TEMA 4
Hay 24 horas en un día, ¿y para Jesús, cuánto?
COMIENZA LA CONVERSACIÓN Un estudio reciente mostró que 62 personas en el mundo poseen riqueza equivalente a 3,5 billones de individuos, o sea ¡la mitad del planeta! Y no es todo, el 1% más rico de la población tiene más dinero que todo el resto del mundo junto. Los números son de Oxfam, Confederación de ONG presente en 94 países, incluyendo Brasil. La desigualdad social provoca un verdadero abismo entre las personas. Pero, hay algo que nivela a todos los seres humanos: el tiempo. El tiempo es exactamente igual a todos: son 24 horas, 1.440 minutos, 86.400 segundos cada día. Así el tiempo nos coloca en cierta igualdad. El tiempo es algo de inestimable valor y nosotros debemos valorizarlo y administrarlo con sabiduría. HACEMOS UN GANCHO Charla a. ¿Cómo administrar bien nuestro tiempo? Un cronograma diario que un adolescente adopta normalmente: 8 horas de sueño, 4 horas de ir a la escuela, 2 horas para tareas en la casa y revisión de contenidos vistos en el aula, 4 horas para distracción y entretenimientos, 1 hora para higiene personal, 1 hora para las comidas, 1 hora para ayudar en las tareas domésticas, 1 hora para transporte (para los que viven en ciudades grandes). Solo en actividades llamadas esenciales, ya se fueron 22 horas del día. Eso muestra cuán corto es el tiempo para todos, incluso para los adolescentes; y cómo nos gustaría tener más tiempo, un día más largo. Pero es imposible… La agitación de cada día nos hace descuidar un aspecto importantísimo, que fue excluido a propósito de la rutina diaria recién descrita: el tiempo dedicado a la comunión con Dios. Claro que debemos estar conectados con Dios las 24 horas del día, pero una parte de nuestras 24 horas debemos dedicárselas exclusivamente a él. b. Pero, ¿cómo saber cuánto tiempo dedicar a Dios? ¿Cuál es el equilibrio? ¿Tengo que ser como ciertas personas que, hasta de manera enfermiza, dicen cosas erróneas de Jesús, o como las personas en las plazas y esquinas de las ciudades, que alertan sobre calamidades o el pecado de otros? Encontrar el equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida no siempre es algo fácil, pero afortunadamente es posible. ¿Qué dice la Biblia? Lean los textos que siguen: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). “El Señor está cerca de todo el que lo invoca, del que lo invoca de veras” (Salmo 145:18). “Cuando tú ores, entra en tu aposento, cierra tu puerta, y ora a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre que ve en secreto, te recompensará” (Mateo 6:6).
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