REVISTA AMBIENTAL
Carta del director
Los fondos federales recibidos por la O cina Nacional de Sea Grant (ONSG) provienen del Departamento de Comercio. La visión de la ONSG es el uso sabio de los recursos marinos y costeros, y su intención es salvaguardar su calidad, abundancia y las oportunidades económicas que éstos ofrecen para generaciones futuras.
Desde sus comienzos, el Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico apoya esa visión. Nuestro programa ha sido instrumental en la resolución de problemas, en la creación de bene cios y oportunidades económicas, así como recreativas para las comunidades costeras y los usuarios de los recursos marinos y costeros de la región caribeña.
Puerto Rico Sea Grant ha respondido a los retos ambientales diseminando información basada en la ciencia y utilizado nuestra presencia en las comunidades costeras. Tenemos la virtud de no ser una agencia reguladora para ser aceptados y escuchados. Nuestro éxito no sería posible sin el apoyo y la colaboración de un grupo de profesionales extraordinarios, servidores de vocación, reconocidos por su contribución a la educación marina, a la lantropía y a la conservación de los recursos marinos y costeros de Puerto Rico.
Este grupo de buenos ciudadanos han dedicado sus vidas a servir a Puerto Rico. A través de los años han aportado desinteresadamente sus capacidades, habilidades, conocimientos, actitudes y aptitudes al desarrollo de la ciudadanía con la esperanza de enriquecer y fortalecer la educación y, por consiguiente, la calidad de vida de nuestra gente. Desde nichos individuales, han contribuido a moldear un mejor futuro para nuestra patria, impulsando nuevos valores a la sociedad y realzando la dignidad humana con el objetivo de alcanzar el país que anhelamos.
Nuestra revista ambiental lleva más de veinte años al servicio de las comunidades, los recursos marinos y costeros a través de la información y la educación. Con esta edición de Marejada, queremos brindarles este merecido reconocimiento porque queremos que nuestros lectores conozcan el valor que tienen estos puertorriqueños y puertorriqueñas para nuestra patria.
Ruperto Chaparro Serrano, MA
Foto de portada de Raúl Omar Ortíz Arroyo. Playa de Joyuda.
Visión
Mucha gente piensa que el espacio sideral, el universo, es nuestra frontera nal de la exploración y del conocimiento. Sin embargo, los océanos todavía son una región desconocida y nuestros mares, los que nos quedan a unos pasos de nuestras casas, aguardan por nuestros esfuerzos en investigación, para conocerlos a profundidad, mantener su valor ecológico y salvaguardarlos para que las generaciones futuras puedan bene ciarse de las oportunidades económicas y recreativas que estos ofrecen. Tal vez, lo irónico es que muchos conocen sobre el planeta Tierra o sobre nuestro sistema solar, pero conocen muy poco sobre los ecosistemas marinos y costeros y su extraordinaria biodiversidad, su fuerza y su energía física, así como su papel en la climatología. Como ciudadanos, debemos entender bien esa inmensa parte de esta biosfera que está formada por las aguas de los océanos.
Marejada surge como un medio de comunicación enfocado en educar a los hispanoparlantes acerca de la importancia de proteger nuestros mares y océanos de los complejos procesos climáticos y antropogénicos que los amenazan.
Marejada es una revista ambiental comprometida con la conservación y el desarrollo sustentable de nuestros recursos y atracciones marinas y costeras. Nuestro interés es educar al público general y llevarle información cientí ca de una manera sencilla y fácil de entender. Para nosotros, uno de los puntos clave, en el marco de las investigaciones cientí cas aplicadas, es poder desarrollar proyectos dirigidos a solucionar problemas actuales que afectan los recursos marinos y costeros que nos rodean, al tiempo que facilitamos los resultados de estas investigaciones a los manejadores y los usuarios de estos recursos. Estos resultados deben ser publicados y puestos al alcance de la mayor cantidad de personas. Esta revista ambiental constituye ese espacio accesible para que los investigadores, los cientí cos, los usuarios de los recursos, los educadores, los manejadores y los especialistas publiquen artículos cónsonos a nuestra visión, al tiempo que el lector disfruta en este proceso del saber.
Marejada: una manera de acercarte más a la costa.
Marejada es publicada por la División de Comunicaciones y Publicaciones del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, bajo la subvención Núm. NA180AR4170089 del Departamento de Comercio de Estados Unidos y la Administración Nacional Oceanográ ca y Atmosférica (NOAA).
ISSN 1947-1424
Para este número
Cristina D. Olán Martínez: Editora
Stephanie Díaz Pérez: Coordinadora editorial y entrevistadora
Francisco Felix Canales Dalmau: Redactor de información y editor
Esther M. Vélez Bonilla: Redactora de información
Oliver Bencosme Palmer: Diseñador editorial
Raúl Omar Ortiz Arroyo (“Pichón Duarte”): Impresión
División de Comunicaciones y Publicaciones
Ruperto Chaparro Serrano: Director del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez
Stephanie Díaz Pérez: Directora de Comunicaciones/Directora Editorial
Delmis del C. Alicea Segarra: Especialista en currículo y evaluación
Cristina D. Olán Martínez: Editora
Francisco Félix Canales Dalmau: Redactor de información
Esther M. Vélez Bonilla: Redactora de información
Oliver Bencosme Palmer: Artista grá co/Diseñador editorial
Cynthia Lee Gotay Colón: Ilustradora cientí ca
Fabiola Nieves Guerrero: Ilustradora cientí ca
Raúl Omar Ortiz Arroyo (“Pichón Duarte”): Jefe de imprenta
Esther M. Vélez Bonilla: Entrevistadora y transcriptora
Wilmarie Cruz Franceschi: Traductora
Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta revista no necesariamente re ejan los de la Universidad de Puerto Rico o los del Programa Sea Grant. La mención de marcas de productos no debe ser interpretada como un endoso a las mismas.
Conversaciones frente a la Marejada
(Entrevistas con Álida Ortiz, Edgardo Ortiz y José Barea)
“Sabemos que esta conversación provocará asperezas y generará preguntas incómodas sobre los derechos de propiedad, el retiro a largo plazo de estructuras ubicadas en la costa, la responsabilidad del gobierno de proteger al público de los riesgos y de las amenazas naturales costeras y los recientes cambios en el pago de primas por la industria de los seguros.”
Estas son las palabras del director del Programa Sea Grant en Puerto Rico, Ruperto Chaparro, en su carta para el primer número de la revista Marejada en el 2007. Para esta fecha, presentaba esa primera edición que seguía la trayectoria del Boletín Marino, revista que por casi 25 años compartió actividades y proyectos de extensión e investigación cientí ca coordinados por el programa. Desde entonces, Sea Grant Puerto Rico ha continuado con su misión de ofrecer “un caudal de información educativa dirigida a velar por el desarrollo sostenible de los recursos marinos y costeros del archipiélago de Puerto Rico y del Mar Caribe que compartimos con otros países hermanos”.
Por más de una década, la revista Marejada ha sido fuente de conocimiento y trabajo para la comunidad cientí ca, los estudiantes y el público en general, entendiendo “la importancia de proteger nuestros mares y océanos de los complejos procesos climáticos y antropogénicos que los amenazan”, tal como se expresa en la Visión de la revista. Durante todos estos años, la revista ha servido de plataforma para conversar e ilustrar sobre temas tales como los microplásticos en los océanos, los arrecifes de corales y su protección, la bioluminiscencia, las reservas marinas, los mamíferos, las comunidades pesqueras y, sobre todo, asuntos de cambios climáticos y todo lo relacionado al acceso y protección de playas. No acabaríamos si enumeramos todo lo que ha compartido a sus lectores. Esta revista también resalta el nivel de colaboración, responsabilidad y compromiso de nuestros puertorriqueños y puertorriqueñas evidencia de todos los intentos de los diferentes componentes de la sociedad para proteger y educar al país sobre los recursos marinos. Participan educadores, cientí cos, escritores, líderes comunitarios, estudiantes, pescadores, fotógrafos y artistas, entre otros.
Cuando Ruperto Chaparro hace referencia a esas preguntas incómodas, no lo hace en un vacío. Al igual que las personas que aparecen en este número de Marejada, el director apunta al advenimiento del
cambio climático y la posición que ocupa Puerto Rico frente a este fenómeno y sus consecuencias. Eso fue en el 2007 y es evidente lo que está sucediendo alrededor de Puerto Rico hace años: “desarrollo” desmedido, ignorancia a la plani cación, erosión de costas, sembradíos desconsiderados de cemento que calientan el ambiente. Podemos seguir enumerando casos, pero para eso les presentamos este número de la revista Marejada.
El Programa Sea Grant siempre ha contado con muchos colaboradores provenientes de distintas ramas y disciplinas. Estas personas han estado comprometidas con el país y con el trabajo que toca hacer para hacer para proteger los recursos naturales, un asunto que nos toca a todos y todas. En este número, tuvimos la oportunidad de conversar y conocer a personas fundamentales en la educación y conservación del ambiente. Estas conversaciones giraron en torno a la historia, el trabajo y sus conocimientos en sus respectivos nichos. Ya sea a través del salón de clases, los recorridos por las costas, o la escritura de libros, estos puertorriqueños y puertorriqueñas han dedicado gran parte de su vida a la protección y conservación de los recursos naturales.
Reconocerán las múltiples coincidencias que existen entre ellos; nos referimos a sus preocupaciones, sus denuncias y por supuesto, sus aspiraciones. Nos dejan en sus palabras herramientas para continuar construyendo cimientos más fuertes a partir de sus vigas (su trabajo de décadas). Nos parece idónea la metáfora de la construcción frente a la salvaje obsesión que tienen algunas personas con el cemento y la construcción en bienes de dominio público, sumado a la dejadez de las agencias gubernamentales pertinentes. Les presentamos estas conversaciones con líderes y pioneros en sus respectivos campos. Esperamos que sean de provecho para nuestros lectores y que como dijo Ruperto Chaparro hace catorce años en el primer número de Marejada, con amos en que “nuestras acciones sean alimento de vida y renuevo de esperanza para un medio ambiente costero que necesita con urgencia de nuestra ayuda”.
Francisco Félix Canales Dalmau
Dra. Álida Ortiz Sotomayor
“La sola presencia de los textos delatan el compromiso con una tarea que no tiene fin: educar, esa misión a la que Álida le ha dedicado gran parte de su vida”.
-Jannette
La doctora Ortiz fue la primera persona en graduarse con un doctorado en Ciencias Marinas en Puerto Rico. Conversamos con una pionera en su campo y a través de esta entrevista podrán con rmar que su experiencia hace de ella una institución educativa. Ha estado al frente de múltiples iniciativas y proyectos asociados a los ecosistemas marinos y a la formación académica y escolar de muchas personas. La doctora Ortiz fue parte de la creación del Bachillerato en Biología Marina y gestora del campamento Cajaya, una iniciativa que le permitió a estudiantes y maestros conocer el mar y envolverse de manera de nitiva con él a través del trabajo. También ha sido colaboradora y extensionista con el programa Sea Grant.
Su presencia ha servido como nexo e hilo conductor para la colaboración entre agencias y entidades
comprometidas con la investigación y la educación sobre los recursos marinos y costeros. Ha logrado el intercambio de conocimientos y la producción de recursos educativos que aún se mantienen en vigor. La doctora Ortiz hace hincapié (al igual que muchos de nuestros entrevistados) en el menester pedagógico, en la responsabilidad que tenemos de preparar a las futuras generaciones ante los cambios climáticos y la dejadez de las agencias encargadas de conservar y proteger el ambiente. Para ella es sumamente importante esa inmersión comunitaria, la colaboración con comunidades y el desarrollo de las artes como vehículo hacia la consciencia de protección de nuestros recursos. Con amos que, con este intercambio, los lectores puedan (re)conocer a una persona fundamental en la conservación de los recursos marinos y costeros, así como a una precursora de los programas que hoy día se
dedican a lo mismo. Por una razón el director Ruperto Chaparro la apoda “la madre de Sea Grant en Puerto Rico”.
Esther M. Vélez Bonilla (EMVB): Queremos comenzar haciendo un recorrido sobre su trayectoria. ¿Cómo fue que emprendió este camino de la protección de los recursos marinos y costeros? ¿Cómo fue esa primera llamada? ¿Quizás alguna experiencia que tuvo con la costa desde temprana edad?
Álida Ortiz Sotomayor (AOS): La primera vez que tuve una experiencia con el espacio marino fue en la Universidad de Puerto Rico; había un bachillerato donde se estudiaban moluscos, corales y uno de los viajes de campo fue para la isla Magueyes. Lo curioso es que yo no sabía nadar, absolutamente nada. Así que esa fue la primera vez que tuve alguna experiencia marina y te estoy hablando de los años 50. De pequeña no tengo ningún recuerdo donde nos metiéramos a la costa en la playa porque no sabía nadar y a nosotros cuando nos llevaban a la playa nos amarraban de una palma, cosa de que tú estabas todo el tiempo en la orilla y tenías que pedir veinte permisos para que te dejaran entrar al agua y como en mi familia nadie, nadie, nadie sabía nadar, no me podía meter al
agua. Mi interés o entusiasmo por el espacio marino viene de mucho tiempo después, cuando terminé mi maestría en Cornell.
Regresé a Puerto Rico y continué mis estudios en la Universidad de Puerto Rico en el Recinto de Humacao; ahí comienzo a hacer un Programa de Biología Marina. Esta oportunidad se dio porque estábamos cerquita de la playa y yo podía dar clases en la playa si me daba la gana. Vieques estaba ahí, Culebra estaba ahí; así fue que comenzamos con ese programa. Para ese tiempo aparece la posibilidad de Sea Grant, fue un programa que se le ofreció al Recinto de Mayagüez. Fue ahí porque había un grupo marino, había una escuela, había unos laboratorios, pero en un principio la Universidad dijo que no a Sea Grant. Fue cuando empezamos el Programa de Biología Marina que el presidente de la universidad en ese momento, el doctor Arturo Morales Carrión, tuvo sus conversaciones y decidió aceptar el programa de Sea Grant en el recinto de Humacao. Ahí estuve cerca de dos años y comenzamos a hacer investigaciones marinas y por n logré meterme en el agua.
EMVB: ¿Su bachillerato fue en Ciencias Marinas aquí en la Universidad de Puerto Rico?
Viaje de campo liderado por Álida en Yabucoa.
AOS: Mi bachillerato fue en Ciencias porque no existía un bachillerato en alguna ciencia marina en la Universidad de Puerto Rico. Por eso fue una idea excelente comenzar en Humacao, porque nosotros queríamos trabajar con el mar y tener un Programa Marino. Comenzamos con Biología Marina en el Recinto de Humacao y ahora mismo es el únicoprograma de bachillerato en Biología Marina que tiene la Universidad de Puerto Rico.
EMVB: ¿Su maestría y doctorado los hizo fuera de Puerto Rico?
AOS: Mi maestría la hice en Cornell y regresé a Puerto Rico. Ahí entro al doctorado en Ciencias Marinas. Fui la primera persona que recibió ese grado aquí (en Puerto Rico). En el Recinto de Mayagüez volví a las Ciencias Marinas; mi tesis fue sobre el alga del género Gracilaria con el doctor Luis Almodóvar. Para mí eso fue un sueño.
EMVB: ¿Cuáles fueron esos primeros trabajos que tuvo después de obtener su doctorado?
AOS: Los primeros trabajos fueron organizar ese programa de bachillerato en Biología Marina. Siempre he pensado que Ciencias Marinas es un programa amplio que estudia las ciencias marinas en general, los suelos marinos, organismos marinos, ecosistemas, etc. Fue de los primeros programas que comenzaron en Humacao por lo que cuando llegó Sea Grant, también adoptaron el programa. Llegó el Programa Cajaya para maestros que se hacía en el verano y el Fideicomiso de Conservación que tiene la Reserva de Fajardo en el faro de ese mismo pueblo. El Faro nos los prestaban a nosotros en el verano para que los estudiantes y los maestros se quedaran allí y hacíamos un verano entero, únicamente de cuestiones marinas. No solamente era meterte al agua, sino que había que caminar por el pueblito cerca de la costa de Fajardo para entender el impacto que tiene todo lo que pasa en tierra sobre el mar.
Pescador lanzando la atarraya.
“Para mí, aprender sobre el ambiente marino no es cuestión de sí yo quiero aprender a nadar, no es cuestión de conocer lo que hay adentro.”
Otro proyecto bien importante que comienza con el Programa Sea Grant fue tener extensionistas marinos. Y esos extensionistas no eran personas que sabían de contenido marino, sino del Servicio de Extensión Agrícola, porque Sea Grant siempre ha tenido extensionistas desde el elemento agrícola. Tuvimos un pescador con nosotros y comenzamos a trabajar con las villas pesqueras. Estos trabajos iban con cuestiones que tienen que ver con las artes de pesca, el manejo de los muelles, lo que podemos encontrar en el mar y el impacto que tiene positiva y negativamente la actividad pesquera. Así que nosotros teníamos Extensiones Marinas y trabajamos al principio solamente con las comunidades pesqueras. Para mí, aprender sobre el ambiente marino no es cuestión de si yo quiero
aprender a nadar, no es cuestión de conocer lo que hay adentro. Es una combinación de todas las disciplinas. El ambiente marino debería estar en todo el currículo escolar, desde kínder hasta la escuela superior. Nuestro trabajo inicia cuando comenzamos a trabajar con los maestros, dándoles talleres en el campo. El proyecto de Cajaya se logró con unos fondos extraordinarios del Departamento de Educación; este era un campamento de verano para que los estudiantes tomaran unas clases. Comenzamos a hablar sobre las ciencias terrestres ya que la gente suele pensar que esto únicamente trata de las montañas y el aire. No todo lo que nos rodea tiene que ver con las ciencias terrestres. Conseguimos que el Departamento de Educación nos permitiera desarrollar talleres para los maestros en ciencias terrestres para que lo enseñado en las ciencias fuera algo más completo; iba desde las montañas hasta el fondo del mar. Hacíamos viajes de campo que comenzaban en la playa y luego íbamos a lugares más elevados en el río para que pudieran entender mejor su comportamiento y cuáles eran sus características; o viceversa, comenzábamos arriba y luego íbamos río abajo hasta llegar a su desembocadura. Lograr esto nos tomó mucho tiempo. Las personas
que participaban en este viaje debían tener experiencia de campo en Puerto Rico para así poder enseñar de la manera correcta. Conseguimos fondos del mismo Departamento de Educación que nos dio la oportunidad de trabajar con los maestros. Con ellos debíamos tener un geólogo de Estados Unidos que tenía nuestra visión, pero era más experto en la zona de la montaña. Porque los de aquí entienden la geomorfología de la isla y queríamos contrastar con alguien de otro lugar. Así es que fuimos a Carolina del Norte, Florida y el Golfo de México; todo pago por el Departamento de Educación para esos maestros. De la misma forma que fuimos a diferentes lugares de Estados Unidos a tomar sus talleres, los maestros de Estados Unidos también vinieron a Puerto Rico a tomar nuestros talleres, lo cual fue un tremendo intercambio. En ese momento el doctor Robert Shepper dirigía la parte de Sea Grant en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Él se maravilló cuando vio lo que estábamos haciendo en el campo y nos dijo; “Mira vamos a conseguir fondos para que la gente de Carolina del Norte pueda venir acá, ¿ustedes lo aceptan? Obviamente le contestamos “claro que sí” y lo mismo que hacíamos con los maestros de Puerto Rico, se hacía con ellos. Después nosotros le llevamos nuestros maestros a esos sitios en Estados Unidos para que vieran las diferencias en la costa, vieran los diferentes ecosistemas que a pesar de que siguen siendo ecosistemas marinos no son iguales, ya que una pradera de hierbas marinas aquí no es igual a la pradera de algas en Florida. Al nal, esta fue una experiencia tremenda y todavía creo que deben quedar unos cuantos maestros que deben estar usando los materiales que se les entregaron. También hicimos un libro de texto para las escuelas que por el tiempo que ha pasado, puede que ya haya sido cambiado por otro.
EMVB: ¿Usted diría que estos comienzos y estos programas que estableció acá son sus proyectos más importantes a lo largo de su carrera?
“Lo que ocurrirá a este paso es que en todas las costas donde haya edificaciones construidas quedarán dentro del mar muy pronto, porque este fenómeno no va a parar.”
AOS: Yo entiendo que sí, porque para mí el elemento de educación es bien importante y por supuesto, creo que es necesario e indispensable que se le dé la práctica cientí ca para que los estudiantes conozcan los equipos y esos organismos desde el punto de vista de su constitución zoológica. Pero vuelvo a recalcar que la educación marina y los conceptos marinos tienen que entrar desde kindergarten hasta escuela superior. Se tienen que leer novelas, cuentos y obras de arte. ¿Por qué yo no tengo estos estudiantes que cogen clases de arte pintándome todas las murallas de las playas?
A veces, simplemente yendo a los sitios y haciendo preguntas se aprende mucho porque ahí se crea la curiosidad de cada cual.
EMVB: En verdad que ha sido de sus mejores legados.
AOS: ¡Uy sí! Y aún no he salido de eso todavía... porque ahora con los pescadores todavía busco materiales. Esto lo hice en la Bahía de Jobos y después lo añadimos para Rincón y Añasco. Así que distribuir información no cambiará. Quizás si cambia la tecnología que tú usas, pero familiarizarse con el contenido y cómo usarla, eso lo hacemos desde la casa.
“No podemos pensar que, por aprobar una ley o un plan, nos quedaremos con los brazos cruzados si no se pone en vigor.”
Costa del pueblo de fajardo.
Álida en un taller de Guarda Arenas en la comunidad de Pozuelo en Guayama.
EMVB: Con su larga trayectoria trabajando en este campo, ¿diría que siempre hemos visto los mismos problemas en las zonas costeras como lo puede ser la erosión costera? ¿Falta alguien que esté pendiente y vele por los recursos y políticas públicas para cuidar los recursos marinos y costeros? ¿Siempre ha sido así o considera que actualmente está peor?
AOS: Yo creo que está peor porque al elemento de plani cación no se le da la importancia necesaria desde la agencia plani cadora; la educación universitaria en plani cación no es un punto importante, esto desencadena eventualmente en problemas a la hora de ejecutar planes de conservación. Búscame cuántos de esos plani cadores sabe algo de la costa; diré casi nadie, por no decir nadie, y ellos son los que aprueban los proyectos. El fenómeno de la erosión es un fenómeno natural, pero es un fenómeno natural dentro de los elementos de geomorfología de esa costa que ha sido acelerado en tiempos recientes. Yo puedo tener una base de arena en varios niveles, desde que la ola rompe en la costa hasta más arriba, eso es una duna. Entonces, la Junta de Plani cación me aprueba un proyecto hotelero que elimina esa duna. Por lo tanto, te ha cambiado totalmente la conformación geomorfológica
de esa área. El oleaje es algo que no puedes aguantar; esa cuestión de poner rocas para hacer un rompeolas no suele alivianar las olas del todo. Al nal, mientras nosotros no tengamos políticas responsables, el oleaje coge esas rocas y se las tira encima.
Porque en papel puedes tener las políticas que quieras, pero que las ejecuten y las respeten los plani cadores, arquitectos, ingenieros y municipios es muy complicado de controlar y así seguiremos teniendo casos como los de Rincón. Lo que ocurrirá a este paso es que en todas las costas donde haya edi caciones construidas quedarán dentro del mar muy pronto, porque este fenómeno no va a parar. Puerto Rico es una isla rodeada por agua que llega con oleaje a la orilla en muchos sitios, llegan en los cambios de mareas durante el año; cuando ocurren eventos meteorológicos solemos tener marejadas de 20 pies en las costas. ¿Quién va a aguantar eso?
EMVB: ¿Hay alguna acción que usted cree que no se haya hecho para prevenir la situación en que estamos? dónde usted diga que es súper necesario, ¿cómo una aprobación de una ley o algún trabajo que no se haya hecho?
AOS: Lo primero es el elemento de educación. Se lleva mucho tiempo diciendo que la educación es algo fundamental, pero no se ha hecho algo para mejorarla en general y en términos de plani cación se dice que supuestamente tenemos un plan de manejo costero. A nales de los 90 se creó un Programa de Manejo de la Zona Costanera (PMZC). Quisiera saber todos los cambios que ha habido por parte del PMZC. Desde cuándo no se evalúa toda la costa de Puerto Rico. No lo que está haciendo la doctora Maritza Barreto, que es excelente, sobre tener los datos al día. Pero si esos datos se me quedan en un trabajo cientí co y no entran a un documento legal de plani cación, es como si no existieran.
Esas decisiones difíciles se tienen que tomar ahora mismo porque después del huracán María, nosotros debimos hacer una revisión inmediata y ya han pasado muchos años desde el huracán. En la zona costera hay muchos edi cios que están dentro de la zona marítima terrestre (ZMT). Antes de María estaban como a unos 10 pies más para adentro, pero como se ha ido la orilla y se fue toda la arena, ahora están en el mismo borde de la zona costanera.
EMVB: Actualmente, sé que trabajas con el Consejo de Administración Pesquera del Caribe. Si nos pudiera hablar un poquito del trabajo que está realizando ahora; ¿cómo lo que ha hecho en el pasado le ha llevado a estar dónde está ahora?
AOS: Sí, pues mira, con el Consejo de Pesca yo tomo la información de los documentos cientí cos y o ciales que salen del comité cientí co de la NOAA sobre lo que es el recurso pesquero. Con esa información tengo que desarrollar algún tipo de actividad, como un taller pequeño con los pescadores. Puede ser una hoja de información, puede ser mediante la distribución de videos, y se han hecho muchos videos para las cuestiones esenciales. Ahora mismo tenemos este libro de recetas que se ha hecho del Consejo de Pesca, pero que sus primeras treinta páginas son sobre el ecosistema marino para que la gente entienda lo que pesca y lo que compran en el restaurante, de dónde viene ese producto y qué impacto se ha hecho sobre el recurso. Creo que esa es la única forma, y en el Consejo tengo una comunidad bien amplia; aún hay temas que discuten cientí cos del Consejo. Yo no, porque no conozco el vocabulario, así que tengo que venir corriendo para donde Edgardo, a preguntarle qué quiere decir cada cosa que no entiendo y con eso hago el trabajo.
Nosotros no podemos pensar que por el hecho de que aprobaron una ley o un plan nos vamos a quedar con los brazos cruzados si eso no se pone en vigor. Honestamente, para mí la responsabilidad del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales no va para ningún lado porque ellos tienen la información y también la forma de buscarla. En Patillas y en Ceiba, hicieron carreteras, pusieron agua y alcantarillado que descarga en orilla del mar. Aprobado por plani cación, con todos los permisos.
EMVB: ¿Siente que en algún momento esta situación puede parar, que van a poner en vigor la ley? ¿Tiene esa esperanza de que esto cambie en algún momento?
AOS: ¡Ay, yo espero! Pienso que cuando de veras ocurra otro huracán fuerte como fue María no les va a quedar más remedio. En cierto modo, hay que hacer legalmente responsable a estas o cinas y a estos departamentos, porque ellos tienen el reglamento, tienen la ley, tienen la autoridad y al nal del día, la gente hace lo que le da la gana. También hay elementos corruptos, donde hay mucho dinero por debajo de la mesa. Así que los ciudadanos tenemos que pedirles responsabilidad a esas agencias y eso nos incluye a todos.
EMVB: ¿Qué les diría a jóvenes que ahora estén interesados en alguna carrera que tenga relación directa o indirecta con los recursos marinos y costeros? ¿Qué le podría decir a esos jóvenes? Los que están interesados en estudiar estas carreras, pero quizás no están
Reunión del Panel Asesor de Extensión y Educación (OEAP, por sus siglas en inglés) del Consejo de Administración Pesquera del Caribe (CFMC) dirigido por Álida y Miguel A. Rolón. De izquierda a derecha, vemos a Wilson Santiago, Diana T. Martinó, Gerson Martínez, Andrés Maldonado, Álida Ortiz, Marcos Hanke, Stephanie Díaz, Cristina D. Olán y Jannette Ramos.
decididos, quizás no saben qué esperar. ¿Qué le podría decir?
AOS: Pienso que el espacio está totalmente abierto. A lo que vuelvo a darle énfasis es al elemento Sea Grant. Esa educación que damos, como talleres o actividades con los estudiantes en el campo, motivarlos a que vayan. No solamente a que aprendan de inmediato lo que están haciendo allí, sino que vean que hay oportunidades de estudios. Ahí ellos aprenden, ven el vocabulario yven todo lo que hay que hacer y aprenden de ello.
EMVB: ¡Qué bien Álida, y gracias por este tiempo, por este espacio, por esas palabras para esos jóvenes! Le pregunto aparte, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre? Un poquito fuera de su carrera profesional.
AOS: Cocinar.
EMVB: ¿De verdad? Pues ya sé por qué el recetario.
AOS: Hace tiempo que no voy a caminar a la playa, eso era antes de que tuviera mucho tiempo para cocinar.
El trabajo que hago con el Consejo de Pesca y con los maestros que a veces me llaman a ver si puedo ir a darle una charla a los estudiantes y ese tipo de cosas. Es lo que me gusta hacer, así que eso es lo que hago todos los días. A veces dejo todo lo académico a un lado y cocino, cocino, cocino.
Fíjate, aquí hay un elemento que se me ha venido quedando, pero que hicimos mucho. Hablo del turismo. Cuando salgo de la UPR, me retiro del Recinto de Humacao y la persona que estaba dirigiendo turismo se interesó en cómo ellos podían impactar a los guías turísticos con esta cuestión marina. Así que estuve como cinco años con la Compañía de Turismo produciendo materiales para los guías turísticos, produciendo materiales para que vieran las leyes y el cuidado que ellos tienen que tener cuando van a un ambiente marino. Tú no me puedes amarrar ese bote de un manglar, tú no puedes poner a la gente a caminar por encima de unos corales que están llanos. Y eso se hizo. Lo hicimos por 5 años alrededor de toda la Isla. Pero después, cuando
cambia el gobierno y vienen otros intereses, ahí se quedó. Así que el turismo es algo que tenemos que atender, porque nuestro turismo es casi todo costero.
EMVB: ¡Qué interesante! No habíamos tocado el tema de turismo.
AOS: En aquel momento, Turismo estaba bien interesado y dejamos materiales allí, hasta para clasi cación de arena. De ahí también es que sale el Programa de Bandera Azul, porque nosotros fuimos los primeros que trajimos Bandera Azul al área del Caribe. La persona que estaba en Turismo se enteró de Bandera Azul y me dijo que eso se podía hacer aquí. Así que fuimos hasta Canadá, fuimos a todos sitios a ver cómo se aplicaba Bandera Azul en Puerto Rico. Se hizo la Ley de Playas y ahí pusieron Bandera Azul. Ahora tienen problemas porque hay que bregar con la contaminación de las aguas sanitarias, la erosión y todo eso. Turismo tiene que atender eso también, no es solamente Recursos Naturales.
Lcdo.
José G. Barea Fernández
“¿De qué lado de la historia quieres estar?”
El licenciado José G. Barea Fernández es presidente de Special Olympics PR y también preside la Junta de la Corporación del Proyecto Enlace del Caño Martín Peña. Su labor está vinculada con la protección y educación de las comunidades vulnerables en Puerto Rico. En la conversación resaltan sus años de experiencia y su participación en diversos litigios importantes en la isla, elementos que arrojan luz hacia la dedicación que tiene a su profesión. Llama la atención su conocimiento en detalles y especi caciones relacionadas a las leyes que tienen que ver con asuntos como los deslindes y las zonas marítimo-terrestres. En esta conversación se asoma un compromiso serio con su o cio, pues además de ser abogado, extiende sus conocimientos para ayudar a atletas con discapacidad intelectual a participar de eventos internacionales y a recibir el reconocimiento que se merecen.
El abogado también nos hace un repaso de las particularidades con el caso del dragado del Caño Martín Peña, un acontecimiento que ya lleva mucho tiempo en proceso de comenzar. Identi ca las de ciencias del Estado y sus agencias gubernamentales, así como las prácticas envilecidas (corruptas) de algunas personas y entidades. Cuenta con la esperanza de que el dragado sea un precedente para otras comunidades en Puerto Rico, un primer bloque en el empoderamiento de las mismas, y que ayude a los individuos a desenvolverse en este tipo de procesos. Señala que sus deseos van por ese camino y explica que la lucha y participación comunitaria es fundamental en la protección de los recursos ambientales. Para él, la empatía, la educación y la solidaridad son algunos de los elementos requeridos para ganar las luchas presentes.
Stephanie Díaz Pérez (SDP): Háblenos acerca de usted, ¿cuál es su carrera actual?
José G. Barea Fernández (JGBF): Soy abogado, ejerzo la profesión desde nales del 1986 y principio del 1987. Estudié el bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en el recinto de Río Piedras. Me gradué de Economía en Ciencias Sociales ydespués hice la Escuela de Derecho en la Universidad Interamericana. Casi no he participado en casos criminales, todo ha sido tema civil. Mucho litigio comercial y ahora mismo atiendo cierres comerciales en cooperativas. Tengo mis clientes corporativos y ahora tengo más temas de consulta que de litigio; en cierto sentido es más positivo para los clientes porque es más e ciente el trabajo del servicio que le da el abogado. Mejor es prepararse antes
y anticipar posibles consecuencias. Los pleitos de temas civiles duran años.Usualmente, el que más paciencia tenga, al nal es el mejor que sale y el que obtiene mejores resultados del esfuerzo en términos del dinero invertido. El dinero que se tiene que invertir es mucho.
Ese cuento de que todo el mundo va a entrar a litigar ahora con el Proyecto 4741… pues, eso es cuento de camino, porque la realidad es que hay que tener capacidad económica para poder entrar en pleitos que suelen ser largos. Yo tuve uno que cuando lo comenzamos tenía 34 años y cuando terminé tenía 54. Fue tres veces al Supremo, se presentaron varios precedentes y también, hay varios precedentes importantes de una regla de procedimiento civil que sentamos en el Tribunal de Apelaciones y se modi có en cierto sentido la acción de nivelación. En cierto modo, cuando un demandado puede contra el otro, es para recuperar lo que haya tenido que pagar como compensación y ese ha sido un pleito en medio de un vaivén. Este, obviamente, es el pleito más largo que he tenido y en términos de sentar precedentes, el más importante en la carrera.
Si hablamos del tema de Rincón, puede llegar al Supremo, pero parece que no va a sentar un precedente. Ahí la controversia principal era el tema del deslinde, pero esos son otros veinte pesos.
SDP: ¿Ha trabajado en el caso de la situación que está ocurriendo en Rincón de la construcción en la costa?
JGBF: Pues mira sí, todavía nos quedan algunas cositas pendientes. Está en controversia el tema de la restauración ecológica y la demolición que todavía no se sabe; también había una controversia de un tema a procesar. Es interesantísimo en sí y se tiene 120 días para ejecutar la sentencia. Yo tenía entendido que como es una ley especial—la Ley de Permiso (Ley 161 del 1 “Ley de Legitimación Activa Ambiental”: Dicha ley otorgaría legitimación activa estatuaria plena a cualquier persona en Puerto Rico que, motivada por el propósito de hacer valer política pública ambiental, interese presentar, intervenir, solicitar reconsideración recurrir o apelar como parte en cualquier acción o causa civil o administrativa bajo cualquier ley, reglamento u otra fuente jurídica que verse sobre asuntos ambientales, ecológicos o relacionadas con la protección, conservación o desarrollo de los recursos naturales o que tengan un impacto directo o indirecto en cuanto a estos asuntos. https://aldia.microjuris. com/2022/11/01/al-senado-proyecto-que-otorgalegitimacion-activa-en-casos-ambientales/
Condominio Sol y Playa en Rincón, Puerto Rico luego del huracám María den 2017.
2009) —que te daba una especie de estatutario2 donde no se tiene que demostrar que es un daño irreparable, tenía entendido que era inmediata, entonces de qué vale esperar 180 días.Aquí no había un daño irreparable o calculable en verdad, porque se pueden afectar las especies en peligro de extinción. Eso requiere un análisis detenido y alguien que esté pendiente si los tinglares o careyes llegan a la costa a desovar.
Mientras más tiempo transcurra y más tiempo prevalezcan estas estructuras, más grande puede ser el daño ambiental. Así que el propósito de esa ley es dar la oportunidad de inmediatamente paralizar las obras. En Rincón no era un pleito ordinario. Tenía que atenderlo ahí por lo que eso está pendiente, precisamente la información del deslinde que el Estado entendió. Uno de nuestros planteamientos era que no había sido noti cado dentro del portal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y a base de eso, no se da el debido proceso a las partes. No solo a nosotros, si no a otro interesado o a cualquier otro afectado con
2 Referente a una regla que tiene fuerza de ley.
derecho a comparecer. Esto hizo que el Estado, al no entrar en el tema de la metodología para establecer el deslinde, se viera obligado a modi car la de nición de la Zona Marítimo Terrestre del Reglamento 4680, por lo que se dieron cuenta que no iban por el camino más sencillo y lo desestimaron ahí. El condominio decidió apelar, pero yo considero que no le convenía esa decisión.
Un informe del doctor Miguel Canals Silander y tres agrimensores del municipio de Rincón de nitivamente destruiría la posición de cualquiera y tendríamos que establecer una nueva metodología acorde con los tiempos actuales y con el cambio climático para determinar cómo afectará a Puerto Rico en el futuro el establecer la zona marítimo terrestre.
SDP: Perfecto. Usted ha manejado estos casos; ¿con cuántos ha tenido que lidiar que tengan que ver con la zona marítimo terrestre o construcciones en la costa?
JGBF: Muy pocos, pero sustanciales. En este pleito
hemos tenido que hacer de todo. Yo he estado en otros temas que tienen que ver más con las leyes de permisos, como te mencioné anteriormente.
SDP: ¿Qué le motivó a entrar en esta línea de trabajo?
JGBF: Proteger las comunidades pobres y menos privilegiadas. Así que he aprendido mucho en el tema y he estado apoyando a las Olimpiadas Especiales.
Tuvimos la oportunidad de representar a Puerto Rico en Los Ángeles en el 2015, en unos juegos mundiales con la delegación de atletas con necesidades especiales que más ha destacado de Puerto Rico. Luego fuimos a los Emiratos Árabes en el 2019 con una delegación bien destacada de 80 atletas. Este año, el gobierno por n nos reconoció a través de la legislatura como parte del movimiento deportivo internacional con una asignación de ley anual junto al Comité Olímpico.
Es un comienzo y es la primera vez en la historia que la legislatura, además de asignar fondos del Comité Olímpico, asigna fondos a una entidad que básicamente hace lo mismo, aunque nuestros participantes son personas con discapacidad intelectual.
Uno comienza un proyecto y no está satisfecho hasta que lo termina. Así ha sido para mí. Ahora soy el presidente de la Corporación de Proyecto Enlace de la junta de directores; también fui designado en el año 2013 por la entonces alcaldesa Carmen Yulín Cruz. Fui representante en esa mesa y de inmediato fui seleccionado como el presidente de la junta y hasta el sol de hoy continúo ahí. Ya en el año 2023, cumpliré 10 años como presidente.
José Barea nos habla un poco sobre el dragado del Caño Martín Peña
JGBF: Hemos recibido una asignación de 160 millones para el proyecto del dragado del Caño Martín Peña. Entiendo que para enero o febrero del 2023 debe estar la primera piedra de este proyecto y el comienzo
del dragado. Principalmente, la limpieza ambiental es la primera etapa de lo contratado por el Cuerpo de Ingenieros. Yo diría que es la pieza que hacía falta para que este proyecto se logre. Es una cosa extraordinaria y si esto se logra, va a empoderar a todas las comunidades. No solamente las colindantes con el Caño Martín Peña, sino a todas las demás comunidades de Puerto Rico. Los residentes de estas comunidades llevan años pendientes a ese proyecto de ley.
¿Qué idea se tiene sobre este proyecto? Que estas personas venden esos espacios a personas y desarrolladores sin escrúpulos. Se perdió el concepto principal y muchas de estas personas no tienen otro lugar para vivir. Hay que realojar. Primero, se deben identi car los bienes e inmuebles para preparar toda la documentación donde se le explica al ciudadano que es lo que está haciendo y donde se le guarda la custodia del dinero. Si la persona tiene que mudarse, se le entrega el dinero para que compre otra propiedad. Básicamente, se le compra su espacio. Para nosotros tiene un gran valor porque se convertirá en un espacio protegido.
No es cuestión de que se te desplace con un “aquí está tu dinero, compra lo que puedas, vete y a Dios que reparta suerte”. Ese no es el propósito. En este lugar hay personas bien preparadas que son trabajadoras. Comenzamos a trabajar en el 2011 hasta el día de hoy. El proyecto mueve a las comunidades, como ha pasado en Adjuntas, en Puerta de Tierra y en este proyecto en particular. Habemos personas que queremos hacer de San Juan un mejor lugar. En estas comunidades, hay juntas de directores que están compuestas por más líderes comunitarios residentes que de personas que trabajan en el sector privado por lo cual muchas ya tienen un sistema que los ayudan a trabajar para mejorar sus comunidades. Creo que hemos dejado una huella en ese sector que permite a ese grupo seguir trabajando y ahora el director ejecutivo asignado hace cuatro años es Mario Núñez, miembro de la comunidad. Nació, creció y vive en la comunidad. A esto es a lo que yo aspiro cuando pase el batón. Quiero que la persona que me sustituya sea un miembro de la comunidad, aunque me quede de consultorio o asesorando al grupo; que ellos estén a cargo de su propia comunidad. Esto será un ejemplo para el resto de la isla.
SDP: Ha trabajado mucho con el sector público, ha tenido una trayectoria bien amplia y ha tenido un impacto en las comunidades aquí en Puerto Rico. Hemos visto muchos casos en donde quizás no se están manejando bien los recursos. ¿Qué le preocupa de cómo estamos manejando la situación actual? Y quizás, ¿alguna recomendación que usted tenga para una persona?
JGBF: Cuando hay momentos de crisis económica, las personas a veces tienden a tomar la decisión de vender
e irse y uno no puede culparlos por tomar esa decisión. Yo recuerdo que una vez hubo una controversia sobre un eslogan que decía “Yo no me quito”, este hacía alusión a que la persona que se iba se quitaba, pero esas personas que se van, no se rinden. Tienen que buscar lo mejor para ellos y si aquí no hay, ¿qué van a hacer? No es justo decir que el que se fue se quitó cuando no hay más opciones.
Hay quienes se van de los Estados Unidos e intentan evadir el pago de contribuciones en sus Estados, lo que tampoco debe tener muy contentos a sus compueblanos. Aquí en Puerto Rico no hay otro requerimiento que donar de $5,000 a $10,000 anuales a una entidad corporativa. Algunos tienen un asistente personal. Así que no, no han desarrollado ninguna economía y no han traído empleos al país. ¿Cuál es el propósito? Porque si era crear desarrollo económico hemos visto que no ha funcionado. En realidad, creó una especie de burbuja peligrosa en cuanto a los bienes de valores en San Juan, en Condado y hasta en el mismo Rincón.
“Las generaciones más jóvenes han tenido la oportunidad de prepararse de otra manera porque las personas de mi generación no tenían esa visión ni esa facilidad de poder ver estos puntos de vista y de poder educarse.”
Estaba escuchando que hay alguien que ha comprado cerca de treinta inmuebles en el Viejo San Juan, por
Juegos Nacionales de los “Special Olympics” Puerto Rico del 2014.
el área de San Agustín. Si estas personas se van de momento, no es una inversión para nosotros, ya que tendríamos ahí treinta hospitalillos o, en otras palabras, áreas abandonadas y sectores que tendríamos que rehabilitar. ¿Cuál es la agenda detrás de eso? No sabemos, el gobierno actual piensa que eso lo ayudará a traer la famosa estadidad y creo que es lo contrario. No tenemos problemas con que los que compren sean extranjeros o que no hablen español, o sean ricos o sean pobres, no importa sea quien sea o que venga del país que sea. Con lo que nosotros tenemos problemas es que no se respete la ley, y que el gobierno sea el facilitador de estas violaciones al cumplimiento de la ley. En ese sentido, pienso que el pueblo ha ido despertando. Las generaciones más jóvenes han tenido la oportunidad de prepararse de otra manera porque las personas de mi generación no tenían esa visión ni esa facilidad de poder ver estos puntos de vista y de poder educarse. Mi lucha cada día en ese proyecto es velar que se protejan las oportunidades de todos y que a todos se les dé las mismas oportunidades, independientemente de su capacidad de pensar; que tengan las mismas oportunidades para lograr cualquier cosa. En otras palabras, ¿por qué voy a pasar por encima de estas personas? ¿Porque no tienen la capacidad por no haber tenido las mismas oportunidades que yo? Al nal, todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades, por lo que siempre debemos respetar y no intentar pasar por encima de esos que quizás puedan tener una discapacidad o no tengan las mismas oportunidades.
¿De qué lado de la historia quieres estar? ¿Del lado del que protege la desigualdad y quién sencillamente quiere pasarle por encima al que se pare de frente? No todo el tiempo el que está de frente va a dejar que le pases por encima. Esta es la historia que está sucediendo en Rincón; algunos decidieron que, en este caso, no se van a dejar pasar por encima. Pero este tipo de lucha al final del día es costosa y las personas con la capacidad económica de tener grandes bufetes que los defiendan y radicar mociones se facilitarán el triunfo, mientras que el que lucha contra estas injusticias tiene que defenderse y es difícil. El tema de que el Proyecto 474 provocará litigio creo que no tiene sentido porque los litigios sin mérito serán desestimados.
SDP: ¿Qué futuro cree usted que les depara a los recursos naturales, marinos y costeros? ¿Qué cree que sucederá con los movimientos que estamos viendo ahora?
“Tenemos
que prepararnos para lo que nos
toca, porque viene rápido y no estamos preparados.”
JGBF: Aún hace falta mucha educación en ese sentido. Tenemos que prepararnos para lo que nos toca, porque viene rápido y no estamos preparados. Muy poca gente tiene el conocimiento para decirnos “mira hay que hacer esto, hay que hacer lo otro” en cuestión de dónde construir, de qué manera construir o de cómo comenzar a obtener efectivamente la energía eléctrica renovable, pues una alternativa que todos están comprando para sus hogares es la energía solar. Tenemos que aprender sobre ella y buscar la manera más efectiva para todos, preguntarnos si la instalamos de manera comunal. Para las comunidades sería buena idea; hay que pensar cómo se hará la disposición de las baterías de litio, por ejemplo. Quedan habiendo muchas cosas que pensar antes de tomar una decisión, ya que mucha gente las compra porque alguien que conoce las tiene.
SDP: ¿Qué le dirías a una persona que está interesada en hacer una carrera en estos temas de conservación, en temas de unirse a su comunidad, de salir adelante? En estos proyectos que quizás son sin nes de lucro, que trabajan con el gobierno, ¿qué mensaje le pudieras dar a una persona que esté considerando este cambio?
JGBF: Tiene que ser empático y tiene que tener pasión. No es fácil. Cuando quieres hacer esto, tienes que invertir mucho de tu tiempo y debes tener un balance entre lo que quieres lograr y tu familia; no puedes descuidar a esas personas que están para ti. A veces el balance tarda en llegar. También tienes que ser alguien apasionado por ayudar a quienes necesitan ayuda. Si no te mueve ser empático, ni ser solidario, ni la inclusión, quizás este no es el sitio para ti.
Hay muchos lugares en los que se puede ayudar, no solamente aquí en Puerto Rico. Muchos tienen que mudarse a otro país por su trabajo o para buscar una vida mejor. Se puede ayudar estés donde estés. Vivimos en un mundo globalizado; la ayuda puede brindarse desde cualquier lugar porque nos podemos comunicar instantáneamente. Claro que es complicado, pero de que se puede ayudar en cualquier parte del mundo, se puede. Yo como persona no quisiera irme de este plano Foto: Oliver Bencosme
Dr. Edgardo A. Ortiz Corps
“Los recursos naturales no son privativos. Son de la gente, del público, del pueblo.”
Desde los ocho años, el profesor Edgardo Ortiz visitaba las orillas del mar en Humacao, leía libros que compraba con sus ahorros y era el encargado de conseguir especímenes vivos para su clase. Al igual que su esposa Álida, es un férreo hacedor de la educación marina y costera. Ha dedicado gran parte de su tiempo a generar conocimiento sobre los moluscos. Hace un breve resumen de su importancia para conocer parte de la historia del mundo y de los avances cientí cos que el estudio de estos organismos ha brindado. Resulta impresionante el conocimiento del profesor y nos ilustra en cuán signi cativos son los moluscos hasta el día de hoy.
El profesor hace un recuento histórico de su participación en la creación y ejecución de proyectos de gran importancia en los asuntos de manejo y conservación de los recursos naturales. Además de su presencia en la academia, ha sido parte de entidades gubernamentales y grupos comunitarios. Su presencia es clave a la hora de comparar el estatus actual de las políticas públicas y las agencias encargadas de ejercerlas. También reconocemos en su trayectoria advertencias y señales que la ciencia viene comunicando hace décadas. Estas particularidades nos arrojan luz sobre la pertinencia de la historia en la política puesto que nos con rman
que las cosas no suceden en el vacío, que asuntos como la amenaza contra los arrecifes y la pérdida de la costa por la elevación en el nivel del mar vienen estudiándose desde hace mucho tiempo. El profesor hace ahínco en la responsabilidad y compromiso que debemos desarrollar con el país y sus recursos. Nos invita a re exionar, a educarnos y a buscar (con la esperanza de encontrar) maneras de insertarnos en la conversación, pero sobre todo en la acción.
Stephanie Díaz Pérez (SDP): ¿Ha tenido un evento o un momento en su niñez que se relacione a cómo comenzó su carrera?
Edgardo A. Ortiz Corps (EAOC): Toda mi vida he pensado en los animales, en la naturaleza, en las plantas, y muy en especial, en los organismos marinos. Desde muy pequeño, digamos ocho o nueve años, me daba mis escapadas y terminaba en la orilla del mar, en unos acantilados que hay en los barrios aquí en Humacao. Luego, cuando llegué a escuela intermedia, tuve una maestra que decidió que quería tener en su salón animales vivos, así que yo me ofrecí a suplirlos. Aunque no los había estudiado,
ya estaba familiarizado con ellos. Tenía algunos libros pequeñitos que había logrado comprar con el dinero que me daban y que ahorraba, después iba y compraba revistas o libros pequeños. Mi experiencia un poco más formal con organismos empezó en séptimo grado. Esa maestra quería animales y no sabía cómo conseguirlos.
Entonces, yo voluntariamente con dos compañeros más, nos ofrecimos. Íbamos a los ríos, a las playas y a los bosques y conseguíamos los animales y se los llevábamos. Después en la escuela superior, en el curso de biología en décimo, ya la maestra me conocía. Me encargó que fuese a buscar los erizos, los pepinos y los caracoles que se iban a necesitar en el salón. Y eso es lo que hacía. Además, ya tenía una pequeña colección de especímenes, algunos secos que encontraba en la playa tirados; otros los tenía en alcohol, aunque realmente era alcoholado lo que utilizaba porque el alcohol no lo conseguía. Luego, llegué a la universidad. Básicamente, esa ha sido mi trayectoria hasta el día de hoy.
SDP: ¿Cuándo comenzó en el bachillerato?
EAOC: Comencé a estudiar en el Colegio de Humacao, lo que era el Colegio Regional de Humacao, el primer colegio que tuvo la Universidad de Puerto Rico. El Colegio Regional abrió sus puertas en 1962 y yo soy de esa clase pionera. Pasamos los primeros dos años cogiendo cursos generales en lo que era el Recinto de Humacao y luego nos transferimos a Río Piedras. Terminamos esos últimos dos años y nos graduamos del Recinto de Río Piedras porque en ese momento, los colegios regionales eran de dos años solamente. Es mucho más tarde que se le otorga permiso para tener programas de bachillerato. Pero estudié Biología y durante esos años estudiando en Río Piedras, mi inclinación fue siempre hacia los animales. Bueno, hacia los organismos en general, plantas y animales, pero principalmente animales. Me gradué con un Bachillerato en Biología y una concentración menor en Zoología.
SDP: Así que ha vivido básicamente en Humacao…
EAOC: Sí, yo nací en Humacao, me crié en Humacao y viví la mayor parte de mi tiempo en Humacao. Las veces que tuve que salir a vivir a otro lado fue por causas mayores. Cuando me fui a estudiar en el Recinto de Mayagüez, nos tuvimos que mudar a Lajas porque era imposible viajar y, en un momento, estuve como un año y medio estudiando en la Escuela Graduada de Río Piedras. También tuvimos que vivir en San Juan. Con excepción de Lajas, creo que tengo excelentes recuerdos. El área metropolitana, eso es el in erno. Si eso existe, se llama el área metropolitana de San Juan. Terminé el bachillerato en Río Piedras, luego estuve un año en Río Piedras haciendo escuela graduada y me transferí a Mayagüez. La maestría la hice en Mayagüez y el Doctorado en Ciencias Marinas también lo hice ahí.
SDP: Perfecto. Así que ya tenemos una idea de sus comienzos.
EAOC: Vengo trabajando con insectos y moluscos, después abandoné los insectos. Desde que yo recuerdo y desde que tengo conciencia de que existo y de que existen otras cosas, siempre he estado interesado en estos organismos. La tesis doctoral fue precisamente en moluscos, una revisión bastante exhaustiva de todos los moluscos marinos de Puerto Rico; tanto moluscos de zonas llanas, áreas de roca, áreas de arena, áreas donde hay hierbas marinas y de grandes profundidades, moluscos que solamente se
encuentran a 2,000 y 3,000 metros de profundidad. Es una revisión que pone al día trabajos que se habían publicado a principios del siglo 20 (1900 –1901). Para los años 20 y 25 hubo otra revisión hasta el 1962. Publicaron un libro de los moluscos más comunes de Puerto Rico; hasta ese momento había alrededor de 500 especies. Así que decidí hacer una revisión histórica del grupo, además de recopilar todos los informes que estaban perdidos por ahí y perdidos en muchos de los museos de Estados Unidos y Europa. Puesto al día con mi colección de moluscos, al nal salieron cerca de 1,200 especies más. Se duplicó el conocimiento que teníamos de especies hasta ese momento y en eso sigo.
Álida Ortiz agrega sobre Edgardo:
Edgardo ha estado básicamente en todos y cada uno de esos proyectos que te dije, desde que comenzó Biología Marina y Sea Grant en Humacao; en el campo, donde sea, a lo que sea, sábado y domingo o lo que sea; en cada una de esas actividades… Así que trabajamos la concepción del proyecto juntos y por ahí seguimos…
EAOC: Casi 60 años…
Álida: Y todavía vamos juntos a todas partes…
SDP: ¿Por qué los moluscos?
hasta que el nervio se agota, no puede seguir funcionando y el organismo comienza a temblar porque ya no puede seguir enviando información. Se han hecho algunas investigaciones en células de cultivo utilizando estos venenos y se sabe que si se coge una célula con problemas de contracción, un tipo particular de veneno puede hacer que se contraiga o viceversa, puede hacer que no se contraiga si se está contrayendo adecuadamente. Los moluscos tienen un enorme potencial de utilización biomédica. Claro está, este tipo de investigación es costosísima y se requiere de equipo millonario; son pocos los lugares donde se pueden hacer estas investigaciones. Pero los moluscos, esos tipos los tenemos en todos los océanos y todos los mares…
SDP: Sí, que son bien accesibles…
EAOC: Primero son organismos hermosísimos. La mayoría de las personas está acostumbrada a ver caracoles terrestres. Entre los caracoles, los terrestres son los que tienen menor coloración y menor diversidad. Pero cuando uno va al ambiente marino, encuentra las cosas más espectaculares del mundo, de unos colores súper brillantes, con unas adaptaciones impresionantes y su mayor diversidad está ahí. De pequeño, por alguna razón, no me podía decidir entre los insectos y moluscos. Luego, por cuestiones prácticas, me decidí por los moluscos. Pero estos organismos no solamente son bonitos y atractivos. También tienen una historia geológica muy amplia, muy larga. Si uno quiere entender los procesos evolutivos, este grupo permite analizar el desarrollo evolutivo a lo largo de unos cientos de millones de años. Hay fósiles del molusco más antiguo que tienen alrededor de 650 millones de años. Cuando uno examina el registro fósil, han estado presentes en todos los mares y océanos que ha tenido este planeta.
Así que no solamente puedes ver sus procesos evolutivos, sino que los puedes utilizar para ver cuáles eran las condiciones ambientales que había en cada uno de esos diferentes periodos. Desde ese punto de vista, los moluscos se convierten en organismos claves para identi car condiciones ambientales. Son importantes por su historia evolutiva porque nos permiten conocer cómo era este planeta hace 500 millones de años atrás, o 400 millones de años atrás, o 200 millones de años atrás, y así sucesivamente. Tienen una gran aplicación desde ese punto de vista y son una fuente importantísima de alimento para la población humana, particularmente en las áreas donde vive la gente pobre y exclusivamente en los archipiélagos. Son fundamentales también desde el punto de vista alimenticio y desde el punto de vista económico.
El punto investigativo es donde posiblemente no se ha utilizado al máximo el valor de estos grupos. Hay muchos tipos de moluscos que tienen una gran cantidad de toxinas y de venenos que ya sabemos pueden tener algunas implicaciones biomédicas. Por ejemplo, hay algunos venenos de moluscos que detienen la transmisión nerviosa. Hay otros que, en vez de detener la transmisión nerviosa, la estimulan
EAOC: Son bien accesibles para hacer estos trabajos y también están atados al entramado cultural de los diferentes pueblos, incluyéndonos a nosotros. Nuestros indios, nuestros taínos, se los comieron en cantidades industriales. También hacían amuletos y joyería. Todavía en el Indo Pací co es uno de los usos principales que tienen. De hecho, hay algunas de las especies que enfrentan un problema en términos de pérdidas de individuos en sus poblaciones. Los siguen capturando en cantidades industriales, como si fuera hace 300 años. Llenan embarcaciones; primero le sacan la carne para comida, luego usan la concha para hacer lámparas, hacer adornos, para sacarle pedazos y hacer sortijas, aretes y diferentes joyas. Tienen muchísimas aplicaciones y son muy
Octopus vulgaris juvenil, también conocida como pulpo común.
importantes en todo lo que hacemos. Desde el punto de vista educativo, los moluscos son muy interesantes porque hay algunos grupos que tienen la capacidad de aprender. Una de las grandes investigaciones que se está haciendo ahora es ver cuáles son los circuitos electrónicos neuronales que permiten que aprenda. Eso es un sistema bien sencillo, porque su cerebro es bien sencillo en comparación con nuestro cerebro. Pero, si se hacen los estudios básicos ahí, luego se puede pasar esa información a sistemas más complejos y ver porqué algunos niños no aprenden o porque se les di culta el aprender.
Tomemos otro ejemplo con el pulpo, que en dos intentos ya sabe lo que tiene que resolver. El ojo del pulpo es tan complejo como el nuestro. Ha servido para estudiar parte de nuestra anatomía y parte de los circuitos bioquímicos que hay en ese ojo. Antes de comenzar a experimentar con los ojos humanos, se experimentan con los pulpos porque con humanos no se pueden hacer esos experimentos. El pobre pulpo todavía lo utilizamos para hacer esas cosas. De hecho, la siología que hoy conocemos en torno a la siología neural se estudió en un calamar en los años 1919 a 1925. En 1926 y 1927 trajo premios nobeles para los cientí cos que se involucraron en ese tipo de investigación. Así que han aportado muchas cosas, y yo sé que seguirán aportando otras porque todos los días se descubre algo nuevo sobre un grupo que se creía conocido. Aparte de los insectos, es del grupo que más se sabe y todos los días aparecen cosas nuevas. Son un reto siempre esos animalitos.
SDP: ¿Cuáles son sus preocupaciones sobre el manejo de recursos que vemos hoy día e Puerto Rico?
EAOC: La pregunta es sencilla; la respuesta es complicada. Para mí, la mayor preocupación desde el punto de vista de administración y el manejo de los recursos naturales es el nivel de politización que hay en las diferentes agencias públicas que trabajan con estos asuntos, cómo, por ejemplo, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Cuando comenzó en el año 1974 aproximadamente, comenzó con una visión de conocer cuáles eran nuestros recursos naturales, de preparar mapas que nos dijeran dónde estaban, su extensión y su calidad, y una evaluación de su potencial de explotación. Yo participé en ese proceso en algún momento; eso le tomó al DRNA alrededor de 10
años, porque el secretario y el equipo de trabajo del secretario se habían planteado asuntos que tomaban mucho tiempo. Luego se introdujo el aspecto de la protección del recurso. Sabemos lo que tenemos, no lo conocemos en todos sus detalles, pero sabemos a grandes rasgos qué es lo que tenemos y dónde están las cosas. Ahora podemos aspirar a ver cuáles de esos recursos son imperativos que protejamos. El que destinemos tiempo, dinero y esfuerzo para proteger esos recursos también tomó unos años y por supuesto, tomó la contratación del personal entrenado y capacitado para hacer ese trabajo.
Recuerdo un momento que en el DRNA había geógrafos, plani cadores y biólogos marinos que estaban haciendo esa evaluación. Había especialistas en biología de plantas, especialistas en dinámicas de bosque, personal capacitado para conocer el recurso y obtener la información base. Además, se presentaron aquellas medidas que pudieran generar política pública, porque en última instancia el DRNA no está para hacer investigación, está para hacer política pública. Pero la política pública sin la información base no va para ningún sitio. Durante mucho tiempo, esa fue la función del DRNA; funcionaba así y fue exitosísima. Por diferentes razones, comenzaron a seleccionar secretarios que pertenecían al partido en el poder y creo que ese fue el inicio del desastre que tiene hoy el DRNA. En los últimos años, ha estado dirigido por personas que no tienen la menor idea de lo que es un recurso natural y de su importancia, particularmente para una isla. A mí me parece un poco contradictorio para no usar palabras groseras como imbéciles.
“Me parece un tanto contradictorio que tratemos nuestros recursos naturales como si viviéramos en un continente (siempre estamos diciendo que esto es una isla pequeña).”
Me parece un tanto contradictorio que tratemos nuestros recursos naturales como si viviéramos en un continente (siempre estamos diciendo que esto es una isla pequeña). Estas personas pueden aprender y entender estas complejidades de lo que es un
recurso. Opino que esto sucede por razones políticopartidistas, y no creo que la política sea mala, creo que la política es chévere. Lo único que tiene que hacer es ajustarse a las realidades del entorno. La política pública tiene que estar más restringida que expandida.
Por ejemplo, si estuviésemos viviendo en un continente que tiene 500 millones de hectáreas, a lo mejor nos podemos dar el lujo de malgastar 2,000 hectáreas. Incluso, podríamos decir que esto tiene cerca de 5,000 millas y que a lo mejor podemos sacri car 2,000 millas para cualquier tontería. Pero en una isla pequeña, sacri car 2,000 millas o
2,000 hectáreas quiere decir llevarse una tercera o cuarta parte de la isla completa. Eso es lo que está sucediendo. El DRNA en ese sentido ha tenido mucha culpa, siempre se ha dicho. Los recursos hay que protegerlos, pero también utilizarlos; cómo lo utilizamos y cómo lo protegemos es importante. Si se protege para luego ser explotado por XYZ grupo, no se resuelve el problema. Se viene hablando de las costas desde mediados del 1980, 1985, 1986.
De hecho, tengo un artículo del 88 y otro del 92 que son publicaciones o ciales donde ya se planteaba la pérdida de la costa. Voy a dar un poquito para atrás. De 1971 a 1972, Álida y yo trabajamos como
estudiantes. Estábamos estudiando en Mayagüez y se estaba gestando un proyecto para hacerle un informe al gobernador de entonces en torno al estado de los recursos naturales marinos, principalmente de Puerto Rico. El doctor Máximo Cerame Vivas, que era el director del Departamento de Ciencias Marinas en ese momento, habló conmigo a ver si nosotros queríamos participar en ese proyecto como asistentes. Le dijimos que sí, que queríamos ayudar. Se creó un comité que tenía como director al doctor Coba, quién también era el presidente de la Universidad de Puerto Rico en ese momento. Había otras personas de la industria y de otros sectores; ese proyecto seguía las guías que se habían establecido en un proyecto anterior en el estado de Hawái, se llamó Hawái and the Sea; y el que se hizo en Puerto Rico se llamó Puerto Rico and the Sea. Tengo algunos de los trabajos originales que se hicieron en la discusión del tema. Te estoy hablando del 70 al 72. En el 72 nalmente se le entrega el informe al gobernador Ferré que era el gobernador en aquel momento y posteriormente en 1974, se publicó el informe por la Universidad de Puerto Rico y Fomento Económico. En ese informe se destacaron una serie de problemas.
Ya se veía la amenaza contra los arrecifes de corales como especie, los problemas con los manglares, el escolio hecho en las áreas que se decían que no servían para nada, como eran los manglares. Se estaban haciendo observaciones sobre eso, pero ese informe trató asuntos como población, asuntos de pesquerías. También les llamó la atención los arreglos institucionales, cómo las diferentes partes del gobierno (local y federal) interactuaban para que se lograran los objetivos y las metas planteadas por las diferentes agencias. Por supuesto, ese comité no llegó a ningún sitio porque las discusiones allí eran complicadísimas y en un momento dijeron: “bueno aquí el gobierno federal es el que manda y lo vamos a hacer como el gobierno federal diga y se acabó el evento”. Pero lo de la costa y lo de todos los recursos marinos ya están planteados. Inclusive, en ese informe se propuso la necesidad de tener un Departamento de Recursos Naturales que coordinara todo lo que tenía que ver con su protección y su mejor uso, con un área de manejo costero.
Otro aspecto importante de ese informe es la investigación. Fui yo quien coordinó la investigación y, desgraciadamente, no tuvo mucha importancia tras entregarse el informe, porque uno de los
planteamientos fue que el sector público debía fomentar esa investigación. Claro, pueden llegar fondos de todos los sectores que deseen aportar, pero si quieren iniciar un proceso de investigación que atienda las necesidades del país, el gobierno tiene que sentar las pautas de lo que necesita, porque a mí me gusta estudiar los pelitos de los caracoles, pero ¿qué importancia tiene eso para política pública? Ninguna. Yo disfruto mucho con eso; puedo estar un día o un mes entero mirando y no me canso. Pero ese informe no es para eso. Ese tipo de investigación tampoco la vamos a prohibir, pero es necesario que se genere el conocimiento técnico base para poder diseñar medidas de políticas públicas para atender nuestros recursos naturales, no de un continente ni de un archipiélago con 2,000 islas.
SDP: Puerto Rico es un espacio muy único, muy particular.
EAOC: …Y que está en una zona tropical donde las aguas que la bordean son oligotró cas (aguas que contienen bajos niveles de nutrientes). Además, las comunidades pesqueras no son gigantescas. Hay que atender esos problemas. ¿En qué terminó el DRNA eventualmente? Ustedes díganme. Yo no he vuelto a escuchar del DRNA. Excepto para decir en el caso de Salinas: “yo no sabía lo que estaba sucediendo allí”. Ustedes me disculpan, pero eso es mentira. Si alguien sabía, eran ellos, porque la reserva está al lado, es la colindancia con todos los disparates que hicieron allí. Incluso, se metieron dentro la reserva para violar algunas de las restricciones de la reserva. Así que el DRNA sí lo sabía. Y no solo el DRNA, también la NOAA sabía, Plani cación también lo sabía, los alcaldes de ese entorno también lo sabían. Es que ahora nadie lo sabía, a nadie le habían avisado. A mí me suena raro que antes, dónde había un manglar, aparezcan 30 casas de dos plantas y nadie se entere. Es como si hubieran bajado de una nave espacial y las metieran allí. Y claro, hoy día—no quiero seguir abundando sobre esto—el DRNA rebasó la frontera de un hueco negro y ya está dentro de ese agujero. Eso quiere decir que está desintegrado. Pronto habrá que hacer otro Departamento de Recursos Naturales. Pronto. Porque la isla se nos está acabando. Con respecto a la elevación del nivel del mar, yo tengo un informe del Departamento de Suelo de los Estados Unidos de 1989 que ya planteaba el problema que iba a surgir con la pérdida de la costa por la elevación en el nivel del mar. Este informe es cuando
solo se tienen indicaciones de que la composición química de la atmósfera está cambiando y, por lo tanto, pueden ocurrir tales y cuales cosas. Hoy en día tenemos la certeza no solo de que cambió, sino que está cambiando y que continuará cambiando, la certeza de que están ocurriendo y continuarán ocurriendo estas cosas. Si en el 89 no le queríamos dar credibilidad a esos informes, chévere, porque a lo mejor muy poca gente entendía esos procesos. Pero hoy no se le da credibilidad porque conscientemente no quieren hacerlo.
SDP: Para los jóvenes que estudian estas carreras, ¿tiene algún consejo que les diría a quienes tienen la esperanza de que esto cambie?
EAOC: Nosotros, aquí en la universidad, hicimos todo lo mejor dentro de nuestras capacidades para prepararlos a ustedes, para que cuando vayan al mundo del trabajo, se desempeñen adecuadamente como profesionales. Que pueda notarse que se prepararon, se educaron y que son capaces de asumir esas responsabilidades. Los apoyaré siempre como estudiantes, pero las decisiones son suyas, y espero que sus decisiones sean conformes a los principios básicos de lo que es un recurso natural; de cómo debe ser usado, de su nivel de protección. Los recursos naturales no son privativos. Son de la gente, del público, del pueblo. No se meta en líos de corrupción porque yo voy a estar al otro lado suyo. No voy a estar con ustedes en esas cosas.
Y siempre les decía también: “a usted le gusta el mar, yo sé que usted estudió el mar; a mí siempre me ha gustado y por eso estudié esto, pero es algo mucho más complejo que el que me gusten los caracolitos, o que me gusten los insectos. Hay un sinnúmero de implicaciones sociales, culturales e históricas que usted como biólogo marino no puede dejar pasar.
Tiene que entender esos otros puntos de vista”. Hay muchos antropólogos marinos y en Puerto Rico apenas tenemos dos que están en Humacao. La arqueología marina es un campo importante de la investigación.
Si a usted lo que le gusta es el arte, dedíquese al arte. Como biólogo marino, no hay ningún problema con eso; y si lo que le gusta es la literatura, dedíquese a la literatura como escritor o ensayista desde la perspectiva marina. Si le gusta la medicina, también hágalo. En el Recinto de Ciencias Médicas, ya en Centro Médico, tenemos dos profesores y médicos que fueron biólogos. Se graduaron con nosotros en biología marina y uno de ellos es el encargado de la cámara hiperbárica y otro de ellos trabaja con toxinas. Hace como seis o siete años atrás, tuvieron un sinnúmero de personas con picadas aparentemente de medusas e inmediatamente me llamaron, “ven acá Edgardo, tengo esta gente, que tú sabes de esto”; les envié una lista de referencias y hablamos. Todos cabemos en el ambiente marino. De hecho, tres cuartas partes de este planeta es agua de mar. El pedacito que queda de agua dulce es bien pequeñito y se está reduciendo dramáticamente junto con el del cielo de todos los témpanos. Por lo tanto, apenas quedará agua dulce de aquí a cuarenta o cincuenta años. En el mar cabemos todos y si a usted lo que le gusta es la pesquería, un pescador educado no tiene por qué dejar de ser pescador. El presidente del Consejo de Pesca (Marcos Hanke) fue nuestro estudiante en Biología Marina y se graduó en Biología Marina; hoy es el jefe de Álida y se reúne con todos los pescadores en Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Se pasa en reuniones con Estados Unidos, trabajando con el recurso pesquero. Está aplicando lo que se le enseñó, pero no deja de ser pescador. Mientras no tiene reuniones, está en el mar pescando
Bahía Salinas, en el pueblo de Salinas.
y leteando pescado para vender. Él vive de eso. Si a ti lo que te gusta es la losofía, vaya por ahí. Así comenzó Aristóteles cuando vivió en la Isla de Lesbo y comenzó a ver los animales que había en las orillas, los erizos, los pepinos y las estrellas. Allí fue que se inventaron los primeros nombres cientí cos y, Aristóteles, en su tratado sobre historia natural, destaca esas experiencias y losofía sobre eso. Así que, ¿cuál es el problema? Se puede estudiar Biología Marina y caber en cualquier sitio. No hay ningún problema. Si a usted lo que le gusta es ser historiador, mejor todavía. Porque ese señor que dicen que nos descubrió se perdió; él salió para la India y terminó en el Caribe. Ese sí que se dio una buena perdida. En mi curso de oceanografía, cuando hablaba un poco de la historia de la oceanografía y del siglo 15 y 16, daba de ejemplo a Cristóbal Colón: “más vale que sepan estos mapas de memoria y sepan utilizar los instrumentos para navegación porque Colón se perdió”. Es interesante lo de Colón; a mí todavía nadie me lo ha podido explicar. Porque si hubiese salido en la dirección correcta, hubiera tenido que atravesar toda Eurasia para llegar al Pací co. Así que no sabía dónde estaba el este y el oeste. Imagínate, un navegante que no sepa dónde están esos puntos cardinales. Se suponía que se moviera hacia el este, pero se movió en sentido contrario. O estaba tomando algo cuando se montó en la embarcación, o verdaderamente no sabía pa’ dónde iba. Yo creo que no sabía, porque terminó en las Antillas por suerte. Yo les recomiendo a mis estudiantes: “usted empléese en lo que a usted le guste, le apasione y en lo que quiera. Estudie biología marina; está abierta para todos, hágalo bien”. Es todo.
SDP: En su tiempo libre, ¿a qué se dedica?
EAOC: Déjame responderte como le respondí a mis compañeros cuando le dije que me iba a jubilar. Se supone que cuando uno se jubila, uno entra al pabellón de la muerte. Lo que a uno le espera es morirse y siempre la pregunta es: ¿qué vas a hacer cuándo te jubiles?, ¿has buscado algo para entretenerte?” La respuesta es: “cuando me jubile voy a hacer lo que he estado haciendo toda mi vida: seguir aprendiendo”. Mi madre decía que uno dejaba de aprender el día que moría. A lo mejor no tengo que estar en el salón de clases, así que tengo más tiempo para leer, estudiar y aprender cosas nuevas que antes no tenía tiempo para aprender. Todos los días me levanto muy temprano, 4:00 a.m. o 4:30
a.m.; estoy hasta las 6:00 p.m. leyendo, escribiendo, haciendo anotaciones, coleccionando palabras…
Álida: Es loco haciendo direcciones.
EAOC: Me gustan muchas cosas por supuesto. Me gusta escuchar música, correr bicicleta y correr patines, pero no lo hago porque no tengo dónde correrlos. Me gusta caminar, combino la bicicleta con el caminar. Voy en bicicleta, corro una hora, me desmonto camino media hora, vuelvo y me monto. Me gusta coleccionar sellos. Hace tiempo no miro uno. Me fascinan las estampillas desde pequeño. Tengo muchas cosas interesantes, me gustan los libros; si me ves en coditos, es porque me cortaron las manos para que no siga comprando libros.
Esther: Cuando dijo lo de coleccionar palabras… ¿qué quiere decir?
EAOC: El diccionario de la RAE no es un diccionario técnico para cientí cos. En su última revisión del 2014 no tiene palabras que me gustaría encontrar en el diccionario y si un estudiante de biología va y busca una palabra, puede que su de nición no sea la que necesariamente discutimos en clase. Me voy entonces a los diccionarios especializados; un diccionario de ciencia que tenga que ver con biología molecular, pero cuando uno los examina con calma, se da cuenta que estos diccionarios son anticuados. Todos están viejos. Así que yo acostumbro a leer muchos artículos; saco y anoto todas aquellas palabras que no están en un diccionario o que me parecen raras. Después trato de buscar en donde aparecen y no aparecen en ningún sitio. Entonces, me pongo contentísimo porque encontré una palabra.
En el campo de la taxonomía y la nomenclatura, hay por lo menos unos 25,000 términos, algunos están siendo traducidos al español, pero la mayoría no están traducidos al castellano. Así que, ¿qué hago? Lo recupero de la literatura primaria, voy al artículo original por donde aparece por primera vez ese término cientí co, lo capturo y lo traduzco, siguiendo las consideraciones del griego y el latín para hacer la traducción y castellanizarlo. Me entretiene. De todas formas, muchos de los cientí cos, incluso aquellos que escriben en español, cuando van a usar el término, lo utilizan como el término cientí co porque no conocen la palabra en español.
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