TEMA 24
El poder de la empatía
COMIENZA LA CONVERSACIÓN Una joven esperaba para embarcar en un vuelo en un gran aeropuerto. Mientras tanto, compró un libro y un paquete de galletas, y se sentó frustrada por el atraso inesperado del vuelo. Mientras comenzó a leer, abrió el paquete de biscochos, después de colocar el primero en la boca, un hombre que estaba a su lado tomó el paquete sonriendo, sacó una galleta sin decir nada y la comió. Ella pensó: “Qué maleducado, no puedo creerlo”, pero no se atrevió a decir nada. Después de haber tomado otra galleta el hombre sentado a su lado continuó comiendo las galletas, siempre muy sonriente. La joven no podía creer la escena que se repetía, vez tras vez, hasta que quedó solo una galleta en el paquete. Para su sorpresa él tomó el último biscocho, lo partió y le extendió la otra parte a ella. Indignada, se levantó, pero antes de comenzar a discutir, anunciaron la salida de su vuelo atrasado lo que hizo que se retirara enojada a la fila de embarque. Ya dentro del avión, se sentó y se acomodó en su asiento, cuando abrió su cartera para buscar un chicle, para su sorpresa, encontró el paquete de galletas que había comprado. Se había confundido al creer que el paquete que habían estado comiendo era el de ella. HACEMOS UN GANCHO Charla a. ¿Con quién se identifican mejor en esa historia? ¿Por qué? b. ¿Se sintieron descontentos por tener que compartir algo con alguien? c. ¿Cuál es el mayor desafío al notar las necesidades de las personas? d. ¿Qué logran compartir con facilidad? e. ¿Qué es más fácil: pedir algo para sí mismos o atender las necesidades de otros? f. ¿Ustedes realmente conocen a las personas con las cuales conviven? ¿Tratan de escucharlas y ayudarlas? ¿Saben lo que sienten, piensan o qué les preocupa ¿Qué dice la Biblia? Dios sueña con un pueblo que practica su mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). a. Lean Romanos 12:15: “Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran”. ¿Ya hicieron esto? ¿Qué es más fácil? ¿Cuál es lo más gratificante? b. La parábola del buen samaritano nos enseña que la empatía verdadera nos impulsará a hacer algo para ayudar a nuestro prójimo (Lucas 10:33, 34). ¿Quién es “tu prójimo”? c. ¿Ustedes se parecen más al samaritano o a los religiosos de la parábola? ¡Miren el consejo! “[…] Por nosotros mismos no podemos hacer nada; pero si Dios nos fortalece, podemos vivir para hacer bien a otros, y de esta manera rehuir el mal del egoísmo. No necesitamos ir a tierras paganas para manifestar nuestros deseos de consagrarlo todo a Dios en una vida útil y abnegada. Debemos hacer esto en el círculo del hogar, en la iglesia, entre aquellos con quienes tratamos y con aquellos con quienes hacemos negocios. En las mismas vocaciones comunes de la vida es donde se ha de negar al yo y mantenerlo 68
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