Vida e Historia
¿Cómo elegir ser sacerdote y no equivocarse? El llamado de Dios es una invitación que se hace en el silencio, en lo secreto, en lo íntimo del corazón, es así, que cuando Jesús llama la respuesta personal a ese llamado en concreto es una respuesta a la misión. El llamado a ser sacerdote es un discernimiento que se descubre en el caminar vocacional. El Seminario se vuelve ese momento de discernimiento, a lo largo de este tiempo el Señor va dando luces para un discernimiento adecuado, para descubrir su voluntad y no la nuestra. Esta es la manera en que podemos no errar en la escucha de lo que Dios quiere de nuestra vida, y en concreto en la vocación sacerdotal. No hay formulas, en el camino se descubre el auténtico llamado de Dios. Nunca hay error, nunca hay equivocación cuando se intenta responder con humildad y sencillez a un llamado hecho por Dios.
Pbro. Edgar del Río Reyna
A través de un proceso de discernimiento, en el cual, a lo largo de tres años trabajé en comunión con mi acompañante espiritual, la oración, la necesidad del pueblo de Dios, y la Misa diaria, empezé a ver luces para dentro de mi camino vocacional.
Pbro. Daniel Morales Rodríguez
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