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Liderazgos para una nueva era Ana Ávalos*
La sociedad digital ya ha dejado atrás a la sociedad industrial. La incertidumbre, las resistencias, los miedos, la incomodidad son síntomas claros de un momento de transición histórica. Algunas de las grandes preguntas que toca responder precisamente en este momento es: ¿Quiénes son los actores sociales de esta era digital? ¿Quiénes son los líderes que van a dar rumbo a las grandes transformaciones económicas, políticas, sociales, espirituales, tecnológicas que estamos atravesando? ¿Qué tipo de liderazgos se necesitan para afrontar las complejidades del mundo en que vivimos hoy?
La respuesta es urgente y, paradójicamente, necesita largas horas de reflexión. En los últimos 60 años se han realizado miles de estudios sobre el fenómeno del liderazgo en general y, en gran medida, enfocado al liderazgo en las grandes empresas y corporaciones. Sin embargo, el liderazgo político es un tema que hace poco tiempo se ha convertido en foco de atención para académicos, medios de comunicación y organizaciones del tercer sector.
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Un artículo reciente de Farshad Arjomandi hace un interesante recorrido por esta literatura enfocada en liderazgo y propone una clasificación sistemática de las principales teorías con sus respectivos exponentes. Su conclusión es que ninguna de las diferentes líneas de investigación arroja conclusiones definitivas y que los resultados de la mayoría de estos estudios son inconsistentes y difíciles de interpretar.
Aún así, me parece que estos estudios han abierto un camino para poder empezar a estudiar con mayor rigor la cuestión del liderazgo político en el siglo XXI. Quienes actualmente decidan abocarse al análisis de este fe- nómeno cuentan ya con un camino avanzado en cuanto a terminología y metodologías que pueden adaptarse y mejorarse continuamente.
*Ana Avalos es directora del Área Internacional de la Fundación Liderar con Sentido Común. Doctora en Historia por el Instituto Universitario Europeo, con más de 10 años de experiencia en docencia, desarrollo y producción de contenidos culturales para medios de comunicación, así como coordinación de equipos de trabajo multidisciplinario y gestión de relaciones inter-institucionales.
En este sentido, tanto el estudio de Arjomandi como el también recientemente publicado de Marcos Peña2 arrojan luz sobre los rasgos más importantes que deben tener los líderes actuales. Por un lado, Peña presenta 9 dimensiones que considera deberían ser incluidas en toda caja de herramientas de un líder político: salud mental, alto rendimiento, coherencia (entre lo que uno es, lo que uno hace, y lo que uno dice), contacto constante con la naturaleza, manejo de la fama, salud digital, perspectiva, trabajo en equipo y pensamiento a largo plazo. Por su parte, Arjomandi concluye, y no podría estar más de acuerdo, que la gestión de complejidad es una de las capacidades más importantes de los nuevos liderazgos.
En mi opinión, es justamente en la gestión de complejidad en donde quedan comprendidas prácticamente todas las habilidades necesarias para enfrentar los grandes retos de la sociedad actual. Se necesitan líderes bien equipados para manejar los desafíos que suponen las nuevas tecnologías, los conflictos geopolíticos, los cambios demográficos y la crisis climática (por mencionar algunos). Solamente un líder que es sano mentalmente, que es inteligente emocionalmente, que sabe trabajar en equipo, que mira en perspectiva, que es eficaz en la resolución de problemas y que es coherente entre lo que siente, piensa y hace, es capaz de gestionar la enorme complejidad que plantea este cambio histórico de la sociedad industrial a la era digital.