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CULTIVO DE INTERIOR
EL GAS QUE ALIMENTA
Fertilización gaseosa con CO2: El CO2 es un gas muy común que está por todas partes: en la atmósfera, en el humo o en las burbujas de los refrescos. Una de sus más fascinantes usos, al menos desde nuestro punto de vista de aficionados al cannabis, es como fertilizante capaz de acelerar el crecimiento de las plantas. Elevando el nivel de CO2 en el aire hasta concentraciones tres o cuatro veces superiores a la de la atmosfera, se puede llegar a doblar el ritmo de crecimiento del cannabis y aumentar considerablemente José T. Gállego su producción de cogollos. El dióxido de carbono (CO2) es un gas inodoro presente en la atmósfera en un porcentaje del 0,03-0,04% o, lo que es lo mismo, 300-400 ppm (partes por millón). A pesar de no llegar ni a la milésima parte de la atmósfera, el dióxido de carbono es uno de los elementos más importantes para el crecimiento del cannabis. Carbono y oxígeno, suponen, cada uno, cerca del 45% del peso de las plantas. Por tanto, los dos elementos más abundantes en el mundo vegetal no provienen de los fertilizantes, el oxígeno lo toman del agua que absorben por las raíces mientras que el carbono lo extraen del dióxido de carbono (CO2) del aire. Las plantas absorben el CO2 de la atmósfera a través de los estomas, unos pequeños poros u orificios que hay en las hojas, por los que también expulsan el oxígeno que les sobra tras la fotosíntesis. El
carbono, aminoácidos, proteínas y celulosa con las que fabricar raíces, ramas, tallos, flores y hojas. El CO2 que las plantas absorben proviene de la respiración de los animales, que toman oxígeno del aire y liberan CO2, pero también de la descomposición de la materia orgánica, la actividad volcánica (que
oxígeno que liberan las plantas se ha ido acumulando en la atmósfera a lo largo de millones de años permitiendo la expansión de la vida. Antes de la aparición de la fotosíntesis, la atmósfera terrestre carecía casi completamente de oxígeno, lo que impedía el desarrollo de la vida animal. Gracias a las plantas se hizo posible la aparición de los animales y los seres humanos sobre la Tierra. La fotosíntesis es un proceso casi mágico Controlador Unis diseñado para conectar por el que las plantas aprovechan la energía lumínica para crear materia orgánica a una botella de CO2 y precalibrado para a partir de materia inorgánica. Absorben distintos tamaños de cuartos de cultivo. energía del sol (o de las lámparas de cultivo) por medio de la clorofila y la con- libera grandes cantidades de dióxido de vierten en energía química que emplean carbono) o cualquier tipo de combustión. en combinar el CO2 del aire y el agua del suelo para generar glucosa. La glucosa la Hace millones de años, cuando todaemplean como energía y como materia vía no existían animales y la única vida prima a partir de la cual crear hidratos de era vegetal, la actividad volcánica en el planeta era mucho mayor que en la actualidad, lo que provocaba que los niveles de CO2 en la atmósfera fueran muy elevados, hasta tres o cuatro veces más altos que los actuales. Las plantas se adaptaron a vivir en esas condiciones sin ningún problema, ya que permitían tasas de crecimiento muy superiores a las de
concentración normal de la atmosfera. A partir de 2.000 ppm el CO2 comienza a ser tóxico para las plantas y por encima de 4.000 ppm para las personas y animales. ¿Para qué sirve el CO2? Sin CO2 no hay crecimiento, ya pueden tener las plantas luz, agua y abonos que, si el dióxido de carbono falta, la fotosíntesis se detiene. Al aire libre la provisión de CO2 no se acaba nunca, pero en los cultivos de interior debe ser el cultivador quien se ocupe de mantener un nivel adecuado en el aire. En un cuarto de cultivo cerrado y sin ventilación, las plantas devoran el CO2 en muy poco tiempo y, cuando se agota o el nivel es demasiado bajo, cesan su actividad y paran de crecer. Por debajo de 200ppm de CO2 la fotosíntesis y el crecimiento se detienen. Los extractores e intractores de los cuartos de cultivo tienen una doble función, sacar el aire caliente y reemplazarlo por aire fresco para que la temperatura permanezca dentro de los niveles adecuados, y mantener un suministro constante de CO2 para que las plantas no paren de crecer. El problema es que al sacar el aire caliente del cultivo también se extraen los olores que generan las plantas de cannabis y que pueden llamar la atención de vecinos, peatones o fuerzas del orden. Dado que en España la discreción es todavía fundamental para poder cultivar cannabis sin meterse en problemas con las autoridades, resulta fundamental evitar que los olores cannábicos salgan al exterior. Hay dos maneras de lograrlo: limpiar el aire de olores por medio de un filtro de carbón activo o un generador de ozono, o crear un sistema de cultivo
Los ventiladores son fundamentales para que el CO2 se mantenga en movimiento. hoy en día. Curiosamente, pese a que los niveles de CO2 atmosféricos han ido bajando progresivamente, las plantas no han perdido la capacidad de sobrevivir en una atmosfera con más CO2.
De poco sirve el resto de los fertilizantes, si las plantas no tienen suficiente CO2.
Las plantas de cannabis pueden crecer perfectamente en un ambiente con una concentración de CO2 de hasta 1.500 ppm, cuatro o cinco veces superior a la
completamente cerrado en el que no haya que realizar intercambio de aire con el exterior. La ventaja de este último sistema reside en que si no se saca aire del cuarto de cultivo, tampoco sale ningún olor, con lo que desaparece el riesgo de que alguien huela el cultivo. En cambio, un filtro de carbón activo pierde capacidad de filtrado con el tiempo y los generadores de ozono se pueden estro-