este sentido intendisciplinario, que se apoyaba en "el concepto de total¡dad como método cnítico de la sociedad" planteado pon Lukács desde las reuniones fundacionales,l a los intereses iniciales de la escuelar que se centraban en los estudiosmarxistas desde una postura inde' pendiente de los parcidos políticos, se sumaFon otros como las discusiones en torno al fascismo, la cnfuica a la nazón instrumental y a la ilustración, y más tarde a los valores de la modernidad y la cultura de masas. "EstudÉnte de F¡lasafrá a^ ó Eaa-: -. --: - -: --:-_:: - a 5d-1LE ¿" ')' : il:::: -l: " :Crittca a la r.adai-.a,_,_a::a j- , .'=,,: l!_

Fabiola V. Morales*

De esta etapa, y del grupo ¡ntegrado por Horkheimer, Pollock Lówenthal, Adorno, Fromm y f\¡arcuse, surgió la teoría crít¡ca. que puede considerarse como elnúcleo filosófico de Ia Escuela de Frankturt. Este método de análisis, que consiste en emplear el poder de una dialéctica negativa para socavar Ia modernidad, sacude falsas seguridades, pues pone en entredicho Ia relación entre realidady pensamiento, y enuncia que la filosoía no puede revelar el sent¡do oculto y profundo de la realidad si no se conv¡erte en una teoría crít¡ca que niegue el orden estab¡ecido.

Durante el per¡odo de Horkhe¡mer al frente de ¡a direcc¡ón, las investigac¡ones se desarrollaron, teniendo como base una interpretación fi losófica que tomaba rasgos de Hegely de ¡\/arx (la aparición de H¡stot¡a y conc¡endA de clase de Lukács, y de A.4ad¡smoy frlosofa, de Y'a¡l Kotsch, revigorizaron Ia posición por mantener la teoría marxista como crític¿ a la sociedad capital¡sta» y a esta visión se añadieron poco después las teorías de Freud aplicadas a la soc¡edad, que ¡legaron a travás de Frommy luego de Ivlárcuse, quien se ¡nteresó por el psicoanál¡sis y acabó por distanciarse de Fromm.

Esta extraña combinación conocida como marx¡smo ps¡coanalítico o freudomarxismo, se d¡o luego de que se pensara en alcanzar un conocim¡ento integral de la condic¡ón humana. Con este doble enfoque, el marxismo cubriría el estud¡o de los fenómenos socialesy el psicoanális¡s, el de Ia d¡mensión ¡ndividual lFromm y wilhelm Reich, "Liberación soc¡aly sexual" en los años ve¡ntel

Según samuel Arriarán. el acercamiento al psicoanálisis se estrechó aún más a med¡da que los frankfurt¡anos veían fracasar los proyectos socialistas inspirados por el marxismo, y atestiguaban el advenim¡ento del fascismoy de la

enajenación producida por la cultura de masas. A partir de estos hechos, "en vez de enfocar el problem¿ de la modernidad en términos de su relación histórica temporalcon el sistema cápitalista... [ácudieron a Freud para tratar el Problema del... la esencia humana y el destino de la cultura como lrepresora] de los inst¡ntos".'

Las obras de Fromm y I\larcuse son clave para entender la incorporación def pensamiento ps¡coanalítico a la teoría crít¡ca de la Escuela de FranKurt. aunque son evidentes sus d¡ferencias. En términos generales se puede dec¡r que ambos as¡milan las ideas de Freud para cuestionar el Progreso a partir de una crítjca a la racionalidad y a Ia cultura, a las cuales consjderan dominadas por una lógica de reproducción del orden soc¡¿l establecido.

Fromm fue el pr¡mero en tratar fa relación entre el marxjsmo y el ps¡coanál¡sis, aunque también fue el

De esta etapa. y del grupo integrado por Horkheimer Pollock, Lówenthal, Adorno, Fromm y MaÍcuse, surgió la teoría críti€a, que puede considerafse como el núcleo filosóf¡co de la Escuela de Frankfurt

3 D¡cc¡onar¡o de filosofía e, cD Rot\r, Ed. Herdet bjografia en l\,4arcuse. 4 lbÍdem, biogr¿fía de Fromm 5 lbídem, biografía de Alarcuse. primero en alejarse de l¿s ideas más subversivas de este teórico, adoptando una postura que combina Io social con el ps¡coanálisrs, y que derivaría en su teorÍa dei "socialismo humanista comunitario", ¿l cuai Íncorpora elementos orient¿les como el budismo zen, y "cuya fjnal¡dad apuntaría a devolver ¿i ser humano aquellas capacidades que no Puede desplegar por causa de Ia enajenación a que está sometido'.r Su nueva pos¡ción io alejó del grupo de los frankfurtianosy ie valió una dura crítica por parte de N,4arcuse, quien lo acusa de haberse constitu¡do "en un instrumento de integración de los ¡nd¡viciuos a una soc¡edad represiva".a Fromm 5e alejó tanto de las visiones predominantes de la Escuela de Frankfun que, incJuso, muchos estudiosos de este grupo pasan sin menc¡onarlo. l\,4arcuse, por su P¿rte, vuelve a atraer la atención de Jos ,r¿nlcl/rriznos a¿c¡a el ps¡co¿nal¡sis. En sus ollras regres¿ alpensam¡ento clásico de Freud y critica fuertemente las interpretaciones de Fromm, K. Horneyy H. S Sulliv¿n, conoc¡dos represent¿ntes del neopsicoanálisis.5 De E/ má/estar en /a culturd, de Freud. I\larcuse retorna conceptos como subJirnacjón, represión, principio del pl¿cery princrpio de realidad, y trata de ¡ntegr¿rlos con los conceptos de ¿lienación, fet¡chismo y explotacjón, procedentes de Ia teorÍa marx¡sta. En Erosy civi/izdción ll 955), ]\,4arcuse hace una reinterpret¿cjón de Freud para buscar I¿s caJS¿s dc 'a reDreslon socialy sexual, al mismo tiemPo que explora las posib¡lidades y condiciones de una sociedad y una cultura no repres¡vas.

') Samuel ñt¡ún, op. c¡t.

AI profundizar en el psicoanál¡sis, Marcuse hace una interpretación muy original de Freud; por ejemplo, en lo que se refiere a la tensión enunciada por Freud entre Ia pulsión del Etosy el ThanatosY la necesidad de cierta '?epresión" pafa que triunfe el "princip¡o de realidad" sobre e¡ "instinto de muerte", Marcuse señala que la soluc¡ón de este confliÍo debe darse ofientando el pesim¡smo soc¡al de Freud hacia el hedon¡smo, y con esta idea trata de añadir al marxismo la d¡mensión de lo lúdico, de la alegría y del erot¡smo.

Marcuse considera que en las sociedades industrializadas, al "pr¡nc¡pio de real¡d ad" , que ya de porsí es represivo, se le añade el pr¡ncipio de '?endim¡ento", que viene a constitu¡fse en un elemento de sobrerrepresión, alque se unen la alienaciónyel espej¡smo de un falso b¡enestar.ó

Según Marcuse, la al¡enación generulizada a la que se ven sometidos los hombres en una soc¡edad ¡ndustrializada, Ies impide darse cuenta de su total integración a un sistema represor que "incluso, ha Ilegado a obtener Ia aprobación de los explotados". A causa de la generalización del hombre "unidimensional" acrít¡co. Marcuse deja de confiar en la clase obrera como fueza revolucionaria, y defega esta responsab¡lidad a los que "carecen de toda esperanza"; es decir. a las capas marginales de la soc¡edad, como el lumpenproletariado, Ios jóvenes, e incluso los grupos de mqieres- Pof otra pafte, pero en este mismo sent¡do l¡berador, ^/arcuse señala que fa fantasía, eljuego. Ia ¡maginac¡óny elarte, en tanto que pueden funcionar por debaio del controly eldominio del estado consc¡ente, pueden constitu¡rse como fuerzas que apoyen una res¡stenc¡a ante el "principio de realidad" que t¡ende a ¡ntegrarnos a una sociedad enajenante. En Erosy c¡wl¡zac¡ón, se nota ya cierto distanciamiento de Marcuse

respecto de la obra de l\llarx, Y al respecto, J. Bernstein señaJ¿ que en éste "¿penas si hay alguna preocupación por la crítica de l¿ economía política, el papel que desempeña el proletariado, el conflicto de clases o el desarrolfo dialéctico, histórico de los modosy relaciones de producc¡ón", aunque, como él mismo señala, continúa presente Ia tesis marxista de que las sociedades avanzadas entrañan en su interior las condiciones para una transformación rad¡c¿¡.

Posiblemente uno de ¡os aspectos más importantes de Erosy c¡v¡l¡zdc¡ón sea el desarrollo del concepto de negativ¡dad, elcual, según Bernstein, es el tema más explosivo de la crít¡ca de lvlarcuse a ¡a cultura contemporánea. Este concepto está inspirado directamente por fa dialéct¡ca hegel¡ana, y en Razóny revo/ución Marcuse señala, ¡nterpretando a Hegel, que "todas las cosas son contradictor¡as en sí mismas... (9 ...todas las formas inmediatas de la ex¡stencia -en la naturalezay en la histor¡a- son malas porque no le permiten a las cos¿s ser lo que pueden ser".7

Asi, retoma esta idea hegeliana para pugnar por una negación o destrucción de todo ¿quello que ¡nhibe las potenc¡alidades inherentes al hombre; es decit pregona el perecimiento def orden soci¿l existente mediante la negatividad que se halla escondida en la realidad y que se opone a la positjvid¿ci, entendida como el reflejo de Ja impotencia ante "lo que está dado, ante lo que aparece como un hecho social h¡stórico existente".e

Para I\,4arcuse sólo es posible un camb¡o rad¡cal med¡ante el uso de l¿ negat¡v¡dad como una fuerza opuesta al "logos de Ia dominacio' que teme, suprjmey reprirne profundamente i¿ inerr¿dic¿¡ : exigenci¿ de los r.st.ñrfs i' :-.:-:: : satisf¿ccjor-s y 'e ac¿: ., :-:::: rrlrs'-lo Sert,OC ¿C. a'-: : -1 1 -' negatjvidac es aceal¿c¿ aa, -'. sociedad integr'¿ocr¿ a-a ¿-a ¿

radicalesy fos vuelve sJs :':

t?s- - ":a=,a".

neqatlvlcac. j :-; -- a a, :-.a- : :un¿ trampa soc a :- i : -i i::jinmersos srn siqJ'e'¿ sci;i:-:-: : ' embargo, Ias soluciones p¿.¿ = ' :: este ¡nfielno planteado por e,. '1¿tr'¿ que buscarlas en otra pane, pues no responde a preguntas como: ¿Hay alteÍnafiva a la razón burguesa?, ¿cómo podría ser una sociedad s¡n dom¡nación?. ¿cuál es la esencia del ser social?. entre otras cuestiones, y por Io menos, Bernstein indica que "los trabajos de lvlarcuse poster¡ores al Hombre unb¡mens¡ond/. lsólo). fluctúan entre dos hipótes¡s contradictorias: entre la retórica de creer que estamos a punto de ver que la revo¡uc¡ón cobre v¡da, y la advertencia en el sent¡do de que sólo nos queda el Gran Rechazo {impotente)".r' Y

6 D¡cc¡onar¡o de f¡losofla, b¡aqali¿ a. ^Aarcuse, op. c¡t.

7 Citado por Richard J. Berrs¡:i' :Perf¡les f¡losóflcos, Ed. S glc ', '.':, :, 1991, p. 245. 3lbídem, p. 203. q lbidem, pp.2A9,214. ro lbidem, p. 213. rr lbídem, p. 2 I 4.

PoÉTICAS EN FORMACIÓN

Nada parue defnir mejor /a naratiua de los e¡crifore¡ mfu jóunes de BEa

Calfurnia, cono el esfuerTo por hacerse de un lenguaje prapio que los ditinga de Jus a teceslres. Enpos de ese objetiuo, estat escritores han incar¡ionado en uertientes antaiio apenas in¡inuadas. Sa punto de par"tida x la necuidad de encontrar aqaellos elementos qae mfor expresen sa ai¡ión de la uidal de sas circmslanda¡ ¡ociales. No sólo porqae son calturallt socialnenle diferenfes, sino porque el tiempo u otro 1 la düit d es también dferente. Como qaiera qae seLt) /.r fesfinonia fel de la nan'atiua qae nos espera.

En e¡ta aca¡ión afrecemas ana pequeiia mae¡tra del trabajo realiTado porRegina Swain @tlonterrel, N.L., 1967)1RaJa Saatedra (ftjaana, 1967). Do¡ awtore¡ qae, desde postaras literarias diaruetra/nenfe contrapuesÍas, han ido confgarando elro¡tro de naesfra narratiL'a en este fn de siglo. Si /a primera ¡e aale de an lenguaje caracteri4ado a menudo por e/ fono irónico, laguefón, 1 su aisión nanatiaa aiiade an toqae de Jrescura en el tratamienta de ut femas, el segundo atilila an lengaEe directo, cai infonuatiuo, calos referente¡ se laca/iqan necesariamente en lo¡ intersficios de /a contracu/tura, pera en el qae sabresale tambián el desencanto, la sensación de tn aacío extrenz. En ambas caszs ltnananera di¡tinta de abardar el tienpo 1 las circun¡tanda¡ qae rxls ban iocado en suerle,

Sn presencia en utas páginas es paúe del obligado recuenfo qae habrá de lleaamos -mát temprano que tarde- a reclnlcer la diuer¡idad de orienfacione¡ 1 tendencias expresiuas qae han ido confgaranda /a naeua generación de nanadores en el estado. A traué¡ de su lectara se padrán reconocer /os signo! de /a narratiua que 1a ahora comienqa a Jer parte de naestro poraenir.

Ex novlos

ReginaSwain*

El mundo está poblado de ex novios: esos seres transparentes, peluditos que se alimentan de comida tailandesa y suelen beber mucha dos equis.

Me los encuentro en todas partes.

Nada menos ayer por la mañana, descu.brí a dos que me observaban desde el fondo de una taza de café, con esa mirada curiosa que suele uno encontrarse en los ojos de los ex novios.

Creo que los sigo amando a todos. Gracias a ellos aprendí gue la única forma de preservar el amor, de mantenerlo nuevecito, oliendo a limpio y a reeién esfenado, es no üvir eon tus a.mores.

No casarte con ellos, *Nafta dora ensenadease.

No permitir que platos ropa -: r:: : i: Itas y otras malvadas bacterias ::ú=: : :: enfermar a tu amor y Ie gas:e:. .- ::--

Yo no quiero un amor co:. -i : :--:-i :: :

No quiero ur amor peg::3 -'' -.--:-': : pegar con cola loca.

No quiero L:n ;::.:: l_ i: a l-:: : j : iespecia- po:q:e -: - -.:.--:. :::::- : :- :Ia fáb¡ica. ..,_.-,... v-:.. !-= -.: -:lI - = Il::- ill--:-:::-i -:::-::-::--a = ': a: a=

nunca viva con ellos.

Qué vivan los ex novios y que yo Los ex novios también llora¡.

tos ex novios son los únicos males necesarios.

Sue1en moderar mesas en encuentros ]iterarios.

Caen del cielo como las moscas y siempre le atinan a tu piato.

A veces te hacen comentarios poco amables con extÍaños acentos y te recuerdan que "estás media pasadita de peso", o te énseñan la foto de su bebé recién nacido y te pellizcan la pierna.

Pero tú se los perdonas todo porque de pronto su mirad a l§*[r'i'.

enternece y entonces 10 sabes; fuiste eI amor más bello de sus vidas.

Qué vivan los ex novios que te llaman por teléfono a las tres de la tarde justo cuando vas de salida,

Qué vivan los ex novios que se meten a hurgar entre tus fotogrrafías y desprecian a tus demás ex novios.

Qué vivan los ex novios que olvidan el nombre de tu novio y se sonrojan cuando mandas saludos a su esposa,

Qué vivan los ex novios que te consignren trabajo y comparten configo sus mejores Yictorias.

Qué vivan los que se fingen borrachos y tocan a tu puerta en Ia madrugada con la esperanza de que los seduzcas.

Qué vivan los ex novios porque a veces los seduces.

Puedes escucharlos decirte que te aman y creerles que te aman. Puedes creerlo porque para ellos, siempre serás la misma chica adorable de quien alguna vez se enamorafon.

Aveces fing€n no verte y qoffen a esconderse tras ta\ faldas de sus futu¡as ex novias.

Los has sorprendido espiándote las piernas precisamente el día que

se te olvidó ponerte fondo.

Los has percibido en lecturas, mirándote de frenté y prendiendo dos cigarros al revés o al mismo tiempo.

Los has visto encela¡se cuando por casualidad les mencionas tu fin de semana con ese tipo precioso que vive en PIayas de Tijuana.

A veces los ex novios se ruborizan"

Se convierten en niños grandes y te reclaman que para ellos nunca preparaste codornices.

En sus gargantas borbotea la risa cuando te arremolinan e1 cabello.

Sus caricias son toscas pero sus recuerdos tiernos.

Si los regañas, se convierten en monos de peluche.

Si los acusas de haber perdido la galantería se ofenden y reaccionan abriéndote las puertas.

Quién si no los ex novios para coquelear sin arriesgarlo todo.

Quién si no ellos, para hacer del amor una lata de frutas en conserva.

Quién si no estos males necesarios, esos grlitches del destino, esos tipos divinos que puedes disfrutar a diario porque nunca fueron tuyos.Y

Ultrapop

[Iltrapop registra con su cámara nuestro furor en carrusel, Cada vez que nos mira, habla el demoledor deseo de imprimirse bigstar,en decenas repetidas, colores primarios y ampliaciones bancarias.

Es un héroe de ocaso y sentimiento unifo¡me 501 y gnandes agujeros que reconfortan el desliz de una chica: mi chica cuya sonrisa, subrayada como sonrisa de oposición, me escandaliza a las cinco en punto y que, sin exageraciones, borda cicatrices antiguas.

*Ne¡rador lijuanensc

Mi chica es toda lluvia dorada. prrme choice,teportaje nicol de portada a interiores, divino lustre gue besa :-. - :::. :sin demasiado artificio. Ulrapop .a ::;'r abierta, emergiendo en su.pe-- i'a.i7 -.--:-:: con su ca¡a de discorüa: -.e aa;:^: :: -::a:ciones, buscando u¡ slor:e :i:--.' : ::r. I : : enla cama. Es ela. -: ::::=- :: ::--. -: -': soy yo! una sier:a. ¿pe:-- ::::-'-:--:-: r ::.chuJa¡ una aJr:.o:r::. Sc-.:s ::s :-=::1-.:: Yaqlas CeniZa.S e:- Cj:g=:-::- CE ---. ]-=:.=--::..^ 1^-^ I ^ mos vici: o ::ea :e -: :--e:-i:. ---,.s ::. fomento de forcic d=e¡so. el ¡eÍe;c de u:,os cursos cc:. ci:p.o=-a y --e<iai:as. :¡¡ rnanio. b¡a cie 17 aios que hasta a¡er fue ñel a sí misma como eI rtr* diafulwz en los ochenta [Una voz en o.ñgue no reconocemos se sitúa

Rafa Saavedra*

inquieta en Ia escena co raJ¡o a f ,t,;6t,;.upu^**1.,

de luzl.

Ultrapop nos absuelve con movimientos rápidos y eI fulgor de su fasá, vitaminando hasta Ia úitima fila por nuestra dicha de sal, nos envuelve en crudo efecto celofán. Es caribe tornasol y suicida. Mi chica y yo no paramos de fornicar allente de grataqe interior, mi chica moderna devora todo lo que poseo, Ie saca jugo a mis entrañas primitivas y cree que soy un ticketpremiado, un disco de doce pulgadas.Yo le hago sentir desdichada, boxeo, muerdo sus pechos veraniegos y la trapeo como terapia antes de girar en dirección a su # include ye-yé. Me enciendo,la enciendo fácilmente, soy tan violento y simple como tambor de contingencia urbana, el disparo inocente que inició nuestra pl egaría en delay

Ultrapop nos amenaza con su armada de cables y micrófonos, su aullido es Ia señal de corte. Al escapar del encuadre, siento ia presión iegal de ser estrella con el uno por ciento de probabilidades y el escote triangu-

lar de mi chica, empapado, sudoroso, pegado como pesadilla a mi piei calamar. We're bumpos, eslamos encandilados por el último secuestro, semiiia de noche vieja y triste cuarto de hotel sin estrellas.Imaginándonos, sensibles, Ia muerte de Poch; en el escaparate, saiudando a Belthus: en NewYork, desnudos tomando el Sol;rompiendo aquí números sin suerte.

[Jltrapop sigue en marcha, eI dose up de nuestros periféricos Io recrea en stamina, respira profundo y grita;"¡Sois perfectos!"

[La voz,-qada vez más próxima, nos habla de sus cosas favoritas]. Mi chica se ríe, yo pongo mis cojones candado en el piso. Ultrapop quiere diálogos calientes, oraciones a María, desatinos azules.Yo quiero beber y mi chica se divierte al decir palabrejas en francés, "Don't fuck me with youratlfixa de bar,rio fino",le contesto. Si somos idénticos; qué más dá hacerlo o no.

-Detesto el ciere de ru boca, qué p¡áLlida luz.

-Inserta esquizo, edema de Kostabi -grita mi chica peqada al estéreo.

-Pe1ea o finge. Give me gtood clean fun. Nos separamos muertos de risa. Mi chica y yo. Ella, transgresora como ensueño, se Ievanta y camina segura, desnuda como noticia que carcome, con destino a Ia mesa. Yo la sustituyo con la firmeza de una galleta sabor dios. Enfermo de monotonía. Ultrapop nos pide más. Una pelea de fondo negro, algo que explote en el momento justo, bofetadas o sangre, otras sonrisas que destruyan el optimismo. Ultrapop es experto en su negocio. Nada de tomas aburridas, paisajes muertos o pirotécnicos dobles fluorescentes.

No, Ultrapop quiere nuestra cercanía entablada en eI frenopático y puesta al día. Apasionada e irritada, dolorosa y punzante, coloquial y certera;1o demás siempre serán filtros de azar que no sirven de nada.

-¿No te parece que ya fue suficiente? -inquiere mi chica.

Voy por eIIa. Sin txopiezos, erecto, ruidoso como líbido chupa-chup.Illtrapop tira otra cinta por uno de sus agujeros. Me emociona su dirryentusiasmo. Mi chica atrapada en la mesa, en pose cautiva para decidir su tragedia carcelera; mi chica es una diosa clavada a punta de martilio; mojada en espíritu y con mis dedos incrustrados hasta el fondo de su pubis indigente. Otra vez, soy el rimade¡o 280 en sintonía tóxica.

-¡Qué bonitas lágrimas vierten tus nalgas! -le dice Ultrapop a mi chica.

Ella responde con el timbre de fax japonés y yo, distinto congelado undergtound, no sé si créermelo o no. Un descuido placentero para decir "Some things come Aom no thin9 ", modifica nuestra situación.

Ahora es eIIa, en primer plano, el ángel que domina las esposas y juguetes de amarre esperanlo.Es w feeiingtan divertido ver a mi chica perturbada, deleitándose en Ios afeites, veloz y sensual en el propósito de malas maneras. She bangs the druznsy yo, como James alos quince, pido más tensión, más smogr. Una bendición industrial; soy powderkexde mi placer calabozo.

[ta voz desconocida primero, aplaude para luego sentirse comprimida, huele el peligtol. ütrapop sigue diciendo: "iSois perfectos!" tos golpes no ahogan mil atracos citadinos, soy un tipo sencillo con un sólo vicio: mi chica alias galore todas agujas, que persigue el bienestar social en un lugar equivocado.

-Baby you're the best.

Poco a poco nos hacemos viejos reciclando impulsos. Predicamos nuestro odio cucaracha trenzados como parias. Un dolor pequeño de bolas chinas en camino aI orificio. ¡Qué sorpresa!, mi chica envuelta en fuego encontró en mí su punto G y la salida de emergencia. Nada Ia detiene, se consume

a cachitos. [Jltrapop nos mira aI revés por el monitor, no puede contenerflos. Somos pieza de museo, somos historia vivp, somos algo más que ,efrzs hechos de &ío.

[Iltrapop se lanza al ¡uedo sin idea, tartamudo e infantil.Ya nadié nos di¡ige, somos Iibres.

Encarnizados, perdiendo el equilibrio por las fuertes quemaduras e iluminados en el ajetreo manual de 50 dólares por hora, escribimos la nueva historia. Un p,las de autoenfoque visceral que mejor nos retrata en perspectiva ¿ ardcore.Ponemos la marca, creamos un mosaico de oportunidades, anotamos al instante.

Ultrapop no es como nosotros, es débil plel btaaca, tierna y newiosa, Ingenuo 7ar'f óa¡Tde cadencia sin sentido, un noble candidato aI date rape de mítsica disco.Ya .nos caruramos de tatuarlo, de mafidaflo sin Iubricación por los extremos, de convertirlo en nuestra mascota y joven árAef. Exige, requiere, suplica su año sabático. [La voz se aleja, camina presu¡osa a Ia salida, sus ojos e:q¡resan cierto miedo y repulsión].

Pero no, nosotros le administramos disciplina inglesa al I00oá, reconocemos sus espacios de saliva, lo conectamos con su inner-selfmás deep y lo encerramos por ahí para que muerda fuerte Ia oscuridad.

Como debería ser.

Mi chica y yo volvemos a la colección de huesos e ifernsopuestos, rellenamos otra hora en referencia y agonía estética. Vibramos, hacemos un sgursá que nos sale, perfecto, estrenamos servicios y adorando la pisfa boornerangpara no cortarnos el cuello, oprimimos el botón de sfop, Después ya recuperados de pelear con rubios insectos, mi chica y yo nos ponemos la camiseta dé Juventus Laika para tratar de resolver el crucigrama del periódico de hoy.

Es tan complicado que en ello se nos va el resto del día.Y

esaü vJ

Jorge Ortega*

La poesía es trn ntétodo de u¡álisis, ut1 iDstfione to d? inyestígacirjtl, igual que h dan:.a. Allí lo ootho encuentra ocasión de revelarte, las ídeas t lot cuerpos se desnt«ldn ¡ lt¡ hipocre.tía, tlefentlidcL pot utt potler purcutrcnfe (\nyen(io»dl, se pie e. Jorge Cuesta

El movimierto tie y es, atributo primigcnio clc la plástic¿1 vangL¡ardista ¡ contemporirnel- l\f ovi mientir enteldido cual refltr.jo tle formas y colores en inccsante alquimia.

Movimiento cu¿l renovador. revolución y lotaciól de posibilidades expresivas. Ahí está el futu¡ismr¡. ( ¿rPlrrJ cl nr,,! imierl,, en mol,rrilrda p¡enitud, ia belleza emocional de la velocidad. Ahí el cubismo sorprendiendo a la modelo de5de ángulos distintos. proycctándola en uo plano tlipartita de apariencia giratoia. Ahí el surrealismo. ensamblanclo minucias a me¡ced del animisrno de dos o tnás corllrastcs. Las relacirxres entre poesía y

+ Poeta nexicalens¿

pictórica se estlechan al punto cle compartir 1a nlisrla obsesión r.leri. r: cl .u ll,, J 1,, irnrl, r l' 'ct i. .r. BasÍe recordar al gmpo de la revista Norrl-Srrr1 (Reveldy. Huidobro. Gris. Picasso). clotde poetas y pintores disputaron la paternidad de la saga creacionista o bien, la colaboracitin dcl pintor Picasso J, del poetr Huidohro cnr el corrnpra fo ruso Serghi Diaghiler,: triángu1o an¡istoso en torno ¡ c\la nlrev¡ actitucl de vincuJar poesía y pintura con las artes escénicas- rel¿rcirin vertebmda por el poder evocador de la imagen poética escrit¿. pintada o escenificada.

Como se intuye, la simbiosis poesía-artes visuales como dos disciplinas especializadas dignas en

compartir elenreotos ¡, pli|c\rios estéticos se agudiza durante la van gualclia. Las f'rontcras se di.uelren r \e l¡'.'trfni,/:,' Lr. terllJlivas bajo el moclelo de url poesía total. Lo visual se pole al serr icio de Jo literalio poético r vicevc¡sa. Los artistas visuales lr-abiuar a p¿rtir cle un pocma o ilustran un poema; Ios poetas esc¡il¡en a partir de un cuadro cxprcsionista. cubista. surrealista y. a su r,ez. de elemcntos poéticos para atianza¡ su valor de trascendencia, otorgando fundanentos de envergadura plástica y visual para enriquecer; artistas vislrales y poetas se dedican obras. Paulatinamente, danza 1, fbtografía pasan, al igual que Ia prntura. a ilu:trar lu irnlgineria de los

ttub¡l

poetas modernos, alimentándose de 1a perspectiva poética.

La danza. como estilización de movimientos. basa su atractivo en la crucialidad del ritmo: el ritmo se concreta en diapasones corporales que coinciden con los valles de la música: la música emana de la atmósfera planteada, es palimpsesto para acordar el movimiento; la atmósfera es codificar por la vía estética el discu¡so: el discu¡so puede ser poético o narrativo como en la literatura; la escenografia es la evidencia de la atmósfera, asidero para anclar Ia comunión sensoriall el discurso es la evolución de la semilla tundado¡a, la ocun'encia, la idea súbita; revelación poética.

Este discurrir sobre el mod¡rs operandi del evento dancístico demuestra la ruta crítica mediante 1a cual es producto temlinal, coreografía presentada en el escenario, resulta de una íntima ligazón entre subjetividades que casi siempre brotan de una sensíbilidad concentrada más que de una ecuación cerebral premeditada. La coleogratia comienza a desdoblarse a partil de una revelación poética. pues el calor de su propuesta es un asaito visual ¡ los sefltidos. una conmocirin que lapla a través de la núsica ,vcl nolimiento en una ast¡ciación sin plecedentes que gesla en nosotros. pfibli!-o especlador. una satisliicción crnotiva o intelectLlal de proYcnicncia poética. Veamos.

En un capíulo de El arco y lu ll¡a. r'elcrido a la revelación poética. Oclavio Paz reconoce conlo un acto poérico cualquier revel¿cirin de la condición original de que oscilamos. La poesía nos devuelve esa experiencia proteica dondc rnida el idilio de nuestras nociones. la desaparición de toda carencia mediante la comunión con "la otra orilla". contacto con nuestro a¡verso que brinda confort espiritual. sentido a 1a existencia. Para Paz.la revelación se "transforma en un ab¡irse del hombre a sí mismo"

mediante una actitud de asombro que 1o lleva a poeüzar lo que admira y vislumbra, como una reciprocidad que pone Sbbrcla mesa los visaies de nuestra condición más sensible. Nuestro ser más íntimo se sacraliza y la revelación poética alca¡za un rango de mayor tascendencia, "La creación poética se ruelve un misterio porque consisúe en un hablar los dioses por la boca humana".

Lo dorn. ronro

estili?ación de moyimientos, bosa su atruct¡,o en la crucialidad, delri¡mo: el rittno se concreta en diapa sones corpora les que coincklm con los valles de la núsica; la música emarude la atmóst'era plTnteada, es pul i n tpvs to pora acotdar c I t TNimienlo; la atmóskra es codifitar por layía esÍét ¡ca el dis.tlo-lio

Pt¡¡ eso, a1 hablar de Lrna poe sía total nt-. lite¡a¡ia ni dispersa cn el airbie[tc- cual paisaje o nruchacha luapa. sino premeclitadr 1 consfruida a paltjr de Llna revelación subjetiva. hal¡1a¡íantos de la d¿rnz;r como una e¡tensi(¡n de la expresión poéticr a otra disciplinLi del alte basada en el lenguaje corporal peto capaz de iiuminarnos al igual que un poema de San Juan de Ia Cruz. haciendo ¡raJ.r en tn,rr imtcnl,. cum, ' rn r\f\er sor de salvaciones. Es entonces cuando la danza nos fascina hasta el espasmo o abstrae nuestros sentidos más allá del escenario. cerca de 1a iluminaciór] y su numen de anillos siderales. Es entonces cuando aplaudimos sin decir

palabra y salimos del recinto ensimismados y mudos. Múrsica y movimiento. Lo acústico y 1o visual. En el libro Tierra con ntefioria del escritor Felipe Garido, leo Marshall McLuhan, autor canadiense, nos enseña "que Io más importante no es 1o que dicen los medios, sino su propia naturaleza; esto es. el modo en que aumentan o limitan o dirigen ouestra percepción". Y continúa: "Cuando un medio nuevo acaba por imponerse. al ensanchar un sentido o una facultad a expensas de los demás, provocan alteraciones en el equilibrio de los sentidos, produce una nueva sensibilidad y nuestra manera de ver el mundo. Los órganos perceptivos son la vista y el oído".

Así. la danza hace un uso inteligente de su influencia visual para unir los sentidos en el vértice de Io inusitado, poesía corporizada en movimiento- dinamismo de la flgura humana. no el objeto simbolizado de la presencia poética (cuadro. fbtografia. liblo, instrun-rento). sino 1a presencia poética misma: eJ cuer¡ro humano: templo de quimeras )' lopogrxfí¡ de gestos. I)e ahí nucstlo apr.cio por lll danza como evento iri epetrbie oue r\ucede fr-erIe u nuestrcr\ (¡os para lLtelo dc.itpr|ccer ha jo une dullción lir¡iradtr ¡ ciile¡ercil dei iib¡-t¡ de poesía. a1 que poclenro: ,.Lr-lir ;t¡undLr \c-r llL¡('ll'¡ \ L.ltllltJLj Dc ahí el alto glado de deseu r. e)ipect¡ti\'ri por apresa¡ aon luoneuros. ¿,Y qué uos queda. pues') La visión tiritando cn l¿ mirada como una pecera de vestuados animados. Y entonces comenta¡ros el eveoto, y ya en casa, lo evocamos con la intención de recorrerlo nuevarnente para elegir un recuerdo del mismo que nos regale uI1a esperanza de eteridad.

Se ha dicho en repetidas ocasiones que 1a danza es el lenguaje del cuerpo. Bella metáfora. Pero yo desmenuzaría- también metaforizando. que es Ia subiimación del

habla por la temperatura del cuerpo. evaporación de la palabra por energia cindtica. aire finalmente. vírgulas de aire. Siguiendo esta lógica, Ia danza poética se da cuando el cuerpo se sublima Para condensarse en un estado de gracia. Así, los poemas de la danza están hechos con una ilación de gestos, pantomimas y, por supuesto, flexión de brazos, antebrazos, piernas, entrepiemas, tobillos, rodillas, muñecas, codos, dedos, cuello y otros músculos Y coyunturas que generan un ritmo de resonancia visual. un concierto de combinaciones arrnónicas (inarmónicas en dgÍrn concePto susteltable y novedoso) de las e¡,tremidades. Sono¡idad visual. La música acompaña a la eianza porque es su catalizadcí y contrapunto, nlotivaci()n indispensable para un viaje. Es, también, bí¡ula que define y orienta más allá del mero viaje, reculso que aproxinta 1os ánimos y marca golpes dtamáticos. serenidades. tedios, estados de jirbiio y de aJegría galopante. Pr<¡fundizando en esta noció¡ de Ia Canza cuai ca-ja de resonancias. podemos useverar que el cuelpo plociuce con la d¿rnza una música inauCible de exqlesioner ¡' ¡rolimientos. turágencs escuchadas con ios crjos. He alli io ouc la vista ¡, ei oído perciben corno Pcesía juito al quctiai embeiesacios lienre al escenario. cuando la denza es Dara e1 oício una pcesía sotora y Para ei ojo una poe"ía visual 11ena de n¡undo.

t,, .i ,i., . L,ttr.L J,, u¿ü,. Alberto Dailal anotíl quc, po: .Liestión de inteDsiiades. l¿ aallzal s9 llarce h!.rnai:,r :l::lnela ai3 i¡ :-.oesia. Ei¿cljr amc:tte. otl-11¡ ali' lil: ltir,jteai 1ii1: ilie emplil:llalil 9!il;rio.'i¡L: ar, ti g;:lid.' dc a¡iis: ¡¡ ¿, rill:rilia, l¡ ;1 i rL::, ¡.rl.,rill:' i,a :l: r irIii.¿i :i,llilriritil a¡r.il Lruir: ;l

¡:,erít ric i¡git i 1ti'i ','r til,ttr, .¡ ,:, '. ,. :... ,. i .-' ' ." ' d.' :.'-

cuerdan un poema exaltado. un poema épicoi pero también Por la plena identificación con el objeto poetizado y con la capacidad expresiva que hace del texto un lienzo fauvista. La intensidad de la danza, presiento, se medirá técnicamente por la rotación del cuerpo y sus ramajes, por un amplio esPectro de movilidad sob¡e el tbro, que harán de la bailarina una mandrágora elástica; pero tambiérl por su elasticidad-fl exibilidad-ductilidad para cimbrnr con plena identificación al personaje que e.te repre'entand.,. Movil interior. intensidad que viene desde adentro y revienta ante eI esfeül:ldor como una flor de ht¡m,,. E' decir, enffa enjuego ya la ernociótr del ejecutante, al igual que en el poeta Ia expedencia vivencial. Entonces, ¿cuál provoca a cuáil Si dije que desde la vanguardia. poesía y danza son vasos comunicantes. ¿qué implica que una coreografía sea poética o inspire a escribir poesía a partir de su originalidaci estética y cotrtundencia emotiva? L¿r danza es una caja de Panciora que contiene tanio potencial poético colro nal.rati!o. dependiendc de l¿i sensiL.¡ilidai srntétice o desclipti!a del corerigraib. La irnagen poéticii c(-.'Dril rir¡rn, in.p-.rc ,, s . ,re¡i | ,.'. iniluido poi ia poesia, o si ts tttl poeta ds ia imagenl si es más,¡n .rr.i.rr cl3 \.\i^ncr que J: hr.lofiJ' uc li.u¡l¡. \ r\uJ f. que d. lr:int¿'. El coreógrafo se vueh;e ult arr,bientador ile atmósi'elas poéucas a las que t1os introduce meiialte un matejo esilairatégico de los me¡ir,r- -r -llrr r':: lro..''ndtl-: ",'.'n' l'.¡ili ..,1rc -....,':rciclr(i : lJ.:Llcrqri,:, :rhotil el ci escL-riar'io. -i: ha els¿nchadl h¿<i¡, colstituir- Ltltlr o,isqticcla i]]ae gf ll iañr'-1r,ioi 13 n'is:cl. ra ilt; ¡ i¡rl,-:ió::. ii ,¡il!'r'rargl-:1iia. !:r 1':i.ii?Ila,. :iriail:_,oC5:: il:liiil a!:l i¡íli!iir(' (:i i.:1 i'r¡i:i.:rr, t-..)itl.r l ai.le jliu:ilil'-,. ,ir:,r: tii:_:i:. r!:. il :l:Iiz¿ a:. i--';r -ltiii''L :il sis!r): iloat;.ros i: r-t-::\ ar:, a:: 9ii¡ a!)ruunliaciótl il¡ l.

inaudito que permite [a anagnórisis entre coreógrafo y bailarina con el espectador. La alta tensión se transmite, "la descarga de imágenes".

Lo anterior no significa que la poesía sea siernpre el origen de la danza, eso depende -como dije de la sensibilidad o la pe$pectiva del coreógrafo. Rigiéndonos Por un criterio estdctamente literaL¡io. si quiere contar álgo, estamos ante una narrativa del cueryo; si quiere nombrar algo, estamos ante una poética del cuerpo. Cierto es que la poesia. siendo un afte misántropo o un abrevadero de poca concuffencia. sueie ser la mayoría de Ias veces nrás revelado¡¿r clue ia nanati\a a causa de ocultar (Pol restricción lil-,ogr'á1lca o fo¡mal) uás de 1o que sabenos, exponiendo la complejidad cie ia conciencia hunana por la vía naüativa que en obstin¿ido afírl clescriptivo. iiesembc¡c¿'. el un cuadro de obr icdacies quc. sin provocal un elecÍo poétrco. entretiene. En el ¿ño de 1995 mi antigtl Óscar Rodtígucz Her.nosiiio nre i¡ri¡i a i¡e¡riciprr eil ur ttstival cLrl¡ur¡i qui ¡rganizó Data. una cie las e\.Lrclii:r de lii L.18a. Se ie1'ó pocsía

J: sa r().!-r quitrl! ra ciásrc¿:. Peri¡ l¡ inLer-\ en.i(ilr esperaiie era .lcl gruDo r nir,,:rsir ¿rio de d¿.n za P¡u aielo .lj

La coreograiíi', sc ¡a]foó lvíartttttt¡. Aunque ),a !e habia esrreii!.ic ,l,trait \ :r. ;,,¡..r,r,.r;iort j-iT-r.¡

B j nacion¡,1 ric Ilatza Conternporii¡ea, era l¿ L.¡itne¡a ve¿ quc i,¡'ueít. Quedé pasnadc, Di¿1: d.splrés- en Ll, illlln 'f., il'C,il'ei'." I .'. crpeiienci:r. cscli,-ri rrli Doeti:r. oLiE ¡lt'-rLl "Danzl rl¿ i!s gir::isoias''.

I'ai:l ra¡rciLrrr_ ¿¡ie ilra\': e:rsir!a. üe[¿i.] rl i¡ l¡:rc.i¡. ¿iilLrtirir:' . .ir r ":. 1. I-'l :,-ri-.:-: s.:, l.' :,- ¡, r rt.'. .:ot' :r i ;r,_,.,':. Trrlic|ri:: :l ir,-,ll,lrt -'rllri.i. r r:

Púrpuras text¡les engalanan la soltura. Vuelan por los aíres retoños siderales. Ni gélidas estatu&s de palac¡o ni transparefttes palomas del abismo: ninfas, seres que no cotloceremos, que nunca tocaremos: espectros de topucio.

Seres limados por el índice futivo de los dngeles Aves flechadas con el naipe afilado de la aadacia, procesión de cabelleras en el convivío estival de las aldeas; seres, qves, alfileres al vino t¡nto, brasa equidisfqtute, ángeles blanqueados bajo una túnica de sangre, Mamota¡ pal¡llos, espqdínes en kt cúspide del duelo: bailqrinas

Hierte Ia pttl¡ila.

Sólct por los ojos aprecidnos itt in.finitutl del cuerpo, sus salidas al cosntos e qdemtme.¡ cenide tos, tobogrLnes nds alki de lo míradu estupeJacta; qsuntimos el alL:ance del despliegue l(1 artículación de mocetLul.es en la euJoriq; brrLzos tomo plunas, talLer que son choltos .rucesitrts

La danztL es móquina del tiempo.

Acelerotnos lo rLparición de lc soñado solidari.os L! lo eslelt de La ntúsí¡a, «)¡nefd qLte desfd.va La quiefud surcantlo el escenttrio rociqndo L¿ts vcredus deL idiLío cal ztLrlo en f oburete s lug ¡t ¡t'o.\.

Baiktrínas captuftldas eu esbelto poema íntpronuttciable son torreóll hecho tle ciekt, ¡tétcrlos \ esc.¡nltts, di,sctLrso de los tr¡1trus: a trovés tlel cue:o hobla La ¡toesío, colla el poema, hctllcL en eL espacio peldaños u lo etefl1o, en¡in,u o ¡l ¿l¿¡¿o ohre ,-u¿llú o tort¿ft\n\. colibrí que adereze su viraje, inclu¡,endo la espesurtt.

El asce¡ruio e.; párono versátíI. Los.fi'utos tle h liastu st»t terbos d¡titnu¡los en rln cd¡lpo lírico si¡t lítnites; germinan, espigttn su ulbedrío lttcen bajo utt Sol ¡¡¡¡,'¡¡¡-;.: . : ojeno' nl .itrititt. t l petr',tnrietttn: viqettte' t '¡. tras la onsiedad de la niruda estuPefacttt

DEPARTAMENTO DE OUEJAS

Siempre estamos lejos, siempre distantes, nunca deltodo enteros de la vida por la esperanza tonta de que los días vendrán, de que seguramente eso ha de sucede¡ que un día llegará esa tarde, y ese poco de calmay alegría que es bastante para inundar el tiempo de palabras y risas y bromas de versos y de sueños slempre atentos, de voces s empre alegres, otro día será y otro día vendrá, llegará otra cosa y los días seguirán siendo como una canclón o un cuento, como alguno de os preclsos momentos y las descripciones jubilosas. El ansia del mrndo y e ansiadelcolo¡ la luz que se atrapa y se deja andar nuevamente, la esperanza loca, la esperanza austera, la esperanza justa, la esperanza puta que se revienta.

Ahora quisiera decir nunca, y dec r nunca nuevamente yvolver a decir nuncay no mirar ni escucha¡ no crecer nada, porque nada es cierto, nada ocupa esta noche, nada falta, nada sevayse ha ldo tanto, nada nos queda y todo nos aguarda, qué más da

'Dellihro inéditoStonehlws, que yo tirculo

-' anhapólogo y poeld sonorcnte.

decirlo de un lado a otro, la ausencia arde, rompe, raja, ruge, quiebra, asusta, abandona, nos hace niños lndefensos, tontos incrédu os siernpre esperanzados, siernpre victimas del asombro que trata inútilmente de proteqernos y declrnos nuevamente que todo debe haber sldo un error, que alqo no pasó y que nada falta.

Siempre vivimos tarde, s empre llegamos tarde a esa tarde que nunca se terminó de habla( a esa paciencia que nunca legó a esa espera, a esa llusión, a esa cosa que está dentro de la vida hasta que la vida nos efseña que siempre estamos lejos, que no acabamos de entender, que no valen gritos y patadas, que no bastan ágrimas y desvelos, que no es cierto, que no esjusto, que no se vale con unay mil chingadas, que no, que nunca no, que para siempre fo.

Asusta anzarse alsuelo a lorar la m rada y a risa, a llorar aforma de dec r y as ganas de cantary de contar un mundo de niños y sueños, de sueños que nunca se acaban y que aguardan por ese mundo y este t empo nuesko, ese tiempo quefata, que faltó. que s empre fa tará para segulr haciendo ios dias, para segu r teniendo la absurda esperanza de que lleqará el día y

todos estaremos ahí, pero no es para entonces, pero no es luego, pero no es nl debe ser, no.

Uno se dacuenta de que no se da cuenta de ¡ada, uno se hace oídos sordos a la vida que nos dice y nos dice, uno sigue andando, porque nacimos para saber seguir andando y as huellas calan hondo en a coraza y sentlmos que se nos hunde a nave, y se hunde, hace agua, hace ausencia, hace vacío y lanza al viento e espírtu, o o lanzaal desierto, leno de sahuarosyde recuerdos, pero lleno también de este vacíO, de este ser tan pequeñito de no poder vivirtoda lavda.

Cabemos en e tlenrpo, tenemos espacio en a memor a,

somos parte de a go que nos amasa, que aguarda por nosotros, que nos dice dónde habremos de descansar. Pero nadie nos d ce dónde quedan nuestros sueños, dónde guardamos e abrazo, la sonrisa, la conf anza, e car ño hermano de todas las alegrias y todas as tristezas, la posibildad de ser junto contigo en la ausenclay m rartan sólo por un rstante lo que queda en a vereda, lo que será e futuro y la memoria, e recuerdo y los nuevos senderos de laausencia, delsienclo exacto que oprime e corazón, que asfixia a noche, que retumba en la cabeza.

Dóndeestás que no seaen la ausencla, dónde te venros espejo

de otra noche, ciinos en q!é s tio segulrá nuestra historia. qulén dirá 1a próxlma palabra. Quién putas dice hoy síy ahora ¡0, éste es tu camino y éste es e de os demás, quiéntlene en la bolsae futuro, el poco de fut!ro que para todos anhelamos, qulén nos qu¡ta eso, dia a dia, quién, qu¡én quién.

Slempre una noche, slempre un instante, apenas un rato, una sesióf de las mil, un cuento de los cientos, un trazo, una memoria, unas ganas de compartir, de hacer las cosas, en un tiempo de tormentas y arnores enloquecidos, de noches ocu tas y voces airadas, de esperar y de ser paciente ef ia madrugada y tenaz por a tarde

De estar ef todo y para todas las cosas, de sentir cómo ya no sabemos del recuerdo y de o real, del momento en que dejamos de ser menos, en que esas arterias, o esas venas, o esos misterios devastadores, nos qu tan y nos aTtancar, nos a eian, nos dicen no y no muchas

VCCCS,

!luerto de tanta muerte, muerto y dislante abandofas tu .uerpo, eso parere, o eso dicen o eso sucede, te vas y no te vas, estás y delas de estar, nos delas, el reclercio, pero te debemos a aüsena a y la disiancia, ie debemos la Izy aternL]ra tusla de rada dia te debemc5 as gana: ntensas de que qutei-,rar a gLr coro lc que se ha rclc pct dertro, de pieguntarse como lefar esta nueva ausencia. este nrevo vacio que oscurece y ateía.

H0¡do vacío de poeta nuerto, hofda ausefcia de hernano y padre, de amigo y hermairo, de hilo y de gente, y de saÍrgre de este tlempo, de a sangre que nos hace fata, de la respiración que se aleja, que se apaga, que hace sucurnbir, que se aprieta en los nudillos, que gime y gime, que lora por a noche y por la tarde, que nos habla de fLores y de tierra.

Uno está siempre lejos y le queda la míníma trinchera del optirnlsnro y la nosta gia, de la rl]emoda y as ganas de seguir habitando e mundo, de no detener tu viale con nuestra tristeza que no se apaga, que no se declde, que no sabe aún qué hacer, que nLrnca sabrá. q!e siempre nos vo,/erá ¡incs :: : noche, temeroscs a: s r -:-i: son dos a!r¿-::_:t::_: -:_

convierta en sueños yefl ilusiones, en anheLos y ansias de ver el Sol, de cantarle al Sol, como la guerra, de saberse un tanto más solos y llevar un poco de esos sueños y esas gafas, de esas tiernas esperanzas o esas ansias apaciguadas de tiempo en tiempo.

La noche, terrible, aguarda, la noche dice que hoy no fue un buen día, que hoy no será nunca más una buena noche, que es una noche que lastima, que duele, que golpea, que pesa, que es dernasiada, que es alfin inocente de la vida y la muerte, que es apenastestigo de tanta soledad y tanto apuro, de tanto abandono y tantadistancia,

Uno no sirve más que para tratar de reunir sus recuerdos, de respirar un poco más profundo, uno sabe aguantar y hace como que aguanta aunque nos lleven Ios mildemoniosy los cientos de gritos y cadenas,de un solo dolor y de u¡a cosa cierta, la muerte aguarda y no, la vida pasa, los dias pasan y siempre alguien se nos va antes de tiempo, y nunca podremos crecer sin ese cierto temor a la muerte, esa cueva profunda, ese mundo lejano, ese sitio donde no, donde nada, donde nisueño ni recuerdo, o donde todo o donde no sabemos ni sabremos, donde taivez tú ahora sepas.

Uno no puede decir nada, h muerte nos lo di€e todo. rE quita corazones y eqÉü-6, rostro y alier¡lo, n6 qia d mundo eÍ'refo, pgo rc 16 ql¡ el corazm. b rcq.úqa m poco, pcro d rE iaEti=t b tuce m po *ás gstÉ. ur ooonÉsi-s-effi&

Siempre seremos víctimas de los heraldos negros, de la rabia honda y del coraje, siempre saldreméS lastimados, siempre se nos hará pesada esa tierra}/ ese cemento, ese espacio donde ya no eres tú quiBn aguarda, sino nosotros, donde ya no eres tú quién se ha ido;3ino nosotros.

Cómo poder decir adiós a un tiempo que se agota, cómo poder decirte adiós, cómo poder esperar que descanses en paz, siestabas de pie y haciendo la vida. Córno serjustos a ia ausencia, cómo aguardar Por una tarde más, dónde tomarse otra cerveza y mirar crecer los frutos tiernos de la existenc¡a.

Nos queda la vida y tu mente, nos van quedando las muertes Y nos miramos unos a otros y nadie sabe qué decir y las palabras van y vienen pero no parecen decir nada, son como el llanto que se apaciguay esiall¿ es la impotencia, la terca gar')a ce poder despertar, de come-lz¿: otro día sin ausencias.

Algo está mal. alqo aG -¿. Llr_a ir: : que aa-'_ - l

Miami.SanFrancisco

lll. Miami

A una amiga que vivía en Nantucket se le ocun ó hacer un viaje a l\,4iami. Hicimos las reservaciones en octubre yviajamos allá una semana antes del día de gracias. No sabiamos si era un idea descabellada o no. pero ya lenÍan'ros todo. Ella I egó cuatro horas ar.tes qLte yo y evó as cosas al hotel. Ai]tes de alerizar ."1 avión dio algunas vueltas por ia c udad y vi ccn fasc nación Nna crudad complei3: caycs boulevares, casas est lo med terráneo y árboles tropica es. El av ór aterrizó en a tarde. pero sa inros del aeropueno por ia noche.

Iüiarni es la única ciudad estadounidense que está en elCaribe y a pocas mil as de Cuba. Los pueblos más inteligentes y pobres delirópico la han ido construyendo: Cuba, Nicaragua, Brasil. lunto a as mafias más poderosas del noresle: Boston. Nueva York y Chicago. Nos hospedamosen un hoteldel centro histórico, elcondado añ deco, q)e alguna vez habÍa sido cuartel general y cenko de Javado de dinero de Al Capone. Miamies unaciudad en los llanos cortada a la mitad porelrío l\.4iamiy atrapada entre los Everglades y los cayos

La ex pris¡ófl deAlcatraz en San F¡anc¡sco, Cal¡fornia (fotografía de Ernesto Vázquez).

delAtlántico. La mitad de laciudad, el norte, estan pobre como las más nuevas ciudades perdidas de Tijuana: casuchas, talleres, calles sin pavimento, gente en harapos;y elcentro es una mezcla de clase media cubano-americana con las invers¡ones más altas en hoteles, trenes, centros comerciales. Elsur es un gigantesco y estereotipado barrio gr¡ngo de clase media. Pero la ciudad, en general, es un tanto fantástica, Tiene un s¡stema de trenes, incluido un monorielo metromove ruutomálico o robótico, desde donde se ve elcentro y sus alrededores:

* Poeta y naffador. Es catedático en ]a Univercidad Estatal de San Diego

una bahÍa mágica con tiendas, música y barcos quete llevan a ver sus quinientos años de historia, las islas e isloies, cayos y puerlos. Tamblén las casas, los techos, los jardlnes. ban os como Cora Gables y la Un vers dad de [¡ am (dondedaclases Neii0'a Prn0[). Y la arqu tectura va del ad ieru qr.re coriorende varias mtllas a la '.dc.da de earflcios y casas. ai colonial n:: :e-rá':i er ienacenUsta lta iano y el é.t "i.-raat¡ia De aauerdo con la !L a l-' S: aa 1,,1 af Éasc de Ser ura a oea .e oasaado es a !na c udad cosmopolta er Tencs :e cLen a:as. \l-,estr: v aje co nc dLócor la Feria nler¡ac,ona 0el Libro en e centrc cultural f,/etrc.DaCe tes !na feria avocada, en parte. a a iieÍaturade Caribe,yestaban ahiAna L d a Vega, Pedro Juan Soto y Gonza o Rojas, entre otros), y con una retrospeci va de Basquiat en el t4otvtA en a ca ie - 25 A.1que rJestro .n:co 'Ieres era pasar unos dÍas iuntos y conocer la fer a del libro, el viaje resultó ser una mezcla de investigac¡ón, recreo, voyeurismo, luna de miel y ensueño. Nadamos en South Beach, observamos a los hedonistas patinar en Ocean Drive, charlamos con escritores y leimos libros. y conocimos a vendedores brasileños, argentinos y ecuatorianos en elcentro.

De las ciudades transfronterizas de Estados Unidos, entre las que incluiria a San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, Miamiesquizála más fest¡va, la menos seriade lascuatro. Es una ciudad de tramposos, conservadores y emigrantes amenazados. Es también la más latinoamericana de todas, porsu corrupción y lucha de clases, ypor último qu¡zá, la más contempoÉnea, poscolonial y cosmopolita porsu arquitectura, sus artistas, su pueblo y sus contradicc¡ones. No en balde nos enconfamos aJorge Ruizde Alarcón comprando y discutiendo con su esposa en Bays¡de Marketplace (un mercado en la bahía), y con Jorge Castaneda, pensativo ysolo en el aeropuerto, los dos extremos de lac¡udad; y en elcentro: alpueblo hondureño, guatemalteco, cubano, ch¡leno, nicaragüense, bras¡leñ0, sudando y ganándose la vida en las calles.

lV. San Francisco

A San Franc¡sco he ido tres veces, siempre acompañado de tres mujeres. La pr¡meraveztenía diecinueve años y llegué en un VWalemán con m¡madrey misdos hermanas. Entonces no me dejaron entrar con ellas almundialmente conocido barde lostravestís, y tuve que quedarme una noche solo en elhotel; pero porotro lado, conocílos museos, la ciudad, elcentro, los muelles yelbarrio ch¡no.

La segunda vez, diezaños más tarde, en un Corolla de una administradora de San Diego, con michicaysu hermana. Eran tresde las mujeres más hermosas que había conocido en m¡v¡da yal terminar el noviazgo, un año después, me quedó la impres¡ón indeleble-y un molesto sentimiento de culpa por no haberme casado con ella-, de que nunca conocería a nadie igual. Entonces nos quedamos a dormk en un hotel lujoso del centro de laciudad, en elúltimo piso, en el mesyelañoen que Noskadamus había pronosticado que la ciudad sería destruida

por un terremoto. Pero afortunadamente esto ocurió unos meses después, en septiembre del88. Estavezfuimos a conocer restaurantes exóticos y casi pr¡vados, y otros sensacionalistas y vistosos como el Hard Rock Cafe. También entré por primera vez en la librería City Lights y visitamos la isla de Alcatraz y los bosques de viejos robles, donde le saqué espectaculares fotos a mi chica, que en ese entonces vendía ropa y lucía como modelo profes¡onal.

La tercera vez, en 1994, viajé en avión con una amiga deTiuana que trabajaba en Derechos Humanoscon migrantes, niños y obreros. Fueron al aeropuerto por nosotros las dos mujeres quefaltaban: una arquitecta peruana y su mejoramiga. Estavez conocíotro San Francisco: Berkley, el barrio ¡ncendiado en las colinas de Oakland, San Pascualito, los puentes colgantes vistos desde abajo y algunos pueblos aledaños a la bahía. Nos recib¡ó unatomenta monumental que no nos dejó tranquilos sino hasta elúlt¡mo día, y porfin pude conocer las casa victorianas desde adentro, el barrio latinoamericano. yalgunas playas inhóspitasy parques de un verde profundo y nórdico.

California se ha ¡do dividiendo en dos, no por fallas geológicas sino por fallas de razonamiento: el norle es sumamente liberal (Washington y Oregon también)y et surmuy conservador. San Francisco es la capitaldé Ia liberalidad californiana. Una ciudad donde la mitad de la población es gay, los alcaldes son solterosy se van de juerga a los bares, y donde aparecen movimientos artísticos y sociales de clase mundial (los beatniks, el minimalismo, los hippies, el hipenealismo, etcétera) y donde, finalmente, los desertores, claudicadores y ref ugiados encuentran asilo permanente e inmunidad, pues San Francisco es, entfe otras cosas, una ciudad santuario.

Aún asÍ laciudad se las ingenia pa,E sery tener lo que olras ciudades no pueden ser ni tener: centro finencjero, oasis de dis¡dentes y arttstas, mun@jo

prominorias. sede de univers,dades contestatarias, urbe ordenada y caótica a la vez, feliz encuentro de chinos, gays, grlngos, gurús y poetas; o de ricos residsntes locales, viejos comerciantes especuladores o pobres ilegales trasterrados. Ytodosahora, conviviendo contentos y tomados de la mano. Es también la únicaciudad de EEUUdondela gente no obedece las señales detransito: como sitransgredirla ley más elemental de urbanidad primermundista fuese el germen, elinicio de la desobediencia que implica "ser de" San Francisco. Por últ¡mo, creo que lacuarlavez que v¡sité San Francisco lo h¡ce en un libro. L¡nda 67 de Fenando del Paso. ¡/le ¡mpresionó de la novelasu descripción precisa de las esquinas, calles y casas, pordentro y porluera. Además del esqueleto de la c¡udad hay una descripción detallada de lavida interiorde la ciudad:sus órganos, músculos y huesos. En este caso, a través de una agenc¡a de publicidad ysu relación con e mundo de la decoración de interiores. No escasual¡dad que los protagonistas del libro kabajen ahíy a la vez a nove a es:: interiormente tan bien decorada. se .a:a publicidad y se venda magnirica-e -:e como un anuncio dentro de ¿.:,= a como metaproducto A rrares:: : publrcidad y ia oeco'¿c '-- 2 a_':':1:'. r y vende su novela has:: 3::-.::'--: bien notodo el s sle-a':'. :s: : circu atoro (de ac-:a: -i --i:¿ :: veras CO-p 9::S -: :-: .'1 :: , : a-'=

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rercetc Y

la ciencia licciún mexicana en gmndes l¡gas

Después de una época de trabajar en la sombra y sin los reflectores de la fama, 1a ciencia ficción mexicana parece estar llegando a una nueva etapa de reconocimiento nunca antes üstos en profusión y calidad. Y es que a este género literario, ahora sÍ, le está dando resultado su arduo entrenamiento previo en las márgenes de la literatu¡a nacional.

A partir de 1997, 1as noticias de1 triunfo de sus autores en certámenes nacionales e internacionales ya se han \11e1to habituales. Gerardo Sifuentes ganó el premio de cuenio Philip K. Dick en E-pañ¡. \ (luier¡ rqlñ escrille obtrl\¡o un segundL) lugar, exaqlle0. en e1 ¡rremicr interlracional de nor,ela cort¿r UPC 1998. tanbién en España. Este misrlo certamen Io ganó al año sÍguiente, Alej¿rndro Mier, otro mexicano, 1o que habla

'rcatedrtitico ¿e la Facul¡(d d¿ Cieft¡Lls Hutnú1ds de h taBc-

de la fuerza y capacidad de 1a narrativa mexicana en este género.

Y esto no es todo. En 1999, la ciencia ficción obtuvó dos premios más, como son el Premio Nacional de Narrativa Colima por obra publicada (Espantapqj aros, de editorial I-ectórum), que otorga el INBA y la Universidad de Colima, y el primer lugar en el Cerlamen Nacional Alfonso Reyes (con sede en Monteñey), que fue para Ramón Lopez Castro y su ensayo sobre la historia de la ciencia ficción mexicana, con lo que López Castrr¡ se suma a Miguel Á'rgel Fernández y rrn serr.idor en la i ¡€stigación JrisL,-,rir o lil, r¡lia -ollte e'1, garnefo en ei país.

¿Ouó si.qnifica. pues, todo eslo? Nad¿r dcl otro mundo, per.o si algo cortundente para conocedores y neólitos: que lo\ escr¡lores me).ica nos de ciencia ficción ya estál.) ingresando en las ligas mayores, nacionales e

internacionales; que ya se hablan de tú a tú con los autores realistas, de la Iiteratura del crack o 1os posmodernos de 1a generación x y z. Son, pues, competidores serios, a ser tomados en cuenta. I-a época del desdén o el ninguneo ha quedado atrás no porque esle género literario haya cerrado la boca a sus detractores locáles, sino porque la creación se impone por sí misma y porque estos premios demuestran que la ciencia ficción, como colectividad y como creación indiridual, ya está al nivel de la ficción a secas qlre hov sc manillest¿r en la litcralura ir¡rcional. Y hablarrdo de coleciivi clacles y de reconociuiicntos. no hal'qr!e oh¡iclar obras r' proyectos que r.an alzanclo la esperanza. ¿tpuntalando el enlusiasmo: la nuev¿r antologÍa {VLsúln¿s periJéñcas) de cuentos representativos de la ciencia ficción mexicana, compilada

Gabriel Trujillo" Muñoz*

D6 lzqulerda a derecha: iE¡gel Norzagar¿y, víctor Beltrá[ Corona (rector de la uÁBc), Márco Artonio Rlve¡a y Alberto Chimal er la e¡treg. de la p¡aca por las cle¡ rep¡esentacloEes del El secreto de Gorco de éste último.

por Miguel Ángel Fernández, es una prueba capital de tal aseveración. Una editorial como Lumen Argentina la recibe, la valora y la dictamina positivamente, con lo que se advierte que ya podemos imponer nuestra marca a nivel Latinomérica.

Esta nueva preeminencia tiene dos ejes centrales: que la producción ciencialiccionera (lo mismo que la literatura de lÍmites extraños, 1lámese fantasía u horror) eslá democráticamente distribuida a 10 largo y ancho del paÍs, con núcleos de escritores qrre alientan voces disímiles, creaciones que, a la vez que son indiüdualistas, conforman un movimiento literario impetuoso, combativo y solidario.

Por otra parte, los foros se multiplican y la ciencia ficción ya no es üsta más como un bicho raro sino como parte integral de La cultu¡a nacional de ca¡a a los nuevos tiempos, frente al siglo )o«

que ya está aqui, con nosotros. Y decir foros es mencionar coloquios, encuentros, festivales, concursos, conferencias, talleres y lecturas. A esto debe sumarse la publicación de obras. Ahí están, a la vanguardia, editoriales ya establecidas como Vid, Times, Irctórum o Llaca, a la vez que otras ya están debutando como Lumen y Reca. I-os espacios editoriales se amplian porque el público lector crece y madtra. I-os autores tienen e1 reto de crecer en conjunto con sus editores, lectores y promoto¡es. El mejor eiemplo lo da Federico Schaffler y su aIrtologia Méxíco 2O0O. a publicarse en enero del 2000, como una in\itación abierta a la comunión de intereses. a Ia alentura libre e indepenciienre ;través de cuenl : -:.: -.-:: .-: 2000 palabras c:1:: -::.: a:: su pane. I..os ¡:-: -l-.:-.- --de la cieticÍi _i:¡::- -:,,-----:'.:: nld. 1999 :t :--::::- :.::

escribe. expone los origenes de la ciencia ficción nacional. su evolución y desarrollo a propios y extranos. E1 ninguneo ha terminado.

Mil novecientos noventa y nueve ha sido una fiesta en cuanto a publicaciones, pero, sobre todo, este ano ha sido lestigo de la consolidación de autores tanto de gran trayectoria como de jóvenes aprendices de mago. Hablo de José Luis Zárate, Gerardo Porcayo, Ricardo Guzmán Wolffer, Bemardo Fernández, Gerardo Sifuentes. José Luis Ramirez, Alberto Chimal, entre muchos otIos. A los libros de cuentos, de ensa¡ro o de novela. se han sumando. a últimas fechas, espacios radiofónicos y periodísticos conscientes de este fenómeno literario en marcha.

La ciencia ficción Ia puede echar sus primeras campanas al me1o. -{h¡:en el umbral del sia-' :' ,este ser literaric, i: ,. .su invisibilidad '. s: ::::: ta, con ob\ias ]l: incomodiia: : - -. almidc,nia: letr¿t: :-.: : - : --- .. -.

o¿i¿

a::: ::, ' : :.:-

l,as ahs aet tigie

Ca racol beach es el esce¡arlto donde encama Ia angustia en sus formas más sutiles y paradójicas. Una novela de impulsos criminales, tallada en maderas preciosas, donde el temof a la muerte no es mayor que el constante miedo a vivir Hay un tigre de Bengala con alas enormes rondando la vigilia de un soldado taanstomado pof los infiernos de la guerra. El tenor de soportar los días bajo el estruendo de la memoria Y ser devorado por un espectral felino hambriento, lo adentra sin remedio en los parajes de la locura. Nunca podrá imaginar que su aislamiento sólo es comparable a la profunda soledad eo que sobreviven los otros actores del entorno.

Miedo a amar. miedo a palpar el corazón ajeno, miedo a la libertad. miedo a las propias identidades. La novela propone un unive$o moIal y psicotógico atado con débiles alfileres, suspendido sobre arenas movedizas y susceptible de convertir a víctimas en asesinos y viceversa. "El miedo no es un sentimiento que deba avergonzar a nadie, se los dice un oficial que ha peleado en cinco guenas y si aún sigue livo es porque en todas se murió de miedo". confiesa uno de los protagonistas. Los personajes de esta .:iriiai de infortunios. narrada :..n ir¡rnidable et'icacia. son un ,-rtá[)So di! ersit'icado de ..it-,-.,r! in\ oluntarlos : _i:a:il:. ra -i r:i¡,]

tomar el día en sus mano§ y resolviendo con migajas de sensatez, Sobresalen en sus páginas una amplia capacidad discursiva y el ánimo de aventurar las formas literarias en la mortal cuerda del equilibrista. Seguro de sus propios r€cur§o§, el autor de /ryfom¿ conlra uí hismo. parece rcta¡ continuamente a su§ lectotes a poner en tela de juicio el Poder de encamación de un lenguaje vertiginoso y puntuat:

Tenla lo hombros etrcolvados, los brazos c¡ídos a lo largo del cuerpo y la puerta derecha adelantada medio paso ¿ ta izquierda. En esa postura se fue derritiendo al c¿lor de su Ford hasta .desaparecer de esta novela sin dejar rastro.

Caracol beach, que compartió el premio Alfaguara 1998 cot Maryarita, está linda la nar fuloicaragile¡w Sergio Ramírez, es la tercera novela de Eliseo Albefo, escritor cubano mdicado en nuestro paí!. Sus virtudes narBtivas ya hablan sido axpúesfas eÍ L.a etemidad por fin comienza un lunes, ro,tela de culto comentada con ertusiasmo enae clanes de lectores perspicaces.

Una vez miás, se trata de la fragilidad humana, contada cor aud¿cia en un laberinto de emociones, incertidumbres, deseos y recuerdos a veces punzantes. ¿De qué más puede hablar la liteÉtura, sino del ascenso y derrumbe de [o esencialmente humano?

Caracol Beach es rna getetosa alegoría de la vaga ftoatera

Fem¡ndo Vizc{rra S.

Eliseo Atberto. Caracol Beach. Alfaguara, México, 199E, 365 pp. Trilogfu de arcta ile Elizabeth Algrávez

Dice Girondo: "Un libro, y sobre todo un libro de po€mas deber justiñcarse por sí mismo, sin prólogos que le defiendan o lo expliquen". La po€sfa, es verdad, no puede explicarse, dada la inminencia conque se usa el lenguaje. Sólo es posible exponer el sentido de un poema, según la sensibilidad del lector, seguir algunas de las significaciones contenidas en la obra de un poeta, y que de ningún modo la agotan, pues cada lector establece¡á con ella una relación propia, descubrirá nuevos ecos en nuevas direccio¡es.

La poesía representa una de las tradiciones centrales de la cultum mexicana, y en el último tercio del siglo xx, ésta ha sido particularmente generosa por Ia variedad y profusiór de estilos y prácticas con que nuestm lírica ha ensanchado y afirmado sus posibilidades, recursos y tenitorios.

Dentro de este campo, una constelación singular representa la Poesía escrita por mujeres. Si bien esta lectura no plantea en modo alguno la identilicación o la invención de un género literario autónomo. su inve[sión puede ayudar al lector a conprender mejor las diversas llguras en qüe se encauza 1a rnuv rica pocsía r ,¡r¡enpLrrine3. iC.imo iüclui¡ . :. , - 1.:.ll:':L¡¡,1n

prácticas tan diveNas como las de Carmen Leñero, Miriam Moscona, Carmen Boullosa, Elsa Cross, Colal Bracho, por mencionar sólo algu[os de los nombres que se repiten en revistas y editoriales, y entre las cuales sin duda se t¿je, al menos en pafte, la continuidad y et cambio en la líricá mexicana de esúe prácticamente préterito firl de sigto?

En algunas de estas voces el pasado lite¡ario cristaliza y recapitula; en otras aflora un espíritu decídido de innovación.

La obra de Elizabeth Algrávez se sittla enae estas últimas figuras como un augu¡io singular que ensaya una reformulaciéfi de los pactos culturales, de los vocabularios, recursos y siotaxis que pautan el diálogo del hombre con la naturaleza.

La exptotación simétrica de este doble vínculo entre lo personal y lo natural distingue a este primer lib¡o: TrilogíL de ar¿¿a. Si hubiera que aislar en la poesía de Elizabeth Algrávez una palabra engendÉdora y matriz, ésta sería "desierto", territorio en que se da la hansfiguración reordenadora de la voz en el espacio. Desierto que se hace mar, aire, cuerpo de mujer, geografía en la que se esculpen nuevos paisajes, murmullos de mareas secretas, tig¡e felino y manso gato, destino y penitencia, que aluda a expiar nuestras culpas y refugio para aloja¡ nuestras penas. Territorio adelgazado de la conciencia que se filtra entre las grietas de una geogmfía incendiada, devorada por la sed y el deseo.

La seüsualidad de Elizabeth Algtá'{ez er TrilogícL de arena trasciende Ia determinación del

empirismo y la subjetividad para reafirmarse en un teÍeno: el de la palabra poética. Libro en el que deja conslanaia de un \ iaje -iingular al cenlro de sí miima. Ahi donde el alma y el lIlunalo celebran sus nupcias, en donde no parecen existir lionter¿s, ni siquiera entre los estados químicos, ni la Posibilidad de una descripción del mundo que no sea al mismo tiempo autorretrato del alma. La obra de Elizabeth propone un vínculo entre Io erótico y la naturaleza: la relación delhombre con Ia mujer significa un desat'ío al tiempo, porque es la única posibilidad de acceder aunque sea por un momento a la plenitud del ser. La mujer, su cuerpo, su desnudo. es el sitio donde todo naufrag¡ y muercl pero tanlbién es el sitio donde antes de morir la soledad desaparece y nace el entendimiento del hombre, ya que sin la presencia del otro la vida no tiene sentido. "Un desierto sin reptil no tiene vida". dice el1 uno de sus poemas. "Estados de separación y reunión con lo otro -a1ice Pa7. Son tembién estados de soledad y comunión con nosotrcs mismos. todos estanlos solos porque todos somo dos. El extrairo, el otro es nuesÍo doble, una y otra vez insta¡¡os asirlo, una y otra vez se nos escapa" (El arct¡ t l¿t lira). AI estado de plenitud Ie sigue un estado de vacío, ya que;

el desierto ¿rde con ia espera, sio su amante es como lmarea seca un antíguo ir y venir de olas !o confirman.

Pasiones. iifectos, anécdotas. han quedado en la

orilla. La creación de Elizabeth Algrávez, la restitución que enfrafia su ardiente quehacer poético, pasa desde luego por un deshacer y remontar las cadenas que arman lacárcel del lenguaje y de la pobre experiencia convencional que ata, matan al ser. Es u¡a gesta lbrmulada en poemas que no crecen como árboles con un centro a paftir del cual lanzarán su fronda de versos. sino que más bien se propagan como pequeñas especies desérticas, ricas en imágenes. Asislimos, por ello, a la creación de un lenguaje donde el mejor adjetivo es otro sustartivo y el adverbio otro verbo. De ahí que este lenguaje progrese por cadencias y que reconoce en la disonancia el gemen de nuevas simetrías. l.enguaje que a través de juegos de palabras. aliteraciones, paralelismos mofblógicos y encabalgamientos. f unciona como surtidor de maravillas fonéticas y semánticas. Una poesía donde el dibuio se fractur¿ e¡ benelicio de la lextura de la materia. palabla de los oios abieÍos al ,uundo, que constata la eficaz creación de una músic¡ mental.

Este primer libro de poerl'tas, Trí lo g ía¡ da d re na. re\ ela la fasci¡ación de la poeta por Ia flcxibilidad y las posibiljdades del le¡¡guaje, poesía construida co¡ un repefiorio de metáfblas ii)rmadas con elementos sencillos de nuestra realidad, combi¡adas para interpretar su percepción I la consi¡iuiente realidad intema. pero lambién para exPresar el mundo.

Esperamos que en esta simiente así io creo )o esté contenido polencialmente el nacimiento de un enorme :trbol en elque podamos asislir al

amparo de su sombra los Iecto¡es de Elizabeth Algrávez.Y

Pedro Manríquez C.

Elizabeth Algrávez, 'l tilosía de arcfla, El Cocodrilo. México, 1999 pp. ln tiet'¡a destinada

La poesía de Eduardo Arellano es meditativa. con itmos la¡gos y graves. AquÍ uno puede rcspirar, ñn¡ltuente. Su obra crca un sentido de profundidad casi física, pero por ciefto espi¡itual, en l¿r cual despa¡ece la manía de ia vida cotidirñá conro una distracci¿» impertinente- En srr lugar. abajo, adent¡o de sus detailes superfi ci¿1les. nos e¡contramo-q en un otro mundo. c¡ue es el mundo de los sueños desvelados. Es el olro iado. donde una rosa es una rosa y a1 mismo tiempo una alucinació¡ chocan¡e. En ese mundo de Arellano regresa la \ ieia función de 1a nr¿ginación. y los dioses pasmosos \ apasionan!es apareceD de nue\ o Pero trlrlifoflnados en un paisa-te. un i¿rrdfu. un em¡ln1e.Y

Harr¡' Polkinhorm

LA TIERRA DESTlNADA

Tragic ornedia mer¡cana III (Yicisitudes de un lector)

El ser mexicano, este individuo conformado po¡ orígenes míticos e indígenas; infl uenciado, asistido, atluido y obligado por visiones cosmogónicas de Íascendencia ante la muerte: vilipendiado, insuflado y sacudido por conquistas violentas que ¡ada rienen de celebratorias: torneado por rebeliones independentistas; sacudido por rcvoluciones dizzque inconclusas: ilusionado ingenuamente coÍ comucoPias de la abundancia o auges expropiatorios y al¡todesarrollistas; engañado y formado en la creencia por la nue¡;a aurofit de la posmodernidad neoliberal. y de vuelta. una vez más, al sacLldimiento y cimbra de espíritu por el .iesengaño de la jodidez y alumbraniento de la rehelión. olr¡ vez. Y el resquebraján1iellto estridente dei ilusionismo primel-mundista. Este sel, digo. tú y ellx. ustedes y ellos, él y yo. todos y cada uno dc nosotros somos protago[istas v culpables de nuestra historia. Claro. algunos más culpables que ot¡os, pero todos aportando nuestra chispa a la patente de esta tragicómica pat¡ia, que mís que u¡ país, paaecer'ía una b.oma pesada.

Eduardo ñelldro Elías. 111 ti?ffd destimla. Libros de la mancuspi¡Zaca¡ecas. 1999 pp.

Lo anterior es sólo u¡a reflexión que me queda después de la lectura exhaustiva de los tres tomos de Tragicometl ia mexic ana, de José Agustín. Son, podrÍamos decir. las consecuencias de quien se atascó cor un agasaio de datos. curiosidades, anécdotas. citias, frases, momentos histólicos y oÍos etcétera, y cuyo resultado es.

al mismo tiempo. un profundo e¡cabronamiento rodeado dc Unas soladastinlanescas.

Pero esto no es cesu¿ll ni gratuito. José Agustín sabe muv bicn la condici(in explosiva del chiste en medio dcl vclorio dc cualquier veclnoI-a f anlirronada i ¡lportamach-ista cor-onando la quiebra económica. El bail()ngo hasla Ja rnadrugada sin sabcr ctinro o cluié¡ pagará l¡ nrúsica. La trilogía de este recuento histirrico de José Agustín no cs lan sirrplisti.. conro mi ap.esurada visión. pero sí contiele esa atnlósfer¿ a lo lerso del rccuento.

Pero rro sólo eso. e\te ti¡bajo es la meur-ión desgrnrdcrra de los malcs dc sicmprc. l.l queiil retLnrb¡nLe de l¿s lniserias hrrmanrs. la brr'vedad. clolorcs i, l¿ltig¿ de i¡ e\js¡elicia; lir u ¡lrganci¿ Lrrut¿l de Ios rrrilita.es. la codiclosa nslucia r cinis¡ro r[: los mercaderes \r políliros. que en estc faís se dan cn Llne sola pcrsona. la Jrre\'¡ric¡ciar¡ de los jL¡eces. l¡ irüpunid¡d homicida de [os eobcmantes.

Más aún. lo misno que nos sücede como individoos nos snccde como faís. Me \or'pre¡dió sobremanera -por eienlpio que en el relato al tlnal dc cada sexenio histórico riene una especie de aecuento de los logros y aciertos de la ¡dministración en ¡urno, y son increíbles las similitudes del lenguaje con que se narra: por eiemplo. 'sc logr(-) lanto en el ahati mie¡to del d¿sempleol subió el rLrbro del producto interno bruto: fudimos bajar los índices de Ia deuda exlenL!l en maleria de seguridad logramos abatir cl xúl. del crimen". Y hrego. cuando inici¿l lx nLreva administración: "lucharemos por conseguir más empleosi subirer¡os el

produi{o intemo bruto que cstá tan abajo; y tendremos qrle pedir miles de miilones ¿rl fbndo úonetario pam lograrlo _. etcétera. Lo anterior mLle\e a L¡n el1cabtonrmiento que da risa o a una hilaridad que encabrona. Pol eso digo qttc.losé Agustírl nos trae de algun¡ manera una nu¡:!a l¡mra de recontar la historia. Esa historix inmedi¡la que c¡tre más in¡recliata nás se 11o\ ol,iiLl',t. Tt a g ¡c ot ¡ c Ll ia

n¡¿:¡ir'¿¡¡¿¿ es u¡a muy bucn¡ ¿lpoltrcia» no vo] ¿ decir que a Ios analcs dc Ia histu-ia. PoIqüe se o),e mLrl fuo a ull )r brsta muy generaliz¿do en este peís. Dc pcrdida un )a b¡slii ¡ lragarse las rnerr¡ir-as gLlbcrn¿lmenr.ales corro solían tr'¡gírsel¿s nuesrroi ladics. E§ una buena inLenlona por htceL un seri() rc-cucnto dc lo Llue sillnitica csre p¿ís )'de l. que sigriiica scl nrcriceno. Cr-eo c¡Lre el dia que sepanos rcalnlentc qIiénes sonros. ese clia poclrirn cambial las cosas qlrc dc pl¿no no no! gustan. Por l0 pronto- conlo lector-. .losé Agustfu nle provocó Lrna complicidacl sin solicilá1¡nel¿1. sin haccrmc proseliti\nlo corno r¡uchos políticos,,v sin proponcrnrc soluciones falsas o lnesiá1icas.

Simplernente me mostró u¡ ,1rrmrr) ma)\'il de 1¡ hisloriá.lel pode¡ de los últimos años y eso me hizo reflexiona(. Creo quc la nrcjor-apurtación que puede haccr uo mcxic¡no ¿r otro es la inlitaciLin )' la pLovocacitin a pensar sobre eslos asunt(ls. Quiz¿is pudiésenlos terminar con csta cit¡ de Sav¿1te¡ qLle Vjeue al caso: Nuestra n¡lutaleza r¡cion¿tl Y llllcstr-o innato sentido de lajuslicia se rebelarl confla las bluta]idadcs dcl pasado. cuyas huellas en el pfesenle son aún de¡nasiado

visibles. No hay ¡Dotivos de optinismo. desde Iuego, porque éste supondría un¿l falta de honradez ante la cateNa de esp¿¡tos que co¡stituye la historia humirn¿ hasr¿ l¿ lecha. esa t¡agediaque se repitc coD distinbs plolago¡istas e¡ t(]das las partes del mundo: pero tampoco es tlecente ni cligna la reslgneción. porque el estlerTo de tanto\ horrbrcs ho ados que !e opusieaon ¡ Lrs tiranos, el de lanlos s¡bios que combilticr-on la ignorencia

v,, L "i

y la superstición, el de algunos gobemantes qLle posibilitaron époc¡s de relativo bieneslar cn¡e lr¡s r¡rrr:ho\ más fiecuentes episodios Llc h¡rbarie- t()do ello de¡luestra que es posible intcr-venir' Positivaüente en el clccurso rciaso del destido, par¡ sancarlo gradLralmcnte de sus peorcs tcndencias-.

Tonrás Di Rclla Jo\i AsLrsríLr. 'l úgit t)m¿ditl ¡)¡t):¡.ú]rd IIl. hdiro¡ i¡l Plxr¡eltr lt)9S.

Homenajea
En nuestra próxima e$ció.tl

Palricio Bay¿rdo Gómez. De tie d noja¿n al riento norÍe M¿morias. Secret¿ría de Cultura./Gobierno de Jalisco. Hojas literarias, Serie Memoria 1. México. I999,. 70 pp.

Si todo relaúo autobiográfico es, ademrás, un balance valorativo del itinerario personal, el libro de Patricio Bayardo Gómez cumple con cteces el plopósito §p volver la mirada al pasado para recobrar así las líneas principales que aludan a comprender los sueñoi y las aspiraciones de toda una época y de una generación en particular' La llamada generación de la califomidad y sus circunstancias.

Fr¡ncisco José AnlPerá¡. (:ó ta st¡né la queúú Yorenito. Paso del NL¡r¡e, lvféxico. l9r)9. 85 pp.

Autor cle varias colecciones de cuentos y de diversas novelas, el escritor coahuilense José Francisco Amparán obtuvo, en 1997. el preri'rio del concurso de novela coft¿r convocadapor laeditorial Yoremito' el Centio Cu ltur-al Tijuana¡r el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Cómo Rcmé la guerra es una novela cofia cuYos protagortistas vietletl ¡ recordamos que en el amor como en la guema, todo se vale.

Ensenada. Nuevas apartacíones para su historia Uflivorsidad ABtónoma de Baja California, Mexicali, 8.C., 1999, 7t0 PP-

Esta obra continúa el trabajo iniciando con ia publicación del libro lfrlrii I ¡:ir¡' ',.: ' '; cle Ensenada (1982). En ella se reúne un importante grupo de historiado¡e ' i: te::sados en recobrar el pasado histórico de la primera ciudad de Baja Ca1ifln: " L:' obra que contribuye a ampliar nuestro conocimiento acerca de la que Iu erJ - : - - :' ra capital del Distrito Norte de la península de Baja Califomia. i -: \1._ i ::

¿i,,uttona,ioa, .L' 'Tecnulogrco de E.rudio. Sr¡.- :.

En su mrás reciente libro, José Manuel Valenzuela A¡oe de prqrso rerisa hrcnismos mediante los cuales se fue conformando el discr¡¡so s&e fa eih mti:ana, así como los rasgos de las propuestas actualeq e¡frtiza¡do hs aryecm ekionados con la palticipación indígena y femenina ga s es+irrr¡lz¡* egdo, tftlera'"1* Arce concluye que Io que hoy está enjuego es la pérdida de la credibilidad en un discurso nacional autorreferido, blanco-mestizo, an&océntico y exch¡teme'

INFORMACIÓN SOBRE

f 0m0

Larevista Yubal,deláreadehumanidades,esunapublicacióntrimestral delaUniversidád

Autónoma de Baja California, destinada a establecer un puente de comunicación entre la comunidad artíst¡ca y cultural de la universidad y el público en general. Los trabajos de filosofia, historia, antropología, arte y cultura s0n abordados desde una perspectiva critita y propositiva,

cuando el artíaulo verse sobre resultados obt€nidos de una revisión b oli.,rg afca. 5e ,ecorienoo -0 c lar en et [e¡10 'ds 'elereruas. sa vo e(asos e5"iclare^I. -e.esa o,. yd qLre e>o e- io'oece ld ielr ro y (¿n)¿ d leLlOJ.

6.En caso de anotar la referencia dél articu,o, ésta deberá indiürse con un superíndice, mrmeradoenorden creciente aonfor8e se citen en eltexto, 7.La b;bl ograf.a oebe.a ( ta.se de ta s'guienre manera:

GARCh Diego, lavier, fsleáá¿ Cantú y h revoluc¡an consttuaónalista en el Dbtr/to Norte de la Eaid kliornia, mecanograiado inédito, pp. 6, r0. 1'.15.

BENITEZ, Fernando, Ellibro de bs desastres. México, Era, 1988, p, l40BE\0 lr^ena. iose A. ios n;ños jornaleros agrcolas: tLn futuro inc.ieúo" Sen;llee de .de¿s, n rm. 3. junio-agoslo. 1993.

de E-. ¿. e-revs'a@:-'o,e,.uabr nnx

5i L ene ¿'g-n" o ,0" o sugereniia. oo'{avor haga.r^< a saoer ocr íar, ro,'eo. te efo o o oerso'¿ -e're

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Los amigos y colegas de Daüd Piñeta Ramírez, le rinden un reconocimiento a1 importante trabajo que como historiadot ha llevado a cabo. Miguel LeónPortilla, Artuto Azuela, Ávato Matute, José María Muriá, Paul Ganstet, María Lüsa Rodtíguez-Sala, Alfonso Rangel Guerta, Celso Garza Guaiatdo, Elizabeth Fonseca Canera, Antonio Meza Esttada, Gabdel Trujillo Muñoz, Jesús Ottíz

Figueroa, rGgel aMoyano,MaÁa Eugenia Bonifaz de Novelo, Lawrence Taylor, Antonio Padilla Corona, Miguel Gárate Velarde y Aidé Grijalva colabotan pata delinear las difetentes facetás de Ia ftuctífera labor académica del maestro David Piñera Ramítez.

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