RockZone 117

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ROGER HARVEY



Editorial 5150 S.L. no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o lectores, así como del contenido material redaccional y gráfico por ellos remitido, física o telemáticamente, y aquí reproducido. Foto: Foto: All Time Low © Rubén Navarro

EDITORIAL Ya sabemos que para muchos el mes de septiembre es especialmente odiado. Significa el fin del verano, la vuelta a la rutina y dejar atrás la temporada de festivales y las noches sin fin. Por eso os hemos preparado un numerazo de ¡166 páginas! repleto de novedades como las vueltas de Bring Me The Horizon, Ghost o Atreyu y os animamos a que os acerquéis a alguno de los conciertos de Cancer Bats que hemos montado con motivo de nuestro décimo aniversario. Seguro que, después de verles, se os pasa la bajona. Enjoy!


SUMARIO

Nยบ 117

7 / INTERFERENCIAS

30/ YOUNG GUNS

46 / BRING ME THE HORIZON

54 / JIM ADKINS

70 / RESURRECTION FEST

78 / DISCO DEL MES

114 / SLASH

118/ HIGH ON FIRE


34 / REFUSED

40 / ATREYU

58 / ESPECIAL FOTO

64/ GHOST

80 / CRÍTICAS

110 / MOTÖRHEAD

124 / EN DIRECTO

162 / DE GIRA


SUMARIO

Nº 117

164 / ÚLTIMAS PREGUNTAS TU OPINIÓN ES IMPORTANTE. DEJA TU VALORACIÓN EN LA APP STORE O GOOGLE PLAY O HÁZNOSLA LLEGAR A ROCKZONE@ROCKZONE.COM.ES


INTERFERENCIAS

TODO LO QUE NO QUERÍAS SABER PERO QUE TE CONTAREMOS DE TODOS MODOS

Editorial 5150 S.L. C/ Zamora 46-48. 4º 1º B. 08005 Barcelona Tel: 93 300 66 33 www.rockzone.com.es rockzone@rockzone.com.es Director/Redactor jefe: Jordi Meya Subdirector: Richard Royuela Redacción y edición: Pau Navarra Dirección de Arte y Maquetación: R2D2 Responsable de publicidad: Álex Tamburini, C/ Zamora 46-48. 4º 1ª B. 08005 Barcelona. Tel.: 93 300 66 33 / 638 41 57 03; editorial5150@gmail.com Colaboradores: Carles Ramírez, David Garcell, Jesús Brotons, Pablo Porcar, Samu González, Jordi Pons, Marc López, Xavier Iriarte, Andrés Martínez, Hugo de Cominges, Pau Ardid, Ignasi Trapero, Toni Castarnado, Sandra Astor, Lluís S. Ceprián, Jordi Forés, Javier Yela, Luis Benavides, David Sabaté, Eduard Petrolillo, Ignacio Reyo, Laura Clavero, Salva Rubio, Kiko Vega, Gonzalo Puebla, Ignacio Pato, Fer Díez, Toi Brownstone, Alejandro Lozano, Andrea Genovart, Juan Andrés, Eneko Celestino. Fotógrafos: Carles Rodríguez, Alfredo Arias, Eric Altimis, Rubén Navarro, Nadia Natario, Toni Villén, Javier Pérez. Web Rock Zone/Zona Zero: Ramón Franco (MONs), Rubén González (krater), Rubén Cougil (Kreeper), Jorge Pérez (Fear 57), Manuel Piñeiro (ManuKn), Marta Mariño (Smartita), Israel Higuera (wirrak). Foto de portada: DR

NEW DEL MES_IRON MAIDEN TRAS CINCO AÑOS DE SILENCIO, LA VETERANA BANDA BRITÁNICA REGRESA EL 4 DE SEPTIEMBRE CON THE BOOK OF SOULS, EL PRIMER ÁLBUM DOBLE DE SU LONGEVA CARRERA.

U

n nuevo álbum de Iron Maiden siempre es noticia, pero la publicación de su decimosetxo trabajo The Book Of Souls viene precedida por varios factores que han generado todavía más expectación entre sus millones de seguidores. En primer lugar porque hace cinco años ya de la salida de The Final Frontier, aunque ésa no era la intención inicial del grupo. De hecho, el álbum se grabó durante el año pasado en los estudios Guillame Tell de París, los mismos donde hicieron Brave New World en el 2000, con el productor habitual de sus últimas obras, Kevin Shirley. Pero el lanzamiento tuvo que retrasarse después de que a Bruce Dickinson le descubrieran un tumor cancerígeno en la lengua y tuviera que someterse a un tratamiento durante siete semanas. Afortunadamente, el vocalista, de 56 años, se ha recuperado totalmente y desde mayo ya ha recibido luz verde por parte de los médicos. Según ha contado el bajista Steve Harris, la mayoría de las cancio-

nes fueron compuestas en el propio estudio, a partir de material que había traído cada uno de los componentes, y grabadas de inmediato para conseguir una mayor frescura en sus interpretaciones. The Book Of Souls cuenta con un total de once temas y 92 minutos de duración, convirtiéndose en el más extenso de su carrera. Contiene también el tema más largo que hayan grabado nunca, ‘Empire Of The Clouds’, una composición de 18 minutos de duración y en el que se escucha por primera vez a Dickinson tocando el piano. “Todos estuvimos de acuerdo en que cada pieza era una parte esencial de la obra y que si tenía que ser un disco doble, pues lo sería”, ha comentado el cantante. Otros temas destacables son ‘The Red And The Black’, ‘If Eternity Should Fail’ o ‘Death Or Glory’. El grupo iniciará su nueva gira mundial en febrero de 2016, así que es muy posible que el próximo verano los veamos encabezando algún festival en nuestro país. Up the Irons!

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INTERFERENCIAS

LO PEOR DE MÍ_ RITUAL DE LO HABITUAL

H

ace un par de semanas algunos medios norteamericanos se hacían eco del 25 aniversario de la salida de Ritual De Lo Habitual, el tercer álbum de Jane’s Addiction. Si algo positivo tiene este tipo de efemérides –que inevitablemente te recuerdan que ya no eres un chaval- es que te ayudan a recuperar joyas que quizá hacía mucho tiempo que no escuchabas. Mira que este agosto nos han llegado novedades a cascoporro, pero en las dos últimas semanas he dedicado buena parte de mi tiempo a sumergirme en las nueve canciones de esta obra maestra y volver a emocionarme con temas como ‘Three Days’, ‘Then She Did…’ o ‘Classic Girl’ como si fuera la primera vez que las escuchaba. También me han ayudado a recordar su concierto en la sala Zeleste el 6 de abril de 1991. Asistí con 39 grados de fiebre y, encima, en el metro de camino a la sala un desgraciado me sacó una navaja para robarme la cartera. Quizá en otras circunstancias se la hubiera dado, pero teniendo en cuenta que dentro estaba la entrada de Jane’s Addiction, le dije que si quería me rajara, pero que no se la iba a dar. Afortunadamente el tipo dio media vuelta y se fue a otro vagón, y yo pude disfrutar de uno de los conciertos de mi vida. (JORDI MEYA)

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INSTANTGRAMO

@blocnroll Es pot celebrar un cumple de millor manera? @cancerbats @ ThisDrama #wilderness en concert a @ SalaBoveda_Bcn @happyevercakes No se puede vivir sin música y si se puede comer y lleva chocolate mejor!!! @Solrac_94 Por cierto, en @Rockzone que primera opinión les merece el nuevo disco de Bullet For My Valentine? Por curiosidad vaya... :) A mí me parece que está bastante (incluso mucho) mejor que el último pero peor que Fever y mucho peor que los 2 primeros. @EmpaladorUtrera no necesitarán un corresponsal en Utrera o alrededores?? @WariofromEarth ‘True Friends’ de Bring Me The Horizon me parece muy buena, el álbum va a estar genial. @ersudoku a mí me parece una chufa @TheToyDolls We are in the new @ RockZone check it out! @ritxinaval Damas y caballeros, detengan lo que estén haciendo para degustar el nuevo tema de Clutch!

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¡Buenas! Quizá no era fecha oficialmente veraniega, pero en el concierto de Against Me! en la Bikini hizo un calor tremendo. Simplemente diré que fue épico cantar las letras de la banda en una de las zonas más elitistas de la Ciudad Condal. Against Me!, liderada por Laura Jane Grace, es una banda necesaria y Transgender Dysphoria Blues el mejor álbum del 2014. Nos atendió como todopunk.com con mucho cariño. (TONI ROSA) *¿Te has hecho una foto con algún músico famoso? Envíanosla a rockzone@ rockzone.com.es junto con un breve comentario sobre el encuentro y la verás publicada en esta sección.

DESDE EL TÍBER “Si me traéis a Metallica, me tenéis ahí”. No te jode… subnormal. Una vez acabados los festivales de verano, las redes sociales se vuelven a llenar de Sandros Reyes con predicciones sobre las futuras bandas que van a participar en éstos, y es que ahora mismo Facebook permite que os colguéis un post-it con un TONTO enorme en vuestra frente: tan sencillo como acudir al del Resurrection Fest y generar vuestro propio cartel. No voy a olvidarme de aquellos que cada año están quejándose de los carteles... “Este festival dejó de molar hace cinco años”; claro que sí, traviesillo, ¿y esas fotos que han colgado con tu pase VIP y tu cara llorando en primera fila? El postureo es lo que manda y peta en la música. Nunca olvidaré, tampoco, la peña paseando con camisetas de Black Flag mientras Black Flag estaban actuando y que esa gente no se estuviese dando ni cuenta, pero seguro que son los primeros que se quejan, a través de las redes sociales, de que bandas como Ramones o AC/DC sean un producto más de las grandes compañías textiles. Le quiero mandar un afectuoso abrazo a los seguratas de los festis. Algún día tocaré el pantanoso tema de los equipos de seguridad en los conciertos, algún día… Seguidme en Twitter. Ah, y viva RockZone. Nos vemos en Cancer Bats. (MARIUS TIBERIAN)


ROGER HARVEY


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DEMO-LEDORES_POR PAU NAVARRA AKARI LLUM

AL AZIF

THE BURIAL CHAMBER

SOMBRAS SOBRE UNA PARED CALCINADA

TURBULENT CIRCLE

(AUTOEDITADO)

(AUTOEDITADO)

(AUTOEDITADO)

Como bien nos cuentan estos mallorquines, ‘akari’ es la palabra japonesa para designar la luz, ‘llum’ también en catalán, y además de elegirla como nombre de banda por la pasión de este trío por el manga, resulta que dos de sus integrantes son electricistas. Esta explicación tan cercana y poco pretenciosa nos viene al dedillo para ilustrar, también, la música que este EP contiene, un rock alternativo muy grungero sin ningún tipo de artificio. Más que marcados por los 90, estos tres colegas no pueden disimular de ninguna de las maneras la influencia que Nirvana, Pixies o Sonic Youth han tenido en ellos, e incluso la entrada de ‘Hope’ les ha quedado, aunque parezca raro, como de unos Eskorbuto modernizados. Pasando por alto esta anécdota, por ejemplo la inclusión de una acústica en medio de ‘Monkeys’ demuestra que Akari también cuentan con sus propios recursos, y es que se desenvuelven bien en los terrenos descritos.

Con un artwork que nada tiene que envidiar al de cualquier lanzamiento con sello detrás, Al Azif se dan a conocer con una fórmula potente, rocosa y musculosa que aúna y de qué forma el groove metal con el death. Para entendernos, lo que estos madrileños practican es una amalgama entre los Testament del Low, los Sepultura noventeros, Soulfly y luego también Ktulu, Chimaira o DevilDriver, primando siempre los riffs gruesos con toneladas de peso. El medio tiempo chulánganas de ‘El Horror’ te pilla totalmente por sorpresa, como ‘El Ocaso’, así que lograr eso sólo indica que estamos ante un combo con potencial. Como consejo les diría que se alejen de cualquier recurso lírico basado en H.P. Lovecraft, pues éste es un universo sobreexplotado en el metal, pero por todo lo demás, de puta madre. Con todavía un margen de mejora amplio, lo cierto es que Al Azif ya cuentan con mi total aprobación.

The Burial Chamber nos ofrecen su episodio más ambicioso hasta la fecha, su primer álbum Turbulent Circle. El salto de calidad que han dado es enorme si lo comparamos con su demo inicial Empire Of The Lies, y es que además de ponerse en manos de Sebastian Sendon en los Nodnes Audio, la consolidación de la formación, especialmente con la incorporación de José Castillo al micro, les ha dado la estabilidad y cohesión necesaria para llegar hasta aquí. ‘Sometimes’ inaugura la caña con contundencia y buenas ideas, pero tras ella las demás canciones pecan de poca originalidad, sacando a relucir un metalcore perfectamente ejecutado y con pegada, pero quizá demasiado trillado. A mi entender, sólo ‘Selfmurder’, ‘Built In Belfast’ o ‘Scars’ nos muestran la cara más personal de los de Granollers, también la más contundente, y ésa debería ser la veta a explotar en próximas grabaciones.

https://akariband.bandcamp.com

http://alazifmetal.bandcamp.com/releases

comalbum/son-g-s-of-the-revolution

https://theburialchamber.bandcamp.

SI QUIERES APARECER EN ESTA SECCIÓN, MANDA TU MAQUETA AQUÍ: ROCKZONE (DEMO-LEDORES) C/ZAMORA 46-48 4º 1ºB 08005 BARCELONA 10


ROGER HARVEY



ROGER HARVEY


LAS ARNETTE SESSIONS NOS MUESTRAN EL LADO MÁS CERCANO, ÍNTIMO Y CRUDO DE LOS MÚSICOS QUE SE ACERCAN A LA REDACCIÓN DE LA REVISTA ROCKZONE. A PELO, SIN SEGUNDAS OPORTUNIDADES NI EFECTOS ESPECIALES, ESTE FORMATO NO ES APTO PARA PRODUCTOS PREFABRICADOS, SÓLO PARA QUIENES DISFRUTAN Y RESPIRAN LA MÚSICA .

>> CHRIS CRESSWELL (THE FLATLINERS) Y JOEY CAPE (LAGWAGON) INTERPRETAN ‘MEET ME IN THE SHADE’ EN NUESTRA REDACCIÓN.

A

lo largo de 13 años de viaje como banda, The Flatliners han cubierto un montón de territorio, empezando con un agresivo ska/ punk hasta llegar a su sonido actual con un punk rock lleno de matices y pasión. El vehículo para este camino, y la única constante, ha sido su prolífica capacidad para escribir canciones. Nunca les han faltado grandes riffs ni melodías memorables y por estos canadienses han amasado una gran cantidad de material en un relativo corto periodo de tiempo. Con siete EP’s y singles, e innumerables aportaciones a recopilatorios, el catálogo de The Flatliners se expande más allá de sus cuatro discos de estudio. De hecho, todo ese material diseminado es tan robusto que la banda ha decidido encontrarle un hogar en forma de compilación. Division Of Spoils (Fat Wreck Chords) reúne caras B, rarezas, y temas inéditos de toda su carrera. Desde maquetas hasta un par de joyas de

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las sesiones de Dead Language, Division Of Spoils sirve como una retrospectiva de su evolución. Considerar este disco como un elemento menor en su discografía sería un error, porque está lleno de tesoros que harán preguntarte por qué tantos hits quedaron fuera de sus discos. “Es lo bueno y lo malo de escribir tanto”, nos decía su vocalista y guitarrista Chris Cresswell de visita a nuestra redacción. “Me encantaría poder sacar un disco cada mes, pero no es realista (risas)”. Chris se encontraba en Barcelona en compañía de Joey Cape. Como recordareis The Flatliners estuvieron abriendo los conciertos de Lagwagon en su última visita a España, y ambos aprovecharon para ofrecer también conciertos acústicos. “Me gusta mucho tocar en acústico, de hecho la mayoría de canciones las compongo así. Es genial tocar con toda la banda enchufada y con volumen, pero lo cierto es que una canción desnuda puede ser igual, incluso más, poderosa”, explica

Chris. Teniendo en cuenta que su último disco Dead Language se publicó en 2013, no podemos evitar preguntarle cuándo podemos esperar nuevo material. “Oh, estamos en ello”, dice riendo. “Tenemos bastante temas, pero giramos tanto que tenemos que encontrar el momento. Ahora queríamos publicar la recopilación porque muchos fans no habían podido escuchar este material, y tenemos por delante una gira americana para celebrar el 25 aniversario de Fat Wreck. Después del verano, nos pondremos a trabajar más en serio en el nuevo disco y estoy seguro que acabará saliendo en 2016”. Ya que teníamos por ahí a Joey Cape, le preguntamos también su opinión sobre The Flatliners. “¡Éste tío mucho talento!”, dice señalando a Chris. “Me encanta su manera de escribir y contar historias. Para Lagwagon es un lujo poder tener a una banda tan buena como ellos con nosotros”. El buen rollo entre ambos es evidente como podréis ver en esta nueva Arnette Session.


ROGER HARVEY


INTERFERENCIAS

ZONA DE OZZYO

TEXTOS: SAMU GONZÁLEZ, JORDI FORÉS, RICHARD ROYUELA FOTOS: DR

EN CUERPO Y ALMA Ian Curtis (MALPASO)

D

ducción corre a e no haberse suicidado a los

cargo del re-

23 años, seguramente Ian

conocido

Curtis no habría alcanzado el

Savage

Jon y

el

estatus de mito y Joy Division no sería con-

prólogo lo firma

siderada una banda de culto. En relación con esto, el libro En

la viuda de Cur-

Cuerpo Y Alma es una auténtica golosina para todos aquellos

tis, quien ofrece

que se han sentido atraídos alguna vez por la sensible personali-

jugosos detalles

dad del letrista y/o por el oscuro sonido post punk del grupo de

de la vida más

Manchester, ya que compila los manuscritos originales de todos

casera y personal de un joven cantante que se convirtió en

los textos escritos por Curtis, las correspondientes traducciones

leyenda: “Cuando pasaba el fin de semana con él, Ian ponía

al castellano, los borradores de sus cuadernos, la primera en-

discos y nos sentábamos en el suelo. Todos los álbumes debían

trevista a Joy Division en 1978, una crónica de un bolo cuando

escucharse de principio a fin, sin interrupciones, y le encantaba

la banda inglesa todavía estaba en estado embrionario y unas

contarme la historia que había detrás de cada letra. El sábado

cuantas cartas de fans que se mostraban alucinados con el des-

por la noche estábamos en casa a tiempo para ver las películas

cubrimiento de su música. Además, la más que interesante intro-

de terror”. R.I.P. Ian.

JF

POCO TE PASA

Laura Sánchez y Alfonso Román (LÉEME)

E

ra de justicia que ese

en algunas de esas situaciones, u obsesiones, que tanto marcan

pequeño clásico un-

nuestra vida moderna. A pesar de que es más que complicado

derground

fue

no reírse en cada uno de los temas que aborda el libro, lo cierto

Manual Para Sobrevivir En

es que en más de un momento nos hace reflexionar y pensar que

Este Mundo De Mierda tuviera

entre la broma y la realidad hay una línea más delgada de lo que

la repercusión suficiente para

creemos. Será difícil que, a lo largo de sus 300 páginas, el lector

que podamos tener una secue-

eche en falta alguna situación que se haya encontrado durante su

la, ¿o hablamos de segunda

vida adulta. ¿Cómo podemos sobrevivir a Ikea? ¿Por qué siguen

parte?, y editada ya por toda

existiendo las cartillas bancarias o el teletexto? En definitiva, un

una editorial. Aquella primera obra escrita por Laura Sánchez y

largo etcétera que te hará sentir plenamente integrado en este

Alfonso Román rebosaba frescura en cada una de sus páginas y

mundo de mierda al que hacían referencia en su anterior obra. No

no podías más que aplaudir cómo abordaban temas tan sobados

sé si te convertirás en mejor persona, como dejan caer, pero como

como las redes sociales o las relaciones familiares. Poco Te Pasa:

mínimos sabrás que tu vecino del al lado invencible es igual de

Lo Raro Es Que No Te Echen De Casa, otro enorme título, reincide

pringado que tú. Un buen consuelo en según qué momentos.

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que

RR


1900: ORÍGENES

LOS FELICES 90’S

FOLLONERAS

(GRAPA!)

(LA CÚPULA)

(H.U.L./AUTOEDITADO)

VV. AA.

Entrega especial de esta serie de steampunk ucrónica que presenta un mundo alternativo en el que el malvado Imperio Español domina el mundo. Si el primer número presentaba el universo y sucesos donde se mueve la aventura, este especial Orígenes sirve para profundizar en los protagonistas con un puñado de historias resultonas (no falta el tono erótico) junto con un relato e ilustraciones, todos de la mano de conocidos creadores de nuestro mercado patrio. Una apuesta arriesgada que merece ser tenida en cuenta. SG

MALAVIDA 31 VV. AA.

(EDITORIAL CORNOQUE/ AUTOEDITADO)

Malavida son toda una institución del cómic en Zaragoza y en todos los eventos a los que acuden. Creadores de dos de las sorpresas más gratas de los últimos años, Los Mediamierdas 1 y 2 y Estoy Hecho Un Cocinicas, entre álbum y cervezas publican su fanzine conjunto repleto de coñas internas, tebeos de corte mostrenco y chistes de los de sonrojarse. El tema de cada número sólo es la excusa (esta vez los ‘viajes en el tiempo’), ya que lo bueno es ver cómo cada autor hace suya la broma y es capaz de hacer sonreír hasta a quien sólo pasaba por ahí. SG

Boada y Onliyú

La Cúpula recupera en formato álbum integral (y con una historia inédita) todas las páginas publicadas en la revista El Víbora en las que Pepe Boada (dibujante) y Onliyú (guionista) realizaron un retrato social de la Barcelona loca y europea que se preparaba para los inminentes Juegos Olímpicos. Su lectura devuelve a quien vivió aquellos años a un momento muy concreto de nuestra historia, y a quienes sólo calzábamos unos palmos del suelo nos regala unos cuantos momentos agradables. Una obra exquisita, sexy, y con muchos méritos para haber sido recuperada. SG

VV. AA.

Libro presentado en el pasado festival de microedición y guantazos de Madrid (Hostia un libro) en el que se invita, en sus 172 páginas, a más de 70 personas a hablar y dibujar sobre hostias en femenino. No es nada sencillo darle cuerpo a la cantidad de relatos, poesías, textos e ilustraciones que inundan este tomo (algunas colaboraciones con profundas cargas de profundidad, otras con la simple intención de arrancarte una mueca o sonrisa), pero el resultado es sólido. Un buen bofetonaco. Puedes adquirilo online desde este mail: follonerashul@gmail.com

SG

QUANTUM AND WOODY

THE WOODS

Asmus, Fowler y Bellaire

James Tynion IV y Michael Dialynas

(ALETA)

(MEDUSA CÓMICS)

El mercado de superhéroes está tan saturado que cuando cae en nuestras manos un trabajo tan cachondo y completo como éste sólo podemos aplaudir por la divertida y absurda propuesta regeneradora que plantea. No va de supergrupos ni tipos nobles, sino de dos acabados que por avatares del destino acaban unidos por sus superpoderes. No plantea nada nuevo, pero el dibujo es espectacular, la historia es divertida, posee gags muy conseguidos y el conjunto se hace querer. Una compra que es una apuesta segura. SG

Cómic de fantasía y terror centrado tanto en la construcción de sus personajes como en la de un universo propio. Un colegio completo, con sus estudiantes y personal, se materializa sin explicación en una dimensión aterradora y los protagonistas deberán luchar por sus vidas y desentrañar el misterio de su secuestro. Con un agradable conteo de cadáveres, el apartado gráfico es notable, juntando lo mejor de la edición independiente con la presentación majestuosa de las grandes producciones en papel. SG 23




INTERFERENCIAS

DE CINE_ CON KIKO VEGA ANT-MAN

INVESTIGACIÓN POLICIAL

EL ROBOBO DE LA JOJOYA

L

as increíbles rebajas de Marvel Studios han llegado para poner punto final a la exitosa Fase 2, probablemente la que más aciertos haya dejado y que con las firmas de James Gunn o Shane Black solamente habría necesitado la rúbrica de Edgar Wright para ser recordada eternamente. Pero el director de la trilogía del cornetto abandonó la silla de dirección después de una década de apuntes e ideas, eso sí, luciendo acreditado como productor y guionista de la entretenida comedia de ladrones honrados que es Ant-Man. Una vez vista, la presencia del director de Hot Fuzz (Arma Fatal) está muy presente más allá de los créditos de guionista o productor: hay al menos dos secuencias de la película que son hermanas y que, además, son un recurso 100% Wright desde los tiempos de la indispensable Spaced (por no citar el ejemplo mucho más claro de Shaun Of 20

FUNNY COPS

The Dead). Ant-Man es una estupenda comedia de malhechores de buen corazón (Paul Rudd siempre será “lo que tenga que ser, pero honrado”) que vive a varias galaxias de distancia de proyectos más ambiciosos de la casa, aunque sea consciente de que pronto pagará el peaje de su libertad. Ese conocimiento de causa también juega en su contra, ya que tratándose de una cinta libre de cargas (más o menos), es imperdonable que se trate de una película de interiores, rodada en decorados y con más golpes de humor que de acción. Esos aires de saldo y rebajas alcanzan al reparto, con la ‘perdida’ Evangeline Lilly o la vieja gloria Michael Douglas en un cásting que acierta de pleno con el villano interpretado por Corey Stoll y con la mano derecha de Scott Lang, un tronchante Michael Peña que está cerca de robar la película siendo el tío que mejor se lo pasa de la fiesta. El resto lo completa el conocido drama familiar, la subtrama que debería preocupar al héroe (aunque no lo haga en absoluto) y una serie de elegantes secuencias en miniatura que terminan por revisitar el rincón más lejano del universo de El Increíble Hombre Menguante, aunque algunos novatos no quieran ver más allá de Interstellar. ¿Funciona Ant-Man? Funciona, claro que lo hace. No es El Robobo De La Jojoya marvelita, pero a ratos lo parece.

M

e consta que en esta santa casa somos todos muy fans de Ningoonies, así que estamos de enhorabuena con Investigación Policial: la película la han parido Daniel Aguirre (protagonista, director, guionista, productor...) y su pareja Luna Martín (producción, edición...), los cerebros que están detrás de la fresquísima banda. Como no podía ser de otro modo, Investigación Policial es igual de espontánea que los mejores temas de la formación (no dejéis de escuchar Videoclub, insensatos), sólo que

cambiando la sonrisa cómplice de temas como ‘Doctor, Te Extraño’ o ‘El Hombre Alto’ por la carcajada ensordecedora. Aguirre, acompañado por el descubrimiento Sergio Cortina, pasan las horas muertas -también las vivas- metidos en un coche o agazapados en una colina, vigilando sin descanso por si el mal acecha y poder actuar en consecuencia. Decía Aguirre que la idea era contar en una película lo que nunca se ve en el cine policiaco: todos esos turnos de vigilancia que preceden a la acción. ¿Qué pasa? ¿De qué hablan? ¿Se harán unas pajillas? La respuesta a esta última pregunta es un no rotundo, porque la película es demasiado honesta y blanca como para optar por la escatología (que algo hay) y prefiere reformular la comedia costumbrista española desde el thriller metalingüístico de bajo presupuesto, algo a lo que ayuda la presencia del actual presidente de la Academia de Cine.


SPOCK’S BEARD A la venta el 11 de septiembre. Disponible en EDICIÓN LIMITADA CD DIGIPAK, STANDARD CD JEWELCASE, LP+ CD y en DESCARGA DIGITAL.

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ROGER HARVEY


TOI’S IN THE ATTIC TARJETA ROJA

Y

a estamos en septiembre y esto implica volver a la rutina y encarar la recta final del año. Siempre he pensado que éste tiene dos puntos clave de referencia que coinciden con el primer y el cuarto trimestre, y siendo este último en particular el más definitorio. Seamos objetivos, hasta ahora 2015 ha sido flojo musicalmente, salvado por contados lanzamientos como los de Refused y Gallows, unas cuantas giras de grupos en buen estado que han parado por aquí y algunos festivales. A pesar de que hay expectativas de recuperación gracias a anuncios de nuevos títulos muy prometedores, además de buenos conciertos a la vista, como los de Foo Fighters, Ghost y Cancer Bats, ya de antemano sabemos que 2015 no será un año especialmente memorable. Podría haberlo sido, joder, ahora mismo podríamos estar recordando grandes conciertos como los de Faith No More, Social Distortion y Mötley Crüe, pero no, nuestros promotores no consideran que sean valo-

res seguros y por lo tanto no apuestan por estos nombres. Cada año aumenta el número de festivales y de eventos musicales de dudosa calidad cuyos nombres prefiero no mentar, se programan bandas cada ocho o diez meses que llegan a saturarnos, pero lo que más me jode son los anuncios de giras de ESAS bandas que tienen todas las papeletas para triunfar aquí y que nunca llegan porque no hay nadie capaz de contratarlas. ¿De verdad pensáis que no habría público suficiente para tales espectáculos? Sinceramente, no me resigno a creerlo, y estoy aburrida de que éste sea el argumento principal que justifique las ausencias de estas visitas. Así que quiero mandar un cordial saludo a nuestros promotores y agradecerles de corazón que haya tenido que rascarme el bolsillo para asistir a algunas de estas giras fuera nuestras fronteras una vez más. Que sigan así, que lo están haciendo de putísima madre (modo irónico on). (TOI BROWNSTONE)



años en editar un álbum, que además era la continuación del trabajo que les popula-

E

ste mes el elegido para mi Hall Of Fame particular es Pyromania de Def Leppard. Actualmente sabes que las bandas de rock’n’roll nunca se separan, especialmente si han dicho que lo harán. De hecho, ahora mismo es un reclamo publicitario anunciar que te vas a separar, porque eso te garantiza que durante unos años aumentarás tus ventas y podrás pedir más dinero por tocar. Una manera perfecta de ver en qué punto está tu carrera y pensar en el futuro. Hoy en día, con las pobres ventas de discos, no es nada extraño que las bandas tarden cuatro o cinco años en grabar un nuevo álbum y aprovechar ese tiempo para girar lo máximo posible. Pero en 1987, tardar cuatro 26

rizó, Pyromania, era jugar al límite. El resultado fue increíblemente bien recibido, e Hysteria llegó a ser platino doce veces. A pesar de que acabó siendo su álbum más importante, los cuatro años que tardó en editarse marcaron el final de lo que muchos fans, incluido yo mismo, consideran el fin de su etapa hard rock y el inicio de ese sonido pop pulcro que Def Leppard han seguido utilizando hasta el día de hoy. Para mí la banda alcanzó su cenit con Pyromania, allá por 1983, y no han hecho nada parecido desde entonces. Aun así, y hay que reconocérselo, nunca han tirado la toalla o han decidido tomarse un descanso, a pesar de los grandes problemas que han tenido a lo largo de su trayectoria, como la muerte del guitarrista Steve Clark o que a su batería, Rick Allen, tuviesen que amputarle el brazo izquierdo. Y por eso siempre tendrán mi respeto. Si contratar a Mutt Lange

para que produjera High ‘N’ Dry fue un acierto, lo que ambas partes consiguieron crear en Pyromania, complementándose la una con la otra, es increíble. Me hubiese gustado que siguieran con la perfección que mostraban temas como ‘Photograph’, ‘Foolin’ y ‘Too Late For Love’. Por el contrario, en Hysteria decidieron grabar canciones como ‘Animal’, ‘Women’ y ‘Rocket’ (Ugh). Saltemos a 2013, cuando tocamos en el Festival D’Ete De Québec en Québec City con Def Leppard y Foreigner. Estaba

muy excitado por poder tocar con una banda que había editado uno de mis discos favoritos cuando estaba creciendo, pero también era consciente de que ese álbum había estado en su retrovisor durante mucho tiempo. Así que hice lo que cada fanático de Def Leppard hubiese hecho al ver 40.000 personas: gritar “I SAID WELCOME TO MY SHOOOOW!!!”, la primera frase de su canción ‘Stagefright’. Los que lo pillaron, lo pillaron. Hasta el mes que viene, DANKO JONES


ROGER HARVEY


WILD AND RARE ES UNA SECCIÓN DE ROCKZONE EN SOLIDARIDAD CON OXFAM Y APOYADA POR ASICS. LOS INVITADOS EN NUESTRO QUINTO CAPÍTULO SON ALEX Y JACK DE ALL TIME LOW.

B

ienvenidos de nuevo a Wild And Rare! Esta sección consta de dos partes que podrás disfrutar dándole al play en el vídeo superior. En WILD, los artistas contestan las preguntas no convencionales (y a veces salvajes) de nuestros lectores. Si quieres participar en ella, estate atento a nuestro Facebook, desde donde os convocaremos para que podáis preguntar aquello que siempre habíais querido, y nunca os habían dejado, a vuestros músicos favoritos. En RARE, cada artista dibuja una parte de una obra colectiva que una vez finalizada será única e irrepetible. Una vez completada será sorteada entre los que hayan hecho un pequeño donativo en nuestro proyecto en solidaridad con Oxfam 28

Intermón. El 100% de lo recaudado irá destinado a Oxfam. Este mes los invitados son Alex Gaskarth y Jack Barakat, cantante y guitarristas de la banda de pop punk norteamericana All Time Low. Nos encontramos con ellos el pasado 17 de junio antes de su concierto en la sala Apolo de Barcelona, donde presentarían su último disco Future Hearts. Grabamos la entrevista en la terraza exterior de la sala, bajo un sol de justicia, mientras en la calle una larguísima cola de fans daba la vuelta a la manzana. Alex nos sorprendió con su pelo teñido totalmente de verde. Aunque no tenían mucho tiempo porque les esperaban para realizar la prueba de sonido, ambos estuvieron de lo más simpáticos respondiendo a vuestras preguntas.

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YOUNG GUNS

DECIDIDOS A DARLE UN GIRO A SU SONIDO, LOS BRITÁNICOS YOUNG GUNS ESTUVIERON TRABAJANDO EN SUS NUEVAS CANCIONES DURANTE DOS AÑOS. ESCUCHANDO SU NUEVO ÁLBUM, ONES AND ZEROS, PUEDEN DAR EL TIEMPO POR BIEN EMPLEADO. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR


LANZADOS COMO UNA de las nuevas promesas del rock alternativo británico, Young Guns obtuvieron en 2010 cierta notoriedad con su debut All Our Kings Are Dead y girando por Europa como teloneros de Danko Jones y All Time Low. Sin embargo, parecía que el atractivo del grupo residía más en el físico de su vocalista Gustav Wood que en la música. Su segundo álbum Bones veía la luz dos años más tarde y todo hacía indicar que más o menos correrían la misma suerte que con el primero, aunque, todo hay que decirlo, los meses en la carretera les habían convertido en una buena banda en directo. Pero a principios de 2013 el single ‘Bones’ empezó a sonar con insistencia en las radios de Estados Unidos y en mayo llegaba al número 1 de las listas de Active Rock. Young Guns veían de golpe cómo sus acciones subían un montón de enteros y al cabo de unos meses la multinacional Virgin EMI anunciaba su fichaje. A pesar del enorme éxito de Bones, Wood y sus compañeros John Taylor (guitarra), Fraser Taylor (guitarra), Simon Mitchell (bajo) y Ben Jolliffe (batería) sentían la necesidad de llevar su música a otro nivel, y para ello se fueron a San Francisco para trabajar con el productor Dan The Automator. Pero las cosas no salieron como imaginaban y finalmente optaron por grabar su tercer álbum en Inglaterra con el veterano Steve Osbourne (U2, Placebo). Y es así como finalmente el pasado junio


YOUNG GUNS

“ES UN POCO CONFUSO PORQUE HACEMOS ROCK, HACEMOS POP, PERO NUESTRO OBJETIVO ES, EN REALIDAD, LLEGAR AL MÁXIMO DE GENTE POSIBLE”

lanzaban Ones And Zeros, un tercer álbum en el que por fin han conseguido una colección de canciones a la altura de su ambición. Pocos días después de terminar una gira americana con Breaking Benjamin, su batería atendía nuestra llamada.

mañana íbamos a hacer promoción a radios o televisiones. Volvimos veinte años más viejos de lo que éramos, pero mereció la pena. Si realmente trabajas duro y tienes las canciones en las que apoyarte, acabas teniendo tu recompensa”.

¿Cómo ha ido la gira con Breaking Benjamin? BEN JOLLIFFE “Fantástico. Son una gran banda y su público ha sido muy receptivo con nosotros”.

Musicalmente Ones And Zeros supone un paso adelante para el grupo. ¿Qué hicisteis de manera diferente a los dos primeros para tener un mejor resultado? “Lo principal es que tuvimos más tiempo para trabajar en él. Los dos primeros los hicimos del tirón. Con éste pudimos experimentar un poco más. Fuimos a San Francisco a trabajar con Dan The Automator y aprendimos mucho. Tuvimos tiempo para desarrollar las canciones. Las escribimos en diferentes partes del mundo, en distintos períodos… alguna la habíamos escrito hace dos años en Nueva York, así que también tuvimos que aprender a ser pacientes. Tenemos gustos muy variados, nos gusta el hip hop, el pop, el rock, el metal… Nos gusta incorporar electrónica también. Y ahora que viajamos tanto y trabajamos con los ordenadores, lo facilita. Así que cogimos elementos de todo eso, pero teniendo en cuenta que todo tenía

¿Cómo vivisteis el éxito de ‘Bones’ en Estados Unidos? “’Bones’ era el primer single que lanzábamos allí. Hicimos nuestros primeros conciertos y no sabíamos qué esperar, pero estábamos muy emocionados simplemente por estar ahí. Cuando fue escalando posiciones y llegó al número 1 no podíamos creerlo… ¡Todavía no podemos creerlo! (Risas) Nos parecía que alguien nos estaba gastando una broma o algo. Pero ha sido maravilloso, poder viajar a sitios donde nunca habíamos estado, escuchar a la gente cantar nuestras canciones es algo increíble... No es fácil porque es un país muy grande, cuesta mucho dinero girar ahí y sin el apoyo de un sello es casi imposible. Pero trabajamos mucho, cada 32

que tener un propósito. Antes, como muchas otras bandas, usábamos un montón de pistas de guitarra o de voces, y ahora lo simplificamos todo. Intentamos ser más concisos. Trabajar con Steve Osbourne, el productor, fue muy útil en eso. Es el disco que más he disfrutado haciendo. Como batería usé diferentes configuraciones en cada canción, diferentes estilos e incluso en diferentes salas para conseguir un sonido especial para cada una. Grabar un álbum puede ser como el día de la marmota, así que hacerlo así fue mucho más divertido. Así que creo que todo eso hizo que acabáramos haciendo nuestro mejor disco”. Me gusta especialmente el toque 80’s de algunos temas. En algunos Gustav casi parece Peter Murphy cantando. Creo que os hace distinguibles de tantas otras bandas. “Sí. Crecimos escuchando música de los 80 como Michael Jackson o Bruce Springsteen. Todas esas influencias están ahí. También nos gustan grupos de ahora como White Lies que tienen ese rollo. Es algo con lo que disfrutamos, y quizá el próximo trabajo incluso vaya aún más en esa dirección. No lo sé seguro, pero pue-


de que todavía haya más influencias de los 80”. Editasteis el primer single ‘I Want Out’ en agosto del año pasado. ¿En ese momento ya teníais el disco terminado o todavía estabais trabajando en él? “Ocurrieron varios factores. A principios del año pasado queríamos probar de trabajar con un productor que fuera más creativo y fuimos a trabajar con Dan The Automator, que básicamente es productor de hip hop. Estuvimos cinco semanas en San Francisco e hicimos cinco canciones con él. Podríamos haber hecho algo increíble, pero sentimos que se alejaba demasiado de lo que hacemos. Quitó toda la distorsión de las guitarras, en lugar de batería eran casi todo beats, y aunque sonaba guay era demasiado distinto. Así que eso hizo que se retrasara un poco. Pero luego nos pusimos a trabajar con Steve y todo fue muy bien. Y luego trabajamos con varias personas en la mezcla. Pero volviendo a tu pregunta, ‘I Want Out’ fue la primera canción que grabamos en el estudio y quisimos publicarla, por el gusto de tener un tema ya terminado y también para que la gente tuviera una idea de hacia dónde íbamos”. Volviendo a Dan The Automator, él hizo el primer disco de Head Automatica, así que deberíais considerarlo para el futuro. “Sí, sí, pero sinceramente, creo que perderíamos muchos fans si hubiésemos hecho todo el disco con él. Quizá habríamos ganado nuevos, pero era demasiado arriesgado. Y tampoco sé cómo hubiéramos tocado esos

temas en directo (risas). Creo que es mejor hacer las cosas gradualmente. Pero es un tío con mucho talento y seguro que volveremos a hacer algo con él en algún momento”. Estáis en una posición curiosa porque habéis tocado con Bullet For My Valentine o Bring Me The Horizon, que son más duros que vosotros. ¿Cómo ves al grupo evolucionando? ¿Hacia un público más adulto? “Lo que queremos es no encasillarnos en una sola escena. Un gran ejemplo es que en un concierto en Estados Unidos había un tipo cantando nuestras canciones y llevaba en hombros a un niño de 8 años y también estaba cantando. Queremos llegar a todo el mundo. Nos gustaría poner un pie en el mainstream, es emocionante tocar en festivales más abiertos o sonar en Radio 1. Pero también nos gusta el mundo del rock y no es algo que queramos dejar de lado. Es difícil. Tocamos con grupos que no suenan nada como nosotros, como Bring Me The Horizon, pero eso nos gusta también. Es un poco confuso porque hacemos rock, hacemos pop, pero nuestro objetivo es, en realidad, llegar al máximo de gente posible”.

‘Lullaby’ es una gran canción pop que podría conseguir eso. “Cuando escribes una canción lenta es fácil que te salga una balada, pero ésta es diferente. Tiene una estructura y un sonido particular. Posiblemente sea mi favorita del disco. Fue muy interesante de componer y grabar. Escribir temas lentos es complicado porque pueden quedar horteras”. ¿La habéis tocado en directo? “No todavía. De momento estamos tocando cinco, seis canciones nuevas. Nos gusta mucho porque tienen más groove. Hacen que la gente salte (risas). Están funcionando muy bien”. ¿Cuál es tu parte favorita de estar en Young Guns? “Viajar por todo el mundo, visitar nuevos sitios. Pero también me encanta trabajar en el estudio. Escuchar algo que has creado desde cero es fantástico. Cuando escuché ‘I Want Out’ por primera vez en la radio me sentí genial. Escuchar a la gente cantar nuestros temas también lo es, así que tocar en conciertos y festivales es quizá lo mejor”.

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REFUSED

多EL FIN DE LOS PRINCIPIOS?


COMO ERA DE ESPERAR, EL RETORNO DISCOGRÁFICO DE REFUSED NO HA DEJADO INDIFERENTE A NADIE. APROVECHANDO SU PASO POR EL RESURRECTION FEST, QUEDAMOS CON SU VOCALISTA DENNIS LYXZÉN PARA VER CÓMO HA ENCAJADO LOS PALOS. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DUSTIN RABIN

C

UALQUIER GRUPO que toma la decisión de reunirse sabe que se expone a manchar el recuerdo idealizado que sus fans tienen de él. En el caso de los suecos Refused, el riesgo era todavía mayor teniendo en cuenta tanto el carácter rompedor de su música, como el trasfondo político de su mensaje. En sólo siete años y tres discos, Refused consiguieron posicionarse como una de las bandas más interesantes, comprometidas y audaces del hardcore de los 90, pero no fue hasta que decidieran separarse en 1998, pocos meses después de publicar el ecléctico The Shape Of Punk To Come, que su nombre alcanzaría un estatus legendario que seguiría atrayendo a nuevos seguidores e influyendo a nuevas bandas durante la siguiente década, desde Rise Against (a quienes acompañarán en su próxima vista a España en octubre) a letlive. Una leyenda que fue aumentando, en parte, por la rotundidad con la que sus componentes descartaban la posibilidad de resucitar algún día el grupo. Pero todo eso cambió en 2012. Refused se juntaron para actuar en varios festivales (se dice que cobraron medio millón de dólares por tocar en Coachella), pero acabaron por embarcarse en una gira mundial en toda regla. A los pocos meses de haberla empezado, el deseo de hacer nueva música surgió y el guitarrista Kristofer Steen y el batería David Sandström decidieron presentar a Dennis Lyxzén

algunas piezas instrumentales en las que habían estado trabajando en los años anteriores y que acabarían derivando en nuevos temas como ‘Elektra’, ‘366’ y ‘Destroy The Man’. Si Lyxzén podía tener alguna reticencia por grabar un nuevo álbum, la idea de deconstruir su propio mito todavía le estimulaba más. Y fue así como, durante el año siguiente, la banda fue trabajando en nuevo material que acabarían grabando con el británico Nick Launay (Gang Of Four, Nick Cave) y su compatriota Shellback, un productor de pop que ha conseguido varios números 1 con Taylor Swift o Maroon 5. ¿Una provocación más? Sentado en la zona de prensa del Resurrection Fest con la misma ropa elegante con la que saldrá al escenario un poco más tarde, Dennis Lyxzén se muestra relajado y menos a la defensiva de lo que cabría esperar teniendo en cuenta la cantidad de ataques que ha recibido Freedom (Epitaph/PIAS), publicado un par de semanas antes. Él mismo se define como un tipo inteligente y sabe argumentar su defensa. “Refused somos dos cosas. Por un lado somos una idea que la gente tiene de nosotros y en la que proyecta una serie de valores. Y por otra, sólo somos cuatro personas haciendo música”, me dice. Y si algo reivindica Freedom es la libertad para poder seguir siendo eso. Freedom ha despertado opiniones muy dispares y algunas críticas han sido muy du-

ras. No tanto de los medios, pero sí por parte de los fans. ¿Esperabais este tipo de reacción tan visceral? DENNIS LYXZÉN “Durante un tiempo era muy cool que te gustaran Refused porque es mucho más fácil que te guste un grupo cuando no existe. La historia ya está escrita. Cuando volvimos en 2012, a mucha gente no le gustó porque quieres preservar la idea que tienes del grupo y ahora, cuando hicimos el nuevo disco, sabíamos que a mucha gente no le iba a gustar. Yo creo que en general Freedom ha gustado, lo que pasa es que a los que no les gusta se hacen oír mucho. Pero no pasa nada. Al final que haya gente que se tome tan a pecho lo que hace tu grupo es algo de lo que sentirse orgulloso”. Posiblemente, mucha gente que ahora considera The Shape Of Punk To Come como un clásico no le hubiese gustado de haberlo escuchado cuando salió. “Si hubieran existido las redes sociales cuando salió The Shape Of Punk To Come estoy seguro que lo hubieran destrozado aún más que a éste. Cuando salió no gustó a mucha gente. En Estados Unidos apenas vendimos 1.500 copias de ese disco en su momento. Muchos pensaron que éramos unos pretenciosos por incorporar elementos de jazz o electrónica, que nos habíamos vendido. Nunca hice música para satisfacer a 35


“SI HUBIERAN EXISTIDO LAS REDES SOCIALES CUANDO SALIÓ THE SHAPE OF PUNK TO COME ESTOY SEGURO QUE LO HUBIERAN DESTROZADO AÚN MÁS QUE A ÉSTE” DENNIS LYXZÉN nadie más que a mí, así que estoy acostumbrado a que me llamen eso. Para mí hay dos cosas curiosas al respecto. La primera es que Refused somos una banda experimental, que intenta sobrepasar los límites, probar nuevas cosas, y la gente nos aprecia por eso, pero cuando experimentamos esos mismos dicen ‘oh, ésos no son los Refused que me gustan’. Y está bien, no tenemos que ser los Refused que te gustan, pero seguimos siendo Refused. La segunda es que la única gente que escribe de manera negativa sobre nosotros son hombres. Sólo hombres. No hay ninguna mujer que haya escrito en nuestro Facebook ‘que os jodan’. Da un poco de miedo. Hay algo en la cultura masculina que hace que creamos que nuestras opiniones son más importantes. 36

Si Slayer sacaran un disco y no me gustara, ¿sabes qué haría? Seguiría adelante con mi vida. Pensaría que es una pena que Slayer saquen un disco que no me gusta, pero pensaría que igual el próximo sí puede gustarme. Sin embargo, muchos hombres creen que todo el mundo tiene que conocer su opinión”. En mí crítica del disco escribí que cuando el grupo se separó es cuando empezó la leyenda. ¿Lo sientes igual? “(Risas) Sí, hay muchos grupos que ahora miramos atrás y consideramos como leyendas que en su momento no interesaban a demasiada gente. Mira por ejemplo a MC5. Cuando existían, casi nadie les hacía caso. Tiene que ver con el hecho de que

cuando un grupo no existe, no tienes que preocuparte por si lo que hacen te gusta o no, porque como decía, la historia ya está escrita. Nadie puede meterse con eso. Cuando empezamos con Refused nunca tuvimos la ambición de encabezar el Resurrection Fest. No era lo que queríamos. Queríamos hacer música y expresar nuestras ideas políticas. Éramos una banda punk. Pensábamos que igual en lugar de tocar para 200 personas podríamos tocar para 500. Pero eso era todo. Es interesante porque no duramos demasiado, pero eso es lo que nos hizo grandes”. Alguien que conozco escribió un post en su Facebook en el que explicaba extensamente por qué se sentía defrauda-


do con vuestra vuelta. Sentía que habíais traicionado vuestros principios. ¿Hasta qué punto los tenéis en cuenta a la hora de tomar decisiones? “Lo que tiene que saber la gente es que cada vez que alguien critica algo que hacemos, nosotros lo hemos pensado antes diez veces más. Somos gente inteligente. Cuando hacemos algo, sabemos qué reacción tendrá. Hablamos y meditamos sobre cada paso que damos, qué repercusiones tendrá… Pero cualquiera que haya seguido mi trayectoria verá que siempre me ha guiado la música. Dos semanas después de que Refused lo dejáramos, empecé con The (International) Noise Conspiracy, seguí yendo de gira, seguí hablando de política… Cuando los otros me pidieron si estaría interesado en reunir a Refused, no estaba haciendo nada concreto y me parecía interesante ver qué éramos capaces de hacer. Ninguno de los principios políticos de la banda ha cambiado. Seguimos siendo una banda anticapitalista…”. Perdona que te corte, pero uno de los puntos que remarcaba ese post era que habíais hecho la gira de reunión en festivales, donde seguro que os pagaban mucho dinero, en lugar de haber tocado en salas bajo vuestras propias condiciones. “Pero es que no podemos tocar en salas pequeñas. No quiero que nuestra música excluya a nadie. Seamos realistas, ahora somos una banda grande y si tocáramos en una sala pequeña, ¿cuánta gente se quedaría sin vernos? Tienes que aceptar lo que

eres. Tenemos que actuar en función a eso. Antes éramos una banda de garaje y ahora tocamos en festivales. Así que lo que hacemos es pensar cómo podemos tener un impacto cuando tocamos en un festival. Está bien tocar en festivales en los que te pagan. Estuvimos siete años tocando sin ganar apenas nada. Dormíamos en el suelo, comíamos basura porque eso era lo que había. Incluso con The (International) Noise Conspiracy fue así durante un tiempo. Así que está bien poder volver a casa y no tener que preocuparme por cómo voy a pagar el alquiler. Creo que es un error pensar que ganar dinero te hace ser una persona menos política. Es una idea ingenua de cómo funciona el mundo. Vale, podríamos haber hecho una gira en furgoneta y tocar en salas pequeñas, pero…”. Incluso si lo hubierais hecho, habría quien diría que era un truco publicitario para ganar credibilidad… “La gente dice de todo. A mí nunca me ha motivado el dinero. Es totalmente irrelevante. Pero tienes que lidiar con vivir en una sociedad capitalista. A mí no me gusta, lo odio. Odio que todo esté conectado al dinero. En realidad si quisiéramos la pasta, podríamos haber seguido tres años más tocando las viejas canciones y ya está. En el minuto en el que sacas un disco nuevo, pones en riesgo todo eso. Estás apostando con tu pasado, con la percepción que tiene la gente de ti… En realidad es una estupidez hacer nueva música, pero era lo que necesitábamos hacer porque queremos crear, queremos tocar cosas nuevas”.

Freedom me parece un disco muy europeo. ¿Te inspiró el momento histórico que estamos viviendo? Hay una guerra económica en marcha y el pueblo la está perdiendo… “Sí. Queríamos escribir un disco sobre nuestra posición en el mundo en el que vivimos. Lo que pasa en Grecia, en España, en Italia, en Portugal, la crisis de inmigrantes del Mediterráneo… La gente quiere venir a Europa porque vendemos la promesa de un futuro mejor, pero luego cuando llegan, no los queremos. Cuando eres joven es fácil escribir cagándote en todo, pero ahora me apetecía más escribir sobre cuál es nuestra culpa como europeos, cuáles son nuestros problemas. Somos una banda internacional, somos bastante grandes en América, así que también queríamos mostrarles una perspectiva europea. No hay demasiadas bandas que hablen de economía, o del capitalismo, o del declive de la Unión Europea, pero si lees el periódico, sólo se habla de eso. Así que hablamos sobre lo que ocurre. Hay demasiadas bandas que sólo ofrecen entretenimiento aburrido. Tenemos la suerte de estar en un momento en el que ocurren muchas cosas y quizá de manera inconsciente eso también nos motivó a volver”. El resto del grupo estuvo trabajando en estas canciones como si fueran instrumentales, hasta que aceptaste grabar de nuevo y convertirlo en un disco de Refused. ¿Cómo fue para ti ese proceso? “Kris escribe casi todos los riffs, David también algunos y luego yo 37


“EN REALIDAD SI QUISIÉRAMOS LA PASTA, PODRÍAMOS HABER SEGUIDO TRES AÑOS MÁS TOCANDO LAS VIEJAS CANCIONES Y YA ESTÁ” DENNIS LYXZÉN

un lado femenino en lo que hacemos. No hay muchas bandas que hagan eso”.

empiezo a cantar encima. David y yo escribimos las letras juntos por primera vez. Me involucro mucho en terminar las canciones porque Kris y David podrían estar añadiendo cosas y más cosas durante dos años. Pero yo soy un poco el que ordeno los riffs y monta las estructuras. Pero para mí siempre ha sido así en todas las bandas. No fue distinto a otras veces. En INVSN, Andre, el batería, me manda las canciones y yo hago las melodías y las letras. Empezamos a trabajar en Freedom con una mentalidad totalmente abierta, sin tener en cuenta lo que habíamos hecho antes. Todo era posible”. Musicalmente habéis incorporado elementos de hip hop, funk, soul… Diría que transmite una cierta feminidad ante el hardcore más macho. ¿Fue algo buscado intencionadamente? 38

“Siempre hemos tenido esa feminidad. Songs To Fan The Flames Of Discontent era un disco más directo, aunque bastante loco, pero en The Shape Of Punk To Come ya cogimos muchas influencias distintas, y en Freedom hemos hecho lo mismo. A David y a Kris les gusta mucho el hip hop, el ragga, así que cogimos todo eso y lo metimos en nuestra música. A mí al principio me gustaba el punk y el hardcore, Youth Of Today, Gorilla Biscuits, Black Flag, Bad Brains… pero cuando el hardcore se volvió más popular con Sick Of It All y Biohazard, aunque son buenas bandas, todo se volvió más macho, y luego todavía más con Hatebreed, Terror, que son muy agresivos. Yo nunca he sido un macho, un tipo duro. Yo no soy de Nueva York, soy de un pueblo de Suecia (risas). Me gusta bailar en el escenario (risas). Así que tienes un buen contraste porque la música sigue siendo bastante dura, pero hay

Mirando atrás, ¿crees que los motivos que os llevaron a separaros fueron banales, incluso estúpidos? “Sí, lo eran. Pero los jóvenes siempre son un poco estúpidos. No sabíamos comunicarnos. Queríamos cosas distintas, pero si hubiéramos sido adultos podríamos haber hablado sobre ello. Pero éramos jóvenes cabreados y locos. Mirando atrás, me alegro de que nos separáramos porque pude hacer un montón de otras cosas y ahora hemos vuelto. Este tiempo separados es lo que hizo que pudiéramos volver. Es parte de la historia de Refused”. ¿Y lo mejor de estar en Refused hoy en día es que ya no te pregunten cuándo se reunirán Refused? “(Risas) Sí, lo es. El pasado es el pasado y puedes pensar en las cosas buenas y malas que hiciste, pero lo que hagas en el presente es lo más importante de tu vida”.



ATREYU


CINCO AÑOS DE DESCANSO HAN SIDO NECESARIOS PARA QUE LOS MIEMBROS DE ATREYU VOLVIERAN A SENTIR LA ILUSIÓN QUE HABÍAN PERDIDO. SU NUEVO DISCO, LONG LIVE, ES UNA VUELTA A SUS RAÍCES, AUNQUE ASEGURAN QUE SU RETORNO NO ESTÁ MOTIVADO POR LA NOSTALGIA. TEXTO: DAVID GARCELL FOTOS: DR

TREYU surgieron a finales de los 90 de la hirviente escena metalcore de Orange County que también nos trajo a Avenged Sevenfold, Bleeding Through o Eighteen Visions. Caracterizados por una estética oscura, una música que bebía del hard rock de los 80 (no en vano grabaron una versión de ‘You Give Love A Bad Name’ de Bon Jovi), el contraste entre la voz gritada de Alex Varkatzas y la limpia del batería Brandon Saller y un directo que te dejaba con los ojos abiertos como platos, Atreyu consiguieron su mayor popularidad en 2004 con su segundo álbum The Curse, que llegaría a vender medio millón de copias. Posteriormente el grupo dejaría Victory Records para pasar a Roadrunner y, aunque conseguiría una mayor proyección internacional, sus álbumes irían perdiendo frescura hasta el punto que,

tras la gira de su quinto álbum Congregation Of The Damned, en 2010, decidieran anunciar “un hiato indefinido” y dedicarse a otras cosas. Ninguno de sus otros proyectos (I Am War donde Varkatzas se juntaba con Brandan Schieppati de Bleeding Through, ni Saller con Hell Or Highwater, ni el guitarrista Travis Miguel con Fake Figures) acabó de funcionar y, en verano de 2014, hacían saber a través de sus redes sociales su deseo de volver a tocar en directo y que estaban trabajando en nueva música. Y así llegamos a agosto de 2015, momento en el que Atreyu publican su nuevo trabajo Long Live (Spinefarm) y en el que tienen que ver cómo encajan dentro de una escena cuya competencia se ha hecho mucho mayor de lo que podían imaginar. Su guitarrista Dan Jacobs ejerció de portavoz para hablar de las circunstancias que les han llevado a volver. 33


¿Tanto la decisión de dejarlo durante un tiempo como ahora de volver fue unánime dentro del grupo o no todos lo veíais de igual manera? DAN JACOBS “Cuando paramos fue porque habíamos llegado a un punto en el que estábamos quemados. Habíamos estado en el País de Nunca Jamás durante años, haciendo discos y girando, pero llegamos al punto en el que veíamos que hacíamos las cosas por obligación, no porque quisiéramos. Estábamos actuando para satisfacer las órdenes de nuestro sello, pero no a nosotros mismos. Cuando dimos el último concierto en Australia en 2010, salimos del escenario y dijimos ‘vamos a parar una temporada’. No es que decidiéramos separarnos, pero tampoco sabíamos cuánto tiempo íbamos a dejarlo. Y acabaron pasando cinco años. Yo en particular seguí

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en contacto con todos, llamándoles y viendo cómo estaban. Hará algo más de un año todos estábamos listos para volver, así que quedamos, lo hablamos y aquí estamos (risas)”. ¿Crees que además de estar quemados vosotros, quizá también lo estaba vuestra relación con los fans? Como si se hubiera apagado el fuego... “Sí, era una combinación de ambas cosas. La más importante es que mentalmente no estábamos motivados para seguir, y eso se acabó notando en los discos. No nos sentíamos cómodos del todo publicándolos y al público tampoco les acababan de gustar. Estábamos girando tanto que saturamos a nuestros fans. Sabían que si no nos veían en un concierto, posiblemente nos podrían volver a ver al cabo de pocas semanas en otra gira. Desde luego estos cinco

años fuera del circuito han he hecho que tanto nosotros como los fans volvamos a estar ilusionados”. Especialmente ahora que los grupos sacan discos muy seguidos y van empalmando giras sin descanso es muy fácil quemarse. “Es un arma de doble filo. Si tienes suerte, y consigues tener un disco o dos de éxito, las oportunidades para estar siempre de gira son muchas, pero también lo son de quemarte. A excepción de bandas como Metallica, que son enormes y pueden marcar su propio ritmo, la mayoría de grupos intentan no desaprovechar ninguna oportunidad porque las carreras son muy efímeras”. ¿Vais a cambiar en algo vuestra manera de funcionar para evitar quemaros?


“Sí. No queremos hacer largas giras. Como mucho haremos dos o tres semanas y luego volveremos a casa para descansar dos semanas más. Creo que dos semanas es genial, porque cuando te empiezas a añorar, ya estás de nuevo en casa. Y luego cuando vuelves a la carretera vuelves a tener ganas y energía. Es una buena manera de no quemarte y estar fresco”. En estos cinco años, bandas como Bring Me The Horizon o Of Mice & Men se han hecho muy populares. ¿Qué opinas de esta nueva escena? “Es interesante. Para nosotros es extraño porque cuando empezamos a tocar éramos unas pocas bandas las que hacíamos este estilo, y 15 años después hay un montón. Es increíble ver lo que ha crecido esta escena y cómo ha evolucionado. Pero también creo que se ha perdido un poco la personalidad, hay demasiadas formaciones sonando iguales. Pero creo que gracias a estas bandas, también tenemos la oportunidad de poder volver ahora”. A la hora de publicar el nuevo disco, ¿tenías miedo que quizá haya nuevos fans que piensen que sois vosotros quienes estáis copiando a estas bandas más jóvenes? “La verdad es que cuando componemos no prestamos atención a nada externo. Está claro que hay grupos cuya intención es sonar exactamente como otra. Si cierras los ojos y tocan dos temas seguidos, no sabrías de qué grupo se trata. Así que lo mejor para nosotros es no fijarnos en lo

“SABEMOS QUÉ ES LO QUE NOS SALE MEJOR, CUÁL ES EL SONIDO DE ATREYU, Y ESO ES LO QUE REPRESENTA ESTE NUEVO DISCO”

que hacen los demás y simplemente escribir canciones y tocarlas como lo hacemos. Si hacemos eso, siempre sonará a Atreyu y eso es lo que nos permite seguir siendo relevantes”. Quizá en Long Live hay una mayor presencia de vuestras raíces hard rock. ¿Crees que es una manera de distinguiros de los demás grupos? “Sí. A lo largo de nuestra carrera siempre hemos tenido esas raíces muy presentes. Quizá nos alejamos de ellas en Lead Sails Paper Anchor y Congregation Of The Damned, donde experimentamos un poco más para ver hasta dónde podíamos llegar. Pero después de haber probado todo eso, creo que sabemos qué es lo que nos sale mejor, cuál es el sonido de Atreyu, y eso es lo que representa este nuevo disco”. En ‘Do You Know Who You Are’, el ritmo y las guitarras son muy Def Leppard. “Sí, soy un gran fan de Def Leppard. La idea inicial para ese tema fue ‘We Will Rock You’ de Queen. Quería ese ritmo como de palmadas, ese groove de arena rock. En Atreyu siempre hemos tenido ese elemento de arena rock y es lo que intenté reflejar en esta canción”. También se nota en lo que os gustan los solos de guitarra,

algo a lo que han renunciado muchas bandas de metalcore. “Sí, así es. Como guitarrista es genial estar en un grupo en el que poder hacer solos. Como fan del hard rock de los 70 y los 80, donde cada canción tenía un solo, para mí es algo imprescindible. Tienes razón que se ha abandonado en el metalcore. Hay grandes guitarristas, pero la mayoría de grupos están muy orientados a los acordes”. ¿Cuáles son tus bandas de hard rock preferidas? “Las que más me han influenciado son Ratt, Scorpions, Van Halen, Warrant, Mötley Crüe. Nunca estuve demasiado metido en el thrash, siempre preferí las canciones más pop con solos melódicos. Se suele mirar con malos ojos a los 80, pero incluso las peores bandas tenían a un gran guitarrista y a un gran cantante. Para mí fue un período increíble. Los conciertos eran todo un espectáculo. Después con el grunge todo se volvió más aburrido, pero por suerte bandas como Avenged Sevenfold o Bullet For My Valentine han recuperado un poco de eso”. ¿Y qué te parecen Black Veil Brides? “Están bien, pero no soy un gran fan. Me gusta el rollo que llevan a lo Mötley Crüe. Son buenos músicos, pero les fallan un poco las canciones. Lo

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“MENTALMENTE NO ESTÁBAMOS MOTIVADOS PARA SEGUIR, Y ESO SE ACABÓ NOTANDO EN LOS DISCOS”

tienen todo menos eso”. Volviendo a Atreyu, ¿os resultó fácil componer nuevo material para el disco o necesitasteis un tiempo para sentiros cómodos trabajando juntos otra vez? “La verdad es que todo salió muy fácilmente. Brandon, Alex y yo llevamos tocando juntos desde los 13 años, así que son veinte años de experiencia y sabemos muy bien lo que nos gusta y lo que no”. ¿Durante estos cinco años habías compuesto algo pensando en el día en que Atreyu eventualmente se reunieran? “Sí, un poco. Hay algunas partes

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que incluso tenía sin usar de cuando hicimos los dos últimos discos. Así que el nuevo álbum también fue una oportunidad para sacar a la luz esas partes que, por un motivo u otro, no habíamos podido usar”. Ya habéis empezado a dar conciertos... ¿Cómo os sentís en el escenario pasados estos cinco años? “Por ahora ha sido genial. Seguimos conservando la misma energía y no paramos de movernos. Si vienes a vernos verás el mismo tipo de show de hace diez años. El público está siendo estupendo. Nos estamos divirtiendo mucho”. Particularmente a ti te gusta

hacer muchas acrobacias en el escenario. ¿Alguna vez has tenido alguna lesión grave o algo parecido? “Nunca nada serio. Me he hecho bastante daño porque alguna vez me he caído del escenario (risas). Una vez en Escocia salté desde la plataforma de la batería y, justo cuando estaba saltando, me di cuenta de que el techo era muy bajo, así que me curvé para no darme con la cabeza y acabé aterrizando y dando una voltereta en el suelo. Pensaba que me había roto el cuello, pero por suerte no pasó nada (risas)”.



BRING ME THE HORIZON

MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE


SIN APENAS TIEMPO PARA ASIMILAR EL ENORME ÉXITO DE SU ANTERIOR ÁLBUM, BRING ME THE HORIZON ESTÁN DE VUELTA CON UN NUEVO TRABAJO. CON THAT’S THE SPIRIT LA BANDA BRITÁNICA SE REINVENTA, DEJANDO ATRÁS EL METALCORE Y ABRAZANDO UN SONIDO MÁS MELÓDICO. ¿ESTARÁN SUS FANS DISPUESTOS A ESCUCHARLO SIN PREJUICIOS? ¡ÉSE ES EL ESPÍRITU! TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR/RUBÉN NAVARRO (DIRECTO)


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ENIENDO EN CUENTA que Bring Me The Horizon acabaron la gira mundial de su último disco Sempiternal el pasado 5 de diciembre con un multitudinario concierto en el Wembley Arena de Londres -inmortalizado en un DVD que se ha publicado recientemente-, lo lógico era pensar que habría que esperar hasta bien entrado 2016 para poder escuchar un nuevo disco suyo. Pero cuando a finales de junio el quinteto de Sheffield empezó a mover a través de sus redes sociales la imagen de un paraguas con lluvia dentro y unas semanas después lanzaba un nuevo tema, ‘Happy Song’, empezamos a contemplar que quizá su quinto álbum llegaría antes de lo previsto. La buena noticia se confirmó el 23 de julio cuando se hizo oficial el vídeo de un nuevo single, ‘Throne’, así como el título That’s The Spirit (Columbia) y la fecha de lanzamiento, 11 de septiembre, para el que se anticipa como uno de los bombazos de la temporada. Gusten más o gusten menos, es indudable que Bring Me The Horizon son ya la banda más grande de su generación a escala planetaria y, por lo que hemos escuchado hasta ahora de That’s The Spirit, todavía pueden ir a más. Si en Sempiternal ya se apreciaba su intención de distanciarse del metalcore de sus inicios para abrazar un estilo más rock y accesible, en su nuevo álbum, que ellos mismos produjeron en los estudios Black Rock de la isla griega de Santorini, Oli Sykes (voz), Lee Malia (guitarra), Matt Kean (bajo), Matt Nicholls (batería) y Jordan Fish (teclados, programación) han completado sin pudor su transformación.

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‘Drown’, el single que lanzaron como celebración de su concierto en Wembley, fue el primer aviso de esta nueva dirección más melódica, y tanto ‘Happy Song’ como ‘Throne’ acaban de confirmar que Bring Me The Horizon están más interesados en posicionarse como el relevo natural de Linkin Park que en ser simplemente la banda puntera del metalcore. Habrá quien preferiría a los Bring Me The Horizon más duros y gritones de sus inicios, habrá quien siga pensando que si han triunfado ha sido más por su imagen que por su música, habrá quien piense que simplemente se han vendido a la comercialidad… críticas y opiniones tan respetables como inevitables cuando una banda sale de la burbuja de una escena determinada. Pero para los miembros de Bring Me The Horizon se trata de una simple consecuencia de haber crecido y de satisfacer sus ansias de evolucionar musicalmente. En ausencia de un Oli Sykes que se encontraba disfrutando de su luna de miel, hablamos con Matt Nicholls y Jordan Fish sobre la creación de su nuevo disco, el camino recorrido y el que les queda por recorrer. El ciclo de Sempiternal se prolongó hasta finales de 2014. ¿Cuándo empezasteis a trabajar en That’s The Spirit? MATT NICHOLLS “Terminamos la gira en diciembre con el concierto de Wembley y después de Año Nuevo ya nos pusimos a trabajar en él. Descansamos un poco en Navidades, pero la verdad es que todos teníamos ganas de volver a componer”. Así que cuando publicasteis

“MUCHA GENTE DIJO QUE BRING ME THE HORIZON ESTABAN A LA CABEZA DEL METALCORE Y QUE HABÍAMOS LLEVADO ESE SONIDO A LAS MASAS. ES HALAGADOR SI LA GENTE PIENSA ESO DE NOSOTROS, PERO AHORA QUEREMOS MOVERNOS EN OTRA DIRECCIÓN” MATT NICHOLLS

‘Drown’ todavía no habíais empezado a preparar el nuevo disco. MATT “No, era un tema suelto que hicimos sin pensar en nada más, sólo para tener algo nuevo que tocar en Wembley. La hicimos en un fin de semana por nuestra cuenta y como nos gustó cómo quedó, decidimos lanzarla. En un principio no iba a estar en el disco, pero al final pensamos ‘¿Y por qué no?”. Supongo que el subidón de haber tocado en Wembley os inspiró mucho. JORDAN FISH “Sí, ésa fue la razón por la que empezamos a componer tan rápidamente. Habíamos planeado tomarnos dos meses libres, pero ese concierto hizo que todos tuviéramos ganas de ponernos en ello de inmediato. Fue un concierto tan bueno que nos inspiró mucho. Estuvimos componiendo durante tres meses y luego grabando unos dos más. Hacer todo


el disco nos llevo como medio año”. Para cualquier grupo británico tocar ahí es un hito. ¿Qué supuso para vosotros? ¿Fuisteis capaces de disfrutarlo o estabais demasiado estresados con las cámaras y todo lo que rodeaba el show? MATT “Como banda fue una pasada porque Wembley es enorme. No creo que una banda como la nuestra pueda ir mucho más allá. Puede que alguno estuviera nervioso, pero yo estaba jodidamente emocionado. Todas nuestras familias estaban ahí y se habían agotado las 12.000 entradas. Fue una culminación de todo lo que habíamos trabajado durante estos años”. Tiene que molar mucho decirle a tu padre ‘¿Ves como no estaba loco?’... MATT “Sí, ahora ya se creen que esto va en serio (risas). De hecho, siempre han creído en nosotros, aunque no

las tuvieran todas. Pero eran ellos los que nos llevaban en coche para dar conciertos cuando nosotros no teníamos ni carné... Quizá pensaban que sería sólo algo pasajero, pero el grupo empezó a crecer enseguida. Es raro porque a veces nuestros padres se emocionan más que nosotros con según qué cosas (risas). Es genial”. Volviendo a That’s The Spirit, ¿en qué medida fue ‘Drown’ la chispa que marcó la dirección del nuevo álbum? JORDAN “No creo que marcara la dirección del disco, pero sí nos dio mucha confianza para hacer música más melódica. Pero el disco es mucho más variado, no todos los temas son como ‘Drown’”. De todos modos, los tres temas nuevos que habéis lanzado tienen un sonido más rock. ¿Es todo el disco así o hay algún tema más parecido

a lo que hacíais antes? ¿Qué canciones creéis que sorprenderán más? MATT “Hay algún tema más metal, pero no hay nada súper agresivo. Hay cosas duras y otras más suaves. Hay muchos sonidos nuevos, hay de todo, incluso hay cosas de house”. JORDAN “Sí, posiblemente la que más sorprenda sea la última del trabajo. Es más bailable. Supongo que ésa sorprenderá. Pero es difícil de decir porque no sé lo que la gente espera de nosotros... Lo veremos cuando salga”. ¿En qué medida vuestros gustos personales han cambiado e influenciado la música que hacéis ahora? JORDAN “Mis gustos siempre han sido variados. Creo que todos los tenemos. Supongo que en los últimos cinco años han cambiado, pero porque somos cinco años mayores. Seguimos escuchando cosas de cuan-

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BMTH

“NO TENEMOS NADA EN CONTRA DE LOS PRODUCTORES, PERO PARA ESTE DISCO QUERÍAMOS ESTAR A NUESTRAS ANCHAS” JORDAN FISH

do éramos jóvenes, pero ahora somos más abiertos”. MATT “Simplemente es que estamos creciendo como personas. Cuando empezamos teníamos 17 años y ahora tengo 29. Ha pasado mucho tiempo. La música que nos interesaba entonces no es necesariamente la que nos interesa ahora. Todos hemos cambiado. No queremos quedarnos quietos en el mismo lugar. Te aburres si haces siempre lo mismo, y la gente se aburre de ti. De todos modos, el metalcore de ahora es una mierda, ¿sabes? Es como una fórmula que todos los grupos siguen y personalmente ya no me aporta nada. Me parece muy aburrido. Ahora todos los grupos hacen beatdown. Antes solía ser una parte de una canción, pero es que ahora los temas se basan sólo en eso. Preferimos alejarnos de todo eso. No sé si puedo hablar por todos los del grupo, pero al menos yo, ya he pasado esa etapa. Creo que hemos cambiado a mejor”.

Ya que dices que todas las bandas copian a otras, tanto ‘Drown’ como ‘Throne’ suenan mucho a Linkin Park… MATT “Sí, todos crecimos escuchando a Linkin Park. Fue de las primeras bandas que escuchamos de metal y teníamos 13 ó 14 años. Hemos escuchado muchas veces Hybryd Theory. Por supuesto hemos tomado cosas de ellos, pero no sólo de ellos. Tomamos cosas de muchos grupos. Pero si a la gente le suena a Linkin Park, no pasa nada”.

Entonces, ¿cómo os sentís respecto al impacto que habéis tenido en esa escena? MATT “No lo sé, es raro. Todo el mundo copia a todo el mundo. Todos tenemos nuestras influencias. Cuando nosotros empezamos tocábamos con bandas de punk y straight edge y de

¿Veis este disco como una transición hacia algo totalmente distinto o vais a seguir en esta línea en los próximos álbumes? JORDAN “No tengo ni idea. No sé cómo sonaremos de aquí a dos o tres años. No creo que hagamos otro dis-

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golpe la escena metalcore explotó y se convirtió en algo enorme y global. Mucha gente dijo que Bring Me The Horizon estaban a la cabeza y que habíamos llevado ese sonido a las masas. Y eso mola porque nosotros estábamos influenciados por bandas de metalcore. Es halagador si la gente piensa eso de nosotros, pero ahora queremos movernos en otra dirección”.

co igual, seguro que querremos cambiar algo. Pero no sé si haremos algo más duro o algo más pop o más funk. Posiblemente eso no (risas). Siempre intentamos escribir lo que nos gusta”. ¿Qué relación guarda el título That’s The Spirit con el contenido de las letras? JORDAN “Salió mientras estábamos componiendo y a todos nos pareció bien. Es muy británico. Un poco


positivo y un poco negativo. Encaja con el rollo del disco. Pero las letras son cosa de Oli. Es él quien puede hablar de ellas”. De acuerdo. De todos los lugares posibles fuisteis a Grecia para grabar. ¿Por qué allí? No es un sitio nada habitual… MATT “Buscamos en Google cuáles eran los mejores estudios del mundo y ése estaba el primero en la lista. Como no íbamos a trabajar con un productor, teníamos algo más de dinero para gastar en el estudio, así que queríamos ir a uno en el que nos pudiéramos relajar y pasarlo bien. La mayoría de veces estás grabando en sitios donde no hay nada alrededor y es bastante deprimente. Esta vez fue como estar en el paraíso”. JORDAN “Santorini es un sitio muy hermoso, pero tampoco hay mucho que hacer en la isla. Es muy tranquila.

Pudimos concentrarnos en la música. Si queríamos descansar podíamos ir a bañarnos o dar un paseo. Pero el ambiente de ahí nos ayudó a estar relajados. Si vas a pasar dos meses trabajando no se me ocurre un sitio mejor que ése”. ¿Os enterasteis de algo de lo que estaba sucediendo en Grecia a nivel político, social o económico? MATT “Bueno, no es que no nos importase lo que ocurría, pero Santorini es una pequeña isla y allí no pasaba mucha cosa. No nos enteramos demasiado, la verdad”. Después de haber trabajado con un productor tan aclamado como Terry Date en Sempiternal, ¿cómo fue la experiencia de tomar las riendas y producir el disco vosotros mismos? JORDAN “Naturalmente que decidiéramos producir el disco no era una cuestión menor. Había mucha gente preocupada en nuestro sello por si seríamos capaces, pero queríamos dar ese paso. Aprendimos mucho haciendo Sempiternal y cuando luego grabamos ‘Drown’ y salió bien, vimos que éramos capaces. Sabíamos que éramos los que mejor podíamos hacer el trabajo. En alguna ocasión puedes necesitar a alguien externo, y no tenemos nada en contra de los productores, pero para este disco queríamos estar a nuestras anchas”. MATT “Jordan es una especie de genio en cuanto al trabajo en estudio. Ha estado produciendo a otras bandas, tiene su estudio, así que sabe lo que se lleva entre manos. La verdad es que salió mucho mejor de lo que

ninguno podía esperar”. ¿Creéis que los productores están sobrevalorados, incluso demasiado bien pagados? JORDAN “Depende de cada grupo. Hay bandas que necesitan a alguien que les ayude a componer o a estructurar sus temas. Quizá también nosotros lo necesitamos, eso está por ver. Pero sentíamos que no lo necesitábamos. Fue nuestra decisión. Yo tengo experiencia como productor y Oli se involucra mucho en el aspecto creativo, así que tenemos todos los aspectos cubiertos. Pero depende de cada situación”. También es una señal de que teníais muy claro el sonido que queríais conseguir. De otro modo, podría haber sido un lío. MATT “Sí, somos buenos amigos y sabemos lo que nos gusta a cada uno. La opinión de todos cuenta a la hora de tomar una dirección u otra. En realidad nunca hay discusiones respecto a eso porque todos queremos progresar musicalmente. De eso se trata cuando estás en una banda”. Jordan, tu papel en el grupo ha ido creciendo mucho. ¿Cómo te ganaste la confianza de los demás? JORDAN “Sobre el papel puede parecer que he ganado mucho protagonismo, pero en el anterior fue un poco el mismo aunque Terry Date fuera el productor. En este álbum todos hemos contribuido mucho. No siento que las cosas hayan cambiado demasiado para mí. Supongo que ellos confían en mí de la misma manera que yo confío en ellos”. 51


Pero cuando te uniste tus expectativas no debían ser tan altas. El teclista en un grupo de metal suele tener un rol secundario… JORDAN “Sé lo que quieres decir, pero es que nunca me consideré sólo el teclista. Escribí Sempiternal con ellos, me ocupaba de la electrónica, programación… De hecho, no soy un gran teclista (risas). Pero creo que todos hemos cambiado. La manera de tocar de Lee ha cambiado, la de Matt también, la manera de cantar de Oli… y yo no he sido el responsable de eso. Todos hemos evolucionado a la vez”. MATT “Sí. Ahora toco de manera mucho más controlada. Cuando empezamos era mucho más errático. Los ritmos eran más locos, no pensaba tanto en lo que hacía. Ahora es mucho más estable. Pero Jordan es el que se ocupa de todos los ritmos electrónicos,

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también en directo. Creo que mi estilo ha evolucionado hacia algo mejor, es menos estúpido que antes (risas). Aunque él se quite importancia, Jordan juega un papel muy importante y los fans deberían saberlo. Nos ha abierto muchas puertas para componer mejor. Antes componíamos con guitarra y batería y luego añadíamos la electrónica. Ahora muchas veces la electrónica es la base. Me alegro mucho de que esté en el grupo”. JORDAN “Gracias tío (risas)”. Como decíais antes, empezasteis de muy jóvenes, pero al mismo tiempo parecíais muy ambiciosos. ¿Teníais muy claro que queríais llegar a donde estáis ahora? MATT “La verdad es que es una de esas cosas que simplemente ocurren. Hemos trabajado duro, pero casi todo el tiempo hemos disfrutado

mientras lo hacíamos. Al principio sólo queríamos dar conciertos, pero poco a poco cada vez venía más gente a vernos y fue entonces cuando pensamos que quizá podíamos hacer algo de provecho con el grupo. En el EP y en Count Your Blessings había algunas cosas un poco de broma, pero con Suicide Season empezamos a tomárnoslo en serio. Pero siempre hemos afrontado las cosas tal como venían, nunca hemos esperado nada. Ni siquiera esperábamos grabar un disco. Pero luego lo haces y van sucediendo nuevas cosas. Nunca nos hemos puesto objetivos sobre dónde queremos estar de aquí a cinco o diez años. Lo principal siempre ha sido poder dar conciertos y divertirnos, todo lo que venga de más es una propina. Es una buena manera de que no se nos suba a la cabeza y mantener los pies en el suelo. Y creo que, gracias a eso, diez años


“SI PUDIÉSEMOS HACER ALGO PARECIDO A LO QUE HACEN MUSE SERÍA INCREÍBLE, PERO NO SÉ SI ES POSIBLE. ME CONTENTO CON PODER SEGUIR HACIENDO LAS COSAS COMO HASTA AHORA. SEGUIR CRECIENDO A NUESTRO RITMO” JORDAN FISH

después la banda es más grande que nunca. No puedo quejarme por eso”. Para las bandas de rock es muy difícil llegar a ese nivel de tocar en pabellones o estadios. Quizá la única que lo ha conseguido en Gran Bretaña es Muse. ¿Veis posible que un día lleguéis a ese nivel? MATT “No lo sé, no tengo ni idea. Molaría. Si pudiésemos hacer algo parecido a lo que hacen Muse sería increíble, pero no sé si es posible. Me contento con poder seguir haciendo las cosas como hasta ahora. Seguir creciendo a nuestro ritmo. Si llegamos a eso, perfecto, pero si no, no pasa nada. Nunca pensamos en llegar hasta aquí, nunca pensamos en tocar en Wembley o en hacer una entrevista para una revista de España, así que todo está bien. Hasta ahora hemos conseguido cosas increíbles, así que

no voy a ponerme a llorar si nos quedamos donde estamos”. Lo que es evidente es que habéis tenido un gran impacto también en Estados Unidos, algo difícil teniendo en cuenta que ellos ya tienen muchos grupos. MATT “Cuando empezamos siempre nos decían que nunca llegaríamos a nada en América, pero cuando fuimos allí nos fue bien desde el principio. La primera vez éramos la segunda banda en un cartel de cinco, y mucha gente venía a vernos y luego se marchaba. Fue surrealista. Y a partir de ahí seguimos creciendo. No sé por qué, quizá es porque somos ingleses”. ¿Qué es lo más duro de formar parte de una banda así de grande? ¿No os da miedo perder el control? JORDAN “No es duro porque lo pasamos muy bien. Lo más duro es estar lejos de casa porque estoy casado y tengo un perro. Pero me gusta estar de gira. Me encanta lo que hago y si el precio es estar lejos de tus seres queridos, estoy dispuesto a pagarlo. No puedo quejarme, porque si no me compensara, siempre podría dejar el grupo y tener otra vida. A muchos músicos les gusta quejarse, pero en el fondo no deberían porque están viviendo su sueño”. MATT “Todos hemos ido creciendo a la par que crecía el grupo. La mayoría de chavales de 17 años les gustaría haber vivido lo que nosotros hemos vivido. La mayoría de nuestros amigos de la escuela tienen trabajos normales, así que hemos tenido vidas

completamente distintas. Nosotros crecimos dentro de un autobús, viajando por distintos países, tocando… Las situaciones fueron cambiando e intentamos llevarlas lo mejor posible, y creo que mejor no podría haber salido. No me arrepiento de nada porque es lo que nos ha llevado hasta aquí”. Y es destacable que hayáis mantenido vuestra amistad y nadie se haya vuelto loco. MATT “Bueno, alguna vez se nos ha ido la olla. Empezamos el grupo siendo cinco y ahora sólo somos cuatro de los miembros originales. Las circunstancias hicieron que Curtis (Ward) dejara el grupo. Fue un mal momento, pero las cosas suceden por algo y luego se vuelven mejor. Ahora, ocho años después, hemos crecido y volvemos a ser amigos, pero fue duro. Ha habido problemas de egos, y luego problemas con Jona (Weinhofen), pero tienes que aprender de todo eso. Desde que está Jordan, volvemos a ser cinco y todos estamos al mismo nivel. Ahora hay mejor ambiente que nunca. Siempre ha sido bueno, pero cada vez ha ido a mejor”. Antes de que os dejemos, ¿tenéis idea de cuándo volveréis a España? MATT “La gira europea no se ha anunciado todavía, ¿verdad? Bueno, aún no puedo confirmarte nada, pero el año que viene nos veréis en algún momento. Nos gusta tocar en todos sitios, pero España mola mucho”.

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JIM ADKINS JUSTO CUANDO SE CUMPLEN DIEZ AÑOS DE LA ÚLTIMA Y ACCIDENTADA VISITA DE JIMMY EAT WORLD A NUESTRO PAÍS, SU LÍDER JIM ADKINS VIENE DE GIRA POR TEATROS PARA SACARNOS, EN PARTE, AQUELLA ESPINITA. A FALTA DE PAN… TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: DR

E

N TODA adolescencia uno siempre guarda con cariño algún verano especial en la memoria, y si uno es melómano por naturaleza, resulta inevitable asociarlo también a algún concierto. Personalmente, en mi caso sería el período estival de 2005. Tenía 18 años, justo acababa de terminar la Selectividad, tenía todo el verano por delante y, lo mejor de todo, iba a ver a Green Day en Madrid en la gira de presentación de American Idiot. Un verdadero acontecimiento. Por si fuera poco, venían acompañados de otra banda imprescindible de aquella época, Jimmy Eat World, a los que les tenía casi las mismas ganas que al trío de Berkeley. Pero desgraciadamente, y como muchos de los que estuvieron presentes en el Madrid Arena aquella noche recordarán, el show de los teloneros se vio rápidamente empañado por un desafortunado accidente. A los dos temas de haber

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comenzado, Tom Linton, guitarrista de Jimmy Eat World, cayó al foso desde el escenario, obligando a cancelar la actuación de inmediato. Por fortuna, la cosa no tuvo mayores consecuencias, aunque todavía conservo en la memoria la expresión

del cantante Jim Adkins llevándose las manos a la cara horrorizado ante lo que acababa de ocurrir. Desde entonces, Jimmy Eat World han continuado su carrera publicando nuevos trabajos, mientras que aquí en España aguardábamos esperanzados


SÓLO POR DIVER SIÓN

en un principio, pero la ocasión nos parecía lo suficientemente interesante como para contactar con el propio Jim y que nos explicase los porqués de esta nueva andadura. Corrígeme si me equivoco, pero creo que ésta es la primera vez en tu carrera que te presentas como artista en solitario. ¿Por qué ahora? ¿Qué es lo que ha hecho que decidas apartarte momentáneamente de Jimmy Eat World? JIM ADKINS “Bueno, sólo se trata de pasar un buen rato. Quiero seguir sintiéndome productivo entre los parones que tiene el grupo. Es algo que ya he hecho con anterioridad. No es que nos hayamos dado un tiempo o entrado en un hiato... seguimos funcionando como banda, sólo que ahora mismo me apetece divertirme por mi cuenta y probar cosas nuevas”. Así que no tenemos que preocuparnos en absoluto por la continuidad del grupo, ¿verdad? “No, para nada. Seguimos adelante. No te preocupes (risas)”.

el día en que pudiesen regresar para compensarnos por aquel concierto que quedó pendiente. Pues bien, ha tenido que pasar casi una década para que Jim Adkins vuelva a visitarnos. Concretamente lo hará el 16 de este mismo mes en Barcelona

y al día siguiente en Madrid. Eso sí, no lo hará acompañado del resto de sus compañeros, sino únicamente de su guitarra acústica para presentarnos sus canciones en solitario y algún que otro tema de su banda principal. No es lo que nos hubiera gustado

En lugar de sacar un álbum completo, has preferido lanzar cada semana desde mediados de julio un nuevo single. ¿Por qué has decidido hacerlo así? “Estuve pensando en cómo escuchaba la gente la música en estos momentos.

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Parece que el público cada vez está más acostumbrado a escuchar canciones sueltas, incluso cuando están utilizando un servicio de streaming. Como te comentaba antes, quiero probar cosas nuevas, pero que al menos tengan un sentido. A día de hoy me parece demasiado pedirle a la gente ‘hey, escucha mi álbum. Coge una hora de tu día, de tu vida, y escúchalo’ (Risas). Es mucho pedir. En cambio, si les dices ‘échale un vistazo a este tema de 3 minutos’, les resulta una proposición más manejable. Es un experimento sobre cómo la gente escucha la música al mismo tiempo que intento algo diferente”. ¿Pero no crees que puede resultar un poco confuso para algunos? Un álbum parece algo más consistente y duradero. “Sí, desde luego. Yo prefiero la opción de escuchar un álbum completo. Es lo que a mí me gusta de verdad. Pero pienso que la mayoría de la gente que escucha música, incluso a los que nos encantan los álbumes, cada vez está más acostumbrada a centrarse en las canciones que en escuchar el disco entero. Siendo honestos, yo escucho música durante todo el tiempo y hay muchos grupos y discos que me encantan, pero al final del día acabo escuchando más canciones sueltas que otra cosa. También es excitante escuchar la música de esa manera. Lo que está sucediendo ahora en el mundo digital te obliga a crear un cuerpo de trabajo, por decirlo de alguna manera. Todas tus canciones se encuentran concentradas unas con otras, de modo que cuando publicas 56

nuevo material, se une a las otras canciones. Es como una maratón más que una carrera de corta distancia, ¿sabes a lo que me refiero? Es algo que hay que ir construyendo poco a poco y eso es lo que estoy haciendo ahora. Para mí es importante ofrecer algo que sea manejable. Me sigue gustando coleccionar 7” y vinilos bonitos. Creo que es algo natural. Es una respuesta muy larga para una pregunta tan simple (risas)”. Escuchando algunos de estos temas como ‘I Will Go’ o ‘Love Don’t Wait’, es inevitable pensar que tampoco están muy alejados en la base de lo que haces en Jimmy Eat World. ¿Qué marca la diferencia? “Es distinto cuando trabajas por tu cuenta. Hemos estado trabajando como grupo en el proceso de composición durante muchísimo tiempo, así que creo que hay grandes diferencias. Pero de alguna manera, no puedo escapar de mí mismo, ya que soy parte del grupo, por lo que la manera en la que toco, canto y las cosas que me gustan se ven reflejadas a la hora de escribir. También debo ser honesto con lo que a mí me gusta y lo que quiero escuchar. No quiero hacer algo diferente por el simple hecho de hacerlo, sino que tiene que tener un sentido respecto a cómo me siento con lo que me gustaría oír. Así que es lógico que haya algunas similitudes. Para este material en concreto me he centrado en el período de los grandes compositores que conseguían unir country, blues, rock... como los Everly Brothers, Buddy Holly o Roy Orbison. Me

interesaba mucho la manera en que esa gente construía las canciones por aquel entonces. Era muy diferente a como se hace ahora, pero hay elementos que continúan. Lo que he intentado es acercarme a ese estilo. No es que pretendiese copiarles, pero es un salto respecto a lo que solía hacer hasta ahora”. Entre los singles que están todavía por salir hay algunas versiones de Beck, Everly Brothers… ¡Y el ‘Girls Just Wanna Have Fun’ de Cyndi Lauper! ¿Cómo surgió la idea de hacer esta versión en particular? “Simplemente son canciones que me gustan. Sentía que podía hacer algo con ellas. Nunca me ha importado si un tema era demasiado pop. Si es bueno, es bueno. Cada persona puede sacar diferentes emociones e ideas de ellas. Quería experimentar con ellas de una manera en la que se acercasen a lo que yo hago, independientemente de cómo sean. Es una manera un tanto libre de acercarse a las canciones, pero me gusta evitar que suenen lo menos similares posibles a la original”. ¿Qué es lo que podemos esperar de tus conciertos? “Es un tipo de concierto diferente al que la gente está acostumbrada a ver. Sólo yo con mi guitarra, sin trucos ni cosas raras. Así que será una experiencia más íntima. Siempre me han gustado los grupos de rock ruidosos que intentan mostrar una versión acústica de lo que hacen. Tocaré algo del material en solitario, un par de versiones y también canciones de Jimmy Eat World de


“NO ES QUE JIMMY EAT WORLD NOS HAYAMOS DADO UN TIEMPO O ENTRADO EN UN HIATO... SEGUIMOS FUNCIONANDO COMO BANDA, SÓLO QUE AHORA MISMO ME APETECE DIVERTIRME POR MI CUENTA Y PROBAR COSAS NUEVAS”

una manera distinta a como las he interpretado antes”. Vienes tocando tú solo, sin banda, y encima en teatros. ¿No te intimida? El ambiente de un teatro es muy diferente, más serio. “Sí, es bastante diferente (risas), pero es genial. Este verano he estado haciendo algunas fechas en teatros y ha ido muy bien. Todo es mucho más tranquilo y puedes dejar que las cosas fluyan de otra manera. Te obliga a escuchar con más atención y a conectar con el público de una manera distinta a lo que sería con una actuación de rock. Pero es algo fantástico”. Hace exactamente diez años de la última vez que

tocaste con Jimmy Eat World en España. Supongo que, desgraciadamente, recordarás el concierto de Madrid… “Oh, sí. Te refieres a cuando Tom se cayó del escenario, ¿verdad? Fue un momento terrible, estábamos muy preocupados. Lo siento mucho por toda la gente que vino a vernos, pero espero que entendiesen nuestra decisión de no seguir con el concierto”. Te puedo asegurar que para muchos de nosotros fue una verdadera lástima que tuvieseis que cancelar el concierto nada más empezar. ¿En todo este tiempo nunca habéis intentado volver? “La verdad es que no sé por qué

llevamos tanto tiempo si ir allí, pero espero que todos los fans de Jimmy Eat World puedan venir a los concierto acústicos. Seguramente volveremos al año siguiente cuando tengamos un nuevo disco que presentar. Pero no quiero que la gente de España piense que nos hemos olvidado de ellos (risas). Sabemos que los fans españoles nos llevan esperando desde hace tiempo y estoy seguro de que volveremos para ofrecer nuestro propio concierto de rock. Pero mientras tanto me tendréis allí tocando el mes que viene. Tendréis ambas cosas, así que es como un extra (risas)”.

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ESPECIAL FOTO

STANDSTILL


25 ANIVERSARIO DE BCORE EL 25 ANIVERSARIO DE BCORE, UNA DE LAS DISCOGRÁFICAS ESENCIALES DE LA ESCENA INDEPENDIENTE DE NUESTRO PAÍS, SE CELEBRÓ POR TODO LO ALTO A FINALES DE JUNIO EN BARCELONA. DISTINTAS SALAS DE LA CIUDAD ACOGIERON LAS ACTUACIONES DE ALGUNAS DE LAS BANDAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL SELLO Y VIVIERON MOMENTOS TAN ESPECIALES COMO LA REUNIÓN DE THE UNFINISHED SYMPATHY, STANDSTILL RECUPERANDO SU FACETA HARDCORE, BULLITT HACIENDO VERSIONES DE BAD RELIGION O EL MISMO JORDI BCORE TOCANDO DE NUEVO EL BAJO CON 24 IDEAS. ¡LARGA VIDA!

NO MORE LIES

FOTOS: ERIC ALTIMIS


BULLITT

THE UNFINISHED SYMPATHY


24 IDEAS

NUEVA VULCANO

JOAN COLOMO & NUEVA VULCANO


TOKYO SEX DESTRUCTION

THE NEW RAEMON


JOAN COLOMO

STANDSTILL


GHOST

EL LADO OSCURO


O O

VIVIMOS EN UN UN MUNDO MUNDO EXTRAÑO EXTRAÑO EN EN EL EL QUE, QUE MIENTRAS LAS IGLESIAS SE SIGUEN VACIANDO, UN GRUPO CON IMAGINERÍA RELIGIOSA SIGUE GANANDO CADA VEZ MÁS FIELES. MELIORA ES EL TERCER LIBRO SAGRADO CON EL QUE LOS SUECOS GHOST PROYECTAN AMPLIAR SU CULTO. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR

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NTREVISTAR A UN GRUPO como Ghost siempre entraña un dilema. ¿Entras en su juego y les hablas como si efectivamente fueran seres sobrenaturales o les tratas como a un músico más? ¿Hasta qué punto tiene sentido que dos adultos hablen sabiendo perfectamente que lo que dicen son patrañas? ¿No merece la música de Ghost ser valorada por sí misma sin toda la parafernalia que tiene detrás? Pero por otro lado, ¿no es una pena que ya no haya lugar para un poco de fantasía y misterio en el mundo del rock’n’roll? En estas cosas ando pensando cuando una tarde de julio suena el teléfono y me conectan con uno de los cinco instrumentistas del grupo sueco que se acreditan como Nameless Ghoul (demonio anónimo). Con cierta timidez le pregunto si podría decirme cuál es su cometido dentro del grupo, a lo que responde “Claro, soy el guitarrista”. Mucho se ha especulado sobre la identidad de los músicos que, desde 2008, pueden haber formado parte en algún momento de Ghost, desde Mikael Akerfeldt de Opeth a Dave Grohl, quien les produjo el EP If You Have Ghost. Hace un par de años pudimos entrevistar en Londres cara a cara y sin maquillaje al vocalista Papa Emeritus II, ahora rebautizado como Papa Emeritus III para el lanzamiento de su tercer álbum Meliora (Spinefarm), y recientemente nos confirmaron off the record la identidad de otro de sus actuales componentes, pero en favor del espectáculo nos reservaremos esa información. En realidad, saber quiénes se esconden bajo esos hábitos con capucha es irrelevante. Lo que importa es que su música sigue capturando nuestra imaginación con su exuberante fusión de heavy metal, pop, oscurantismo y teatralidad. Si bien Meliora no impacta tanto como sus

obra anteriores, desde luego tiene la suficiente consistencia para que salivemos ante la idea de poderles ver, por primera vez, actuando en salas en nuestro país a finales de noviembre. Vuestro primer disco Opus Eponymous trataba sobre la llegada del Anticristo; el segundo, Infestissumam, sobre el Anticristo operando entre los humanos. ¿Cuál es la temática de Meliora? NAMELESS GHOUL “Éste trata sobre la ausencia de Dios. La ausencia de Dios es la presencia del Anticristo. Su ausencia no es una única cosa, se manifiesta de muchas maneras. Este disco intenta reflejar que el desapego y la individualidad de la sociedad actual pueden llevar a consecuencias muy destructivas. Pero el título hace referencia implícita al mundo que ves en la portada, y que se ilustrará en diez formatos distintos en el interior. Se supone que estamos en la cumbre de nuestra civilización, pero puede mejorar. La mayoría de la gente en el mundo occidental está tomando más medicamentos que nunca para no tener ataques de ansiedad, y aun así hay mucha gente que se suicida. Tenemos un futuro brillante pero muy contradictorio ante nosotros”. O sea, que el mundo está jodido pero crees que mejorará… “Creo que hay esperanza. ¿Para qué vivir si no crees que puedes hacer que el mundo sea mejor? Si no contribuyes a que eso suceda, más vale que te suicides. Por supuesto, lo que decimos no debe ser tomado literalmente, sino que es una reflexión sobre el estado general de la humanidad en los tiempos modernos. Ése es el concepto general del disco. En cierta manera, es un álbum futurista”. 33


“ES CONTRADICTORIO PORQUE TRABAJAMOS MUCHO PARA SER UNA BANDA CADA VEZ MAYOR, Y ESO SIGNIFICA QUE ESTAMOS UN PASO MÁS CERCA DE DEJAR DE SER ANÓNIMOS” NAMELESS GHOUL

Así que, aunque Ghost habéis creado vuestro propio universo, os preocupa lo que ocurre en el mundo real… “Sí. Hablo por la mayoría del grupo, tenemos tendencia a estar muy informados. A veces desearía no saber todo lo que ocurre en el mundo. A veces envidio a la gente que no presta atención a las noticias, porque tienden a ser más felices. La mayoría de la gente que conozco que son muy inteligentes tienden a sentirse muy infelices. No todos, pero la mayoría. Es así de triste”. ¿De dónde salieron las nuevas canciones? 66

“Siempre estamos escribiendo. Yo lo hago continuamente. El 95% del material lo aporto yo. Hay períodos más intensos que otros, pero siempre hay algo. Todos nuestros discos son el resultado de un largo período en el que recogemos ideas. Hay canciones que se dejan de lado y no entran en un álbum porque no encajan o no están terminadas y luego las retomamos. En este disco hay muchos temas que no entraron en los dos primeros. Y ahora tenemos mucho material que usaremos en el cuarto trabajo. Nunca nos hemos encontrado en la posición en la que nos enfrentemos a una hoja en blanco y tengamos una fecha de entrega. No

sé si sería capaz de hacerlo. La última gira terminó un sábado, y el lunes ya estábamos empezando a trabajar en el nuevo disco. Hicimos tres meses de preproducción, que para nosotros es el período más importante porque es cuando lo refinamos todo y acabamos de escribir las canciones”. ¿Crees que por eso hay un nexo tan continuo entre un disco y otro? “Creo que hemos evolucionado, pero es cierto que hay una unión entre todos que tiene que ver con lo que has dicho. El ADN del material proviene de diferentes períodos y esa mezcla


es lo que hace que sonemos de cierta manera. Pero creo que si estuviésemos en la posición en la que tuviéramos que enfrentarnos a una hoja en blanco y alguien me estuviese apuntando en la cabeza, el resultado final tampoco sería muy distinto. Es mi manera de escribir”. ¿Cómo de distinto fue grabar el disco anterior en Nashville con Nick Raskulinecz a grabar éste con Klas Ahlund en casa? “Fue distinto en muchos aspectos. Cuando hicimos el disco con Nick, ya habíamos hecho toda la preproducción. Básicamente habíamos

grabado el disco por nuestra cuenta y estábamos contentos con todo. Sólo se trataba de volverlo a grabar en un mejor estudio, así que no había mucho que Nick pudiera aportar. Sé que con otros grupos se involucra más, pero con nosotros hizo más el papel de animador. En el caso de Klas, nos dejó muy claro que quería participar desde el principio. Nos dijo que creía que podía aportar mucho y que teníamos que trabajar con una mentalidad abierta porque iba a cuestionarlo todo. No es que nos dijera que quería escribir una canción, pero sí cuestionarnos y decir ‘¿Por qué ese riff de esa manera?’. Así que lo aceptamos. Y el hecho de tener que darle explicaciones de todo hace que te des cuenta de que hay partes que no son importantes y que puedes apartar. Es como quitarle la grasa. Así que trabajar con Nick moló un poco más porque pasamos mucho tiempo en el estudio divirtiéndonos y colocándonos, lo cual es fantástico. Estar en América, durante seis semanas, grabando un disco de rock’n’roll en un gran estudio totalmente pasados es fantástico, pero quizá no des lo mejor de ti mismo. En cambio Klas era muy meticuloso. No permitía que hubiese ninguna diversión en el estudio y eso hacía que estuviésemos muy concentrados. Así que no fue una grabación tan divertida, pero obtuvimos un mejor disco”. Una de las cosas que más me gustan de vuestras canciones son los arreglos. ¿Les dedicáis mucho tiempo? “Sí. Cuando escribo quiero que el arreglo sea conmovedor y dramático. Por suerte todos trabajamos en la misma dirección. Queremos que la canción esté tan trabajada como sea posible.

Me encantan los Ramones y la música que es simple, y en realidad nuestra música tampoco es muy técnica, pero es muy importante que cada parte tenga el arreglo adecuado. Cuando estás grabando deberías conocer muy bien tus canciones. Especialmente la batería y el bajo tienen que sonar como si estuviesen haciendo el amor, tiene que sonar extremadamente fluidos. Y eso lleva tiempo porque a muy pocas secciones rítmicas les sale de manera natural. Por eso es importante la preproducción, para trabajar todos esos detalles. Cuando estás en un gran estudio, que cuesta un montón de dinero, no es el momento de ser creativo, sino simplemente de ejecutar. Si lo comparas con una película, durante la preproducción escribes el guión, escoges los actores, construyes los decorados… No quieres escribir el guión cuando ya estás filmando. Por eso nos esforzamos mucho en la preproducción. Trabajamos de nueve a seis de lunes a viernes durante tres meses”. Una de mis canciones favoritas es la última, ‘Deus In Absentia’. Curiosamente me recuerda a ‘Welcome To The House Of Fun’ de Madness, no sé si la conoces o si os sirvió de inspiración. “(Risas) Puede que sea algo inconsciente porque mi hermano era muy fan de Madness. Yo no era tan fan, pero les había escuchado bastante. La verdad es que no lo había pensado, pero ahora que lo dices, puede que tengas razón”. Eso os hace especiales. Puedes encontrar esas influencias que no tienen nada que ver con el metal. 67


“EL METAL ES MUY DOGMÁTICO, LO CUAL ES UNA MANERA MUY PURITANA DE PENSAR, CUANDO EL ROCK’N’ROLL SE SUPONE QUE TIENE QUE SER REBELDE” NAMELESS GHOUL


“Intentamos tener un enfoque muy abierto. No desechamos ninguna idea. Si hay una influencia de Madness nos da igual. Nos puede influir cualquier cosa, una canción pop italiana o Black Sabbath. No nos importa mientras sea bueno. Hay muchos grupos pequeños que están demasiado preocupadas por ser otra banda. Eso también me pasaba a mí. Cuando era pequeño yo quería ser Keith Richards. Pero cuando descubrí y acepté que nunca podría ser él o James Hetfield, me di cuenta que tenía que ser el mejor haciendo lo que yo hago, no imitando lo que otros ya han hecho antes. Muchos de los discos que más apreciemos fueron hechos por grupos muy jóvenes que intentaban hacer algo nuevo. Por desgracia el heavy metal y el hard rock son demasiado conservadores porque intentan preservar una esencia. Hay demasiadas bandas regurgitando lo que ya se ha hecho. Todas las bandas de stoner son grandes fans de Black Sabbath, pero sólo se han fijado en un aspecto del grupo e ignoran que por ejemplo también hacían grandes baladas muy ricas instrumentalmente. Y al final acaban sonando todas a Kyuss. El metal es muy dogmático, lo cual es una manera muy puritana de pensar, cuando el rock’n’roll se supone que tiene que ser rebelde”. ¿Os frustra entonces que sobre todo haya sido la comunidad metal la que más atención os ha prestado o que principalmente hagáis giras o toquéis en festivales de metal? “La verdad es que no podíamos contar

con que nadie más que la escena underground nos fuera a apoyar. Cuando empezamos nuestras ambiciones eran muy modestas, aunque tuviéramos el sueño de ser una banda con una gran producción en directo. Al principio tampoco pensábamos en que sería algo a lo que dedicarnos plenamente. Era más bien ‘vamos a hacer un disco y ver si podemos tocar en el Roadburn o tocar en un par de festivales al año’. Pero luego salió el disco y se empezó a crear el hype, y vimos que podíamos dar más conciertos. Y a todos nos alegró, porque desde pequeños queríamos estar en una banda profesional. Así que cogimos la oportunidad y la aprovechamos para intentar llegar lo más lejos posible. Porque oportunidades así, quizá sólo se te presentan una vez en la vida. A mí me encanta tocar en festivales de metal, me encanta el metal, yo soy metal (risas). Lo que me molesta un poco es esa actitud más conservadora que a veces te encuentras. Pero es como con la familia... Quizá no te gusten tus primos, quizá sean idiotas, pero siguen siendo tus primos y son parte de tu familia, tienes que aceptarlo. Pero también cuando tocamos en festivales más mainstream notas que hay una ausencia absoluta de hermandad. Ninguna banda habla con otra, porque todos creen que son más importantes que el resto, y también odio eso. Así que básicamente odio a todo el mundo (risas). Pero tenemos la suerte de ser uno de los pocos grupos que puede tocar tanto en festivales metal como mainstream. Tocar en Wacken y el Pink Pop está muy bien. Desde un punto de vista de negocio eso es muy bueno para un grupo porque puedes alternar unos y otros en un mismo país

de año en año. Los grupos más extremos sólo pueden tocar en los festivales de metal”. Aunque ser anónimo tiene muchas ventajas, ¿no hay una parte de tu ego al que le gustaría ser reconocido por lo que haces? “Puede ser, pero creo que también se nos reconoce hasta cierto punto. Tenemos la medida suficiente de reconocimiento para no volvernos personas horribles. Me siento muy cómodo en el punto en el que estamos. Somos una banda reconocida, pero me gusta que a mí no se me reconozca demasiado. Puedes entrar y salir del papel. Si estuviera en una banda del mismo nivel, pero que todo el mundo reconoce, la tendencia te lleva a cambiar. Es contradictorio porque trabajamos mucho para ser una banda cada vez mayor, y eso significa que estamos un paso más cerca de dejar de ser anónimos. Pero hasta el momento me alegro de que hayamos llegado tan lejos, manteniendo los pies en el suelo, no nos creemos nuestro propio hype. Nos sentimos muy agradecidos y sabemos que un día todo esto acabará. En otras palabras, la banda o nuestro personaje no lo es todo. El problema de muchos músicos es que creen que la banda lo es todo y cuando les echan de un grupo o éste termina, para ellos es una catástrofe. Por eso hay tantos alcohólicos y locos por ahí. Aunque quién sabe, igual de aquí a cinco años, si Ghost ha terminado, yo sea uno de ellos (risas)”.

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¡FELICES DIEZ!

RESURRECTION FEST TEXTO: RUBÉN ALCOA, JUAN ANDRÉS, JORDI MEYA FOTOS: RUBÉN NAVARRO

MOTÖRHEAD 120


APHONNIC

L

a peregrinación anual a Viveiro tomaba en 2015 un carácter especial teniendo en cuenta que se cumplía el décimo aniversario del Resurrection Fest. Da un poco de vértigo ver el crecimiento exponencial que ha tenido el festival en una década, tanto en la dimensión del recinto como en el número y variedad de bandas invitadas. La cifra récord de asistentes, 55.000 entre los tres días, invita a pensar además que el futuro puede ser aún mejor. El ambiente familiar, el entorno del propio pueblo, el aliciente gastronómico y, en esta ocasión, un tiempo ideal sin las lluvias del año pasado, suponen un valor añadido para un evento del que todos deberíamos sentirnos felices que haya llegado tan lejos. JUEVES, 16 DE JULIO Que los vigueses Aphonnic fueran los encargados de estrenar el Main Stage fue un acto de justicia poética después de todo lo que han luchado a lo largo de su trayectoria. Puede que el

SUICIDE SILENCE

reconocimiento les haya llegado tarde pero desde que publicaran Héroes su suerte parece haber cambiado y a ellos se les ve más seguros que nunca. No les intimidó las grandes dimensiones del escenario y temas como ‘Mi Capitán’, ‘Jerry’ o ‘Mala Virgen’ sonaron triunfales. Antes que ellos, Brothers Till We Die, Adrenalized, Jardín De La Croix y Nasty habían puesto en marcha los otros dos escenarios, el mediano Chaos Stage y el Ritual Stage situado en la carpa. En ellos actuarían a continuación los franceses Misanthrope que no despertaron demasiado entusiasmo con un death metal épico un poco plano y Landscapes, que sorprendieron por la agresividad con la que descargaron su post hardcore, acercándoles a unos Gallows. Sorpresa agradable. Los también británicos Heart Of A Coward ofrecieron una buena dosis de metalcore en el escenario principal y estrenaron algún tema de su próximo disco Deliverance que publicarán el mes que viene. De vuelta a la carpa, Oathbreaker volvieron a

cautivarnos con la intensidad y rabia que desprende su mezcla de doom y hardcore personificadas en la voz de su frontwoman Caro. Los londinenses Devil Sold His Soul ejectutaron bien su post metal, pero dejaron un poco fríos al personal. Todo lo contrario que Defeater que en la carpa justificaron su relevancia dentro de la escena post hardcore actual, si bien en directo suenan con menos matices que en disco y todo toma un enfoque más punk. En el Main Stage, el público recibió entusiastamente a Soulfly, que presentaba una formación nueva con los dos hijos mayores de Max Cavalera. Pese a la evidente voz mermada de Max, el grupo sonó con bastante fuerza en los temas propios, pero le faltó pegada para hacer sonar los temas de Sepultura como se merecen. Suicide Silence volvían al Resurrection tres años después de haberlo hecho en el que fuera uno de los últimos conciertos del tristemente desaparecido Mitch Lucker. Es evidente que Eddie Hermida, no tiene su mismo carisma, 71


REFUSED

pero realmente se entregó para que sus fans acepten esta nueva encarnación del grupo. Algo que consiguió, en parte, por comunicarse todo el rato en castellano (reveló que es descendiente de gallegos) y en mucho porque temas como ‘Inherit The Crown’ o ‘Sacred Words’ sonaron aplastantes. Quienes también parecía que tenían que revalidar un examen eran Refused, después de la disparidad de opiniones levantada por el lanzamiento de su nuevo disco Freedom. Si ése era el reto, los suecos lo pasaron con una excelente nota. Empezaron con ‘Rather Be Dead’ y ‘Summerholidays vs. Punkroutine’, y con los temas de The Shape Of Punk To Come como espina dorsal fueron intercalando piezas recientes como ‘Françafrique’ o ‘Destroy The Man’, en la que Dennis Lyxzén aprovechó para criticar la poca presencia de artistas femeninas en el cartel. Elegantemente vestido y con una energía desbordante Dennis sería el mejor frontman de TERROR 72

todo el festival, al igual que el batería David Sandström; verle fue todo un espectáculo. El final con ‘Elektra’ y la inevitable ‘New Noise’ certificaron que pese a quien le pese Refused siguen en plena forma. Los polacos Decapitaded, con una formación renovada tras la muerte de su batería y la salida del vocalista Covan, se mostraron decididos a tener un futuro por delante con una dura descarga de death metal clásico en el Chaos Stage y la gente volviéndose loca con ‘Pest’ o ‘Spheres Of Madness’. Bien por ellos. Paralelamente, Comeback Kid repetirían en la carpa otra memorable actuación a las que nos tienen acostumbrados cuando actúan en el Resu. No rozó la perfección como en la anterior, pero escuchar ‘Do Yourself A Favor’ o ‘Wake The Dead’ siempre es un placer. Además nos regalaron una inédita versión de ‘Territorial Pissings’ de Nirvana. La historia de amor con los canadienses sigue viva.

La noche había caído y Black Label Society fueron la primera banda en disfrutar de un verdadero juego de luces en el Main Stage. No se puede negar que Zakk Wylde tiene mucha presencia escénica, que la banda suena bien y que tiene buenos temas como ‘Suicide Messiah’ o ‘Stillborn’, pero su desmesura a la hora de subirse a la tarima y demostrar lo gran guitarrista que es, hacen que sus conciertos acaben resultando bastante plomizos. Un poco de contención no le iría nada mal. Cannibal Corpse pusieron a prueba sus cervicales y las nuestras con su brutal death metal. Ni algunos problemas con las luces del Chaos Stage, pudieron evitar que los de Buffalo arrasaran con bestialidades como ‘I Cum Blood’ o ‘Hammer Smashed Face’. Pasaba la una y media de la madrugada cuando Berri Txarrak saltaban al escenario principal. Quizá por tratarse del Resu, el trío se centró en la parte más dura de su repertorio


COMEBACK KID

y se ventilaron 19 temas, empezando con ‘Alegia’ y acabando con ‘Oihu’, en lo que pareció un santiamén. Les hemos visto mejores conciertos este año, pero siguen manteniendo el listón muy alto. Una sensación parecida fue la que tuvimos al ver a Toundra en el Chaos Stage. Los madrileños siempre se entregan, pero teniendo en cuenta que ya eran las tres de la mañana quizá el cansancio del público hizo que no hubiera la comunión mágica de otras ocasiones. Aun así, ojalá todas las noches pudieras irte a dormir después de haber escuchado ‘Oro Rojo’, ‘Ara Caeli’ o ‘Bizancio’ en directo. VIERNES, 17 DE JULIO No llegamos a tiempo para ver a Blaze Out, ni Dagoba pero sí para cazar a los californianos Get Dead, que con su punk borrachuzo y acento folk, hicieron pasar un buen rato a los primeros valientes que se acercaron al Main Stage. Acto seguido, Anestesia

sorprendieron con un conciertazo donde amasaron riffs thrasheros con actitud punk. Toda una patada en la boca. En una onda similar, pero tirando más al crossover ochentero, Iron Reagan estuvieron geniales repasando en poco más de media hora un montón de sus violentos y divertidos himnos. Tony Foresta, recordemos también líder de Municipal Waste, se lo pasó en grande y logró contagiarlo al público. La diversión debía continuar con el revival thrasher de Dr. Living Dead, pero los suecos enmascarados parecieron gafados por unos constantes problemas técnicos que llevaron a la desesperación de su vocalista Dr. Ape, que además iba con la pierna entablillada. Siempre da apuro ver como una banda lo intenta y elementos externos les fastidian, pero cuando pudieron, temas como ‘Streets Of Doc’ Town’ o ‘Forced Fed’ sonaron con poderío. Un breve cameo al final de Guillermo de Angelus Apatrida puso la nota simpática.

IN FLAMES

Años atrás un grupo como Kadavar no hubiera tenido en el cartel del Resu, pero la progresiva ampliación de estilos de la programación hace que ahora no desentonen. El trío alemán desplegó su rock setentero con tendencia psicodélica en el Main Stage, y la verdad, es que ahí tumbados en la hierba tuvieron un efecto balsámico antes de que Toxic Holocaust retomara la línea de thrash/ crossover que ese día dominaba en el Chaos. Con Joel Grind, haciéndose cargo inesperadamente del bajo, el trío de Portland arengó al personal con misiles como ‘Nuke The Cross’ o ‘Bitch’. A su lado, Backyard Babies sonaron excesivamente inofensivos. Quizá sea por los años de parón que se han tomado, o quizá simplemente sea una cuestión de edad, pero es como si hubieran perdido el toque macarra que tenían antes y ni siquiera un temazo como ‘Highlights’ sonó como nos tenían acostumbrados. Un pequeño chasco. En cambio para D.R.I. parece que no 73


D GENERATION

pasan los años ni sus ansias de liarla. Al final ponerle ganas es la clave y si encima tienes detrás una colección de clásicos como ‘The Five Year Plan’, ‘Who Am I’ o ‘I Don’t Need Society’, pues mucho mejor. Fue una buena lección de lo mucho que les deben los grupos que habían actuado en las horas anteriores. Desde que hace meses se anunció la presencia de Motörhead en el festival, corría la inquietud sobre si realmente llegarían a actuar dado el estado de salud actual de Lemmy. Pero sobre las 21.45 salían en el Main Stage y con una significativa ‘We Are Motörhead’ parecieron con ganas de callar bocas. Sonaron con potencia y aunque Lemmy ya no intimida, aguantó bien el tipo, tanto de voz como a la hora de hacer retumbar las cuerdas de su Rickenbacker. Que en el fondo siempre han sido una banda más cercana al rock que al heavy, quedó patente en temas como ‘Damage Case’, ‘Over The

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DANKO JONES

Top’ o ‘Going To Brazil’. El final con las infalibles ‘Ace Of Spades’ y ‘Overkill’ fueron merecedoras de un sonado aplauso que ante todo transmitía respeto. Aún hay vida... La hora siguiente fue un viaje al pasado dividido entre el speed metal de Nuclear Assault en el Chaos y el hardcore melódico de 7 Seconds. Ambos grupos estuvieron correctos, pero disfrutamos más por lo que eran que por lo que puedan ofrecer en el presente. No esperábamos demasiado de Children Of Bodom, pero la verdad es que en esta ocasión sorprendieron favorablemente con un show bastante entretenido con un Alexi Laiho muy activo. Ni que su death metal melódico huela ya un poco a naftalina, ni que tuvieran algunos problemas técnicos, la tripleta final con ‘Lake Bodom’, ‘Downfall’ e ‘In Your Face’ dejó un buen sabor de boca. En el Ritual Stage, Terror se presentaban con la significativa baja de Scott Vogel por

SATANIC SURFERS

una lesión en la espalda que le apartó de toda la gira europea. Y aunque parezca mentira, el bajista David Wood se las apañó para que, casi, no se le echara en falta, tanto en el apartado vocal como en la faceta de frontman. Los angelinos ofrecieron auténtica lección de lo que debe ser un concierto de hardcore y los circle pits y los pogos fueron una constante en 50 minutos para enmarcar, culminados por una exultante ‘Keepers Of The Faith’ En sus conciertos del pasado octubre, ya pudimos ver como In Flames parecen haber recuperado la ilusión por tocar en directo, después de años de hacerlo con el piloto automático puesto. En el Resu, de nuevo, se les vio felices y comunicativos, y encima contaron con un juego de luces brillante. Todavía hay a quien la deriva musical que la banda ha ido tomando en la última década no le convence, pero nada de eso parece importar cuando suenan ‘Only For The Weak’, ‘Eyes Wide Open’ o ‘The


TOUCHÉ AMORÉ

Mirror’s Truth’. Anders Fridén llevó muy bien el peso del bolo y en ‘Take This Life’ hasta subió a un fan para que la cantara. Y por cierto, lo hizo muy bien. Un momento emotivo que el protagonista no olvidará nunca y que redondeó una gran actuación de los suecos. El remate final vino de la mano de The Exploited y un Wattie que, con casi 60 años, todavía escupe con convicción clásicos del punk como ‘Fuck The System’ o ‘Sex Of Violence’, durante la cual un montón de fans se subieron al escenario. SÁBADO, 18 DE JULIO Para cualquier banda de black metal, tocar a plena luz del día es algo así como montar una fiesta infantil a las cuatro de la mañana, pero los alemanes Der Weg Einer Freiheit resolvieron la papeleta con media hora de guitarras profundas compensadas por melodías místicas. Dejaron una buena impresión, aunque no éramos ni un centenar

viéndoles en el Chaos Stage. Tras la baja de Periphery quedaba en manos de Monuments representar a la escena djent en el festival. Los británicos, que curiosamente tienen al ex Periphery Chris Barretto como vocalista, estuvieron sensacionales y en buena parte hicieron comprender por qué este estilo está en alza. A pesar de tratarse de una música técnicamente compleja, el grupo transmite un aire distendido y nada pretencioso. Barretto se esforzó en conectar con el público, y hasta se lanzó varias veces para cantar encima de él. La comunión que se vivió cuando tocaron ‘I, The Creator’ fue total. De las revelaciones del festi, a pesar que el viento no ayudara a su sonido. Tocaba dirigirse al Ritual Stage para ver a Dawn Of The Maya, quienes ya están encarando el final del ciclo de su último disco The Truth Is In Front Of You, antes de ponerse a preparar nuevo material. Con un Igor como siempre hiperactivo y la banda ya totalmente

compenetrada hicieron subir la temperatura de la carpa con temas de metalcore melódico como ‘The Balance Is Broken’ o ‘The Age Of Darkness’. En el Main Stage, Carnifex convencieron con un buen puñado de temas de su Die Without Hope, publicado el año pasado. Scott Lewis logró poner el pit en acción incitando a que todo el mundo saltara y aunque se hayan distanciado un poco del deathcore siguen sonando letales. Los catalanes Syberia estrenaron varios temas que formarán parte de su próximo trabajo, y tanto por ejecución como por las ganas que le metieron convencieron a más de uno de que hay vida más allá de Toundra en la escena instrumental de nuestro país. Post metal con un gran empaque y riffs que te sacuden todo el cuerpo. Aprovecharon bien su oportunidad. De la cierta solemnidad de Syberia pasamos a la diversión absoluta de Skindred. Ya hemos dicho en otras

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KORN

ocasiones que los galeses son una banda ideal para festivales y en 40 minutos lo demostraron de sobras. Su ecléctico material invita a cantar, bailar y saltar y Benji Webbe, además de tener una gran voz es un cachondo de mucho cuidado. Para muchos fue el mejor concierto del festival. Los australianos Ne Obliviscaris proponen algo menos festivo, con una

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suerte de black progresivo que a ratos funciona y en otros no acaba de cuajar, sobre todo cuando su violinista adquiere más protagonismo. Tuvieron el hándicap de no poder contar con su bajista, pero aun así fue interesante verles. Había hambre de Heaven Shall Burn después de cinco años sin pisar nuestro país y los alemanes respondieron con un enorme concierto. Los músicos no

pararon quietos ni un momento y Marcus Bischoff estuvo simplemente espectacular como jefe de pista. Cañonazos como ‘Counterweight’, ‘Land Of The Upright Ones’, ‘Voice Of The Voiceless’ o ‘Black Tears’, su conocida versión de Edge Of Sanity, pusieron al público a 1000. La casualidad quiso que viéramos su actuación subidos en la terraza del


camión de Monster, situado en el lateral derecho del recinto, y desde allí pudimos contemplar en toda su magnitud el gigantesco circle pit que lograron incitar con ‘Like Gods Among Mortars’ y que daba la vuelta a la torre de sonido del Main Stage. Sin duda, la imagen del festival. Los portugueses Moonspell demostraron el buen momento que están pasando desde que publicaran su último trabajo Extinct, y con su estética pseudo gótica fueron un buen contrapunto a la tónica del festival. Aunque el sonido empezó regulero poco a poco se fueron imponiendo con temas como ‘Medusalem’ o ‘Alma Mater’ y las sentidas interpretaciones de Fernando Ribeiro. En paralelo, Dog Eat Dog celebraban a lo grande su 25 aniversario en la carpa. Su mezcla de rap y hardcore siguen siendo garantía de diversión y temas como ‘Rocky’, ‘Step Right In’ o ‘Expect The Unexpected’ han envejecido tan bien como John Connor, que sigue pareciendo un chaval. La buenas vibraciones se prolongaron en el escenario principal con la actuación de Danko Jones. El trío canadiense defendió con garra su turbo rock y el propio Danko hizo gala de su sentido del humor, aunque canciones como ‘Play The Blues’, ‘First Date’ o ‘Bring On The Mountain (Become The Mountain)’ fueron las protagonistas. La aparición de los Resukids en el escenario, pareció sorprenderles totalmente, pero dejaron claro que lo suyo no es cosa de niños. La oscuridad daba la apropiada bienvenida a Dark Funeral en el Chaos Stage. Con su nuevo vocalista Heljarmadr muy seguro en su papel, los suecos ofrecieron un bolo de black metal impecable a la atura de su reputación. Salvajadas como ‘My

Funeral’, ‘Atrum Regina’ o el tema nuevo ‘Nail To The Cross’ sonaron con toda la mala leche y desgarro que esperábamos. Muy jefes. En un registro totalmente distinto, Strung Out se resarcieron de la cancelación de dos años atrás. La carpa llena del público más punker disfrutó de lo lindo brincando con ‘Everyday’, ‘Too Close To See’ o ‘Firecracker’. La cantidad de público congregada en frente del Main Stage llegada la medianoche, ilustraba la popularidad de la que, pese a todo, siguen gozando Korn. Ya se había anunciado que el concierto iba a ser una celebración de su primer álbum, publicado en 1994. La decisión era arriesgada en el contexto de un festival, pero para los muy fans era una posibilidad única de escuchar temas que hacía tiempo que no incluían en sus conciertos como `Clown’ o ‘Helmet In The Bush’. El inicio con ‘Blind’ y su “Are you reaaady?” fue tan explosivo como cabía esperar y a partir de ahí los californianos se sumergieron a fondo en un disco con una gran carga emocional, en todo momento transmitida por un Jonathan Davis en plena forma y por el gran tándem que forman el recuperado Head y Munky a las guitarras. Tras una intensa ‘Daddy’, Korn regalaron tres de sus mayores hits –‘Falling Away From Me’, ‘Here To Stay’ y ‘Freak On A Leash’- con los que recuperaron la atención del público menos fanático. Esperemos que la gran impresión que dejaron pueda trasladarse también a su próximo trabajo de estudio. La recta final del festival empezaba en el Chaos Stage con unos Behemoth encumbrados, aún más si cabe, tras la publicación de su magistral The Satanist. Los polacos sonaron atronadores destripando temas como ‘Blow Your

Trumpets Gabriel’ o ‘Ov Fire And The Void’ y no faltó la parafernalia blacker de incienso y antorchas que creaban un ambiente especial. Por desgracia, la voz de Nergal no está al nivel de la fuerza musical, pero después de haber pasado por una leucemia, quién puede culparle. A posteriori, su concierto provocó cierta polémica porque al final sacaron una bandera española con su logo, que algunos confundieron con el aguilucho franquista, pero si somos sinceros sobre el terreno ni prestamos atención a ese detalle. Ajenos a todo esto, en el Ritual Stage, Satanic Surfers rememoraron la era del harcore melódico noventero ante un público mucho menos numeroso de lo que cabía esperar. Quizá no era el recibimiento que esperaban y aunque Rodrigo Alfaro se esforzó, los suecos no tuvieron una de sus mejores noches. Lástima. El último cartucho iban a dispararlo Fear Factory. Inverosímiles nos parecieron algunas críticas que escuchamos diciendo que estuvieron horribles, cuando lo que vimos fue un concierto la mar de contundente. ¿Qué Burton C. Bell no llega en las partes melódicas? De acuerdo, ¡pero es que ya era así hace 20 años! y sinceramente en el apartado gutural estuvo mejor que otras veces. Por otra parte, la base musical sonó acongojante y sirvió para recordar que Dino Cazares es un guitarrista al que no se le otorga suficiente crédito por un sonido que ha creado escuela. Puestos a ponerle el cierre a un festival, temas como ‘Shock’, ‘Edgecrusher’, ‘Demanufacture’ o ‘Replica’ nos parecen ideales. En resumen, otra gran edición del Resurrection Fest, cuyo mayor reto es seguir creciendo sin perder su esencia. A por diez más. 77


CLUTCH

DISCO DEL MES

S

Psychic Warfare (WEATHERMAKER) ROCK

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i hubo alguien que de verdad se sorprendió por la gran acogida de todo un señor discazo como Earth Rocker, ésos sin duda alguna fueron sus propios creadores. Tras más de dos décadas de picar piedra en la carretera y sacando álbumes ininterrumpidamente, Clutch recogieron al fin el fruto de años de esfuerzo tanto a nivel comercial (el disco entró directo al número 15 del Billboard, su mejor puesto hasta la fecha) como de reconocimiento (entre varias distinciones de la prensa

especializada, la Metal Hammer británica lo nombró mejor disco de 2013 y RockZone les elegimos como mejor banda de aquel año). Hechos que, como el propio Jean-Paul Gauster nos reconocía en una entrevista que podréis leer en nuestro próximo número de octubre, ya parecían impensables para una banda de su posición a estas alturas, pero como bien se suele decir, el que la sigue la consigue. Dispuestos a aprovechar tan buen momento, los de Maryland no han tardado en ponerse manos a la obra para dar

continuidad a su trabajo más celebrado y así es como, tan sólo dos años más tarde, nos encontramos ante el undécimo álbum de su trayectoria. Viendo que han vuelto a recurrir a Machine para las labores de producción, uno podría pensar que el grupo buscaba repetir la misma jugada que en Earth Rocker, y aunque escuchando atentamente Psychic Warfare es fácil encontrar puntos que conecten ambas obras, no sería justo decir que estemos ante una copia de su antecesor. Tampoco es que Neil Fallon y los suyos


hayan rizado el rizo y se hayan salido por la tangente experimentando por vías nunca antes escuchadas en sus otros plásticos. A estas alturas Clutch ya tienen un sonido tan perfectamente definido que se pueden permitir el lujo de dedicarse a sonar a ellos mismos sin mayores pretensiones. Simplemente. Tras una brevísima y elegante intro, el asunto empieza de manera inmejorable con ‘X-Ray Visions’, primer single elegido y que reúne todo lo que nos chifla de ellos. Los cuatro miembros ejecutan a tope de facultades, destacando especialmente un Fallon estelar en su papel de predicador callejero metido a rocker. Le sigue ‘Firebirds’, inmediata y con un estribillo que engancha de manera

bién se encuentra ‘Your Love Is Incarceration’ con un ritmo funky tremendamente infeccioso. Entre medias, ‘Sucker For The Witch’ supone otra inyección de testosterona dirigida a la entrepierna con un parón antes del coro que romperá más de un cuello. Llegamos al ecuador con ‘Our Lady Of Electric Light’, que al igual que lo fue ‘Gone Cold’, supone un alto en el camino que aprovechan para sumergirnos en una balada nocturna de aires western que les sienta de maravilla. Rápidamente recuperan el ritmo con el hard punk de ‘Noble Savage’, la más veloz del lote y que cuenta con un Fallon vociferando “Lifer for the rock and roll” ante el que resulta imposible no venirse arriba.

“DUDO QUE NO VAYAS A DISFRUTAR COMO UN ENANO CON ESTA NUEVA LOA AL MÁS PURO ROCK’N’ROLL DE TODA LA VIDA”

fácil. No costaría demasiado imaginarse estos dos cortes formando parte de Earth Rocker, pero va a ser a partir de aquí cuando empecemos a comprobar todas las facetas que hacen de Clutch una formación única. ‘A Quick Death In Texas’ viene comandada con un sutil riff de Tim Slut (guitarrista siempre en la sombra y que a mi entender debería ser más reivindicado) pero con la intención necesaria para que tu cerebro se active en modo groove y no puedas parar de moverte hasta ese final festivo que la emparenta con la genial ‘D.C. Sound Attack!’. En esa línea tam-

‘Behold The Colossus’ y ‘Decapatation Blues’ encaran la recta final como dos estupendos ejercicios rockeros para que ‘Son Of Virginia’ finalice de manera extensa mientras Neil se disfraza esta vez de crooner sureño de principios del siglo XX. Tal vez no sea un trabajo tan impactante como Earth Rocker, pero dudo que cualquiera que se considere fan de Clutch no vaya a disfrutar como un enano con esta nueva loa al más puro rock’n’roll de toda la vida. Ahora sólo queda esperar a volver a disfrutar de su poderoso directo en alguna de nuestras salas o festivales. GONZALO PUEBLA


WOLF ALICE HAS DE SABER... FORMACIÓN: Ellie Rowsell (voz, guitarra), Joff Oddie

(guitarra, voz), Theo Ellis (bajo), Joel Amey (batería) PRODUCIDO POR: Mike Crossey AFINES A: PJ Harvey, Blonde Readhead, Cocteau Twins PÁGINA WEB: wolfalice.co.uk


C

My Love Is Cool (DIRTY HIT/MUSIC AS USUAL) INDIE POP ROCK

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on una portada que recuerda a las del catálogo clásico del sello 4AD, nos llega el debut de Wolf Alice, una de las formaciones que más proyección ha tenido en el último año dentro de la escena independiente británica. Si por los singles que habían lanzado anteriormente como ‘Fluffy’ o ‘Giant Peach’ (ambos también incluidos aquí) nos habíamos creado la imagen de Wolf Alice como una banda cercana al rock alternativo de los 90, lo cierto es que en My Love Is Cool su música se enfoca hacia otras sonoridades. Sorprende que una banda relativamente joven tenga la madurez y recursos suficientes

para ofrecer tanta diversidad de primeras, pero la realidad es que Ellie Rowsell y sus compañeros han sabido plasmar sus ambiciosas intenciones y gracias a ello evitan sonar como la copia de la copia del grupo de moda. Es la voz de Rowsell, capaz de impregnar emoción y melancolía en las canciones más intimistas y de sonar con autoridad en las piezas más rockeras, el cordón umbilical entre unas composiciones que beben de múltiples influencias. Cada canción llega y se va sin dejar pistas de lo que encontrarás en la siguiente. ‘Your Loves Whore’ empieza con unos guitarrazos al estilo de los Smashing Pumpkins de la primera época

para luego ofrecer una estrofa más cercana a Garbage, ‘Silk’ tiene algo de Cocteau Twins pero también del ‘Paper Planes’ de M.I.A., ‘Freazy’ ofrece una frescura parecida a la de Haim, ‘You’re A Germ’ tiene algo de los Pixies, ‘Swallowtail’ –cantada por el batería Joel Amey- evoluciona del folk al shoegaze al indie rock, y ‘Soapy Water’ sigue la sonda susurrante de The xx. Quizá todavía no hayan escrito ese single redondo de atractivo universal y a ratos la producción excesivamente limpia les inclina al terreno de unos Cranberries, pero My Love Is Cool es una carta de presentación notable. MARC LÓPEZ

HABLAMOS CON... ELLIE ROWSELL En los singles que habíais publicado hasta ahora las guitarras tenían mucho protagonismo... Sin embargo en el disco habéis buscado un sonido más sofisticado. “No teníamos una dirección predeterminada. Teníamos muchas canciones que habíamos escrito en estos años y simplemente escogimos las mejores, independientemente de su estilo. Creo que incluso en el EP ya se veía nuestra cara más calmada, pero claro, en un álbum puedes mostrar aún más facetas. De todos modos, en directo todo suena con más distorsión, más rápido. Es más divertido”. Desde fuera parece que el grupo ha salido de la nada, pero en realidad lleváis cinco años juntos. “Así es. Todos llevamos soñando con

hacer música desde hace mucho tiempo y los cuatro estuvimos tocando y componiendo durante tres años hasta que alguien nos hizo caso. Supongo que habrá quien piense que tres años no es mucho, pero cuando tienes 20 años lo es (risas). Pero nos seguimos adaptando a todo esto porque cada gira es distinta. Al principio cada noche nos emborrachábamos, era una fiesta, ahora somos un poco más responsables y tampoco tenemos el mismo aguante que antes (risas)”. Aunque en el álbum hay muchos sonidos distintos, ¿cuál fue realmente tu primer amor musical? “Nunca me interesé por un estilo en concreto. Cuando era una niña me gustaba el pop, pero más adelante empecé a interesarme por bandas como The Strokes, Yeah Yeah Yeahs, Kings Of

Leon. Básicamente música rock”. ¿Cuándo sentiste que necesitabas una banda para expresarte? “Me gustan muchas disciplinas artísticas, pero la música siempre me interesó más. Es algo que quería intentar. Quizá podría haber pintado… No, no creo que hubiera sido una buena idea (risas)”. En ‘Bros’ hablas sobre la amistad entre mujeres. Es un tema del que nunca se suelen escribir canciones. “Sí, nadie habla de relaciones entre mujeres. En el rap, los tíos hablan de sus colegas, de su pandilla, pero en el rock nunca se hace, y menos desde el punto de vista femenino. No es que pensara en eso cuando la escribí, no soy tan lista (risas), pero sí quería reivindicar la amistad entre mujeres”. (JORDI MEYA) 81


LAMB OF GOD VII: Sturm Und Drang (NUCLEAR BLAST) METAL

80

P

asar cinco semanas encerrado en una celda en un país extranjero esperando a ser juzgado por homicido involuntario marcaría a cualquiera. Ni que seas el vocalista de una de las bandas de metal más significativas de la última década. Era inevitable que el séptimo álbum de Lamb Of God estuviera afectado por la traumática experiencia vivida por Randy Blythe, pero a su favor hay que decir que VII: Sturm Und Drang no es un lamento egocéntrico sobre su estancia en la prisión Pankrác de Praga, sino que ofrece una visión más amplia de lo vivido entre sus cuatro

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paredes. Así, ‘Still Echoes’ se inspira en la historia de la prisión, ‘Anthropoid’ es un homenaje a los hombres que asesinaron al nazi Reinhard Heydrich apodado como ‘El carnicero de Praga’, ‘Delusion Pandemic’ es una crítica a la cultura de la estupidez que reina en internet o ‘Footprints’ es un feroz ataque a quienes no respetan el medio ambiente. De igual manera, la música se expande en múltiples direcciones añadiendo nuevos matices a su poderosa fórmula de groove metal con rasgos de thrash. Sin renunciar a la agresividad, canciones como ‘512’, ‘Embers’ (en la que colabora Chino Moreno) o ‘Footprints’ contienen una carga melódica que las hace irresistibles, mientras que en ‘Overlord’ se transforman en Alice In Chains con una Blythe cantando fuera de su zona de confort. El resultado es el disco más asequible de su carrera –algo que a energúmenos como Pau Navarra parece molestar-, pero que a mi entender muestra su crecimiento como compositores y la posibilidad para que, ahora sí, su potencial alcance a un mayor público. JORDI MEYA

FRANK TURNER

Positive Songs For Negative People (POLYDOR) FOLK ROCK

85

D

icen que después de la tempestad siempre llega la calma, aunque en el caso de Frank Turner podríamos decir que las cosas han funcionado a la inversa, acabando, eso sí, de manera igualmente positiva. Tras un período personal que, por lo que quedó reflejado en el tristón Tape Deck Heart, debió de ser algo jodido para él, el artista londinense ha optado por superar ese bache haciendo lo mejor que sabe: componer buenas canciones. Y para alguien de su talento debe de ser tan sencillo como eso mismo, sin más misterios. Con un título

tan explícito como Positive Songs For Negative People, la sexta obra de Turner es sin duda una de las más alegres y vitalistas que haya firmado hasta la fecha. Sólo hay que escuchar las iniciales ‘Get Better’, ‘The Next Storm’ y ‘Glorious You’, que contienen esa capacidad maravillosa de subirte el ánimo en el día más gris, para darse cuenta de ello. A esto hay que añadirle algún latigazo punk que le conecta inmediatamente con sus raíces (‘Out Of Breath’) y joyitas como ‘Josephine’ que apuntan alto para el directo. También hay espacio para momentos más confesionales en ‘The Opening Act Of The Spring’ y ‘Mittens’, otro de los temas estrella del disco, pero siempre con un tono optimista y victorioso. Por si todo esto fuera poco, en la versión extendida del álbum podemos encontrar la versión ‘desnuda’ del mismo, en la que Frank vuelve a desgranar el disco casi en su integridad únicamente acompañado de su acústica. Un extra más que deja claro que su excelente racha compositiva de los últimos años aún está lejos de llegar a su fin. Y que le dure. GONZALO PUEBLA


LA SELECCIÓN

THE SAURS Magic Shape

(EL SEGELL DEL PRIMAVERA) GARAGE ROCK

75

E

l debut de The Saurs llega con el aval de su victoria en la vigésimo sexta edición del concurso Pop-Rock Villa de Bilbao, así como en la primera edición de Bala Perduda, una batalla de bandas organizada por la sala Apolo de Barcelona. Dos EPs -el autoeditado Bring Me Fog y Dry Finger, publicado por Mama Vynila Records- y un montón de conciertos han servido para que el trío barcelonés cogiera, además, la experiencia necesaria para enfrentarse al reto de grabar su primer largo. Ello se nota tanto en la solidez de sus composiciones como en su capacidad para plasmarlas en el estudio con la energía que necesita un material de esta naturaleza. The Saurs han conseguido el equilibrio perfecto entre la espontaneidad, desparpajo y crudeza que desprenden encima de un escenario y los matices que proporciona el trabajo en estudio, doblando voces,

metiendo palmas o colando un saxo en ‘Thursday’. Digamos que tienen chispa y desparpajo, pero no lo juegan todo a esa baza, como otros compañeros de escena. Si bien podemos referirnos a ellos básicamente como una banda de rock garagero, en su música también hay salpicaduras de psicodelia, glam o power pop como vamos descubriendo en temas como ‘The Magic Shape’, ‘Ain’t No Deal’ o ‘Close-Up’. Especialmente bien trenzadas están las líneas entre las guitarras de Suerio y Engui y las melodías servidas por la aguda voz del primero. Si algún día Ty Segall busca una banda de aquí para que le acompañe, ya sabe a quién llamar. MARC LÓPEZ


P

GHOST Meliora (SPINEFARM)

HARD ROCK, POP

79

ara bien o para mal, los artistas que consiguen impactar con un universo visual y sonoro muy definido corren el riesgo de, si no saben jugar bien sus cartas, agotar rápidamente el modelo y acabar convirtiéndose en una caricatura de sí mismos. Y si no, que se lo pregunten a Marilyn Manson. Si soy sincero, la primera vez que escuché Meliora me dejó algo frío. Seguramente de haber salido después de su debut Opus Eponymous mi percepción hubiese sido distinta, pero tras la exuberante riqueza sónica de su segundo trabajo, Infestissumam, me pareció un tanto simple y plano. Es lo malo de haber creado una obra maestra. Sin embargo, después de haber podido disfrutar de Meliora durante todo el verano y descubriéndome

S

TEENAGE TIME KILLERS

Greatest Hits Vol. 1 (RISE)

METAL, PUNK

75

84

upongo que cuando Reed Mullin y Mick Murphy, batería de Corrosion Of Conformity y guitarrista de My Ruin respectivamente, comenzaron a idear un proyecto como Teenage Time Killers jamás llegaron a pensar que se les iría tanto de las manos como para acabar formando un plantilla de auténticas superestrellas del mundo del metal, el punk y el rock en general. Grabado en los estudios 606 de Dave Grohl, su primer esfuerzo titulado Greatest Hits Vol. 1 ha contado con una casi interminable lista de colaboradores entre los

canturrear sus canciones sin venir a cuento, he acabado por admitir que estas satánicas majestades venidas de Suecia me habían mesmerizado de nuevo. Puede que su tercer trabajo no sorprenda tanto, que no aporte nuevos trucos, que le falte algo más de gancho, pero a la postre la comunión entre riffs de proto metal, teclados vintage, las melodías poperas servidas por la melosa voz de Papa

Emeritus III y la ambientación de película de terror descolorida, me puede. Me puede mucho. No te resistas y verás como el rotundo bajo de ‘From The Pinnacle To The Pit’, la fuerza durmiente de ‘Cirice’, la majestuosidad entre pastoral y AOR de ‘He Is’, el gran guiñol de ‘Mummy Dust’, el estribillo triunfal de ‘Absolution’ o el trote de guitarras de ‘Majesty’ acaban por hacerte sucumbir.

que se encuentran el propio líder de Foo Fighters, Corey Taylor, Neil Fallon, Randy Blythe, Jello Biafra, Matt Skiba, Brian Baker, Nick Oliveri o Aaron Beam. Entrando en el disco en sí mismo, quizás en un primer momento uno podría pensar que estaríamos ante un artefacto similar a experimentos como Probot o Roadrunner United. Pero al contrario que esos dos discos donde se podía apreciar una variedad estilística entre tema y tema, el debut de Teenage Time Killers destaca por su homogeneidad, convirtiendo sus veintena de cortes en todo un ataque frontal.

Ninguno llega a superar los tres minutos, siendo el álbum un arsenal de pildorazos que se mueven entre el punkcore más primigenio y el thrash metal despiadado. Una mezcla sorprendente, pero que funciona en títulos destacados como ‘Barrio’, ‘Hung Out To Dry’, ‘Crowned By The Light Of The Sun’ y ‘Big Money’, aunque cada cual tendrá sus favoritos. La única pega es que da la sensación de que cada tema es más un esbozo de una canción a medio hacer, pero aun así, tiene su gracia. Ojalá pronto tengamos un segundo volumen.

JORDI MEYA

GONZALO PUEBLA


STRAY FROM THE PATH

Subliminal Criminals (SUMERIAN)

RAP METAL, HARDCORE

75

S

tray From The Path son una banda de verdad. ¿Que qué quiero decir con esto? Pues que son una formación que se gana a la gente con canciones, rompiendo escenarios y que difícilmente los vas a ver escalando peldaños gracias a peinados guays, publicidad engañosa o fingiendo conflictos como putos gilipollas. Esta gente no es guapa; toca, te arrea en el trasero y se larga, y eso es lo que me llamó la atención de cuando se follaron a Architects en su gira conjunta por aquí. Bueno, eso en verdad

no es muy complicado, y parece que Sam Carter no les guarda rencor porque canta en ‘First World Problem Child’, pero la misma buena impresión me causaron durante nuestro cumple con Every Time I Die. Stray son un combo de directo, aunque ya había ganas de hincarle el diente a su nueva obra ahora que se han ganado muchos fans en la carretera. ¿Y qué encontramos en Subliminal Criminals? Pues una facilidad pasmosa para crear canciones con una escasez de recursos realmente elogiable. A los de Long Island les basta con pillar los riffs más básicos y certeros del hardcore, meterle punteados a lo Tom Morello sin parar y darle carta blanca al incansable cantante Drew York para ofrecer un trabajo que cumple totalmente con su cometido: que botes sin parar, que expulses toda tu adrenalina. Si ‘Outbreak’, ‘Badge & A Bullet Pt. II’, ‘D.I.E.P.I.G.’ o ‘Time Bomb’ no os hacen mover el culo es que el corazón os ha dejado de latir. A esta peña no les molan Rage Against The Machine… No, qué va. PAU NAVARRA

57


NORTHLANE Node (UNFD)

METALCORE, METAL ALTERNATIVO

88

P

uedo decir que, después de habérmelo escuchado hasta la saciedad, Node está en mi pódium de los mejores discos de 2015, rozando el sobresaliente. Este álbum lo tiene todo: alma, carisma, energía, furia, calma, honestidad y, sobre todo, buenas canciones, buenas ideas y buenos músicos. Aunque su anterior trabajo podía tener más singles, a pesar de ser un grandísimo disco, tenía alguna canción que no decía casi nada. De esta forma, Node es mucho más redondo, todos los temas tienen mas cohesión entre sí y le dan

86

caña cuando tienen que dársela, sin pasarse ni quedarse cortos. Además, mientras su nuevo cantante Marcus Bridge mantiene el altísimo nivel que había dejado Adrian Fitipaldes (fuera del proyecto por problemas de salud), el resto de la formación sigue demostrando que la melodía sigue siendo importante. Entre tanto breakdown perdido por el mundo consiguen la mezcla perfecta entre potencia y elegancia. En este disco se le da a las canciones el valor que se merecen, como antes, cuando los LPs tenían prácticamente el mismo valor que una joya y, si no, échale un ojo a su edición limitada en 7”. Si eres de las personas que busca el temazo del disco, con éste te va a costar, no por que no los haya, sino por que todos podrían serlo. En definitiva, uno de los álbumes del año, un disco que necesitas escuchar atento, casi concentrado, para no perderte ningún detalle. Esperemos que la mayoría de la gente sepa apreciarles. ENEKO CELESTINO

TERROR

The Twenty Fifth Hour (CENTURY MEDIA)

HARDCORE

70

H

a llegado un punto en que parece que a uno no le den el carné de hardcore kid si antes no tiene, como mínimo, una camiseta de Terror… Y no es de extrañar. En su cruzada por recuperar las raíces del hardcore grande es su victoria, pero también algo de moda hay, porque desde luego la cantidad de merch suyo que ves por ahí no se corresponde con el (notable) poder de convocatoria que presentan en nuestras ciudades. De todas formas, eso confirma que los estadounidenses atraviesan su máximo nivel de

popularidad, y llegados a su sexta obra, la más corta de su carrera, sólo te la puedes tomar de una forma, aunque si les sigues dudo mucho que te decepcione… 14 temas en 22 minutos, a piñón fijo con unas ‘Trust No Face’ o ‘The Solution’ que prometen sangre a borbotones en el pit, o con ‘Bad Signs’, ‘Mind At War’ o ‘Both Of You’ que seguro harán daño también en sus próximos shows. ‘Life Goes On’ o ‘Feed The Rats’ reparten tortas a mansalva y otras como ‘Set The Trap’ o ‘Deep Rooted’ desprenden clasicismo a tope, pero viniendo de Keepers Of The Faith y Live By The Code, quizá eches en falta algún himno que se te grabe a fuego a la primera, como ‘Hard Lessons’ o ‘Return To Strength’… Y es que éste es un álbum de inmediatez, de urgencia y crudos ideales. Scott Vogel sigue mordiendo como un sabueso, Terror siguen teniendo muy claro cuál es su papel en la música, y aunque quizá en The Twenty Fifth Hour falte un poco de chispa, es justo esa triza la que andaban buscando. PAU NAVARRA


THE FLATLINERS Division Of Spoils (FAT WRECK) PUNK ROCK

83

H

ace ya tiempo que desde estas páginas venimos declarando sin tapujos nuestro amor por The Flatliners. Junto a otros compañeros de andanzas como pudieran ser The Menzingers y The Wonder Years, se han posicionado como una de las mejores formaciones de punk rock de su generación, dentro de un estilo que, lejos de los grandes focos, nos está deparando enormes alegrías últimamente. Es por ello que no puede haber mejor momento para lanzar este Division Of

Spoils, un recopilatorio de todos esos cortes que, por unas razones u otras, se han quedado fuera de sus álbumes de estudio. Nada menos que 23 piezas que suman más de una hora de música adenalítica. Por mucho que se les cuelgue la etiqueta de descartes, tanto ‘Christ Punchers’, ‘Sticky Bastards’, ‘This Guy Reads From A Card’, ‘Wynford Bridge’, ‘Daggers’ o ‘Fangs’ podrían haber entrado sin problemas en cualquiera de sus dos últimos y excelentes discos, Cavalcade y Dead Language. Entre tan vasto material se hayan golosinas varias como un par de cortes totalmente inéditos (‘Lifers’, ‘Broken Man’) que testifican su buen momento de forma, así como versiones varias, algunas curiosas (‘Cry Cry Cry’ de Johnny Cash) y otras más evidentes (‘Fireball’ de Tony Sly). Hasta se pueden escuchar ecos de sus primitivos escarceos con el skacore como la trepidante ‘Spill Your Guts’. Un placebo más que necesario para combatir nuestras ansias de nuevo material. GONZALO PUEBLA

BOB WAYNE Hits The Hits (PEOPLE LIKE YOU) OUTLAW COUNTRY

72

C

omo mínimo a Bob Wayne hay que reconocerle su valentía. Un tipo que practica el más sucio outlaw country y que pasea orgulloso sus parches de Slayer y Pentagram ha encarado la grabación de su disco de versiones con sentido del humor y mucha jeta. Sí señor, porque, evidentemente, que traslade a su campestre estilo ‘Welcome To The Jungle’ de Guns N’ Roses, ‘Sympathy For The Devil’ de los Stones, ‘Crazy Train’ de Ozzy o el ‘Rock And Roll’ de Zeppelin es lógico y normal. Su background va por ahí, pero amigos, nuestro simpático forajido se guarda unas cuantas sorpresas. Porque cuando todos nos

moríamos de ganas de que se sumergiera en alguna personal revisión de Judas Priest o Johnny Cash va el muy sobrado y se lleva a su terreno el repertorio de artistas como Rihanna, Adele o de Gnarls Barkley. Reconozco que el resultado es curioso y, qué demonios, resulta cachondo mezclar esas canciones al lado de las joyas anteriormente mencionadas o cosas también sorprendentes como el ‘Kids Aren’t Alright’ de The Offspring o el ‘Under The Bridge’ de los Chili Peppers. Supongo que esta grabación habrá sido un divertimento y estaría bien preguntarle en una futura entrevista qué carajo de criterio habrá seguido para escoger los temas a versionar. A mí no se me caen los anillos por reconocer que me lo he pasado de muerte escuchando en clave redneck un tema como ‘Disturbia’, casi más que volviendo a tragarme una cover más del eterno aunque requemado himno de los Zeppelin, por mucho que esto a algunos les suene a sacrilegio. Mis más sinceras felicitaciones, Mr Wayne. ANDRÉS MARTÍNEZ 87


ANNIHILATOR HAS DE SABER... FORMACIÓN: Jeff Waters (guitarra, voz), Cam Dixon (bajo),

Aaron Homma (guitarra), Mike Harshaw (batería) PRODUCIDO POR: Jeff Waters AFINES A: Megadeth, Metallica, Judas Priest PÁGINA WEB: www.annihilatormetal.com


D

Suicide Society (UDR MUSIC) METAL

75

ecir que Annihilator se encuentran, tras 25 años de trayectoria y con su decimoquinto álbum de estudio bien fresquito, iniciando una nueva etapa en su carrera puede rayar lo absurdo… pero algo de cierto hay en ello. La formación canadiense ha estado siempre en un cómoda, o incómoda según se mire, segunda línea del metal viendo cómo otras formaciones -en algunos casos influenciadas por ellos mismosiban consiguiendo el éxito. Aunque el no haber sido un grupo de moda es lo que les ha permitido estar todavía vivos, viendo pasar el cadáver de muchos otros. Pese a que nunca lo ha escondido, segu-

ramente ha llegado el momento en que Jeff Waters asuma que Annihilator es su niño y que éste es un simple nombre para disfrazar un proyecto en solitario. Viendo que el propio Jeff ha grabado casi todos los instrumentos, ha compuesto todas las canciones, ha controlado todo el proceso de grabación –desde ser ingeniero hasta masterizarlo- y, por si fuera poco, ha vuelto a tomar el rol de vocalista, podemos decir que Suicide Society es el disco más Jeff Waters que ha hecho desde aquel lejano y mítico Alice In Hell. Por ello no debe extrañarnos que el trabajo a las guitarras sea excelso, de lo mejor que ha grabado nunca, y que musicalmente

haya decidido ir un poco más allá del power thrash que le ha hecho conocido. Temas como la inicial ‘Suicide Society’, donde Waters deja claro que se ha tomado muy en serio su vuelta a la voz solista, la desconcertante ‘Snap’ o la heavy ‘My Revenge’ nos muestra a una entidad disfrutando de una libertad creativa que parece saber estar aprovechando. No es su mejor disco, pero un álbum como Suicide Society deja claro que Annihilator es una formación del todo válida en 2015, por lo no debería sorpreder tanto que estén viviendo uno de sus períodos de máximo esplendor. XAVIER IRIARTE

HABLAMOS CON... JEFF WATERS Da la impresión de que en Suicide Society has querido hacer algo más complejo. No es un álbum de metal tan inmediato. “Yo nunca compongo un disco de una manera premeditada, lo que sí pasa es que hay veces que me apetece un cierto tipo de material más que otro. El sello Annihilator siempre va a estar en todo lo que hago, por lo tanto siempre hay un nexo común en mis discos. En Suicide Society puede que haya un poco más de experimentación, si lo quieres llamar así, pero sigue habiendo trallazos de puro metal”. Evidentemente uno de los grandes cambios en este álbum es que vuelves a cantar después de muchos años. Tras la salida de Dave Padden, ¿tuviste claro que ibas a cantar? “No, para nada. Cuando Dave se mar-

chó de la banda la idea era buscar un nuevo cantante y estuve mirando opciones mientras, de manera paralela, iba componiendo canciones nuevas con mi voz en ellas. Al final cuando llegó el momento de tomar una decisión vi que podía hacerlo yo y, es más, me apetecía probarlo de nuevo. Aunque nunca puedes afirmar las cosas de manera categórica, creo que voy a seguir de cantante durante mucho tiempo (risas). Es la mejor solución”. Es interesante porque, si comparamos tu voz con los tiempos de King Of The Hill, suena diferente, por momentos pareces otro vocalista. ¿Has tenido que volver a trabajar en ese aspecto? “Desde luego. Es curioso porque pasa el tiempo y, aunque siempre he cantado algunos temas en directo, no eres

consciente de los cambios hasta que te pones en serio y sabes que tienes que grabar la voz sin errores. Ha sido un proceso interesante y del cual he salido muy satisfecho”. En este álbum lo haces todo tú... ¿En algún momento te planteaste publicarlo como Jeff Waters? “No. Creo que las compañías que trabajan conmigo ya saben cómo funciona Annihilator. Somos como dos caras de la misma moneda. Para los discos soy yo quien lo decide todo, y se puede decir que son trabajos en solitario. Y luego hay la versión de directo donde intento tener la mejor banda posible para interpretar las canciones. Creo que todo el mundo ya tiene asumido esa manera de trabajar ya que se ha demostrado que es la que mejor funciona”. (XAVIER IRIARTE)

89


S

FEAR FACTORY Genexus (NUCLEAR BLAST)

DEATH METAL INDUSTRIAL

45

e acabó lo que se daba. Si andábamos en una nube, gozándolo con ese notorio retorno que nos había brindado Mechanize y The Industrialist, parece que en 2015 Fear Factory vuelven a flojear de inspiración. Pese a una ‘Autonomous Combat System’ cañera y totalmente fiel a lo que cualquiera espera de los angelinos, Genexus presenta un inicio de álbum insípido, transitando por la irregularidad hasta que no nos topamos con ‘Soul Hacker’, que tampoco es nada del otro mundo pero que al menos nos despierta del sopor, y una ‘ProtoMech’ que se alza como el único misil del disco. No es una cuestión de sonido, pues tras 25 años de trayectoria Fear Factory saben perfectamente qué quiere la gente de ellos, y además su alianza con Rhys Fulber sigue bien

E

FAILURE

The Heart Is A Monster (QUININE MUSIC/VICUS MUSIC)

ROCK ALTERNATIVO

70

90

l primer corte del presente The Heart Is A Monster, el regreso discográfico de Failure, es una intro inquietante titulada ‘Segue 4’. La numeración de esta pequeña pieza instrumental busca conectar este trabajo directamente con su anterior largo, Fantastic Planet, una obra conceptual con varios suaves interludios. El último, ‘Segue 3’. ¿Podemos hablar de secuela? Las intenciones del trío de Los Ángeles son evidentes, pero mejor nos ahorramos las comparaciones con esa obra maestra a caballo entre el grunge y el space rock

firme… El problema reside en que han abusado de las voces melódicas en todo el recorrido, justo el terreno en el que Burton C. Bell sufre más sobre las tablas, por no hablar de algunos arreglos de un gusto, cómo lo diríamos… discutible, peculiar. Parece que ser más banda con la incorporación de una bestia de batería como Mike Heller (Malignancy) no les ha ayudado a alcanzar cotas

más altas… El aire ñoño, incluso popero, que denota a veces Genexus se manifiesta del todo en ‘Regenerate’ y ‘Expiration Date’, de las peores canciones que hayan grabado nunca. Que salgan a presentar este trabajo mientras interpretan entero el visionario Demanufacture es la mayor prueba de que ni ellos mismos confían en este material. Vulgar y descaradamente comercial.

porque Andrews y compañía tendrían las de perder. Para empezar, The Heart Is A Monster empieza muy bien, sí, prácticamente donde lo dejaron, 19 años después, y un buen puñado de temas como la musculosa ‘Hot Traveler’, la estratosférica ‘A.M. Amnesia’ y la ensoñadora ‘Snow Angel’, con una estrofa delicada y un estribillo glorioso. Con ‘Atom City Queen’ se acercan al rock industrial de un modo bastante original y ‘Counterfeit Sky’ tiene un ritmo pegadizo, pero el disco pierde ritmo. Sólo con el octavo corte, ’Petting The Carpet’, con esa línea de

bajo oscura y esas guitarras hostiles, nos reencontramos con los Failure que añoramos. Tiene trampa: ese tema y otros como ‘Come Crashing’, ‘I Can See Houses’ y ‘The Focus’ fueron creados a finales de los 90 y han sido repescados del baúl de las caras B y los descartes para la ocasión. Nadie pone en duda la musicalidad de piezas como ‘Mulholland Dr’, con ese piano linchiano, o el empuje de ‘Otherwhere’, pero la segunda parte del disco se hace larga, muy larga. Cuatro interludios en la parte final no ayudan demasiado.

PAU NAVARRA

LUIS BENAVIDES


WILCO

Star Wars (DBPM)

ROCK, INDIE

76

U

n día cualquiera te levantas y de repente te encuentras con que Wilco han publicado un nuevo disco que se puede descargar completamente gratis desde su web, titulado Star Wars y en cuya portada aparece un lindo felino. Tras recuperar la compostura ante tal desconcertante noticia, te dispones a pulsar el play. Lo primero que llama la atención es lo breve de este trabajo, media hora, siendo el más corto de su carrera. Una vez entrados en harina, vemos que estamos ante otra ración de lo que nos tienen tan bien acostumbrados. Esto es, un par de cortes

guitarreros con Nels Cline haciendo de las suyas por aquí (‘Random Name Generator’, ‘Pickled Ginger’), un poco de psicodelia envolvente por allá (‘You Satellite’), un par de delicatassens melódicas de Tweedy por acá (‘Taste The Ceiling’ y mi favorita, ‘Where Do I Begin’) y hasta algún guiño a sus influencias más beatlenianas (‘Magnetized’). Todo en su sitio, cierto, pero sin nada que nos sorprenda especialmente a estas alturas viniendo de ellos. Uno se queda con la sensación de que los de Chicago han optado por dar salida a este paquete de canciones de la manera más discreta posible, sin querer darse demasiado bombo. Por lo que me temo que, quizás, al igual que los últimos lanzamientos de Radiohead y U2, se acabará hablando más de la presentación del continente que del contenido, quedándose Star Wars como un álbum secundario dentro de su trayectoria. Aunque hablando de Wilco, cualquier regalo que venga de su parte es más que bien recibido. GONZALO PUEBLA

CHELSEA WOLFE Abyss

(SARGENT HOUSE)

EXPERIMENTAL, GOTH FOLK

80

L

a cantautora californiana Chelsea Wolfe nos invita, en su quinto álbum, a adentrarnos en su sugerente mundo donde la frontera entre sus pesadillas y la realidad es imperceptible. Literalmente. Desde pequeña, Wolfe padece un trastorno, conocido como parálisis del sueño, que le impide moverse o hablar durante el período de transición entre el sueño y la vigilia y que le lleva a percibir como reales personajes o situaciones que ha soñado una vez ya está despierta. Eso explica en gran medida la cualidad onírica, angustiosa y poética de su música. Grabadas

en una cabaña en las montañas de las afueras de Los Ángeles, las once canciones de Abyss fluyen armónicamente como si fueran nanas cantadas por un ser espectral. Su tono melancólico y sus inflexiones vocales, no muy alejadas de Björk o la Tori Amos más intimista, te atrapan tanto por su belleza como por su carácter inquietante. A lo largo de 55 minutos, Wolfe se sirve de distintas artimañas -algunos riffs con la pesadez propia del doom (‘Iron Moon’, ‘Survive’), bases industriales (‘After The Fall’, ‘Color Of Blood’), suaves rasgados de guitarra acústica (‘Crazy Love’) o paisajes trip hop con velo gótico (‘Simple Death’)- para que bebamos su veneno gota a gota y, casi sin darnos cuenta, acabemos embriagados por su elixir mezcla de ambrosía, neblina y telarañas. Cuando suenen las disonantes cuerdas del último tema ‘The Abyss’ llegarás a dudar si no te habrá contagiado una pequeña dosis de su locura. Un trabajo redondo para desearte unos felices sueños. JORDI MEYA

91


M

FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES Blossom

(INTERNATIONAL DEATH CULT/POPSOCK!)

PUNK ROCK

77

ientras sus excompañeros de Gallows continúan facturando grandes discos a pesar de su incierto futuro, el pelirrojo tatuado más cabreado de Gran Bretaña regresa al ruedo haciendo lo que más le gusta: el bruto. Y la verdad es que lo echábamos en falta. Porque a pesar de que la fugaz experiencia de Pure Love nos dejó algún buen momento, lo que de verdad nos gusta de Frank Carter es verle vociferando a todo volumen mientras intenta abrirse la cabeza. Su primera andanza junto a su nueva banda, The Rattlesnakes, contiene todo lo que cabría esperar viniendo de él: diez temas en los que suelta toda su mala leche sin contemplaciones. ‘Trouble’, ‘Fangs’ y ‘Loss’ son hostiazos en forma de canciones de apenas dos minutos y medio donde no

E

CRUDO PIMIENTO Fania Helvete (MIEL DE MOSCAS)

ROCK EXPERIMENTAL

75

92

stas marcianadas inclasificables son santo de mi devoción. Definir Crudo Pimiento es un acto de pura futilidad, absolutamente imposible. ¿Qué se puede decir de ‘Yo Vine A Traer La Guerra’? Podríamos recurrir al catálogo más esquizofrénico de Tom Waits pero sus influencias de todo lo que sea folklore hispanoamericano tira por tierra cualquier comparación con el genio californiano. ‘Aquí, Allí, Gato’ por ejemplo es puro blues, pero del psicótico, y en ‘Enoquia Dada’ se zambullen en el transgresor concepto que bandas como Primus

hay lugar para tonterías. A ello ayuda una producción sucia y saturadísima en la que se pueden escuchar respiraciones entrecortadas, acoples, carcajadas siniestras, escupitajos y, cómo no, algún que otro ‘fuck’ con ese acentazo tan callejero que gasta.Y si en algún momento de la media hora que dura Blossom se para a coger aire como pudiera ser en ‘Devil Inside Me’ o ‘Beautiful Death’, simplemente

lo hace para atacar después con más fuerza. Pero no todo en la vida es ruido y rabia, así que para despedirnos nos dedica un título tan explícito como ‘I Hate You’, en la que es capaz de conservar algo de elegancia y chulería entre semejante descarga. Aunque me sigo quedando con los Gallows actuales, para tocar a media tarde en el próximo Resurrection Fest quedarían de muerte.

popularizaron en los 90. Raúl Frutos e Inma Gómez son los dos geniecillos salidos de la lámpara para pintar con sus instrumentos un cuadro tan abstracto como hermoso, tan extraño como atrayente porque, a pesar de su intrincada propuesta, las doce cortas composiciones que completan tan loca grabación acaban por atraparte sin remedio. Me gustaría saber qué les inspira a la hora de escribir los textos porque, si el entramado sonoro es poco convencional, las letras no se quedan atrás describiéndonos historias cotidianas desde una óptica

de pura psicodelia. Los sonidos del blues arcaico americano están muy presentes pero, sinceramente, no me imagino a ningún fan del blues (por retorcido que éste sea) escuchando los guturales que de vez en cuando nos suelta Raúl o degustando esa exquisita ‘Animas De Patiño’ donde la tradición del sur americano y del sur español se fusionan de manera bastarda. Si como un servidor carecéis de prejuicios ninguno y os gusta perderos en laberintos sonoros y locuras inclasificables, éste es vuestro disco.

GONZALO PUEBLA

ANDRÉS MARTÍNEZ


ACT OF DEFIANCE Birth And The Burial (METAL BLADE)

THRASH METAL

70

A

saber qué idiotez de Dave Mustaine propició que se rompiera la formación más solvente y talentosa que Megadeth haya tenido en muchos años… Pero así son las cosas en el universo del malhumorado pelirrojo, y cuando todavía no salíamos de nuestro asombro, cuando aún estábamos digiriendo que Chris Broderick (guitarra) y Shawn Drover (batería) estuvieran fuera del grupo, éstos ya nos mandaban las primeras informaciones del proyecto que, casi ipso facto, crearon junto al cantante Henry Derek de Scar The Martyr y el bajista Matt Bachand (Shadows

Fall, Times Of Grace). Act Of Defiance se llamaba la criatura, y este Birth And The Burial es su primer esfuerzo. Lo que aquí encontramos es todo lo que unos curtidos músicos pueden ofrecer tras haber formado parte de Jag Panzer, Nevermore o uno de los grandes del Big 4, pero esta vez sin tener que cobijarse bajo la sombra de ningún líder y con unos nombres que ya no necesitan padrinos ni presentaciones en el metal actual. Un thrash metal fresco al que no le falta agresividad, pero que tira y mucho de melodías cuando hace falta, con un marcado acento americano imposible de disimular. Cuando ‘Throwback’ o ‘Thy Lord Belial’ dan inicio te sorprende por lo punzantes que suenan, aunque luego el disco adquiera un rumbo algo más irregular. De todas formas, temas como ‘Crimson Psalm’ o ‘Birth And The Burial’ ayudan a que la sensación final no sea para nada negativa. De esta forma, una banda clásica sigue y una nueva e interesante ha nacido… ¿Qué más se puede pedir? PAU NAVARRA

VERUCA SALT Ghost Notes (EL CAMINO)

ROCK ALTERNATIVO

63

V

eruca Salt han vuelto con su formación original, la más añorada, liderada por las artistas Nina Gordon y Louis Post. El último trabajo que parieron juntas fue el genial Eight Arms To Hold You, publicado en 1997, un álbum con guitarras poderosas y baterías muy gordas en plena explosión post grunge. Poco después, la primera dejó la formación para iniciar su carrera en solitario y la segunda siguió como pudo bajo el nombre de Veruca Salt sin su entonces amiga y sin Jim Shapiro y Steve Lack en la base rítmica. Casi una década después del último trabajo de Louise Post, IV,

los auténticos Veruca Salt vuelven a la palestra con un disco de pop rock inofensivo, algo descafeinado, para las masas. ¿Dónde dejaron la garra de ‘Seether’ o ‘Hail Me’? Algo de eso queda en la potente ‘Laughing In The Sugar Bowl’, con un riff que no dejo de tararear, y el estribillo de ‘Triage’, pero poco más. En el primer adelanto, ‘The Gospel According To Saint Me’, por poner un ejemplo, se acercan más a Sheryl Crow que a cualquier otra cosa. No digo más. En Ghost Notes, producido por Brad Wood, el mismo que trabajó en su debut American Thights, hay cosas muy potables, frescas y adictivas como ‘Eyes On You’, ‘Love You Less’ y ‘The Museum Of Broken Relationships’, donde por momentos muestran su lado más luminoso y juvenil. Si hubieran sacado un EP estaríamos hablando de un retorno sorprendente, pero la inclusión de un buen puñado de medio tiempos soporíferos como ‘Love You Less’, ‘Lost To Me’ y ‘Alternica’ restan muchos puntos al disco en su conjunto. LUIS BENAVIDES

93


THY ART IS MURDER Holy War (NUCLEAR BLAST) DEATHCORE

75

C

on Hate no hicieron más que crecer y, tres años después, con Holy War han confirmado el pelotazo. En efecto, Thy Art Is Murder han dado el salto a las grandes ligas de la música core y ya se codean con los bastiones más importantes del deathcore. Cómo si no iban a colarse en el número 82 del Billboard americano o en el 7 de los ARIA Charts, un récord para un combo extremo en su Australia natal. En popularidad el combo está que se sale, pero en términos musicales… pues no tanto. Si el inicio de Hate con ‘Reign Of Darkness’ fue uno de los mejores que ha dado el género, el que ‘Absolute

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Genocide’ nos depara está bastante lejos de aquél. De la misma forma, una cosa debe quedar clara: esta gente son los putos amos despachando breakdowns asesinos, en esa faceta pocos pueden hacerles sombra, pero siguiendo con las comparaciones con su segunda obra, ahí encontrábamos un ‘algo más’, un plus de violencia que los distanciaba de todos, un puntazo muy característico que no acabamos de hallar en este nuevo trabajo. A ver, Will Putney vuelve a dotarles del mismo sonidazo que tan bien les representa, y en ‘Holy War’, ‘Naked And Cold’, esa ‘Coffin Dragger’ con Winston McCall de Parkway Drive o ‘Fur And Claw’ lo cierto es que sueltan toda la artillería, pero en ‘Deliver Us To Evil’, ‘Violent Reckoning’ o ‘Child Of Sorrow’ uno no puede evitar sentir que el álbum pierde fuelle. Pese a esto estamos ante un disco la mar de disfrutable y repleto de brutalidad, cosa que no hace más que acrecentar nuestras ganas de verlos por aquí. PAU NAVARRA

WE CAME AS ROMANS

We Came As Romans (SPINEFARM)

METALCORE

68

H

e de reconocer que estos tíos han sabido llegar a su sonido actual sin pegar sustos a nadie. Todo ha ido muy fluido, quizás hacia peor, pero no han engañado a nadie; eso está bien. El disco abre con ‘Regenerate’, la canción que más suena a sus trabajos anteriores: metalcore con melodías bien marcadas. A partir de ese momento cambia la cosa y se transforma en un intento de hacerse todavía más mainstream, y la verdad es que si ésa es su intención, si quieren seguir los pasos de Pierce The Veil o A Day

To Remember, van por el buen camino. Varias de sus canciones como ‘The World We Use To Know’ o ‘Memories’ podrían ser himnos para los metaleros más jóvenes y para los no tan jóvenes, y posiblemente ‘Blur’ sea la mejor del disco. Posteriormente, el nivel del álbum va decayendo progresivamente hasta llegar al final, ni siquiera ‘Defiance’ interesa a esas alturas. Una pena, porque el disco, a pesar de ser algo más flojo que los anteriores, seguía teniendo calidad hasta ese punto. Quitando ese percance de la sección final, que hace que la obra pierda seriedad y pueda crear incluso algo de recelo a los oyentes más clásicos por un exceso de voces limpias, hay que decir que el sexteto de Michigan sabe hacer canciones pegadizas y con estilo propio, que no es poca cosa. Diría que se podría resumir así, un buen disco para escuchar y cantar mientras conduces por una carretera costera durante estos calurosos días... sin que nadie te vea. ENEKO CELESTINO


BAD COP/BAD COP Not Sorry (FAT WRECK)

PUNK ROCK

78

T

ras los grandiosos resultados encontrados en los dos álbumes de Masked Intruder, y lo que podemos encontrar en el debut de Bad Cop/Bad Cop, nos da la impresión de que Fat Mike –productor del álbum y, como no hace falta recordar, dueño del sello donde se edita- está teniendo un olfato especial para encontrar buenas bandas de punk rock melódico que, además, tengan un granito de frescura y originalidad por ofrecer. Bad Cop/Bad Cop son un cuarteto (femenino) californiano que está

haciendo crecer su nombre de manera vertiginosa. No diremos que este debut llegue a la altura de nuestros forajidos favoritos, pero tampoco le anda muy lejos. Con algunos dejes que nos pueden recordar a las riot grrrl de los 90 -el título Not Sorry es bastante explícito-, Bad Cop/Bad Cop se manejan de maravilla a la hora de facturar canciones con las dosis justas de agresividad y azúcar. Lo más destacable del álbum es lo que son capaces de variar su registro, sin dejar de sonar a ellas, dado que, junto a temas de manual como ‘Nightmare’ o ‘Cheers’, son capaces de facturar piezas como ‘Anti Love Song’ con unos interesantes giros a pesar de sus dos minutos de duración o desprender mucha emotividad con la semi acústica ‘Here’s To You’. Definitivamente hay algo especial en ellas y a poco que superen esa prueba del algodón que es el directo, podemos tener una banda capaz de petar clubes en muy poco tiempo. RICHARD ROYUELA

CATTLE DECAPITATION

The Anthropocene Extinction (METAL BLADE)

BRUTAL DEATH METAL GRIND

87

N

o nos engañemos: hace unos años, vistos sus primeros trabajos, nadie imaginaba que Cattle Decapitation pudieran entregar algún día una absoluta obra maestra como su anterior Monolith Of Inhumanity. Hasta ellos parecen reconocerlo en la nota de prensa… ¡Cada día van a más! Pero así son las cosas en el siempre sorprendente mundo de la música y, cuando algunos seguimos recurriendo con asiduidad a ese álbum de 2012, van los de San Diego y nos entregan otro discazo de altura. Porque sí, porque puede que su increíble calidad ya no nos coja por sorpresa, pero que logren

mantener el nivel y encima aporten recursos nuevos merece todos los elogios posibles. Para empezar, además de todas las vilezas imaginables, Travis Ryan sigue recurriendo a esa ‘voz de Doraemon’ que tan especiales les hace, pero es que encima esta vez la dota de un plus de melodía que certifica que en The Anthropocene Extinction el esfuerzo ha sido máximo. Y qué decir del apartado instrumental… ‘Manufactured Extinct’ nos sumerge en ese infierno en el que se ha convertido este planeta por la contaminación humana, junto al mismísimo Phil Anselmo resaltan en ‘The Prophets Of Loss’ que la devastación ambiental es total a base de metal cáustico, y con ‘Clandestine Ways (Krokodil Rot)’ o ‘Mammals In Babylon’ demuestran que, si me apuras y en su mejor versión, sólo Misery Index pueden competir con su apabullante brutal death grind. Como curiosidad cabe resaltar que Jürgen Bartsch, pionero del dark metal con Bethlehem, presta su alemán en la final y épica ‘Pacific Grim’. Cattle Decapitation son ya los nuevos amos del estilo. PAU NAVARRA 95


R.O.B.O. HAS DE SABER... FORMACIÓN: Marta (voz, guitarra), Mario (guitarra), Iñaki

(bajo), Koke (batería) PRODUCIDO POR: Mario AFINES A: Muletrain, Las Señoras, Aerobitch PÁGINA WEB: robopunk.bandcamp.com


D

Todo Se Derrumba

(BEAT GENERATION/BLONDES MUST DIE) PUNK ROCK

70

espués de la declaración de intenciones en forma de EP titulado Sacrifícate, que vio la luz en noviembre de 2012, R.O.B.O. editan su primer larga duración Todo Se Derrumba, que viene a contentar a todo ser viviente que tenga la palabra ‘punk’ grabada a fuego en su corazón. 14 temas sin pausas, con riffs memorables y atractivas melodías que no superan los dos minutos de duración en ningún caso y que nos evocan al punk pegajoso más primigenio de los 70 con un sonido muy particular y muy adaptado a su apasionado estilo. Con integrantes de épicas bandas como Mulle-

train, Aerobitch, Las Señoras o Sudor, es el turno para que R.O.B.O. coja el testigo de un género al que le hacía falta una banda así de consistente, directa a la yugular y cargada de mensajes a lo ‘no future’ que enarbolaran bandas tan míticas como Dead Kennedys o Crass. Este escupitajo en forma de vinilo de 180 gramos y limitado a 500 copias fue concebido en el local de ensayo del grupo y ha sido editado por Beat Generation y Blondes Must Die conjuntamente. La portada, obra de Mario, su guitarrista, muestra a una mujer intimidada por una abeja, como anticipando las picaduras que te provocarán temas

en los que también plasman su identidad como ‘Cuchillas’, ‘Hartos’ o ‘Aguantas Todo’ de apenas 40 segundos de duración. Velocidad implacable también en auténticos himnos generacionales como ‘Futura Generación’ o ramalazos ramonianos en ‘Vivir En La Realidad’ hacen de este disco una oda al punk rock de sonido sucio, demacrado e incluso sobresaturado donde no hay lugar para florituras. Indudablemente será parte de nuestra banda sonora que, como todos los jueves, te ofrecemos desde nuestra isla sonora con bandera de color negro que puedes encontrar en www. rtve.es/banderanegra RAMIROQUAI

HABLAMOS CON... MARIO Todo Se Derrumba parece seguir el mismo camino que el EP Sacrifícate. Me imagino que las coordenadas estaban bien definidas. “Entre el EP y el disco hubo cambio de batería, lo que siempre redefine el sonido de un grupo y te hace empezar un poco de nuevo. Tardamos un tiempo en que todo sonara como tenía que sonar y durante ese tiempo fuimos escribiendo canciones. Hasta que no nos vimos seguros de que lo que teníamos entre manos quemaba no grabamos, supongo que para entonces la cosa sí estaba bien definida y teníamos claro lo que queríamos y, más o menos, cómo conseguirlo…”. Normalmente eres bastante prolífico con tus bandas. La Silla Electrica grabó cuatro EPs y un álbum en un corto espacio

de tiempo. Con R.O.B.O. no ha sido así. ¿Algún motivo? “El cambio de batería es el principal. Entre que empezamos a buscar y Koke entró en el grupo pasó bastante tiempo, y luego vino una temporadilla de aclimatación. Tampoco tenemos prisa por hacer las cosas, preferimos hacerlas bien… tenemos bastante claro que, a estas alturas, las cosas se hacen cuando se puede, no estamos en una carrera”. Creo que una de las grandes bazas de R.O.B.O. es la espontaneidad con que está hecho todo. Algo que en otras bandas sería echarle jeta, en vosotros es un signo de identidad. “(Risas) Tampoco te creas tú que están escritas en cinco minutos, a algunas les hemos dado unas cuantas vueltas… que duren 50 segundos tampoco quiere decir que estén escritas en cinco. Eso

sí, siempre acabamos dejándolas en lo que consideramos esencial. No somos muy de florituras; la sencillez e ir al grano son gran parte de nuestra identidad, eso seguro”. Tú eres diseñador y es lógico que te guste cuidar el diseño, ¿pero pensaste en tirar por un camino más punk? “Gracias. Con R.O.B.O. al hacer las portadas siempre me ha gustado tirar un poco por un camino más sutil, por decirlo de alguna manera, escapar un poco de lo más obvio, que a veces puede ser el mejor camino también, y hacer algo quizá más inquietante. De todas formas estéticamente creo que es una portada de disco bastante cercana al punk clásico, tampoco es que sea tan sofisticada… ¡Y el hecho de que sea serigrafía manual ayuda!”. (RICHARD ROYUELA)

97


LINDEMANN Skills In Pills (WARNER)

INDUSTRIAL METAL

50

E

sta es una de esas desgraciadas alianzas cuya hostia ves llegar desde lejos, pero que igualmente su morbo te supera y no puedes resistirte. De ésas en que los apellidos y la agigantada propaganda hacen que, por un momento, te olvides de lo más importante: la música en sí. Pero claro, tarde o temprano el disco llega a tus manos y la realidad se impone. ¿A qué si no iba a sonar un álbum creado por el archiconocido vocalista Till Lindemann y el aclamado músico y productor Peter Tägtgren? Joder, pues es obvio… a unos Rammstein adornados con los clásicos arreglos de Hypocrisy y PAIN. Y ya. Tal cual, ahí

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tienen su debut resumido al 100%. Cero riesgos, nulas ganas de experimentar con sus talentos. ‘Skills In Pills’, ‘Fat’ o ‘Fish On’ suenan como si los teutones más internacionales del metal estuvieran de rebajas, sumándole el material sobrante de cualquier proyecto del sueco. Encima, por si fuera poco, al cantar Lindemann en inglés entiendes las gilipolleces que, claro, en alemán, ha estado soltándonos todos estos años... Veréis que la cosa no hace tanta gracia entonces y, de paso, que engendros como ‘Cowboy’ o ‘Praise Abort’ nunca deberían de haber visto la luz. A ver, algunas tienen un pase, como ‘Home Sweet Home’, ‘Golden Shower’ o la preciosa ‘That’s My Heart’, pero uno no puede evitar pensar que esto ya lo ha oído cien veces en Rammstein y que para nada hacía falta recurrir a un trabajo en solitario para publicar lo mismo, pero en versión mediocre. Este mes Lindemann vuelve a reunirse con su banda madre para parir un nuevo trabajo y lanzar DVD, así que, con suerte, ni gira habrá. PAU NAVARRA

SLASH Featuring

MILES KENNEDY & THE CONSPIRATORS Live At The Roxy (EAGLE)

HARD ROCK, DVD

75

C

on las recientes, y primeras, actuaciones de Slash por estas tierras todavía frescas en la memoria de los que asistieron, es un buen momento para disfrutar el primer DVD oficial que edita el icónico guitarrista junto a sus Myles Kennedy & The Conspirators. No nos engañemos, pocos creíamos que Slash sería capaz de mantener una aventura en solitario, ya que la sombra de Guns N’ Roses es más que alargada y ninguno de sus excompañeros ha conseguido afianzarse fuera de éstos.

Velvet Revolver parecían ser la excepción que confirma la regla, y ya sabemos todos cómo acabó la cosa... Pero parece que Slash está empeñado en llevarnos la contraria. Su asociación con Kennedy parece ir creciendo día a día y, así, está llevándose a su terreno a aquellos que no le ven ninguna gracia a lo que está haciendo a día de hoy Axl Rose. Y aquí tenemos un buen ejemplo para comprobarlo. Grabado en el Roxy, el club por antonomasia del Sunset angelino, nos encontramos con una banda plenamente engrasada, jugando a lo que mejor sabe hacer. Tomando repertorio de todas las etapas de Slash, es el cancionero de Guns N’ Roses el que convierte cualquier concierto del grupo en algo, sino memorable, digno de recordar. Es difícil que alguien pueda recrear de una manera tan fiel la magia de ‘Rocket Queen’ o ‘Paradise City’ y, la verdad, a uno le quedan dudas de si vale la pena enfrentarse al retorno de la legendaria formación. No es el mítico concierto del Ritz de los Guns, pero me lo he pasado bomba viéndolo. RICHARD ROYUELA


SENSES FAIL

Pull The Thorns From Your Heart (PURE NOISE)

POST HARDCORE

70

E

l sexto trabajo de Senses Fail me ha transmitido ideas contradictorias. Es un buen disco, no nos engañemos, y más teniendo en cuenta que el grupo lleva en activo unos 13 años y ha sobrevivido a las modas sin perder su esencia durante todo este tiempo. Suena fresco y actual, y las canciones son buenas, eso es así, pero por otro lado, me suena bastante atolondrado, con prisas y como que no han sabido muy bien hacia dónde tirar. Cada canción es completamente ajena a la anterior, incluso algunas parecen tres diferentes

metidas en una. A veces suenan ambientales, en otras poperos, en otras van de New York Hardcore y en otras tiran de doble bombo hasta reventar. Normalmente me suele gustar la variedad, pero en esta ocasión, parece algo caótico y poco meditado; meter por meter. No obstante, como decía antes, es un buen álbum, incluso mejor que otros de su carrera. Las canciones no encajan entre sí, pero si las escuchas sueltas, ves que tienen nivel. ‘Carry The Weight’ es un pepino que ya quisieran otras bandas, ‘The Importance Of The Moment Of Death’ o ‘We Are All Returning Home’ tampoco se quedan atrás, y la balada que cierra el disco, ‘My Fear Of An Unlived Life’, es para que se quiten el sombrero las bandas más ‘modas’ de la nueva hornada. Además, que su frontman Buddy Nielsen haya ido mejorando su forma de cantar con el paso del tiempo, ayuda. Resumiendo, Senses Fail siguen sacando temazos, pero esta vez no han conseguido unificar sus ideas para hacer un trabajo redondo. ENEKO CELESTINO

TSJUDER Antiliv

(SEASON OF MIST)

BLACK METAL

80

N

o son Tsjuder una banda que acostumbre a andarse por las ramas, así que si ellos llaman a un álbum Antiliv es que realmente quieren terminar con todo, y si su primer tema se titula ‘Kaos’, es que es justo lo que van a espetarte en plena cara. Un tornado de blast beats que pondrá firme a cualquier fan de 1349, Marduk y similares. Y de bombardeos que va su segundo álbum tras volver de la muerte… En ‘Krater’ plasman un largo tema que, entre obuses varios, a ratos podría ser una versión de Celtic Frost por parte de Craft, pero en

muchos otros… Un total genocidio. Y es que ése ha sido siempre su objetivo desde que se fundaran en 1993: desde la misma Noruega, rendirle pleitesía a los grandes del género sin moverse ni un centímetro de su esencia más pura, de su más cruda, sucia y primigenia encarnación. Continúa la guerra abierta con ‘Norge’ y ‘Djevelens Mesterverk’, y es que a estas alturas ya no esperas piedad alguna. Parece que vayan a ventilarse de un plumazo a su retorno Legion Helvete y que amenacen con alcanzar la valía de su reverenciado Desert Northern Hell, pero aunque ‘Demonic Supremacy’ suene tan antigua que no das crédito, los dos temas siguientes, pese a no faltarles calidad, no están a la altura del resto de material. No pasa nada, seguimos estando ante una virulenta invocación rematada por ‘Antiliv’. Aquí no hallarás ni una puta modernez o una sola pincelada de color. True Norwegian black metal fanático, talibán e inmovilista. PAU NAVARRA 99


AUGUST BURNS RED

Found In Far Away Places (FEARLESS)

METALCORE

80

E

n su sexto álbum (séptimo si contamos el navideño que sacaron en 2012), August Burns Red vuelven a probar con hechos que su hastío con la escena metalcore no es únicamente de boquilla. De todos modos, quien busque eso también lo encontrará. Sin ir más lejos, el primer tema ‘The Wake’ es un vertiginoso ataque frontal del dúo de guitarras formado por JB Brubaker y Brent Rambler con unos punteos muy en línea con las bandas de death metal melódico suecas. ‘Martyr’ prosigue en esa vertiente, aunque encontramos

100

una parte central más expansiva con dibujos de influencia oriental, al igual que ‘Ghosts’, que cuenta con la colaboración del omnipresente estos días Jeremy McKinnon de A Day To Remember en una recta final muy melódica o ‘Everlasting Ending’, donde Jake Luhrs saca todo el potencial a su vozarrón. Queda probado que la banda de Pennsylvania domina este estilo a la perfección y que les gustan más los breakdowns que a un tonto un lápiz, pero al mismo tiempo se exprimen el cerebro por intentar sorprender al oyente tomando caminos inesperados. Ya sea introduciendo una línea de bajo surfera en ‘Identity’, un pasaje de aires balcánicos en ‘Separating The Seas’ o uno de western en ‘Majoring In The Minors’, el grupo consigue darle aire fresco a un estilo en el que la mayoría de grupos parecen contentarse con seguir las reglas al pie de la letra. Viendo lo natural y fluido que les sale a ellos, uno se pregunta por qué no hay más que se atrevan. DAVID GARCELL

PYLAR

He Venydo A Reclamar My Trono (KNOCKTURNE)

DOOM METAL, PSICODELIA, AMBIENT

90

O

curre pocas veces y cada vez con menos frecuencia, pero ocurre. Te llega un álbum, no tienes ni idea de qué es, quién lo firma o en qué estilo se enmarca, que ya es complicado en la era de la sobreinformación, y el material auditivo que desprende te deja absolutamente obnubilado, absorto ante una propuesta tan turbadora como ancestral, litúrgica y telúrica. Un único corte de casi 47 minutos para rendirse, entre otros, al culto de la Triple Diosa líbica, quien acompañada de un artwork espectacular, a la altura de la experiencia musical

que envuelve, emerge de las profundidades marinas para reclamar la supremacía matriarcal ante las costas de la Isla de Baal. En un trabajo conceptual casi perfecto, Pylar nos sumergen en un universo mágico, en el sentido literal del término, donde mitos y divinidades, soterradas durante siglos por el machismo de varias etapas de aniquilación cultural, con el judeocristianismo al frente, vuelven entre nosotros cual sortilegio liberador. Algunas voces que aparecen no son la octava maravilla, otras te abstraen hacia otra dimensión directamente, pero igualmente aquí su cometido es otro, no deben ser juzgadas bajo los cánones habituales. Su única misión es arrojarnos a un ritual iniciático bajo el influjo de textos sagrados, servir a las fuerzas elementales para que nos iluminen hasta el punto más recóndito de nuestra alma, aquél que ha permanecido dormido y que posee un conocimiento pagano, hasta hoy, vedado para la conciencia. Una obra geométrica, donde todo es simbolismo, verdad, poder y esoterismo. Aquí están; contempladlos. PAU NAVARRA


ALABAMA SHAKES Sound & Color

(ATO/ROUGH TRADE/POPSTOCK!) ROCK, SOUL

80

U

no de los hypes más sonados (y por qué no decirlo también, justificados) de 2012 fue el que protagonizaron Alabama Shakes. Con su debut Boys & Girls pasaron de ser unos universitarios que se habían autoproducido su ópera prima a que gente como Jack White, Robert Plant, Drive-By Truckers o incluso los mismísimos Obama se rindiesen ante su acertada fórmula de rock y soul sureño. Llegaba ahora el siempre complicado examen del segundo disco y se puede decir que los chicos han pasado la reválida con nota

alta. Puede que haya quien prefiera la inocencia y el descaro que mostraban en su primer álbum, pero lo que no cabe duda es que en este tiempo han ganado toneladas de confianza en sí mismos para sacar el disco que les diese la gana. Empezando por la propia Brittany Murphy, que parece ser más consciente de las enormes posibilidades que guardan sus cuerdas vocales, haciendo una auténtica exhibición. En ‘Don’t Wanna Fight’ se acercan a sus raíces más negras, algo que también dejan constancia en ‘Future People’ con unos falsetes jugetones. Con ‘Dunes’ sacan su poderío de manera sutil, pero es en ‘Gimmie All Your Love’ donde ponen sobre la mesa todo su potencial. Curiosamente, los cortes que más se asemejan a Boys & Girls vienen de seguido y en forma de tripleta garajera lo-fi (‘The Greatest’, ‘Shoegaze’ y ‘Miss You’), antes de que las más experimentales ‘Gemini’ y la balada ‘Over My Head’ nos despidan. Una banda con personalidad para dar y tomar. GONZALO PUEBLA

HATE ETERNAL Infernus

(SEASON OF MIST) BRUTAL DEATH METAL

90

E

n beneficio de su salud mental sería ideal que ningún fan pasara más de dos años sin nuevo material de sus bandas de cabecera, pero la verdad es que desde que Erik Rutan creara esta furibunda trituradora llamada Hate Eternal que los períodos transcurridos entre trabajo y trabajo han sido siempre de tres años, cuatro en esta ocasión. Será que su apretada agenda a cargo de los Mana Recording Studios de Florida le mantiene alejado de su formación… Pero tras este lapso, aquí están de nuevo Rutan y sus dos compinches, con el batería Chason Westmoreland (Fallujah, The Faceless)

debutando, justo donde lo dejaron: impartiendo crueles lecciones a la velocidad del rayo sobre cómo fundirte los tímpanos. El inicio de su sexta obra es ya toda una declaración de intenciones: ‘Locust Swarm’ se lo lleva todo por delante y la boca más grande del death metal vocifera como si no hubiera un mañana. Y podría no haberlo si el mundo se volviera más loco aún e Infernus alcanzara la popularidad… Con ‘The Stygian Deep’ las guitarras te achicharran y ‘Pathogenic Apathy’ o la literal ‘La Tempestad’ te harán sacar llamaradas por los ojos de puro gozo. Rapidez absoluta que podría parecer descontrolada, pero que extrañamente nos deja un discarral que fluye de maravilla, con sorpresas como la misma ‘Infernus’, lejos del caos de Fury & Flames e incluso con unas ‘The Chosen One’, ‘Zealot, Crusader Of War’ u ‘Order Of The Arcane Scripture’ cercanas a los himnos del I, Monarch. Como manda la tradición, Hate Eternal legando uno de los momentazos extremos del año. PAU NAVARRA 101


CUELLO

HAS DE SABER... FORMACIÓN: Jose Guerrero (voz, guitarra), Ubaldo Fambuena

(guitarra), Nick Perry (bajo), Oscar Mezquita (batería) PRODUCIDO POR: Pablo Peiró AFINES A: Guided By Voices, Novedades Carminha, Wavves PÁGINA WEB: cuello.bandcamp.com


L

Trae Tu Cara (BCORE)

ROCK ALTERNATIVO

75

os días de Jose Guerrero deben tener más de 24 horas. Si no, no me explico cómo le es posible compatibilizar bandas tan activas como Betunizer, Jupiter Lion o la que nos ocupa. Si en las otras dos, aunque de maneras totalmente distintas, Jose se decanta por hacer de la música una experiencia más sensorial, en Cuello su creatividad se centra en hacer canciones que buscan la gratificación inmediata. Ya lo consiguió en sus dos entregas anteriores, Mi Brazo Que Te Sobre y Modo Eterno, y ahora vuelve a dar en la diana con Trae Tu Cara. Hay algo en el ímpetu con el que el cuarteto valenciano arre-

mete sus temas que más allá de las pegadizas melodías vocales, reforzadas aquí con más coros que nunca, es su desbordante energía la que te atrapa por completo. Desde el primer segundo en que la guitarra de ‘Trae Tu Cara Y Decórala Bien’ suena por los altavoces sientes que un torbellino acaba de irrumpir en tus oídos, sensación que se prolonga durante la adrenalítica ‘Puré Mental Tricolor’. En ‘Vístelo Con Tu Éxito’ te dejan coger un poco de aire con un medio tiempo que te mece como los Weezer de los dos primeros discos. Por su parte, ‘Capando La Señal’ parece un guiño a Jupiter Lion, con una cadencia de videojuego

que los aproxima a Devo. Por su elección de acordes y fraseos de guitarra, ‘Deseo De Expansión’ parece un guiño a Dinosaur Jr. Y es que los 90 parecen ser el ámbito de influencia principal que Guerrero deja aflorar en Cuello. El espíritu lo-fi que impregna la producción de Pablo Peiró, con los instrumentos sonando sin ningún artificio y la voz colocada al mismo nivel que ellos, le va de perlas a temas como ‘Turboreproche’, ‘Obligaciones Al Nacer’ o ‘El Joven’. Para el final, una sorpresa como ‘Aquí Tengo Tu Puente’, en la que Cuello se pasan, a su manera, claro, al flamenco. Ellos son así. MARC LÓPEZ

HABLAMOS CON... JOSE GUERRERO Éste es el tercer disco de Cuello en tres años. ¿Cómo te lo haces para mantener este nivel de actividad? “Realmente es echarle muchas horas. No hay más secreto que ése”. ¿Habéis hecho algo distinto para esta grabación? “Éste quisimos hacerlo un poco diferente y grabarlo por pistas. Grabamos el bajo y la batería en directo, pero las guitarras y voces las grabamos después. Pero en el fondo buscamos esa energía del directo y solemos hacer solamente dos o tres tomas. Ha sido un entremedio entre directo y pistas”. ‘Aquí Tengo Tu Puente’ es el más distinto del disco... “Es un experimento. Empezamos a tocarla por si podía ser un tema como el resto, pero no nos terminaba de convencer lo que salía con los otros instru-

mentos y al final decidí dejar la voz y la guitarra, que ya estaban hechas, y ponerle unas palmas para darle un aire lo-fi, más de calle, como si estuviéramos en un tablao flamenco. Más que nada por no perder el tema, porque yo los hago todos con mucho amor y no me gusta dejarlos tirados. Creo que le da un aire diferente al álbum”. ¿Es Cuello el grupo más espontáneo de los que tienes? “Puede que sí. Con Betunizer componemos más en el local, improvisando juntos. Es algo que se hace en común y las composiciones salen más abstractas. Con Cuello es más inmediato porque yo compongo en casa y luego los demás añaden sus instrumentos. Busco que los temas tengan una esencia enérgica, pero optimista, pero también paso mucho tiempo buscando melodías. No hago lo primero que me

sale porque igual es algo que ya está muy trillado, así que igual no es tan espontáneo (risas). Quizá no es espontáneo en la composición, pero sí en la manera de tocar porque buscamos la sencillez. Pero realmente la banda tiene mucho peso a la hora de impregnarle su personalidad”. ¿Lo ves como una manera de desengrasarte de los otros proyectos? “Realmente no. No es un vía de escape de lo otro, simplemente me apetecía hacer algo así. Yo escucho diferentes estilos y ése en particular de guitarras, alegre, muy relacionado con los 90, me ha gustado siempre, aunque luego escuche cosas más experimentales. La idea es no pensar mucho, sino hacer canciones. Cada banda es diferente y tiene su público”. (JORDI MEYA) 103


P

HUNTRESS Static (NAPALM)

HEAVY METAL

65

ues parece que a la tercera tampoco será la vencida. Es difícil comprender por qué una banda con una estupenda presencia escénica como Huntress no consigue plasmar esa magia en el estudio, pero la verdad es que, aunque se deja escuchar como su anterior trabajo, Static tampoco colma las expectativas. Ni mucho menos. Al fin y al cabo, de una banda con tantísima exposición en los medios debe exigírsele que, al menos, responda por ello con temazos… ¡Alguno! Pero aquí de temazos siguen yendo justitos, brillando por encima del resto una ‘Sorrow’ que abre con ganas, ‘Harsh Times On Planet Stoked’ y la redonda ‘Static’, también la melancólica ‘Brian’, pero poco más. Una ceremonial ‘Mania’ con buenas intenciones que

R

KYLESA

Exhausting Fire (SEASON OF MIST)

SLUDGE METAL PROGRESIVO

78

104

ecientemente leía unas declaraciones de Laura Pleasants en las que aseguraba que Kylesa se habían alejado en exceso de sus raíces con un álbum como Utraviolet y que para su séptima entrega volverían a los riffs heavies y poderosos. Y si bien es cierto que en Exhausting Fire la importancia de las guitarras vuelve a ganar peso (tampoco es que desaparecieran en algún momento, no nos engañemos), la personalidad del combo es tan fuerte y definida a estas alturas como para pensar siquiera en que fuesen capaces de retroceder

no acaba de despegar y la algo movidita ‘Four Blood Moons’ también podrían entrar en ese pelotón… Pero ya. La vocalista Jill Janus, entre cuatro paredes y ante un productor, sigue sonando plana, sin garra ni demasiados cambios de registro exceptuando ‘Flesh’, ‘Fire In My Heart’ o la ya citada ‘Mania’, y eso es exactamente a la inversa de cuando canta en vivo. Es un misterio sin resolver,

siguen aportando lo mínimo indispensable… Dentro del nuevo metal tenebroso no son Portrait, ni los primeros In Solitude, tampoco les llegan ni a la suela de los zapatos a los Ghost más hevilongos… Entonces, ¿por qué Huntress siguen contando con tantas atenciones por parte de la prensa? Pues llegados a este punto, sólo se me ocurre una triste razón… O mejor dicho, un par de buenas razones.

en su particular evolución. Es decir, que el que espere algo mínimamente cercano a la salvajada que fue Time Will Fuse It’s Worth ya puede ir pasando a otra cosa. La bestia de tres cabezas pensantes con Pleasants, Philip Cope y Carl McGinley al frente (en directo seguirán funcionando como quinteto, incluyendo el set de dos baterías) continúa habitando en su propio ecosistema donde el sludge tiene la misma importancia que la psicodelia. Por lo tanto, en ‘Lost And Confused’ y ‘Blood Moon’ veremos que Kylesa recuperan algo de músculo, pero al mismo tiempo

los guitarrazos afilados conviven con pasajes más progresivos y melódicos, caso de ‘Falling’. De hecho, no encontrarán ustedes ni un solo gutural en todo el disco, otro síntoma más de que no cabe posibilidad de echarse atrás. Seguramente el corte que mejor resume todas estas cualidades sea ‘Shaping The Southern Sky’, pieza central en la que los de Savannah se explayan de manera brillante con todos los recursos que tienen al alcance de la mano. Sin hacer grandes avances en su sonido, pero sin dar ni un solo paso atrás.

PAU NAVARRA

GONZALO PUEBLA


HOGJAW

Rise To The Mountains (SWAMPJAWMUSIC)

SOUTHERN ROCK

55

S

us dos primeras entregas prometían grandes cosas y las visitas que se prodigaron por nuestro país nos presentaban a una banda con un gran directo y con muchas ganas de hacerse un hueco en la escena. Lamentablemente, aquellas buenas sensaciones fueron diluyéndose poco a poco, Hogjaw acentuaron su vena más clásica queriéndose meter en ese peligroso grupo que todavía piensa que los Lynyrd Skynyrd actuales siguen siendo la mejor banda de rock sureño del mundo. De pronto perdieron esa pulsión bruta que les acercaba al público más joven y casi sonaban como

los dinosaurios que todos tenéis en mente. Con su nuevo largo siguen en ésas. Lo dejan claro en el largo tema con que abren, donde parecen quererse meter en la piel de los Allman Brothers. Si su feeling va por ahí nada que objetar, pero lo cierto es que ya no sorprenden ni suenan tan frescos, ahora son otra banda revisionista más y, sinceramente, en esa liga no pueden competir con los sagrados nombres de siempre. Rise To The Mountains, a pesar de su calidad, suena tremendamente previsible y si antes mostraban una personalidad muy marcada, ahora cada canción te recuerda irremediablemente a algo ya escuchado cientos de veces. Escucha ‘Over Before You Know It’, un buen tema si no sonase a Lynyrd Skynyrd por los cuatro costados, y lo mismo podríamos decir de otros títulos como ‘Leavin’ Out The Backside’ o esa marchosa ‘Fire, Fuel & Air’, donde se acercan a los ZZ Top más clásicos. Seguiremos dándoles un voto de confianza, pero quizá sus mejores tiempos ya han pasado. ANDRÉS MARTÍNEZ

HOP ALONG Painted Shut (SADDLE CREEK) INDIE FOLK

80

A

l grano: Painted Shut es uno de los discos más redondos, más inspirados y más intensos del año. Para los escépticos, me limitaré a daros unos cuantos motivos –unos más objetivos que otros– para dejarlo todo y escuchar con atención el segundo largo de Hop Along. Para empezar, el cuarteto de Philadelphia vienen con la garantía del sello Saddle Creek, con un catálogo nada despreciable que incluye Bright Eyes, Cursive y The Thermals. Entrando ya en materia musical, su cantante, Frances Quiland, cautiva en estos diez temas de indie

folk aptos para todos los públicos. Merece la pena escuchar a la menuda frontgirl, que también agarra la guitarra con ganas, pasar del susurro aterciopelado a los gorgoritos en plan Dolores O’Riordan o al chorro de voz más rasposo con una facilidad y maestría asombrosa. Las geniales ‘Buddy In The Parade’ y ‘Waitres’ son dos buenos ejemplos de esta versatilidad. El disco, en términos generales, ofrece temas con brío y nervio, directos al corazón, como la vivaracha ‘The Knock’, repleto de pequeños detalles impagables pero sin entrar en adornos inútiles. También contiene momentos de absoluta desnudez como los primeros compases de ‘Welldressed’ y ‘Happy To See Me’. Suenan reales, como la vida misma. Quinlan y compañía confían el sonido a una eminencia como John Agnello (Dinosaur Jr, Sonic Youth, Redd Kross) y el resultado es una preciosa mezcla de melodías ‘mecomo-el-mundo’ y guitarras crujientes muy, muy noventeras. LUIS BENAVIDES

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PRONG

Songs From The Black Hole (SPV) METAL, HARDCORE

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espués de su disolución en 1997 y su posterior reunión en 2002 (en medio Tommy Victor se pluriempleaba como guitarrista de la banda de Danzig), esta formación pionera del metal más moderno no ha parado, lanzando referencias constantemente y demostrando que siguen siendo una de las bandas más originales de su generación. Ahora Prong vuelven con un disco de versiones donde echan la vista atrás, a sus comienzos, cuando nuestro hombre era un imberbe adolescente que se atiborraba de punk y hardcore mientras

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empezaba a idear cómo dar sus primeros pasos en el complicado mundo del rock. Bad Brains, Fugazi o Black Flag son homenajeadas aquí con orgullo de fan y suenan cojonudos, con esa característico sonido de guitarras tremebundas y esos ritmos asesinos que tanto han influido a gente como Korn, Pantera o los mismos Nine Inch Nails. Por gusto personal me ha encantado que se embarque en esa magnífica cover de Adolescents titulada ‘Kids From The Black Hole’. Con ‘Cortez The Killer’ de Neil Young, Victor confiesa que le daba cierto miedo zambullirse en cualquier clásico del canadiense. Joder, para sentir tanto respeto el tipo se ha atrevido con una de las composiciones más épicas y legendarias del artista y ha triunfado a lo grande. Killing Joke, Discharge o Butthole Surfers son otros de los elegidos, aunque si te digo la verdad, es tanta la personalidad exhibida por la formación que casi podrían ser sus propias canciones. ANDRÉS MARTÍNEZ

HARMPIT

Prepare For The Atoms (SPLEEN & CLERCH PRODUCTIONS, TUPATUTUPA)

THRASH METAL

65

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e acuerdo, Harmpit practican thrash metal, pero desde luego su propuesta no es muy convencional. Para empezar, las voces en ‘Krissösthömös’ y ‘Plurilucifer’ o la épica que desprenden las guitarrazas del temón ‘Warlords Apöcalypse’ muestran que tienen unas tablas envidiables y también mucha personalidad, algo que explica el cachondeo que se llevan en ‘Panthebon Brutalis’ antes de que estalle la descarga o con la forma que tienen de presentarse ante el público. Formados por veteranos de nuestra escena extrema que militan

o han militado en Yskelgroth, Nahemah, Asgaroth o Dejadeath, la primera cuchillada ‘Sound Of A Fight’ ya evidencia que el combo tiene las ideas muy claras sobre qué espera de este proyecto: destripar a la antigua, claro, pero si es a través de su propia revisión de los tópicos del estilo, mucho mejor. Además del incuestionable dominio instrumental que presentan, lo que más destacaría también es la producción, una combinación de estudios que atruena como mil demonios. El único reproche que podría hacérsele a Prepare For The Atoms es que sólo sean nueve cortes que incluyen una intro y dos temas en directo grabados en Varsovia, ‘Insect Soldiers’ y el solo de batería ‘Bang Bong’, aunque la primera citada también pete sorprendentemente bien. Extraña fórmula para un debut, pero esto sólo evidencia que Harmpit pueden presentarnos esa bomba atómica que ansían ver caer con sólo proponérselo, sin precipitarse para brindar nuevo material. PAU NAVARRA


NEVER DRAW BACK Decisions (AUTOEDITADO) PUNK POP

74

S

uele ocurrir que, a la que una fórmula comienza a tener éxito, ésta no tarda demasiado en ser copiada. Algunos saben hacerlo con más acierto que otros, pero por fortuna a nuestros protagonistas podríamos considerarlos como uno de los mejores ejemplos del actual punk pop dentro de nuestras fronteras. O más bien, como se suele denominar ahora, ‘happy core’, porque los madrileños Never Draw Back parecen tener bien aprendidas las enseñanzas de formaciones como Set Your Goals o Four

Year Strong a tenor de lo que escuchamos en su ópera prima. Decisions es su puesta de largo tras siete años en la brecha y un EP editado en 2010, y para la ocasión han puesto todas las cartas sobre la mesa apostando por una producción poderosa que les haga justicia. Así pues, en ‘Decisions’ y ‘This Shit’ podremos comprobar que las guitarras afiladas y los breakdowns forman parte de su lenguaje musical, aunque las melodías siempre están bien presentes. Un aspecto muy trabajado y que destaca aún más en cortes como ‘Dream On Dreamer’, ‘Metal’s Avenue’ y ‘The Power Of Conviction’, en las que se puede adivinar que New Found Glory deben encontrarse entre sus grupos favoritos. Mención especial para la bestial aparición que realiza Sito Shutter de Hummano en ‘Not The One’, aportando su vozarrón sin que desentone para nada. Como única pega, quizá se echa en falta algún tema más lento para romper un poco la tónica ante tanta vitalidad concentrada. GONZALO PUEBLA

GOBLIN REBIRTH Goblin Rebirth (RELAPSE) ROCK PROGRESIVO

65

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a banda italiana Goblin, creadora de bandas sonoras para films como Profondo Rosso, Suspiria, Zombi (Dawn Of The Dead) o Phenomena, muchas veces asociada con el cineasta Dario Argento, ha ido encarnando numerosas formaciones desde los años 70 hasta hoy, cuando parece que ha surgido un nuevo y potente interés hacia su rock progresivo, obviamente centrado en las ambientaciones paranormales y el horror. Evidentemente, esta veneración ha nacido de la subcultura, del mundo freak, que no ha parado de crecer gracias a internet,

pero también del metal. Es posible que la formación que más revuelo haya alcanzado actualmente sea la Claudio Simonetti’s Goblin, que incluso fue uno de los platos fuertes del pasado Roadburn, pero eso no ha impedido que Relapse nos traiga este Goblin Rebirth, grabado hace ya dos años. Con Fabio Pignatelli al bajo o Agostino Marangolo a la batería, esta encarnación sigue fiel a su legado, sólo faltaría, a esa instrumentación enigmática y vintage muy Yes, Genesis, King Crimson o Emerson, Lake & Palmer, con momentos destacables como ‘Requiem For X’, ‘Book Of Skulls’, ‘Mysterium’, ‘Forest’ o ‘Evil In The Machine’, con una voz robótica tan de su época, y otros que no tanto, como ‘Dark Bolero’ o ‘Back In 74’, que me ha dado repelús. Si eres de los que, gracias a Dios, perdiste la virginidad entre los 14 y los 18, puede que esto no pase de ilustre frikada, pero si te la sigues machacando poniendo el pause en las escenas tórridas de Barbara Cupisti, ni te lo pienses. PAU NAVARRA 107


T

KRISIUN

Forged In Fury (CENTURY MEDIA) DEATH METAL

70

ras exprimirle hasta la última gota a The Great Execution estando de gira prácticamente cuatro años, ya tocaba nuevo álbum del bombardero brasileño. Para ello Krisiun se pusieron en manos de Erik Rutan en Florida, toda una garantía en el death metal, pero la verdad es que el productor estadounidense no ha aportado demasiadas novedades a su sonido, por no decir que ninguna. Seguramente, a estas alturas, los cariocas tampoco las buscaban. Siendo Forged In Fury su décimo álbum, una revolución en su propuesta sólo sería vista como una traición a su carrera y a su propia forma de entender la música. Siempre rápida, siempre brutal. Ya su anterior trabajo presentó unos tempos más humanos, tirando de los riffs thrashers y cortantes de siempre pero con blasts

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DESPERANZA Desperanza (AUTOEDITADO) PUNK ROCK

70

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astardos surgidos de alguna noche etílica entre miembros de Monocuerdo, Elfindelmundo y Sideband, Desperanza nacen de la unión de diferentes miembros de los grupos anteriormente mencionados debido al stand by de algunos de ellos. Sin más pretensiones que las de dar salida a unos temas que andaban esperando su oportunidad para salir a la luz. Grabado en los estudios Corleone del Habeas Corpus Mr. Chifly y masterizado en los sempiternos Ultramarinos por Víctor Garcia, el EP de debut homónimo de Desperanza

más reposados, y en Forged In Fury encontramos continuismo en ese aspecto, aunque en una versión menos aplaudible. A ver, que nadie se asuste tampoco, porque con ‘Scars Of The Hatred’, la destructiva ‘Ways Of Barbarism’, ‘Dogma Of Submission’, ‘Soulless Impaler’, ‘Burning Of The Heretic’ u ‘Oracle Of The Ungod’ el resultado va a ser el mismo de toda la vida, muerte por aplastamiento,

pero uno no puede evitar sentir que estos temas no son tan memorables como acostumbran, que dentro de su abominación metálica esta vez no han sabido encontrar ese punto de genialidad que rompía la monotonía, eso que los hacía destacar por encima del resto. Aunque atesora calidad y desata el bestialismo habitual, no se encuentra entre sus mejores obras.

rezuma inmediatez por todos sus poros. Ellos mismos citan entre sus referencias a The Get Up Kids, Superchunk y Nada Surf, pero se les aprecia un toque más punk y gamberro heredero de los 90. Una mezcla de contrastes; por un lado la vitalidad y urgencia que desprenden musicalmente se contrapone a las pesimistas letras de Enrique Billy, aunque siempre es capaz de colar un melodía que haga cuadrarlo todo. Una bipolaridad que tan bien ha sabido ilustrar Fernando del Hambre para la cubierta. Destacar cortes por encima de otros se hace un tanto

complicado debido a la homogeneidad del conjunto, pero ahora mismo apostaría por ‘Los No Memorables’ y ‘Te Queda Grande’ como las más certeras de las cinco balas aquí presentadas. Un trabajo que se pasa realmente rápido y que viendo el buen nivel general, quizás no hubiera sido precipitado lanzarse a por un primer disco, aunque por ahora seguiremos apurando los últimos coletazos de calor con este EP casi tan adictivo como los helados. Esperemos que vengan más noches de juerga para seguirles inspirando.

PAU NAVARRA

GONZALO PUEBLA


VALKYRIE Shadows (RELAPSE)

HARD ROCK

70

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ocos lo tienen en cuenta, pero cuando el guitarrista Pete Adams se unió a Baroness para la grabación del Blue Album, ya contaba con amplia experiencia en Valkyrie, la banda que fundó junto a su hermano Jake y con la que ya había grabado un par de discos y algunos splits. La historia aquí es completamente diferente, pues lejos de la experimentación que exhibe en Baroness, el estilo que cultivan con mimo y suma destreza es el heavy rock clásico, aquel que formaciones como Thin Lizzy, Deep Purple, UFO o Budgie llevaron a lo más alto en los 70. ¿Suenan

retro? Rotundamente sí, los dos hermanos se dedican a puntear, doblar guitarras y a buscar melodías por un tubo buscando siempre el ambiente, el aroma y el gusto por todo aquel proto heavy que les influencia, y lo hacen sin cortarse un pelo. Si escuchas un tema como ‘Mountain Stomp’ es imposible que no te vengan a la mente los duetos guitarrísticos que Scott Gorham y Brian Robertson solían realizar en Thin Lizzy. Si tienen suerte podrían subirse al barco que ahora mismo capitanean bandas como Graveyard o Witchcraft porque por ahí van los tiros. Calidad les sobra, de hecho suenan mucho más convincentes y rotundos que muchos de los hypes del estilo que nos han querido vender como la enésima reencarnación de Black Sabbath. Aquí hay muy buenas ideas, no sólo viven del riff rocoso y de los volcánicos solos de sus dos líderes, poseen muy buenas canciones y si no se obsesionaran tanto con alargar el minutaje de sus temas, su potencial crecería. ANDRÉS MARTÍNEZ

W.A.S.P. Golgotha (NAPALM)

HEAVY METAL

70

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i un escalofrío no te recorre el espinazo nada más escuchar la voz de Blackie Lawless es que no estás hecho para esto. W.A.S.P., una de las bandas con más clase y categoría que haya dado el heavy metal, también una de las más infravaloradas por el gran público, está de vuelta con un álbum de los que nos tiene acostumbrados últimamente… Es decir, una obra que aguanta el tipo, con un trabajo compositivo que tiene entre ceja y ceja por qué esta formación es tan especial para mucha gente, respetuosa con su legado, y aunque transite lejos de sus clásicos, que

igualmente alegrará los meses venideros a muchos de sus fieles. A estas alturas, 33 años después de su génesis, ya es más que suficiente. Golgotha, su decimoquinto plástico, se inicia con brío gracias a ‘Scream’ y un sonido reconocible por todos. La siguiente ‘Last Runaway’ la inaugura el batería Mike Dupke, aunque sea Patrick Johansson quien se encargue ahora de los directos, y la verdad es que nos deja un estupendo sabor de boca. Enmarcada en su tradición más hard rock angelina, su estribillo luminoso es de los que perduran, y a estas alturas el espectacular Doug Blair ya ha dejado unos cuantos solos de aúpa. Se mantiene el listón alto con ‘Shotgun’, Blair sigue titánico, y entonces llega la primera balada, ‘Miss You’. ¿Es que tienen alguna mala? ¿Es posible resistirse al Lawless más emotivo? Yo jamás lo he conseguido, y de lagrimita es ‘Golgotha’ también. Visto su buen nivel de salud en vivo y en estudio, afortunadamente hay W.A.S.P. para rato. PAU NAVARRA

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MOTÖRHEAD

VICTORIA O MUERTE


EN EL AÑO EN EL QUE CELEBRAN SU 40 ANIVERSARIO, MOTÖRHEAD ACABAN DE PUBLICAR UN NUEVO ÁLBUM, BAD MAGIC, Y ANUNCIAR UNA GIRA QUE LES VOLVERÁ A TRAER A NUESTRO PAÍS EL PRÓXIMO FEBRERO. Y ESO QUE SU BATERÍA MIKKEY DEE NOS CUENTA QUE QUIEREN TOMARSE LAS COSAS CON MÁS CALMA… TEXTO: JORDI MEYA/LAURA CLAVERO FOTOS: DR

ESDE HACE UN PAR de años los fans de Motörhead han empezado a asumir que Lemmy Kilmister es humano. Puede que su genética sea estudiada en el futuro como un caso excepcional de resistencia a los abusos a los que puede someterse a un cuerpo durante décadas, pero nos guste o no, el líder de Motörhead es uno más de los mortales. Por primera vez en sus 40 años de carrera, la salud de Lemmy le ha obligado a cancelar algunos conciertos y sería de necios negar que encima del escenario la banda ya no es aquella apisonadora que era antes. Aun así, el mensaje oficial que se lanza desde el propio grupo es que todo está bien, que todo sigue más o menos igual. Al menos eso es lo que intenta transmitir su batería Mikkey Dee en los camerinos del Resurrection Fest, apenas una hora antes de salir al escenario, mientras golpea sus baquetas sobre una toalla. La verdad es que a juzgar por la fuerza con la que suenan en Bad Magic (UDR GMBH), su vigésimo segundo álbum de estudio, hasta podría dársele la razón. Pero la realidad es que por primera vez no es descabellado pensar que el final de Motörhead puede estar cerca.

D

Cuando te uniste al grupo, Motörhead era una banda grande, pero hoy lo es más que nunca y Lemmy es todo un icono. ¿Por qué crees que se-

guís teniendo la capacidad de atraer a nuevas generaciones? MIKKEY DEE “Creo que sobre todo se debe a dos factores. El primero es que hemos seguido haciendo buenos discos. Nunca hemos comprometido lo que es Motörhead para ganar más dinero o lo que fuera. Los tres escribimos lo que nos gusta y eso es lo que ofrecemos. Nos da igual si alguien piensa que es una mierda, porque a nosotros nos gusta. No hacemos música que guste a todo el mundo. Creo que esa autenticidad es la que gusta a los chavales. Porque los chavales son muy listos, mucho más de lo que lo era yo a esa edad, así que detectan que somos auténticos. El segundo factor es que a lo largo de los años hemos hecho cosas de skateboarding con Tony Hawk, de wrestling con Triple H, incluso con el jodido Bob Esponja (risas). Y todas estas cosas han empezado a dar sus frutos. Si un padre le dice a su hijo que le acompañe a ver a Motörhead, lo normal sería que dijese que no porque es la música de su viejo, pero como quizá nos han escuchado por Tony Hawk o los X Games, les parece que también es música para ellos. Y encima de todo eso seguimos dando buenos conciertos... ésa es la clave”. ¿Os molesta que sea mayor el aura de Motörhead que su propia música? Que todo el mundo conozca al grupo o

lleve camisetas vuestras, pero sólo reconozca una o dos canciones. “Claro que nos gustaría que más gente conociese nuestra música, pero como te decía, no la hacemos para gustar a todo el mundo. Y también creo que quizá haya gente que no nos conoce mucho, pero que después de vernos en directo se interesa porque lo que hemos hecho o lo que estamos haciendo ahora. A veces me han dicho que no les gustábamos, pero que después de vernos han alucinado”. El nuevo disco Bad Magic es más cañero de lo que cabría esperar. “Sí, es un disco muy rápido. Es el más rápido que hemos hecho en mucho tiempo, y eso está bien”. ¿Con qué actitud una banda con un historial como Motörhead afronta la grabación de un nuevo álbum? “Nos gusta hacer discos, pero nos gusta aún más tocar en directo. Creo que pertenecemos a la carretera. Siempre es un desafío y cada vez se hace más duro, pero nos gusta, especialmente cuando suena bien (risas)”. ¿Veíais el disco también como una oportunidad de acallar todos los rumores sobre el estado de salud de Lemmy? “Bueno, ahora llevamos girando 111


“LEMMY ES MÁS VIEJO, TODOS LO SOMOS, PERO SEGUIMOS HACIENDO BUENOS CONCIERTOS. SEGUIMOS SONANDO DUROS Y CON PODERÍO” MIKKEY DEE

bastante tiempo y la gente puede ver que no hay ningún problema. Lemmy es más viejo, todos lo somos, pero seguimos haciendo buenos conciertos. Seguimos sonando duros y con poderío”.

más allá. A finales de los 90, principios de los 2000, no avanzamos demasiado, pero con Cameron lo hicimos, es un buen equipo. A nosotros nos gusta y él nos odia, así que es perfecto (risas)”.

Habéis vuelto a grabar con Cameron Webb. ¿Lo sentís parte de vuestro equipo? “Sí, ya ha hecho unos cuantos discos con nosotros. Creo que juntos hemos podido llevar a Motörhead un paso

Éste año se cumple el 40 aniversario del grupo, de los cuales has sido el batería en 25. Sin embargo, todavía hay gente que te considera ‘el nuevo batería’. ¿Cómo te

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hace sentir? “Siempre seré el nuevo batería (risas). Es muy divertido. Me gusta ser el nuevo tío. Me hace sentir fresco. No tengo ningún problema con eso. 25 años son muchos, hemos hecho muchas cosas, creo que doce discos. La verdad es que no pienso en ello”. De hecho, Lemmy quería que te unieras al grupo incluso antes… “Sí, me lo pidieron tres veces”.


“CUANDO TE HACES MAYOR NECESITAS ¿Y por qué no aceptaste? “La primera fue porque estaba feliz con King Diamond. No iba a dejarlo simplemente para unirme a otro grupo más grande o ganar más dinero. Siempre me quedo donde estoy feliz. Y King Diamond era también mi banda. En la segunda estaba con Don Dokken. Tenía once meses por delante de gira. También estaba feliz con ellos. Estaba muy cansado de todo lo que había ocurrido con King. Quería tocar con otra gente porque me sentía limitado. Con King todo era muy técnico y yo quería tocar rock’n’roll. Dokken tenía una gran banda con John Norum, Billy White y Peter Baltes. Así que le dije a Lemmy que no y me mandó a la mierda (risas). Pero me lo siguió pidiendo. Y acepté ir a grabar al estudio con ellos. En ese momento ya había terminado con Dokken y estaba dispuesto a volver a Suecia, así que cuando me pidió que me fuera de gira con ellos no pude decirle que no (risas)”. ¿En ese momento te imaginabas seguir siendo su batería 25 años después o para ti era algo temporal? “No, ni siquiera pensé que duraría más de una gira. La dinámica ha cambiado. Nos hemos hecho mayores y las prioridades cambian. Pero básicamente cuando estamos de gira seguimos siendo los mismos chavales que antes”. Por cierto, ¿sigues en contacto con la gente de King Diamond o el mismo King? “Sí, veo a Andy (LaRocque) muchas veces porque vive cerca de mi casa. Hablo con Pete (Blakk) a menudo.

He tocado con Hal (Patino) hace poco... Con Michael Denner también. El único con el que he perdido contacto es Timi (Hansen). Éramos grandes amigos... Pero cuando vuelva a Dinamarca le llamaré”. Como músico veterano, ¿qué te parecen las bandas más nuevas? “Algunas son buenas y otras son mierda, como ha sido siempre. La única diferencia es que pienso que muchos grupos jóvenes se dejan dominar demasiado por la industria. Cuando yo empecé éramos mucho más rebeldes. La banda era la que decidía las cosas. Ahora parece que quieran ganar dinero y ser famosos lo antes posible. Para nosotros eso no era prioritario. Me gusta ganar dinero, claro, pero no me interesaba ser una estrella del rock. Pero hay buenas bandas…”. Así, ¿nos puedes dar algún nombre? “Veo a buenas bandas en los festivales, pero muchas veces no sé ni cómo se llaman. Este verano ha sido una locura. Normalmente llegamos una hora antes de tocar, como algo, hago calentamientos, tocamos y nos vamos. Así que no podría mencionarte a nadie en concreto”. ¿Has pensado en el momento en el que os retiréis? ¿Cómo te lo imaginas? “Si dijera que no, estaría mintiendo. Pero no pienso en ello a menudo. Siento que estoy tocando mejor que nunca. Me siento muy seguro, maduro y fuerte, así que no pienso en ello a menudo. Pero cuando esto acabe,

RECARGAR LAS PILAS MÁS QUE CUANDO ERAS JOVEN. ASÍ QUE LO QUE HAREMOS ES LLEVAR A MOTÖRHEAD EN ESA DIRECCIÓN, PERO TODAVÍA NOS QUEDA CUERDA PARA RATO” MIKKEY DEE

tendré que pensar qué hago, si es que hago otra cosa. Además, cada vez que pienso en ello, tengo un show en el que tocar. Mientras tenga salud seguiré tocando”. ¿Pero tenéis la sensación de que ésta puede ser la última gira de Motörhead? “No. Queremos bajar el ritmo de Motörhead, pero no por una cuestión física, sino mental. Personalmente me gustaría tener más tiempo entre la gira europea y la americana, entre la americana y la australiana… Necesito poder separar los continentes. Me gustaría poder recargar las pilas más antes de subirme a otro avión. Quiero que cuando lo haga, siempre sea divertido. Cuando te haces mayor necesitas recargar las pilas más que cuando eras joven. Así que lo que haremos es llevar a Motörhead en esa dirección, pero todavía nos queda cuerda para rato”.

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SLASH


HAY POCAS PERSONAS QUE PUEDAN CONSIDERARSE AUTÉNTICAS LEYENDAS DEL ROCK, PERO SI HAY ALGUIEN QUE SÍ PUEDE HACERLO SIN PESTAÑEAR ES SLASH. CON 50 AÑOS RECIÉN CUMPLIDOS, EL EXGUITARRISTA DE UNA DE LAS BANDAS MÁS INFLUYENTES DE LA HISTORIA, GUNS N’ ROSES, PARECE TOCADO POR UNA VARITA Y SIGUE ROCKEANDO Y DISFRUTANDO COMO NUNCA. TEXTO: JORDI WILD FOTOS: NADIA NATARIO

L PASADO 8 DE JULIO, Slash llegaba a Barcelona para presentar World On Fire (Roadrunner), el último disco que ha grabado junto al vocalista Myles Kennedy y The Conspirators. Además de asistir al concierto tuve el honor de poder entrevistarlo por primera vez. Fue una experiencia increíble. Poder charlar, aunque sean 10 minutos de reloj, con uno de los guitarristas más influyentes de la historia y uno de tus ídolos, no tiene precio. Yo nunca he sido nada mitómano, pero reconozco que ese primer momento de verlo en el sofá, a un par de metros de ti, impresiona. Lo vi una persona muy humilde, tímido y con sentido del humor. Una actitud personal que contrasta con la cantidad de restricciones que te formulan antes de poder entrevistarle. Está prohibido preguntarle por Guns N’ Roses, por su pasado con las drogas, por su divorcio, por su actual novia… ni literalmente “preguntas estúpidas” tipo ‘cuál es su color favorito’. Es posible que ésa sea la única manera para que los periodistas se centren en su presente y no en su pasado, pero aun así parece un poco contradictorio cuando él mismo sigue tocando temas de los Guns cada noche. Pero bueno, es lo que hay…

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En un par de semanas vas a cumplir 50 años. ¿Supone algo especial para ti?

SLASH “En realidad no. Intento vivir el momento, pero al mismo tiempo, con todo lo que he vivido, cumplir 50 años es todo un triunfo (risas). Mola. Siento que es todo un logro”. ¿Pero por dentro te sientes un tipo de 50 años o más joven? “Nunca he pensado en la edad de una manera en concreto. Como número, los 50 no significan nada. No sé cómo se supone que debería sentirme con esta edad. Hago lo que hago y cumplir 50 no supone ningún obstáculo para seguir haciéndolo”. ¿Cómo piensas celebrarlo? ¿Vas a dar una gran fiesta? “No, no me gustan las grandes fiestas. Vamos a montar una cena en la playa, con gente de la banda y algunos amigos. De hecho, será el primer cumpleaños en cinco años que no estoy de gira. Normalmente monto una cena y después salgo a tocar, pero me gusta”. ¿Te resulta extraño no llevar una vida normal en la que puedas celebrar tu cumpleaños o las Navidades en casa? “Llevo haciendo esto desde los 19. Soy adicto a este estilo de vida. Cuando estoy en casa durante mucho tiempo me siento fuera de lugar”. Parece que estás en el momento más estable y tran-

quilo de tu carrera. ¿Estás de acuerdo? “Los cinco años que llevo trabajando con esta banda han sido geniales. Son unos grandes tipos. Y además, como llevo más el control de todo, puedo actuar al ritmo que a mí me gusta y que también gusta a mis compañeros. Así que, efectivamente, es el período más estable en mucho tiempo (risas)”. ¿Imaginabas en algún momento que llegarías a ser una superestrella, una leyenda? “No. Ni siquiera me siento así ahora. Cuando empecé sólo esperaba al próximo concierto y a tomar cualquier buena oportunidad que se presentara. Siempre viví así, en el momento, sin mirar a largo plazo”. Vuestro último álbum World On Fire contiene 17 canciones. Algunas de mis favoritas están en la última parte, como ‘Avalon’ o ‘The Unholy’. ¿Te costó mucho hacer la secuencia del disco? “Hacer la secuencia tiene su truco. Es como elegir el setlist para un concierto. Tiene que tener un buen inicio, que no pierda la atención en medio… Puedes tener dos buenos temas, pero si pones un tema que no encaja en medio, puedes hacer que no parezcan tan buenos. La verdad es que hacer la secuencia fue complicado”. 115


La química que tienes con Myles en directo cada vez es más potente. Parece que llevéis juntos 15 ó 20 años. “Bueno, la verdad es que hemos trabajado tanto como si lleváramos 15 años (risas). En Alter Bridge, Myles canta y toca la guitarra, así que es distinto. Cuando se unió tuvo que convertirse en un frontman y creo que ahora ha florecido en esa faceta”. En 2008 Myles hizo una audición con Led Zeppelin. Conociendo tanto a Myles como a Jimmy Page, ¿crees que podría haber salido algo bueno de esa unión? “De hecho fue así como conocí a Myles. Había oído hablar de él, pero nunca le había escuchado cantar. Cuando estaba preparando mi disco en solitario leí que Jimmy le había llevado a Los Ángeles para probarle para una gira que iban a hacer sin Robert (Plant) y que nunca se llevó a cabo. Así que pensé que tenía que ser bueno y decidí probarle para mi disco. Tengo que darle el crédito a Jimmy porque quizá si no fuera por él nunca habría contactado con Myles. Cuando trabajamos juntos hubo una chispa mágica desde el primer segundo. Y hemos seguido desarrollando eso hasta ahora. Pero no tengo ni idea de qué hará Jimmy o si volverá a llamar a Myles”. En esta gira sigues tocando temas de Guns N’ Roses y Velvet Revolver. ¿Lo haces por ti o por los fans? “En un principio lo hacía por mí. Pensé que sería genial poder tocar los temas de mi disco en solitario y repasar mi catálogo porque nunca había podido

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hacerlo. Pero luego se convirtió en parte del set y nos divierte tanto a la banda como al público”. Peter Mensch, cománager de Metallica, comentaba no hace mucho que había una falta de calidad en las nuevas bandas de hard rock. ¿Estás de acuerdo con esa afirmación? “Creo que el hard rock y el rock en general están un poco perdidos. No es el caso del metal. Creo que el metal está en un buen lugar porque va a la suya y es más creativo. Pero en el rock’n’roll hace falta, además de las canciones, una actitud que creo que se ha ido disipando en los últimos veinte años. Cada vez hay menos bandas de hard rock que tengan algo interesante que decir y que tengan raíces sólidas. Creo que tiene mucho que ver con cómo está la industria. Todo el mundo se ha orientado demasiado al dinero”. ¿Qué podemos esperar de ti próximamente? ¿Tienes algunas colaboraciones en marcha? “Estamos empezando a trabajar en un nuevo disco que saldrá el año que viene. Queremos grabarlo en la primavera. Y en cuanto a colaboraciones, la verdad es que nunca las planeo con antelación. Cuando salen, salen”. EN ESE MOMENTO aparece su mánager, que parecía sacada del ejército bielorruso, para decirnos que se había acabado el tiempo… Era el momento de hacer unas birras antes del bolo. Tenía pocas dudas de que iba a ser un bombazo sónico de la hostia y no me decepcionó. La dupla que Slash

y Myles Kennedy forman es una de las mejores que se pueden encontrar hoy en día en el mundo del rock, y en directo esto se nota. Myles es uno de los cantantes de rock y metal que más buena fama tiene a nivel mundial, llegando incluso a sonar para Led Zeppelin. Slash no podría haber escogido un mejor compañero de viaje. Empezaron con ‘You’re A Lie’, uno de los singles de su anterior disco: Apocalyptic Love. Un tema pegadizo y bastante comercial, tocado en directo con muchísima más fuerza que en el álbum. Tanto Myles como Slash estuvieron fantásticos de entrada. Puro carisma. Pero para mí, el auténtico inicio del disfrute estuvo en la segunda canción, ¡la mítica ‘Nightrain’! Lo primero que pensé cuando escuché los primeros acordes fue ‘¡Hostia puta, empiezan muy fuerte!’, levanté los cuernos y durante 4 minutos me transporté


“SOY ADICTO A ESTE ESTILO DE VIDA” SLaSh a un Los Ángeles de vicio, donde el vino es barato y las prostitutas son el pan de cada día. Ahí me di cuenta de que Slash está tocando actualmente mejor que nunca, incluso a nivel técnico. Bordó los solos y el público nos volvimos locos. En cuanto a Myles, sin imitar a Axl (tarea casi imposible para casi cualquiera), cantó el tema como si fuera suyo propio, mucho mejor de lo que podría hacer hoy en día el señorito Rose (que ya no está pa’ muchos trotes, no nos engañemos). Como punto negativo tengo que comentar que el sonido me pareció bastante malo, no sé si por la acústica del Sant Jordi Club o por una mala ecualización, pero estaba tan distorsionado y alto, que además de acabar con un potente pitido en las orejas, había momentos en que casi no me enteraba ni de qué estaba sonando. Quitando eso, de lo que no pode-

mos culpar a los artistas, el concierto fue siguiendo de forma fantástica. Algunos puntos álgidos de la noche fueron ‘You Could Be Mine’, una de las canciones de mi vida, y que tocaron a la perfección. Mención especial para Myles aquí, que hizo una exhibición increíble con un temazo nada fácil. ‘Doctor Alibi’ y ‘Welcome To The Jungle’, ambas con el bajista Todd Kerns como cantante, fueron una de las sorpresas de la noche. No porque las tocaran, sino por lo bien que Todd lo hizo en las voces, con un tono y estilo, esta vez sí, muy parecido a Axl, sin desafinar y demostrando que el grupo de Slash no sólo son dos personas. Después vino un pequeño bajón con ‘Starlight’, una balada demasiado tranquila para mi gusto, que me dejó un poco aplatanado a la espera de más acción... Que llegó en la siguiente ‘Beneath The Savage Sun’, para mí el mejor tema de su último álbum. Puro hard rock, riffs afilados como un machete y una sección llena de solos del maestro. Una puta pasada. Al poco llegó uno de los puntos más aburridos del concierto, cuando en medio de ‘Rocket Queen’ tuvimos más de 10 ó 15 minutos de un solo improvisado de Slash, que me pareció bastante soso y repetitivo. Yo esperaba que nos regalara su legendaria versión de El Padrino, pero veo que tendré que esperar al próximo show, ‘puta bida’. Combinó esto con ‘Bent To Fly’, bastante tranquila también y donde el cantante pudo lucirse. Nos acercábamos al final y todo empezó a subir de nuevo, sobre todo las cervezas que me estaba metiendo entre pecho y espalda. ‘World On Fire’, temazo. ‘Anastasia’, la mejor

canción que ha hecho Slash desde Velvet Revolver, y ‘Sweet Child O’ Mine’, palabras sobran sobre ésta. Permitidme que me detenga ante ‘Slither’, penúltima canción del bolo, y que me parece una jodida maravilla. De mis riffs y solos preferidos, y aunque Myles creo que no se siente muy cómodo con el tono de Scott Weiland (antiguo cantante de Velvet y yonqui de cuidado), en directo fue increíble escuchar la potencia que transmitía. Llegamos al bombazo final y, cómo no, la canción con la que Slash lleva toda su vida terminando sus conciertos, la maravillosa ‘PARADISE CITY’. Sí, en mayúsculas. Creo que hay pocas obras maestras que lleguen al nivel de ésta, himno perenne del rock y del heavy, y el punto más alto compositivo de los Guns. Fue un fin de fiesta por todo lo alto: confeti, Mr Kennedy dándolo todo a máxima potencia con unos agudos que ya querrían muchos, la batería y el bajo desbocados al ritmo de los riffs, y Slash demostrando que es un genio de la guitarra haciendo un solo final larguísimo e improvisado impresionante. En definitiva, fue un concierto de puta madre. Slash y compañía no fallaron, uno de los mejores espectáculos de hard rock que puedas ver hoy en día. Empañado simplemente por el mal sonido, que hizo que en algún momento deseara poder salir unos minutos fuera para que mi cerebro pudiera descansar de la cacofonía de sonidos que recibía. El próximo día en el Sant Jordi Club recordadme que me traiga los tapones... Gracias, soy Jordi Wild y os digo: ¡A rockear siempre!

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HIGH ON FIRE

HASTA UNA BANDA CON APARIENCIA INDESTRUCTIBLE COMO HIGH ON FIRE TIENE SUS LÍMITES. LUMINIFEROUS ES EL SÉPTIMO ÁLBUM DE SU CARRERA, PERO EL PRIMERO QUE SUS COMPONENTES GRABAN TRAS HABER DEJADO ATRÁS SUS MALOS HÁBITOS. TEXTO: JORDI MEYA/LAURA CLAVERO FOTOS: DR/ERIC ALTIMIS (DIRECTO)


I HABLAMOS DE METAL UNDERGROUND, posiblemente High On Fire sean un modelo a seguir para muchos. Ya no sólo en lo musical, aunque su fórmula de Black Sabbath meets Motörhead ha creado escuela, sino también en la manera de dirigir su carrera con una actitud de ‘que os den a todos’ que genera tanto respeto como actúa como factor intimidatorio ante quienes, en algún momento, se han planteado aprovecharse de ellos. Pero los efectos de unos excesos prolongados en el tiempo habían empezado a pasar factura. El incidente que Matt Pike vivió en Barcelona en 2012, cuando tuvo que cancelar la actuación de su otra banda Sleep en el Primavera Sound tras un par de días de farra, acabando en el hospital con un aneurisma cerebral, fue un toque de alerta suficientemente serio como para que decidiera ingresar en un centro de rehabilitación y cancelar la participación de High On Fire en el Mayhem Tour de ese mismo verano. Eso sí, para no perder viejas costumbres, celebró antes su 40 aniversario con una fiesta que hizo historia y en la que Phil Anselmo le entregó su tarta de cumpleaños. Ya rehabilitado, Pike ha sido capaz de combinar las carreras de Sleep y High On Fire con solvencia y, por ejemplo, de nuevo en Barcelona, actuar este año con ambas bandas con sólo un par de meses de diferencia. Si por el momento con Sleep todavía se resisten a grabar un nuevo álbum (aunque todo apunta a que llegará más pronto que tarde), 119


con High On Fire sigue produciendo material tan solvente como el que encontramos en Luminiferous (Century Media), publicado el pasado junio. Para el batería y cofundador de la banda, Des Kensel, ejemplifica el cambio de prioridades que han vivido en los últimos años. Luminiferous es el primer álbum que habéis hecho con Matt desde que dejó de beber. ¿Ha supuesto una gran diferencia respecto a otras grabaciones? DES KENSEL “Sí, en todos los aspectos. Tanto a nivel profesional como personal, como amigos, todo va mucho mejor. Habíamos llegado a un punto en el que todos, no sólo Matt, bebíamos demasiado. Pero a él le estaba afectando mentalmente de una manera mucho más dura. Ahora está mucho más centrado y todos estamos más felices. Quizá por primera vez nos sentimos una banda profesional, mientras que antes pensábamos que allá donde fuéramos teníamos que pegarnos una fiesta. Ahora la música y los conciertos son la prioridad, mientras que antes quizá lo primero era divertirnos y luego venía el resto. El nivel de estrés se ha rebajado mucho (risas)”. ¿Os arrepentís de no haber tomado la decisión de limpiaros antes? “Personalmente me metí en una banda de rock para poder mandarlo todo a la mierda. Quería vivir bajo mis propias reglas, poder emborracharme con mis amigos y escuchar música. Para mí va todo junto. Pero ya no tenemos 20 años, 120

así que tomamos la decisión de tomárnoslo con más calma porque estaba afectando nuestra salud. Es mucho más difícil mantenerte en forma para poder tocar bien. Como batería, tengo el trabajo más físico, y si tienes resaca, estás hecho una mierda y tocas como una mierda. Así que acabas preguntándote por qué estás ahí, si no es para tocar bien. Si no, te arriesgas a que el público ya no quiera ver a una panda de viejos con resaca (risas)”. ¿Sentís que sois mejor banda ahora que nunca? “Sí. Yo todavía bebo ocasionalmente, pero he cambiado el chip. Ahora ni siquiera bebo una cerveza antes de tocar”. Al mismo tiempo, esa actitud de pasar de todo era en parte lo que atrajo a la gente hacia el grupo. ¿Temes que eso se pueda perder? “Bueno, nuestras influencias principales cuando crecimos venían de grupos con esa misma actitud. Era parte de lo que hacía que molaran, no sólo la música. Yo creo que todavía tenemos esa actitud, pero quizá ahora es más por la cantidad de café que tomamos (risas)”. De hecho, fue aquí en Barcelona cuando Matt sufrió un derrame cerebral y fue hospitalizado. ¿Fue ése el punto de inflexión que marcó el cambio? “Sí, recuerdo las llamadas y los mensajes. Básicamente tomó la decisión él mismo. Aunque ocurrió aquí mientras estaba con Sleep, nos afectó como High On Fire porque

tuvimos que cancelar una gira entera. Eso me molestó bastante, así que tuve una charla con él. Me dijo que lo sentía mucho, pero que tenía que tomar las riendas y limpiarse. Siempre le recuerdo que sea consciente de lo lejos que ha llegado con las dos bandas y no lo eche todo a perder. Pero bueno, somos humanos y podemos cagarla. La realidad es que desde entonces ha estado muy bien. Y me alegro de que tomara la decisión por sí mismo, en lugar de que los demás le forzáramos a hacerlo”. El hecho de que ahora Sleep vuelvan a estar en activo, ¿os crea algún conflicto? “No, sólo de vez en cuando puede haber un problema de agenda. Su actividad es mucho menor, mientras que nosotros lo planeamos todo muy por avanzado… pero Matt no es muy bueno haciendo planes (risas). Pero estamos haciendo que funcione. Si yo estuviera en su posición haría lo mismo”. Todos habéis estado en otras bandas antes, así que podéis entenderlo. “Sí, así es. Creo que tiene una gran suerte de poder tener a su banda de antes y a High On Fire. Ahora que hay más fans de Sleep seguro que ayuda a que nosotros también los tengamos. Mientras todo se planifique bien y nos comuniquemos no tiene por qué haber ningún problema”. Obviamente Matt centra casi toda la atención. ¿Sentís tú o Jeff Matz, el bajista, que quizá no se os valora lo


“QUIZÁ POR PRIMERA VEZ NOS SENTIMOS UNA BANDA PROFESIONAL, MIENTRAS QUE ANTES PENSÁBAMOS QUE ALLÁ DONDE FUÉRAMOS TENÍAMOS QUE PEGARNOS UNA FIESTA” DES KENSEL

suficiente? “Bueno, Matt tiene una gran personalidad. Todo el mundo en la escena le admira. ‘Es el puto Matt Pike’ (Risas). A mí me encanta este grupo y todavía sigo aquí, así que todo está bien”. ¿Pero dirías que vuestra aportación es mayor de lo que se reconoce? “Sí, pero no estoy aquí por el reconocimiento personal. Soy el batería del grupo y Matt es el frontman. No voy a hacer nada por llamar más la atención. Si tiene que llegar, llegará”.

Habéis vuelto a grabar con Kurt Ballou. ¿Cómo fue la experiencia esta vez? ¿Fue más sencillo? “Todos sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, pero esta vez teníamos menos tiempo. A nosotros nos lleva tiempo hacer un nuevo disco, y entre que lo grabamos y sale, pueden pasar seis meses. Así que mirando las agendas de todos vimos que teníamos que grabarlo en enero. Y la verdad es que no estábamos preparados, pero nos arriesgábamos a que no saliera hasta el año que viene. Así que fuimos al estudio con poco más de dos semanas para grabarlo y pensábamos

que sería suficiente porque solíamos hacer discos en tres días, pero ya no es así… Acabamos de escribir algunos temas, arreglamos otros, los ensayamos un poco y luego llega el momento en el que todo el mundo quiere tener su sonido perfecto… y de repente ves que te has retrasado (risas). Pero trabajar con Kurt es genial. Los dos queremos el mismo sonido y nos gusta el mismo tipo de música. A veces estamos de acuerdo con él y otras no, pero nunca se crea tensión”. ¿Tendéis a discutir mucho a la hora de hacer los arreglos? Porque cada canción podría 121


“SOMOS UN GRUPO DONDE

CADA MIEMBRO TIENE SUS IDEAS Y REALMENTE TIENES QUE HACER CONCESIONES PARA LLEGAR A UN PUNTO COMÚN” DES KENSEL

llevarse en direcciones distintas… “Ése es otro de los motivos por los que nos lleva tanto tiempo hacer un disco (risas). Normalmente todo empieza con un riff y entonces pruebo cosas con la batería, distintos tempos. Y poco a poco va evolucionando hacia lo que es High On Fire y nos ponemos de acuerdo. Pero seguimos probando nuevas cosas porque hay que tener una mentalidad abierta. Todos tenemos nuestras propias ideas, pero hacer que todos lo veamos igual no es fácil (risas). Y finalmente, cuando por fin estamos de acuerdo, vamos al estudio y Kurt nos dice que hay que cambiarlo (risas). Pero todo forma 122

parte del proceso”. Al final un disco, para cualquier grupo, es un cúmulo de cesiones por parte de todos los involucrados. “Sí, sobre todo en High On Fire. Si Matt lo escribiera todo, sería más fácil, pero no es así. Somos un grupo donde cada miembro tiene sus ideas y realmente tienes que hacer concesiones para llegar a un punto común”. Comparado con el disco anterior, ¿cómo ves el nuevo? “Bueno, para empezar puedo escucharlo (risas). Soy un perfeccionista y cuando sale un

álbum no puedo escucharlo porque siempre pienso que podría haberlo hecho mejor. Si no has ensayado lo suficiente a veces cuando entras en el estudio haces las cosas más simples para sacarlo adelante. Y en cambio después de una gira, vas sobrado y haces un montón de cosas que te gustaría haber grabado. Pero bueno, en cuanto a este disco he quedado bastante contento. Creo que en cada trabajo hemos mejorado como compositores y músicos. Todos somos mejores con nuestro instrumento después de girar tanto. Es lo normal”. En los primeros discos parecía que queríais golpear al oyente con un mazo y en


cambio ahora os atrevéis a hacer una balada como ‘The Cave’. “Siempre es bueno tener un tema que sea bastante diferente. Ésa mola porque es más suave, bastante deprimente, lo que hace que siga siendo heavy. Experimentar es bueno, pero no demasiado. Tenemos nuestro sonido y no queremos alinear a los fans, pero al mismo tiempo queremos divertirnos. Igual si hacemos algo más experimental, lo hacemos para divertirnos en el estudio pero no para publicarlo”. ¿En algún punto de vuestra carrera alguien os ha sugerido cambiar de estilo o tomar un camino más comercial? “Algunos grupos siguen ese camino, pero para mí sería difícil subirme a un escenario y defender algo que se ha creado específicamente para ganar más público. Si hiciéramos algo con un productor distinto para buscar que fuera menos rudo y Matt cantara de manera más melódica, podríamos hacerlo, pero no nos interesa. Quizá podríamos incorporar un teclista (risas)”. De todos modos, ya nadie vende muchos discos igualmente... ¿Disfrutas más en el estudio o en el escenario? “Diría que en el escenario. Algunos productores antiguos nos han dicho que querían capturar lo que es High On Fire tocando en un club para 300 personas, con el sudor y todo. ‘Ahí es donde tienes la verdad del grupo’. Después de este disco creo que quizá nos convirtamos más en

una banda de estudio, pero desde luego si nos pillas en una buena noche, con un buen sonido y una buena onda, ahí es donde lo tienes todo”. ¿Está ‘Carcosa’ del nuevo álbum inspirada en la serie True Detective? “Sé de lo que hablas, pero no la he visto. La última serie que me enganchó fue Breaking Bad. La vi en Netflix durante una noche entera, hasta que salió el sol, y no podía parar. Dormí durante el día entero y cuando me levanté, tenía cosas que hacer, pero quería ver al menos 30 minutos del episodio siguiente y acabaron siendo tres horas (risas). Así que no es muy productivo para mí ver series. Mucha gente me ha dicho que tengo que ver True Detective, pero sé que significaría echar a perder un mes de mi vida (risas). Sé por otra gente que Carcosa tiene algo que ver con True Detective, pero se lo tendrías que preguntar a Matt”. ¿Nunca os explica de qué van las letras? “Antes solía darme las letras escritas en una servilleta y ni siquiera entendía la letra (risas). Pero ahora lleva una libreta y hablamos sobre ellas. Ahora las escribe todas él. En el primer disco, como era la primera vez que cantaba y escribía letras, el antiguo bajista y yo le echamos una mano, pero ahora ya las hace todas. Siempre es la última parte de las canciones y siempre nos las pasa. Pero a veces las leo y no tengo ni idea de lo que hablan, pero si suenan bien, tiramos adelante (risas). Sé que le interesan mucho las teorías

conspirativas, se fue al Machupichu y se inspiró en ello también”. ¿Cree de verdad todas esas teorías? “Al principio pensaba que era algo para entretenerse, pero ahora llega a preocuparme (risas). A él le gusta investigar sobre eso porque le estimula la mente”. (Justo en ese momento entra Matt y Des le pregunta si ‘Carcosa’ está inspirada en True Detective –ndr.). MATT PIKE “Bueno, está basada en The King In Yellow de Robert Channing, en la que se inspiró la serie. Así que se trata del mismo mito pero no me inspiré en la serie. Es como los mitos de H.P. Lovecraft. Mucha gente se ha inspirado en ellos. Es un poco lo mismo”. Muchas gracias, Matt. Para acabar, éste es vuestro séptimo disco, habéis recargado las pilas. ¿Crees que el futuro es ahora más prometedor de lo que lo era antes? “La respuesta hacia este disco está siendo genial. Parece que finalmente estamos teniendo un impacto en Europa. Los conciertos que hemos dado en España y Alemania han ido muy bien. En algunos países nos ha llevado más tiempo que en otros, pero por ahora todo está siendo positivo”.

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AZKENA ROCK 19 Y 20 DE JUNIO DE 2015

RECINTO DE MENDIZABALA, VITORIA-GASTEIZ TEXTO: GONZALO PUEBLA, TOI BROWNSTONE FOTOS: ERIC ALTIMIS

MASTODON 120


L7

KVELERTAK

D

espués de una edición bastante polémica y mediocre como la del año pasado, esta vez la promotora Last Tour International decidió ponerse las pilas a la hora de elaborar el cartel del Azkena Rock Festival del presente año. El resultado fue un cartel muy variado, con ausencia de grandes nombres, eso sí, un lineup programado para el sábado bastante más metalero de lo habitual, o al menos más cercano a la línea de esta revista, contando con nombres como Kvelertak, OFF! y Mastodon, los shows de dos bandas muy destacables en los 90 que recientemente se han reunido para alegría de muchos, L7 y D Generation, y unos cabezas de cartel como ZZ Top, que llenaban el cupo de banda clásica. La respuesta del público fue bastante entusiasta, llegando a agotar entradas de día de la segunda jornada. Esta vez sí, cogíamos nuestro petate y peregrinábamos a Vitoria muy motivados.

VIERNES 19 Recuperar los conciertos a mediodía en la plaza Virgen Blanca fue un gran acierto. Siempre se crea un ambiente muy festivo y, a la vez, muy familiar, convocando a lugareños interesados y a público del festival. Litros de cerveza, pintxos, cálidos reencuentros entre amigos, junto con la actuación de Nico Duportal & His Rhythm Dudes, hicieron que por fin nos sintiéramos como en casa. Afortunadamente, ese txirimiri que estuvo haciéndonos temer lo peor durante la mañana terminó siendo una anecdótica marca de la ciudad que no llegó a más. Según entramos al recinto, pasamos por delante del tercer escenario, bautizado como Kim Fowley, donde los Mad Martin Trio se arrancaban con un potente rockabilly. No obstante, nuestro primero objetivo era pillar a Sven Hammond inaugurando el escenario B.B. King. El combo holandés acusó el bajo sonido que tantos estragos causó a la gran mayoría de bandas a lo largo de todo el fin de semana, algo que hizo

que su propuesta cercana a los sonidos funky más propios de los 80 no acabase de convencer. Mejor suerte correrían al día siguiente durante su actuación gratuita en la Plaza de la Virgen Blanca donde, según nos cuentan, ahí sí que la liaron bien gorda. De regreso al escenario más pequeño nos encontramos con uno de esos nombres llamados a ser uno de los grupos sorpresa del festival. Sin embargo, The Last Internationale se quedaron un poco a medias dando un concierto algo irregular. Su cantante Delila Paz tiene una gran presencia escénica, bien apoyada por el guitarrista Edgey Pires (Brad Wilk, batería de Rage Against The Machine y que forma parte de este trío, fue la gran ausencia) y poseen algún single interesante como es ‘Wanted Man’. Pero su actuación acusó una falta de punch que se hizo patente al interpretar un ‘Sleep Now In The Fire’ que no golpeó con la fuerza que se esperaba. Con JD McPherson sí que tuvimos la sensación de que, ahora sí, el Azkena 125


OFF!

arrancaba de verdad. Fue el que mejor sonido consiguió sacar durante el viernes en el escenario principal y, gracias a su carisma y al buen hacer de sus compañeros (impagable tener enfrente a toda una leyenda de este género como Jimmy Sutton al contrabajo), dio uno de los mejores conciertos del día. ‘Head Over Heels’, ‘Bossy’ o ‘Fire Bug’ pusieron a bailar al respetable y ya en la recta final se vinieron arriba en ‘North Side Gal’ y una ‘Let The Good Times Roll’ que debió de ser uno de los temas más coreados de esta edición. Absolutamente impecable. La actuación de D Generation era una de las más esperadas tras habernos dejado un gran sabor de boca con su actuación hace cuatro años en el festival Turborock. Si bien el sonido no fue del todo satisfactorio debido al bajo volumen, como ya hemos dicho una deficiencia bastante destacada y repetida a lo largo del fin de semana, la TERROR 126

actuación de los neoyorquinos fue muy disfrutable. A favor, un repertorio basado principalmente en su segundo disco, No Lunch, incluyendo ‘Scorch’, ‘She Stands There’, ‘No Way Out’, el estreno de temas que formarán parte de su nuevo disco que saldrá en otoño, y hits como ‘Stealing Time’ o ‘Guitar Mafia’, y Jesse Malin y Howie Pyro totalmente entregados, pero en contra una evidente falta de rodaje y agresividad en general. A pesar de ello, remontaron el show de forma bastante elegante, dejando al público satisfecho. Muchos pensamos que la dedicación del cantante a su proyecto en solitario podría afectar a esta actuación, y efectivamente así fue. Podría haber sido un gran concierto. Quizás en sus próximas visitas, porque estamos seguros de que volverán pronto. Television no cumplieron las expectativas, y eso que venían interpretando íntegramente Marquee

ZZ TOP

Moon, pero aburrieron con un concierto frío y desangelado que sólo pareció despuntar en los instantes finales. Fue entonces cuando aparecieron Black Mountain para darnos un auténtico viaje de psicodelia y LSD. La confirmación de los canadienses había supuesto toda una alegría para muchos de nosotros, que dábamos al combo de Stephen McBean y compañía por desaparecidos desde hace una buena temporada. A lo largo de una hora demostraron que su maquinaria sigue en perfecto estado. El inesperado tridente inicial con ‘Stormy High’, ‘Tyrants’ y ‘Wucan’ (estas dos últimas absolutamente descomunales) nos dejó noqueados a las primeras de cambio. Continuaron sumergiéndonos con maestría en una espiral envolvente de sonoridades retrofuturistas comandadas por la guitarra de McBean y el grandioso despliegue de Jeremy Schmidt a los teclados y sintetizadores, que alcanzaron su punto álgido en una


BLACK MOUNTAIN

‘No Hits’ alargada hasta el infinito. Y sin querer darnos cuenta, mientras continuábamos flotando con ‘Set Us Free’, ‘Druganaut’ y ‘Queens Will Play’ (no cayó ninguna de Wilderness Heart, aunque tampoco lo echamos en falta), de golpe y porrazo la organización les dio el toque de que tenían que acabar su set, dejándonos con un coitus interruptus imperdonable. ZZ Top pedían paso y cuando se suponía que debían darnos el golpe de gracia, nos bajaron de la nube. No voy a escudarme en que el sonido fue ridículamente bajo, más teniendo en cuenta que eran el nombre de mayor tamaño en el cartel, ni que estuvieran faltos de clase o de temazos, porque de eso una banda de su calibre va más que sobrada. Pero por una razón u otra, el trío de Texas no fue capaz de conectar ni un solo momento con el respetable. El repertorio fue el esperado de grandes éxitos: ‘Got Me Under Pressure’, ‘Gimmie All Your Lovin’’,

‘Pincushion’, ‘Sharp Dressed Man’, ‘Legs’... pero ni por ésas. Hasta su revisión del ‘Foxy Lady’ de Jimi Hendrix resultó fría. Tal vez su propuesta no fuese la mejor para las horas en las que estábamos ni para lo que esperábamos de un cabeza de cartel de un festival como es el Azkena. Una lástima. Cuando unas horas antes saludamos a Donita, líder de L7, nos contó que estaban muy emocionadas ante el reto que suponía tocar a las dos de la mañana. Esperaban cumplir con nuestras expectativas, convertir Mendizabala en una fiesta y que el público disfrutara con ellas de una tremenda borrachera. No pudo ser de otra manera. Su repertorio fue directo a la yugular, eligiendo ‘Deathwish’ como punto de partida, para luego ir recuperando temazos como ‘Shitlist’, ‘Diet Pill’, ‘Everglade’ o ‘Monster’, y terminar con ‘Pretend We’re Dead’ y ‘Fast And Frightening’. Magnetismo espectacular, energía desbordante y

RED FANG

unos ovarios como soles. Ganadoras indiscutibles de la jornada que consiguieron poner patas arriba al respetable. Un sueño hecho realidad para muchos. SÁBADO 20 El sábado del festival es el día gastronómico por excelencia. Muchos no perdonan su txuletón, pero la oferta musical a mediodía se mantuvo. Esta vez, como aperitivo a una de las jornadas más macarras que el Azkena Rock Festival nos ha ofrecido en sus años de periplo, al igual que el año pasado, nos decantamos por la opción del doble cartel de conciertos celebrado en los Jardines de Falerina, con Cobra, que tras unos meses de parón nos deleitaron con una actuación demoledora y espectacular, y los americanos Midnight Ghost Train. Una vez hecha la digestión, de vuelta de nuevo a Mendizabala donde pillamos a unos Powersolo que 127


D GENERATION

comenzaron dubitativos y acabaron poniendo toda la carne en el asador (continuando con la tónica gastronómica). Mezcla de blues, rock’n’roll, rockabilly, surf y punk pasado por su particular prisma que tal vez tardó en despegar antes de lo debido. Para entonces ya estábamos esperando a los Eagles Of Death Metal en el escenario Bobby Keys. Muy poquito tuvo que hacer Jesse Hughes para meterse al público en el bolsillo. No hay duda de que es un tipo querido y que se hace valer por su simpatía y carisma. Musicalmente no es que su grupo sea gran cosa y si no fuese por la ayuda de su colega Josh Homme, jamás habrían saltado a la primera línea del rock actual. No obstante, ponernos a bailar a la siete de la tarde con un sol de justicia pegando de cara tiene su mérito, y él lo consiguió gracias a canciones como ‘So Easy’, ‘Cherry Cola’, ‘I Only Want You’ o ‘I Want You So Hard (Boys Bad News)’. Ni la aparición de Brent Hinds de Mastodon, que estuvo siguiendo con atención todo el concierto al igual que el resto de sus compañeros, logró eclipsar al que seguramente fue el 128

mejor frontman que pisó el recinto en todo el fin de semana. Y entre semejante festín de riffs gruesos hallamos el oasis en la actuación de Cracker. Habrían encajado mejor el día anterior, pero David Lowery y Johnny Hickman supieron jugar inteligentemente sus cartas y nos regalaron un show 100% Azkena. A media tarde, justo antes de la hora del bocata, demostraron por qué son una de las formaciones de culto de los 90, esenciales para entender el neofolk que más tarde hizo grandes a otros como Wilco. Con un Hickman estelar y acompañados por unos músicos de primer nivel desgranaron tanto clásicos (‘Low’, ‘Teen Angst’, ‘Sweet Potato’, ‘EuroThrash Girl’) como los nuevos temas de su doble y excelente Berkeley To Bakersfield (‘California Country Boy’, ‘Get On Down The Road’, ‘El Cerrito’) con el mejor sonido del escenario grande en todo el evento. Maravillosos y muy necesarios antes de encarar lo que se nos venía encima. Con un sol abrasador Red Fang salieron a escena ante un abultado público que los esperaba con ganas.

Afortunadamente los inconvenientes de sonido fueron rápidamente solventados, por lo que pudimos disfrutar de un potente set de 13 temas entre los que se incluyeron ‘Malverde’, ‘Blood Like Cream’, ‘Prehistoric Dog’, ‘Wires’ y ‘Doen’. Contundentes y con un sonido muy sólido consiguieron arrancar los primeros headbangeos colectivos del día. Los de Pórtland sin duda son una banda de sala, pero consiguieron meterse a los presentes en el bolsillo sin problemas. Llegaba entonces la hora de Mastodon. Personalmente hace tiempo que les dejé por imposibles como grupo en directo, pero las buenas críticas que tuvo su pasada visita en diciembre por aquí me hicieron pensar que quizás las cosas hubieran cambiado en ese aspecto. Y efectivamente, ahora los de Atlanta parecen más convincentes en las tablas, aunque les queda mucho para dar conciertos apoteósicos a la altura de la calidad que sí demuestran en estudio. Como era de esperar, Once More ‘Round The Sun acaparó buena parte del setlist (‘Tread Lightly’, ‘The Motherload’, ‘High Road’, ‘Chimes At


WOVENHAND TOUCHÉ AMORÉ

Midnight’, ‘Halloween’) acentuando más si cabe la faceta prog rock de su etapa más reciente. Si bien en cuanto a lo instrumental nunca han levantado dudas, ahora Troy Sanders y Brann Dailor son capaces de resolver con solvencia sus partes vocales. No podemos decir lo mismo de Brent Hinds, que luce más cuando ataca su guitarra que cuando hace un intento por cantar. Lo mejor llegó hacia el final con unas rotundas ‘Megalodon’, ‘Crystal Skull’ y una inesperada ‘The Czar’ que resultó ser mejor de lo que nunca hubiéramos imaginado. Lástima que decidieran acabar con ella y dejarnos sin ‘Blood And Thunder’ justo en el mejor momento. Sensaciones agridulces por tanto al finalizar una hora y cuarto de concierto que se nos hizo hasta corta. Y de la complejidad de Mastodon pasamos a la inmediatez de OFF!. Ni más ni menos que 25 trallazos de poco más de un minuto de duración, interrumpidos por los curiosos discursos de Keith Morris, que muchos catetos criticaron y abuchearon, pero que nos permitían recuperar un poco el aliento. El cóctel formado por el cantante de

Circle Jerks, Steven McDonald de Redd Kross, Dimitri Coats de Burning Brides y Mario Rubalcaba de Hot Snakes/Rocket From The Crypt es explosivo. Un caos contundente y preciso hasta el más mínimo detalle que resultó apabullante. ‘Void You Out’, ‘I Got News For You’, ‘Hypnotized’ o ‘Red White And Black’ sonaban mientras un incesante pogo dejaba a más de uno marcado para el recuerdo. Absolutamente demoledores. Como suele pasar con las drogas, tras el subidón llega el bajón, y éste se llamaba Ocean Colour Scene. Los británicos comenzaron realmente bien con su clásico ‘The Riverboat Song’ y ‘Hundred Mile High City’, pero según fueron avanzando, el exceso de baladas y temas lentos desentonaba con lo que estaba siendo la tónica general del día, lo cual hizo que poco a poco fuéramos retirándonos primero al césped y más tarde optando por ir a pillar sitio para Kvelertak. Situados en las primeras filas, esperábamos ansiosos la salida de Erlend Hjelvik con su búho disecado en la cabeza, pero el muy cabrón nos falló, aunque uno de los redactores de esta

casa sí llevaba su careta de búho para compensar. Tampoco importó que obviaran parte de su espectacular parafernalia puesto que los vikingos salieron dispuestos a aniquilarnos. El sonido de las tres guitarras era atronador y la puesta en escena totalmente abrumadora. La locura se contagió entre el público, que coreaba ‘Kvelertak’, ‘Blodtorst’, ‘Bruane Brenn’ y ‘Manelyst’ al borde de la histeria. Los que habíamos podido disfrutar en directo de alguna actuación de Kvelertak con anterioridad ya sabíamos a qué nos exponíamos, pero los que por primera vez se enfrentaban a estas máquinas de matar quedaron fascinados y boquiabiertos. No fue para menos. Fue un fin de fiesta espectacular que algunos decidimos prolongar en las carpas hasta horas indecentes de la madrugada. Como siempre, deseamos que el Azkena Rock Festival nos siga reportando muchas alegrías en los años venideros. Su oferta de grupos, Vitoria como enclave perfecto y un público rockero y apasionado son esenciales para su continuidad. 129


ANTI-FLAG 29 DE JULIO DE 2015 GRUTA 77, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: JAVIER PÉREZ

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T

eníamos que frotarnos los ojos, no nos lo podíamos creer. AntiFlag, una de las formaciones punteras del punk rock, iba a tocar en Madrid en una sala para apenas 200 personas en pleno verano. Un auténtico privilegio el poder disfrutar de una banda de este calibre en semejantes condiciones, más aún si tenemos en cuenta que su anterior visita a la capital fue en 2009 en un recinto mucho más amplio como es la Joy Eslava y acompañados por Alexisonfire. Siendo por tanto conscientes de que su capacidad de convocatoria es incluso mayor de lo que el aspecto de la sala llena hasta los topes aparentaba, entramos al Gruta 77 convencidos de que aquella iba a ser una noche memorable. Y sólo hizo falta que Justin Sane se arrancase con ‘Turncoat’ para que la pista estallase por completo, contagiando al resto de la sala que ya no cesaría de bailar, poguear, saltar, cantar y, sobre todo, sudar hasta que acabase el recital. Y es que

Anti-Flag supieron conectar a las mil maravillas con una audiencia que les esperaba con ansias, respondiendo con un repertorio que recorrió lo mejor de toda su carrera. Desde himnos imprescindibles del pasado como ‘Fuck Police Brutality’, ‘Underground Network’, ‘This Machine Kill Fascists’ y ‘Death Of A Nation’ hasta las del reciente American Spring (‘Fabled World’, ‘Sky Is Falling’, ‘All Of The Poison, All Of The Pain’, ‘Brandenburg Gate’) que funcionaron igual de bien. Entre los pocos parones que hicieron aprovecharon para lanzar sus alegatos contra el racismo, la homofobia, la violencia y la pobreza, al mismo tiempo que se preocupaban por que imperase el buen ambiente y el respeto por parte de todos durante la actuación. De hecho, el bajista Chris #2 tuvo que recriminar a algunos de las primeras filas que se estaban pasando de efusivos, fastidiando al resto del personal. Pogo y locura sí, pero siempre con educación y respeto.

Por lo demás, continuamos sudando con ‘The Press Corpse’, ‘This Is The End (For You My Friend)’ y la bestial cover del ‘Should Stay Or Should I Go’ de The Clash antes de que finalizaran con el ya clásico número de bajar la batería de Pat Thetic entre el público mientras Chris cantaba ‘Die For The Government’ y ‘Drink Drank Punk’ subido al bombo. Un acto que por mucho que se haya visto ya a estas alturas, no deja de resultar efectivo para acabar a lo grande. Mención aparte para el señor Justin Sane, que además de aguantar con el dedo meñique vendado tras haber sufrido un percance hace tan sólo un par de días antes y haber bañado literalmente su camisa en sudor, al finalizar el concierto estuvo atendiendo a todo aquel que quiso hacerse una foto con él, firmar un disco o simplemente darle las gracias por la gran noche que nos había hecho pasar a todos. Señores, esto sí que es el verdadero punk y no lo que nos quieren vender Refused. 131


MOVE YOUR FUCKING BRAIN 27 DE JUNIO DE 2015 DEATH FIELD, MOLINS DE REI TEXTO: PAU NAVARRA FOTOS: ROSER PASCUAL

ENDSTILLE 120


OTARGOS

LOOKING FOR AN ANSWER

M

i relación con el Move Your Fucking Brain nunca será fría, distante, y mucho menos objetiva. ¿Dónde si no iba a encontrar a la única titi que me aguante durante unos pocos años? Y así, celebrando ‘mi aniversario de bodas’ de nuevo en Molins de Rei, la fecha musical y sentimental más relevante de mi calendario, en esta undécima edición la asociación Metal Defenders me iba a premiar de la mejor forma también a nivel profesional: llamando a filas, sin saberlo, a dos bandas del roster de la agencia que regento, a Riot Of Violence y Stained Blood. Doble o triple alegría, y como ven, la cosa que ya casi entra dentro de los parámetros familiares… Aunque, evidentemente, el evento de metal extremo por excelencia en Catalunya (y casi que del Estado) también tenía planeado un cartel de lujo que nos dejó planchados y la mar de felices. Y es que, por cierto, ¿he dicho ya que aquí te caen encima diez bandas de primerísimo nivel de forma totalmente gratis, y con precios en barra

populares de verdad? Los del Move son los mejores, y punto. A las cuatro y pico de la tarde, en uno de los días más calurosos del curso, varios valientes ya estábamos listos para recibir la bendición de los veteranos Streaks. Con sus sotanas y sentados en sus tronos, estos cachondos nos sometieron a su blackened death con temas como ‘Guaita Al Dimoni!’ o ‘Per La Mort De Déu’, sin olvidarse de ridiculizar símbolos cristianos con la aparición de un Jesús negro martirizado, su monja satanista y hasta del mismo Lucifer. Muchas risas, siempre molan. Riot Of Violence fueron los siguientes en golpearnos con su death melódico, y ya de inicio sorprendió la nitidez de su sonido tratándose de un evento de estas características. Haciendo ondear sus melenas con el bajista Abel al frente, ‘Planet Of The Rapes’, ‘For Sound I Shall Become’ o ‘I Am The Battlefield’ dieron buena cuenta de su valía. Turno para Stained Blood, quienes contaban con bastantes seguidores entre el público dadas las muchas camisetas de ellos

que se veían por ahí. Sabiendo que se iban a encontrar ante una parroquia tirando a pureta, los catalanes decidieron aparcar el deathcore de su primer álbum y centrarse en la híper velocidad de su último Hadal. Como es habitual, desde ‘Atlas Decline’ hasta ‘Sound Of The Abyss’, un maldito tornado sobre las tablas. Los valencianos y castellonenses desplazados en autobús hasta el Move vieron recompensado su esfuerzo al primer trallazo de Rottest Slag. La leche, qué carnicería… Legendarios dentro de nuestro grindcore, con una propuesta tan de la vieja escuela como cabía esperar, nos despedazaron con hits coreados a pulmón. Quizá pararon demasiado entre tema y tema, pero entre bromas y castañazos varios, algunos de apenas segundos, sin duda plasmaron un bolazo. Y es que, ¿¡quién coño puede resistirse a un estribillo como “Hipster, elegante; hipster, leñador; hipster, hijoputa; hipster, bujarrón”!? Ya con el sol apretando menos los 133


STAINED BLOOD

franceses Otargos se adueñaron del escenario. La verdad es que ya no son lo que eran, en parte por los numerosos cambios de formación que han tenido estos últimos años, pero repartieron suficiente cera como para que Saille se encontraran el ambiente caldeadito. Eran la única banda que no conocía del cartel, pero aun así bien merecían una oportunidad. Los belgas despacharon un black sinfónico de manual, y aunque siempre consideraré un error las voces melódicas o limpias en el género maldito, cabe decir que demostraron ser un grupo curtido, con muchas tablas. Pasadas las diez y media de la noche tocaba cita con un verdadero jefazo. Shaun LaCanne, o lo que es lo mismo, quien lleva 15 años martilleando seseras bajo Putrid Pile, se agenció el escenario para él solito. Bueno, y también para su barrigón, su guitarraza y el programming… Dios santo, qué berridos, qué manera de tocar. La TERROR 134

RIOT OF VIOLENCE

mano derecha, la de rascar cuerda, ni se le veía cascándose ese pedazo de brutal death. No pude evitar abrazarle luego, comentarle lo grande que es, aunque él sólo tuviera ojos para las “chicas guapas”. Qué nerd tan adorable. El puto amo del festi. Como ya pasara hace dos años con Enthroned, la decepción llegó con Endstille, los cabezas de cartel. Zingultus, su cantante, se presentó en Molins con una céltica tatuada en el hombro y, claro, a los que siempre hemos defendido que no son nazis eso nos sentó como un tiro. Normalmente puedo separar música de política, pero tras ver ese vomitivo símbolo ahí, maquillado además para que no se notara mucho, fui incapaz de aplaudir muchos de sus temas. Incomprensible cuando tocaron torpedos como ‘Sick Heil’, donde atacan tanto el dogma nacionalsocialista como el religioso, mas cuando el propio voceras le cuenta a la organización que siente asco

cuando boneheads acuden a sus shows a hacer saludos romanos y demás chorradas. En fin, cosas del black metal, que además es complicado que brille en formato festival al no hallar ni el sonido ni la ambientación propicia… Hijo mío, por 3.000 pavos te borran ese escupitajo del brazo. Suerte que ahí estaban Beheaded para poner las cosas en su sitio. Desde Malta, con su apabullante brutal death técnico, seguramente se ganaron el premio a la mejor descarga del día… Pero claro, unos tales Looking For An Answer siempre llegan a tiempo para merendarse a quien sea. Los madrileños son un valor más que fiable, nunca fallan con bombazos como ‘Extinción’ o ‘La Matanza’, y menos con versiones de Minor Threat y Slayer. No todos los festivales tienen el honor de cerrar con la mejor banda de grindcore del mundo. Otro fiestón a petar de colegas y camaradería. Otro Move para enmarcar.


CORROSION OF CONFORMITY 1 DE JULIO DE 2015

SALA ARENA, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTO: JAVIER JIMENO

Q

uizás porque nunca llegaron a tener un éxito comercial ni que fuese de manera breve, porque no impactaron de la misma manera que otros compañeros de generación o porque realmente nunca se han ido, el regreso de Pepper Keenan a las filas de Corrosion Of Conformity no ha levantado mayor expectación más allá de su legión de seguidores acérrimos. Casi una década ha pasado desde que el rubio guitarrista decidiese dedicarse a tiempo completo al supergrupo Down, dejando a sus otros tres compañeros las responsabilidad de tirar adelante con la banda. Y aunque han publicado dos trabajos notables en este tiempo, todos saben que Pepper es el alma y el genio del combo, y es por ello que sus fechas en nuestro país se presentaban como citas muy especiales para los fans de toda la vida. A pesar del algo excesivo precio de las entradas, algo tan esperado merecía la pena, sin

duda. Tras solucionar algún problemilla con nuestro pase que nos impidió llegar a tiempo para ver a los teloneros Deathsurrection, nos encontramos a un invitado de excepción por parte de los protagonistas de la noche. Los de New Orleáns pensaron que sería divertido que un amigo aficionado suyo calentase el ambiente con un par de versiones de Thin Lizzy en solitario. Poco más de un cuarto de hora en el que clásicos como ‘Cowboy Song’, ‘Jailbreak’ y ‘The Rocker’ hicieron esfuerzos para animar al personal. Curioso cuanto menos. Sin más dilación y tras una intro marca de la casa en clave doom metal, Corrosion Of Conformity se pusieron manos a la obra para patear unos cuantos culos. O al menos, los de los pocos pero fieles que se habían reunido allí. La descarga inicial hacía presagiar un concierto de alto voltaje: ‘Broken Man’, ‘King Of The Rotten’, ‘Heaven’s Not Overflowing’ o ‘Wiseblood’ fueron despachadas

con urgencia, y si no fuese por la desastrosa acústica de la sala, aquello hubiera sido un arranque matador. No fue hasta ‘Paranoid Opioid’ que el sonido fue colocándose en su sitio y ahí ya disfrutamos de unas ‘13 Angels’, ‘Albatross’ y Stonebreaker’ (increíble cómo sonó ese riff al trote) tremendas. Aunque está claro que ya no son unos chavales, los cuatro miembros se conservan perfectamente engrasados. Especialmente destacable fue el trabajo de Mike Dean, siempre concentrado y sosteniendo a los demás, sin hacer demasiado ruido en la sombra. Por su parte, Keenan tal vez no tenga la presencia intimidatoria de Phil Anselmo, pero resulta más cercano con la afición. El nivel no bajó tampoco en la recta final con ‘Vote With A Bullet’, ‘Who’s Got The Fire’ y ‘Clean My Wounds’, tras la que se marcharon ovacionados. Ahora a esperar ese anunciado disco que supondrá la continuación del ya lejano In The Arms Of God. 135


KISS 21 DE JUNIO DE 2015 PALAU SANT JORDI, BARCELONA TEXTO: ANDRÉS MARTÍNEZ FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ

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S

uperado hace ya tiempo el debate de si Ace Frehley o Peter Criss deberían seguir o no, a los fans de Kiss tan sólo nos queda conformarnos con lo que hay y seguir disfrutando de lo que la banda todavía tiene por ofrecer. Las noticias que nos llegaban de la gira sudamericana eran sin embargo preocupantes. Con unos Thayer y Singer acomodados en su papel de impersonators de lujo y un Stanley demasiado mermado, sin voz ni físico, tan sólo el viejo demonio parecía aguantar un show que, eso sí, seguía mostrándose esplendoroso y ciertamente atractivo. A excepción de los más talibanes, toda la vieja (y también la nueva) guardia estaba allí, algunos con sus amigos de adolescencia, otros con la familia, muchos con hijos o sobrinos que han crecido viendo escuchar a sus mayores a esas cuatro criaturas enmascaradas que, por fin, iban

a tener la oportunidad de ver. De hecho, una de las razones por las que muchos estábamos allí era que ésa quizás fuera la última vez que íbamos a poder disfrutar de la banda neoyorquina. Estábamos de acuerdo en que ya nada era lo mismo, pero de igual modo que reconocíamos la inexorable verdad, sabíamos que también era obligatoria, necesaria diría yo, nuestra presencia en el recinto si habías crecido con los discos de Starchild y compañía. Ellos estuvieron bien, mucho mejor que las infaustas imágenes que nos tenían alarmados desde meses atrás. Pudimos sonreír una vez más cuando Simmons nos escupió su sangre y mentiría si dijera que no me emocioné cuando Stanley montó en su tirolina para interpretar ‘Love Gun’ desde el centro del pabellón. Estos cabrones saben cómo cautivarnos, aunque no suenen ni de lejos como en giras pasadas, cuando su físico

no estaba tan castigado. El repertorio fue imperial abriendo a tumba abierta con ‘Detroit Rock City’ y ‘Deuce’, y constatamos que Simmons ahora mismo es quien manda cuando durante sus atómicas interpretaciones de ‘War Machine’, ‘I Love It Loud’ o ‘Calling Dr. Love’ comprobamos que sigue mostrándose imbatible con su perturbadora presencia y ese vozarrón que mantiene en perfectas condiciones. A pesar de que Peter ya no esté allí, ‘Black Diamond’ me sigue humedeciendo los ojos cada vez que la escucho y como no podía ser de otra manera, acabé destrozando mi garganta al ritmo de ‘Shout It Out Loud’ y ‘Rock And Roll All Nite’. Pensé en cómo había podido dudar de mi asistencia después de tantos años de militancia y cuando, al fin y al cabo, la banda sigue ofreciendo el 100% encima de un escenario. Son Kiss, amigos y amigas, y con eso está todo dicho. 137


BE PROG! MY FRIEND 11 DE JULIO DE 2015 POBLE ESPANYOL, BARCELONA TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ

DEVIN TOWNSEND PROJECT 120


VINCENT CAVANAGH

MESHUGGAH

A

quienes se siguen sorprendiendo por el ecléctico cartel del Be Prog! My Friend convendría recordar que ‘el progresivo’ no debe entenderse como un género en sí, sino más bien como una actitud o una filosofía que pueden adoptar cualquier músico o banda, sea del estilo que sea. De hecho, fueron las bandas más ortodoxas como Riverside o Messenger las que menos interés nos generaron, aunque nada hay que objetar a su dominio técnico ni a sus capacidades compositivas. Alguien que sí puede considerarse un pionero es Ihsahn, quien en los 90 abrió el camino para el black metal al frente de Emperor. Pero el noruego, pese a intentarlo, no contó con un buen sonido y pareció muy agobiado por el sol que le venía de frente. La ausencia de un bajista (ignoramos si voluntaria o no) le restó empaque a un repertorio que basculó entre su lado más introspectivo de su último disco Das Seelenbrechen y el más metalero de After de 2010. Los británicos Haken hicieron lo imposible

por romper la barrera arquitectónica que suponía tocar en el segundo escenario (la novedad de esta segunda edición) situado en un quiosco en la parte posterior del recinto. El vocalista Ross Jennings, que no paró de moverse y bajar hasta el público, compensó un sonido que no hizo justicia a su rock con dejes de jazz fusión. Con su sobriedad musical y escénica, Katatonia resolvieron con solvencia un set que se centró en su faceta más melancólica. Vincent Cavanagh, vocalista de Anathema, acudió al rescate tras la cancelación de IQ. Aunque se lió un poco montando algunos loops con su guitarra, nunca perdió la sonrisa y ofreció interesantes giros a temas como ‘Fragile Dreams’ o ‘Flying’, aunque su versión de Manu Chao al final se la podría haber ahorrado. De la calma acústica pasamos a la marcha militar de Devin Towsend Project. El excéntrico canadiense, sobradísimo de voz, arrojó salvas de progresivo (‘Deadhead’), puro metal (‘Namaste’) y pasajes más atmosféricos (‘A New Reign’) en los que

fueron los 70 minutos más entretenidos del festival. Los noruegos Leprous, apretadicos, pobres, en el segundo escenario, se las apañaron bastante bien para presentar su último disco The Congregation y dejar claro por qué su nombre ha subido tantos enteros dentro de esta escena con una buena articulación entre guitarras potentes y densos teclados. Si alguien podía sacarnos del soponcio generado por los ancianos venerables de Camel y su crispante flauta travesera eran los franceses The Algorithm con su original ataque de electro metal. Para el final unos Meshuggah a quienes los problemas técnicos sabotearon lo que debía ser uno de los platos fuertes. Tan mal sonaban que tras terminar ‘Rational Gaze’ abandonaron el escenario para solventar aquello. A su vuelta la cosa mejoró bastante, pero temas como ‘Stengah’, ‘Future Breed Machine’ o ‘Dancers To A Discordant System’ carecieron de la potencia necesaria. Muy a su pesar, y quizá por única vez, los suecos no consiguieron aplastarnos. 139


LIMP BIZKIT

HELLFEST 19, 20 Y 21 DE JUNIO DE 2015 VAL DE MOINE, CLISSON (FRANCIA) TEXTO Y FOTOS: JORDI MEYA, LAURA CLAVERO

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FAITH NO MORE

C

on las entradas agotadas y más de un centenar largo de bandas, la décima edición del Hellfest se preveía todo un éxito. Y así fue. Un recinto espectacular, con una decoración propia de un parque temático, una noria gigantesca, un pequeño bosque, césped por todos lados, pantallas gigantes en cada escenario, puestos de comida variados, un buen número de aseos y barras que por la noche propulsaban espectaculares chorros de fuego… Todo sumado a una organización impecable, convirtiendo al festival francés en uno de los mejores del continente. Si encima la climatología acompaña, poco más se puede pedir. Lo único que deberían plantearse es la ampliación de espacio donde está situado el escenario Warzone, el dedicado al punk y hardcore, ya que con los grupos punteros no se podía ni acceder. No queremos ni imaginar qué hubiera pasado con Rise Against si no llegan a cancelar su actuación unos días antes... Pero por lo demás,

LAMB OF GOD

hay que reconocer que nuestros vecinos todavía nos llevan unas cuantas cabezas de ventaja en esto de montar festivales. VIERNES 19 Por muy europeos que queramos ser, eso de que las actuaciones empiecen a las diez y media de la mañana no es algo a lo que nos acostumbremos. Así que entre desayuno y recogida de acreditaciones, llegamos una hora más tarde para cazar a Bölzer en la enorme carpa Altar, situada en paralelo a la Temple, en las que pasaríamos buena parte de los tres días disfrutando de nuestra ración de black y death metal. El dúo suizo descargó su black death con autoridad y ese curioso estilo de tocar la guitarra del gigantón KzR. De ahí, al Mainstage 1, donde el estupendo thrash progresivo de los británicos Sylosis no acabó de sonar todo lo bien que debiera, a pesar de que los chicos le pusieron ganas. Con el sol abrasador de mediodía esperándonos

fuera, el Temple se convirtió súbitamente en un espacio de tinieblas malsanas con la llegada de los belgas Enthroned. Un buen juego de luces, humo y mucho maquillaje para ofrecer un estupendo repertorio de su veloz black metal. De vuelta hacia la luz cegadora, cambiamos de registro para asistir a la reinvención de Danny Worsnop, exvocalista de Asking Alexandria, con su nueva banda We Are Harlot. Atrás ha quedado el metalcore y ahora practica una suerte de hard rock moderno, con él ejerciendo el papel de Axl Rose. Bastante mejores de lo esperado, se despidieron con una versión de ‘Tie Your Mother Down’ de Queen. John Bush, más calvo que una bola de billar pero con su potente voz intacta, y sus compañeros de Armored Saint desgranaron en 40 minutos lo mejor de su repertorio. Heavy metal americano de primera, que hubiera logrado un mayor impacto en una de las carpas que en el escenario principal. Acto seguido, en el 141


Mainstage 2 salían sus compatriotas Godsmack con un gran sonido, pero que al cuarto tema ya empezaban a aburrir. Puede que en la América profunda triunfen, pero aquí les costará bastante más. Mucho más entretenido fue ver de nuevo a Vallenfyre, con un Greg Mackintosh que sigue dándolo todo en su faceta como cantante de este buque acorazado homenaje al death y doom primigenio, y disfrutar con temazos como ‘Cathedrals Of Dread’ u ‘Odious Bliss’. Incluso le dedicó un tema a su compañero en Paradise Lost, Nick Holmes, que tres horas más tarde pisaría el mismo escenario con Bloodbath. Para desengrasarnos un poco, nada mejor que una horita con los hits de Billy Idol como ‘Dancing With Myself’, ‘White Wedding’ o una ‘L.A. Woman’ reconvertida en ‘Hellfest Woman’. Es obvio que sus mejores días son cosa del pasado y que estaba muy justito de voz, pero verle ahí descamisado abrazando a Steve Stevens resultó entrañable. TERROR 142

En la carpa Valley, High On Fire no tuvieron el día. La bola de sonido hacía prácticamente indescifrables los temas que estaban tocando y a Matt Pike se le notaba como ausente. Aún más decepcionante fue la actuación de Motörhead. Triste estampa la de ver a través de las pantallas cómo le temblaba la mano a Lemmy cuando cogía una botella para beber agua y comprobar cómo todos los temas eran tocados sin la velocidad ni la fuerza de antaño. Suerte que en el Resurrection estuvieron mucho mejor, porque nos dejaron con mal cuerpo. Five Finger Death Punch prosiguen con su conquista europea aunque, al igual que Godsmack, parecen una banda hecha exclusivamente para el mercado americano. Quizá su secreto sea que ofrecen algo lo suficientemente simple como para que a cualquier metalhead pueda gustarle y que en Ivan Moody tienen un frontman que sabe cómo liarla en un gran escenario. Teníamos mucha curiosidad por ver a Bloodbath en la carpa Altar. ¿Podría

Nick Holmes aguantar un concierto entero con voz gutural? Pues sí. Apareció en escena con el rostro ensangrentado y ataviado con una sotana, cantando con bastante más intensidad que la que demuestra con Paradise Lost, y sobra decir que técnicamente los suecos son impecables. Aunque ya pasaban las nueve de la noche, el sol seguía brillando en el cielo azul de Clisson, pero ni eso restó pegada al gran concierto que ofrecieron Lamb Of God. Randy Blythe estuvo pletórico desde que arrancaron con ‘Desolation’, y nuevos temas como ‘512’ o ‘Still Echoes’ sonaron de narices. La dedicatoria de ‘Walk With Me In Hell’ a un Rob Halford que andaba mirando su actuación desde un lateral y la reacción de locura al sonar el riffaco de ‘Redneck’ fueron otros de los momentos más destacables. Toda una demostración de poder. Una de las sorpresas del día llegó con la actuación de Alice Cooper en el


A DAY TO REMEMBER

Mainstage 1. No es que no confiemos en Alicia, pero verle a sus 67 años en plena forma sigue siendo chocante. Rodeado de una gran banda, en la que destaca el triple ataque de guitarras formado por Ryan Roxie, Tommy Henriksen y la descarada Nita Strauss, y una escenografía muy efectista, Alice repasó sus clásicos de los 70, 80 y 90 -de ‘Under My Wheels’ a ‘Hey Stoopid’ pasando por ‘Poison’-, dándole a cada tema el sonido y carácter apropiado. Tan bien lo pasamos que decidimos saltarnos casi por completo a unos Mastodon que, por lo que vimos, siguen en la buena línea de su última gira. Si algo malo tiene un festival con una oferta de grupos tan enorme es el solapamiento de horarios. ¿Qué haces cuando te coincide Judas Priest, Satyricon y Meshuggah al mismo tiempo? Dado que los primeros iban a tocar en el Rock Fest Barcelona y los últimos en el Be Prog! My Friend, optamos por meternos en la carpa Temple y rendirnos a Satyricon. No

nos equivocamos. Los noruegos, con Satyr a la cabeza y Frost destrozando la batería, estuvieron inmensos como siempre y ofrecieron uno de los mejores conciertos de todo el festival. Desgañitarse con ‘Now, Diabolical’ o ‘The Pentagram Burns’ y corear un clásico como ‘Mother North’ bien merecen un Hellfest. Todavía nos dio tiempo a pillar a Judas Priest, pero la verdad es que, sin llegar al pobre nivel de Motörhead, ni ‘Electric Eye’, ni ‘You’ve Got Another Thing Coming’, ni ‘Painkiller’, ni ‘Living After Midnight’ sonaron con el poderío que se les presupone. Quizá haberlo dejado, como anunciaron hace cuatro años, no hubiera sido mala idea. La multitud se amontonaba mientras los roadies seguían preparando los últimos detalles del Mainstage 1 para la salida de Slipknot. La tensión por la espera estalló cuando los enmascarados arrancaron con ‘Sarcastrophe’, ‘The Heretic Anthem’, ‘Psychosocial’ y ‘The Devil And I’. Los de Iowa siguen siendo una buena

banda muy competente (Jay Weinberg hace que no se eche en falta a Joey Jordison), y la pirotecnia y las plataformas móviles de las que se cuelgan Clown y Chris Feb ofrecen un vistoso espectáculo visual, pero por desgracia han perdido el elemento de peligro que les hacía distintos. No es algo nuevo, pero es una sensación que va a más. ¿De qué sirve que Corey Taylor incite al público a volverse loco si ellos mismos no son capaces de hacerlo sobre las tablas y no pueden empalmar dos temas sin tomarse un descanso? Y por otra parte, teniendo ya cinco discos a sus espaldas, el hecho que interpretasen sólo 13 temas explica por qué algunos todavía no acabamos de ver que puedan tomar el relevo de Iron Maiden o Metallica como cabezas de cartel indiscutibles. SÁBADO 20 El segundo día llegamos a las tres de la tarde para ver a un Ace Frehley que combinó temas de su carrera en solitario (‘Rock Soldiers’, ‘Snowblind’)

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LIFE OF AGONY

con algunos clásicos de Kiss como ‘Love Gun’, ‘Parasite’ o ‘Shock Me’, en la que hizo el número de la guitarra humeante. Aguanta el tipo, pero el excesivo protagonismo que otorga a su banda hizo que perdiera puntos. Nos dirigimos hacia el Temple para disfrutar de la rarísima ocasión de ver en directo a Mütiilation, grupo legendario del black metal underground francés. Meyhna’ch, su único componente, salió acompañado de músicos de directo para dar vida a su black pútrido salpicado por flemas de post punk. Pura energía mientras azotaba el aire con sus rastas. Una gratísima sorpresa. Los australianos Airbourne demostraron ser una banda capaz de hacer suyo un escenario gigante como el Mainstage 2. Y eso que durante cinco minutos falló la PA y tuvieron que tocar a pelo. Por primera vez en el día el público cobró vida, y es que es difícil que la energía de un Joel O’Keeffe que toca la guitarra con todo

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el cuerpo no se contagie. Se paseó por el foso subido a hombros de un roadie, reventó latas de cerveza en su cabeza, no paró de correr y encima himnos como ‘Live It Up’ o ‘Running Wild’ aún suenan con más garra que en disco. Una de las ventajas de los macrofestivales es contar con la presencia de bandas difíciles de ver en directo, como Desultory, todo un clásico de la primera ola del death metal sueco. Un concierto exclusivo en el que disfrutamos a lo grande con su death melódico. Después de tanta testosterona, L7 demostraron que todavía lo tienen. A pesar de un par de arranques falsos en ‘Shitlist’, fue una gozada volver a escuchar ‘Andres’, ‘Shove’ o ‘Pretend We’re Dead’ tocadas por sus autoras. Ojalá podamos verlas en salas el año que viene. Slash ofreció un buen concierto de hard rock, aunque a nadie se le escapa que si quitara del repertorio temas de Guns N’ Roses como

KILLING JOKE

‘Nightrain’, ‘You Could Be Mine’ o ‘Paradise City’ (todos ellos muy bien interpretados por Myles Kennedy), el entusiasmo que despierta sería bastante menor. Coffins salieron al escenario Altar con la idea de reventarnos los tímpanos y casi lo consiguen con su death metal con dejes punk y doom. Como la mayoría de bandas japonesas, su intensidad es muy remarcable. Es también la intensidad y pasión que le pone Jaz Coleman lo que permite que Killing Joke no desentonen en un festival como el Hellfest. Con los miembros de Faith No More observando y cantando sus temas desde el lateral del Mainstage 1, los británicos consiguieron que el público bailara y saltara al ritmo de ‘Requiem’, ‘Asteroid’ o ‘Pandemonium’. Además, la colaboración de un ‘escupe fuegos’ con pinta de raver aportó un punto extra de espectáculo. ZZ Top se merecen todo el respeto del


TOUCHÉ AMORÉ

GRAVE PLEASURES

mundo y tienen auténticos temazos, pero en directo siguen siendo un coñazo. Por suerte a continuación nos esperaba el que sería uno de los mejores conciertos de todo el festival. Con el Mainstage 2 repleto de flores y ataviados con ropa blanca, como si estuvieran internados en un centro de meditación para hippies, Faith No More estuvieron espectaculares. Mike Patton canta como Dios, cuando habla es gracioso, y la banda parece disfrutar por igual tocando hits como ‘Be Aggresive’, ‘Epic’, ‘We Care A Lot’ o ‘Midlife Crisis’ que interpretando temas nuevos como ‘Black Friday’, ‘Cone Of Shame’, ‘Matador’ o ‘Superhero’. Además, que tengan los huevos de interpretar baladas como ‘Easy’ de los Commodores (durante la cual Patton se intercambió la camiseta con uno de los miembros de seguridad del foso) o ‘This Guy’s In Love With You’ de Burt Bacharach ante un público metalero, no tiene precio.

Pocas bandas serían capaces de hacer eso, pero es que hay pocas bandas como Faith No More. Paralelamente se desplegaba el espectáculo del black metal pionero de los legendarios Mayhem. Con la bandera noruega ondeando entre el público, aparecían con menos parafernalia de la esperada. Nada de cabezas de cerdo empaladas ni otros restos animales. Con Necrobutcher al bajo como único miembro fundador, Hellhammer a la batería y Attila a la voz, los noruegos parecían siluetas ocultas tras el humo y los juegos de luces. Un concierto sobrio pero eficaz, aunque lejos de resultar memorable, en el que parecieron olvidar prácticamente su reciente nuevo álbum y se dedicaron a regalarnos joyas como ‘Deathcrush’, ‘Freezing Moon’ o ‘De Mysteriis Dom Sathanas’. Tras ellos, un piromusical digno de la inauguración de unos Juegos Olímpicos nos recordó que estábamos en el

décimo aniversario del Hellfest y ofreció una pequeña pausa antes de encarar los últimos conciertos del día. Scorpions consiguieron que el público comiera de su mano, pero el nivel de horterada y el empalme de su set acústico con ‘Wind Of Change’ nos provocó una bajona que ni siquiera Venom lograron contrarrestar. Tampoco lo consiguió Marilyn Manson. Su concierto fue el más digno que le hemos visto en años, pero aun así sigue siendo una sombra de lo que fue. Ni que ‘Third Day Of A Seven Day Binge’ sonara muy bien, ni que recuperara la mágica ‘Tourniquet’, ni que contara con un escenario bastante chulo al estilo de una iglesia, pudieron ocultar que Manson simplemente ya no disfruta estando encima de un escenario. A medida que avanzaba el concierto, su voz iba desapareciendo y también nuestro interés. El final con una ‘The Beautiful People’ interpretada con total desgana fue una triste despedida.

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CODE ORANGE

DOMINGO 21 No muchos grupos actuales lograrían que estuviésemos viéndoles un domingo a la hora del desayuno, y menos después de dos días de festival, pero Tribulation bien merecían el esfuerzo. Los suecos desgranaron los temas de su magnífico The Children Of The Night con ímpetu y se ganaron los aplausos del escaso público congregado en el Altar. En el escenario Warzone, Code Orange hicieron honor a la buena reputación que tienen las bandas del sello Deathwish en directo. Post hardcore caótico con peculiares juegos de voces entre la guitarrista Reba Meyers y el batería Jami Morgan. Red Fang no mostraron señales de cansancio a pesar de no haber parado de girar en los dos últimos años. Cada vez se les nota más sueltos tocando ante miles de personas y temas como ‘Blood Like Cream’ o ‘Prehistoric Dog’ ya se han convertido en pequeños clásicos. Aunque Dark

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TRIBULATION

Tranquillity pudieran sentirse frustrados al tocar en posiciones mucho más bajas que sus colegas In Flames, desde luego no se les notó. Los suecos estuvieron francamente bien y Mikael Stanne supo transmitir muy buen rollo durante un corto set que culminaron con ‘Misery’s Crown’. Nunca les hemos pillado el rollo a Hollywood Undead, y después de verles en directo, todavía menos, aunque está claro que sus tres MCs saben cómo montar una fiesta. Pero con su batiburrillo de temas que se mueven entre el rap metal y la radiofórmula están mucho más cerca de Sugar Ray que de Beastie Boys. Con eso está todo dicho. En la Warzone, Snot y su nuevo cantante rendían homenaje al fallecido Lynn Strait con mucha pasión pero, más allá de la nostalgia, su crossover de hardcore y nu metal no les puede llevar mucho más lejos. En la carpa Temple, Grave Pleasures, anteriormente

conocidos como Beastmilk, hicieron sonar su post punk oscuro con mucha clase gracias a la elegante voz de Kvohst y a temas como ‘Death Reflects Us’ o ‘Genocidal Crush’. El punk pop de A Day To Remember consiguió congregar al público más joven de todo el festival en el Mainstage 1. Aunque tienen temas (‘Right Back At It Again’, ‘All Signs Point To Lauderdale’, ‘All I Want’) y no paran de dar saltitos, la verdad es que en directo todavía no consiguen sonar con la pegada necesaria y a Jeremy McKinnon, a pesar de su buena reputación en la escena, le falta voz y carisma. Puede que Mike Williams haya tenido una vida muy dura, pero el vocalista de Eyehategod es todo simpatía mientras sus compañeros reparten cera con los gruesos riffs de ‘Medicine Noose’ o ‘Sister Fucker’. Sludge en estado puro. ¿Podremos ir algún día a un festival sin encontrarnos con Max Cavalera? En esta ocasión tocaba


SAMAEL

verle junto a su hermano Igor con Cavalera Conspiracy, pero a estas alturas ha conseguido que aborrezcamos escuchar por enésima vez ‘Refuse/Resit’, ‘Territory’ o ‘Roots Bloody Roots’. Aunque al menos incorporaron al temario de Sepultura la nada habitual ‘We Who Are Not As Others’. En la carpa Altar no cabía ni un alfiler para ver a Cannibal Corpse, así que decidimos dejarlos para nuestra visita al Resurrection Fest y nos dirigimos a la Valley para ver a Life Of Agony. Es curioso lo que provoca el paso del tiempo. Lo que en los 90 parecía alternativo, ahora suena a un rock grungerizado pero muy clásico. Pero desde luego la pasión y entrega que le pone Mina Caputo son encomiables. De ahí vuelta al escenario principal donde Limp Bizkit la estaban liando a base de bien con temas festivaleros como ‘Hot Dog’, ‘Rollin’’ o ‘My Generation’. Pero entre un Wes Borland disfrazado de no sabríamos decir qué,

que no paraba de meter riffs de Metallica entre tema y tema, y los cachitos de versiones de Ministry, Rage Against The Machine, Nine Inch Nails o Nirvana que iban colando en sus propios temas, su set fue un despropósito considerable. Aun así triunfaron, y el ego de Fred Durst saldría más grande de como había entrado. Los suizos Samael, a pesar de que salieron con muchas ganas, nos dejaron bastante fríos con un concierto de metal electrónico en el que optaron por una batería pregrabada y un setlist que no terminó de convencer a los fans. Dado que In Flames también eran parte del cartel del Resurrection, optamos por cazar a unos poderosísimos At The Gates que salieron a matar con ‘Death And The Labyrinth’ y ‘Slaughter Of The Soul’ y que contaron con Marco Aro de The Haunted como invitado en ‘World Of Lies’. La verdad es que están viviendo una segunda juventud. Teníamos

DARK TRANQUILLITY

muchas ganas de ver a Triptykon, con un mito como Tom G. Warrior de Celtic Frost bromeando constantemente con su bajista Vanja Slajh. Un concierto impecable en el que demostraron por qué a día de hoy se han convertido ya en un grupo de culto. Al igual que At The Gates, Korn también parecieron rejuvenecidos interpretando íntegramente su primer álbum y ‘Falling Away From Me’ y ‘Freak On A Leash’ como propina. Posiblemente, de los tres días, fueron la banda que mejor sonó en el escenario principal. Phil Anselmo salió al escenario Valley recordando que se trataba de la primera actuación de Superjoint (ahora ya no usan el Ritual) en suelo europeo antes de que nos llevaran a todos al headbanging con ‘Oblivious Maximus’ y acto seguido nos noquearan con ‘It Takes No Guts’ y media docena de temas más de metal made in NOLA. Fue el broche final ideal para un festival prácticamente perfecto.

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RED CITY RADIO 9 DE JULIO DE 2015 ROCK PALACE, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: JAVIER PÉREZ

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THE BLACKJAW

M

adrid, verano y concierto de punk rock. Tres conceptos que por norma general no suelen casar precisamente bien. Pero por alguna razón, tal vez porque las altas temperaturas nos estén empezando a afectar a las neuronas, un jueves noche de primeros de julio no fuimos pocos los que debimos de pensar que para pasar calor en casa, mejor hacerlo en compañía como si de una sauna se tratase. Los compañeros de B-Trade Booking son una promotora joven que apenas cuentan con unos pocos meses de vida pero con experiencia suficiente en el mundillo como para hacer las cosas bien, incluso si se apuesta por traer a grupos en su mayoría desconocidos para el gran público como es su caso. En esta ocasión, Red City Radio eran hasta la fecha la gira más importante que han organizado, y sin duda acertaron, ya que se trata de un combo que está empezando a despuntar dentro del estilo desde el underground. Para

su primera visita a Madrid contaron con unos teloneros de excepción: en primer lugar unos The Blackjaw que ejercieron el papel de banda local, pero que ya generan suficiente interés como para no perdérselos cuando se les tiene a tiro. Más de medio año llevaban sin tocar en casa y eso se notó en un plus extra de motivación en la entrega habitual en ellos. Media hora sin muchos miramientos en la que dejaron caer unos cuantos de sus mejores temas como ‘Goner’ o ‘Robert Told Me To’. La sorpresa de la noche nos la llevamos con los holandeses Fexet. Cuatro jóvenes imberbes que parecían recién salidos de clase dispuestos a pasar un buen verano girando por Europa, pero con el desparpajo suficiente como para que más de uno acudiese al puesto de merch a preguntar por su debut The Airport Guys. El capo Fat Mike es fan de ellos... por algo será. Pero los que contaban con un buen puñado de seguidores deseosos de verles al fin

eran los protagonistas de la velada. Con el público de las primeras filas muy encima del escenario, Red City Radio se contagiaron de la energía del momento para despachar uno de esos conciertos llenos de sudor, cerveza, sing alongs y stage divings que sólo puede ofrecer un grupo de punk rock. Los de Oklahoma pertenecen a esa raza de bandas para las que aquello de ‘tres acordes y la verdad’ ya es más que suficiente para escribir una canción. Y por lo que nos dejaron escuchar tanto de su estupendo último trabajo homónimo (‘Electricity’, ‘Rest Easy’, ‘In The Meantime…’, ‘Two Out Of Three Ain’t Rad’) como de sus anteriores referencias (‘An Introduction Of Sorts’, ‘Joy Comes In The Morning’, ‘Show Me On The Doll Where The Music Touched You’, ‘The Silence Between’), tienen unas cuantas y muy buenas. O al menos, las suficientes como para hacernos olvidar durante una hora y cuarto lo matador que es el verano en la capital. 149


MUSE

BILBAO BBK LIVE 9, 10 Y 11 DE JULIO DE 2015 KOBETAMENDI, BILBAO TEXTO: JUAN ANDRÉS FOTOS: ERIC ALTIMIS

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MARMOZETS

E

n sus diez años de historia, el Bilbao BBK Live ha conseguido aquello a lo que aspiran todos los festivales: situar el evento como un reclamo en sí mismo independientemente del cartel que presente. Las 40.000 personas que agotaron los abonos y entradas de día de cada una de las tres jornadas de este año así lo atestiguan. Aunque vista la cantidad de camisetas de Muse que llegamos a ver, está claro que el trío británico fue el gran atractivo en esta décima edición. El suyo fue también el concierto más espectacular de los que allí vivimos. JUEVES 9 Nada mejor que un concierto de Novedades Carminha para hacernos olvidar las colas de los autobuses que te llevaban al monte de Kobeta y el calorazo que habíamos pasado. Los gallegos reanimaron al personal que se acercó a la carpa con el desparpajo de su punk garagero. Algo más de media hora de fiestón antes de que

B.R.M.C.

el Escenario Bilbao, el principal, se desvirgara con la actuación de Of Montreal; es decir, Kevin Barnes y su banda. El músico americano hizo honor a su imagen excéntrica actuando durante la segunda mitad de su bolo en calzoncillos, pero eso no logró distraernos de su buen dominio del indie pop, a ratos más electrónicos, a ratos con acento más británico, en el que destacó su hit ‘Bassem Sabry’ de su último disco Aureate Gloom. De vuelta a la carpa, viviríamos el que acabaría siendo el mejor concierto del primer día. Hablamos de ese vendaval llamado Marmozets. Su debut The Weird And Wonderful Marmozets ya nos había encantado, pero es que en directo simplemente se salen. El joven quinteto británico destripa con muy mala leche el mathcore con toques pop de su repertorio y tiene en Becca Macintyre a una auténtica bestia escénica. Una presencia magnética con una voz privilegiada que le permite tanto arañar con fuerza como brillar melódicamente. Incluso aquellos que pudieran tener

prejuicios por tratarse de ‘un grupo rockzonero’ (así me los llegaron a definir unos tíos en la barra), acabaron por rendirse ante la evidencia. El día que los tengamos por aquí en sala y suenen ‘Move, Shake, Hide’ o ‘Why Do You Hate Me?’, que preparen las ambulancias. Tras tanta energía, lo de Black Rebel Motorcycle Club en el Escenario Heineken fue un bajonazo. Les salva que tienen buenas canciones, pero le ponen tan pocas ganas, como si ya tuvieran el trabajo hecho de antemano, que acaban sonando monótonos. Que se despidieran con su mayor hit ‘Whatever Happened To My Rock’n’Roll? (Punk Song)’ hizo que nos preguntáramos exactamente eso respecto a ellos. Por contra, Future Islands pusieron toda la carne en el asador con un concierto impecable. Ya no es sólo que los bailoteos contorsionistas de Samuel T. Herring te mantengan la vista pegada al escenario, es que su pop electrónico se te mete en todo el cuerpo gracias 151


MUMFORD & SONS

a temazos como ‘Seasons (Waiting On You)’ o ‘The Chase’. Triunfaron merecidamente, y eso que la hora no les favorecía, y consiguieron que nos quedáramos a ver su set hasta el final. Aún nos dio tiempo de cazar un cacho de Triggerfinger. Los belgas nos hicieron sudar con su stoner rock –o fue el efecto invernadero de la carpa- con potencial para llegar a un público ajeno al género. Como unos Queens Of The Stone Age de la primera época. En el escenario Heineken, Couting Crows transmitieron el aire de una banda clásica, a pesar de un Adam Duritz que parece que vaya disfrazado de él mismo con esas rastas postizas. Está claro que la popularidad de ‘Mr. Jones’ eclipsa el resto de su cancionero, pero ‘Omaha’ o ‘Colorblind’ siguen emocionando. Teníamos curiosidad por ver a Bleachers, la nueva banda de Jack Antonoff mientras fun. siguen en hiato. Si bien aquí los sintetizadores tienen TERROR 152

OFF!

un mayor protagonismo, dándole un toque muy ochentero, en el fondo el concepto sigue siendo el mismo: pop mainstream con coartada indie. Entretenido pero poco más. Llegaba el momento de que los cabezas de cartel del primer día justificaran esa posición. Hablamos cómo no de Mumford & Sons. ¿Y qué queréis que os diga? Ni me emocionaban en su faceta folk y menos aún ahora que han decidido electrificarse en su nuevo álbum Wilder Mind. No son malos músicos y tienen algún tema que no está mal como ‘Snake Eyes’, ‘The Cave’ o ‘The Wolf’, pero transmiten tanto como una comedia romántica de Julia Roberts. La nostalgia fue el mejor aliado de unos Dover que basaron su set en su repertorio añejo más rockero aderezado con las perlas power pop de su último Complications. Atrás ha quedado la pájara electroétnica, pero sinceramente tampoco tienen la fuerza

que durante un tiempo les convirtió en una de las bandas más solventes del país. Todo hay que decirlo, la carpa coreó sus temas como si no hubiera un mañana. Capital Cities también obtuvieron una entusiasta respuesta en el Heineken, haciendo bailar al sector más joven con versiones de Madonna y hits como ‘Kangaroo Court’ y ‘Safe & Sound’, pero acabé de su trompetita hasta los huevos. Antes de iniciar el descenso del monte, vi como Nueva Vulcano lo hacían lo mejor que podían encima del autobús de Red Bull. Siempre le ponen ganas, pero sus potentes canciones no sonaron con la autoridad suficiente. VIERNES 10 El segundo día era el que presentaba un lineup menos atractivo para nosotros y acabó siendo eso, una especie de paréntesis obligado hasta que llegara el sábado. Nos divertimos viendo el espectáculo y la entrega


BLEACHERS

de la rapera Azealia Banks y nos aburrimos con las baladas folkies de James Bay. Catfish & The Bottlemen nos devolvieron a aquellos tiempos en que cada semana salía una nueva banda de britpop que tenía que salvarnos la vida. No estuvieron mal, pero tampoco dejaron ninguna huella. Quien haya visto a The Jesus & Mary Chain en la última década ya sabe perfectamente lo que encontrará. En esta ocasión tenían el aliciente de que iban a interpretar su célebre Psychocandy de cabo a rabo. Con ese repertorio y un sonido que fue ganando poderío a medida que avanzaban, podemos otorgar un notable a los escoceses que acabarían con una ‘Reverence’ a gran nivel. Los bilbaínos Zea Mays ejercieron en la carpa de héroes locales ante un público entregado. Siendo la primera vez que los veía, entiendo por qué son tan populares en su tierra. Suenan robustos, Aiora Renteria canta

de perlas y canciones como ‘Oihu’, ‘Negua Joan Da Ta’ o ‘Bi Bihotz Bi Ero’, que fusionaron con el ‘Get Lucky’ de Daft Punk, tienen gancho. Si Berri Txarrak han logrado romper con la barrera del euskera, no veo por qué ellos no podrían. Sinceramente, no me arrepentí ni un momento de haberme saltado la actuación de Alt-J, que por lo que me contaron, tampoco fue nada del otro mundo. Mi día acabaría con Ben Harper acompañado de unos Innocent Criminals con los que hacía ocho años que no salía de gira. Su presencia tenía un significado especial, ya que el norteamericano había formado parte de la primera edición del festival. A estas alturas Harper ya es un artista totalmente consolidado y nadie discute su talento para haber cosido las raíces del folk, el soul, el funk, el blues y el rock en un tapiz inmaculado. Su repertorio pareció una traslación al presente de aquel Live From Mars de

VINTAGE TROUBLE

2001. Perfecto de voz, electrizante con su steel guitar y con una banda con una química especial, no le hizo falta nada más para convertirse en el gran ganador de la jornada. Para terminar los franceses Shaka Ponk nos sacudieron el cuerpo con un rock electrónico en la línea de los Prodigy en el escenario Heineken. Fiesta y más fiesta para llegar al hotel con una sonrisa. SÁBADO 11 Aunque en teoría la venta de entradas había sido la misma en los dos días anteriores, el sábado el recinto parecía más lleno. Quizá era el efecto de los fans acérrimos de Muse que desde primera hora intentaron coger posición delante del escenario principal o quizá porque gente con el abono no había podido asistir siendo jueves y viernes días laborables. En cualquier caso, el último día se convirtió en una cuenta atrás hasta que llegara 153


D GENERATION FUTURE ISLANDS

la medianoche y Matt Bellamy y sus compañeros salieran al escenario. Eso sí, la paciencia se vio recompensada cuando a media tarde nos llevamos un estupendo regalo con la actuación de Vintage Trouble. Mucho se ha hablado del directo del grupo de Los Ángeles, pero hasta que uno no los ve no se da cuenta de su grandeza. Pocos frontmen hay ahora mismo que puedan rivalizar con Ty Taylor. Uno acaba agotado sólo con verle, así que ni imaginamos lo que tiene que ser encima estar cantando. El cuarteto es una máquina de soul rock aplastante, como unos Stones con James Brown al frente, y encima tienen temazos como ‘Blues Hand Me Down’ o ‘Total Strangers’. Ver a Taylor cantando ‘Run Like The River’ por encima del público fue suficiente para convencernos de que sólo es cuestión de tiempo para que triunfen a lo bestia. Normal que, después de eso, el pop bailable de unos The Ting Tings que

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DOVER

han ido a menos, ni la épica bien confeccionada de los islandeses Of Monsters And Men, nos supieran a poco. Por suerte Muse nos iban a resarcir con 90 minutos que ni una leve lluvia logró fastidiar. No es ningún secreto que sus dos últimos discos de estudio The 2nd Law y Drones no convencen a nadie (ni a ellos mismos, pues no tocaron ni un solo tema del primero) y que en cierta manera su carrera se ha encaminado en convertirse en unos Coldplay para el público rockero, pero la realidad es no hay ninguna otra banda en la última década que haya sabido coger el testigo del rock de estadios con ese nivel. Siendo un festival, su montaje escénico fue más bien limitado, pese a contar con un juego de luces espectacular, pero eso no hizo sino dar aún más mérito a lo que Matt Bellamy, Chris Wolstenholme y Dominic Howard, más el apoyo a los teclados y guitarra del exSenseless

Things Morgan Nicholls, consiguen sobre el escenario. Si hablamos de sonido, el de Muse consigue el equilibrio perfecto entre potencia, crudeza, pegada y nitidez cristalina. Si hablamos de voz, la de Bellamy estuvo perfecta. Si hablamos de repertorio, su discografía ya es todo un arsenal de hits como ‘Supermassive Black Hole’, ‘Plug In Baby’, ‘Resistance’, ‘Hysteria’, ‘Starlight’ o ‘Time Is Running Out’, capaces de llevar al público a la euforia. Y en su favor hay que decir que temas nuevos como ‘Pyscho’, con la que abrieron, o ‘Mercy’ y ‘Reapers’ con las que cerraron antes de los bises, y que vinieron acompañadas de una lluvia de confeti y de globos gigantes, no desentonaron. Pero posiblemente fue la traca final con el riff galopante de ‘Knights Of Cydonia’ la que ilustró por qué Muse han pasado de ser unos aspirantes a Radiohead a convertirse en los Queen de su generación.



ROCK FEST BARCELONA 23, 24 Y 25 DE JULIO DE 2015

PARC DE CAN ZAM, SANTA COLOMA DE GRAMENET TEXTO: JOAN SIMÓN, ÓSCAR FERNÁNDEZ, RICHARD ROYUELA FOTOS: ERIC ALTIMIS

TWISTED SISTER


JUDAS PRIEST

L

a segunda edición del Rock Fest Barcelona dejó claro que aquí hay un festival de futuro. Un cartel a la altura de cualquier gran evento de heavy en Europa hizo que la asistencia fuera más que considerable, por encima de las 15.000 personas en cada uno de sus tres días. Pero no sólo eso... El Rock Fest tuvo una nutrida asistencia de público extranjero -el recinto está pegado a Barcelona-, se puede acceder en metro y el apoyo de la ciudad de Santa Coloma de Gramenet parece ser total, elementos que sin duda alguna jugarán a su favor en los próximos años. Quizá el primer día se desbordó todo, tanto la ciudad como el propio festival, y es un aspecto a mejorar en el futuro, pero bien es cierto que tanto viernes como sábado la cosa fue como una seda, así que, por favor, quejas las justas y necesarias. JUEVES 23 Como diría el tópico, la banda local Asphyxion tuvo el honor, o la difícil papeleta, de dar el pistoletazo de

salida a tres días de metal. Y pese a que todavía tienen que ganar tablas, no lo hicieron nada mal y su thrash metal retro funcionó de maravilla para aquellos que querían empezar ya la fiesta. Rosendo fue el primer nombre fuerte que salió al escenario. Mientras la gente iba entrando en manada, el de Carabanchel iba desgranado algunos de sus clásicos en solitario, ‘…Y Dale’ o la inevitable ‘Agradecido’, así como de Leño, casos de ‘El Tren’ o ‘Maneras De Vivir’, que fue el primer himno real que sonó en el evento. Concierto apañado pero, de nuevo, con la sensación de que las descargas en directo de Rosendo carecen de cierta garra. Sabaton, por el contrario, tienen la fuerza de saberse una banda emergente y con sus seguidores creciendo por momentos, como se pudo comprobar por la respuesta que tuvieron, mucho más entusiasta que el año anterior. Entras o no entras en ellos, pero son buenos de narices. Himnos

de batalla, qué bien suena la ya lejana ‘Primo Victoria’, y un dominio absoluto del escenario fueron lo mucho que ofrecieron. Con Dream Theater no hay sorpresas. La banda sigue rejuvenecida y motivada tras la salida de Portnoy. Conociendo la naturaleza de su repertorio, 60 minutos de concierto son insuficientes para sus fans y, además, al tocar a la luz del día su puesta en escena pierde fuerza, pero viéndolos no cuesta entender por qué son la banda más popular del metal progresivo. Tienen un poco de todo para contentar a toda clase de metalhead. Bajo un sol que ya empezaba a dejar paso a lo que sería una noche muy húmeda, Status Quo daban buena cuenta de su clase y del amplio porcentaje de clásicos que albergan en su discografía. Su propuesta es algo así como los Ramones del rock’n’roll, sucediéndose unos clásicos que sonaron realmente compactos. ‘Caroline’ o ‘Down, Down’ son sólo una muestra de la clase de una banda mítica. El plato fuerte de la jornada eran los alemanes 157


NIGHTWISH

Scorpions, y aunque el show de éstos se resintió por incluir demasiado material reciente y por ralentizar el ritmo y dinamismo del bolo con demasiados pasajes lentos o con un set acústico, sobra decir que unos músicos con talento siempre te ofrecerán buenos momentos en su show, como por ejemplo una potente ‘Dynamite’. El bolo debería arrancar con un tema clásico para calentar de inicio a la gente, pero en su lugar se abrió de manera muy blandita con ‘Going Out With A Bang’, que al poco de finalizar los allí presentes ya habían olvidado. La primera parte del show con ‘Make It Real’, ‘The Zoo’, ‘Coast To Coast’ o el medley 70’s formado por ‘Top Of The Bill/Steamrock Fever/Speedy’s Coming/ Catch Your Train’ conformó la parte más disfrutable del concierto. En la segunda mitad el show bajó en exceso de intensidad y su batería James Kottak cobró excesivo protagonismo con su solo. La parte final, con cuatro gemas 158

de su discografía como ‘Blackout’, ‘Big City Nights’, ‘Still Loving You’ y ‘Rock You Like A Hurricane’, sirvió para dejarnos con mejor sabor de boca, aunque sonaron con una marcha de menos. En el apartado físico los jefes de la banda se mantienen bien, pero una formación con su carrera debería aprovechar las visuales y pantallas para ofrecer, en su gira de 50 aniversario, algo más elaborado. La sorpresa del día, para muchos, vino de la mano de Nightwish. Ofrecieron un show majestuoso. Floor Jansen se destapó como una frontwoman de primera y, su concierto, lleno de explosiones y un juego de luces fantástico, nos dejó con la boca abierta. No sé si fue por el regusto amargo del bolo de Scorpions o porque lo bordaron de verdad, seguramente un poco de cada cosa, pero casi se puede decir que acabaron siendo los triunfadores de la noche. Saxon tocaron con toda la fuerza

W.A.S.P.

que hay que hacerlo a esas horas de la noche. Salieron a jugar la carta ganadora de sus grandes canciones, ‘747 (Strangers In The Night)’ engancha a cualquiera, ‘Crusader’ posiblemente fue el tema de esa jornada del festival, es un himno, y la recta final fue espectacular con ‘Princess Of The Night’, ‘Wheels Of Steel’ y ‘Denim And Leather’, completando un grandes éxitos en toda regla. W.A.S.P. tenían el difícil papel de cerrar la noche, con todo el cansancio arrastrado de un duro día bajo el polvo, pero hay que reconocer que Blackie Lawless cumplió. Aunque anda muy justo de voz y su forma física le impide moverse con soltura sobre las tablas, por no decir que el fantasma del playback parece que le acompañará ya para siempre, meter ‘The Real Me’ de The Who le da puntos a su favor y junto a ‘Wild Child’ o el medley ‘Sleeping (In The Fire)/Forever Free’ y los clásicos habituales, le ayudaron a completar una actuación muy buena.


SCORPIONS

VIERNES 24 Sorprendente fue que una banda con la trayectoria de Hamlet fueran los encargados de abrir la segunda jornada a la una y media de la tarde, con un sol de justicia. Les dio igual. El quinteto salió a darlo todo en sus 45 minutos ofreciendo parte de un mítico repertorio que se podría haber alargado horas. Ya sabemos: ‘J.F.’, ‘Tu Medicina’ o ‘Antes Y Después’ aderezado con alguno de los temas de La Ira como ‘Imperfección’. La ovación y el público congregado, a pesar de la hora, dejó claro lo respetados que son los madrileños. Entombed A.D., la versión de Entombed de Petrov, ofreció lo que podíamos esperar: una clase magistral de death metal sueco, por algo ellos son unos de sus inventores, hecha por una banda que aunque pueda parecer de saldo en 2015, sigue defendiendo trallazos como ‘Wolverine Blues’ o ‘Left Hand Path’ con el mayor de los honores. La sección más dura del festival

tuvo uno de sus mejores conciertos. Lo de Axxis no ofrece sorpresa. Heavy metal europeo que, como se pudo ver, tiene unos cuantos seguidores fieles que siguieron la actuación con devoción. Tablas hay y algunos clásicos menores también, ‘Livin In A World’ es un señor himno, pero dudo que ganaran algún fan más esa tarde aunque, desde luego, tampoco los perdieron. Brujeria abrían el tridente de caña que iba a seguir con Nuclear Assault y Destruction. Poco novedoso se puede decir de Juan Brujo y su pandilla de delincuentes. Death grind gringo de primera con formación de lujo –Jeff Walker, Shane Embury y Nick Barker nada menos- e himnos para romper nucas como ‘Pito Wilson’, ‘La Migra’ o ‘Matando Güeros’. Quién nos iba a decir que dos décadas después de su llegada, Brujeria seguirían siendo toda una apisonadora. Nuclear Assault era uno de los platos más esperados por cierta parte del público. No lo

negaremos, se nota algo el paso del tiempo y los problemas de sonido del inicio parecieron cortar un poco el rollo, pero no sé, poder oír ‘Brainwashed’ o ‘Hang The Pope’ por su creadores hizo que que acabáramos con un buen sabor de boca. Como no podía ser de otra manera, el thrash marranote de Destruction funcionó de maravilla. Se han ganado una parroquia fiel por aquí y es difícil que las cosas puedan ir mal cuando en un concierto suenan ‘Mad Butcher’ o ‘Bestial Invasion’. Sin novedades, que en su caso significa triunfo. Discográficamente Powerwolf se han quedado un poco estancados, pero esa especie de shock rock con power metal funciona muy bien en directo, aunque no estés muy familiarizado con ellos. Fueron uno de los mejores descubrimientos para muchos, a tenor de lo que se decía por ahí, y esos temas de vocación épica están hechos para ser tocados encima de un escenario. Mejor que la gente disfrutara, porque Ángeles Del Infierno fueron una de las decepciones del festival. Siendo una de las míticas, y mejores, formaciones del heavy metal hispano y teniendo en cuenta lo mucho que cuesta verlos tocando por aquí, mucha era la expectación. Pero la cosa fue fallida. A la banda se la veía en baja forma, por decirlo de una manera amable, y ni un cancionero que, pensábamos, estaba a prueba de bombas –‘Maldito Sea Tu Nombre’ o ‘Con Las Botas Puestas’pudo salvar los muebles. Un poco triste, no lo vamos a negar. Con Helloween empezaban los platos fuertes de la noche. Mirad, no soy fan de Helloween, pero lo hicieron de narices. Mostraron tablas para aburrir y que inicien un concierto con ‘Eagle Fly Free’ y ‘Dr. Stein’ significa que quieren salir a ganar y captar la atención hasta 159


HATEBREED del último asistente, desde el principio. Por encima de todo demostraron que su estatus de clásico no es regalado. Pregunten por ahí y seguramente una amplia mayoría les dirán que el concierto de Twisted Sister fue lo mejor del evento. Los que hemos ido viendo a Dee Snider y los suyos con cierta regularidad en los últimos años ya sabemos cómo se las gastan, aunque la triste muerte de AJ Pero y sus sustitución, no aceptada por todos, por un Mike Portnoy que está hasta en la sopa nos podía hacer dudar. Tonterías. Fue un concierto histórico. Con una banda mostrando orgullo y rabia a partes iguales y dejándose la vida en cada canción sabiendo que, ahora probablemente en serio, esto llega a su fin. Y de grandes frontmen tuvimos muchos a lo largo de los tres días, pero ninguno como Dee Snider. Sencillamente de otro mundo. 50 minutos gloriosos donde tocaron todo lo que tenían que tocar. Ni una más, ni una menos. No sé si por la avalancha de energía vivida con Twisted Sister o debido a que empezaron torpones, gran parte de la actuación de Europe 160

nos pareció falta de revoluciones. Es cierto que se han convertido en una sobria y elegante banda de hard rock y que le den ya más importancia al material de después de su vuelta que al de antes es muy loable, pero eso en un festival no acaba de funcionar, pese al momento de histeria colectiva que se vivió con ‘The Final Countdown’. El final, ya con una asistencia más mermada, llego con Hatebreed y Annihilator. Los primeros, como siempre, dieron una actuación sin un momento de respiro y fueron lo más cercano al hardcore que vivimos durante todo el festival, y aunque sus fans lo pasaron en grande quizás estaban un poco fuera de lugar entre tanto metal clásico. Todo lo contrario que Jeff Waters y los suyos. Power thrash sin fecha de caducidad, con Waters cerrando bocas ante su vuelta a las voces, y temas como ‘Set The World On Fire’ o ‘King Of The Hill’ fueron el colofón perfecto a una muy buena noche de música. SÁBADO 25 Al igual que pasó con Hamlet, Angelus Apatrida merecían, por jugar

en casa y trayectoria, haber tenido una posición un poco más destacada en el cartel, pero tampoco pareció intimidarles mucho eso. Salieron a matar, y el público presente, más del que podíamos esperar, lo dio todo. Lo suyo fueron 45 minutos de orgía metálica que demuestran el gran estado de forma en el que están los de Albacete ahora mismo. Por algo son actualmente nuestra banda más internacional dentro del estilo. Refuge, o lo que es lo mismo, los Rage de su etapa más gloriosa, y Primal Fear, cubrieron el cupo de heavy metal alemán. Ambas con muchas tablas, pero que te dejan más bien frío si no es tu rollo. Para los asistentes que no fueran catalanes lo de LGP tuvo que ser un what the fuck en toda regla, y para los fans de Sangrtaït, el combo de hard & heavy más importante que ha dado Catalunya, la suya fue una actuación emotiva pero poco más. Ver a Quim Mandado cantar canciones como ‘Les Creus Vermelles’ o ‘El Senyor De Les Pedres’ fue por momentos de lagrimilla, pero echamos en falta la presencia de Papa Juls


liándola con su harmónica o las dos guitarras originales, pese a contar con otro histórico como Joan Cardoner. Pese a todo, felices de poder haber vuelto a cantar esas canciones. Ellos y nosotros. Krokus fueron otra de las decepciones. Buen sonido y ejecución, pero poco más. Mal repertorio, a pesar de ‘Headhunter’ o ‘Eat The Rich’, y una serie de versiones, ‘American Woman’ o ‘Quinn The Eskimo’ de Dylan, que no estaban justificadas en un repertorio de 50 minutos. Se les vio fuera de época y no hicieron justicia a su discografía. Warcry, por el contrario, sí supieron conectar con el público desde el primer instante. Un público que, como se vio luego en el stand de firmas, les sigue con verdadera devoción. Son una banda especial para muchos y, aunque uno no acabe de conectar con lo que hacen, justifican su nivel de popularidad. Son un grupo currante y entregado a su gente, y eso es algo que no todas las bandas acaban de entender. Les queda todavía tiempo en su cetro del heavy estatal. Después de 30 años, ver a Loudness en nuestro país era algo más que un acontecimiento y para muchos de los asistentes la guinda de todo el Rock Fest. Fue histórico. Salieron a matar tocando prácticamente toda la cara A de Thunder In The East -¿Hay mejor inicio que ‘Crazy Nights’ y ‘Like Hell’?- y muchos vivimos momentos que tardaremos en olvidar. El tiempo no pasa para nadie, pero Loudness parecen haberlo parado por momentos. Ver a Akira Takasaki tocando la guitarra como un dios y cantar todos esos himnos se nos hacía irreal por momentos, y su actuación merece estar en el podio de honor del festival. Ojalá, después de esto y la respuesta que tuvieron, se conviertan

VENOM

en unos asiduos de nuestros festivales. Salir después de Loudness hubiese sido un problema para casi cualquier banda, pero si te llamas Accept te da igual quién viene antes o después. Pocos casos de formaciones hay que hayan sabido superarse tras un cambio de vocalista, y todos sabemos que hoy en día Accept serían peores con Udo que con Mark Tornillo. Mientras Wolf Hoffmann y Peter Baltes estén al frente del cotarro nada va a cambiar para mal. Estuvieron tremendos y sus himnos funcionan cuan mayor es la audiencia, como se pudo ver con ‘Balls To The Wall’ o ‘Metal Heart’. Estuvieron tremendos, así de simple. Los que, contra todo pronóstico, están viviendo un canto del cisne son Judas Priest. La entrada de Richie Faulkner les ha dado un ímpetu que pensábamos que no íbamos a volver a ver en semejante leyenda. Redeemer Of Souls es el mejor disco que han hecho desde la vuelta de Halford –que parece haber rejuvenecido- y volvieron a recordarnos que Judas Priest y heavy metal son sinónimos. Toda una alegría

WOVENHAND TOUCHÉ AMORÉ

haberlos recuperado después de una época en que parecía que la cosa caía en picado. Era el último día y, a pesar del cansancio, la gente no quería aceptar que aquello llegaba a su fin. Riot V dieron un bolazo de US Metal. Nunca pensamos que tras la muerte de Mark Reale todavía hubiese vida para Riot, pero vaya que si la hay. Respetuosos con su legado desde la inicial ‘Thundersteel’, los americanos podrían haber convencido hasta el más escéptico de la grandeza del metal. Y para acabar, qué mejor que con otras leyendas... Venom, otra banda que ha costado sangre, sudor y lágrimas ver por aquí, molaron mucho. Guarrotes, agresivos, y Cronos, como único componente de la época de gloria, dándolo todo en esos temas inolvidables como ‘Welcome To Hell’ o ‘Black Metal’. Cerraron con ‘Witching Hour’ y, la verdad, pocos temas más apropiados para concluir un festival que lleva camino de convertirse en uno de los importantes en Europa. Esperamos con ganas el cartel de la tercera edición. 161


DE GIRA

CANCER BATS 4 DE SEPTIEMBRE JIMMY JAZZ VITORIA 7 DE SEPTIEMBRE SALA EVENTUAL MÁLAGA 8 DE SEPTIEMBRE SALA LEMON MADRID 9 DE SEPTIEMBRE SALA LÓPEZ ZARAGOZA 10 DE SEPTIEMBRE 16 TONELADAS VALENCIA 11 DE SEPTIEMBRE SALA BÓVEDA BARCELONA 12 DE SEPTIEMBRE AGUERE CULTURAL, SANTA CRUZ DE TENERIFE

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espués de los conciertos de Brand New en Madrid y de Every Time I Die en Barcelona, ¿qué mejor manera que terminar nuestros shows de décimo aniversario que con una extensa gira de nuestros amigos Cancer Bats? Los canadienses publicaban el pasado marzo su quinto trabajo Searching For Zero (Noise Church/BMG Rights) con el aval en la producción de Ross Robinson, obteniendo una gran respuesta por parte de la crítica y de sus seguidores. A pesar de que la banda ha ido introduciendo cada vez más elementos del metal en su música, premiando la pesadez y el groove antes que a la velocidad, los conciertos de Cancer Bats siguen teniendo el espíritu punk y hardcore de sus inicios. El mismo espíritu que comparten los canarios This Drama y los catalanes Wilderness (antes conocidos como Oblivion), que les acompañarán en esta andadura. El siempre entusiasta vocalista Liam Cormier ya cuenta los días para que empiece la fiesta. ¿Qué balance haces de los 162

meses transcurridos desde que publicasteis el nuevo álbum? LIAM CORMIER “¡La respuesta hacia el nuevo disco ha sido increíble! Hemos tocado en un montón de sitios y la gente canta los nuevos temas a muerte. Ahora que ya hace un tiempo que ha salido el disco, la gente está cantando temas menos conocidos como ‘Devil’s Blood’ o ‘All Hail’, que son de nuestros favoritos. No puedo esperar a tocar el nuevo disco en esta próxima gira. ¡Será una locura!”. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido que hayas leído sobre Searching For Zero? “Sabíamos que estábamos haciendo algunas cosas nuevas y distintas, pero la mayor sorpresa ha sido ver la cantidad de gente a la que le ha gustado. Siempre te preocupa un poco cuando intentas hacer algo nuevo, así que para nosotros que haya gustado tanto significa muchísimo”. Con cinco discos a vuestras espaldas, ya tenéis un montón

de material en el que elegir. ¿Os gusta cambiar el repertorio noche a noche o una vez encontráis uno que fluye bien lo mantenéis invariable? “Tenemos algunos temas de los cinco discos que tocamos siempre, pero intentamos cambiar el repertorio tanto como podemos. Especialmente si la gente nos dice antes del concierto lo que quiere escuchar, y sabemos tocarlo, claro, siempre lo añadimos al setlist. Si la gente quiere que toquemos algún tema en estas fechas, que nos lo haga saber a través de Facebook, Twitter o Instagram e intentaremos aprenderlas para poder tocarlas. ¡Va en serio!”. ¿Cómo te sientes cantando las nuevas canciones dado que son algo más melódicas? ¿Te ha supuesto un desafío? “Cada vez que sacamos un álbum cuesta un poco acostumbrarse a cantar ciertas canciones, pero ahora que ya llevamos de gira bastantes meses, estoy tan cómodo con las nuevas como con las antiguas”.


Habéis estado de gira por Estados Unidos con Danzig y Pennywise, una combinación un tanto extraña a priori. ¿Cómo os ha ido? “¡Ha sido increíble! Creo que una gira así es genial para todos los fans que crecieron escuchando tanto a Danzig como a Pennywise. Los conciertos estaban llenos y ha habido muy buen rollo. Glenn ha sido súper amable y nos preguntaba qué tal nos iba cada vez que nos veía. Toda su banda y su equipo son grandes tipos. Lo hemos pasado genial juntos y nos encantaría volver a girar con ellos”. Vi hace poco que se os había estropeado la furgoneta, lo cual es siempre una putada. ¿Qué consejo darías a los grupos que salen por primera vez para afrontar este tipo de situaciones? “Estas cosas son inevitables, así que más vale que te relajes y asumas que así es la vida en la carretera. No puedes estresarte, así que más vale que te rías de ello y te lo tomes a bien. A veces significa que tengas que cancelar un concierto y otras no. Lo que debes es estar preparado. Estábamos volviendo a casa después de la gira con Danzig y se nos pinchó una rueda. Después de 40 horas conduciendo por el asfalto ardiente de las autopistas americanas, el neumático explotó. Pensarías que unos perros viejos como nosotros tendrían las herramientas apropiadas, ¡pero nos las dejamos en casa! Tuvimos que cambiarla con un gato que iba fatal y, claro, la rueda de repuesto estaba debajo de la furgoneta. Así que tuvimos que usar un destornillador para apuntalar el gato. Lo que debían ser veinte minutos se convirtió en una hora y media. Pero aguantamos el tipo, nos reímos y lo solucionamos. Así es la vida en la carretera”. Aunque habéis estado varias veces en España, ésta es la gira más extensa que vais a hacer por aquí. ¿Qué le dirías a la gente que aún no os ha visto? ¿Habrá alguna sorpresa? “¡Nos encanta España! Para nosotros es un verdadero sueño poder tocar en tantos sitios como el País Vasco, Catalunya y España, y sobre todo poder hacerlo con este disco. No sé si habrá alguna sopresa, cuántos temas tocaremos o cuánta saliva escupiré en cada show, o cómo de loco estará Jaye o cómo de duro tocará Scobe, o cómo Mikey destrozará su batería o cuántas cervezas se beberá, pero será una pasada. ¡Joder, qué ganas!”. (JORDI MEYA)

AGENDA SEPTIEMBRE AUDREY HORNE 8 MADRID, 9 BARCELONA BOB WAYNE 19 MÓSTOLES, 20 LIERGANES, 21 GIJÓN, 23 BILBAO THE CASUALTIES 5 VITORIA, 6 VIGO, 7 CÓRDOBA, 8 SEVILLA, 9 MADRID, 10 CASTELLÓN, 11 LA BISBAL D’EMPORDÀ, 12 BADALONA THE DESLONDES 14 BARCELONA, 15 VALENCIA, 16 MADRID, 17 SAN SEBASTIÁN DCODE (SUEDE, SAM SMITH, CRYSTAL FIGHTERS…) 12 MADRID DIAMOND DOGS 5 BURGOS, 6 MADRID, 10 BARCELONA, 12 VALENCIA, 13 CASTELLÓN, 17 ZARAGOZA, 18 VITORIA, 19 OVIEDO ENFORCER + WOLF 30 BARCELONA FAAN FEST (IGGY IGGY POP, TURBONEGRO, THE VINTAGE CARAVAN…) 19 OVIEDO GASTEIZ CALLING (BAD RELIGION, THE TOY DOLLS, GOOD RIDDANCE…) 5 VITORIA HOGJAW 10 CASTELLÓN, 11 BARCELONA, 12 LLEIDA, 13 ZARAGOZA, 15 MADRID, 16 VALLADOLID, 17 A CORUÑA, 18 AVILÉS, 19 CANGAS DO MORRAZO, 20 OURENSE, 21 LEÓN, 23 ESTEPONA, 24 MURCIA, 25 VITORIA, 26 BILBAO, 27 LIERGANES IMPERIAL STATE ELECTRIC 25 BILBAO, 26 GIJÓN, 27 SANTANDER, 28 FERROL, 29 BURGOS, 30 VALENCIA JIM ADKINS 16 BARCELONA, 17 MADRID JOANNE SHAW TAYLOR 18 BARCELONA, 19 MADRID NILE + SUFFOCATION 15 BILBAO, 18 MADRID, 19 BARCELONA LEON BRIDGES 19 MADRID, 20 BARCELONA ORPHANED LAND 29 BILBAO, 30 MADRID RAVEN 24 OVIEDO, 25 ZARAGOZA, 26 VALLADOLID, 27 ALMÀSSERA RICH ROBINSON 25 BARCELONA, 26 MADRID SOTO 16 BARCELONA, 17 MADRID, 18 SEVILLA, 19 ALICANTE, 20 ZARAGOZA STACIE COLLINS 22 BARCELONA, 23 MADRID, 24 GIJÓN, 25 LEÓN, 26 ZARAGOZA, 27 PAMPLONA SUIDRAKA 24 MADRID, 25 MÁLAGA, 26 ZARAGOZA, 27 SEDAVÍ STEVEN WILSON 16 MADRID, 17 BARCELONA TOKYO BLADE 10 MADRID, 11 BARCELONA VENOM INC. + VADER 25 VILLAVA, 27 MADRID, 28 BARCELONA WEDGE 8 GIJÓN, 9 MADRID, 11 CANGAS DO MORRAZO, 12 ZARAGOZA, 13 BARCELONA ZIG-ZAGS! 29 BARCELONA


ÚLTIMAS PREGUNTAS

DONITA SPARKS (L7) POCAS HORAS ANTES DE UNO DE LOS CONCIERTOS MÁS ANHELADOS DEL AZKENA ROCK FESTIVAL, PUDIMOS ROBARLE UNOS MINUTOS A DONITA SPARKS, LÍDER DE L7 Y UNA DE LAS MUJERES MÁS CARISMÁTICAS DEL ROCK, QUE EN ACTITUD MUY RELAJADA, Y CON UNA SONRISA PERMANENTE, SE PRESTÓ A RESPONDER NUESTRO CUESTIONARIO. FUE UN ENORME PLACER COMPARTIR SOFÁ Y CONFIDENCIAS CON ESTA SÚPER GUERRERA. TEXTO: TOI BROWNSTONE FOTOS: DR ¿La última vez que te sentiste muy vaga? “¡Oh, Dios! Creo que fue justo antes de empezar con los ensayos. Me apetecía mucho pero me daba mucha pereza... Pero desde entonces no he sentido demasiada pereza. Sí, la última vez fue hace cuatro meses”. ¿La última vez que has visto un gran concierto? “El concierto de D Generation de hace un rato me ha encantado, los he visto muy unidos con un sonido my empastado. Hace poco disfruté mucho con un grupo con el que tocamos llamado Back Moth, de Leeds”.

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¿La última vez que deseaste haber escrito una canción que no era tuya? “¡Cada día! ¡Es tan difícil elegir una! Me hubiese encantado escribir ‘Catch A Wave’ de los Beach Boys”. ¿La última vez que alguien te dijo que estabas equivocada? “No mucha gente acostumbra a decirme que estoy equivocada. ¡Bueno! Las chicas de mi grupo sí me lo dicen. Creo que me suelen corregir sobre acontecimientos históricos, fechas y cosas así, ya sabes, cuando me pillan que no tengo mucha idea de lo que estoy hablando (risas)”.

¿La última vez que infringiste la ley? “Pues continuamente conduciendo. Soy una conductora muy rápida y siempre me están empapelando con multas por ello, porque como en L.A. tengo que moverme en coche todo el tiempo… Aparte de eso, no robo en tiendas, pago la música online y no pirateo”. ¿La última vez que quisiste pegar a una de tus compañeras? “Sólo hemos estado reunidas durante tres meses, así que todavía no he tenido ese deseo. Estamos ahora mismo en una luna de miel. Más adelante ya veremos”.


¿La última vez que añoraste estar en tu casa? “Me puse bastante triste el último día que recibí una foto de mi gato. Deseé más que nunca estar en casa. También me sucede cuando hablo con mis seres queridos, claro. Pero me lo estoy pasando genial estos días, así que la añoranza me dura poco”. ¿La última vez que has disfrutado de una buena comida? “Hoy en Vitoria. Los pintxos están buenísimos. Dee y yo hemos estado de tascas comiendo. No he probado los de carne o jamón porque soy pescetariana”. ¿La última vez que has hecho algo por alguien que no conocías? “Todos los días por la mañana me dedico a firmar peticiones para proteger los derechos de los animales, también los relacionados con temas medioambientales, y a veces para ayudar a gente, aunque estoy más centrada en animales y medioambiente. También en caridad”. ¿La última vez que pensaste que te habías gastado demasiado dinero en algo? “En el autocar de la gira. Es súper caro, no te lo imaginas”.

“Es muy extraño que una película me impacte. Me gustó mucho Gran Hotel Budapest, pero soy muy exigente con las películas. Ahora disfruto más con series y documentales que con películas. Cuando estoy con resaca hago auténticas maratones de series, episodio tras episodio. No tengo medida. Mi película favorita es El Rey De La Comedia. En mi vida he sido tanto Rupert Pupkin como Jerry Langford. Quiero decir que he sido la fan, y la persona que intenta mantener a los fans lejos”.

¿La última vez que lloraste? “Hoy mismo. Estaba escuchando una canción de los Wooden Shjips en la habitación del hotel y estaba pensando en esta gira y todo lo que ha estado sucediendo durante estos meses, y en que esto se está acabando, y me he puesto a llorar. Pero han sido lágrimas de felicidad y de gratitud. Soy muy feliz en estos momentos. Bueno, ayer también me puse a llorar porque atropellamos a un ciervo en la carretera, y no creo que sobreviviera al impacto. Nos dimos un buen susto, pero no fue nada grave para nosotros. Lo habíamos pasado tan bien tocando por primera vez en un club, estábamos de subidón… y de repente atropellamos a un ciervo”.

¿La última vez que pensaste que eras una genio? “Ha pasado bastante tiempo. En el pasado he llegado a ser muy arrogante. No me considero un genio, pero reconozco que he tenido ideas geniales. Nada de grandes proyectos, simplemente ideas que duran un instante. Tengo que otorgarme algo de crédito por tener mis momentos brillantes”.

¿La última vez que te sentiste afortunada? “Hoy también. Estábamos en la plaza de la Virgen Blanca tomando un café y me he sentido encantada de poder estar disfrutando de estos momentos”.

¿La última vez que pensaste que L7 eran el mejor grupo del mundo? “Hace dos noches en París. Creo que nos estamos esforzando y que estamos cumpliendo las expectativas del público. Estoy muy contenta con el resultado de esta gira. Estoy muy orgullosa de haber conseguido esto”.

¿La última vez que te impresionó una película?

¿La última vez que alguien te dijo que te quería? “Mi marido me lo dijo ayer por teléfono. Me sentí muy agradecida y halagada”.

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