Fuete y Verguilla Volumen 9, Número 1 febrero 2015 Volumen 8, Número 3
agosto 2014
Programa de Colegio Sea Grant y Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez
La devoción a la
Virgen del Carmen
Fuete y Verguilla
Volumen 9, Número Numero 1
febrero 2015
La Virgen del Carmen en Puerto Rico Por Fabiola Enríquez Flores
San Juan En el año 1863, Santiago Biñón y Miguel Porrata, residentes de San Juan, quisieron establecer una hermandad en honor a la Virgen. La hermandad funcionaría como una cofradía (congregación de devotos), donde los fieles a la Virgen podrían compartir su devoción. Organizarían misas en su nombre, celebrarían sus fiestas y rezarían sus novenas bajo el amparo de su parroquia predilecta. Su intención era simple: poner en escrito la devoción que ambos, junto a sus compañeros en la propuesta hermandad, ya observaban y celebraban. Igual que los antiguos colonizadores, la devoción a la Virgen del Carmen era algo que guardaban, a pesar de que no tuvieran una iglesia con su nombre.
Virgen del Carmen en el sector El Seco en Mayagüez Foto por Carlos J. Carrero Morales
Todos los dieciocho de julio las villas pesqueras
de Puerto Rico celebran a la Virgen del Carmen. Esta tradición es una que data desde la llegada de los españoles a nuestras costas. Fueron los colonizadores, marineros en su mayoría, quienes la trajeron como parte de su religión católica, pero especialmente, como devoción personal. Muchos años después, se estableció la tradición formal de la devoción a la Virgen del Carmen en la Isla con la llegada de las monjas carmelitas y la formación de su orden. No existe una historia oficial de esta particular devoción, pero lo cierto es que ha estado aquí por mucho tiempo: la observamos en las procesiones que los pescadores realizan, todos los veranos, en los pueblos que llaman a la Virgen del Carmen su patrona, en las capillas que llevan su nombre y en las historias de su gente. Las próximas líneas contarán algunos capítulos en la historia de dicha devoción.
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Santiago y Miguel escribieron al obispo de Puerto Rico con su petición, pero esta les fue denegada. Las reglas de la Iglesia prohibían la presencia de dos cofradías de la misma devoción dentro del mismo pueblo. Lamentablemente para los peticionarios, las monjas Carmelitas ya tenían establecida su orden y eran una presencia de fuerza en la ciudad, por lo que no podrían inscribir su hermandad. Si Santiago y Miguel querían inscribir su hermandad, debían hacerlo fuera de los confines de San Juan. No obstante, en las cartas de la Iglesia no aparece una segunda petición por Santiago y Miguel, ni en San Juan, ni en los pueblos cercanos, por lo que podemos presumir que se quedaron en San Juan. Que Santiago y Miguel se hayan quedado en San Juan, practicando su devoción personal, a pesar de los obstáculos para inscribir su hermandad, es un ejemplo de la fuerza que esta devoción ha mantenido a través de la historia de Puerto Rico. Continuaremos viendo ejemplos similares en otros municipios de Puerto Rico.
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Días después, temerosos y lamentando la pérdida de su ermita, continuaban refugiados en el centro del pueblo, por lo que el cura decide salir en busca de las imágenes perdidas. Esperaba que llevando las efigies (estatuas o personificaciones) a los residentes de la playa, los podría convencer de regresar a sus hogares. Así fue que encontró la imagen de la Virgen de la Merced y la llevó a los residentes de la playa, logrando el efecto deseado. Salieron todos en procesión del pueblo a la playa, siguiendo al cura que llevaba la Virgen. No se sabe con exactitud qué le pasó a la imagen de la Virgen del Carmen, pero sabemos que la nueva ermita se inauguró con la festividad en su honor.
Procesión de la Virgen del Carmen en Humacao Foto por Antonio Torres Torres
Humacao La segunda historia se centra en el pueblo de Humacao. Comienza en la tarde del 18 de noviembre de 1867, cuando un terremoto y el tsunami que vino con este, sorprenden a los residentes de la playa. Asustados por este suceso, huyen al centro del pueblo, para que un segundo golpe de agua no los pudiera alcanzar. Más allá de los daños provocados por el terremoto y el tsunami a sus hogares, otro de los problemas que los aquejó fue la destrucción de su ermita. Esa ermita, una capilla pequeña construida por los residentes de la playa para su villa, había guardado dos imágenes de la Virgen: una de la Virgen de las Mercedes y otra de la Virgen del Carmen. Ambas imágenes se creían perdidas luego del terremoto y el tsunami.
La parroquia del barrio Punta Santiago en la playa de Humacao aún lleva el nombre de Nuestra Señora del Carmen, razón por la cual es muy probable que esta haya sido el escenario de nuestra historia. De igual forma, se establecieron muchas otras capillas y parroquias en honor a la Virgen del Carmen en otros pueblos costeros de Puerto Rico las cuales comenzaron como sencillas ermitas construidas por sus devotos.
Procesión de la Virgen del Carmen en Humacao Foto por Antonio Torres Torres
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Aguadilla Para 1898, cuando la Isla fue invadida por el ejército estadounidense, muchos sacerdotes católicos abandonaron sus puestos y varias parroquias quedaron vacías. En respuesta, el obispo de Puerto Rico envió a sus sacerdotes en la misión de investigar la situación en los pueblos donde quedaron estas vacantes. Así es como llega un nuevo cura al pueblo de Aguadilla en 1916. A su llegada, notó la ausencia de la Iglesia en las tradiciones del pueblo; una de estas, las fiestas en honor a la Virgen del Carmen. Era cierto que las fiestas no estaban siendo organizadas a falta de una parroquia que brindara su ayuda, pero los devotos de la Virgen del Carmen seguían entre la población. Fue así que, con ayuda de sus fieles, el nuevo cura se pudo asegurar de que ese dieciséis de julio las fiestas de la Virgen del Carmen se celebraran en el pueblo de Aguadilla. Las fiestas regresaron en grande con el Triduo del Carmen, una observación de tres días; contrario a la celebración de hoy día que solamente es uno. Al año siguiente, en 1917, las fiestas nuevamente fueron celebradas con su tradicional procesión por agua, seguida la embarcación con la imagen de la Virgen por sus devotos vestidos de marineros. Es una procesión similar a esta la que al día de hoy aún se celebra en algunos municipios alrededor de la costa puertorriqueña. Mayagüez Actualmente, son familias o individuos quienes, por lo general, toman la responsabilidad de llevar a cabo la celebración de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen. La Iglesia está involucrada, como también lo está la comunidad de devotos, pero es mayormente el trabajo de un selecto grupo de personas el mantener viva dicha tradición. Este es el caso de diferentes villas pesqueras que celebran a la Virgen del Carmen, donde sus residentes señalan a una o dos personas reconocidas por ser
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las responsables de organizar las fiestas cada año. En el barrio El Seco, en la playa de Mayagüez, por ejemplo, la familia más notable dentro de la tradición de la Virgen del Carmen es la familia Santana. La familia Santana llega al barrio El Seco, al igual que muchas otras, cuando se expropia el barrio Buenos Aires de la playa de Mayagüez. Buenos Aires era el lugar donde famosamente se hacían las fiestas de la Virgen del Carmen, por lo que ahora los residentes de la playa del pueblo necesitaban un nuevo local para celebrar. Es entonces que comienzan las fiestas grandes en El Seco. Su organizador principal, en sus comienzos, fue Gilberto Santana, quien trajo consigo la tradición de las fiestas. Junto a su esposa, Elba, por muchos años estuvieron en el centro de las celebraciones. Luego de la muerte de Gilberto, hace unos años, su esposa y sus hijos han continuado la tradición junto al resto de los devotos del Carmen, no solo de El Seco, sino también en otras áreas del litoral mayagüezano. Son historias como estas las que recorren las comunidades donde se venera a la Virgen del Carmen en Puerto Rico. Igual que se escuchan las historias en Mayagüez, se escuchan en los pueblos costeros donde la devoción a la Virgen del Carmen esté presente. Nota: Para ver las fuentes consultadas y una versión más detallada de este escrito, visite: www.cieluprm.wordpress.com.
Procesión de la Virgen del Carmen en El Seco, Mayagüez Foto de archivo
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La Virgen de Humacao que paseaba en la “bacha” Por Jannette Ramos García
Antonio Torres García nació en la Isla de Vieques un 2 de enero de 1927 y se crió en Humacao. Su mamá era Juana Bautista y tuvo cinco hijos y una hija. Su papá, Carlos Torres, era marino y trabajaba en los muelles de Humacao construyendo barcos. Antonio cooperaba con él y lo ayudaba a masillarlos (masilla es una pasta que se usa para rellenar en la madera). Aunque colaboraba con su padre en los muelles, no le gustaba el mar y se dedicó a estudiar. Sin embargo, ha mantenido su devoción por la Virgen del Carmen, patrona de los marinos y de los pescadores. Desde niño asistía a la Iglesia Católica y participaba en las actividades en honor a la Virgen del Carmen que se realizaban en Humacao. La devoción que comenzó en sus primeros años y se desarrolló en su juventud ha continuado hasta hoy. Rememorando sobre esos tiempos pasados contó que se hacían novenas y cantaban himnos alabándola. La iglesia se llenaba de gente y salían por las calles en procesiones. También se hacían regatas y se realizaban alboradas (cantos al amanecer). Era una gran celebración y el pueblo se desbordaba por las calles. De Vieques llevaban una “bacha enorme” (plataforma flotante que se usaba para transportar caña) a Humacao. En ella, colocaban la estatua de la Virgen.
Antonio Torres Torres y su padre Antonio Torres García Foto por Jannette Ramos García
Para ese día, construían un altar en el cual colocaban la imagen de la Virgen. Entonces, la procesión acompañada por la Banda Municipal hacía su entrada tocando su música. La “bacha” era llevada por un remolcador hasta la playa de Humacao. Allí colocaban a la Virgen en el altar que le habían preparado para ese día. En aquel entonces, la Virgen no llegaba a tierra, “daban la vuelta por la playita de Naguabo” y un despliegue de fuegos artificiales la recibía. De ahí partía de regreso a la Iglesia de Humacao.
Procesión de la Virgen del Carmen en Humacao Foto por Antonio Torres Torres
Los años han pasado y ya la celebración no tiene la misma grandeza que tenía en su niñez y su juventud. La “bacha” ya no se usa, ahora solo van botecitos de pescadores y de otros creyentes. Ya no ve tanta gente en la procesión, “tal vez porque ya no hay la misma algarabía,” nos comentó Antonio. Aún así, los pescadores se ocupan de cooperar en todo lo relacionado a la procesión y le tienen un nicho en la villa pesquera. “No son asiduos a la iglesia, pero van si hay alguna actividad de la Virgen.” Antonio es padre de Antonio Torres Torres, vicepresidente de la Villa pesquera de Punta Santiago en Humacao y ambos contribuyen en la organización de las actividades dedicadas a las Virgen del Carmen en Humacao.
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El milagro de Aleida y su devoción por la Virgen del Carmen Por Jannette Ramos García
La devoción a la Virgen del Carmen ha sido parte de nuestra cultura durante siglos. Con el paso del tiempo, las celebraciones y las procesiones acompañaron esa devoción como una forma de celebrar a la Virgen y sobre todo por que la gente ligada a la pesca siente que ella los cuida. Los años han pasado, pero el fervor por la Virgen se ha mantenido y hoy día en la mayoría de los pueblos costeros, a mediados del mes de julio, se celebran misas y procesiones en mar y en tierra en su honor. Muchas de las personas que son partícipes de las celebraciones le han rezado a la Virgen pidiéndole un milagro por algunas de sus circunstancias personales y piensan que les ha sido concedido y asisten en agradecimiento. Una de estas personas es Aleida Ortiz Rosado quien es socia de la Asociación de Pescadores de Nuestra Señora del Carmen (El Docky) en la playa de Mayagüez. Aleida llegó a vivir al sector El Docky muy cerca de la Villa Pesquera Nuestra Señora del Carmen cuando era muy joven. En aquella época, conoció a Rodolfo Santiago quien es el papá de su hijo Rodolfo y de su hija Caraín. Ambos tenían en común entre otras cosas, la pesca y su devoción por la Virgen del Carmen. Cuando ella tenía seis meses y medio de embarazo de su hijo, regresaban de pescar y su embarcación chocó con mucha fuerza contra algún objeto que estaba escondido bajo las aguas en la boca del Río Guanajibo (entre Cabo Rojo y Mayagüez). El impacto contra el objeto fue tan fuerte que salió disparada hacia el fondo de la embarcación y cayó de bruces golpeándose muy fuerte en el abdomen. Tan contundente fue el golpe que pensó que llegaría a perder a su bebé. Estuvo mucho tiempo en el hospital, periodo en el que le pedía a la Virgen que cuidara y que salvara a su criatura. Cuenta Aleida que el milagro se cumplió y su hijo nació sin mayores contratiempos.
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Desde entonces, ella carga con un escapulario o con un rosario en su honor. Al pasar los años, Rodolfo y Caraín se han unido en su devoción y ambos la ayudan en la organización de las procesiones y en el cuidado de la capilla en cuyo atrio se observa la imagen de la Virgen del Carmen posada sobre una yola. Según nos cuenta Aleida, los pescadores se paran frente a la capilla, se persignan y salen entonces a pescar. Su fe en que la Virgen los va a cuidar los sostiene y aunque muchos han pasado contratiempos en alta mar, ella afirma que la Virgen los ha protegido.
Capilla Nuestra Señora del Carmen en el sector El Docky, Mayagüez Foto por Jannette Ramos García
Aleida Ortiz Rosado Foto por Jannette Ramos García
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En el pasado Aleida recuerda que se hacían se hacían grandes fiestas con motivo de la celebración del día de la Vrigen. Durante diez días tenían machinas alrededor de la villa pesquera, se traía música y llegaba mucha gente. Ahora ya no se celebra de esa forma pero los verdaderos devotos siempre llegan ya sea a las misas o a las procesiones, la que se realiza por tierra y la que se realiza por mar. Han buscado la forma de mantener viva la celebración y el fin de semana antes de la procesión por tierra y por mar invitan a las familias devotas del sector El Maní a tener un “compartir”. Ese día cocinan caldo de pesca’o y mofongo para todas las personas que asistan. De esa forma, las personas devotas que pertenecen a la Comunidad de Dulces Labios y de El Maní, se unen a celebrar su fe en la Virgen. La procesión por tierra en el barrio Dulces Labios Al caer la noche del miércoles de la misma semana de la procesión por mar (domingo), salen los devotos de la Villa Pesquera Nuestra Señora del Carmen en una procesión hacia el Barrio Dulces Labios en Mayagüez. Cada año, se hacen camisetas con la imagen de la Virgen y muchas personas las visten. Carain, la hija de Aleida, va vestida de capitana de barco y otras niñas y niños se visten de marineras y marineros y van ataviados de blanco. Todas las personas van entonando cánticos y rezos. A su paso por Dulces Labios, se detienen en todas las casas donde hay enfermos que necesitan de la Virgen y se reza por ellos. Para cada una de esas personas, hay una estampilla, un escapulario o una flor con la Virgen y hasta rosarios. La procesión dura casi dos horas.
Virgen del Carmen en procesión hacia el Bo. Dulces Labios, Mayagüez Fotos por Jannette Ramos García
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La voz de los rezos es de Rubén “Cano” Ramírez quien es el tesorero de la asociación en la actualidad y es a su vez capellán federal y ministro de la eucaristía en la Iglesia Católica. Como lleva cuarenta años de su vida como devoto a la Virgen, conoce de cerca la procedencia de la imagen que con tanto amor, cuida Aleida. La imagen fue traída directamente de España y costó ochocientos dólares en aquella época. La base en forma de barco donde está depositada la hizo un socio de la asociación llamado Tony Capitán. A cada procesión, todas las personas iban vestidas de blanco y esa tradición se ha mantenido hasta hoy día.
Rubén “Cano” Ramírez
El miércoles de la semana del 18 de julio, día de la Virgen del Carmen, realizan una procesión por tierra y el domingo la sacan por mar. La llevan en la embarcación de Kiko Ortiz. La pasean por la Bahía de Mayagüez donde saluda a la Virgen de El Seco en este mismo pueblo.Al final, regresan a la Virgen a su nicho en la capilla, en la espera del nuevo verano en que nuevamente celebren sus milagros, sus esperanzas y su fe. Fotos por Jannette Ramos García
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Una visita a Crash Boat en la búsqueda de los devotos de la Virgen del Carmen Por Hedy I. Nieves Crespo
Hacía años que no visitaba Crash Boat (La Playuela) en Aguadilla. Esta vez iba con la tarea de conversar con los miembros de la Asociación de Pescadores de La Villa del Ojo de Agua, lugar donde se hilvanan las tradiciones de la pesca y la Virgen del Carmen, la patrona de los pescadores, del mar y de los navegantes en Aguadilla. Cuando llegué, el área se encontraba solitaria. Me acerqué a ver los pescados desplegados en la nevera y observé algunos letreros pegados en las paredes, muchos sobre información acerca de los peces, y una edición previa de Fuete y Verguilla (La Ruta del Pescado) que estaba cerca de un calendario de imágenes de la Iglesia Católica. Como no llegó nadie, salí a caminar. Justamente, en la parte trasera de la entrada de la pescadería, me encontré con un símbolo de lo que buscaba; en su altar se encontraba una estatua de la Virgen del Carmen resguardada en un nicho de un acrílico transparente y cobijada por un techito de dos aguas. A esta Virgen, no le faltaban las flores ni los escapularios (imágenes colgadas de su cuello). Mientras las yolas esperaban su turno para ir al mar, parecía como si la imagen de la Virgen se posicionara para velar por ellas y por la hilera de cubículos, donde los pescadores guardan sus herramientas de trabajo. Cerca de los cubículos conocí a Axel y a su tío Blas, ambos pescadores. Axel y Blas me comentaron que “ya no es igual que antes… los pescadores que creen en la Virgen del Carmen son menos”. Según ellos, la merma de devotos se debe a que la gente practica ahora otras religiones, “hay menos católicos, ahora hay más pentecostales y de otras”. Sin embargo, ellos dos creen en la Virgen por tradición, ya que en su familia sus madres, abuelas, abuelos son o fueron creyentes. Por ejemplo, la abuela de Axel, “murió con el voto puesto” como parte de una promesa por la salud de la hija, la mamá de Axel. Blas, por su parte, resaltó que “es que esa es la Virgen de la gente de por aquí”, porque “la Virgen del Carmen es la Virgen de los pescadores… ella los protege para que siempre regresen,… y hay gente que le pide por milagros y otros le hacen promesas”. Al poco tiempo, llegaron otros pescadores que mientras me comentaban sobre la pesca, me decían que ellos no creen en ella, en la Virgen, aunque sí han visto las fiestas desde pequeños e incluso habían llegado a participar de ellas.
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Un milagro para Piloto Alberto Badillo Blas nació hace 84 años en Playuela. Allí nadie lo conoce por su nombre, sino por su apodo Piloto, “ese nombre me lo puso mi mamá al igual que el apodo, Piloto. Aquí estaban los de la base (Ramey), que hablan enreda’o, en inglés, y yo como también hablo enreda’o se adaptó a que me dijeran así”. Añadió que ese apodo también se debe a un compueblano que hablaba también enreda’o, Juan Piloto. Don Piloto, quien es devoto de la Virgen del Carmen, me contó una anécdota de un milagro que ella le había concedido. Al igual que otros pescadores, que había entrevistado previamente, me dijo que “son menos los que ahora creen porque han llegado otras religiones”. Pero para don Piloto su fe en la Virgen es inquebrantable. Hace muchos años, ella le salvó la vida. Un día salió a pescar como era su costumbre, pero lo que le sucedió no fue usual. “Pa’ aquellos tiempos donde no había motor y eso era a remo” un marlin al saltar le atravesó el cachete con la punta. “Mira olvídate tú, que eso empezó a botar sangre y ahí mismo empecé a pedirle a Dios y a la Virgen que me ayudaran a llegar a un hospital. Y en la misma yola llegué al otro la’o donde me bajé y fui al hospital. Eso fue un milagro, que llegara a ese hospital. Fue mucha la sangre que boté”. El asevera que, es la Virgen del Carmen quien allí, en la pescadería, vela por las yolas y las puertas de los cubículos de los pescadores, los bendice y los protege de la bravata. La bravata parece ser el personaje que representa lo opuesto a la patrona de los pescadores, los navegantes y del mar. La bravata según don Piloto es cuando, “el mar está malo, que está alborota’o”.
Alber to Ba dillo B Foto las y por H H edy I . Niev edy I. Nie ves C es Cr respo espo
Me resultó interesante que en la búsqueda de los devotos del la Virgen del Carmen, encontré múltiples visiones y factores que inciden en esta tradición. Por otra parte, noté que solo algunos pescadores la salvaguardan. Sin embargo, ya sea por tradición, porque les contaron los abuelos y las abuelas, o porque ellos mismos han sido parte de un milagro o promesa, la devoción aún sigue viva. Tal y como escribió la compañera Fabiola Enríquez: “La Virgen del Carmen no está en los libros ni en los altares, sino en las historias personales de sus devotos”. En otras palabras, existe y existirá en la medida en que la fe de sus creyentes siga viva. A lo que me atrevería añadir que la Virgen del Carmen existe porque es parte de la identidad local y la tradición oral en la cual se conoce la Virgen, aunque no necesariamente se crea en ella.
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Arriba: Alberto Badillo Blas, foto por Jannette Ramos García.
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Pescador arribando con su pesca Foto por Hedy I. Nieves Crespo
Don Piloto, quien lleva toda la vida allí en Crash Boat, fue anteriormente entrevistado en otro volumen de esta revista. La entrevista está bajo el título de “Mitos y sagas en el mar”, en el Volumen 6 Número 1 publicado en febrero de 2012. Aprovecho para agradecer al personal y pescadores de la pescadería Villa del Ojo en Crash Boat por su
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La misión de Sea Grant consiste en promover la conservación y el uso sustentable de los recursos y los ecosistemas marinos y costeros. Para alcanzar su misión, el programa cuenta con proyectos de investigación, de educación y de extensión marina.
El Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) es un centro de investigación para el estudio de procesos sociales costeros con énfasis entre el ser humano y el medioambiente. Está adscrito al Departamento de Ciencias Sociales de la UPRM y es subvencionado por la Facultad de Artes y Ciencias y el Programa Sea Grant de la UPR.
Programa de Colegio Sea Grant Recinto Universitario de Mayagüez Call Box 9000 Mayagüez, Puerto Rico 00681-9000
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Coordinación Jannette Ramos García
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Diagramación y diseño gráfico Larimar Castro Medina Jannette Ramos García Edición del texto Cristina D. Olán Martínez Jannette Ramos García
Impresión Imprenta del Programa Sea Grant, Sección de Comunicaciones y Publicaciones dirigida por Cristina D. Olán Martínez Jefe de impresos Raúl Omar Ortíz Arroyo (Pichón Duarte)
Edición de fotos Larimar Castro Medina Jannette Ramos García
Teléfono: (787) 832-8045 Fax: (787) 265-2880 Correo electrónico: fueteyverguilla@gmail.com
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Foto de portada
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Fotos por Jannette Ramos García y Ruperto Chaparro Serrano
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