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Fin de las democracias
Cuauhtémoc Miranda*
Uno de los libros más vendidos en la unión americana en los últimos años es el texto intitulado, Cómo mueren las democracias , (Ariel 2018), de los politólogos y académicos, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, profesores de una de las instituciones de mayor renombre del planeta, hablamos de la Universidad de Harvard, esta ocupa el tercer lugar entre las escuelas más prestigiosas del mundo, después de Oxford y Caltech. Al ser especialistas en América Latina, los catedráticos analizan una serie de postulados donde demuestran el cómo las democracias de esta región generan su propia antítesis que las convierte en frágiles al grado de morir y desaparecer.
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Estos parámetros, bien analizados en este documento, están encontrando un eco importante en México, y cual receta de cocina, se están llevando a cabo, lo cual es indicativo de que nuestra democracia está en riesgo, aquí algunos puntos.
Se menciona que las democracias en America Latina ya no morirán por un golpe de estado militar, eso ya no es viable. Hoy en día hay se le da todo el poder a la milicia, algo que está pasando en nuestro país. El ejército hace aeropuertos, decide partidas para la ciencia, anda en las calles como policía, construye trenes, está en el metro la ciudad, tendrá una línea aérea comercial, entre otras labores pasando de lo militar a lo civil.
Otro postulado que mencionan los autores de este libro y quizá es el más peligroso se refiere a generar populismo, y esto el gobierno transformador lo domina, hace que sus seguidores se vuelvan fanáticos y no aceptan ninguna crítica. Lo popular es lo bueno, lo único, lo mejor, lo demás es malo y no contribuye para el “desarrollo” de la nación, cuando quizá puede ser lo contrario. El populismo no permite otras visiones ni internas y menos externas, ellos tiene las soluciones absolutas a todo problema social, económico y político.
Los especialista mencionan también el debilitamiento de las instituciones, este rubro es preocupante, porque lejos de crear, destruye. Esta es otra anomalía recurrente en México, lo construido por los gobiernos anteriores, sobre todo el del expresidente Felipe Calderón, tiene que desaparecer. Al grado que el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) instaurado por este gobierno, no duró ni cuatro años, lo quitaron
*Cuauhtémoc Miranda es presidente de la Academia Mexicana de la Radio. Autor del libro Crónicas hertzianas, historia de la radio en México. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además realizó la maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura en la Universidad Intercontinental.
Desde 1992 ha sido productor y conductor para diversos grupos radiofónicos entre los que destacan Radiópolis, Radio Fórmula e Imagen Multicast. Premio Nacional de Locución 2019. Es catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Ciudad de México. @cumiranda del mapa; una acción más que provoca la muerte de las democracias, según los autores harvarianos.
Pero la receta aún no termina, una más que lleva a la destrucción de la democracia es el golpear a la prensa. Para este el gobierno en turno, se ha convertido en deporte denostar a periodistas y medios de comunicación, no permite al pueblo inteligente decidir con quién informase y con quien no, ellos tienen la vedad, y lo demuestran cada miércoles cuando ocupan la homilía mañanera para marcar a los mentirosos y traidores al movimiento morenista. Vaya periplo, si no está conmigo, está en mi contra.
Dos aspectos relevantes que señalan Levitsky y Ziblatt son la erosión social y la polarización extrema. Estos dos cánceres ya se filtraron en la vida de la nación y tardarán décadas en desaparecer, convirtiéndose en un punto más que destruye a las democracias. Violencias e inseguridad en todos los estados son la nota diaria.
Se puede pensar que este análisis es producto de estudios de escritorio donde solo se teoriza y se generan hipótesis con bases poco sólidas o sin sustento, pero este binomio de doctores, lleva varios años en el estudio de los intentos de democracia en América Latina, incluso para estudiarlos más de cerca, han vivido en países tan convulsos como Perú. Chile, Bolivia, Venezuela, pero sobre todo, Centro América, en especial, Nicaragua. Ambos profesores, han palpado de primera mano cómo las democracias en estos lugares se van fragmentado y se van diluyendo, esto ocasionado por los mismos líderes que suspiraban por el poder, pero al tenerlo pierden las dimensiones del cargo y comienzan a crear su propia antítesis.
Estos paradigmas, bien contextualizados en el libro, no solo tienen cabida en la zona sur del continente, también ofrecen un perfil de lo sucedido con el gobierno de Donald Trump. Sería importante que México se vea en ese espejo y, lejos de denostar y descalificar, ofrezca un sentido objetivo. Ningún gobierno es perfecto y es válido corregir el camino para no caer en alguno de los puntos antes mencionados, y que nuestra democracia no muera como ha sucedido en otros países hermanos de América.