Moda Ilustración
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WEMAG
número 19
we are in the woods EDITA Revista WE Depósito legal: S-633-2008 DIRECTOR CREATIVO Fernando Luis Gómez fernandoluis81@gmail.com CORRECCIÓN DE ESTILO Lucía Jiménez Iglesias luziawe@gmail.com COLABORAN EN WE número 19 María Cuadrado, Mariana Luis, Inés Carrasco Scherer, Daria Fedotova, Lucía Jiménez, Fernando Luis, Larraitz Bikandi, Cristina López, Naked Lunch (María Pandiello), Maeve Doyle, Nuria Rincón y Beatriz G. Albuerne. Portada: Fee Regga, fotografía de Fernando Luis Contacta con WE: revistawe@gmail.com www.issuu.com/revistawe www.facebook.com/revistawe www.revistawe.tumblr.com We no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores, ni de las opiniones que de ellas deriven.
Editorial “Hay momentos para recitar poesías y hay momentos para boxear” Los detectives salvajes, Roberto Bolaño
Ilustraci贸n Mar铆a Cuadrado
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RYE
Entrevista: Mariana Luis Más o menos hace diez años se graduaba del Fashion Institute of Technology en Nueva York mi amiga Rebeca Mendoza, de orígenes mexicanos, nacida en Estados Unidos. Rebeca nos cuenta cómo llegó a fundar su marca de bolsos y pequeños artículos de piel, RYE, de la mano de su compañero Ryan Clements. Además, la diseñadora nos explica cómo teniendo una trayectoria académica, y después de haber trabajado para diferentes diseñadores, como J. Mendel, Bibhu Mohapatra o el diseñador de ropa de hombre John Varvatos, entre otros, se fue haciendo camino para darse cuenta de que las pieles exóticas y los bolsos eran lo suyo. Hoy en día, desde su propio taller situado en el garment district de Manhattan, crea las piezas que conforman sus colecciones y colaboraciones, y desde el mismo nos responde muy amablemente a estas preguntas para We… Cuéntanos Rebe, tu background académico es diseño de moda especializado en mujer, ¿no? Sí. ¿Cómo fue la transición a accesorios? Por mucho tiempo quise cambiarme a diseño de moda para hombre, pero nadie me contrataba porque no tenía ese background. Un día se me presentó la oportunidad de hacer accesorios para hombre para una marca inglesa, y así empecé hace como cuatro años. ¿Cuándo te diste cuenta de que ésa era la mejor dirección? Los accesorios siempre me han llamado mucho la atención porque siento que su relevancia y longevidad es mayor. La gente desarrolla una relación más duradera con sus carteras, sus bolsos, su joyería, sus zapatos… ¡Eso me encanta! También me atraen mucho los objetos, la funcionalidad y su construcción. Mi mente funciona más en objetos que en ropa. ¿Cuéntanos cómo nace RYE? El año pasado compré una piel que me encantó y pensé en hacer una bolsa para mí. Claro, que pasaron meses, y finalmente un día se me ocurrió hacer una bolsa de cadena que se hiciera back pack (la bolsa ORA). Le conté a Ryan y en una tarde sacamos el prototipo. De ahí, varios amigos me empezaron a preguntar que por qué no hacíamos más y las vendíamos. Empecé a buscar cadenas, zippers, pieles... Una cosa llevó a la otra e hicimos otro prototipo (la bolsa MAGA), y de ahí pensamos en ponerle un nombre a la marca, hacer un website, etc… Y en diciembre de 2013 lanzamos RYE.
Háblanos del proceso de RYE. ¿Cómo comienzas una nueva colección? Primero pienso en qué materiales quiero usar. Generalmente, encuentro algo que me inspira en cuanto a estado de ánimo, colores y como un sentimiento que quiero transmitir. De ahí, lo platico con Ryan y decidimos qué siluetas queremos transformar y seguir utilizando, qué formas nuevas queremos crear, y empiezo a hacer bocetos. Después, escogemos qué estilo queremos hacer y Ryan hace prototipos. Primero en papel y luego en piel… A partir de ahí es un proceso de edición y de jugar con proporciones. Todo es elaborado casi artesanalmente, ¿no? ¿Se hace todo a mano? ¡Sí, todo! Además, trabajas con materiales únicos, como son pieles de todos los tipos, hasta mink. ¿Cómo de fácil o difícil es lidiar con proveedores para conseguir tus materias primas? No es difícil, lo complicado es encontrar los colores adecuados, casi ninguna peletería tiene colores fuera de lo normal (café, negro, miel) y casi siempre tenemos que mandar a teñir las pieles. Me encantan todas y cada una de las piezas de tu colección, pero como mexicana me llamó la atención tu mini colección para Shop Latitude, inspirada en textiles de Chiapas (México). ¿Nos quieres contar un poco más sobre está colección? Desde siempre hemos querido ediciones limitadas, artesanales, y promover ese aspecto de una manera integral… Yo vivo enamorada de México, y las texturas en general me llaman mucho la atención. Cada vez que viajo (a donde sea) siempre compro textiles. Se presentó la oportunidad de hacer algo para Shop Latitude y ya sabía que quería empezar con estos textiles que se usan mucho en Chiapas, y en México en general. Queríamos diseñar algo con esencia de México y de RYE. ¿Y dónde nacen estas piezas? ¿Tienes tu propio taller? Sí, todos los prototipos y muestras los hacemos en nuestro taller. ¿Cómo es tu taller? Es un desastre, jajaja… Es una oficina de diseño, y aunque tratamos de ser ordenados, está llena de pieles, hilos, plumas, rotuladores y cajas etiquetadas por todos lados. Tenemos una sección de patronaje y otra de costura donde también tenemos nuestros ordenadores, prototipos, etc. Tienes ya bien trazada una carrera en el mundo de la moda en Nueva York. Conocerás gente, buyers, boutiques, etc., ¿no? Un poco, eso ha sido un reto porque el “mal del diseñador” es que todos sus amigos son artistas y
diseñadores, así que hemos empezado a cultivar esas relaciones y muchos amigos nos han puesto en contacto con gente que conocen, etc. ¿Qué tal ha sido la aceptación de RYE por la gente de la industria? ¿Cómo de importante es crear relaciones con los buyers? Las relaciones con buyers, con nuestros clientes y con gente como stylists, editores y PR son las más importantes. Ellos son los que tienen las plataformas para impulsar un producto. Principalmente RYE se vende online, ¿no? ¿Cómo de importante y de fácil o difícil es lidiar hoy en día con este mundo en el que parece que si no te conocen online no existes? Sí, si no existes online no existes, y las boutiques online establecidas ayudan mucho a darle credibilidad a tu marca. La verdad, es bastante fácil, vendemos online en nuestra página y también en otra tienda, y aunque estamos buscando buyers en tiendas online más fuertes, también nos estamos enfocando a entrar en tiendas físicas porque es muy importante que la gente pueda tocar y probarse las bolsas, sobre todo porque somos una compañía muy nueva aún. ¿Y cómo llevas el hecho de que tienes que diseñar, lidiar con producción y venta, y además, hacerte cargo del social media? ¿Eres una súper buena multi-task girl o tienes alguien que te ayude en tu día a día? Pfffff... es bastante intenso. Tenemos una agencia que nos ayuda con PR desde hace como dos meses, pero sí es bastante duro. A veces quisiera más tiempo para diseñar y tener más estructura con todo lo que lleva tener una compañía, pero por ahora, lo tenemos que hacer todo nosotros. Al final del día es bastante cansado, pero también es bastante divertido. Muchas gracias Rebe!!!! No te pierdas las campañas y nuevas colecciones de RYE. Sigue sus novedades en: www.ryebags.com www.instagram.com/ryebags_ www.ryebags.tumblr.com @eyeofRYE
YOUNG MONEY Texto: Inés Carrasco Scherer Foto: Fernando Luis
El valor de las vidas jóvenes sufre una dualidad. Por un lado, todas las campañas publicitarias, los programas televisivos y las revistas nos harían rápidamente creer que sí, adoramos a la “divina juventud”. Sin embargo, ¿cuánto valoramos a los jóvenes, si constantemente estamos debilitando a nuestra juventud? Alienándola, reprimiéndola, abandonándola, empobreciéndola y criticándola por su violencia, por su frivolidad, por su inmadurez. En términos económicos, nosotros los jóvenes somos minas de oro para todo tipo de compañías (pensemos en Facebook, pensemos en Apple, pensemos en cualquier producto millonario). En términos legales y de representación política, ¿qué valor tienen las vidas jóvenes? Me hago esta pregunta después de ver el teatro mórbido que se desenvuelve en México con Ayotzinapa, y después de ver a los padres del joven Michael Brown apelar a las Naciones Unidas por el asesinato de su hijo el pasado nueve de agosto. Las vidas de los jóvenes han significado poco en la historia. Siempre hemos sido los primeros en morir en batallas organizadas por hombres de la edad de nuestros padres o abuelos, y también los primeros en ser acribillados en protestas por dichas guerras. Finalmente, quizás el valor de nuestras vidas solamente parece ser muy alto cuando se trata de nuestras capacidades de producción y de consumo. En una clase de historia hace no muchos años, uno de mis maestros nos presentó la siguiente idea: los jóvenes son la única minoría que pierde su estatus de minoría y, por ende, todas las desventajas que ésta conlleva. Las mujeres nunca dejan de ser mujeres, la gente negra no deja de ser negra, los gays no dejan de ser gays, pero los jóvenes dejan de ser jóvenes. Por ende, a través de los cientos de años que hemos reconocido los derechos y las aspiraciones de este grupo, los problemas han sido los mismos. Cada generación de jóvenes pide lo mismo que la última. El movimiento mundial del 68 pedía, ¿qué? Libertad de expresión, derechos estudiantiles, igualdad y
respeto a sus vidas. Los artículos apasionados y los tweets enardecidos hoy piden, ¿qué? Libertad de expresión, derechos estudiantiles, trato igual ante la ley y el gobierno y, más que nada vivir, pedimos vivir. Es fácil caer en la trampa de pensar que los jóvenes tenemos un valor infinito, que somos el “target audience” y que todos quieren asociarse con nosotros, o más bien, que nosotros nos asociemos con ellos. Pero este valor es un valor superfluo que distrae de una realidad más sombría. La vida de los jóvenes aún no tiene el peso por el cual nos dijeron que lucharon nuestros padres y abuelos. Generación tras generación, le hemos seguido fallando a la juventud. Claro que hemos avanzado, y no quiero por un minuto perder de vista la gran lucha de derechos humanos, pero tampoco quiero que dejemos de pensar quiénes han desatado siempre todas las revoluciones. Nosotros. Es revolucionario tener este espacio de expresión y es revolucionario poder compartirlo, es revolucionario el nivel de interés que estamos teniendo por la vida de otros jóvenes como nosotros alrededor del mundo y es revolucionario lo que podemos hacer con nuestras redes sociales. Los movimientos mundiales que han desatado ambas injusticias (no tragedias, porque las tragedias son inevitables, y ninguno de estos actos lo fue) pueden ser vistos más claramente en las redes sociales – Tumblr, Twitter, Facebook, Instagram. El apoyo mundial de otros jóvenes, y el desesperado deseo de levantar los perfiles de jóvenes de escasos recursos y que quizás hace algunos años hubieran muerto en silencio es admirable y alentador. Sin duda, lo más revolucionario sería seguir oyendo a los jóvenes y seguir demandado justicia en sus vidas y en sus muertes. Puede que nuestras vidas valgan poco para muchos en posiciones más poderosas y con más recursos, pero es un importantísimo paso empezar a valorarnos entre nosotros. Es revolucionario querernos cuidar, y ya veremos si seremos la primera generación que sigue cuidando a sus jóvenes mucho después de haberlo sido.
Lisa Palper www.facebook.com/lisapalper
Fee Reega Entrevista: Lucía Jiménez Fotos: Fernando Luis
Fee Reega es una artista auténtica. Una alemana afincada en Asturias que desde 2009 ha publicado cinco EPs y dos álbumes (el último, La Raptora, vio la luz hace unos seis meses). Folk freudiano, como ella misma bautiza su estilo, canciones impregnadas de poesía y surrealismo. Sus conciertos son acontecimientos únicos en los que despliega todo su talento y su humor inconfundible. Así, con su trabajo constante y su buen hacer, Fee se está abriendo paso en la escena musical nacional. En We tenemos la suerte de conocerla personalmente y, como nosotros también somos refugiados en Asturias, hemos podido estar con ella y que respondiera a nuestras preguntas.
Fee, además de la música, sabemos que también has tenido contacto con otras disciplinas artísticas... Sí, yo estudié Literatura pero siempre me ha interesado mucho el arte en general. Me he acercado a la fotografía, al arte visual, a la ilustración y a la pintura. De hecho, ahora estoy trabajando en un proyecto con otra artista y algunos cuadros míos se expondrán pronto en Alemania. ¿Y cuál fue el motivo que te hizo elegir la música como tu modo de expresión por encima de las demás disciplinas artísticas? La música es más inmediata, la expresión es más directa y es más fácil de llevar. Con tu guitarra puedes ir a todas partes, haces conciertos, ves al público y notas su respuesta. En la música hay emoción, muchas veces la gente se abre a ti por lo que tú les has cantado. Seguro que esta pregunta es la que más te hacen, pero no puedo evitarlo: ¿cómo se siente una alemana en Asturias? Asturias me parece increíble. Llegué hace casi 3 años y me sorprende lo bien que está el ambiente artístico y cultural aquí. Siempre salen cosas de música y proyectos artísticos. Después de vivir en Berlín y en Madrid, al llegar aquí tenía un poco de miedo, pero no he parado de conocer gente, de hacer colaboraciones, conciertos, exposiciones... hay mucho empujón. La primera vez que te vi tocar, en La Caja Negra
de Oviedo, llevabas puestas unas madreñas y me pareció algo precioso. ¿Por qué ya no las utilizas en tus conciertos? Todavía las tengo. Las usaba mucho cuando vivía en el pueblo, pero las dejé un poco cuando ya tenía un curro y me fui a vivir a la ciudad. Además, como ahora ya no tengo tanto acento alemán, ya no es tan raro verme con ellas y parezco más un loco (risas). Pero tienes razón, tengo que volver a usarlas. ¿Qué aporta el castellano como idioma, con su sonoridad, expresiones, matices, etc. a tu música? Desde el principio me resultó fácil escribir en castellano. Cuando llegué hablaba mal, pero desde la primera semana compuse en español con las 5 palabras que sabía. Con tantas vocales es más fácil para mí rimar (no como en alemán) y también me gustaron muchas expresiones que provocaron que escribiera canciones sobre ellas. Creo que lo mejor es que aún tengo una mirada de fuera, fresca. Todavía leo el periódico y me encuentro con frases que me parecen poéticas. Aunque ahora ya me siento cómoda hablando castellano, aún me pasa eso y creo que no va a cambiar. Es un poco como surrealismo y, sobre todo, es experimentar. Muchas de tus canciones hablan de personas, lugares, historias, etc. ¿Qué tiene que tener una persona, un lugar o una historia para convertirse en una canción de Fee Reega? Mmm... Buena pregunta. Tiene que ser alguien o algo curioso, pero también cotidiano. Que no haga el esfuerzo por ser curioso. Es siempre ese mismo principio: sitios o personas auténticos a los que les pasan muchas cosas pero no se dan cuenta. A partir de ahí, yo me monto la historia, pero basada en cosas extraordinarias que lo son sin saberlo. Muchas veces me pasa que acabo hablando siempre con los viejos y los troners, porque ellos son los que más cosas tienen que contar. Esas personas tienen las mejores historias y suelen ser también las mejores personas. ¿De dónde viene ese aire soviético que recorre toda tu obra? Me empezó a fascinar la Unión Soviética cuando me mudé a Berlín del Este. Empecé a oír muchas historias, a hacer fotos, a leer... Y me gustaba mucho, así que intenté
averiguar más cosas sobre eso. Más que la política, me interesaban cuestiones culturales, artísticas, estéticas... Cuando llegué a España y empezó la crisis, yo empecé a interesarme también por esa parte política de la Unión Soviética, estudié literatura rusa y también estudio ruso. De hecho, me gustaría hacer un disco en ruso.
siempre están conmigo. Es totalmente otra cosa, ahora tengo que ser consciente de que están y tengo que cumplir el ensayo. A mí me viene bien para aprender cómo funciona mejor la estructura de cada canción. Además, da mucho empujón en el directo, me hace salir de mí misma y gritar, que también siempre quise hacerlo.
Entiendes la música como una manera de provocar, de causar emociones. ¿Cómo se materializa esto en tu último disco, La Raptora?
¿Has estado en Kamchatka?
Es el disco que más lo hace, aunque no lo intenté. Ya la primera canción, El Bebedor, causa muchas emociones en la gente que tuvo experiencias así. Muchos se identifican con las canciones. La Raptora, que habla sobre una mujer que mataba niños, tiene un recibimiento muy diferente en función del contexto. En este disco hay canciones que ofenden a cierto público y en los conciertos algunos se van porque les molesta. Por ejemplo, en un concierto que hicimos hace poco en Austria, había gente encantada con la música, pero también hubo un sector del público que se escandalizó mucho. Por eso, me gusta tocar todas las canciones en público antes de grabarlas; si causan emociones, es que están bien para el disco. La Raptora se produjo en parte con el apoyo de una campaña de crowfunding, ¿cómo ha funcionado? Funcionó muy bien y tuve contacto con mucha gente desconocida, no sólo lo apoyaron los amigos y la familia. Creo que con estas cosas hay que ser muy responsable y cumplir con la gente que te apoya, y no olvidarte cuando ya has sacado adelante tu proyecto. Yo les envié vinilos, cuadros, di conciertos en casas de desconocidos... Muchos me dieron su crítica y estaban súper felices. Este disco es el primero que grabas en estudio y por primera vez tocas con una banda, ¿cómo te sientes tocando con otros músicos? Me gusta mucho, siempre lo quise pero nunca pude tener una banda fija y ahora por fin hay dos músicos que
No, creo que hace poco cuando fuimos a Japón sobrevolamos Kamchatka, pero el año que viene sí que me gustaría ir a Rusia. Llevas tiempo trabajando, componiendo, dando conciertos, viajando, grabando... ¿Se puede vivir de la música? Sí, es posible. Sé que muchos músicos no pueden hacerlo, pero existe una manera de hacer las cosas que te permite vivir de ello, cada uno tiene que encontrar la suya. Lo más importante en todo esto es la humildad, es algo fundamental para aguantar. Y después, hay que ser muy disciplinado: grabar a un ritmo estable, hacer muchos conciertos y, quizás, tener otros curros para mantener ese mínimo de seguridad. Además, es muy importante no aceptar las condiciones realmente chungas que a veces te ofrecen, mantener la dignidad y que te tengan respeto. Mi experiencia ha sido de siempre ir a mejor, la manera en la que he trabajado ha funcionado y creo que en el futuro podría llegar a vivir de la música si quisiera. La verdad es que a nosotros las salas nos están tratando muy bien. ¿Cuándo vamos a poder verte tocar junto a Pablo Und Destruktion? (Risas). Se nos puede ver tocando juntos a las dos de la mañana en el chigre (risas). Por ahora Pablo y yo estamos con nuestros grupos a tope, así que de momento seguiremos trabajando mucho así. www.feereega.bandcamp.com www.feereega.com www.facebook.com/feereegamusic
Por Larraitz Bikandi
Recycling Ad Infinitum Devolviendo a la madera su valor
¿Te imaginas la existencia de una sucesión matemática por la cual la naturaleza hubiera inscrito en algunos de sus elementos un destino inapelable de regeneración infinita? Bien, dejemos la imaginación a un lado. La sucesión de Fibonacci es una sucesión de números naturales muy sencilla en la que cada término es la suma de los dos anteriores, léase: 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34... y así ad infinitum. ¿Y? Curiosamente, se han encontrado varios ejemplos que demuestran cómo esta sucesión aparentemente "inventada" por el hombre está estrechamente relacionada con la naturaleza. Ejemplo: la distribución de las semillas en diferentes coníferas presenta un número de espirales que coinciden con la sucesión de números de Fibonacci, de modo que sus frutos crecen conforme a esta secuencia abocados aparentemente a la infinitud. Problema: las semillas caen, los árboles crecen, el hombre tala, el hombre tala, el hombre tala, el hombre tala y nunca satisface su necesidad de talar para fabricar piezas efímeras esclavas de la industralización como el pallet —billones de pallets son utilizados en todo el mundo al año. Federico Luis parece tener muy claro que se debe devolver a un material noble como la madera el valor que le es arrebatado cuando, una vez cumplida su función sea cual fuere, es abandonado. Por eso, sus muebles nacen a partir de cualquier pedazo de madera aparentemente de desecho al que se le otorga la forma y proporción que cada pieza requiere con el fin de crear piezas únicas, resistentes, bellas. Y así, devolviéndole la infinitud a la semilla que un día cayó del árbol, Recycled Furniture by Federico Luis crece exponencialmente, siguiendo la secuencia de Fibonacci, buscándo la proporción áurea, asegurándose la supervivencia y manteniéndose siempre fiel a una de las leyes naturales más básicas: crecer y multiplicarse. www.behance.net/federicoluismuebles
Texto: Cristina Lopez
Roots
(by Naked Lunch)
Models: María Pandiello/Catherine Boutaud Photography: Catherine Boutaud/Miguel Cabral Concept/Stylism: María Pandiello Y detrás de María Pandiello... Naked Lunch www.facebook.com/NLUnchclothes
Tormenta de ranas Maeve Doyle
Ya lo cantaban Pauline en la Playa: “Y me caerán tormentas que son de ranas”. Aunque pueda parecerlo, no es imposible, aunque sí extraño. Es un fenómeno meteorológico en el cual “llueven” animales (por lo general, de la misma especie) del cielo, en ocasiones incluso sin lluvia, y lleva ocurriendo desde el s. I, cuando dio constancia de ello el naturalista Plinio El Viejo. Hay diversas hipótesis sobre las causas del fenómeno, pero ninguna que pueda explicarlo al cien por cien. La más racional es que lo causan tornados que, al pasar por lagos o el mar, absorben (aparte de agua) su biocenosis. Y todo lo que sube... baja. Por eso, las lluvias más comunes son de sapitos, peces y ranas, y en muchas de las ocaciones al llegar al suelo están envueltos en bloques de hielo o congelados. Claro que también existen otras hipótesis y versiones menos científicas. La ufológica argumenta que nos visitan desde fuera para coger muestras terretres que luego dejan caer de nuevo tras haberlas investigado. O la teoría del teletransporte, que explica la anomalía del espaciotiempo. Hay otras famosas lluvias, como la lluvia roja de Kerala, ocurrida en 2001 en India. La hipótesis era que tenía este color por un alga en forma de espora que estaba en el aire, y también, obviamente, se barajó la hipótesis de que podrían ser células de origen extraterrestre. Lluvias reseñables de la antiguedad: • Bergen, Noruega (1578): ratones amarillos • • Norfolk, Inglaterra: sapos • En 1861, Singapur sufre un terremoto y fuertes lluvias durante días, que al terminar dejaron los charcos plagados de peces • Memphis, EE.UU. (1877): serpientes ¿Habrá sido verdad eso que cantaba Geri Halliwell de “It´s raining men”? Porque habría que haberlo visto.
Fifties Lovers Fotograf铆a: Nuria Rinc贸n. Estilista: Vanessa Payeras Modelos: Vanessa Payeras Jose Jau www.nuriarincon.com
Beatriz García Albuerne
MDMFlow fue todo un hallazgo. Supongo que me cegó su brillo dorado, o quizás me intimidó su forma de bala y el estallido de color en su interior… Sea lo que fuere, hoy la comparto con vosotros, pues es un buen ejemplo de jóvenes que se lanzan a emprender el proyecto de sus sueños (y porque el rollito que lleva mola mil). MDMFlow es la visión de Florence Adepoju, una joven graduada en Ciencias Cosméticas por el London College of Fashion en el 2013. MDMFlow es todo lo que ella buscaba en una marca de pintalabios y no podía encontrar: calidad, glamour y colores audaces inspirados en la moda y la cultura hip hop de mediados de los 90 en adelante. Florence nos cuenta su experiencia: ¿Qué te llevó a crear MDMFlow? Durante los 4 años de carrera trabajé para muchas marcas cosméticas de la industria y podía haber seguido trabajando para ellas tras mi graduación, pero no me sentía identificada ni sentía que ninguna encajase realmente con mi estilo de vida ni el tipo de chica urbana como yo. Por ello al graduarme decidí crear la marca de mis sueños.
¿Cuál fue la mayor dificultad al comenzar con la marca? La inversión inicial, el coste de crear una línea de productos es muy alto y la comercialización online de una marca de belleza también, la gente no suele sentirse cómoda comprando productos de belleza online. Al principio llevaste a cabo una campaña de crowdfunding, ¿podrías contarnos un poco acerca de esta experiencia? Así es, llevé a cabo una campaña en Indigogo y fue una pasada, alcancé el target que buscaba en menos de 48 horas y prácticamente doblé la cantidad inicial que necesitaba. Esto me ayudó a abrir una tienda física temporal en BoxPark Shoreditch, Londres, conseguí una buena cobertura en medios y realmente sentí una palmadita virtual en la espalda de toda la gente que contribuyó al proyecto. Sin duda, la marca ha crecido como resultado de esta campaña y yo me siento muy motivada. Sin dejar escapar fórmulas mágicas ni secretos de producción, cuéntanos un poco acerca de cómo creas tus barras de labios.
¿Qué inspira MDMFlow? MDMFlow es una acumulación de mis obsesiones, el color negro y el dorado, la cultura hip hop, la moda, la belleza y las ciencias cosméticas.
La marca comenzó como mi proyecto fin de carrera, por lo que tuve que pasar mucho tiempo investigando la teoría y la técnica para crear barras de labios. La fórmula que uso hoy no ha cambiado mucho desde mi
graduación en el 2013 y consiste en seguir al pie de la letra ciertas instrucciones para mezclar los aceites y ceras para la base. Crear los colores requiere más tiempo y dedicación, en ocasiones puedo tardar hasta 4 horas en dar con el tono adecuado. Una vez hechas las bases y aplicado el color, relleno los moldes. Los moldes que uso son geniales, producidos por uno de los mejores fabricantes del mundo y esto realmente ayuda. Una vez que la mezcla se asienta y endurece, lo coloco en su estuche y el producto queda listo. Construir una marca no es tarea fácil, ¿qué le dirías a otros que quieran animarse a ello? ¡A por ello! No hay una fórmula probada y segura para crear tu propia marca pero no puedes dejar que eso te impida intentarlo. Hay que ser apasionado y comprometerse con aquello que decidas construir. Yo suelo leer historias sobre cómo mis marcas favoritas fueron construidas desde la nada, me mantiene motivada y es una forma estupenda de aprender y evitar errores que otras marcas ya han cometido. ¿Qué facilidades desearías que hubiese para emprendedores como tú? Financieras, marketing... Desearía que los emprendedores tuviesen más oportunidades para conectar y conocer a otros emprendedores que han logrado el éxito y también a potenciales inversores. A veces, uno siente no estar bien preparado para enfrentarse al riesgo de emprender un proyecto, unido a la presión que esto conlleva y a la sensación de no saber muy bien lo que estás haciendo (aunque por otro lado, esto también es lo emocionante). Más que financiación o marketing, yo creo que los emprendedores necesitarían un acceso más fácil a mentores. Visita www.mdmflow.com para descubrir más acerca de la marca y darte un capricho o dos…
GA M E W