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Un chatbot en tu campaña
Alberto Mendoza*
El furor por la inteligencia artificial ha llegado al marketing político. En anteriores campañas hemos visto irrumpir como novedad las diferentes redes sociales, conformando estrategias que han ido integrando desde los hashtags de Twitter a los videos lúdicos de TikTok, pasando por el gran ejercicio de segmentación publicitaria que ofreció Meta con Facebook e Instagram. Pero la competición electoral de 2024 estará marcada por el uso de chatbots y otras potencialidades de la AI. Las herramientas ya están ahí, o comienzan a estarlo, pero todavía es necesario tener claro para qué conviene utilizarlas, sin dejar de lado el aspecto ético.
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Para elaborar este artículo, se recurrió a ChatGPT, desarrollado por la compañía Open AI. El objetivo es que la propia herramienta apunte las tendencias y utilidades que tendrá en las próximas campañas electorales. De modo que todas las ideas que se reflejan a continuación proceden de la información proporcionada por este modelo de lenguaje artificial a preguntas específicas, con su respectiva edición por el autor.
Al preguntar de manera general cómo pueden impactar ChatGPT y la AI en las campañas electorales de México, la respuesta es contundente: “La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta poderosa para muchas industrias, incluyendo la política. En particular, los chatbots impulsados por la IA, como ChatGPT, han demostrado ser una manera efectiva para que los políticos y sus equipos se conecten con los votantes”.
Según este sistema, puede brindar información útil y responder a preguntas en tiempo real, “lo que les da a los votantes la sen- sación de que están siendo escuchados y atendidos”. También puede ayudar a los políticos a llegar a una audiencia más amplia de las redes. Y, por último, pueden recopilar información sobre los votantes, lo que permite personalizar los mensajes y adaptarse a las necesidades de diferentes grupos demográficos.
ChatGPT nos recuerda que México tiene una población joven y cada vez más conectada a Internet, y que es un país muy diverso en términos de cultura y demografía, lo que hace que la personalización del mensaje sea especialmente importante. “Los chatbots impulsados por la IA pueden ayudar a los políticos a adaptar su mensaje a diferentes grupos de votantes de manera más efectiva”.
No obstante, a raíz de las respuestas, surge la duda de cómo los chatbots pueden ayudar a los políticos a llegar a más audiencias en redes. Buscando la aclaración, leemos que pueden ser integrados en plataformas de redes sociales, aparentando una mayor interacción de los candidatos con un mayor número de votantes a la vez, lo que puede aumentar el alcance y la efectividad de la comunicación de su mensaje.
En segundo lugar, los chatbots pueden ser programados para enviar mensajes personalizados a los votantes en función de sus intereses, edad, ubicación, género, entre otros criterios. Esto permite a los políticos llegar a diferentes grupos demográficos de manera más efectiva, y enviar mensajes específicos adaptados a cada uno de ellos. Por ejemplo, si un político quiere llegar a jóvenes en una determinada ciudad, el chatbot puede enviar mensajes específicos sobre las pro- puestas que más pueden interesar a ese grupo en particular.
En tercer lugar, los chatbots pueden ayudar a recopilar información sobre los votantes, como sus preferencias políticas, intereses y necesidades. Esta información puede ser utilizada para personalizar aún más el mensaje y adaptarlo a las necesidades de diferentes grupos demográficos. También puede ser utilizada para identificar problemas que son importantes para la población en general y para ajustar la plataforma política en consecuencia.
Es decir, que se puede aplicar a la investigación, automatizando y potenciando el trabajo de encuestas y sondeos. Por ello, se repreguntó al chatbot sobre formas de recopilar información sobre los votantes, y otra de sus explicaciones fue que los chatbots pueden utilizar técnicas de procesamiento de lenguaje natural para analizar la información que los votantes proporcionan y extraer información importante. Por ejemplo, pueden analizar los patrones lingüísticos para determinar las preferencias políticas, la edad y el género de los electores, y así adaptar el mensaje a segmentos diversos.
ChatGPT también afirmó que sus congéneres podrían hacer preguntas específicas sobre si el mensaje de un político ha sido efectivo para persuadir a un votante. Estos datos podrían ser, una vez más, utilizados para ajustar el mensaje.
Pero además de en las candidaturas y sus estrategias, se debe pensar en las autoridades electorales. Aquí, las respuestas sobre su utilidad se centran en proporcionar información a los votantes. Los chatbots pueden ser programados para proporcionar información sobre las elecciones, como la ubicación de las casillas, la fecha y horas de la elección o los documentos necesarios para votar. “Esto puede ayudar a garantizar que los votantes estén bien informados y se sientan más seguros al emitir su voto”, asegura la herramienta.
En este sentido, los chatbots pueden responder preguntas comunes que los electores puedan tener, como quiénes son los candidatos en las elecciones, cuáles son sus plataformas, o cómo se puede votar en el extranjero. Además, pueden hacerlo en tiempo real. De hecho, el Instituto Nacional Electoral lanzó en 2021 un chatbot que funcionó como un canal de comunicación directa para resolver las dudas en torno a la jornada electoral de aquel año. De nombre Inés, el asistente virtual ayudaba a los electores a través de un mecanismo de respuestas automatizadas en WhatsApp.
La AI ya está aquí para participar de las elecciones. Eso sí, ChatGPT nos recuerda que el impacto final de estos sistemas “dependerá de cómo los políticos y sus equipos los utilicen para conectarse con los votantes y ganar su confianza y apoyo”. Es decir, que los candidatos y sus asesores tendrán que seguir haciendo su parte.