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Águila espuria
Arlene Ramírez*
Desde 2006, Andrés Manuel López Obrador ha utilizado frecuentemente este adjetivo para referirse al gobierno resultado de una elección que él siempre se ha negado a reconocer. Al grito de “espurio”, en 2008 AMLO le confería al entonces presidente Calderón y a su gobierno con una etiqueta que le ha acompañado hasta la fecha.
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Con el paso de los años, la sombra de la falsedad y el engaño ha acompañado la retórica populista del actual presidente de México, quien señala y culpa al pasado, al neoliberalismo, a la mafia del poder y al gobierno espurio de Calderón de la mayoría de los males que siguen aquejando al país y que evidentemente, AMLO no ha podido desterrar.
El problema principal, no es el anclaje en el pasado ni la perorata mañanera. Principalmente, el problema radica en la suma de situaciones en las que cuando lo “espurio” es generado desde el poder de hoy, no hay gritos, manotazos y mucho menos repercusiones.
Con claras afrentas a la ética, los valores y los principios más altos de
México, hoy se permite la permanencia en la SCJN de una ciudadana con la preparatoria concluida, se otorga la más alta condecoración a un dictador, se justifica la tiranía, la autocracia y se martiriza a quien abusa del poder.
La visita del dictador cubano Díaz-Canel a México confirmó la alineación del presidente mexicano al eje de los tiranos contemporáneos y le ofreció la oportunidad de reforzar un discurso de apoyo hacia un gobierno dictatorial que ha sumergido en la pobreza y la desigualdad a su población.
El mito del bloqueo estadounidense impuesto a Cuba frecuentemente asocia la idea de la participación de los EE.UU. como artífices de la tragedia cubana. Sin embargo, la realidad es que la dictadura cubana es la que ha utilizado el bloqueo como la justificación ideal para evadir la responsabilidad sobre la pobreza, el atraso, la desigualdad y la represión que existe en el país.
Desde 1985, Cuba tiene un comercio internacional activo con más de cien países, incluyendo a Estados Unidos con quien importa desde 2001 y exporta desde 2009. El im- pacto del comercio exterior de ese país a su PIB tan solo en 2020 fue del 27%, con exportaciones del 14.5% del PIB en el mismo año. Actualmente, Cuba tiene más de 27 tratados bilaterales con más de 90 países, Estados Unidos es su noveno socio comercial y en 2021 las exportaciones de alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos a Cuba se incrementaron en un 74.7%, lo que representa un incremento superior al 50% con respecto al año anterior.
Por lo que toca a las importaciones, la isla mantiene una tasa preferencial para la importación de crudo desde Venezuela e importa desde Estados Unidos, México, Italia, Alemania, España, Rusia y China productos de diferentes sectores.
Es importante recordar que el embargo impuesto en 1958 era de control armamentista y que en 1960 el embargo a las exportaciones de EE. UU. a Cuba no incluía alimentos ni medicinas. En ese sentido, destaca que más de 90 multinacionales estadounidenses tengan una presencia activa en el mercado cubano desde 2001 y que Estados Unidos sea el mayor proveedor de alimentos, productos agrícolas, medicinas e insumos médicos a Cuba.
No podemos negar el impacto negativo del bloqueo durante la guerra fría, pero tampoco podemos negar que el añejo comunismo cubano ha desarrollado una dictadura destructiva, un gobierno que dilapida recursos para una élite en el poder.
Lo que ha destruido a Cuba es el comunismo y el régimen dictatorial destructivo y derrochador derivado de una fallida revolución.
La tragedia cubana tiene rostros y apellidos, hoy también tiene una condecoración espuria que representa la validación de una persona en el poder que también ha dicho, que los pobres son primero.