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Si quieres tener salud, deberás vivir en el presente
SALUD EMOCIONAL Y DEPORTE
Por Dr. Richard Marine Especialista en Nutriología Clínica y Medicina Deportiva Presidente Clínica Nutrimed.
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¿Alguna vez les ha ocurrido que planean dieta y ejercicio, y que por alguna razón, pasa la semana y no pudieron hacer nada? O que por ejemplo, fueron a la invitación en la que se prometieron no tomar alcohol y sin saber cómo, terminaron tomando toda una botella.
La lista es bastante larga; pero, ¿podría esto evitarse? ¿pudiéramos estar en plena conciencia a la hora de ser tentados a romper nuestros planes y así evitar romperlos? la respuesta es sí.
El estilo de vida actual hace que las personas no vivan el presente, lo que está estrechamente ligado a nuestra salud; por ejemplo sabían que el acto de consumir alimentos necesita el 100% de atención, para que el intestino pueda llevar a cabo la digestión de dichos alimentos, pero ¿atención en qué? en el acto de masticar, olor, textura, sensación al tragar incluso al tacto.
El estado del intestino agrava las situaciones de estrés, la felicidad y ansiedad debido a que es en el intestino que se producen las sustancias químicas, que regulan dichas emociones.
Vivir en el presente influye en el estilo de vida e influye en la flora intestinal.
El intestino es considerado nuestro segundo cerebro en nutrición, sólo para que se hagan idea, lean lo siguiente.
Sólo la microbiota del intestino pesa 2 kg, que casualidad es lo mismo que pesa el cerebro (alberga 100 billones de bacterias hongos y virus).
Son productoras de vitaminas ( Biotina, y vitamina K) y ácidos grasos (acetato, butirato y propionato) regula el proceso antiinflamatorio (El estrés es pro inflamatorio).
1. Produce entre el 70 a 80% de las células inmunitarias.
2. Fabrica el 95 % de la serotonina (Qué casualidad es la hormona de la felicidad), melatonina (nos ayuda a regular el sueño), GABA (neurotrasmisor que entre otras cosas es un ansiolítico) y acetil Colina (nos ayuda a afianzar la memoria).
3. Influye en nuestros sentimientos, miedo memoria y motivaciones
Vivir en el presente
Todo está ligado a vivir el ahora.
¿Cómo estar entonces en el tiempo presente?
Mindfulnes
En español, mindfulness se ha traducido como consciencia plena, o atención plena, aunque la mayoría de veces se sigue utilizando el término inglés. Una de las definiciones más conocidas de mindfulness es la de Jon Kabat-Zinn: “Prestar atención de una manera especial: intencionadamente, en el momento presente y sin juzgar” (Kabat-Zin, 1990).
Siegel y col definen mindfulness como “consciencia, en el momento presente, con aceptación” (Siegel, Germer, & Olendzki, 2008)
Otra propuesta de definición es la presentada por Bishop et al. los cuales se reunieron un considerable número de veces con el principal objetivo de establecer conjuntamente un consenso sobre mindfulness y una definición operacional aceptada y aprobada por todos. Entienden mindfulness como:
“Un proceso de regulación atencional a fin de traer una cualidad de conciencia no elaborativa hacia la experiencia actual y relacionarse con la propia experiencia con una orientación de curiosidad, apertura y aceptación” (Bishop et al, 2004) También se entiende mindfulness como “un proceso para aumentar el insight en la naturaleza de la
propia mente y la adopción de una perspectiva de descentramiento de los pensamientos y sentimientos de manera que puedan ser experimentados en términos de su subjetividad (en vez de validarlos necesariamente) y de naturaleza transitoria (en vez de permanentes)” (Bishop et al, 2004).
Mindfulness: Es una capacidad humana universal y básica, que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente momento a momento. Existe consenso científico acerca de que el mindfulness, como rasgo, “refleja la capacidad de permanecer con mayor frecuencia en un estado de atención plena” (Diddona, 2011).
Mindfulness no es una técnica ni un método, sería más adecuado describirlo como un modo de ser, o de percibir, que implica literalmente “reconocer los propios sentidos”
Para poder cultivar esta consciencia plena, mindfulness utiliza la práctica de la meditación como forma de “dirigir, estabilizar e incrementar la potencia de la atención” (Simon, Aprender a practicar mindfulness, 2011).
Es lo que se denomina Mindfulness formal o prácticas de Atención Plena dirigidas en entrenar la mente para ese estado de presencia.
Esta habilidad requiere práctica a lo largo del tiempo, paciencia y persistencia, ya que el piloto automático o la “mente de mono” tienen mucha fuerza.
La práctica formal se puede practicar durante periodos cortos, de menos de 5 minutos hasta mucho más largos, como una hora. Algunas de las meditaciones Mindfulness más practicadas son:
la meditación de las sensaciones físicas o escáner corporal (body scan)
La meditación de la atención a la respiración.
La meditación de los 3 minutos.
La meditación caminando, el yoga, el tai-chi y otras disciplinas cuerpo, mente que se practican en plena consciencia del momento presente, también pueden clasificarse como Mindfulness formal.
Además de la práctica formal, mindfulness también se puede practicar de forma informal.
Cuando llevamos esa consciencia plena a las actividades cotidianas del día a día, estamos practicando mindfulness informal o mindfulness cotidiano, que implica vivir de manera presente.
La realidad actual es que si no ponemos un freno saludable a nuestras vidas, no podremos vivir nuestro propio presente, lo que se traducirá en un envejecimiento prematuro y un claro deterioro de nuestra calidad de vida.