Revista Fuete y Verguilla Vol. 6 #1 febrero 2012

Fuete y Verguilla Volumen 6, Número 1

febrero 2012

Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez

Monserrate Roldán Guerra, vendedor ambulante de pesca’o

Volumen 6, Número 1

Fuete y Verguilla

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n octubre de 2007, se publicó por primera vez el boletín Fuete y Verguilla. En ese primer número, Manuel Valdés Pizzini recogió las preocupaciones y los análisis sobre el futuro de la pesca que expresó Félix Morales, dirigente de los pescadores de La Playuela o como le conocemos, Crashboat en Aguadilla. Desde entonces, muchas cosas han cambiado para los pescadores. Algunos han tenido que luchar para mantener sus villas las que han estado ubicadas en el mismo lugar por años, mientras que otras, han logrado progresar a pesar de todos los elementos que tienen en su contra. Estos elementos van desde la contaminación ambiental, los desarrollos costeros, la sobrepesca hasta otras condiciones adversas que les impiden pescar, tales como fuertes vientos y marejadas.

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Fuete y Verguilla

“ Estamos ante una encrucijada” Entre los pescadores de mayor conocimiento – Felí es uno de ellos - se reconoce el impacto que las situaciones mencionadas han tenido sobre la pesca pero también atribuyen el problema de la pesca a otras causas humanas y a procesos naturales. De alguna manera, los cambios climáticos no son nuevos para los pescadores quienes han estado tomando la temperatura de las aguas, sintiéndolas y observando los cambios en las corridas de los peces, en las corrientes y en el número de ciertas especies.

Tenemos que intercambiar impresiones, compartir experiencias y dialogar. Todos los sectores relacionados a la pesca –los pescadores, el gobierno, las agencias, la Universidad, los científicos y los consumidoresdeben involucrarse en el diálogo.

El cambio climático ya forma parte del mundo de los pescadores. Ha entrado a través de los documentales que ven por cable TV, de los cuales los pescadores son ávidos televidentes. Sintiéndole el pulso al planeta, pescadores como Felí notan cambios en las estaciones, en la llegada de las bravatas y en la corrida del atún, de la caballa azul, de la anchoa y de la chicharra. Félix también ha visto cómo el ambiente se ha deteriorado y cómo la contaminación ha tenido su efecto sobre los peces que eran su sustento.

“Nos estamos quedando sin pescadores.”

Mirando con cierta tristeza, Félix Morales admite que el número de pescadores ha ido reduciéndose: “se fueron a la construcción, otros se cansaron de luchar. A otros les quitaron las licencias, no hay jóvenes de proeles, ya que están viendo el espejo de los problemas.”

No es una visión pesimista, más bien, es un análisis de lo que está observando en las villas pesqueras del país. Sin embargo, Morales mantiene su visión de futuro e invierte toda su energía en mejorar las cosas en Playuela y en otras partes. Por ejemplo, su villa sale a flote gracias a los ricos platos que preparan con lo que pescan. Añaden valor al pescado y el precio por libra que deben recibir es más alto.

No obstante, tienen siempre un buen surtido de pargos y de atunes para quienes siempre vienen a comprar o para quienes visitan el área y desean llevarse el pescado.

Conocer y definir el problema constituye el primer paso para resolverlo. Tenemos que intercambiar impresiones, compartir experiencias y dialogar. Todos los sectores relacionados a la pesca –los pescadores, el gobierno, las agencias, la Universidad, los científicos y los consumidoresdeben involucrarse en el diálogo. Es por esta razón que Fuete y Verguilla abre la puerta para una conversación amplia entre todos los sectores vinculados con la actividad pesquera. De esa conversación deben surgir soluciones y alternativas. A Félix Morales lo volveremos a visitar pero, mientras tanto, hablaremos con algunos de ustedes. ¿Quién nos invita?

Redactado por Manuel Valdés Pizzini

Manuel Valdés Pizzini (a la izquierda) conversa con Félix Morales en Crashboat

Una de las observaciones que hace Valdés Pizzini en su artículo es la siguiente: “…su villa sale a flote gracias a los ricos platos que preparan con lo que pescan. Añaden valor al pescado y el precio por libra que deben recibir es más alto”. Finaliza dicho artículo expresando: “A Félix lo volveremos a visitar, pero, mientras tanto, hablaremos con algunos de ustedes”.

Para este nuevo número de Fuete y Verguilla conversé con Félix, tal vez, tomando un poco donde se quedó la entrevista en el 2007. Este artículo será el primero de una serie en la que resaltaremos villas pesqueras que han logrado salir adelante por medio del desarrollo de quioscos. En éstos se venden productos confeccionados con el pescado que ellos mismos pescan o de restaurantes que son muy bien acogidos por el público consumidor que los visitan con la certeza de que el pescado que allí consumen es realmente pescado fresco; a su vez encuentran otros manjares en el menú, tales como: empanadillas de mariscos, ensalada de pulpo y el rico caldo de pesca’o.

Si en su villa o asociación pesquera, al igual que en la de Crashboat, venden productos confeccionados con lo que pescan, queremos saber de ustedes y que sean los protagonistas en próximos números de Fuete y Verguilla. De esta forma, podremos llevar ejemplos a otras villas sobre lo que pueden lograr si se organizan, se unen y buscan desarrollar un espíritu empresarial con el fruto de sus trabajos. Para estos fines, pueden llamarnos a los siguientes números de teléfono: 787-832-8045 o al 787-832-3585. También pueden comunicarse a través del correo electrónico: fueteyverguilla@gmail.com.

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Añadiendo valor

Por: Jannette Ramos García

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a brisa marina, un cielo teñido con el más intenso tono de azul cuyo reflejo se vierte en las aguas del Océano Atlántico y el blanco de la espuma que se forma cuando las olas rompen contra los acantilados que quedan aledaños, son parte del entorno cotidiano de la Villa Pesquera El Ojo de Agua en el pueblo de Aguadilla. La villa está localizada en la playa Crashboat o La Playuela, nombre por el que se le conocía antes de que se construyera la Base Ramey. Son esas aguas cristalinas las que le brindan un entorno precioso a la misma. Para hacer este paisaje más hermoso aún, en la arena blanca, justo al lado de la playa, descansan las famosas yolas aguadillanas. Éstas le añaden color, belleza y, sobre todo, parecen tener un sentido de pertenencia sobre esas arenas y esas aguas. Las yolas se yerguen orgullosas llevando nombres de mujeres; una, de manera prominente, lleva pintada en su proa la bandera de Puerto Rico.

Las yolas aguadillanas

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Al amanecer, cuando aún el sol no otea por el horizonte, desde esa orilla y cuando las condiciones del mar y del tiempo se lo permiten, los pescadores empujan sus yolas y salen a pescar. Mientras, un grupo de pelícanos mansos y hambrientos velan porque los pescadores que regresan con el trasmallo y los pejes que han atrapado se apiaden de ellos y les tiren alguno. Es notable la simpatía que los pescadores sienten por los pelícanos, a los que les tienen nombres y a los que les hablan, al parecer, confiados de que estas aves los entienden.

A medida que pasan las horas, los que salieron temprano en la madrugada, regresan con lo que han pescado. Unos llegan a las dos de la tarde bajo el candente sol, el cual a esa hora aún se deja sentir sobre sus cuerpos, y otros se mantienen firmes en el mar hasta que logran pescar suficiente; y es que, de lo que pesquen depende el sustento de sus familias. Traen cojinúas, atunes, dorados, chillos y otros pejes. Mientras, como hormiguitas, los que quedan en la villa mantienen los alrededores limpios y recogidos, otros pescadores limpian su pesca y, de frente al mar, algunos comparten sentados en el restaurante rústico que administra Félix Morales, el presidente de la villa y sus pescadores.

La Villa del Ojo de Agua está situada en un área privilegiada, y el paisaje que la rodea así lo acredita. Son esa posición y ese paisaje lo que personas, ajenas a la villa, han apreciado y codiciado con el fin de desarrollar edificios de apartamentos y locales de interés comercial.

La Playuela - Crashboat

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Ante la posibilidad de que fueran desalojados y ubicados en el Parque Colón aledaño a la costa de Aguadilla, capitaneados por Félix, los pescadores se unieron para pedir vistas públicas y las que les fueron concedidas. El fin era entregar esas tierras tan valiosas a manos de desarrolladores para construir un hotel. Armados con la sabiduría, la honestidad y el profundo deseo de defender lo que por muchos años les ha pertenecido y han trabajado con tanto ahínco, se presentaron a estas vistas acompañados de abogados que rindieron sus servicios gratuitamente. Para sorpresa de todos, llenaron la sala en donde se vería su caso y, a las calles, los pescadores llevaron sus yolas como mudos testigos del acto de valentía y dignidad de sus dueños. Posiblemente, ante este despliegue tan contundente la decisión favoreció a los pescadores dejando así la villa en su lugar.

Los intentos por desplazarlos han continuado, pero ellos no bajan la guardia y están alertas de que esto no ocurra. Quien más los motiva y guía es Félix, su presidente, quien mantiene un orden para que todo funcione lo mejor posible; tanto para la villa como para los pescadores. Félix es un hombre visionario y un motivador natural que logra aglutinar a los pescadores que representa y, sobre todo, por su actitud y trabajo, ha logrado conseguir beneficios para ellos que de otra forma no tendrían, ya fuera por desconocimiento o por falta de interés para recabar ayudas y beneficios para ellos. Uno de estos beneficios que algunos reciben es el Seguro Social, y sobre esto abundaremos adelante.

Félix Morales

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Como vemos, la Asociación de Pescadores de la Villa del Ojo de Agua ha tenido que luchar contra el mal llamado progreso y contra otras situaciones que muy bien podrían poner en peligro la integridad de la misma. Pero, a pesar de los embates que han recibido, siguen adelante y son exitosos. ¿A qué se le puede atribuir? Veamos algunos factores y las explicaciones de los mismos, y conozcamos un poco más del hombre que dirige a estos pescadores aguadillanos.

Félix Morales, nació en Crashboat cuando aún no existía la playa que ahora conocemos; lo que había “eran unos ranchitos de casas”, me dijo él. Sus días discurrían por esos alrededores y el entorno familiar contribuyó a que su amor por el mar y la pesca se desarrollara a corta edad.

Era casi natural que así fuera, porque tanto su papá como o su mamá y su abuela eran pescadores. Al pasar los años, Félix pasó a dirigir la asociación de pescadores que se llamaría entonces Asociación de Pescadores la Villa Roselín Jaime del Ojo. La misma fue incorporada en el año 1983, 3, aunque hacía tres años quee estaba produciendo pero sin los debidos permisos.

Ante las situaciones que le afectan en su trabajo y teniendo el apoyo de los pescadores, Félix dio inicio al proyecto de construir

un restaurante que, con un menú sencillo, les rendiría frutos a lo largo de los años; frutos que son evidentes hoy día. En el menú encontramos pescado frito con tostones, caldo, empanadillas de cangrejo, de langosta, de pescado y, si lo pide, le preparan atún fresco o filete del pescado fresco que tengan al momento. Como vemos, no es un menú diferente al que conseguimos en otros restaurantes. La diferencia está en que en la Villa del Ojo usted sabe que come productos frescos, posiblemente recién pescados. Las delicias gastronómicas que se saborean, se disfrutan más gracias a la belleza impresionante que les rodea y a la limpieza del entorno.

La importancia que recaba este restaurante para los pescadores que pertenecen a la villa, es amplia. Gracias a lo que produce la venta de todos los productos de su pesca, tanto en el restaurante como en la pescadería, rest tienen tien facilidades para reparar las la yolas y los motores que se averían. También las pueden pintar y se les proveen todos los materiales. En la actualidad, once empleados trabajan en diferentes áreas de la villa pesquera; ocho de ellos en turnos p de cuatro horas, mientras c que qu otros tres trabajan a tiempo completo. Dos son mujeres. Una es esposa de un pescador y vende pescado, la otra confecciona las empanadillas (o pastelillos) y se encarga de p freír fre estas delicias.

Luz María Cruz Sanabria 6

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Preocupados por el bienestar futuro de los pescadores, una vez alcancen la edad para retirarse o que por motivos de salud no puedan pescar, se les ha gestionado el pago del Seguro Social.

Como resultado de esa gestión, ya uno de sus pescadores lo recibe.

Con un poco de visión y muchos deseos de progresar con el fruto del trabajo han logrado que la Villa del Ojo en Aguadilla, aún contra todos los embates y los obstáculos que han encontrado en su camino, salga adelante. Su éxito como empresarios debe ser un ejemplo a seguir.

Accedan el blog de Fuete y Verguilla en la siguiente dirección electrónica: http://www.fueteyverguilla.wordpress.com Allí podrán leer sobre la entrega de equipos que, gracias a las gestiones que realizaron estos pescadores, recibieron del Departamento de Agricultura de Puerto Rico.

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Mitos y sagas en el mar Por: Jannette Ramos García

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e primera instancia, se le puede observar su fortaleza física que le proviene de haber vivido y trabajado fuertemente toda su vida. En palabras de Félix, presidente de la Villa del Ojo, Alberto Badillo Blas “está tan fuerte como un roble”. Por otra parte, cuando se conversa con Piloto, que es como le conocen, nos podemos percatar de que tiene sabiduría, la que se adquiere solo cuando se han vivido experiencias de esas que nos tocan las fibras más íntimas. Este aguadillano es de pura cepa y nació en el año de 1932. Cuando él era pequeño, su mamá lo escuchó hablando y le dijo: ¡tú hablas como Juan Piloto! Ella se refería a un hombre de Aguadilla que tenía una forma peculiar para hablar. Desde ese momento en adelante, lo conocen por su sobrenombre y no por su nombre.

Sobre sus hombros carga ochenta años de vida, de saberes, de experiencias y de aventuras.

Dice él, “nací al lado de la banda de allá del agua en la esquina de Crashboat”. Su pasión por el mar y la pesca le vino pegada en la piel desde que nació. “Pesco desde que nací porque desde que nací estaba moja’o. Yo nací en el mar”, me dijo. Piloto está casado hace más de sesenta años con Mercedes López Soto; juntos procrearon cinco hijos de los cuáles solo dos quedan vivos, un hombre y una mujer.

Abimael Badillo Blas y Alberto Badillo Blas (Piloto)

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Cuando estaba en tercer grado decidió salirse de la escuela, su razón era que ni siquiera entraba a ella; en su lugar, se escondía por los montes. Así que la pesca era su llamado y en su casa tenía el ejemplo, porque su papá era chinchorrero. Mientras, su mamá se dedicó a atender el hogar, la hermana de Piloto y sus tres hermanos.

Con el paso de los años Piloto aprendió a pescar con palangre, de silga, de cala y, al igual que su papá, con chinchorro. Esta última arte de pesca lo aprendió a construir y además aprendió a tejer tarrayas. “Jago nasas también, es que la pesca es la cosa más linda del mundo”.

Las sardinas eran tan abundantes durante su juventud que, tan pronto introducía sus pies en el agua, sentía que le golpeaban contra el cuerpo. Pero esa descripción de una vida marina tan abundante ha cambiado. Piloto dice que ya ni la chicharra cabezona se ve y que antes “las había bota’s”. El piensa que se debe a que “el ruido de los motores han sacado los pejes de la costa”. Con la sabiduría propia de sus años y su experiencia comentó que ahora han entrado más pescadores, “y si cogen una hembra preñá, es menos lo que va a haber”. Esto en una clara alusión a que si no se respeta el recurso y su futura progenie, la pesca va a sufrir una disminución dramática.

Cuenta Piloto que, en siete ocasiones diferentes, vio salir el bergantín de Cofresí de una cueva y asimismo lo vio desaparecer y que su proel, llamado Monchín, se asustó tanto que agarró los remos y remó tan ligero hacia la orilla que encalló el bote. También cuenta que en otra ocasión vio un bote con siete hombres negros que se le arrimó al suyo y que no le hablaron, y luego el bote hundió la proa en el mar y desapareció. Nunca más lo volvieron a ver ni supieron quienes eran.

Hace cinco años que no pesca, pero a veces el llamado del mar se hace tan intenso que no lo puede resistir, y por esto se ha ido a pescar cojinúas. Sin embargo, el ver llegar a los pescadores le hace no extrañar la pesca. Ahora se dedica a escamar y a filetear los pejes que traen los pescadores y ayuda en la limpieza de la villa; y gracias a la gestión de Félix, recibe el Seguro Social.

A sus ochenta años, es el pescador más viejo de la villa. Es querido, respetado y su presencia sirve de estímulo para todos y todas aquellas que trabajan o visitan la villa. Piloto dirige la yola de sus experiencias y sus conocimientos con las nuevas generaciones de pescadores a bordo; y con sus viejos amigos comparte las aventuras vividas en el mar.

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Ramón Blas

La vida de la rales

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Félix Mor ales, Pilo to y

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Ray Alma

Roberto López

pesca en Playuela

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José Ra

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El Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico

Por: Noemí Peña Alvarado, Biólogo

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l Laboratorio de Investigaciones Pesqueras (LIP), en sus inicios, tenía como objetivo principal el fomentar la pesca, adiestrando a los pescadores comerciales en nuevas técnicas de pesca, nueva tecnología de navegación, embarcaciones, equipos y artes de pesca; y se ha dedicado a llevar las estadísticas de la pesca comercial con el fin de promover un manejo pesquero que vaya a tono con la realidad de la pesca a nivel mundial.

En la década de los 80 se comienzan a manifestar los primeros síntomas de sobrepesca en la Isla por lo que esto cambia el enfoque y los objetivos del LIP; quien desde entonces se dirige a la conservación de la pesca logrando un mejor uso del recurso pesquero. Es entonces cuando el estudio de la biología básica de reproducción, estudios de edad y crecimiento, y el monitoreo de pesca se vuelven necesarios para poder recomendar las mejores estrategias de conservación para el manejo de las distintas poblaciones de peces.

A través de los años, se han creado vínculos de cooperación entre los biólogos del LIP y los pescadores y gracias a la participación de los pescadores se han podido lograr los objetivos, ya que se considera al pescador como base de conocimiento para realizar los estudios e investigaciones.

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Noemí Peña Alvarado, Pedro Silva y Verónica Seda Matos

Entre las tareas que realiza el LIP se encuentran: • visitas a las áreas de desembarco, • orientación sobre las nuevas leyes federales y locales, • asesoramiento para llenar el boleto o formulario de estadística de pesca comercial y • distribución de la solicitud de licencia para pescar.

Los muestreos de investigación reproductiva son sumamente importantes para el LIP, porque permite calcular madurez y la época reproductiva de las diferentes especies. Es muy importante que los pescadores y los ciudadanos en general entiendan que establecer medidas mínimas de tamaño de captura o vedas por época reproductiva, son necesarias para evitar la extinción de las poblaciones. Actualmente, hay muchas especies que se encuentran vedadas y los pescadores han podido ver como ha mejorado la pesca de especies tales como: la sama, el mero cabrilla, el chillo ojo amarillo, el juey de tierra y el carrucho, gracias a estas medidas de conservación.

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Un ejemplo clásico de esta situación de sobrepesca lo es el mero cherna, que entre los años 1950 y 1980 fue capturado indiscriminadamente hasta llegar a ser clasificado como extinto para fines de pesca comercial. Esta especie cuenta con una veda o cierre total, aunque recientemente el LIP recibió información sobre agregaciones de este mero; por lo que las vedas a lo largo no solo benefician a las especies, sino que también al pescador.

El monitoreo de pesca es otro tipo de estudio que se realiza en el LIP con el fin de evaluar la condición de las poblaciones, lugares de pesca, abundancia de pesca, entre otros parámetros.

Es importante que los pescadores comprendan que todos los estudios que se realizan en el LIP son para mejorar el recurso y así evitar la extinción en un futuro. Necesitamos pescadores comprometidos con la conservación de los recursos marinos para lograr que generaciones futuras también puedan disfrutar de la pesca.

Para información adicional sobre el LIP y los servicios que ofrece, pueden comunicarse al siguiente número telefónico: 787-230-4951.

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Pedro Silva Acosta Pescador del Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del DRNA

Por: Jannette Ramos García

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l Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, localizado en Joyuda, Cabo Rojo, cuenta entre su personal con la colaboración de pescadores de la zona oeste del país. La función primordial de éstos es salir a pescar en la lancha del Laboratorio. Esta se encuentra amarrada en Boquerón, en las facilidades de la Policía Marítima.

De allí salen a la mar, y todo lo que pescan es entregado al personal designado en el Laboratorio. Éstos, a su vez, están encargados de medir, pesar y detectar la presencia de huevas en las hembras, entre otras labores.

Uno de estos pescadores es Pedro Silva Acosta, natural de Mayagüez. Hijo y nieto de pescadores; ha pescado toda su vida. Pero no ha sido hasta los últimos diez años que se ha dedicado a pescar, como dice él, “de manera profesional”. Pedro llegó al Laboratorio por un evento inusual. Resulta que mientras pescaba, cogió un pez que le pareció muy raro. Como no sabía lo que era, lo llevó al Laboratorio para que lo identificaran. Allí, entabló amistad con Miguel Figuerola quien es biólogo marino; con el paso del tiempo le ofrecieron trabajo y él aceptó. Desde entonces, cuatro días a la semana, pesca para el Laboratorio.

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Muchos pescadores ven al personal o a las funciones del Laboratorio como una antagónica hacia ellos, o como dice Pedro: “como si fueran el cuco”. Piensan que el Laboratorio estudia las especies primeramente para luego imponerles restricciones a ellos, y que lo mismo hace con las estadísticas que recoge. Sin embargo, Pedro puede atestiguar que el trabajo que se realiza allí es cónsono con el bienestar de los pescadores y las pescadoras de Puerto Rico. “Yo he aprendido bastante aquí, creo que es desconocimiento de los pescadores lo que los hace desconfiar.

Tienen que aprender ¿cuál es el motivo del laboratorio?, ¿por qué se estudian las especies de peces? y ¿para qué son las estadísticas? El Laboratorio lo que hace es para conservar las especies de interés comercial. Esto, para que siempre haya las especies y no se extingan.”

Pedro expresó que, los pescadores y las pescadoras deben tomar la iniciativa de visitar las facilidades del Laboratorio y que deben hacer preguntas para que les aclaren sus dudas e inquietudes. De esa forma, “verán que el fin del Laboratorio no es vedar las especies, sino protegerlas para nosotros”. Sobre ese mismo tema añadió que: “en otros sitios también regulan la pesca, ¿por qué no lo vamos a hacer aquí también para las futuras generaciones?”.

Curiosamente, este equipo de trabajo es el encargado del control de ratas en los islotes de La Parguera. La razón para esto es que “las ratas se comen los huevos de las aves y éstas son las que nos dicen dónde están los peces”.

Todo está relacionado en el mundo de la pesca.

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Sobre Sea Grant La misión de Sea Grant consiste en Puerto Rico conservar y usar, de manera sustentable, los recursos y los ecosistemas marinos y costeros de Puerto Rico.

Para alcanzar su misión, el programa cuenta con proyectos de investigación, de educación y de extensión marina.

Sobre el CIEL El CIEL es un centro interdisciplinario para el estudio de procesos sociales costeros.

Ponemos atención a la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Colaboramos en planes de manejo de las reservas naturales y marinas. El CIEL es subvencionado por el Colegio de Artes y Ciencias, el Instituto Caribeño de Arrecifes de Coral y el Programa Sea Grant del Recinto Universitario de Mayagüez.

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Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez Programa de Colegio Sea Grant Recinto Universitario de Mayagüez Call Box 9000 Mayagüez, Puerto Rico 00681-9000 Tel: (787) 832-8045 Fax: (787) 265-2880 E-mail: fueteyverguilla@gmail.com seagrant@uprm.edu Página electrónica: http://www.seagrantpr.org

Nuestra página es: http://amp-pr.org/ciel Esta revista ha sido producida con fondos para mejoras en los servicios de extensión para las pesquerías (Fisheries Extension Enhancement Grant) del Programa Sea Grant.

Colaboraron en esta edición Dirección Manuel Valdés Pizzini Coordinación Jannette Ramos García Diagramación y diseño gráfico Johanna Guzmán Castillo y Jannette Ramos García

Fuete y Verguilla es...

Edición del texto Cynthia Maldonado Arroyo

• una revista para el sector pesquero.

• un medio para informar y dialogar sobre

Los artículos fueron una colaboración de: Jannette Ramos García y Noemí Peña

asuntos de interés y de importancia.

• una manera de estar al día.

• su revista.

Fotos Jannette Ramos García Edición de fotos Johanna Guzmán Castillo Impresión Imprenta del Programa Sea Grant, Sección de Comunicaciones y Publicaciones dirigida por Cristina D. Olán Martínez

Autorizado por la Comisión Estatal de Elecciones CEE-SA-12-4164-A

ISSN 2157-8850