Cultivo de exterior
Soft Secrets
Agua y riego (II) Los riegos automáticos
Monseñor José María.
Los calores del verano coinciden con un periodo de desarrollo intenso en las plantas, el cultivador se ve acuciado por el deseo de dar lo mejor a su jardín, mientas que por otra parte vacaciones, fiestas y veraneo también demandan atención. La solución para ahorrar agua y no tener preocuparse a diario es instalar un riego automático.
muy adecuados. Esto no quiere decir que haya que limitarse a trabajar según el calendario y solo programar cierta cantidad de encendidos por semana, sino que debe calibrarse el montaje en función de las necesidades de cada momento. En caso de ausencia por varios días se puede valorar la instalación de medidores de la humedad del suelo o sensores de lluvias. Los elementos eléctricos deben ser aptos para uso en exterior y estar protegidos frente a las inclemencias climatológicas.
17
El riego pasivo por mechas se basa en materiales que absorben el agua de un deposito y la liberan por exudación durante su recorrido, es posible adquirir materiales profesionales como la tubería porosa o montarlo a base de atar balletas absorbentes. Este sistema sirve para salir del apuro, pero no es muy eficaz porque el cannabis demanda bastante agua, por ello hay que poner varias mechas por cada ejemplar.
Mantenimiento y calibrado El problema del gota a gota es que concentra todo el riego en la misma zona, con lo que produce acumulaciones de sales, para evitar esto se removerá la tierra de vez en cuando, también conviene hacer aportes manuales por inundación, así se humedece todo el sustrato, se evitan las retenciones de sales y se estimulan las raíces a extenderse.
El tubo se fija con piquetas al suelo.
Sistemas pasivos Colocar el bidón de recogida de agua de lluvia sobre una plataforma permite usar la fuerza de la gravedad para ahorrarse la bomba, basta ensamblarle un grifo, conectado a un programador a pilas.
Los conos de arcilla solo liberan el agua que la planta necesita.
Es mejor activar el riego automático después de que las marías hayan desarrollado una buena masa radicular, pues las raíces del cannabis son bastante vagas. Si no se las fuerza a extenderse en busca de agua y comida y se les da todo hecho, tendrán un desarrollo inferior. Por esto se regará a mano en los primeros estadios.
Diseño y componentes de la instalación En función del presupuesto, número de plantas y necesidades hídricas existen diferentes opciones. Conviene hacer un boceto previo del jardín y dibujar la instalación proyectada, ver las piezas que se necesitarían y calcular un presupuesto. Hay a la venta sistemas de riego automático ya preparados o piezas sueltas para construirlos a medida. En
El agua de lluvia se puede recoger con un aljibe o un deposito. Hay a la venta contenedores con distintas capacidades, si se entierran quedan muy bien camuflados; en ese caso es buena idea taparlos de forma que no se produzcan accidentes, ni penetre la suciedad. Colocarlos al final de una pendiente aumenta la recolección del agua. Los recipientes también han de ser opacos. Mejor disponerlos en una zona sombreada donde no haya mucha evaporación.
Sistemas eléctricos Lo más habitual es usar una bomba principal para enviar el agua del bidón al sistema, con una pequeña bomba de menor potencia se evita que los fertilizantes queden sedimentados en el tanque y se oxigena la solución nutriente, en climas fríos puede usarse un calentador para mantenerla a 21º.
También se pueden instalar riegos basados en conos de arcilla que solo cuando están secos permiten el paso de agua. Estos sistemas son estupendos para mantener una humedad constante en zonas muy áridas, dan a la planta lo que demanda y no se ponen en funcionamiento si un día ha llovido y hay bastante humedad. Su membrana funciona como un eficaz regulador, solo permite el paso de liquido cuando está seca. Mediante un adaptador para reducir la presión se conectan directamente a un grifo, o también a un deposito. Conviene calcular la cantidad de conos necesarios para cada huerto, en función del número de plantas, cantidad de sustrato, climatología y momento del ciclo vital del jardín. Hay a la venta reductores de presión, tubos, distribuidores, conos de arcilla de diferentes tamaños, soportes y válvulas. Se puede diseñar la instalación y comprar las piezas necesarias o adquirir uno de los kits ya preparados.
Las zonas de unión entre bomba y manguera soportan bastante presión y es donde suelen producirse más fallos un montaje básico el agua se almacena en un bidón, un temporizador activa la bomba que envía el liquido al tubo principal, de ahí pasa por los microtubos y sale por un gotero o un microaspersor. La adecuada distribución de microaspersores humedece el sustrato con uniformidad, esto también es posible si se emplea anillos de goteo. Hay que utilizar tubo negro rígido agrícola, de no ser totalmente rígidos pueden doblarse y provocar fallos. Los transparentes facilitan la contaminación por algas. Para que el tubo no se mueva por la presión del agua se fija al suelo con piquetas en forma de “U” invertida.
Cuando hay ríos, pozas o lagos cercanos se puede usar una bomba para regar, bien eléctricas o bien de gasolina, aunque suelen ser bastante ruidosas, por lo que habrá que elegir el momento oportuno si se desea discreción. Los automatizadores aseguran que la planta nunca pase sed, aunque hay que regularlos para garantizar una distribución uniforme y acorde con las necesidades de cada momento. Permiten efectuar el aporte hídrico de forma regular, siempre a la misma hora, lo que encanta a las plantas. También es posible, aunque no se esté junto al jardín, activarlo a primera hora de la mañana o última de la tarde, momentos
Un riego automático bien programado produce buenos cogollos.
Los restos de fertilizantes y las aguas con exceso de cal tupen los conductos, tubos y cintas de exudación, por lo que hay que tener las instalaciones mas vigiladas, poner a punto cada gotero con una aguja y usar de vez en cuando riegos con encimas. Antes de ausentarse de viaje y dejar un riego automático se aconseja calibrarlo y probarlo una temporada, así se sabrá cuanto tiempo tiene de autonomía. Asegurarse de que todos los conductos están limpios, poner pilas nuevas en los programadores que las necesiten y revisar cualquier detalle que pueda fallar. A ser posible que algún amigo se pase una vez a la semana a comprobar el nivel del deposito y que todo marcha bien. El cannabis es una planta que demanda un aporte hídrico alto en plena floración, por lo que hay que regular el montaje para que se adapte a sus demandas. Tampoco conviene encharcar las raíces de continuo, pues un exceso de agua les impide respirar, por ello es importante dejar que el sustrato se seque entre cada riego. Los suelos arenosos que drenan el agua muy rápido necesitan aportes más frecuentes y de menor cuantía, en cambio los arcillosos retienen el agua por lo que se les proporcionará menor cantidad. Con la experiencia y las pruebas se aprende a calibrar el sistema de acuerdo a las necesidades de cada jardín.