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5.2.1. El aprendizaje-servicio

5.2.1. EL APRENDIZAJESERVICIO

La lucha por la vida y la persecución del interés individual no son los únicos motores ni de la vida, ni tampoco del progreso económico o de la convivencia social. La evolución, el progreso y la convivencia requieren del altruismo y la cooperación. La ayuda mutua nos ha hecho humanos. La educación tiene que encargarse de proporcionar experiencias que hagan emerger esta capacidad para el altruismo y que la enseñen hasta convertirla en un hábito arraigado. Es por eso por lo que nos parece conveniente impulsar actividades tales como el aprendizaje-servicio, una buena propuesta para entrenar la capacidad de ayudar y dar.

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a. ¿Qué es el aprendizaje-servicio? Se trata de una propuesta educativa que combina en una sola actividad el aprendizaje de contenidos, competencias y valores con la realización de tareas de servicio a la comunidad. Es un proyecto en el que los participantes se forman al enfrentarse a necesidades reales de su entorno con el objetivo de mejorarlo. Trabajan en favor de la comunidad y a la vez se forman en una doble dirección: aprenden conocimientos curriculares relacionados con la actividad de servicio y aprenden virtudes y valores que se ponen en juego a lo largo del proceso. En el aprendizaje-servicio el conocimiento se utiliza para mejorar la comunidad y el servicio se convierte en una experiencia de aprendizaje que proporciona conocimientos y valores. Aprendizaje y servicio quedan vinculados por una relación circular en la que ambas partes salen beneficiadas: el aprendizaje adquiere sentido cívico y el servicio se convierte en un taller de valores y saberes.

b. Algunos ejemplos de aprendizaje-servicio. Cuando un centro educativo pide voluntarios entre su alumnado para enseñar a usar el teléfono móvil a personas mayores, explica a los jóvenes qué actitudes deben tener con sus futuros abuelos y abuelas aprendices y finalmente llevan a cabo las sesiones de formación sobre el uso del móvil, está ofreciendo a los mayores una ayuda que necesitan y a los jóvenes una experiencia personal relevante. Cuando un banco de sangre monta un sistema de colaboración con las instituciones educativas para proporcionar formación científica sobre los temas que le son propios y,

a la vez, pide colaboración a los jóvenes para dinamizar una campaña de donación de sangre en su barrio, está contribuyendo a que tomen conciencia de una necesidad no siempre visible y les da la oportunidad de ejercer una acción cívica y solidaria. Cuando una asociación ambientalista proporciona a los centros educativos la oportunidad de que chicos y chicas apadrinen un río, un bosque, una fuente o cualquier otro espacio natural amenazado de degradación, está creando una actividad con múltiples objetivos: tomar conciencia de un problema que afecta a su entorno natural, responsabilizar a los alumnos implicándoles en una tarea cívica de conservación y recuperación, y, sin duda, aprender conocimientos relacionados con materias como ciencias naturales, ecología o urbanismo. Son estos tres ejemplos de aprendizaje-servicio de entre los muchos que puede ofrecer una metodología pedagógica tan versátil.

c. ¿Por qué impulsar el aprendizaje-servicio? Merece la pena incorporar el aprendizaje-servicio en los centros educativos por varios motivos, entre los que cabe destacar los siguientes:

– El aprendizaje-servicio constituye un contrapunto a una educación absorbida por la búsqueda del éxito individual. Es una contribución a un cambio cultural que debe promover valores como la solidaridad, el altruismo y la cohesión social. – El aprendizaje-servicio se fundamenta en una manera de entender la ciudadanía que va más allá del reconocimiento de derechos. La entiende como participación informada, responsable, activa e implicada en proyectos que busquen el bien del conjunto de la sociedad. – El aprendizaje-servicio es una propuesta pedagógica que despierta el interés, el sentido crítico y la voluntad de participar en causas de muy distinta naturaleza: es un buen instrumento para tomar conciencia crítica de la realidad. – El aprendizaje-servicio es una metodología idónea para la adquisición de valores.

No es exagerado afirmar que las prácticas de aprendizaje-servicio son verdaderos espacios de producción y transmisión de valores. – El aprendizaje-servicio concreta la ayuda mutua en una triple dirección: como cooperación con los compañeros de clase, como solidaridad con las personas a quienes se ofrece colaboración y como responsabilidad cívica en la medida en que el servicio es una contribución al bien común. – El aprendizaje-servicio no solo es ayuda a los demás, sino un ejercicio de autoayuda. El altruismo proporciona múltiples beneficios a quien lo ejerce: emociones positivas, autoestima, sentimiento de utilidad, orgullo por la tarea realizada, sentido y proyecto vital, y además es un buen antídoto frente al estrés y la ansiedad.

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