Estreno mundial Teatro auf der Wieden (Viena), 30 de septiembre de 1791
“Llena de magia”
“Un encantador cuento de hadas”
OPERAWIRE
BROADWAY.COM
Primera presentación en la Ópera Metropolitana de Nueva York 30 de marzo de 1900
Opera 2019 en vivo 2020
EN DIRECTO DESDE NUEVA YORK
Horario de transmisión Duración 1h 40 min. ACTO I
Disonancias
soprano La cantante húngara ha representado cientos de veces el personaje de la Reina de la noche, uno de los más famosos que se hayan compuesto para voz de soprano de coloratura, que se caracteriza por sus notas agudas y cristalinas y por cantar elaborados ornamentos vocales. Debe interpretar dos arias, que bastan para justificar la notoriedad del personaje. En la primera se presenta como una madre doliente por la ausencia de su hija, y en la segunda, la más famosa, muestra su verdadera alma furiosa y vengativa. En esta última, la partitura sube hasta un electrizante fa sobreagudo y tiene varias sucesiones dificilísimas de notas picadas (staccato), es decir, notas que deben oírse nítidas y claramente separadas entre sí por un breve silencio. Miklósa ha estado en varias ocasiones en el escenario del Met y también es muy solicitada en Europa. A pesar de los compromisos de su carrera internacional, no ha querido abandonar su casa en las montañas de Hungría.
Mozart y Schikaneder. Mozart se inició como aprendiz en una logia de Viena el 14 de diciembre de 1784 y en poco tiempo alcanzó el grado de maestro. Los analistas siempre han encontrado símbolos de la masonería en esta ópera, como aquellos relacionados con el tres, un número importante en la hermandad. Están los tres niños, las tres damas y también son tres las pruebas que debe superar Tamino. Además, la tonalidad principal de la obra, mi bemol mayor, tiene tres bemoles; y en medio de la Obertura, Mozart hace sonar notoriamente tres veces una secuencia de tres acordes. La obra, en términos generales, daba tantas pistas sobre los rituales secretos y la simbología de las logias que algunos de sus representantes se sintieron ofendidos. Por eso, para rodear de más leyendas la muerte inesperada de Mozart, en Viena llegó a circular una versión estrambótica, según la cual, el músico habría sido asesinado en un acto de venganza de su fraternidad.
DIFERIDO
Erika Miklósa
_ La lauta mágica es la obra de dos hermanos masones:
12:00 pm CUENTA REGRESIVA
FINAL
1:40 pm
11:55 am
La hora de inicio de la función está sujeta a la disponibilidad de la Metropolitan Opera. _ El ingreso a la sala debe ser antes de la hora de inicio para no interferir con la función. _ Para mejor apreciación sugerimos no ingresar alimentos a la sala y apagar sus celulares.
Próximas funciones Wozzeck
ENE. 11
FEB. 8
ALBAN BERG
1:00 pm / Directo
12:00 m / Diferido
Porgy & Bess
FEB. 1
MAR. 7
DE LOS GERSHWIN
1:00 pm / Directo
12:00 m / Diferido
(1885-1935)
La flauta mágica WO LF G A N G A M A D E U S M OZ A RT
(1898-1937)
DIC. 7 DIFERIDO @CINECOALT
BARRANQUILLA BOGOTÁ BUCARAMANGA
CALI CARTAGENA CHÍA
MANIZALES MEDELLÍN PEREIRA
SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL
Una fábula para el niño, el sabio y el mundano Textos: Luis Carlos Aljure El 30 de septiembre de 1791, en un teatro de las afueras de Viena frecuentado por las clases más populares, las mil personas que acudieron al estreno de La lauta mágica se encantaron con los niños voladores, la serpiente gigante, las ocurrencias del hombre emplumado, y el poder de unos instrumentos musicales capaces de aplacar a las fieras salvajes y de insuflar inocencia el corazón de los malvados. Algunas semanas después, este cuento de hadas con trasfondo filosófico se había convertido ya en el triunfo operático más grande de la carrera de Mozart, pero no lo disfrutó por mucho tiempo porque su salud se deterioró de la mano con el éxito. Cuando la enfermedad lo postró en una cama y le impidió volver al teatro, tomaba el reloj a la hora señalada para seguir imaginariamente, escena tras escena, el desarrollo de la función. Mozart había terminado casi toda la obra en julio de ese año, pero un encargo de última hora de la corte vienesa, que implicaba prestigio y dinero, lo obligó a interrumpir el trabajo para dedicarse a componer, en apenas dieciocho días, La clemencia de Tito, una ópera destinada a la coronación del emperador Leopoldo II en Praga como rey de Bohemia. Más de un testimonio sostiene que al regresar a Viena se le notó muy débil, pero nada que le impidiera terminar a tiempo La lauta mágica. El 28 de septiembre, dos días antes del estreno, registró en su catálogo personal la terminación de las piezas faltantes: La marcha de los sacerdotes y la Obertura. En 1791 Mozart tenía solamente 35 años, al volver de
Praga le habían anunciado su nombramiento como director musical de la catedral de San Esteban, cargo que le aseguraría, por fin, su futuro económico; y en los últimos meses su genio había producido obras extraordinarias que parecían impulsarlo a horizontes ilimitados. El futuro era brillante, halagador, promisorio, pero corto. Mozart murió nueve semanas después del estreno de su última ópera, el 5 de diciembre de 1791, a causa, probablemente, de una fiebre reumática, aunque este es un asunto que aún se discute. La lauta mágica fue el mejor aporte de Mozart al género del singspiel, un tipo de ópera con personajes cómicos y fantásticos, música de raíz popular y final feliz. Además, es una corriente que se caracteriza por alternar números musicales con pasajes hablados, y por emplear la lengua alemana. Sin embargo, la versión que veremos hoy es una adaptación al inglés, abreviada en más de una hora con respecto al original de Mozart. Se trata de una producción emblemática para el Met porque con ella inauguró, el 30 de diciembre de 2006, su exitoso programa de transmisiones en vivo, vía satélite, desde Nueva York. A Mozart siempre le interesó el singspiel, al que contribuyó con cuatro títulos en su carrera meteórica: Bastián y Bastiana (1768), El rapto en el serrallo (1782), El director de teatro (1786) y La lauta mágica (1791). A finales del siglo XVIII, Viena, como casi toda Europa, estaba dominada por la ópera italiana. Entonces, el emperador José II fundó en la ciudad, en enero de 1778, el Singspiel Nacional Alemán con la misión de divulgar y estimular la composición de óperas en lengua nativa. Mozart se encontraba buscando un trabajo rentable en Mannheim cuando se enteró de la noticia y le escribió a su papá, Leopold, para que lo ayudara a obtener el cargo de director de la nueva institución, lo que no llegó a pasar. La empresa, de cualquier manera, no fue exitosa, y debió cerrar sus puertas
en 1787 sin el propósito cumplido, aunque uno de los aportes de Mozart al repertorio, El rapto en el serrallo, fue un éxito rotundo. Los autores locales siguieron creando sus obras en alemán, pero los espectáculos de ese tipo se mostraban en los teatros populares de los suburbios de Viena, como el que acogió el estreno de La lauta mágica: Auf der Wieden, que era dirigido por un gran amigo de Mozart: Emanuel Schikaneder, una mezcla interesante de empresario, actor, escritor y aventurero, que no sólo fue el libretista de la ópera sino el primer Papageno. Al componer esta partitura destinada a un público popular, Mozart se enfrentó a un reto nuevo y el resultado fue una obra sin precedentes. “La lauta mágica”, afirma John Stone, “es un producto del teatro vienés popular, pero en su búsqueda de procedimientos musicales complejos que fuesen auténticamente distintos de los empleados en las comedias italianas, Mozart hizo grandes avances al crear, partiendo casi de cero, algo así como un estilo operístico alemán plenamente configurado, basado en una combinación peculiar entre solemnidad y humor…”. Entre las grandes virtudes de la obra hay que contar su variedad deslumbrante y el modo en que Mozart consiguió encajar unas piezas tan disímiles en esa fábula atravesada por las fuerzas del bien y del mal. Las arias de Papageno están untadas del gusto popular, y su dúo con Papegena tiene el tono de la ópera bufa. La pareja ideal de Tamino y Pamina se expresa con una música sofisticada y emocional, mientras la aureola perversa de la Reina de la noche, con sus agudos estratosféricos, evoca pasajes de la ópera seria. A su vez, los conjuntos y solos relacionados con Sarastro y su hermandad de sabios están teñidos de hondura y solemnidad. Hay que darle la razón a Alfred Einstein, biógrafo de Mozart, cuando afirma que “La lauta mágica es una pieza que encanta al niño, conmueve hasta el llanto al hombre más mundano y hace feliz al sabio”.
La flauta mágica
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) Director musical James Levine Directora escénica Julie Taymor Libretista Emanuel Schikaneder (versión original en alemán) Idioma Inglés (adaptación de J. D. McClatchy) Erika Miklósa (soprano) Ying Huang (soprano) Matthew Polenzani (tenor) Nathan Gunn (barítono) René Pape (bajo)
Reina de la noche Pamina Tamino Papageno Sarastro
Acto I El príncipe Tamino se desmaya en el bosque mientras lo persigue una serpiente gigante, pero las tres damas al servicio de la Reina de la noche matan a la bestia y parten. Aparece en escena el pajarero Papageno, quien presume ante Tamino de haber matado a la serpiente. Las tres damas vuelven para contarle a Tamino que la hija de la Reina de la noche, Pamina, ha sido raptada por el malvado Sarastro. Además, le muestran un retrato de la joven, que Tamino contempla enamorado. La Reina de la noche aparece para encomendarle a Tamino la misión de rescatar a su hija. En su viaje llevará una flauta con poderes mágicos, estará acompañado por Papageno, que tendrá un instrumento fabuloso de campanillas de plata, y los dos serán guiados por tres niños bondadosos.
Papageno encuentra a Pamina en los dominios de Sarastro, y le cuenta que Tamino es un príncipe enamorado de ella que viene a rescatarla. Orientado por los niños, Tamino se dirige al templo de Sarastro. Allí, un sacerdote le explica que Sarastro es un ser sabio y que la Reina de la noche es una mujer malvada que quiere apoderarse del mundo. Tamino muestra el poder de su flauta al encantar a las fieras. Pamina y Papageno son perseguidos por el esclavo Monostatos y sus cómplices, que se tornan inofensivos cuando Papageno hace sonar sus campanillas. Sarastro castiga a Monostatos por molestar a Pamina y le anuncia a ella que pronto tendrá su libertad. Pamina queda encantada al ver a Tamino, que junto con Papageno es conducido al templo para enfrentar unas pruebas. La Reina de la noche revela sus verdaderas intenciones cuando llega donde Pamina con un puñal y le pide, en vano, que asesine a Sarastro.
Tamino es sometido a tres pruebas de iniciación para entrar en la hermandad y ganarse el amor de Pamina. La primera consiste en hacer ayuno y permanecer en silencio. Él la supera muy bien, tanto así que se resiste a hablarle a Pamina, pese a que ella queda desconsolada con su silencio. Luego de dificultades, Tamino y Pamina se reúnen y logran superar juntos y protegidos por la flauta mágica las pruebas de fuego y agua. Entre tanto, Papageno no ha superado ninguna de las pruebas y está al borde del suicidio, pero los tres niños lo salvan y le anuncian que si hace sonar sus campanas de plata encontrará la felicidad. Y así es, aparece su mujer soñada: Papagena, con quien podrá formar una familia. La Reina de la noche ataca el templo de Sarastro con todos sus poderes, pero es derrotada. Sarastro y su hermandad aclaman a Tamino y a Pamina por su valor, integridad y sabiduría.