El tesoro de Pepe Uca

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Delmis del C. Alicea Segarra Jorge I. Casillas Maldonado Ilustrado por: Daniel Irizarri Oquendo

Créditos

© 2014

Autores

Delmis del C. Alicea Segarra, EdD, Jorge Casillas Maldonado, MS

Colaboradores

Ruperto Chaparro, MA, Cristina D. Olán Martínez, MS, Migdalia Figueroa, BS, Ivonne Bejarano, PhD, Yarleen Irizarry, BS, Johanna Guzmán, BSE y Carmen Zayas Santiago, MS

Edición

Delmis del C. Alicea Segarra, EdD, Jorge Casillas Maldonado, MS, Ruperto Chaparro Serrano, MA, Cristina D. Olán Martínez, MA

Ilustración

Daniel Irizarri Oquendo, BA

Diseño gráfico y maquetación

Daniel Irrizari Oquendo

Impresión

Delmis del C. Alicea Segarra, EdD

Publicación número UPRSG-E-237 ISBN: 978-1-881719-54-0

Tabla de contenido Cuento: El tesoro de Pepe Uca ..........................................................7 Laberinto para encontrar el hogar de Pepe y Lulo ...........................22 Actividad: Escribe un cuento ...........................................................23 Perfiles de los personajes ................................................................24 Referencias de los perfiles ...............................................................26 Marionetas/máscaras - suplemento

E Era

un día de sol, se sentía una brisa tenue y las olas del mar se mecían ra un día de sol, se sentía una brisa tenue y las olas del mar se mecían suavemente. La vida en el manglar transcurría con una tranquilidad suavemente. La vida en el manglar transcurría con una envidiable. Todos salían a realizar sus labores cotidianas: los pelícanos y envidiable. Todos salían a realizar sus labores cotidianas: los y las tijerillas volaban buscando sardinas y mijúas; los canarios de mangle, las volaban buscando sardinas y los canarios de mangle, las mariposas y las abejas picaban las flores; los pececitos buscaban las mariposas y las abejas picaban las flores; los pececitos buscaban alimento y se refugiaban entre las raíces del mangle rojo para no ser alimento y se refugiaban entre las raíces del mangle rojo para no ser comidos por peces más grandes como los sábalos y las picúas. comidos por peces más grandes como los sábalos y las Los más pequeños jugaban y Los más pequeños jugaban y Pepe Uca Uca, un jo ven cangrejo violinista, , un joven cangrejo violinista, caminaba a través del humedal recordando lo que había sido su existencia caminaba a través del humedal recordando lo que había sido su existencia hasta ese momento. Había vi vido toda su vida con su familia allí, entre hasta ese momento. Había vivido toda su vida con su familia entre manglares, aves y peces. Tenía suficiente comida para alimentarse, un manglares, aves y peces. Tenía suficiente comida para alimentarse, un hogar hermoso donde se refugiaba y la compañía de sus amigos, quienes lo hogar hermoso donde se refugiaba y la compañía de sus amigos, quienes lo apoyaban y le demostraban su cariño. y le demostraban su cariño.

Era una vida perfecta. Sin embargo, desde Era una vida Sin embargo, desde muy pequeño tenía una gran curiosidad por muy pequeño tenía una gran curiosidad por saber cómo era todo más allá del manglar. saber cómo era todo más allá del

Siempre se preguntaba qué había en otros lugares, Siempre se preguntaba había en otros lugares, cómo sería la vida en otro sitio. Sentía una ansiedad en otro una inexplicable y tenía la sensación de que algo le faltaba. y tenía la sensación de que algo le faltaba. Necesitaba tener emociones intensas, tener aventuras Necesitaba tener emociones intensas, tener aventuras y vi vir cosas diferentes. Q uería obtener nuevas y vivir cosas diferentes. Quería obtener nuevas experiencias que le permitieran descubrir el mundo. experiencias que le permitieran descubrir el mundo.

Ese día, mientras observaba el mar, tomó una decisión. Ese mientras observaba el mar, tomó una decisión.

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“Me iré de aquí, a explorar otros lugares y a buscar otro destino.” “Me iré de aquí, a explorar otros lugares y a buscar otro destino.” se dijo firmemente. se dijo firmemente.

Esperó todo el día mientras planificaba su viaje, imaginando todo lo que encontraría. Cuando anocheció y todos se retiraron a descansar, Pepe recogió alimento suficiente para varios días y emprendió su travesía. Dejó su casa en los manglares y los salitrales de La Parguera y comenzó su recorrido por el sur de Puerto Rico. La nostalgia lo embargaba mientras se alejaba, pero estaba entusiasmado porque conocería nuevos rumbos. Iban pasando los días y Pepe se maravillaba con todo lo que veía: las altas palmeras, las grandes montañas, el cielo azul, un mar que cambiaba a menudo y otras plantas y animales que nunca había visto.

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A lo lejos divisó lo que parecía ser un manglar. Sin embargo, para llegar a él tenía que cruzar una gran planicie cuya superficie era dura, áspera y caliente.

Por ella pasaban grandes objetos a altas velocidades que producían ruidos estruendosos. Esto le asustaba, pero no disminuía su espíritu aventurero. Así que decidió cruzar apresuradamente.

¡Qué terror sintió cuando los grandes objetos pasaban tan cerca de él! Nervioso y tembloroso logró llegar al otro lado. Allí, se detuvo un rato para tranquilizarse y recuperar fuerzas. Durante la espera, escuchó unos pasos que se acercaban y una voz tímida que le dijo:

Extrañado, Pepe miró a su lado para ver quién le hablaba. Para su sorpresa, era un cangrejo violinista como él que se acercaba espantado.

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“¿Cómo pudiste cruzar esa calle tan peligrosa y llena de carros? ¿Miraste a ambos lados antes de cruzar?”

“¿Quién eres?” preguntó Pepe.

“Me llamo Lulo y te doy la bienvenida a mi comunidad, el manglar de Guayama. ¡Te vi cruzar la carretera al garete! ¿Tú estás loco? Mira que hace tiempo, intenté cruzar y casi me matan. A mí me da tanto miedo que ya no salgo de aquí.”

Pepe lo miró atónito y le dijo:

“¿Por qué no vas a salir? ¡Qué cobarde eres! Lo que hay es que tener cuidado. Es más, te invito a que me acompañes en mi travesía. Siempre es bueno compartir estas experiencias con un amigo. “

Lulo pensó por un momento y decidió que no todos los días uno se encuentra personajes tan divertidos y atrevidos como Pepe, así que decidió acompañarlo.

De esta manera, Pepe y su amigo Lulo se convirtieron en compañeros de aventuras. Pasaron por varios manglares y cuando iban caminando frente a los de Las Cabezas de San Juan en Fajardo, Lulo ve un perro que se acercaba rápidamente y gritó asustado:

“¡Mami! ¡Mami! ¡Mami! ¡Mami!”

“¿Qué te pasa? ¿Dónde está tu mamá?” le gritó Pepe.

“¡No, es un perro que viene hacia nosotros y nos quiere comer!” contestó Lulo.

“¡Pues vamos a escondernos entre las raíces del mangle! ¡Avanza!” exclamó Pepe.

Cuando pasó el peligro, retomaron su recorrido atravesando los pueblos de Luquillo, Río Grande, Canóvanas y Carolina.

Allí intentaron cruzar una pista del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín y, justo cuando estaban a la mitad de la pista, sintieron un ruido ensordecedor que los aturdió (desorientó).

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Era un avión que estaba despegando, y fue tanto y tanto el ruido y el viento que causó el avión en su despegue, que los arrastró hasta el Balneario de Isla Verde.

En ese lugar se celebraba un festival y casi son pisoteados por los bailadores que se remeneaban a los acordes de la orquesta. Lulo y Pepe corrieron hasta que encontraron refugio debajo de un zafacón y tuvieron que esperar toda la noche para poder continuar con su aventura.

Entonces, llegaron al Estuario de la Bahía de San Juan. Quedaron asombrados al ver el enorme tamaño de este estuario.

“¡WOOOW! ¡Que muchos edificios, botes, carros y ruido, hay en este lugar, nunca había visto nada igual!” exclamó Pepe.

“¿Y ya viste la cantidad de turistas que hay?” preguntó Lulo.

“Escuché en una ocasión que donde están todos esos hoteles, una vez habían muchos árboles de mangle.” añadió con voz nostálgica.

En ese sitio, se sentían perdidos y ya estaban un poco cansados. De momento, escucharon alguien decir ¡se dan direcciones, se dan direcciones! con un acento extraño. Era una iguana viajera con todo y gafas. Ésta había observado a los cangrejos violinistas y pensó :

“Aunque yo solamente como plantas, hoy quiero probar carne. Éstos serán mi comida; así que los sacaré del mangle para que no tengan donde esconderse. ¡Buajajajajaja!”

“¡Vengan, vengan! ¿Están perdidos? Yo, la iguana viajera, los ayudaré. Sé que necesitan encontrar un mangle donde refugiarse y les diré cómo llegar. Deben continuar hacia el oeste, sigan la puesta del sol y encontrarán el lugar que buscan.”

Inmediatamente, los cangrejos continuaron su camino. Mientras tanto, la iguana los seguía de cerca.

Ya se encontraban al noroeste de la Isla, habían atravesado a Puerto Rico casi completo. Estaban cansados y con hambre, necesitaban un lugar donde refugiarse. Miraban y buscaban por todas partes, pero no encontraban ningún sitio que fuera seguro y que tuviera algo que pudieran comer.

No veían nada parecido a un mangle. Lulo lloraba de miedo y de desesperación todo el tiempo. “¡Silencio, ayúdame a pensar qué hacer!” exclamó Pepe.

Lulo tenía la impresión de que alguien los observaba y sus patitas le temblaban. De repente, algo saltó sobre ellos que los hizo correr despavoridos. Era la iguana que intentaba comérselos. En la huida, llegaron a la playa, pero no encontraban donde esconderse.

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Lulo gritaba: “¡Ayúdame, ayúdame! ¡Mamiiiiiii!”

Mientras tanto Pepe, casi sin fuerzas, luchaba contra la corriente pero ésta era más fuerte que él.

Entonces, recordó a su familia y a su hogar. Allí tenía refugio, alimento y las aguas eran tranquilas.

Ahora estaba en un lugar desconocido, no tenía la sombra del manglar y para acabar de completar, la corriente se lo estaba llevando a aguas profundas junto a su amigo, que solo gritaba.

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¡En eso, una ola gigante los arrastró hacia mar adentro!

Cuando ya no les quedaban esperanzas, sintieron que algo los haló hacia la orilla.

Era Mulato, un cangrejo fantasma que los vio perdidos en la playa.

“¿Qué hacen aquí tan lejos de casa?” preguntó.

“En otras ocasiones, he visto otros cangrejos como ustedes y no han corrido su misma suerte.”

“Nosotros salimos de nuestro manglar con la esperanza de encontrar cosas nuevas y mejores para vivir. Sin embargo, lo que encontramos fue lo contrario” dijeron los aventureros.

Entonces, Mulato, que ya había vivido bastantes años y era muy sabio, les dio el siguiente consejo:

“Deben regresar a su hogar. Allí encontrarán todo lo necesario para vivir una vida plena. En este lugar no existen las condiciones apropiadas para que cangrejos como ustedes sobrevivan. Aquí el oleaje es fuerte y no permite que se desarrolle el bosque de mangle. Sin embargo, no se entristezcan porque no todo ha sido malo. Lograron encontrar uno de los regalos más hermosos de la vida: ...la amistad.”

En ese momento pasaba una boba, ave común en las costas de Puerto Rico. Mulato pitó y comenzó a hacer señas con su cuerpo.

Boba se acercó y Lulo se asustó, pero ésta le dijo que no tuvieran miedo. Mulato le pidió a Boba que ayudara a sus nuevos amigos, transportándolos hasta sus casas en el manglar. Los cangrejos se subieron al ave y desde el cielo se despidieron de Mulato, el sabio. Iban felices porque regresaban sanos y salvos a su tesoro más preciado ...su hogar.

Universidad de Puerto Rico Recinto Universitario de Mayagüez Programa Sea Grant

Los manglares Laberinto

Nombre: Fecha: Profesor(a): Grado Grupo:

Instrucciones: Observa detalladamente el siguiente laberinto y ayuda a Boba a encontrar el hogar de Pepe y Lulo. Traza una línea en el laberinto para marcar el camino. Luego, escribe un cuento que describa la travesía de estos personajes, mientras regresan a casa por el área oeste de Puerto Rico.

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Travesía de Boba, Pepe y Lulo para regresar a casa por el oeste de Puerto Rico

Escribe, en el espacio provisto, un cuento que describa el viaje de Boba, Pepe y Lulo de regreso a su hogar por el área oeste de Puerto Rico.

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Perfiles de los personajes

¡Hola aventureros! Soy Pepe, un cangrejo violinista llamado Uca rapax. Ése es mi nombre científico. Vivo en los manglares de Puerto Rico y soy muy común. Tengo dos quelas (palancas) y en los machos de mi especie, una de ellas es más grande que la otra. De ahí viene el nombre violinista. Ésta puede a llegar a ser el 65% de mi peso total. ¡Wow! Somos buenos indicadores de la salud del manglar, ya que somos sensitivos a los contaminantes y a los insecticidas. Mientras menos contaminación haya en el lugar, más cangrejos violinistas vivirán allí. Y por último, reciclamos nutrientes en nuestro ecosistema. Puedes unirte a nosotros y reciclar la basura en tu casa. Soy pequeño pero muy importante.

¡Saludos! ¡Mamiii! Soy Lulo y también soy un cangrejo violinista. Sin embargo, tengo un nombre diferente al de mi amigo Pepe: Uca burgersi. Me asustan mucho las cosas nuevas, pero siempre intento hacerlas. Tengo un color rojizo y en los manglares de Puerto Rico soy menos común que Pepe. Al igual que mi amigo, los machos de mi especie tenemos una quela más grande que la otra. Con los túneles que hacemos para nuestras casas, ayudamos a que llegue más aire a las raíces de los árboles de mangle. Así los árboles crecen más felices y saludables.

¿Cómo están amiguitos y amiguitas? Soy la iguana viajera y soy un lagarto llamado Iguana iguana. Aunque vivo en áreas parecidas a Puerto Rico, hace poco tiempo que llegué a esta Isla y todavía me estoy adaptando. Me encanta vivir en los árboles y que me dé el sol para calentarme. Soy una excelente nadadora. ¡Puedo llegar a pesar 16 libras y a medir 6 pies! Mi color de piel cambia dependiendo de mi ánimo, salud o temperatura. En general, sólo como frutas y vegetales pero, a veces, como pequeños cangrejitos y otros animalitos. Si me veo en peligro de que me coman, puedo soltar mi cola ¡y me crece otra!

Saludos niños y niñas. Es un placer para mí, Mulato, conocerlos. Yo soy un cangrejo fantasma llamado Ocypode quadrata. Soy familia lejana de los cangrejos violinistas como Pepe y Lulo. Puedo estar sin comer por mucho tiempo y vivo en túneles en la playa que pueden alcanzar hasta 4 pies de profundidad. Soy un animal nocturno, pero si salgo por el día puedo cambiar mi color para que se parezca al de la arena que me rodea. Mientras más años cumpla, iré haciendo mi casa más lejos de la costa. ¡Recuerden seguir las reglas de seguridad cuando estén en la playa!

¡Saludos! Soy Boba, una ave llamada Sula leucogaster. Soy muy común en las costas de Puerto Rico, y en el mundo me encuentro en las zonas tropicales. Hago mis nidos en cayos de piedra alrededor de todo el Caribe. Vivo sólo en lugares cerca de la playa, ya que me alimento de pequeños peces y calamares. Cuando estoy volando y veo lo que quiero comer, me puedo sumergir en el agua hasta 6 pies de profundidad. Puedo vivir hasta 27 años. Mientras vuelo, observo lo preciosas que son las costas de Puerto Rico.

Referencias de los perfiles

BirdLife International 2012. (2013, 02 25). Sula leucogaster. Consultado de: IUCN 2012. IUCN Red List of Threatened Species. Version 2012.2. http://www.iucnredlist.org/ details/106003659/0

Gingell, F. (2013, 02 25). Iguana iguana. Consultado de Animal Diversity Web : http:// animaldiversity.ummz.umich.edu/accounts/Iguana_iguana/

Knott, D. (2013, 02 25). Atlantic Ghost Crab. Consultado de South Carolina Department of Natural Resources : http://www.dnr.sc.gov/cwcs/pdf/Ghostcrab.pdf

Rosenberg, M.S. (2013, 02 25). Fiddler Crabs. Consultado de Fiddler Crabs: http://www. fiddlercrab.info/

Wenner, E. (2013, 02 25). Fiddler Crabs. Consultado de South Carolina Department of Natural Resources: http://www.dnr.sc.gov/cwcs/pdf/FiddlerCrab.pdf

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719540 781881 9 ISBN 978-1-881719-54-0 UPRSG-E-237

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